Medios Didácticos para Una Nueva Universidad
Medios Didácticos para Una Nueva Universidad
Medios Didácticos para Una Nueva Universidad
Jesús Salinas
Jesú[email protected]
Universitat de les Illes Balears
Las modalidades de formación apoyadas en las TIC llevan a nuevas concepciones del
proceso de enseñanza-aprendizaje que acentúan la implicación activa del alumno en el
proceso de aprendizaje; la atención a las destrezas emocionales e intelectuales a
distintos niveles; la preparación de los jóvenes para asumir responsabilidades en un
mundo en rápido y constante cambio, y la flexibilidad de los alumnos para entrar en un
mundo laboral que demandará formación a lo largo de toda la vida.
Por ello, nuestra propuesta desde la experiencia en Campus Extens pasa por la
realización de acciones formativas de forma flexible, continuada e intercambiable
mediante un sistema mixto de distribución de materiales de aprendizaje y la
potenciación de un sistema de tutoría, de intercambio de experiencias y de colaboración.
Salinas, J. (2002): "Medios didácticos para una nueva universidad". Jornada sobre Innovación: El aprendizaje en
entornos virituales. Universidad Pública de navarra, Pamplona 18 abril.
Desde una dimensión pedagógica podemos señalar que este sistema de formación
requiere materiales didácticos de calidad junto a una acción de los formadores
adecuada. Por ello, contempla:
Es indudable que los alumnos en contacto con las TIC, especialmente con las redes se
benefician de varias maneras y avanzan en este sentido, ya que mejoran su contacto con
la informática y la tecnología, aprenden a trabajar en un mundo transnacional, se
desenvuelven en otros idiomas, tienen acceso a miles de informaciones antes
inalcanzables (bancos de datos, catálogos, museos, bolsas de trabajo internacionales,
etc...), etc.
Estos nuevos objetivos, esta nueva concepción de ciudadano suponen nuevos usuarios-
alumnos participantes de un proceso de enseñanza-aprendizaje donde el énfasis se
traslada de la enseñanza al aprendizaje. Se trata de un alumno conocedor, pensador y
aprendiz. Estar educado significaría, por lo tanto, la adquisición de :
Uno de los primeros aspectos que conviene destacar es la relación existente entre la
evolución tecnológica, el desarrollo de las tecnologías de la información en la sociedad
y su introducción en los sistemas de enseñanza. En general, puede afirmarse que la
introducción de las nuevas tecnologías de la información en la enseñanza se debe más a
la presión del mercado y al influjo de la sociedad que a necesidades identificadas.
Analizar el tema desde el marco de los medios de enseñanza puede ayudarnos a
comprender mejor cuales pueden ser las posibilidades reales de estas tecnologías en el
campo educativo.
Estos nuevos objetivos, esta nueva concepción de ciudadano suponen nuevos usuarios-
alumnos participantes de un proceso de enseñanza-aprendizaje donde el énfasis se
traslada de la enseñanza al aprendizaje. Se trata de un alumno conocedor, pensador y
aprendiz. Estar educado significaría, por lo tanto, la adquisición de :
Es indudable que los alumnos en contacto con las TIC, especialmente con las redes se
benefician de varias maneras y avanzan en este sentido, ya que mejoran su contacto con
la informática y la tecnología, aprenden a trabajar en un mundo transnacional, se
desenvuelven en otros idiomas, tienen acceso a miles de informaciones antes
inalcanzables (bancos de datos, catálogos, museos, bolsas de trabajo internacionales,
etc..), etc...
d) Destrezas y conocimientos relacionados tanto col las TIC como con el status
del conocimiento: Anticipar cambios en el status de conocimiento; reforzar el
potencial de transdisciplinaridad de las TIC; ayudar a la creación y a montar
proyectos pedagógicos para todos los niveles educativos – estudiantes,
profesores, escuelas; apoyar el trabajo colaborativos / cooperativo; fortalecer
procedimientos de formación básicos; promover mejores intreracciones entre el
sistema educativo y la sociedad.
