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UNIVERSIDAD JOSÉ ANTONIO PÁEZ

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


ESCUELA DE DERECHO
CARRERA: DERECHO

LA NACIONALIDAD BOLIVIANA

Integrantes:
Franco Fraymi V-17.808.251
Gutiérrez Eddy V-24.974.211
Miranda Astrid V-19.108.363
Serradas AlbertoV-19.000.222

Profesor:
Frankling Machado

San Diego, Abril 2019


Desde una perspectiva histórica, la noción de ciudadanía revela la vigencia de un
conjunto de derechos individuales que fueron conquistados progresivamente en una larga
historia de disputas y conflictos sociales. Marshall y Bottomore, establecen una secuencia
en la conquista de derechos civiles primero, más adelante derechos políticos, para luego
pasar a aquellos sociales o denominados de segunda generación. Sin embargo, de acuerdo a
los contextos, características y dinámicas de las distintas formaciones sociales particulares,
estos
También asumieron temporalidades y alcances propios.

Bolivia adquiere su grito libertario en 1825, promulgando su primera carta magna


un año más tarde, donde se puede ver que ya se diferenciaba entre nacionalidad y
ciudadanía. Desde esta primera regulación vemos que se puede adquirir la nacionalidad por
nacimiento ius soli y ius sanguinis y por naturalización. La nacionalidad es un derecho que
toda persona tiene en el territorio boliviano, y que las constituciones pasadas también
garantizaban. La ciudadanía se resume en el derecho de poder ser elegible y ocupar cargos
públicos; así como poder elegir a los representantes de estado.

Bolivia actualmente ha pasado por 18 constituciones políticas del estado, en ellas podemos
ver que se evoluciono en muchas áreas, como el control fiscal la delegación de poderes
entre otros, sin embargo en cuanto a la nacionalidad y obtención y/o perdida de ciudadanía
no hay muchos avances.

La primera Constitución boliviana, aprobada en 1826 –un año después de la


fundación de la República el 6 de agosto de 1825–, incluyó una serie de preceptos jurídicos
provenientes del contractualismo moderno adoptados de textos constitucionales foráneos e
incorporados de manera mecánica a la Carta Magna boliviana. Así, la Constitución de 1826
estuvo fuertemente influenciada por las ideas de la Revolución Francesa y la Declaración
de Independencia de Norteamérica en que se enunciaban los derechos inalienables del
hombre a nivel universal.

De esa manera, en la primera Constitución se proclamaba Bolivia como una


República Popular Representativa y se establecía que la soberanía residía en el pueblo. Sin
embargo, en ese momento las grandes mayorías sociales se encontraban excluidas de la
norma constitucional y aisladas de la vida política nacional, pues no eran considerados
ciudadanos del nuevo Estado al no cumplir con los mínimos requisitos constitucionales
exigidos, como los de carácter económico, género y alfabetización en idioma español.

Uno de los temas críticos en relación con la ciudadanía, que arrastraron las primeras
constituciones bolivianas hasta bien entrado el siglo XIX, fue la diferencia que se establecía
entre “bolivianos” y “ciudadanos”. Se consideraban bolivianos los nacidos en el territorio,
hijos de madre o padre boliviano y que combatieron en las batallas de Junín y Ayacucho,
por la libertad; en tanto que para ser ciudadano se requería ser boliviano, casado o mayor de
20 años, saber leer y escribir, tener empleo o industria o profesar alguna ciencia o arte, pero
sin sujeción a otro en clase de sirviente doméstico. Si bien, todos los bolivianos gozaban de
los derechos civiles concedidos a los ciudadanos, se encontraban privados del ejercicio
electoral, de obtener empleos en el Estado y de acceder a cargos públicos. En estas
primeras versiones constitucionales no se hablaba de derechos propiamente tales, sino de
garantías, asegurando a todos los bolivianos la libertad civil, seguridad individual,
propiedad, igualdad ante la ley, libertad de expresión, movilización, inviolabilidad de las
residencias y correspondencia. Finamente, se establecía la libertad de trabajo, la abolición
de la esclavitud y de los empleos y privilegios hereditarios. Por su parte, los bolivianos
tenían el deber de someterse a la Constitución y leyes, respetar y obedecer a las
autoridades, contribuir a los gastos públicos, sacrificar sus bienes y vida “si así exige la
República” y conservar las libertades públicas. Resulta extremadamente curioso un artículo
de la Constitución que señalaba que se suspendía la ciudadanía, entre otras cosas, por “ser
notoriamente ebrio, jugador o mendigo... comprar o vender sufragios en las elecciones, o
turbar el orden de ellas...”.

