Jurisprudencias Pagares Ejecutivo Mercantil

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Registro No.

913592
Localización:
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Apéndice 2000
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia TCC
Página: 616
Tesis: 650
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

TÍTULO DE CRÉDITO, NO DESNATURALIZA SU CARÁCTER DE,


LA EXCEPCIÓN PERSONAL RELATIVA A QUE FUE SUSCRITO EL
DOCUMENTO EN GARANTÍA DE UN ADEUDO, SI EL DEUDOR NO
PROBÓ QUE CUMPLIÓ CON SU OBLIGACIÓN.-

Si se demandó en la vía ejecutiva mercantil el pago de cierta cantidad


fundando tal pretensión en un pagaré, y el demandado opuso como excepción
que la actora recibió ese documento en garantía del adeudo que representaba
su crédito sujeto a aclaración, como el documento no circuló, la excepción
opuesta tiene el carácter de personal, y la circunstancia de que el obligado
haya acreditado que lo suscribió en garantía de su adeudo, conforme al
artículo 5o. de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que
prescribe que son títulos de crédito los documentos necesarios para ejercitar el
derecho literal que en ellos se consigna, no tiene el alcance de desvirtuar la
naturaleza del documento base de la acción, sino en su caso, para que fuera
procedente su excepción, debió probar que no debía la cantidad que se le
reclamó, o bien que lo que se le demandó no representaba el adeudo que tenía
con la actora, por la liquidación efectuada; por tanto, al considerar la Sala
responsable que dicho documento no es apto para ejercitar la acción ejecutiva
mercantil, en virtud de que el enjuiciado demostró que lo suscribió en garantía
de un adeudo sujeto a ajuste, transgrede el artículo 1391, fracción IV, del
Código de Comercio, que estatuye que el procedimiento ejecutivo mercantil
tiene lugar, cuando la demanda se funda en documento que traiga aparejada
ejecución, y la traen las letras de cambio, libranzas, vales, pagarés y demás
efectos de comercio, en los términos que disponen los artículos relativos del
código en cita.

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Octava Época:

Amparo directo 49/88.-Leche Industrializada Conasupo, S.A. de C.V.-11 de


febrero de 1988.-Unanimidad de votos.-Ponente: Raúl Ponce Farías.-
Secretario: Alejandro Javier Pizaña Nila.
Amparo directo 6369/92.-José Manuel López Campos y otro.-7 de enero de
1993.-Unanimidad de votos.-Ponente: José Luis Caballero Cárdenas.-
Secretario: Alejandro Javier Pizaña Nila.

Amparo directo 4915/94.-Publicidad Estática, S.A. de C.V.-20 de octubre de


1994.-Unanimidad de votos.-Ponente: María Soledad Hernández de
Mosqueda.-Secretario: Régulo Pola Jesús.

Amparo directo 5005/94.-Manuel Martínez Hernández.-4 de noviembre de


1994.-Unanimidad de votos.-Ponente: Adriana Alicia Barrera Ocampo.-
Secretario: David Solís Pérez.

Amparo directo 6215/94.-Armando Bejarano García.-12 de enero de 1995.-


Unanimidad de votos.-Ponente: María Soledad Hernández de Mosqueda.

Apéndice 1917-1995, Tomo IV, Segunda Parte, página 455, Tribunales


Colegiados de Circuito, tesis 620; véase la ejecutoria en el Semanario Judicial
de la Federación, Octava Época, Tomo XV-I, febrero de 1995, página 122.

Registro No. 392747


Localización:
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Apéndice de 1995
Tomo IV, Parte TCC
Página: 455
Tesis: 620
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

TITULO DE CREDITO, NO DESNATURALIZA SU CARACTER DE,


LA EXCEPCION PERSONAL RELATIVA A QUE FUE SUSCRITO
EL DOCUMENTO EN GARANTIA DE UN ADEUDO, SI EL
DEUDOR NO PROBO QUE CUMPLIO CON SU OBLIGACION.

Si se demandó en la vía ejecutiva mercantil el pago de cierta cantidad


fundando tal pretensión en un pagaré, y el demandado opuso como
excepción que la actora recibió ese documento en garantía del adeudo que
representaba su crédito sujeto a aclaración, como el documento no circuló, la
excepción opuesta tiene el carácter de personal, y la circunstancia de que el
obligado haya acreditado que lo suscribió en garantía de su adeudo,
conforme al artículo 5o. de la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito, que prescribe que son títulos de crédito los documentos necesarios
para ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna, no tiene el alcance
de desvirtuar la naturaleza del documento base de la acción, sino en su caso,
para que fuera procedente su excepción, debió probar que no debía la
cantidad que se le reclamó, o bien que lo que se le demandó no representaba
el adeudo que tenía con la actora, por la liquidación efectuada; por tanto, al
considerar la Sala responsable que dicho documento no es apto para ejercitar
la acción ejecutiva mercantil, en virtud de que el enjuiciado demostró que lo
suscribió en garantía de un adeudo sujeto a ajuste, transgrede el artículo
1391, fracción IV, del Código de Comercio, que estatuye que el
procedimiento ejecutivo mercantil tiene lugar, cuando la demanda se funda
en documento que traiga aparejada ejecución, y la traen las letras de cambio,
libranzas, vales, pagarés y demás efectos de comercio, en los términos que
disponen los artículos relativos del código en cita.

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Octava Epoca:

Amparo directo 49/88. Leche Industrializada Conasupo, S. A. de C. V. 11 de


febrero de 1988. Unanimidad de votos.