El desarrollo de estas destrezas debe constituir uno de las principales metas de todo el
sistema educativo, si éste quiere contribuir a la formación de ese ciudadano del mañana
–hoy?- que estamos propiciando. Y este tipo de formación necesariamente debe
comenzar desde la enseñanza primaria. Pero nos encontramos con la situación
Salinas, J. (2002): "Medios didácticos para una nueva universidad". Jornada sobre Innovación: El aprendizaje en
entornos virituales. Universidad Pública de navarra, Pamplona 18 abril.
paradójica de tener que acercar a las TIC a alumnos de todos los niveles con lo que ello
supone de urgencia e, incluso, acciones de choque en los niveles superiores. En la
actualidad tenemos alumnos universitarios que carecen de algunas de las destrezas que
señalábamos más arriba y que van a ser necesarias para un adecuado desarrollo
profesional. Al mismo tiempo, hay que acercar a los propios profesores a estas
tecnologías.
Se trata de lograr que los actuales alumnos se transformen, como se dijo antes, en
nuevos usuarios de la formación, con una fuerte participación en el proceso de
enseñanza-aprendizaje donde el énfasis está en el aprendizaje más que en la enseñanza,
y que se caracterizan por ejercer una nueva relación con el saber, por nuevas prácticas
de aprendizaje y adaptables a situaciones educativas en permanente cambio. Desde la
perspectiva del rol del alumno, esto implica ( Withrow, 1994; Salinas, 1997):
2.- Control activo de los recursos de aprendizaje. El alumno debe poder manipular
activamente la información, debe ser capaz de organizar información de
distintas maneras, elaborar estructuras cognitivas más complejas que la simple
respuesta a pantallas previamente diseñadas. En definitiva, poseer destrezas
para usar las herramientas de información y poder acceder a las mismas, al
mismo tiempo que participa el la actualización y crecimiento de los materiales.
Los retos que para la organización del proceso de enseñanza-aprendizaje ofrecen dichas
implicaciones dependerán en gran medida del escenario de aprendizaje (el hogar, el
puesto de trabajo o el centro de recursos de aprendizaje), es decir el marco espacio-
temporal en el que el usuario desarrolla actividades de aprendizaje. El apoyo y la
orientación que recibirá en cada situación, así como la diferente disponibilidad
tecnológica son elementos cruciales en la explotación de las TIC para actividades de
formación en esta nueva situación, pero en cualquier caso se requiere flexibilidad para
cambiar de ser un alumno presencial a serlo a distancia y a la inversa, al mismo tiempo
que flexibilidad para utilizar autónomamente una variedad de materiales.
De lo que dicho hasta ahora puede comprenderse que entendemos que la evolución
hacia la sociedad de la información supone un cambio irreversible que tiene,
obviamente, consecuencias para el sistema educativo. Una de estas consecuencias es el
cambio de función en la institución educativa, que ofrece como describe Martínez
(1999) implicaciones sociológicas, metodológicas, etc. Este cambio de función afecta a
todos los elementos del proceso de enseñanza-aprendizaje: Aparecen nuevas
coordenadas espacio-temporales donde se realiza el aprendizaje tal como hemos
descrito, aparecen nuevos alumnos-usuarios que requieren estos cambios, aparecen
cambios en los objetivos, en los contenidos, en la organización, etc… Pero sobre todo,
lleva consigo cambios en los profesionales de la enseñanza y entre éstos, el cambio del
rol del profesor es uno de los más importantes, al no servir en esta nueva situación las
estrategias desplegadas en las situaciones convencionales de enseñanza.
1.- Guiar a los alumnos en el uso de las bases de información y conocimiento así
como proporcionar acceso a los mismos para usar sus propios recursos.
4.- Acceso fluido al trabajo del estudiante en consistencia con la filosofía de las
estrategias de aprendizaje empleadas y con el nuevo alumno-usuario de la
formación descrito.
Llegar a este perfil profesional requiere, como veremos, un proceso de formación y que
la planificación del mismo y la misma existencia de formadores de formadores
constituyen un tema clave. Pero además debemos pensar en términos de formación
continua, de desarrollo profesional. El profesor, tanto si se ocupa de los niveles básicos
como si se trata del profesor universitario, no solo debe estar al día de los
descubrimientos en su campo de estudio, debe atender al mismo tiempo a las posibles
innovaciones en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en las posibilidades de las
tecnologías de la información y la comunicación.
b) Las TIC en los nuevos escenarios que hemos descrito y cuya integración se
enmarca en modalidades de enseñanza flexible que van desde la educación a
distancia (enseñanzas virtuales, etc..) hasta nuevas formulas de enseñanza
presencial. La sociedad está demandando sistemas educativos más flexibles y
accesibles, menos costosos y a los que puedan incorporarse los ciudadanos a lo
largo de la vida. Para responder a estos desafíos tanto las instituciones deben
revisar sus referentes actuales y promover experiencias innovadoras en el campo
de los procesos de enseñanza-aprendizaje apoyados en las TIC (‘aulas virtuales’,
‘eseñanza en línea’, etc).
