Diagnóstico: Programa Presupuestario: U008 "Prevención y Control Del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes"
Diagnóstico: Programa Presupuestario: U008 "Prevención y Control Del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes"
Diagnóstico: Programa Presupuestario: U008 "Prevención y Control Del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes"
Por su magnitud, frecuencia, ritmo de crecimiento y las presiones que ejercen sobre el Sistema
Nacional de Salud, las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) y de manera particular la
diabetes mellitus tipo 2 (DM2), obesidad, enfermedades cardiovasculares y las dislipidemias,
representan una emergencia sanitaria, además de que afectan de manera importante la productividad
y nuestro desarrollo económico como país.
Las ECNT, son uno de los mayores retos que enfrenta el sistema de salud mexicano debido al gran
número de casos detectados; la creciente contribución en la mortalidad general; tasas de incapacidad
prematura y la complejidad y el costo elevado del tratamiento, son solo algunos de los problemas
actuales de la salud pública. En el desarrollo de las ECNT, también ejercen una enorme influencia los
determinantes sociales de la salud como los ingresos, la educación, el empleo, las condiciones de
trabajo, el grupo étnico, y el género por lo que la epidemia de las ECNT está impulsada por la
globalización, la urbanización, la situación económica y demográfica, y los cambios del modo de vida;
estas enfermedades están causadas principalmente por un conjunto de factores de riesgo comunes
como un régimen alimentario poco saludable, la inactividad física, la obesidad, el consumo nocivo de
alcohol y el tabaquismo entre otros. Las fuerzas culturales y del sector privado también desempeñan
un papel importante, por lo tanto, las ECNT constituyen un complejo problema de salud pública y un
reto para el desarrollo económico ya que requieren intervenciones tanto del Sistema Nacional de Salud,
así como de otros sectores del gobierno, la sociedad civil y el sector privado.
En México, se han establecido Programas de Acción Específicos para hacer frente al problema de
salud pública que representa las ECNT. Como parte del Programa Nacional de Salud 2001-2006 se
establecen Programas de Acción de Enfermedades Cardiovasculares, Hipertensión Arterial,
Envejecimiento y Diabetes, en los cuales el objetivo principal fue prevenir, controlar y, en su caso,
retrasar la aparición del riesgo cardiovascular y la diabetes así como sus complicaciones para
aumentar el número de años de vida saludable en la población mexicana y mejorar la calidad de vida
en las personas que presentan estos padecimientos y un Envejecimiento saludable, mediante
intervenciones basadas en las mejores evidencias científicas.
Dentro de las acciones que el Ejecutivo ha implementado para dar respuesta a este importante reto de
salud pública, podemos mencionar las siguientes:
El Acuerdo Nacional de Salud Alimentaria. Estrategia contra el sobrepeso y la obesidad (ANSA, 2010).-
Tras un análisis del grave problema que representan el sobrepeso y la obesidad en nuestro país, la
Secretaría de Salud impulsó la creación del Acuerdo Nacional de Salud Alimentaria (ANSA). Este
acuerdo fue concertado por el Gobierno Federal junto con la participación de la industria, organismos
no gubernamentales y la academia.
El ANSA tiene como principal objetivo revertir la epidemia de enfermedades no trasmisibles, derivadas
del sobrepeso y la obesidad, con acciones dirigidas especialmente a los menores de edad. Asimismo,
define 10 objetivos que podrían contribuir de forma efectiva a la contención y eventual reversión de la
epidemia de obesidad que vive México. Dicha estrategia hace hincapié en el hecho de que la
prevención de la obesidades una responsabilidad central del Estado, responsabilidad fundamental para
la sustentabilidad del desarrollo nacional y de la salud pública. Los dos factores de riesgo sobre los
que se enfocó; fueron la insuficiente actividad física e ingestión de alimentos saludables en la población
y los determinantes económicos y de mercado, sociales, culturales y legales que contribuyen a generar
un ambiente poco propicio para llevar una vida saludable.
Este Acuerdo incluye un Anexo Único donde se describen las características nutrimentales del tipo de
alimentos y bebidas que facilitan una alimentación correcta, incluye alimentos preparados y
procesados, promoviendo el consumo de verduras, frutas y agua simple potable.
Ley de ayuda alimentaria para los trabajadores.- Esta Ley fue publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 17 de enero de 2011, tiene como objeto “promover y regular la instrumentación de
esquemas de ayuda alimentaria en beneficio de los trabajadores, con el propósito de mejorar su estado
nutricional, así como de prevenir las enfermedades vinculadas con una alimentación deficiente y
proteger la salud en el ámbito ocupacional.
El Consejo está integrado por representantes de la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
(ISSSTE), y las secretarías de Economía, Trabajo y Previsión Social, Educación Pública y Agricultura,
Ganadería, Recursos Naturales y Pesca.
El día 26 de febrero de 2013, en el Diario Oficial de la Federación, se publicó el Decreto por el que se
reforma el artículo 3o. en sus fracciones III, VII y VIII; y 73, fracción XXV, y se adiciona un párrafo
tercero, un inciso d) al párrafo segundo de la fracción II y una fracción IX.
