Los Carismas

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Los Carismas 

(Por el Padre Tardif).

Los carismas son dones Ministeriales que dan una fuerza muy especial a la evangelización,
también son dones espirituales especiales que el señor nos da para edificar la comunidad
para construir la Iglesia, algunos confunden la palabra carisma con otras cosas que no son
carismas sino dones naturales, por ejemplo hemos oído hablar del carisma de un
peluquero y el carisma de un político, carisma de un músico esos no son dones
espirituales, son dones naturales que se desarrollan, pero un carisma estrictamente
hablando es un don espiritual, si el Espíritu Santo está en nosotros, desde el día de
nuestro Bautismo porque somos Templos vivos del Espíritu Santo, está en nosotros con
todos sus dones y todos sus carismas, el día de nuestro bautismo hemos recibido el
Espíritu Santo con sus siete Dones.

Los siete Dones del Espíritu Santo son realmente la raíz de todos los carismas, hablamos
de siete Dones, podíamos hablar de infinidad de dones, porque el número siete en la
Biblia significa plenitud, y el día de nuestro Bautismo hemos recibido, como leemos en
Isaías 11,

El Espíritu santo se manifiesta a través de nosotros, de muchas maneras y su


manifestación puede ser a través de un carisma de Profecía, puede ser a través de un
carisma de Pastor a través del carisma de vida religiosa que es uno de los carismas del
espíritu Santo, a través del carisma de sanación, de milagros, carisma de lenguas, de
manera que los carismas son algo muy normal en la vida de la Iglesia; un gran canonista
español, Teodoro Jiménez Urresti en su obra titulada " Carisma e institución en la
Renovación carismática" decía: la base teológica de la Renovación son las gracias recibidas
en la iniciación cristiana, y por eso no se identifica con lo extraordinario, los dones por
ejemplo de lenguas y de sanación pertenecen a la naturaleza de la Iglesia a su vida
ordinaria, no son cosas extraordinarias", algunos lo ven como cosa extraordinaria porque
no estábamos acostumbrados a acoger esos carismas, los últimos siglos se manifestaban
menos porque había tantas estructuras en la Iglesia que ¿quién por ejemplo, durante una
celebración Eucarística en tiempo de Pío XII, se hubiera atrevido a cantar en lenguas en la
Iglesia?, eso estaba contra la liturgia, todo estaba ordenado todo estaba estructurado, no
había espacio, no había libertad para que se manifestara el espíritu, y en este sentido la
gran bendición para la Iglesia ha sido el Concilio Vaticano II, en el que se abrió la puerta
para que se manifestara el Espíritu a través de sus carismas, siempre hubo carismas en la
Iglesia, desde el día de Pentecostés

