El Cultivo Forestal Analisis Comparativo
El Cultivo Forestal Analisis Comparativo
El Cultivo Forestal Analisis Comparativo
Rigoberto Rivera1
Caracas, setiembre de 2019
2
1 INTRODUCCION
La experiencia de varios países en América del Sur, como Brasil, Chile y Uruguay,
indican que al momento actual la única manera de contrarrestar el deterioro del
sistema forestal primario natural y recuperar las cuencas hidrográficas, así como
proporcionar materia prima forestal a Venezuela, es por medio de la masificación de
las plantaciones forestales, para ofrecer madera y otros productos forestales en
abundancia y a menor costo que los extraídos de los bosques naturales, protegiendo
así éstos últimos, para que cumplan funciones de protección ambiental y de
producción de diversos productos de utilidad comercial2.
Por otra parte, tal como se expresa en el libro “Venezuela Energética”, de López y
Baquero, el destino del petróleo está marcado por una disminución en la demanda, a
partir de la década de 2030, tanto por razones de cambios tecnológicos en el campo
de la energía, como de exigencias derivadas de la emergencia del cambio climático,
de forma que la economía de Venezuela tendrá que encontrar otras opciones de
exportación aparte del petróleo.
3
2 RESUMEN EJECUTIVO
Actualmente se conoce como cultivo forestal a las plantaciones de árboles exóticos,
especialmente pinos y eucaliptos, que se establecen en áreas con poca aptitud
agrícola, y proveen materia prima a la industria de la madera y celulosa.
Adicionalmente, en este documento el concepto cultivo forestal se extiende para
abarcar el bosque natural, el cual, a través de una institucionalidad adecuada, podría
producir diversos servicios ambientales con valor de mercado, como agua, y
oxígeno, así como otros productos del bosque en base a prácticas sustentables.
3 “Los bosques tienen valores en biodiversidad, conservación de suelo y cursos de agua, que pueden
superar el valor de la madera que proveen. Sin embargo, ya se han perdido millones de hectáreas
de bosques por el reemplazo con agricultura y ganadería. Por este motivo, diversas organizaciones
ambientales apoyan las plantaciones forestales gestionadas sosteniblemente como una opción para
proveer madera, quitando presión a los bosques nativos, al menos, en la parte maderable. Las
proyecciones de demanda de madera realizadas por la WWF (World Wildlife Fund), indican que
para lograr que no se pierdan más bosques nativos se requerirán 250 millones de hectáreas de
plantaciones forestales para el 2050. Esto implica plantar globalmente siete millones de hectáreas
por año” http://www.agritotal.com/nota/36098-argentina-tiene-potencial-para-crecer-en-
plantaciones-forestales/.
4
degradadas y semiáridas, que pueden ser utilizadas para plantaciones forestales.
Por tanto, si en Venezuela existieran las políticas adecuadas para incentivar la
producción forestal en plantaciones a gran escala, así como para el manejo
productivo del bosque natural, sería posible no solo revertir los procesos de corte
ilegal de éste, sino también transformar el país en un importante actor en el comercio
de madera a nivel mundial, tal como se planteó hacerlo en la década de 1960,
cuando se comenzó la forestación en Uverito.
1. Mecanismos legales para dar carácter agrícola al cultivo forestal, tanto a los
bosques basados en especies exóticas de rápido crecimiento, como al
manejo sostenible del bosque natural, y sean considerados en forma similar a
otros rubros de ciclo largo, como frutales, caña de azúcar, café, cacao, palma
aceitera, cocos y pastos cultivados, entre otros.
4 Los pagos por servicios ambientales (PSA) es un mecanismo que obliga a los usuarios de agua
pagar a los productores de agua, que en este caso, son los propietarios de bosques naturales o
reforestados con especies que logren acumular el agua de lluvia y proveerla en forma adecuada al
subsuelo y los arroyos y ríos que abastecen las instalaciones de captación de agua para riego o
uso urbano, así como exógeno, dentro de la política mundial de intercambio de bonos por captura
de gas carbónico atmosférico.
6
Las ventajas y posibilidades para Venezuela de adoptar esta estrategia son las
siguientes:
2. Potencial del bosque natural. Del total del territorio, 60 millones de hectáreas
son bosques naturales, en diversos grados de intervención, que son de
propiedad pública. Dentro de este territorio, hay 30 millones de hectáreas que
se han declarado como áreas de protección, como reservas y parques
nacionales. Los otros 30 millones de hectáreas tienen potencial productivo, de
las cuales unos 15 millones de hectáreas han sido decretados aptas para
explotación forestal sustentable, ubicadas en reservas, áreas de vocación
forestal y lotes boscosos. Entre los bosques más importantes destaca la
Reserva Forestal de Ticoporo, en Barinas, que cuenta con una extensión de
187 mil hectáreas. Los otros 15 millones de hectáreas serían terrenos eriazos
con bosques naturales degradados y matorrales, potencialmente apto para
plantaciones forestales.
3. Rescate del bosque natural. En cuanto a los bosques naturales en los predios
privados y en los parques nacionales y áreas protegidas, hay diversos grados
de degradación. Parte de estos bosques de podrían rescatar, en un esfuerzo
de mediano y largo plazo, usando el mecanismo de los pagos por servicios
ambientales, pasando a ser un área de negocios agrícolas como zona de
producción de agua y oxígeno (sumideros de gas carbónico).
7
4. Ambiente y desarrollo sostenible. La mayor contribución de las plantaciones
forestales a gran escala, llevado a cabo con normas técnicas modernas, es
que, por razón de su enorme potencial de generación de materia prima
forestal, tiene el efecto de minimizar la presión de tala de madera sobre el
bosque nativo de protección, ayudando a la sostenibilidad ambiental. Los
incentivos a las plantaciones forestales deben tener también un componente,
y en algunos caos, exigencias, de recuperar los bosques nativos de
protección en las áreas de los predios no aptas para plantaciones. De hecho,
las empresas, en otros países de la región, que cultivan especies exóticas,
han comenzado a invertir recursos en la renovación del bosque primario en
sus áreas de influencia, así como están explorando otras áreas de trabajo,
como las prácticas de agroforestería y el uso de la madera como
combustibles para plantas de energía eléctrica. Esto ya ocurre en Brasil, Chile
y Uruguay.
8
6. El empleo es otro componente importante del desarrollo económico basado
en el cultivo forestal. Uruguay empleaba en 2015 unas 20.000 personas en
forma directa, de las cuales un 50% en labores silvícolas y un 50% en la
industria forestal y dos veces más en empleo indirecto. En Chile (2013) el
empleo forestal directo, mediana y gran silvicultura e industria, empleaba en
torno a las 120.000 personas, representando el 1.5% de la fuerza laboral
nacional. Adicionalmente, se creó un estimado de tres empleos indirectos por
cada empleo directo, llegando a 350 mil empleos. Estas proporciones del
empleo entre directos e indirectos se consideran similares en todos los países
en el sector de plantaciones.
10. Energía. En todos los países analizados crecen las expectativas del uso de la
madera para plantas de energía eléctrica. En Brasil destaca que gran parte de
la producción de acero se alimenta con energía a partir de la madera y ahora
9
se está desarrollando el uso y la exportación de pellets de biomasa para la
producción de energía eléctrica. En Chile y Uruguay hay varios estudios y
proyectos pilotos para convertir los desechos en combustible para plantas de
energía eléctrica. De hecho, en Uruguay, para el año 2018, ya el 40% de la
matriz de energía eléctrica se producía usando residuos de la industria de
celulosa. En los tres países ya se ha comenzado a cultivar bosques
especialmente diseñados para obtener biomasa para electricidad. Esta
también es una posibilidad para Venezuela.
13. Perspectivas a futuro del rubro. A nivel mundial, las plantaciones representan
el 7% del total de bosques, mientras en América sólo el 2.5%. Por tanto, el
continente está atrasado en este espacio del desarrollo económico, pero
muchos países están aumentando sus plantaciones. Por otra parte, la
celulosa es un producto cuya demanda crece a cifras del orden del 2.3%
10
anual y por el momento no se detecta indicios de descrecimiento. Uruguay
exportó unos 450 dólares por habitante al año en 2017, con proyecciones de
llegar a 700 próximamente, con la puesta en marcha de una tercera planta
actualmente en construcción, mientras en Venezuela el promedio de las
exportaciones petroleras por habitante ha sido de unos 1.000 dólares por
habitante5. Esto nos da un panorama comparativo del potencial exportador del
sector forestal versus el petróleo, con la perspectiva de largo plazo que la
demanda en el sector forestal va en alza mientras el petróleo va en baja. Por
otra parte, se detecta que la tasa de establecimiento de plantaciones nuevas
en Chile y Uruguay ha disminuido, porque están llegando a sus límites
territoriales aptos, mientras que en otros países de América del Sur está
comenzando un auge de plantaciones a gran escala, como son los casos de
Argentina, Colombia, Perú y Paraguay. Venezuela puede retomar el impulso
de la década de 1960 y unirse a esta nueva ola de desarrollo forestal.
5 Entre 1990 y 1998, con precios bajos, las exportaciones petroleras per cápita anuales fueron de
unos 650 dólares. Entre 1998 y 2008, con precios medios del petróleo, Venezuela exportó un
promedio de 1.100 dólares por habitante anual. Hubo un par de años (2011-2012), con el petróleo a
más de 110 dólares por barril, cuando las exportaciones llegaron a unos 4.000 dólares per cápita
anual. En 2016, Venezuela exportó petróleo crudo y refinados por 21.000 millones de dólares, lo
cual equivale a una exportación per cápita anual de 700 dólares. Esta tendencia a la baja se está
consolidando en estos últimos tres años.
11
permite el funcionamiento de dos plantas de celulosa y papel de tamaño
pequeño con una demanda de corte de unas 20 mil hectáreas por año.
2. Con una tasa de corte de 20 mil hectáreas al año, en quince años se habría
cosechado la mayor parte del bosque de Uverito. Por lo cual, la política
forestal debería, simultáneamente con el inicio de la fase industrial, comenzar
la etapa de plantaciones, ya que los primeros árboles plantados deberían
estar disponibles para corte a los 16 años, que es su edad óptima de
cosecha. Al comienzo se podrían sembrar unos pocos miles de hectáreas al
año y, en la medida que se adquiere experiencia, aumentar paulatinamente el
volumen de las plantaciones. Hay que prever que, una vez agotada la reserva
de Uverito, las plantas industriales van a necesitar 20 mil hectáreas para corte
cada año.
12
Por tanto, la propuesta que se plantea en este documento es que uno de los
mecanismos más eficiente para lograr los objetivos fundamentales para el progreso
rural sostenible en Venezuela, es desarrollar una política forestal moderna.
3 CONCEPTOS BÁSICOS
En Venezuela, desde hace muchas décadas, los gobiernos tuvieron la intención de
impulsar el sector forestal de plantaciones, y de proteger los bosques naturales, pero
los resultados no se han ajustado a las expectativas. Las plantaciones se
estancaron, la fase industrial de las mismas no se llevó a cabo y los árboles se han
envejecido, estando afectados por diversas plagas y enfermedades. Como
respuesta a la poca oferta materia prima forestal, el corte del bosque natural para
madera se ha intensificado, siendo uno de los más altos de la región.
En otra sección, el mismo documento afirmaba que: “El enorme rezago del
desarrollo forestal venezolano frente a países como Brasil, Chile y Colombia,
inimaginable en los años 70’s cuando Venezuela ostentaba un marcado liderazgo
organizacional y tecnológico en el sector, ha sido en buena parte consecuencia de la
13
falta de coherencia y entendimiento entre los diversos componentes institucionales,
públicos y privados, del sector forestal, lo que impidió potenciar las extraordinarias
ventajas comparativas del país. Sin la adecuada articulación no será posible cambiar
la situación actual, ni detener la pérdida de oportunidades y recursos naturales.”6.
No obstante, en las leyes promulgadas en los años 2008 y 2013, no se percibe que
se haya tomado en cuenta la visión expresada en el PNDSF, de 2003, sino, al
contrario, se adoptó un enfoque de desarrollo del sector forestal socialista, basado
en un rechazo a la iniciativa privada, endógeno (sin exportación), y fuertemente
punitivo. El núcleo de la legislación consiste en castigar al que corta un árbol sin
permiso, pero no promueve el mejoramiento del ambiente, ni tiene elementos que
detengan la corrupción, de modo que el castigo no se aplica. Esto ha castigado aún
más al sector.
14
siembran, se ralean, se fertilizan, se los protege contra las plagas, se cosechan, y se
siembran de nuevo, a los fines de obtener un beneficio para la sociedad, tanto
económico como de sostenibilidad ambiental. Por otra, se propone establecer un
proceso de producción de servicios ambientales, concepto que se utiliza para
describir formas de manejo del bosque natural que permitan maximizar la
disponibilidad de agua y oxígeno, de forma que los productores reciban un pago por
parte de los usuarios. Esto, adicionalmente, contribuirá a mejorar la disponibilidad de
agua, así como contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Es decir, estas nuevas políticas se basan en una concepción del manejo de los
bosques como un negocio rentable, produciendo materia prima para la industria
forestal, diversos subproductos del bosque natural, servicios ambientales (agua y
oxígeno), entre otros, que implique beneficios tanto para el productor, para las
cadenas industriales, para el ambiente, así como para la economía y la sociedad en
general.
El aspecto más relevante de esta política es que permitirá que haya abundancia de
materia prima forestal, lo que hará innecesaria la materia prima proveniente del
bosque natural, por lo cual la conservación del mismo será más simple y podrá
funcionar como un factor clave del desarrollo sostenible del país.
La política también plantea que la nueva estrategia de desarrollo del sector sólo será
posible si existe un marco legal adaptado a estos principios, que distinga entre el
bosque de plantación para producir materia prima forestal masiva, del bosque nativo,
con fines de producción más diversos, pero priorizando el ambiente y la producción
de servicios ambientales. Igualmente, será necesario reformar y crear instituciones
del Estado, que tengan un carácter más técnico y de supervisión y menos de
intervención en la producción. El Estado debe reservarse un rol de promotor de las
nuevas políticas forestales, pero, al mismo tiempo, realizar grandes esfuerzos para
la construcción de una cultura forestal sostenible, enfatizando el rescate de los
bosques naturales como un aspecto estratégico para la supervivencia de la Nación.
15
3.2 Desarrollo de la legislación forestal en Venezuela
La legislación para el desarrollo económico del sector forestal, en el sentido que
incentiva o anula los esfuerzos privados de producción, es uno de los componentes
principales de cualquier desarrollo forestal moderno. En Venezuela, la legislación
forestal tradicionalmente ha estado fuertemente inclinada a la protección y no a la
producción, y ha sido enemiga de los desarrollos empresariales. Esto ha
determinado que el desarrollo forestal del país esté por detrás de los avances que
han conseguido los demás países de la región. También, una característica de
Venezuela ha sido la inestabilidad legislativa.
La Ley de Bosques, de 1910, es muy breve, de sólo siete artículos, se refiere sobre
todo a la protección de los bosques de las cabeceras de los ríos para proteger las
fuentes de agua. Dispone que los propietarios de tierras agua abajo pueden prohibir
la tala de bosques aguas arriba si hay peligro de escasez de agua. Tanto el Estado,
16
como los propietarios afectados, pueden ordenar legalmente la reforestación de los
bosques talados indebidamente. Por último, considera la expropiación de predios
que talen el bosque y afecten la provisión de agua para la agricultura y las áreas
urbanas. Los bosques son una competencia municipal.
La Ley de Montes y Aguas, de 1919, mantiene gran parte del articulado de la ley
anterior, pero con algunas novedades. Separa claramente los artículos de los
montes de los artículos referentes a las aguas, y en ambos casos, hay montes y
agua de propiedad pública y de propiedad privada. También introduce el tema de las
concesiones para la explotación de los bosques públicos y los impuestos a la
industria forestal. La madera se comienza a medir en metros cúbicos y se instalan
las guías de circulación para productos forestales.
Ley de Montes y Aguas de 1921, especifica más el tema de los impuestos y las
competencias del Ministerio de Fomento y el servicio de guardabosques.
17
y los procedimientos para las concesiones y se especifican más regulaciones
respecto de los bosques en las cabeceras de los ríos.
Ley Forestal de Suelos y Aguas, de 1955, en donde resaltan dos temas. Las penas
por tala ilegal o quema son más severas e incluyen cárcel. Y también, se nota un
interés en el bosque, no sólo como protector de las fuentes de agua sino también
con fines comerciales. Hay un capítulo completo sobre repoblación, sin mencionar
todavía la idea de la plantación forestal.
Ley Forestal de Suelos y Aguas, de 1966, la cual al igual que la anterior de refiere a
los suelos y a las aguas y está dirigida fundamentalmente a la protección forestal.
También, por primera vez, una ley regula los parques nacionales, monumentos
naturales, reservas de regiones vírgenes y reservas forestales. Esta fue la ley
forestal de mayor duración, más de 40 años.
18
Sin embargo, en todo ese período, inclusive habiendo ocurrido el programa de
reforestación de Uverito, con unas 400 mil hectáreas plantadas, en Venezuela no
hubo los cambios en las políticas para incentivar las plantaciones forestales, tales
como las observadas en otros países de la región, en donde se comenzó a
incentivar los cultivos comerciales a gran escala. En cuanto a plantación de Uverito,
incluso habiendo sido promovida por el Ministerio de Agricultura y Cría, no queda
claro los propósitos finales de la misma, ya que, en vez de contribuir con materia
prima para la industria, tuvieron mayor fuerza los criterios de que el nuevo bosque
plantado tuviera fines de protección ambiental.
8 Después de 50 años de desarrollo las plantaciones de Uverito, de pino Caribe, están sobre maduras
y fuertemente afectadas por enfermedades, de forma que se ha reducido su potencial productivo.
19
pero, sin embargo, la posibilidad de crear una industria forestal en manos privadas
fue poco considerada. Al contrario de los países citados, donde las plantaciones y
los bosques pueden ser privados y ser usados para generar bienes de mercado, un
aspecto estratégico del Decreto-ley es que declara todo bosque, de plantación o
natural, en tierras públicas o privadas, bajo la tutela del Estado y se los define como
elementos protectores del ambiente, y apenas en forma secundaria, sujetos de
explotación económica9. De acuerdo con Ríos (2015) “El decreto-ley ratifica el
principio de soberanía del Estado sobre el patrimonio natural de la Nación y se
sientan las bases para desarrollar potencialidades y ventajas comparativas en
materia forestal. Se declara de utilidad pública o la servidumbre ecológica, con lo
que el Estado reafirma la supremacía del interés colectivo sobre el particular en
materia ambiental, consagrada ya en la constitución de 1961 y ahora ratificada
expresamente en la Ley Magna del año 2000 con la consagración del derecho
humano a gozar de un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado.” Esta
negación al uso de las plantaciones para procesos industriales de tipo empresarial
fue parte de la política socialista que, en último término, reserva esta función al
Estado y al tipo de concesión para su explotación que éste apruebe, privilegiando a
las comunidades o cooperativas, para producir bienes de bajo nivel de elaboración
para el mercado nacional.
9 Ley de 2008. “Articulo 3. Patrimonio Forestal. EI patrimonio forestal del país abarca la totalidad de
los ecosistemas y recursos forestales comprendidos en el territorio nacional, incluidos los bosques
nativos, plantaciones forestales. arboles fuera del bosque, así como también las tierras forestales y
las formas de vegetación no arbórea asociadas o no al bosque.”
20
cual ameritaba una actualización urgente tanto en su forma como en su estructura y
contenido.” Tales carencias marcaron el rumbo de la nueva política forestal en
preparación y que promulgada en 2013.
En otro artículo de la Ley de 2013 se describen los tipos de patrimonio forestal, que
incluye hasta los árboles de las plazas públicas, todos los cuales son parte de la
gestión del Estado. Si bien en el artículo 7, parágrafo 4, se indica la promoción de
las plantaciones de uso múltiple y los sistemas agroforestales, no hay referencias
adicionales sobre su naturaleza, exceptuando la reafirmación de que son parte del
patrimonio nacional y deben acogerse a la ley del mismo modo que el bosque
natural. Luego, en el Artículo 42, se avanza en la descripción de tipos de bosques:
“El patrimonio forestal del país comprende todos los tipos de bosques naturales o
plantados, los árboles fuera del bosque, otras formaciones vegetales no arbóreas
asociadas o no al bosque, las tierras de vocación forestal y los productos forestales.
21
El artículo 44 define las características del bosque plantado, que debe ser en
superficies mayores a media hectárea. Los capítulos siguientes definen otros tipos
de formaciones vegetales no-arbóreas y las tierras con vocación forestal.
Más adelante la Ley de Bosques de 2013 regula los bosques en tierras de propiedad
privada, que dice en el artículo “Artículo 61. Los propietarios u ocupantes de tierras
forestales están obligados a desarrollar actividades referidas a la conservación del
patrimonio forestal, manejo de bosques con fines diversos o establecimiento de
bosques plantados y sistemas agroforestales, considerando las potencialidades,
características y condiciones particulares del área. En caso de tierras forestales
desprovistas de vegetación es obligatorio para sus propietarios u ocupantes, su
reforestación con fines tanto protectores como productores mediante el
establecimiento de bosques y sistemas agroforestales que incorporen especies
forestales autóctona y exótica, según los resultados de la caracterización y
evaluación físico ambiental del terreno. El Estado, a través de sus órganos y entes
competentes, velará por el cumplimiento de esta condición legal relativa al uso y
desarrollo de actividades en tierras forestales.”
En el tema de la producción forestal, Ríos (2915) dice que en la Ley: “El tratamiento
de las cadenas productivas forestales es igualmente novedoso, con mecanismos de
cooperación, integración, complementariedad y fortalecimiento de las industrias del
sector forestal; se conformarán a partir de convenios entre productores de materia
prima forestal e industrias dedicadas al aprovechamiento, transformación, transporte,
22
comercialización y distribución de productos provenientes del bosque y sus
derivados. En este punto también se tratan las redes socioproductivas forestales, las
industrias forestales, la distribución comercialización de los productos del bosque.”
A partir del Artículo 62 hasta el 83 la Ley refiere a diversos temas de protección del
patrimonio forestal y regulaciones sobre su explotación. En la siguiente sección trata
de la explotación de los bosques primarios o naturales, lo cual es un monopolio
estatal. “Artículo 86. La distribución de los productos primarios del bosque derivados
del patrimonio forestal nacional, está adscrita a la empresa nacional forestal con
competencia en la materia, según lo establezca el Reglamento de esta Ley.”
23
Consejos Comunales10, con el propósito único de abastecer el mercado nacional. La
Ley prohíbe explícitamente las exportaciones de productos forestales. De acuerdo
con la ley las plantaciones forestales tienen las mismas finalidades y regulaciones
que los bosques naturales y, además, no se pueden plantar como monocultivos, sino
en asociación con árboles nativos, porque su fin último no es la producción sino la
conservación. En esta situación la materia prima que pueda resultar de la plantación
es una consecuencia marginal del propósito principal proteccionista. Por el mismo
motivo el Certificado de Incentivo Forestal incluido en la Ley no tuvo significado
práctico. La Ley en general no se ha aplicado, con excepción de los controles, lo
que, a su vez, no han sido aplicados en forma efectiva por la falta de medios,
recursos y personal idóneo que la aplique efectivamente. Sin embargo, si tuvo un
significado práctico opuesto, ya que redujo la industria forestal comercial y aumentó
la explotación ilegal del bosque natural. En el período se expropiaron y cerraron
varias industrias de papel y se retiraron algunas concesiones para la explotación del
bosque de Uverito concedidas en la década de 1990. Al mismo tiempo, la
explotación ilegal es un hecho de dominio público, con la complicidad de las
autoridades y personal que supuestamente debe proteger los bosques.
10 Se inscribe en la legislación diseñada para implantar el socialismo en el país e incluye leyes tales
como la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno, la Ley Orgánica de los Consejos
Comunales, así como la legislación relativa a la organización y funciones de las Comunas, la
Economía Comunal y la Propiedad Colectiva, dentro del esquema de desarrollo endógeno.
24
En cuanto a los bosques, el modelo de la revolución verde consideraba a los
bosques como un problema para la producción de alimentos a gran escala y, por
tanto, había que eliminarlos, sea simplemente quemándolos para implantar praderas
para ganado y campos de cultivo, o cortándolos para madera aserrada. Esta una
práctica aún en plena ejecución en Brasil.
25
restante es bosque regenerado de manera natural (FAO 2015c).” (IICA, 2017:139).
En América, el bosque cultivado está aumentando muy lentamente, ya que, con
apenas el 2% de superficie plantada, todavía se encuentra muy por debajo de los
estándares mundiales, del 7%. “En relación con el bosque plantado, al 2015 se
estimó que la ALC posee alrededor de 15.6 millones de hectáreas, lo que
corresponde a un incremento importante desde 1990, año en que se contabilizaron
8.8 millones de hectáreas (el incremento medio corresponde a 280.000 hectáreas
por año de bosque plantado en la región). Este incremento regional refleja la
tendencia global hacia un aumento del área de bosque plantado. Cinco países son
particularmente importantes en términos del área de bosque plantado (más de un
millón de hectáreas): Brasil, Chile, Argentina, Perú y Uruguay. Un hecho positivo es
que a nivel área regional el área de bosque plantado se incrementó en el período
1990-2015, y tal como se indicó, en el período 2010-2015 se verificó una reducción
de la tasa de deforestación anual del bosque natural en los países con mayor
superficie de bosque plantado.” (IICA, 2017: 142).
1. En América Latina y el Caribe (ALC), con una cobertura forestal que alcanza
el 46,4% de su superficie y que equivale al 23% del total en el mundo, la
protección de los bosques es esencial para el cumplimiento de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS).
26
Además, está muy por encima de la tasa de incremento de las plantaciones
forestales, que es de apenas 280.000 hectáreas al año.
27
desarrollar plantaciones cultivadas, pero activa el interés por la tala ilegal del bosque
natural porque ja pasado a ser casi la única fuente de materia prima forestal. Este es
muy grave porque la demanda de materias primas forestales es creciente y no se
puede erradicar, ya que hay diversas áreas de la economía que sólo pueden usar
madera, y si no hay opciones alternas se produce una focalización sobre el bosque
natural, que es cortado para satisfacer esa demanda.
En primer lugar, la adopción del cultivo forestal como una de las formas posibles de
producción agrícola implica reconocer que, si los árboles se plantan, se ralean, se
podan, se fertilizan, se los protege contra enfermedades y plagas, y se los cosecha,
entonces se trata de un procedimiento similar a los cultivos.
En tercer lugar, la aceptación del concepto de cultivo forestal determina que ambos
tipos de bosques, naturales y de plantación, deben ser considerados de valor
económico, pero de una forma distinta. Los bosques naturales, además de mejorar
el ambiente y producir servicios ambientales, también pueden generar negocios
directos tales como la producción de miel, producción de hongos, así como
28
beneficios derivados del turismo. La madera de los bosques naturales se puede
explotar en forma selectiva conforme a un plan de manejo sustentable. En cambio, la
plantación, bajo el concepto moderno de plantación sustentable, puede generar
otros productos, además de la cosecha de la madera al final del ciclo de desarrollo
del bosque, al igual como ocurre con cualquier otro cultivo. De la misma forma, se
deben considerar los requisitos y cuidados necesario para evitar cualquier daño o
perjuicio a las poblaciones aledañas. Luego viene el nuevo ciclo de siembra hasta
completar el período de crecimiento y la cosecha.
11 http://www.corma.cl/_file/material/plantaciones-forestales-mas-alla-de-los-arboles_-j.pdf
29
mayores. La duración de los ciclos de cosecha puede variar por razones climáticas.
Este aspecto es significativo, ya que los ciclos cortos de plantación cosecha del
eucalipto (climas húmedos), permite duplicar la materia prima cosechada en la
misma superficie cultivada, en comparación a los pinos (climas secos). Sin embargo,
la elección entre especies de acuerdo al destino del producto, ya que la madera
aserrada de pinos, con un corte cada 30 años, puede llegar a tener precios hasta
cuatro veces superior a la destinada para celulosa.
También hay que tener en cuenta que la velocidad de crecimiento del árbol es
inversamente proporcional a la dureza y calidad de la madera, es decir, a más rápido
el crecimiento, la madera es más blanda y débil. Los de rápido crecimiento son más
adecuados para celulosa y, los más lentos, incluso por razones de clima y suelos,
30
son mejores para madera aserrada. Igualmente, los precios de madera de pino para
aserrío son mucho más altos que para celulosa.
31
4.2 Principales especies de árboles en las zonas tropicales
Las zonas tropicales, tanto como las sub-tropicales, tienen climas adecuados para la
implantación de plantaciones forestales según los métodos del cultivo forestal.
Tectona grandis 8,0 - 18,0 Belice, Colombia, Costa Rica, Jamaica, Nicaragua, Panamá,
(Teca) Trinidad y Tabago y Venezuela.
El cuadro anterior fue extraído del texto de la FAO (2000): “Perspectivas mundiales
del suministro futuro de madera procedente de plantaciones forestales”; Capítulo:
32
“Rendimientos y duración de las rotaciones de las plantaciones forestales”12. El
Cuadro contiene rendimientos indicativos de las plantaciones forestales relativos a
las especies latifoliadas. Como puede observarse, las especies de Eucaliptos
muestran los rendimientos más altos. Las especies productoras de madera aserrada,
generalmente de mayor valor, como la caoba (Swietenia macrophylla) y la teca
(Tectona grandis), muestran una tendencia a rendimientos más bajos respecto a las
especies de menor valor. Los rendimientos más altos por lo general se registran en
América del Sur y luego en Asia y África. Esta variación probablemente obedece
más a variaciones en la intensidad y calidad de la plantación que a las condiciones
de crecimiento.
Para Venezuela, según FAO (2005), se han encontrado evidencias técnicas que
aseguran la existencia de un mínimo de 37 especies arbóreas, utilizadas en
12 http://www.fao.org/docrep/004/X8423S/X8423S09.htm
33
programas de plantaciones forestales en el país. El crecimiento logrado, para
algunas de ellas, se muestra en el Cuadro siguiente:
Aliso * Fresno
Fuente: INTEVEP-PDVSA / IFLA. Plan para Incrementar la Cobertura Forestal en Venezuela. 2000
* Se adaptan a suelos degradados.
34
solar. Un problema de las plantaciones de rápido crecimiento es que se usan
especies con alto crecimiento exóticas al lugar, tal como ciprés, pino y eucalipto, y
este crecimiento es resultado tanto de climas mejores como del hecho que no tienen
enemigos naturales y disponen así de mejores condiciones de desarrollo que en sus
lugares de origen (Briceño, 2005)13.
13 http://www.fao.org/docrep/008/j5484s/j5484s00.htm#TopOfPage
14Por ambientalismo radical se refiere a la visión que sostiene que, protegiendo todos los bosques,
especialmente las plantaciones, se protege el medio ambiente del país. Esto se contradice con la
visión que considera a las plantaciones forestales, como una opción protectora del patrimonio
forestal originario, al dejar éste de ser fuente de materia prima industrial.
35
En cambio, los otros sectores de la agricultura reaccionaron positivamente a la
disminución de los subsidios, incluso se llegó a hablar de un milagro agrícola, ya que
la producción y las exportaciones agrícolas aumentaron significativamente en la
década de 1990. Es decir, al parecer la crisis del sector forestal no fue un producto
de la disminución de los subsidios, sino de una falta de comprensión de parte del
Estado de la función productiva de las plantaciones forestales y no se tomaron las
decisiones requeridas para la privatización del proyecto industrial ante la falta de
recursos de inversión por parte del Estado.
Por consiguiente, y ante las limitaciones para obtener materia prima de las
plantaciones de Uverito y, la escasa capacidad de las pequeñas plantaciones de
eucaliptos y otras especies realizadas por empresas privadas para suplir la creciente
demanda de madera, fue el bosque natural el que terminó abasteciendo a la
industria por medio de la extracción de madera de los bosques naturales, tanto legal
como ilegal. Este proceso, que se extendió por más de cinco décadas, y se ha
acelerado en la última recientemente, es un factor central en el fuerte deterioro
ambiental que sufre el país. Otro factor ha sido, como producto de las malas
políticas, que han acentuado la pobreza rural, es la destrucción de los bosques para
abrir nuevas áreas de cultivo. La opción del cultivo forestal a gran escala, con su
enorme demanda de mano de obra, también podría contribuir a disminuir o terminar
con la destrucción de los bosques para obtener nuevas tierras para la agricultura.
Las plantaciones forestales en América del Sur se han desarrollado mucho en los
últimos años. En 2010 Brasil contaba con 5 millones de hectáreas de plantaciones,
Chile 2.4 millones, Argentina 1.1 millones, Uruguay 800 mil y Colombia, 300 mil
hectáreas. Para el año 2018 las plantaciones de Brasil ya han superado los 7
millones de hectáreas, mientras Chile sobrepasó los 3 millones de hectáreas.
Igualmente, Argentina y Uruguay han aumentado sus plantaciones en torno
aproximadamente un 10% en el período llegando a 1.3 millón y de 900 mil
hectáreas, respectivamente. Venezuela comenzó en 1961 un proceso de desarrollo
forestal llegando a unas 600 mil hectáreas plantadas de pino Caribe (Pinus caribaea
var. Hondurensis), en la región de Uverito, culminando el proceso en la década de
36
1980. Posteriormente no ha habido plantaciones de importancia. A nivel privado
Smurfit y Deforsa han plantado unas 50 mil hectáreas de eucaliptos y gmelina. Tal
como afirma FAO: “Muchos países sudamericanos, incluyendo Brasil, Chile y
Uruguay, ya han demostrado la eficacia de incluir el apoyo para el establecimiento
de grandes plantaciones en las estrategias de desarrollo nacional. Estos países
actualmente son los principales receptores de inversiones directas en el sector
forestal de la región. Como resultado, en estos países el sector forestal es un
contribuidor importante al desarrollo socioeconómico nacional” (FAO,2009)15. A
continuación, un análisis de las políticas de desarrollo del cultivo forestal y sus
resultados, en Brasil, Chile y Uruguay.
El enfoque del análisis es destacar, a través de información de estos tres países, del
gran potencial de la industria forestal para Venezuela, tanto en relación al tema de la
protección ambiental, del aporte a la economía nacional, y también de la importancia
del sector sobre la generación de empleo.
15 http://www.fao.org/docrep/012/i1025s/i1025s06.htm
37
Investigación Espacial de Brasil, INPE, muestran que 7.989 km2 (7.989.000
hectáreas) de selva fueron destruidos entre agosto de 2015 y julio de 2016”16,
mientras apenas 500 mil hectáreas fueron plantadas en el período. La superficie
del bosque nativo talada anualmente iguala a la cifra de hectáreas de plantaciones
realizadas en más de 30 años.
En Brasil, el papel de las plantaciones forestales es muy importante. Por este motivo,
en Brasil, poder disponer de materia prima forestal originada en plantaciones fuera
del bosque primario de la selva amazónica, no sólo es importante para la economía
nacional, sino también para la humanidad. No obstante, en Brasil, la causa principal
no es la deforestación para obtener madera, como en otros países, sino deforestar
para cultivar y criar ganado. En agosto de 2019 grandes incendios están
consumiendo la selva amazónica en Brasil y Bolivia. Aparentemente el gobierno
actual de Brasil, de Jair Bolsonaro, habría dejado ver que sería permisivo con la
ampliación de la frontera agrícola, lo que incentivó la invasión de los agricultores.
Pero, al final, los incendios para deforestar se descontrolaron, afectando enormes
extensiones de bosque tropical, desatando preocupación mundial. El país tiene una
gran responsabilidad global, porque, al final, la selva amazónica en la mayor fuente
de producción de oxígeno del mundo y, de esta forma, se trata de un patrimonio de
la humanidad. Desgraciadamente la sociedad brasileña piensa que la selva húmeda
amazónica es de ellos y pueden hacer lo que quieran, sin importar que al final ellos
mismos sufran las consecuencias.
16https://es.mongabay.com/2016/12/brasil-la-deforestacion-la-amazonia-aumenta-29-respecto-al-ano-
pasado/
38
60% del total de plantaciones. Los pinos son la segunda en importancia, con las
especies (P. taeda L. y P. Elliottii), con aproximadamente 33% de la superficie
plantada. Las otras especies plantadas son: acacias (Acacia spp), gmelina (Gmelina
spp), seringueira (Hevea brasiliensis), teca (Tectona grandis) y pino Paraná
(Araucaria angustifolia). Este último grupo de especies cubren sólo el 7% del total de
las plantaciones. En Brasil las plantaciones forestales ocupan el 0,62% de la
superficie del país y representan el 2,7% de la superficie total de bosques plantados
en el mundo17. Las plantaciones forestales en Brasil han sido promovidas por una
política de subsidios e incentivos fiscales. El ritmo de incremento de las plantaciones
es de más de 500 mil hectáreas por año, el cual, a efectos de comparación,
quintuplica el promedio anual chileno.
17 http://www.corma.cl/perfil-del-sector/aportes-a-la-economia/chile-en-el-mercado-mundial)
39
del sector. Pero es en la década de 1980 cuando la producción más que se triplica,
llegando más de 3 millones de pulpa. En este período pasan a predominar las
pastas de fibra corta (eucalipto) sobre las de fibra larga (coníferas). También, en la
década del 1980 el motor de esta industria pasó a ser la producción de pulpa para el
mercado externo y la producción total se aproximó a los 4 millones de toneladas. En
1994, la producción brasileña de pulpa de eucalipto abastecía el 50% del mercado
mundial de pulpa de eucalipto (Gonçalves et al. 1994)”18. Hay también una
substitución de la madera del bosque natural por madera de plantaciones para la
gran industria del acero.
Un aspecto a tener en cuenta que en Brasil hay una política la reposición obligatoria
de las plantaciones, especialmente en las industrias consumidoras de leña y carbón
para combustible, con un impuesto que obliga a financiar el costo de plantación de
cinco árboles por cada metro cúbico de madera utilizada, que pueden ser plantados
en otras áreas del país. Sólo en São Pablo hay 700 micro y medianas empresas que
realizan plantaciones con los aportes de este impuesto. Para el año 2005, el
consumo total de carbón para combustible en Brasil alcanzaba unos 35 millones de
metros cúbicos de madera anuales, de los cuales aproximadamente la mitad tiene su
origen en leña de árboles nativos y la otra mitad en leña de plantaciones forestales.
“En Brasil, Argentina, Malasia, Australia y la India existen industrias metalúrgicas que
consumen carbón vegetal. La acería brasileña Acesita, utiliza cerca de 480.000
toneladas de carbón al año para la fundición del acero, de las cuales 250.000 se
obtienen de las plantaciones de eucaliptos establecidas con tal fin.”19.
18 http://www.olca.cl/oca/brasil/celulosa01.htm#6
19 http://www.fao.org/docrep/Q4960S/q4960s04.htm
40
producción del “acero verde” con la implementación de los proyectos “Mecanismo de
Desarrollo Limpio”, que permiten la comercialización de Bonos de Secuestro de
Carbón a nivel internacional.” (Carlstein, 2008).
Todos los datos siguientes de las empresas son de antes de 1995 y provienen del
libro: El papel del Sur: Plantaciones Forestales en la Estrategia Papelera
Internacional, por Ricardo Carrere y Larry Lohmann. Capítulo 7 (1995).
Las cinco mayores empresas forestales históricas fueron: Aracruz, Bahia Sul, Monte
Dourado, CENIBRA y Riocel, que, en conjunto, en el año 1995, producían cerca del
90% de la pasta blanqueada de eucalipto para exportación del país21. Luego estas
empresas han tenido diversos itinerarios de desarrollo, con diversas fusiones, que se
detallarán más adelante. Muchas de estas empresas tuvieron el apoyo inicial del
gobierno de Brasil a través el BNDES (el Banco Nacional de Desarrollo Económico y
Social), el cual invertía en paquetes de acciones de las empresas para construir las
instalaciones industriales. En la mayoría de los casos el Estado llegó a poseer entre
el 20 y 40% de las acciones. La política del Estado de salir de su papel de
empresario llevó a que durante los últimos 10 años ocurriera una seria de ventas y
20La cantidad de toneladas de madera se calculó con un factor de conversión de 0.7 toneladas de
carbón por tonelada de madera.
21 http://www.olca.cl/oca/brasil/celulosa01.htm
41
fusiones de activos, de manera que queda poco de las empresas forestales
históricas de Brasil. Estas empresas tradicionales fueron:
42
300.000 toneladas de celulosa, 55% de la cual de fibra larga y 45% de fibra
corta. El 80% de la producción es exportada (en 1995).
• Riocell, ubicada en el estado sureño de Rio Grande do Sul, fue establecida en
1975. La empresa es propiedad del holding KIV, integrado por Klabin, la
compañía financiera Lochpe y el grupo Votorantim. Klabin se ubica en el lugar
número 52 en el ranking mundial de ventas de pulpa y papel. Además, poseía
una planta de celulosa, localizada en la ciudad de Guaiba. En 1995 la empresa
tenía 330.000 hectáreas de tierras, de las cuales unas 100.000 contienen
bosques naturales y se llevan a cabo programas de conservación.
• Votorantim Celulose y Papel era una empresa perteneciente al Grupo
Votorantim, Comenzó en 1950. Sus fábricas poseían la mejor tecnología del
mundo para la producción de papel. En el año 2007 llegó a poseer 441.000
hectáreas de plantaciones, en tierras propias y arrendadas, de las cuales 241
estaban plantadas con eucalipto22.
Otros proyectos forestales en diversas fases de ejecución en 1995 eran:
22 https://www.usp.br/mudarfuturo/cms/?p=75
43
forestales. En muchos de los proyectos participaron actores mayores, como Aracruz
y Votorantim celulosa, los cuales, en 2009 se fusionaron para crear Fibria Celulose.
En ese momento la nueva empresa pasó a ser considerada la mayor productora de
celulosa del mundo, con una capacidad de producción superior a seis millones de
toneladas de pulpa y papel. Esto requiere el suministro de aproximadamente 36
millones de metros cúbicos de madera, o unas 180 mil hectáreas de cosecha anual.
Esto equivale a un poco menos la capacidad total de Chile. La mayor parte de su
producción es exportada.
En 2017 una de las mayores empresas brasileñas era Suzano Papel y Celulosa, la
cual a esa fecha tenía 1,2 millones de hectáreas, de los cuales 520 mil eran bosques
plantados (en áreas propias, arrendadas o fomentadas) concentrados en los estados
de Bahía, Espírito Santo, São Paulo, Minas Gerais, Maranhão, Tocantins, Pará y
Piauí, y unas 488 mil hectáreas eran de áreas de preservación23.
23 http://www.suzano.com.br/es/negocios-e-produtos/forestry/
24 https://www.elobservador.com.uy/nota/fusion-deja-a-brasilena-con-el-49-del-mercado-mundial-de-
celulosa-de-eucalipto--201831617530
44
5.2 El cultivo forestal en Chile
Chile es uno de los países en donde el establecimiento de plantaciones forestales es
más antiguo. Ya para la década de 1870 había preocupación por la deforestación
provocada por la expansión de la minería en el norte del país y surgieron propuestas
para proteger los bosques, inclusive para la replantación, lo cual fue fuertemente
objetado por los mineros, que por entonces gerenciaban el sector económico más
importante del país (Casals Costa, 1999). Sin embargo, por la misma época, en el
desarrollo de la minería de carbón en el sur del país, se encontró que ya no había en
el país madera adecuada para las vigas de protección de las galerías de las minas y,
en consecuencia, se importó madera de pino desde California.
Esta madera era el pino insigne o radiata (Pino radiata D. Don), que es una especie
originaria de Monterrey, sur de California. Es la más utilizada actualmente en las
plantaciones forestales chilenas. Tuvo un ingreso indirecto al país, ya que las
semillas fueron importadas desde Alemania, en 1888. Al encontrar un clima muy
favorable, sin los fríos inviernos alemanes, tuvo un crecimiento excepcionalmente
rápido, originándose así una industria forestal que, a principios del Siglo XXI (2010),
aportaba sobre el 2,9% del producto interno bruto (PIB) del país y más del 3% de
sus exportaciones.
45
década de 1930 se había logrado una tasa de plantación de unas 10.000 has
anuales, principalmente de pino insigne, pero también de una variedad de eucalipto
(E. globolus).
El decreto 701 estableció que el Estado asumiría el 75% del costo de la plantación,
siempre que ésta, a los tres años, presentara un 80% de prendimiento de los
árboles. Los tres primeros años son críticos debido a las plagas de conejos que, al
comer los brotes de crecimiento, pueden acabar con una plantación. Es decir, los
beneficiarios del subsidio debían obtener recursos para financiar el costo inicial de la
plantación, usualmente mediante créditos bancarios, y luego asumir los costos de
prevenir cualquier problema de riesgo, antes que el Estado les devolviera a los tres
años la parte acordada de los recursos invertidos. Además, la Ley forestal obligaba a
replantar todo lo que se coseche, en un plazo de dos años. Esta política fue
aceptada por los propietarios de tierras y a los pocos años aumentó rápidamente la
tasa de plantación a unas 100.000 has anuales (Rivera y Cruz, 1983).
46
El mantenimiento de esta tasa de plantaciones dio como resultado que, para el año
2004, la superficie plantada era de 2.1 millones de hectáreas. Actualmente, en 2018,
las plantaciones sobrepasan los tres millones de hectáreas. El subsidio forestal
aportó un total de US$518 millones entre 1995 y 2015, cuando se suspendió el
subsidio. Sin embargo, en los últimos 5 años del subsidio muchos recursos se
orientaron hacia el manejo del bosque nativo. A partir de 2015 el subsidio bonifica
solo actividades del bosque nativo.
25 http://www.corma.cl/perfil-del-sector/aportes-a-la-economia/chile -en-el-mercado-mundial
26 https://fch.cl/wp-content/uploads/2016/01/EFLF.pdf
47
Se estima que hay aproximadamente 180 mil empleos indirectos. Sumando los
empleos directos e indirectos, hay unos 300 mil trabajadores, en unas 4.000
empresas contratistas y plantas industriales pequeñas, con un promedio de 70
trabajadores. Adicionalmente, las 12 industrias de celulosa y papel, suman unos 20
mil empleados.
Hay que destacar que alrededor del 60% de las plantaciones pertenece a grandes
compañías, con más de 10.000 has de bosques cada una, y de ese total alrededor
del 30% de todas las plantaciones, así como las 10 mayores plantas de celulosa,
pertenecen a dos compañías chilenas, creadas antes de la década de 1940:
Celulosa Arauco (Grupo Angelini) y CMPC, del Grupo Matte). Ambas compañías, en
los últimos años, han exportado más del 75% de la producción nacional de celulosa,
papel y madera.
27 http://economiasur.com/2016/01/la-industria-de-la-celulosa-en-chile-otra-anomalia-de-mercado/.
48
exportador, Chile ocupa el quinto lugar, detrás de las cuatro potencias mundiales
en esta materia, que son Canadá, Estados Unidos, Brasil y Suecia.”28
Según datos oficiales de la Corporación Nacional Forestal (CONAF): “Al año 2017 la
superficie cubierta de bosques representaba el 23,3% del territorio nacional, con
17,6 millones de hectáreas, de éstas el bosque nativo alcanza 14,41 millones de
hectáreas, lo que representa el 81,8% de los recursos forestales del país29. Otra
fuente indica que en 2017 las plantaciones forestales cubrían una superficie
aproximada de 3,08 millones de hectáreas, equivalentes al 18.2% del total de
bosques de Chile.30.
También hay una fuerte susceptibilidad a los incendios, lo que obliga a espaciar las
nuevas plantaciones. El alto precio de la tierra también es un factor, haciendo que
las plantaciones cada vez sean caras. El desarrollo futuro de las plantaciones
28https://www.odepa.gob.cl/publicaciones/articulos/evolucion-de-la-produccion-de-celulosa-en-chile-
1990-2006-2
29La mayor parte de estos bosques tienen escaso valor como fuente de materias primas forestales. El
mayor uso del mismo es para leña de uso doméstico, así como el raleo de árboles viejos para
astillas (chips para plantas de energía), así como madera aserrada fina dura para muebles y
materiales de construcción. Actualmente hay diversos programas para su manejo, protección y
recuperación, entre ellos especies como alerce, araucaria y palma chilena.
30 http://www.conaf.cl/nuestros-bosques/bosques-en-chile/
49
dependerá en gran medida de los cambios tecnológicos que hagan socialmente más
aceptable el cultivo forestal.
Otro aspecto a destacar que, como respuesta al cambio de visión del país sobre las
plantaciones, en los procesos de manejo y cosecha de los bosques ha habido un
desarrollo hacia mejores diseños de las plantaciones, con preocupación por el
ambiente, la biodiversidad y las condiciones de empleo y de vida de la población
vinculada a la industria forestal. Es decir, las dificultades sobre el tema del ambiente
están orientando a un cambio de los patrones tecnológicos, que, por otra parte, es
una tendencia de nivel global.
Por estas dificultades, tanto las grandes como las medianas empresas, han
comenzado a expandirse fuera del país, siendo los principales destinos, Argentina,
Brasil, Uruguay y Norteamérica31. Forestal Terranova y Masisa han incursionado en
Venezuela, con poco éxito, en comparación a otros países. El grupo Angelini
(Forestal Arauco), por ejemplo, en 2016 tenía activos de US$7.000 millones, de los
cuales el 40% estaban invertidos fuera de Chile. Posee plantaciones forestales en
Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, sumando en total 1.6 millones de hectáreas de
tierra, de las cuales más del 50% están plantadas con bosques, unas 900 mil
hectáreas.
La CMPC, del Grupo Matte, posee cinco filiales: Forestal Mininco, CMPC Celulosa,
CMPC Papeles, CMPC Productos de Papel y CMPC Tissue, con un total de activos
en 2017 por US$9 mil millones32, y ventas por US$3.000 millones. Esta empresa
adoptó en 2009 una estrategia similar a la de Arauco de inversiones fuera de Chile y
CMPC en 2917 con 6 plantas de celulosa (5 en Chile y 1 en Brasil), y otras 38
plantas industriales papel en funcionamiento en ocho países en América Latina y
31Forestal Arauco entró en Norteamérica en 2012 y actualmente posee nueve plantas de paneles en
Canadá y siete en Estados Unidos. En Michigan (EE.UU.) levanta hoy la fábrica de paneles Grayling
por US$400 millones. En esa región se suman los tres complejos industriales que compró a Masisa
en México, que tienen líneas de aglomerados, tableros, recubrimientos, impregnación, a lo que se
agrega una planta química. http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id= 428119
32 http://s21.q4cdn.com/798526818/files/doc_financials/Integrated_report/Reporte-Integrado-2017.pdf
50
Estados Unidos, 33. El mayor componente de sus activos son las 794.000 hectáreas
administradas por Forestal Mininco, compuestas por 540.000 de plantaciones de
pino y eucaliptos en el centro sur de Chile, y el resto en norte de Argentina.
Recientemente, en 2012, se agregaron otras 212 mil hectáreas en el sur de Brasil
(celulosa Guaiba)34, llegando al millón de hectáreas de bosques.
José Antonio Prado, en su libro “Plantaciones Forestales: Más allá de los árboles”
(2015), señaló que, “el impacto económico de las plantaciones es indiscutible. La
industria forestal chilena consume cerca de 39 millones de metros cúbicos de
madera cada año, de los cuales el 99% proviene de las plantaciones forestales,
generando una actividad económica que aporta cerca de 300.000 empleos y casi un
7% de las exportaciones del país”35
33La CMPC Celulosa, (Grupo Matte), en 2009 se embarcó en un ambicioso plan de expansión, al
adquirir en Brasil la planta de celulosa Guaíba (la que se suma a sus cinco plantas de celulosa en
Chile), con lo que su producción total alcanzó a 2,8 millones de toneladas anuales y ventas por
US$1.794 millones. http://diario.latercera.com /edicionimpresa/bernardo-matte-deja-colbun-y-se-
concentra-en-cmpc-celulosa-y-entel/
34 http://www.cmpcmaderas.cl/?page_id=29
35 http://www.lignum.cl/2015/10/22/el-sector-forestal-y-la-generacion-de-empleos/ (Revista Lignum).
51
sector: “El desarrollo del sector forestal uruguayo tuvo un importante impulso a partir
de la aprobación de la Ley 15.939 (Parlamento del Uruguay, 1988a). Un estudio
sobre el desarrollo forestal en Uruguay concluye que: “El caso uruguayo tiene una
serie de peculiaridades respecto a los desarrollos forestales de los países vecinos,
ya que es el único país donde la actividad no tenía relevancia alguna y donde la
presencia de compañías extranjeras ha sido realmente determinante para el
desarrollo reciente (Alvarado, 2009:86)36.
36 En Chile y Brasil la mayor parte de la actividad es llevada a cabo por compañías de origen nacional.
37 http://www19.iadb.org/intal /icom/notas/39-28/)
38 http://www.guayubira.org.uy/plantaciones/CP/pradera1.html
52
los eucaliptos para pulpa de celulosa se definen turnos de explotación de 8 a 10
años, con incrementos medios anuales de 20 a 25m3/año de madera por hectárea.
Esto suma unos 200m3 de madera por hectárea en la cosecha. El precio de
eucalipto para pulpa de celulosa varía entre US$20 y US$30 el metro cúbico, a
puerta de finca. Por tanto, el beneficio bruto por hectárea sería de US$500, lo que
equivale a la venta de unos 20m3 de madera. Para madera aserrada de eucalipto el
precio del metro cúbico puede ser el doble y hasta el triple de ese monto, pero
implica mayores costos de mantenimiento de la plantación. Hay variaciones por
especie y calidad. La madera rolliza de pino de buena calidad alcanzó en puerto, en
2017, un precio de US$100 el m3; mientras el precio en la finca puede ser la mitad
de ese monto. Otra información dice que el precio pagado por rollizos de pino fue de
US$25/m3 en el aserradero39. En general, el precio de la madera fluctúa mucho en
relación con el precio internacional de la celulosa, el cual se ha movido en esta
década entre US$500 y US$900 por tonelada. En fines de 2017 llegó a 955 dólares,
un 46% de aumento desde 2016.
La producción de madera del bosque en Uruguay subió un 250% entre el año 2000 y
2013. “La producción de madera se incrementó 2,5 veces entre 2000 y 2013. La
cosecha de 2013 fue mayoritariamente destinada a madera en rollo y de esa
producción, 79% se destinó a pulpa, 18% a madera aserrada y tableros, y 2% a
otros usos industriales (Dirección General Forestal, 2015b)40
La misma fuente anterior, el informe “La Dinámica del Sector Forestal en Uruguay”41,
publicado por el BID (2015), consultora Virginia Morales Olmos, dice que “La
contribución del sector forestal al Producto Interno Bruto (PIB) del país se duplicó
entre 2006 y 2014: pasando de 1,9% a 3,7%, explicado por el crecimiento de la
actividad industrial, especialmente madera, papel y celulosa. Las exportaciones
forestales, incluyendo la celulosa desde zonas francas, madera y papel,
39http://www.uruguayforestal.com/informes/informe%20forestal%20%20comercial%20primer%20
semestre%20uruguay.pdf
40 http://www19.iadb.org/intal/icom/notas/39-28/)
Revista Integración y Comercio #39: Las Tecnologías Disruptivas en América Latina y el Caribe: El
41
53
representaron el 10% de las exportaciones de Uruguay en 2013 (Uruguay XXI,
2014b). Entre 2005 y 2008 se estima que la IED en el sector forestal representó 12%
del total (Uruguay XXI, 2014a). Las dos inversiones extranjeras más importantes de
la historia del país se han hecho en el sector industrial forestal (Morales Olmos,
2014, p. 27). La inversión en la planta de UPM (ex Botnia) fue de alrededor de US$
1.200 millones y la de Montes del Plata de aproximadamente US$1.900 millones
(Uruguay XXI, 2012). En 2013 el sector empleaba a 16.579 trabajadores solo de
manera directa (Uruguay XXI, 2014b). Debe mencionarse que el sector emplea
además a un gran número de personas de manera indirecta.”
42 http://www19.iadb.org/intal/icom/notas/39-28/).
54
inversiones extranjeras se han caracterizado por ser verticalmente integradas, con
sus propias plantaciones y las plantas industriales. En relación con la fase industrial,
el país cuenta con dos plantas de celulosa muy modernas. La planta de UPM, de
capitales finlandeses (con una rama forestal, Forestal Oriental S.A., con participación
de capitales uruguayos), produce celulosa fibra corta y tiene una capacidad de
producción de 1,3 millones de toneladas de pulpa blanqueada (UPM, 2015). La
planta de Montes del Plata, un joint venture formado por Forestal Arauco (Chile) y
Stora Enso (Suecia), tiene una capacidad de producción de 1,3 millones de
toneladas de pulpa blanqueada (Montes del Plata, 2015). En cuanto al sector de
plantación de los bosques, en Uruguay han sido principalmente fondos de pensión
estadounidenses y chilenos (Timberland Investment Management Organizations),
que se dedican a establecer convenios con firmas locales para plantar y vender
madera o exportarla en forma de rollos. A través de Ley de Promoción y Protección
de Inversiones y la Ley de Zonas Francas, la regulación ha sido también un factor
importante para la atracción de inversiones en la industria”.
43https://www.uruguayxxi.gub.uy/uploads/informacion/Sector%20Forestal%20-%20Setiembre%
202017-5.pdf
55
La generación de energía de biomasa se está volviendo un sub-sector importante en
la industria forestal. “Dentro de las actividades relacionadas a la fase industrial se
encuentra la generación de energía a través de subproductos forestales (biomasa
forestal y subproductos de la transformación mecánica y química), que ha cobrado
relevancia y posee una importante perspectiva debido al aumento de la oferta de
materia prima y a políticas de Estado en la materia.
44https://www.uruguayxxi.gub.uy/uploads/informacion/Sector%20Forestal%20-%20Setiembre%
202017-5.pdf
45https://www.elobservador.com.uy/nota/biomasa-relega-a-petroleo-como-principal-fuente-en-matriz-
local-20181318300
56
los departamentos con mayor actividad forestal- la carrera de Tecnólogo en Madera,
cuyo perfil de egresado busca poder desarrollar tareas vinculadas a tecnologías,
cosecha forestal y la ingeniería industrial maderera”46
Como conclusión de puede decir que el éxito de las políticas de apoyo al desarrollo
del cultivo forestal se basa en las ventajas comparativas que ofrecen el territorio y el
clima en Uruguay, que permite un rápido desarrollo de las plantaciones; también se
explica por la implementación de políticas internas del país que estimularon el
sector, como la ya mencionada Ley Forestal 15.939 de 1998, así como
exoneraciones tributarias y acceso a líneas especiales de crédito, entre otras
https://www. uruguayxxi.gub.uy/uploads/informacion/Sector%20Forestal%20-
46
%20Setiembre%202017-5.pdf).
47 http://www19.iadb.org/intal/icom/notas/39-28/).
57
medidas de incentivos. No obstante, hay factores externos a considerar, tal como el
aumento de la demanda de madera y papel en el mercado internacional, las políticas
globales de preservación de los bosques tropicales, que disminuyeron la oferta de
madera de los bosques originarios, así como la crisis energética que ha venido
aumentando desde la década de 1970, hicieron previsible un aumento de la
demanda de madera para diversos fines. Esta hipótesis resultó correcta y los países
que apostaron a ella, han sido favorecidos.
La importancia del cultivo forestal ya era evidente a mediados del siglo XX. De
acuerdo con un documento de 1965 publicado por FAO: “Hace aproximadamente 30
58
años, en muchos países en desarrollo se establecieron en gran escala plantaciones
de especies de crecimiento rápido. A fines de 1964, la superficie total ocupada por
dichas plantaciones en los países en desarrollo era de aproximadamente 4,4
millones de has, el 75 % de la cual estaba distribuida por igual entre América Latina
y el Asia del Pacifico. Se prevé que esas plantaciones alcancen y mantengan una
producción de aproximadamente 45 millones de m3/año, lo que equivale a casi la
mitad de la actual producción anual de madera rolliza para fines industriales, que es
de 108 millones de metros cúbicos, proveniente de los bosques” (FAO, 1965). Hacia
el año 2010 la proporción de madera de los cultivos forestales sobrepasaba
ampliamente a la proveniente de los bosques nativos.
48http://www.elmostrador.cl/mercados/2017/05/01/bosques-y-madera-por-que-se-necesitan-
plantaciones-forestales/.
59
otra parte, hay unos 300 millones de hectáreas de plantaciones forestales. La tasa
de cosecha de las plantaciones es del 7% al año, con lo cual producía el 35% de la
demanda industrial de madera en 2010. Este porcentaje debería aumentar al 50%
para el 2020, y así sucesivamente en el futuro, hasta que el 100% de la madera
provenga de bosques de plantaciones o bosques naturales manejados.
49 http://www.scielo.org.mx/pdf/remcf/v4n19/v4n19a8.pdf)
50 file:///C:/Users/ELVIS/Documents/ACADEMIA-EDU/Documentos/vol5_NOTA%20TECNICA.pdf
51 Sistema de clasificación se sitios forestales de Keogh (1982)
60
del 16%. En un escenario pesimista -rendimiento de 25m3/ha/año y un período de 10
años- (250m3), la TIR baja a 9.6%. La siembra de pino, que tiene costos similares a
las de eucalipto (US$2.000 hectárea), a pesar de cosecharse entre los 12 y 15 años
y tener menor productividad, tiene mejores precios (US$50m3), lo que permite arrojar
rentabilidades superiores del 13.4%, en regiones como el Eje Cafetero, Cauca y
Antioquía, e inclusive con plantaciones de Pino Caribe en La Altillanura. Haciendo
una aproximación a tasas esperadas por un inversionista internacional a nuestro
país, como lo serían los grandes fondos de inversión, los Timberland Investment
Management Organizations, una rentabilidad del 9.43% en términos reales podría
resultar muy atractiva. Con la aprobación de la Ley Zidre, un estímulo tributario en el
período improductivo, la aprobación de 14 especies de semillas que el ICA acaba de
autorizar para ser importadas desde 8 países, el mapa de aptitud forestal que sacó
la UPRA, los subsidios del Certificado de Incentivo Forestal a través de Finagro y la
transferencia de conocimientos de Fedemaderas, no habrá excusas para que los
ganaderos, empresas forestales y fondos de pensiones, siembren unas 200.000
nuevas hectáreas en los próximos tres años52.
Diversos sectores están empujando para que Colombia inicie procesos de plantación
a gran escala, ya que tiene un potencial de tierras aptas para cultivo forestal de unos
13 millones de hectáreas. En 2010 tenía apenas unas 350 mil hectáreas plantadas,
con potencialidad de llegar a un millón en 2010, pero ello requiere de diversos
ajustes en políticas y mejores contratos de plantación entre la industria y plantadores
privados, con lo cual el costo de la tierra sería un ahorro para las plantas
industriales. En 2015 se inauguró la primera planta de papel tissue en Colombia, que
producirá 28 mil toneladas anuales, perteneciente al Grupo Matte.
Un estudio de la FAO (2000), en el Valle del río Cimitarra, Colombia, sostiene que
“Se pueden obtener entre 70 y más de 180m3/ha. La estimación de este volumen,
comercial, está basada en dimensiones esperadas por árbol y por la cantidad de los
52 https://www.elespectador.com/opinion/opinion/el-negocio-forestal-columna-594858)
61
árboles al final del turno.”53 Normalmente, la menor producción se refiere a bosques
con menor densidad y de maderas finas, mientras los de mayor producción son de
árboles de rápido crecimiento, como eucalipto y pino.
Uruguay, con sus dos plantas de celulosa, desde 2014 está produciendo 2.500
millones de toneladas de celulosa, lo que les reportó ese año ingresos por US$1.875
millones de dólares. Las plantas de celulosa de Uruguay son muy grandes, muy
superiores al promedio de las chilenas, que producen en promedio unas 350 mil
toneladas de celulosa al año (4.500.000 en total considerando las 12 plantas
existentes). La planta más nueva de Uruguay, Montes del Plata, tuvo una inversión
de US$2.350 millones en total, producirá 1.3 millones de toneladas de celulosa al
año. La empresa tiene otros US$1.150 millones invertidos en el área forestal.
53 http://www.fao.org/docrep/ARTICLE/WFC/XII/0167-A2.HTM
54 https://www.oas.org/dsd/publications/Unit/oea17s/ch28.htm
62
hubo un proceso de privatización (FAO, 1999)55: “El decenio de 1987 a 1996 fue un
período de cambio para el sector forestal en Nueva Zelandia. En 1987 se
desmanteló el New Zealand Forestry Service y las operaciones de silvicultura
comercial del Gobierno fueron asumidas por una nueva empresa estatal, la New
Zealand Forestry Corporation. Sin embargo, las semillas del cambio se habían
sembrado mucho antes. En efecto, los cambios ocurridos podrían considerarse
como evolución lógica de la ordenación forestal en el país: al crecer la industria
desde una «infancia» necesitada de cuidados hasta convertirse en una fuerza
competitiva madura, menguó la necesidad de intervención estatal. La última fase de
esta evolución ha sido la privatización de los bosques. Entre 1990 y 1992 el
Gobierno vendió al sector privado más de 350.000 ha de bosques. Otras 188.000 ha
de bosques públicos se vendieron en 1996”.56
El procedimiento de venta fue por remate público con inscripción previa de oferentes.
En 1990 había 82 oferentes, pero al final solo dos empresas cumplieron con las
exigencias, una nacional y una extranjera. Con el restante se crearon tres empresas
del gobierno. En 1996 se completó la venta de estas tres empresas. Un tema
importante fue defender los derechos de los indígenas maoríes, que reclamaban
derechos de propiedad en tierras forestadas. Al final se acordó vender los bosques
más no el terreno y las compañías debían en el futuro pagar un arriendo por las
tierras. Según el análisis de FAO (1999), “La privatización fue un cambio lógico en la
forma en que Nueva Zelandia administraba sus recursos forestales, congruente con
la maduración de la industria. Los cambios en la percepción política y en el contexto
comercial han condicionado los resultados:
63
• La rentabilidad y la competitividad de las actividades forestales han recibido
un impulso positivo. Este efecto puede atribuirse en parte a la transferencia de
la propiedad.
• Sigue siendo dudoso que la transferencia de la propiedad se haya traducido
en mayores o menores niveles de empleo. No obstante, dada la baja
densidad de mano de obra en el sector forestal neozelandés, esta cuestión es
más especulativa que real.
• Los principios del mercado más bien que las decisiones de las autoridades
han hecho que las inversiones en forestación alcancen nuevos niveles
históricos.
• Se ha facilitado la elaboración en el interior del país. Sin embargo, el nivel de
inversiones está lejos del potencial en función de los suministros de material.
La correspondencia al potencial del mercado es asunto discutible.”
Las exportaciones son una parte substantiva de la economía forestal, que aportan
un porcentaje importante de divisas. Normalmente, los países que desarrollaron el
sector de plantaciones forestales a gran escala, con una orientación de negocios, y
basados en el impulso a la industria privada, lograron incorporarse exitosamente al
mercado mundial de productos derivados de los bosques. El mercado de la madera,
aun cuando en algunas regiones todavía tiene gran peso la extracción de los
bosques primarios, por lo menos en países de gran impacto en el mercado mundial
de la madera, como Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, así como América del
Sur, sus exportaciones están fuertemente basadas sobre los cultivos forestales.
En el año 2017 las exportaciones de Brasil de todos los tipos de productos derivados
de la madera superaron los 8 mil millones de dólares, el 4% del total. En
comparación, Brasil superó a Chile, que en 2017 exportó apenas un total 5.3 mil
millones de dólares en productos derivados de la industria forestal, el 7% del total.
En el caso del Uruguay, en 2016 las exportaciones se ubicaron en los 1.535 millones
de dólares, lo que representó el 18% del total de bienes exportados por el país. En
cuanto a exportaciones per cápita anuales, Brasil exportó 36 dólares por habitante,
Chile 294 dólares, y Uruguay 429 dólares. Fuera de América, Nueva Zelanda
exporta unos 500 dólares per cápita, Australia unos 40 y Sudáfrica unos 35 dólares
per cápita, en productos forestales.
64
6.2 Plantaciones y desarrollo sostenible
En general las plantaciones han tenido una muy mala imagen, tanto entre el público
en general, como, especialmente, el sector ambientalista. Desde el inicio de este
documento se ha venido insistiendo en la conveniencia de las plantaciones para la
conservación del bosque primario y para el logro de un desarrollo sostenible en el
largo plazo. De acuerdo con WWF (World Wildlife Found), la más prestigiosa
institución relacionada con la defensa el medio ambiente, las plantaciones forestales
han presentado diversos inconvenientes, como conflictos con comunidades,
bosques naturales talados para instalar plantaciones, problemas con el agua,
incremento de incendios forestales, entre otros hechos. Sin embargo, según WWF,
“hay algunos aspectos positivos. In ciertas situaciones las plantaciones ayudan a
enriquecer la biodiversidad cuando ellas son establecidas en tierras agrícolas
erosionadas y abandonadas. Las plantaciones cuyo diseño usa el modelo de
corredores de biodiversidad también mejora los niveles de diversidad en y alrededor
de las plantaciones y preservan los hábitats para animales y aves. Es claro, por lo
tanto, que no todas las plantaciones son malas. Y no todas son buenas. Actualmente
la única garantía que las mejores técnicas y diseños de plantaciones han sido
usadas, y que la gente local ha sido considerada en el diseño, es comprar productos
forestales con el sello FSC de plantaciones sostenibles57. Es también claro que los
junto con los avances científicos también habrá avances en el diseño y manejo de
las plantaciones. Y mejores beneficios tendrán las comunidades locales. Estos
esfuerzos de mejoramiento se verán reflejados en la certificación FSC.”58
En Colombia, según un importante periódico: “Las cifras que reflejan la presión sobre
los bosques de Colombia son ya conocidas: 178.000 hectáreas de bosque natural
fueron arrasadas en 2016. Las causas van desde el acaparamiento de tierras hasta
los cultivos de uso ilícito, la ganadería extensiva y la minería ilegal. La cifra encierra
57El Consejo de Administración Forestal (en inglés: Forest Stewardship Council). La certificación FSC
es también utilizada para demostrar un manejo sostenible de los bosques. Es otorgada por un
consorcio de ONG ambientalistas. Cualquier empresa maderera u otra organización puede
certificarse con el sello FSC y utilizar el logo oficial, luego de haber sido evaluada por empresas
especializadas autorizadas para otorgar el sello.
58 https://www.google.co.ve/search?q=sello+SFC+forestal&oq=sello+SFC+forestal&aqs=chrome.
65
una certeza, y es que la mayoría de la madera que se usa en Colombia tiene un
origen ilegal.”59. Asimismo, según la Cámara de la Industria del Papel “Puede sonar
paradójico, pero cultivar bosques de pino y eucalipto alrededor de los bosques
naturales que aún están en pie ayudaría a protegerlos de la tala ilegal, teniendo en
cuenta que según el Ministerio de Ambiente el 43% de la madera que se usa en
Colombia tiene un origen ilegal, se considera que, al cultivar un bosque, se protege
el bosque natural, lo cual tiene un reconocimiento internacional: el sello FSC,
otorgado por el Consejo de Administración Forestal. Esta es una certificación
voluntaria muy exigente que evalúa la viabilidad de la parte social, económica y
ambiental de un proyecto forestal. Además de esto, la plantación de dichos bosques,
trae beneficios para el ambiente, ejemplo de esto es la recuperación de suelos, ya
que un bosque sostenible nunca se plantaría en vez de un bosque natural, sólo se
planta en suelos que otros ya hayan talado, y los bosques naturales dentro de los
predios se respetan, así mismo trae beneficios como: la recarga de acuíferos, la
amortiguación de la lluvia para evitar que pegue directamente al suelo y el
enriquecimiento de suelos con materia orgánica.60
59 https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/cortar-bosque-podria-evitar-la-deforestacion
-articulo-791719
60 http://www.andi.com.co/Uploads/B-Mayo%202018.pdf
66
contribuyen a proveer lo suficiente para todos nosotros, mientras al mismo tiempo se
protejan los ecosistemas de los cuales dependemos todos nosotros. En vez de
proveer todas las respuestas, se requiere de nosotros salir de nuestra zona de
confort y ser parte de un gran esfuerzo para formar alianzas, nuevos modelos de
negocios y nuevas maneras de pensar. Esto es lo que estamos haciendo esta
semana en Santiago.” En la NGP se muestran buenas prácticas ambientales y de la
industria. Los participantes buscan liderazgo a los niveles nacional y regional para
lograr plantaciones que sean compatibles con el desarrollo local y el respecto a los
derechos de las comunidades vecinas. Las tres mayores compañías forestales de
Chile participan de la NGP. Según Ricardo Schaffner, Gerente de Relaciones de
Forestal Arauco: “Nosotros creemos que la contribución del NGP puede hacer a la
industria forestal es fundamental, porque genera espacios valiosos para la discusión
entre todos los actores involucrados en el manejo de las plantaciones, miles de
lecciones y de mejores prácticas pueden aparecer, que nos permitan influenciar a
otros para que se unan al compromiso de asegurar la sostenibilidad del sector
forestal en el mundo”61. Expresiones similares fueron emitidas por representantes de
las empresas CMPC y MASISA.
61http://wwf.panda.org/?242051/WWF-proposes-a-new-generation-of-plantations-that-benefit-the-
environment-and-communities
67
plantaciones bien manejadas, bien diseñas, inclusivas y que den ganancias y,
también, aspiramos ser un medio de intercambio de conocimientos y experiencias” 62.
62 https://newgenerationplantations.org/
63 http://www.lignum.cl/2018/01/05/arauco-numero-incendios-cayo-40-primer-mes-temporada/
68
plantaciones a los estándares aceptados. En Venezuela, las nuevas plantaciones
debieran tener los diseños ambientalmente sostenibles sugeridos por el GNP.
Hay varias especies. (i) La P. fortunei es una especie muy apta para climas
calientes, con un tronco muy recto y una corona estrecha. (ii) la P. tormentosa crece
más despacio y menos alto. Puede ser cultivada para biomasa65. El árbol de P.
tormentosa tiene la capacidad de desarrollarse en suelos pobres o erosionados,
siempre y cuando se le apoye con abono orgánico y con un sistema de riego. (iii) La
P. Shan Tong, que es un híbrido de las P. tomentosa y fortunei, que crece de
manera muy rápida y recta. Combina la resistencia al frío de la P. tomentosa con la
rapidez de crecimiento, la corona estrecha y la calidad de la manera de la P. fortunei.
(iv) La P. catalpifolia es una especie de crecimiento lento. Esta cualidad hace de su
madera sea la más cara de entre las paulownias y es utilizada casi exclusivamente
para contrachapados. Por su rápido crecimiento se ofrece para plantaciones de
madera valiosa y de biocombustible. (v) La P. elongata crece rápido y mantiene un
tronco muy recto, con una corona de tamaño medio. Es adecuada para zonas
64 El genérico dedicado a la memoria de Anna Paulowna (1795 – 1865), hija del Zar Pablo I de Rusia.
65 https://www.cathaia.com/es/paulownia/plantas-para-plantacion/especies/10-especies-de-paulownia
69
cálidas como Italia, Croacia, España. Sin embargo, la creciente popularidad de la P.
Shan Tong ha hecho disminuir la plantación de nuevos cultivos de P. elongata.
Con este árbol no se necesita esperar 15 años para recibir ingresos como se hace
con otras siembras de maderables, pues a partir del tercer año su madera se puede
utilizar. Tiene la característica de poseer hojas muy grandes -hasta 60 cm- en las
ramas nuevas, lo que es explotado por los jardineros: con poda se asegura un
vigoroso crecimiento de nuevas ramas. Son muy populares en el moderno estilo de
jardinería que usa profusas foliadas y plantas "arquitectónicas". La paulownia
sobrevive al fuego debido a la capacidad de regenerar raíces. Tolera la polución y no
exige suelos fértiles. En Chile se ha plantado en pleno desierto en la costa norte con
buenos resultados. Esto indica que se puede sembrar prácticamente en cualquier
condición ecológica y por esta razón funciona ecológicamente como una planta
pionera. Sus hojas ricas en nitrógeno proveen buen abono y sus raíces previenen la
erosión del suelo. Por tal motivo también es un buen árbol para la agroforestería. En
Colombia tiene la posibilidad de acceso al Certificado de Incentivo Forestal (CIF). La
paulownia ofrece alta rentabilidad, mínimos costos ambientales, mejoramiento del
70
suelo, posibilidad de ingreso por venta de títulos de captura de carbono. Desde un
aspecto económico, esta especie hace uso adecuado de los recursos disponibles y
de su capacidad de crecimiento, pues su generación de biomasa es una de las más
elevadas en el reino vegetal, dándole una entrada importante en el mercado de los
bonos de carbono.
Las plantaciones para producir biomasa para energía eléctrica son hasta tres veces
más compactas que las plantadas para producir celulosa. En una región del
nordeste de Brasil, Paraíba, la empresa Forestal Suzano está plantando hasta 8.000
árboles por hectárea. Las nuevas tecnologías usan máquinas que pueden podar y
cosechar simultáneamente hasta seis árboles y triturarlos in situ para chips. Los
chips de biomasa tienen enorme demanda en los países desarrollados para
alimentar a las plantas de generación eléctrica (Gonçalves et al. 2011)67.
66 https://wrm.org.uy/es/listado-por-temas/plantaciones-de-arboles/plantaciones-para-energia/
67 https://wrm.org.uy/wp-content/uploads/2013/11/eucalyptus-plantations-for-energy.pdf
71
De acuerdo con CORMA (Corporación Chilena de la Madera) “La industria forestal
chilena está estrechamente relacionada con las energías renovables no
convencionales, a través de la utilización de biomasa forestal para la generación de
energía. Esta biomasa se obtiene aprovechando las ramas de árboles remanentes
tras la cosecha de la madera, los árboles de baja calidad, que se cortan durante las
operaciones de raleo, los desechos madereros procedentes de zonas urbanas y los
residuos madereros de los aserraderos. Dado que esta biomasa proviene de
bosques manejados sustentablemente, el carbono liberado durante su combustión
es el mismo que fue capturado por los árboles durante su crecimiento, constituyendo
así un combustible carbono-neutral. Este subproducto forestal representa en la
actualidad un 2% de la matriz energética de Chile y cerca del 12% de las Energías
Renovables No Convencionales -ERNC-. CORMA estima que la capacidad instalada
para generación eléctrica a partir de biomasa forestal llega en el país a
aproximadamente 975 MW.”68
72
esto se proyecte y genere mayor valor”. Son 70 los proyectos de generación que
están en el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, de los cuales 56 de ellos
con Resolución de Calificación Ambiental y, de concretarse, los proyectos de
biomasa aportarían unos 340 megawatts al SIC.
73
Venezuela desde la década de 1960. Proforca, que es la empresa que maneja el
actualmente bosque, fue constituida en 1988 para promover el desarrollo de la
industria forestal y de la madera en el oriente del país. Maneja una superficie
plantada de pino Caribe de más de 300 mil hectáreas, concentradas en un lote
boscoso ubicado al sur de los estados Anzoátegui y Monagas, que sigue siendo hoy
en día el bosque plantado más grande del mundo.
La propuesta original era construir varias fábricas de celulosa, ya que esa superficie
permite una rotación entre 15 y 20 años con una tasa de cosecha anual de unas 25
mil hectáreas de pino. Esto representa un potencial anual de materia prima de
aproximadamente 3.750.000m3 de utilizables para diversos usos. A modo de
comparación, en la década de 1980 en Chile se talaban 20 mil hectáreas de pino,
que proporcionaban materia prima para cinco fábricas de celulosa de tamaño
pequeño mediano y al menos unas 100 instalaciones de procesamiento de madera
aserrada, aglomerada y paneles.
La baja tasa de uso de la materia prima de Uverito se debe a que, una vez llegado el
bosque a su madurez y edad para cosecha, a fines de la década de 1970, los
ambientalistas consideraron que sería un crimen ambiental proceder a la cosecha de
la madera, impidiendo así el desarrollo de la infraestructura industrial para la
producción de madera y celulosa originalmente planificada. De este modo, la
70 https://venezuela1811.com/bosque-creado-hombre-mas-grande-del-mundo-esta-venezuela/
74
plantación superó largamente su lapso vida natural, de unos 30 años, envejeció y,
por tanto, perdió vigor y ha sido víctima de plagas y enfermedades. Gran parte del
bosque ya no existe, lo que se puede constatar revisando los mapas de Google
Earth, en donde se aprecian amplias zonas sin árboles. El cuanto al bosque que
todavía perdura, su madera tiene pocas condiciones para ser utilizada para materia
prima.
El deterioro de este bosque es una gran pérdida para el país, ya que, asumiendo la
cosecha de 25 mil hectáreas anuales, con 3.75 millones de metros cúbicos, el sólo
valor de la madera a puerta de la finca sería de US$187.500.000 anuales, lo que
corresponde aproximadamente a lo que Venezuela importaba anualmente, en la
década de 1990, en productos derivados de la madera, principalmente papel. Todo
ello sin contar el valor agregado en la fase industrial, así como el gran número de
empleo, que se puede estimar en unos 20 mil empleos directos. Tal como se puede
apreciar, desde la década de 1970 hasta la actualidad, el enorme potencial del
bosque de Uverito fue desperdiciado por falta de visión sobre su potencial y sin
políticas de desarrollo de largo plazo.
Por otra parte, todos los indicadores a nivel mundial sobre el consumo de derivados
de la madera dicen que el consumo está en aumento a una tasa muy rápida,
especialmente ahora que en muchos países se está restringiendo y prohibiendo los
envases de plástico, y porque está aumentando la clase media, gran consumidora
de productos de papel. En España el año 2015 la producción de papel creció un
2.6% y el consumo un 5.6%. Cifras similares se constatan para el resto de los países
de la Unión Europea, pero se observa una tendencia hacia la disminución general de
75
la producción71. A nivel mundial, en 2009 se consumieron 370 millones de toneladas
de papel y cartón, mientras en 2016 el consumo aumentó a 413 toneladas.72
71 http://www.aspapel.es/content/la-producci-n-de-papel-crece-el-26-y-el-consumo-el-56-en-2015
72 https://es.statista.com/estadisticas/600580/consumo-mundial-de-papel-y-carton/
76
venezolana en la última década (1990), esta cadena industrial mantiene un alto
potencial de desarrollo basado en las inversiones realizadas aguas arriba para el
establecimiento de 140.000 hectáreas de nuevas plantaciones forestales (Monagas,
Anzoátegui, Lara, Portuguesa y Cojedes) y aguas abajo en la instalación y
modernización de equipos industriales de pulpa, papel y artes gráficas. A ello se
suma la alta calidad de algunos productos de exportación (papel tissue, cartones e
impresos, tableros de fibras y madera aserrada). Con sólo seis (6) empresas
operando a mediana capacidad la industria exportó más de 100.000 toneladas en
papeles y cartones el año 2000; adicionalmente, cerca de 7.000 toneladas en
impresos el mismo año. Del mismo modo, debe destacarse que las industrias de
esta cadena han mantenido un nivel de empleo del orden de 30.000 trabajadores y
un nivel de producción significativo, pese a la situación de contracción del mercado
nacional y el incremento de las importaciones. La política de fortalecimiento de esta
cadena industrial debe estar dirigida a potenciar el uso de la capacidad instalada e
impulsar su competitividad, consolidando el mercado nacional, a la par que
ampliando los internacionales. (Plan de Desarrollo Forestal, 2003:130)73. No
obstante, esta visión no es cónsona con otros indicadores de desempeño del sector
forestal para el período, que muestran un sector anarquizado, con mal uso de los
recursos de bosques de plantaciones disponibles, así como bajo nivel de tecnología
y poco competitivo a nivel internacional.
73 http://www.eumed.net/oe-ve/b3/PLAN%20NACIONAL%20FORESTAL.pdf
77
Destaca el caso de la expropiación en 2009 de 1.500 hectáreas de las plantaciones
de bosques de eucaliptos en los llanos occidentales, propiedad de la empresa
Smurfit Kappa, que originalmente totalizaban 27.000 hectáreas, con unas 15.000
hectáreas plantadas. Se alegó para la expropiación que el monocultivo de bosques
era perjudicial para la ecología de la región.
Hay una gran discusión al respecto. Según Zerpa (2009), quien publica en el Portal
Web socialista independiente “Aporrea.org”, un artículo en referencia a las
actuaciones del gobierno contra Smurfit Kappa: “En promedio estas plantaciones
tienen el potencial de crecer y por ende de producir unos 25 metros cúbicos de
madera por hectárea al año y esto es un cálculo conservador. Con este potencial de
crecimiento estas plantaciones serían capaces de contribuir con 625.000 de metros
cúbicos de madera al año para suplir la demanda nacional. Si en lugar de obtener
esta madera de las plantaciones decidimos obtenerla del bosque natural, el cual
crece unos 10 metros cúbicos de madera por hectárea al año y esto es una
estimación un tanto optimista, entonces tendríamos que intervenir unas 62.500
hectáreas para suplir la misma demanda. Esto es 2,5 veces el área que está bajo
plantaciones. A esta comparación hay que adicionar un elemento que es
fundamental en la conservación de los recursos naturales y es el hecho que las
plantaciones de eucalipto en los llanos occidentales han demostrado un rendimiento
sostenible en el tiempo a diferencia de las intervenciones del bosque natural las
cuales históricamente han generado invasiones y cambios en el uso de la tierra.
Cuando el presidente Chávez ha querido realzar algún logro de su gobierno siempre
a dicho “los números no mienten” esta es una gran verdad, ya es hora que alguno de
sus asesores se arme de valor y le muestre estos números al presidente. De no
corregir el rumbo hacia un desarrollo integral y reconocer el verdadero valor de las
plantaciones de eucalipto nos veremos frente a dos opciones: o terminamos de
acabar con nuestros bosques naturales para suplir a la industria papelera de fibra
corta, o nos tragamos el orgullo y usamos productos derivados del bosque
elaborados en otros países. Sería realmente vergonzoso que al nivel tecnológico
78
que ha alcanzado el mundo nuestro país se conozca por producir solamente
petróleo, granos y cereales.74.
79
La compañía Deforsa, por su parte, se inició en el año 1988 con el objetivo principal
de producir materia prima para la elaboración de pulpa para papel. Posee 13.979,24
hectáreas de tierra, distribuidas en dos fincas, una en el Municipio San Carlos
(11.001,90 ha) y otra en el Municipio El Pao (2.779,24 ha), Estado Cojedes. En el
uso de las tierras se destacan las plantaciones de eucalipto, acacia y merey (46%),
infraestructura, cortafuegos, carreteras (7,17%), sistemas silvopastoriles (14%),
pastos naturales (12%) y reservas naturales (20%). Los eucaliptos son manejados
en ciclos de crecimiento de 7 años, con plantaciones nuevas o conducción de
retoños. En este período se realizan los cuidos naturales como control de malezas,
fertilizaciones y control de plagas, alcanzando productividades de 22 hasta 35
metros cúbicos de madera por hectárea, por año. En las plantaciones de eucalipto
son cosechados 86.000 metros cúbicos de madera anualmente (unas 450 hectáreas
de tala), que son destinadas a la producción de pulpa para papel higiénico.76
Para el año 2000 las plantaciones en Venezuela eran: de Pinus caribaea var.
hondurensis de 596.000 ha, de Eucaliptos spp. unas 35.000 ha y de Gmelina
arborea unas 10.000 ha. Esas plantaciones proporcionaron el 46,7% de la madera
rolliza producida en el país (González et al., 2004). La capacidad de producción de
celulosa está por debajo de las necesidades del país. La escasez de fibra virgen
resultante es reemplazada por una mezcla con mayor proporción de fibras
recicladas.
76 http://deforsa.com/principales-actividades/
80
Estados Unidos es de aproximadamente de 7,5-8,5 US$/Tn (F2M, 2006), mientras
que en Venezuela la misma materia prima cuesta alrededor de 40 US$/Tn. La gran
diferencia se explica en parte debido a la no devaluación de la moneda (dólar
barato), inamovilidad laboral y el alto costo de los insumos para el manejo del
bosque. Otro factor que incrementa el costo de la madera en pie son los gastos de
vigilancia y control de incendios provocados. Estos costos, imputables a la madera,
pueden consumir en Venezuela cerca del 40% del presupuesto de las empresas
forestales.” (González, 2007). Según González, el país, entre 1998-2003, había
experimentado los valores históricos más bajos de consumo de madera, papel y
otros subproductos de la madera.
1. Entorno de negocios estable, con reglas claras que protejan a los inversores
con objetivos a largo plazo.
2. Disponibilidad de tierra que no esté comprometida con la agricultura.
3. Modelos de propiedad de la tierra que garanticen un acceso a la tierra seguro
y competitivo, sin limitaciones de compra en cuanto extensión y nacionalidad
del comprador.
4. Condiciones de suelo y clima adecuadas para las especies de rápido
crecimiento, tales como pino y eucalipto.
77https://misionesonline.net/2016/05/30/la-demanda-global-de-productos-de-celulosa-y-papel-seguira-
creciendo-y-el-nea-podria-ser-protagonista-de-este-desarrollo/ Fernando Correa, Consultora Pöyry
Management Consulting Ltd, Finlandia.
81
5. Una legislación medioambiental estricta, que sólo permita el uso de las
mejores técnicas disponibles (MTD) en la producción de celulosa y papel.
6. Rutas de logística competitivas a los mercados nacionales, regionales e
internacionales.
82
Actualmente hay dos tendencias claras en el negocio forestal: a) las plantaciones
son necesarias si queremos evitar el desastre ambiental que significaría seguir
extrayendo madera del bosque nativo en los próximos 30 años; b) las plantaciones
forestales han avanzado mucho en cuanto a diseños amigables con el medio
ambiente y, también, un mayor grado de entendimiento y compromiso por parte de
las empresas de sus responsabilidades ambientales. Es así que las mayores
empresas de América Latina han logrado que sobre el 80% de sus plantaciones
tengan la certificación NGP de buenas prácticas ambientales.
83
debería limitarse la existencia de grandes plantaciones forestales manejadas
por empresas, nacionales o extranjeras. Esto no ha estado prohibido
explícitamente, permitiendo la existencia de empresas como Smurfit Kappa,
pero siempre ha habido algunas limitaciones, que han restringido la entrada
de nuevas empresas al sector.
84
mejor tecnología, más empleo formal en los predios, más recursos para
replantar los bosques, reglas más claras en el tema de los impuestos, así
como mayor capacidad de gerencia, todos los cuales son factores cruciales
en el desarrollo de una política de desarrollo forestal de largo plazo. En
Uverito se exigiría que el contrato de venta estableciera la obligación de
siembra anual para reponer el bosque. En cuanto a la división de parcelas,
éstas de hecho ya existen, ya que la plantación se planificó dejando espacios
entre lotes.
85
agricultura, es decir, diferenciar legalmente entre la plantación de árboles con fines
exclusivos de protección ambiental o recuperación de bosques originarios, respecto
de las regulaciones para la plantación de árboles con fines de uso industrial. Este
cambio de enfoque es fundamental.
Así, del mismo modo que ha ocurrido en los demás países exitosos en el desarrollo
forestal, será necesario un cambio substantivo en la legislación, que distinga entre
bosque nativo, como patrimonio natural de la nación y con funciones de protección
de las fuentes de agua, tan necesarias para el desarrollo agrícola, respecto del
bosque de plantación con fines comerciales de materia prima a la industria
maderera. La legislación deberá establecer ambos sectores en forma claramente
diferenciados, bosque nativo versus bosques de cultivo forestal. En esta nueva
legislación, un tipo de bosque será para protección ambiental y secundariamente
para producción de madera, mientras el otro será para producir materias primas para
la industria de madera, celulosa y papel, y secundariamente para protección.
Igualmente, debe establecerse legalmente que el primero deberá estar dentro de las
competencias del Ministerio del Ambiente, mientras que el segundo podría estar
dentro de las competencias del Ministerio de Agricultura. En el mismo orden, los
bosques de protección y cultivados dentro de los predios privados, con otros fines,
como por ejemplo agroforestal y silvopastoril, deberán estar también bajo la tutela
del Ministerio de Agricultura. En Venezuela, promulgar esta nueva legislación sobre
bosques es crucial para el logro de un desarrollo agrícola sostenible de largo plazo.
86
8.4 Propuesta de políticas de incentivos
Dentro del nuevo marco legal, se deben establecer políticas de incentivos al sector,
para lo cual sería necesario realizar visitas a los países que están llevando a cabo
programas de desarrollo forestal, es especial Brasil, Chile, Uruguay, Argentina y
Colombia. En Colombia el subsidio se expide a través de un “Certificado de Incentivo
Forestal”. El Incentivo Forestal en Colombia consiste en el reconocimiento del 50%
de los costos de establecimiento y mantenimiento de la plantación forestal hasta el
quinto año. En Chile el subsidio forestal pagaba el 75% de los costos, luego de uno
a tres años de realizada la plantación. Actualmente, luego que el sector ha
alcanzado madurez se ha restringido y el incentivo aplica sólo al bosque natural. En
Uruguay el gobierno devuelve el 50% del costo al segundo año de realizada la
plantación.
Todos los países que han subsidiado las plantaciones forestales lo han hecho con
criterios diferentes a cómo se conciben los subsidios en Venezuela, que están
generalmente diseñados ayudar al consumo de los pobres. El subsidio forestal, en
los países en donde se ha aplicado, se orienta a generar abundantes materias
primas forestales para el desarrollo económico del país, generación de empleo y
mejores salarios, exportar madera, celulosa y papel la producción, así como cuidar el
patrimonio boscosa natural, entre otras razones. Este enfoque apunta a que el
subsidio deber ser igual para todos los propietarios de tierras, sin distinción de
tamaño o tipo empresarial del productor, siempre que sean respaldados por un
proyecto técnico-técnico-financiero adecuado. En ningún caso el pago del incentivo
debe hacerse por adelantado.
87
condiciones de desarrollo. Entonces el Estado procederá a cancelar el incentivo,
cuidando de mantener el valor del dinero, compensando la inflación, si la hubiera.
El certificado del subsidio, junto con el plan de explotación, sirve como respaldo a un
préstamo bancario. En todos los países en donde se ha aplicado este tipo de
subsidio los propietarios de tierras han aceptado el reto y corrido con los riesgos.
Quizás el único elemento delicado es el tema de la inflación, de decir, la devolución
del dinero debería ser actualizado al costo de la plantación al momento del pago, de
otro modo sería dinero desvalorizado y el incentivo no tendría éxito. El estímulo a las
plantaciones va de la mano con estímulos para la instalación de viveros de plántulas.
El objetivo en Venezuela sería llegar a plantar, al final de un primer período de 5
años, al menos un total de 20.000 hectáreas anuales de plantación. También, como
en Colombia, se debería liberar las importaciones de semillas, debidamente
certificadas, de las especies más plantadas y de mejores características económicas
en las regiones tropicales y sub-tropicales del continente.
78Durante abril de 2015 MASISA completó un proceso de venta de madera en pie en Chile a las
empresas Forestal Tres Eme S.A., Forestal Santa Blanca S.A. y Forestal León Limitada. Se vendió
un volumen total de 707.307 m3 por un precio total neto de U$23,0 millones, pagado al contado.
88
por un período más extenso, hasta los 20 o 25 años, para obtener madera aserrada
de buena calidad. Usando los métodos de manejo adecuados se lograría mayor
producción, más de 300m3 por hectárea y precios sobre US$60 por metro cúbico,
totalizando unos US$18.000 de ingreso bruto por hectárea en el primer caso. Los
costos adicionales serían de unos US$2.000 por hectárea, ya que es necesario
hacer podas, limpieza de ramas secas, cuidado contra las plagas, y también que la
cosecha es más costosa, por tratarse de árboles de mayor tamaño.
Así, considerando los costos de la sección anterior, si una granja forestal de pino
caribe cortara un promedio de 10 hectáreas al año, con un rendimiento de 150m3 de
producción por hectárea, tendría un ingreso bruto de US$70.000, con costos que
deberían estar en torno al 70% de esa suma, incluyendo la replantación, por lo cual
tendría un ingreso neto de unos US$20.000 al año, esto es, alrededor de US$2.000
al mes. Se asume que el productor vende la madera a una industria.
Hay que considerar que los costos son altos, porque cada año el costo incluye no
solo las 10 hectáreas de cosecha, sino el total de plantaciones de la granja. Un
modelo forestal de 10 hectáreas de cosecha anual de pinos implica disponer de 20
lotes plantados, es decir, 200 hectáreas, en diversas edades de desarrollo, para
poder cortar un lote cada año, considerando que los árboles se cortan al final de un
período de entre 15 y 18 años, dependiendo de la calidad del sitio. También hay que
considerar la opción de dejar en la plantación una cantidad de árboles más tiempo
para su corte para madera aserrada. También hay que agregar terrenos como
reservas ambientales; se estima que el área de reserva ambiental debería estar
entre un 20 y un 40% de la superficie. Por otra parte, se requiere un período de
recuperación de la tierra y limpias del terreno entre cosecha y replante, así como
caminos y áreas de operación. Las granjas forestales, en caso que exista la
posibilidad, no pueden dejar de considerar pequeñas áreas para desarrollo agrícola,
de praderas o sistemas silvoagropecuarios. Estas necesidades adicionales de tierra
indican que un predio forestal familiar de 10 hectáreas de cosecha anual debería
disponer de unas 500 hectáreas de superficie total para su correcto funcionamiento.
89
Es conveniente que una granja forestal tenga un plan de manejo sostenible (PMS),
realizado por un profesional del área y, preferiblemente, que el Plan sea registrado
ante un notario o registrador público. En base a este plan de desarrollo de la granja,
el productor familiar forestal podría generar programas anuales para plantar cada
año 10 hectáreas de bosques, al tiempo que cosecha 10 hectáreas anuales, así
establecer las actividades de desarrollo en el resto del predio.
90
mientras proyectos forestales del mismo volumen de inversión generan de 15 a 20
empleos directos. Las plantaciones forestales son inversiones generadoras de
empleo y de materia prima para desarrollos industriales con capacidad de
exportación, constituyendo un positivo y efectivo instrumento para el desarrollo
regional y la desconcentración poblacional y económica, tal como se ha demostrado
en Brasil, Chile, China, India, Indonesia, Estados Unidos y otros países.”79.
91
hectáreas, en ciclos de unos 15 años, por cada planta. Este nivel de cosecha es
congruente con el tamaño de la plantación de Uverito y se podría instalar allí dos
plantas medianas, siempre que el nivel sanitario actual de la plantación permita
un rendimiento de al menos un 60%, es decir, unas 200 mil hectáreas por ciclo.
Sin embargo, al terminarse el ciclo estarían en condiciones de ser cosechadas
las nuevas plantaciones, que comenzarían a ser plantadas antes del inicio de la
construcción de las plantas, las cuales, por la mejor calidad de la plantación
necesitaría cosechar menos hectáreas de bosque.
81La gmelina es una planta originaria de la India, muy adecuada para proyectos de silvopastoreo. En
Costa Rica es la especie más utilizada en la reforestación comercial.
