Tema 1
Tema 1
Tema 1
Esquema de contenidos:
1. Introducción histórica
2. El arte paleocristiano: periodo anterior al Edicto de Milán (313)
2.1. Características generales
2.2. Arquitectura
2.2.1. Tituli (Domus Ecclesiae)
2.2.2. Catacumbas
2.3. La escultura
2.4. La pintura
3. El arte paleocristiano de los siglos IV y V: periodo posterior al Edicto de Milán
3.1. Características generales
3.2. Arquitectura
3.2.1. Basílicas
3.2.2. Mausoleos
3.2.3. Baptisterios
3.2.4. Martyrium
3.3. Escultura
3.3.1. Sarcófagos
3.4. Pintura y mosaico
3.4.1. Pintura
3.4.2. Mosaico
4. La nueva iconografía
4.1. La pintura en las catacumbas
4.2. Temas de origen clásico
4.3. Temas del Antiguo Testamento
4.4. Temas del Nuevo Testamento
4.5. Símbolos
1. Introducción Histórica
Arte Cristiano y Arte Islámico en Época Medieval
De este primer periodo de arte cristiano destaca el expresionismo cristiano y el uso de sus
propias formas artísticas, figuras planas y sin fondos, iconografía y peso estético, lenguaje claro y
comprensible, simbolismo y sencillez iconográfica, catacumbas y basílicas con imágenes en las
paredes. Considerable retroceso cultural, comparando con la época del Clasicismo Antiguo.
Regresión y primitivismo.
Sobre todo destacan dos tipos de figuración: una que emplea imágenes esquemáticas de uso
cotidiano (como el ancla y el pez) para hacer una referencia oculta a conceptos centrales del
cristianismo, y otra que recurre a la iconografía y la plástica naturalista romana para transmitir
nuevos mensajes cristológicos.
2.2. Arquitectura
2.3. Escultura
Desde finales del s.II d.C. se encuentran algunas lápidas o estelas funerarias empezaron a
incorporar mensajes cristianos ocultos en símbolos habituales en la tradición romana como el ancla
y el pez, referidos en un principio como la profesión del difunto como pescador, transformados en
símbolos cristianos camuflados, donde el ancla simboliza la cruz y el pez al propio Jesús. Del
mismo modo, el ancla y el pez también sirvieron para aludir a Cristo como “pescador de almas”.
Fingiendo imitar las lápidas que se inician con la invocación de un dios romano, como
Júpiter, mediante la inscripción DOM “Deus Optimus Máximum”, se incluye DM “Deus
Maximum” como referencia al Dios único cristiano.
Durante el s.III d.C, aparecen testimonios escultóricos en los que empieza a producirse un
notable desarrollo de la iconografía cristiana. Los restos más importantes se ven en los sarcófagos
cristianos de la gente más adinerada, arte funerario.
Arte Cristiano y Arte Islámico en Época Medieval
2.4. Pintura
En este periodo se usaba la pintura como motivo mayoritariamente de decoración en las
Domus Eclessiae, sitios de reunión y catacumbas en los muros y el techo. Hay que destacar la
escasez de pinturas murales conservadas de esta cronología, ciclo monumental de tema bíblico más
antiguo. Además del tema claramente religioso, se pueden ver claramente la influencia pagana del
Imperio Romano en las representaciones artísticas de la época, por ejemplo atribuirle a un personaje
religioso de vestimentas y categoría de la alta sociedad romana.
En la Sinagoga de Dura Europos (más tarde Domus ecclesiae) se encuentran numerosos
ejemplos de frescos de esta época con una sala cuadrangular llena de innumerables escenas del
Antiguo Testamento. Destacan algunas representaciones relativas a la vida de Moisés: Milagro de
la Roca del Monte Horeb (El líder israelita, Moisés, aparece representado con la dignidad de un
patricio, portando una túnica y toga romanas, la roca aparece representada como un pozo del que
manan los 12 arroyos, las 12 tribus de Israel.)
Separación de las aguas del Mar Rojo por Moisés (A la izquierda encontramos a Moisés
abriendo las aguas del Mar Rojo para que pase el pueblo israelita, perseguido por el ejército egipcio.
A la derecha volvemos a ver a Moisés cerrando las aguas del mar y al ejército ahogado). Este tipo
de composición, que muestra momentos diferentes de la historia en la misma escena, sin ningún
tipo de separación, será muy recurrente en la iconografía cristiana.
Entre las principales catacumbas decoradas se encuentran la de San Calixto, Domitila, Santa
Inés y Santa Priscila.
