Analisis de La Novela Doña Barbara
Analisis de La Novela Doña Barbara
Analisis de La Novela Doña Barbara
Capítulo I
¿Con quién vamos?
Capítulo II
El descendiente del cunavichero.
Tiempo atrás, los terrenos de Altamira estaban dominados por dos familias de caciques: Los
Luzardos y los Barqueros. Familias antagónicas que practicaban sin reservas, la ley del llano.
Sin embargo, don José Luzardo, padre de Santos, mantenía una querella con su liberal hijo
Félix. En otro país de Latinoamérica, México, sucedía una batalla contra los Estados Unidos.
Félix apoyaba a México muy a pesar de don José. Una noche, en una pelea de gallos, Félix
reta al padre y éste lo mata. Don José Luzardo le dio la noticia a su esposa y se encerró en un
cuarto a dejarse morir. La madre de Santos, en verdadera repulsa contra esa ley del llano
decide llevarse a su hijo de catorce años a la capital: Caracas. Ahí, Santos Luzardo se olvido
de los ríos y los caimanes por algún tiempo. Se hizo Médico. Pero sus terrenos, sus hatos, -
sitios donde se instalan los pastores fuera de la población con su ganado- continuaban ahí.
Gran parte había sido ya robado, por las vías legales de Doña Bárbara. Y Santos se dirigía a
sus terrenos pues un comprador estaba interesado en adquirirlos.
Capítulo III
La devoradora de hombres.
Capítulo IV
Uno solo y mil caminos distintos.
Santos Luzardo se encuentra con un antiguo becerrero de su niñez: Antonio Sandoval, que
permanece fiel a sus ordenes. Antonio le presenta a los peones. Algunos como Carmelito
López, dudan de las capacidades del jefe, lo sienten demasiado amanerado para las rudas
tareas del campo. Antonio ya sabía de la llegada de Santos pues un peón que viajaba junto
con el Brujeador fue a dar la noticia a El Miedo. Santos se pone al tanto de la situación, ha
habido enfermedades y demasiadas muertes por esas tierras. Balbino Paiba, mayordomo de
Altamira y amante en turno de Doña Bárbara, ha sacado mucho provecho de la ausencia de
tantos años de Santos Luzardo: el nuevo amo de Altamira. Santos no habla de venganzas o
peleas.
Capítulo V
La lanza en el muro.
Santos, junto con Carmelito y Antonio hacen un recorrido por la zona. Los recuerdos de su
infancia son mezclados con las narraciones de la tiranía que Doña Bárbara y Balbino Paiba
han ejercido. Reconoce el lugar donde hubo la disputa familiar que dio muerte a su hermano;
el odio reciproco entre Luzardos y Barqueros. Santos se entera que Lorenzo Barquero, quien
había instigado a Felix contra su padre. Vivía como un despojo humano sumido en una
permanente borrachera. La culpable de esa vida destruida: Doña Bárbara.
De regreso a Altamira, Santos conoce al resto de sus peones, nota en varios, la misma
expresión de resentimiento que hubiera observado en Carmelito.
Esa noche duda en vender su hato. Antonio le extiende sus llaves y le indica el cuarto donde
su padre se había sentado a esperar la muerte. Santos entra al cuarto que estaba justo como
lo había dejado: en la pared continuaba, la lanza que el padre había hundido luego de
asesinar a su hijo. Santos saca la lanza y le pide a Antonio que se olvide de rencores. Decide
no vender Altamira y quedarse a levantarla. Santos regresa a su cuarto y duerme
profundamente.
Capítulo VI
El recuerdo de Asdrúbal.
El Brujeador va con Doña Bárbara para darle noticias. La patrona se encuentra con Balbino
Paiba quien se siente superior a Doña Bárbara. El Brujeador le confirma que Santos Luzardo
ha llegado a Altamira con los propósitos de pelearle todas los juicios ganados. Doña Bárbara y
Balbino suponen que no durará mucho su gusto. De repente, Doña Bárbara, observa un vaso
de agua y finge ver la cara de Santos Luzardo. Balbino sospecha que es una más de sus
tretas para reafirmar su condición de Bruja.
Al quedarse sola Doña Bárbara, recuerda a su primer y único verdadero amor: Asdrúbal.
Capítulo VII
El familiar.
Noche de luna llena en Altamira. Pajarote, otro de los peones, habla de su encuentro con el
Familiar, es decir, el primer animal que se encierra en un hato para que muera y tenga el hato
su propio guardián. Todos reconocen que extraños sucesos se vienen a la fecha. Otro peón
afirma también haberse encontrado con el Familiar, en este caso un toro, el cual presagia
buenos augurios.
Capítulo VIII
La doma.
Capítulo IX
La esfinge de la sabana.
Una parte de Altamira, había pasado a ser propiedad de El Miedo por medio de los
Mondragones, tres hermanos que vivían aislados del pueblo, y que hacían los trabajos sucios
de Doña Bárbara. Balbino Paiba los sorprende y los Mondragones le platican que recibieron la
orden de cambiar su estancia, que se encontraba legalmente en Altamira, hacía El Miedo.
Piensan que a la patrona le tiene miedo al vecino. Balbino les ordena quedarse por ahí y se
dirige a casa de Doña Bárbara.
Al llegar la encuentra más femenina; adornada con cintas, encajes y el pelo suelto. Balbino le
dice haberse encontrado con los Mondragones y que le expresaron su descontento. Doña
Bárbara se impone y reafirma sus ordenes. Balbino va con los Mondragones y les confirma la
orden de la patrona, no sin subrayar, que no le teme, sino que se trata de una trampa. Balbino
regresa con Doña Bárbara y le escucha decir Dios libre al que se atreva contra Santos
Luzardo. Ese hombre me pertenece.
Capítulo X
El espectro de la Barquereña.
En un bosque cercano, Santos se topa con una niña vestida en harapos, cuyo descuido en el
hablar delataba una vida callejera. Santos pregunta por la casa de Lorenzo Barquero y la niña
le contesta a regañadientes. Lorenzo Barquero vivía en una pocilga descuidada y sucia, su
borrachera no conocía fin. Fue el primer amante de Doña Bárbara y lo había perdido todo.
Santos Luzardo se presentó y le ofreció su amistad. Lorenzo se indigna de que un Luzardo se
encuentre en casa de un Barquero, pero su esquelética figura, rara vez lo mantenía en pie.
Santos le pide olvidar las viejas rencillas. Lorenzo acepta su amistad. Santos le confiesa que
en su niñez, él fue su ídolo y ejemplo a seguir, -pues Lorenzo Barquero, un poco mayor de
edad, se había ido a Caracas a estudiar y su madre lo ponía siempre de ejemplo-. Lorenzo
Barquero se sumerge en sus recuerdos. En efecto, fue un niño que destacaba por su
inteligencia y en la capital conocía a distinguidas damas de sociedad. Era querido y respetado.
Todo acabo una tarde que recibió una carta de su madre, diciéndole que se tenía que regresar
pues su padre había sido asesinado por José Luzardo y urgía que él mismo vengará su
muerte. Santos le confiesa que posee sentimientos nobles gracias a él. Lorenzo se indigna y,
luego de beber su aguardiente, previene a Santos del llamado de la devoradora de hombres.
Dice que todo fue mentira y que nadie escapa de las brujerías de aquella señora. Santos
pregunta por su hija, pero Lorenzo Barquero se sumerge en un profundo trago de alcohol.
Antes de reencontrarse en sus abismos reitera: ¡Santos Luzardo mírate en mí! Esta tierra no
perdona!
Capítulo XI
La bella durmiente.
En el camino de regreso, Santos se preguntaba si aquella niña sucia que había encontrado no
sería Marisela, la hija de Lorenzo Barquero. Al topársela de nuevo, confirma su sospecha y
entabla una amistad con la niña salvaje. Santos le lava la cara y le habla a su prima de una
manera que despierta en la pequeña de quince años, sentimientos y emociones hasta ahora
desconocidas. Al día siguiente, Marisela se levanta a bañarse.
Capítulo XII
Algún día será verdad.
Santos, Antonio, y algunos peones, amanecen con la noticia de que los Mondragones se
fueron del terreno aunque sólo era una buena noticia ante la desoladora realidad. Faltaban
trabajadores y las mejores tierras, aquellas donde abunda el agua y el pasto, son propiedad
de Doña Bárbara. Santos propone revisar la ley del llano y Antonio le responde que aquí, la
única ley es la de Doña Bárbara. Por la tarde, Santos manda a Doña Bárbara y a Mister
Danger un escrito donde avisa su disposición a cercar el hato, por lo que pide que cada quién
recoja su ganado pues éste anda libre y revuelto por la zona. Las marcas indican su
procedencia pero Santos considera que el principio de la modernidad podría residir en los
límites. Santos se entrega a sus ideales y piensa después en un ferrocarril. El progreso
acabara con tanta injusticia y miseria.
Capítulo XIII
Los derechos de Mister Peligro.
Guillermo Danger había llegado hacía algunos años. Se le acogió con simpatía a este gringo
que consideraba inferiores a todo aquel que no tuviera ojos azules. Cazador que exportaba
pieles de caimanes. Desde la fundación del hato de El Miedo, Mister Danger se hizo amigo de
Doña Bárbara. Esa noche Doña Bárbara, su amante en turno y Mister Danger cenaron. Doña
Bárbara no tardó en emborrachar a su amante criollo y comenzó a coquetear con el gringo. Lo
invitaron a una celebración de brujería donde sería sacrificado un caballo. Mister Danger
accede emocionado. Llegaron por la noche al lugar y en una zanja previamente hecha,
echaron a un caballo viejo a morir. El amante fue atacado con un fulminante ataque de riñón y
cayo muerto a la zanja, también Doña Bárbara contribuyo con una lanza. Pero Mister Danger
no se dejo impresionar y se fue de ahí.
Mister Danger recibe la carta de Santos. Al día siguiente se vieron, y Mister Danger, con mapa
hecho a mano, le insiste a Santos que invadirá propiedad privada. Santos no acepta sus
invitaciones de vino y firme, mantiene que esos terrenos le pertenecen. Mister Danger, sin
dejarse intimidar, le enseña unas escrituras firmadas por Lorenzo Barquero donde prohibe el
levantamiento de una palizada, o cerca, en esos terrenos encargados al buen amigo. Santos
no contaba con ese contrato aunque sospecho, por la firma temblorosa, de que manera se
consiguió. Santos pide disculpas y se va. Mister Danger le ofrece su amistad. Santos la
rechaza.
Santos camina rumbo a casa de Lorenzo Barquero, entra y lo encuentra dormido. Le toma la
presión y sospecha del poco tiempo que le queda. Mister Danger, quien había seguido a
Santos llega y, burlón como siempre, defiende a Lorenzo que ya se quiere morir. Marisela
entra también y es objeto de burla del gringo quien haber comprado todos los derechos. Mister
Danger se va y Santos decide llevarse a Marisela, quien no pasa desapercibido su limpieza y
de la casa, a vivir junto con su padre, a Altamira.
Segunda parte
Capítulo I
Un acontecimiento insólito.
Doña Bárbara manda decirle a Santos que por ella no hay problema en levantar la palada que
limitará los territorios, que proceda y que con respecto al dinero luego hablan.
Santos Luzardo no es bien recibido pero eso no lo intimida. Hábil, hace confesar a Mister
Danger que caza ganado en la Barquereña pues, aunque es posesión del mismo, los límites
del terreno no le dan derecho a cazar y además tiene que cercar su propiedad. Santos estaba
en lo correcto pues había estudiado muy bien la ley del llano. Luego, arremata contra Doña
Bárbara quien se impresiona de la seguridad de su adversario. Santos acusa a Doña Bárbara
de no dar trabajo lo cual ella sostiene y pide el castigo. Santos hace notar que no existe
alguno pero que si en un plazo de ocho días no se normaliza la situación procederá a la
demanda.
Capítulo II
Los amansadores.
Santos se dedica a la educación de Marisela; al mismo tiempo, Carmelito doma una potranca
que rehuso vender a Santos. Carmelito gana está competencia no dicha y regala la potranca a
Santos para que él mismo se la de a Marisela. Santos supuso que entre la peonada se
rumoraba que pronto habría boda. Ni hablar.
