Unidad 4 Gases
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GASES
Capítulo 1
En ciertas condiciones de presión y temperatura, es posible que la mayoría de las
sustancias existan en alguno de los tres estados de la materia: sólido, líquido o
gaseoso. Por ejemplo, el agua puede estar en estado sólido como hielo, en estado
líquido como agua o en estado gaseoso como vapor. Las propiedades físicas de
una sustancia dependen a menudo de su estado.
Los gases son en diversos aspectos mucho más sencillos que los líquidos y los
sólidos. El movimiento molecular de los gases resulta por completo aleatorio, y las
fuerzas de atracción entre sus moléculas son tan pequeñas que cada una se mueve
en forma libre y fundamentalmente independiente de las otras. Sujetos a cambios
de temperatura y presión, es fácil predecir el comportamiento de los gases. Las
leyes que norman este comportamiento han desempeñado una importante función
en el desarrollo de la teoría atómica de la materia y la teoría cinética molecular de
los gases.
Presión de un gas
Los gases ejercen presión sobre cualquier superficie con la que entren en contacto,
ya que las moléculas gaseosas se hallan en constante movimiento. Los humanos
nos hemos adaptado fisiológicamente tan bien a la presión del aire que nos rodea,
que por lo regular desconocemos su existencia, quizá como los peces son
inconscientes de la presión del agua sobre ellos.
La presión atmosférica se demuestra fácilmente. Un ejemplo común es al beber un
líquido con un popote. Al succionar el aire por medio de un popote se reduce la
presión en su interior, el vacío creado se llena con el líquido que es empujado hacia
la parte superior del popote por la mayor presión atmosférica.
La presión se define como la fuerza aplicada por unidad de área:
La unidad SI de presión es el pascal (Pa), que se define como un newton por metro
cuadrado:
Presión atmosférica
Los átomos y las moléculas de los gases en la atmósfera, como el resto de la
materia, están sujetos a la atracción gravitacional de la Tierra; por consiguiente, la
atmósfera es mucho más densa cerca de la superficie de la Tierra que en altitudes
elevadas. (El aire fuera de la cabina presurizada de
un avión a 9 km de altura es muy ligero para ser
respirado.) De hecho, la densidad del aire disminuye
con rapidez al aumentar la distancia de la Tierra. Las
mediciones señalan que aproximadamente 50% de
la atmósfera se encuentra dentro de 6.4 km de la
superficie de la Tierra, 90% dentro de 16 km, y 99%
dentro de 32 km. No sorprende que cuanto más
denso sea el aire, mayor es la presión que ejerce.
La fuerza que experimenta cualquier superficie
expuesta a la atmósfera de la Tierra es igual al peso
de la columna de aire que esta encima de ella. La
presión atmosférica es la presión que ejerce la atmosfera de la Tierra. El valor real
de la presión atmosférica depende de la localización, la temperatura y las
condiciones climáticas
¿Cómo se mide la presión atmosférica?
Probablemente el barómetro sea el instrumento
más común para medirla. Un barómetro sencillo
consta de un tubo largo de vidrio, cerrado en un
extremo y lleno de mercurio. Si el tubo se invierte
con cuidado sobre un recipiente con mercurio, de
manera que no entre aire en el tubo, parte del
mercurio saldrá del tubo hacia el recipiente,
creando un vacío en el extremo superior. El peso
del mercurio remanente en el tubo se conserva por
la presión atmosférica que actúa sobre la superficie
del mercurio en el recipiente. La presión
atmosférica estándar (1 atm) es igual a la presión
que soporta una columna de mercurio exactamente
de 760 mm (o 76 cm) de altura a 0°C al nivel del
mar. En otras palabras, la presión atmosférica
estándar es igual a la presión de 760 mmHg, donde
mmHg representa la presión ejercida por una
columna de mercurio de 1 mm de altura. La unidad
de mmHg también se llama torr, en honor del científico italiano Evangelista Torricelli,
quien inventó el barómetro. Así
Un manómetro es un dispositivo para medir la presión de los gases distintos a los
de la atmósfera. El principio de operación de un manómetro es parecido al de un
barómetro.