En la meta nacional “México Incluyente”, se busca garantizar el ejercicio efectivo de los derechos
sociales de todos los mexicanos, promoviendo esquemas más allá del asistencialismo y conectando
al capital humano y social con las oportunidades que genere la economía en el marco de una nueva
productividad social, disminuyendo las brechas de desigualdad, y promoviendo la más amplia
participación social en las políticas públicas como factor de cohesión y ciudadanía.
El presente documento de diagnóstico tiene como objetivo justificar la operación de los Programas de
Diabetes Mellitus, Envejecimiento y Obesidad-Riesgo Cardiovascular del Centro Nacional de
Programas Preventivos y Control de Enfermedades así como el de Alimentación y Actividad Física de
la Dirección General de Promoción de la Salud.
El sedentarismo y el poco tiempo dedicado a actividades físicas moderadas o vigorosas, sugieren una
importante contribución al aumento de la prevalencia de la obesidad en los últimos años.
Para el año 2012 y de acuerdo con los resultados de la ENSANUT, la prevalencia de sobrepeso y
obesidad en México en adultos fue de 71.3% (que representa a 48.6 millones de personas). La
prevalencia de obesidad en este grupo fue de 32.4% y la de sobrepeso de 38.8%. La obesidad fue
más alta en el sexo femenino (37.5%) que en el masculino (26.8%). De 1988 a 2012 la obesidad en
mujeres de 20 a 49 años se incrementó de 9.5 a 35.2%. La prevalencia más alta de obesidad se
presenta en el grupo de edad de 40 a 49 años en hombres y de 50 a 59 años en mujeres. Siendo más
alta en las localidades urbanas 28.5%. La prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad es en las
mujeres (73.0%) que en los hombres (69.4%). Gráfico 1.
Gráfico 1. Sobrepeso y obesidad en México, ENSANUT 2012
80
70 2.99 1.77 4.09
7.31 4.98 9.42
60
50 22.14 20.05
24.03
40
30
20 38.84 42.56
35.48
10
0
Total Hombres Mujeres
La Unidad de Análisis Económico (UAE) de la Secretaría de Salud, generó un estudio sobre el costo
de la obesidad en México el cual mostró las primeras estimaciones del costo directo en atención médica
y del costo indirecto por muerte prematura en edad productiva. El costo público directo en México se
estimó bajo el escenario base en 42,000 millones de pesos en 2008, 13% del gasto total en salud y
0.3% del producto interno bruto (PIB) de ese año. De seguir esta tendencia el costo de no aplicar
acciones de prevención y control costo-efectivas para combatir la obesidad, los factores de riesgo y
enfermedades crónicas no transmisibles asociadas, fluctuará en 2017 entre 78,000 millones y 101,000
millones de pesos de 2008, cifras que representan un incremento entre 86 y 101% respecto al costo
directo estimado para 2008.
Riesgo Cardiovascular
Las enfermedades tales como las dislipidemias, hipertensión arterial, obesidad, y síndrome metabólico
y las enfermedades que se generan como complicaciones de estas son consideradas como de Riesgo
Cardiovascular. De acuerdo a la OMS las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de
muerte en todo el mundo.
Se calcula que en 2008 murieron por esta causa 17.3 millones de personas, lo cual representa 30%
de todas las muertes registradas a nivel mundial; 7.3 millones de esas muertes se debieron a la
cardiopatía coronaria, y 6.2 millones a los accidentes vasculares cerebrales. Según la OPS, durante
los próximos diez años se estima que ocurrirán aproximadamente 20.7 millones de defunciones por
enfermedades cardiovasculares en América, de éstas 2.4 pueden ser atribuidas a la hipertensión
arterial, componente importante del riesgo cardiovascular.
En América Latina y el Caribe, las enfermedades cardiovasculares representan una tercera parte de
todas las defunciones asociadas a ECNT. Cada año mueren alrededor de 17 millones de personas a
nivel mundial por enfermedad cardiovascular y se estima que cada cuatro segundos ocurre un evento
coronario y cada cinco un evento vascular cerebral. Aproximadamente entre 1.5 a 5% de la población
que padece hipertensión arterial sistémica, muere cada año por causas directamente relacionadas a
esta enfermedad. Por su parte, la cardiopatía isquémica afecta a hombres de edad mediana y
avanzada; su mortalidad es 20% más alta que en las mujeres; la población adulta mayor de 65 años
es la más afectada.
Se estima que en 2030 morirán cerca de 23.3 millones de personas por enfermedades
cardiovasculares, sobre todo por cardiopatías y accidente vascular cerebral; se prevé que sigan siendo
la principal causa de muerte. En México, poco más de 87 mil personas fallecieron a causa de alguna
enfermedad del corazón, principalmente la población adulta mayor de 65 años y más con predominio
en el sexo masculino. Los porcentajes de infarto agudo al miocardio y enfermedad isquémica del
corazón también son más comunes en los hombres en comparación con las mujeres, sin embargo, en
estas últimas, se muestran mayores porcentajes en la prevalencia de hipertensión arterial y otras
enfermedades cerebrovasculares. La enfermedad cardiovascular constituye una de las causas más
importantes de discapacidad y muerte prematura en México y a nivel mundial, ocasiona un serio
problema de salud pública en varios países y contribuye sustancialmente al aumento de los costos de
la atención de salud.
