Copia de Psicología Cuidados Paliativos-ALCP-comprimido
Copia de Psicología Cuidados Paliativos-ALCP-comprimido
Copia de Psicología Cuidados Paliativos-ALCP-comprimido
CUI DADOS
P A L I AT I V OS
C O M I S I Ó N D E P S I C O L O G Í A
PSICOLOGÍA --- CUIDADOS PALIATIVOS
INTRODUCCIÓN
DRA. MARÍA LUISA REBOLLEDO GARCÍA
COORDINADORA DE LA COMISIÓN DE PSICOLOGÍA
DE LA ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE
CUIDADOS PALIATIVOS (ALCP)
Con el fin de contribuir a la formación continua de los profesionales de la salud, a través del aporte
que la psicología paliativa ofrece, la Comisión de Psicología de la Asociación Latinoamericana de
Cuidados Paliativos (ALCP) , elaboró este documento, que contó con la colaboración de varios
profesionales expertos de Latinoamérica.
Este material está dirigido a profesionales de la salud de diversas disciplinas. Desarrolla varios
temas de psicología, esenciales para los Cuidados Paliativos. Cada tema es presentado de manera
simple, concreta, y práctica. A lo largo del folleto, se ofrecen herramientas y estrategias de
intervención que pueden ayudar al profesional a poner en práctica habilidades esenciales de
comunicación con el paciente y la familia, como también dar una contención psicológica básica.
Esperamos que esta entrega sirva de ayuda y apoyo a los profesionales de la salud, y visibilice el
valioso aporte que puede brindar la psicología al desarrollo de cuidado paliativos de calidad.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
TABLA DE CONTENIDO
psicología/cuidados paliativos
07
COMUNICACIÓN EN
09
INTERVENCIÓN EN
13
EL CONTEXTO DE CRISIS- PRIMEROS DUELO
SALUD-ENFERMEDAD AUXILIOS
PSICOLÓGICOS (PAP)
19
TRISTEZA Y
24 32
ATENCIÓN PRIMARIA DE FAMILIA &
CUIDADOS LA ANSIEDAD EN
ENFERMEDAD
PALIATIVOS CUIDADOS PALIATIVOS
37 43 50
COMUNICACIÓN DE
DOLOR AUTOCUIDADO MALAS NOTICIAS EN
Y SU ABORDAJE PEDIATRÍA
MULTIMODAL
COMISIÓN PSICOLOGÍA
P S I C O L O G Í A
C U I D A D O S
P A L I A T I V O S
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
P S I C O L O G Í A
C U I D A D O S
P A L I A T I V O S
COMUNICACIÓN DE MALAS
NOTICIAS EN PACIENTES
PEDIÁTRICOS
AUTOR: MARIA JOSE ADAME
[email protected]
COORDINADORA DE PISCO-
ONCOLOGÍA
HOSPITAL INFANTIL DE MEXICO
CO-FUNDADORA DE LA RED
LATINOAMERICANA DE PSICOLOGÍA
PEDIÁTRICA.
DISEÑO Y EDICIÓN:
ALEXANDRA ACEITUNO RÍOS
EDICIÓN:
LORENA ETCHEVERRY
MARTHA FRANCO
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
COMUNICACIÓN
EN EL CONTEXTO
DE SALUD-
ENFERMEDAD
CAROLINA PALACIO GONZÁLEZ
¿Qué es la Comunicación?
Mi Biografía
biografía del otro
Respuesta emocional que se deriva del sufrimiento del paciente y su familias; facilita el
afrontamiento dentro del contexto de enfermedad, siendo la Empatía-Compasión factores que
permiten motivación para modificar el sufrimiento del “otro” en el proceso de comunicación. La
compasión se moviliza por medio de la actitud empática, para comprender y conocer el sufrimiento
(Rawlings, Devery & Poole, 2019) Para lograr una comunicación compasiva y empática deben
tenerse en cuentra las siguientes reglas:
ESTAR PRESENTE EMPATÍA CUIDAR
Protocolo de Comunicación
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
INTERVENCIÓN EN
CRISIS- PRIMEROS
AUXILIOS PSICOLÓGICOS
(PAP)
MARÍA LUISA REBOLLEDO GARCÍA
Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP), son una
intervención psicológica breve e inmediata que se
aplica en el momento de una crisis emocional,
facilitando a la persona estrategias inmediatas de
afrontamiento, restableciendo la estabilidad
emocional que posibiliten la resolución de la crisis y
control cognitivo ante dicho evento y de esta manera
reducir su percepción depeligro.Se conoce como
crisis emocional a un estado temporal de agitación,
trastorno o desorganización, en el que nos vemos
desbordados a la hora de afrontar una situación o
problema de una manera subjetiva, los cuales la
persona puede percibir como amenazantes,
presentando reacciónes emocionales, conductuales,
cognitivas y biológicas de desajuste, dificultando de
esta manera la búsqueda de soluciones sanas y
asertivas.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Escucha activa
y responsable
Transmitir Permitir
confianza libre expresión
Ser
empático
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Si la persona parece estar demasiado agitada, habla precipitadamente, parece estar perdiendo
contacto con su entorno, se muestra desorientada o llora demasiado y desconsoladamente se
recomiendan las siguientes técnicas de relajación:
a) Respiración4-7-8
“Coloque la punta de la lengua justo detrás de los dientes frontales superiores... vamos a usar la
técnica de respiración 4.7-8”
Cerrar la boca y coger aire por la nariz durante cuatro segundos... ehxale. Inhale de nuevo y aguante
la respiración durante 7 segundos... exhale.Inhale otra vez y sostenga la respiración durante 8
segundos... exhaleRepetir el proceso tres veces más. Si se se siente mareado las primeras veces
aconseja realizar esta técnica sentado o acostarse.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Esta técnica que se basa en la respiración controlada y la reorientación de los estímulos que le
producen ansiedad, su objetivo principal es la estabilización emocional de la persona ante
situaciones abrumadoras y la disociación con sensación de estar desorientado.
