Ludius SP
Ludius SP
Ludius SP
Ciclo biológico:
Una vez pasados los fríos del invierno, el adulto emerge a la superficie donde realiza
el acoplamiento. La hembra realiza la puesta, preferiblemente en terrenos frescos,
húmedos y profundos, unos centímetros bajo la superficie y aproximadamente un mes
más tarde saldrán las larvas. El estado larvario dura de 4-5 años pasados los cuales
en invierno descienden 60-80 cm en el suelo y realizará el período de ninfa que dura
unas 4 semanas, tras las cuales aparecerán los adultos que volverán a realizar el ciclo
descrito.
Los huevos y larvas recién emergidas, por tener la cutícula muy fina, son muy
sensibles al frío, al calor y al ambiente seco. Más adelante, al quitinizarse la piel,
presentan mayor resistencia. La mayor actividad de esta plaga y por tanto mayores
daños se dan en primavera y otoño pues tanto en verano como en invierno el insecto
profundiza en el suelo para protegerse de las inclemencias climáticas.
Daños:
Es una plaga que afecta a numerosos cultivos hortícolas como la patata, boniato,
sandía, melón, pimiento, tomate, berenjena, lechuga, etc.
Los adultos son prácticamente inofensivos. Los daños los producen las larvas al
alimentarse y son directamente proporcionales al nivel de población de larvas en la
parcela. La incidencia de daños suele ser más grave en primaveras suaves y lluviosas.
En parcelas donde haya habido cultivo precedente de patata, maíz o cualquier otra
gramínea, es más probable que existan altas poblaciones de esta plaga.
Tras la plantación de primavera, el ataque se produce por debajo de la tierra a las
raíces y tallo de las plantas recién trasplantadas, pudiendo producir la muerte de las
mismas. Estos daños pueden llegar a ser muy importantes.
En verano y otoño se alimentan de las raíces de las plantas ya desarrolladas o de
tubérculos y bulbos.
El procedimiento es el siguiente:
• Por cada trampa ponemos a remojo 50 g de maíz + 50 g de trigo.
• Una vez germinado, colocamos los 100 g en una bolsa de malla y ésta
dentro de un recipiente abierto.
• Abrimos hoyo de 30-40 cm de profundidad, colocamos el recipiente y lo
cubrimos con tierra.
• Colocamos sobre esta tierra un plato invertido para retener los gases
desprendidos durante la germinación de los granos.
• Cubrir completamente con tierra y colocar una caña o algún tipo de señal
para localizar luego fácilmente las trampas.
Las trampas las revisaremos a los 15-20 días tras su colocación y a partir de ahí
semanalmente. Como norma práctica, los daños probables se darán cuando hayamos
obtenido una media de capturas mayor de 1 larva por trampa
Métodos de control::