La incidencia de las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) aumentó desde el inicio de siglo XX hasta
el punto en que llegó a ser la primera causa de muerte en los países industrializados; esto se debió en
gran medida, a los cambios de estilo de vida tradicionales. La OMS estimó en 1995, que las
enfermedades cardiovasculares representaban la causa más frecuente de mortalidad en el ámbito
mundial, rebasando a la mortalidad ocasionada por enfermedades infecciosas y parasitarias.
Los factores de riesgo cardiovascular, son responsables de las causas más frecuentes de morbilidad
y mortalidad general, tanto en el mundo como en México. Las muertes por enfermedades
cardiovasculares afectan por igual a ambos sexos, y más de 80% se producen en países de ingresos
bajos y medios.
Los factores de riesgo son características o conductas de las personas que aumentan la probabilidad
de sufrir una enfermedad cardiovascular, los que se asocian con la enfermedad coronaria tienen que
ver con la edad, género, tabaquismo, diabetes, hipertensión arterial, obesidad y sedentarismo, pero la
lesión anatomo-patológica fundamental es la aterosclerosis: que se presenta con el transcurso de los
años y provoca repentinamente episodios coronarios y cerebrovasculares agudos. Estos factores de
riesgo pueden ser separados en modificables y no modificables según la posibilidad de influir sobre
ellos. (Cuadro II).
Obesidad 21.5 23.7 18.6 28.1 30.0 24.2 34.5 32.4 26.9 37.5
Hipertensión arterial 23.8 30.7 32.6 29.0 30.8 32.4 33.3 31.5 31.1 30.8
Edad y sexo
Antecedentes personales de enfermedad Cardiovascular
No modificables
Antecedentes familiares de enfermedad Cardiovascular
(familiares 1er grado)
Factores de riesgo
mayores Tabaquismo
Hipertensión arterial
Diabetes Mellitus
Dislipidemias
Obesidad Modificables
Obesidad abdominal
Factores de riesgo
Sedentarismo
condicionantes
Colesterol HDL<40mg/dl
Triglicéridos >150 mg/dL
La inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad más importante en todo el mundo y esto
influye considerablemente en la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles y en la salud
general de la población mundial. A partir de los resultados de actividad física y sedentarismo de la
ENSANUT 2012, se estima que 58.6% de los niños y adolescentes de 10 a 14 años refieren no haber
realizado alguna actividad física organizada (participación en deportes organizados) durante los
últimos 12 meses previos a la encuesta, 38.9% realizó una o dos actividades y 2.5% más de tres
actividades; la actividad más frecuente para este grupo de edad es el fútbol. De acuerdo con la
clasificación de la OMS, en México 22.7% de los adolescentes entre 15 y 18 años son inactivos, 18.3%
son moderadamente activos y 59% son activos. La prevalencia de inactividad física en adultos de 20
a 69 años de edad, aumento significativamente 47.3% en los últimos seis años (2006-2012). Este
fenómeno es similar al observado en otros países.
Está demostrado que la actividad física practicada con regularidad reduce el riesgo de cardiopatías
coronarias y accidentes cerebrovasculares, hipertensión. Además, la actividad física es un factor
determinante en el consumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio
energético y el control del peso. Los factores de riesgo compartidos por estas enfermedades requieren
un manejo integrado para alcanzar un adecuado control y mayor eficacia en su prevención.
Hipertensión arterial
La presión arterial elevada acelera el desarrollo de enfermedad coronaria y contribuye en forma
significativa a la patogénesis de accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca y renal. Según
los resultados de la ENSANUT 2012, se estima que en el país hay 22.4 millones de la población adulta
de 20 años o más que padece hipertensión arterial, de la cual únicamente 11.2 millones ha sido
diagnosticada por un médico. De esta población que ha sido diagnosticada y que está en tratamiento,
5.7 millones presentaron cifras de tensión arterial que pueden considerarse como adecuadas.
En el gráfico 2, se observa la incidencia por hipertensión arterial en las distintas regiones del país,
comparadas por año desde el 2006 al 2011 en la población adulta de 20 años y más. Las tasas son
de 81.5 a 74.8 respectivamente.
Hipercolesterolemia
La aterosclerosis, juega un papel central en tres de las primeras cinco causas de muerte en México.
Es un proceso multifactorial causado por condiciones que dañan al endotelio en forma crónica. La
dislipidemias es un factor causal de la aterosclerosis cuya importancia ha sido demostrada en todos
los grupos étnicos.
En México, las dislipidemias más frecuentes son concentraciones bajas de colesterol HDL y la
hipertrigliceridemia. El 48.8% de la población adulta con edades entre 20 y 69 años que viven en zonas
urbanas tienen concentraciones bajas (<35mg/dL) de colesterol-HDL (marcador clínico usado para
estimar la concentración de las lipoproteínas de alta densidad). Además, el 42.3% tiene
concentraciones altas de triglicéridos (>150mg/dL), y 27.1% concentraciones altas de colesterol
(>200mg/dL).
La prevalencia de hipercolesterolemia en 1993 fue de 35.3; para el 2000 de 42.6; en el 2005 presenta
26.5; y para el 2012 un 13.0. Estos datos muestran la variación porcentual.