Capítulo III
Los rebullones.
Un nuevo personaje aparece. Un bobo de nombre Juan Primito que trabaja también para la
Doña. Juan Primito alimentaba unos pájaros imaginarios -los rebullones- para saciar la sed de
los malos espíritus. Además, Juan Primito era amigo de Marisela.
Antes de vencerse el plazo, Doña Bárbara manda a Juan Primito con Santos para avisarle que
proceda en la limitación de sus territorios y que cuente con sus hombres de ser necesario.
Juan Primito había dejado de ver a Marisela desde que Santos se la llevó a Altamira. Y desde
luego se sorprendió del cambio de aquella niña, a una más limpia y arreglada. Luego de darle
el recado a Santos, Juan Primito regresa con Doña Bárbara y le platica del notable cambio de
Marisela. Doña Bárbara lo escucha y luego lo corre.
Capítulo IV
El rodeo.
A la mañana siguiente, los peones de El Miedo, capitaneados por Doña Bárbara, ahuyentan el
ganado que los peones de Altamira juntan. Doña Bárbara aprovecha la ocasión y trata de
conversar con Santos ante la indiferencia de Balbino. Sin embargo Santos la ignora y se une
con los vaqueros al rodeo. Doña Bárbara se había arreglado para impresionar a Santos. Él lo
notó pero no le dio importancia. Durante el rodeo, Santos impresiona sobretodo a Doña
Bárbara quien experimenta extraños sentimientos.
Capítulo V
Las mudanzas de Doña Bárbara.
En El Miedo, los peones aseguraban que tarde que temprano, Santos Luzardo sería otra
presa más de Doña Bárbara, sin embargo pasaban los días y nada sucedía. Todos se
extrañaron de los constantes cambios de humor de la patrona, incluso ella misma sentía que
una nueva etapa de su vida había iniciado. Doña Bárbara simplemente se sentía mujer.
Y un día, Santos Luzardo llegó a El Miedo. Doña Bárbara lo recibió con agrado pero Santos
no respondió a sus intenciones. Santos tenía que exponer otro asunto de los terrenos y Doña
Bárbara lo permitió todo. Santos desconfía, Doña Bárbara le dice si yo me hubiera topado con
hombres como usted, otra sería mi historia. Santos es tomado por sorpresa y agradece la
voluntad de Doña Bárbara, sin embargo tiene otra petición: que su anfitriona, le regrese a su
hija Marisela las tierras de la Barquereña. La expresión de Doña Bárbara cambia al oír
nombrar a su hija y al rechazar cualquier asunto sobre ella, Santos se va sin despedirse
argumentando que le pide algo que no tiene.
Capítulo VI
El espanto del bramador.
Jueves Santo y nadie trabaja. Pocas cosas se pueden hacer, una de ellas es cazar caimanes.
Santos presencia como cazan a un caimán salvaje conocido como Bramador y que según el
mito popular, el animal era protegido de Doña Bárbara.
Capítulo VII
Miel de aricas.
Marisela conversa con una amiga, nieta de un peón, y mientras platican comen miel. Marisela
habla correctamente y platica un día de su vida. Se levanta temprano, se baña con agua del
río, le prepara el desayuno a Santos, asea la casa, le prepara la comida a Santos y comenta
lo bonita que el señor se refiere a ella. Marisela se da cuenta sin embargo, que Santos más
bien la trata como un hermano o padre y no le ha dado motivos para que ella este enamorada
de él. Marisela se asquea de comer miel.
Capítulo VIII
Candelas y retoños.
Es tiempo de candela -es decir prenderle fuego- a las tierras para que, pasada la época de
lluvias se vigoricen. Santos había prohibido prender candela a el hato de Altamira, pero una
candela que venía de otra parte, quemó algunas zonas del terreno. El fuego por la magnitud
del suceso, fue sin duda provocado. Todos estuvieron de acuerdo. Algunos peones piden
permiso para prenderle candela a El Miedo. Santos los calma y dice que acudirá a las
autoridades para hacer las averiguaciones correspondientes. Algunos insisten, el amo tiene
que vengarze de Doña Bárbara, sobre todo, Lorenzo Barquero que abiertamente le reprocha
su condición de Luzardo que no pelea. Mátala y conviértete en el nuevo cacique.
Fue Balbino quien había fraguado esa quema con la intención de recuperar los favores
perdidos de la Doña. Ésta por su parte, se convenció de los poderes que poseía.
Las separaciones del ganado de los distintos hatos continuaba. Santos sorprende a Balbino
marcando reces que no le pertenecen. Balbino se defiende y le pregunta si piensa cambiar las
costumbres del llano. Santos responde que eso exactamente se propone.
Sábado por la noche, día de fiesta en Altamira. Todos bailan y se divierten, salvo Santos y
Marisela. La joven al sentirse despechada, invita a Pajarote a bailar, Santos le da permiso al
peón que llega feliz con la flor de Altamira.
Capítulo X
La pasión sin nombre.
Marisela platica con su amiga, su experiencia con Santos. Luego de bailar con Pajarote,
Santos llegó y le pidió una pieza. Mientras bailaban, la muchacha mostró sus sentimientos al
llamarlo antipático. Marisela le confiesa a su amiga que ella ya le dijo todo y que más no
puede hacer. Pajarote saca a la otra muchacha a bailar, y Marisela, al quedarse sola, imagina
que llega Santos a declararle su amor.
Capítulo XI
Soluciones imaginarias.
También Santos se inquietaba por Marisela, no podía dejarla en la Barquereña pues Mister
Danger se aprovecharía de la situación. Finalmente, decide mandarla a San Francisco con
unas tías a que termine su educación. En cuanto a Lorenzo, había resuelto cuidar de él hasta
el fin de sus días. Sin embargo, sus sentimientos contradictorios hacía Marisela le replantean
el asunto y decide desechar su idea.
Capítulo XII
Coplas y pasajes.
Santos no sólo duda con respecto a su relación con Marisela; también duda sobre sus
intenciones de modernizar las tierras. Por un lado creé que es necesario acabar con tantas
carencias, pero por el otro, al cabalgar con los peones, comprende que por algo existe la ley
del llano y que probablemente así se deba de quedar.
Capítulo XIII
La dañera y su sombra.
Marisela escucha de unas cocineras que un embrujo se prepara contra Santos Luzardo.
Entonces, se da cuenta de que su madre -la dañera como también se le conoce- ama al
mismo hombre que ella quiere. Sale al encuentro de Pajarote y manifiesta su deseo de ir a El
Miedo. Pajarote la trata de detener pero ella le pide compañía o que la deje en paz. Pajarote
no la deja sola. Marisela llega a El Miedo e interrumpe el conjuro que Doña Bárbara se
encontraba realizando. Madre e hija se encuentran por primera vez frente a frente. ¡Bruja! le
reprocha Marisela a una Doña Bárbara que comienza a sacudirla. Santos Luzardo aparece y
defiende a la joven. Santos se lleva a Marisela y Doña Bárbara se queda sola en busca de su
Socio quien pareciera decirle: si quieres que él venga a ti, entrega tus obras.
Tercera parte
Capítulo I
El espanto de la sabana.
Balbino Paiba, quien desde la llegada de Santos había relegado, planeaba recuperar los
favores de Doña Bárbara. Traidor por naturaleza, no escatimaba ningún recurso para lograr
sus objetivos. Cierto día, manda al Brujeador a que robe unos caballos.
El Brujeador se presenta con Doña Bárbara al presentir un mal augurio. Doña Bárbara
reflexiona: Las cosas vuelven al lugar de donde salieron. El Brujeador le reitera su fidelidad y
le asegura que si ella quiere al doctor Luzardo vivo o muerto, el se encargará de cumplir sus
deseos.
Capítulo II
Las tolvaneras.
Santos regaña a Marisela por creer en esas tonterías y por haber ido a El Miedo. Marisela le
manifiesta su deseo de regresar a la Barquereña junto con su padre. Santos no se opone.
En Altamira, se cuentan con dos plumas -arrobas- cuyo precio permite levantar la cerca.
Santos encomienda a Carmelito a que vaya a San Fernando a comprar el alambre de púas.
En el camino, Carmelito y otro peón, son asesinados y las plumas son robadas. Su cuerpo es
regresado a Altamira sobre su caballo. Santos Luzardo promete que su muerte no quedará
impune.
Capítulo III
Ño Pernalete y otras calamidades.
Santos acude con Mujiquita para arreglar el asunto de los dos peones asesinados. Mujiquita le
dice que las plumas tendrán que salir tarde que temprano y entonces se tendrá al asesino. Ño
Pernalete se presenta y le dice al doctor Luzardo que la justicia se hará y de nada se tiene
que preocupar. Santos Luzardo sale indignado de la comandancia por la falta de seriedad del
coronel Ño Pernalete.
Capítulo IV
Opuestos rumbos buscaban.
Doña Bárbara recibe la noticia del peón asesinado y del regreso de Marisela y su padre a su
antigua casa. Se alegra y convence de no estar sola. Dios tenía que seguir ayudándome.
Balbino Paiba llega pero no alcanza a darle la noticia pues ella ya lo sabe. Astuta, sospecha
que su antiguo amante tiene que ver con las muertes y finge estar celosa de una amante que
Balbino tiene. Balbino cae en la trampa. Él fue quien mató a Carmelito y escondió las plumas.
Doña Bárbara lo descubre sin que diga una palabra y comienza a sacar provecho de la
situación. Balbino por su parte, sale de casa de Doña Bárbara convencido de haber
maquinado un buen plan.
Santos Luzardo se presenta en El Miedo. Doña Bárbara sale a recibirlo pero Santos la acusa
de la muerte de los peones. Doña Bárbara se queda contrariada.
Capítulo V
La hora del hombre.
Santos llega abruptamente a casa de los Mondragones y, pistola en mano, les ordena
prenderle fuego a su casa. Después, se encarga de encerrarlos. Santos se da cuenta de la
ausencia de Marisela y oculta su dolor con cierta indiferencia. Esa noche no le gustó la comida
y extrañaba la interminable platica de Marisela.
Capítulo VI
El inefable hallazgo.
Tres días pasaron, y Marisela no recibía noticias de Santos. En cambio, Mister Danger acudía
a cada rato a visitarlos. Resuelta a irse de ahí lo antes posible, Marisela busca a Juan Primito
y le manda decir a su madre que quiere irse de ahí y que necesita dinero. El bobo le da el
recado a la Doña y ella le manda 300 monedas a cambio de no volver a saber nada de su hija.
Lorenzo Barquero se hundía cada vez más en su inconsciencia. Marisela lo besa en la frente y
siente que algo a cambiado en ella.
Antonio Sandoval también visita a Marisela y le pide que regrese a Altamira pues todos,
incluido Santos, la extrañan. Marisela sin embargo está resuelta a llevar a su papá a San
Fernando a que reciba atención médica. Antonio respeta la decisión y ofrece para la
madrugada, un bongo para transportar a su padre.
Capítulo VII
El inescrutable designio.
Tres días pasaron desde el encierro de los Mondragones. Además, Santos se había metido a
terrenos de El Miedo por ganado que le pertenece, sin pedir el permiso apropiado. El nuevo
amo mostraba la cara del hombre llevado a sus límites. Doña Bárbara mientras tanto, pensaba
en la ironía de haber planeado entregar a Balbino con las plumas robadas al mismo Santos, y
que éste sospechara directamente de ella. Después de todo, ella había creado un cacicazgo a
su medida. Resuelta a tenerlo, manda a Juan Primito con un recado para Santos en el cual lo
citaba en un lugar para encontrarse con una persona que le brindaría información sobre la
muerte de Carmelito y las plumas robadas. Santos resuelve ir solo. Doña Bárbara llama al
Brujeador y le dice que en ese lugar estará el doctor Luzardo y ya sabes lo qué tienes que
hacer.
Capítulo VIII
La gloria roja.
Santos decide ir más temprano pero al llegar a la dirección encuentra ya a una persona.
