Aventuras en La Antartida
Aventuras en La Antartida
Aventuras en La Antartida
la antartida
(Obtuvo Mención Honrosa en el I Concurso Iberoamericano de Dramaturgia
Infantil, del Centro de Documentación de Títeres de Bilbao, en 1991)
Obra Didáctica
en dos actos y 15 escenas
Estas aventuras tratan sobre el viaje de cuatro pingüinos que salen de las costas del
Perú y llegan al Polo Sur. En la costa sur del Perú, a causa de la corriente fría, llamada de
Humboldt por su descubridor, habitan aves y mamíferos de aguas frías como son los
pingüinos y los lobos marinos.
En la parte anterior del escenario se ve, a veces, una playa donde caminan, luego
las olas del mar de cartón pintado, colocadas en tiras largas, unas detrás de otras, y un
barril donde viajan los personajes que se mece como una cuna a causa de dos maderos
curvos, colocados debajo como mecedoras, en medio de las olas de cartón.
El barco fantasma, el barco encallado y la ballena pueden estar pintados en
cartones grandes y jalados con una cuerda, de un lado a otro del escenario, como si los que
se movieran no fueran ellos sino el tonel con los personajes adentro.
Los personajes son, casi todos, pingüinos o pájaros bobos, como se les llama
comúnmente en el Perú. Se encuentran, junto con focas, lobos marinos, gaviotas y
pelícanos, en las Islas Ballestas, al frente de la costa al sur de la ciudad de Lima.
Los pingüinos que nuestros viajeros encuentran en la Antártida, que pueden ser de
cuatro a ocho, visten igualmente mallas blancas, llevan zapatillas anaranjadas, chaqueta de
frac y también viseras blancas en la cara, o gigantescos anteojos de sol. Pueden llevar
gorros negros con picos de pingüino, anaranjados, o simplemente gorros negros de piel.
Como los cuatro personajes principales viajan mucho dentro del tonel deben agitar
los brazos, saltar sobre el borde del barril y echarse al mar de cartón, de rato en rato,
haciendo como si estuvieran nadando.
PERSONAJES:
JUMBOL: Pingüino muy serio que habla en forma erudita de maestro de escuela.
GOZNO: Pingüino muy anciano, tiene miedo a las tormentas.
COMELON: Pingüino muy indolente, no quiere quedarse sin comer.
PIRIPINA: Pingüina muy ágil, optimista y observadora.
CEFERINO: Marinero español que habita un barco fantasma y anda un poco mareado.
Viste ropas raídas.
BANDIDO: Pingüino de la Antártida, muy alto, amigo de los viajeros.
LOGOS: Científico, bastante estudioso y un poco loco que le gusta ser específico y
didáctico. Vive en la Antártida y viste muy abrigado.
[BIBLIOGRAFIA:
C.de F. Héctor Soldi Soldi Marina de Guerra del Perú: "El Perú en la Antártida"
Ed.Maggio e Hijo, Lima 1991.
José Antonio del Busto Duthurburu, "Los Peruanos en la Antártida", Lima,Perù 1989,
Inst.Est.Histórico-Marítimos.
Mario Fantin, "Il Settimo Continente", Florencia, Italia, 1969, Ist.Geografico Militar:
Rev.L'Universo.]
acto primero
ESCENA 1
Se ve una playa con rocas por algunos lados donde están paseando varios
pingüinos. A un costado, algunas olas pintadas en tiras de cartón se encuentran paradas, y
entre ellas se divisa al fondo un barril que está varado entre el mar y la playa.
JUMBOL: (al público) Me llamo Jumbol y nací en una de las pequeñas islas que se
encuentran en la Bahía de Pisco, llamadas Ballestas. Tengo muchos amigos, otros
pingüinos como yo: Comelón, Piripina y Gozno. (Los señala con la mano) Ellos tres son
mis mejores amigos.
PIRIPINA: (lamentándose) ¡Es tan, pero tan lejos, en medio de hielos, témpanos,
soledades y neblinas!
COMELON: (comenta, mientras engulle peces, a más no poder) Yo también. (Los peces,
de cartón, los saca de un balde y los vuelve a meter en el balde con disimulo.)
JUMBOL: Bien, podemos dejar el sol maravilloso de este lugar llamado
Pisco, al sur del Perú; podemos alejarnos de estas aguas verdes con sus flores de espuma,
podemos viajar en cualquier embarcación flotante, pero si estamos decididos, ¡de todas
maneras , conoceremos el continente de nuestros antepasados!
