Este documento resume la porción bíblica de 1 Samuel 1:1-8, que habla de Elcana, su esposa Ana y Penina. Resalta que Ana no podía tener hijos, pero oró fervientemente a Dios y le concedió un hijo, Samuel, que Ana dedicó al servicio de Dios de acuerdo con su promesa. También menciona brevemente a otras matriarcas bíblicas como Sara, Rebeca y Raquel y cómo sus familias sirvieron a Dios.
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Este documento resume la porción bíblica de 1 Samuel 1:1-8, que habla de Elcana, su esposa Ana y Penina. Resalta que Ana no podía tener hijos, pero oró fervientemente a Dios y le concedió un hijo, Samuel, que Ana dedicó al servicio de Dios de acuerdo con su promesa. También menciona brevemente a otras matriarcas bíblicas como Sara, Rebeca y Raquel y cómo sus familias sirvieron a Dios.
Este documento resume la porción bíblica de 1 Samuel 1:1-8, que habla de Elcana, su esposa Ana y Penina. Resalta que Ana no podía tener hijos, pero oró fervientemente a Dios y le concedió un hijo, Samuel, que Ana dedicó al servicio de Dios de acuerdo con su promesa. También menciona brevemente a otras matriarcas bíblicas como Sara, Rebeca y Raquel y cómo sus familias sirvieron a Dios.
Este documento resume la porción bíblica de 1 Samuel 1:1-8, que habla de Elcana, su esposa Ana y Penina. Resalta que Ana no podía tener hijos, pero oró fervientemente a Dios y le concedió un hijo, Samuel, que Ana dedicó al servicio de Dios de acuerdo con su promesa. También menciona brevemente a otras matriarcas bíblicas como Sara, Rebeca y Raquel y cómo sus familias sirvieron a Dios.
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TEMA DEL MES: YO Y MI CASA SERVIREMOS A JEHOVÁ
MI TEMA ES: LA FAMILIA AL SERVICIO DE DIOS
Porción Bíblica: 1 Samuel 1:1-8 Objetivo: Preparados para servir a Dios en todo tiempo En esta porción bíblica encontramos a Elcana, él era descendiente de Zuf, y su línea familiar indica que era un levita y esto lo encontramos en (1 Crónicas 6:16-30). Aquí se le llama Efrateo porque su familia vivía en una ciudad Levítica en los límites de la tribu de Efraín. Elcana convivía con sus dos esposas: Ana y Penina – algo que estaba permitido por las costumbres de la época. La Biblia cita a Ana antes que a Penina, lo que sugiere que habría sido la primera mujer con la que él se casó. Probablemente la unión con Penina se habría producido porque Ana no podía tener hijos, es decir, para concederle descendientes a Elcana. Había una relación intensa y competitiva entre las dos esposas, Penina (que tenía dos hijos) y Ana, que no tenía ninguno.
Elcana y su familia viajan al tabernáculo.
Y todos los años aquel varón subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová. Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba a Penina su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte. Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener hijos. De ahí que Samuel, cuyo nombre significa "nombre de Dios", fue dedicado a Dios por su madre, Ana, como parte de una promesa que hizo antes de que naciera (1 Samuel 1:11). Ana había sido estéril y oró con tanto fervor por un hijo, que el sacerdote Elí pensó que estaba borracha (1 Samuel 1). Dios le concedió a Ana su petición, y, fiel a su promesa, Ana dedicó su hijo Samuel al Señor. Aun así, podemos estar dedicados al Señor, pero es posible darle a Dios una mayor dedicación. Sería fácil para Ana decir: “No necesito dedicar a mi hijo al Señor, porque él ya está dedicado”. Pero había una dedicación más profunda que el Señor quería extraer de Ana. 1 De ahí que Samuel, cuyo nombre significa "nombre de Dios", fue dedicado a Dios por su madre Ana, como una promesa que hizo antes de que Samuel naciera (1 Samuel 1:11). Ana había sido estéril y oró con tanto fervor por un hijo, que el sacerdote Elí pensó que estaba borracha (1 Samuel 1). Dios le concedió a Ana su petición, y, fiel a su promesa, Ana dedicó su hijo Samuel al Señor. Después que Samuel fue destetado, fue llevado al tabernáculo a servir a las órdenes del sacerdote Eli (1 Samuel 1:22-25). Samuel de niño se le concedio su propia túnica, una prenda normalmente reservada para un sacerdote cuando ministraba delante del Señor en el tabernáculo de reunión en Silo, donde estaba el arca de Dios (1 Samuel 2:18; 3:3). Tradicionalmente, los hijos del sacerdote heredarían el ministerio del padre; sin embargo, los hijos de Eli, Ofni y Finees eran impíos, ya que eran inmorales y menospreciaban las ofrendas del Señor (1 Samuel 2:17, 22). Mientras tanto, Samuel continuó creciendo en estatura y en gracia para con el Señor y con los hombres (1 Samuel 2:26). Sara fue la esposa de Abraham y madre de Isaac. También era medio hermana de su esposo. El libro del Génesis dice que su nombre original era Sarai pero Dios lo cambió a "Sara" antes de concederle el milagro de tener un hijo a la edad de noventa años. La Biblia nos dice que en un principio Sara le había indicado a Abraham a tener un hijo con su esclava Agar pero más tarde, después del nacimiento de Isaac, expulsó a Agar y a su hijo Ismael. (Génesis 17:15-17) Rebeca fue la esposa de Isaac, con quien tuvo a los gemelos Jacob y Esaú. Cuando Rebeca supo por qué estaba allí aquel hombre, aceptó acompañarlo y casarse con Isaac (Génesis 24:57-59). Con el tiempo, Rebeca tuvo gemelos, y Dios le reveló que el mayor, Esaú, serviría al menor, Jacob (Génesis 25:23). Raquel, proveniente del hebreo que significa “oveja”, Rebeca, fue hija de Labán, hermana de Lea y madre de los hijos menores de Jacob. Era una mujer hermosa y junto a su hermana fueron honradas por generaciones posteriores como las que “edificaron la casa de Israel”. La Biblia presenta el gran amor de Jacob por Raquel y dice que aunque trabajó siete años «le pareció poco tiempo porque estaba muy enamorado de ella» (Génesis 29:20). 1 Aplicación a nuestras vidas: La oración de Ana en 1 Samuel 2:1-10 hace referencias proféticas de Cristo. Ella ensalza a Dios como su Roca (v.2), y sabemos por lo que nos dice el evangelio, que Jesús es la Roca sobre la que debemos construir nuestras casas espirituales. Cristo es llamado la “Roca espiritual” que proveyó la bebida espiritual de los israelitas en el desierto, al igual que Él provee el “agua viva” para nuestras almas (1 Corintios 10:4; Juan 4:10).