MJ Ju M 79403 Ar

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Voces: PERITOS - MEDICINA PREPAGA - OBRAS SOCIALES - JUBILACIONES -

PENSIONES

Partes: Celso S.R.L. y otros c/ Instituto Nacional de Servicios Sociales para jubilados y
pensionados | incumplimiento de prestación de Obra Social / medicina prepaga

Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal

Sala/Juzgado: II

Fecha: 28-may-2012

Cita: MJ-JU-M-79403-AR | MJJ79403

Producto: MJ,SYD

Sumario:

1.-El perito no es un agente judicial para inquirir o rastrear elementos a favor de la tesis de las
partes que propusieron la medida. Su cometido es dictaminar sobre lo que haya sido
concretamente suministrado, con el propósito de dar a conocer su opinión técnica requerida
respecto a las particularidades del uso y a los elementos probatorios obrantes en la causa. En
este orden de ideas, si bien las normas procesales vigentes no acuerdan al dictamen pericial
carácter de prueba legal, no deja de ser cierto que constituye el saber científico del campo del
perito -técnicamente ajeno al conocimiento jurídico del magistrado- y que para desacreditar la
experticia y la sentencia que en ella se basa, es necesario traer elementos de juicio que
desvirtúen los fundamentos que expone el sentenciante, cuando ellos se cimientan en la
opinión y las conclusiones vertidas por el experto (conf. Sala III, doctr. de la causa 21.761/94
del 5.5.95).

2.-El dictamen pericial es un juicio de valor sobre cuestiones de hecho, respecto de las cuales
se requieren conocimientos especiales en alguna ciencia, arte, industria o actividad técnica y
destinado a crear la convicción del Juez, a quien en definitiva corresponderá tasar la peritación
y es soberano al sentenciar en la apreciación de los hechos, dentro de los cuales se encuentra
el dictamen para desvincularse de la opinión del experto. El magistrado debe fundar su
discrepancia, concluyendo en el error o el inadecuado uso que el perito hubiere hecho de los
conocimientos científicos que su profesión o título habilitante supuestamente lo ha dotado
(conf. FENOCHIETTO - ARAZI, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación . Ed. 1987, t.
2, p. 483 y ss.), función ésta vedada a las partes, las cuales deben limitar su actividad al
control de la labor pericial a través del pedido de aclaraciones o impugnaciones al informe, que
el Juez ponderará en el momento oportuno (conf. esta Sala, causa 8979/92 del 24.5.95, entre
otras). N.R: Sumarios provistos por la Sala de Jurisprudencia de la Cámara Nacional en lo Civil
y Comercial Federal.
En Buenos Aires, a los 28 días del mes de mayo de dos mil doce reunidos en acuerdo los
señores Jueces de la Sala 2 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial
Federal, para conocer en los recursos interpuestos en autos: "CELSO S.R.L. Y OTROS C/
INSTITUTO NACIONAL DE SERVICIOS SOCIALES PARA JUBILADOS Y PENSIONADOS
S/ INCUMPLIMIENTO DE PRESTACIÓN DE OBRA SOCIAL / MEDICINA PREPAGA",
respecto de la sentencia de fs. 329/330, el Tribunal estableció la siguiente cuestión a resolver:

Se ajusta a derecho la sentencia apelada?

Practicado el sorteo resultó que la votación debía ser efectuada en el siguiente orden: señores
Jueces de Cámara doctores Santiago Bernardo Kiernan, Alfredo Silverio Gusman y Ricardo
Víctor Guarinoni.

A la cuestión planteada, el señor Juez de Cámara doctor SANTIAGO BERNARDO KIERNAN


dijo:

I. Vienen los autos al acuerdo, en virtud de los recursos de apelación interpuestos por la
demandada (fs. 331) y por la actora (fs. 336) contra la sentencia de fs. 329/330 que hace
lugar a la demanda promovida por CELSO SRL -Federación de Círculos Católicos de Obreros
-Desarrollos en Salud S.A.- Unión Transitoria de Empresas contra el Instituto Nacional de
Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, imponiéndole las costas del juicio a la
demandada vencida.

II. Para así decidir, el señor Juez de primera instancia consideró que cabe tener por acreditado
que la actora emitió las facturas por las que se reclama en la demanda, que éstas fueron
recibidas por la Obra Social demandada en virtud de encontrarse registradas en los libros de
operaciones contables, que se celebraron auditorias compartidas y que la demandada debitó
sumas por prestaciones no brindadas, quedando pendiente un saldo insoluto que se encuentra
impago, tal como surge del informe técnico contable.Estimó que las sumas adeudadas
ascienden a las que denuncia la actora en su escrito de inicio, las que luego de sustraerle las
indicadas como débito por prestaciones no practicadas, esto es $ 159.447,04, arroja un saldo
deudor a favor de las actoras de $ 237.947,85.

III. Contra lo decidido, la actora expresó sus quejas a fs. 345/47 vta., las cuales se refieren a
las auditorias compartidas, hecho que niega, y al débito de sumas por prestaciones no
brindadas, cuestión que no reconoce, señalando que en el informe pericial, bajo la columna
"Referencia", consta la prestación realizada a cada paciente.

La demandada, por su parte, se agravia en tanto considera que el señor Juez "a quo" no
interpreta debidamente la cuestión debatida en autos, juzgando con base en diversas facturas
que el actor afirma haber acompañado al promover la demanda pero que no son objeto del
reclamo. Sus quejas se enderezan, además, a cuestionar la factura a la cual se refiere la
certificación contable del 23.4.09, pues asevera que se trata de una refacturación sobre
importes observados de facturas anteriores y que dieron lugar a criterios compartidos de
auditorias. Por último, se agravia por la imposición de las costas a su cargo, habida cuenta de
que la acción no ha prosperado en su totalidad.

IV. Señalaré sintéticamente que CELSO SRL -Federación de Círculos Católicos de Obreros -
Desarrollos en Salud SA, Unión Transitoria de Empresas inició demanda contra el Instituto
Nacional de la Seguridad Social para los Jubilados y Pensionados (INS SJP) por cobro de la
suma de $ 397.394,89.

Relató que la demandada realizó en forma extemporánea, arbitraria e improcedente débitos


sobre sus legítimas acreencias, vulnerando la garantía constitucional del derecho de
defensa.Indicó que dichos débitos motivaron la impugnación periódica, notificando al INSSJyP
que los pagos recibidos eran considerados "pagos a cuenta de nuestra acreencia principal" y
solicitando fecha y hora para la revisión de las sumas retenidas, auditorias jamás convocadas.

Continuó su relato diciendo que dicha situación motivó que el 11.1.2006 se entregara por
Mesa General de Entradas y Salidas del INSSJyP el detalle de todos los débitos sin respaldo
que en forma sostenida aplicara hasta ese momento el INSSJyP a CELSO SRL.

Reseñó que la presentación estaba compuesta por 1.260 folios que incluían además la
Factura N° 472 por $ 786.392,02, la cual, vencido el plazo legal, fue considerada aceptada y
exigible, a pesar de lo cual se accedió a la revisión integra de su contenido mediante auditorias
compartidas, las que se fueron aletargando por características propias del INSSJyP hasta que
dejaron de celebrarse.

Afirmó que el INSSJyP, en virtud de las auditorias realizadas sobre el total de la factura en
cuestión, reconoce y abona la suma de $ 163.264,06 y les impone la aceptación de $
225.733,07, quedando un saldo de $ 397.394,89, que es el reclamado en las presentes
actuaciones.

V. Aclaro, ante todo, que no obstante haber analizado todas las pruebas de la causa y
reflexionado sobre los diversos planteamientos de las partes, sólo volcaré en este voto aquellos
fundamentos que considero "conducentes" para la correcta composición del diferendo. Me
atengo, así, a la Jurisprudencia de la Corte Suprema que ha juzgado correcta tal metodología
(confr. Fallos: 265:301; 278:271; 287:230; 294:466, entre muchos otros) y que es criterio
recibido, en orden a la selección y valoración de la prueba, por el artículo 386, 2ª parte, del
Código Procesal.

VI.Diré, en primer término, que la queja de la demandada respecto de la interpretación que


hizo el señor Juez de primera instancia sobre la cuestión bajo análisis, no puede ser admitida.

En efecto, el pronunciamiento apelado es claro al dirimir el conflicto y se basa en el informe


contable que luce a fs. 192/94, del cual decidió no apartarse.

Quiero recordar sobre este punto que el dictamen pericial es un juicio de valor sobre
cuestiones de hecho, respecto de las cuales se requieren conocimientos especiales en alguna
ciencia, arte, industria o actividad técnica y destinado a crear la convicción del Juez, a quien en
definitiva corresponderá tasar la peritación y es soberano al sentenciar en la apreciación de los
hechos, dentro de los cuales se encuentra el dictamen para desvincularse de la opinión del
experto. El magistrado debe fundar su discrepancia, concluyendo en el error o el inadecuado
uso que el perito hubiere hecho de los conocimientos científicos que su profesión o título
habilitante supuestamente lo ha dotado (conf. FENOCHIETTO - ARAZI, "Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación". Ed. 1987, t. 2, p. 483 y ss.), función ésta vedada a las partes, las
cuales deben limitar su actividad al control de la labor pericial a través del pedido de
aclaraciones o impugnaciones al informe, que el Juez ponderará en el momento oportuno
(conf. esta Sala, causa 8979/92 del 24.5.95, entre otras). Y así lo hizo en la especie,
ponderando conducentes para la dilucidación del caso tanto el informe contable como las
explicaciones que obran a fs. 288 y vta.

Me parece atinado agregar a lo expuesto que el perito no es un agente judicial para inquirir o
rastrear elementos a favor de la tesis de las partes que propusieron la medida. Su cometido es
dictaminar sobre lo que haya sido concretamente suministrado, con el propósito de dar a
conocer su opinión técnica requerida respecto a las particularidades del uso y a los elementos
probatorios obrantes en la causa.En este orden de ideas, si bien las normas procesales
vigentes no acuerdan al dictamen pericial carácter de prueba legal, no deja de ser cierto que
constituye el saber científico del campo del perito -técnicamente ajeno al conocimiento jurídico
del magistrado- y que para desacreditar la experticia y la sentencia que en ella se basa, es
necesario traer elementos de juicio que desvirtúen los fundamentos que expone el
sentenciante, cuando ellos se cimientan en la opinión y las conclusiones vertidas por el experto
(conf. Sala III, doctr. de la causa 21.761/94 del 5.5.95), tal como acontece en el "sub
examine".

Y es que el Magistrado no sólo valora la fuerza probatoria del dictamen pericial, sino que tiene
en cuenta además otras situaciones de convicción que la causa ofrezca, valorando todo el
conjunto de elementos obrantes, conforme lo dispuesto por el artículo 477 del Código
Procesal.

VII. Y yo, por mi parte, tampoco encuentro razones para apartarme de lo que ha informado el
perito contador señor Marcelo Ricardo Diez, experticia que tomo como sustento tanto para
responder los agravios de la demandada como los de la actora, habida cuenta de que sus
agravios apuntan, en definitiva, a las sumas que el señor Juez "a quo" ha considerado para
fijar la condena.

No solamente me parece esclarecedores el informe obrante a fs. 192/94 y las explicaciones


brindadas a fs. 288 y vta., sino que además no puedo obviar el hecho de que la demandada
deudora no aportó ningún elemento probatorio que la exima del pago de la suma de $
237.947,85.Por ello adhiero a las conclusiones a las que arriba el señor Juez de primera
instancia en esta cuestión que es la central de este litigio y también a lo que ha decidido
respecto del cargo de las costas, pues si bien la demanda no ha prosperado por la totalidad de
la suma reclamada en la demanda, lo cierto es que el Instituto demandado ha resultado deudor
de la parte actora y la ha obligado a acudir a los estrados judiciales a fin de obtener aquello que
le adeuda.

VIII. Voto, en definitiva, por la confirmación de la sentencia apelada, con costas de ambas
instancias a cargo de la demandada, que ha resultado vencida (art. 68 del Código Procesal).

Se difiere la regulación de honorarios para el momento en que se apruebe la liquidación


definitiva.

Los señores Jueces de Cámara doctores Alfredo Silverio Gusman y Ricardo Víctor Guarinoni,
por razones análogas a las aducidas por el doctor Santiago Bernardo Kiernan, adhieren a las
conclusiones de su voto.

Con lo que terminó el acto. SANTIAGO BERNARDO KIERNAN - ALFREDO SILVERIO


GUSMAN - RICARDO VÍCTOR GUAR INONI -.
Es copia fiel del acuerdo original que obra en las páginas n° 375 folio n° 523 tomo n° 4 del
Libro de Acuerdos de la Sala 2 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial
Federal.

Buenos Aires, 28 de mayo de 2012.-

Y VISTOS: por lo que resulta del acuerdo que antecede, se confirma la sentencia de fs.
329/330, con costas de ambas instancias a cargo de la demandada, que ha resultado vencida
(art. 68 del Código Procesal).

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

SANTIAGO BERNARDO KIERNAN

ALFREDO SILVERIO GUSMAN

RICARDO VÍCTOR GUARINONI

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