Islas O y Gutierrez F El Estratecom La e
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Repensando la estrategia
desde la comunicación
Título original: Nueva Teoría Estratégica: Repensando la estrategia desde la
comunicación
ISBN: 978-9942-752-08-6
Prólogo 5
Introducción 17
Capítulo 1
De la fragmentación a la complejidad. Implicaciones para la
dirección estratégica de la empresa
Alfonso Vargas 33
Capítulo 2
Un cambio en el sujeto. La transformación del hombre racional al
hombre relacional en un sistema orgánico aprendiente
Amaia Arribas 69
Capítulo 3
Responsabilidad social empresarial: Una nueva organización que
innova y signiica
Daniel Fernando López Jiménez 93
Capítulo 4
Una mirada estratégica. Del conlicto a la articulación
Luiz Alberto de Farías, Paulo Nassar y Bárbara Miano 112
Capítulo 5
La estrategia desde una matriz comunicacional
Raúl Herrera Echenique y Raúl Bendezú 135
Capítulo 6
La ingeniería en comunicación social y la nueva teoría estratégica.
El caso del Jazz en la Ciudad de México
Jesús Galindo Cáceres 168
Capítulo 7
Un sistema de medición comunicacional más allá del control.
Indicadores comunicacionales en dimensiones múltiples
Sandra Massoni, Mariana Piola y Mateo Bussi 202
Los fenómenos emergentes de los que habla el capítulo, esos que des-
truyen la linealidad y previsibilidad dentro de los sistemas, son descritos
en el texto como aquellos que se caracterizan por ser impredecibles y
anti-intuitivos, pudiendo ser cambios aparentemente individuales y me-
nores, pero que acaban teniendo una profunda incidencia en el funciona-
miento colectivo. De acuerdo con el autor, “tienen una vida propia que es
separada y distinta de los comportamientos de sus partes constituyentes”,
de ahí la diicultad que presentan para ser abordados o controlados.
deben asegurar que todos sus miembros aprenden, puesto que ello de-
viene en la expansión de las posibilidades de crecimiento.
Mi más sincera enhorabuena para Amaia y para Raúl, para Rafael Al-
berto, y para todos los autores de estas páginas.
1. Introducción a la introducción
Para ser claro, lo que realmente creo —pero no se lo diga usted a na-
die— es que soy el mejor y el peor cualiicado para hacer esta introduc-
ción. El mejor, porque lo viví de primera mano. Vi nacer a la NTE. Y eso
me convierte en un buen testigo presencial. El peor, porque soy el cul-
pable de lo que sucedió aquella noche del 19 de noviembre 2001, hace
hoy 16 años, que este libro quiere revivir. La asociación de Directivos
de la Comunicación (DIRCOM) presentaba mi último libro Estrategias de
Comunicación (2001) en el Auditorio de la sede central del banco BBVA,
en el madrileño Paseo de La Castellana.
Así las cosas, solo me quedaba una opción: hablar mal de la NTE.
Eso no tendría por qué molestar a nadie. Bueno nunca se sabe. La
sabiduría oriental advierte que “uno no debe ni hablar bien ni mal de
uno mismo. Bien porque nadie nos creería, y mal porque todos esta-
rían dispuestos a hacerlo”.
para subir las escaleras. Para hacer amigos, para progresar en el trabajo.
Y las hay de muchos tipos, míticas, religiosas, de sentido común, expe-
rienciales, etc. Algunas, las menos, son cientíicas.
Por eso, cuando alguien nos habla de una “nueva teoría”, nos agrada
porque transmite que ha habido un avance, pero también nos ponemos
a la defensiva porque sabemos que nos obligará a cambiar nuestra for-
ma habitual de actuar (de calcular esas previsiones). Y es aquí donde
entran las restantes preguntas que yo me haría si fuese usted.
Las limitaciones hacen nuestro mundo más estrecho, pero no nos da-
mos cuenta. “El mundo es así”, decimos. Nos parece normal. Solo se con-
vierten en problemas cuando queremos estirar los pies fuera de la teoría.
El que la tierra fuese plana no creó problemas hasta que un tal Colon
quiso viajar al este (China) navegando hacia el Oeste ¿A quién se le ocu-
rre? La gente normal no pretende hacer esas cosas. Son posibilistas. Es
cuando pretendemos salirnos del marco establecido cuando nos damos
cuenta de que las explicaciones que han gobernado nuestras vidas se
nos han quedado cortas.
Sabemos más sobre estrategia que hace 10, 20, 30, o 40 años, pero
nunca como ahora este tema ha sido tan frustrante y confuso tanto
para el profesional como para el estudiante. Un mayor conocimiento
no ha signiicado una mayor claridad ni utilidad.
Y otros dos años más tarde, Prahalad y Hamel (1997), que por en
medio habían publicado su exitoso “Competing for the future”(1995),
se reairman en su demanda del 1994 de la necesidad de un nuevo
paradigma:
A la deshumanización:
- “Il n’y a pas de stratégie sans stratège”.
Eric Fimbel y Marie-Léandre Gomez
Al elitismo:
- Los llamados expertos en estrategia -consultores, académicos- se han en-
vuelto ellos mismos en discusiones, opacidad y técnicas propias, en vez de
tratar sobre el valor real que la estrategia posee para quien la necesita de
verdad. El resultado es que para muchos directivos “estrategia” ha comen-
zado a parecer una palabra sin sentido o desesperadamente académica.
Richard Koch (1995)
A la falta de ética:
- Business schools do not need to do a great deal more to prevent future Enron;
they need only to stop doing a lot they currently do. They do not need to create
new courses; they need to stop teaching some old ones”.
Sumantra Ghosal (2005)
A la debilidad teórica:
- “Las ideas sobre la estrategia se han limitado a acumularse en lugar de ma-
terializarse en un sustrato teórico de aceptación general sobre el que construir
las investigaciones subsiguiente”.
Jules Goddard
Con todo, tal y como nos indican Carlos J. F. Cândido y Sergio P. Santos
(2015). profesores de la Universidade do Algarve (Portugal) y autores de
Introducción
Como el lector puede apreciar había una buena serie de razones para
un cambio. Pero, ¿las había también para una reformulación? ¿Justiica-
ban esos problemas la propuesta de una nueva teoría de la Estrategia?
Hoy 16 años después, yo diría que la NTE hacía realmente falta. Las
razones vienen a continuación.
Yo diría que más allá de estos y otros intentos, el factor que actúo
de detonante para la concepción y creación de la NTE fue la necesidad
ya anunciada por Prahalad y Hamel en 1994 de cambiar el paradigma.
A ello se añadió la de humanizar una Estrategia que había perdido de
vista al ser humano, sustituido por constructos como el actor racional,
el homo oeconomicus, el player, etc..
Rafael Alberto Pérez
Y del mismo modo que se echaba en falta una nueva teoría, también se
echaba en falta un espacio de intercambio que -más allá de la pura ortodo-
xia- abriese un margen para la duda y el debate, un lugar para coconstruir
otras propuestas. Recuerdo que por aquel entonces escribí en la página
principal de mi web una frase que relejaba mi estado de ánimo:
países muy diversos a los que acababa de conocer. Del importante pa-
pel que jugó y juega FISEC destacaría cinco momentos:
2. En mi ponencia “Las siete señas de identidad de la nueva teoría estratégica”, que el lec-
tor puede encontrar en Fisec Estrategias, vol.7, 6-27. on line en www.isec-estrategias.com.
ar. Y en: www.cienciared.com.ar/ra/doc.php?n=708. PÉREZ
Rafael Alberto Pérez
3. Organizado por FISEC Chile y la Policía de investigación de Chile, con el apoyo de Uni-
versidad Mayor.
