Guia Unidad III y IV. Tecnicas para La Construccion
Guia Unidad III y IV. Tecnicas para La Construccion
Guia Unidad III y IV. Tecnicas para La Construccion
U.C.: Ecoconstrucciones.
Docente: MSc. Carlos Changir
La durabilidad de las construcciones constituye uno de los aspectos clave que preocupan
y van a preocupar a los técnicos en las próximas décadas. Tras un crecimiento masivo en
la construcción, se plantean problemas tan serios como el mantenimiento y la
sostenibilidad de las infraestructuras, de forma que se consigan los indicadores mínimos
de servicio que permitan un uso seguro y adecuado de las mismas. Estamos inmersos, de
hecho, en una verdadera “crisis de las infraestructuras”, fuertemente relacionada con
la crisis financiera, económica, social y ética que nos envuelve en este momento. Todo
ello, como podemos ver, tiene que ver con la durabilidad, tal y como vimos en una tesis
de máster que dirigí recientemente (Esteve, 2015). Para poder hablar sobre los factores
que afectan a la durabilidad, es necesario primero definir el concepto de durabilidad según
la normativa y según diversos autores, así como el concepto de vida útil, final de vida útil
y rendimiento. También se definen otros conceptos aparecidos en el estudio, como
vulnerabilidad y mantenibilidad.
Cayo Julio Lacer, y la leyenda “que durará tanto cuanto el mundo durare”, constituye la
lección más importante para los ingenieros siempre que se visita el puente de Alcántara
(Cáceres).
Durabilidad
En la norma ISO 15686-1 se define la durabilidad como “la capacidad de los edificios o
alguna de sus partes para desenvolver el papel para el cual fueron diseñados durante un
período específico bajo la influencia de determinados agentes”.
Algunos autores han intentado ofrecer una definición de durabilidad más completa,
teniendo en cuenta los efectos actuales del cambio climático. Es el caso de Mendoza y
Castro (2009), que definen la durabilidad como “la capacidad de un material de
construcción, elemento o estructura de hormigón de resistir las acciones físicas,
químicas, biológicas y ambientales vinculadas al efecto del cambio climático global con
su entorno durante un tiempo determinado previsto desde el proyecto, manteniendo su
serviceabilidad y conservando su forma original, propiedades mecánicas y condiciones
de servicio”. Se entiende por “serviceabilidad” (sic) como la capacidad de un producto,
componente, ensamble o construcción para desempeñar las funciones para las cuales son
diseñadas y construidas (ACI, 2000).
Vida útil
En la norma ISO 15686-1 se define la vida útil de un edificio como “el período de tiempo
después de la instalación o construcción durante el cual un edificio o sus partes cumplen
o exceden los requisitos mínimos de rendimiento para lo cual fueron diseñados y
construidos”.
Muchas veces el concepto de vida útil es confundido con el de durabilidad. Según Silva
(2001), puede considerarse que la vida útil es la cuantificación de la durabilidad, y por
tanto es cada vez más importante que se proyecte y construya teniendo en cuenta criterios
de durabilidad para, de ese modo, prolongar la vida útil de las edificaciones.
Algunos autores han propuesto una definición de vida útil o vida de servicio teniendo en
cuenta los efectos actuales del cambio climático. Es el caso de Mendoza y Castro (2009),
que definen la vida de servicio como el “periodo de tiempo durante el cual el desempeño
de un material, elemento o estructura de hormigón conserva los requerimientos de
proyecto en términos de seguridad (resistencia mecánica y estabilidad, seguridad en caso
de incendio, seguridad en uso), funcionalidad (higiene, salud y medio ambiente,
protección contra el ruido y ahorro energético y confort térmico) y estéticos
(deformaciones, agrietamientos, desconchamientos), con un mínimo de mantenimiento
que permita controlar los efectos del cambio climático global en su entorno”.
Es difícil determinar cuándo se produce el final de la vida útil de una edificación. Según
autores como Talon et al. (2004) “el final de la vida útil llega cuando los materiales o
componentes de construcción, una vez instalados y construidos, usados y aplicados a
una parte del inmueble, ya no responden a los requerimientos de rendimiento; y cuando
por sus fallos físicos ya no es conveniente económicamente seguir con un
mantenimiento correctivo para dichos componentes”.
¿Cuál será la vida útil de nuestras modernas infraestructuras? Ciudad de las Artes y las
Ciencias (Valencia). Imagen: V. Yepes
Por su parte, otros autores como Gaspar (2002) definen el final de la vida útil de una
construcción como un “punto en el tiempo en el cual ésta deja de poder asegurar las
actividades que en ella se desarrollan, por obsolescencia funcional, falta de rentabilidad
económica o degradación física de sus componentes más determinantes”.
En definitiva, el final de la vida útil se dará cuando los requisitos esenciales dejen de
cumplirse. Los requisitos esenciales establecidos en el Código Técnico de la edificación
son:
Seguridad estructural.
Seguridad en caso de incendio.
Seguridad de utilización y accesibilidad.
Higiene, salud y protección del medio ambiente.
Protección frente al ruido.
Ahorro de energía.
En la siguiente gráfica, elaborada por Ferreira (2009), se muestra como el fin de la vida
útil está condicionado por criterios de seguridad, funcionalidad y aspecto. La seguridad
es el criterio más importante, por lo que tiene un nivel de exigencia superior a los otros
dos criterios. A pesar de eso, algunas veces el fin de la vida útil puede verse condicionado
sólo por criterios estéticos o funcionales, como muestra la siguiente figura:
Rendimiento
El rendimiento, según la definición de Trinius (2005), “es la capacidad del material para
cumplir con sus funciones dentro del sistema edificado, y se puede medir tanto
cuantitativamente como cualitativamente, dependiendo de los requerimientos de diseño
y de las condiciones de la fase de uso, operación y mantenimiento del inmueble”.
Por su parte, el British Standards Institute define el rendimiento de una edificación como
el comportamiento de un producto durante su utilización.
Tal como establece Mairteinsson (2005), tanto la vida útil como el rendimiento
dependerán directamente de los factores de uso del material, no solamente de manera
aislada, sino de manera integrada al edificio como parte de un sistema completo.
Vulnerabilidad
Mantenibilidad
La norma ISO/IEC 2382-14 define la mantenibilidad como “la habilidad de una unidad
funcional, bajo unas condiciones de uso dadas, para ser mantenidas, o restauradas a un
estado en el cual puedan realizar sus funciones requeridas, cuando el mantenimiento es
ejecutado bajo condiciones establecidas y utilizando procedimientos y recursos
prescritos”.
Por su parte, Chew y Silva (2003) expresan el término mantenibilidad como la habilidad
de lograr el rendimiento óptimo a través de la vida útil del edificio con un mínimo coste
de ciclo de vida.
Referencias:
ACI American Concrete Institute. (2000). Reported by ACI Committee 365 (365.1R-00),
Service-Life Prediction, State-of-the-Art Report.
ISO 15686:2011. (2011). ISO (Ed.), Buildings and constructed assets, service life
planning.
Mendoza, J. M., Castro, P. (2009). Credibility of concepts and models about service life
of concrete structures in the face of the effects of the global climatic change. A critical
review. Materiales de construcción, 59(276), 117-124.
Silva, T. (2001). Como estimar a vida util de estruturas projetadas com critérios que
visam a durabilidade. II Workshop sobre Durabilidad de las Construcciones, Sao José
dos Campos, Brasil, 133-143.
Talon, A., Boissier, D., Chevalier, J. L., & Hans, J. (2004). A methodological and
graphical decision tool for evaluating building component failure. CIB World Building
Congress, Toronto, Canadá.
Todo proceso de producción siempre va a generar residuos y desechos, hay casos donde
se afirma que todos los materiales fueron aprovechados al máximo, con eficiencia y
eficacia. Sin embargo, eso se cumple basado en una simple observación de la persona;
pero a través de instrumentos como los microscopios o de análisis de laboratorios siempre
va haber algún residuo o algún desecho.