92
especies presentan problemas cuando son cultivados como monocultivos en
áreas extensas. Quizás sería recomendable plantar estas especies en una forma
intercalada, con pinos, por ejemplo, en los casos que se pueda, generando así
barreras para las plagas y enfermedades, de acuerdo a los diseños propuestos
para lograr plantaciones forestales sostenibles.
En Uruguay, que constituye una buena referencia para Venezuela, por ser un país
con un gobierno socialista, el comportamiento de las exportaciones de productores
forestales es el siguiente: “Las exportaciones de productos forestales totales pasan
de US$1.030 millones en 2013 a US$1.210 millones, US$1.556 millones y US$1.515
millones en los años 2014, 2015 y 2016, respectivamente según Opypa”82. El
aumento se debió tanto al aumento de la producción como alzas en los precios. Los
precios han fluctuado entre US$500 y US$1.000 por tonelada. A fines de 2017 el
precio superó los mil dólares por tonelada, siguiendo alto el primer semestre de
2018, pero se estima que ese precio no se va a mantener. China es el mayor
importador de celulosa para abastecer sus fábricas de cartones. Por tanto, el precio
82 https://negocios.elpais.com.uy/rurales/exportacion-forestal-us-ano-pasado.html
93
depende en un alto grado del ritmo de desarrollo de China, siendo por tanto difícil
estimar costos y rentabilidad de las inversiones forestales, en el corto plazo.
Las exportaciones de celulosa de fibra corta de Uruguay son realizadas con una
superficie de plantaciones de eucaliptos en torno a las 700 mil hectáreas y dos
plantas de celulosa, que producen 2.500 millones de toneladas de celulosa, y
proveen el 81% del total exportado de los bosques, junto a otros productos como
papel, cartones, planchas de madera y chips.
Venezuela tiene actualmente materia prima de pino para abastecer a por lo menos
dos plantas industriales de celulosa de fibra larga del tamaño de las chilenas, de
unas 300.000 toneladas de producción anual cada una. Con sólo dos plantas se
podría cubrir el déficit de consumo interno y exportar, en un plazo de unos cinco
años, unas 500.000 toneladas de celulosa, con un valor de entre 300 y 500 millones
de dólares anuales.
94
un alto nivel de crecimiento, considerablemente mayor a la tasa de crecimiento de la
población. En el cuadro siguiente se presentan cuatro proyecciones de la oferta de
productos desde las plantaciones forestales y la demanda global entre los años 2012
y 2048 (Prado, 2015), que, serían las siguiente, con distintos escenarios pesimistas
versus optimistas:
Actualmente hay 2.500 millones de personas que usan madera para uso doméstico,
la cual es el principal componente de la demanda sobre el bosque primario, la cual
podría disminuir, pero no hay optimismo al respecto. Hasta ahora las plantaciones
contribuyen poco con madera para leña de uso doméstico, pero hay estudios para
establecer plantaciones de madera para leña, ya que requiere un tipo de árbol
distinto a los usados para celulosa o embalajes, de menor velocidad de desarrollo y
por lo tanto poco atractivo como negocio.
95
países que están prohibiendo el uso de plásticos y favoreciendo el uso de otros
materiales biodegradables, como madera y papel, principalmente en la industria del
embalaje. Así mismo, hay varios factores que intervienen en contra del desarrollo de
las plantaciones, principalmente de parte del sector ambientalista, por lo cual se
deduce que habrá una mayor presión de corte de madera sobre los bosques nativos.
El resultado será que la demanda excederá la oferta tanto de las plantaciones como
del bosque primario, lo que llevará a un aumento de la demanda de materia prima
para la industria forestal sobre las plantaciones forestales, junto con un alza de los
precios. En ese sentido, el futuro de la economía basada en el cultivo forestal se
percibe muy promisorio.
9 CONCLUSIONES
Las ventajas y condiciones para que Venezuela apoye a las plantaciones forestales
a gran escala, en base a especies de rápido crecimiento, así como el rescate del
bosque natural, basado en un sólido sector industrial privado, son las siguientes:
96
2. El potencial de cultivo forestal puede ser ampliado a unos 10 millones de
hectáreas, en tierras sin uso actual o potencial para la agricultura, que
generaría recursos para exportaciones superiores a los 10 millones de
hectáreas al precio actual. Esto se podría lograr en un plazo de unos 50 años,
si existieran las políticas adecuadas.
4. Solo con las labores de mantenimiento y cosecha del insumo forestal actual,
más las tres nuevas plantas de celulosa, se podrían crear unos 100 mil
nuevos empleos directos e indirectos.
97
8. El sector forestal está esencialmente orientado a la exportación, por lo cual la
experiencia de negocios puede ser transferida a otros sectores de la
producción agrícola.
10. La experiencia muestra que los terrenos forestales propiedad de las grandes
empresas, generalmente ocupan no más del 60% en plantaciones forestales,
mientras en el resto pueden tener experiencia de manejo y recuperación de
bosques nativos, así como el desarrollo de empresas ganaderas bajo el
concepto de desarrollo agroforestal.
11. América Latina, así como está en camino de convertirse en uno de los
mayores productores de alimentos del mundo, es cierto que con gran
deterioro de los bosques primarios, al mismo tiempo el cultivo forestal puede
convertir al continente es uno de los mayores exportadores de celulosa y
papel, a la vez que se recuperan suelos degradados ya no aptos para la
agricultura y se ayuda a restaurar el bosque primario mediante la substitución
de la madera del bosque primario por las plantaciones forestales.
12. El deterioro de los suelos por acidificación, así como problemas de deterioro
de los cursos de agua, que fueron problemas que surgieron hace 50 o más
años, al inicio del proceso de plantaciones, en la actualidad tanto las
empresas como los gobiernos, están tomando medidas para minimizar y
revertir tales problemas, de modo que el cultivo forestal se está convirtiendo
en un sector productivo sostenible.
98
13. Las políticas forestales de Venezuela han sido erráticas. Inicialmente se sumó
a otros países para el desarrollo forestal a gran escala, luego la idea inicial
cambio, se rechazó la industria forestal porque ser extranjera, las
plantaciones fueron declaradas patrimonio forestal nacional y, por último, en
este último período de gobierno, se limitó el desarrollo empresarial tanto
nacional como extranjero.
15. En todos los países existe un marco legal que protege a las empresas,
asegurando la propiedad privada de la tierra con plantaciones. Brasil y
Argentina, en el contexto de los gobiernos de Lula y de los Kischner,
respectivamente, pusieron algunas limitaciones a la cantidad de tierras que
podrían comprar las empresas, en torno a las 200 mil hectáreas. Sin
embargo, puede haber otros arreglos para garantizar la materia prima a la
industria, como contratos de arrendamientos a largo plazo, medianerías o
contratos de las empresas con predios particulares83.
17. Por último, para que un desarrollo forestal a gran escala sea posible en
Venezuela necesariamente debe instituirse nuevas políticas, tales como sacar
a las plantaciones del campo ambientalista, considerarla legalmente dentro de
la agricultura, como la fruticultura, café, cacao, palma aceitera, entre otros
rubros de ciclo largo, no limitar la compra de tierras por cantidad o por
nacionalidad del comprador, y establecer incentivos mediante un subsidio a
las plantaciones.
99
10 BIBLIOGRAFIA
Alvarado, Raquel (2009) La expansión forestal en el Cono Sur. Políticas públicas,
intereses transnacionales y transformaciones Territoriales. El sector forestal en
el contexto del sector agropecuario. Revista Nueva Sociedad, del Instituto de
Desarrollo Económico y Social (IDES). Buenos Aires, Argentina.
Anastasía, Luis (2018). Cuentas erradas también respecto a producción de
eucaliptos. Fuente: Ecouruguay, EstrucPlan Online, Buenos Aires, Argentina.
Asprem Mads (2018) Planting change in Africa. 2018 NGP Revision
Bakshi, B.K. (1965) Enfermedades y Plagas de los Montes Tropicales, por FAO.
Carlstein Quiñones, Rafael María (2018) El sector forestal del Brasil en base a FAO
y Banco de Datos SBS. Carlstein es presidente de CEDEFOR, Paraguay. Nota
de Prensa Publicada por Diario ABC Color, Asunción, Paraguay.
Casals Costa, Vicente (1999) La Política Forestal en Chile. Una Perspectiva
Histórica, Barcelona, España.
Carrere, Ricardo y Larry Lohmann (1995) El papel del Sur: Plantaciones Forestales
en la Estrategia Papelera Internacional. Capítulo 7.
Briceño Méndez, Manuel (2005). Informe Nacional Venezuela, del Informe General
“Estudio de tendencias y perspectivas del Sector Forestal en América Latina”.
FAO. Documento de Trabajo, Roma, 2005.
Dandgond, Indalecio (2015) El negocio forestal. Diario El Espectador, Bogotá,
Colombia.
FAO (2008) Brasil. Información forestal disponible en 2004 sobre el perfil forestal del
país. Edited A. Alba – April 2008.
FAO: Evaluación de los recursos forestales mundiales (2015).
Fossati, Alberto y Eduardo Van (2006) Uruguay. Estrategias y mecanismos
financieros para la conservación y el uso sostenible de los bosques. Elaborado
por Proyecto FAO/UICN/HOLANDA (LNV-DK) /CCAD GCP/INT/953/NET:
“Estrategias y mecanismos financieros para el uso sostenible y la conservación
de bosques” Fase 1: América Latina.
Galloway, Glenn et al (2005) “15 Cambios en los paradigmas del sector forestal de
América Latina”. Actualización en español del Informe del “Proyecto WFSE bajo
el título “Changing Paradigms in the Forestry Sector of Latin America” (Galloway,
G., Kengen, S., Louman, B., and Stoian, D.) en el libro “Forest in the Global
Balance – Changing Paradigms” (Mery, G., Alfaro, R., Kanninen, M. and
Lobovikov, M. eds.), en el Volumen 17 de la serie “IUFRO World Series”.
Gonçalves de Souza. Yvonne y Windfridus Overbeek (2011) Eucalyptus Plantations
for Energy. Movimientoi Mundial por los Bosques Tropicales. WRM.
100
González, R., M. Plonczak y J. Stock (2004). Plantaciones Forestales e Industrias
Asociadas en Venezuela. Aspectos socioeconómicos. Revista Forestal
Venezolana 48 (2): 111-117.
González, Ronalds W. y Omar Carrero (2007) Tendencia del Consumo Aparente de
Pulpay papel en los últimos 40 años en Venezuela. Universidad de Los Andes,
Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Grupo de Investigación GENSIL,
Mérida-Venezuela.
IICA (2017). Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas: una
mirada hacia América Latina y el Caribe: 2017-2018.
ITTO (2018) Brasil: Informe del International Tropical Timber Organización. Web site.
IITO Venezuela (2018) Informe del International Tropical Timber Organización.
Kammesheidt, Ludwig et al. (2003) Historia del aprovechamiento forestal y los
tratamientos silviculturales en los bosques de los Llanos Occidentales de
Venezuela y perspectivas de manejo forestal sostenible. Universidad de los
Andes, Mérida, Venezuela. Web Site.
López, Leopoldo y Gustavo Baquero (2017) Venezuela Energética, Editorial La Hoja
del Norte, Caracas, Venezuela.
May, Mike, Wu Shuirong and Luis Neves Silva (2018) An ecological infrastructure for
a Green Belt Road. 2018 NGP Revision.
Morales Olmos, Virginia (2016). La dinámica del sector forestal en Uruguay. Rev.
Integración y Comercio. BID.
Navarro Mesquita Jr. Humberto (2018) Contexto de la Gobernanza de los Bosques
en Brasil. Web site.
Neves Silva, Luis, Peter Freer-Smith and Palle Madsen (2018) Production,
restoration, mitigation: a new generation of plantations. 2018 NGP Revision
ODEPA (2007) Evolución de la producción de celulosa en Chile (1990-2006).
(Ministerio de Agricultura).
Prado, José Antonio (2015) Plantaciones Forestales, más allá de los árboles.
Editado y publicado por el Colegio de Ingenieros Forestales de Chile, Santiago.
Prado Braga Estevão do, (2018) Strong bonds: using green bonds to finance
environmental projects. 2018 NGP Revision.
Quispe S. Armando (2014) El Cultivo del Eucalipto en Brasil. Arborizaciones F.I.R.E.
Lima, Perú.
Río, Isabel de los (2015) Reseña histórica de la protección legal de los bosques en
Venezuela y la proyección de la nueva ley. Revista Iberoamericana de Derecho
Ambiental y Recursos Naturales, Buenos Aires, Argentina.
Rivera, Rigoberto y Cruz, María Elena (1983) El Desarrollo del Sector Forestal en
Chile. Producción y Ambiente. Grupo de Investigaciones Agrarias (GIA),
Santiago de Chile.
101
Seymour, Frances y Jonah Busch (2017) Brasil. Bosques para el Desarrollo. Revista
Finanzas & Desarrollo. Website.
Stocchero, Andrea and Anna-Liisa Myllynen (2018) Going with the grain: how wood
can help us build a sustainable future. 2018 NGP Revision
Tomaselli, I. (2009) De qué forma podrían contribuir las plantaciones forestales a la
renovación económica en América del Sur. Empleos Verdes. Revista Unasylva
No. 233, Vol. 60, 2009/3, Roma, 2009
Venezuela (2003) Plan de Desarrollo Forestal, 2003.
GLOSARIO DE TÉRMINOS:
BSKP: pulpas kraft blanqueadas de fibra larga – coníferas – (S=suave-blanda-soft).
NBSK / SBSK: El término BSKP se refiere a pulpas kraft blanqueadas de fibra larga. Cuando
están producidas en el hemisferio Norte, se le agrega la “N” para diferenciar su origen o “S“,
si proviene del Hemisferio Sur.
BHKP: Pulpa kraft blanqueada de madera dura (H=hard), se refiere a pulpa de árboles de
madera dura en general, como eucaliptus, álamos, abetos, abedules, sin diferenciarlos.
BEKP: Pulpa kraft blanqueada de madera dura, pero referida sólo a pulpa de eucaliptus (E=
eucalyptus),
BRKP: Pulpa de Pino Radiata Blanqueada.
PPPC: Pulp and Paper products Council (U.S.A. – ver: http://www.pppc.org )
UKP: Pulpa kraft no blanqueada, cruda.
102