Leyes de los gases
Relación presión-volumen: ley de Boyle
En el siglo XVII, Robert Boyle estudió en forma sistemática y cuantitativa el
comportamiento de los gases. En una serie de experimentos, Boyle analizó la
relación que existe entre la presión y el volumen de una muestra de un gas. Observó
que a medida que la presión (P) aumenta a temperatura constante, el volumen (V)
de una cantidad determinada de gas disminuye.
Compare el primer punto de datos con una presión de 724 mmHg y un volumen de
1.50 (en unidades arbitrarias) con el último punto de datos con una presión de 2 250
mmHg y un volumen de 0.58. Es evidente que existe una relación inversa entre
presión y volumen de un gas a temperatura constante. A medida que la presión
aumenta, el volumen ocupado por el gas disminuye. Por lo contrario, si la presión
aplicada disminuye, el volumen ocupado por el gas aumenta. Esta relación se
conoce como la ley de Boyle, según la cual la presión de una cantidad fija de un
gas a temperatura constante es inversamente proporcional al volumen del gas.
Podemos escribir una expresión matemática que muestre la relación inversa entre
la presión y el volumen:
Dado que, a la misma temperatura y presión, los volúmenes de los gases son
directamente proporcionales al número de moles de los gases presentes, ahora
podemos escribir:
Podemos combinar las tres expresiones a una sola ecuación maestra para el
comportamiento de los gases:
donde R, la constante de proporcionalidad, se denomina constante de los gases.
La ecuación es conocida como ecuación del gas ideal, explica la relación entre las
cuatro variables P, V, T y n. Un gas ideal es un gas hipotético cuyo comportamiento
de presión, volumen y temperatura se puede describir completamente con la
ecuación del gas ideal.
Las moléculas de un gas ideal no se atraen o se repelen entre sí, y su volumen es
despreciable en comparación con el volumen del recipiente que lo contiene. Aunque
en la naturaleza no existe un gas ideal, las discrepancias en el comportamiento de
los gases reales en márgenes razonables de temperatura y presión no alteran
sustancialmente los cálculos. Por lo tanto, podemos usar con seguridad la ecuación
del gas ideal para resolver muchos problemas de gases.
Antes que apliquemos la ecuación del gas ideal a un sistema real, debemos calcular
R, la constante de los gases. A 0°C (273.15 K) y 1 atm de presión, muchos gases
reales se comportan como un gas ideal. En los experimentos se demuestra que, en
esas condiciones, 1 mol de un gas ideal ocupa un volumen de 22.414 L, que es un
poco mayor que el volumen de una pelota de baloncesto. Las condiciones de 0°C y
1 atm se denominan temperatura y presión estándar, y a menudo se abrevian
TPE.
En 1801, Dalton formuló una ley, que actualmente se conoce como ley de Dalton
de las presiones parciales, la cual establece que la presión total de una mezcla
de gases es igual a la suma de las presiones que cada gas ejercería si estuviera
solo.
Considere el caso en el que dos gases, A y B, están en un recipiente de volumen V.
La presión ejercida por el gas A, de acuerdo con la ecuación del gas ideal, es
donde n, el número total de moles de los gases presentes, está dado por n = nA +
nB, y PA y PB son las presiones parciales de los gases A y B, respectivamente. Así,
para una mezcla de gases, la PT depende sólo del número total de moles de gas
presente, no de la naturaleza de las moléculas del gas.
En general, la presión total de una mezcla de gases está dada por
donde P1, P2, P3, . . . son las presiones parciales de los componentes 1, 2, 3, . . .
Para darse cuenta cómo está relacionada cada presión parcial con la presión total,
considere de nuevo el caso de la mezcla de dos gases A y B. Dividiendo PA entre
PT, obtenemos
donde el signo “más” significa “reacciona con” y la flecha significa “produce”. Así,
esta expresión simbólica se lee: “El hidrógeno molecular reacciona con el oxígeno
molecular para producir agua”. Se supone que la reacción sigue la dirección de
izquierda a derecha como lo indica la flecha.
Sin embargo, la ecuación no está completa, ya que del lado izquierdo de la flecha
hay el doble de átomos de oxígeno (dos) que los que hay del lado derecho (uno).
