Como Escuchar Una Predicacion
Como Escuchar Una Predicacion
Como Escuchar Una Predicacion
Cuanto más pienso en eso, y en las veces en que he fallado al cuidar cómo
escucho la Palabra, más entiendo que en muchas iglesias no solo necesitamos
mejores predicadores, sino que principalmente necesitamos ser mejores
oyentes.
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El autor de Hebreos explica que sus oyentes originales ya debían ser maestros
de la Palabra, pero al momento no podían recibir enseñanza sólida aunque la
escucharan, porque ellos hasta ese momento no habían puesto en práctica lo
que habían escuchado y aprendido.
Por eso, orá por tu pastor, por cada predicador y mensaje que traen a la
congregación, por la iglesia, y por tu corazón. Y no solo por lo que pasará
durante la predicación, sino también en el resto del servicio mientras Dios obra
en su pueblo congregado para adorarle y escuchar.
Durante el mensaje:
Parece que para muchos esto no es obvio, y por eso tenemos a gente que
asiste a sus congregaciones y de alguna manera esperan ser transformados por
la Palabra, mientras mantienen sus ojos en sus teléfonos y están atentos a las
notificaciones que reciben. Es trágico tener ante nosotros la Palabra de Dios
siendo expuesta mientras estamos distraídos con otras cosas.
Es verdad que algunas distracciones son inevitables los chicos dando vueltas,
jugando, como también si hay problemas de sonido o dificultades de calor o
frío). Pero si queremos ser edificados, debemos esforzarnos por eliminarlas.
A veces, al oír una predicación, pensamos cosas como: “esto es algo que
fulanita debería escuchar”, o “menos mal que fulanito está escuchando este
mensaje, porque necesita ser muy confrontado en lo que el predicador está
hablando”.
Esa actitud nos distrae de lo que el mensaje nos dice a nosotros.
1. Ora.
¿Recuerdan lo que dije antes acerca de que Dios muchas veces no nos da cosas
a menos que la pidamos a Él? Lo mismo aplica luego de escuchar una
predicación.
2. Obedecer
Ahora que terminaste de escuchar un mensaje, sabes un poco más de la
Palabra de Dios que antes, y por tanto eres más responsable de obedecer a ella
en agradecimiento a Dios por el glorioso evangelio de Cristo.