Autoestima en Niños, Niñas y Adolescentes Chilenos: Análisis Con Árboles de Clasificación
Autoestima en Niños, Niñas y Adolescentes Chilenos: Análisis Con Árboles de Clasificación
Autoestima en Niños, Niñas y Adolescentes Chilenos: Análisis Con Árboles de Clasificación
ISSN: 1021-1209
ISSN: 1659-2859
[email protected]
Universidad de Costa Rica
Costa Rica
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Resumen:
Introducción
El estudio de la autoestima en Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) ha mostrado que es un fenómeno dinámico e influenciado por
las relaciones sociales y el contexto que se habita, lo que afecta el desarrollo personal y su experiencia escolar.
Objetivo
En tal sentido, este trabajo busca analizar la relación entre autoestima en NNA y factores vinculados a la escuela, la familia y su
relación entre pares.
Método y técnicas
Los datos son de fuente secundaria, provistos por el PNUD y corresponden a la Primera Encuesta de Desarrollo Humano en NNA
realizada en Chile el año 2017. Desde una perspectiva cuantitativa, se presenta un análisis descriptivo con técnicas de Árboles de
decisión, lo cual permite identificar distintos subgrupos en la muestra según su relación con las variables de interés.
Resultados
Se encontró que la Satisfacción con la vida es la variable más significativa para perfilar la autoestima de los NNA, seguida por la
percepción de Calidad educativa y Autoimagen. La positiva evaluación de las experiencias de vida familiar y escolar condicionan
favorablemente el sentimiento de autoestima, aun en contextos de baja calidad educativa.
Conclusiones
El estudio sobre relaciones entre autoestima en NNA y factores vinculados a su relación con la familia, profesores/as o pares, resulta
fundamental para articular proyectos de intervención escolar preocupados por el desarrollo cognitivo y promoción de experiencias
satisfactorias en la escuela.
Palabras clave: Escolares, Bienestar del estudiante, Percepción de calidad educativa, Escuela, Autoestima.
Abstract:
Introduction
e study of self-esteem in Children and Adolescents (NNA for its abbreviation in Spanish) has shown that it is a dynamic
phenomenon influenced by social relationships and the context where NNA live, all of which affect their personal development
and school experience.
Goal
In this sense, this paper analyses the relationship between self-esteem in NNA and factors related to school, family, and peer
relationships.
Method and techniques
e data are from secondary sources, provided by the United Nations Development Program (PNUD for its abbreviation
in Spanish) that corresponds to the First Survey of Human Development in Children and Adolescents carried out, from a
quantitative perspective, in Chile in 2017. A descriptive analysis with Decision Trees techniques will be presented and it will allow
the identification of different subgroups in the sample according to their relationship with the variables of interest.
Results
It was found that the “satisfaction with life” is the most significant variable to outline the self-esteem of NNA, followed by
the “perception of educational quality” and “self-image”. e positive evaluation of family and school-life experiences favorably
conditions the feeling of self-esteem, even in contexts of low educational quality.
Conclusion
e study of the relationship between self-esteem in NNA and factors related to their relationship with family, teachers, or peers
are fundamental to articulate school-intervention projects that address cognitive development and the promotion of satisfactory
experiences at school.
Keywords: Schoolchildren, Student welfare, Perception of educational quality, Schools, Self-esteem.
Introducción
La autoestima es un componente esencial para el adecuado desarrollo de nuestras vidas, nos permite acuñar y
expresar una valoración particular de nosotros mismos que define lo que creemos ser y cómo nos conducimos
por el mundo. El fenómeno subjetivo de la autoestima se proyecta sobre los pensamientos, sentimientos y
actitudes que forjamos acerca de nosotros (Alonso et al. 2007), los cuales varían en razón de la cercanía o
distancia que percibimos entre nuestro sí mismo ideal y el real (Massenzana 2017).
