Guía SOMA 2
Guía SOMA 2
Guía SOMA 2
osteomioarticular
Guía SOMA 2
CLASE PRACTICA DEL SISTEMA MUSCULO-ESQUELÉTICO 2.
I. MANIOBRAS ESPECIALES:
Compresión radicular cervical
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Maniobras:
El examen de un paciente con sospecha de síndrome del túnel tarsal debe incluir el examen
de la sensibilidad cuidadoso que confirme las anomalías limitadas al talón, la planta del pie
y los dedos de los pies, así como el examen motor, para evaluar la debilidad de la flexión o
la abducción de los dedos (Intramed, 2019).
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Se han propuesto muchas maniobras provocativas que pueden ayudar a hacer el diagnóstico.
El signo de Tinel, caracterizado por la aparición de parestesias en la distribución del nervio
cuando se percute el túnel tarsal, tiene poca sensibilidad y puede ser positivo tanto en
pacientes con polineuropatía como en sujetos normales.
Fabere-Patrick
Maniobra FABERE (palabra formada por las iniciales en inglés de flexión,
abducción, rotación externa y evaluación): se flexiona la pierna de la cadera a
explorar y se coloca el talón de ese pie sobre la rodilla opuesta, para que la cadera
quede en abducción. Encontes, con una mano fijamos la cresta iliaca opuesta y con
la otra hacemos presión hacia abajo, por la cara interna de la rodilla flexionada,
llevándola contra el plano de la mesa para provocar la rotación externa de la cadera
explorada. El signo de Patrick se evidencia con esta maniobra, cuando hay dolor.
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Prueba de Thomas
Son múltiples, solo describiremos una de ellas. Está basada en que el miembro que tiene sus
músculos hipotónicos (tono disminuido) al imprimírsele movimientos pasivos presenta
oscilaciones mayores que el sano. Así pues, si a un sujeto que tiene hipotonía de los músculos
de un brazo se le coloca en posición de pie, se le toma por el tronco y a este se le imprime un
movimiento de rotación, de modo que sus brazos oscilen, se verá que el brazo del lado
enfermo lo hace más ampliamente que el del lado sano.
Prueba de Trendelenburg
La negatividad de la maniobra de Trendelenburg garantiza la integridad de la cadera.
Con el paciente desnudo, de pie, de espaldas, se traza una línea por los pliegues
glúteos y se ordena al paciente flexionar una cadera en el aire mientras mantiene el
cuerpo descansando sobre la otra pierna. Si el pliegue de la cadera flexionada queda
por debajo de la línea, la maniobra es positiva de patología coxofemoral
Debe realizarse con la persona en posición prona. También detecta lesiones del menisco y
cuerpos extraños o flotantes en la articulación. El sujeto debe estar boca abajo con la rodilla
flexionada a 90°. Agarre el pie de la persona y aplique presión. Entonces, rote el pie interna
y externamente. Las rodillas trancadas o sonidos repentinos y resonantes indican lesión o
cuerpos sueltos.
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Prueba de Böler
El paciente se encuentra en decúbito supino. Con una mano el clínico estabiliza el fémur
desde la parte lateral y con la otra sujeta el maléolo interno. Con la pierna en abducción
(posición en valgo) se lleva a cabo una flexoextensión de la rodilla. A continuación. el clínico
sujeta el maléolo externo y el fémur desde la parte interna y efectúa una flexoextensión de la
rodilla con la pierna en aducción (posición en varo).
Los ligamentos cruzados se exploran con la pierna en flexión de 90°, desplazando la pierna
hacia atrás y adelante, como si se intentara una luxación anterior o posterior de la rodilla,
mientras se estabiliza el pie, sentándose la persona sobre él. Normalmente no hay
movimiento. Se ocasiona dolor y se comprueba movilidad anormal, cuando los ligamentos
cruzados están lesionados (signo del cajón). El movimiento hacia delante indica lesión del
ligamento cruzado anterior y el movimiento hacia atrás, del cruzado posterior.
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Derrame articular de la rodilla (signo de bamboleo, etc.)
Por medio de la palpación investigamos la presencia de derrame por tres maniobras distintas:
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Compresión radicular ciática.
La compresión de la raíz del nervio raquídeo a su salida del agujero vertebral produce una
radiculopatía dolo- rosa con debilidad muscular asociada y pérdida dermatómica de la
sensibilidad, por lo general por una hernia discal. Más del 95% de las hernias discales se
producen en L5-S1, donde la columna muestra una brusca angulación posterior. Explora si
hay atrofia homolateral de la pantorrilla y debilidad para la dorsiflexión del tobillo, que
quintuplican las posibilidades de diagnóstico de ciática
Si el paciente sufre lumbalgia y el dolor irradia hasta el miembro inferior, lo que se conoce
de forma habitual como ciática si la distribución es en el nervio ciático, realiza la prueba
levantando la pierna recta en cada lado de manera sucesiva. Coloca al paciente en decúbito
supino. Levántale la pierna, que debe estar relajada y extendida, flexionándola por la cadera.
Algunos médicos levantan primero el miembro inferior del paciente con la rodilla flexionada
y luego extienden la pierna.
Evalúa con qué grado de elevación aparece el dolor, su calidad y distribución, así como los
efectos de la dorsiflexión. La presencia de opresión o malestar en las nalgas o en el
compartimento femoral posterior es frecuente durante estas maniobras, aunque no debe
interpretarse como “dolor radicular” ni como una prueba positiva.
Prueba de McMurray
Se usa para detectar lesiones del menisco. Con la persona sentada o acostada,
coloque una de sus manos contra el lado medial de la rodilla para estabilizarla. Con
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la otra mano agarre el tobillo y rote la pierna y el pie hacia adentro, mientras trata de
extender la pierna. Si está presente alguna lesión del menisco, la pierna no puede
extenderse
Prueba de Lassegue
Con el paciente en decúbito supino, se levanta la pierna extendida (flexión del muslo
sobre la pelvis). Es positiva si aparece dolor al alcanzar los 45°
Prueba de Goldwaith
Posee gran sensibilidad para la detección de la lumbalgia. Con el paciente en
decúbito dorsal, se eleva la pierna con la rodilla extendida (como en la prueba de
Laségue) mientras se coloca la otra mano en la región lumbar con el fin de detectar
el instante en el que la columna comienza a moverse. La aparición de dolor lumbar
bajo este momento indica compromiso de la columna lumbar, esta maniobra es
válida siempre y cuando la cadera y las articulaciones sacroilíacas se hallen libres de
dolor a la exploración
Prueba de Soto Hall
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Prueba de Neri.
Este signo menos divulgado que el de Laságue, posee, no obstantes más valor, es
más constante, hasta el punto de que su negatividad debe hacer dudar del diagnóstico
de ciática radicular. Enfermo sentado en la mesa de exploración, con las piernas
colgando. Flexionamos la cabeza y el cuello. Con esto producimos una tracción
sobre la medula y a través de ella sobre sus raíces, si hay una raíz comprimida o
inflamada, al ser traccionada origina dolor.
Neri I: flexión de la cabeza con el paciente sentado, para detectar dolor lumbar provocado.
Neri II: si no se presenta dolor con la maniobra anterior, se levantan ambas piernas
alternativamente, manteniendo la cabeza flexionada
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II. ANORMALIDADES
Nódulos de osler, (Osler, Weber, Bouchard, Heberden, Haygarth, etc.)
Osler: son pequeñas formaciones del tamaño de un grano de millo o de una cabeza de alfiler,
que aparecen bruscamente en la punta de los dedos, en las regiones tenares e hipotenares de
las manos y con menor frecuencia en los dedos y plantas de los pies, y en las membranas
interdigitales. Son dolorosos y se observa una pápula de color azul o rojo.
Heberden: Son aquellos que se observan en las articulaciones interfalángicas distales por
causa de artrosis.
Nódulos de Haygarth: Son los que se presentan como una tumefacción en las articulaciones
interfalángicas proximales que corresponden con la fase aguda de una artritis reumatoidea.