c) Las implicaciones educativas del uso doméstico de las TIC por parte de los nuevos
alumnos-usuarios. En este sentido, no podemos dejar de lado como educadores
que junto a la explotación dentro de la institución educativa, debemos atender al
efecto que pueda tener el cada vez más creciente acceso doméstico en fórmulas
que pueden caer en el ámbito de la educación informal y que constituye en el caso
de internet el principal contacto de los jóvenes con la tecnología, más que en la
institución educativa.
Cualquiera de las acciones desarrolladas en estos tres ámbitos requiere, hoy por hoy,
grandes esfuerzos por parte del profesorado. Esfuerzos dirigidos a la propia
actualización como profesionales y dirigidos, al mismo tiempo, a lograr aquellos
ciudadanos mejor preparados para la sociedad de la información, tal como se señaló
más arriba, y entre los que deben encontrarse sin duda los mismos profesores.
En efecto, este nuevo rol supone para los profesores un conjunto de cambios desde el
modelo de enseñanza agrícola-industrial a un modelo que responda a los retos de la
sociedad del mañana, que oriente las acciones de nuestro sistema educativo relacionadas
con la introducción de las TIC y que debe considerar el contexto de las realidades y los
anhelos de cada sociedad concreta (Salinas, 1998). Dicho modelo debería recoger el
conjunto de acuerdos explícitos -reflejados en documentos legales, oficiales, etc...- e
implícitos de una sociedad y que orientan las políticas y las acciones educativas de las
distintas instancias implicadas, y uno de los primeros aspectos a considerar lo constituye
el modelo de ciudadano que el modelo educativo vigente se plantea. Saber qué
consideramos un ciudadano que está (es) educado nos llevará a conocer para qué vamos
a introducir las TIC y nos ayudará a dibujar el perfil ‘tecnológico’ de los alumnos (qué
podemos considerar un ciudadano educado para el s:XXI, tal como se indicaba más
arriba al hablar de las implicaciones en los usuarios). Pero en todo caso debe atender a:
una dimensión universal (en cuanto que nos encontramos en un proceso de
mundialización de la economía, de la cultural, de la sociedad), a una dimensión nacional
(que atienda a los referentes culturales de los individuos que determinan las formas de
comunicación y la importancia de las transacciones de información para la economía
nacional), así como a una dimensión que viene dada por el papel que adquieren en la
comunidad los servicios y cuyas demandas deben ser consideradas por el sistema
educativo (algunas de ellas relacionadas cada vez más con la sociedad de la información
y por lo tanto con las TIC).
Por otra parte, para desarrollar este nuevo rol de guía y facilitador, el docente necesita
servicios de apoyo de guías y ayudas profesionales que les permitan participar
enteramente como profesionales. Los profesores constituyen un elemento esencial y
resultan imprescindibles a la hora de iniciar cualquier cambio. Sus conocimientos y
Salinas, J. (2002): "Medios didácticos para una nueva universidad". Jornada sobre Innovación: El aprendizaje en
entornos virituales. Universidad Pública de navarra, Pamplona 18 abril.
En cualquier caso, hemos de tener en cuenta, como señalan Gisbert y otros (1998) que
la actitud del docente está fuertemente condicionada por la infraestructura de
comunicaciones de que disponga; por el espacio disponible en su centro habitual de
trabajo que permita la fácil integración de la tecnología; por su preparación para el uso
de esta tecnología, y por la disponibilidad del docente para una formación permanente
con objeto de no perder la ‘carrera tecnológica’.
Los materiales didácticos para la red tienden a formar verdaderos paquetes didácticos
integrados por audio, vídeo, diapositivas, textos y software, que pueden configurar
desde materiales cerrados en situaciones de enseñanza presencial hasta materiales
abiertos en enseñanza a distancia, pasando por materiales cerrados a distancia y
materiales de carácter abierto para enseñanza de tipo presencial. En cualquier caso, la
tendencia a utilizar cursos y materiales preproducidos par la educación a distancia, no
conjuga bien con los modelos de aprendizaje colaborativo.
Mason (1998) clasifica los cursos existentes en tres grandes categorías, presentadas
como una evolución:
• ayudar a conservar destrezas humanas para cosas que necesitan realmente presencia y
feedback humanos.