1. Pedirle a la persona que lo escuche y que lo mire, nos ayudará a reorientar su atención.
2. Preguntarle si sabe quién es, donde esta y que está sucediendo, eso nos ayudara a saber si es
consciente de la situación y si está orientado en tiempo y espacio.
3. Decirle que le describa lo que está a su alrededor y que le diga donde se encuentran.Pasaremos
a aplicar la técnica del “enraizado” y se le dice:“ siéntese en una pocisión cómoda sin cruzar sus
piernas o brazos...inhale y exale... hacia adentro y hacia fuera lenta y profundamente...lentamente
mira a tu alrededor y encuentra”
Para concluir:
Tomar en cuenta modificar estas intervenciones para personas con discapacidades visuales,
auditivas o de expresión de lenguaje, lo mismo que menores de edad quienes deben estar
acompañado por padres o encargado y autorizar la intervenciónSi ninguna de estas intervenciones
ayuda en la estabilización emocional, consulte con un profesional de la salud médica o mental, ya
que podría ser necesario el uso de medicamentos.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
DUELO
GIOVANNO OSSES GUZMÁN
El duelo es la perdida de la relación y contacto con otro significativo el que nos lleva a experimentar
una ruptura en el contacto con uno mismo. Es también una respuesta natural y universal que todo
ser humano se encuentra predestinado a vivir. La mayoría de los que han vivido un duelo
importante
en sus vidas, a pesar del intenso dolor y sufrimiento y de que duelo les afecta física, emocional,
intelectual, social y espiritualmente, con el tiempo y la ayuda de familiares y amigos con capaces de
sobrevivir a este proceso y adaptarse a la nueva situación sin ese ser querido logrando rehacer sus
vidas.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Esta teoría de afrontamiento propuesta por Lazarus y Folkman expresa la siguiente idea: “No es la
situación dramática lo que tenemos si no la valoración que hacemos de ella” En el caso de una
muerte de un familiar cercano, por ejemplo, no es lo mismo recibir la información del fallecimiento
debido a un accidente de transito que por una enfermedad durante la cual le hemos podido
acompañar. Es evidente que el nivel de estrés y la dificultad de afrontamiento van a ser mucho
mayores en la situación de no anticipación. Cuando hablamos de afrontamiento nos referimos al
repertorio de pensamientos o actuaciones que los individuos utilizan para responder a las
demandas externas o internas de situaciones estresantes.Estas estrategias no tienen un carácter
rígido sino que son procesos activos constantemente cambiantes y cuyo objetivo es manejar de la
mejor forma posible el dolor de la experiencia traumática, sin embargo, el factor emocional y tipo de
relación con el fallecido influirá en el estilo de afrontamiento que se manifieste.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
En resumen, esta perspectiva sobre el afrontamiento va a incluir la perdida del ser querido como
evento estresante que se produce en un marco de factores personales y situacionales que influirán
en como se desarrolla el proceso de elaboración.
En un primer momento la conmoción causada por la noticia de la muerte del ser querido amenaza
la capacidad reactiva de la persona poniendo en marcha reacciones como incredulidad, confusión,
aturdimiento y disociación cuya función es alterar la entrada de esa información reprimiendo o
mitigando el impacto. Esta fase está caracterizada por un aturdimiento y choque, aparecen alertas
sintomáticas relacionadas con la esfera emocional activando el procesamiento de lo situacional ya
que llega una primera valoración emocional en donde acomodamos esa información para poder
sobrellevarla y reducir el impacto emocional.Acá la tarea principal en el duelo es manejar los
aspectos traumáticos de la pérdida, la detención o fijación de este proceso podría configurar un
duelo complicado semejante al TEPT.
Pasado un tiempo en la mayoría de las personas empieza a prevalecer las respuestas de evitación,
todas ellas, maniobras inconscientes generadas en el proceso emocional en un intento de eludir la
magnitud del impacto. Es por ello que la persona puede negar los hechos o minimizar la
importancia del evento o bien mantenerse activa para manejar la sintomatología. Estas estrategias
de rechazo y evitación, promueve una asimilación más progresiva de la realidad perceptiva, es decir,
actúan como una barrera protectora ante el dolor.La tarea principal en esta etapa es ir disolviendo
progresivamente las estrategias protectoras de distorsión y evitación, aumentando progresivamente
la tolerancia al dolor. La detención o fijación de este proceso podría configurar un duelo ausente o
evitativo, donde la persona fija en el tiempo las estrategias de distorsión supresión e inhibición.