Recién la constitución de 193817, introduce nuevos conceptos o menciona nuevas


figuras como: A) la mención específica que la mujer casada con extranjero no pierde su
nacionalidad y que la mujer extranjera casada con boliviano puede adquirir la nacionalidad
boliviana siempre y cuando resida en el país. B) El segundo avance y esto como novedad
para la legislación habla de la perdida de la nacionalidad que se da en los siguientes casos:
“1) Por tomar armas o prestar servicios en ejército enemigo en tiempo de guerra y 2) Por
prestar iguales servicios en ejército extranjero, en tiempo de guerra civil o internacional, sin
permiso del Gobierno.” Es interesante ya que ninguna de las constituciones precedente
mencionaba la posibilidad de perder la nacionalidad por algunas de estas causales. Se sobre
entendía que la perdida de nacionalidad se daba al adquirir una nueva y que esta podía ser
recuperada al volver a domiciliarse en el país. C) La tercera variación que presenta esta
constitución es que la nacionalidad podría adquirirse por lo extranjeros que residan en el
país por tres años y que obtuvieran la carta de nacionalidad; aparece por primera vez la
palabra residencia sustituyendo de esta manera la palabra avecindarse.

Es en ese contexto de cambios societales y emancipatorios cuando se aprobó la


Constitución de 1938, marcando un hito fundamental en la memoria porque expresó la
nueva ideología emergente e implicó el fin del constitucionalismo clásico regido por el
individualismo liberal y la propiedad privada.

De este modo, se introdujo el constitucionalismo social –o derechos de segunda


generación– tal y como se había establecido, años antes, en otros países de la región, lo que
se tradujo en la incorporación de derechos sociales y nuevos derechos civiles y políticos,
por ejemplo, el derecho a reunirse y asociarse para distintos fines que no fuesen contrarios a
la seguridad del Estado, a recibir instrucción y enseñar bajo la vigilancia del Estado y el
derecho de huelga. Junto con ello, se otorgó al Estado responsabilidades sociales y se
desconoció cualquier tipo de servidumbre, estableciéndose que nadie podrá ser obligado a
prestar trabajos personales sin justa retribución y pleno consentimiento. Diversos
constitucionalistas coinciden en que esta Carta Magna es una verdadera proclamación de
los derechos humanos.
En una sección específica denominada “Del Campesinado”, el Estado, por primera
vez, “... reconoce y garantiza la existencia legal de las comunidades indígenas...”,
reconociéndoles el derecho a tener una legislación propia y a ser instruidos mediante
núcleos escolares indígenas de carácter integral. Sin embargo, estos avances, no obstante
significativos, no se expresaron en el resto de la Constitución lo que, probablemente, fue un
reflejo de la situación nacional en que, como señala Zavaleta, tuvieron una presencia solo
esporádica en el marco del Estado.18 Fue en la Asamblea Constituyente de 1938, cuando,
por primera vez, participaron junto a sectores oligárquicos y elitistas, veteranos de la guerra
y representantes de los trabajadores, gremiales e intelectuales de izquierda. Existieron dos
reformas constitucionales muy seguidas, una el 24 de noviembre de 194519 y la segunda el
26 de noviembre de 194720. La primera no modifico lo que estaba siendo regulado en
cuanto a la obtención de la nacionalidad, incluso mantuvo lo que agregó la constitución de
1938 en cuanto a la pérdida de nacionalidad.

COMO SE SUSPENDE Y/O PIERDE LA CIUDADANÍA LA CIUDADANÍA

A lo largo de la historia boliviana, se hablaba de que la misma podría suspenderse o


perderse.

Las primeras constituciones establecían ambas posibilidad planteando distintas


causales para cada una: para la suspensión de la ciudadanía podía darse por: 1° Por
demencia; 2° Por la tacha de deudor fraudulento declarado tal; 3° Por hallarse procesado
criminalmente por delito que merezca pena corporal ó infamante; 4° Por ser notoriamente
ebrio, jugador ó mendigo. Ser ciudadano era un tema de honor, no cualquiera podía ser
considerado, por lo cual no es de extrañarse que las causales de suspensión de las mismas
vayan ligadas al honor.

