Demonología José Manuel Sierra
Demonología José Manuel Sierra
Demonología José Manuel Sierra
Prólogo
Introducción
Capítulo 1: El origen del mal: donde comenzó todo
Capítulo 2: El pecado eterno: la soberbia Capítulo
3: ¿Quiénes son los ángeles?
Capítulo 4: Rangos espirituales
Capítulo 5: Derrotando al espíritu de Amalec
Capítulo 6: Los territorios marcados por el enemigo
Capítulo 7: La falta de perdón y las enfermedades
Capítulo 8: La queja nos lleva a la derrota
Capítulo 9: Vestidos con la armadura de Dios permaneceremos
firmeS
Capítulo 10: Claves para resistir al enemigo
Capítulo 11: Lo natural es un reflejo de lo espiritual
Capítulo 12: Dejemos las tragedias en casa
Capítulo 13: Venciendo los rugidos del león
Biografía del autor
Prólogo
Leamos las palabras que tienen que ver con el subtítulo y con
el tema del libro: “Desenmascarando al enemigo”. Creo que es bueno
que sepan la definición de estas palabras, ya que las voy a estar
desarrollando a lo largo de los siguientes capítulos.
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del
campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque
Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer
respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos
comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios:
No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la
serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día
que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios,
sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para
comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar
la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido,
el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de
ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas
de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios
que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer
se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del
huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba
desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas
desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?
Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio
del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es
lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Y
Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás
entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu
pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer
dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con
dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se
enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz
de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No
comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás
de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y
comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo
eres, y al polvo volverás. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva,
por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y Jehová Dios hizo
al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Y dijo Jehová
Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien
y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del
árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del
huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó,
pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén
querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados,
para guardar el camino del árbol de la vida” (Gn. 3:1-24).
Hay varias cosas que menciona aquí, por ejemplo, dice: “Tú,
querubín grande”. Habla a Satanás como a un querubín. Un querubín
es un rango angelical. Según el mismo libro de Ezequiel, un querubín
tiene cuatro alas. Y luego dice “protector”, porque eso es lo que
normalmente son los querubines. Después dice: “Yo te puse en el
santo monte de Dios”. Al parecer habla del santo monte de Dios, pero
cuando dice: “en Edén, en el huerto de Dios estuviste”, hace
referencia al jardín del Edén.
Lucas 24:39: “Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy;
palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis
que yo tengo”.
Capítulo 4:
Rangos espirituales
Capítulo 6:
Los territorios marcados por el enemigo
Ahora bien, estas dos palabras que ustedes tienen ahí (mejilá
y majaleh), en hebreo se escriben sin vocales. Se escribiría una “m”,
una “j” y una “l”. porque en hebreo no hay vocales. Es decir, que la
misma palabra se puede leer como “mejilá” o se puede leer como
“majaleh”. ¿Qué nos está diciendo el Señor? ¿Qué le estaba diciendo
el Señor a su pueblo en Mara?: “Si ustedes me obedecen, se someten
a mis estatutos y a mis leyes, si ustedes realmente viven una vida de
perdón; ninguna enfermedad les afectará”. Hay un antídoto divino y
sobrenatural contra la enfermedad y es vivir sometido a la voluntad
de Dios.
Hace algún tiempo leí un artículo muy interesante que hablaba
sobre las principales causas de muerte en Israel. Claro, por supuesto,
lógicamente hay también enfermedades como en cualquier parte del
mundo. Pero más del 88% de la gente en Israel ¿saben de qué
muere? De vejez. Como dijo el médico cuando murió mi abuelo: “Se
le acabó la pila”. Tenía una pila alcalina sorprendente. Es decir, que
hay enfermedades que están relacionadas muy directamente con la
actitud espiritual con la que usted vive. De hecho, en el libro de
Proverbios, no es el tema, pero en el libro de Proverbios hay
enfermedades que tienen que ver, por ejemplo, con los huesos. Que
tienen que ver mucho con el perdón. La persona rencorosa, la
persona que odia, la persona que no quiere perdonar, la persona que
tiene esa herida contra el padre, contra la madre, contra el abuelo,
contra el marido, contra lo que sea; dice que termina secándose los
huesos. ¿Qué es secarse los huesos? Que los huesos pierden su
función y nos terminamos oxidando; porque la enfermedad está
directamente relacionada, no en todos los casos, pero en muchos
casos la enfermedad está directamente relacionada con la falta de
perdón, y la falta de perdón con la enfermedad.