4. Organizado por la Universidad Sergio Arboleda.
Introducción
Gracias a todos.
Un saludo,
De la fragmentación a la complejidad:
implicaciones para la dirección
estratégica de la empresa
Introducción
incertidumbre, en deinitiva).
3. Competencia vs. Cooperación. Lo Global vs. Lo Local. Diferenciación vs. Costes. Tamaño
vs. Agilidad. Lo Deliberado vs. Lo Emergente. Centralización vs. Descentralización. Iniciativa
Individual vs. Respuesta Coordinada. Orden vs. Desorden. Corto plazo vs. Largo plazo. Desa-
rrollo económico vs. Preservación del medio ambiente.
De la fragmentación a la complejidad
Estrategia y futuro son dos conceptos que van de la mano: para al-
canzar el futuro se necesita de una estrategia. Ese binomio ha levanta-
do muchas pasiones y ha hecho correr ríos de tinta. Tres citas célebres,
como muestra de esta efervescencia:
CC. DE LA COMPLEJIDAD Y EL
CIENCIA TRADICIONAL
CAOS
Basada en la física newtoniana del Basadas en el modelo biológico de
siglo XIX. los sistemas vivos.
Sistemas vistos como
Sistemas vistos como simples* y
inherentemente complejos*, no
caracterizados por la linealidad**.
lineales**.
Las externalidades, internas
o externas, son vistas como
Sistemas vistos como en equilibrio. “normales” y pueden ser
importantes en la coniguración del
sistema.
Las externalidades que causan las Las externalidades, internas
diferencias o la inestabilidad en el o externas, son vistas como
sistema son vistos como anormales o “normales” y pueden ser
“ruido”. importantes en la coniguración del
sistema.
(*) Según Harrison (2006), las dos diferencias primarias entre un sistema simple y uno com-
plejo son diversidad y descentralización. Las organizaciones humanas son más complejas
en tanto mayores “grados de libertad” tienen. Los sistemas sociales se encuentran entre los
de mayor complejidad debido a la cantidad de variables e interacciones que ocurren en
ellos, así como a su dinamismo.
(**) Según Law y Urry (2004), las características de la linealidad son: grandes cambios en
las causas producen grandes cambios en los efectos; las mismas causas siempre producen
los mismos efectos; proporcionalidad entre causas y efectos. Mientras que las de la no
linealidad: pequeñas causas pueden producir grandes efectos y viceversa; igual causa pue-
de producir cualitativamente diferentes tipos de efectos en circunstancias especíicas (sin
necesidad de proporcionalidad entre causas y efectos); los efectos del sistema no resultan
de la simple adición de los componentes individuales.
Alfonso Vargas Sánchez
dado obsoleto —dicho autor la considera un oxímoron, es decir como dos palabras de signi-
icado opuesto, contradictorio—, la necesidad de una estrategia es más urgente que nunca.
Ya no implica el diseño de una hoja de ruta para los próximos, digamos, cinco años, sino
la redeinición constante y la reconiguración a todos los niveles y escalas de la empresa
en respuesta al cambio —sin confundir a sus clientes—, a un cambio que se nos presenta
de forma acelerada y en muchas ocasiones imprevista. En efecto, debido a su complejidad,
el entorno empresarial actual es demasiado sensible a pequeños cambios, con resultados
impredecibles.
11. Poiesis (del griego) signiica producción. Autopoiesis signiica autoproducción. Por tanto,
puede decirse que un sistema es autopoiético cuando reúne la doble condición de produc-
tor y producto.
12. Repárese en que la complejidad no depende necesariamente del tamaño (un sistema
puede ser muy grande —con muchos elementos— pero muy simple a la vez); se han de unir
otros atributos, como se ha expresado.
De la fragmentación a la complejidad
13. Tal y como Bonabeau (2003a) expresa: “Ya no es suiciente coniar en la intuición y
la planiicación estratégica tradicional para tomar decisiones. Estos procesos se basan en
experiencias pasadas que son cada vez menos aplicables, pues nuestro entorno económico
actual cambia en nuevas direcciones”. Sin embargo, ahora existen herramientas computa-
cionales que permiten explorar espacios que están más allá de la capacidad humana, apro-
vechando la intuición de las personas en lugar de desperdiciarla. Se reiere a la simulación
basada en agentes (agent-based modeling), que ofrece un modelo lexible que se puede am-
pliar y cambiar conforme evoluciona nuestro conocimiento sobre el mercado. Para el refe-
rido autor, la estrategia exige hoy un nuevo conjunto de procesos basados en herramientas
computacionales avanzadas que no sustituyen a la intuición, sino que la aprovechan, en una
suerte de renacer de la misma.
14. La prisa instintiva para aplicar un patrón a un fenómeno puede cortar o reducir el pen-
samiento de una persona o grupo con demasiada rapidez (Bonabeau, 2003b).
Alfonso Vargas Sánchez
Nos queda nuestro juicio acerca de qué formas de interacción son las
más convenientes en función de lo que queramos conseguir (es, pues, un
juicio no genérico o abstracto, sino especíico o particular). Así, si lo que
pretendemos es crear una cultura abierta a la innovación, necesitamos
poner en marcha interacciones que promuevan nuevas conversaciones,
a través de nuevas voces, con el planteamiento de nuevas perspectivas,
el contagio de nuevas pasiones…— lo que Gary Hamel (1998) denominó
las claves de la innovación estratégica—.
15. Otro cuerpo teórico, la teoría institucional, habla, en efecto, de presiones coercitivas,
junto a otras de tipo normativo y mimético.
16. En “El mundo que viene” que describe Martínez Barea (2014), hoy se dan las condiciones
para que cualquiera, desde cualquier parte del mundo, pueda cambiar las reglas del juego
competitivo. El futuro ya no se ve principalmente mediatizado por la cuna y el lugar de na-
cimiento del individuo (de ahí, en general, han procedido los poderosos), sino por el talento
de este (el nuevo mundo será el de la “meritocracia total”).
De la fragmentación a la complejidad
17. Tomamos de Serlin (2010) la siguiente relexión, que puede ayudar a explicar la dii-
cultad del ser humano para afrontar lo imprevisible: “Los neurólogos saben que nuestro
cerebro está programado para tener el control de todo lo que sucede. Sin embargo, lo cierto
es que nuestro cerebro está literalmente a oscuras, escondido bajo la cavidad craneal, y
el único contacto que tiene con el exterior es a través de órganos imperfectos, bien sea
la vista, el oído, el tacto, el sentido olfativo o el gusto. Y puesto que nuestro cerebro está
programado para controlarlo todo y debido a lo imperfecto de las percepciones que llegan a
él, elucubra lo que puede, creando modelos abstractos de la realidad, que a veces no tienen
por qué coincidir con la realidad misma. En pocas palabras, la explicación podría ser que
no estamos preparados isiológicamente para los hechos imprevisibles. Y sin embargo, los
hechos imprevisibles existen.”
Alfonso Vargas Sánchez
It’s much harder to say where the economics profession goes from 49
here. But what’s almost certain is that economists will have to
learn to live with messiness. That is, they will have to acknowledge
the importance of irrational and often unpredictable behavior, face
up to the often idiosyncratic imperfections of markets and accept
that an elegant economic “theory of everything” is a long way off. In
practical terms, this will translate into more cautious policy advice
— and a reduced willingness to dismantle economic safeguards in
the faith that markets will solve all problems.
18. La teoría de la complejidad nos presenta las organizaciones como sistemas complejos
con capacidad de adaptación.
19. Como los de emergencia, coevolución, suboptimización, conectividad, interacción, au-
to-organización, borde del caos, sistemas anidados, etc.
De la fragmentación a la complejidad
23. Entre los varios ejemplos que ofrecen de aplicación exitosa de este concepto al cam-
po empresarial, buscando reemplazar las rígidas estructuras de mando y control por otras
más eicaces en entornos altamente dinámicos, destacamos aquí el de la empresa Capital
One. Inspirado por la referida regla de las reglas simples/fundamentales, su CIO estableció
cuatro líneas maestras para asegurar que todos los integrantes de su organización estaban
trabajando hacia los mismos objetivos: 1.-Siempre alinear las actividades con el negocio
(es decir, mantener los objetivos generales de la empresa siempre en mente). 2.-Utilizar un
buen criterio económico (gastar el dinero como si fuera el suyo propio). 3.-Ser lexible (no
encerrarse en un patrón de pensamiento). 4.-Tener empatía con los demás en la organiza-
ción (cuando alguien le piden que haga algo con lo que no está de acuerdo, póngase en sus
zapatos). Junto a ese buscado alineamiento, se trataba de estimular que los empleados se
sintieran los principales responsables de sus ideas, no sus superiores, aumentando así su
aportación a la búsqueda de nuevas oportunidades para la empresa.
24. De acuerdo con Bonabeau (2003b), el mejor sistema para tomar decisiones a partir de
un conjunto casi ininito de alternativas es la evolución misma, simulándola a través de
modelos computacionales.
De la fragmentación a la complejidad
25. Por ejemplo la herramienta conocida como NetLogo (puede descargarse, junto a mate-
rial adicional, desde: https://ccl.northwestern.edu/netlogo/). Para profundizar en la misma
puede consultarse el libro de Wilensky y Rand (2015); también el artículo de Macal (2016).
Existen empresas que realizan trabajos de consultoría mediante simulación basada en
agentes, como Concentric (http://www.concentricabm.com/) y ABM Analytics (http://www.
abm-analytics.com/).
Alfonso Vargas Sánchez
27. Para Ferreira (2001), la teoría de la complejidad trata de aquellos sistemas que se en-
cuentran entre el orden y el desorden, es decir, que no son simples (entendiendo por tales
aquellos a los que se puede encontrar fácilmente una explicación a su comportamiento)
pero tampoco están completamente sujetos al azar. Para Levy (2000), es posible conciliar la
imprevisibilidad de los sistemas dinámicos no lineales con un sentido de orden y estructu-
ra; consiguientemente, en este tipo de sistemas la previsibilidad a corto plazo es posible,
pero la planiicación a largo plazo es imposible de alcanzar. Volveremos sobre este asunto,
fundamental desde el punto de vista del abordaje de la estrategia
.
Alfonso Vargas Sánchez
28. Lindgren y Bandhold (2009) apoyan la planiicación de escenarios en tanto que propor-
ciona un marco de reducción de la complejidad a un número inito de opciones divergentes.
De la fragmentación a la complejidad
Para Reeves, Levin y Uda (2016), la solución pasa por actuar sobre
la base de seis principios, a partir de la consideración de las empresas
como sistemas adaptativos complejos, que, al igual que las especies
biológicas, evolucionan continuamente de formas muy difíciles de pre-
decir.
Sin duda que sistema e interrelaciones son conceptos clave para abor-
dar la complejidad y para entender el proceso estratégico y su funcio-
namiento de forma más cercana a la realidad, con modelos más próxi-
mos a los que verdaderamente usamos cuando concebimos y diseñamos
estrategias. Esa aproximación a modelos más realistas y, por tanto, más
complejos, signiica alejarnos de la simpliicación y artiiciosidad que im-
pregnan los modelos predominantes hasta ahora, como los fundamenta-
dos en la estricta racionalidad del “hombre económico”, o la falacia de la
competencia en un mercado perfecto, que se han mostrado claramente
incapaces para dar respuestas adecuadas a los desafíos actuales, dadas
las limitaciones de sus supuestos de partida.
Como señalan Pérez y Massoni (2009, p. 16): “Trabajar con seres hu-
manos (y, como tales, relaciones) y no con actores (racionales) conduce
a una orientación más consensual y cultural de la estrategia. Si la reali-
dad es una trama, y el hombre un nodo de la misma, la estrategia pasa
a ser una forma de tejer o desentramar esa red en busca de otra coni-
guración más propicia para nuestro devenir como seres humanos y para
nuestras metas y ambiciones. Mejorar nuestro patrón de conectividad
se convierte así en la tarea principal de toda estrategia”. En efecto, ese 59
patrón de conectividad es el que hemos señalado como clave a la hora
de propiciar la innovación.
Como sabemos por Thomas Kuhn (1962), una teoría nueva surge
como una necesidad ante la aparición de nuevos problemas y nuevas
prioridades; ante el cambio en las bases culturales desde las que se
afrontan los problemas (diversidad, paradoja, complejidad); y ante la
aparición de “excepciones” que quedan fuera de la explicación de las
teorías anteriores. Y entendemos que en estrategia se dan todas esas
circunstancias.
Nada hay más práctico que una buena teoría; o más dañino para la
praxis que una mala teoría. Es como el mapa que nos ayuda a explorar
un determinado territorio, que nos sirve de guía para no perdernos,
que nos proporciona el soporte básico para elegir y seguir el camino
que nos llevará a nuestro destino. Ahora bien, como el mapa (modelo)
no es el territorio (realidad), si nuestro mapa es erróneo nos pasará
como a D. Cristóbal Colón, que creyó haber llegado adonde en realidad
no había llegado, y murió sin saber que había descubierto un conti-
nente hasta entonces ignoto (asumiendo que no hubo precursores).
En tiempos de cambio necesitamos renovar los paradigmas, sabiendo
que el contexto inluye en la construcción de nuevas teorías.
29. Martínez Barea (2014), en su descripción de “El Mundo que Viene”, habla de un gran
tsunami provocado por tres megatendencias que están conluyendo en el tiempo: la hi-
Alfonso Vargas Sánchez
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Alfonso Vargas Sánchez
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Amaia Arribas
Española. Doctora en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco
(España). Magíster en Dirección de Comunicación Empresarial e Institucional y
Empresarial por la Universidad Autónoma de Barcelona (España). Licenciada en
Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco (España). Su labor
profesional se ha desarrollado como periodista en varios medios de comunicación,
documentalista, así como docente en el ámbito universitario y empresarial.
Asimismo, ha desarrollado actividades de consultoría y de investigación en
comunicación empresarial. Directora del World Internet Project, Ecuador. En la
actualidad, es profesora investigadora en la Facultad de Comunicación de la
Universidad de Los Hemisferios y Directora de Comunicación Institucional de la
misma universidad.