Desde este punto de vista, la autoestima puede analizarse como un prisma a través del cual nos miramos
a la vez que tenemos bajo observación nuestro entorno; impulsa en nosotros la necesidad e interés
por relacionarnos con otros, explorar nuevas posibilidades de interacción, plantearnos algún proyecto
y desarrollarse sobre la base de la autopercepción de capacidades (Tarazona 2014). En este sentido, la
autoestima influye en cómo percibimos los sucesos que conforman nuestra vida y las decisiones que tomamos
para hacerle frente, además de la aceptación o rechazo de lo que otros dicen sobre nosotros (Naranjo 2007;
Parada, Valbuena y Ramírez 2016).
Por características como las descritas, la autoestima es un proceso que acompaña la vida y, aunque
se adapta o actualiza conforme varía la interacción con otros y la experiencia positiva o negativa que
esta brinde, su percepción predispone las actitudes y decisiones con que se enfrenta la vida. Se trata de
un proceso permanente que se encuentra mediado por las vivencias e interpretaciones del día a día, es
dinámica y a través del tiempo puede fortalecerse o languidecer afectando no tan solo la forma en que
la persona se evalúa y significa, sino también el cómo percibe a los otros (riesgo o recurso), las cosas que
lo rodean y los acontecimientos de la vida cotidiana (Rojas 2007; Roa 2013). Según Berger (2007), la
adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez donde se presenta una serie de cambios
físicos, psicológicos y emocionales que interactúan con los retos propios a la búsqueda por constituir una
personalidad, diferenciarse de los demás. De esta forma se añade una dimensión social a la adolescencia, donde
a la maduración corporal le siguen renovadas formas de pensar y sentir, a lo que se añade la desorientación
de los jóvenes por la falta de herramientas que permitan responder satisfactoriamente a cada deseo (Palacios
2019). Frente a esto, hay quienes exponen que un adecuado nivel de autoestima protege y facilita la defensa
contra situaciones negativas, sobreponiendo la confianza en sí mismo a las adversidades emocionales o sociales
que puedan aparecer (Alonso et al. 2007).
Ahora bien, los factores que intervienen el desarrollo de la autoestima son heterogéneos, entre los cuales
destaca la influencia de personas vinculadas a la familia, la escuela y los grupos de referencia, quienes
incrementan su importancia a medida que lo hace su cercanía (Roa 2013). La autoestima se relaciona también
con la satisfacción con la vida en tanto dimensión cognitiva del bienestar subjetivo que expresa la evaluación
de la totalidad de la experiencia vital.
El contexto familiar cobra especial relevancia en el desarrollo de la autoestima de Niños, Niñas y
Adolescentes (NNA). En la medida que se constituye como un espacio nutritivo que provee afecto, apoyo,
orientación, retroalimentación y control, favorece el desarrollo de recursos personales (Povedano, Hendry,
Ramos y Varela 2011). Los adolescentes que sienten el apoyo de sus padres y madres desarrollan una actitud
positiva hacia el espacio educativo, la cual actúa como factor protector frente a la frustración, incentiva
la motivación y fomenta el trato respetuoso con los demás en el espacio áulico (Acuña-Alberto, Chimal-
Morales, Aguayo-Magaña, Oliva Martínez 2004; Martínez-Ferrer, Murgui-Pérez, Musitu-Ochoa y Monreal-
Gimeno 2008; Hernández, Cárdenas, Romero y Hernández 2017).
Otro contexto de interacciones que influye en el desarrollo de la autoestima de NNA es la escuela (Cava
1998; Martínez-Antón, Buelga y Cava 2007). Por su orientación formativa y la extensión de las jornadas
de permanencia, la experiencia escolar se torna significativa para la adquisición y cultivo de habilidades
sociales y emocionales imprescindibles para interactuar con los demás y cimentar adecuadas evaluaciones de sí
mismo. En este escenario, el profesorado adquiere gran importancia para el estudiante como otro significativo
por cuanto su rol modelador contribuye a la satisfacción o frustración respecto a las experiencias ocurridas
en el aula (Mulford 2006; Castro et al. 2012; Parada, Valbuena y Ramírez 2016). Algunas evidencias de
investigación destacan cómo el tipo de autoestima que se desarrolla en la escuela afecta la participación
y colaboración con otros (Beane 1986), el desempeño y productividad académica (Naranjo 2007; Torres
2018), los problemas de conducta y síntomas psicopatológicos (Garaigordobil, Durá y Pérez 2005).
Por otra parte, en el contexto social la interacción con pares, amigos o grupos de referencia constituye otro
factor relevante para el desarrollo de la autoestima durante la adolescencia. En esta etapa, la integración a
contextos sociales tiene como objetivo el encuentro con otros, generar lazos de confianza y sentimientos de
pertenencia. Dentro de estos grupos de pares se comparten intereses, preocupaciones y conversaciones que
pueden resultar difíciles de abordar con la familia, además que proporcionan al individuo soporte emocional
y la posibilidad de experimentar nuevas sensaciones. Resultados previos al respecto indican que el grupo de
pares interviene significativamente sobre la evaluación de la imagen corporal (Amaya-Hernández, Alvarez-
Rayón, Ortega-Luyando, Mancilla-Díaz. 2017), la aceptación, estima y valoración sobre sí mismo y las
capacidades (Naranjo 2007), además de su apoyo a la generación de estrategias para buscar ayuda sin miedo
a ser rechazados (Pinheiro y Mena 2014).
Así también, en su dinamismo la autoestima se configura sobre la base de la percepción de los
acontecimientos vividos, especialmente en contextos familiares y escolares y la satisfacción que se obtiene de
ellos. Cuando esta evaluación es positiva tiende a mejorar la percepción y valoración de sí mismo a la vez que
contribuye a la satisfacción con la vida (Gómez y Cogollo 2010; Barra 2012; San Martín y Barra 2013). La
asociación de altos niveles de satisfacción con la vida y alto sentido de autoestima en espacios de interacción
ayuda a regular el comportamiento propio y hacia otros, además de fortalecer la predisposición para enfrentar
eventos adversos (Alonso et al. 2007).
En consecuencia, las experiencias desarrolladas en este contexto de interacciones no son irrelevantes,
más bien, la naturaleza, orientación e intensidad de estas refuerzan el vínculo significativo con los demás
y la autoestima. Eso sí, cabe destacar que en la medida que estas relaciones interpersonales refieren a
un espacio relativamente regulado, pueden ser también objeto de intervención por medio de dispositivos
organizacionales, institucionales y de política educativa. En tal sentido, problemáticas asociadas a la
convivencia escolar han sido abordadas a través de medidas como el Sistema Nacional de Aseguramiento de
la Calidad de la Educación Parvularia, Básica y Media (SNAC), la Ley de Inclusión y Ley Aula Democrática
y Convivencia Segura, las cuales, sin abandonar los dispositivos de control normativo, abogan por el refuerzo
de la convivencia democrática. De este modo, los niveles individuales y organizacionales interactúan y se
influencian, haciendo de la convivencia un elemento clave en el estudio de la autoestima.
En suma, la autoestima en Niños, Niñas y Adolescentes es un fenómeno dinámico que está influenciado
por una serie de actores, contextos e interacciones, cruzada por la satisfacción de las experiencias vitales de
los ámbitos familiar, escolar y social. Bajo esta comprensión, este artículo explora y analiza la relación entre
autoestima en NNA y distintos factores vinculados a la escuela, la familia y la relación con pares, buscando
perfilar itinerarios en su configuración.
Metodología
Instrumento
Se utilizan los resultados de la Primera Encuesta de Desarrollo Humano en Niños, Niñas y Adolescentes
(EDH-NNA) aplicada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el Consejo Nacional de la
Infancia (PNUD) durante el año 2017 a jóvenes estudiantes entre 12 y 17 años con objeto de conocer su
experiencia vital y las evaluaciones que hacen de sus condiciones de vida.
La EDH-NNA se estructura en torno a 11 dimensiones de interés, siendo relevantes para efectos de esta
investigación las concernientes a: Satisfacción escolar, Satisfacción con la vida, Satisfacción con la autoimagen,
Satisfacción con los amigos, Apoyo Familiar Percibido, Apoyo Docente Percibido y Sentimiento de autoestima.