Donde hay perdón, hay una salud emocional que afecta
positivamente a su salud física y, por el contrario, exactamente igual.
Entonces, allí el Señor le dijo al pueblo: “Miren, ninguna enfermedad
les afectará”. Pero, allí el Señor se declara y se da a conocer como
Yahweh Rapha. Dice aquí: “Jehová tu sanador”. “Pero si no me va a
afectar ninguna enfermedad ¿para qué quiero tener un sanador?
Porque si nunca voy a estar enfermo ¿para qué quiero tener un Dios
que me sana?”. “Porque yo se que ustedes no me van a obedecer. Y
como se que no me van a obedecer, les digo de antemano que
cuando se enfermen, cuenten conmigo, que yo les voy a sanar”. ¿Qué
les parece? Podría haber dicho: “Ninguna enfermedad de las de
Egipto les va a afectar a ustedes”. Punto, y ahí se acabaría el pasaje.
Pero añade: “Porque yo soy Jehová tu sanador”. “Pero si no estoy
enfermo ¿para qué quiero que me sane?”. “Es que yo se que ustedes
van a caer en enfermedad porque van a hacer todo lo contrario a lo
que yo les estoy enseñando en este lugar”. Hemos estado hablando
mucho acerca de un personaje llamado Amalec que, como hemos
dicho en más de una ocasión, fue un personaje real. Era una tribu
digamos, de salvajes, que vivían en la parte sur de Israel, ya lindando
con la parte del desierto, llegando casi a la península del Sinaí. Fue
el primer enemigo, el primer pueblo que sin previo aviso y sin ser
atacado previamente, le ataca al pueblo de Israel que viene de una
esclavitud de muchos siglos, casi cuatro siglos; y desarrolla una
estrategia diferente. Porque generalmente los ejércitos en aquella
época luchaban cuerpo a cuerpo. Se veían las caras. Sin embargo,
Amalec no tuvo temor de Dios.
Ellos sabían quién era esa gente y sabían de dónde habían
venido. Ellos habían oído los milagros impresionantes, únicos e
irrepetibles que Dios había hecho por ese pueblo. Y dice que, al no
tener ningún temor de Dios, al no tener en consideración lo que Dios
había hecho por ellos; Amalec, sin previo aviso, le ataca. Pero son
tan cobardes en su ataque, que dice que no van de frente, sino que
le ataca por la retaguardia. Es decir, le ataca por la parte de atrás y
desbaratan la retaguardia. Y dice en la escritura que, en la parte de
atrás iban los cansados, los débiles, las personas que no podían ir al
ritmo de los que van en cabeza. Y entonces, cuando se dieron cuenta,
Amalec se había introducido dentro del pueblo y decían: “Pero
¿dónde esta el enemigo si no lo vemos?” Está detrás, ahí están
matando a las mujeres, a los niños y a los que no tienen fuerzas. Y
dijimos que Amalec en cierto sentido representa un tipo de estrategia
diabólica y satánica. En el libro de Génesis, sabiendo buscar entre las
páginas en su texto original, vemos que aparece uno de los nombres
de los personajes que también hemos estado hablando y es el de
Amán. El famoso Amán, el terrible Amán. El que aparece en el libro
de Ester. Aquel que odiaba a Mardoqueo y preparó una horca para
matar, según el, a su peor enemigo, y resulta que él no sabía que
estaba preparando su propia horca. Las vueltas que da la vida. Y
hemos visto como Amalec era un enemigo físico, real, una tribu
salvaje que vivía en esa parte del desierto, pero también en cierto
sentido representa la duda. Representa la impureza, el enfriamiento.
Representa el alejamiento de parte del Señor.
