Resumen Tema 2
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El almacén
Para acercar el producto desde los puntos de fabricación a los de consumo existe la necesidad de una red
logística de distribución.
Para estas operaciones tendremos que aplicar técnicas logísticas, calidad de servicio y coste los procesos de
producción, gestión y la distribución de la mercancía.
Para lograr estos objetivos es la organización de un sistema de gestión eficaz para aumentar la capacidad, la
productividad y el nivel de servicio a costes aceptable.
El almacén ha pasado de ser una simple instalación dedicada a la guarda y custodia de stocks a convertirse en
centros enfocados al servicio al cliente.
Los motivos por los que las empresas disponen de almacenes son diferentes en función de sus procesos
operativos son:
• Comprobaremos que la mercancía que llega (albarán) coincide con la mercancía solicitada (pedido).
• Procederemos a la descarga.
La recepción finalizará con la codificación y entrada de la mercancía una vez que se ha dado la conformidad a
todo este proceso.
Deberán realizarse con rapidez y exactitud, ya que una disponibilidad inmediata de la misma mejorará el nivel
de servicio ofrecido al cliente.
2.2. Almacenamiento
El almacenamiento consiste en las tareas que realizan los operarios del almacén para ubicar la mercancía en
la zona más idónea con el fin de poder acceder a ella y localizarla fácilmente.
Las técnicas para mejorar el almacenamiento de productos y la gestión de los almacenes pueden añadir valor a
la cadena de aproximación del producto al mercado.
2.3. Conservación y manutención
Consiste en la guarda y conservación de la mercancía en perfecto estado desde su entrada en el almacén hasta
su salida.
2.4. Expedición
Intenta satisfacer las necesidades del cliente. Se compone de las siguientes actividades:
• Asignar una zona del almacén para el picking. En ella se colocan unidades sueltas de artículos. Cuando estas
se agotan se reponen desde la zona de almacenaje.
• Establecer los huecos inferiores de las estanterías (nivel 0) como zona de picking. Cuando los palés se
agotan son repuestos desde la parte superior.
• Realizar el picking en todos los niveles de las estanterías. Se emplean medios de manipulación que se elevan
hasta la zona necesaria.
El nivel de stock de las referencias almacenadas y establecer la frecuencia y la cantidad de pedido para cada
una con el fin de ofrecer el nivel de servicio deseado, al menor coste posible.
Los Sistemas de Gestión del Almacén (SGA), permiten programar alarmas para avisar de los límites de stock y
evitar roturas.
3. Tipos de almacenes
• Almacén de materias primas. Materiales que se van a utilizar posteriormente en la cadena de producción
(por ejemplo, madera para fabricación de papel).
• Almacén de materiales de repuesto. Almacenan complementos o piezas que forman parte del producto final
(por ejemplo, botones para camisas).
• Almacén de productos intermedios. Están en pleno proceso productivo. La siguiente fase supondrá la
incorporación de algún elemento o tarea realizado por otra empresa (por ejemplo, camisas pendientes de la
incorporación de botones suministrados por otra compañía).
• Almacén de productos terminados. Almacenan los artículos que ya han sido elaborados y están listos para
ser comercializados (por ejemplo, productos farmacéuticos).
• Almacén de mercancías auxiliares. Suministran materiales para que este se pueda llevar a cabo (como el
combustible, por ejemplo). También hablamos de almacenes de mercancías auxiliares genéricas, como
material de limpieza, productos higiénicos, material de oficina, etc.
• Almacén de mercancía a granel. Son artículos que se presentan sin envases, depositados en montones
delimitados mediante tabiques. Algún tipo de mercancía a granel puede depositarse en silos (por ejemplo, el
pienso para animales).
• Almacén para gases. Requieren unas medidas de seguridad especiales que han de ser observadas.
• Almacén central. Se localiza lo más cerca posible de los centros de producción. Su capacidad suele ser muy
elevada, ya que debe disponer de todas las referencias. Suele suministrar a otros almacenes pertenecientes a
distintas zonas.
• Almacén regional. Está distribuido en todo el territorio comercial. Estos almacenes se abastecen de los
almacenes centrales, y desde ellos se sirven las mercancías a los detallistas y distribuidores de una
determinada región en vehículos de menor capacidad.
• Almacén de consolidación. Agrupan pedidos de una zona geográfica con el fin de ahorrar coste de
transporte.