Si los aspectos más traumáticos y los defensivos han sido elaborados a medida que va
disminuyendo la necesidad de negación y rechazo, la persona esta más preparada para afrontar la
realidad de la ausencia del ser querido, ya no puede negar ni evitar el dolor ni distorsionarlo. En
esta etapa de conexión e integración se ponen en marcha respuestas de afrontamiento orientadas
a conectar con la realidad de la muerte de la persona.La tarea adaptativa de conexión e integración
consiste en realizar el trabajo de duelo asociados aspectos relacionales de la pérdida, la detención
de esta tarea puede llevar a un duelo complicado de tipo crónico.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Finalmente, una vez elaborado los aspectos más traumáticos, defensivos y relacionales del duelo, de
forma progresiva va produciéndose la reorganización del mundo interno con relación al ser querido
que ha fallecido, a uno mismo y a la vida en general. Esta última etapa del duelo refleja una tarea
final que es haber ido más allá de su estado anterior y convertir esta experiencia en un elemento
que fomente el crecimiento personal, por ende, el resultado final es un nuevo edificio o constructo
multidimensional que incluye cambios en las creencias, metas, conductas e identidad personal, es
decir, un crecimiento post traumático.
Resumen
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Algunos signos de alarma que pueden dificultar el duelo en el niño y que pueden requerir de ayuda
de un profesional son.
Llorar en exceso durante largos períodos.
Rabietas frecuentes y prolongadas.
Presentar cambios extremos de la conducta
Bruscos cambios en las notas.
Falta de interés por los amigos o actividades con las que antes disfrutaba.
Dificultades para dormir y frecuentes pesadillas.
Dolores de cabeza u otras dolencias físicas.
Presencia de bruscos cambios de peso, ya sean alzas o bajas.
Tienen apatía, insensibilidad y una falta general de interés por la vida.
Ideas negativas acerca del futuro o no se interesan por él.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
En general, hay una sensación de pérdida de control (Nielsen et al, 2013) que es esperada y que da
lugar a las emociones listadas anteriormente. La expresión de las mismas se hace necesaria en la
medida que como lo plantean Tamagawa et al (2013) el suprimirlas o evitarlas se vincula a mayor
dolor físico y presencia de síntomas, lo que puede agudizar la experiencia de sufrimiento además
de tener repercusiones negativas en términos de calidad de vida. Por el contrario, el favorecer la
expresión emocional juega un papel adaptativo en la medida que permite al paciente procesar lo
que está viviendo y movilizar sus recursos personales para ajustarse a la situación. En esta guía nos
ocuparemos de la tristeza por ser una de las emociones más comunes en cuidados paliativos
debido a las implicaciones de las enfermedades crónicas, los cambios y pérdidas que conllevan.
En cuanto a la tristeza adaptativa, suele ser una respuesta ajustada ante momentos críticos vitales
incluyendo el diagnóstico, recidivas y progresión de la enfermedad así como ante los tratamientos
mismos o la derivación al servicio de cuidados paliativos. En ese sentido, de acuerdo con Arranz et
al (2003), la tristeza adaptativa se caracteriza por ser una respuesta que da ante precipitantes
recientes como los enumerados anteriormente, su duración es breve y la intensidad es moderada.
Adicionalmente, hay sintonía afectiva, la persona mantiene su funcionalidad a pesar de lo que está
experimentando y se manifiesta como síntoma único.
Por su parte, la tristeza no adaptativa es de larga duración y alta intensidad, aparece en ausencia de
desencadenantes, afecta el funcionamiento del paciente, por lo general se acompaña de otra
sintomatología y se relaciona con la aparición de depresión o síndrome de desmoralización, siendo
estos cuadros los más frecuentes en población paliativa (Van Oorschot et al 2020). A continuación,
se expone su caracterización con el fin de facilitar su diagnóstico.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
En cuanto al diagnóstico diferencial, Rudilla et al (2015) destacan que la anhedonia cuya aparición es
criterio diagnóstico para la depresión, no está presente en el síndrome de desmoralización en el
que el paciente mantiene la capacidad de experimentar placer aún a pesar del pesimismo o la
desesperanza. De igual forma, dentro de los criterios para el diagnóstico de la depresión se
encuentran síntomas somáticos mientras que en el síndrome de desmoralización la persona puede
presentar sintomatología similar pero las manifestaciones somáticas en general son atribuibles a la
enfermedad de base.
En todo caso, se requerirá de un abordaje adecuado que favorezca el ajuste a la enfermedad en sus
distintas fases, facilite la toma de decisiones y promueva el aumento de la calidad de vida lo que
además de contribuir a un buen ajuste a la enfermedad, disminuye la duración de las estancias
hospitalarias y frecuencia de visitas médicas (Bernales et al, 2019). Al respecto, ante la tristeza
adaptativa se puede requerir de un acompañamiento básico permitiendo que la emoción curse de
manera natural mientras que la tristeza desadaptativa requerirá de una intervención especializada
por parte de un profesional en salud mental. No obstante, cualquiera que sea la situación, se
sugiere tener en cuenta los siguientes lineamientos:
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
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ATENCIÓN PRIMARIA DE
LA ANSIEDAD EN
CUIDADOS PALIATIVOS
LORENA PATRICIA ETCHEVERRY
DEFINICIÓN
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Amenaza
percibida
Pensamientos Ansiedad
angustiantes (alarma)
Síntomas
corporales
Síntomas de ansiedad
Síntomas fisiológicos:
