Taller Principios de Derecho 1
Taller Principios de Derecho 1
Taller Principios de Derecho 1
Alumno:
EMMANUEL Z CUBILLOS ARENAS
Profesor:
SANTIAGO BETANCOURTH
UNIVERSIDAD LIBRE
SANTIAGO DE CALI
Noviembre de 2018
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Tabla de contenido
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1. Enuncia los derechos fundamentales que consagra la C.N. de 1991.
Cabe recordar que estos derechos se conocen como derechos de primera clase o
de primera generación, es por medio de la acción de tutela.
Por definición, se tiene que los derechos fundamentales de los colombianos, son
aquellos reconocidos legalmente y protegidos procesalmente, establecidos por
primera vez, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por lo anterior, se les conoce también como los principios fundamentales de los
derechos humanos.
1. Derecho a la vida
2. Dignidad humana
ARTICULO 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la
misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos,
libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza,
origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
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El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y
adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.
4. Personalidad jurídica
7. Prohibición de la esclavitud
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8. Libertad de conciencia
9. Libertad de cultos
Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley.
Artículo 22A. Adicionado por el art.1, Acto Legislativo 05 de 2017. con el siguiente
texto: Como una garantía de No Repetición y con el fin de contribuir a asegurar el
monopolio legítimo de la fuerza y del uso de las armas por parte del Estado, y en
particular de la Fuerza Pública, en todo el territorio, se prohíbe la creación,
promoción, instigación, organización, instrucción, apoyo, tolerancia, encubrimiento
o favorecimiento, financiación o empleo oficial y/o privado de grupos civiles
armados organizados con fines ilegales de cualquier tipo, incluyendo los
denominados autodefensas, paramilitares, así como sus redes de apoyo,
estructuras o prácticas, grupos de seguridad con fines ilegales u otras
denominaciones equivalentes.
La ley regulará los tipos penales relacionados con estas conductas, así como las
sanciones disciplinarias y administrativas correspondientes.
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13. Derecho de petición
ARTICULO 24. Todo colombiano, con las limitaciones que establezca la ley, tiene
derecho a circular libremente por el territorio nacional, a entrar y salir de él, y a
permanecer y residenciarse en Colombia.
NOTA: El artículo 24 fue modificado por el Acto Legislativo 02 de 2003, el cual fue
declarado INEXEQUIBLE por la Corte Constitucional mediante Sentencia C-816
de 2004, por el vicio de procedimiento ocurrido en el sexto debate de la segunda
vuelta.
ARTICULO 26. Toda persona es libre de escoger profesión u oficio. La ley podrá
exigir títulos de idoneidad. Las autoridades competentes inspeccionarán y vigilarán
el ejercicio de las profesiones. Las ocupaciones, artes y oficios que no exijan
formación académica son de libre ejercicio, salvo aquellas que impliquen un riesgo
social.
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Las profesiones legalmente reconocidas pueden organizarse en colegios. La
estructura interna y el funcionamiento de éstos deberán ser democráticos. La ley
podrá asignarles funciones públicas y establecer los debidos controles.
18. Libertad
ARTICULO 28. Toda persona es libre. Nadie puede ser molestado en su persona
o familia, ni reducido a prisión o arresto, ni detenido, ni su domicilio registrado,
sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad judicial competente, con las
formalidades legales y por motivo previamente definido en la ley.
En ningún caso podrá haber detención, prisión ni arresto por deudas, ni penas y
medidas de seguridad imprescriptibles.
NOTA: El artículo 28 fue modificado por el Acto Legislativo 02 de 2003, el cual fue
declarado INEXEQUIBLE por la Corte Constitucional mediante Sentencia C-816
de 2004, por el vicio de procedimiento ocurrido en el sexto debate de la segunda
vuelta.
En ningún caso podrá haber detención, prisión ni arresto por deudas, ni penas y
medidas de seguridad imprescriptibles.
Una ley estatutaria reglamentará la forma en que, sin previa orden judicial, las
autoridades que ella señale puedan realizar detenciones, allanamientos y registros
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domiciliarios, con aviso inmediato a la Procuraduría General de la Nación y control
judicial posterior dentro de las treinta y seis (36) horas siguientes, siempre que
existan serios motivos para prevenir la comisión de actos terroristas. Al iniciar
cada período de sesiones el Gobierno rendirá informe al Congreso sobre el uso
que se haya hecho de esta facultad. Los funcionarios que abusen de las medidas
a que se refiere este artículo incurrirán en falta gravísima, sin perjuicio de las
demás responsabilidades a que hubiere lugar.
Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le
imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las
formas propias de cada juicio.
Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso.
ARTICULO 30. Reglamentado por la Ley 1095 de 2006. Quien estuviere privado
de su libertad, y creyere estarlo ilegalmente, tiene derecho a invocar ante
cualquier autoridad judicial, en todo tiempo, por sí o por interpuesta persona, el
Habeas Corpus, el cual debe resolverse en el término de treinta y seis horas.
ARTICULO 31. Toda sentencia judicial podrá ser apelada o consultada, salvo las
excepciones que consagre la ley.
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El superior no podrá agravar la pena impuesta cuando el condenado sea apelante
único.
ARTICULO 33. Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo o contra su
cónyuge, compañero permanente o parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil.
25. Extradición
ARTICULO 35. Modificado por el art. 1, Acto Legislativo No. 01 de 1997, el nuevo
texto es el siguiente: La extradición se podrá solicitar, conceder u ofrecer de
acuerdo con los tratados públicos y, en su defecto, con la ley.
Texto original.
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Los colombianos que hayan cometido delitos en el exterior, considerados como
tales en la legislación nacional, serán procesados y juzgados en Colombia.
ARTICULO 37. Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y
pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los
cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho.
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Constituir partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin limitación alguna;
formar parte de ellos libremente y difundir sus ideas y programas.
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2. Investiga sobre el origen, significado e importancia del concepto de los
derechos fundamentales.
El Origen.
También con menor peso en la historia del constitucionalismo podemos citar las
cartas florales españolas en especial los fueros de Aragón y de castilla y sus
instituciones anexas.
A partir de las primeras constituciones de las colonias que luego integrarían los
estados unidos y fundamentalmente a partir de la constitución de la primera
República Francesa de 1791 las declaraciones de los derechos figuran en todas
las constituciones escritas y codificadas, no ya como concesión del príncipe sino
como reconocimiento a la de ciertos derechos y garantías de la libertad y del a
dignidad humana, que están más allá de toda potestad terrenal y cuyo respeto es
condición necesaria para la legitimidad de cualquier sistema de gobierno.
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Significado.
Límites Internos, el contenido del derecho no debe de ser transgredido por otras
personas o poderes, ya que se estaría atentando a la dignidad de la persona.
Límites Externos, impuesto por el orden jurídico de manera expresa, limita las
manifestaciones ideológicas, protegiendo de esta manera los derechos de otras
personas.
Son importantes porque reflejan los estándares mínimos necesarios para que las
personas puedan vivir con dignidad. Brindan a las personas el derecho de escoger
cómo quieren vivir, cómo expresarse y qué clase de gobierno quieren apoyar,
entre otros aspectos.
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Además, garantizan a las personas que contarán con los medios necesarios para
satisfacer sus necesidades básicas como comida, techo y educación, y que las
oportunidades estarán disponibles para todos.
Los derechos humanos son importantes en las relaciones que existen entre los
individuos y el gobierno que ejerce poder sobre ellos. El gobierno tiene el poder
sobre las personas, pero los Derechos Fundamentales expresan que ese poder es
limitado.
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En esta “Magna Carta” se encuentran algunos derechos básicos de protección de
los ciudadanos, como por ejemplo el derecho a un juicio.
Durante las épocas de revoluciones que ocurrieron entre los siglos XVII y XVIII, se
continuaron desarrollando las ideas que respetan la identidad de las personas, de
los pueblos y de las naciones.
Lo mismo ocurrió con la Declaración francesa de los derechos del Hombre y los
ciudadanos, que en 1789 desafió a la autoridad de la aristocracia y la monarquía
reconociendo como derechos de todos los individuos la “libertad, igualdad y
fraternidad”.
Estos son los derechos básicos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales
que todos los seres humanos deben poder disfrutar. Esta declaración fue ratificada
sin oposición por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de
1948.
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Estos documentos juntos son conocidos como la Declaración Universal de
Derechos Humanos, que se encuentra en más de 500 idiomas.
También permite evitar prácticas que van en contra de la dignidad de las personas
como la tortura, castigos crueles o degradantes, esclavitud o servidumbre. Estos
actos son prohibidos en todas sus formas.
Tampoco se deben aplicar castigos o penas que sean más severas que las que se
aplican de forma correspondiente al caso de la ofensa penal.
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5- Protegen la libertad de credo.
Esto se hace especialmente importante en lugares del mundo donde aún se viven
situaciones de peligro en algunos sectores de la población, como mujeres y niños
que viven constantemente sufriendo vejaciones, tráfico, abuso y violación.
7- Reúnen todos los valores que son fundamentales para vivir en sociedad
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En el pasado siglo, especialmente dentro las Guerras Mundiales se vivieron
grotescas violaciones a los derechos humanos como ocurrió en el Holocausto con
la creación de los campos de concentración, donde miles de personas
consideradas “inferiores” por el régimen nazi alemán fueron obligados a trabajar
en condiciones de esclavitud o exterminados.
Es por esto, que dentro de ese periodo las peticiones de Derechos Humanos se
hicieron muy presentes, como la declaración de las “Cuatro Libertades” por el
presidente de Estados Unidos Theodore Roosevelt en 1941, en las que se
mencionaban cuatro aspectos que todo el mundo debía disfrutar: libertad de
palabra y de creencias y libertad de necesidades y de miedo.
Tras esto, la creación de las Naciones Unidas surgió para garantizar la paz y la
seguridad, promover el desarrollo económico, apoyar una ley internacional y
asegurar el respeto y acatamiento de los Derechos Humanos.