Síndrome Metabólico
Constituye un conjunto de factores de riesgo asociados en una misma persona, es alto en la población
mexicana e incluye hiperglucemias, dislipidemias, obesidad abdominal e hipertensión arterial. Para el
año 2000, las cifras disponibles mostraron que cuatro de cada diez personas de 20 años y más de la
población mexicana (43.1%) presentaron este síndrome, con predominio en la población adulta menor
de 40 años.
En el periodo comprendido por las Encuestas Nacionales de Salud (1993-2012), se observó una
tendencia creciente en la prevalencia del “síndrome metabólico”, concepto que identifica los casos con
mayor riesgo de desarrollar diabetes o enfermedad cardiovascular a mediano plazo.
Los datos con respecto a mortalidad, considerando la obesidad como causa principal está poco
documentada o hay un sub-registro en los Sistemas de Salud; esto es porque el sobrepeso y la
obesidad son factores de riesgo para cursar con ECNT como la Diabetes Mellitus y el Riesgo
Cardiovascular, muchas veces no se registra en el certificado de defunción a la obesidad como causa
básica de mortalidad.
En 2005, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó 9,778 muertes y 13,035 en el año
2010, por obesidad.36 En la figura 3 podemos observar cuál ha sido la tasa de mortalidad por Obesidad
como causa básica 2006 y 2012 por entidad federativa.
Las ECV, constituyen la segunda causa de muerte en el país, tanto en mujeres como en hombres.
Destaca la cardiopatía isquémica. (Cuadro III).
Hay que mencionar que en el año 2000, las enfermedades cardiovasculares encabezadas por la
enfermedad isquémica del corazón, la cerebrovascular y la hipertensiva ocuparon respectivamente el
segundo, cuarto y décimo lugar dentro de las principales causas de muerte. En conjunto, alcanzaron
un total de 78,857 defunciones, lo que corresponde a 17.4% del total de fallecimientos registrados
durante ese año.
En el 2000, las tasa de mortalidad por enfermedad isquémica del corazón fue de 43.5; para la
enfermedad cerebrovascular de 25.2 y enfermedad hipertensiva de 23.7; para el 2006, la tasa fue de
51.3, 37.5 y 23.7 respectivamente y para el 2012, 96.1, 40.3 y 28.4 respectivamente. En 2006 para
dislipidemias la tasa fue de 0.68; obesidad 0.97; y para 2012, 1.03 y 1.43 respectivamente. (Cuadro
IV).
Cuadro IV. Mortalidad por enfermedad isquémica, cerebrovascular, enfermedad hipertensiva (2000, 2006,
2012,2013) y obesidad, dislipidemia (2006, 2012). En México.
Enfermedad
25,357 25.2 39,295 37.5 29,161 40.3 27,392 37
cerebrovascular
Enfermedad
9,747 9.7 24,819 23.7 20,532 28.4 20,462 27.6
hipertensiva
Figura 3. Tasa bruta mortalidad por Hipertensión arterial causa básica 2006 y 2012
por entidad federativa.
Diabetes mellitus
Los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT, 2012) muestra que de los 6.4
millones de la población adulta que padece diabetes, el 9.2% tenía un diagnóstico previo. Se estima
que el total de la población adulta que la padece podría ser incluso el doble, por la evidencia previa del
porcentaje de la población adulta que no conoce su condición.
Del total de la población que se identificó con este padecimiento en la ENSANUT 2012, 16% (poco
más de un millón) pertenece al grupo que reporta no contar con protección en salud; el 42% (2.7
millones) son derechohabientes del IMSS; 12% (800 mil) de otras instituciones de seguridad social, y
30% (1.9 millones) refieren estar afiliados al Sistema de Protección Social en Salud (SPSS). Por
condición de aseguramiento, el porcentaje de la población con diagnóstico previo de diabetes es de
alrededor del 6% entre los que no cuentan con protección, cerca de 15% entre los derechohabientes
de las instituciones de seguridad social diferentes al IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA, SEMAR y
entre los afiliados al SPSS es de 8.2%.
Del total de pacientes diagnosticados, 14.2% (poco más de 900 mil), comentaron no haber acudido al
médico para el control de la enfermedad en los 12 meses previos a la entrevista; es decir, se puede
considerar que no se encuentran en tratamiento y por lo tanto, están retrasando acciones de
prevención de complicaciones.
Este porcentaje representa una importante variación por condición de aseguramiento: 4% de los que
reportaron contar con aseguramiento privado no se atiende; el 27.5% de la población que padece
diabetes no cuenta con protección en salud (cerca de 280 mil personas) y no ha acudido para
atenderse este padecimiento durante al menos un año; respecto, a los afilados al SPSS, el porcentaje
es de 13% (256 mil personas); y 11% (378 mil personas) para los que se atienden en la seguridad
social. De la población que se atiende, el 39% acude al IMSS; 11.4% a otras instituciones de seguridad
social; 28% a servicios financiados por el SPSS; y 21.3% se atiende en el sector privado; de éstos
últimos, se identifica a 12% de los que cuentan con IMSS y con otros esquemas de seguridad social,
y 20% de los afiliados al SPSS.
