Error Fatal 06
Error Fatal 06
Error Fatal 06
Tiene toda la razón. Sin utilidades, una compañía, aunque tenga el mejor producto, la más
alta imagen, la gente más dedicada y las reservas financieras más impresionantes, pronto se
verá en dificultades; el tipo de dificultades que rápidamente convierte una de las 500
compañías de la lista de Fortune en apenas un recuerdo del pasado.
Viaje usted a cualquier parte del mundo, y verá que para evaluar la administración no existe
mejor forma que medir su capacidad de producir utilidades. Incluso si usted fuera el gerente
de una empresa agrícola o industrial de Rusia, los que tuvieran un rango superior al suyo
Hasta el reciente resurgimiento de estudios sobre liderazgo empresarial, creo que la palabra
utilidades se había convertido en una palabra sucia, esencialmente debido a las múltiples
nociones liberales no capitalistas que se han popularizado en nuestra sociedad. Es muy
sencillo: los que apoyan tales ideas encuentran dificultades para relacionar utilidades y
servicio. Ellos regalarían el almacén. Han desarrollado un criterio miope, de corto alcance,
principalmente por haber pasado toda la vida en un capullo. Los que nunca se echan encima
la responsabilidad de tomar las decisiones necesarias para proveer a la continuidad de un
negocio o institución, pierden una de las experiencias más importantes de la vida. Nunca
han elaborado una nómina de pagos. Mientras no elabore una, nadie puede suponer cuán
profunda es la angustia o la satisfacción. Usted no ha vivido hasta que haya pasado por la
experiencia -es como lanzarse en una balsa a las espumas de un río torrentoso.
Ningún negocio o institución puede subsistir sin generar un superávit que sea ampliamente
superior a los costos de funcionamiento. Hasta las iglesias y otras instituciones sin ánimo
de lucro deben mantener esta disciplina.
Uno de mis amigos íntimos, Bill Oliver, renunció a su cargo de vicepresidente de mercadeo
de una compañía muy próspera de software, para asumir la responsabilidad de director
ejecutivo de STRAIGHT, INC., una organización de servicio sin ánimo de lucro que se
dedica a auxiliar muchachos que están entre los 13 y los 19 años de edad, en sus
enfrentamientos con problemas de drogas y su curación.
Hasta los gerentes de los proyectos de investigación y desarrollo más especulativos de una
compañía deben aceptar su atadura a las utilidades de la compañía. Aunque todas las
compañías admiten que los fondos invertidos en investigación y desarrollo constituyen
capital de riesgo, ninguna hace inversiones sin una expectativa razonable de
descubrimientos y de información que puedan conducir a futuras utilidades. Siempre ha
sido así. Cuando la reina Isabel empeñó sus joyas y cubrió los gastos de Colón, apuesto a
que ella lo hizo no solo para comprobar que la tierra no era plana. Ella esperaba un
intercambio comercial provechoso con Catar.
Programación de la responsabilidad
Pocos gerentes logran que sus actividades muestren utilidades o pérdidas instantáneas. Sin
embargo, esto no exime a nadie de responsabilidad después de algún tiempo prudencial y
predeterminado.
En los negocios, las inversiones deben hacerse siempre con un factor de tiempo en mente.
Si una inversión no muestra resultados después de un período razonable, debe usted
olvidarse de las pérdidas, tratar de aprender de sus errores y elegir otro curso de acción. He
encontrado muchos gerentes que no aceptan que les impongan límites de tiempo, de manera
que se quitan de encima su responsabilidad de generar utilidades. De lo que no alcanzan a
darse cuenta es de que no les pudieran estar prestando un mayor servicio a sus enemigos
que si cruzaran las líneas de fuego y procedieran a limpiarles y a cargarles de nuevo los
fusiles. No es sorprendente que quienes se apresuran a descartar sus ataduras con las
utilidades frecuentemente ven que sus presupuestos son los primeros que se recortan
cuando las condiciones se tornan difíciles. En otros casos, el gerente que no mantuvo a sus
colegas suficientemente informados sobre las contribuciones hechas por su departamento
para obtener utilidades, encontrará recortes en los peores sitios posibles de su presupuesto.
El primer golpe incluye a gerentes encargados del entrenamiento, del desarrollo de nuevos
productos, de la publicidad, de las relaciones públicas y de las relaciones entre los
empleados. Esto ocurre porque no dan a conocer su relación directa con las ganancias.