Muestra
La encuesta comprende un total de 3.073 Niños, Niñas y Adolescentes distribuidos en 272 establecimientos
educativos (Municipales, Particulares Subvencionados y Particulares Pagados), los cuales fueron extraídos
de registros poblacionales oficiales de estudiantes de 7°básico a 3°medio según muestreo trietápico y
probabilístico. La encuesta reporta un margen de error de ±1.8 puntos porcentuales, un nivel de confianza
del 95%, una tasa de respuesta del 73,0% y de rechazo del 4%. Si bien la selección de la muestra se intenciona al
interior del espacio educativo, tanto el acotado rango etario como las coberturas casi universales que alcanza
la educación en Chile, la cual adquiere carácter de obligatoriedad hasta la Enseñanza Media, permiten su
representatividad infiriendo sus resultados al conjunto de los NNA.
Tabla 1: Caracterización de la muestra (%)
TABLA 1
Caracterización de la muestra (%)
Como se muestra en la Tabla 1, en su mayor parte son estudiantes de zonas urbanas (88,8%), de la rama
Científico Humanista (92,4%); un tercio cursan estudios Secundarios (33,6%) con predominancia del sexo
masculino (52,9%) y de colegios Particulares (56,1%).
Procedimiento
El análisis de los datos de la encuesta EDH-NNA inicia con la exploración descriptiva de los ítems que
componen la variable dependendiente [AUTOESTIMA] buscando establecer diferencias estadísticamente
significativas con base a variables consideradas como relevantes por la literatura especializada.
A continuación, mediante la técnica estadística multivariante Árboles de clasificación y trabajando con
matriz de datos completos (n=2646), se diagrama una estructura jerárquica según factores con alta capacidad
de discriminación y predicción de la variable modelada. Esta representación de resumen de grandes masas de
datos maximiza la distancia entre grupos formando nodos, ramas y hojas capaces de estructurar itinerarios
y definir perfiles (Han y Kamber 2006; Gervilla y Palmer 2009); información útil para la intervención
educativa tanto de profesores como profesionales asistentes de la educación.
El método de segmentación jerárquica utilizado para el desarrollo del árbol fue Chi-square Automatic
Interaction Detection (CHAID), basado en chi. para seleccionar a los predictores. La variable criterio es el
nivel de autoestima que reportan NNA, el cual fue dicomotizado para fines analíticos estableciéndose como
punto de corte ,70. Tanto la variable modelada como predictores fueron sometidos a contraste de asimetría
y verificación del cumplimiento de la regla “90/10” dada su naturaleza categorial. Con propósito de evitar el
sobreajuste del modelo, se establecieron reglas de 3 niveles con podas cuando no se superaran los 200 casos
para el nodo padre y 100 para el nodo hijo. El modelo resultante terminó por seleccionar 4 predictores de
un total de 7 iniciales, conformando 10 nodos, 6 de ellos terminales. El nodo más pequeño agrupa el 4,3%
de los casos. A fin de establecer la fuera o intensidad de la relación al interior del nodo, la información del
modelo CHAID fue complementada con coeficientes de asociación Phi según grados de libertad de la tabla de
contingencia resultante. El modelo tiene adecuada capacidad predictiva, clasificando correctamente al 67,5%
de los casos, siendo particularmente alta en su nivel de sensibilidad (75,9%).
Variables
Para analizar las relaciones entre autoestima en NNA y su percepción o satisfacción con lo que sucede en la
escuela, la familia o su vida, utilizamos principalmente los conceptos o variables contenidos en la Tabla 2.
Tabla 2: Descripción de variables de interés para el análisis (nombre, operacionalización y situación
jerárquica en Arbol de clasificación)
TABLA 2
Descripción de variables de interés para el análisis nombre
operacionalización y situación jerárquica en Arbol de clasificación
Elaboración propia según definición y significancia de variables contenidas en la EDH-NNA, PNUD (2017)
Resultados y análisis
ser buen amigo/a (97,8%) y buen estudiante (85,3%). Atributos de valoración a la propia imagen, concepto,
eficacia escolar y relación con pares, que serían expresión de un adecuado nivel de autoestima y ajuste con el
grupo y espacio donde conviven.