Un cambio en el sujeto
Introducción
2. La metanoia, palabra griega popularizada por San Pablo, es un enunciado retórico utili-
zado para retractarse de alguna airmación realizada, y corregirla para comentarla de mejor
manera. La palabra es “metanoia” y signiica un cambio de la mente. La palabra tiene una
historia rica. Para los griegos, signiicaba un cambio o cambio fundamental, o más literal-
mente trascendencia (“meta” -más o más allá, como en “metafísica”) de la mente (“noia”, de
la raíz “nous”) de la mente. En la temprana tradición cristiana, tomó un signiicado especial
de despertar la intuición compartida y el conocimiento directo de lo más alto, de Dios.
Metanoia” era “probablemente el término clave de los primeros cristianos como Juan el
Bautista. En el corpus católico la palabra metanoia fue inalmente traducida como “arrepen-
timiento”. Para comprender el signiicado de “metanoia” hay que comprender el signiicado
más profundo de “aprender”, y el aprendizaje también implica un cambio fundamental o
movimiento de la mente (Senge, 1990).
Amaia Arribas
Para Singh y Singh (2002), la teoría del Caos (que más adelante se
abordará en profundidad) explicaría una cultura organizacional, por un
lado, lexible ante el crecimiento y el cambio, en lugar de una cultura
organizacional contraria al cambio para mantener su estado permanen-
te. Por esta razón, la cultura de una organización debe centrarse en la
búsqueda de nuevas ideas y en adaptarse a elementos de cambio. Esta
cultura protege la supervivencia de la organización ante los cambios. La
teoría del caos sustituye la estabilidad y el control por la innovación. De-
sear un status quo prolongado es el precursor del desastre. Pero las viejas
organizaciones, antes de cambiar, necesitan entenderse a sí mismas, y por
eso retrasan el cambio. Lo disfrazan de principios organizativos cuando
en realidad hay una falta de habilidad para trabajar en situaciones com-
plejas.
2. El actor y su estrategia
Hodge, Anthony y Gales (2003) señalan que una organización se
constituye “dos o más personas que colaboran dentro de unos límites
deinidos para alcanzar una meta común”. Así, los autores señalan la
Amaia Arribas
Ahora bien, tal y como señalan Crozier y Friedberg, los actores no son
totalmente libres ya que es un sistema que se ve inluido por las pre-
siones. En el sistema que es la organización, cada actor no solo es una
mano de obra o un elemento de las relaciones humanas, sino un actor
que se reinventa en cada situación para poder manipular y acomodar
las situaciones a su conveniencia. Por esta razón, las organizaciones
no son tan transparentes como quieren mostrar. Tampoco se pretende
airmar todo lo contrario sino relexionar sobre la racionalidad o irracio-
nalidad de la organización con sus objetivos y estructuras.
junto con D. Schön, señalaba que uno de los principales problemas que
se presentan para los individuos que interactúan en las organizaciones
es que estas no facilitan los caminos de autorealización de sus miem-
bros y, por lo tanto, las personas ven limitada su desarrollo y operan
muy por debajo de su potencial. Es difícil que se dé una relación sincera
ya que se escucha poco. Impera la desconianza, las intrigas y las crí-
ticas, que, aunque son escuchadas, no logran modiicar las conductas.
Todo ello es característico de una cultura organizacional racional. Este
tipo de organización, siguiendo a Max Weber5, se caracteriza por una
alta especialización y donde las personas compiten entre sí alejándose
de los objetivos organizacionales. Con el tiempo, los individuos se van
acostumbrando, reforzándose este sistema. Y en cambio, se castigan a
aquellas personas con iniciativa que emprenden sus ideas que no cul-
minan con éxito. La consecuencia de la ausencia de la tolerancia al
fracaso es que los miembros organizacionales rápidamente aprenden
el comportamiento aceptable.
que prescriban cómo lograr las consecuencias deseadas” (Sulbarán, 2001, p. 8).
5. Autor de la Teoría de la Burocracia donde la organización se caracteriza por la división
del trabajo, organizada de manera que la autoridad y la responsabilidad de cada trabajador
están claramente deinidas, y el rendimiento individual estaba guiado por reglas estrictas,
disciplina y controles.
Un cambio en el sujeto
La teoría del Caos6, que reconoce los patrones que subsisten en los
6. Edward Lorenz, meteorólogo del MIT fue el primero en reconocer lo que se denomi-
na comportamiento caótico en el modelado matemático de los sistemas meteorológicos.
Lorenz se dio cuenta de que las pequeñas diferencias en un sistema dinámico, como la
atmósfera podrían desencadenar enormes y, a menudo, insospechados resultados. Estas
Un cambio en el sujeto
observaciones le llevaron a formular lo que se conoce como el efecto mariposa. Las ideas de
Lorenz afectaron no solo a las matemáticas sino prácticamente a cada rama de la ciencias
biológicas, físicas y sociales.
Amaia Arribas
verso digital tan basto crece tan rápidamente que nuestra capacidad
para interpretar, analizar, sintetizar y gestionar estos datos camina
más despacio. Si bien, las herramientas tradicionales como las hojas
de cálculo, la estadística, diagramas o gráicos, entre otros, se han su-
perado para utilizar software especíico de big data, las cantidades tan
ingentes de datos que se manejan requieren de una visión y capacidad
analítica experta superior a la utilizada anteriormente. Alvarado-Pérez
(2013) sugiere la necesidad de crear técnicas que integren el análisis
e interpretación humana con la interpretación artiicial.
4. Conclusiones
Referencias
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sidad-Empresa-Estado. En Hernández Arteaga, I. y Pemberthy- Gallo, L.S.
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23-23.
Introducción
sí misma, debe ser el propio centro del core del negocio de toda orga-
nización. La mayor rentabilidad que puede lograr cualquier empresa es
el impacto social que genera su propia actividad, sea en el número y en
la calidad de empleos creados, en los beneicios a la salud o al medio
ambiente de sus productos (Fukuyama, 2000).
14. Conclusiones
La Nueva Organización supone la incorporación de una Nueva Teoría
Estratégica en la que, la voluntad humana por la intensión de ayudar a
los demás debe primar sobre los intereses acumulativos de riqueza. Se
trata entonces de repensar a la organización desde el bienestar de los
miembros, no desde el cliente.
Referencias
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Capítulo 4
Paulo Nassar
Brasileño. Postdoctor por la Libera Università di Lingue y Comunicazione, Milán,
Italia. Doctor y Magíster en Ciencias de la Comunicación por la Universidad
de São Paulo, Brasil; Profesor docente de la ECA-USP; Coordinador del Grupo
de Estudios de Nuevas Narrativas (Genn/ECA-USP). Director-Presidente de la
Asociación Brasileña de Comunicacional Empresarial (Aberje).
Bárbara Miano
Brasileña. Estudiante del Magíster en Ciencias de la Comunicación de la
Universidad de São Paulo; relacionadora pública, graduada por el Centro
Universitario de Bellos Artes de São Paulo.
Luiz Alberto de Farías, Paulo Nassar y Bárbara Miano
Introducción
En las palabras del autor, “es la conexión histórica entre la base de in-
formaciones/conocimientos de la economía, su alcance global, su forma
de organización en red y la revolución de la tecnología la que crea un
nuevo sistema económico distinto [...]” (Castells, 1999, p.119).
