Mayas Palenque
Mayas Palenque
Mayas Palenque
Territorio:
Los edificios se levantan sobre una armónica sucesión de terrazas artificiales situadas
en las primeras estribaciones de la sierra de Chiapas, y desde donde dominan las tierras
bajas que se extienden hacia el Norte, protegidos al sur y al sureste por altas montañas
cubiertas de una densa selva.
Todos estos factores brindaban a Palenque una posición particularmente privilegiada y
estratégica ante la eventual posibilidad de un ataque.
Urbanismo:
Arquitectura:
Sistema constructivo
En Palenque supieron llevar a sus máximas posibilidades los sistemas constructivos creados
varios siglos antes en el Petén. Uno de los aciertos fue el aligeramiento de los techos y la
inclinación de la parte superior de los muros en la fachada (siguiendo la sugerencia de la
bóveda en saledizo). Esto permitió reducir considerablemente el espesor de sus muros
(casi en condición de pilares), ampliando en consecuencia, los espacios interiores y
multiplicando los vanos.
Los templos de Palenque lograron llevar una expresión mucho más depurada de
los elementos básicos de la arquitectura maya.
Ornamentación
Comparada con la pesada crestería de Tikal, la de Palenque está formada por dos
delgados muros muy calados que se atan entre sí y se van reduciendo hacia arriba,
transformándose en una fina peineta. A diferencia de la crestería del Petén, no descansa
sobre el muro posterior sino sobre el techo de este.
Por otro lado, la crestería no parece pertenecer únicamente a la arquitectura religiosa
(hay restos de cresterías en edificios que parecen ser residenciales). El elemento distintivo de
los santuarios es el pequeño edículo que se levanta generalmente en el aposento central,
adosado al muro posterior y que parece constituir el sancta sanctorum de casi todos los
templos de Palenque.
En el Templo de la Cruz existió un delicado edículo interior, cuyo elemento principal,
empotrado en el muro de fondo, es una de aquellas grandes lápidas ricamente esculpidas en
bajorrelieve.
CONCLUSIÓN GENERAL
Palenque, creó una arquitectura que supo respetar la condición humana, sin estar
reñida por ello con lo majestuoso. Tanto por dentro, con la amplitud de su pórtico, como
por la sobria elegancia de sus líneas exteriores, nos hallamos aquí en presencia de una
arquitectura más humana, más amable.
La simetría en los contornos de los cuerpos exteriores así como la posición central, hacen que
los templos de palenque brinden una silueta más armoniosa desde cualquier ángulo de
observación.