Desviaciones
- En el plano lateral:
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- En el plano anteroposterior:
Las deformidades angulares más frecuentes de la rodillas son: GENU VARUM, GENU
VALGUM, GENU RECURVATUM, aunque las más frecuentes son el genu varum y el genu
valgum muy frecuentes en los niños y generalmente tiene carácter fisiológico ya que la
deformidad se autocorrige a los 6 u 8 años de edad. En el viejo son frecuentes estas
deformidades a causa de trastornos degenerativos.
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- GENU RECURVATUM: La rodilla se desplaza hacia atrás. El eje longitudinal del
fémur tiene una dirección posterior y la tibia se dirige anteriormente formando los
dos un ángulo abierto hacia delante.
Idiopáticas Idiopáticas
Congénitas Congénitas
Traumáticas Traumáticas
Tumorales Tumorales
Degenerativas Degenerativas
Las alteraciones de la deformidad se pueden localizar sobre los cóndilos femorales, los
platillos tibiales y los elementos cápsulologamentosos y musculares. La deformidad también
puede tener carácter compensatorio de otras deformidades vecinas.
Pie Cavo: cuando el arco longitudinal esta Pie Plano: cuando el arco longitudinal
exagerado. esta disminuido.
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Pie zambo o equinovaro: El pie zambo o equinovaro es un defecto congénito del tobillo y
del pie.
Sindactilia: La sindactilia (del griego, syn: con - dáktilos: dedo), es la fusión del
tejido blando y/o hueso entre dedos adyacentes, de las manos o pies, generando una
ausencia total o parcial del espacio entre dos dedos.
Puede presentarse en el recién nacido, por una alteración del desarrollo entre el primer y
segundo mes de vida intrauterina. En la edad infantil, puede ser secundario a un trauma
(principalmente quemaduras) o una secuela de heridas complejas de manos o pies que
comprometen cicatricialmente los espacios interdigitales.
Es una sola línea que se extiende a través de la palma de la mano. Las personas a menudo
tienen 3 pliegues en las manos. Este pliegue a menudo se denomina pliegue palmar único. El
viejo término "pliegue simiesco" ya no se utiliza mucho, dado que tiende a tener una
connotación negativa (la palabra "simiesco" se refiere a un mono o primate).
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Nombres alternativos: Pliegue palmar transversal; Pliegue palmar; Pliegue simiesco
Consideraciones: En las palmas de las manos y en las plantas de los pies aparecen líneas
marcadas que forman pliegues. En la mayoría de los casos, las palmas de las manos tienen 3
de estos pliegues. Sin embargo, algunas veces, los pliegues se fusionan para formar uno solo.
Los pliegues palmares se desarrollan mientras un bebé está creciendo en el útero, a menudo
hacia la semana 12 de gestación. Un pliegue palmar único aparece en alrededor de 1 de cada
30 personas. Los hombres tienen el doble de probabilidades con respecto a las mujeres de
presentar esta afección. Algunos pliegues palmares únicos pueden indicar problemas con el
desarrollo y estar asociados con ciertos trastornos.
Causas: Tener un pliegue palmar único a menudo es normal. Sin embargo, también puede
estar asociado con múltiples padecimientos que afectan el crecimiento físico y mental de una
persona, por ejemplo:
Se utiliza para detectar luxación de cadera o fémur acortado. Con el bebé en decúbito supino
sobre la camilla de exploración, flexione ambas rodillas, manteniendo los pies planos sobre
la camilla y los fémures alineados entre sí. Colóquese a los pies del niño y observe el nivel
de las rodillas. Cuando una rodilla se muestra más baja que la otra, el signo de Allis es
positivo.
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Signo de Gower
Espondilolistesis Anquilopoyética
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caderas y las rodillas pueden estar afectados, desarrollándose más tarde limitación de la
amplitud de movimiento.
Maniobras:
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fracturas, deformidades y atrapamientos nerviosos. Responde al patrón descriptivo de osteítis
deformante, como se denominó clásicamente.
Es una enfermedad poco frecuente antes de los 55 años (muy rara antes de los 40 años) con
una frecuencia máxima hacia la sexta década, aumenta su prevalencia con la edad y es
ligeramente más común en el hombre que en la mujer.
La transformación maligna del hueso pagético ocurre en menos del 1% de los casos. Se
manifiesta como dolor intenso que no responde al tratamiento supresor, suele aparecer una
masa de partes blandas adyacente y en la radiografía se observa un patrón infiltrado agresivo
con destrucción de la cortical.
Los huesos que con más frecuencia se afectan son: pelvis, columna vertebral, cráneo, fémur
y tibia. Pueden estar afectadas una o más estructuras óseas. El dolor es un síntoma que ocurre
en una minoría de pacientes, suele ser constante (diurno y nocturno), pobremente localizado
y quemante. Si se localiza puede corresponder a microfracturas en un área lítica.
La complicación neurológica más frecuente se relaciona con la afectación del hueso temporal
a nivel intrapetroso, lo que produce sordera, de conducción (por afectación de la cadena de
huesecillos), neurosensorial (por compresión del nervio auditivo) o mixta. Puede producir
vértigo, compresión medular y síndrome de compresión radicular periférica.
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Manifestaciones clínicas: Hay una gran variabilidad clínica, desde casos asintomáticos, que
se detectan de forma casual, hasta formas con complicaciones graves. En la práctica
hospitalaria, la proporción de
casos sin síntomas alcanza el
40%, y se incrementa hasta el
80% en estudios realizados en
la población general.
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marcha, hipercalciuria grave con o sin formación de cálculos renales y la repetición de
fracturas.
Las manifestaciones que dependen directamente del remodelado anómalo (dolor óseo
primero, algunos síntomas neurológicos, hipercalciuria, hipercalcemia, insuficiencia
cardíaca, etc.) responden de manera satisfactoria al tratamiento con inhibidores de la
resorción y son indicaciones absolutas del tratamiento supresor.
También se debe administrar tratamiento durante las semanas previas a la cirugía ortopédica,
pues reduce el sangrado masivo que resulta habitual en estos casos. Las fisuras corticales y
la mayoría de las fracturas completas también responden adecuadamente al tratamiento
antirresortivo.
Con varios de los bifosfonatos más potentes se ha comprobado una mejoría en el aspecto
radiográfico de las lesiones y una menor velocidad de progresión. Por otra parte, los
resultados de los estudios histopatológicos coinciden en que el hueso formado durante el
tratamiento con estos compuestos es de estructura lamelar. Si la formación de hueso normal
se mantiene, y si los demás factores implicados en la alteración del remodelado son,
asimismo influenciados positivamente, se podría postular que la supresión a largo plazo de
la enfermedad de Paget previene el desarrollo de complicaciones evolutivas. De confirmarse
esta idea, se podrían utilizar estos fármacos con carácter preventivo en los pacientes más
predispuestos: menores de 60 años con una concentración de fosfatasa alcalina superior al
doble del valor de referencia o que presentan lesiones susceptibles de ocasionar
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complicaciones graves (las situadas en el cráneo, en las vértebras o en las extremidades
inferiores).
Tratamiento quirúrgico: Se realiza si hay fractura del cuello femoral, compresión radicular,
huesos muy deformados o cuando la enfermedad motive una gran impotencia funcional.
Por otra parte, esta alteración hace a los huesos no sólo más frágiles, sino también más
blandos, de manera que tienden a deformarse. El exceso de formación provoca que el hueso
aumente de tamaño, lo que puede determinar compresiones de estructuras vecinas. Si la
enfermedad afecta a uno de los elementos óseos de una articulación, la incongruencia
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articular que supone tanto el aumento de tamaño como la deformidad del hueso, facilita el
desarrollo de artrosis.
La propia lesión ósea, bien sea por distender el periostio, bien por aumentar la presión
intramedular como consecuencia de la hipervascularización, puede producir dolor, lo mismo
que la artrosis. El aumento de circulación es suficientemente importante como para
determinar una situación circulatoria hiperdinámica con gasto alto. La repetición de frentes
de reabsorción y formación confiere al hueso pagético una estructura abigarrada
característica (estructura en mosaico).