1. Aumento del ritmo cardíaco, palpitaciones.
2. Respiración entrecortada, respiración acelerada
Síntomas conductuales:
3. Dolor o presóin en el pecho
1. Evitación de las señales o situacines de amenaza
4. Sensación de asfixia
2. Huída, alejamiento
5. Aturdimiento, asfixia
3. Obtención de seguridad, reafirmación
6. Sudores, sofocos, escalofríos
4. Inquietud, agitación, marcha
7. Nausea, dolor de estómago, diarrea
5. Quedarse helado, paralizado
8. Estremecimientos
6. Dificultad para hablar
9. Adormecimiento, temblor de brazos o piernas
10. Debilidad, inestabilidad
11. Músculos tensos, rigidez
12. Sequedad de boca
Síntomas cognitivos:
1. Miedo a perder el control, a ser incapaz de afrontarlo
2. Miedo al daño físico o a la muerte Síntomas afectivos:
3. Miedo a "enloquecer" 1. Nerviosismo, tensión, aturdimiento
4. Miedo a la evaluación negativa de los demás 2. Susto, temor, terror
5. Pensamientos, imágenes o recursos atemorizantes 3. Inquietud
6. Percepciones de irrealidad o separación 4. Impaciencia, frustración
7. Escasa concentraciónó, confusión, distracción,
estrechamiento de la atención, hipervigilancia hacia la
amenaza
8. Poca memoria, dificultad de razonamiento, pérdida de
objetividad.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
EL PENSAMIENTO ANSIOSO
La ansiedad no es consecuencia directa de las circunstancias, sino de lo que las personas piensan
sobre esas circunstancias. El pensamiento ansioso se caracteriza por contener cogniciones
disfuncionales que resultan ansiógenas (Greenberger & Christine A., 1998):
Sobrevaloración
del peligro
Vulnerabilidad
Psicológica
Infravaloración
de los propios
recursos
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
ANSIEDAD Y ADAPTACIÓN
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Existen múltiples causas de la ansiedad (Maté Méndez, Ochoa Arnedo, & Mateo Ortega, 2016), que
tendrán que ver con:
En cuidados paliativos la ansiedad se puede explorar con preguntas abiertas o con escalas
validadas como: HADS (Hospital Anxiety And Depresion scale) (Zigmond & Snaith, 1983). Inventario
de ansiedad de Beck (Beck, Epstein, Brown, & Steer, 1988).STAI (State – Trait Anxiety Inventory)
(Spielberger, Gorsuch, & Lushene, 1970). Escala de Hamilton (Hamilton, 1959).
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
¿Qué hacer?
1. Comunicarle a la persona que sufre de ansiedad que no está sola y que le vamos a ayudar.
2. Actuar con tranquilidad
3. Hablar con tonos bajos, ritmos y movimientos pausados, lo más relajadamente posible.
4. Facilitar la expresión o desahogo emocional.
5. Ayudarlo a identificar en qué pensaba antes de sentirse así.
6. Realizar validación emocional: aceptar y dar por válido lo que la persona está sintiendo o
pensando.
7. Normalizar el miedo y la ansiedad: hacerle saber que la mayoría de las personas se pueden
sentir igual frente a la misma situación que está viviendo
8. Implementar estrategias de intervención focalizadas:
Técnicas de respiración o de relajación
Psicoeducación
9. Esperar y dar tiempo para que el miedo poco a poco vaya disminuyendo. Si la crisis no cesa,
convendrá considerar la indicación de tratamiento psicofarmacológico o consultar con salud
mental.
10. Valorar posibilidad de consulta con psicología.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Técnicas de respiración y relajación: Tienen por objetivo principal que el paciente quite el foco de
atención de la amenaza. Un ejemplo de técnica de respiración puede ser estimular a la persona a
que respire lentamente (en 4 tiempos: inspiración – pausa – espiración - pausa ) y que cierre los
ojos durante unos minutos. También se pueden utilizar técnicas de relajación muscular progresiva;
visualización; mindfulness; etc.
Psicoeducación: Consiste en aportar información nueva y correcta sobre los síntomas ansiosos que
la persona está experimentando, y en corregir conceptos equivocados acerca de los procesos
psicológicos y sus consecuencias.
Será clave:
Recordarle al paciente que las sensaciones que está teniendo son reacciones corporales
normales ante peligro percibido o imaginado.
Promover aceptación de los miedos como primer paso para librarse de ellos. Si se asumen y se
aceptan será capaz de hablarlo.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
FAMILIA &
ENFERMEDAD
ALEXANDRA ACEITUNO RÍOS
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
“Algunas familias sufrirán un deterioro en su calidad de vida, mientras otras tendrán capacidad de
adaptación y saldrán con éxito de la crisis” (Rolland, 2000, citado por Crivello, 2013).
Claudicación Familiar
Mayán (S.F) refiere que más de la mitad de los cuidadores sufren algún grado de sobrecarga, así
como sintomatología ansioso-depresiva.
Revisando la literatura, podemos ver que cada autor o grupo de autores nos definen la claudicación
familiar a su manera, sin embargo podemos concluir que lo que resalta en ellas es la incapacidad
para ofrecer una respuesta adecuada las circunstancias que se presentan y por ende se ven
abrumados por la situación y sin los recursos para afrontar la enfermedad.
AUTOR DEFINICIÓN
Gómez Sancho, MarreroMartín y Como la incapacidad de los miembros para ofrecer una
Muñoz Cobas citados por Pérez respuesta adecuada a las múltiples demandas y
Cardenas y González Blanco (2016) necesidades del paciente.
