Adoptamos Variedades Lingüísticas
Adoptamos Variedades Lingüísticas
Adoptamos Variedades Lingüísticas
a. ¿A qué región del Perú creen que pertenece la forma de hablar que se
describe en el texto? ¿Creen que el texto ejemplifica la variedad
geográfica del uso del castellano? ¿Por qué?
_Proviene de la parte Sierra del Perú, el texto sí ejemplifica la variedad
geográfica del uso del castellano pues la forma de hablar que utiliza el
personaje se relaciona con el entorno en la que se encuentra o en la que
vive
b. ¿Qué actitudes notaste en tus compañeros cuando te oyeron leer?,
¿Consideran correcto que las personas se burlen de alguien que habla de
manera muy similar a la forma que se describe en el texto? ¿Por qué?
_Yo me llego a imaginar que se sentirían atraídos por conocer nuevas
palabras que por más que parezca increíble también provienen del mismo
Perú dando a entender que este país posee una gran diversidad lingüista,
yo considero que no se debe juzgar a una persona ni hasta por la forma en
la que hablan pues todos somos iguales, no importa la forma de hablar, la
forma con la se llega a expresar o por su lugar de origen
UKUMARI
Dicen que había un leñador que había ido al cerro a hacer leña. Estaba
haciendo leña el hombre. Cuando estaba trabajando, se le apareció
Ukumari y le dijo: “Oye, hombre. Oye, hombre. Apúrate, haz leña. Tengo
hambre”. El hombre le contestó: “¿Cómo, pues, señor? Yo mantengo a mi
mujer y a mis hijos. ¿Cómo, pues, me vas a comer?” Ukumari le contestó:
“Apúrate, apúrate, ya me ha cerrado el hambre”. Ukumari, entonces, se
echó a dormir al suelo, y el hombre sufría haciendo leña.
Un zorro que venía de lejos se le apareció al hombre. Cuando se apareció,
el hombre le dijo: “Señor, este Ukumari está dormido casi junto a mí. Me
dice ‘Apúrate, apúrate, que tengo mucha hambre’. Y a mis hijos, y a mi
mujer, ¿quién los va a mantener?, le contestó. Así me quiere comer”. Así
le dijo al zorro que lo escuchaba callado. Después, el zorro hablo: “Ven,
esto te voy a decir: cuando yo esté en el morro, agárrame al padrillo (de
las ovejas). Yo te voy a preguntar: ‘¿No está Ukumari por ahí? Bastantes
montoneros estamos buscándole, le vamos a cortar la cabeza’”. Así le dijo
el zorro al hombre. Después, se fue al morro y de ahí empezó a hablar:
“Oye, hombre, ¿no está Ukumari por ahí? Todos los montoneros estamos
buscándolo para matarlo, para cortarle la cabeza”. Entonces, Ukumari se
despertó y le dijo al hombre que contestara diciendo que él no estaba. El
hombre dijo: “No está aquí, señor”. El zorro volvió a preguntar: “¿Qué
cosa es lo que está echado a tu lado?” Ukumari, despacito, le dijo al
leñador que contestara: “Es un tronco que está a mi lado”. Entonces, el
zorro le dijo al hombre: “A ver, tira con tu hacha al tronco”. Ukumari le
dijo al hombre: “Tírame suavecito”. El hombre, entonces, tiró suavecito,
con su hacha, una, dos veces, pero a la tercera, le cortó el cuello a
Ukumari. Así lo mató. Entonces el zorro bajó. En recompensa al favor que
el zorro le había hecho, el leñador agarró un buen carnero y se lo dio. El
zorro se lo llevó para comer.