Disposiciones Comunes A Todo Procedimiento

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Disposiciones Comunes a Todo

Procedimiento
Disposiciones comunes a todo procedimiento analizan principalmente las normas que regulan
el proceso, incidentes y resoluciones judiciales.

Las disposiciones comunes a todo procedimiento son una serie de normas procesales
contenidas en el Código Orgánico de Tribunales que disponen lineamientos básicos acerca del
ejercicio de la función jurisdiccional que empecen a los tribunales y las personas que
intervienen en el proceso.

El Procedimiento

El procedimiento es el conjunto de principios y disposiciones que determinan la forma como


los tribunales, conociendo de las causas civiles, conocen, juzgan y hacen ejecutar lo juzgado y
como intervienen en los actos judiciales no contenciosos. El procedimiento, entonces, supone
una serie de actos en que el actor formula sus pretensiones, el demandado opone su defensa,
ambos ofrecen sus pruebas y el juez dicta sentencia decidiendo el asunto debatido.
Pluralidad de acciones

El artículo 17 del Código señala que "En un mismo juicio podrán entablarse dos o más acciones
con tal que no sean incompatibles. Sin embargo, podrán proponerse en una misma demanda
dos o más acciones incompatibles para que sean resueltas una como subsidiaria de otra."

La partes en el proceso

Los elementos constitutivos del juicio son la existencia de una contienda; la existencia de un
tribunal que resuelva la contienda; y la existencia de partes contendientes. La calidad de parte
la da la titularidad activa o pasiva de una pretensión.

a) Concepto. Existen varias doctrinas respecto al concepto de parte. Sin embargo,


procesalmente puede definirse como todo aquel que pide o frente al cual se pide en juicio la
actuación de la ley en un caso concreto. Importa determinar el concepto de parte pues es sólo
a éstas a quienes afecta la sentencia que se dicte.

b) Clasificación. Las partes que normalmente intervienen en un juicio son el demandante y el


demandado. Además de esas partes que reciben la denominación de partes principales o
directas, pueden intervenir otras personas que pueden tener un interés actual en el resultado
del juicio y que reciben el nombre de partes indirectas o terceros. Son terceros aquellas
personas que sin ser partes directas en el juicio intervienen en el por tener un interés actual en
su resultado. De las ideas precedentes fluye que las partes se clasifiquen en: Partes directas o
principales y en Partes Indirectas o Terceros.

1. Partes directas o principales. Estas partes son designadas como demandante y


como demandado, según el rol que tengan en el juicio. No obstante lo anterior, a estas partes
se les puede designar con otros nombres de acuerdo a la naturaleza del juicio o del recurso en
que intervengan. En el juicio ejecutivo se habla de ejecutante y ejecutado. En las querellas
posesorias se puede hablar de querellante y querellado. Pueden denominarse apelante y
apelado, según se interponga el recurso de apelación o no se deduzca. También se puede
hablar de recurrente y el sujeto pasivo pasa a llamarse recurrido.

 Demandante: es la parte que pide el reconocimiento o la declaración de un derecho, o


bien aquel que formula una pretensión respecto de otra parte.
 Demandado: es la parte contra quien se dirige la acción o se formula la pretensión, es
aquel contra quien se pide algo.

c) Pluralidad de partes litigantes. La relación procesal que se forma en todo juicio puede ser
simple o múltiple. Es simple, cuando interviene un demandante y un demandado; y es
múltiple, cuando una parte o ambas están formadas por varios demandantes o por varios
demandados o por varios demandantes y demandados a la vez. Cuando se produce esta última
situación, se dice que hay pluralidad de partes. Estas personas que litigan conjuntamente, ya
sea como demandantes o como demandados, se llaman colitigantes o litis consortes.

Casos en que tiene lugar la pluralidad de partes:

 Cuando se deduce la misma acción: en un mismo juicio pueden intervenir como


demandantes o demandados varias personas siempre que se deduzca la misma acción.
 Cuando se deduzcan acciones que emanen directa e inmediatamente de un mismo
hecho: pueden también intervenir como demandantes o demandados según el artículo
18 siempre que se deduzcan acciones diversas que emanen directa e inmediatamente
de un mismo hecho.
 Cuando se procede conjuntamente por muchos o contra muchos en los casos que
autoriza la ley: también de acuerdo al artículo 18 puede existir litis consorcio cuando se
procede conjuntamente por muchos o contra muchos en los casos que autoriza la ley.

d) Casos en que es obligatorio actuar conjuntamente mediante procurador común. Existen


ciertos casos que contempla el legislador en que es necesario litigar conjuntamente. A esta
situación se refiere el artículo 19: "Si son dos o más las partes que entablan una demanda o
gestión judicial y deducen las mismas acciones, deberán obrar todas conjuntamente,
constituyendo un solo mandatario. La misma regla se aplicará a los demandados cuando sean
dos o más y opongan idénticas excepciones o defensas." La norma no sólo ordena obrar
conjuntamente, sino que, además, dispone que se debe constituir un sólo procurador o
mandatario común.