JUMBOL: ¿No se han fijado en el barril que naufragó en la orilla de la isla hace un
tiempo?
ESCENA 2
Después de trabajar dentro y fuera del barril, nuestros cuatro amigos se meten
adentro con grandes gritos de júbilo y colocando un palo de escoba con una especie de
vela, se van meciendo entre las olas mientras en el escenario las olas van tapando la playa
que se veía antes y se va llenando todo el escenario de olas de cartón.
Piripina y Comelón, saltan entre las olas y, con una cuerda, jalan el barril hasta el
centro del escenario.
PIRIPINA: Gozno, eres lo más ocioso que he conocido en mi vida. ¡Sólo piensas en
dormir y en dormir!
GOZNO: También pienso en otras cosas. ¿Tú crees que nos boten del Continente
Antártico cuando lleguemos, Jumbol?
PIRIPINA: (interviniendo) He oído decir que en el Polo Sur, adonde vamos, reina la
paz y nadie puede hacernos daño porque está prohibido pelearse.
ESCENA 3
Se oscurece el escenario y los pingüinos están muy ocupados pescando con las
manos, peces y mariscos (de cartón) que sacan de entre las olas del mar. En el fondal se
divisan las luces del puerto de Valparaíso.
JUMBOL: (al público) Pasan los días y comemos peces y mariscos que pescamos en
cantidad. El primer centro poblado que divisamos en la costa, se llama Valparaíso, en
Chile. De lejos nos parece un bosque de luces que baja por la colina, entre calles
empinadas y retorcidas.
COMELON: (comiendo y gruñendo de satisfacción) ¡Esto está muy, pero muy rico!
JUMBOL: ¿Tú sabes, Gozno, por qué el Polo Sur se llama Antártico?
GOZNO: ¿Y por qué no vamos al Polo Norte, mejor? - (pregunta, un poco mareado
de tanto navegar).
JUMBOL: Porque, además de que está mucho más lejos, en el Polo Norte no vamos a
encontrar a nuestros parientes. Y, por si no lo sabes, allí no hay nada más que un gran
Océano Glacial rodeado de tres continentes: Asia, Europa y Norte América. En cambio en
el Polo Sur..
PIRIPINA: (interrumpiendo, porque está siempre muy atenta a todas las explicaciones
de Jumbol) El anti-ártico!
JUMBOL : Así es, la Antártida, que es el Continente Antártico, está rodeado por tres
océanos: Pacífico, Atlántico e Indico.
ESCENA 4
Así discurren en sus conversaciones en medio del mar. Divisan luego en la costa
chilena, el HUASCAR, heroico acorazado peruano, que fue vencido por la Armada
Chilena, en desigual batalla, durante la Guerra del Pacífico, en 1879, después de feroz
resistencia, al mando del héroe peruano, Almirante Miguel Grau.
COMELON: ¡Hay que recoger mariscos de diferentes tipos y moluscos que abundan por
aquí!
JUMBOL: (al público) Panza arriba en nuestro aventurero barril, pasamos navegando
frente al ventoso Puerto de Ancud y a la pintoresca Isla de Chiloé.
JUMBOL: ¡Ya ha bajado el temporal! ¡Esa noche entraremos en los canales que
dividen en trozos el sur del continente!
JUMBOL: ¡Gozno, uno a cada lado del barril, debemos remar como podemos, con
patas y todo! ¡Tenemos que alejarnos lo más pronto posible de tan extraño barco fantasma!
ESCENA 5
Piripina saluda con chillidos a las gaviotas, y, nadando se acerca al barco y lo visita
por dentro. Por un momento se esconde de la vista del público y luego sale con las manos
llenas de moluscos y frutos de mar que va desprendiendo de las paredes de la nave.
Come con avidez y luego lleva algunos para sus compañeros, que la esperan en el
barril. Comelón la asalta, al llegar nadando entre las olas de cartón, y le quita la mayor
parte de los mariscos.
PIRIPINA: (excitada, subiendo al tonel) ¡Es un barco griego que ha encallado, quién
sabe cuándo, lleno de deliciosos moluscos!
GOZNO: ¡Parecer ser que has ido de visita donde tus parientes, a tomar té con
pasteles en un yate de lujo!
JUMBOL: ¡Pueden ver que mientras proseguimos viaje, la vegetación decrece, los
manantiales se congelan!
