Dayana INDEPENDENCIA 2021,2

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Dayana:

 La independencia de Guatemala la vemos más como: Una celebración promovida por las élites como
“una fecha que anuncia su propio y exclusivo progreso ininterrumpido”.
Nuestros hermanos Guatemaltecos celebran una mentira,  la independencia es una operación que
siguió igual pero con diferente dueño, criollos privilegiados, indígenas marginados, desnutridos, que
viven en la ignorancia, por que no poseen la oportunidad de educarse y los que se educan caen en el
sistema de propaganda patriotera en donde salen los estudiantes de primaria, básico, diversificado, a
desfilar y celebrar y sentirse orgullosos de el logro de las Élites poderosas, mientras nuestra verdad es;
que en nuestro país lo que predomina es el racismo, la discriminación, una organizacion piramidal en
donde los que estan en la cima, son las familias Élites.

A finales de 1811 ocurrieron levantamientos a lo largo del Reino de Guatemala. El gradual y


decadente poder de la Corona incentivó a la crisis. La declaración de la Independencia nacional en
1821 no modificó en absoluto la relación colonial. Continuó la estructura colonial dividida en la
república de españoles y la república de “indígenas”, como mecanismo de ocultamiento de las
diferencias étnicas bajo una sola y uniforme categoría: indios. Y bajo esa categoría se les obligó al
pago de tributo, a vivir en reducciones, al sometimiento religioso, económico y político y al trabajo
forzado. Después de 1821 la estructura colonial continúa. Persiste la relación de exclusión,
diferenciación perversa y ocultamiento de las realidades propias de los pueblos originarios.
La independencia de 1821 es una acción de la élite criolla, la cual se define a sí misma como “el
pueblo de Guatemala”, y considera la independencia del gobierno español como “su voluntad”. La
afirmación de que “la independencia es voluntad general del pueblo de Guatemala” es una falacia
como las que suelen utilizar funcionarios de gobierno cuando atribuyen alguna decisión a toda la
sociedad para darle una legitimidad que todo mundo sabe que no tiene.
Según el discurso del Gobierno de Guatemala de entonces, la conmemoración del bicentenario trata
“de enaltecer al conjunto de protagonistas sociales, intelectuales, mujeres, jóvenes, indígenas, afro
guatemaltecos, gestores todos del movimiento independentista”. Entre los protagonistas de la
independencia incluye “indígenas y afro guatemaltecos”, de quienes no tenemos noticia, porque hasta
ahora no conocemos “una versión de la gesta independentista que recupere a todos los actores
sociales, a intelectuales valiosos, a las lideresas o los líderes que tuvieron un rol en nuestra historia”.
En Guatemala, la convocatoria oficial para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia
se lanzó en el año 2010. Fue una convocatoria realizada en forma conjunta por el Gobierno de
Guatemala, por medio del Ministerio de Educación, y la oficina de la UNESCO en Guatemala.

“Todos somos guatemaltecos”, “Todos somos iguales” “Todos tenemos los mismos derechos”. Una
media verdad que oculta, invisibiliza, encubre y excluye identidades específicas del 60% de la
población: los Pueblos Indígenas La servidumbre era el lugar asignado a los “indios” en la estructura
social de la Colonia, al igual que hoy lo es en la estructura social y política nacional. 

Para las instituciones que convocan a la conmemoración, la idea fundamental es que “el Bicentenario
de la Independencia de Guatemala es una oportunidad para repensar la acción del Estado y de la
República”, Consideran también que es “una señalada oportunidad para abrir la reflexión entre todos
los ciudadanos en torno al Estado de la nación”. Por ello, debe “estimular la discusión entre los
guatemaltecos”. Y no solo la discusión, sino también la Educación, enseñemos la verdad a las nuevas
generaciones, no promovamos más esa mentira disfrazada de heroísmo que nos ha llevado a tener una
sociedad ciega, que no comprende en realidad cual es la verdad de este hermoso país, que celebra una
mentira, que sigue creyendo en la hipocresía de partidos políticos, quedando nombrados y al final
traicionar a quienes les dieron la oportunidad de estar en ese lugar privilegiado, este país tiene
posibilidades de ser un lugar mejor, en donde sea verdad que todos somos iguales, en donde ya no
existan más problemas como la desnutrición, discriminación, la falta de educación, la corrupción, etc.
Y no basta el llamado, porque el inicio mismo de las actividades conmemorativas del bicentenario ha
sido una muestra clara del irrespeto de los funcionarios de Estado a los lugares sagrados del Pueblo
Maya, invadiendo la emblemática ciudad de Iximche’, ciudad sagrada de la comunidad Maya
Kaqchikel, llamada “ruinas” en algunos medios de comunicación. Y junto con la invasión, la
folclorización de elementos de la milenaria cultura Maya, como el Popol wuj, sus danzas, su
indumentaria. Como también el haber sacado del país con engaños artesanías mayas como “ la
máscara de jade”  para que se ubiquen hoy en museos extranjeros. 
Si nos detenemos a pensar no tenemos nada que celebrar, solo recapacitar, y luchar para que este país
sea mejor, enseñemos a los jóvenes como contrarrestar la ignorancia, la corrupción, cimentando
valores, alfabetizando, aunque el sistema de educación no lo haga, hagámoslo nosotros, con nuestra
familia, vecinos, seamos líderes en nuestra comunidad, pero luchemos enseñando. Dayana.

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