e) Forma de designar un procurador común. Esta materia se encuentra regulada por los
artículos 12 y 13 del Código, de los que, en resumen, se desprenden las siguientes normas:

 En los casos de que trata el artículo 19, el procurador común debe ser nombrado por
acuerdo de las partes a quienes haya de representar.
 El nombramiento deberá hacerse dentro del término razonable que señale el tribunal.
 Si por omisión de todas las partes o por falta de avenimiento entre ellas no se hace el
nombramiento dentro del término indicado en la letra anterior, lo hará el tribunal que
conozca de la causa, debiendo, en este caso, recaer el nombramiento en un procurador
del número o en una de las partes que haya concurrido.
 Si la omisión es de alguna o algunas de las partes, el nombramiento hecho por la otra u
otras valdrá respecto de todas.

f) Revocación del nombramiento de procurador común. Una vez verificado el nombramiento


de procurador común por las partes o por el tribunal en subsidio, esa designación puede
revocarse por el acuerdo unánime de las partes o bien por el tribunal a petición de alguna de
esas partes, habiendo motivos que lo justifiquen. Los procedimientos a que dé lugar la
revocación se siguen en cuaderno separado y no suspenden el curso de la causa. La revocación
producirá sus efectos sólo una vez que se haya constituido el nuevo procurador. (Art. 14 CPC.)

g) Capacidad de las partes. En materia de capacidad de las partes, es preciso distinguir tres
situaciones:

 Capacidad para ser parte en juicio;


 Capacidad para comparecer en juicio o capacidad procesal; y
 Capacidad para pedir en juicio, conocida también con el nombre de ius postulandi o
capacidad de postulación.

1°. Capacidad para ser parte en juicio

Para ser parte como titular de una relación jurídica procesal basta tener la capacidad de goce
que reglamentan las leyes civiles y que es la aptitud legal para adquirir derechos. Esta
capacidad de goce es un atributo de la personalidad por lo que ninguna persona carece de ella.

2°. Capacidad para comparecer en juicio o capacidad procesal


(Representación Judicial)

Para ser parte, basta ser titular de una pretensión fundada o infundada, aun cuando ese titular
no pueda ejercer directamente la acción correspondiente para hacer valer su pretensión. Esta
capacidad procesal es la aptitud legal que se requiere para comparecer ante los tribunales de
justicia o para actuar en juicio por sí mismo.

Esta capacidad para comparecer en juicio la poseen todas las personas que según la ley
sustantiva son capaces de ejercitar derechos por sí mismo sin el ministerio o autorización de
otras, es decir, aquellas personas que tienen capacidad de ejercicio. Por lo tanto, la capacidad
procesal es sinónima de la capacidad de ejercicio que regulan las leyes sustantivas.

Esta capacidad procesal faculta sólo a los capaces de ejercicio para comparecer ante los
tribunales solicitando por sí, o en representación de otro, la declaración de un derecho. La
persona que carece de capacidad procesal debe suplir su incapacidad de acuerdo a las normas
materiales que están contenidas en el Código Civil, en el Código de Comercio, o en la ley
respectiva.
Lo anterior, implica que ellas deberán comparecer ante los tribunales por intermedio de sus
representantes o autorizados por ellos en el caso de los relativamente incapaces o a través de
sus representantes legales, en el caso de los absolutamente incapaces.

Cuando esos incapaces actúan por intermedio de sus representantes se dice que están
representados y esa representación recibe el nombre de representación judicial, la que se rige
por las normas del Código Civil. En el caso que una persona que no tenga esta capacidad
procesal inicie un litigio asumiendo el rol de demandante, el demandado puede oponer la
excepción dilatoria consagrada en el artículo 303 N° 2 del Código.

Si es el demandando el que carece de la capacidad procesal y no obstante ello se le notifica la


demanda, él puede oponer la excepción dilatoria del N° 6 del referido artículo 303. Si el juicio se
continúa, con todos sus trámites, la sentencia que llegue a dictarse en él puede ser impugnada
a través de un recurso de casación en la forma por falta de emplazamiento legal. (Art. 768 N° 9
en relación con el Art. 795 N° 1)

El demandado, además, puede promover un incidente de nulidad de todo lo obrado basándose


en el artículo 83 del Código y, el juez, puede corregir de oficio estos vicios haciendo uso de la
facultad concedida por el artículo 84.

3°. Capacidad para pedir en juicio o ius postulandi (Representación procesal)

Para intervenir durante el proceso, haciendo peticiones o solicitando diligencias, se requiere de


una capacidad especial. El fundamento de ello radica en que el desarrollo del conjunto
complejo de actos jurídicos que forman y estructuran el proceso, requiere de una capacidad
especial, técnica, típica del Derecho Procesal, que se conoce con el nombre de derecho de
pedir en juicio o ius postulandi.