El barril se llena de agua por lo movido del mar. Se mece como una cuna, en medio
de las olas, y es trabajo de Comelón sacar el agua (imaginaria) con una lata, del fondo de la
embarcación.
COMELON: ¿Cómo es que todos los barcos que encontramos, o son fantasmas o han
naufragado?
GOZNO: ¡Cállate, ave de mal agüero! (grita y hace callar a Comelón con su voz
oxidada de viejo pingüino. Casualmente, lo llaman así porque chirría como un gozne
oxidado cada vez que habla.)
PIRIPINA: (quien es la más ágil y aventurera del grupo, regresa, después de haberse
alejado nadando a la búsqueda de parientes en los barcos encallados) ¡En uno de ellos he
visto un lobo de mar!
ESCENA 6
JUMBOL: (a Gozno, mientras están de pié en las arenas de una playa donde está
encallado el barco)
¡Es el fantasma de un marinero que habita un velero español, hundido a
medias en las rocas, como ves, entre el Golfo de Penas y la Bahía Desolación! (Señala con
el brazo uno y otro de los lados del escenario, mientras explica).
GOZNO: ¡A pesar de tener una pata de palo y de ser transparente como cualquier
fantasma, no me asusta! ¡Comelón, Piripina, vengan! ¡No hace daño!
Piripina y Comelón salen del barril y nadan hasta el barco encallado. Los cuatro se
sientan en el suelo, y el marinero fantasma, de pié mientras se balancea como se estuviera
aún en el barco, con gestos y palabras entrecortadas, les relata sus aventuras en la España
de otras épocas.
MARINERO: Los cristianos inventaron esta canción después que recibimos tundas de los
moros sarracenos. (Explica a Piripina) Realicé muchos viajes al Nuevo Mundo desde la
Península Ibérica, después de pelearme con los moros. Navegué a través del Estrecho de
Magallanes en un ir y venir entre el Viejo y el Nuevo Mundo, hasta que quedé encallado
en los Canales.
PIRIPINA: (quien está siempre muy atenta a todo, pregunta con curiosidad) ¿Por la
Tierra del Fuego, capitán?
PIRIPINA: ¿Por qué se llama Tierra del Fuego si hace tanto frío?
MARINERO: Pues, les contaré que cuando pasé por estos lugares, hace muchísimos
años, en todas partes se divisaban hogueras prendidas. Nunca apagaban el fuego porque la
gente se moría de frío sin sus hogueras. Yo pienso que es por esta razón que a ese lugar se
le conoce como Tierra del Fuego.
GOZNO: Bueno, ya que sabe todo, díganos ¿cuál es el frío más frío que puede haber
en el Polo Sur?
MARINERO: Ha llegado a menos 88 grados. Dicen que ese es el frío más intenso que se
ha sentido en toda la tierra. Aún mayor que en el Artico.
COMELON: (chillando desconsolado y jugando con las colas del frac) ¡Me voy a
congelar las alas, y lo que es peor, el pico también! ¡No podré comer nunca más!
MARINERO: Esos indios tienen nombres tan extraños como alkalufes, yaghanes, onas y
tehuelches.
JUMBOL: Nunca los hemos visto aunque nosotros hemos pasado muchas aventuras
desde las costas de Pisco en el Perú.
ESCENA 7
Los cuatro pingüinos nadan hasta su barril, alejándose de la nave y deciden seguir
las indicaciones de Ceferino.
GOZNO: ¡Habrá que seguir su consejo, ya que un marinero con tantos años viviendo
sobre el mar aunque sea como fantasma, es, seguramente, más lobo de mar que los mismos
lobos de mar.
PIRIPINA: ¡Así es, Comelón, y no te quejes! Si queremos llegar, algún día, debemos
continuar a lo largo de esta costa fría, de rocas y piedras moradas.
JUMBOL: ¡Observen: sobre un peñón se alza la Cruz de los Mares que domina "desde
un mar a otro mar", como dice la inscripción, "hasta los últimos confines de la tierra"!
En el fondal se refleja la Cruz de los Mares, colocada allí antiguamente por los
españoles, con su inscripción.
JUMBOL: ¡Divisamos Punta Arenas, la ciudad más al sur y la más ventosa de Chile!
PIRIPINA: (con una magnífica memoria) Nos contó Ceferino que queda en
la Península de Brunswick en medio del Estrecho de Magallanes, en la falda de una colina.