Amparo directo 6369/92. José Manuel López Campos y otro. 7 de enero de


1993. Unanimidad de votos.

Amparo directo 4915/94. Publicidad Estática, S. A. de C. V. 20 de octubre de


1994. Unanimidad de votos.

Amparo directo 5005/94. Manuel Martínez Hernández. 4 de noviembre de


1994. Unanimidad de votos.

Amparo directo 6215/94. Armando Bejarano García. 12 de enero de 1995.


Unanimidad de votos.
NOTA:
Tesis I.5o.C.J/43, Gaceta número 86-1, pág. 18; véase ejecutoria en el
Semanario Judicial de la Federación, tomo XV-I Febrero, pág. 122.

Genealogía:
APENDICE '95: TESIS 620 PG. 455
Ç

Registro No. 920493


Localización:
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Apéndice (actualización 2001)
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 56
Tesis: 45
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

INTERESES ORDINARIOS Y MORATORIOS EN EL JUICIO


EJECUTIVO MERCANTIL. COEXISTEN Y PUEDEN DEVENGARSE
SIMULTÁNEAMENTE.-

El artículo 362 del Código de Comercio señala que los deudores que demoren
el pago de sus deudas, deberán satisfacer, desde el día siguiente al del
vencimiento, el interés que para ese caso se encuentre pactado en el
documento y que a falta de estipulación, el interés será del seis por ciento
anual; por su parte, los artículos 152, fracción II y 174, párrafo segundo, de la
Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito refieren, el primero, a la
acción que se ejerce por incumplimiento de pago del documento base y
determina que los intereses moratorios se fincan al tipo legal establecido para
ello, a partir del día de su vencimiento y, el segundo, a las opciones para la
determinación del interés moratorio del documento cuando no se encuentre
expresamente estipulado en el mismo o cuando éste se encuentra
preestablecido. Esto es, los referidos numerales en ningún momento disponen
que los intereses ordinarios y moratorios no pueden coexistir y aunque en
ellos se indica a partir de cuándo habrá de generarse el interés moratorio, no
se señala que con ese motivo deban dejar de generarse los intereses normales.
En estas condiciones y tomando en consideración que los intereses ordinarios
y moratorios tienen orígenes y naturaleza jurídica distintos, puesto que
mientras los primeros derivan del simple préstamo e implican la obtención de
una cantidad como ganancia por el solo hecho de que alguien otorgó a otro
una cantidad en dinero que éste necesitaba para satisfacer sus propias
necesidades; los segundos provienen del incumplimiento en la entrega de la
suma prestada y consisten en la sanción que se impone por la entrega tardía
del dinero de acuerdo con lo pactado en el contrato, debe concluirse que
ambos intereses pueden coexistir y devengarse simultáneamente, desde el
momento en que no es devuelta la suma prestada en el término señalado y por
ello, recorren juntos un lapso hasta que sea devuelto el dinero materia del
préstamo.

Novena Época:

Contradicción de tesis 102/98.-Entre las sustentadas por el Primer Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y Primer Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Séptimo Circuito.-30 de agosto de 2000.-Unanimidad de
cuatro votos.-Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.-Ponente: Juan N. Silva
Meza.-Secretario: Germán Martínez Hernández.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XII, noviembre de


2000, página 236, Primera Sala, tesis 1a./J. 29/2000; véase la ejecutoria en la
página 237 de dicho tomo.

Registro No. 920512


Localización:
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Apéndice (actualización 2001)
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 80
Tesis: 64
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN CAMBIARIA. LA SOLA


PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA INTERRUMPE EL PLAZO
PARA QUE OPERE (INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 165 Y
166, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y
OPERACIONES DE CRÉDITO, ASÍ COMO DE LOS DIVERSOS 1041
Y 1042 DEL CÓDIGO DE COMERCIO).-

Si bien es cierto que de conformidad con lo dispuesto en los artículos 165 y


166, segundo párrafo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito,
la presentación de la demanda en el juicio ejecutivo mercantil en ejercicio de
la acción cambiaria, aun ante Juez incompetente, interrumpe el plazo para que
opere la prescripción, también lo es que ello no implica que deba comenzar a
correr un nuevo plazo para que se actualice dicha institución jurídica, puesto
que una vez interrumpido aquél por la presentación de la demanda, la
prescripción no vuelve a tomar su curso dentro del litigio, en razón de que la
relación procesal estará pendiente hasta la sentencia definitiva. Lo anterior, se
corrobora con lo establecido en los artículos 1041 y 1042 del Código de
Comercio al disponer, por un lado, que el plazo de la prescripción se
interrumpirá por la demanda u otro cualquier género de interpelación judicial
hecha al deudor, esto es, basta la sola presentación de la demanda para que la
interrupción de dicho periodo se efectúe, ya que al ser aquella figura jurídica
una pena que se impone a quien abandona el ejercicio de un derecho, la
circunstancia de hacerlo valer, al ejercitarse la acción, es prueba evidente de la
voluntad exteriorizada del acreedor en relación con el derecho que reclama,
aun cuando posteriormente, con el emplazamiento respectivo, se haga conocer
al demandado y, por el otro, que si la demanda es admitida, incluso cuando no
tenga noticia de ella el demandado, se produce la interrupción del plazo para
que opere la prescripción. No obsta a lo antes expuesto, el hecho de que el
numeral 1042 del código citado señale que se empezará a contar el nuevo
plazo de la prescripción en los supuestos de reconocimiento de las
obligaciones, desde el día en que se haga; en el de renovación desde la fecha
del nuevo título; y si en él se hubiere prorrogado el plazo del cumplimento de
la obligación, desde que éste hubiere vencido, pues ello es intrascendente para
determinar si opera la prescripción de la acción cambiaria, en virtud de que no
es necesaria promoción alguna del actor que manifieste interés en la
satisfacción de sus pretensiones.

Novena Época:

Contradicción de tesis 2/2001-PS.-Entre las sustentadas por el Décimo Primer


Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y el entonces Cuarto
Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, actualmente Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo de ese circuito.-17 de octubre de 2001.-Unanimidad de
cuatro votos.-Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.-Ponente: Juventino V.
Castro y Castro.-Secretario: Téodulo Ángeles Espino.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XIV, diciembre de


2001, página 110, Primera Sala, tesis 1a./J. 109/2001; véase la ejecutoria en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XV,
enero de 2002, página 383.
 
Registro No. 913099
Localización:
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Apéndice 2000
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 128
Tesis: 157
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

CONFESIÓN JUDICIAL. ALCANCES DE LA PRODUCIDA EN LA


DILIGENCIA DE EXEQUENDO.-

En el juicio ejecutivo mercantil el requerimiento de pago, durante la


diligencia de exequendo como primera actuación judicial, es la intimación
que por virtud de un mandamiento judicial, el ejecutor del juzgado con base
en las facultades y la fe pública de la que se encuentra investido, dirige a una
persona para que pague el adeudo contraído o para que, en su caso,
manifieste lo que estime conducente en relación con tal requerimiento; por
tanto, si en dicha diligencia, a la luz de los artículos 1212 y 1235 del Código
de Comercio, el demandado admite deber a la actora determinada cantidad,
es una declaración que constituye una confesión, ya que se acepta la verdad
de un hecho susceptible de producir consecuencias jurídicas a cargo del
obligado, sobre todo cuando se realiza de manera espontánea, lisa,
llanamente y sin reservas; por ello si el reconocimiento del adeudo se hace en
el momento en que el deudor es requerido del pago, tal declaración es
precisamente la que implica la confesión, misma que deberá ser valorada de
acuerdo con las reglas de apreciación de las pruebas y en conjunto con el
restante valor probatorio constante en autos.

Novena Época:

Contradicción de tesis 60/97.-Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal


Colegiado del Sexto Circuito y Segundo Tribunal Colegiado del Segundo
Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito.-3 de marzo de 1999.-Cinco votos.-Ponente: Olga Sánchez Cordero
de García Villegas.-Secretario: Carlos Mena Adame.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo X, octubre de 1999,


página 5, Primera Sala, tesis 1a./J. 37/99; véase la ejecutoria en la página 6
de dicho tomo.
Registro No. 913112
Localización:
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Apéndice 2000
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 138
Tesis: 170
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

COSTAS EN EL JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL CUANDO


EXISTEN DOS SENTENCIAS CONFORMES DE TODA
CONFORMIDAD.-

Conforme al artículo 1084, fracción IV, del Código de Comercio, que


establece: "La condenación en costas se hará cuando así lo prevenga la ley, o
cuando a juicio del Juez se haya procedido con temeridad o mala fe. Siempre
serán condenados ... IV. El que fuere condenado por dos sentencias conformes
de toda conformidad en su parte resolutiva, sin tomar en cuenta la declaración
sobre costas. En este caso, la condenación comprenderá las costas de ambas
instancias.". Por lo que debe concluirse, que "siempre" serán sancionados en
costas abarcando la condena a ambas instancias, los que fueren sentenciados
por dos resoluciones conformes de toda conformidad, sin que para ello se
requiera que exista parte vencida en el juicio, como sucede en el caso, del actor
que no acredita la existencia de la acción ejercitada. Por ende, tampoco
requiere para su procedencia que exista petición de parte o que hubiese sido
motivo de la apelación interpuesta, puesto que tal condena opera de oficio.

Novena Época:

Contradicción de tesis 68/96.-Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal


Colegiado del Décimo Primer Circuito, el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Tercer Circuito y Segundo Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito.-7 de abril de 1999.-Cinco votos.-Ponente: Juventino V. Castro y
Castro.-Secretario: Arturo Aquino Espinosa.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo X, julio de 1999,


página 5, Primera Sala, tesis 1a./J. 32/99; véase la ejecutoria en la misma
página de dicho tomo.
 
Registro No. 913116
Localización:
Octava Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Apéndice 2000
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 141
Tesis: 174
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

COSTAS EN UN JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL. DEBE


CONDENARSE A LA PARTE ACTORA SI SE REVOCA EL AUTO
ADMISORIO DE DEMANDA.-

El artículo 1084, fracción III, del Código de Comercio establece la


condenación forzosa en costas para "el que fuese condenado en juicio
ejecutivo y el que lo intente si no obtiene sentencia favorable ...". Ahora bien,
si se declara fundada la apelación interpuesta contra el auto que admite la
demanda en un juicio ejecutivo mercantil, revocándose dicho proveído y
emitiéndose el desechamiento de la misma, debe considerarse que procede
condenar a la parte actora al pago de las costas del juicio por surtirse la
hipótesis de condenación forzosa citada, pues en ella se alude al hecho de no
obtener sentencia favorable, lo que no necesariamente presupone la existencia
de una sentencia desfavorable, sino exclusivamente la finalización del juicio
sin que la parte actora haya obtenido sus pretensiones, lo que sucede en el
caso de la revocación del auto admisorio de la demanda. Para llegar a esta
conclusión debe tenerse en cuenta que la fracción citada es aplicable a los
juicios ejecutivos mercantiles, en los que, de conformidad con el artículo 1392
del Código de Comercio, desde el auto admisorio de demanda deberá
requerirse de pago al deudor y, en caso de no hacerlo, deberán embargársele
bienes suficientes para cubrir la deuda y costas, efectos éstos que se surten aun
cuando contra dicho auto se interponga recurso de apelación, pues éste sólo es
admisible en el efecto devolutivo de acuerdo con el artículo 1339 del citado
ordenamiento. Consecuentemente, si la finalidad de las costas de juicio es
resarcir a quien injustificadamente ha sido llevado al tribunal, de las
erogaciones en que haya incurrido por razón del proceso, éstas deben quedar a
cargo de la parte actora cuando se revoca el auto admisorio de demanda de un
juicio ejecutivo mercantil por haber presentado una demanda improcedente
que ocasionó gastos injustificados a cargo de la parte demandada por el
desarrollo del juicio hasta la revocación de tal auto y la afectación a su
patrimonio ocasionada por el requerimiento de pago y, en su caso, el embargo
de sus bienes.
Octava Época:

Contradicción de tesis 11/88.-Entre las sustentadas por los Tribunales


Colegiados Segundo y Cuarto en Materia Civil del Primer Circuito.-24 de
mayo de 1989.-Cinco votos.-Ponente: Mariano Azuela Güitrón.-Secretaria:
Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

Apéndice 1917-1995, Tomo IV, Primera Parte, página 130, Tercera Sala, tesis
191; véase la ejecutoria en la obra Jurisprudencia por Contradicción de Tesis,
Octava Época, Tomo IV, página 742.

Nota: Los artículos 1392 y 1339 del Código de Comercio fueron reformados
mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de mayo de
1996; sin embargo, el sentido de esta tesis no se ve alterado. Véase la nota general
número 5

Registro No. 913118


Localización:
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Apéndice 2000
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 142
Tesis: 176
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

COSTAS. PROCEDE LA CONDENA DE, EN PRIMERA INSTANCIA


CONTRA EL QUE OBTIENE RESULTADO ADVERSO EN UN
JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL.-

Cuando a causa de la apelación interpuesta por el demandado se revoca la


sentencia condenatoria del a quo y se absuelve de la acción ejecutiva
mercantil ejercitada en contra de aquél, procede la condenación en costas del
accionante solamente por la primera instancia, en virtud de que se surte la
hipótesis prevista en la fracción III del artículo 1084 del Código de Comercio,
que determina la condenación forzosa en costas para "el que fuere condenado
en juicio ejecutivo y el que lo intente si no obtiene sentencia favorable ...", sin
importar que no fuere el actor condenado por dos sentencias conformes de toda
conformidad en su parte resolutiva, pues tal circunstancia únicamente se debe
observar para la segunda instancia, conforme lo dispone la fracción IV del
invocado precepto, que en la especie, se traduce, que al no actualizarse dicho
requisito, implica que no pueda condenarse al perdedor del conflicto por las
costas de la segunda instancia.

Novena Época:

Contradicción de tesis 11/96.-Entre las sustentadas por el Primer Tribunal


Colegiado del Noveno Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito.-27 de noviembre de 1996.-Unanimidad de cuatro votos.-Ausente:
Humberto Román Palacios.-Ponente: Juan N. Silva Meza.-Secretario: Jorge
Humberto Benítez Pimienta.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo IV, diciembre de


1996, página 117, Primera Sala, tesis 1a./J. 29/96; véase la ejecutoria en la
página 118 de dicho tomo.
 

Registro No. 913172


Localización:
Séptima Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Apéndice 2000
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 189
Tesis: 230
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

EMBARGO, SU EXISTENCIA NO ES REQUISITO PARA QUE SE


DICTE SENTENCIA DE REMATE EN EL JUICIO EJECUTIVO
MERCANTIL.-

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 1391 del Código de


Comercio, el único requisito necesario para el ejercicio de la acción ejecutiva
mercantil, es que la misma se funde en título que traiga aparejada ejecución,
es decir, en una prueba preconstituida, pues se trata de una acción
privilegiada; por lo tanto, el aseguramiento de bienes al momento de celebrar
la diligencia de requerimiento de pago, embargo y emplazamiento, no es una
condición sine qua non para la existencia de la contienda entre las partes y en
su caso para que el Juez pronuncie sentencia en la que ordene hacer trance y
remate de bienes del deudor, que por lo general ya se encuentran embargados.
El embargo de bienes del demandado es un derecho que el enjuiciante puede
ejercitar o renunciar, por lo que la falta de embargo no constituye un
impedimento legal para llevar adelante el juicio ejecutivo, ya que la cuestión
toral a resolver en éste, es determinar si el actor tiene derecho al pago que
reclama en el juicio y, por consecuencia, en caso de rehusarse el deudor a
hacerlo en el término que se fija en la propia sentencia de condena, se haga
trance y remate de los bienes de su propiedad, que se encuentren embargados
o que con posterioridad se embarguen. La falta de embargo, no afecta los
procedimientos encaminados a la decisión en los términos controvertidos, y el
punto resolutivo de la sentencia que ordena el remate no es ilegal, pues sólo
significa que debe llevarse adelante la ejecución y que, en su caso, esto es,
cuando se perfecciona el embargo, pueden continuar los procedimientos del
remate.

Séptima Época:

Amparo civil directo 2129/35.-González Ezequiel.-15 de junio de 1936.-Cinco


votos.-La publicación no menciona el nombre del ponente.

Amparo civil directo 8209/50.-Ojeda Manuel.-7 de septiembre de 1951.-


Unanimidad de cuatro votos.-Ponente: Rafael Matos Escobedo.

Amparo directo 9894/68.-María de la Luz León Correa.-6 de octubre de


1969.-Cinco votos.-Ponente: Enrique Martínez Ulloa.

Amparo directo 5951/82.-Abelardo López Soto.-4 de noviembre de 1982.-


Unanimidad de cuatro votos.-Ponente: Jorge Olivera Toro.
Amparo directo 8245/83.-Jesús Huerta Benito.-4 de junio de 1984.-Cinco
votos.-Ponente: Gloria León Orantes.

Apéndice 1917-1995, Tomo IV, Primera Parte, página 166, Tercera Sala, tesis
243.

Nota: El artículo 1391 del Código Civil para el Distrito Federal fue adicionado por
decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de mayo de 1996; sin
embargo, el sentido de esta tesis no se ve alterado. Véase la nota general número 5.

Registro No. 913172


Localización:
Séptima Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Apéndice 2000
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 189
Tesis: 230
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

EMBARGO, SU EXISTENCIA NO ES REQUISITO PARA QUE SE


DICTE SENTENCIA DE REMATE EN EL JUICIO EJECUTIVO
MERCANTIL.-

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 1391 del Código de


Comercio, el único requisito necesario para el ejercicio de la acción ejecutiva
mercantil, es que la misma se funde en título que traiga aparejada ejecución,
es decir, en una prueba preconstituida, pues se trata de una acción
privilegiada; por lo tanto, el aseguramiento de bienes al momento de celebrar
la diligencia de requerimiento de pago, embargo y emplazamiento, no es una
condición sine qua non para la existencia de la contienda entre las partes y en
su caso para que el Juez pronuncie sentencia en la que ordene hacer trance y
remate de bienes del deudor, que por lo general ya se encuentran embargados.
El embargo de bienes del demandado es un derecho que el enjuiciante puede
ejercitar o renunciar, por lo que la falta de embargo no constituye un
impedimento legal para llevar adelante el juicio ejecutivo, ya que la cuestión
toral a resolver en éste, es determinar si el actor tiene derecho al pago que
reclama en el juicio y, por consecuencia, en caso de rehusarse el deudor a
hacerlo en el término que se fija en la propia sentencia de condena, se haga
trance y remate de los bienes de su propiedad, que se encuentren embargados
o que con posterioridad se embarguen. La falta de embargo, no afecta los
procedimientos encaminados a la decisión en los términos controvertidos, y el
punto resolutivo de la sentencia que ordena el remate no es ilegal, pues sólo
significa que debe llevarse adelante la ejecución y que, en su caso, esto es,
cuando se perfecciona el embargo, pueden continuar los procedimientos del
remate.

Séptima Época:

Amparo civil directo 2129/35.-González Ezequiel.-15 de junio de 1936.-Cinco


votos.-La publicación no menciona el nombre del ponente.

Amparo civil directo 8209/50.-Ojeda Manuel.-7 de septiembre de 1951.-


Unanimidad de cuatro votos.-Ponente: Rafael Matos Escobedo.

Amparo directo 9894/68.-María de la Luz León Correa.-6 de octubre de


1969.-Cinco votos.-Ponente: Enrique Martínez Ulloa.

Amparo directo 5951/82.-Abelardo López Soto.-4 de noviembre de 1982.-


Unanimidad de cuatro votos.-Ponente: Jorge Olivera Toro.

Amparo directo 8245/83.-Jesús Huerta Benito.-4 de junio de 1984.-Cinco


votos.-Ponente: Gloria León Orantes.

Apéndice 1917-1995, Tomo IV, Primera Parte, página 166, Tercera Sala, tesis
243.

Nota: El artículo 1391 del Código Civil para el Distrito Federal fue adicionado por
decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de mayo de 1996; sin
embargo, el sentido de esta tesis no se ve alterado. Véase la nota general número 5.

Registro No. 913353


Localización:
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Apéndice 2000
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 345
Tesis: 411
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

TÍTULOS DE CRÉDITO. DIFERENCIAS ENTRE LA AUTONOMÍA


Y LA ABSTRACCIÓN.-

La desvinculación de un título de crédito de la causa que le dio origen, no se


traduce en un problema de autonomía, sino de abstracción. Mientras que
aquélla importa la existencia de un derecho originario, es decir, desvinculado
de la posición jurídica de sus anteriores portadores, la segunda desvincula al
documento de la relación causal. Por virtud de la autonomía el poseedor de
buena fe es inmune a las excepciones personales oponibles a los anteriores
poseedores. En razón de la abstracción, en cambio, no pueden ser opuestas al
tercer portador las excepciones derivadas de la relación causal. De lo
expuesto se sigue que tratándose de pagarés quirografarios que no han
circulado, la autonomía no comienza a funcionar; y la abstracción se atenúa,
en razón de que el demandado puede oponer al actor las excepciones que
tuviera contra éste, en términos del artículo 8o., fracción XI, de la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito, lo que no impide que ese título
baste, sin necesidad de otro documento, para intentar la acción cambiaria
respectiva.

Novena Época:

Contradicción de tesis 24/97.-Entre las sustentadas por el Noveno Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y Primero y Segundo
Tribunales Colegiados, ambos del Décimo Cuarto Circuito y Séptimo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito.-22 de septiembre de
1999.-Unanimidad de cuatro votos.-Ausente: Humberto Román Palacios.-
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.-Secretario: Marco
Antonio Rodríguez Barajas.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo X, octubre de 1999,


página 284, Primera Sala, tesis 1a./J. 51/99; véase la ejecutoria en la página
108 de dicho tomo.
 
Registro No. 392395
Localización:
Sexta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Apéndice de 1995
Tomo IV, Parte SCJN
Página: 181
Tesis: 268
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

LETRA DE CAMBIO. CASOS EN QUE PUEDEN OPONERSE COMO


EXCEPCIONES PERSONALES LAS DERIVADAS DE LA RELACION
CAUSAL.