Esta capacidad especial está reglamentada sólo en las leyes procesales y a ella nos referimos al
tratar las normas de comparecencia en juicio. Mediante las peticiones que estas personas
formulan se logra el desarrollo de la relación jurídica procesal hasta llegar a la decisión de la
cuestión controvertida.

Las personas que carecen del ius postulandi necesitan buscar el ministerio de ciertas personas
para actuar en el proceso so pena que si así no lo hacen sus peticiones se declaran inadmisibles
o improcedentes. Luego, suplen su incapacidad técnica con esta representación típica, especial
llamada representación procesal regulada en las leyes procesales. El representante se llama
procurador y el representado, poderdante y la fuente de esta representación es el poder o
mandato judicial.

2. Partes indirectas o terceros. Los terceros son personas distintas del actor y del
demandado y comparecen al juicio una vez que éste se ha iniciado y lo hacen por tener un
interés comprometido en él, un derecho comprometido y no meras expectativas. En esta
intervención, el tercero puede adoptar posiciones armónicas o contradictorias con las que
sostienen las partes principales o independientes.

Concepto: son terceros las personas que sin ser partes directas en el juicio intervienen en él una
vez iniciado, por tener interés actual en su resultado, sosteniendo posiciones armónicas,
contradictorias o independientes con las de las partes directos.

Esta intervención de terceros en un juicio, se conoce con el nombre de tercería, que es la


intervención de un tercero que se presenta a un juicio entablado por dos o más litigantes, ya
sea coadyuvando al derecho de alguno de ellos, ya sea deduciendo el suyo propio con exclusión
de los otros. No obstante tal denominación, el vocablo "tercerías" aparece reservado para
aquellos terceros que pueden comparecer en un juicio ejecutivo.

i) Admisibilidad de la intervención de terceros. La regla general consiste en que en los


diferentes procedimientos se admita la intervención de los terceros señalados. Esta regla
general admite algunas excepciones, pues la ley, respecto de algunos procedimientos, sólo
admite la intervención de los terceros que ella indica, como es el caso del artículo 518 del
Código respecto del juicio ejecutivo.

j) Clases de terceros. Los terceros pueden ser coadyuvantes, excluyentes e independientes.

i) Terceros Coadyuvantes (Art. 23 inciso primero)

Los terceros coadyuvantes son aquellos que, sin ser partes directas en el juicio, intervienen en
él una vez iniciado, por tener interés actual en su resultado, sosteniendo posiciones armónicas
y concordantes con las de una de las partes directas.

El artículo 23 inciso primero del Código dispone: "Los que, sin ser partes directas en el juicio,
tengan interés actual en sus resultados, podrán en cualquier estado de él intervenir como
coadyuvantes, y tendrán en tal caso los mismos derechos que concede el artículo 16 a cada una
de las partes representadas por un procurador común, continuando el juicio en el estado en
que se encuentre."

Los terceros coadyuvantes intervienen en el juicio con posterioridad a su inicio y se colocan en


la misma posición procesal que una de las partes directas, ya sea el demandante o el
demandado, dependiendo con cuál de ellos lo ligue un interés común.

Su intervención estará destinada a apoyar la posición del que sostiene el derecho que el
también hace suyo, por eso es que la ley equipara a este tercero coadyuvante con la parte
misma a quien coadyuva.

Este tipo de tercero constituye con la parte directa a la que apoya una sola identidad y, por
ende, tienen los mismos derechos que le concede el artículo 16 a cada una de las partes
representadas por un procurador común. (Art. 23 incisos 1° y 2°)

ii) Terceros excluyentes (artículo 22)


Son terceros excluyentes aquellos que concurren al juicio reclamando un derecho propio e
incompatible con el que pretenden las partes principales. El artículo 22 del Código preceptúa:
"Si durante la secuela del juicio se presenta alguien reclamando sobre la cosa litigada derechos
incompatibles con los de las otras partes, admitirá el tribunal sus gestiones en la forma
establecida por el artículo 16 y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su
presentación, continuando el juicio en el estado en que se encuentre."

La situación jurídica de este tercero es diferente a la de ambas partes, ya que los intereses que
él invoca, son contrarios a los de ellas. Este tercero concurre al juicio con el fin de reclamar un
derecho propio que se contrapone al de las partes y no se confunde, como sucede con el
coadyuvante, con ninguna de las dos partes en el pleito.

La intervención de este tipo de tercero la admite el legislador con el fin de evitar dos juicios
sucesivos contra el demandante y el demandado, es decir, se admite por razones de economía
procesal. Se evitan, además, posibles sentencias contradictorias sobre la misma materia.

iii) Terceros Independientes

Son terceros independientes los que sostienen un interés propio, independiente y autónomo
del de las partes directas. El inciso final del artículo 23 del Código señala: "Si el interés invocado
por el tercero es independiente del que corresponde en el juicio a las dos partes, se observará
lo dispuesto en el artículo anterior."

iv) Intervención forzada de terceros

Se puede distinguir entre la intervención voluntaria de terceros al juicio y la intervención


forzada. La concurrencia voluntaria de terceros al juicio puede revestir el carácter de
coadyuvante, excluyente o independiente. La forzada, en cambio, es el llamamiento de
terceros al juicio, a requerimiento del demandante o del demandado, cuando se quiere
extender a un tercero los efectos del juicio así como los de la cosa juzgada que produzca la
sentencia que se dicte en él. Como en otra parte lo anotamos, ello se produce, por ejemplo, en
el caso de la jactancia o del artículo 21 del Código.