JUMBOL: Como ven, sus edificios son bajos para que no se los lleve el viento. En su
plaza mayor se levanta un monumento a Magallanes.
ESCENA 8
GOZNO: (a Piripina) ¡Las gaviotas, tus amigas nos guían hacia el sur, hacia la Tierra
del Fuego!
COMELON: ¡Deja ese mapa, Jumbol, y contempla con nosotros, este hermoso
panorama!
JUMBOL: ¿Han visto, muchachos, que estos hielos que flotan como islas son de agua
dulce?
GOZNO: Veo, veo, Jumbol. Son también de muchos colores, azules, amarillos y
rosados.
JUMBOL: Si se derritieran todos los hielos del continente antártico que son el 90% del
agua que existe en el mundo, el mar subiría de nivel unos 70 metros en todas partes.
PIRIPINA: ¡Pues si así fuera, nos quedaríamos sin nuestra Isla de Pisco, Jumbol!
GOZNO: ¡De una cresta de nieve sale una catarata que lava el cerro de roca negra y
cae al mar!
JUMBOL: (consultando el mapa de pergamino) ¡Es Ushuaia, la ciudad más austral del
planeta!
PIRIPINA: ¡Como dijo Ceferino! ¡Es capital de la Tierra del Fuego, en zona
argentina!
ESCENA 9
JUMBOL: ¡Salimos finalmente del Canal del Beagle al océano! Y, como nos avisó
Ceferino, nos damos cara a cara con tres islas deshabitadas pero con árboles, llamadas
Picton, Lennox y Navarino.
Mientras el tonel se balancea mucho, Jumbol, detrás de las olas de cartón, trata de
alcanzar el borde para treparse nuevamente a la embarcación.
COMELON: ¡Yo te sacaré, Jumbol! ¡Aguanta amigo! (grita mientras jala de piernas y
brazos al pingüino y lo deposita nuevamente, con ayuda de Gozno, dentro del barril)
JUMBOL: ¡Déjenme, muchachos! Yo también soy oriundo del Continente helado y
no me voy a congelar. Tengo resistencia, sé nadar y bucear.
COMELON: Ya lo sabemos, pero no queremos que te pase nada. Eres nuestro jefe,
amigo y el Capitán del barril, Jumbol.
GOZNO: ¡Son las águilas de la Antártida que comen pingüinos! (Se esconde en el
fondo del barril)
Comelón, trepado sobre el tonel, mueve los brazos desesperado para alejarlos.
Piripina chilla angustiada y Gozno ruge rabioso.
Las aves no se ven, pero se oye el rumor de las alas que golpean el mástil del
barril, y los gritos de los tripulantes. Se supone que, finalmente, al ver que no pueden
acercarse, las aves de rapiña se alejan a buscar alimento en otra parte.
JUMBOL: ¡Allá está el Continente Sudamericano que se va quedando atrás con sus
islas, sus montañas, su mar agitado! ¡y ahora llega el silencio!
Gozno está mareado y descansa. Piripina brinca adentro y afuera del barril y
Comelón sigue comiendo pescados y mariscos.
COMELON: (a Piripina, quien le anuncia, con gestos, que va a engordar mucho) ¡Debo
fortalecerme después de tan tremenda aventura contra los aviones a chorro, como llamo a
los skùas!
acto segundo
ESCENA 10
PIRIPINA: ¡Así es! ¡Témpanos blancos y hielos azules flotan a nuestro alrededor
como islas blancas de agua dulce! ¡Algunas más grandes que una Plaza de Armas y más
altas que una Catedral!
JUMBOL: ¡Un mar cuajado de hielos nos acompaña hacia el Estrecho de Bransfield
entre la Península Antártica y las Islas Shetland!
¡Pronto llegaremos a la Bahía Almirantazgo y divisaremos la Isla del Rey
Jorge!
PIRIPINA: Según lo que yo sé, allí debe estar la Base Peruana de la Antártida.
GOZNO: ¡Los hielos pasan a nuestro lado, flotantes, repletos de focas negras, que se
mueven en forma torpe y braman y rugen cuando nos ven pasar! Otras nos miran quietas e
indiferentes. ¡No nos acercaremos porque bien sé que cuando tienen hambre, ellas
también se comen a los pingüinos!
Al divisar finalmente la Base Peruana, Jumbol se tira al agua y bucea hasta la costa.