La gammagrafía es útil para conocer la extensión del proceso y para el estudio de probables
complicaciones neurológicas por afectación de huesos de la base del cráneo, columna
vertebral o huesos largos. Es más sensible que la radiografía simple para identificar los
huesos afectados (un estudio ha demostrado que detecta un 50% más de lesiones que la
radiografía).
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Algunas pruebas especiales para distintas patologías.
Hombro
1. Hawkins (Manguito rotador)
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3. Yergason (Tendinitis bicipital).
Mano
1. Phalen (Túnel carpiano).
Esta maniobra busca síntomas del síndrome del túnel del carpo. Se hace flexión en ambas
muñecas al grado máximo sosteniéndola durante 60 segundos. Es positivo si hay parestesia
en la muñeca.
La mano se sitúa en ligera flexión dorsal, apoyada sobre un pequeño almohodón en la mesa
de exploración con un martillo de los reflejos o con el dedo índice se percute sobre el nervio
mediano en la articulación de la muñeca. Es positivo si hay dolor punzante o en forma de
corrientazo.
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3. Finkelstein (Tenosinovitis de Quervain).
Consiste en situar la muñeca en desviación cubital y flexionar los dedos sobre el pulgar,
colocado en oposición a la base de quinto dedo con los cuatro restantes. Es positivo cuando
se produce dolor al estiramiento de los extensores y abducotes.
Rodilla
1. Apley (Meniscopatias).
Debe realizarse con la persona en posición prona. También detecta lesiones del
menisco y cuerpos extraños o flotantes en la articulación. El sujeto debe estar boca
abajo con la rodilla flexionada a 90 grados. Agarre el pie de la persona y aplique
presión. Entonces, rote el pie interna (menisco externo) y externamente (menisco
interno). Las rodillas trancadas o sonidos repentinos y resonantes indican lesión o
cuerpos sueltos. Se debe realizar tracción para diferenciar el olor de ligamentos.
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2. McMurray (Meniscopatias).
Se usa para detectar lesiones del menisco. Con la persona sentada o acostada, coloque
una de sus manos contra el lado medial de la rodilla para estabilizarla. Con la otra
mano agarre el tobillo y rote la pierna y el pie hacia adentro, mientras trata de extender
la pierna. Si está presente alguna lesión del menisco, la pierna no puede extenderse.
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Cadera
1. FABER (Pinzamiento de cadera),
Se flexiona la pierna de la cadera a explorar y se coloca el talón de ese pie sobre la
rodilla opuesta, para que la cadera quede en abducción. Entonces, con una mano
fijamos la cresta iliaca opuesta y con la otra hacemos presión hacia abajo, por la cara
interna de la rodilla flexionada, llevándola contra el plano de la mesa para provocar
la rotación externa de la cadera explorada. Se evidencia el signo de Patrick.
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Tobillo
1. Thompson- Doherty (Rotura del tendón de Aquiles).
Esta maniobra nos permite estudiar la integridad del tendón de Aquiles. Esta prueba
se realiza comprimiendo la pantorrilla mientras se observa el movimiento del pie.
Normalmente, la compresión produce flexión plantar; cuando hay rotura del tendón
se produce un movimiento escaso o nulo. Cuando se explora el tendón para
determinar su continuidad, recuerde que el punto más frecuente de rotura está
aproximadamente 2,5-5 cm proximal a su inserción en el calcáneo.
Columna
1. Lasegue/TEPE (Lumbociatica),
Con el paciente en decúbito supino, levantamos la pierna del paciente manteniéndola
extendida. Aparece dolor ciático cuando la pierna en extensión está en ángulo entre
30 y 70 grados.
2. Spurling (Cervicobraquialgia)
Con el paciente sentado se le inclina la cabeza a cada uno de los lados, haciendo a la
vez presión axial; resulta positivo cuando se produce dolor en caso de hernia cervical
o dorsal.
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3. Adson (Síndrome del opérculo torácico).
Tomamos el pulso radial del paciente en el lado afectado ya sea bajo o a la altura del
corazón. Pedimos al paciente que haga una inspiración profunda y que gire la cabeza
hacia el lado afectado. Es positivo cuando percibimos un pulso radial disminuido y
cuando el paciente refiere disestesias lo cual nos indica compresión de la arteria
subclavia.
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