El documento describe los beneficios de amarse a uno mismo, incluyendo sentirse en el lugar correcto, aceptar lo que sucede, dejar ir lo que no es saludable, y vivir en el presente sin preocuparse por el pasado o futuro. Amarse a uno mismo conduce a autoestima, autenticidad, madurez, respeto, amor propio y una vida más simple y plena.
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El documento describe los beneficios de amarse a uno mismo, incluyendo sentirse en el lugar correcto, aceptar lo que sucede, dejar ir lo que no es saludable, y vivir en el presente sin preocuparse por el pasado o futuro. Amarse a uno mismo conduce a autoestima, autenticidad, madurez, respeto, amor propio y una vida más simple y plena.
El documento describe los beneficios de amarse a uno mismo, incluyendo sentirse en el lugar correcto, aceptar lo que sucede, dejar ir lo que no es saludable, y vivir en el presente sin preocuparse por el pasado o futuro. Amarse a uno mismo conduce a autoestima, autenticidad, madurez, respeto, amor propio y una vida más simple y plena.
El documento describe los beneficios de amarse a uno mismo, incluyendo sentirse en el lugar correcto, aceptar lo que sucede, dejar ir lo que no es saludable, y vivir en el presente sin preocuparse por el pasado o futuro. Amarse a uno mismo conduce a autoestima, autenticidad, madurez, respeto, amor propio y una vida más simple y plena.
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CUANDO ME AMÉ DE VERDAD
Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier
circunstancia yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto. Y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… Autoestima. Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional no es sino una señal de que voy en contra mis propias verdades. Hoy sé que eso se llama… Autenticidad. Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a aceptar todo lo que acontece y que contribuye a mi crecimiento. Hoy eso se llama… Madurez. Cuando me amé de verdad, comencé a percibir qué es ofensivo tratar de forzar alguna situación o persona solo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento o que la persona no está preparada, inclusive yo mismo. Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto. Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio, a esta actitud la llame egoísmo. Hoy la llamo… Amor propio. Cuando me amé de verdad, dejé de temer al tiempo libre y desistí de hacer grandes planes. Abandone los mega proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy se que eso es … Simplicidad y sencillez. Cuando me ame de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y así erre menos veces. Hoy descubrí que eso se llama… Humildad. Cuando me amé de verdad, desistí de quedarme reviviendo el pasado y preocupándome por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso es… Plenitud. Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene un gran y valioso aliado. Todo eso es… ¡Saber vivir!
No debemos tener miedo de cuestionarnos; hasta los planetas