Más adelante vemos que esto varia porque desde la Constitución de 1861 solamente
establece como causales de suspensión de la ciudadanía por haber acusado al individuo o
perseguírsele por ser deudor al Estado, manteniéndose este régimen hasta 1938.

Desde 1826 a 1880 las causales para perder la ciudadanía eran: traición a la causa
pública 2. Por naturalizarse en país extranjero. 3. Por haber sufrido pena corporal o
infamante, en virtud de condenación judicial. 4. Por admitir empleos, títulos o emolumentos
de otro Gobierno, sin consentimiento del Senado.

A partir de 1938 a la fecha la ciudadanía solo puede ser suspendida, ya no se plantea


una figura de pérdida de la misma.
De este breve recuento histórico se pueden inferir algunas conclusiones respecto del
decurso de la ciudadanía en Bolivia. La primera, es la constatación de una enorme brecha
entre un andamiaje institucional “moderno”, importado en sus bases fundamentales y
adaptado de manera antojadiza por las autoridades de turno, y una realidad totalmente ajena
al Estado. La segunda, la idea de ciudadanía plasmada que, en las reglas legales, estuvo
fuertemente cruzada por la discriminación y diferenciación social manifestada, por ejemplo,
en la distancia establecida por las constituciones del siglo XIX entre bolivianos y
ciudadanos, de lo que se colige que la ciudadanía estuvo restringida a un reducido grupo
urbano, letrado, masculino y con ciertas condiciones económicas ¿Se puede hablar, en esas
condiciones, de ejercicio ciudadano?

En tercer lugar, la sociedad que permanecía al margen del Estado fue logrando, con
el tiempo, algunas conquistas que permitieron incorporar, por medio de luchas sociales y
procesos organizativos, algunas de sus demandas. En este sentido, la conquista de derechos
no fue una concesión estatal proveniente de las clases dominantes, sino resultado de las
movilizaciones sociales y acciones estratégicas que fueron arrancando, sistemáticamente, al
Estado derechos y disposiciones que, si bien muchas veces fueron solo formales, en su
enunciación trazaban el horizonte de cambios. Es el caso, por ejemplo, del reconocimiento
constitucional de una Bolivia multicultural y pluriétnica a mediados de los noventa que,
aunque en su momento se proyectó en algunas leyes formales y cambios en la orientación
de políticas públicas, no significó una transformación sustancial en las relaciones del
Estado con la sociedad. Por último, el recorrido de la historia de Bolivia muestra los
déficits del proceso de construcción de ciudadanía, así como del conjunto de desafíos que
quedan por trabajar en sus diversas dimensiones: civil, política social, social y cultural.

EL ACTUAL RÉGIMEN EN BOLIVIA

La carta magna que actualmente rige la legislación en Bolivia y da las directrices


generales para legislar, sobre la obtención o pérdida de la nacionalidad o ciudadanía, es la
Constitución Política del Estado aprobada en 07 de Febrero de 200926 a través de un
referéndum de consulta a todos los bolivianos.

La normativa citada en el Art. 141 establece que la nacionalidad se obtiene por


nacimiento o naturalización. Términos que deben ser explicados:

Nacimiento: Es el género, es el vínculo jurídico de la persona con una Estado, se


determina por el nacimiento y por la voluntad de las persona, dentro del Derecho civil. La
nacionalidad de origen ha sido determinada e base de dos principios: el jus soli y e jus
sanguinis.

Naturalización “Es el cambio voluntario de una nacionalidad por otra. Desde otro
punto de mira, se estima la naturalización es una acto soberano del Estado, en virtud del
cual se concede o niega la calidad de nacional al extranjero que lo solicita, previo el
cumplimiento de los requisitos respectivos.”

La forma en que sea obtenida la nacionalidad, sea esta por nacimiento o


naturalización, no hace diferencia alguna en cuento a los derechos y obligaciones
adquiridos.

Nacionalidad
Por Nacimiento Todas las personas nacidas dentro del Territorio boliviano pueden
obtener la nacionalidad, con la excepción de los (as) hijos (as) de personas extranjeras que
se encuentran en misión diplomática. Asimismo obtienen la nacionalidad las personas que
nazcan en el extranjero empero uno de los padres debe ser Boliviano.

Este precepto de que son considerados bolivianos todos los nacidos en Bolivia,
cumple con el precepto jus soli. La legislación actual no ha variado mucho al respecto de
las anteriores constituciones, además la salvedad para los extranjeros que se encontraban de
paso.

El trámite para obtención de la nacionalidad, todos los nacidos en Bolivia que no se


encuentren dentro de la excepción planteada por la normativa, se lo realiza ante el Servicio
Nacional:

También vemos que la legislación aún mantiene la nacionalidad por el vínculo


sanguíneo ya que cualquier nacido en el extranjero que tenga padres bolivianos podrá
adquirir la nacionalidad. Es un avance de la actual legislación, puesto que antes se
restringía que los nacidos de bolivianos en el extranjero para adquirir la nacionalidad
debían también manifestar la voluntad de residir en el país. Por lo cual creemos que es una
avance el poder nacionalizar a los hijos nacidos en el extranjero sin tener la imperiosa
necesidad de residir en el país.

Las personadas nacidas en el extranjero, de padres bolivianos, el trámite que se debe


realizar es de acuerdo a lo establecido el Decreto Supremo 216 del 22 de Julio del 2009, el
cual establece que la adquisición de la nacionalidad boliviana de los hijos nacidos en el
extranjero de madre boliviana o padre boliviano se perfecciona una vez concluida la
formalidad de la inscripción en los Libros de Registro de Nacimiento en los consulados del
Estado Plurinacional de Bolivia. Son los cónsules y los diplomáticos encargados de asuntos
consulares funcionarios competentes para realizar las formalidades relativas a la
adquisición de la nacionalidad mediante el procedimiento de la inscripción en los Libros de
Registro de Nacimiento.

Por Naturalización La carta magna de Bolivia regula la naturalización de extranjeros


en el Art. 14230 estableciendo que esta forma de obtener la nacionalidad por naturalización
es para personas extrajeras que residan en el país por un tiempo determinado de manera
ininterrumpida, que hagan manifiesto la voluntad de obtenerla y que cumplan con los
requisitos establecidos por ley.

El requisito indispensable la de residencia de permanecía ininterrumpida para poder


obtener la nacionalidad por naturalización, es de tres años. Sin embargo la norma otorga la
excepción de que sea de 2 años para las personas que se casen con bolivianos, tengan hijos
bolivianos o padres sustitos bolivianos; de igual manera las personas que presenten el
servicio militar en Bolivia a la edad requerida y de acuerdo a lo establecido en la Ley31; O
que por el servicio al país la Asamblea Legislativa Nacional conceda la nacionalidad.

Deja abierto que el tiempo fijado de residencia para la naturalización puede variar
en los casos que existan a título de reciprocidad convenios con otros estados,
prioritariamente latino americanos.

Residencia ininterrumpida de acuerdo a la legislación es un factor importante para


que los extranjeros puedan adquirir la nacionalidad. Estas personas deben encontrarse
legalmente en el país, cumpliendo requisitos establecidos por la legislación.

Establece que esa permanencia debe ser bajo tutela del Estado, es decir que debe
encontrarse legalmente con una visa autorizada para residir en el país, y debe haber sido
tramitada ante migración.

El extranjero debe manifestar expresamente y de manera voluntaria que desea


obtener la nacionalidad boliviana y cumplir con los requisitos establecidos en la Ley de
migración, 8 de mayo de 2013 y su Decreto Supremo reglamentario Nº 1923, 13 de marzo
de 2014.

Lamentablemente Bolivia aun es un país que en la realización de cualquier trámite,


uno se encuentra con una burocracia enorme. Para poder obtener la naturalización se debe
cumplir con una serie de requisitos, lo que hace que las personas extranjeras se encuentren
con una traba tras otra, ya que los requisitos a presentar son extensos y dependen de otras
instancias a las cuales se debe recurrir previamente.

La naturalización por permanencia es tramitada ante la oficina central o ante las


administraciones departamentales de la Dirección General de Migración habilitadas
conforme a procedimientos establecidos mediante reglamentación interna y es otorgada por
la Presidenta o el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, mediante Resolución
Suprema.

La naturalización por servicios al país, este trámite difiere de los anteriores ya


que se realiza ante Asamblea Legislativa Plurinacional. De acuerdo a tratadistas bolivianos,
no existen casos en la historia constitucional en la que hubiese habido casos en los que se
hubiera concedido la nacionalidad como privilegio.

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