Dice San Pablo que los dones o carismas que el Espíritu Santo nos da para el alivio de los
fieles en esos dones aparecen el don de Asistencia, el carisma de Curación o sanación, el
carisma de milagro y la Fe Carismática la fe que no duda.
La palabra “Carisma”, viene del griego “Jarisma”, que significa: gracia, don gratuito. Según
la Revelación y la Doctrina de la Iglesia, no son gracias para justificar o divinizar al hombre
(como la Gracia Santificante, los Dones o las Virtudes Teologales), sino que son para
utilidad común, para la construcción y crecimiento del amor fraterno. Lo que no quita, que
el que los recibe, también se beneficie y reconstruya gracias a ellos. Precisamente, uno de
los signos de que un carisma es auténtico y se usa bien, es el crecimiento espiritual de la
persona que lo posee. EN EL GRUPO DE ORACIÓN, el ejercicio de los carismas hace
presente al Espíritu Santo en tal forma, que incluso parece respirarse su aroma, como
pasa con el canto en lenguas. EL ESPÍRITU ES LA FUENTE DE TODOS LOS CARISMAS, que
los da a quien quiere y cuando quiere, independientemente de la mayor o menor santidad
de la persona. Sencillamente son una manifestación de su presencia y un signo de su
acción. El beneficiario no es sino un mero instrumento para el bien de toda la comunidad.
CADA MIEMBRO DEL GRUPO DE ORACIÓN POSEE UNO O VARIOS CARISMAS. Y una
Asamblea no será carismática, si cada miembro no se abandona a la iniciativa del Espíritu
en él y se atreve a expresarse tal y como se siente movido en el interior de sí mismo. Los
carismas suelen aparecer de forma incipiente; no es común que desde el principio se
muestren en pleno desarrollo. Este se va dando progresivamente a medida que se usa
correctamente, es discernido por aquellos a quienes compete y hay disponibilidad de la
persona al Señor, docilidad a las mociones del Espíritu. Por la posesión y el ejercicio de los
carismas, se purifica la Asamblea del individualismo, que es la tónica generalizada en
nuestros ambientes sociales. La Asamblea se vive como una “Visitación”. Cada miembro se
regocija del don que recibe a través del hermano y a la vez se alegra de la acogida que
todos hacen de su propio carisma. Todos los Carismas contribuyen a la edificación y
crecimiento de la Iglesia, pero de forma distinta. Los hay que tienen una función especial
dentro de ella: - Los de orar en lenguas, interpretación, profecia, alabanza, LOS USA EL
ESPÍRITU PARA UNIR AL PUEBLO DE DIOS CON EL PADRE. - A través de los de: curaciones,
milagros, fe, conforta y cura a la Iglesia. - Y por los de: apóstoles, profetas, pastores,
maestros, evangelistas, la robustece. PRICIPALES PUNTOS DOCTRINALES EXPUESTOS EN
VATIICANO II - Todos recibimos carismas para utilidad de la Iglesia. - Todos son muy útiles
y adecuados a las necesidades de la Iglesia. - No podemos esperar de ellos (con pres
unción) los frutos del trabajo apostólico. - Corresponde a quienes tienen autoridad en la
Iglesia, emitir el juicio acerca de la autenticidad y de su ejercicio razonable. - Este ejercicio
debe hacerse en unión con los hermanos y sobre todo con los pastores de la Iglesia. - A
medida que pasa el tiempo, el alma se abre mejor y cada uno puede ejercer con mayor
eficacia los Carismas que el Espíritu Santo le dio para el bien de sus hermanos. ¿POR QUÉ
NO SE DESARROLLAN LOS CARISMAS EN LOS GRUPOS DE ORACIÓN? Entre otras: - La falta
de fe en el Espíritu de Pentecostés: Cuando no se cree que la realidad de la Iglesia
primitiva, invadida por el Espíritu, pueda darse hoy también en la persona de cada uno. - -
El temor al abandonarse a su soplo. - El temor de ser juzgados: este temor nos paraliza
Espíritu: temor, consciente o inconsciente, de y nos hace ocultar y prescindir de los dones
del Espíritu. - La ignorancia: es la puerta por la que entran los errores que desvían o
falsean la vida de un Renovación Carismática Católica en España Material de Formación
Los carismas 2 Grupo de Oración. Consecuencias: confusión entre intuición y palabra de
conocimiento; tomar al pie de la letra la palabra de la Escritura; prestar al responsable una
obediencia tal, que sólo le es debida a Cristo; atribuirle al Espíritu deseos que son
nuestros. - El formulismo: La imagen del “carismático tipo” que se convierte en norma:
batir palmas, repetir continuamente: ¡aleluya!, - La tibieza de la alabanza: Por su papel
fundamental en el Grupo de Oración, una alabanza cálida nacida de lo más profundo del
ser con un deseo ardiente e íntimo de alabar a Dios, hace que el Espíritu se haga
“Tangible” por la aparición o intensificación de las manifestaciones que le son propias: los
Carismas. LOS FRUTOS DE LOS CARISMAS deben conducir hacia: - La Unidad. - La Santidad.
- El Espíritu de Apertura. - La Misión Apóstólica. - Hacia la Caridad Concreta. PELIGROS: -
