Símbolos Químicos

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Símbolos químicos

Los símbolos químicos son las abreviaciones universales que se utilizan para identificar los elementos


químicos de la tabla periódica. Estos símbolos permitieron convertir el lenguaje químico en un lenguaje
universal, de un modo similar a como había ocurrido anteriormente con los símbolos matemáticos.
El sistema de símbolos químicos utilizado en la actualidad fue introducido por el químico sueco Jöns Jakob
Berzelius en 1814. Pocos años antes, el químico inglés John Dalton había presentado un sistema similar,
basado parcialmente en abreviaturas de los nombres de los elementos y los símbolos alquímicos más usados
hasta el momento.

La propuesta de Berzelius contó con más aceptación entre los químicos porque permitía combinar la escritura
de los elementos químicos con texto corriente. Además, este nuevo sistema evitaba muchas de las confusiones
que generaban los símbolos alquímicos anteriores. En resumen, el nuevo sistema simplificaba la escritura y
presentación de tratados científicos.
A continuación te presentamos una lista completa de los símbolos químicos utilizados en la actualidad.
También encontrarás en este artículo la historia detallada sobre el origen de este sistema de símbolos químicos.
Finalmente encontrarás los detalles sobre el significado o procedencia de los nombres de los distintos elementos
químicos.
Número atómico Elemento Símbolo químico

1 Hidrógeno H

2 Helio He

3 Litio Li

4 Berilio Be

5 Boro B

6 Carbono C

7 Nitrógeno N

8 Oxígeno O

9 Flúor F

10 Neón Ne

11 Sodio Na

12 Magnesio Mg

13 Aluminio Al

14 Silicio Si

15 Fósforo P

16 Azufre S
Número atómico Elemento Símbolo químico

17 Cloro Cl

18 Argón Ar

19 Potasio K

20 Calcio Ca

21 Escandio Sc

22 Titanio Ti

23 Vanadio V

24 Cromo Cr

25 Manganeso Mn

26 Hierro Fe

27 Cobalto Co

28 Níquel Ni

29 Cobre Cu

30 Zinc Zn

31 Galio Ga

32 Germanio Ge

33 Arsénico As

34 Selenio Se

35 Bromo Br

36 Kriptón Kr

37 Rubidio Rb

38 Estroncio Sr

39 Itrio Y

40 Zirconio Zr

41 Niobio Nb

42 Molibdeno Mo
Número atómico Elemento Símbolo químico

43 Tecnecio Tc

44 Rutenio Ru

45 Rodio Rh

46 Paladio Pd

47 Plata Ag

48 Cadmio Cd

49 Indio In

50 Estaño Sn

51 Antimonio Sb

52 Teluro Te

53 Yodo I

54 Xenón Xe

55 Cesio Cs

56 Bario Ba

57 Lantano La

58 Cerio Ce

59 Praseodimio Pr

60 Neodimio Nd

61 Prometio Pm

62 Samario Sm

63 Europio Eu

64 Gadolinio Gd

65 Terbio Tb

66 Disprosio Dy

67 Holmio Ho

68 Erbio Er
Número atómico Elemento Símbolo químico

69 Tulio Tm

70 Iterbio Yb

71 Lutecio Lu

72 Hafnio Hf

73 Tantalio Ta

74 Wolframio W

75 Renio Re

76 Osmio Os

77 Iridio Ir

78 Platino Pt

79 Oro Au

80 Mercurio Hg

81 Talio Tl

82 Plomo Pb

83 Bismuto Bi

84 Polonio Po

85 Ástato At

86 Radón Rn

87 Francio Fr

88 Radio Ra

89 Actinio Ac

90 Torio Th

91 Protactinio Pa

92 Uranio U

93 Neptunio Np

94 Plutonio Pu
Número atómico Elemento Símbolo químico

95 Americio Am

96 Curio Cm

97 Berkelio Bk

98 Californio Cf

99 Einstenio Es

100 Fermio Fm

101 Mendelevio Md

102 Nobelio No

103 Laurencio Lr

104 Rutherfordio Rf

105 Dubnio Db

106 Seaborgio Sg

107 Bohrio Bh

108 Hassio Hs

109 Meitnerio Mt

110 Darmstadtio Ds

111 Roentgenio Rg

112 Copernicio Cn

113 Nihonio Nh

114 Flerovio Fl

115 Moscovio Mc

116 Livermorio Lv

117 Tenesino Ts

118 Oganesón Og

Historia de los símbolos químicos


La historia de los símbolos químicos es una historia ligada al desarrollo de la química.
La química actual fue precedida por años de experimentación sin base científica en la protociencia conocida
como alquimia. La alquimia era una disciplina practicada desde la antigüedad que mediante multitud de
procesos relacionados con la experimentación con materiales perseguía objetivos como la transmutación de
metales en oro, la creación de un hipotético elixir de la inmortalidad o la posibilidad de crear elixires para curar
cualquier enfermedad.
A pesar de la poca base científica de la alquimia, los alquimistas fueron los primeros en proponer posibles
clasificaciones de sustancias y en desarrollar sistemas simbólicos para su identificación. Gran parte de la
alquimia estuvo basada en la teoría de que todas las sustancias del universo se podían formar a partir de
los cinco elementos clásicos: agua, tierra, aire, fuego y un quinto elemento hipotético llamado éter. A menudo
estos cinco elementos se relacionaban con los cinco sólidos platónicos. Los alquimistas también tenían un
conocimiento básico de los metales, cuyo origen y características relacionaban con planetas y astros
específicos. Por ejemplo, el oro estaba relacionado con el Sol, la plata con la Luna, etc.
Los alquimistas asignaron distintos símbolos alquímicos a estos cinco elementos. A partir de su combinación y
junto con símbolos de nueva creación, los alquimistas desarrollaron símbolos para todas las sustancias
conocidas. Este primer sistema de símbolos no fue nunca totalmente compartido entre todos los alquimistas. Si
bien es verdad que las sustancias más elementales eran generalmente representadas con los mismos símbolos,
también era habitual que cada alquimista desarrollara su propia simbología.

La frontera entre la alquimia y la química empezó a dibujarse gracias a las innovaciones introducidas
por Antoine Lavoisier. Lavoisier fue uno de los primeros científicos en sistematizar el estudio de la
química en el siglo XVIII. Por ejemplo, uno de las descubrimientos de Lavoisier fue la ley de conservación de
la masa. Esta ley dice que en toda reacción química ordinaria la masa de sustancias iniciales es igual a la masa
de sustancias obtenidas.
Lavoisier se dio cuenta que uno de los problemas principales de la química en aquel momento era que no existía
una nomenclatura clara y uniforme para identificar las distintas sustancias. Con la intención de solucionar
este problema presentó en 1787 un tratado llamado Método de nomenclatura química. En él, Lavoisier
descartaba seguir usando los cinco elementos clásicos como base de la química y en su lugar presentaba una
clasificación de 33 sustancias esenciales. Además, introdujo un sistema de sufijos para indicar ciertas
características de las estas sustancias. El método presentado por Lavoisier permitía una clasificación mucho más
sistemática de las sustancias y rápidamente fue adoptado por gran parte de los químicos en todo el mundo.
Pocos años después de la primera nomenclatura propuesta por Lavoisier, el químico inglés John Dalton publicó
un primer sistema de símbolos para abreviar las sustancias químicas elementales. John Dalton amplió la lista de
33 sustancias presentada por Lavoisier a 36. Dalton se basó en abreviaturas de las sustancias y en los
símbolos alquímicos preexistentes para diseñar el siguiente sistema de símbolos para los elementos químicos:
La propuesta presentada por Dalton fue un paso en la buena dirección pero no contó con la aprobación de todos
los químicos y no establecía unas reglas claras para ampliar el catálogo de símbolos en caso de descubrir nuevos
elementos.

Para dar solución a este problema, el químico sueco Jöns Jakob Berzelius propuso en 1814 un nuevo sistema
simplificado para simbolizar los elementos. Berzelius limitó el símbolo de cada elemento químico a
una abreviatura formada por una o dos letras.
En lugar de utilizar los nombres en inglés más comunes para cada sustancia, Berzelius propuso utilizar
una denominación latina para cada elemento. Esta decisión estaba en concordancia con los avances en otros
disciplinas. Por ejemplo, también en el campo de la botánica y la biología había empezado la clasificación de
especies usando nombres en latín. Además, en aquel momento el latín era considerada la lengua principal y
compartida del lenguaje científico.
La nomenclatura de Berzelius se basaba en escoger la primer letra del nombre en latín del elemento y en
añadir una segunda letra representativa en caso de ser necesario para evitar confusiones.
Por ejemplo, la clasificación de Berzelius incluía un grupo de materiales llamados metaloides. Equivalente a
los elementos no metálicos. Este grupo de elementos debían representarse con una sola letra. Entre ellos se
incluían el hidrógeno (H), el nitrógeno (N), el oxígeno (O), el boro (B), el carbono (C), el fósforo (P) y el
azufre (S). En caso de que un elemento metaloide tuviera la misma letra inicial que otro, debía incluirse la
segunda letra para diferenciarlos. Este era el caso del Silicio (Si) ya que coincidía con el azufre (S).
Dentro del grupo de los metales se utilizaban las dos primeras letras para definir los símbolos químicos. Por
ejemplo, el cobalto se representaba con Co (latín Cobaltum) y el cobre con Cu (latín Cuprum).
En caso de que entre dos metales las dos primeras letras coincidieran, se creaba el símbolo a partir de la primera
letra y la primera consonante distinta. Por ejemplo, para los elementos antimonio (latín Stibium) y estaño
(latín Stannum) los símbolos según esta regla no podían ser St debido a la coincidencia, sino que debían
ser Sb y Sn, respectivamente.
La gran ventaja de este nuevo sistema es que permitía seguir expandiendo el número de símbolos de
forma coherente conforme se descubrían nuevos elementos. Además permitía integrar la denominación de los
elementos en los textos científicos, sin la necesidad de incluir símbolos gráficos.
Este nuevo sistema fue rápidamente aceptado por la comunidad científica y ha seguido en uso hasta llegar a
nuestros días. Durante este tiempo el número de elementos y los símbolos correspondientes ha sido ampliado
hasta llegar a los 118 de la tabla periódica actual.
Origen y significado de los símbolos químicos
Hidrógeno
El nombre proviene de la palabra griega hydrogenos, formada por hydros (υδρος) + genos (γενος), que significa
“formador de agua”. Este nombre proviene del hecho que el hidrógeno da como producto agua como resultado
de una combustión.
Helio
Proviene de la palabra griego helios (ηλιος), que significa Sol. Esta relación fue basada en el descubrimiento de
la presencia de helio en la atmósfera solar.

Litio
Proviene de la palabra griega λιθος que significa piedra, ya que este elemento fue inicialmente descubierto
como parte de un mineral.

Berilio
Nombre proveniente del latín beryllium que significa “volverse pálido” en relación a la palidez del mineral
beril. También se ha relacionado con la palabra sánscrita vaidurya, que hace referencia a la ciudad Belur.
Durante años el berilio se conoció con el nombre glucinio, que proviene del griego y significa dulce, por el
sabor dulce de las sales de berilio.
Boro
Formado a partir de la palabra en latín baurach o en árabe bawraq, el nombre de un mineral formado a partir de
boro.
Carbono
Palabra formada a partir del latín carbo (carbón).
Nitrógeno
Nombre formado a partir de las palabras francesa nitre y genos (γενος). El nombre indica que es un componente
esencial del ácido nítrico. La combinación nitre+genos significa “formador de nitro”.
Oxígeno
Nombre formado a partir de las palabras griegas oxys (οξυς) que significa ácido y genos (γενος), que significa
generador o formador. La palabra oxígeno significa así formador de ácidos. Inicialmente se creía que el oxígeno
era un componente esencial en todos los ácidos.

Flúor
Nombre proveniente del latín fluere, que significa fluir. Esta palabra dio nombre también al mineral fluorita,
que se utilizaba para reducir el punto de fusión de ciertos metales.
Neón
La palabra neón proviene del griego neon (νεον) y significa nuevo.

Sodio
El Sodio recibe su símbolo Na de la palabra formada a partir del latín Natrium, que a su vez describe el mineral
natrón.

Magnesio
La palabra magnesio proviene de Magnesia, una región en la zona geográfica de Tesalia en Grecia.

Aluminio
Proveniente de la palabra alum, que es el mineral a partir del cual se puede extraer aluminio. A su vez, la
palabra alum proviene del latín alumen que significa sal amarga.

Silicio
Palabra formada a partir del latín silex, un mineral que contiene silicio.
Fósforo
El fósforo recibe su nombre de la palabra griega fósforos (Φωσφορος), que significa portador de luz. Este
nombre está relacionado con las propiedades fosforescentes del fósforo.

Azufre
La palabra azufre proviene del latín sulphur, que a su vez proviene del indoeuropeo y está relacionada con el
fuego.
Cloro
Proveniente del griego cloros (χλωρός) que significa verde pálido, por el color de esta sustancia.
Argón
Palabra formada a partir de la palabra griega argon (αργον), que significa inactivo o inerte, en referencia a las
pocas reacciones químicas en las que participa.

Potasio
El símbolo del potasio K proviene del latín kalium, que a su vez proviene de la palabra árabe alkali, que
significa “cenizas de plantas”.
Calcio
Proveniente del latín calx, que hace referencia a la piedra caliza de donde se extrae el calcio.
Escandio
El escandio recibe su nombre de la palabra en latín Scandium, que significa Escandinavia.
Titanio
Titanio proviene de la palabra griega titanes (Τιτανες) en referencia a las criaturas mitológicas.

Vanadio
El nombre Vanadio hace referencia a Vanadis, un nombre antiguo para la diosa Freyja de la mitología nórdica.

Cromo
Proviene de la palabra griego chroma (χρωμα), que significa color. Esta palabra está relacionada con el color
intenso de algunos compuestos de cromo.

Manganeso
Este nombre tiene el mismo origen que la palabra Magnesio y hace referencia a la región de Grecia de donde se
extrae el mineral.

Hierro
El símbolo para el hierro (Fe) proviene del latín ferrum, la palabra para designar este elemento.
Cobalto
La palabra cobalto proviene de la palabra kobold, que proviene del alemán antiguo y significa mineral del
duende. La leyenda decía que los duendes entregaban este mineral en sustitución de la plata que se habían
comido.
Níquel
Níquel es un nombre que proviene del nombre Nickel. Este era el nombre que los pueblos alemanes daban a un
duende mitológico que impedía purificar los minerales de cobre-níquel en cobre puro.
Cobre
El símbolo para el cobre Cu proviene de la palabra en latín cuprum. A su vez, esta palabra proviene de la
expresión aes cyprium, que significa metal de Chipre, que era una de las regiones principales de donde los
romanos extraían el cobre.
Zinc
La palabra zinc proviene probablemente del alemán Zinke, que significa diente, en referencia a la forma que
toma el mineral calamina a partir del cual se puede extraer zinc.
Galio
Galio es una palabra derivada del latín Gallia, que hace referencia a Francia.
Germanio
Germanio proviene del latín Germania en referencia a la zona de pueblos alemanes.
Arsénico
La palabra arsénico proviene del sirio zarniqa, que significa amarillo.
Selenio
Selenio hace referencia a Selene, que en la mitología griega es la diosa de la luna.

Bromo
Bromo proviene de la palabra griega bromos (βρωμος) que significa pestilencia, en referencia al mal olor de
este elemento.

Kriptón
La palabra kriptón proviene del griego kripto (κρυπτω) que significa secreto o escondido.

Rubidio
La palabra rubidio proviene del latín rubidus que significa rojo intenso y hace referencia al espectro de emisión
de este elemento.
Estroncio
Estroncio proviene del inglés Strontian, un pueblo en Escocia donde este elemento fue encontrado.

Itrio
La palabra Itrio hace referencia al pueblo situado en Suecia llamado Ytterby donde este elemento químico fue
encontrado por primera vez a finales del siglo XVIII.

Zirconio
Zirconio proviene de la palabra zircon, que es el mineral a partir del cual se extrae este elemento. A su vez,
zircon proviene del persa zargun y significa “parecido al oro”.
Niobio
Niobio hace referencia a Níobe, hija de Tántalo en la mitología griega. Este nombre fue escogido para indicar la
similaridad entre los elementos Niobio y Tántalo.

Molibdeno
Molibdeno proviene del griego molybdos (μολυβδος) que significa plomo. En la antigüedad los minerales que
contienen molibdeno eran a menudo confundidos con los minerales de plomo.
Tecnecio
Palabra proveniente del griego tecnetos (τεχνητος) que significa artificial. Este fue el primer elemento que se
sintetizó mayoritariamente de forma artificial.

Rutenio
Rutenio es una palabra que proviene de Ruthenia, una palabra que en la Edad Media designaba las regiones
eslavas del Este. Este nombre hace referencia a la zona de origen Karl Ernst Claus, el descubridor del rutenio.

Rodio
Palabra derivada del griego rodon (ροδον) que significa rosa.

Paladio
El Paladio fue bautizado en honor al asteroide Palas, que en el momento en que se descubrió este elemento en el
siglo XVIII era todavía considerado un planeta.

Plata
El símbolo para el elemento químico plata (Ag) proviene del latín Argentum, que era la palabra que designaba
este metal.

Cadmio
La palabra cadmio proviene del latín cadmia o del griego καδμεια y era la palabra que designaba el mineral
calamina en el cual el cadmio estaba presente como impureza.

Indio
El elemento químico indio fue bautizado con este nombre debido al color índigo que se observa en su espectro
de emisión. A su vez, la palabra índigo significa “de la India”.

Estaño
El símbolo del estaño (Sn) proviene de la palabra latina para referirse a este metal, stannum.
Antimonio
El símbolo del antimonio (Sb) proviene de la palabra latina stibium, que es el nombre en latín de la estibina, la
mena principal del antimonio.
Teluro
La palabra teluro proviene de tellus que significa tierra en latín.
Yodo
Nombre proveniente del griego iodos (ἰωδης) que significa “de color violeta” y se refiere al color de este
elemento en estado líquido.

Xenón
El nombre del elemento xenón proviene del griego (ξενον) que significa extraño y hace referencia a la baja
presencia de este elemento en la atmósfera terrestre.
Cesio
La palabra cesio proviene del latín caesius que significa cielo azul en referencia a los colores de este elemento
en su espectro de emisión.
Bario
El nombre bario proviene del griego barys (βαρυς) y significa pesado, debido a la alta densidad de algunos de
sus compuestos.

Lantano
La palabra lantano proviene del griego lanthanein (λανθανειν) que significa escondido. Esta palabra fue
asignada a este elemento porque fue descubierto como una impureza en un mineral de cerio, de modo que
estaba relativamente escondido.
Cerio
El cerio fue bautizado en honor a Ceres, un planeta enano situado en el cinturón de asteroides, entre las órbitas
de Marte y Júpiter.

Praseodimio
El praseodimio fue descubierto por Carl Auer von Welsbach al poder descomponer didimio, que hasta aquel
momento había sido considerado un elemento, en dos sustancias. Una de las sustancias fue llamada
praseodimio, palabra formada a partir del griego prasinos (πρασινος), que significa verde, y didymos (διδυμος)
que significa gemelo. La otra sustancia resultante fue el elemento neodimio.