En relación a la incidencia de este padecimiento, en el año 2012, se presentaron 417,632 casos nuevos
en todo el Sistema Nacional de Salud. Para el 2013, se presentaron 390,358 (cifras preliminares). En
el siguiente cuadro se muestra la incidencia de 1995-2013.
Diabetes Mellitus
Año
Casos Tasa*
400,000
200,000
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Año % en Control
2006 38.6
2007 37.4
2008 37.9
2009 38.5
2010 40.2
2011 41.4
2012 42.2
2013* 41.9
Fuente: SIS/DGIS/SSA
*Cifras preliminares
Mortalidad
El análisis de las tasas de mortalidad de 20 años y más para diabetes fue de:
La relación entre hombre-mujer ha tenido variaciones desde el 2000 hasta el 2013. Siendo el año 2010
donde se registran cifras similares. La diabetes mellitus, es un padecimiento complejo que lleva
implícita una serie de determinantes que comprometen el control en los pacientes y favorece el
desarrollo de complicaciones, incide también en la calidad de vida, muertes prematuras e incremento
en los costos de atención y altas tasas de hospitalización.
Al igual que en otros países, México continúa enfrentando problemas diversos que limitan la eficacia
de los programas institucionales para la contención de esta enfermedad. Destacan por su relevancia,
el insuficiente abasto de medicamentos y equipo en las unidades de primer nivel de atención; la baja
cobertura de exámenes de laboratorio; deficiencias en el sistema de referencia y contrarreferencia de
pacientes; limitaciones de los servicios de apoyo psicológico y nutricional; baja promoción de actividad
física y adherencia terapéutica. Aunado a lo anterior, existe en la población una percepción inadecuada
y desconocimiento del riesgo para desarrollar diabetes mellitus. Esto da lugar a que no se realice un
diagnóstico oportuno y no se inicie el tratamiento a tiempo.
Se debe enfatizar también en la asociación de altas tasas de comorbilidad que inciden en la gravedad
de este padecimiento, la presencia cada vez mayor de complicaciones micro y macro vasculares por
la falta de diagnóstico y tratamiento oportunos, así como de seguimiento a los pacientes.
Existen factores tanto personales como institucionales que limitan la efectividad de la atención a esta
población. Entre los primeros se puede mencionar la baja adherencia al tratamiento por parte de los
pacientes; mientras que entre los segundos destacan el aumento de la demanda de atención clínica,
el poco personal capacitado para brindarla, el insuficiente abasto de medicamentos, el equipo
inadecuado para la atención, la inaccesibilidad a exámenes de laboratorio específicos, deficiencias en
el sistema de referencia y contra referencia, limitaciones en la atención integral al paciente diabético
(apoyo psicológico y nutricional) y la baja promoción para realizar actividad física. Como resultado de
estos factores relacionados, en la población mexicana hay un precario control metabólico y con ellos
la aparición frecuente de complicaciones clínicas derivadas de este padecimiento. Es por ello que con
los pilares, ejes estratégicos, y líneas de acción que plantea la Estrategia se pretende brindar una
atención de calidad.
ENVEJECIMIENTO
En este grupo de edad, otra situación relevante lo constituye la poca o nula información existente en
materia de envejecimiento, tanto de sus patologías como de las necesidades sentidas de este grupo
poblacional. Si bien es cierto que se están realizando una serie de investigaciones en diferentes
sectores, también lo es la insuficiencia de las mismas y su falta de aplicabilidad en el país. La
Secretaría de Salud en coordinación con la OPS/OMS, está realizando esfuerzos para contar con
información veraz, oportuna y representativa, a través de la aplicación de encuestas epidemiológicas
o similares, las cuales son específicas para la persona adulta mayor que proporcionen información
sobre sus necesidades reales y sentidas.
Mortalidad
Las principales causas de mortalidad durante el 2012 fueron: 1) diabetes mellitus tipo 2; 2)
enfermedades isquémicas del corazón; 3) tumores malignos; 4) enfermedad cerebrovascular ; 5)
enfermedad hipertensiva; 6) cirrosis hepática y otras enfermedades del hígado; 7) enfermedad
obstructiva crónica; 8) infecciones de vías respiratorias agudas bajas; 9) nefritis y nefrosis; y, 10)
accidentes. En conjunto, alcanzaron un total de 276,039 defunciones, lo que corresponde al 75.38%
de todas las causas. (Cuadro 2).
Cuadro 2. Principales causas de mortalidad en las personas de 60 y más años en el Sector Salud.
México, 2012
La lactancia materna exclusiva consiste en únicamente dar al lactante leche del pecho de la madre
o leche materna extraída, evitando otro tipo de líquidos o sólidos, ni siquiera agua, con la excepción
de soluciones de rehidratación oral, suplementos nutricionales o medicamentos bajo prescripción
médica.
La alimentación complementaria es el proceso que inicia de los 6-23 meses de edad, cuando la
leche materna no es suficiente para cubrir los requerimientos nutricionales del lactante, y es necesario
complementar la alimentación con otros alimentos y líquidos además de la leche materna, que podría
continuarse más allá de los dos años.