Tabla 3: Caracterización Autoestima (%)
TABLA 3
Caracterización Autoestima %
Al ser la autoestima un sentimiento donde prevalecen las dimensiones valorativas y afectivas del sujeto,
no se le podría desligar de la satisfacción con la vida, por cuanto este último define la percepción de
bienestar subjetivo como evaluación que la persona hace de sí misma y sus vivencias (Roa 2013; San Martín
y Barra 2013). En tal sentido, el sentimiento de valor y grado de aceptación auto-atribuidos (autoestima) se
empobrecen conforme disminuye la Satisfacción con la vida [x2= 198,372; gl= 1; p= 0.000]. En general, tener
una alta conformidad con la experiencia y proyección vital sustenta mejores auto-valoraciones en todos los
ítems, siendo particularmente relevante las diferencias observadas entre grupos al analizar aquellos reactivos
vinculados al autoconcepto: te gusta cómo eres (26,8 puntos porcentuales, en adelante pp.) y te sientes orgulloso
de ti mismo (20,3 pp.).
En su búsqueda por ajustarse al grupo, pero manteniendo su individualidad, el autoconcepto de los NNA
se apropia de las valoraciones que el medio y los otros entregan (Naranjo 2007; Massenzana 2017). El trato
cordial con los pares constituye un determinante crítico para el sentimiento de valía individual, a la vez que
contribuye a un clima de convivencia que facilita la libertad y la amistad, resguardando al mismo tiempo
el desarrollo personal y social de los y las estudiantes. Al respecto, es en las valoraciones del autoconcepto
referido a ser buen amigo/a (2,7 pp.) y llevarse bien con otros (10,2 pp.) donde las distribuciones registran la
mayor homogeneidad entre grupos de contraste con Baja o Alta Satisfacción con la vida. Situación que sería
expresión de la disponibilidad para sostener y apoyar experiencias gratificantes que, por un lado, tributen al
clima de convivencia y, por otro, mitiguen el miedo o necesidad de protegerse a través de actitudes como la
subvaloración de la imagen propia (resultados similares han reportado Alonso et al. 2007).
Debido a que la Autoestima es influenciada por atributos perceptivos a nivel individual y del contexto, la
definición de perfiles y caracterización de estudiantes con Alta y Baja valoración de sí mismos se realizó a
través de la técnica multivariante de Árboles de clasificación (véase Figura 1). De las variables introducidas
al análisis clasificatorio, resultaron significativas Satisfacción con la vida, Calidad educativa . Satisfacción de
autoimagen, discriminando entre grupos hasta conformar 10 nodos de agregación.
La distinción entre los perfiles con mayor y menor Autoestima entre NNA tiene a la Satisfacción con la vida
como primer hito [x.= 198,372; gl= 1; p= 0.000]. Según este predictor alcance Baja o Alta puntuación, se
bifurcan jerárquicamente nuevos conglomerados de acuerdo a los niveles de Satisfacción con la autoimagen
y percepción de Calidad educativa.
FIGURA 1
Autoestima en NNA según variables de caracterización
Elaboración propia con datos de la EDH-NNA, PNUD (2017).
La Satisfacción con la vida, en tanto evaluación subjetiva que se hace de la calidad de los acontecimientos
vividos sobre la base de estándares personales, tiene con la Autoestima un vínculo recíproco. De este modo,
era de prever que quienes pertenecen a la categoría Alta Satisfacción con la vida [Nodo 2] manifestaran un
mayor nivel de Autoestima (+5,6 pp.) respecto del nodo raíz (73,3%). Prevalencia que se acentúa en los
conglomerados con Alta Calidad Educativa para un segundo nivel jerárquico [Nodo 5; +9,6 pp.] y con Alta
Satisfacción con la autoimagen en un tercer nivel de segmentación [Nodo 8; +13,6 pp.]. Por su parte, el
deterioro de la Autoestima incrementa conforme se incorporan los segmentos Baja Satisfacción con la vida
[Nodo 1; -26,2 pp.] y Baja Satisfacción con la autoimagen [Nodo 3; +34,2 pp.].
Figura 1: Autoestima en NNA según variables de caracterización.