Pajarote lo estaba esperando pues habiendo interceptado a Juan Primito, lo interrogó, pistola
en mano, para que le diga el mensaje. Santos le pide que se vaya y el peón le dice que sólo
muerto se ira de ahí pues es fiel al amo. Al rato vieron llegar al Brujeador. Pajarote previene a
Santos pues el Brujeador siempre hace su trabajo sin compañía. Santos sale en su encuentro,
ocurre una balacera en la cual le da muerte. Santos se queda pasmado ante su acto y decide
entregar el cuerpo a quién lo envió.
Capítulo IX
Los retozos de Mister Danger.
Balbino Paiba visita a Mister Danger, ambos beben y Balbino le propone una venta de reces.
El gringo piensa en los últimos sucesos y dice que no compra reces ni plumas. Los perros en
las afueras ladran, Mister Danger se asoma y observa que Juan Primito se esconde tras unos
matorrales. Piensa en jugarle una broma a Balbino puesto que sospecha que lo están
espiando. Hábil, le tiende una trampa a Balbino y le saca una confesión implícita. Su codicia lo
trata de sacar a flote por lo que ofrece abiertamente las plumas. Sin embargo Mister Danger
rechaza la oferta y luego de divertirse un rato, despide a Balbino.
Capítulo X
Entregando las obras.
Doña Bárbara espera con ansias a Juan Primito, éste llega con información y revela el lugar
donde Balbino escondió las plumas. Satisfecha, Doña Bárbara sale y se encuentra con Santos
Luzardo y el cadáver del Brujeador. Ya sabía que usted vendría a traerlo. Con esta respuesta,
Santos se da cuenta que Doña Bárbara había mandado al Brujeador para que él mismo lo
mate, como una extensión de sus deseos, Santos se había convertido en lo que más odiaba.
Doña Bárbara siente la tentación de acusarlo de asesinato y entonces Santos pasaría a
formar parte de uno más de sus víctimas. Al llegar los peones, recapacita y piensa que esa
vida es la quiere dejar. Ordena que dispongan del muerto y pregunta por Balbino. Entre la
peonada se pregunta por el mayordomo y todos sospechan si él habría matado al Brujeador.
Doña Bárbara muestra de nuevo su astucia y les dice a todos el lugar donde se encuentran
las plumas y que seguramente ahí se encuentra el asesino.
Al poco rato, unos disparos a los lejos, confirmaron a Doña Bárbara la muerte de Balbino.
Capítulo XI
Luz en la caverna.
A medianoche, Pajarote observa una luz en la casa de Lorenzo. Cuando Santos y Pajarote
llegaron, se encontraron con Marisela quien acariciaba la frente de su recién fallecido padre.
Las monedas mandadas por Doña Bárbara continuaban en la mesa. Ante el cadáver de
Lorenzo, Santos recuerda sus palabras Mírate en mí. Esta tierra no perdona. Santos le
confiesa a Marisela que ha matado un hombre, pero Pajarote, quien también disparó, señala
la posibilidad de que fue él y no su amo quien le dio muerte al Brujeador. Santos y Marisela,
se reconfortan mutuamente de sus penas.
Capítulo XII
Los puntos sobre las haches.
Mujiquita le escribe a Santos notificándole que Doña Bárbara se presentó en la jefatura con
las plumas, y declaró que fueron robadas por Balbino Paiba mismo que dio muerte a la
persona conocida como Brujeador. Además, es la misma Doña Bárbara quien llevará las
plumas a San Fernando para terminar con el encargo de Carmelito. Santos duda por la
mentira, pero Pajarote lo pone en razón; es mejor que se queden así las cosas, al fin que la
bala que mato al Brujeador también pudo haber sido suya.
Capítulo XIII
La hija de los ríos.
Después de muchos años, Doña Bárbara regresa a San Fernando y enmienda todas las
fechorías que había cometido. La gente la mira con curiosidad pero ella se entrega más bien a
sus reflexiones. En el río se escucha Las cosas vuelven al lugar de donde salieron.
Capítulo XIV
La estrella en la mira.
Doña Bárbara se encuentra sola. Todos la abandonaron pues había cambiado mucho. Juan
Primito le informa que Marisela se casará con Santos Luzardo. Encolerizada, monta un
caballo y se dirige a Altamira. A través de una ventana observa a la feliz pareja. Doña Bárbara
saca su pistola y apunta a Marisela. Baja su arma al verse, por algunos instantes, en su propia
hija.
Capítulo XV
Toda horizontes, toda caminos.
Cuando llegaron los alambres de púas, Mister Danger ya no se sintió bienvenido y se fue del
lugar. Doña Bárbara despide a sus últimos criados y manda una última carta a Santos. En ella,
reconoce a su hija y le pide se haga cargo de su herencia. Luego, monta de nuevo su caballo
y se interna por la sabana. En el camino, observa como una yegua se sumerge en un
pantano. Algunos dicen que Doña Bárbara se sumergió también en el pantano, otros que se
subió a un bongo y que aún viaja río abajo.
PERSONAJES
Doña Bárbara: Dueña de los terrenos bautizados por ella misma como El Miedo. Mujer cruel y
bella que tiene fama de bruja y de haber pactado con el Diablo. Inteligente y astuta que más
bien sabe sacar provecho de las circunstancias. Víctima de una violación, Doña Bárbara usa a
los hombres negando su parte femenina. Por eso, al usarlos los desecha con frialdad. Su
fama de devoradora de hombres se extiende por toda la región. No hay nadie que se resista a
los diabólicos encantos de Doña Bárbara ni ley que no la proteja. A su servicio cuenta con
varios personajes notables. Balbino Paiba, quien es traidor por naturaleza y comete el error de
sentirse más listo que Doña Bárbara, Ño Pernalete, encargado del registro civil, Mister
Danger, un gringo cómico y aventurero, el Brujeador quien hace los trabajos oscuros de la
Doña y Juan Primito, quien le sirve de mensajero.
Santos Luzardo: De niño, su padre mató a su hermano. Fue llevado a Caracas por su madre
para alejarlo de aquella ley del llano. Santos Luzardo es un idealista y confía en poder cambiar
las anomalías por las vías legales. Representa la parte racional que se niega a creer en brujas
y arbitrariedades. Pero por sus venas corre una historia de muertes y traiciones que aún lo
puede sorprender. Los peones de Altamira son su apoyo. Pajarote, Antonio Sandoval y
Carmelito principalmente.