Es por ello, que antes de iniciar una construcción se debe analizar los tipos de materiales
de acuerdo a su vida útil, además de aprovechar al máximo los residuos, ya sea para su
reutilización o reciclaje, evitando en lo máximo posible la generación de desechos.
En las construcciones la mayoría de las personas definen a los desechos derivados dichas
construcciones como: “escombros”, “material para relleno”, “material sobrante”, entre
otros. Sin embargo, independientemente de la definición que se le haga, éstos pueden ser
divididos en material para la reutilización o reciclaje y material de desecho. Es por ello,
que es indispensable hacer mención a la siguiente Ley.
Artículo 58. Objetivo del tratamiento. El tratamiento de los residuos sólidos tendrá como
objetivo la reducción del volumen, forma, peso o modificación de propiedades, a los fines
de facilitar su manejo, propiciar su aprovechamiento o reducir los riesgos a la salud y al
ambiente.
Artículo 59. Residuos riesgosos. Los residuos sólidos con riesgos de ser peligrosos deben
ser manejados o tratados mediante métodos previamente autorizados por los órganos
competentes que aseguren su inocuidad a la salud y al ambiente.
Artículo 63. Disposición Final. La disposición final de los desechos sólidos no peligrosos
sólo podrá realizarse en rellenos sanitarios.
Artículo 67. Lodos tratados. Los lodos producidos por las plantas de tratamiento de aguas
o tratamientos residuales no peligrosos, una vez solidificados o estabilizados, así como
los desechos peligrosos cuyos riesgos hayan sido reducidos por tratamientos tales como
esterilización, neutralización, encapsulamiento o similares, deben ser llevados a los sitios
de disposición final previstos en esta Ley, previa aprobación de los ministerios del Poder
Popular con competencia en materia ambiental y de salud, según el caso.
Artículo 68. Otras técnicas. Se prohíbe la quema de desechos sólidos. Se podrán utilizar
sistemas de tratamiento térmico controlado, tales como autoclaves, hornos, crematorios y
similares, solo para materiales ya segregados, en función de sus tipos, conforme al Plan
Municipal de Gestión de Residuos y Desechos Sólidos, previa aprobación de las
autoridades competentes.
Artículo 69. Eliminación del biogás. El biogás liberado debe ser reutilizado para
minimizar su incidencia en el calentamiento global; su aprovechamiento energético debe
contar con la aprobación del órgano o ente con competencia en materia de energía.
Artículo 73. Manejo especial. Los residuos sólidos voluminosos que por su calidad,
cantidad, magnitud, volumen o peso impidan su recolección y transporte y tratamiento en
forma regular, tales como: escombros, tierras y lodos inorgánicos, cadáveres y restos de
animales, restos de árboles, chatarras, restos de equipos mecánicos, electrodomésticos,
electrónicos o automotores, incluyendo sus baterías y cauchos, y otros similares que
requieran un manejo especial y deben ser manejados conforme a la normativa técnica.
Artículo 80. Derechos. En el proceso de gestión de los residuos y desechos sólidos, son
derechos de las personas:
1. La protección de la salud y del ambiente frente a los riesgos o daños que se puedan
producir durante todas las operaciones.
2. La participación en el proceso de elaboración de los planes, programas y proyectos.
3. El acceso a un servicio de aseo urbano, rural y domiciliario y de disposición final de
desechos sólidos de calidad, eficiente y eficaz, que permita disfrutar de espacios públicos
libres de residuos y desechos.
4. El acceso a la información y obtención de los datos relacionados con el manejo integral
de los residuos y desechos sólidos.
5. La formación y capacitación básica para participar activamente en el manejo apropiado
de los residuos y desechos sólidos que le compete a la ciudadanía, a fin de alcanzar una
cultura de producción y consumo ambientalmente responsable.