En la catacumba de Santa Priscila encontramos representaciones de algunos de los pasajes
del Antiguo Testamento como puede ser Adán y Eva; así como del Nuevo Testamento como la
Epifanía y el Bautismo de Cristo.
Arte Cristiano y Arte Islámico en Época Medieval
3.2. Arquitectura
Arte Cristiano y Arte Islámico en Época Medieval
3.2.4. El martyrium
Arte Cristiano y Arte Islámico en Época Medieval
3.3. La escultura
Los talleres de escultura que hasta el momento se habían dedicado a trabajar para el Imperio
Romano ahora empezarán a trabajar para clientes cristianos. Aunque apenas tenemos muestras de
escultura exenta podemos encontrar algunas estatuas de personajes bíblicos, sobre todo a Jesús en
figuras como El Buen Pastor (que tiene precedentes anteriores en la pintura y en la escultura como
el Moscóforo), El Cristo Doctor donde se representa a un joven en actitud sedante con el rollo de la
ley en la mano.
Además existieron pequeños objetos de ricos metales trabajados como El Disco de Teodosio.
3.4.1. La pintura
En esta época encontramos un amplio desarrollo en la decoración interna de los edificios,
destaca sobre todo un enorme lujo en el interior y una sencillez sobria en el exterior, del mismo
modo que se amplían temas iconográficos estrechamente relacionados con la religión cristiana.
Dentro de la pintura monumental es muy frecuenta encontrar pasajes de Cristo entregando la ley a
sus discípulos y apóstoles y a Cristo entre los Doctores (como un filósofo romano joven e imberbe).
Por otra parte, cabe destacar la influencia del Imperio Romano en las expresiones artísticas, ya que
se observa a Jesús con las vestimentas propias del emperador y sentado en el trono. Se generaliza el
símbolo de la cruz, aparece este símbolo representado pero sin ningún crucificado, lo que hace
entender al receptor que la cruz pertenece a Jesús crucificado. Por no mencionar los numerosos
episodios del Antiguo y Nuevo Testamento.
4. La nueva iconografía
plasmar gráficamente los conceptos de la nueva fe, utilizando para ello el lenguaje artístico de la
tradición clásica
– Con el tiempo, ese lenguaje clásico fue depurándose, concentrando la atención en lo
estrictamente esencial, en la precisa transmisión de un “mensaje”, la clara comunicación de los
contenidos de una fe, en la que sobra todo lo que es accesorio, todo lo que no es idea
– Desde el s.IV d.C. asistimos a un progresivo distanciamiento de la realidad que terminará
situando las imágenes religiosas en un escenario desmaterializado, sin ambientación paisajística o
arquitectónica. Ya que lo único que importa es lo que se quiere transmitir y no la belleza de la
imagen.
– Además la simplicidad de las imágenes pone de manifiesto que las escenas bíblicas eran
suficientemente conocidas y que unas de las indicaciones sumarias tenían la fuerza necesarias para
evocarlas.
– Estas características son válidas para todas las artes figurativas, pero es la pintura el
principal medio utilizado por sus posibilidades expresivas: los colores vivos y contrastados,
símbolos de luz divina. Se utilizará también el mosaico, pero será en el Imperio Bizantino donde
destaque esta técnica.
– El fundamento del cristianismo lo constituye la creencia en la resurrección de Cristo y, por
extensión, de todos los creyentes. La consecuencia de esta fe es la resurrección y el arte funerario
puede verse como el primer arte paleocristiano, que surge a finales del s.II y del que destacan las
pinturas murales de las catacumbas, sarcófagos y lapidas.
– Desde el punto de vista artístico lo que más nos interesa es la iconografía que se desarrolla
en las pinturas de los cubículos y en las lápidas que tapan los nichos y los sarcófagos.
– Ante la imposibilidad de hacer un estudio exhaustivo de los temas, nos fijaremos en los más
importantes por el contenido o la frecuencia con qué aparecen.
y encima de ella panes. En este caso quiere decir que Cristo es la crátera con los panes y el vino su
sangre, y que se multiplica para ser comidos por todos. El mismo sentido eucarístico de los panes y
los peces tiene el tema del Ágape o Banquete, que no es la ilustración del pasaje de la última cena
de Cristo con los apóstoles, sino la reunión de los cristianos.
4.5. Símbolos
El crismón: expresa la afirmación del cumplimiento del Antiguo Testamento en Jesús, por
medio de las dos primeras letras de Cristo, es decir el Mesías, que en griego formando un anagrama.
A las dos iniciales X (ji) y P (ro) se las suele añadir en el círculo y la primera y la última letra del
alfabeto griego, el alfa (A) y la omega (W). Esta noción fundamental es la que distingue al
cristianismo del judaísmo, es su primera definición como algo diferente del tronco del que ha
surgido.
Más completo es el símbolo del Pez, cuyas letras en griego son las iniciales de Jesús Cristo
Hijo de Dios Salvador. Se puede afirmar que se trata de la más antigua profesión de fe, en la que se
resume toda la teología del cristianismo primitivo.
ICHTHYS = Iesous Christos Theou Yios Soter
En ocasiones el pez es concretamente un delfín y está junto a un ancla, simbolizando la
muerte en la cruz, por la simbología del ancla, y la resurrección por el comportamiento del delfín,
que salta sumergiéndose en el agua.
Hemos mencionado a la paloma, al cordero y habría que mencionar también al pavo real y al
ave fénix, ya que parten del significado pagano de incorruptibilidad para entenderse en el
cristianismo como símbolo de la resurrección de Cristo y de la inmortalidad del alma.
El pelícano, es a su vez un símbolo de amor de Cristo, que se entrega en la eucaristía como
comida del cristiano.
A partir del s.IV se produce una profunda transformación en el arte cristiano, que va a
reflejar la nueva situación de la Iglesia. La libertad religiosa y, sobre todo, la protección oficial,
serán la causa de esta transformación..
Respecto de la iconografía, aunque las ideas fundamentales del dogma se habían fijado ya,
en el s.IV va a haber un enorme despliegue iconográfico: se completan las exposiciones teológicas
anteriores, enriqueciéndose con matices y ampliando el número de escenas referentes a cada una de
las ideas expuestas, con la aparición de extensos ciclos del Antiguo y Nuevo Testamento.
Arte Cristiano y Arte Islámico en Época Medieval
Se convierten las imágenes en medio de adoctrinamiento de los fieles en las verdades que se
van a ir afirmando en los sucesivos concilios frente a las nacientes herejías.
Surge una nueva iconografía tomada de la imperial, una iconografía áulica.
Como tema novedoso del Antiguo Testamento podemos mencionar el de Adán y Eva que
representan el origen del hombre y el pecado. Y el de Job como ejemplo del justo que permanece
fiel a la prueba.
Del Nuevo Testamento destacan todos los referentes al Ciclo de la Pasión: el prendimiento
de Cristo y su juicio ante Pilatos, la coronación de espinas y la crucifixión unida a la resurrección,
representada de forma simbólica. El crismón rodeado por la corona de laurel, símbolo del triunfo de
Cristo sobre la cruz, a cuyos dos lados suele haber dos soldados dormidos, explicando de esta forma
el milagro de la resurrección.
Otros temas que expresan el triunfo de Cristo y la Iglesia con origen el la iconografía
cortesana son:
– La entrada de Jesús a Jerusalén, momento culminante en que es aclamado como un
Mesías, tema que tiene su origen en las entradas triunfales de los emperadores en la ciudades.
– Cristo entronizado en majestad, con los pies sobre la personificación de El Cosmos,
indicando la universalidad de su reino y otorgando la Ley a Pedro y Pablo, como el emperador a sus
delegados. La evolución de este tema, perdiendo la alegoría pagana del Cosmos, nos llevará a las
representaciones de Cristo entronizado rodeado de los Apóstoles, encabezados por Pedro y Pablo.
– Cristo con los cuatro evangelistas (tetramorfo) personificados con el animal que encabeza
el principio de su evangelio.
– Se desarrollan también los modelos de “Cristo Triunfante” representado como el sol en su
cuadriga.
– “El Cristo Doctor o Maestro” enseñando la Ley. Se le representa como un filósofo romano,
también como joven e imberbe, enseñando a sus apóstoles y discípulos. Se halla en pie o, más
comúnmente, sentado sobre una silla curul romana, portando un rollo de los Evangelios en la mano.
A partir del Concilio de Éfeso (431 d.C.) se multiplican también la representación de María
Madre de Dios que difundirá la iconografía de Majestad con los antecedentes de representaciones
funerarias y una madre con su hijo añadiendo a veces la inscripción de “Madre de Dios”.
Igualmente, la escena de la Anunciación viene a ser la expresión del dogma aprobado: María
aparece con traje de corte, sentada en el trono y escoltada por ángeles como una emperatriz,
indicando su categoría y uno señala hacia el Espíritu Santo sobre ella, subrayando la encarnación
como obra de Dios.