Esto sin embargo no significa que los abusos y violaciones a los derechos
humanos no ocurran. Lamentablemente vemos todos los días en periódicos y
televisión historias trágicas de violencia, racismo, asesinato, pobreza, abusos y
discriminación.
Pero no significa que los derechos humanos sean sólo nobles aspiraciones, sino
principios legales que incluso han sido incorporados a los sistemas legales de
muchos gobiernos.
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Esto brinda a las personas la oportunidad de ser tratados de acuerdo a los
preceptos que dictan los derechos humanos en sus propios países. Las leyes
deben proteger siempre a las personas.
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3. Define ¿Qué es derecho fundamental?
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4. Consulta sobre los mecanismos que existen en Colombia para proteger
los derechos fundamentales, defínelos y explícalos. Elabora un mapa
conceptual sobre este aspecto
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consignados en las centrales que lo sirven tienen amplísima e inmediata difusión.
Esta incide de manera decisiva en el prestigio de la persona a quienes tales
informaciones aluden y en sus posibilidades actuales y futuras de crédito.
Derechos que se protegen:
Ya se ha dicho que además de ser un derecho fundamental de rango
constitucional, constituye un instrumento o mecanismo de defensa de otros
derechos como el derecho a la intimidad, a la honra, al buen nombre y a la
información.
Se reitera entonces que la Carta política, en su artículo 15, incluye dentro de los
varios conceptos que lo conforman el relativo al buen nombre y al habeas data, y
que este derecho adquiere una doble dimensión, cuando se configura como
derecho fundamental y, además, cuando es herramienta fundamental para la
debida defensa por parte de los particulares en relación con la divulgación de
informaciones que tengan relación con su buen nombre, su intimidad personal,
familiar y su honra. Por ello, la información que se encuentra contenida en bases
de datos, sin importar si quien maneja dicha información es una entidad pública o
privada, deberá obedecer de manera estricta a la verdad, y los datos allí
contenidos se caracterizarán también por su dinamismo, es decir, podrá ser
actualizada, para ajustarse a la realidad y a la verdad en la cual se sustenta.
Oportunidad:
Este derecho podrá ejercitarse en cualquier tiempo, siempre que se considere que
se mantiene vigente su vulneración. El problema radica, desde el punto de vista
del afectado, en que la rapidez con que se consignan los datos negativos sobre él
no es la misma que se aplica a su retiro, o a su rectificación, cuando objetivamente
carecen de sustento o cuando las circunstancias han cambiado.
Es allí donde tiene aplicación la garantía constitucional, que, sin desconocer el
derecho a la información de las centrales y archivos de datos y de las instituciones
financieras –indispensable para un adecuado funcionamiento del sistema
crediticio–, reivindica el que toda persona tiene a verificar qué se difunde acerca
de ella y cuál es el fundamento de los datos correspondientes, así como a corregir
o aclarar lo inexacto y solicitar la eliminación de las informaciones falsas o
erróneas que, por tanto, lesionan su buen nombre, y las de aquellas que invaden
la órbita reservada de su intimidad personal o familiar.
Es evidente que la permanencia del dato negativo equivocado causa, minuto a
minuto, enorme daño a la persona, por lo cual es indudablemente contraria a la
Constitución y altamente ofensiva para la dignidad del individuo, y que si,
habiendo sido reclamada directamente la rectificación en ejercicio del habeas
data, ella no se produce inmediatamente, hay lugar al ejercicio de la acción de
tutela contra la entidad para obtener la protección del derecho fundamental
violado, por medio de una orden judicial perentoria.
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Lo propio puede afirmarse del dato que versa sobre aspectos de la vida privada,
cuya sola inclusión en un sistema informático relativo a asuntos financieros resulta
inadmisible por prohibición expresa del artículo 15 de la Carta, de donde se infiere
que, solicitado su retiro, debe producirse sin demoras, so pena de que se entienda
gravemente violado el derecho fundamental a la intimidad.
El otro aspecto del habeas data es el que guarda relación con la posibilidad cierta
y efectiva que debe ofrecerse a toda persona, en cuanto constituye un derecho
fundamental suyo, para actualizar las informaciones que sobre ella han sido
recolectadas.
Es que los datos que se consignan en las centrales informáticas no pueden tener
el carácter de inmodificables. Son eminentemente variables, en la medida en que
evolucionan los hechos en que se apoyan. Por lo tanto, pierden vigencia cuando
discrepan de lo acontecido en la realidad y tal situación debe reflejarse
necesariamente en su actualización, la cual puede ser reclamada por la persona
afectada, acudiendo en principio a la solicitud directa y, si ella no es atendida
inmediatamente, a través de la acción de tutela.
Tiempo de permanencia de un reporte en una central de información
En caso de tratarse de información positiva, de acuerdo con el artículo 13 de la
Ley 1266 de 2008, se establece que este tipo de información permanecerá de
forma indefinida en los bancos de datos de los operadores de información.
Y al tratarse de información negativa, los datos que hagan referencia al tiempo de
mora, tipo de cobro, estado de la cartera y de forma general, todos aquellos datos
que se refieren a una situación de incumplimiento de obligaciones, estarán
regidos por un término máximo de cuatro (4) años, a partir de la fecha en que sean
pagadas las cuotas vencidas, o que se extinga la obligación por cualquier modo.
Y de acuerdo a la Corte Constitucional, se estableció un plazo de permanencia del
doble de la mora, para los deudores que presentaron mora inferior a dos (2) años
y asumieron voluntariamente el pago de la obligación y plazo de permanencia será
de (4) años cuando la mora máxima alcanzada fue superior a los (2) años.
2. DERECHO DE PETICION.
De acuerdo con el artículo 23 de la constitución Nacional, El derecho de petición
es el que tiene toda persona para presentar solicitudes respetuosas, verbales o
escritas, ante las autoridades públicas o ante los particulares que prestan servicios
públicos o ejercen funciones públicas y obtener de ellos una respuesta pronta y
oportuna que resuelva lo solicitado.
El derecho de petición está consagrado en la Constitución política como derecho
fundamental y su protección puede lograrse judicialmente, mediante el ejercicio de
la acción de tutela.
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Finalidad.
Estas se presentan para que por motivos de interés general o particular se inicie
por las autoridades una actuación administrativa; para que por motivos de interés
general o particular estas permitan el acceso a la información sobre las acciones
adelantadas por ellas; para que por motivos de interés general o particular las
autoridades permitan conocer documentos no reservados u obtener copia de los
mismos o para que por motivos de interés general o particular ellas den
dictámenes o conceptos sobre asuntos de su competencia.
Contenido:
- La designación de la autoridad a la cual se dirige.
- El nombre y los apellidos del solicitante, su representante o apoderado,
incluyendo los documentos de identidad y sus direcciones.
- El objeto de la petición.
- Las razones en que fundamenta la petición.
- La relación de los documentos que se anexan.
- La firma de quien presenta la petición.
Términos.
Todo servidor público tiene el deber de resolver, con celeridad y eficacia, todas las
peticiones que se le formulen; cuenta para ello como máximo con los siguientes
plazos: quince días para contestar quejas, reclamos y manifestaciones; diez días
para contestar peticiones de información; y treinta días para contestar consultas.
La resolución de una petición debe ser adecuada a la solicitud planteada, efectiva
para la definición del caso respectivo, y oportuna, es decir, dentro de los términos
establecidos en la ley y referidos anteriormente.
Acciones frente a la amenaza de vulneración del derecho de petición.
Cuando por acción u omisión de las autoridades o de los particulares que prestan
un servicio público o actúen o deban actuar en desarrollo de funciones públicas,
vulneren o amenazan el derecho constitucional de petición, la persona afectada
puede ejercer la acción de tutela para reclamar ante los jueces la protección de su
derecho.
3. HABEAS CORPUS.
El habeas corpus es una acción pública que tutela, en cualquier tiempo, el derecho
fundamental a la libertad personal cuando alguien ha sido capturado con violación
de las garantías constitucionales o legales, o cuando se prolonga ilícitamente la
privación de su libertad, por la acción u omisión de actuación de cualquier
autoridad pública.
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Es, entonces, el derecho fundamental que tiene toda persona a reclamar, de las
autoridades judiciales, la protección de su derecho a la libertad personal, si fuere
privada ilegalmente de ella.
El habeas corpus, consagrado en el artículo 30 de la Constitución política, posee
un doble carácter: como derecho constitucional fundamental y como medio
procesal específico orientado a proteger directamente la libertad individual.
Procedibilidad.
Son requisitos de procedibilidad del recurso de habeas corpus:
- Que alguien se encuentre privado de su libertad personal o se le haya
prolongado ilegalmente la privación de su libertad.
- Que la persona privada de la libertad crea estarlo ilegalmente.
- Que la privación de la libertad tenga su causa en la determinación de una
autoridad pública.
- La autoridad judicial, que debe resolver, en el improrrogable término de
treinta y seis horas, sin que el término se afecte por los días festivos o la
vacancia judicialmente la privación de su libertad.
En todo caso, para el análisis de procedibilidad de un recurso de habeas corpus
deberán observarse los requisitos sustanciales y adjetivos consagrados en el
artículo 30 de la Constitución política. Igualmente, deberá estar acorde con los
pronunciamientos de la Corte Constitucional y con la reglamentación legal que se
expida en el futuro.
Improcedencia.
El recurso de habeas corpus no procederá:
- Cuando sea evidente que cesó la violación del derecho fundamental a la
libertad personal o que se han tomado las medidas pertinentes para su
protección.
- Cuando la acción provenga de la conducta legítima de la autoridad pública
judicial o administrativa.
- Las demás que señala la ley y la jurisprudencia.
Oportunidad.
Este instrumento constitucional es susceptible de ser ejercido en cualquier
momento, ante cualquier autoridad judicial, por el afectado o por interpuesta
persona, sin que se requiera presentación de poder, ni tan siquiera el
consentimiento de la víctima.