Cuando el actor es la misma persona con quien el demandado está vinculado


por la relación causal, le podrá oponer las excepciones derivadas de la
operación fundamental, de conformidad con el artículo 8o., fracción XI, en
relación con el 167 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito,
por tratarse de excepciones personales, sin que ello implique desconocer el
principio de autonomía de la obligación cartular porque ésta opera
únicamente frente a un tenedor que no está vinculado causalmente con el
demandado.

Sexta Epoca:

Amparo directo 190/54. Enrique Ruiz y otro. 25 de noviembre de 1955. Cinco


votos.

Amparo directo 3400/57. Concepción Villagrana vda. de Savin. 19 de enero


de 1959. Cinco votos.

Amparo directo 6268/58. Lucina Silva de Magaña. 21 de octubre de 1959.


Unanimidad de cuatro votos.

Amparo directo 4760/59. Arturo Rojas Vargas. 11 de enero de 1960. Cinco


votos.

Amparo directo 5700/59. Luis Woosing Chang. 30 de septiembre de 1960.


Unanimidad de cuatro votos.

NOTA GENERAL:

1. La Ley de Amparo de mil novecientos diecinueve exigía, en su artículo


148, que las ejecutorias que integraran la jurisprudencia obligatoria hubieran
sido votadas por mayoría de siete o más de los miembros de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, que entonces funcionaba únicamente en Pleno.

El veinte de diciembre de mil novecientos veintiocho entró en vigor la nueva


Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en cuyos artículos 3o., 4o.,
5o., 16 y 18, se estableció que la Suprema Corte de Justicia se integraría por
dieciséis ministros; funcionaría en Pleno y en Salas; se integrarían tres de
ellas, de cinco ministros cada una; el quorum mínimo para actuar sería de
once ministros en el Pleno y de cuatro en las Salas.

Sin embargo, no fue modificada la Ley de Amparo en cuanto a la exigencia de


la votación de siete ministros, para que una ejecutoria pudiera constituir
precedente para la formación de la jurisprudencia obligatoria.

Ahora, en el material revisado se detectó una copiosa producción de tesis,


sostenidas por las diferentes Salas del alto Tribunal, o por el Pleno y alguna de
las Salas de reciente creación, criterios cuyos precedentes, lógicamente, no
alcanzaban los siete votos exigidos por la ley entonces vigente.

En este caso también se encontró que oportunamente, el más alto Tribunal del
país se pronunció en el sentido de que "dada la actual organización de la
Suprema Corte, en salas de cinco componentes, éstas tienen todas las
facultades que fija la Ley de Amparo; por lo cual sus resoluciones obligan,
aun cuando sean por mayoría de votos, y forman jurisprudencia, cuando son
en número de cinco, no interrumpidas por otra en contrario". Semanario
Judicial de la Federación. Quinta Epoca, Tomo XXVIII, página 1183.
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE.

Por otra parte, en la doctrina se encontró que el autor Agustín Farrera, (El
juicio de Amparo. México. Publicaciones Farrera, 1932, página 20), plantea el
problema y dice que "... la Suprema Corte ha resuelto que establecen
jurisprudencia las decisiones de las Salas y de la Suprema Corte de la Nación
(sic) cuando hay cinco ejecutorias sucesivas dictadas por mayoría de tres o
más miembros de cada Sala."

Esta situación, conjugada con el hecho de que no se ha suscitado ningún


conflicto en la frecuente aplicación de las tesis así emitidas, condujo también
a su inclusión en la nueva compilación.

Genealogía:
APENDICE AL TOMO XXXVI: NO APA PG.
APENDICE AL TOMO L : NO APA PG.
APENDICE AL TOMO LXIV : NO APA PG.
APENDICE AL TOMO LXXVI: NO APA PG.
APENDICE AL TOMO XCVII: NO APA PG.
APENDICE '54: TESIS NO APA PG.
APENDICE '65: TESIS 208 PG. 664
APENDICE '75: TESIS 220 PG. 696
APENDICE '85: TESIS 171 PG. 511
APENDICE '88: TESIS 1085 PG. 1726
APENDICE '95: TESIS 268 PG. 181

Registro No. 395366


Localización:
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Apéndice de 1988
Parte II
Página: 3154
Tesis: 1957
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

TITULOS DE CREDITO. AUTONOMIA DE LOS MISMOS.

Los documentos mercantiles otorgados en relación, con cualquier contrato


adquieren, como títulos de crédito, una existencia autónoma, independiente
por completo de la operación de que se han derivado.

Quinta Epoca:

Tomo XLIII, pág. 1719. Recurso de súplica 141/30, Sec.de Acdos. Altamirano
Luis G. y coags. 28 de febrero de 1935. Unanimidad de cuatro votos. La
publicación no menciona el nombre del ponente.

Tomo XLVI, pág. 1489. Recurso de súplica 132/33, Sec. Acdos. Limón
Pascual y coag. 18 de octubre de 1935. Unanimidad de cuatro votos. La
publicación no menciona el nombre del ponente.

Tomo XLVI, pág. 1661. Recurso de súplica 82/31, Sec. Acdos. Ramos
Fuentes Benigno, Sucn. de. 22 de octubre de 1935. Mayoría de cuatro votos.
La publicación no menciona el nombre del ponente. Disidente: Luis
Bazdresch.

Tomo XLIX, pág. 213. Amparo civil directo 6638/34, 2a.Sec. Mora Pedro. 10
de julio de 1936. Cinco votos. La publicación no menciona el nombre del
ponente.