La mitad de niñas y niños menores de dos años en México usan biberón, y solo la tercera y séptima
parte de infantes reciben lactancia materna al año y a los dos años respectivamente. La mediana de
duración de lactancia materna es de 10.2 meses. Estos datos no han tenido gran variación desde la
Encuesta Nacional de Nutrición (ENN 1999) y ENSANUT 2006.
Seguridad alimentaria: existe cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico,
económico y social a suficientes alimentos inocuos y nutritivos que satisfagan sus necesidades
alimentarias para desarrollar una vida activa y sana. De acuerdo con la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de no existir seguridad alimentaria se genera el
hambre, que afecta a cerca de 842 millones de personas en el mundo, en América Latina y el Caribe
a 47 millones, por lo que cerca de 8.3% de la población en la región de las Américas no ingiere las
calorías diarias necesarias para llevar una vida sana.
El consumo del SEA se ha modificado en los últimos 20 años. La contribución de cereales y tubérculos
se redujo y se duplicó el aporte de carnes, huevo y hortalizas. Así mismo nueve alimentos proporcionan
el 75% del SEA; maíz, azúcar, trigo, leche, carne de cerdo, aceite de soya, carne de aves de corral,
frijol y huevo. México es el primer país en la región que considera el derecho a la alimentación como
parte de una situación de privación social que trasciende las limitaciones económicas.
El derecho a la alimentación se define como “(…) aquel que se ejerce cuando todo hombre, mujer,
niña o niño, ya sea sólo o en común, tiene acceso físico y económico, en todo momento, a una
alimentación adecuada o medios para obtenerla”,14 en este sentido, existe el indicador de carencia
por acceso a la alimentación. El CONEVAL señala que en 2008 21.7% de la población mexicana era
carente por acceso a la alimentación, en 2010 esta proporción ascendió a 24.9%, pasando de 24 a 28
millones de personas.
Por otro lado, la población con menores ingresos destina un mayor porcentaje de su gasto en
alimentación, reservan en promedio 49% de su gasto a la compra de alimentos, y los del decil más alto
destinan un 22% (ENIGH, 2010). Esto implica que ante un alza de precios en alimentos hay mayor
dependencia y vulnerabilidad de hogares mexicanos con menores ingresos.
Disponer de acceso apropiado a alimentos no es suficiente para tener una buena nutrición, pues los
alimentos deben ser de calidad y diversidad adecuada, y ser consumidos en un ambiente higiénico y
por un cuerpo sano.
La desnutrición tiene diversas consecuencias, un infante con desnutrición crónica presenta retraso en
su crecimiento (se mide comparando la estatura del niño con el estándar recomendado para su edad)
e indica carencia de energía y nutrimentos por tiempo prolongado lo cual aumenta el riesgo de
enfermedades y afecta al desarrollo físico e intelectual.
En la desnutrición aguda moderada hay un peso menor con relación a su estatura, requiere un
tratamiento inmediato para prevenir que empeore a crónica o grave.
La desnutrición aguda grave se presenta cuando el niño tiene un peso muy por debajo del estándar de
referencia para su altura, altera los procesos vitales y conlleva un alto riesgo de mortalidad. El riesgo
de muerte para un niño con desnutrición aguda grave es 9 veces superior que para un niño en
condiciones normales.
La desnutrición aguda incrementa el riesgo de infección y muerte, en especial entre menores que no
son alimentados con lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida.
La ENSANUT 2012 estima que 302,279 (2.8%) de niñas y niños menores de cinco años presentan
bajo peso; 1,467,757 (13.6%) baja talla y 171,982 (1.6%) emaciación a nivel nacional. Las diferentes
Encuestas de Salud y Nutrición realizadas desde 1999 sobre la desnutrición en la población infantil de
México ha observado franca disminución en sus diferentes formas. Por ejemplo la prevalencia de
emaciación o desnutrición aguda en México representa actualmente la proporción esperada en una
distribución de niñas y niños con salud y buena alimentación, esta tendencia se ha mantenido desde
la encuesta de 1999.
Por otro lado, la baja talla o desnutrición crónica también ha tenido una disminución en la población
preescolar, al pasar de 26.9% en 1988 a 13.6% en 2012, una disminución absoluta de 13.3 puntos
porcentuales (pp) y una disminución relativa de casi la mitad (49.4%).
Sin embargo y a pesar de los grandes avances en el combate de la desnutrición en la población infantil
mexicana, existen diferencias marcadas entre las regiones del país, el sur de México sigue
manteniendo las mayores prevalencias de baja talla (19.2%), siendo las localidades rurales del sur las
más afectadas, con una prevalencia 13.9 pp mayor que el promedio nacional (27.5% vs. 13.6%). El
descenso observado en la prevalencia de baja talla en las localidades rurales del sur representa 2.4
pp en seis años; mientras que en el mismo periodo la región rural del centro tuvo una disminución de
6 pp, más del doble que la observada en el sur rural.
Determinantes sociales de la alimentación y la actividad física: La obesidad tiene un origen multicausal,
producto de estilos de vida y del entorno, con influencia de diversos determinantes subyacentes, como
la globalización, la cultura, la condición económica, la educación, la urbanización y el contexto político
y social; en este fenómeno juegan un papel importante el comportamiento individual, el entorno familiar,
comunitario y el ambiente social.