A inales del siglo XX, la sociedad civil aprendió a hacer “política por
la ética”, lo que equivale a decir que esgrimió un formidable poder
de disuasión al accionar diversos canales que ganaron musculatura y
consistencia: la media, plural e investigativa, detentora de una fuerza
superlativa, tiene la facultad de afectar negativamente el capital de
reputación de las empresas, cuando no de arruinarlo (Srour, 2011, p.
67).
en cuenta tales aspectos, tal vez, pueda surgir una angustia o preo-
cupación –¿estaría la sociedad informacional orientándose hacia una
organización social de la confrontación y del conlicto entre culturas y
personas?–.
Así, las organizaciones que poseen ojos y oídos atentos a las diver-
sas y distintas demandas que el nuevo mercado trae y las incorporan a
Una mirada estratégica, del conlicto a la articulación
Aún más, estos impactos de orden simbólico que las crisis son capaces
de causar ocurren, porque ellas actúan sobre las estructuras y modelos
mentales que los sujetos formulan sobre las organizaciones y las iguras
públicas. Desde el embalaje hasta los eventos con accionistas, la atención
vía SAC, todos esos puntos de contacto van, a lo largo de la historia de
vida de una organización, ayudando a los públicos a formular imágenes
y conceptos más o menos bien ordenados sobre las corporaciones. Así,
“todo y cualquier contacto que el individuo tenga con la organización
o con una de sus representaciones contribuirá con la construcción del
modelo mental del individuo acerca de ella (la imagen)”. (Carvalho, 2011,
p. 127).
Pero, si el mundo actual es cada vez más abierto y fértil a una pro-
ducción y exposición negativa de conlictos, al gestor de crisis solo le
resta estar bien preparado y dispuesto al desarrollo de estrategias de
corto, mediano y largo plazo de articulación y buen relacionamiento
con los diversos públicos de interés, conforme argumenta Prestes:
Aún más, entre los impactos intangibles más temidos causados por
una crisis a una organización o igura pública se encuentran aquellos
que actúan sobre la opinión pública. Son los que causan más temor,
Una mirada estratégica, del conlicto a la articulación
y con razón, pues esos tipos de daños, además de los de largo plazo,
conluyen en uno de los efectos negativos más difíciles de neutralizar,
puesto que la opinión pública está modelada en conocimientos y nocio-
nes temporal y socialmente construidos.
Aquellos aspectos del mundo exterior que tienen que ver con el com-
portamiento de otros seres humanos, en la medida en que el compor-
tamiento se cruza con el nuestro, que es dependiente del nuestro, o
que nos es interesante, podemos llamar simplemente opinión pública.
Las imágenes en la cabeza de estos seres humanos, la imagen de sí
mismos, de los otros, de sus necesidades, propósitos y vínculos son sus
opiniones públicas. Aquellas imágenes que son hechas por grupos de
personas, o por individuos actuando en nombre de grupos, es la Opi-
nión Pública con letras mayúsculas (Lippman, 2008, p. 40).
130 Con todo, aún se debe resaltar que las singularidades de los diversos
públicos con los cuales las organizaciones cotidianamente se relacio-
nan, piden atención y cuidado con la utilización desenfrenada de las
TIC como medios de articulación. Así, la deinición de estrategias en el
nuevo ambiente digital no debe caer en el deslumbramiento común a
muchas innovaciones comunicacionales que, a partir de su surgimien-
to, son impuestas de manera arbitraria como el método más eicaz de
relacionamiento con todo y cualquier tipo de público y que, después de
algunos años, reciben el título de una parafernalia tecnológica más y
caen en un tedioso e ininito olvido. Al contrario, la comunicación digi-
tal surge para sumarse a los demás modelos de relacionamiento que
deben su eicacia al respeto de los límites de los más diversos públicos.
4. Consideraciones inales
Las relexiones abordadas en este capítulo tuvieron la inalidad de
presentar algunas de las profundas transformaciones sufridas por el
mundo organizacional en los últimos años, las que fueron originadas,
sobre todo, por el advenimiento de las tecnologías de la información
que, por su parte, modiicaron los modos de relación entre los indi-
viduos, haciéndolos más críticos y exigentes en relación con las con-
ductas de las corporaciones. Estas transformaciones, en tanto abrieron
oportunidades de desarrollo de innovaciones y de diferenciación com-
petitiva frente a los otros actores en competencia, también hicieron que
la mirada de la opinión pública fuera más atenta y selectiva en relación
Luiz Alberto de Farías, Paulo Nassar y Bárbara Miano
con las posturas de las organizaciones, algo que abrió un amplio espa-
cio para el surgimiento y desarrollo exponencial de procesos de crisis y
contextos turbulentos para las organizaciones.
Referencias
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148-159.
134
Capítulo 5
la sociología desde las últimas décadas del siglo XX. Nos referimos
por un lado a la perspectiva de Habermas (1987), de la teoría de la
acción comunicativa, en la cual se reconocen tres tipos de acción: la
acción instrumental, la acción comunicativa y la acción estratégica.
Respecto a la última, se plantea que se reconoce cuando la acción
social se realiza, cuando está orientada al éxito en el ámbito de un
contexto social especíico, en tal sentido, aparece relacionada a la ei-
cacia de una acción social respecto de su entorno. Por otro lado, Dubet
(2010), desde una perspectiva fenomenológica, plantea que la socio-
logía contemporánea encuentra un denominador común, el que se
deinen como teorías de la acción y señala que se pueden identiicar
cuatro paradigmas de la acción: conocimiento, interacción, lenguaje y
estrategia. Cuando la acción es estrategia, esta se sitúa en un espacio
de juego que se puede modiicar mientras se realiza el juego, cuya
racionalidad se limita con arreglo a los objetivos que se persiguen y
las oportunidades que son ofrecidas al individuo e implica una lógica
de direccionamiento de las acciones que se realizan en el juego, así
esta perspectiva de la estrategia propone al actor-individuo como un
agente social y cultural que persigue objetivos y que compite para
138 alcanzar valores que son las preferencias que maniiestan. Tanto para
Habermas como para Dubet, la acción social se conigura estratégica
en la medida que los actores desarrollan preferencias que son preten-
didas y así coniguran la dimensión social.
1. Léxicamente, la palabra iducia tiene la misma raíz latina que ideicomiso, es decir: fe o
conianza. La iducia es conocida en el ámbito de las instituciones inancieras como entre
las personas, así también se relaciona con el manejo de recursos de bienes que realiza el
Estado. En términos generales, la iducia puede deinirse como la administración de bie-
nes de terceros. Partiendo de la premisa que el fundamento de la iducia es la conianza
recíproca entre el iduciante y el iduciario, a través de esta igura se logran hacer muchas
operaciones que a su vez son funciones de las sociedades iduciarias o sociedades de con-
ianza, en las cuales la comunicación juega un rol clave para sustentar dichas relaciones
de conianza.
Raúl Herrera Echenique y Raul Bendezú Untiveros
coherencia entre los valores que sostienen la relación entre los actores
de la actividad de comunicación. Esta coherencia está expresada en el
discurso y mantenida correlativamente en las demás acciones de comu-
nicación en los diferentes soportes (imágenes, palabra escrita y habla-
da, marketing directo, publicidad y otras herramientas de comunicación).