Tomo XLIX, pág. 859. Amparo civil directo 3106/34, 2a.Sec. Magaña
Pacheco Pedro. 7 de agosto de 1936. Cinco votos. La publicación no
menciona el nombre del ponente.

NOTA: Los datos que se señalan para los Apéndices a los Tomos L y LXIV
(Quinta Epoca) corresponden a las Partes Tercera y Cuarta, respectivamente,
Sección Civil.

El rubro con que aparece publicada en los Apéndices a los Tomos L LXIV,
LXXVI, XCVII, (Quinta Epoca) es "DOCUMENTOS MERCANTILES,
AUTONOMIA DE LOS".

Esta tesis se publicó en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación


1917-1975 con el rubro "TITULOS DE CREDITO, EXISTENCIA
AUTONOMA DE LOS (ABSTRACCION)".

Nota aclaratoria publicada en la página 3155 del Apéndice 1917-1988:


TITULOS DE CREDITO, EXISTENCIA AUTONOMA DE LOS
(ABSTRACCION). "Con el rubro anterior se publicó, alterada en su
redacción, en los Apéndices 1965, 1975 y 1985, en las partes correspondientes
a la Tercera Sala, respectivamente con los números 375, 397 y 311, la tesis
cuyo rubro y texto correctos aparecen en este Apéndice [1917-1988], en la
pág. anterior [3154] con el número 1957. La corrección relativa fue ordenada
por acuerdo de la Tercera Sala del 23 de noviembre de 1987." Por este motivo
se incluye en estos términos la tesis 1957 del Apéndice 1917-1988.

La presente tesis no fue reiterada en el Apéndice 1995, según los acuerdos a


que llegó la Comisión Coordinadora encargada de los trabajos para la
publicación del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, 1917-1995.

Genealogía:
APENDICE AL TOMO XXXVI: NO APA PG. APENDICE '54: TESIS 1086 PG. 1958
APENDICE AL TOMO L : 526 PG. 664 APENDICE '65: TESIS 375 PG. 1134
APENDICE AL TOMO LXIV : 603 PG. 772 APENDICE '75: TESIS 397 PG. 1187
APENDICE AL TOMO LXXVI: 335 PG. 551 APENDICE '85: TESIS 311 PG. 881
APENDICE AL TOMO XCVII: 387 PG. 720 APENDICE '88: TESIS 1957 PG. 3154
INFORME '87: TESIS 435 PG. 310
Registro No. 395367
Localización:
Séptima Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Apéndice de 1988
Parte II
Página: 3154
Tesis: 1958
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

TITULOS DE CREDITO, EXCEPCIONES PERSONALES


OPONIBLES RESPECTO DE LOS. DOLO Y MALA FE.

No es cierto que la falta de causa en el título ejecutivo base de la acción, o sea


la de valor entregado por el tenedor al cedente o girador, en pago del
documento, no perjudique su existencia, a virtud de que se considere que el
título es causa en sí mismo. Es en consideración de que las partes en la
cambial, se encuentran en situación de conocer las condiciones de su emisión,
que las excepciones personales que prevé el artículo 8o., fracción XI, de la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito, tienen operancia al probarse en
juicio, como sucede cuando un endoso en propiedad se realiza con dolo por el
endosante y mala fe del endosatario respectivo, con la única finalidad de que
los suscriptores no puedan oponer las excepciones personales que fueran
procedentes. Este criterio no implica desconocimiento de la autonomía y
literalidad de la letra de cambio, fijando sólo los efectos que se deriven de una
transmisión indebida, como lo es el endoso hecho con dolo y aceptado con
mala fe, ni tampoco desconoce la jurisprudencia sustentada por este Alto
Tribunal, referente a que los títulos ejecutivos constituyen prueba
preconstituida de la acción, puesto que únicamente considera procedente una
excepción, permitida por la ley, que determina que el actor no es titular de los
derechos que el título confiere, por la mala fe con que lo adquirió.

Sexta Epoca, Cuarta Parte:

Volumen XX, pág. 234. Amparo directo 2015/58. Sucesión de Felipe Nuño
González. 19 de febrero de 1959. Cinco votos. Ponente: Mariano Ramírez
Vázquez.

Volumen XXV, pág. 279. Amparo directo 1969/57. Marina S. Hernández. 16


de julio de 1959. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Gabriel García Rojas.

Volumen XXXVIII, pág. 244. Amparo directo 6293/56. Joaquín Moreno. 24


de agosto de 1960. Mayoría de tres votos. Ponente: José Castro Estrada.
Disidente: José Rivera Pérez Campos.
Volumen XCIV, pág. 94. Amparo directo 8481/63. Abel Gutiérrez Alvarez.
1o. de abril de 1965. Cinco votos. Ponente: José Castro Estrada.

Séptima Epoca, Cuarta Parte:

Volúmenes 133-138, pág. 217. Amparo directo 1127/78. Juan Parcero López y
María del Carmen V. de Parcero. 24 de enero de 1980. Cinco votos. Ponente:
Francisco Pavón Vasconcelos.

NOTA: La presente tesis no fue reiterada en el Apéndice 1995, según los


acuerdos a que llegó la Comisión Coordinadora encargada de los trabajos para
la publicación del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, 1917-
1995.