Muy emocionados, se abrazan los cuatro amigos, al ver que finalmente han llegado
a su destino a conocer a sus antepasados, quienes habían salido de aquel lugar, muchos
siglos atrás, y habían llegado a las costas peruanas, seguramente flotando en algún
gigantesco hielo que se derritió bajo el sol.
PIRIPINA: (señalando el suelo que pisa por primera vez) No vemos flores ni frutas
sino una isla color azul pizarra. En el suelo, musgo, algas y líquenes son toda la flora que
se encuentra.
COMELON: (indicando la bandera roja, blanca y roja) El pabellón peruano se alza junto
a una colina nevada bajo un picacho negro, rocoso y volcánico.
GOZNO: ¡Ahora que estás con la barriga llena y el corazón contento, puedes dormir
en hielo, porque no podemos decir en tierra!
ESCENA 10
PIRIPINA: ¡No debe de estar el diablo porque siento frío en este lugar! ¡El paisaje es
solitario, las aguas dormidas, las arenas negras y las nieves cubiertas de ceniza volcánica!
¡Debería llamarse Isla Desolación!
COMELON: ¡Estoy feliz! ¡El agua es tibia y parece termal con vapores sulfurosos! ¡Me
ha pasado el frío y ya no me congelaré. (Chapotea en el agua y come krill.)
Todos juegan en las orillas, bañándose y zambulléndose entre las olas de cartón.
Salen en escena otros pingüinos de patas anaranjadas. Los invitan, con gestos, a visitar su
colonia. Algunas pingüinas están empollando sus huevos. Todos tienen viseras blancas en
los ojos como si tuvieran máscaras de carnaval, sobre la cabeza negra. Parecen los
bandidos del continente helado.
Señalan a otros animales que viven por allí, en témpanos flotantes, y que salen
proyectados en el fondal.
BANDIDO: (como le pusieron de nombre al Pingüino de Visera que fue el primero que
se les acercó, les explica las diferencias entre las focas del lugar) Las focas tienen
diferentes nombres. Hay la de Weddel y la de Ross, la foca cangrejera, el leopardo
de mar, el elefante marino que es enorme y el oso marino.
Los amigos escuchan asombrados, mientras el nuevo amigo les sirve de cicerone.
BANDIDO: Las focas son animales anfibios, que si tienen hambre nos tragan hasta a
nosotros los pingüinos, así es que ni nos acercamos. Su pelaje es brillante y tupido y, si no
los molestamos, nos miran indiferentes, lanzando mugidos de cansancio.
BANDIDO: Así es, al fondo de esta bahía vive un científico que escucha música por
radio. Ya oirás si te quedas un tiempo con nosotros.
ESCENA 11
Siguen dando vueltas con el nuevo amigo, visitando la región, y ven otros
animales, como cormoranes, golondrinas, insectos, arañas, crustáceos, y otros lobos de
mar, proyectados en el fondal. Gozno se está divirtiendo haciendo como si estuviera
tirando agua tibia a los otros pingüinos en la orilla, y es polvo de purpurina.
Sin embargo, Jumbol desea conocer muchas cosas, como el nombre de algunos
animales, y, aunque le pregunta con gestos, Bandido no sabe responder a sus preguntas.
BANDIDO: Si deseas saber algo más, anda a preguntarle al hombre que vive al fondo
de la bahía. Creo que está loco pero sabe muchas cosas.
PIRIPINA: Si vive todo el año en este lugar, debe saber muchas cosas, y debemos ir a
buscarlo aunque sea un científico loco.
JUMBOL: ¡Desde que salimos de nuestra isla en la costa peruana, hemos atravesado
canales, estrechos, golfos, y avistado ínsulas, penínsulas, bahías y ensenadas!
JUMBOL: ¡Entre nieve perpetua en un territorio sin mayor vida vegetal y rodeados de
témpanos helados!
ESCENA 12
LOGOS: (El nuevo personaje está vestido con abrigo y seis bufandas. Tiene hielo en
los bigotes y en las cejas y su mirada es un poco vaga e insegura. Murmura y habla
consigo mismo mientras camina en círculos abrazándose a sí mismo para evitar el
congelamiento, y leyendo a ratos sus papeles. Al ver a Jumbol y Piripina que se acercan,
les habla, enfadado.) Soy Logos, y, como científico, alargo el tiempo, lo ahorro, lo
organizo. No me hagan perderlo.