La claudicación familiar suele tener unos desencadenantes comunes, siendo los más frecuente: la
presencias de síntomas nuevos o la recaída de algunos preexistentes, incertidumbre, soledad,
miedo, cansancio del cuidador primario informal (CPI). (Muñoz Cobos F, et al, 2002).
Algunas escalas que se pueden utilizar para medir una posible claudicación familiar son: · Escala
de claudicación familiar: SAM · Escala de sobrecarga del cuidador Zarit · Cuestionario de
funcionamiento familiar: FF-SIL
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
“El acuerdo implícito o explícito por parte de familiares, amigos y/o profesionales, de alterar la
información que se da al paciente con el objetivo de ocultarle el diagnóstico y/o pronóstico y/o
gravedad de la situación” (Barbero, 2006) Vargas (2010) determina la conspiración del silencio
“cuando se crea un pacto de silencio entre la familia y el personal tratante de un paciente en fase
terminal, todos los involucrados directos conocen el diagnóstico y pronóstico del enfermo, pero
existe un mutuo acuerdo de callar la verdad. Es probable que este paciente conozca o más bien
intuya su situación de terminalidad pero no lo expresa debido a que se ha creado una alianza de
silencio que lo excluye.”
Los motivos que inducen a este tipo de escenarios han sido clasificados en 7 grupos por Bellido
(2013):
1. Deseo de proteger al enfermo del impacto emocional de la información y evitar un sufrimiento
innecesario.
2. Necesidad de autoprotección, tanto de profesionales como familiares, por la dificultad de
enfrentarse a las reacciones emocionales del paciente y a su manejo.
3. Dificultad de los profesionales para transmitir este tipo de información ligado con la falta de
formación específica sobre el tema.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Puede ser adaptativa, aquella en la cual el paciente no habla, niega, evita o parece que no desea
saber; aparece de la necesidad de tiempo que tiene el paciente para procesar lo que le está
pasando, no detalla lo que sabe pero realiza preguntas y comentarios que orientan al entorno a
intuir qué sabe y cuánto sabe. Por otro lado, puede ser desadaptativa, cuando la familia o
profesionales de salud no informan al paciente, a pesar de que el paciente terminal desea saber la
información; la justificación es la protección, evitar el sufrimiento y la angustia al paciente (Arranz,
Barbero, Barreto y Bayés, 2003).
Abordaje
Para prestar atención adecuada a las alteraciones familiares Gómez Sánchez (1994) propone aplicar
los principios generales del Control de Síntomas, en el caso de los síntomas familiares al reverso
que en los del enfermo, éstos no son «visibles» ni reconocibles para la familia y debe ser el equipo
de profesionales de la salud quienes lo pongan de manifiesto:
1. Evaluar antes de tratar.
2. Explicar las causas de los síntomas.
3. Establecer objetivo terapéuticos.
4. Monitorizar los síntomas.
5. Atención a los detalles.
6. Revisión exhaustiva.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Claudicación familiar
Existen varias herramientas que como profesionales de la salud podemos utilizar para empoderar a
los pacientes y sus familias con respecto a toma de decisiones, afrontamiento de la enfermedad,
psicoeducación y soporte emocional. Como bien dice la SECPAL (2014) “El enfermo y su familia
conjuntamente son siempre la unidad a tratar.”Se recomienda que la primera intervención como
equipo sea valorar la funciona emocional de la familia y el paciente, de esta manera se puede trazar
la ruta a tomar con respecto a como abordar las manera de comunicarse y abordar desde el
inicio.El siguiente paso será planificar la integración plena de la familia, y lo haremos mediante: La
educación de la familia. Soporte práctico y emocional de la familia. Ayuda en la rehabilitación y
recomposición de la familia (prevención y tratamiento del duelo). Como refiere Vargas (2010) la
comunicación es la clave para que el paciente y su familia puedan tomar decisiones acertadas
relacionadas al tratamiento y como afrontar en el proceso de la enfermedad. Lo mas importante es
que la comunicación en si sea abierta, en ambas vías, desde el paciente hacia la familia como del
paciente hacia su equipo de atención de salud y viceversa.
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
DOLOR
Y SU ABORDAJE
MULTIMODAL
ANDREA CRISTINA MATHEUS DA SILVEIRA
SOUZA
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
Así mismo, siendo el dolor un síntoma frecuente en CP, hay varios trabajos que apuntan en la
necesidad de mejorar su control, reforzando la atención para una evaluación adecuada y adopción
de conductas farmacológicas y no-farmacológicas de rutina, para que puedan proporcionar alivio de
este síntoma apuntando a el confort de los pacientes y a la disminuición del sufrimiento. Diversos
artículos relacionan una mayor incidencia de pedidos de eutanasia en pacientes en CP que
presentan dolor con control inadecuado, o sea, el dolor causa un gran impacto también en el
sentido de la vida de nuestro paciente (Lieve; Editors MacLeod, Roderick Dunca; Van den Block,
2019)
La definición de dolor recomendada por la International Association for the Study of Pain – IASP, fue
recientemente revisada, la anterior fue propuesta en 1979 siendo:
“Una experiencia de alta sensibilidad y emocionalmente desagradable asociada a una lesión en los
tejidos reales o potenciales, o descripta en las condiciones de tal lesión”. (IASP 1979).
Uno de los aspectos revisados en la nueva definición fue la necesidad de considerar la existencia
del dolor mismo, que no se pueda verbalizar. DOLOR -“Una experiencia de alta sensibilidad y
emocionalmente desagradable, asociada, o semejante de aquella asociada, a una lesión en los
tejidos de forma real o potencial” (IASP -2020).