Neodimio
El neodimio fue el segundo elemento descubierto al poder descomponer didimio. Esta nueva palabra fue
formada a partir del griego neos (νεος), que significa nuevo, y didymos (διδυμος) que significa gemelo. El
neodimio y el praseodimio fueron llamos gemelos porque los dos se obtuvieron a partir de la misma sustancia
inicial.

Prometio
El prometio fue bautizado en honor a Prometeo, el Titán de la mitología griega amigo de los mortales.

Samario
El samario recibe su nombre en referencia al mineral samarskita. A su vez, este mineral recibió este nombre en
honor al coronel ruso Vasili Samarsky.

Europio
El elemento europio recibió este nombre en honor a Europa.
Gadolinio
El gadolinio recibió este nombre en referencia al mineral gadolinita, a su vez nombrado en honor al químico
finés Johan Gadolin.

Terbio
El origen del nombre para este elmento es el mismo que para el elemento Itrio y hace referencia a la ciudad
sueca de Ytterby de donde se puede extraer este elemento.

Disprosio
La palabra disprosio proviene del griego dysprositos (δυσπροσιτος) y significa “difícil de conseguir”. El
proceso para llegar a aislar este elemento fue en su momento especialmente complicado.

Holmio
El nombre Holmio proviene de Holmia, que es el nombre latín de Estocolmo.
Erbio
Erbio es otro elemento que recibe su nombre de la ciudad sueca Ytterby, de donde se puede extraer una cantidad
importante de elementos.

Tulio
El tulio recibe su nombre de la palabra Thule, una palabra que en la antigua Grecia designaba las regiones del
norte ubicadas en Escandinavia o Islandia.

Iterbio
Iterbio recibe su nombre de la ciudad sueca de Ytterby. Igual que el itrio, el terbio y el erbio.

Lutecio
Lutecio proviene de la palabra en latín Lutetia, que era el nombre de la ciudad anterior a París.

Hafnio
El nombre de este elemento proviene de la palabra Hafnia, que es el nombre en latín de la ciudad Copenhague,
donde este elemento fue descubierto.

Tantalio
El tantalio recibe su nombre en honor al rey Tántalo de la mitología griega. Tántalo en el padre de Níobe, en
cuyo honor se dio nombre al elemento Niobio. Estos dos elementos recibieron estos nombres debido a la
similitud de sus características.
Wolframio
El wolframio recibe también el nombre tungsteno, que proviene del sueco tung sten y significa piedra pesada.
En el caso de la palabra wolframio, el nombre proviene del mineral wolframita.

Renio
Recibe este nombre en honor al río Rin, que en latín era llamado Rhenus.
Osmio
La palabra osmio proviene del griego osme (οσμη) y significa olor, debido al olor particular de algunos de sus
compuestos.

Iridio
El iridio recibe su nombre en honor a Iris, la diosa griega del arcoíris, debido a la variedad de colores de este
elemento.

Platino
El nombre platino proviene del español plata, debido a la similitud entre estos dos elementos.

Oro
El símbolo para el elemento oro es Au, que es una abreviación de la palabra en latín Aurum, nombre con el que
en latín se conocía a este metal.
Mercurio
El mercurio recibe su nombre en honor al dios romano del comercio llamado Mercurio. Su símbolo proviene del
griego hydrárgyros que significa agua-plata.

Talio
La palabra talio proviene del griego θαλλος y significa “brote verde o rama”. Este nombre hace referencia al
color verde que aparece en el espectro de emisión de este elemento.

Plomo
La palabra plomo y su símbolo Pb provienen de la palabra en latín plumbum.
Bismuto
No está claro el origen de la palabra bismuto pero una opción probable es que provenga del alemán weiße
masse que significa masa blanca.
Polonio
El elemento polonio recibe su nombre en honor a Polonia, el país de Marie Curie.
Ástato
La palabra ástato proviene del griego ástatos (αστατος) y significa inestable.

Radón
El elemento radón es parecido al del elemento radio porque fue descubierto como un gas noble emitido a partir
de compuestos de radio.