La cohesión y la conianza se sostienen y se veriica en todas y cada una
de las actividades de comunicación, para así no provocar desilusión,
decepción o defraudación. La perspectiva que aquí se propone, plantea
que esta coherencia debe ser identiicada en las acciones relacionales
entre organización-stakeholders, mas no cotejada en respuestas solo
provenientes de los usuarios. Una perspectiva que se centra en el cotejo
solo con el usuario sesga la efectividad de la comunicación, tanto como
la que se limita al punto de vista de la organización. Se trata de una
perspectiva relacional cuyo nivel de pertinencia empírico es el desplie-
gue de sentido en las redes de relación de las actividades de comunica-
ción que son reconocidos en el discurso efectivamente realizado en di-
cha relación. Por tanto, las bases teóricas y metodológicas de la iducia
que se exponen los modelos sociocomunicacional y semioestratégico,
que explican las relaciones signiicativas que disponen, respectivamen-
te, dos variables fenomenológicas de la comunicación organizacional: 141
mediática-institucional y semiótica-cognitiva.
Así, las estrategias serán principios, reglas y métodos para elegir entre
las distintas alternativas que la realidad y nuestra imaginación nos pre-
senten. Desde la perspectiva de la NTE, este estudio trabaja las relaciones
signiicativas creadoras de relaciones de coniabilidad entre los partici-
pantes de la comunicación. Desde esta perspectiva, la economía de los
bienes se traslapa o se complementa con la comunicación. Por un lado,
los bienes económicos son para los sujetos sociales que conviven entre
ellos atribuyéndole diversos valores económicos tales como el precio, el
beneicio comparativo o el beneicio funcional (Larraín y Sachs, 2013 y
Mankiw, 2013). Por otro lado, la comunicación pone en circulación valores
de tipo simbólico que guían las relaciones interpersonales y que orientan
las preferencias y las emociones frente a esos mismos bienes y frente a
los productores de los mismos; lógica de los intangibles organizaciona-
les (Villafañe, 2008 y 2009, Fombrun y Van Riel 1996, Hamel & Prahalat,
1996, Krist, 2009 y Van Riel 2013).
Se puede airmar que “nos comunicamos para ser creídos”, cuyo coro-
lario es la atracción y la apreciación valórica de las palabras de quien las
proiere. Aquí se localiza lo que se conoce como el “rango iduciario” que
es un nivel de conianza en las proposiciones que va desde una duda muy
fuerte hasta una creencia fuerte (Niño, 2009). Van a ser los contextos en
los cuales se encuentran los participantes de la comunicación los que
van a poder regular la conianza de la información comunicada. Se iden-
tiica así a la iducia como una condición de valor de verdad que circula
desde la acción de comunicación, quien acoge las valencias expresadas
como condiciones de valor en una dinámica de tensiones interpretativas
(Quezada, 2010).
Para esta variable, la estrategia trata de cómo los seres humanos se 147
relacionan y al hacerlo pactan, se enfrentan, coordinan y cooperan entre
sí, para generar relaciones de iducia según el eje conlicto/consenso.
148
4. El término qualia deriva del latin “qualis” que etimológicamente signiica “como es”. En
ilosofía (Arias, 2012), se usa para deinir un concepto de la experiencia mental: la vivencia
personal y subjetiva de las cosas. Es un concepto profundamente subjetivista, que, en co-
municación, describe la instancia de valoración experiencial expresada en las acciones de
comunicación realizadas por las organizaciones sociales.
5. Por construcción signiicativa se entiende aquí las redes de relaciones de signiicación que
expresan los discursos desarrollados en las diferentes acciones de comunicación. Es un
concepto de orden semiolingüístico.
La estrategia desde una matriz comunicacional
154
Elaboración propia
La estrategia desde una matriz comunicacional
Elaboraión propia
• Vacunación desde la lógica del rol social -solo para mí y mis hijos-,
debe pasar al rol social; para mí, mis hijos y mi comunidad.
Referencias
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167
Capítulo 6
Introducción
3) Los ochenta y los noventa son la tercera época, los proyectos pro-
liferan, aparece la primera licenciatura en jazz en la Escuela Superior de
Música, que cambiará por completo la escena de la ciudad con otro tipo 175
de músicos, de cultura musical, de proyectos. Se inicia la producción de
discos compactos, lo que modiica por completo la edición de la música
en general y del jazz en particular, así como su difusión. Los festivales de
jazz se multiplican por todo el país.
4) Todo está listo para la cuarta etapa, el siglo XXI, la más productiva,
diversa e intensa época del jazz en la Ciudad de México, en lugares, mú-
sicos, proyectos.
1. El jazz en EE. UU. Los músicos y los demás agentes del jazz en Méxi-
co reproducen formas, sistemas, arreglos, genealogías, de la música
jazz en los EE. UU. Genealogía del pasado al presente.
178
2. Música contemporánea. En diversos grados, aparecen presencias de
música del caribe, música mexicana, música culta, tecno y otras for-
mas musicales ajenas a las genealogías tradicionales del jazz de los
EE. UU. Emergencia.
10. Cultura de la vida nocturna mexicana. Dependencia del bar, del an-
tro, del lobby de hotel. El “hueso” como forma básica de vida profe-
sional. Genealogía. 179
12. Los medios de difusión se ocupan poco o nada del jazz. Genealogía.
13. Los antros, los restoranes y los bares pagan poco, en ocasiones solo
con la cena y unas cervezas. Genealogía.
14. Hay muchos festivales, lo cual permite una escena musical más am-
plia, diversa y, en ocasiones, mejor remunerada. Emergencia.
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Sandra Massoni
Argentina. Catedrática de comunicación estratégica, consultora, investigadora
–categoría I– y docente de posgrado en el nivel doctorado y maestrías, en
su país –Argentina– y en el extranjero. Dirige la Maestría en Comunicación
Estratégica/Especialización en Comunicación Ambiental de la Universidad
Nacional de Rosario. Es miembro de comités académicos y cientíicos en eventos
nacionales e internacionales y en revistas cientíicas especializadas en la
disciplina. Ha realizado numerosas investigaciones y consultorías en las áreas de
su especialidad: estrategias de comunicación social, comunicación y desarrollo,
comunicación ambiental y comunicación educativa.
Mariana Piola
Argentina. Doctora en Comunicación Social, Universidad Nacional de Rosario,
2011. Especialista en Comunicación Ambiental, Universidad Nacional de Rosario,
2007. Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de Rosario, 1996.
Se incorporó en 1997 en el INTA para desarrollar una estrategia de comunicación
en la Estación Experimental Agropecuaria San Pedro y desde entonces aportó a
la integración de la disciplina para la conformación de equipos interdisciplinarios
de investigación y extensión. Entre 2001 y 2013, coordinó sucesivos proyectos
de comunicación que consolidaron un equipo regional de profesionales en el
Centro Regional Buenos Aires Norte y generaron una metodología de trabajo
que los trasciende.
Mateo Bussi
Argentino. Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social y del profesorado
de Comunicación Educativa de la Universidad Nacional de Rosario. Le interesa
explorar la vinculación entre la Educación y la Comunicación desde perspectivas
innovadoras.
Sandra Massoni, Mariana Piola y Mateo Bussi
Introducción
1. El problema
El problema al cual el proyecto PID1 que presentaremos en este texto dio
respuesta es el de la medición comunicacional, atendiendo en particular a
la complejidad y a la luidez que es propia de la comunicación estratégica.