Cargas pecuniarias a que están sujetos los litigantes

Esta materia es tratada en el Título IV del Libro I del Código entre los artículos 25 al 28.

1°. Los litigantes están obligados a pagar a los oficiales de la Administración de Justicia, los
derechos que los aranceles judiciales señalen para los servicios prestados en el proceso.
Ejemplo: receptores.

Cada parte debe pagar los derechos correspondientes a las diligencias que haya solicitado, y
todas las partes, por cuotas iguales, los derechos de las diligencias comunes, sin perjuicio del
reembolso a que haya lugar cuando por la ley o por resolución de los tribunales corresponda a
otras personas hacer el pago. (Art. 25)

2°. Los derechos de cada diligencia se deben pagar tan pronto como ésta se evacúe, pero la
falta de pago, no puede entorpecer, en ningún caso, la marcha del juicio. (Art. 26)

3°. Cuando varias personas litigan conjuntamente, cada una de ellas responderá
solidariamente del pago de los derechos que a todas afecten en conformidad a las normas
anteriores, sin perjuicio de que las demás reembolsen a la que haya pagado la cuota que les
corresponda, a prorrata de su interés en el juicio. (Art. 27)

4°. Los procuradores judiciales responderán personalmente del pago de las costas procesales
generadas durante el ejercicio de sus funciones, que sean de cargo de sus mandantes, sin
perjuicio de la responsabilidad de éstos. (Art. 28)
Formación del proceso

Antes de la vigencia de la ley n° 20.886 todas las solicitudes y presentaciones se hacían por
escritos físicos en formato de papel que se agregaban en orden sucesivo, de acuerdo a su
presentación.
Con la entrada en vigencia de la Ley n° 20.886 sobre Tramitación Electrónica se crea la carpeta
electrónica. Dicha carpeta electrónica se conforma con escritos, documentos, resoluciones,
actas de audiencias, etc. Los antecedentes serán registrados en orden sucesivo
conforme a su fecha de presentación. (Art.34 CPC)
El sistema de tramitación electrónica del Poder Judicial numerará automáticamente cada pieza
de la carpeta electrónica en cifras y letras. La carpeta se encontrará disponible en la página del
Poder Judicial y las piezas no pueden eliminarse sin que el tribunal lo decrete.
Los jueces, auxiliares de la administración de justicia y funcionarios de cada tribunal estarán
obligados a utilizar y a registrar en el sistema informático todas las resoluciones y actuaciones
procesales que se verifiquen en el juicio.

La Oficina Judicial Virtual

La Corporación Administrativa del Poder Judicial creó una Oficina Judicial Virtual (OJV),
disponible en el sitio web: www.poderjudicial.cl. En esa página se ofrecen los servicios para la
tramitación electrónica.

Los usuarios deben ingresar con la Clave Única del Estado, que las personas obtienen en el
Servicio de Registro Civil e Identificación.

Entre los trámites que se pueden hacer en la oficina virtual, se encuentran la presentación de
demandas, escritos y documentos. Las presentaciones efectuadas a través de la oficina se
entenderán suscritas por el usuario que las remite, sin necesidad de contener su firma
manuscrita. La Clave Única del Estado se entiende como firma electrónica simple.
Principio de Publicidad
Se garantizará la publicidad de las actuaciones, porque los sistemas informáticos deben
preservar el pleno acceso de todas las personas a la carpeta electrónica en condiciones de
igualdad, salvo las excepciones establecidas por la ley.

La carpeta electrónica estará disponible en el portal de internet del Poder Judicial, salvo que la
ley establezca lo contrario o habilite al tribunal para restringir su publicidad, o la de alguna
parte de ella.

Los registros de la carpeta electrónica deberán ser respaldados informáticamente en forma


periódica.

En cuanto a las resoluciones suscritas por los jueces mediante firma electrónica avanzada, se
estableció que no requerirán de la firma ni de la autorización del ministro de fe
correspondiente.

En cuanto a las causas reservadas, la reserva se mantiene. Eso ocurre con las demandas, las
presentaciones acerca de medidas cautelares y todas aquellas que requieren de reserva para
asegurar la eficacia.

También debe impedirse el tratamiento masivo de datos personales sin la respectiva


autorización.

Los Escritos

a) Concepto: Los escritos son las presentaciones que hacen las partes en el proceso y en las
cuales dejan constancia en forma solemne de las peticiones que formulan al tribunal y que debe
reunir los requisitos contenidos en la ley, especialmente los establecidos en el Código de Procedimiento
Civil.
b) Requisitos de los escritos. Los escritos deben cumplir con ciertas exigencias al tenor de lo que
indica la ley.

1. Deben presentarse en formato electrónico. Antiguamente, los escritos debían presentarse


en papel, exigencia que desapareció al modificarse el CPC a través de la ley 20.886,
denominada Ley de Tramitación Electrónica. Los escritos y documentos se presentarán por vía
electrónica conforme se dispone en los artículos 5º y 6º, respectivamente, de la Ley General
sobre Tramitación Electrónica de los Procedimientos Judiciales. (Art. 30 CPC)

¿Se pueden ingresar escritos en papel?

Sólo en casos excepcionales. Por ejemplo si la persona carece de los medios tecnológicos
necesarios. Los escritos presentados en papel serán digitalizados e ingresados a la carpeta
electrónica inmediatamente. Los documentos cuyo formato original no sea electrónico
podrán presentarse materialmente en el tribunal y quedarán bajo la custodia del funcionario o
ministro de fe correspondiente. (Art. 5 Ley 20886)

2. Deben presentarse al tribunal de la causa por medio de la Oficina Judicial Virtual. . El


ingreso de las demandas y de todos los escritos se hará por vía electrónica a través del sistema
de tramitación electrónica del Poder Judicial (OJV) o, en caso de requerirlo así las
circunstancias, se acompañarán en el tribunal a través de la entrega de algún dispositivo de
almacenamiento de datos electrónicos. (Artículo 5 y 6 de la Ley 20.886)

3. Deben encabezarse con una suma. El mismo artículo 30 agrega que los escritos deben
encabezarse con una suma que indique su contenido o el trámite de que se trata.

4. Deben ser firmados electrónicamente. Deben ser firmados, ya sea por firma electrónica
simple o avanzada. La firma electrónica es un mecanismo digital de uso legal, que cuenta con
altos estándares de seguridad. Sirve para realizar operaciones online que van desde una simple
comunicación hasta celebrar contratos, pagos de cuentas, documentos, otorgar poderes,
pólizas de seguro y recetas médicas, entre otros trámites.

Una firma electrónica según la Ley de firma electrónica Ley 19.799 (LFE) puede ser cualquier
sonido, símbolo o proceso electrónico, que permite al receptor de un documento electrónico
identificar al menos formalmente a su autor.
Hay dos tipos de firmas:

 La Firma Electrónica Simple (FES) que se utiliza para documentos que no constituyan
instrumento público. Para efectos judiciales la Clave Única del Registro Civil sirve como
FES y puede servir para firmar escritos judiciales.
 Y la Firma Electrónica Avanzada (FEA) es la que está certificada por un prestador
acreditado ante las leyes nacionales e internacionales. Ha sido creada usando medios
que el titular mantiene bajo su exclusivo control (Token), de manera que se vincula
únicamente al mismo y a los datos a los que se refiere, permitiendo la detección
posterior de cualquier modificación, verificando la identidad del titular e impidiendo
que desconozca la integridad del documento y su autoría. (Artículo 2 letra g LFE)
Se usa para instrumentos públicos. (Artículo 4 LFE)

c) Contenido del escrito. El legislador procesal sólo establece que el escrito debe encabezarse
con una suma que indique el contenido o el trámite de que se trata. Así se pronuncia el artículo
30 del Código de Procedimiento Civil.

A este respecto, podemos señalar que en todo escrito judicial se diferencian 3 partes:

 En primer lugar, la suma del escrito, vale decir, el resumen del contenido o de las
peticiones que se formulan al tribunal. Si es más de una petición, se señala "en lo
principal" y "en el otrosí" o "en el primer otrosí", etc. A propósito cuando se habla de
otrosí, en jerga judicial significa "además".
 En segundo término, aparece el contenido del escrito, es decir, la individualización del
tribunal, de la parte que solicita, el proceso (rol y caratula), y el desarrollo del escrito (en
este punto, no hay términos sacramentales, así que utiliza una redacción simple y
clara). Generalmente se termina con una frase sacramental "Por tanto". En este punto,
existen distintas formas de tratar a los tribunales y a sus miembros. Así, el artículo 306
del Código Orgánico de Tribunales señala que a la Corte Suprema de le debe designar
como Excelentísima; a la Corte de Apelaciones como Señoría Ilustrísima; a los jueces
como Señoría.
 Para terminar, la parte final de todo escrito se expresa en la petición, o sea, la solicitud
formulada por la parte interesada.

c) Requisitos especiales de ciertos escritos. Asimismo, existen determinados escritos en


los cuales el legislador se ha encargado de regular otros requisitos que deben ser
cumplidos.
Por ejemplo, en la demanda (254 CPC), en la contestación (309 CPC), en el recurso de
apelación (189 CPC), en los recursos de casación (772 CPC) y la querella (113 CPP).
Las demandas nuevas debe contener una "presuma", indicando la materia, el
procedimiento y el nombre completo y número de RUT de las partes y de sus
apoderados. Luego de la suma, debe designarse el tribunal (S.J.L., Iltma. Corte de
Apelaciones, Excma. Corte Suprema, etc.), las partes y luego el desarrollo del escrito.
Finalmente el escrito termina con una petición.
A este respecto, a todo proceso que se inicie se asignará un número de orden en la
primera resolución que se dicte y con él figurará en el rol del tribunal, hasta su
terminación. Así lo ordena el artículo 51 del CPC. En nuestros días el número de rol se
genera automáticamente, una vez presentada la demanda mediante la Oficina Judicial
Virtual.

d) Lugar de presentación del escrito. Por regla general, el ingreso de causas y escritos se
efectúa mediante la Oficina Judicial Virtual. Excepcionalmente, este trámite se realiza
ante el tribunal por intermedio del secretario, como es el caso del recurso de amparo.
Entregado un escrito al secretario, deberá éste en el mismo día estampar en cada foja la
fecha y su media firma, o un sello autorizado por la respectiva Corte de Apelaciones y
que designe la oficina y la fecha de la presentación. Deberá, además, dar recibo de los
documentos que se le entreguen, siempre que lo exija la parte que los presenta, sin que
pueda cobrar derecho alguno por los servicios a que este artículo se refiere. En este
sentido se pronuncia el artículo 32 del Código de Procedimiento Civil.
Custodia del expediente

Las piezas que se presenten al tribunal se mantendrán bajo su custodia y responsabilidad.


Éstas no podrán retirarse sino por las personas y en los casos expresamente contemplados en
la ley. (Art. 36) A este respecto, el artículo 37 del Código señala:

"Cuando los tribunales pidan o hayan de oír dictamen por escrito del respectivo fiscal judicial o
de los defensores públicos, les enviarán comunicación de la carpeta electrónica a la que deben
acceder electrónicamente.

Si estos funcionarios retardan dicho dictamen, podrá el tribunal señalarles un plazo razonable
para que lo envíen o agreguen a la carpeta electrónica.

En aquellos casos en que otro tribunal requiera la remisión del expediente original o de algún
cuaderno o pieza del proceso, el trámite se cumplirá enviando la correspondiente
comunicación de la carpeta electrónica a la que deben acceder a través del sistema de
tramitación electrónica del Poder Judicial. Lo mismo se aplicará cada vez que la ley ordene la
remisión, devolución o envío del proceso o de cualquiera de sus piezas a otro tribunal.”

En la práctica, los expedientes quedan en la OJV y es ahí donde debe entenderse que el tribunal
debe mantenerlo bajo su custodia y responsabilidad. En línea, el expediente queda a
disposición de las partes y del público para su libre consulta, salvo las excepciones que señale la
ley.

Retiro de piezas del proceso. Una vez que se agregan los escritos, documentos, y en general,
alguna pieza al proceso o expediente, no puede ser retirado de la carpeta electrónica a menos
que el tribunal ordene el retiro de una o más piezas. Ese retiro se conocía tradicionalmente con
el nombre de desglose. (Art. 29).  

Los plazos o términos


a) Concepto. El Código de Procedimiento Civil no contiene una definición acerca de qué es el
plazo. La doctrina, por su parte, define al plazo como el hecho futuro y cierto del cual depende
el ejercicio o la extinción de un derecho.

b) Clasificaciones de los plazos. Los plazos son susceptibles de clasificarse según los distintos
puntos de vista o criterios que se consideren.

I. Atendiendo a su origen: plazo legal, plazo judicial y plazo convencional.

 Plazo legal: es aquel que fija o señala la ley.


 Plazo judicial: es el señalado por el juez cuando la ley lo autoriza. Ejemplo: el artículo
302 faculta al juez para ampliar el plazo para notificar la concesión de una medida
precautoria.
 Plazo convencional: es el que emana del acuerdo de voluntad de las partes. Ejemplo: el
artículo 328 inciso segundo del Código permite a las partes reducir el término
probatorio.

La norma general es que los plazos sean fijados por la ley. Los plazos judiciales y los
convencionales tienen un carácter excepcional.

II. Considerando su momento de iniciación: plazo individual y plazo común. (Art. 65)

 Plazo individual: es aquel que comienza a correr para cada parte desde el día de su
notificación. Ejemplo: el plazo para apelar. (Art. 189)
 Plazo común: es aquel que corre conjuntamente para todas las partes desde el
momento de la última notificación. Ejemplo: el término probatorio. (Art. 327)

Lo normal es que los términos sean individuales y la excepción es que sean comunes, por lo que
para que un plazo sea común, es preciso que la ley lo diga expresamente.
III. Considerando el momento en que el plazo expira: plazo fatal y plazo no fatal.

 Plazo fatal: es aquel que transcurrido el tiempo que la ley señala extingue el derecho
que debió ejercitarse dentro de él por el sólo ministerio de la ley.

La importancia de este plazo radica en que extingue el derecho que debió ejercerse
dentro del plazo por el sólo ministerio de la ley.