6. Tener la opción a comprar productos de consumo masivo que no sean desechables, o
que estén contenidos en envases, recipientes, empaques o embalajes que sean retornables.
Artículo 81. Deberes. En el proceso de gestión y manejo de los residuos y desechos
sólidos, son deberes de las personas:
1. Pagar las tasas por los servicios prestados por el municipio, cancelar las multas y demás
cargas aplicadas por las autoridades competentes.
2. Cumplir con las normas y recomendaciones técnicas establecidas por las autoridades
competentes.
3. Informar a las autoridades competentes de las infracciones que cometan los
generadores y operadores de los residuos y desechos sólidos, en contra de la normativa
existente en la presente Ley y su reglamento.
4. Abstenerse de arrojar residuos y desechos fuera de los sitios, recipientes y contenedores
colocados para su acopio; así como de colocarlos fuera de los horarios establecidos para
la recolección.
5. Almacenar los residuos y desechos sólidos con sujeción a las normas sanitarias y
ambientales, para evitar daños a terceros y facilitar su recolección, según lo establecido
en esta Ley, su reglamento y las ordenanzas.
6. Participar en los programas de reducción de la generación de residuos y desechos, así
como en los de recuperación, reutilización y reciclaje de envases, empaques y afines.
Artículo 82. Participación. Toda persona natural o jurídica, concurrirá en el ámbito de sus
responsabilidades y capacidades, a participar en la definición, ejecución, control y
evaluación de la gestión y manejo integral de los residuos y desechos sólidos.
En los artículos anteriores, señalan las acepciones técnicas sobre las diferentes
denominaciones referentes a: residuo sólido y desecho sólido, así como las relacionadas
a éstas. Posteriormente, los demás articulados expresan los lineamientos que se deben
seguir, para el aprovechamiento máximo del residuo sólido, así como el cuidado en la
prevención y control de la contaminación generada por la basura.
Para la reutilización de los residuos sólidos se debe considerar su vida útil y la calidad del
mismo, para poder evaluar si es procedente o no su empleo en alguna construcción, con
la finalidad de evitar que la misma se deteriore en un tiempo determinado menor a lo
planificado, así mismo, que sea un riesgo para la vida humana y para el ambiente.
Este es tema un polémico y delicado, ya que se requiere de éstos productos para mantener
una calidad de vida, de las cuáles muchos de nosotros ya estamos acostumbrados, ya sea
por su estética, comodidad y/o facilidad en las actividades diarias que realizamos,
simplemente con señalar el lavado de las vestimentas de vestir, la limpieza y fregados de
los utensilios para cocinar y comer, donde éstos ingredientes introducen un grado de
contaminación el cual es permitido por las leyes.
Así mismo, en las construcciones aún existen en infraestructuras materiales prohibidos
por las leyes actuales, como el asbesto, donde en Venezuela aún se puede observar en
algunos acueductos y techos de viviendas; aún se sigue utilizando como material para la
fabricación de las bandas de frenos de los vehículos; el material de anime como techo
raso el cual es un material de alto riesgo como fuente potencial para un incendio, la
inhalación por accidente del cemento tanto el blanco como el gris, causa al instante
alergias en el aparato respiratorio y hasta generar enfermedades mortales como el cáncer,
cuando la exposición de la persona es a largo plazo, entre otros.
En este sentido, es muy importante tener presente y muy consciente lo que establece la
siguiente Ley.
Artículo 1. Esta Ley tiene por objeto regular la generación, uso, recolección,
almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final de las sustancias, materiales
y desechos peligrosos, así como cualquier otra operación que los involucre con el fin de
proteger la salud y el ambiente.
Artículo 11. Toda persona natural o jurídica, pública o privada que posea, genere, use o
maneje sustancias, materiales o desechos peligrosos, incluso aquellas sustancias,
materiales o desechos que pudieran ser contaminantes persistentes o que pudieran ser
capaces de agotar la capa de ozono, debe cumplir con las disposiciones de esta Ley y con
la reglamentación técnica que regula la materia.