Marisela: Hija de Doña Bárbara que evoluciona de pequeña salvaje, a pequeña ama de casa,
a hija piadosa y finalmente joven esposa. Marisela -así está escrito en el libro- representa la
evolución de la narración y el equilibrio entre lo salvaje dominado por lo civilizado. Su madre
pasa de ser la mas macha de los machos, a una mujer que reconoce errores. Santos
descubre el deseo en ella.
Rómulo Gallegos es una de las figuras literarias más importantes de América Latina. Nacido
en Caracas Venezuela en 1884, dedico su vida a la política y literatura llegando a ser
Presidente de su país en el año de 1948. Gallegos tiene una basta obra literaria y tres obras
maestras: Doña Bárbara 1929, Cantaclaro 1933 y Canaina 1935 Su obra es difícil de
clasificar, pero su interpretación de la relación del hombre con la naturaleza le han valido la
mayoría de sus elogios. Doña Bárbara es sin duda su mejor ejemplo. La tierra que necesita
ser trabajada, el llamado de la naturaleza que a fin de cuentas representa la parte salvaje del
hombre, la ignorancia y la superstición, todo forma un mosaico donde la ley del más fuerte es
representada por una mujer. Obtiene el Premio Nacional de Literatura entre otras distinciones.
Muere el 5 de abril de 1969 en su natal Venezuela
Doña Bárbara perteneciente al Realismo americano presenta el drama de la tierra, los acontecimientos que
traen transformaciones, simbiosis, trastrueques, movilizaciones, de bloques humanos y de estratos sociales.
Un país puede cambiar de fisonomía en muy pocos años.
El término "realista" se empleó por primera vez en 1850, referido a la pintura, pero se amplió con
posterioridad al resto de las artes. En literatura se plasmó mayormente en la novela. Quizá uno de los motivos
del éxito popular de las novelas se encuentra en su publicación en los periódicos de la época. Los editores
utilizaban la novela por entregas para conseguir que el público se viera obligado a comprar diariamente el
periódico. La actitud del escritor realista es analítica y crítica, y se suele mantener al margen de lo que relata.
Las principales novelas del siglo XIX eran de carácter social, y a los escritores se les consideraba como
"historiadores del presente".
-Hace un uso minucioso de la descripción, para mostrar perfiles exactos de los temas, personajes, situaciones
e incluso lugares; lo cotidiano y no lo exótico es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y
sociales.
-Rechaza el sentimentalismo, muestra al hombre objetivamente pues da toques de una realidad dura.
–El lenguaje utilizado en las obras es coloquial y crítico, ya que expresa el habla común y corriente de los
tipos humanos presentes allí.
-Así como rechaza lo sentimental, de igual forma lo espiritual, lo cual arroja como resultados, toques
individualistas.
-Las obras muestran una relación mediata entre las personas y su entorno económico y social, del cual son
exponente; la historia muestra a los personajes como testimonio de una época, una clase social, un oficio, etc.
-El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad.
Los temas del Realismo literario son fundamentalmente el contraste entre los valores tradicionales y
campesinos y los valores modernos y urbanos o el éxodo del campo a la ciudad y los contrastes sociales y
morales que provoca, la lucha por el ascenso social y el éxito moral y económico, la condición insatisfecha de
la mujer que ya posee derecho a la instrucción elemental, pero no puede acceder al mundo del trabajo y a
la independencia e individualismo burgueses, con lo que aparece el tema del adulterio y la fantasía
folletinesca y sentimental, a manera de escape. Hay dos tendencias en el Realismo: la progresista y la
conservadora.
ARGUMENTO LITERARIO
Doña Bárbara, es una rica terrateniente, ruda e insensible por una experiencia traumática que tuvo de
adolescente al ser violada por un grupo de piratas asesinos que también le arrebataron el primer amor de su
vida. Ella ha acumulado grandes tierras y manadas extensas de ganados usando a los hombres para su
provecho personal, así como por medios ilegales, tales como el soborno a los funcionarios locales.
Uno de los pocos terratenientes restantes en el área es Santos Luzardo, que ha vuelto después de estudiar
derecho para imponer control en el rancho de su familia. Él sospecha que el capataz del rancho, Balbino
Paiba, había estado trabajando de forma disimulada para Doña Bárbara a fin de poder robar sus ganados. Los
otros peones no creen que Santos sea el que le ponga bocado a las fechorías de Doña Bárbara, pero él
demuestra con su manejo excelso del caballo, que el equilibrio del poder de la región está a punto de cambiar.
Doña Bárbara tiene una hija adolescente con Lorenzo Barquero, el terrateniente con el que ella estuvo
involucrada y al cual dejó quebrado, la madre no quiere saber de ella, es dejada al completo abandono, aunque
Juan Primito un criado de Doña Bárbara, se ocupa secretamente de ella. Después de que Santos descubre a
Marisela, se toma la tarea de ocuparse de ella y de su padre y se los lleva a su Rancho, para brindarle a
Marisela una educación y alejar a Barquero del vicio del alcohol. Mientras tanto, Doña Bárbara se siente
atraída por Santos, pero cuando ella se entera de que su propia hija es un rival para su afecto, busca por todas
las vías arruinarlos.
La novela narra el regreso de Santos Luzardo a una hacienda en los llanos venezolanos y su encuentro con
Doña Bárbara, patrona de la hacienda. Es un análisis de la sociedad llanera, y en general, del país. Representa
el conflicto entre la civilización y la barbarie.
En ella el progreso está personificado en Santos Luzardo y el atraso, impuesto por el determinismo del medio
geográfico, en el resto de los personajes, especialmente en Doña
PRINCIPALES PERSONAJES
Santos Luzardo es el heredero de Altamira. Fue a estudiar y regresó como abogado. Es muy noble, esto se
nota en el cariño que le tiene a Marisela. Cree en la justicia, esto se puede ver en que cada vez regresa a hablar
con Don Pernalete en vez de tomar justicia en sus propias manos. Santos es un hombre educado, el autor
quiere indicar que solo a través de la educación hay soluciones y esperanza para avanzar. Representa la
civilización y el progreso. Él es un hombre del llano civilizado por la ciudad, y al mismo tiempo, abogado y
doctor graduado de la Universidad Central de Venezuela. Luzardo es un hombre con gran profundidad
psicológica y en esencia es buena persona
Doña Bárbara era una joven cariñosa que por las cosas malas que le ocurrieron en la vida se volvió malvada.