Notas
· El dolor es siempre una experiencia personal que es influenciada, en escalas variables, por
factores biológicos, psicológicos y sociales.
· Dolor y nocicepción son fenómenos diferentes. El dolor no puede ser determinado
exclusivamente por la actividad de las neuronas sensitivas.
· A través de sus experiencias de vida, las personas aprenden el concepto de dolor.
· El relato de una persona sobre una experiencia de dolor debe ser respetado.
(Srinivasa et al., 2020)
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
En la década de 1960 Dame Cicely Saunders desarrolló el concepto de dolor total al conversar con
sus pacientes e identificar que varios aspectos vivenciados por ellos durante su enfermedad
interferían en el control adecuado del dolor, en la percepción de su intensidad y el sufrimiento
desencadenado por ese síntoma. En estos casos, además de la analgesia, ella propuso, que, para un
mejor control del dolor, el paciente debería ser calificado por un equipo multiprofesional y recibir
otras intervenciones no-farmacológicas que identificaban necesidades personales que
potencializaban la percepción del sufrimiento causado por el dolor. (Lieve; Editors MacLeod,
Roderick Dunca; Van den Block, 2019) Siendo así, Dame Cicely Saunders al construir el
concepto de dolor total, consideró que el dolor del paciente era influenciado por sus aspectos
físicos, emocionales, sociales y espirituales que están descriptos en el diagrama 1.
DOLOR TOTAL
Aspectos Físicos Aspectos sociales
1. El avance de la enfermedad 1. Dependencia
2. Tratamientos 2. Pérdida de posición y status social
3. Comorbilidades 3. Pérdida de poder adquisitivo
4. Preocupaciones con el futuro
5. Gastos con el tratamiento
En los dos conceptos, IASP y Cicely Saunders, se enfatiza la importancia de evaluar el dolor de forma
amplia y considerando los aspectos subjetivos de todo paciente, reconociendo sus impactos en el
sufrimiento y también en los aspectos de control del dolor.
Halen et al. haciendo el levantamiento de los instrumentos utilizados para evaluar el dolor en
pacientes con cáncer avanzado en CP y considerando las dimensiones del dolor por ellos evaluados,
organizó un panel de especialistas para definir cuales dimensiones serían más importantes a ser
consideradas en el proceso de evaluación del dolor. El diagrama fue creado de acuerdo con la
clasificación jerárquica dada por los expertos. (Hølen et al., 2006)
Al hacer ese relevamiento Holen et al. identificó 16 instrumentos. Ellos fueron clasificados en
instrumentos unidimensionales, donde evaluan apenas una dimensión del dolor, normalmente su
intensidad y los multidimensionales, donde varias dimensiones son consideradas para evaluar el
impacto del dolor, principalmente la intensidad, efectos de los tratamientos, localización, padrón
temporal, duración, impacto, etc. Resaltando, que el autor no consiguió identificar ningún
instrumento que consiguiese alcanzar todas las 10 dimensiones clasificadas como importantes por
los especialistas, por ese motivo, es imprescindible una evaluación personalizada utilizando las
dimensiones como referencia.Vamos a presentar los instrumentos más citados en la literatura para
el uso en CP y que pueden ser de gran ayuda en la rutina del profesional de la salud:
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COMISIÓN PSICOLOGÍA
ESCALAS UNIDIMENSIONALES
ESCALAS MULTIDIMENSIONALES:
MCGILL PAIN QUESTIONARE – MPQ (Y SU FORMA ABREVIADA SHORT FORM MCGILL PAIN QUESTIONARE –
SF-MPQ)
Bastante utilizada en los protocolos de investigación principalmente, su forma abreviada, permite
que el paciente califique su dolor, más allá de la intensidad. Las dimensiones están divididas en
cuatro grupos/dimensiones: Evaluativa, afectiva, sensorial y una mezcla. En la visión abreviada no
hay una nota de corte, que pontúe el número de descripciones identificadas. (Melzack, 1987)·
BRIEF PAIN INVENTORY- BPI (Y LA FORMA ABREVIADA BRIEF PAIN INVENTORY SHORT FORM – BPI-SF).
Desarrollado originalmente para evaluar el dolor en pacientes con cáncer, es aceptado en diversos
países. Su principal ventaja es evaluar el impacto del dolor en la vida del paciente, trayendo
informaciones que auxilien al profesional de la salud a fijar metas para el tratamiento del paciente.
(Daut, Cleeland, & Flanery, 1983)(Cleeland, 2017)(Ferreira, K A S L; Nogueira, S C; Scisci, 2019) ·
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CONCLUSIONES
El padrón oro de evaluación de dolor siempre es el paciente, por eso la importancia una visón
amplia acerca del dolor y los impactos en la vida, pero los instrumentos son muy útiles en la rutina
de trabajo comprendiendo sus limitaciones y objetivos.
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AUTOCUIDADO
ANA GARCÍA PÉREZ
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¿QUÉ ES EL AUTOCUIDADO?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como aquellas actividades que llevan a cabo
individuos, familias o comunidades con la intención de mejorar la salud, prevenir enfermedades o
reducir la enfermedad. (OMS, 1984). En el ámbito de los Cuidados Paliativos, específicamente Cicely
Saunders, destaca el valor de la autorreflexión y el autocuidado para mantener el disfrute del
ejercicio de una profesión vocacional. (Benito et al 2014)
Cuidar de uno mismo, parece una propuesta muy simple y realizable, sin embargo muchas veces
queda relegada y deja de ser un imperativo para transformarse en un objetivo que se descuida, se
posterga y se vuelve inalcanzable.