Artículo 12. Toda persona natural o jurídica, pública o privada que importe sustancias o
materiales peligrosos con fines industriales, comerciales, científicos, médicos u otros
debe cumplir con la reglamentación técnica establecida sobre la materia para garantizar
el uso y manejo adecuado de tales sustancias o materiales, en salvaguarda de la salud y el
ambiente, al efecto, deberá cumplir con las autorizaciones requeridas por las autoridades
competentes.
Artículo 16. Las personas naturales o jurídicas, públicas o privadas que generen, utilicen
o manejen sustancias, materiales o desechos peligrosos están igualmente obligadas a
informar a las comunidades que pudiesen ser afectadas sobre la naturaleza y riesgos que
implican dichas sustancias, materiales o desechos peligrosos.
Artículo 17. Las personas naturales o jurídicas, públicas o privadas que generen o
manejen sustancias, materiales o desechos peligrosos deben envasarlos y etiquetarlos,
indicando la información referida a la identificación de sus componentes, las alertas y
advertencias sobre los riesgos científicamente comprobados o no a la salud y al ambiente,
incluyendo las medidas de protección recomendadas durante su uso y manejo; así como
los procedimientos de primeros auxilios con el objeto de cumplir con la reglamentación
técnica sobre la materia.
Artículo 27. El uso y manejo de las sustancias o materiales peligrosos deberá llevarse a
cabo en las condiciones sanitarias y de seguridad establecidas en la reglamentación
técnica, de forma tal que garanticen la prevención y atención a los riesgos que puedan
causar a la salud y al ambiente.
Artículo 34. La recuperación de los materiales peligrosos sólo podrá llevarse a cabo si el
producto resultante reúne las condiciones sanitarias de seguridad y de calidad exigidas
por las normas de fabricación existentes, si el proceso se realiza en concordancia con la
reglamentación técnica y si cumple con el resto de las regulaciones establecidas para los
casos de materiales controlados por motivos de seguridad, defensa y uso restringido.
Artículo 39. Cuando un desecho peligroso se mezcla con otros desechos o materiales no
peligrosos, la mezcla resultante preserva su condición de desecho peligroso y deberá ser
manejado de acuerdo con las disposiciones de esta Ley, y con lo que establezca la
reglamentación técnica que rige la materia.
Artículo 78. Toda persona natural o jurídica, pública o privada que use, maneje, genere
sustancias, materiales o desechos peligrosos sin estar registrado por ante el organismo
competente, según sea el caso y de conformidad con la reglamentación técnica que rige
la materia será sancionada con una multa comprendida entre cincuenta unidades
tributarias (50 U.T.) a cien unidades tributarias (100 U.T.), y arresto de la persona natural
o del representante legal de la persona jurídica proporcional a la sanción. Igualmente, se
le concederá un plazo de diez (10) días hábiles para que se inscriba en el registro
respectivo. Si no lo hiciere en el lapso establecido, en esta Ley, se procederá a la clausura
de las instalaciones.
Artículo 79. Toda persona natural o jurídica, pública o privada que no cumpla con las
disposiciones establecidas en esta Ley o en la reglamentación técnica sobre la generación,
uso y manejo de sustancias, materiales y desechos peligrosos, cuyo incumplimiento no
constituya delito, será sancionada con multa de doscientas unidades tributarias (200 U.T.)
a dos mil unidades tributarias (2.000 U.T.).
Del artículo anterior, se infiere que conociendo cuáles son los tipos de contaminantes en
el aire y los límites permitidos, se puede determinar si algún material de construcción está
siendo tóxico o peligroso y por lo tanto es perjudicial hacia los seres vivos y al ambiente.
NOTA: LES SUGIERO QUE REALICEN TODA LA LECTURA DETALLADA Y
ANALÍTICA DE LA PRESENTE GUÍA, PARA PODER RESPONDER LA
EVALUACIÓN REFERENTE A ÉSTA UNIDAD I. Docente: Carlos Changir