4. ACCION DE TUTELA
La acción de tutela es un instrumento constitucional que faculta a cualquier
persona para acudir ante un juez de la república en cualquier momento o lugar con
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el fin de buscar un pronunciamiento que proteja un derecho constitucional
fundamental vulnerado o amenazado por la acción o la omisión de las autoridades
públicas o particulares en los casos que determine la ley, siempre y cuando no
exista otro mecanismo judicial de defensa idóneo, salvo que se trate de evitar un
perjuicio irremediable, evento en el cual procede como mecanismo transitorio.
Los derechos fundamentales son:
- Los señalados en el título II, capítulo primero de la Constitución política.
- Los que no estando comprendidos en el acápite anterior, la Constitución
señala como tales de manera expresa.
- Los consagrados en los tratados y convenios internacionales ratificados por
el Estado que reconozcan derechos humanos y que prohíben su limitación
en los estados de excepción.
- Los que no estando expresamente señalados como fundamentales,
adquieren dicha categoría por conexidad con otros derechos fundamentales
y principios constitucionales.
- Los que siendo inherentes a la persona humana no se encuentran
señalados en la Constitución.
Procedencia:
Para la procedibilidad de la acción de tutela se requiere:
- La existencia de una situación real y concreta de violación o amenaza de un
derecho fundamental.
- El interés serio y legítimo del accionante.
- La autoridad pública determinada o determinable contra quien se dirige la
acción.
- El particular contra quien se dirige la acción y que preste servicios públicos
o cuya conducta afecte grave y directamente el interés colectivo o respecto
de quienes el solicitante se halle en estado de subordinación o indefensión
o cuando el particular actúe en ejercicio de funciones públicas.
- En los casos de tutela contra medios de comunicación deberá existir la
solicitud previa de rectificación de informaciones inexactas o erróneas,
realizada por parte del accionante.
En todo caso deberán observarse los requisitos de procedibilidad sustancial y
adjetiva de la acción de tutela consagrados en el artículo 86 de la Constitución
política, los decretos 2591 de 1991, 306 de 1992 y 1382 de 2000, y tenerse en
cuenta los pronunciamientos de la Corte Constitucional.
Improcedencia.
La acción de tutela será improcedente:
- Cuando existan otros recursos o medios de defensa judiciales idóneos,
salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para evitar un
perjuicio irremediable.
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- Cuando para proteger el derecho se pueda invocar el recurso de habeas
corpus.
- Cuando sea evidente que la violación del derecho originó un daño
consumado, salvo cuando continúe la acción u omisión violatoria del
derecho.
- Cuando no exista el elemento de la inmediatez o se pretenda interponer la
acción después de un lapso que se considera desproporcional e
irrazonable.
- Cuando se trate de demandar actos de carácter general, impersonal y
abstracto.
- Cuando se pretenda proteger derechos colectivos, salvo que con su
vulneración se menoscaben derechos fundamentales por conexidad.
- Cuando haya carencia de objeto, es decir, cuando la causa que genera la
violación o amenaza del derecho ya haya cesado o se hayan tomado las medidas
pertinentes para su protección.
- v Cuando exista acción temeraria, es decir, cuando la acción de tutela sea
Oportunidad.
La solicitud que se presente ante la Defensoría del Pueblo, para la coadyuvancia de una
acción de tutela que curse en primera instancia, deberá hacerse dentro de los cinco días
hábiles siguientes a la fecha en que se inicia el trámite de la tutela.
La solicitud de coadyuvancia de una acción de tutela que curse en segunda instancia
deberá presentarse hasta dentro de los diez días hábiles siguientes a la fecha en que se
inicie el trámite del recurso.
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La solicitud de cumplimiento del fallo podrá elevarse en cualquier tiempo. No obstante,
se tendrá en cuenta el elemento de la inmediatez de la tutela en los términos expuestos.
En todo caso, la Defensoría del Pueblo tendrá siempre en cuenta las condiciones de
inmediatez y oportunidad de la solicitud, es decir, que medie un plazo proporcional y
razonable para el acopio de la información pertinente y la elaboración de la respectiva
acción, recurso o intervención solicitada.
5. ACCION DE CUMPLIMIENTO.
El objeto por proteger son las normas con fuerza material de ley que se refieren a los
mandatos del legislador, provenientes del Congreso o del gobierno en ejercicio de
funciones legislativas, cuyo contenido corresponde a normas de carácter general,
impersonal y abstracto, las leyes en sentido formal y los actos administrativos. Estos
pueden ser:
Procedibilidad.
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Para que la acción de cumplimiento proceda se requiere:
- La existencia de una norma (acto administrativo, decreto o ley) vigente, que esté
siendo incumplida.
- La acción u omisión de una autoridad pública o de particulares en ejercicio de
funciones públicas, que implique la inejecución o la inminente inejecución de
una ley o de un acto administrativo
- La constitución en renuencia de la autoridad pública o de particulares en
ejercicio de funciones públicas que no han aplicado la norma concernida.
Improcedibilidad.
Oportunidad.
Constitución de Renuencia.
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6. ACCIONES POPULARES
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Se definen como derechos colectivos las prerrogativas, poderes o facultades
legalmente reconocidas a la colectividad o al grupo social, independientemente de
las personas individualmente consideradas, de los que se deriva el poder de los
titulares para hacerlos valer jurídicamente. Su realización presupone la acción
solidaria y conjunta de todos los actores del juego social (el Estado, la sociedad y
los individuos).
Procedibilidad.
Para que procedan, las acciones populares deben reunir las siguientes
condiciones:
Existencia de un interés o derecho colectivo que se encuentre amenazado,
en peligro o vulnerado.
La acción u omisión de una autoridad pública o de particulares que
amenaza o viola el interés o derecho colectivo.
Que la acción se promueva durante el tiempo en que subsista la amenaza o
peligro al derecho o interés colectivo.
Improcedibilidad.
Las acciones populares no procederán:
Cuando se trate de defender derechos e intereses que no sean de rango
colectivo.
Cuando se evidencie que la violación del derecho originó un daño
consumado a menos que sea posible restituir las cosas a su estado anterior
o cuando continúe la acción u omisión violatoria del derecho.
Cuando se presente carencia de objeto, esto es, que se haya restablecido
el derecho e interés colectivo.
Cuando exista acción temeraria, es decir, cuando se haya presentado otra
acción popular, por los mismos hechos y por la misma persona o cuando
carece enabsoluto de justificación y sea interpuesta de mala fe.
Las demás que señale la ley y la jurisprudencia.
Oportunidad.
Las acciones populares proceden contra toda acción u omisión de las autoridades
públicas o de los particulares, que hayan violado o amenacen violar los derechos e
intereses colectivos. Pueden ser interpuestas por cualquier persona y ejercitarse
en cualquier tiempo.
Ley 472 de 1998 para acciones populares y de grupo.
7. ACCIONES DE GRUPO O CLASE.
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Las acciones de grupo son medios procesales que permiten a un número plural de
personas que reúnen condiciones uniformes respecto de una misma causa que
originó perjuicios individuales para cada una de ellas, acudir a las autoridades
judiciales para obtener el reconocimiento y pago de la indemnización de los
perjuicios.
La acción de grupo se origina en los daños causados a un número plural de
personas que deciden acudir ante la justicia en acción única, para obtener la
reparación respectiva. A pesar de referirse a intereses comunes, pueden
individualizarse en relación con el daño cuya indemnización se persigue.
Procedencia.
Para la procedibilidad de la acción de grupo se requieren los siguientes requisitos:
Que se instaure por un grupo plural o conjunto de personas no inferior a
veinte.
Que el grupo de personas reúna condiciones uniformes respecto de una
misma causa que les haya originado perjuicios.
Que las condiciones uniformes puedan predicarse frente a los elementos
que configura la responsabilidad.
Que exclusivamente se ejerza para obtener el reconocimiento y pago de la
indemnización de los perjuicios.
Que se instaure por medio de apoderado judicial, por el defensor del pueblo
o por el personero municipal.
Improcedencia.
La acción de grupo no procede cuando:
El daño individual que se pretende reparar no provenga de la misma causa
que originó daños colectivos.
Que no exista nexo causal entre la acción u omisión que origina el perjuicio
o el hecho dañoso, con el daño directamente sufrido por los actores.
No se persiga una indemnización.
Oportunidad.
Las acciones de grupo pueden ejercitarse dentro de los dos años siguientes a la
fecha en que se causó el daño o cesó la acción vulneratoria causante del mismo.
La LEY 472 DE 1998 (5 de agosto) desarrolla el artículo 88 de la Constitución
política de Colombia.
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5. Investiga sobre el aborto, la eutanasia, el homicidio por piedad, el
homicidio culposo y el derecho a morir dignamente. Determina que
desarrollo legal existe al respecto.
El aborto.
El aborto o interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es un derecho fundamental
que consiste en un procedimiento ponerle fin de manera consciente a un
embarazo en curso.
Desarrollo Legal sobre el aborto:
El documento: ABC de la maternidad elegida. Documento Fuente del Ministerio de
Salud de Colombia, presenta todas las consideraciones legales a considerar en el
contexto Colombia, así:
Los derechos sexuales y derechos reproductivos son derechos humanos, de
carácter fundamental. Mediante la Declaración de la Conferencia Internacional
sobre Población y Desarrollo de El Cairo de 1994 se reconoció que los derechos
reproductivos tienen relación directa con otros como la dignidad, la igualdad, el
libre desarrollo de la personalidad, la información, la salud y la educación.
En Septiembre de 2015, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la
Agenda 2030 sobre desarrollo sostenible, la cual acoge 17 objetivos de desarrollo
sostenible con 169 metas de carácter integrado que abarcan las esferas
económica, social y ambiental. Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se
destacan aquellos que buscan la garantía de una vida saludable y el bienestar
para todas las personas sin diferencia de edades, así como el que promueve la
igualdad entre los géneros y el empoderamiento de mujeres y niñas. Dentro de las
metas de estos objetivos se encuentra el acceso universal a los derechos
reproductivos y a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de
planificación de la familia, información, educación y la integración de la salud
reproductiva en las estrategias y los programas nacionales.