Dotar a los materiales de aprendizaje de capacidad de ejercer esta autonomía por parte
de los alumnos supone cambios en el proceso de diseño de los mismos. Este nuevo
marco para el diseño nos lleva a un nuevo modelo que hace hincapié en los aspectos de
interacción y cooperación del proceso de enseñanza-aprendizaje e integra como
esenciales la indagación y la exploración, generalmente ausentes en los diseños
tradicionales. Desde estas concepciones, las TIC exigen curricula flexibles y abiertos.
Requieren materiales y cursos que, al estar centrados en el alumno, incluyan entre sus
cualidades instruccionales la flexibilidad y adaptabilidad a las distintas situaciones de
aprendizaje en las que tienen que integrarse, la posibilidad de integración de múltiples
aplicaciones y documentos (materiales genéricos y específicos de las redes, el acceso a
foros de intercambio de conocimientos profesionales y académicos,...), estrategias que
proporcionen control al usuario sobre el propio proceso de aprendizaje y la
interactividad necesaria para proporcionar un estilo conversacional o de diálogo al
proceso.
usuario y los itinerarios, en cuanto que pueden ser determinados por el autor, por el
usuario o de forma compartida y que es donde se integran las decisiones sobre si
permitiremos al usuario crear sus propios itinerarios, almacenar las rutas recorridas,
posibilidad de rehacerlas, realizar anotaciones i revisiones sobre estas rutas.
Todo ello implica un tratamiento ajustado dependiendo del tipo de materiales de que se
trate. Podemos hablar tanto de diseño de materiales nuevos, como de rediseño,
adaptación y recuperación de materiales ya existentes, o de procedimientos de
orientación y gestión de materiales –llamémosles complementarios- existentes en
Internet. Cada una de estas situaciones requerirá un diseño específico, cuyos principios
pueden verse en el capítulo 6 de esta misma obra.
**
Los diversos proyectos que han experimentado con la comunicación mediada por
ordenador muestran resultados parecidos: resulta un modo efectivo de crear una
comunidad interactiva de alumnos, pero el potencial para desarrollar aprendizaje auto-
dirigido reside fuera de la propia tecnología, reside en el diseño didáctico del entorno de
formación.
Salinas, J. (2002): "Medios didácticos para una nueva universidad". Jornada sobre Innovación: El aprendizaje en
entornos virituales. Universidad Pública de navarra, Pamplona 18 abril.
Todo esto afecta a tres aspectos que están relacionados con la explotación del potencial
de las TIC:
- La existencia de una dicotomía entre enseñanza a distancia y auto-dirección (o lo
que es lo mismo, entre la aplicación a la gestión de cursos y la explotación para
potenciar la autonomía del alumno);
- El uso de la comunicación mediada por ordenador como un potente instrumento de
aprendizaje independiente (y a distancia),
- La necesidad de nuevos escenarios donde conjugar las relaciones entre
comunicación mediada por ordenador y la auto-dirección en el aprendizaje.
Los materiales didácticos en estas situaciones tienen que formar verdaderos paquetes
didácticos integrados por audio, vídeo, diapositivas, textos y software. Estos materiales
deben ser diseñados para un doble uso: tanto los estudiantes presenciales, como
aquellos que no pueden estar físicamente presentes, conseguirán el acceso al
aprendizaje a través de una variedad de medios y con la posibilidad de clases tutoriales
y entrevistas personales (Lewis, 1988). Para Binstead cada una de estas dos
dimensiones pueden considerarse como un contínuum, que irían configurando desde los
materiales cerrados en situaciones de enseñanza presencial hasta materiales abiertos en
enseñanza a distancia, pasando por materiales cerrados a distancia y materiales de
carácter abierto para enseñanza de tipo presencial.
Salinas, J. (2002): "Medios didácticos para una nueva universidad". Jornada sobre Innovación: El aprendizaje en
entornos virituales. Universidad Pública de navarra, Pamplona 18 abril.
Materiales Materiales
cerrados Materiales abiertos
de los profesores
Cambios en las prácticas
de los estudiantes
Para ello deben ponerse en juego una variedad de tecnologías de la comunicación que
proporcionen la flexibilidad necesaria para cubrir necesidades individuales y sociales,
Salinas, J. (2002): "Medios didácticos para una nueva universidad". Jornada sobre Innovación: El aprendizaje en
entornos virituales. Universidad Pública de navarra, Pamplona 18 abril.