El Borde de Su Manto

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PREDICA 3 DE ENERO 2023

San Lucas 8:40-44


2 en 1 Jairo principal de la sinagoga, La mujer con el flujo de sangre
Jairo se postra y pide a Jesús que vaya a ver a su hija de 12 años que está muriendo.
La mujer durante 12 años padeció de «Menorragia» es el término médico que se usa para
denominar los períodos menstruales con sangrado anormalmente intenso o prolongado.
Acostumbrada al rechazo, su vida social había terminado pues se consideraba inmunda en aquella
época, era una personal normal, llena de vida, con un empleo o un ingreso estable, tanto que le
alcanzaba para ahorrar porque despues nos indica que había gastado toda cuanta tenía en
médicos y no mejoraba, sino que le iba peor.
¿Quién me ha tocado? Es la pregunta de Jesús que nota como poder ha salido de él, ante esto
pedro y los demás discípulos le responden con obviedad, Señor la multitud te aprieta y dices
¿quién me ha tocado? La mujer al verse descubierta viene temblando y se postra a sus pies y
declaro la causa por la cual le toco y como había recibido sanidad.
Canción: Cuando quieras huir porque no puedes más porque solo te sientes entre los demás y no
hay más en tus ojos brillo y emoción y se cierra tu boca porque no hay canción ♫
A sus pies hay paz, gracia y bendición, luz y dirección. ♫ ♫
Hija tu fe te ha salvado; ve en paz. Una fe genuina sin fingimiento, la decisión de acercarse a
Jesús. En el momento más difícil de su vida.
La multitud maravillada de ver la obra de Dios en aquella mujer es silenciada por la mala noticia de
que la hija de Jairo había muerto. Portadores de malas noticias (tu hija murió no molestes al
maestro). Jesús le mira fijamente y le dice NO TEMAS CREE SOLAMENTE.
Puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe.
Continuo su camino y al llegar a la casa de Jairo vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban
¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. Ahí estaban los hombres de la
sinagoga, los médicos, enfermeras de aquella época, y se rieron de la declaración de Jesús. Y Él
echándolos fuera a todos, tomo al padre y a la madre de la niña y a los que estaban con el y entro
donde estaba la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña a tu te digo levántate. Y la niña se
levanto y andaba pues tenía 12 años. Y se espantaron grandemente.
Siempre habrá personas que duden de lo que Dios hace, o va a hacer, pero en esta tarde hay una
iglesia que decide creerle a Dios. Creer que Dios sigue obrando, sigue sanando, sigue realizando
maravillas y prodigios. Hoy Dios te dice NO TEMAS, póstrate a los pies de Jesús.
Mi esposa padecía de convulsiones tónico clónicas, desde sus 17 años y el medicamento que le
daban no lograba sino disminuir la frecuencia con que le daban estos episodios, un doctor en una
ocasión nos dijo: ella tendrá que tomar este medicamento de por vida (no molestes más al
maestro) las noches se hacían largas, porque en cualquier momento podía darle la crisis, mi sueño
se había vuelto liviano, con nada me despertaba. Le realizaron tag cerebral, electroencefalograma,
exámenes de sangre y no podían dar con la solución, intentamos con medicina alternativa,
medicamentos alemanes, y no mejoraba. Diariamente debía tomar 2 pastas, un día que no las
tomara era casi que fijo que le daba la convulsión. Pasaron cerca de 12 años y un día cualquiera,
llego Jesús y realizo el milagro, cuando menos lo esperábamos, cuando parecía que nos
acostumbrábamos a convivir con los medicamentos, vino Cristo y la dejo como nueva.
No era conveniente tener un embarazo hasta tanto no se normalizará ese tema pues durante el
proceso de gestación podía sufrir el feto durante un episodio y podía tener malformaciones, o
daños irreparables. Pero Dios nos regalo a Luisa María, es eso, un regalo de Dios.
Cuando decidimos acercarnos al dador de la vida, el cambia nuestra tristeza en gozo, nuestro
lamento en baile, y nuestro dolor en alegría.
Hoy hay Jairo´s y mujeres de flujo, pero también tenemos a Jesús que es el mismo de ayer, hoy y
siempre.
Hay una multitud que quizás aprieta, pero puedes abrirte paso en medio de ellos y tocar el borde
del manto del maestro, mirar a Jesús fijamente que te dice no temas, cree solamente.
Aun hay movimiento de aguas como en el estanque de Bethesda, pero no solo para el primero que
descienda, sino para todo aquel que crea.

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