Dentro de los derechos sexuales y derechos reproductivos se han reconocido,
entre otros, los siguientes: el derecho a la intimidad personal; a la igualdad de
sexo y género; el respeto a las decisiones personales en torno a la preferencia
sexual; la decisión sobre el número de hijos e hijas; el espaciamiento entre ellos;
la libertad para elegir métodos anticonceptivos; el derecho a la información veraz,
completa y oportuna; el acceso efectivo a servicios de salud sexual y reproductiva
y la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).
Justamente la IVE es uno de los más recientes derechos reproductivos
reconocidos como fundamentales en el ordenamiento jurídico colombiano.
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Es un derecho fundamental de las niñas y mujeres, el cual fue reconocido como tal
por la Corte Constitucional Colombiana mediante la Sentencia C-355 de 2006, en
tres circunstancias:
i. Cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud
de la mujer, certificada por un médico.
ii. Cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida, certificada
por un médico.
iii. Cuándo el embarazo sea el resultado de una conducta, debidamente
denunciada, constitutiva de acceso carnal o acto sexual sin consentimiento,
abusivo o de inseminación artificial o transferencia de óvulo fecundado no
consentidas, o de incesto.
La sentencia C-355 de 2006 -al reconocer este derecho- crea la opción pero no
obliga a ninguna mujer a optar por la interrupción voluntaria del embarazo, con lo
cual se ratifican los derechos a la autonomía y la autodeterminación reproductiva.
Por ello, es preciso que las mujeres cuenten con asesoría en opciones, en la que
se les informe que aún estando inmersas en alguna causal pueden optar por
seguir con la gestación y asumir la crianza o dar el producto de la gestación en
adopción.
Sólo es exigible un requisito por cada una de las circunstancias en que las
mujeres pueden solicitar una interrupción voluntaria del embarazo. Para cada una
de las causales, la Corte Constitucional ha reconocido la exigencia de los
siguientes requisitos:
35
Exigencias distintas o adicionales a las anteriores son prácticas prohibidas. La
interrupción voluntaria del embarazo debe programarse dentro de un plazo
razonable de 5 días desde la consulta médica, evitando así barreras o dilaciones.
Eutanasia.
La eutanasia es la acción u omisión que acelera la muerte de un paciente
desahuciado con la intención de evitar sufrimientos. El concepto está asociado a la
muerte sin sufrimiento físico.
36
Concretamente se puede establecer que existen dos tipos de eutanasia. Así, por
un lado, estaría la llamada eutanasia directa que es aquella que viene a definir al
proceso de adelantar la muerte de una persona que tiene una enfermedad
incurable. En este caso, a su vez, aquella se puede dividir en dos clases: la activa,
que básicamente consigue la muerte del citado enfermo mediante el uso de
fármacos que resultan letales; y la pasiva, que es la que consiste en la
consecución de la muerte de aquel mediante la suspensión tanto del tratamiento
médico que tenía como de su alimentación por cualquier vía.
Por otro lado, el segundo gran tipo de eutanasia es la llamada indirecta. Bajo dicha
terminología se encuentra aquella que lo hace es intentar paliar el dolor y
sufrimiento de la persona en cuestión y para ello se le suministran una serie de
medicamentos que como consecuencia no intencionada pueden producir la
muerte de la citada persona.
Los médicos son los responsables de ejecutar la eutanasia, por lo general con el
apoyo de los familiares del enfermo en cuestión. Hay casos, sin embargo, donde
el enfermo se encuentra en condiciones de elegir sobre su propio cuerpo y solicita
la aplicación de la eutanasia. Esta práctica, sin embargo, está prohibida en la
mayoría de los países.
Desarrollo Legal sobre la eutanasia.
En la investigación se encuentra un documento que presenta evolución de los
avances legales que ha tenido la Eutanasia en Colombia: “La despenalización de
la eutanasia en Colombia: contexto, bases y críticas” - Eduardo Díaz Amado Rev
Bio y Der. 2017; 40: 125-140. El autor plantea:
La Constitución Política de 1991 incluyó tres novedades en el escenario jurídico y
político que son fundamentales para entender el debate y actual estado de cosas
sobre la eutanasia en Colombia. Primero, siguiendo la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, se incluyó una carta de derechos, artículos 11 al 41
(Título II, Capítulo 1), que debían ser garantizados y protegidos de manera
especial por el Estado. Segundo, se creó la acción de tutela, una herramienta
jurídica que le permitiría a cualquier ciudadano, de manera expedita y directa,
exigir del Estado la protección de sus derechos fundamentales. Y, finalmente, la
Corte Constitucional (CC) a la que se le adjudicó la misión de salvaguardar la
Constitución. Desde sus inicios esta corte ha jugado un papel fundamental en la
transformación, no solo jurídica, sino política, ética y cultural del país, garantizando
derechos fundamentales y sentando jurisprudencia en relación con diferentes
temas.
En este contexto, en 1996, un ciudadano demandó la constitucionalidad del
Artículo 326 del Código Penal vigente en ese momento, expedido en 1980, y que
rezaba así:
37
…Homicidio por piedad. El que matare a otro por piedad, para poner fin a intensos
sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave o incurable,
incurrirá en prisión de seis meses a tres años.
Para el demandante este artículo constituía un permiso para matar porque la pena
establecida, en comparación con otro tipo de homicidios, estaba muy disminuida.
Argumentaba, además, que el Estado debía garantizar la vida de las personas,
protegiéndolas de quienes pretendían vulnerar sus derechos. Invocaba el Artículo
11 de la Constitución, que establece que el derecho a la vida es inviolable, y
planteaba que el artículo demandado del Código Penal discriminaba y atentaba
contra la igualdad. Finalmente, denunciaba que la vida no podía ser tratada como
cualquier objeto y que no toda persona enferma quería acabar con su vida. Por
todo lo anterior, para el demandante, aceptar la muerte por piedad sería
considerar que Colombia era un Estado totalitario y fascista (CC, 1997; Sánchez
Torres, 1997).
Sin embargo, al resolver la demanda mediante la Sentencia C-239 del 20 de mayo
de 1997 la CC sorprendió al país. En una votación 6-3 no solo declaró exequible el
artículo demandado del Código Penal, sino que eximió a los médicos de cualquier
pena en caso de realizar un homicidio por piedad, siempre y cuando se cumplieran
ciertos requisitos establecidos por la misma CC. Primero, que el sujeto del
procedimiento fuera un enfermo terminal; segundo, que estuviera bajo intenso
sufrimiento o dolor; tercero, que el sujeto hubiera solicitado, de manera libre y en
uso pleno de sus facultades mentales, la realización del procedimiento; y, cuarto,
que dicho procedimiento lo realizara una persona calificada, es decir, un médico.
Es importante subrayar que en esta sentencia la CC reconoció plenamente la
obligación que tiene el Estado de proteger la vida humana. En la sentencia la CC
afirmaba que
…es necesario que se establezcan regulaciones legales muy estrictas sobre la
manera como debe prestarse el consentimiento y la ayuda a morir, para evitar que
en nombre del homicidio pietístico, consentido, se elimine a personas que quieren
seguir viviendo, o que no sufren de intensos dolores producto de enfermedad
terminal (CC, 1997; Sánchez Torres, 1997: 23)
Lo anterior explica la insistencia en que a todos los enfermos terminales se les
garantice los tratamientos requeridos y los cuidados paliativos
adecuados.4Además, la CC pidió que se verificara rigurosamente, por personal
experto, la voluntad libre e inequívoca del que desea morir por eutanasia, así
como el cumplimiento cabal de los requisitos del consentimiento para el
procedimiento. Igualmente, solicitó promover actividades de formación sobre el
valor de la vida y el ejercicio responsable de la libertad y la autonomía personales
(CC, 1997; Sánchez Torres, 1997: 24). La regulación de la muerte digna y la
eutanasia, entonces, no es simplemente para facilitar las cosas a quienes quieren
38
morir, en particular si se trata de enfermos terminales o en condiciones
consideradas por ellos mismos como “indignas”, sino como marco de protección
para todos los pacientes, en especial los más vulnerables, los que no desean
morir o no han expresado su deseo de hacerlo. En contra de la voluntad de una
persona nadie puede pretender eliminarla (Gaviria Díaz, 1999) y desde el ámbito
del sistema de salud y los profesionales de la salud, ningún paciente puede ser
abandonado.
Lo que hace relevante y distinto el caso colombiano frente a otras legislaciones
relacionadas con la eutanasia en el mundo es que la CC basó su decisión en la
preponderancia de derechos fundamentales (Michalowsky, 2009). A la luz de la
nueva Carta Política de 1991 esta corte examinó y aclaró, con respecto al morir,
cómo debían entenderse y aplicarse los principios constitucionales de dignidad
humana, respeto por la autonomíay solidaridad. En este camino se invocó, para
empezar, el Artículo 1 de la Constitución que dice:
…Colombia es un Estado social de derecho organizado en forma de República
unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales,
democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad
humana, el trabajo y la solidaridad entre los ciudadanos de las personas que la
integran y en la prevalencia del interés general.
Para la CC resultaba posible que en determinadas circunstancias, por ejemplo,
cuando se está bajo intenso sufrimiento o dolor que son difíciles de manejar,
algunas personas podían considerar que su vida ha perdido sentido y dignidad.
Este es un punto de vista liberal según el cual cada persona tiene derecho a darle
el sentido que desee a su propia vida, lo que no obsta para que haya quienes
piensen distinto (Gaviria Díaz, 1998). La vida, según lo entiende la CC, no es un
bien absoluto pues su valor y protección debe sopesarse en relación con otros
bienes y principios, como la libertad y la dignidad individuales.
La CC también apeló al Artículo 16 de la Constitución, que le otorga rango
constitucional al principio bioético de respeto por la autonomía:
…Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin
más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden
jurídico.
Según este artículo los ciudadanos tienen derecho a tomar decisiones relativas a
su vida y sus cuerpos, frente a las cuales el Estado no ha de inmiscuirse. Las
excepciones a esta norma deberán basarse en razones suficientes y bien
sustentadas, de acuerdo a los procedimientos establecidos en un Estado social de
derecho como lo es Colombia.