No es una práctica que se realiza al salir del trabajo para “desconectar”, sino una forma de estar
presente y consciente, aprovechando la riqueza experiencial de la relación de ayuda. (Benito Oliver,
et. al 2020).
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Tampoco se debe transformar en un esfuerzo egoísta hacia las necesidades de los otros, sino en
“una práctica proactiva y relacional consciente de la salud y las necesidades de los profesionales,
motivada por el contexto profesional de mantener una atención compasiva en la relación
terapéutica con los pacientes y sus familias” (Mills et al, 2017)
Sería "una disposición congruente e individualmente agradable de los roles del trabajo y la vida que
se entrelazan en una sola narración de la vida". (McMillan et al, 2011)
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Las bases que posibilitan el desarrollo del autocuidado son la compasión, la autoconciencia, la
autocompasión y la satisfacción por compasión.
Compasión: Es la conciencia del sufrimiento del otro junto con el deseo de aliviarlo. Es la acción de
la empatía. Implica sentir y actuar. Es un concepto en el que se entrecruzan los aspectos cognitivos
(conciencia del sufrimiento), aspectos afectivos (preocupación empática - ser conmovido por el
sufrimiento del otro), componente intencional (deseo de aliviar el sufrimiento) y un componente
motivacional (la disposición a responder – dar respuesta al sufrimiento del otro (Benito Oliver,
2019). Debería ser intrínseco a la práctica clínica diaria de todos los profesionales de la salud y, en
especial, la práctica de la compasión la consideramos como la esencia de las profesiones asociadas
a la ayuda. Es una práctica que se cultiva, se entrena, se desarrolla.
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Autocompasión: Es la actitud compasiva de una persona hacia sí misma frente a los fracasos y
defectos individuales. Hay tres elementos interrelacionados dentro del constructo que determinan
las reacciones de autocompasión ante eventos y experiencias negativas: la bondad hacia uno
mismo, el sentido de humanidad compartida y la atención plena (Neff, 2003, Barnard y Curry, 2011).
Es un concepto acuñado por el budismo, que ha adquirido enorme relevancia en la psicología
contemporánea. Según Gilbert y Procter (2006) las personas autocompasivas son genuinamente
conscientes de su propio bienestar y, al mismo tiempo, son sensibles y empáticos ante el malestar
de los demás, pudiendo ser tolerantes con el malestar sin caer en la autocrítica y en el
enjuiciamiento, comprendiendo las causas de este malestar y tratándose a sí mismos con calidez.
La metáfora del Icberg, nos invita a re pensar el valor de sostén, de robustez, que genera el
autocuidado en el sostenimiento de los cuidados del profesional.
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Cuidado Profesionales
Autocuidado
Aunque es un privilegio poder cuidar a aquellos que lo necesitan, no podemos obviar que existe un
costo en el cuidado (Figley, 1995; Boyle 2011).
En las últimas décadas se han estudiado manifestaciones del costo del cuidado en grupos de
profesionales sanitarios, sobre todo los que están en directo vínculo con los pacientes y familias
vinculados a las profesiones de ayuda. Si bien encontramos algunas diferencias en la precisión
conceptual con respecto a cómo se denominan estas manifestaciones, Desgaste por Empatía o
Fatiga de la Compasión es interesante compararla con el Síndrome del Quemado (Bourn-out).
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Trabaja en equipo: Intercambia, comparte las experiencias del trabajo y personales. El pensar con
otros favorece la toma de decisiones frente a situaciones de la práctica clínica cotidiana.
Supervisa o co- visiona tu práctica clínica: Si bien es una práctica muy usada en el área de salud
mental, puede ser útil para que se implemente en la interna de todos los equipos. Compartir la
práctica con otro integrante, experimentado dentro o fuera del equipo, enriquece y puede dar luz a
situaciones de conflicto. Participa en foros, seminarios y webinarios vinculados a la práctica
profesional.
Realiza instancias de recreación o retiros con tu equipo de trabajo: Desarrolla estrategias de manejo
del estrés, relajación, yoga, meditación consciente (mindfulness). Gestionatus emociones, desarrolla
actividades que te den placer, crea, escribe. La escritura terapéutica puede ser un buen recurso
para darle cabida a tus pensamientos y emociones.
Agradecimientos: Quiero en especial agradecer a la Prof. Agda. Ana Inés Galain, que revisó el
artículo, y compartió sus comentarios constructivos, y a “mis equipos”, los equipos de salud que
conformo que todos los días fortalecen mi convicción del disfrute en el trabajo.
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Esta información nos ayuda a comprender lo imprescindible: que el paciente pediátrico tiene que ser
parte del proceso de comunicación de malas noticias. Además de que es su derecho estar informado
sobre su salud, el comunicarle de una manera adecuada la información, disminuirá la angustia que
genera la fantasía por no saber y permitirá el acompañamiento afectivo que requiere.