.
Fe en sus convicciones
.Hasta el comienzo de los años setenta, el sistema de transportes de Atlanta estaba a cargo
de una compañía privada y próspera, dirigida por un maestro de la administración, Robert
Summerville. Con frecuencia representantes de otros sistemas venían a observar, deseosos
Summerville respondió: "Caballeros, parece que están ustedes 'de acuerdo en que tal
programa reduciría los accidentes en diez por ciento. Yo necesito una cifra de cada uno de
ustedes. Si reducimos nuestros accidentes en diez por ciento, ¿a cuánto ascenderían los
ahorros en cada una de las áreas de responsabilidad de ustedes? ¿Cuánto ahorraríamos en
tiempo y en reparaciones de equipos? ¿Durante cuánto tiempo prolongaríamos la vida de
nuestros vehículos? ¿Cuánto ahorraríamos en honorarios legales, en arreglos de demandas
judiciales y en otros gastos parecidos? Cuanto economizaríamos en pagos de seguros?
¿Cuanto mejoraría nuestra envidiable imagen pública?
Una vez que su equipo hizo los cálculos, Sumerville los estudió y dijo: "Como el costo de
implantar este programa de entrenamiento es inferior al diez por ciento de nuestros costos
legales, propongo que demostremos que tenemos fe en nuestra operación efectuando una
transferencia de fondos del departamento legal al de entrenamiento, y así podremos hacer
ahorros muy considerables. Y por si acaso lo han olvidado, un centavo ahorrado es en
realidad un centavo ganado.
Se implantó el programa. Tuvo gran éxito y fue muy imitado. Esto no hubiera ocurrido si el
director de entrenamiento y su superior no hubieran visto con suficiente claridad la relación
que existe entre el entrenamiento y las utilidades.
Si usted no puede ver la relación que existe entre sus actividades y las utilidades de su
compañía, yo considero que su posición es, en el mejor de los casos, vulnerable. Todo
gerente tiene la responsabilidad de no dejar caer aquella bola roja que es tan importante.
Utilizando el cuadro 7, anote las maneras en que usted y su gente afectan a las utilidades
directamente. Estúdielas. Recálquele a su gente que existen eslabones entre la acción y las
utilidades. Ayúdeles a los que forman parte de la administración a tomar conciencia de
estos vínculos. Cuanto más se enteren todos en una compañía, con la mayor claridad, de la
relación de causa y efecto que existe entre la actividad diaria y el renglón final del balance
que indica las utilidades, tanto más fuerte y eficiente se volverá su gente.
Solo mediante constante atención y enseñándole a toda la gente que usted dirige que ella
contribuye a producir utilidades, puede estar usted seguro de que la bola roja se mantendrá
arriba y evitará que se cometa el Error Fatal N° 6.
¿Qué acciones toma gente ¿Cómo afectan estas a las En que forma puedo hacer
sobre una base diaria? utilidades? que la gerencia se entere de
esto?
PLAN DE ACCION
Para evitar el Error Fatal N° 6: Recordar la importancia de las utilidades.
Una de las herramientas del Grupo Fortune que ha tenido éxito es el "Contrato de Acción
Fortune". Después de cada sesión, la mayoría de las compañías obligan a los estudiantes a
llenarlo como medio de control.
He aquí un contrato para uso en este programa:
l. En 1, escriba la idea de mayor importancia que usted haya escuchado durante esta sesión.
2. En "Cómo la emplearé", escriba lo siguiente:
A. Qué va a hacer usted. .
B. Cuándo lo va a hacer.
C: Con quién lo va a hacer.
3. ¿Qué beneficio obtendrá usted empleando esta idea?
4. En nuestras sesiones, le damos al grupo sesenta segundos para prepararse; durante este
tiempo cada individuo hace un contrato, bien sea con la persona que esté a su lado, con
algún otro que esté en la reunión, con el organizador de la sesión o con su gerente.
Sugerimos que escoja una persona con quién compartir ideas.
A. Dígale a esa persona lo que usted va a hacer.
B. Dígale cómo lo va a hacer.
C. Dígale qué beneficio obtendrá usted.
Porque considero que ésta es la idea más importante que he extraído de este capítulo, me
comprometo en firme a utilizarla el curso de los próximos siete días.
l. Esta es la idea más importante que obtuve de este capítulo y que considero que puedo
aplicar:
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