Cuento Viajando en Una Burbuja

| INICIAL 3 A 5 AÑOS |
Cuento
Viajando en una burbuja
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN INICIAL

Viajando en una burbuja 3 a 5 años | Inicial
Había una vez, en una pequeña comunidad del Perú, dos hermanos
mellizos llamados Ada y Yerson. Desde que nacieron, casi a la vez,
hacían todo juntos: se levantaban a la vez, iban corriendo al baño a
la vez, pero uno siempre llegaba antes que el otro, y el otro tenía
que esperar, y se sentaban en la mesa, a la vez.
2
Un día, mientras Ada se

lavaba las manos, se dio
cuenta de que salían
algunas burbujas de jabón…
—¡Mira cómo vuelan, Ada!

¡Waaaaau!
—Sí, Yerson… son burbujas…

¡cómo me gustaría viajar en
una burbuja y conocer más
lugares!
—Ja, ja, ja… ¡Ay, Ada!, ¡qué

ideas más raras tienes!
3
Los mellizos pensaban que estaban solos, pero había un ser

que los escuchaba. Era un espíritu que estaba lejos, muy
lejos de Ada y Yerson, pero le llegaban las voces de los
hermanos. A este espíritu, llamado “Chikán” −que quiere
decir “único y distinto a todos”− le encantaban los viajes.
4
Chikán escuchaba a los hermanos y pensaba…
—¡Cómo extraño viajar por el Perú!
Pensó Chikán, suspirando, y entonces recordó

las burbujas de jabón…
—¿Y si creara unas burbujas mágicas gigantes

para que Ada y Yerson viajen por encima de
estas montañas? Ja, ja, ja, ja… Jo, jo, jo… ¡qué
ocurrente soy! —Se celebraba a sí mismo,
nuestro amigo Chikán.
5
Cuando cayó la noche, y Ada y Yerson ya

estaban listos para dormir, Chikán sopló sobre
sus rostros suavemente… con su magia…
—¡Ay, qué sueño me ha dado! —dijo Yerson

somnoliento.
—A mí también…ya me duer… —contestó Ada sin

poder terminar la frase por el sueño.
Ada y Yerson cayeron en un sueño muy profundo.

Era como un pozo sin fondo o un lago infinito.
6
De pronto, despertaron…
—¡Yerson! ¡Yerson!
—¡Ada! ¡Ada!
Cada uno estaba en una burbuja

diferente. Ada estaba dentro de una
burbuja celeste y Yerson dentro de una
burbuja verde limón. ¿Qué era esto?
—¡Hermanitooo! ¡Veeeeen! 7
—Ada levantó sus manos, llamando a

Yerson y, de pronto, ¡la burbuja voló
hacia arriba!
—¡Ahí te sigo, Ada! —exclamó Yerson,

mientras repetía el movimiento y
alcanzaba a su hermana.
8
Nuestros amigos descubrieron que moviendo

su cuerpo podían viajar en la burbuja. Podían
ir hacia arriba si levantaban las manos y hacia
abajo si se tocaban los pies.
¿Qué pasaría si daban saltos? ¡Sí! ¡La burbuja

también saltaba! ¡La burbuja seguía los
movimientos de sus cuerpos! Y también
flotaba, ¡como una nave! ¡o un helicóptero!
—¡Yerson!, ¡vamos a viajar! ¡Vamos a la punta

de la montaña!
—¡Vamooos!
9
Y así, Ada y Yerson salieron por la

ventana y se fueron arriba de la
montaña. Desde ahí vieron el río y
los riachuelos, los techos de tejas
de las casas, la luna iluminaba la
noche con una luz celestina.
10
—Ada, ¡mira, mira! ¡Cuando

piso fuerte mi burbuja se
hunde!
—¡Cuidado, Yerson! ¡No se

vaya a romper!
—Ja, ja, ja… ¡No creo!
Mientras Ada y Yerson seguían

jugando con sus cuerpos
dentro de las burbujas, Chikán
los miraba, desde la rama de
un árbol. Se le ocurrían
muchas travesuras, ¡en verdad
que era muy travieso!
11
—¡Voy a presentarme! —Pensó.
Y él también se metió a una burbuja.
—¡¿Ada?! —Dijo Yerson con duda…

—¡Ahhh! ¡Yerson! ¿Qué es eso?
—exclamó Ada asustada.
—¿Qué es eso?, ¿cómo que QUÉ?
¡Quién es! Yo soy Chikán y soy quien
los puso en estas burbujas gigantes.
Cuando escucharon estas palabras,

Ada y Yerson comenzaron a sentir
miedo. ¿Quién era ese ser y por qué
los había metido en burbujas de
jabón? Ada empezó a sentir mucho
frío y Yerson quería correr, pero
como no podía salir de la burbuja,
corría sobre su sitio.
—Yerson, ¿por qué corres?
—¡No sé, Ada! ¡No sé qué hacer!
12
Chikán se dio cuenta de lo que

pasaba y decidió hablarles…
—Ada y Yerson, no se asusten

que no vengo a hacerles daño,
solo quiero jugar un rato con
ustedes y viajar por estas
hermosas tierras…
—¡Ayyy! —suspiró Ada… y

Yerson se quedó quieto.
—¿Ya se sienten más

tranquilos? —Preguntó Chikán.
Ambos niños dijeron que sí con
su cabeza.
—¿Nos vamos a quedar para

siempre en estas burbujas?
—Preguntó Ada.
13
—Ja, ja, ja, ja... ¡Por supuesto que

no! ¡Yo mismo les enseñaré a
salir de la burbuja cuando
ustedes quieran! Pero antes,
¡juguemos!, ¡volemos por todos
lados con las burbujas mágicas!
14
Así que Ada y Yerson continuaron

jugando y descubrieron que podían
subir hasta la punta de la montaña y
luego bajar muy rápido, ¡solo tenían
que subir y bajar los brazos! También
podían ir de lado a lado, inclinándose
hacia un lado y hacia el otro…
—Ja, ja, ja, ja… ¡Qué divertido! ¿Vamos

a volar sobre el río? —dijo Ada feliz.
—¡Vamos! —contestó Yerson.
—¡Yo también los acompaño, niños!

—dijo Chikán.
15
Volaron sobre el río y vieron

cómo nadaban los peces…
—¡Mira! ¡Una trucha!

—dijo Yerson.
Llegaron hasta la laguna y

rodaron sobre el agua…
—¡Waaaaau!
16
De pronto, Ada se sintió cansada…
—Yerson, ya quiero salir de la burbuja

—dijo Ada con desgano.
—¿En verdad? —contestó el hermano.
—Sí… —respondió la niña.
Y Chikán los escuchó, cumpliendo su

promesa les dijo:
—Está bien, ahora les enseñaré a salir

de esta gran burbuja. Solo tienen que
bajar hasta el pasto, pararse muy
derechos y decir: “¡Ábrete puerta!”
17
Ninguno de los dos se movía, hasta que Yerson dijo:
—¡Yo empiezo!
—¡No, yo empiezo! —respondió Ada, pero ya estaban los

dos parados diciendo...
—¡Ábrete puerta!
Para su asombro, se dibujó una puerta en la burbuja,
18
y casi a la vez, como siempre,

Ada y Yerson dieron un paso…
¡y pum! ¡Se cayeron al pasto y
rodaron y rodaron!
—¡Auuu! —se lamentó Ada.
—Ja, ja, ja… Aquí no podemos

flotar, Ada… —le dijo Yerson.
—Ja, ja, ja… no… —le respondió

divertida su hermana.
Tocaron el pasto, respiraron

aire puro, y voltearon para
agradecer a Chikán, pero él ya
se había ido.
19
A la mañana siguiente…
—¡Ada, Ada! ¡No sabes

lo que soñé!
—Ja, ja… ¡Tú no sabes

lo que yo soñé!
—¡Estábamos los dos

dentro de unas
burbujas gigantes!
—dijeron ambos al
mismo tiempo.
—¡Ohhhhhh!
—¡Reaccionaron con
asombro!
FIN
Autoras:
Annemie Cuculiza y Cindy Miranda
20

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Un día, mientras Ada se

—¡Mira cómo vuelan, Ada!

—Sí, Yerson… son burbujas…

—Ja, ja, ja… ¡Ay, Ada!, ¡qué

Los mellizos pensaban que estaban solos, pero había un ser

Chikán escuchaba a los hermanos y pensaba…

—¡Cómo extraño viajar por el Perú!

Pensó Chikán, suspirando, y entonces recordó

—¿Y si creara unas burbujas mágicas gigantes

Cuando cayó la noche, y Ada y Yerson ya

—¡Ay, qué sueño me ha dado! —dijo Yerson

—A mí también…ya me duer… —contestó Ada sin

Ada y Yerson cayeron en un sueño muy profundo.

Cada uno estaba en una burbuja

—Ada levantó sus manos, llamando a

—¡Ahí te sigo, Ada! —exclamó Yerson,

Nuestros amigos descubrieron que moviendo

¿Qué pasaría si daban saltos? ¡Sí! ¡La burbuja

—¡Yerson!, ¡vamos a viajar! ¡Vamos a la punta

Y así, Ada y Yerson salieron por la

—Ada, ¡mira, mira! ¡Cuando

—¡Cuidado, Yerson! ¡No se

—Ja, ja, ja… ¡No creo!

Mientras Ada y Yerson seguían

—¡Voy a presentarme! —Pensó.

Y él también se metió a una burbuja.

—¡¿Ada?! —Dijo Yerson con duda…

Cuando escucharon estas palabras,

—Yerson, ¿por qué corres?

—¡No sé, Ada! ¡No sé qué hacer!

Chikán se dio cuenta de lo que

—Ada y Yerson, no se asusten

—¡Ayyy! —suspiró Ada… y

—¿Ya se sienten más

—¿Nos vamos a quedar para

—Ja, ja, ja, ja... ¡Por supuesto que

Así que Ada y Yerson continuaron

—Ja, ja, ja, ja… ¡Qué divertido! ¿Vamos

—¡Vamos! —contestó Yerson.

—¡Yo también los acompaño, niños!

Volaron sobre el río y vieron

—¡Mira! ¡Una trucha!

Llegaron hasta la laguna y

De pronto, Ada se sintió cansada…

—Yerson, ya quiero salir de la burbuja

—¿En verdad? —contestó el hermano.

—Sí… —respondió la niña.

Y Chikán los escuchó, cumpliendo su

—Está bien, ahora les enseñaré a salir

Ninguno de los dos se movía, hasta que Yerson dijo:

—¡No, yo empiezo! —respondió Ada, pero ya estaban los

Para su asombro, se dibujó una puerta en la burbuja,

y casi a la vez, como siempre,

—¡Auuu! —se lamentó Ada.

—Ja, ja, ja… Aquí no podemos

—Ja, ja, ja… no… —le respondió

Tocaron el pasto, respiraron

—¡Ada, Ada! ¡No sabes