Iluminismo. - Subjetivismo (deseo consciente o inconsciente de manipular a otro. Ej.: El
Señor me ha dicho para ti...” - Apropiación (de la gloria de Dios). CARISMA DE LENGUAS El
Carisma de Lenguas es un signo que expresa el deseo (anhelo) profundo de todo el ser del
hombre, de alabar a Dios, glorificarle, darle gracias más allá de lo que puede con su
lenguaje propio. Karl Bath dice: “Es un esfuerzo para expresar lo inexpresable”. Orar en
Lenguas es, una forma de orar que alaba a Dios en el entusiasmo. “Un hombre que habla
en Lenguas, no habla a los hombres, sino a Dios” (1 Cor. 14,2). Ya que nosotros, no
sabemos cómo alabar al Señor y qué pedirle, si no es por el Espíritu Santo que viene en
nuestra ayuda, y ora por nosotros con expresiones ininteligibles. (Rm.8,26). Para Pablo, el
Carisma de Lenguas es, principalmente, un don de oración personal, lo que no excluye que
pueda ser usado (incluso es conveniente) en público en ciertas ocasiones como: grupos de
oración de la Renovación, reuniones de servidores, asambleas de la Renovación... Para
que sea carisma verdadero es suficiente que,la capacidad natural de emitir sílabas, se
ejerza bajo el poder y la inspiración del Espíritu y sea dirigida hacia la edificación del Reino
de Cristo, (por la alabanza) Puede manifestarse de diversas formas: en un idioma no
nativo, en sílabas o en palabras sin concepto. El significado no está en los sonidos, aunque
sean palabras que representen conceptos, sino que yace en el corazón, porque la oración
en lenguas es sin concepto. Así como la mayoría de las personas que conducen no saben
qué hace funcionar al coche, pero saben manejarlo, los que oran en lenguas no saben
cómo se produce ese efecto, pero oran. Es “contemplación ruidosa” (Ej.: San Francisco de
Asís: uh, uuuuh, como el zureo de los palomos). Es un carisma que el Señor quiere
conceder a todos, pero exige condiciones: creer en el carisma, pedirlo con humildad,
buscar el apoyo de hermanos experimentados y entregarse al Espíritu Santo. La mayor
dificultad para recibir este carisma está en nosotros mismos, en nuestra actitud de reserva
y en la resistencia a hacernos “como niños”, cosas ambas que se oponen a la sana
espontaneidad de este carisma. No necesita ser interpretado porque es una oración hecha
directamente a Dios. Hablar (profetizar) en lenguas es diferente, ya que es un carisma no
permanente por el que un miembro de la asamblea pronuncia un mensaje especial de
parte de Dios, pero en lenguas. A éste, si que debe seguir una interpretación por parte de
la misma persona u otra distinta. Si no es así, no debe ser usado. El Carisma de Lenguas,
como “canto en lenguas” , es la “respiración” del Espíritu Santo, de su amor en el que
canta. Es un canto inspirado, bello, armónico, uniforme que interioriza y da paz y alegría.
El poder del “canto en lenguas” es extraordinario. Puede surgir canto en lenguas que no
venga del Espíritu (al igual que en la oración en lenguas), se discierne por la paz interior o
la falta de ella, el sentimiento o no de su Presencia, los deseos de amar a los hermanos.
También se considera canto en lenguas el “canto jubiloso”, que es como un aleluya o un
canto de meditación gregoriana. Contra el ejercicio de este carisma puede haber una
tentación: pensar que se está imitando a alguien, fingiendo delante de otros,...Ante la
duda de si es auténtico o no, lo mejor es usarlo. Renovación Carismática Católica en
España Material de Formación Los carismas 3 Hay un principio en teología que dice: “toda
acción está determinada por su intención”. Si tu intención es alabar al Señor y crees que
estás fingiendo, estás realmente alabándole. Si tu intención es alabar y estás imitando a
alguien, estás alabando. Cuando se recibe este carisma, puede recibirse una sola sílaba; es
todo lo que se necesita para empezar. La oración en lenguas también está sometida a
cambios, puede ser distinta (distintas expresiones) en un tiempo o en otro, según se entra
en diferentes niveles de de desarrollo espiritual. LA PROFECÍA El don de PROFECÍA es una
acción de Dios por la que una persona en oración, comunica el mensaje de Dios a la
comunidad. Raramente la profecía puede ser de índole que predice una situación que
puede ocurrir: usualmente el mensaje se enfoca en una verdad ya conocida, que hace
falta recordar en ese momento. Las Profecías siempre se dan en 1ª. y 2ª. Persona. Cuando
se comunica como profecía un mensaje en 3ª persona, no se está comunicando el
pensamiento de Dios: - Cuando uno recibe el “Bautismo en el Espíritu Santo”, entrega su
vida al Señor. Se renueva el - Bautismo que recibió siendo pequeño. - Cuando se habla u
ora en lenguas, se le entrega la voz al Señor. En la Profecía se da un paso más, se le
entrega al Señor la mente para decir sus pensamientos. La naturaleza del Amor es