Para estar de acuerdo con la ley de la conservación de la materia debe haber el
mismo número de cada tipo de átomos en ambos lados de la flecha, es decir, debe
haber tantos átomos al finalizar la reacción como los que había antes de que se
iniciara. Podemos balancear la ecuación colocando el coeficiente adecuado (en este
caso 2) antes del H2 y del H2O:
Los tres elementos (K, Cl y O) aparecen sólo una vez en cada lado de la ecuación,
pero únicamente el K y el Cl tienen igual número de átomos en ambos lados de la
ecuación. Así, KClO3 y KCl deben tener el mismo coeficiente. El siguiente paso
consiste en lograr que el número de átomos de O sea igual en ambos lados de la
ecuación. Debido a que hay tres átomos de O del lado izquierdo y dos del lado
derecho de la ecuación, estos átomos se igualan colocando un 2 a la izquierda del
KClO3 y un 3 a la izquierda del O2.
Como verificación final, podemos hacer una hoja de balance para reactivos y
productos en donde los números entre paréntesis indican el número de átomos de
cada elemento:
Se observa que para ninguno de los elementos (C, H y O) se tiene igual número de
átomos en ambos lados de la ecuación. Además, el C y el H aparecen una sola vez
en cada lado de la ecuación; el O aparece en dos compuestos del lado derecho
(CO2 y H2O). Para igualar los átomos de C se coloca un 2 a la izquierda del CO2:
La “lógica” de utilizar 7/2 como coeficiente es que había siete átomos de oxígeno en
el lado derecho de la ecuación, pero únicamente un par de átomos de oxígeno (O 2)
del lado izquierdo. Para igualarlos debemos preguntarnos cuántos pares de átomos
de oxígeno se necesitan para igualar los siete átomos de oxígeno. De la misma
manera que 3.5 pares de zapatos son igual a siete zapatos, 7/2 de moléculas de O2
será igual a siete átomos de O. Tal y como lo muestra la tabla siguiente, la ecuación
se encuentra ahora balanceada:
Sin embargo, en general preferimos expresar los coeficientes con números enteros
en lugar de fraccionarios. Por lo tanto, multiplicamos toda la ecuación por 2 para
convertir 7/2 en 7:
Estequiometria
En una reacción química se conserva la masa. Entonces, una cantidad especifica
de reactivos formará productos cuya masa será igual a la masa de los reactivos
originales. Si se conoce la ecuación que representa a la reacción se podrá deducir
las relaciones de masa entre reactivos y productos. Los cálculos que involucran
estas relaciones de masa se llaman cálculos estequiométricos.
Para representar una reacción química escribimos una ecuación. Por ejemplo, la
siguiente ecuación representa la combustión del metano:
Para leer esta ecuación decimos que una molécula de metano reaccionara con dos
moléculas de oxígeno para producir una molécula de dióxido de carbono y dos
moléculas de agua. Esta ecuación se cumple para pocas y paras muchas
moléculas, como el número de Avogadro. Una interpretación útil de la ecuación se
obtendría basándose en el número de Avogadro de partículas o moles de sustancia.
Esta interpretación se llama interpretación molar.
Desde el punto de vista molar, la reacción anterior indica que un mol de metano
reacciona con do moles de oxigeno para producir un mol de dióxido de carbono y
dos moles de agua. Esto indica que las cantidades molares de reactivos y productos
deben corresponder a los coeficientes. Una vez que sepamos la relación que existe
entre la cantidad de moles de un reactivo y la del otro podemos variarlas siempre
respetando la relación molar. En este ejemplo, podríamos hacer reaccionar 0.5
moles de metano con un mol de oxigeno o dos moles de metano con 4 de oxígeno
pues respetamos la relación molar 1:2.
La ecuación muestra cuales sustancias son reactivos y cuales son productos de la
reacción. El coeficiente al frente de cada formula indica el numero de moles de cada
sustancia. Cuando no hay ningún coeficiente se sobreentiende que es 1. Se puede
expresar la relación entre dos especies en la forma de una relación molar, las cuales
son únicas para cada reacción. Para nuestro ejemplo tenemos: