JURISPRUDENCIA

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Universidad de Panamá

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

Estudiantes:

Josheline Barba 8-988-976 Leslie vega 8-979-478

María Cedeño 8-1036-629 Carolina Herrera 8-993-774

Nedelka Alonzo 8-970-2136 Frederick De La Cruz 8-987-1663

María ortega 8-980-80 Carlos Campos 8-732-1374

Yoselin Bustamante 8-971-1490.

Jurisprudencia de Las Obligaciones

Concepto de Jurisprudencia y Obligaciones:

La función de la jurisprudencia es eliminar ambigüedades en la aplicación de la


ley cuando no puede utilizarse por sí sola para asegurar una interpretación
objetiva y eficaz.

Ignacio Burgoa dice que la jurisprudencia se traduce antecedentes a las


interpretaciones y consideraciones jurídicas integrativas uniformes que hace
una autoridad judicial designada para tal efecto por la ley.

Se encarga de unificar los criterios que interpretan una norma para que pueda
ser aplicada de la mejor manera, logrando que las decisiones judiciales en
distintos casos mantengan una coherencia y uniformidad entre sí conforme lo
establezca la ley.

Por otra parte, entendemos por obligación el vínculo jurídico que existe entre
un sujeto activo llamado acreedor y un sujeto pasivo llamado deudor; en virtud
del cual este último se encuentra en la necesidad de cumplir con una
prestación o conducta positiva de dar o hacer, o no hacer, mientras que el
acreedor puede exigir, incluso judicialmente, su cumplimiento forzoso o su
equivalente en dinero.

En virtud de un contrato, cuasicontrato, hechos ilícitos o la ley; refiriéndonos a


La jurisprudencia son sentencias y resoluciones judiciales que tiene un valor
fundamental como fuente del derecho positivo, Por el cual se procura evitar que
una misma situación jurídica sea distinta por los tribunales, esto se conoce
como unificador o unificado

Las obligaciones en la jurisprudencia tienen pretextos que permiten al acreedor


obtener derechos contractuales, es decir, el cumplimiento de las obligaciones,
por tanto, para comprender cómo funcionan las normas vigentes de un sistema
jurídico, necesariamente se debe revisar cómo se aplicaron en el pasado. En
síntesis, la jurisprudencia unifica e integra el sistema jurídico, en la medida en
que tiene valor como fuente del derecho positivo.

Jurisprudencia seleccionada vinculada a obligaciones

Ponente Angela Russo de Cedeño


Fecha de Resolución 30 de Agosto de 2021
Emisor Primera de lo Civil
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
S.: Primera de lo Civil
Ponente: A.R. de Cedeño
Fecha: 30 de agosto de 2021
Materia: Civil
Casación
Expediente: 217-19
VISTOS:

El licenciado J.F.M.R., actuando como procurador judicial de


PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S. presentó recurso de casación en contra
de la resolución de fecha veinte (20) de mayo de dos mil diecinueve (2019),
expedida por el Primer Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial, dentro del
cuadernillo contentivo de la excepción de prescripción presentada en el
proceso ejecutivo hipotecario con renuncia de trámite que le sigue
MULTIBANK, INC.
Superada la etapa de admisibilidad mediante resolución de fecha trece (13) de
marzo de dos mil veinte (2020), se concedió el término a las partes para que
presentaran sus al.egatos en cuanto al fondo, mismo que fue aprovechado por
ambas partes (fs.453-465 y 466-471). Por lo que procede la S. a dictar la
resolución de mérito, no sin antes verter las siguientes consideraciones.

Antecedentes

PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S., a través de su procuradora judicial


presentó excepción de prescripción de la acción dentro del Proceso Ejecutivo
Hipotecario con Renuncia de Trámite que le sigue MULTIBANK, INC., a fin de
que se declarase prescrita la obligación principal, es decir, el préstamo cuya
ejecución pretende la entidad ejecutante.

En los hechos de la excepción se narra que para la ejecutante la obligación


reclamada en el presente proceso ejecutivo hipotecario con renuncia de
trámite, en virtud de la mora en el pago de los abonos a intereses y al FECI
pactados en la Escritura Pública N°26638 de fecha 23 de diciembre de 2009,
de la Notaría Décima, se hizo líquida, exigible y de plazo vencido a partir del
dos (2) de septiembre de dos mil nueve (2009).

El Juzgado Quinto de Circuito del Primer Circuito Judicial de Panamá, le


correspondió conocer en primera instancia la excepción de prescripción
promovida por la ejecutada, el cual emitió la Sentencia No.33 de fecha catorce
(14) de julio de dos mil dieciséis (2016), en la cual resolvió negar la excepción
de prescripción ensayada por PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S., imponer
costas a cargo de la ejecutada por la suma de quinientos balboas (B/.500.00),
entre otras cosas (fs.366-374). La segunda instancia le correspondió al Primer
Tribunal Superior del Primer Distrito

Judicial, en virtud del recurso de apelación que promovió la ejecutada. El


tribunal de alzada, mediante resolución de fecha veinte (20) de mayo de dos
mil diecinueve (2019), resolvió confirmar la sentencia recurrida y condenar a la
recurrente a pagar la suma de cien balboas (B/.100.00) en razón del recurso de
apelación (fs.417-445). Contra esta resolución se formalizó el recurso de
casación que ocupa esta S.
RECURSO DE CASACIÓN Y CONSIDERACIONES DE LA SALA CIVIL
La ejecutada PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S. a través de su procurador
judicial, formalizó recurso de casación en el fondo, invocando la infracción de
normas sustantivas de derecho en los conceptos de violación directa y de
aplicación indebida, admitiéndose mediante resolución de trece (13) de marzo
de dos mil veinte (2020), solamente la causal de fondo "Infracción de normas
sustantivas de derecho en el concepto de violación directa", la cual está
fundamentada en los tres (3) motivos que se transcriben a continuación:

"PRIMERO: En el fallo recurrido en casación, el Primer Tribunal Superior de


Justicia, del Ramo Civil, del Primer Distrito Judicial de Panamá, reconoció a la
parte ejecutada, el beneficio de restitución del término fatal e improrrogable
establecido en la ley, para el ejercicio de la acción procedente de un acto
mercantil, porque a juicio del A-Quem(sic), la nulidad de la notificación hecha el
7 de Enero de 2011, no le era imputable al ejecutante; de esta manera, el
sentenciador incurrió, en la infracción de la norma sustantiva de orden público,
inserta en el Código de Comercio de la República de Panamá, que dispone que
no cabe tal beneficio por ninguna causa o privilegio, por tanto, se aplicó la regla
de derecho, desconociendo un derecho en ella consagrado en forma
perfectamente clara y produciendo efectos contrarios a la norma, lo que
equivale a su omisión, infiriendo con ello agravio a la parte ejecutada e
influyendo sustancialmente en lo dispositivo de la resolución impugnada porque
el reconocimiento de esa restitución del término de prescripción por el Tribunal
de alzada, a favor de la ejecutante, fue determinante para que no se accediera
a la declaratoria de prescripción de la acción ejecutiva y se confirmara por
razones distintas, la decisión de primera instancia.

SEGUNDO

El Primer Tribunal Superior de Justicia, del Ramo Civil, del Primer Distrito
Judicial de Panamá, en el fallo que es objeto de este recurso de casación,
incurrió en la infracción de una norma sustantiva de derecho, al omitir la
aplicación de la regla de orden público, inserta en el Código de Comercio, que
establece, que la prescripción ordinaria en materia comercial, admite
excepciones contempladas en otras reglas de orden público, que pueden
aumentar o disminuir, el cómputo del término para que opere el fenómeno
extintivo. Al omitir la aplicación de esa regla, no sólo se infiere agravio con el
fallo a la recurrente, sino que esa omisión resulta determinante para que no se
declare prescrita la acción incoada por el ejecutante y se confirme por otras
razones la sentencia de primera instancia, porque el sentenciador Ad-Quem,
computa para negar la declaración, un término extintivo de cinco años, cuando
de haber contemplado, la excepción a la regla de la prescripción ordinaria,
habría identificado, que en otra norma de orden público, inserta en el Código de
Comercio, se establece menos tiempo para la declaratoria de prescripción de la
acción ejecutiva proveniente de un contrato bancario.

TERCERO

En el fallo recurrido en casación, el Primer Tribunal Superior de Justicia, del


Ramo Civil, del Primer Distrito Judicial de Panamá, al resolver la excepción de
prescripción invocada por la parte ejecutada, omitió la aplicación de la norma
de orden público, inserta en el Código de Comercio de la República de
Panamá, que establece en tres años, el término de prescripción de las
acciones derivadas de los contratos bancarios; pese a que el proceso sometido
a su conocimiento, es un proceso ejecutivo hipotecario con renuncia de trámite,
que pretende el cobro por vía ejecutiva de capital y los intereses adeudados
por la ejecutada, por razón de un préstamo bancario. Esa omisión, en la
aplicación de la regla de derecho pertinente en el fallo impugnado, constituye la
infracción de una norma sustantiva de derecho, que infiere un agravio a la parte
recurrente y que influyó sustancialmente en lo dispositivo del fallo, porque al
omitirse la aplicación de la citada regla de derecho, no se reconoció a la
recurrente, la prescripción de la acción ejecutiva promovida contra ella, por
MULTIBANK INC., y, se confirmó por otras razones la sentencia de primera
instancia, a pesar que el plazo de tres años, establecido para esa declaración
de prescripción, ya había transcurrido."

Según la recurrente, la sentencia recurrida violó el artículo 1649 del Código de


Comercio (que establece que los términos fijados para el ejercicio de las
acciones procedentes de actos mercantiles serán fatales e improrrogables)
porque aplicó la norma desconociendo un derecho en ella consagrado en forma
perfectamente clara y produciendo efectos contrarios a los que la misma
establece. Agrega que cuando el sentenciador Ad-quem en el fallo censurado,
indica que la nulidad declarada no le es imputable a la parte ejecutante, sino al
tribunal, y por tanto no puede sancionarse a la ejecutante con la prescripción
de la acción, eso equivale a reconocerle al ejecutante un beneficio de
restitución del término extintivo para la presentación de su acción,

Transcurrido entre la fecha de exigibilidad de la obligación mercantil que ha


señalado el Ad-quem como el día 23 de diciembre de 2010, y la notificación en
forma legal y válida del mandamiento de pago por la vía ejecutiva, el día 30 de
marzo de 2015. Con respecto al artículo 1650 del Código de Comercio, la
casacionista considera que la sentencia impugnada violó el tercer inciso de
esta norma (que establece que la prescripción ordinaria en materia mercantil
tiene excepciones) porque no aplicó el tercer inciso de la misma, pues afirma
que de haberlo aplicado habría contemplado que la prescripción ordinaria en
materia mercantil tiene excepciones, que exigen una cantidad de tiempo mayor
o menor que el establecido en la norma comentada.

En cuanto a la infracción del numeral 7 del artículo 1652 del Código de


Comercio, que establece que prescriben en tres (3) años las acciones
derivadas de los contratos de arrendamiento financiero, de contratos de
factoring y de todos los contratos bancarios o financieros, ya que de haberla
aplicado hubiese concluido que el acto mercantil suscrito por
PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S. y la entidad bancaria MULTIBANK,
INC., era un contrato bancario, por lo que le era aplicable el término extintivo
establecido en la norma que se estima infringida. La casacionista considera
que operó el término de la prescripción para los contratos bancarios, porque
había transcurrido en exceso el término de tres (3) años que establece la
norma citada.

En este punto, resulta conveniente recordar que la infracción de normas


sustantivas de derecho en el concepto de violación directa se produce cuando
se contraviene o contraría o desconoce el texto de una norma o se deja de
aplicar a un caso que requiere de su aplicación - independientemente de toda
cuestión de hecho. Para ello necesita examinar los hechos conforme aparecen
consagrados en la sentencia impugnada.
Aclarando: La violación directa se produce cuando entendida directamente una
norma, clara, explicita, y sin haber sido objeto de un análisis interpretativo, deja
de ser aplicada al caso pertinente o cuando la norma se aplica desconociendo
un derecho en ella consagrado en forma clara o cuando se le hace producir
efectos contrarios a dicha norma.

La violación directa se produce independientemente de toda cuestión de hecho,


ya que salvo que se invoquen las causales probatorias, el tribunal de casación,
en la primera fase, debe tener como hechos los reconocidos en la sentencia.

Según la elaboración J., se viola directamente la ley, bien por omisión, "cuando
se deja de aplicar un texto legal claro que ha debido aplicarse", o bien por
comisión, "cuando dicho texto se aplica desconociendo un derecho en él
consagrado en forma perfectamente clara"; en ambos casos con
independencia de toda cuestión probatoria. La violación directa se ha sub-
clasificado en violación directa por comisión y violación directa por omisión.
(J.F.P.A.E.G. de V. Casación y Revisión Civil, Penal y Laboral. Sistemas
Jurídicos, S., 2001. P. 104)

En otras palabras, esta causal se produce cuando el tribunal deja de aplicar


una disposición clara y específica a un caso concreto o cuando aplicada la
norma se desconoce el derecho que consagra.

De la lectura de la sentencia impugnada, se advierte que el tribunal Ad-quem


hizo uso de los artículos 1649 y 1650 del Código de Comercio, cuando expresó
entre otras cosas, lo siguiente:

"En ese sentido, conviene precisar que por medio de la prescripción se


extinguen las acciones, tal como se infiere claramente de lo dispuesto en los
artículos 1668 y 1698 del Código Civil, y en los artículos 1649, 1650 y
siguientes del Código de Comercio.

El artículo 1650 del Código de Comercio, en cuanto al término de la


prescripción señala que:

Al tenor de esta disposición, en concordancia con las cláusulas segunda y


tercera del Contrato de Préstamo suscrito por las partes, queda claro que la
fecha de vencimiento de la obligación, se fijó en un año, a partir de la fecha de
liquidación del préstamo, y desde allí, comienza a correr el término de
prescripción de la acción.

Al respecto, considera este Tribunal que la aseveración de la parte ejecutada


de que la liquidación del préstamo ocurrió el 31 de agosto de 2009, y que el
cómputo de intereses comenzó a partir del 1 de septiembre de 2009, no es más
que una mera argumentación que carece de sustento probatorio, máxime
cuando la fecha de la Escritura Pública que contiene el contrato de préstamo
comercial fue otorgada luego de más de tres meses (23 de diciembre de 2009).

Es decir que, conforme a la cláusula segunda del contrato, el pago total de la


obligación debió efectuarse el 23 de diciembre de 2010, fecha desde la cual
parte el cómputo de los cinco años para la prescripción de la acción y que se
extendió hasta el 23 de diciembre de 2015.

De la resolución transcrita se desprende que el tribunal Ad-quem determinó


que el momento en que debió efectuarse el pago total de la obligación es el 23
de diciembre de 2010; a partir de esa fecha computó el término de prescripción
de la acción para reclamar la totalidad de la obligación, que fijó en cinco (5)
años, concluyendo que en este caso indefectiblemente la acción no estaba
prescrita porque dentro del término fijado que vencía el 23 de diciembre de
2015, se hizo efectiva la notificación de la demanda ejecutiva a la sociedad
demandada (30 de marzo de 2015).

De lo expuesto, esta S. concluye que el tribunal Ad-quem no infringió el artículo


1649 del Código de Comercio de manera directa por comisión, pues en la
resolución recurrida se concluyó que la prescripción de la acción había sido
interrumpida con la presentación de la demanda conforme al Código Judicial,
toda vez que dentro del término de prescripción, que fijó en cinco (5) años, se
efectuó la notificación de la admisión de la demanda ejecutiva al representante
legal de la sociedad ejecutada PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S., el día
treinta (30) de marzo de dos mil quince (2015) -(ver f.442).

En otras palabras, la infracción del artículo 1649 del Código de Comercio en los
términos argumentados por la casacionista, no se configura, porque de acuerdo
a la sentencia impugnada, entre la fecha de exigibilidad de la obligación
mercantil señalada por el tribunal Ad-quem -veintitrés (23) de diciembre de
2010- y la notificación del mandamiento de pago por la vía ejecutiva -treinta
(30) de marzo de 2015-, no había transcurrido el término de prescripción que el
tribunal Ad-quem fijó en cinco (5) años. Ahora bien, con respecto a la infracción
del artículo 1650 del Código de Comercio, a juicio de esta S., de la lectura de la
sentencia impugnada, la casacionista se equivoca al expresar que la violación
directa se produce por omisión, pues resulta evidente que la norma fue
aplicada por el tribunal de alzada.

Recordemos que, según la elaboración jurisprudencial, la violación directa por


omisión se produce "cuando se deja de aplicar un texto legal claro que ha
debido aplicarse" con independencia de toda cuestión probatoria. (J.F.P. y Aura
E. Guerra de V. Casación y Revisión Civil, Penal y Laboral, 2001. P. 104)

Por lo que mal puede sostenerse que este precepto fue vulnerado porque no se
aplicó el tercer inciso de esta norma como base de la resolución.

En cuanto a la infracción del numeral 7 del artículo 1652 del Código de


Comercio, que establece que prescriben en tres años las acciones derivadas
de los contratos de arrendamiento financiero, de contratos de factoring y de
todos los contratos bancarios o financieros; a juicio de esta S. asiste la razón a
la casacionista en cuanto a que éste era el término de prescripción aplicable al
caso controvertido.

Tal como reconoció el tribunal Ad-quem, la obligación reclamada consta en la


Escritura Pública N°26,638 de fecha 23 de diciembre de 2009, adicionada por
la Escritura Pública N°595 del 11 de enero de 2010, ambas otorgadas ante la
Notaría Décima de Circuito de Panamá, por la cual PETROCOMERCIAL DEL
CARIBE, S. celebra contrato de préstamo comercial, garantizado con primera
hipoteca y anticresis de bienes inmuebles. (Ver fs. 434-435)

En la cláusula primera del contrato de préstamo comercial,


PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S.reconoció deberle al banco una suma de
dinero que recibió de éste en calidad de préstamo, el cual utilizaría para
cancelar las obligaciones que mantenía para con este mismo banco y las
cuales constaban en el Contrato de Línea de Crédito Decreciente suscrito entre
los mismos.
El préstamo puede ser definido como una operación por la cual una persona,
natural o jurídica, pone a disposición de otra una cantidad determinada de
dinero u otra cosa fungible, mediante un contrato, y se adquiere la obligación
de devolver esa cantidad de dinero en un plazo de tiempo establecido por las
partes, así como pagar los intereses acordados. Por su parte, el préstamo
comercial lo define nuestra legislación mercantil delimitando que la cosa
prestada se debe destinar a un acto de comercio. Define, como regla general y
salvo pacto en contrario, que el préstamo sea siempre retribuido, lo cual
consistirá por defecto en el pago de intereses (artículos 795-796 del Código de
Comercio). El contrato de préstamo mercantil, será bancario en la medida en
que una de las partes contratantes sea una entidad de crédito que reciba de
sus clientes depósitos o fondos para realizar operaciones financieras; en
definitiva, que una de las partes contratantes se trate de un banco, y que el
contrato tenga por objeto alguna operación financiera, como se trata
precisamente del contrato que une a las partes en la presente controversia.

Dicho lo anterior, el documento presentado como título ejecutivo, en efecto


contiene un contrato de préstamo comercial celebrado entre MULTIBANK, INC.
(el banco) y PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S. (persona jurídica), que
contiene las obligaciones del banco y la de su cliente contratante. Por lo tanto,
repetimos que el contrato principal que vincula a las partes es un contrato
bancario.

En ese orden de ideas, es viable concluir que el Tribunal Superior en la


sentencia recurrida en casación, infringió el numeral 7 del artículo 1652 del
Código de Comercio cuando aplicó el artículo 1650 del mismo código, que
establece la prescripción ordinaria en materia comercial, en lugar de la norma
especial que establece un plazo diferente para las acciones derivadas de los
contratos de arrendamiento financiero, de contratos de factoring y en general
de todos los contratos bancarios o financieros, error que resulta de
trascendencia, pues, en opinión del Tribunal Superior la notificación realizada el
treinta (30) de marzo de dos mil quince (2015) se hizo efectiva dentro del
término de prescripción que fijó en cinco años, el cual, a su juicio inició el
veintitrés (23) de diciembre de dos mil diez (2010) y se extendía hasta el
veintitrés (23) de diciembre de dos mil quince (2015).
Es así como se ha demostrado en esta causa la infracción de normas
sustantivas de derecho en el concepto de violación directa, pues no se ha
aplicado al caso en examen la norma contenida en el artículo 1652.7 del
Código de Comercio, a pesar de que era imperativa su aplicación para resolver
la cuestión controvertida. Como quiera que se ha demostrado la causal de
casación comentada, es de aplicación a su vez el artículo 1195 del Código
Judicial, esto es, infirmar la decisión recurrida y colocarse esta S. de lo Civil en
la posición que tenía en su momento el Primer Tribunal Superior del Primer
Distrito Judicial. Veamos.

Sentencia de reemplazo

La demandada PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S., quien excepciona


prescripción, fundamenta su recurso de apelación contra la decisión de primera
instancia, en dos aspectos:

El primero es que el tribunal a quo determinó que la obligación era exigible a


partir del momento en que el banco acreedor generase un documento
denominado "Certificación de Saldos", soslayando que las partes pactaron
plazos para el cumplimiento de las obligaciones del deudor.

El tribunal de primera instancia observó que "la cláusula décimo quinta


(vencimiento anticipado) indica con claridad que las partes convienen en que el
banco podrá considerar la deuda de plazo vencido y en consecuencia proceder
al cobro judicial si la deudora incumpliera con el pago de intereses y capital en
la forma pactada en el contrato". Agrega que partiendo "desde la premisa de
que la obligación es exigible desde la emisión de la Certificación de Saldos, es
decir, desde el 16 de junio de 2010, entonces desde ese momento comienza a
correr el término de prescripción de la acción". (Cfr. fs. 371-372)

En este punto, este tribunal de instancia considera que la recurrente se


equivoca al señalar que el término de prescripción comenzó a correr el primero
de diciembre de 2009, un día después de la fecha de liquidación de préstamo;
pues, si bien es cierto que el contrato establecía que la deudora pagaría la
suma adeudada, más los intereses hasta su cancelación, dentro de un plazo de
un año contado a partir de la fecha de la liquidación del préstamo, no menos
cierto es que de las constancias en autos no se ha acreditado que la liquidación
se hizo en esa fecha, como acertadamente señaló el tribunal Ad-quem.
(cfr.fjs.16, 388, 440). En otras palabras, el término de prescripción de las
acciones mercantiles debe computarse desde el momento en que la misma se
haga exigible, lo que en el presente caso ocurriría en un año contado a partir
de la fecha de la liquidación del préstamo, de acuerdo a lo pactado.

Ahora bien, la ejecutante conforme a lo dispuesto en el contrato hizo uso de su


derecho y dio por vencida la obligación de manera anticipada, exigiendo su
cumplimiento a través de la demanda ejecutiva hipotecaria presentada el día
uno (1) de septiembre de dos mil diez (2010); entonces, a juicio de esta S.
desde esa fecha debe contarse el término de prescripción de la acción
mercantil conforme al numeral 7 del artículo 1652 del Código de Comercio, que
resulta aplicable a la presente controversia, que es de tres (3) años.

El segundo aspecto cuestionado por la ejecutada apelante es si la presentación


de la demanda ejecutiva hipotecaria propuesta tuvo la virtualidad de interrumpir
el término de la prescripción. Específicamente, hace referencia a la notificación
del auto de mandamiento de pago surtida el día treinta (30) de marzo de dos
mil quince (2015), ya que la primera notificación surtida el siete (7) de enero de
dos mil once (2011), mediante el defensor de ausente designado por el tribunal
A-quo, fue declarada nula.

Llegados a este punto, y atendiendo a la alegación de la parte ejecutada que


opone la excepción de prescripción, conviene hacer mención de las
circunstancias en que se dio la notificación de 30 de marzo de 2015. Como
bien se apunta y consta en autos, hubo una primera notificación el 7 de enero
de 2011, que indudablemente fue hecha dentro del término que determina
nuestra legislación para interrumpir la prescripción cuando de contratos
bancarios se trata, y que ha quedado debidamente explicada en párrafos
anteriores. Pero, una vez finalizado el proceso ejecutivo, incluyendo el remate
judicial y la adjudicación definitiva del bien hipotecado y luego embargado,
PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S. interpuso un recurso de revisión que
rindió méritos en esta S. de lo Civil basado, no en un actuar fraudulento de la
parte demandante MULTIBANK, INC., como lo sería por ejemplo mentir sobre
el paradero de la demandada, sino por un asunto que escapaba por completo
de su voluntad, pero que sin embargo fue suficiente para que la Corte
considerara que la primera notificación, surtida como se dijo el 7 de enero de
2011, fuese declarada nula, ordenando retrotraer el proceso ejecutivo a ese
momento para subsanar la nulidad (Fs. 314-316 y 354-357). Es así como se
produjo la nueva notificación del proceso ejecutivo el 30 de marzo de 2015, de
la que se vale la parte ejecutada para sostener que la obligación que se había
ejecutado pero que fue anulada, se encuentra ahora prescrita.

Así visto el panorama fáctico, la parte ejecutada busca aprovechar una falencia
procedimental no cometida por su contraparte, para que esta última no consiga
ejecutar una obligación asumida por aquella, clara, exigible y de plazo vencido
que asciende a la suma de CUATROCIENTOS CINCUENTA Y SEIS MIL
QUINIENTOS SETENTA Y SEIS BALBOAS con 76/100 (B/.456,576.76). Sin
embargo, no hemos de perder de vista que la prescripción extintiva de la acción
debe siempre interpretarse restrictivamente, y que la figura entraña no sólo el
paso del tiempo, sino también la inactividad o inercia del titular de la acción.
Dicen al respecto los autores L.D. y A.G.:

"Pero el transcurso del tiempo fijado en la ley no es suficiente para perfilar la


prescripción. Es uno de sus dos presupuestos. El otro lo constituye la falta de
ejercicio del derecho.

La falta de ejercicio del derecho es la inercia o la inactividad del titular (p.ej.,


acreedor que no reclama el pago de la deuda, propietario que no impide que un
tercero usufructúe su finca). No obstante, esta falta de ejercicio debe ir unida a
una falta de reconocimiento del derecho por parte del deudor o sujeto pasivo de
la pretensión que contra él se tiene. Por esto algunos autores hablan de la
necesidad del 'silencio de la relación jurídica'.

La interpretación de las normas sobre la prescripción, se ha sostenido


reiteradamente en la jurisprudencia, ha de hacerse en un sentido restrictivo
pues es una institución que no se basa estrictamente en la justicia, lo que
quiere decir que debe tener como finalidad el mantenimiento de la acción
presuntamente afectada. Pero esta dirección interpretativa no puede llevar a
afirmar que ha existido interrupción de la prescripción cuando no se está en
presencia de los hechos que la ley considera como tales y únicamente ellos."
(Sistema de Derecho Civil. Volumen I. Undécima Edición, tecnos, 2003, pág.
442-443) (Subraya la S. Civil).

Si bien es cierto que la notificación digamos válida fue realizada el 30 de marzo


de 2015, no es menos cierto que la anterior de 7 de enero de 2011, a la vista
de quien legítimamente ejercía su derecho de acción, también lo era, pues
repetimos que la anulación de dicha notificación no se debió en medida alguna
a un actuar injustificado o fraudulento del banco ejecutante, como queda visto
de la decisión de la S. Civil que en última instancia accedió a la Revisión. De
ahí que no sea justo, válido y apegado a la lógica que la ejecutante deba
soportar una supuesta prescripción que no sería producida por su inercia o
inactividad sino por los hechos de un tercero completamente ajeno a la
presente ejecución hipotecaria con renuncia de trámite.

En la práctica totalidad de los casos que ha tocado juzgar a la Jurisdicción, la


inercia o inactividad de la parte acreedora va unida al transcurso del tiempo
para que opere en toda regla la prescripción extintiva de su acción, pero en
este caso sucede lo contrario, puesto que la parte ejecutante soportaría una
consecuencia jurídica no conforme en puridad con la hipótesis de la norma que
esgrime como fundamento la parte ejecutada. Esta S. de lo Civil no puede
mantener una postura indiferente ante una alegación como la discutida en esta
sede, lo cual dicho en otras palabras, conlleva el no reconocimiento de la
excepción de prescripción solicitada por PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S.,
puesto que no se debe computar el término que duró en discusión la
notificación irregular producto de actuaciones que son por completo ajenas a la
voluntad de la parte ejecutante MULTIBANK, INC., esto es, el tiempo en que se
sustanció y decidió el recurso de revisión.

Visto así el asunto, no puede considerarse prescrita la acción de la


demandante para ejecutar la deuda que indudablemente tiene para con ella,
PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S., asunto sobre el cual no hay debate
dada la naturaleza de los procesos ejecutivos prevista en los artículos 1612 y
1734 del Código Judicial, y sobre el cual la parte demandada no ha opuesto
defensa suficientemente válida.

Como colofón, sirve al propósito de la resolución del presente asunto, el fallo


de 13 de diciembre de 2004, en que se discutió un tema similar al que ahora
trata esta S.. Dice el fallo en su parte pertinente, lo siguiente:

Dicho en otros términos, de haberse declarado nulo el contrato de prenda


mediante el cual Inversiones Saturno garantizaba con su depósito a plazo fijo
cualquier deuda que contrajese Inmobiliaria Arlequín, S. o R.I.B. con el Banco
Central, el Banco hubiese tenido que devolver a Inversiones Saturno, S. el
dinero descontado de su depósito a plazo fijo por la deuda contraída por R.I.B.,
en razón del Pagaré No. 00873; por lo que, no habría sido necesario que
Á.C.M. y A.E. de Cabal, accionistas de Inversiones Saturno, S., hubiesen
entablado el proceso ejecutivo, porque ya su crédito habría sido satisfecho por
el Banco Central.

El juzgador, luego de emitido el fallo de esta S. de Casación en 1996, acogió la


solicitud de desglose y endoso calificado para que Á.C.M. y A.E. de Cabal se
pudiesen subrogar en los derechos del Banco Central, S.

Por tanto, este Tribunal no estima que se haya incurrido en las infracciones que
la casacionista le endilga al acto impugnado, puesto que, si bien es cierto, las
normas aludidas consagran la impostergabilidad de los términos para el
ejercicio de las acciones de actos mercantiles; no puede prescindir el juzgador
de observar que el documento que presta mérito ejecutivo fue objeto de debate
dentro del proceso ordinario y que, quienes reclaman su cobro, lo hacen luego
de haberse subrogado en los derechos del Banco, que ya lo hizo efectivo. Por
tanto, se están resarciendo de lo ya pagado.

Y esto ha sido luego de un proceso que duró de 1988 a 1996. Por lo que, en
efecto, el pagaré no circuló dentro del mundo mercantil. Era pieza de un
proceso y objeto de debate. Circunstancias que tampoco eran desconocidas
por la casacionista, toda vez que, aun cuando R.I.B. no era litis consorte dentro
del proceso ordinario, fue llamado a declarar, por lo que resulta claro, que sí
tenía conocimiento de las pretensiones de Inversiones Saturno, S. de
resarcirse del dinero que les fue descontado producto del Pagaré No. 00873 y
de la línea de sobregiro, otorgados a R.I.B.. Y, de su testimonio (fs. 241 a 253)
se desprende que, además de tener pleno conocimiento de lo acontecido entre
Inversiones Saturno y el Banco Central, a su entender estaba anuente de que
el pagaré fue declarado vencido anticipadamente, tal como se ha dejado
transcrito líneas atrás, a juicio del Primer Tribunal Superior constituye un acto
de reconocimiento de la deuda. Ciertamente, el juzgador que atendió el
proceso de ejecución ponderó precisamente los términos establecidos en la
legislación al momento de reconocer si procedía la prescripción. No puede
aspirar la casacionista que se desconozcan elementos como los resaltados que
han acontecido dentro de un proceso en sede jurisdiccional.

La prescripción se impone como sanción por la inercia del acreedor. En este


caso, no puede alegarse tal prescripción, toda vez que no ha habido desidia en
los reclamantes, Á.C.M. y A.E. de Cabal (Inversiones Saturno, S.A.), pues el
proceso ordinario lo iniciaron precisamente para obtener el reembolso del
dinero que les fue descontado al declararse vencido el Pagaré." (Recurso de
Casación promovido por Inmobiliaria Arlequín, S. en el cuaderno de Excepción
de Prescripción de la Obligación)

Al igual que el precedente transcrito, no puede sostenerse válidamente que ha


ocurrido prescripción extintiva de la acción, pues no se evidencia inactividad o
inercia de la parte acreedora y demandante en esta cuerda ejecutiva. Al
interpretar las afirmaciones de hecho de la parte excepcionante, no es de lugar,
pues, acceder a la excepción planteada. De ahí que la Corte confirme la
decisión de primera instancia, pero por las razones expuestas en la parte
motiva de la presente resolución judicial.

PARTE RESOLUTIVA

En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE LO


CIVIL, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la
Ley, CASA la resolución de fecha 20 de mayo de 2019, proferida por el Primer
Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial, dentro del cuadernillo contentivo
de la excepción de prescripción presentada por PETROCOMERCIAL DEL
CARIBE, S. en el proceso ejecutivo hipotecario con renuncia de trámite que le
sigue MULTIBANK, INC.; y, convertida en tribunal de instancia, CONFIRMA la
Sentencia No.33 de 14 de julio de 2016 del Juzgado Quinto de Circuito del
Primer Circuito Judicial de Panamá, que niega la excepción de prescripción
ensayada por PETROCOMERCIAL DEL CARIBE, S., e impone costas por la
suma de QUINIENTOS BALBOAS CON 00/100 (B/.500.00), pero por las
razones expuestas en la presente decisión.

Sin condena en costas de casación.

N.,
ANGELA RUSSO DE CEDEÑO
OLMEDO ARROCHA OSORIO ----- HERNÁN A. DE LEÓN BATISTA
SONIA F. DE CASTROVERDE (Secretaria)

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