comunicación. Y Dios-Amor, quiere comunicarse, hablar a su pueblo. (1ª Sam. 3,10). Este
expresar la voluntad, el pensamiento de Dios, es de forma inmediata. - Este carisma lo
tenemos todos, pero para que se manifieste, hay que: desearlo, pedirlo y aceptarlo. - Sin
excluir que pueda haber alguna profecía personal, generalmente es un don para los otros,
para edificación de la Iglesia. 1ª Co. 14,4. Y debe ser confirmado por medio de la Escritura,
otras profecías, el magisterio de la Iglesia... - Como todos los demás dones, se usa
libremente, uno puede decirlo o callarlo, siempre está bajo el control del profeta (el
decirlo o no, no el recibirlo) 1ª Co. 14, 33. También como todos los demás, se usa con un
orden. San Pablo insiste: Procurad alcanzar ese amor, y aspiren también a los dones
espirituales, sobre todo al de profecía, el que profetiza edifica a la comunidad. Así, que
vosotros que ambicionáis tanto los dones espirituales, procurad abundar en aquellos que
sirven para edificación de la comunidad (1Co. 14-12). “ORIENTACIONES PARA LA
PROFECÍA” 1. BUSCAR ANSIOSAMENTE EL AMOR por medio de la Profecía. Usar el don de
profecía es compartir con el Grupo lo que Dios ha dado. Y compartir es amar. Por eso, el
que tiene el don, ama ejerciéndolo; así como el que tiene el de enseñanza, ama
enseñando. 2. COOPERAR CON SU AMOR. Según estamos dispuestos a recibir y compartir
lo que el Señor está diciendo, estamos usando el don de Profecía, estamos cooperando
con El y con su amor. 3. ESTAR ABIERTO a la acción de Dios. La acción de Dios es, que por
medio de su Espíritu nos ayudemos unos a otros y que nuestra sinceridad permita a su
acción y mensaje ir adelante. 4. CONOCER SOBRE LA UNCIÓN PARA LA PROFECÍA. Según
dice la Escritura, (Hch. 2,14- 18), el día de Pentecostés fue ungido Pedro y ésta es su
unción. Hoy, como entonces, una unción es una sensación de la Presencia de Dios y una
aceleración, un movimiento dentro de nuestro espíritu para decir un mensaje de Dios.
Puede presentarse como un hormigueo en los dedos, calor en el cuerpo o latidos rápidos
en el corazón. A veces puede venir como una sensación de paz, una sensación del amor
del Señor. Es como si el Señor dijera: “Pon atención ahora. Yo voy a hablar. Escucha.”
Después de la unción, di lo que estás “oyendo”, no luches con ello, no lo examines: ¡dilo!
Al principio no te precipites, espera la unción. Con el tiempo dejarás de sentir esta unción,
pero estarás preparado para oír y reconocer al Señor cuando hable. 5. ESCUCHA
PALABRAS EN TU CORAZÓN. La profecía viene primero escuchando las palabras del Señor
en el corazón y, entonces, en fe, se comparten las palabras bajo la unción. Estas pueden
venir a nosotros de distinta forma: - Profecía en canción. - Profecía por medio de una
visión. - Todas las palabra++s del mensaje reveladas de una vez. - Unas pocas palabras y
según las dices, seguirá el resto. Renovación Carismática Católica en España Material de
Formación Los carismas 4 - Una sensación de lo que el Señor quiere que digamos y según
nos sometemos siguen las palabras del mensaje. - Una sola palabra como “alabanza” y
según nos sometemos, seguirán las palabras igualmente. 6. BUSCA DISCERNIMIENTO. El
discernimiento es intuición por medio de la cual, uno sabe lo que verdaderamente es del
Espíritu Santo. Deja a la comunidad discernir si la profecía es verdaderamente del Señor, y
lo será si toca el espíritu de otras personas, si levanta el nivel de alabanza, si la presencia
del Señor se hace más profunda. Otra regla para discernir, es contemplar la Profecía a la
luz de la enseñanza cristiana y la Escritura. Con la profecía puede haber sanación interior.
Podemos discernir tres tipos de profecía: - PROFECÍA AUTENTICA: la que viene del Espíritu
de Dios. - NO PROFECÍA: la que viene de nuestra propia carne o espíritu. - FALSA
PROFECÍA: la que viene del espíritu del mal. 7. LA PROFECÍA PRODUCE BUENOS FRUTOS.
Siempre. 8. LA PROFECÍA SIEMPRE ESTÁ BAJO EL CONTROL DEL PROFETA. El Señor nunca
hará decir algo que la persona realmente no quiera decir. La profecía es un don voluntario
que es aceptado. El mismo principio se aplica para orar y amar a Dios. La profecía hay que
darla suficientemente alta, clara, a tiempo y con humildad (porque de esta forma es como
se mueve el Espíritu a través de nosotros). 9. ORAR POR EL MOMENTO ADECUADO PARA
DAR PROFECÍA. (1ª Co. 14,40). La primera mitad de un Grupo de Oración, debe ser
alabanza pura: cantos, acción de gracias, oración, canto en lenguas, silencio...y después de
esto último es apropiado dar las profecías. Es así, porque en la oración y canto en lenguas
hemos hablado al Señor según el Espíritu y esperamos su respuesta a través de las
palabras proféticas. 10. CONFIRMAR LA PROFECÍA. Es bueno hacerlo con otros y con la
Escritura.

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