Con base en los dos artículos citados de la Constitución (1 y 16), la CC pudo
sustentar el derecho que tiene todo ciudadano de decidir morir, si se encuentra
39
bajo determinadas circunstancias, y pedir ayuda para ello. Sin embargo, para
justificar el que un tercero, el médico, sea quien le brinde tal ayuda, fue necesario
considerar otro principio constitucional, el de solidaridad, establecido en el Artículo
1, ya menciondo, y también el Artículo 95 de la Constitución según el cual los
ciudadanos deben “[o]brar conforme al principio de solidaridad
social…”(Michalowsky, 2009).
Sin embargo, en este Artículo 95 se establecía así mismo que los ciudadanos
debían responder “…con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en
peligro la vida o la saludde las personas”. Y si además tenemos en cuenta lo dicho
en los artículos 11, según el cual el derecho a la vida es inviolable, y 49, que
establece la obligación de cuidar de la salud y la vida, ¿no estaría la CC obligada
a mantener penalizado el homicidio por piedad? La respuesta es no. Si bien la CC
entiende que es deber del Estado proteger la vida humana, también entiende que
las obligaciones que se deducen de dicho deber no son ilimitadas. El deber
constitucional del Estado de protección de la vida ha de ser compatible con el
ejercicio de varios derechos tales como a vivir dignamente y ser autónomos dentro
de los límites que establece la ley, teniendo en cuenta además que Colombia se
reconoce como pluralista, esto es, donde coexisten diversas concepciones del
bien (CC, 2014; Michalowski, 2009: 192; CC, 1997).
En la Sentencia C-239 de 1997 la CC también exhortaba al congreso para que “…
en el tiempo másbreve posible, y conforme a los principios constitucionales y a
elementales consideraciones de humanidad, regule el tema de la muerte digna”.
Sin embargo pasaron los años sin que estoocurriera. La eutanasia permaneció
entonces en una zona gris: despenalizada por la CC, pero sin marco legal
adecuado que la regulara. Esto trajo varios problemas. Las instituciones de salud
no sabían si debían proveer este servicio y cómo hacerlo. Además, al no existir un
marco regulatorio que determinara claramente las condiciones bajo las cuales el
servicio debía ser ofrecido, la eutanasia quedó en manos de personas (médicos) e
instituciones que, a su arbitrio y buen juicio, decidían cómo prestarlo. Durante
estos años en los medios de comunicación se solía entrevistar a Gustavo
Quintana (Quintero, 2012), un médico que admitía públicamente practicar la
eutanasia, como muestra de que en Colombia esta práctica, bajo las condiciones
exigidas por la CC, no significaba ser requerido por las autoridades o acusado de
homicidio. En diferentes círculos se comentaba, además, y de manera extraoficial,
que había instituciones que ofrecían la eutanasia a diferentes precios y sin
“trabas”.
Esta situación desembocó en 2014 en una nueva sentencia de la CC sobre la
eutanasia cuando una paciente, con cáncer terminal, interpuso en 2013 una
acción de tutela para exigir a su empresa de salud la eutanasia que le había sido
negada alegando falta de regulación. Aunque la paciente murió esperando recibir
la atención solicitada, la CC decidió estudiar dicha tutela por considerar el tema de
40
importancia. Al resolverla, mediante Sentencia T-970 del 15 de diciembre de 2014,
la CC reafirmó lo dicho en la Sentencia C-239 de 1997 en cuanto a que el derecho
a morir dignamente es un derecho fundamental en Colombia. Además, y teniendo
en cuenta que el Congreso continuaba sin legislar sobre la materia6, la CC le
solicitó al Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) que en un plazo muy
corto (30 días), estableciera una guía para que tanto proveedores de servicios de
salud como pacientes supieran cómo proceder con relación con la eutanasia.
Obedeciendo este mandato, y con la ayuda de un equipo interdisciplinario reunido
ad-hoc y ad-honorem, el MSPS estableció los lineamientos de lo que sería la
Resolución 1216 del 20 de abril de 2015(MSPS, 2015a), cuyo objeto es proveer
“…directrices para la conformación y funcionamiento de los Comités Científico-
Interdisciplinarios para el Derecho a Morir con Dignidad, los cuales actuarán en los
casos y en las condiciones definidas en las sentencias C-239 de 1997 y T-970 de
2014.” Estos comités deberán garantizar el derecho a morir dignamente ―enlos
casos en que esto signifique eutanasia―. Estarán integrados por un médico
(distinto delmédico tratante), un abogado y un psiquiatra o psicólogo. Sus
miembros no podrán ser objetores de conciencia, aunque según el artículo 18 de
esta Resolución se garantiza la objeción de conciencia para “los médicos
encargados de intervenir en el procedimiento”. Tal objeción deberáser
debidamente sustentada y la institución de salud tendrá 24 horas para designar
otro médico que realice le procedimiento. Igualmente se definen los tiempos en
que deben surtirse todos los trámites para que el paciente acceda al servicio que
solicita, y se establece que la garantía del derecho a morir con dignidad tendrá
como requisitos “la autonomía del paciente, la celeridad, la oportunidad y la
imparcialidad” (MSPS, 2015a)
Adicionalmente el MSPS, con el apoyo de un equipo de expertos, desarrolló el
Protocolo para la aplicación del procedimiento de eutanasia en Colombia (MSPS,
2015b) con recomendaciones para llevar a cabo el procedimiento basado en la
mejor evidencia disponible. En este protocolo se define “enfermo terminal” como:
… aquel paciente con una enfermedad medicamente comprobada avanzada,
progresiva, incontrolable que se caracteriza por la ausencia de posibilidades
razonables de respuesta al tratamiento, por la generación de sufrimiento físico-
psíquico a pesar de haber recibido el mejor tratamiento disponible y cuyo
pronóstico de vida es inferior a 6 meses.
Además el protocolo establece que el médico debe hacer el diagnóstico de
“terminalidad” utilizando escalas adecuadas para tal fin, según se trate de
pacientes oncológicos o no oncológicos. Se deberá definir si el paciente tiene o no
capacidad para entender la situación y tomar adecuadamente la decisión, se
deberá considerar cuidadosamente el sufrimiento del paciente y las alternativas de
tratamiento o cuidado razonables, y comprobar la persistencia en la solicitud, entre
otros aspectos. En cuanto a los medicamentos a utilizar para en el procedimiento
41
se recomienda que en todos los casos la secuencia sea: benzodiacepina - opioide
- barbitúrico o equivalente y finalmente relajante muscular.
Así mismo, mediante la Resolución 004006 del 2 de septiembre de 2016, se creó
el Comité Interno del Ministerio de Salud y Protección Social(MSPS, 2016) que
tendrá la función de vigilar los procedimientos que hagan efectivo el derecho a
morir con dignidad y al cual se deberán reportar todos los casos de eutanasia que
se practiquen en el país
Luego de la Sentencia C-239 de 1997, la tormenta desatada en Colombia por la
despenalización del homicidio por piedad no ha dado muestras de amainar. Las
voces de protesta han provenido generalmente de sectores con una determinada
perspectiva religiosa, incluso en combinación con posturas de sectores políticos
de tendencia conservadora8. Hoy, sin embargo, cuando por cuenta de la
Sentencia T-970 de 2014 el debate se reavivó, es interesante observar que,
aunque para algunos la eutanasia sigue siendo inaceptable en virtud de su fe, se
acepta que en una sociedad plural y multicultural como Colombia el debate debe
darse con argumentos sustentados racionalmente (filosófica y éticamente),
buscando consensos y en un contexto de mutuo respeto9. Entre los médicos las
opiniones han estado divididas. Para algunos expertos en ética médica la
sentencia era innecesaria y el tema debió dejarse en el ámbito privado de la
relación médico-paciente (Sánchez Torres, 2005). Otros consideran que los
médicos tienen el deber sagrado de preservar la vida, por lo que aceptar la
eutanasia sería una falta grave a la ética profesional (Merchán Price, 2008).
En junio de 1998, a un año de despenalizada la eutanasia, se realizó un debate
sobre el tema durante el 2° Congreso de Bioética de América Latina y del Caribe,
en el que participaron el magistrado ponente de la sentencia Carlos Gaviria Díaz
(+), quien expuso las razones que tuvo la CC en su fallo, la magistrada auxiliar
Cristina Pardo de Herrera, quien expuso los salvamentos de voto de los
magistrados que no estuvieron de acuerdo con la sentencia10y Mons. Fabio
Suescún Mutis, quien habló sobre la posición de la iglesia católica (2° Congreso
de Bioética…, 1999). A casi20 años de este debate parece haber un balance
interesante. El arribo de la bioética a Colombia permitió un nuevo espacio de
discusión sobre diferentes temas que se caracteriza por ser respetuoso de las
diferencias y promotor de la deliberación y el consenso, para el análisis y el debate
de temas tan polémicos como la eutanasia. La naturaleza de la bioética es ser
incluyente, amigable y pluralista (Díaz Amado, 2008). Por otro lado, la discusión
pública y abierta alrededor de la eutanasia hizo aún más visible para los
ciudadanos la dialéctica que hay en la relación ética-política-derecho. Pero, sobre
todo, reflejó la transformación socio-política y cultural que se iniciara en Colombia
luego de la Constitución Política de 1991. Para el magistrado C. Gaviria Díaz
(1999), bajo esta nueva constitución los ciudadanos estaban llamados a asumirse
42
plenamente como sujetos libres, responsables de sus propias vidas, en un nuevo
contexto de participación ciudadana y construcción de país.
Sin embargo, como sugiere García Pereáñez (2016: 205), durante años han sido
sobre todo abogados y voceros de diversas religiones los que han dominado el
debate; incluso lo han polarizado. Pero la discusión sobre la eutanasia, como
todas las que se dan en bioética, no son exclusividad de expertos; todos los
ciudadanos han de participar en el espacio de lo público (Díaz Amado, 2002). Por
su particular implicación se espera que bioeticistas y profesionales de la salud
hagan un importante aporte a la discusión. Desafortunadamente muchos de los
trabajos de bioeticistas colombianos en este tema se quedan en generalidades,
definición de términos y rodeos filosóficos, y poco aportan al entendimiento de
ciertas cuestiones como, por ejemplo, los determinantes sociales y estructurales
relacionados con el debate, el papel de los medios de comunicación o los
intereses en juego, así como las relaciones de poder que moldean el debate y
definen cursos de decisión y acción (Díaz Amado, 2015).