Ella es lo opuesto de Santo Luzardo, ella representa la barbarie. Es conocida en la novela como "la
devoradora de hombres." Ella parece ser una mujer sin escrúpulos, pero ante Santos Luzardo se le nota que
aparece la ternura que ella tiene escondida.
Representa la barbaridad del llano, es todo lo contrario a Santos Luzardo; ella es arbitraria, violenta, astuta y
caprichosa. Sin embargo, todavía en ella no hay una ausencia absoluta de sentimientos, que son despertados
intensamente por Santos Luzardo. Sus maneras contradictorias son producto de su herencia mestiza y reflejan
el comportamiento salvaje de su ambiente. Su comportamiento es una reacción al trauma que ella sufrió en su
niñez, víctima de altos niveles de abuso.
Marisela es hija de Doña Bárbara. Al comienzo es víctima de la barbarie pero Santos Luzardo la enseña a ser
civilizada. Marisela es la mujer que Doña Bárbara hubiera sido si ella no hubiera pasado por las tragedias de
la vida. Ella representa el progreso que uno puede lograr a través de la educación.
Lorenzo Barquero es un joven con mucho futuro por delante, que al morir su padre se ve obligado a regresar
al llano en donde su voluntad es destruida por la desgracia y el vicio.
Juan Primito, representa la superstición y la creencia pagana de los hombres del llano. Mandador de Doña
Bárbara, enamorado de Marisela.
Guillermo Danger: llamado también "Míster Danger" Representa el desprecio de los extranjeros hacia los
venezolanos. Es cómplice de Doña Bárbara.
Balbino Paiba, Melquiades Gamarra: ayudan a Doña Bárbara a matar a los hombres que Bárbara mandaba a
matar sin necesidad que esta les pagara.
Antonio Sandoval, Juan Palacios (Pajarote, Carmelito López, María Nieves: son los peones de la hacienda
Altamira.
Félix Luzardo: hijo primogénito de Don José y Doña Asunción, él es asesinado por su propio padre.
Doña Bárbara representa aquella Venezuela cruel, insensible por la corrupción, traición, despotismo, falta de
libertad, latifundismo e injusticia y brujería; pero en el melodrama se muestra que en la realidad existía
también una raza buena que ama, sufre y espera para luchar contra la dictadura desenfrenada de aquel
entonces, gente representada por Santos Luzardo.
Es una novela realista, hay en ella una observación profunda de la lucha del hombre por la tierra, del mundo,
una marcada descripción de una realidad, su intención va más allá de lo literario. Persigue un fin social, un
cambio en la sociedad, la obra muestra la clásica y casi compulsiva obsesión de Rómulo Gallegos por incidir
en la realidad venezolana bárbara e insensata del siglo XIX.
Luego de la negativa inicial que la única manera de progreso es el cumplimiento de la ley y que existen
mecanismos colectivos de bien común que van más allá de simples personalismos e instintos particulares.
Gallegos plantea, pues, una solución al caudillismo.
"¿La Ley del Llano? -replicó Antonio, socarronamente. ¿Sabe usted cómo se la mienta por aquí? Ley de
doña Bárbara. Porque dicen que ella pagó para que se la hicieran a la medida."
La forma básica de la historia romanesca de búsqueda (o deseo, intención, necesidad…) es el tema de la
muerte del adversario, generalmente bajo un aspecto ritual. Doña Bárbara es un personaje demasiado fuerte
para un final vulgar. Su «muerte» o desaparición será simbólico, envuelto en misterio.
Se extiende más, sería no apenas la muerte de la «devoradora de hombres», sino el exterminio de toda la
barbarie. Se observa, al nivel del enunciado que ella se deja envolver por el aspecto inmaculado del carácter
del héroe en el recuerdo de su amor sereno y virginal por Asdrúbal:
"…se había visto, de pronto, a sí misma, bañada en el resplandor de una hoguera que ardía en una playa
desierta y salvaje, pendiente de las palabras de Asdrúbal, y el doloroso recuerdo le amansó la fiereza."
Los personajes principales -héroe/enemigo- son necesarios a la historia romanesca de la búsqueda, que
envuelve el conflicto. Esa estructura dialéctica va a llevar a la tensión: protagonista Santos Luzardo y
Antagonista Doña Bárbara.
En la medida en que la obra se acerca al mito, podemos dar a Santos Luzardo características divinas, el héroe
es un libertador que viene de un mundo superior. En el mito solar, el héroe viaja peligrosamente a través de
un laberinto o mundo inferior, en que un monstruo intenta derribarlo o impedir la realización de sus ideas
positivas. Santos Luzardo llega por el río con sol viajando en un barco:
"Un sol cegante, de mediodía llanero, centellea en las aguas amarillas y sobre los árboles que pueblan sus
márgenes… Se acentúa el bochorno del mediodía…"
El antagonista posee siempre cualidades demoníacas. Doña Bárbara representa el mundo inferior, la
esterilidad social. Su conducta contra-ideológica (en relación a la norma social vigente) no puede ser aceptada
por las leyes de la civilización, ya que no corresponde a los preceptos de determinado sistema. Apenas
engendró una hija, renegada, siendo que el padre era Lorenzo, nieto de un Luzardo, su oponente.
"Acababa de servirse un vaso de agua y se lo llevaba a los labios, cuando, haciendo un gesto de sorpresa,
echó atrás la cara y se quedó mirando fijamente el contenido del envase suspendido a la altura de sus ojos.
Enseguida, la expresión de extrañeza fue reemplazada por otra, de asombro."
Hay varias otras negaciones de las brujerías de doña Bárbara. En términos de «hechura literaria», se podría
ver un trazo de la modernización del autor, cuestionando la mistificación, en la misma obra. Los personajes
son alegóricos en la medida que personifican dos fuerzas opuestas. Bárbara también es producto del medio -
en su carácter se unen la lujuria, la codicia, la superstición. La pureza existe apenas en su memoria, el
recuerdo de Barbarita en su amor irrealizado por Asdrúbal.
Si observamos las cualidades de Doña Bárbara es llenar una carencia que se establece al nivel de lo real.
"Era la decadencia que ya había comenzado. La mujer indomable que ante nada se había detenido se
encontraba ahora en presencia de algo contra lo cual no sabía luchar."
Este fragmento nos muestra la transformación de la barbarie, pero de la mujer que a medida del tiempo va
logrando sus objetivos y el espacio necesario en la sociedad. Doña Bárbara en su personaje muestra esta
evolución pasa de ser la víctima de obras narrativas anteriores a la victimaria
La estructura romanesca es la búsqueda, por parte de la libido (o el yo que desea) de una realización que la
libere de las angustias de la realidad, pero que contenga esa realidad. En términos rituales, es la historia de la
fertilidad sobre la tierra estéril.
Así que centrada en la contradicción cultura barbarie, la eterna contradicción humana, Doña Bárbara
aprehende la realidad en forma dualista, en una estructura bipolar, al acentuar la separación de categorías, con
miras a una denuncia inequívoca del abuso y de la explotación, etapa importante en el proceso de dilucidación
de la dinámica social. La existencia de esta obra no se explica si se la despoja de la polaridad axiológica,
proveniente del positivismo y su afán reformista, proyectada simbólicamente.
Con la armonía de texto y contexto, ahí está todo el proceso de la realidad americana y del cambio de la mujer
al ser así un verdadero documento histórico y humano. Gallegos, escritor identificado con su
contemporaneidad, en esa «literatura de explicitación», se dedicó a una tarea de autointerpretación, a una
reflexión sobre América, su destino y su historia.
Por todo esto, creemos que Doña Bárbara representa el paso de la literatura telúrica a una literatura que quiere
adentrarse en el hombre, en aquellos problemas que lo hacen de aquí y de todas partes: el hombre, con sus
interrogantes, frente a su destino. Refleja una historia auténtica del desarrollo de la humanidad y cómo la
mujer se incluye dentro de este proceso, reflejo de la vida de los pueblos y de la valoración sobre la presencia
femenina en los siglos XIX y XX.
Doña Bárbara, como expresión de los conflictos heredados desde la época de la colonia en Venezuela, en este
tipo de narraciones se entretejen: ideas liberales del siglo XIX, que deben convertirse en el paradigma a
aplicar para que el país alcance el progreso a toda costa, quizá es esta la apuesta de Gallegos, por eso escoge
el escenario natural y abrupto del Apure, lejos de la ciudad, pero en donde la vida de ciudad se convierte en
un bien que da status al ciudadano con relación a los que han permanecido en el llano, y que deben ver según
el narrador en el hombre de ciudad, a aquel que es ilustrado y que debe convertirse en paradigma ético,
económico, y de relaciones sociales, políticas y también en aquél que debe imponer la justicia a toda costa,
entendida la justicia como el imperio de la Ley.
El realismo en Doña Bárbara adquiere relevancia en el sentido que el autor da voz propia a los personajes,
logrando que la narración se centre en los problemas sociales, que manifiesta cada uno de los grupos que el
autor perenniza en la obra que ocupa nuestro interés Es un análisis de la sociedad llanera, y en general, del
país. Representa el conflicto entre la civilización y la barbarie.
Es esta mujer un ser indomable y recio hasta consigo misma .Ni aun la maternidad aplacó el rencor de la
devoradora de hombres; por el contrario, se lo exasperó más. Un hijo en sus entrañas era para ella una victoria
del macho, una nueva violencia sufrida, y bajo el imperio de este sentimiento concibió y dio a luz una niña
que otros pechos tuvieron que amamantar, porque no quiso ni verla siquiera.
El parentesco de Doña Bárbara con la esfinge puede extenderse, si queremos, a Medusa, una de las Gorgonas,
ambas terribles con una mirada penetrante, capaces de convertir a los hombres en piedra o de destruirlos con
una simple caricia. Enigma por excelencia, Doña Bárbara contiene, cambia la imagen de la mujer hasta el
momento. Símbolo de la madre terrible en la que se hallan rasgos mitológicos. Bajo la máscara que concierne
a la imagen de la madre y también a la naturaleza, se esconde también la bruja.
Doña Bárbara aparece revestida de una ambivalencia notable: como imagen de la naturaleza y como la
imagen terrible, como sentido y figura de la muerte. Vemos, por eso, que para Marisela, regresar a la madre
significa morir.
Doña Bárbara representa la barbaridad del llano, ella es arbitraria, violenta, astuta y caprichosa. Sin embargo,
todavía en ella no hay una ausencia absoluta de sentimientos, que son despertados intensamente por Santos
Luzardo.
Sus maneras contradictorias son producto de su herencia mestiza y reflejan el comportamiento salvaje de su
ambiente. Su comportamiento es una reacción al trauma que ella sufrió en su niñez, víctima de altos niveles
de abuso.
En la obra Doña Bárbara, el final se desarrolla rumbo a lo bueno, porque al principio Doña Bárbara es una
encarnación de la crueldad, maldad, y brujería, resume la maldad, sin embargo, con la influencia de Luzardo,
se convirtió en una persona buena, así que el final de Doña Bárbara muestra una vuelta al inicio sin dejar de
verse la presencia de las características de esta mujer diferente: mucho más independiente, dueña de sí misma
y de la realidad circundante.
La novela se centra en la contradicción cultura – barbarie, la eterna contradicción humana, Doña Bárbara
aprehende la realidad en forma dualista, en una estructura bipolar, acentuando la separación de categorías, con
miras a una denuncia inequívoca del abuso y de la explotación, etapa importante en el proceso de dilucidación
de la dinámica social. La existencia de esta obra no se explica si se la despoja de la polaridad axiológica,
proveniente del positivismo y su afán reformista, proyectada simbólicamente
Creemos que Doña Bárbara representa el paso de la literatura telúrica a una literatura que quiere adentrarse en
el hombre, en aquellos problemas que lo hacen de aquí y de todas partes: el hombre, con sus interrogantes,
frente a su destino.