1 Las Babuchas Irrompibles
1 Las Babuchas Irrompibles
1 Las Babuchas Irrompibles
Sin embargo, no todo era tan sencillo como le pareció a nuestro hombre.
Resultó que las zapatillas estaban allí porque el cadí había entrado sin ser visto
a la casa de baños. En cuanto a las babuchas de Abú-Casem, uno de los
servidores las había escondido al verlas en tan mal estado.
Al salir del baño, el cadí buscó sus zapatillas, y en su lugar halló las del
perfumista. Las reconoció enseguida y, al darse cuenta del cambio, ordenó que
lo persiguieran. Cuando lo alcanzaron, el cadí lo obligó a calzar las claveteadas
babuchas y lo mandó a la cárcel. Abú-Casem pudo librarse, sí, pero a costa de
hacer donaciones que, dada su proverbial avaricia, lo hacían sufrir muchísimo.
Algunos días después, unos pescadores que habían echado sus redes
las recogieron más pesadas que de costumbre. Cuando miraron lo que habían
pescado se encontraron con las famosas babuchas, que, por añadidura, habían
roto una gran cantidad de hilos de las mallas.
Uno de sus vecinos, que desde hacía mucho tiempo planeaba vengarse
de él, lo denunció al cadí diciendo que éste iba a enterrar allí un tesoro.
Pero quiso Alá que las aguas arrastraran las babuchas hasta un molino y
allí se enredaran en las ruedas.