Genealogía:
APENDICE AL TOMO XXXVI: NO APA PG. APENDICE '54: TESIS NO APA PG.
APENDICE AL TOMO L : NO APA PG. APENDICE '65: TESIS NO APA PG.
APENDICE AL TOMO LXIV : NO APA PG. APENDICE '75: TESIS NO APA PG.
APENDICE AL TOMO LXXVI: NO APA PG. APENDICE '85: TESIS NO APA PG.
APENDICE AL TOMO XCVII: NO APA PG. APENDICE '88: TESIS 1958 PG. 3154
 

Registro No. 922144


Localización:
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Apéndice (actualización 2002)
Tomo IV, Civil, P.R. TCC
Página: 136
Tesis: 63
Tesis Aislada
Materia(s): Civil

PAGARÉ. LA CANTIDAD A PAGAR ES UN REQUISITO DE


EXISTENCIA DE ESA CLASE DE TÍTULOS DE CRÉDITO, POR LO
QUE SU SEÑALAMIENTO NO PUEDE SER SATISFECHO CON
POSTERIORIDAD A SU FIRMA.-

De lo dispuesto en el artículo 170 de la Ley General de Títulos y


Operaciones de Crédito se desprenden requisitos tanto de existencia como de
eficacia del título de crédito denominado pagaré, y que pueden distinguirse
atendiendo a su naturaleza, dado que mientras los primeros son aquellos sin
los cuales no puede nacer a la vida jurídica y, por ende, deben ser satisfechos
desde el momento de su suscripción, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 14 de dicha ley, los segundos son los que resultan necesarios para
que el pagaré produzca plenamente sus efectos legales, pero que en términos
de lo dispuesto en el artículo 15 del mencionado ordenamiento legal, pueden
ser satisfechos por quien en su oportunidad debió llenarlos, hasta antes de la
presentación del título para la aceptación o para su pago. Conforme a tales
distinciones, resultan necesarios para la existencia del pagaré los
presupuestos previstos en las fracciones I, II y VI del mencionado artículo
170 y que son: la mención de ser pagaré inserta en el texto del documento, la
promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero, que
implica el señalar la cantidad a pagar, y la firma del suscriptor o de la
persona que firma a su ruego o en su nombre, habida cuenta que son
imprescindibles para que el documento respectivo pueda ser considerado
como pagaré, dado que el contener la mención relativa inserta en el texto del
documento permite diferenciarlo de otros títulos de crédito o de otros actos
jurídicos y es necesario para que pueda surtir sus efectos como título
ejecutivo; el consistente en la promesa incondicional de pago, posibilita
desvincularlo de la causa que le dio origen y facilitar su circulación y cobro,
del que a su vez se desprende el consistente en el señalamiento de la cantidad
a pagar, que permite tener la certeza del alcance de la obligación y, por ende,
de la promesa incondicional de pago; y el consistente en la firma del
suscriptor o de la persona que firma a su ruego o en su nombre es primordial,
porque permite propiamente que la obligación surja, ya que la firma es el
signo gráfico mediante la que, en general, se obligan las personas en todos
los actos jurídicos en que se requiere la forma escrita. Los demás requisitos
previstos en las fracciones III, IV y V del referido precepto legal,
consistentes en el nombre de la persona a quien ha de hacerse el pago, la
época y el lugar del pago, y la fecha y el lugar de suscripción del documento,
son sólo requisitos de eficacia necesarios para que pueda producir
plenamente sus efectos, pero cuya falta no impide concebir la existencia
jurídica del pagaré y que, por ende, pueden ser satisfechos por su legítimo
tenedor, que es el interesado en el llenado completo del documento y no por
el suscriptor, hasta antes de su presentación para su pago, en términos de lo
dispuesto por el artículo 15 de la referida ley.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 14103/2001.-Jorge Alfonso Moreno Nieto, su sucesión.-23


de noviembre de 2001.-Unanimidad de votos.-Ponente: Armando Cortés
Galván.-Secretario: José Álvaro Vargas Ornelas.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,


Tomo II, octubre de 1995, página 589, tesis VI.2o.19 C, de rubro:
"PAGARÉ. CASO EN EL QUE RESULTA IMPROCEDENTE LA VÍA
EJECUTIVA MERCANTIL.".

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XV,


junio de 2002, página 673, Tribunales Colegiados de Circuito, tesis
I.3o.C.315 C.

Registro No. 913099


Localización:
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Apéndice 2000
Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN
Página: 128
Tesis: 157
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

CONFESIÓN JUDICIAL. ALCANCES DE LA PRODUCIDA EN LA


DILIGENCIA DE EXEQUENDO.-

En el juicio ejecutivo mercantil el requerimiento de pago, durante la


diligencia de exequendo como primera actuación judicial, es la intimación que
por virtud de un mandamiento judicial, el ejecutor del juzgado con base en las
facultades y la fe pública de la que se encuentra investido, dirige a una persona
para que pague el adeudo contraído o para que, en su caso, manifieste lo que
estime conducente en relación con tal requerimiento; por tanto, si en dicha
diligencia, a la luz de los artículos 1212 y 1235 del Código de Comercio, el
demandado admite deber a la actora determinada cantidad, es una declaración
que constituye una confesión, ya que se acepta la verdad de un hecho
susceptible de producir consecuencias jurídicas a cargo del obligado, sobre
todo cuando se realiza de manera espontánea, lisa, llanamente y sin reservas;
por ello si el reconocimiento del adeudo se hace en el momento en que el
deudor es requerido del pago, tal declaración es precisamente la que implica la
confesión, misma que deberá ser valorada de acuerdo con las reglas de
apreciación de las pruebas y en conjunto con el restante valor probatorio
constante en autos.

Novena Época:

Contradicción de tesis 60/97.-Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal


Colegiado del Sexto Circuito y Segundo Tribunal Colegiado del Segundo
Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito.-
3 de marzo de 1999.-Cinco votos.-Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas.-Secretario: Carlos Mena Adame.

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo X, octubre de 1999,


página 5, Primera Sala, tesis 1a./J. 37/99; véase la ejecutoria en la página 6 de
dicho tomo.
 

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