PIRIPINA: ¡Increíble!
LOGOS: (impertérrito) ¡Un momento! No saben aún que el Polo Sur se encuentra
en medio de un continente a 3000 mt. de altura, y el Polo Norte en medio del Mar Artico a
3000 mt. de profundidad.
JUMBOL: (humildemente) Disculpe, habla usted tan de prisa que no entiendo mucho.
ESCENA 13
Al ver que calla finalmente y que sigue dando vueltas en círculos para calentarse,
Jumbol se atreve a preguntarle tímidamente lo que le ronda por la cabeza hace rato.
JUMBOL: Dígame, señor Logos, ¿alguna vez ha habido más vida en este continente?
LOGOS: Un día tuvo más vida: he encontrado fósiles de árboles. Muchos animales y
vegetales existían que ya no se encuentran, cuando la Antártida formaba parte de Australia.
JUMBOL: Sé que hay un acuerdo para cuidar la vida animal y vegetal, que se llama el
Tratado Antártico.
LOGOS: (emocionado, y con las lágrimas en los ojos) Mi querido amigo, se trata de
cuidar la flora y la fauna, pero nadie ha pensado en las pobres ballenas que no están
incluidas en el Tratado, a las cuales cazan sin discriminación, 10,000 cazadores todo el
tiempo. ¡Hay que defenderlas! ¡Hay que cuidarlas también a ellas!
LOGOS: ¿Has visto alguna vez un barco que parece cercano y en cambio está muy,
pero muy lejano?
(pausa) ¿Has visto alguna vez un barco que en vez de navegar en forma
horizontal lo hace en forma vertical, como si quisiera entrar al mar que lo devora?
PIRIPINA: (a Jumbol, en el oído) Me parece que realmente Logos debe de estar loco.
Nunca he escuchado algo así.
LOGOS: ¡Cuídate de los vientos! ¡Son malos! ¡Corren a más de 330 km. por hora y
congelan hombres y animales!
ESCENA 14
Con las ideas que les dan vueltas, aplastados por tanta información numérica,
regresan al otro lado del escenario, donde sus amigos. Con un poco de dificultad, y
gesticulando dramáticamente, Jumbol convence a Gozno a subir nuevamente al barril, y
Comelón y Piripina toman sus puestos sobre el borde de la embarcación fiel y aventurera.
JUMBOL: ¡He decidido dejar la Isla Decepción y regresar a la Isla del Rey Jorge
donde no hay nadie todavía, y menos científicos locos como Logos.
COMELON: ¡Vamos, Gozno! ¡Debemos ver la situación con un poco de optimismo! ¡En
tanto, hemos comido como nunca!
Bajo un cielo límpido y un mar azul, a la vista de la Isla del Rey Jorge, tienen la
mala suerte de toparse con una gigantesca ballena orca.
La ballena, pintada en un enorme cartón, pasa detrás del barril, jalada por una
cuerda, mientras la embarcación se menea hasta que se da vueltas, y con gran estrépito,
sale por el otro lado del escenario.
COMELON: ¡Socorro!
JUMBOL: ¡Auxilio!
Comelón le arroja trozos de hielo puntiagudos en los ojos para que no Los vea,
Piripina chilla consternada, y Gozno y Jumbol reman frenéticamente.
ESCENA 15
PIRIPINA: ¿Cuáles?
JUMBOL: ¡Pelear para defender el derecho de vivir de las ballenas! ¡Todavía lo estoy
pensando!
GOZNO: Debemos seguir aquí en la Isla, y reunir poco a poco los trozos de
embarcación barrilesca!
JUMBOL: ¡Trataremos de viajar antes de que llegue el invierno, cuando dura 20 horas
la noche y hace mucho, pero mucho frío!
GOZNO: Si no, nos queda la esperanza de volver a armar nuestro barril. Quizás
podamos quedarnos en este continente con nuestros parientes, sin congelarnos.
JUMBOL: ¡Por eso, felizmente, no nos ha dado gripe! ¡Y, Comelón, después de su
casi congelamiento, se siente bien y muy contento!
JUMBOL: (al público) Tanto Gozno, como Piripina y Comelón están tan felices
como yo de haber conocido el continente helado de nuestros antepasados, rincón del globo,
primitivo e intacto, que nos ofrece su experiencia y su enseñanza. Tenemos todavía
mucho que aprender. Sólo esperamos que el hombre no lo destruya.
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