Algunos médicos, como J. Mendoza Vega (2014), neurocirujano y miembro de la
Academia Nacional de Medicina, han sugerido que el caso colombiano de
despenalización de la eutanasia es un ejemplo para Latinoamérica. Quizás hemos
ganado en términos de mayor respeto y garantía para los derechos
civiles.11Entender la eutanasia como alternativa válida en los procesos de muerte
digna sería reconocer la pluralidad moral y la autonomía de los pacientes
(Mendoza Villa y Herrera Morales, 2016). Mendoza Vega también ha enfatizado en
un problema creado por la misma discusión y la manera como se utilizan los
términos en la legislación: muerte digna y eutanasia no son sinónimos, como
tampoco lo son sedación terminal y cuidados paliativos. Hay muchas formas de
morir dignamente y para algunos quizá la eutanasia sea una.
Habría que pensar también en la relación de la eutanasia y los problemas del
sistema de salud que vive Colombia. En 1993 Colombia introdujo un nuevo
sistema de salud que, en nombre de cobertura universal en salud, le abrió la
puerta a grandes corporaciones que entraron a manejar el ‘mercado de la salud,
afectando seriamente la atención efectiva de pacientes así como la naturaleza y
fundamentos éticos de las profesiones de la salud (Ardila Sierra, 2016). Las quejas
por negación de una atención oportuna y de calidad se han multiplicado
exponencialmente desde la introducción del nuevo sistema. ¿Qué tipo de país es
uno que logra garantizar que su sistema de salud provea un buen servicio de
eutanasia mientras tolera que tal sistema sea a la vez inhumano e ineficiente con
los pacientes, que no tienen acceso real a una atención de calidad y oportuna, así
como a medicamentos? En este contexto, ¿se puede seguir planteando el debate
sobre la eutanasia en Colombia meramente como un asunto de teorías morales o
de ejercicio de autonomía? ¿A qué autonomía nos estamos refiriendo? Junto al
tema del morir con dignidad, ¿no habrá que insistir en Colombia sobre la
43
necesidad de garantizar también la dignidad y el respeto para el vivir, lo que
incluye buena atención en salud, entre otras cosas?
Igualmente es necesario reflexionar más sobre los simbolismos, imágenes y
retóricas que surgen en el debate cuando éste se ventila en los medios de
comunicación. A través de estas historias nos enteramos de dramas personales y
familiares de diverso tipo y magnitud. A diferencia de otro tipo de muertes, se
busca ante todo honrar a quienes en situaciones de dolor, sufrimiento y minusvalía
decidieron pedir ayuda para morir, y frente a las cuales no parecieron suficientes
los cuidados paliativos u otro tipo de soporte.13¿Está la sociedad reconociendo un
nuevo tipo de héroes en las personas que optan por la eutanasia? ¿De qué
triunfos y de qué fracasos nos habla la eutanasia? ¿En qué medida se relaciona la
eutanasia medicalizada y autonomizada de nuestros días con la concepción
antigua de asumir la propia muerte con altura y dignidad? En Colombia el primer
caso de eutanasia legal, el de Ovidio González, recibió un amplio cubrimiento
periodístico y dividió al país14y llevó además a que allegados y simpatizantes
propusieran el 23 de enero, fecha de su cumpleaños, como el “Día de la
Eutanasia”.15¿Se trata de una celebración más, junto al día de la independencia,
el día del trabajo y otros?
Finalmente, sigue pendiente, sobre todo desde la bioética, emprender análisis
juiciosos de la relación entre las diversas posturas éticas sobre el morir y diversos
fenómenos culturales y económicos propios de nuestra época, con las
particularidades de un país como Colombia, pero sin caer en la mera descripción
periodística o en obviedades. Es necesario asumir la pregunta ¿qué revela de
nosotros mismos y de nuestra sociedad la despenalización de la eutanasia? (Díaz
Amado, 2015).
Homicidio por Piedad.
El homicidio por piedad, según los elementos que el tipo describe, es la acción de
quien obra por la motivación específica de poner fin a los intensos sufrimientos de
otro. Doctrinariamente se le ha denominado homicidio pietístico o eutanásico.
Es además, el homicidio pietístico, un tipo que precisa de unas condiciones
objetivas en el sujeto pasivo, consistentes en que se encuentre padeciendo
intensos sufrimientos, provenientes de lesión corporal o de enfermedad grave o
incurable, sino de hacer que cese el dolor del que padece y termine su sufrimiento.
Desarrollo Legal sobre el homicidio pietístico.
Fundamento normativo en la sentencia C-239/1997
La Corte despenalizó la eutanasia cuando quiera que (i) medie el consentimiento
libre e informado del paciente; (ii) lo practique un médico; (iii) el sujeto pasivo
padezca una enfermedad terminal que le cause sufrimiento. En esos eventos, la
44
conducta del sujeto activo no es antijurídica y por tanto no hay delito. En caso de
faltar algún elemento, la persona será penalmente responsable por homicidio.
Derecho a Morir Dignamente.
El derecho a morir dignamente, es un derecho fundamental. Esta garantía se
compone de dos aspectos básicos: por un lado, la dignidad humana y por otro, la
autonomía individual. En efecto, la dignidad humana es presupuesto esencial del
ser humano que le permite razonar sobre lo que es correcto o no, pero también es
indispensable para el goce del derecho a la vida. El derecho a morir dignamente
es un derecho autónomo, independiente pero relacionado con la vida y otros
derechos. No es posible considerar la muerte digna como un componente del
derecho a la autonomía, así como tampoco es dable entenderlo como una parte
del derecho a la vida. Sencillamente, se trata de un derecho fundamental complejo
y autónomo que goza de todas las características y atributos de las demás
garantías constitucionales de esa categoría. Es un derecho complejo pues
depende de circunstancias muy particulares para constatarlo y autónomo en tanto
su vulneración no es una medida de otros derechos.
Desarrollos legales sobre el Derecho a Morir Dignamente.
Fundamento normativo en la sentencia C-239/1997
Sentencia T-970/14
La muerte digna fue reconocida por diversas fuentes normativas. En algunos
Estados la discusión fue pública y se despenalizó la eutanasia a través de
mecanismos de democracia directa como referendos. Otra alternativa fue
directamente la vía legislativa. Sin embargo, en la gran mayoría de casos la
dimensión subjetiva del derecho a morir dignamente se dio a través de decisiones
judiciales. Así, los jueces optaron por dos vías. En primer lugar, aceptar que existe
una correlación muy estrecha entre el derecho a la vida, a la dignidad humana y a
la autonomía personal. Así, desde una interpretación sistemática de los derechos
fundamentales, sostuvieron que era posible que una persona decidiera
autónomamente, bajo ciertas circunstancias, provocar su propia muerte. Es de allí
que nace el derecho a morir dignamente. En segundo lugar, los jueces, ante la
tensión existente, decidieron despenalizar la eutanasia como una manera de
garantizar la vigencia de los derechos constitucionales. Así, la penalización de
esta práctica médica se convertía en un obstáculo. No obstante, la
despenalización no fue absoluta. Se establecieron unas condiciones sin las cuales
provocar la muerte de una persona sería igualmente considerado un delito.
Las discusiones acerca de si se debía despenalizar la eutanasia se dieron en
Colombia con mayor intensidad en la década de los años noventa. La Corte, luego
de una demanda ciudadana de inconstitucionalidad, a través de la Sentencia C-
239 de 1997, decidió la exequibilidad de la norma acusada. En aquella ocasión, no
45
solo sostuvo que la eutanasia y otras prácticas médicas, bajo determinadas
condiciones, no son delito, sino que también, reconoció que el derecho a morir
dignamente tiene la categoría de fundamental. Al ser así, los efectos de esa
decisión serían especiales. De igual manera, fijó algunos criterios para que el
legislador reglamentara ese derecho y estableciera pautas, criterios,
procedimientos, etc. a fin de materializarlo
DERECHO FUNDAMENTAL A MORIR DIGNAMENTE-Orden al Ministerio de
Salud emitir una directriz a todos los prestadores del servicio de salud, para que
conformen un grupo de expertos interdisciplinarios que cumplirán varias funciones
cuando se esté en presencia de casos en los que se solicite el derecho a morir
dignamente
Entre otras labores que determine el Ministerio, el comité deberá acompañar a la
familia del paciente y al paciente en ayuda sicológica, médica y social, para que la
decisión no genere efectos negativos en el núcleo familiar, ni en la situación
misma del paciente. Esa atención no puede ser formal ni esporádica sino que
tendrá que ser constante, durante las fases de decisión y ejecución del
procedimiento orientado a hacer efectivo el derecho. Además, dicho comité deberá
ser garante y vigilar que todo el procedimiento se desarrolle respetando los
términos de esta sentencia y la imparcialidad de quienes intervienen en el
proceso. Igualmente, en caso de detectar alguna irregularidad, deberá suspender
el procedimiento y poner en conocimiento de las autoridades competentes la
posible comisión de una falta o de un delito, si a ello hubiere lugar.
DERECHO FUNDAMENTAL A MORIR DIGNAMENTE-Orden al Ministerio de
Salud sugerir a los médicos un protocolo médico que será discutido por expertos
de distintas disciplinas y que servirá como referente para los procedimientos
tendientes a garantizar el derecho a morir dignamente
DERECHO FUNDAMENTAL A MORIR DIGNAMENTE-Exhortar al Congreso de la
República para que proceda a regular el derecho fundamental a morir dignamente.
Homicidio Culposo.