Protocolos
A lo largo del tiempo, se han realizado diversos estudios que comprueban la importancia de la
adecuada comunicación de las malas noticias al paciente pediátrico y sus familiares, para que el
afrontamiento de las mismas sea positivo. Derivado de ello, expertos han elaborado distintos métodos
para poder entregar malas noticias a los niños y sus familiares. Protocolos como los definidos por
María Die-Trill[1], SPIKES, GRIEV-ING[2]o la guía médica elaborada por Royal Cornwall Hospitals[3], son
algunas de las referencias a las cuales el médico puede acudir para elaborar su propio protocolo y
adecuarlo a cada paciente. En todos ellos, los elementos clave a observar son:
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1.Preparación personal. Quién vaya a dar la noticia, además de familiarizarse con el caso y la
información, debe reconocer y monitorear sus propios sentimientos ante la situación y aceptar que
sentirse abrumado es normal.
2. Preparar el entorno. Asegurarse de estar en un espacio cómodo, sin distracciones y libre de
interrupciones. Hablar previamente con los familiares del niño/a adolescente para tener un plan
sobre quién y cómo se dará la noticia.
3. Inicio de la conversación. Los pacientes deberían tener la opción de iniciar la conversación en un
ambiente seguro y abierto. Los niños/as y adolescentes deben saber que no se les mentirá, pero
tampoco se les obligará a saber si no es su deseo[1].
4. Brindar la información. Tomar en cuenta la edad y desarrollo. A menor edad, menor información
y complejidad y visceversa. A partir de los 2 años, considerar siempre comunicarse. Hablar de manera
sencilla y honesta al nivel de comprensión y vocabulario del menor, de manera pausada, clara, sin
eufemismos y considerando la posibilidad de tener que repetirla posteriormente. Informarle que
todos estarán disponibles para responder sus dudas.
5. Observar. Estar atentos de las reacciones verbales y no verbales del paciente. Si interrumpe la
conversación, permitirlo y escuchar sus inquietudes. Si parece no atender, se distrae o juega,
preguntarle si ya no quiere que sigan hablando del tema, reflejarle que quizás no le está gustando lo
que está escuchando, y darle la alternativa a interrumpir, seguir en otro momento y hablar sobre lo
que está sintiendo. Lo importante es no forzar la conversación y respetar el tiempo de cada uno.
6. Escuchar. Si un niño habla sobre lo que siente, no hay que detenerlo. Preguntar sobre lo que está
diciendo “¿quieres contarme más?”, “¿qué necesitas?” y evitar consolar con frases como “todo estará
bien”, “ya no llores, seremos muy valientes”.
7. Validar. Los adultos deben ayudar al paciente a reconocer las diferentes emociones y sensaciones
físicas que pudieran estar experimentando después de escuchar la noticia, respetarlos y validarlos
diciéndoles que es normal sentirse así. Evitar “dar ánimos”; frases como “échale ganas” pueden traer
como consecuencia impotencia y frustración. Es recomendable que sus padres puedan compartirle
sus propios sentimientos y expresarles que hablarlos les puede ayudar a sentirse mejor.
8. No dar falsas esperanzas. Hay ocasiones en las que para tranquilizar al niño se puede recurrir a
frases que producen una tranquilidad momentánea, pero que a la larga repercuten incluso en la
adherencia terapéutica. Por ejemplo, “tranquilízate y te dan de alta”, pueden detener el llanto del
niño en ese momento, pero en realidad terminará por darse cuenta del engaño y desarrollar
desconfianza en el personal.
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9. Ayudar a comprender sus circunstancias. Palabras sencillas que ayuden a los pacientes a
entender lo que sucede con sus padres y su entorno los estructura y disminuye su ansiedad.
10. Transmitir seguridad. que puedan percibir que sus padres comprenden lo que sienten y que
pueden sobrellevarlo. Asegurar que siempre habrá alguien que los cuidará y se hará cargo.
11. Brindar medios de expresión. Para los niños(as) el juego es el medio natural de expresión y
elaboración emocional, por tanto es importante que desde los primeros momentos se les facilite
material de juego o arte con el que puedan canalizar lo que les está ocurriendo.
12. Dar espacio y opciones de apoyo. Permitir al paciente y familia asimilar la información para
comenzar el afrontamiento. Ponerlos en contacto con el equipo multidisciplinario que les acompañará
en los pasos posteriores a la noticia.
13. Hacer cronología. Tener un registro de toda la información brindada, así como de lo sucedido
para referencias personales y con el equipo de trabajo.
14. Soporte personal para el que da la noticia. Entablar un diálogo con el equipo multidisciplinario
para atender sus propias necesidades, proporcionar apoyo mutuo y abordar el desarrollo profesional
a través de la reflexión es una forma de apoyar la calidad continua y mejorar la práctica.
Conclusión
Para dar malas noticias a niños/as y adolescentes, es necesario tener conocimiento de su desarrollo
psicoemocional, considerando los conceptos de enfermedad y muerte. Así mismo, hay que adaptar
los procesos a cada etapa de desarrollo. Como refiere María Die Trill[1], “los niños saben más de lo
que pensamos, son más fuertes y flexibles de lo que creemos”. Los beneficios de implementar un
protocolo adecuado al momento de brindar malas noticias a los pacientes pediátricos es
innegablemente mejor que tener un acercamiento frío y distante o excluirlos del proceso. Cuando el
paciente es integrado por el personal médico, recibe un trato digno y humano, se le da la posibilidad
de expresar lo que piensa y siente, la oportunidad de vivir el suceso acompañado, y las posibilidades
se abren para que el trabajo y tratamiento posteriores puedan realizarse de manera óptima.
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