Fuente: Elaboración propia con datos de la EDH-NNA, PNUD (2017).
La Satisfacción con la vida, en tanto evaluación subjetiva que se hace de la calidad de los acontecimientos
vividos sobre la base de estándares personales, tiene con la Autoestima un vínculo recíproco. De este modo,
era de prever que quienes pertenecen a la categoría Alta Satisfacción con la vida [Nodo 2] manifestaran un
mayor nivel de Autoestima (+5,6 pp.) respecto del nodo raíz (73,3%). Prevalencia que se acentúa en los
conglomerados con Alta Calidad Educativa para un segundo nivel jerárquico [Nodo 5; +9,6 pp.] y con Alta
Satisfacción con la autoimagen en un tercer nivel de segmentación [Nodo 8; +13,6 pp.]. Por su parte, el
deterioro de la Autoestima incrementa conforme se incorporan los segmentos Baja Satisfacción con la vida
[Nodo 1; -26,2 pp.] y Baja Satisfacción con la autoimagen [Nodo 3; +34,2 pp.].
La relación encontrada entre autoestima y satisfacción con los acontecimientos vividos en los contextos
familiares y escolares son consistentes con hallazgos como los expuestos por Alonso et al. (2007), Lamas
(2008), Gómez y Cogollo (2010), Barra (2012) y San Martín y Barra (2013). En efecto, el bienestar percibido
en razón de la calidad de los vínculos que se forjan con la familia, pares y profesores/as, nutre la valoración
de sí mismo, mejora la predisposición para enfrentar eventos adversos, fortalece las relaciones de convivencia
y, con ello, las condiciones para un adecuado aprendizaje.
El perfil de Autoestima positiva (ver Diagrama 1; [Nodo 2]) incrementa cuando al colegio que asisten
los NNA es percibido de alta Calidad educativa [x2= 74,036; gl= 1; p= 0.000]. En este segmento del árbol
de clasificación, la autoestima mejora conforme el espacio escolar es evaluado como una institución que
entrega buena educación (96,7%), otorga la posibilidad de elegir actividades de interés (90,8%), cuenta con
los recursos adecuados para aprender (94,5%), promueve la diversidad (94,8%) e incentiva la participación
(94,5%).
Debido a que la apreciación del “Yo” remite a los estímulos del medio como señales para la reafirmación,
los NNA que comparten climas de convivencia con adecuados niveles de respeto, aceptación, seguridad y
organización dispondrían de mayores oportunidades para valorar tanto a los demás como a sí mismos. En
estos contextos educativos, percibidos de alta calidad, los NNA experimentarían mayores niveles de bienestar
y satisfacción emocional, lo que incentiva mejores niveles de autoestima (Povedano, Hendry, Ramos y Varela
2011). Resultados similares han encontrado Carrasco y Trianes (2010), Fierro (2013) y Cervini, Dari y
Quiroz (2015) al momento de describir la importancia de la convivencia sobre la autoestima de los NNA.
El estudiante amplía y construye en la escuela una importante red de vínculos sociales y de apoyo emocional
mediante las relaciones que establece con sus compañeros/as y profesores/as, las cuales son fuente y predictor
para la autoestima. Por esto, y en la medida que la persona genera una imagen de sí mismo conforme
a la calificación de otros, los ambientes de convivencia resultan decisivos para el desarrollo positivo o
negativo de la autoestima. En este sentido, Cassasus (2009) apela por comprender el aula como un espacio
de interacción entre personas, cargado de emocionalidad y donde la calidad, fortaleza y duración de los
vínculos, en particular la relación profesor/a-alumno/a, inciden sobre la comprensión y predisposición hacia
el aprendizaje. Así se nutren los sentimientos de satisfacción y bienestar entre los actores de la comunidad
educativa, permitiendo que todos/as se sientan parte de algo que los integra cotidianamente. Aspectos que
son corroborados por las investigaciones de Marín y Villegas (2016) y Martínez-Ferrer, Musitu-Ochoa,
Amador-Muñoz y Monreal-Gimeno (2012).
Aunque lograr una armonía entre las relaciones y actores del espacio educativo no es tarea sencilla, es
un requisito para mejorar la calidad del quehacer educativo (Calvo, Verdugo y Amor 2016). El apoyo que
los NNA perciben para expresar ideas, organizar actividades y participar en grupos afines, tanto de sus
profesores/as como de sus pares, forma parte de la Calidad educativa que envuelve la trayectoria escolar, a la
vez que constituye un buen predictor de autoestima pues favorece el respeto, la organización y la seguridad
en la escuela. En consecuencia, dada la importancia que la experiencia educativa tiene en el desarrollo físico y
social de los y las estudiantes, el colegio y sus recursos deberían preocuparse más por estos aspectos afectivos
y emocionales en sus dinámicas pedagógicas y objetivos institucionales, más necesario aún si consideramos
que una queja recurrente de los y las estudiantes es que se sienten incomprendidos.
Al igual que sucede con la valoración de los acontecimientos vitales, la autoestima guarda estrecha
relación con la autoimagen y sus derivados. El grado de aceptación que los NNA desarrollan con su propia
imagen facilita la aventura y participación en nuevos escenarios sociales, académicos y comunitarios, incluso,
beneficia la toma de decisión frente a situaciones inesperadas o demandantes (Dana, Weber y Xi Kuang
2007). En este sentido, las competencias de independencia y responsabilidad, parte del repertorio básico de
la vida común en sociedades contemporáneas (PISA 2015), han mostrado relación con el tipo y calidad de
autoimagen acuñada, pues aquella funciona como fuente y objeto de motivación para el desempeño personal
(Fiske 2013). Sobre esto, Cipolleta, Spina y Spoto (2018) destacan que la forma en que se presentan y son
evaluados los niños y niñas depende de su autoimagen, la cual se moldea a medida que las respuestas del
entorno son interpretadas.
La incidencia de la Autoimagen sobre la Autoestima en nuestros datos, a saber, que la disminuye en forma
directa cuando es mediada por una baja Satisfacción con la vida [x2= 21,236; gl= 1; p= 0.000; Nodo 3] y la
incrementa en contextos percibidos de alta Calidad educativa [x2= 68,684; gl= 1; p= 0.000; Nodo 8], sería
expresión de cómo la valoración de sí mismo está mediada por la interpretación que se hace a las respuestas
del entorno. A su vez, los estímulos externos influyen sobre la evaluación de las experiencias vividas y el tipo
de interacción que se entabla en los espacios educativos, acentuando ya sea la gratificación o la frustración
percibida.
Por todo lo anterior, cuando los NNA creen que aquello que poseen y exponen, corporalidad incluida, es
del agrado de los demás, la valoración de sí mismos incrementa. Así lo comprenden también von Hippel y
Trivers (2011), quienes además plantean que este fenómeno psicológico y afectivo se ve acrecentado en la
escuela debido a la recurrencia y cercanía de múltiples contactos. De este modo, en razón de la autoestima
que los estudiantes forjen podrán involucrarse más o menos con sus actividades escolares, entablar vínculos
de amistad y cumplir los desafíos académicos.
Conclusiones
educativo que durante años puso énfasis en el desarrollo cognitivo, obviando el crecimiento emocional,
afectivo y social de los y las estudiantes. Poner el acento sobre estos otros componentes del desarrollo humano,
especialmente la autoestima y su vinculación con la definición de estados de bienestar subjetivo, compone
un desafío que si bien tiene a su haber iniciativas como las nombradas, aún se encuentra expectante por
resultados que permitan corregir y/o apoyar programas de intervención educativa orientadas, por ejemplo, a
la convivencia escolar o participación y formación ciudadana.
Contribuciones: Las personas autoras contribuyeron activamente en las distintas etapas del desarrollo de
este artículo. Además, este trabajo ha sido apoyado por la Universidad del Bío-Bío, Chillán, Chile.
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Información adicional
Contribución: Las personas autoras contribuyeron activamente en las distintas etapas del desarrollo de este
artículo. Además, este trabajo ha sido apoyado por la Universidad del Bío-Bío, Chillán, Chile.
Enlace alternativo
https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/reflexiones/article/view/43342/44755 (pdf)