Francio
Francio recibe su nombre en honor a Francia, el pais de Marguerite Perey, descubridora de este elemento.

Radio
La palabra radio proviene del latín radius, significa rayo y hace referencia a la propiedad de este elemento de
emitir energía en forma de rayos.
Actinio
La palabra actinio tiene una etimología similar a la palabra radio. En este caso la palabra proviene del
griego aktis (ακτις) que significa rayo.
Torio
El torio recibe su nombre en honor a Thor, el dios nórdico del trueno y la fuerza.

Protactinio
Protoactinio es una palabra formada a partir de proto y actinio e indica que este elemento es el resultado de la
desintegración radioactiva del actinio.

Uranio
El Uranio fue bautizado en honor al planeta Urano.

Neptunio
El Neptunio recibió este nombre en honor al octavo planeta del sistema solar.

Plutonio
El plutonio fue descubierto en el año 1940, diez años después del descubrimiento del planeta enano Plutón. En
aquel momento Plutón era todavía considerado un planeta del sistema solar y por este motivo este elemento
recibió este nombre en su honor.

Americio
El nombre Americio es en honor al continente americano, donde se sintetizó este elemento por primer vez.
Años antes se había bautizado otro elemento con el nombre europium.

Curio
Elemento bautizado en honor a los físicos Pierre Curie y Marie Curie.

Berkelio
Este elemento recibe este nombre en referencia a Berkeley, donde fue sintetizado por primera vez.

Californio
El nombre hace referencia a California, donde el elemento fue sintetizado por primera vez.

Einstenio
Elemento bautizado en honor a Albert Einstein.

Fermio
Elemento bautizado en honor al física italiano Enrico Fermi.

Mendelevio
Elemento bautizado en honor a Dmitri Mendeleev, conocido especialmente por haber desarrollado la primera
versión de la tabla periódica.

Nobelio
Elemento bautizado en honor a Alfred Nobel.

Laurencio
Elemento bautizado en honor al físico estadounidense Ernest O. Lawrence.

Rutherfordio
Elemento bautizado en honor al físico inglés Ernest Rutherford.

Dubnio
Este nombre hace referencia a la ciudad rusa Dubna, donde se encuentra el Instituto Central de Investigaciones
Nucleares.
Seaborgio
Elemento bautizado en honor al químico estadounidense Glenn T. Seaborg.

Bohrio
Elemento bautizado en honor al físico danés Niels Bohr.

Hassio
Este nombre proviene de la palabra Hassie, que es el nombre en latín de un estado federal en Alemania.

Meitnerio
El Meitnerio recibe este nombre en honor a la física austriaca Lise Meitner.

Darmstadtio
Elemento bautizado en honor a la ciudad alemana de Darmstadt, donde se sintetizó este elemento por primera
vez.

Roentgenio
Elemento bautizado en honor al físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen.

Copernicio
El copernicio recibe su nombre en honor a Nicolás Copérnico, astrónomo polaco que propuso el modelo
heliocéntrico del sistema solar.

Nihonio
El nombre de este elemento es una referencia a la ciudad japonesa Nihon, donde el elemento fue sintetizado por
primera vez en 2004.

Flerovio
Elemento bautizado en honor a Georgy Flyorov, fundador del Instituto Central de Investigaciones Nucleares en
Rusia.

Moscovio
Elemento bautizado en honor al óblast de Moscú, donde el elemento fue sintetizado por primera vez en 2003,
concretamente en el Instituto Central de Investigaciones Nucleares.
Livermorio
Este elemento recibió su nombre en honor a la ciudad de Livermore en California, lugar donde se encuentra el
Laboratorio Nacional Lawrence Livermore que colaboró en la sintetización de este elemento.

Tenesino
Elemento bautizado en honor al estado de Tennessee en Estados Unidos.

Oganesón
El elemento Oganessón fue sintetizado por primer vez en 2002 y recibió su nombre en honor al físico ruso Yuri
Oganessian.

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