El modelo ecológico sobre la influencia de factores ambientales en la conducta individual para el
desarrollo de la obesidad postula que los individuos se encuentran inmersos en el sistema social,
ejerciendo influencia sobre su comportamiento y sus hábitos mediante diversos entornos, que van del
más distal al proximal.
La explicación de la etiología de la obesidad bajo este modelo enmarca a las causas básicas
(macrosistema), relacionadas con la transición nutricional consecuencia de la industrialización,
urbanización, globalización, el desarrollo de telecomunicaciones y cambios tecnológicos en la
producción de alimentos, transporte y las actividades recreativas.
Las causas subyacentes son resultado de las causas básicas (mesosistema) y han influido en la
pérdida de la cultura alimentaria tradicional que implica mayor uso de productos ultra procesados,
elevada disponibilidad y accesibilidad de alimentos con alta densidad energética y pobres en
nutrimentos. Las causas inmediatas de la obesidad (microsistema), propagan un balance positivo de
energía que conduce a la acumulación de grasa corporal.
Patrones de alimentación y consumo: Los actuales patrones de consumo distan de una cultura
alimentaria tradicional mexicana caracterizada por autosuficiencia y el consumo de alimentos frescos.
Se ha observado que estos factores han cambiado con el paso del tiempo, lo cual explica la transición
nutricional.
La Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) señala que entre 2008-2010 el
gasto en alimentos y bebidas fuera del hogar y el de azúcar ha aumentado; en frutas y pescados se
ha mantenido pero sigue siendo bajo y el de verduras, leguminosas y semillas sigue por debajo del
gasto en carnes y cereales. (Tabla 1).
Las hojas de balance de alimentos de la FAO indican que en México el consumo per cápita de energía
es de 3,146 kcal/día, proteínas 89.70 g/día y grasas 93.30 g/día, lo que implica un consumo mayor a
lo recomendado cercano al 143% de la energía recomendada diaria. Ya que la cantidad de energía
para mantener un peso y desempeño corporal adecuados es en promedio de 2,200 kcal/día con una
distribución de macronutrimentos de 15% (82.5 g) proteínas, 30-35% (85.5 g) grasas y 55-60% (330
g) hidratos de carbono. (Gráfica 15).
Estos datos muestran un claro ejemplo de cómo el cambio alimentario ha influido sustancialmente en
la génesis de la obesidad y sus comorbilidades relacionadas a una alimentación incorrecta
aumentando el riesgo para el desarrollo de sobrepeso, obesidad y ECNT.
Gráfica 15. Gasto en alimentos por tipo de nutrimentos. ENIGH 2010
Actividad física
La inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad a nivel mundial (6%), es la causa
principal del 21% al 25% de los cánceres de mama y colon respectivamente, 27% de casos de diabetes
y 30% de la carga de cardiopatía isquémica a nivel mundial. Un nivel adecuado de actividad física en
adultos reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes,
cáncer de mama, colon, depresión, caídas; mejora la salud ósea y funcional, y es un determinante
clave del gasto energético, y el control del peso.
Diversas publicaciones científicas han analizado los determinantes sociales que influyen en la práctica
de actividad física y han concluido al respecto que a nivel mundial existen 31.1% de personas adultas
inactivas, siendo esta prevalencia más baja en el suroeste de Asia (17%) vs lo reportado en el
continente Americano y el Mediterráneo (43%).
Con relación a la población mexicana, la ENSANUT 2012 destaca los bajos índices de actividad física
sobre todo en la población de niñas, niños y adolescentes. En el grupo de 10 a 14 años, el 58.6%
afirmó no haber realizado ninguna actividad física.
En cuanto a conducta sedentaria, únicamente el 33% de los escolares refirió haber cumplido con la
recomendación de pasar dos horas diarias o menos frente a una pantalla.
La prevalencia de dos horas diarias o menos frente a una pantalla fue significativamente mayor en las
localidades rurales (49.2%) comparada con las localidades urbanas (26%). Por otro lado, en
adolescentes se observó que 22.7% son inactivos, 18.3% moderadamente activos y 59% activos.
En cuanto a conducta sedentaria el 36.1% informó haber pasado dos horas diarias o menos frente a
una pantalla, siendo mayor en localidades rurales (48%) en comparación con localidades urbanas
(31.8%). Estos resultados reflejan que en México más de la mitad de niñas, niños y adolescentes entre
10 y 14 años no realizaron ninguna actividad física, y solamente 33% pasa menos de dos horas (el
tiempo máximo recomendado) frente a una pantalla.
Las recomendaciones mundiales sobre actividad física de la OMS señalan los beneficios y niveles de
recomendación para su práctica por grupos de edad. (Tabla 6)
La práctica de la actividad física es una forma eficaz para la prevención del sobrepeso y la obesidad.
Se reconocen como intervenciones exitosas las campañas de información en medios de comunicación
masivos con mensajes cortos dirigidos a grupos claves de la comunidad, enfocados a cambios de
conducta como el apoyo social en comunidades, la promoción de la actividad física en los centros de
trabajo y escolares como la actividad en clases. Pero sobre todo la mejora de espacio físico a escala
comunitaria como diseño urbano, calles, uso de suelo, así como aquellas estrategias que incluyen
políticas de transporte activo y planificado. Asimismo, el uso de tecnología de la información,
especialmente teléfonos móviles, tiene efectos potenciadores en la prevención del sobrepeso y la
obesidad.