Amalec no es solamente un enemigo que ataca de una manera
y nada más. Sino que Amalec es tal vez uno de los enemigos
espirituales más amplio y presenta un panorama de diferentes
ataques y diferentes líneas en las cuales viene.
Capítulo 8:
La queja nos lleva a la derrota
Capítulo 9:
Vestidos de la armadura de Dios permaneceremos
firmes
Antes de comenzar, leamos algunos versículos. Por ejemplo,
2ª Timoteo 4:7 y 1ª Pedro 5:8.
Había dos tipos de escudo: uno que era redondo para cuando
se estaba de guardia; y un escudo que era muy alto, que llegaba casi
desde la barbilla hasta los tobillos, y era el que se llevaba al combate.
Entonces, cuando lanzaban las flechas, se lo ponían y se tapaban.
De esa manera, las flechas golpeaban contra el escudo y no se caía.
Aquí Pablo está describiendo un escudo redondo, muy poderoso, que
cuando veían venir un dardo de fuego, una lanza o lo que sea, se
cubrían y se protegían cualquier parte del cuerpo. Y por eso, les dice:
“Sobre todo, tomad ese escudo para que puedan apagar todos los
dardos de fuego del maligno”.
Capítulo 10:
Solo cuando hacemos su voluntad obtenemos la victoria
“¿Cómo está?”
“¡Ay! Me duele aquí, me duele allá…”
“No, yo no le estoy preguntando qué es lo que le
duele, le estoy preguntando cómo está”.
“Ah, perdón...”.
Capítulo 13:
Venciendo los rugidos del león
[2]
Pintura de Thomas Cole: El jardín del Edén.
[3]
Mateo 16:23: “Pero él, volviéndose, dijo a Pedro:
¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la
mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”.
[4]
Referencia bíblica: Mateo 4:6-8: “Y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo;
porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te
sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito
está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un
monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos”.
[5]
La angelología cristiana es la parte de la teología sistemática que estudia las
características, oficios y alcances de los ángeles. Los ángeles son seres
espirituales creados por Dios y se establece la diferencia entre ángeles
buenos y ángeles malvados o demonios.
[6]
Juan 3:8: “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes
de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.
[7]
Santiago 4:1: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?
¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?”.
[8]
Referencia bíblica: 1ª Timoteo 4:8: “Porque el ejercicio corporal para poco es
provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta
vida presente, y de la venidera”.
[9]
Referencia bíblica: Marcos 12:25: “Porque cuando resuciten de los muertos,
ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que
están en los cielos”.
[10]
Referencia bíblica: 1ª Juan 4:20: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece
a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha
visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”.
[11]
Av ( ָ ;באdel acadio abu “cañas, juncos”, que se recolectaban para
estas fechas). El Ayuno del 9 de Av, es uno de los dos días de
ayuno mayor (es decir que, como el Yom Kipur, es observado de
crepúsculo a crepúsculo), y es el segundo de los ayunos
enlistados en el libro de Zacarías, llamado "el ayuno del quinto
mes" (Zacarías 8:19). Fue instituido en principio en señal de duelo
por la caída de Jerusalén y la destrucción del primer Templo por
Nabucodonosor, el
9 de Av de 586 a. C., y el posterior exilio de Babilonia (2 Crónicas
36:19-20). Más adelante, se sumó al duelo la destrucción del segundo
Templo a manos de los romanos al mando de Tito, el día 9 de Av del
año 70. A partir de entonces es día de duelo nacional por todas las
calamidades acaecidas al pueblo judío a lo largo de la historia,
algunas de las cuales se atribuye haber acontecido en la misma
fecha, como la expulsión de los judíos de España, en 1492. (Fuente:
Telushkin, Joseph (1991). Jewish Literacy: Most Important Things to
Know About the Jewish Religion, Its People and Its History. William
Morrow & Co, 656).
[12]
Referencia bíblica: Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados”.
[13]
Referencia bíblica: 1ª Pedro 5:8: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar”.
[14]
Referencia bíblica: Marcos 16:17: “Y estas señales seguirán a los que
creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas…”.