• Almacén de tránsito. Es donde se almacena de forma temporal la mercancía hasta poder ser cargada en el
medio de transporte.
• Almacén en propiedad. Pertenecen a la empresa titular, por lo que la inversión en el local y los gastos corren
a cargo de dicha organización. Son rentables para empresas que los utilizan continuamente o cuando se
trabaja con mercancías que requieren un almacenamiento especializado.
• Almacén en alquiler. Tiene la ventaja de ser una opción más flexible, ya que la empresa puede deshacerse
rápidamente de él si no le conviene.
• Almacén en régimen de leasing o arrendamiento financiero. Alquiler con opción de compra. En este caso se
pierde flexibilidad en cuanto a la posibilidad de cambio del almacén, ya que el usuario está obligado a
contratar el alquiler durante un periodo predeterminado de tiempo.
• Almacén a cielo abierto. No se requiere ninguna estructura cubierta para la mercancía. Se delimita la
superficie destinada a almacén con una valla, señal o pintada en el suelo. La mercancía así almacenada no
necesita protección.
• Almacén cubierto. Se construye para proteger la mercancía de agentes meteorológicos y otros riesgos.
Si construimos un almacén de nueva planta, hay que realizar una serie de estudios previos para decidir la
localización del mismo, la estructura interna y externa, y el sistema de codificación que emplearemos.
• Existencia de buenas carreteras que nos permitan llegar fácilmente al almacén, el estado de las mismas y el
flujo de circulación de vehículos.
• Servicios próximos.
• Normativa de la zona sobre alturas máximas de edificación, distancias a los viales, facilidad para obtener
permisos de obra y autorizaciones, etc.
• Superficie de terreno suficiente por si es necesario ampliar en un futuro o destinar una zona a aparcamiento.
• Forma y relieve de la parcela, ya que si es irregular nos podemos ver obligados a reducir la zona de almacén
por tener que desestimar varios metros cuadrados.
Existen unos modelos matemáticos que tratan de solucionar el problema de localización de los almacenes,
darán una aproximación a la ubicación óptima, tendremos en cuenta los factores empresariales.
a) Centro de gravedad
La ubicación vendrá dada por una media ponderada de las coordenadas de situación de los distintos puntos de
demanda, usando como ponderación la cantidad demandada en cada punto. Esto hará que cuanto mayor sea
el volumen de pedido que realiza un cliente, más probabilidad habrá de que el almacén esté cercano a él.
b) Ponderación de factores
Este método ayuda a decidir entre dos o más ubicaciones en función de la ponderación y la puntuación que se
asigna por localización a cada uno de los factores que consideramos preciso tener en cuenta.
Los pasos necesarios para cada ubicación son:
• Determinar los factores que debemos tener en cuenta para decidir la ubicación.
Hay una serie de normas que se deberán respetar para la creación de pasillos:
• La dirección del pasillo debe de ser recta y estar orientada hacia las puertas.
• Conseguir mayor aprovechamiento del espacio, intentar no ubicar pasillos al lado de las paredes
siempre que no existan puertas en las mismas.
• El ancho del pasillo afecta a la tasa de ocupación, la operatividad y los medios mecánicos que
utilizaremos.
• La estanterías deberán estar siempre orientadas en un sentido, conseguiremos evitar colisiones.
En el almacén toda ubicación debe poseer su codificación única que la diferencie del resto. Cada empresa
deberá buscar su propio sistema en función del número de almacenes, zonas o estanterías que posea.
• Codificación por estantería o lineal. Se numeran de forma correlativa las estanterías. Posteriormente, se
numeran los distintos niveles de profundidad o ubicaciones que tiene cada una de ellas. Por último, para cada
uno de los niveles se numerarán las distintas alturas, empezando por el nivel del suelo y asignando número de
forma correlativa conforme ascendamos en altura. En este caso se permiten realizar recorridos de ida y vuelta
en el mismo pasillo.
• Codificación por pasillo o peine. A cada pasillo se le asigna un número, solamente puede recorrerse el pasillo
en un solo sentido. Cada dos estanterías se van codificando sus ubicaciones en sentido ascendente de
circulación. Se irán numerando alternativamente a izquierda y derecha los distintos niveles de profundidad, se
numerarán las distintas alturas de cada nivel empezando por el nivel inferior.