Tabla 6. Niveles recomendados de actividad física para la salud. OMS, 2010
Las acciones de promoción de la actividad física deben ser operables y enfocarse en impulsar acciones
encaminadas a la creación de entornos saludables para la actividad física. Los entornos saludables se
refieren a espacios físicos que cumplen con características deseables de infraestructura y acciones de
política que la promueven y facilitan, teniendo al menos, los siguientes elementos y atributos.
Árbol de problemas
Árbol de objetivos
Nota. Con relación al objetivo del programa, se menciona que la prevención, detección son
componentes que entregará el programa a la población. El problema identificado se refiere solo al
desarrollo del sobrepeso y la obesidad, la estructura de la redacción del problema solucionado que
conformará el propósito del programa es: población objetivo + el efecto obtenido.
Determinación y Justificación de los objetivos de la intervención
El Plan Nacional de Desarrollo considera que la tarea del desarrollo y del crecimiento corresponde a
todos los actores, todos los sectores y todas las personas del país. El Programa se vincula al PND
2013-2018 en la Meta Nacional de un México Incluyente, en su objetivo de Asegurar el acceso a los
Servicios de Salud asimismo en sus cuatro estrategias con las líneas de acción que se presentan a
continuación, (Cuadro V)
La Meta Nacional, México Incluyente propone enfocar la acción de Estado en garantizar el ejercicio de
los derechos sociales y cerrar brechas de desigualdad social que aún nos dividen. El objetivo es que
se integre una sociedad con equidad, cohesión social e igualdad sustantiva.
Cuadro V. Alineación de las Metas y Objetivos Nacionales del Programa al Plan Nacional de Desarrollo.
Meta Objetivo de la Estrategia(s) del Objetivo de la Meta Objetivo del Programa de Acción
Nacional Meta Nacional Nacional Específico
La salud es una condición indispensable para el bienestar de las personas y uno de los componentes
fundamentales del capital humano al permitir que la población desarrolle todo su potencial a lo largo
de la vida. Para ello, es crucial cumplir con las metas nacionales definidas en el Programa Sectorial de
Salud 2013 – 2018.
La salud reduce la carga económica de las enfermedades e incrementa la productividad laboral. Para
alcanzar un México Incluyente, deben atenderse las diferencias innecesarias, evitables e injustas que
todavía existen en nuestro país. (Cuadro VI)
Cobertura
México enfrenta una doble carga de enfermedad resultado de la transición epidemiológica y nutricional,
caracterizada por elevadas cifras de sobrepeso y obesidad -principales factores de riesgo para el
desarrollo de enfermedades no transmisibles- y la persistencia de desnutrición, relacionadas con
inseguridad alimentaria. Esta situación pone en riesgo el estado nutricio y de salud de las personas en
todas las etapas de la vida. Se ha demostrado que la educación y orientación alimentaria con
intervenciones basadas en estilos de vida como la actividad física, la promoción de la lactancia
materna, el rescate de una cultura alimentaria tradicional correcta y entornos favorables para la salud,
son un medio eficaz para la prevención y promoción de la salud.
Matriz de Indicadores
Mide el porcentaje
(Número de casos en tratamiento
Casos en control de casos en
de diabetes mellitus e
de control de
hipertensión arterial, en
enfermedades diabetes mellitus
población de 20 años y más,
crónicas en e hipertensión Sistema de
responsabilidad de la Secretaría
población de 20 arterial, en la Información Trimestral
de Salud) /Número de casos en
años y más, población de 20 en Salud
control de diabetes mellitus e
responsabilidad años y más,
hipertensión arterial, en
de la Secretaría responsabilidad
población de 20 años y más ) x
de Salud. de la Secretaría
100
de Salud.
Porcentaje de
eventos
educativos para Red de
Número de eventos educativos
la promoción de comunicación
realizados/ Total de eventos Anual
la actividad colaborativa
programados x 100
física en de la DGPS
diferentes
entornos.
Número de
campañas
Red de
educativas
comunicación
sectoriales de Número de campañas realizadas Anual
colaborativa
promoción de
de la DGPS
estilos de vida
saludables.
Porcentaje de
eventos Red de
Número de eventos educativos
educativos comunicación
realizados / Total de eventos x Anual
sobre los colaborativa
100
beneficios de la de la DGPS
lactancia
materna
exclusiva y la
alimentación
complementaria.
Número de
eventos
realizados para Número de eventos realizados
la difusión de la para la difusión de la cultura
cultura alimentaria tradicional.
alimentaria
tradicional
Número de Número de capacitaciones
cursos de impartidas al personal de salud.
capacitación
para fortalecer
las
competencias
Red de
del personal de
comunicación
salud sobre Anual
colaborativa
alimentación
de la DGPS
correcta,
consumo de
agua simple,
actividad física y
lactancia
materna.
Número de Número de supervisiones
supervisiones realizadas.
de las
actividades
derivadas del
programa