Mediación Pedagógica
Mediación Pedagógica
Mediación Pedagógica
La presente redacción surge del análisis y la reflexión de la práctica educativa teniendo como
referencia el análisis del Plan y Programa de estudio de Educación Preescolar 2017, del cual, gran
parte de su fundamento teórico se encuentra sustentado en la teoría sociocultural de Vygotsky
(1979), la cual refiere que los niños construyen su conocimiento, partiendo de la interacción social
y la cultura que influye no solo en lo que aprenden, sino en cómo lo aprenden, y además puntualiza
que el objeto de estudio si puede aportar algo a la sociedad (construcción cognitiva); con la
aseveración de que los procesos mentales y el aprendizaje se dan primero en un contexto social,
para después pasar al plano individual. La cual se sustenta en cuatro premisas que nos ayudan a
comprender el desarrollo del niño desde la perspectiva constructivista:
Estos niveles confluyen en distintas áreas y con diversos propósitos como moldear lo que el niño
aprende, su forma de pensar, la lógica y los métodos para solucionar problemas, tiene la
oportunidad de acceder a la acumulación de conocimientos a través de generaciones (filogenia -
ontogenia)
De acuerdo con Vygotsky (1984) "Todas las funciones psicointelectivas superiores aparecen dos
veces en el curso del desarrollo del niño"; primero, en la sociedad (actividades interpsíquicas) y
después, en el plano individual (funciones intrapsíquicas), un ejemplo de ello es el lenguaje, que
surge "como medio de comunicación entre el niño y las personas que lo rodean", y luego se
transforma en un lenguaje interno, es decir, el pensamiento interno del niño.
Estos escenarios sociales se construyen, entre otros espacios, en la escuela, inicia desde el momento
en que el niño interactúa con otras personas, pues con ello, comparte experiencias y las enriquece,
a partir de lo que ve y observa en otros niños y en el propio maestro. Algunos ejemplos más claros
y de los que hemos sido partícipes al propiciar estas experiencias con los alumnos son:
Puntualizando que el andamiaje se puede ejemplificar como un puente entre la Zona de Desarrollo
Real (en la que se encuentra el alumno) y la Zona de Desarrollo Potencial, entendiendo a esta última,
como la zona a la que el alumno puede llegar con apoyo de alguien más experto, sea adulto o un
compañero.
Entendiendo que la ZDP cambia conforme el niño alcanza niveles superiores de pensamiento y
conocimiento. El desarrollo implica una secuencia de zonas en constante cambio; el niño es capaz
de aprender habilidades y conceptos más complejos. Es en este proceso que la mediación
pedagógica cobra un papel importante, debido a que es el docente quien puede apoyar y dirigir la
relación del alumno con la construcción social del conocimiento.
Alzate (2019) hace un llamado a los docentes a un triple reto, respecto a la mediación que debe
favorecer: 1. Lograr una mediación pedagógica de la formación humana 2. Crear un puente entre el
estudiante y el contexto que lleve a la adquisición del conocimiento, formando integralmente
cognición-conocimiento corporal-espíritu y 3. Dotar de sentido a la práctica docente,
retroalimentarse, no solo enseñar, también aprender.
Un buen trabajo en la mediación permitirá que el docente alcance niveles superiores de desarrollo
profesional, como alcanzar capacidades psicológicas superiores, mediar el currículo mediante la
emancipación social y transformar permanentemente las prácticas en experiencias de vida con
sentido.
Si bien sabemos la Educación Preescolar es uno de los niveles con mayor importancia dentro de la
vida del individuo, por lo tanto, el proceso que llevamos en esta etapa es de gran importancia; para
poder analizar este proceso Vygotsky nos brinda una visión sociocultural, con esto se puede
entender que en nuestro proceso escolar no aprendemos solos, si no que necesitamos de un
desempeño asistido por parte de un adulto o en colaboración con otro más capaz. Vygotsky
consideraba que el lenguaje y el pensamiento son dos herramientas mentales para la apropiación
de los aprendizajes que se adquieren para la vida. “Vygotsky creía que los niños tienen un papel
activo en la adquisición del conocimiento” (Bodrova, 2004, p. 27).
Dentro del encuadre que el autor propone, este proceso se pone en juego cuando los niños pasan
del desarrollo real, a su nivel de desarrollo potencial, en gran medida el contexto bajo el cual surge,
es la colaboración del aprendizaje entre el contexto, el maestro y los compañeros (Andamiaje). Si
valoramos la práctica docente real que día a día vivimos dentro de las aulas, un ejemplo claro es en
la misma tarea diaria, donde cada día nos vemos en la necesidad de aprender algo nuevo, y también
de enseñar lo que sabemos, y sin darnos cuenta nos encontramos cultivando al otro y al mismo
tiempo el otro nos cultiva a nosotros.
Hoy por hoy nos enfrentamos a nuevos retos, donde el conocimiento se genera a una velocidad
inédita, las nuevas generaciones y los nuevos recursos tecnológicos han cambiado la forma en la
que vivimos. Si queremos que nuestras niñas, niños y jóvenes aprendan y construyan esos
aprendizajes, debemos modificar las prácticas tradicionalistas, construyendo nuevas propuestas
pedagógicas, las cuales en esencia surgen de la teoría antes mencionada. Donde el papel del alumno
sea activo dentro de este proceso. Entendiendo que el aprendizaje es fundamental para el
desarrollo del ser humano y su vida en sociedad, al tiempo que humanizar la educación,
embelleciendo los encuentros entre los niños y docentes. Es bajo esta mirada que abordar los
orígenes bajo los cuales se encuentran sustentados nuestros planes y programas de estudio, resulta
fundamental el entendimiento si es que se quiere lograr una transformación en nuestra educación.
Referencia Bibliográfica
Aprendizajes Clave para la Educación Integral. Educación Preescolar. (2017). México: Secretaria de
Educación Pública.
Maestrantes: