Historia de Las Relaciones Entre Panamá y Estados Unidos
Historia de Las Relaciones Entre Panamá y Estados Unidos
Historia de Las Relaciones Entre Panamá y Estados Unidos
EL EXPANSIONISMO NORTEAMERICANO
La expansión territorial es una de las características más importantes del
desarrollo histórico de los Estados Unidos. En sus primeros cien años de vida la
nación norteamericana experimentó un impresionante crecimiento territorial. Las
trece colonias originales se expandieron hasta convertirse en un país atrapado
por dos océanos. Como veremos, este fue un proceso complejo que se dio a
través de la anexión, compra y conquista de nuevos territorios
Es necesario aclarar que la expansión territorial norteamericana fue algo más que
un simple proceso de crecimiento territorial, pues estuvo asociada a elementos de
tipo cultural, político, ideológico, racial y estratégico. El expansionismo es un
elemento vital en la historia de los Estados Unidos, presente desde el mismo
momento de la fundación de las primeras colonias británicas en Norte América.
Éste fue considerado un elemento esencial en los primeros cien años de historia
de los Estados Unidos como nación independiente, ya que se veía no sólo como
algo económica y geopolíticamente necesario, sino también como una expresión
de la esencia nacional norteamericana.
En conclusión, el imperialismo estadounidense surgió como resultado de la
ambición al poder por parte de los conquistadores y/o gobernantes que exploraron
un sin número de territorios y decidieron adueñarse de los mismos por medio de la
compra de las tierras o guerras establecidas en aquella época con el fin de poseer
más terreno, entre otras riquezas.
DOCTRINA MONROE
El fin de la era de las revoluciones atlánticas a principios de la década de 1820
generó nuevas preocupaciones en los Estados Unidos. Los líderes
estadounidenses vieron con recelo los acontecimientos en Europa, donde las
fuerzas más conservadoras controlaban las principales reinos e imperaba un
ambiente represivo y extremadamente reaccionario. El principal temor de los
norteamericanos era la posibilidad da una intervención europea para reestablecer
el control español en sus excolonias americanas. A los británicos también les
preocupaba tal contingencia y tantearon la posibilidad de una alianza con los
Estados Unidos. La propuesta británica provocó un gran debate entre los
miembros de la administración del presidente James Monroe. El Secretario de
Estado John Quincy Adams desconfiaba de los británicos y temía que cualquier
compromiso con éstos pudiese limitar las posibilidades de expansión
norteamericana. Adams temía la posibilidad de una intervención europea en
América, pero estaba seguro que de darse tal intervención Gran Bretaña se
opondría de todas maneras para defender sus intereses, sobre todo, comerciales.
Por ello concluía que los Estados Unidos no sacarían ningún beneficio aliándose
con Gran Bretaña. Para él, la mejor opción para los Estados Unidos era
mantenerse actuando solos.
En conclusión: Es necesario aclarar que la Doctrina Monroe fue una fanfarronada
porque en 1823 los Estados Unidos no tenían el poderío para hacerla cumplir. Sin
embargo, esta doctrina será una de las piedras angulares de la política exterior
norteamericana en América Latina hasta finales del siglo XX y una de las bases
ideológicas del expansionismo norteamericano.
DESTINO MANIFIESTO
En 1839, el periodista norteamericano John L. O’Sullivan escribió un artículo
periodístico justificando la expansión territorial de los Estados Unidos. Según
O’Sullivan, los Estados Unidos eran un pueblo escogido por Dios y destinado a
expandirse a lo largo de América del Norte. Para O’Sullivan, la expansión no era
una opción para los norteamericanos, sino un destino que éstos no podían
renunciar ni evitar porque estarían rechazando la voluntad de Dios. O’Sullivan
también creía que los norteamericanos tenían una misión que cumplir: extender la
libertad y la democracia, y ayudar a las razas inferiores. Las ideas de O’Sullivan
no eran nuevas, pero llegaron en un momento de gran agitación nacionalista y
expansionista en la historia de los Estados Unidos. Éstas fueron adaptadas bajo
una frase que el propio O’Sullivan acuñó, el destino manifiesto, y se convirtieron
en la justificación básica del expansionismo norteamericano.
En conclusión, La idea del destino manifiesto estaba enraizada en la visión de los
Estados Unidos como una nación excepcional destinada a civilizar a los pueblos
atrasados y expandir la libertad por el mundo. Es decir, en una visión mesiánica y
mística que veía en la expansión norteamericana la expresión de la voluntad de
Dios. Ésta estaba también basada en un concepto claramente racista que dividía a
los seres humanos en razas superiores e inferiores. De ahí que se pensara que
era deber de las razas superiores “ayudar” a las inferiores. Como miembros de
una “raza superior”, la anglosajona, los norteamericanos debían cumplir con su
deber y misión.