203
Es habitual en organizaciones de todo tipo que trabajan en comunicación,
que el registro de lo que se hace comunicacionalmente esté restringido a un
simple inventario de productos y espacios de comunicación, desconsideran-
do otros componentes del proceso. El registro suele limitarse a lo comunica-
tivo, e inventariar piezas sin vinculaciòn con los procesos comunicacionales
en las cuales están inscritas. En este artículo presentaremos los avances de
un proyecto de investigación que ha desarrollado un sistema de medición co-
municacional en dimensiones múltiples que se ofrece como alternativa luida
y compleja frente a los sistemas de registro tradicional.
2. El proyecto
El proyecto desarrolla herramientas para la construcción, selección,
relevamiento y registro de indicadores en distintas dimensiones comu-
nicacionales que permiten un monitoreo continuo de actividades, pro-
cesos y productos de comunicación en el marco de estrategias comuni-
cacionales en ámbitos diversos: programas, proyectos, organizaciones,
empresas.
205
3. Los logros
En este apartado se exponen los primeros resultados del proyecto en
función de los objetivos propuestos.
3.1.Tipología de indicadores comunicacionales
• Las distintas pantallas 4 son las que marcan las diferentes dimensio-
nes en las que se trabajará (hasta este momento, están desarrolladas la
informativa, la interaccional y la ideológica).
210
Sandra Massoni, Mariana Piola y Mateo Bussi
El PID desarrolla su labor con proyectos caso, que son espacios de de-
sarrollo, ajuste y validación de los indicadores, permiten la realización de
pruebas piloto de la implementación metodológica y generación de infor-
mación de seguimiento comunicacional en el mismo proceso.
213
Figura 3. Mapa del territorio con principales localidades, rutas y referencias plu-
viales del territorio
Un sistema de medición comunicacional más allá del control
214
Figura 4. Fotografías que corresponden al Taller de concertación de problema y
despliegue de la VCT Proyecto regional para el desarrollo agropecuario del nores-
te de Buenos Aires.
Componente técnico-productivo
• Las tecnologías disponibles (o en progresión) no
siempre contemplan las variaciones de escalas.
• Insuiciente validación de tecnologías que apor-
ten a un manejo racional ambiental y una visión
sistémica de las producciones del territorio.
• Las investigaciones estratégicas (mediano y lar-
go plazo) están constantemente amenazadas por
el desinanciamiento o los ritmos cambiantes de
la política institucional.
Componente institucional
• Escasas o malas experiencias de articulación
interinstitucional.
• Diicultad para trabajar a partir de las diferencias.
• Políticas cambiantes o cortoplacistas en algunas
instituciones.
Causas Créditos inadecuados o que arrastran malas expe-
próximas riencias.
Diicultad para el manejo de muchas variables
216 simultáneamente en la toma de decisiones, o para
trabajar a partir de las diferencias.
Trayectorias de vida diferentes y sus consecuencias
en las decisiones.
Visión transferencista y neutral de la tecnología,
predominancia de la marca de racionalidad lineal.
Falta de objetivos comunes entre actores del terri-
torio.
El medioambiente aún no es visualizado como parte
del sistema productivo.
Incertidumbre presupuestaria.
Escasas o malas experiencias de articulación inte-
rinstitucional.
Políticas cambiantes o cortoplacistas.
Causas Falta de políticas que promocionen créditos y ac-
básicas túen sobre el ordenamiento territorial.
Impredecibilidad del clima.
Crecimiento urbano.
Falta de deinición, implementación y cumplimiento
de normas (ejemplo BPA y BPM).
Coexistencia de modalidades institucionales que se
desconocen y articulan poco.
Falta de premiación de lo colectivo.
Falta de proyecto regional compartido.
El norte provincial posee una historia forestal muy rica, con un recurso
Un sistema de medición comunicacional más allá del control
Sin embargo, desde el año 2012, tanto las investigaciones como las
actividades de extensión rural cobraron un nuevo impulso2: profesio-
nales de diferentes áreas (extensión rural, investigación en ganadería,
biodiversidad, agricultura, economía y comunicación) conluyeron para
abordar lo agroforestal en la región. En esta investigación comunica-
cional se trabaja transdisciplinariamente con el objetivo de delinear
soluciones innovadoras en torno a esta problemática.
219
2. Las actividades del equipo están detalladas en Protocolos de trabajo contenidos en los
tres proyectos con enfoque territorial (PRET) de INTA Reconquista.
Un sistema de medición comunicacional más allá del control
222
223
4. Conclusiones
224
El componente informático fue una diicultad en el desarrollo de la
investigación, ya que ningún integrante del equipo es un especialista
en sistemas, a la vez que los recursos disponibles en la universidad en
la que está radicado este proyecto no han tenido la cantidad requeri-
da para contratar servicios de terceros con la continuidad inicialmente
planeada, lo cual ha retrasado su avance. No obstante, al momento de
este informe de investigación, se han completado las etapas de diseño,
maquetación y validación mediante la carga de proyectos-caso en tres
de las dimensiones bajo análisis.
Los resultados del proyecto son una contribución que puede inte-
grarse a la tarea comunicacional en organizaciones de distinto ámbito
Sandra Massoni, Mariana Piola y Mateo Bussi
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Nota inal
228 (A) La investigación busca realizar un aporte desde la metaperspectiva de la
Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario (www.escueladecomunica-
cionestrategica.org), como un núcleo de investigación y desarrollo enfocado
en estudiar a los fenómenos comunicacionales. Considera que el aporte de
los comunicadores se diferencia de los aportes de otros cientistas sociales
y de los de otros profesionales en tanto se ocupa del cambio social con-
versacional. El núcleo que inicia esta escuela es la tesis doctoral de Sandra
Massoni “Estrategias de comunicación, un modelo de abordaje de la dimen-
sión comunicacional para el desarrollo sostenible entendido como cambio
social conversacional” presentada en la Facultad de Filosofía y Letras de
la Universidad de Buenos Aires, en marzo de 2003. La misma propone una
nueva teoría de la comunicación estratégica que plantea abordar a la comu-
nicación como fenómeno histórico, complejo, situacional y luido. Alejándose
de los enfoques sociológicos y semiológicos clásicos que estudian lo comu-
nicativo en tanto signiicaciones transmitidas, este nuevo enfoque estudia
lo comunicacional en tanto acciones y sentidos emergentes que no se des-
entienden de los acoplamientos dinámicos y evolutivos de la realidad y los
sujetos. Deine a la comunicación como encuentro sociocultural, en tanto
espacio y momento relacionante de la diversidad macrosocial y propone a
las mediaciones, a las marcas de racionalidad comunicacional y a las matri-
ces socioculturales como técnicas de análisis metodológico propias de los
comunicadores sociales. La tesis considera que la comunicación estratégica
como espacio de encuentro de las alteridades socioculturales es una nueva
matriz de estilo académico y cientíico, que habilita otro registro de la cues-
tión comunicacional al re-ubicar su objeto de estudio desde el paradigma
de lo luido. Al hacerlo nos emplaza en una dimensión del tiempo como
Sandra Massoni, Mariana Piola y Mateo Bussi
Octavio Islas
Mexicano. Doctor en ciencias sociales. Director del Centro de Altos Estudios
en Internet y Sociedad de la Información, Universidad de Los Hemisferios,
Quito, Ecuador. Autor y coordinador de 16 libros, más de 50 capítulos en
libros, más de 700 textos periodísticos. Fundador de la revista web cientíica
Razón y Palabra.
Fernando Guitiérrez
Mexicano. Doctor en Diseño y Visualización de la Información. Director de
la División de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey,
Campus Estado de México; Miembro del Consejo Directivo de la Media
Ecology Association (MEA); Coordinador General de The World Internet
Project para México; Académico de número de la Academia Mexicana de la
Comunicación A.C.
1. Una versión preliminar de este texto fue publicada en el número 4 de la revista Estra-
tegas, de la Universidad de Las Américas, (UDLA), en Ecuador
Octavio Islas y Fernando Gutiérrez
1. El término Media Ecology –en castellano: Ecología de los Medios– fue propuesto por Neil
Postman, destacado sociólogo y educador estadounidense, quien fue discípulo de Marshall
McLuhan en la Universidad de Nueva York (NYU). La Ecología de los Medios es una compleja
metadisciplina que estudia el impacto de las tecnologías en las sociedades a través de la
historia.
2. Los satélites artiiciales fueron anticipados en 1945 por Arthur Clarke en el artículo Ex-
tra-terrestrial Relays, el cual fue publicado en la revista Wireless World. Ese texto puede ser
descargado desde http://www.tnmoc.org/sites/default/iles/Extra-Terrestrial%20Relays2.
pdf (fecha de consulta: 1 de septiembre de 2017). Clarke sentó las bases de los satélites
artiiciales en la órbita geoestacionaria, la cual fue designada en su honor órbita Clarke.
Arthur Clarke además fue uno de los guionistas de la cinta 2001 Odisea del Espacio (1968),
dirigida por el afamado director Stanley Kubrick.
El estratecom. La exaptación del dircom en el imaginario de la Economía del Conocmiento
3. En inglés: That’s one small step for [a] man, one giant leap for mankind.
Octavio Islas y Fernando Gutiérrez
2. Comprender la exaptación
El tránsito a la Economía del Conocimiento no precisamente ha re-
sultado sencillo. En las primeras líneas del libro El medio es el masaje.
Un inventario de efectos (1967), el quinto libro de Marshall McLuhan, el
cual fue ilustrado por Quentin Fiore, reconocido diseñador gráico, el
ya afamado profesor canadiense anticipó la magnitud y profundidad
de los cambios que supondría el tránsito al nuevo tiempo histórico:
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El medio o proceso de nuestro tiempo –la tecnología eléctrica–
está remodelando y reestructurando patrones de interdependencia
social y todos los aspectos de nuestra vida personal. Nos está obli-
gando a reconsiderar y reevaluar prácticamente todo pensamiento,
cada acción y cada institución que se da por sentado. Todo está cam-
biando: tú, tu familia, tu barrio, tu educación, tu trabajo, tu gobierno,
tu relación con “los demás”. Y están cambiando dramáticamente4.
4. En la versión en inglés del referido libro: The medium, or process, of our time –electric
technology– is reshaping and restructuring patterns of social interdependene and every aspect
of our personal life. It is forcing us to reconsider and re-evaluate practicallu every thought, every
action and every institution formely taken for granted. Everything is changing: you, your family,
your neighborhoodm your education, your job, your government, your relation to “the others”. And
they´re changing dramatically”.
El estratecom. La exaptación del dircom en el imaginario de la Economía del Conocmiento
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8. En castellano: Las marcas más poderosas. La relación de las 100 marcas más valiosas
El estratecom. La exaptación del dircom en el imaginario de la Economía del Conocmiento
11. Ese mismo año (2001), Moshe Rubinstein e Iris Firstenberg airmaban la necesidad de
transformar a las organizaciones, convirtiéndolas en organizaciones pensantes.
Octavio Islas y Fernando Gutiérrez
4. Conclusiones
En el imaginario de la Economía del Conocimiento, el intangible
más valioso no es la reputación –como airman los reputólogos–,
sino el conocimiento. La exaptación del dircom, el nuevo especialis-
ta emergente, un auténtico estratega para desarrollar plenamente la
comunicaciones de toda organización en entornos de incertidumbre
y complejidad, es el estratecom, quien deberá desenvolverse en una
compleja ecología cultural determinada por herramientas k12. El es-
tratecom –un ingeniero en comunicación organizacional– compren-
de la importancia de elevar el IQ de las organizaciones –deinir las
métricas para establecer el IQ de las organizaciones representa una 243
asignatura pendiente, de enorme complejidad–.
Referencias
Fombrun, C. y Van Riel, C. (2004). Fame & fortune. How successful companies build
winning reputations. Nueva Jersey: Prentice Hall.
Gould, S. J., Vrba, E. S. (1982). Exaptation. A missing term in the science of form.
Paleobiology, 8 (1), 4-15.
McLuhan, M., y McLuhan, E. (1988). Laws of media. The new science. Toronto:
University of Toronto Press.
McLuhan, M., y Powers, B. (1989). The global village, Transformations in World life
and media in the 21st Century. Nueva York: Oxford University Press.
Rheingold, H. (2013). Mind ampliier: Can our digital tools make us smarter?. Ted
Conferences.
Villafañe, J. (2003). La buena reputación. Claves del valor intangible de las empre-
sas. Madrid: Pirámide.
Villafañe, J. (2006). Quiero trabajar aquí. Las seis claves de la reputación interna.
Madrid: Pearson Prentice Hall.
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Amaia Arribas
Doctora en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco (Es-
paña). Magíster en Dirección de Comunicación Empresarial e Institucional y
Empresarial por la Universidad Autónoma de Barcelona (España). Licenciada en
Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco (España). Su labor
profesional se ha desarrollado como periodista en varios medios de comuni-
cación, documentalista, así como docente en el ámbito universitario y empre-
sarial. Asimismo ha desarrollado actividades de consultoría y de investigación
en comunicación empresarial. Directora del World Internet Project, Ecuador. En
la actualidad, es profesora investigadora en la Facultad de Comunicación de la
Universidad de Los Hemisferios y Directora de Comunicación Institucional de la
misma universidad.
La Nueva Teoría Estratégica, NTE, es una forma de pensar la estrategia que aban-
dona el paradigma neoclásico de la economía. El programa de investigación de la
NTE es ambicioso ya que no se conforma con proponer un cambio de paradigma,
sino también, y a partir de él, una refundación de la estrategia. Una refundación
que la NTE formula desde la base relacional y humana que la comunicación aporta.
En vez de preocuparse por proporcionar reglas paradigmáticas y exactas, la “nueva
teoría estratégica” aspira a proporcionar pautas hermenéuticas y articuladoras. Lo
que nos propone es co-construir una estrategia más compleja y relacional para
ayudar a las personas, a las organizaciones y a la sociedad a articularse con sus
interlocutores y entornos.
En este nuevo contexto de cambios es que la NTE propone una nueva mirada de
la estrategia que va desde la fragmentación a la complejidad, del actor racional al
hombre relacional, de la unidad de producción a nodo de innovación y signiica-
ción, del hombre racional y ser relacional, de la ciencia del conlicto a la ciencia de
la articulación, de la economía como centro, a la comunicación como el centro de
la acción de Estrategar y inalmente, propone nuevos métodos y metodologías para
diseñar estrategias en un mundo complejo, dinámico y a veces, caótico.