Consiste en causar la muerte, un ser humano a otro, obrando con culpa, o sea, sin
intención o dolo, pero con negligencia. Por ejemplo, a alguien limpiando un arma
se le escapa un tiro, y mata a otra persona, que estaba junto a él. Un automovilista
circula rápido y no puede frenar cuando se le cruza un peatón, y le da muerte. El
anestesista, que causa la muerte de un paciente al administrar mal la anestesia,
por descuido.
El accionar culposo del homicida es el que debe ser el causante de la muerte,
pues si este hecho igual sucedería por culpa concurrente de la víctima, la figura
delictiva no se configura. No puede haber compensación de culpas, pues a pesar
de que el sujeto pasivo haya también participado con su culpa, el homicidio
46
culposo existirá si del accionar del actor, se derivó la muerte de la víctima. Por
ejemplo, no podemos alegar para quitar responsabilidad a quien limpiaba el arma,
que también la víctima tuvo culpa, por sentarse a su lado mientras hacía tan
peligrosa tarea.
El simple hecho de la no observancia de ciertas ordenanzas o reglamentos no
coloca al autor del hecho en la posición de homicida culposo, sino que debe existir
una relación de causa efecto entre la conducta culposa, y la muerte consecuente.
Legislación sobre Homicidio Culposo.
Fundamento legal: Código Penal Colombiano Artículo 109.
Homicidio culposo
El que por culpa matare a otro, incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a ciento
ocho (108) meses y multa de veinte y seis punto sesenta y seis (26.66) a ciento
cincuenta (150) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Cuando la conducta culposa sea cometida utilizando medios motorizados o arma
de fuego, se impondrá igualmente la privación del derecho a conducir vehículos
automotores y motocicletas y la de privación del derecho a la tenencia y porte de
arma, respectivamente, de cuarenta y ocho (48) a noventa (90) meses.
47
6. Elabora un cuadro comparativo de los derechos fundamentales donde
incluyas el derecho, su característica esencial y el artículo donde se
establece.
48
7. Investiga sobre la denominación de derechos de 1ª, 2ª y 3ª generación.
Esta clasificación responde al aspecto histórico del reconocimiento por parte del
Estado en sus Constituciones de los derechos humanos del individuo.
Estos derechos son los derechos Civiles y los derechos Políticos del individuo. Se
dan luego de la Revolución francesa en el año 1789. Aparecen en la Declaración
Americana (1776) y de la Declaración Francesa (1789).
Son los de más antigua data, sus orígenes se remontan a la Revolución francesa
de 1789 y desarrollan principalmente en las prerrogativas del individuo frente al
Estado.
49
El derecho a la seguridad es entendido como garantía en dos sentidos
fundamentales:
o Como garantía de la autonomía de las relaciones sociales,
especialmente en materia económica.
o Como garantía frente al poder punitivo del Estado en aplicación del
principio de legalidad de los delitos y de las penas.
La ley es considerada como expresión de la voluntad general y, en
consecuencia, se entiende que la garantía de los derechos innatos debe
pasar necesariamente por su reconocimiento por parte de la ley.
Primacía de la ley que regula toda la actividad estatal, tanto en lo
concerniente al poder ejecutivo como al poder judicial.
La ley es freno y límite de la acción del Estado.
Se afirma la exigencia de sometimiento de la Administración a la legalidad.
Se subraya la importancia de la garantía de los derechos a través de la ley.
La ley reconoce y garantiza el principio de división de poderes.
La ley reconoce y garantiza el principio de la independencia del poder
judicial.
La única función de las leyes es garantizar esos derechos preexistentes.
Derechos Políticos:
o derecho a la libertad de reunión y asociación
o derecho a la libertad de opinión,
o derecho a la libertad de expresión,
o derecho a pertenecer a asociaciones políticas y a agrupaciones de
representación popular,
o derecho a elegir (al voto) y ser elegido (en elecciones),
o derecho a pedir o demandar de la autoridad pública.
Derechos Civiles:
o derecho a la libertad de locomoción,
o derecho a la vida y la seguridad de la persona,
o derecho a la propiedad privada,
o derecho a la actividad económica lícita,
o derecho al domicilio,
o derecho a la correspondencia,
o derecho a la libertad de conciencia,
o derecho tener una nacionalidad,
50
o derecho a fundar una familia.
Derechos Jurisdiccionales:
o derecho a un proceso penal o civil justo y público,
o derecho a ser oído en proceso,
o derecho a una duración razonable del proceso,
o derecho a un tribunal independiente e imparcial,
o derecho de defensa.
51
En el desarrollo histórico de los derechos, se encuentran en esta segunda
generación, los siguientes:
derecho al trabajo,
derecho a la estabilidad laboral,
derecho al salario justo,
derecho a la huelga y libertades sindicales,
derecho a la seguridad social,
derecho a recibir instrucción, educación y adquirir cultura,
derecho a la salud,
derecho a la libertad de prensa,
derecho a la libertad de asociarse para trabajar lícitamente.
Derechos Comunitarios o de Tercera Generación
Estos buscan incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de los pueblos
por eso se les conoce como el “derecho de los pueblos” y “derecho de solidaridad
“comprenden derecho a la paz, al desarrollo al medio ambiente, el titular es el
estado.
La autodeterminación
La independencia económica y política
La identidad nacional
La paz
La coexistencia pacifica
52
El entendimiento y confianza
La cooperación internacional
El uso de los avances de las ciencias y la tecnología
El medio ambiente
El patrimonio común de la humanidad
El desarrollo que permita una vida digna.
53
8. Elabora un cuadro comparativo de los derechos sociales, económicos y
culturales.
54
Artículo C.N. Característica Esencial
42 Protección a la familia
43 Protección a la mujer
44 Protección a los niños
45 Protección a los adolescentes
46 Protección a la tercera edad
Protección a los disminuidos físicos,
47
sensoriales y psíquicos
Seguridad social como servicio
48
público
Salud y saneamiento ambiental como
49
servicios públicos
Protección especial para todo niño
50
menor de un año
51 Derecho a la vivienda digna
55
Artículo C.N. Característica Esencial
67 Derecho a la educación
68 Establecimientos educativos
69 Autonomía universitaria
Deber del Estado de promover y
DERECHOS 70
fomentar el acceso a la cultura
SOCIALES, Libertad de la búsqueda del
71
ECONOMICOS Y comprende los conocimiento y la expresión artística
CULTURALES 72 Patrimonio cultural de la Nación
artículos 42 a 77,
DERECHOS DE 73 Protección a la actividad periodística
Derecho al acceso a documentos
SEGUNDA 74
públicos
GENERACION
Carácter publico del espectro
75
electromagnético
Intervención estatal en el servicio de
76
televisión
77 Regulación de la televisión
Los derechos de Segunda Generación o Derechos Económicos, Sociales y Culturales tienen como objetivo
fundamental garantizar el bienestar económico, el acceso al trabajo, la educación y a la cultura, de tal forma
que asegure el desarrollo de los seres humanos y de los pueblos. Su reconocimiento en la historia de los
derechos humanos fue posterior al de los derechos civiles y políticos, de allí que también sean denominados
derechos de segunda generación.
La razón de ser de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales se basa en el hecho de que el pleno respeto
a la dignidad del ser humano, a su libertad y a la vigencia de la democracia, solo es posible si existen las
condiciones económicas, sociales y culturales que garanticen el desarrollo de esos hombres y esos pueblos.
56
9. Elabora un cuadro comparativo de los derechos colectivos y del ambiente.
57
10. Investiga en qué consiste el Derecho Internacional Humanitario, su
origen, qué regula y que normatividad existe al respecto. Elabora un
plegable donde ilustres sobre el tema a quienes no conocen sobre él.
58
de derecho es la regla. El DIH se aplica durante conflictos armados tanto de
carácter interno como de carácter internacional. El DIH es en esencia un derecho
de excepción.
Los derechos humanos y el DIH tienen orígenes distintos. Los derechos humanos
se gestaron en el orden interno de los estados. Aparecen hoy día reconocidos en
los sistemas jurídicos nacionales, incluso con rango constitucional. Los derechos
humanos continúan siendo materia regida e implementada primordialmente por
cada estado. A partir de la segunda guerra mundial la comunidad internacional
experimentó la necesidad de controlar en el ámbito internacional a aquellos que en
principio debían garantizar la efectiva aplicación de los derechos humanos dentro
de sus propias jurisdicciones. En reiteradas ocasiones fue el propio estado quien,
debiendo garantizar y proteger los derechos y garantías de los individuos
reconocidos en su jurisdicción doméstica, terminaba siendo el violador sistemático
de esos derechos.
La internacionalización de la regulación interna de los derechos humanos
determinó un quiebre al principio de la no-intervención en los asuntos de exclusiva
jurisdicción doméstica. Las violaciones sistemáticas a los derechos humanos
dentro de un estado podían involucrar un quebrantamiento o amenaza a la paz
tanto regional como internacional.
La evolución de los derechos humanos tanto en el ámbito interno como
internacional estuvo y está relacionada a posiciones político filosóficas que han
dado lugar al desarrollo de ideologías contrapuestas en cuanto al verdadero
contenido y alcance de los derechos sujetos a una debida protección estadual y a
un adecuado control internacional.
Por su parte el DIH irrumpe en las relaciones entre estados durante la segunda
parte del siglo XIX como una respuesta de la comunidad internacional a los
horrores de la guerra. En este sentido el DIH nace y se desarrolla como un
movimiento no politizado, tomando distancia de las corrientes del pensamiento
político en general. La necesidad de limitar los sufrimientos innecesarios de los
combatientes heridos y enfermos en el campo de batalla fue el eslabón inicial de
una cadena de protecciones acotadas a categorías específicas de individuos
afectados por los conflictos armados. La incorporación de nuevas categorías de
víctimas de los conflictos implicó una evolución constante en cuanto a la
ampliación del ámbito de aplicación personal del DIH. A los heridos y enfermos en
el campo de batalla le siguió en el tiempo la regulación de la protección debida a
los náufragos, luego la de los prisioneros de guerra y como consecuencia de las
traumáticas experiencias vividas durante la segunda guerra mundial, finalmente se
reguló la protección debida de la población civil afectada por conflictos armados.
Existen hoy día nuevas categorías específicas de personas protegidas, como así
también se protege dentro del DIH a determinados grupos de personas
vulnerables (mujeres, niños) dentro de situaciones de conflictos armados.
59
Regulación.
El DIH se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de Ginebra
el 12 de agosto de 1949, en los que son parte casi todos los Estados. Estos
Convenios se completaron con otros dos tratados: los Protocolos adicionales de
1977 relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados. Hay así
mismo otros textos que prohíben el uso de ciertas armas y tácticas militares o que
protegen a ciertas categorías de personas o de bienes. Son principalmente:
La Convención de la Haya de 1954 para la protección de los bienes
culturales en caso de conflicto armado y sus dos Protocolos;
La Convención de 1975 sobre Armas Bacteriológicas;
La Convención de 1980 sobre Ciertas Armas Convencionales y sus cinco
Protocolos;
La Convención de 1993 sobre Armas Químicas;
El Tratado de Ottawa de 1997 sobre las Minas Antipersona;
El Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño
relativo a la participación de niños en los conflictos armados.
Ahora se aceptan muchas disposiciones del DIH como Derecho
consuetudinario, es decir, como normas generales aplicables a todos los
Estados.
Regula:
La función del DIH distingue entre conflicto armado internacional y conflicto
armado sin carácter internacional. En los conflictos armados internacionales se
enfrentan, como mínimo, dos Estados. En ellos se deben observar muchas
normas, incluidas las que figuran en los Convenios de Ginebra y en el Protocolo
adicional I. En los conflictos armados sin carácter internacional se enfrentan, en el
territorio de un mismo Estado, las fuerzas armadas regulares y grupos armados
disidentes, o grupos armados entre sí. En ellos se aplica una serie más limitada de
normas, en particular las disposiciones del artículo 3 común a los cuatro
Convenios de Ginebra y el Protocolo adicional II.
A los conflictos armados internacionales los define a partir de un criterio objetivo y
no se parte de la declaración de guerra como elemento para catalogar un conflicto
de internacional, el criterio al contrario estriba en la existencia de hostilidades
efectivas entre fuerzas militares de dos estados.
Por otro lado las reglas de derecho internacional humanitario también se aplican a
los conflictos armados no internacionales, estos son aquellos que se desarrollan
en el territorio de un estado enfrentándose fuerzas militares del estado con grupos
insurreccionales que tienen el control de una parte del territorio, están
relativamente organizados bajo un autoridad en el marco de un conflicto
prolongado en el tiempo.
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11. Consulta en que consiste la Acción de Cumplimiento y las Acciones
Populares y de Grupo.
La Acción de Cumplimiento.
Fundamento Legal: Ley 393 de 1997.
La acción de cumplimiento es un mecanismo consagrado en la Constitución, cuyo
objetivo es asegurar que las leyes no se queden en el papel sino que se cumplan
en la realidad. Es una especie de hermana gemela de la tutela.
La acción de cumplimiento sirve para que los ciudadanos hagan efectiva la
aplicación de una ley o norma que consideren que no se respeta en su barrio,
comunidad, edificio, conjunto residencial, localidad o en la administración oficial y
cuyo incumplimiento genera graves perjuicios a sus derechos.
Su diferencia con la tutela radica en que mientras la acción de cumplimiento sirve
para hacer efectivas las leyes, la tutela protege los derechos fundamentales de
una persona la vida, la salud, la educación, entre otros cuando quiera que éstos
resulten vulnerados o amenazados por la acción u omisión de cualquier autoridad.
Cualquier persona puede presentar la acción de cumplimiento. También lo podrán
hacer las organizaciones sociales; las organizaciones no gubernamentales y los
servidores públicos; en especial el Procurador General, los procuradores
delegados, regionales y provinciales, el Defensor del Pueblo y sus delegados, los
personeros municipales, el Contralor General, los contralores departamentales,
distritales y municipales.
Se presenta ante Los jueces administrativos y los tribunales administrativos
quienes son los únicos competentes para conocer de la acción.
La tramitación de la acción de cumplimiento estará a cargo del juez, en riguroso
turno, y será discutida con prelación, para lo cual aplazará cualquier asunto de
naturaleza diferente, salvo la acción de tutela. La decisión será dictada dentro de
los 20 días siguientes a la admisión de la petición.
Bajo la gravedad del juramento, la persona podrá presentar la acción de
cumplimiento por escrito o de manera verbal. La petición deberá contener: El
nombre, identificación y lugar de residencia de quien instaura la acción.
Indicar cuál es la norma incumplida y adjuntar copia de la misma.
Narrar por qué se considera incumplida la disposición.
Determinación de la autoridad o particular incumplido.
61
Prueba de la renuencia. El ciudadano primero debe pedir de manera directa el
respeto de la ley a la autoridad que la incumpla. Solicitud de pruebas. No se puede
elevar el recurso dos veces por los mismos hechos o derechos.
La petición podrá ser presentada en forma verbal cuando el solicitante no sepa
leer ni escribir, sea menor de edad o se encuentre en situación de extrema
urgencia.
La acción de cumplimiento no sirve para pedir dinero ni pago de indemnizaciones.
Por ejemplo, cuando un ciudadano busque que el alcalde local lo indemnice por el
perjuicio provocado a raíz de la construcción de una obra pública cerca a su
vivienda, o pretenda que un instituto le pague su pensión o las prestaciones
sociales al ser removido de su cargo. Tampoco es útil cuando los derechos
puedan ser garantizados a través de la tutela.
El recurso sólo podrá ser elevado contra la autoridad a la que le corresponda el
cumplimiento de la norma demandada, o contra el particular que actúe o deba
actuar en ejercicio de funciones públicas. Nada más.
Son los casos de un alcalde local que no ha cumplido con el cierre efectivo de las
tabernas y bares a la una de la mañana, como lo dice un decreto; el que no ha
hecho pavimentar una calle, pese a que hay una disposición que así lo ordenó y
una partida asignada; la autoridad que incumple un acuerdo del concejo municipal
en el cual se dispone la creación de un colegio, un programa de atención infantil o
exhibición de vallas publicitarias; el gobernador que no atiende el pago de
subsidios fijados por la Asamblea Departamental. En términos legales, la ley dice
que la acción se puede presentar, en esencia, contra normas con fuerza de ley o
actos administrativos de carácter general.
Cumplimiento de fallo El juez que conozca la petición podrá ordenar hacer efectivo
el deber omitido. Esto cuando haya una prueba que demuestre una grave o
inminente violación de un derecho por el incumplimiento de un deber contenido en
la ley. Otro ejemplo: un ciudadano presenta el recurso contra un alcalde para que
haga cumplir la norma que consagra la puerta trasera para las busetas. Si el juez
acoge la acción, las busetas deberían acondicionarse a las exigencias legales de
seguridad.
El plazo perentorio para el cumplimiento del fallo, no podrá exceder de 10 días
contados a partir de la notificación de la providencia. En caso de que fuese
necesario un término mayor, el juez lo definirá, previa sustentación, en la parte
motiva de la sentencia. En situación contraria, el juez podrá negar la solicitud.
Desacuerdos Cuando la persona no comparta la decisión del juez respecto al
recurso podrá, dentro de los tres días siguientes a su notificación, pedir su
revisión. Igual alternativa tiene la autoridad renuente a través de su representante
62
o el Defensor del Pueblo. La decisión, de todos modos, deberá dictarse en un
plazo máximo de 10 días.
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Ante los jueces del circuito cuando las acciones se originen en actos u omisiones
de los particulares y cuyo conocimiento no corresponda a la jurisdicción
contenciosa administrativa.
Donde no exista juez del circuito o contencioso podrá presentarse ante cualquier
juez civil municipal o promiscuo.
Se interpone contra cualquier autoridad pública o particular que por sus acciones u
omisiones lesionen o amenacen un derecho colectivo.
Debe contener:
La Acción de Grupo.
Fundamento legal: LEY 472 DE 1998.
La acción de grupo es una acción judicial para reclamar la reparación del daño,
causado a un derecho o interés colectivo o a un derecho de cada uno de los
miembros de un grupo social, siempre y cuando el daño ocasionado sea para
todos o por una misma causa. Esta acción igual que la popular, protege los
derechos colectivos.
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causa, frente a las cuales se dan todos los elementos configurativos de la
responsabilidad. Esta acción se ejerce por intermedio de abogado, sin embargo el
defensor del pueblo y los personeros también pueden instaurarla en nombre de
cualquier persona que lo solicite o se encuentre en situación de desamparo o
indefensión.
Esta acción puede ejercerse dentro de los dos años siguientes a la ocurrencia del
hecho que causo el daño o a la cesación de la conducta perjudicial y es la
jurisdicción contenciosos administrativa la que conoce de los asuntos en que el
daño se derive de la actividad de entidades públicas o particulares con funciones
administrativas, pero en los demás casos conocerá la jurisdicción ordinaria.
65
WEBGRAFIA
- https://www.derechocolombiano.com.co/derecho-publico/cuales-son-los-
derechos-fundamentales-en-colombia/
- http://docencia.udea.edu.co/derecho/constitucion/
derechos_fundamentales.html
- https://fc-abogados.com/es/derechos-fundamentales-conceptos/
- https://www.lifeder.com/importancia-derechos-humanos/
- GUÍA DE MECANISMOS CONSTITUCIONALES DE PROTECCIÓN DE
DERECHOS HUMANOS - Programa de Capacitación en Derechos
Humanos para Personeros Municipales - Oficina en Colombia del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos -
Bogotá, julio de 2003
- https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/.../RIDE/VS/.../abc-maternidad-
elegida.pdf
- http://www.redalyc.org/html/783/78351101010/
- http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2014/t-970-14.htm
- https://derecho.laguia2000.com/derecho-penal/homicidio-culposo
- https://www.reddhfic.org/index.php?
option=com_content&view=article&id=63&Itemid=181
- https://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_internacional_humanitario
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