 Plazo no fatal: es aquel que no extingue el ejercicio del derecho por el sólo transcurso
del tiempo que la ley señala, sino que, es preciso que el tribunal, a petición de parte
interesada, declare que ha transcurrido el término y, en consecuencia, dé por cumplido
o evacuado el trámite de que se trata.

Sobre esta materia el inciso primero del artículo 64 del Código señala:

"Los plazos que señala este Código son fatales cualquiera sea la forma en que se exprese, salvo
aquellos establecidos para la realización de actuaciones propias del tribunal. En consecuencia,
la posibilidad de ejercer un derecho o la oportunidad para ejecutar el acto se extingue al
vencimiento del plazo. En estos casos el tribunal, de oficio o a petición de parte, proveerá lo
que convenga para la prosecución del juicio, sin necesidad de certificado previo."
Por lo tanto, todos los plazos establecidos en el Código son fatales, salvo que ellos se
encuentren establecidos para realización de actuaciones por el tribunal como, por ejemplo, el
plazo para dictar sentencia.

IV. Considerando la unidad de tiempo que constituye el plazo: plazos de días, plazos de meses
y plazos de años. (Arts. 48 y 50 C. Civil y 66 C.P.C.)

 Plazo de día: es aquel que considera, como unidad de tiempo, al día. Ejemplo: plazo de
5 días.
 Plazo de meses: es aquel que considera como unidad de tiempo al mes. Ejemplo: en
general el plazo necesario para que opere el abandono del procedimiento es de 6
meses. (Art. 152)
 Plazo de año: es aquel que considera al año como unidad de tiempo. Ejemplo: la
prescripción de la acción ejecutiva cuyo plazo, de acuerdo al artículo 442 del Código, es
de 3 años.

V. Considerando su extensión: plazos prorrogables y plazos improrrogables. (Arts. 67 y 68


C.P.C.)

 Plazo prorrogable: es aquel que puede extenderse más allá del número de unidades de
tiempo que la ley señala.
 Plazo improrrogable: es aquel que no puede extenderse o ampliarse más allá del
número de unidades de tiempo que la ley señala.

Con arreglo a lo previsto en los artículos 67 y 68 del Código:

1. Son prorrogables los términos señalados por el tribunal pero, para que pueda concederse la
prórroga es necesario:

 Que se pida antes del vencimiento del término; y


 Que se alegue justa causa, la cual será apreciada por el tribunal prudencialmente.

2. En ningún caso podrá la prórroga ampliar el término más allá de los días asignados por la ley.

De estas normas se colige que los plazos judiciales son prorrogables, en cambio, aquellos
legales, por regla general, son improrrogables. Excepcionalmente, los plazos legales pueden
prorrogarse cuando la ley faculta, expresa y determinadamente, al tribunal para ello. Ejemplo:
artículo 340.
VI. Considerando si se suspenden o no: plazos de días hábiles y plazos de días corridos.

 Plazo de días hábiles: es aquel que se suspende durante los días que la ley señala como
feriados.
 Plazo de días corridos: es aquel que no se suspende durante los días feriados y, por
ende, corren todos los días.

Como ya hemos dicho, son feriados aquellos días que la ley indica y, además, los comprendidos
en el tiempo de vacaciones de cada año que comienza el 1 de febrero hasta el primer día hábil
de marzo. (Art. 313 C.O.T.)

c) Forma de computar los plazos. El cómputo de los plazos se rige por los artículos 48,49 y 50
del Código Civil y por el artículo 66 del Código de Procedimiento Civil, normas de las cuales se
coligen las siguientes situaciones:

1° Todos los plazos de días, meses o años de que se haga mención en las leyes o en los decretos
del Presidente de la República, de los tribunales o juzgados, se entenderá que han de ser
completos; y correrán además hasta la medianoche del último día del plazo.

El primero y último día de un plazo de meses o años deberán tener un mismo número en los
respectivos meses. El plazo de un mes podrá ser, por consiguiente, de 28, 29,30 ó 31 días, y el
plazo de un año de 365 ó 366 días, según los casos.

Si el mes en que ha de principiar un plazo de meses o años constare de más días que el mes en
que ha de terminar el plazo, y si el plazo corriere desde alguno de los días en que el primero de
dichos meses excede al segundo, el último día del plazo será el último día de este segundo
mes.
Se aplicarán estas reglas a las prescripciones, a las calificaciones de edad, y en general a
cualesquiera plazos o términos prescritos en las leyes o en los actos de las autoridades chilenas;
salvo que en las mismas leyes o actos se disponga expresamente otra cosa. (Art. 48 C. C.)

2° Cuando se dice que un acto debe ejecutarse en o dentro de cierto plazo, se entenderá que
vale si se ejecuta antes de la medianoche en que termina el último día del plazo; y cuando se
exige que haya transcurrido un espacio de tiempo para que nazcan o expiren ciertos derechos,
se entenderá que estos derechos no nacen o expiran sino después de la medianoche en que
termine el último día de dicho espacio de tiempo. (Art. 49 C. C.)

3° En los plazos que se señalaren en las leyes, o en los decretos del Presidente de la República,
o de los tribunales o juzgados, se comprenderán aun los días feriados; a menos que el plazo
señalado sea de días útiles, expresándose así, pues en tal caso no se contarán los feriados.
(Art. 50 C. C.)

4° Los términos de días que establece el Código de Procedimiento Civil, se entenderán


suspendidos durante los feriados, salvo que el tribunal, por motivos justificados, haya
dispuesto expresamente lo contrario.

Para referirse a este tipo de plazos algunos autores los distinguen con el nombre de continuos
(si se cuentan en días corridos) o discontinuos (si se suspenden durante los feriados).
Las rebeldías

Las rebeldías se encuentran tratadas en el Título VIII del Libro I del Código entre los artículos 78
y 81.

a) Concepto. En forma genérica, rebeldía es la declaración de la pérdida del ejercicio del


derecho de que se trata en atención a no haber sido ejercido oportunamente. Los términos
judiciales expiran sólo por la declaración de rebeldía que el tribunal haga respecto de la parte
que no aprovechó el término. De esta forma, mientras el tribunal no declare esa rebeldía el
plazo no expira y el litigante podrá evacuar el trámite respectivo.

El artículo 78 del Código preceptúa: "Vencido un plazo judicial para la realización de un acto
procesal sin que éste se haya practicado por la parte respectiva, el tribunal, de oficio o a
petición de parte, declarará evacuado dicho trámite en su rebeldía y proveerá lo que convenga
para la prosecución del juicio, sin certificado previo del secretario."

b) Efectos. La rebeldía de un trámite sólo permite tener por cumplido en rebeldía del afectado
el trámite preciso. Los trámites posteriores se continúan efectuando, ya sea en rebeldía o con
la comparecencia real de la parte afectada, debiendo notificársele a ésta todas las resoluciones
que recaigan en el juicio. Para estos efectos hay que tener presente que una cosa es la
acusación de rebeldía y otra distinta la declaración de rebeldía. Hoy en día esta rebeldía ha
perdido en gran medida su trascendencia dado el carácter de fatales de los plazos del Código
de Procedimiento Civil y queda reservada principalmente para los plazos judiciales.
Resoluciones Judiciales
Las resoluciones judiciales establecidas en el artículo 158 son las sentencias definitivas e
interlocutorias, autos y decretos.

Las resoluciones judiciales se ordenan en el Título XVII del Libro I del Código de Procedimiento
Civil. Ello sin perjuicio de las reglas contenidas en el Código Procesal Penal. Estas son los actos
procesales que realiza o ejecuta el tribunal resolviendo las peticiones de las partes u ordenando
el cumplimiento de determinadas medidas procesales.

Concepto de resoluciones judiciales

Cristian Maturana Miquel enseña que las resoluciones judiciales son actos jurídicos procesales
que emanan de los agentes de la jurisdicción; y mediante el cual dan curso al procedimiento,
resuelven los incidentes que se promueven durante el curso de él o deciden la causa o asunto
sometido a su conocimiento.
Clasificación de las resoluciones judiciales

Las resoluciones judiciales tradicionalmente se clasifican conforme a los siguientes criterios: en


atención a su contenido; nacionalidad del tribunal del cual emanan; naturaleza del tribunal que
las dicta; si existe o no litigio entre partes; naturaleza del asunto en que se dictan, y la instancia
en que son pronunciadas. De cada una de estas categorías, hablaremos de inmediato.

Según el contenido de las resoluciones judiciales

Atendiendo a su contenido se distinguen: sentencias definitivas, sentencias interlocutorias,


autos y decretos. Así lo dispone el artículo 158 del Código de Procedimiento Civil.

 Sentencia definitiva es la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto


que ha sido objeto del juicio.
 Sentencia interlocutoria es la que resuelve un incidente del juicio, estableciendo
derechos permanentes a favor de las partes; o resuelve sobre algún trámite que debe
servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria.
 Se llama auto la resolución que recae en un incidente no comprendido en el inciso
anterior.
 Se llama decreto, providencia o proveído, el que, sin fallar sobre incidentes o sobre
trámites que sirvan de base para el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo por
objeto determinar o arreglar la substanciación del proceso.

Otras resoluciones judiciales

Fuera de estas resoluciones, hay también otras a las que el artículo 158 no alude, como, por
ejemplo, las sentencias que se dictan en los recursos de casación y en los recursos de queja; las
sentencias interlocutorias que ponen término al juicio o hacen imposible su continuación;
sentencias de término; las sentencias ejecutoriadas, y las sentencias que causan ejecutoria. De
estas, nos referiremos a las tres últimas.
Sentencias de término

En algunas disposiciones se alude a sentencias de término, sin embargo, el Código de


Procedimiento Civil no señala qué debe entenderse por estas. Del contexto de las disposiciones
en que se utiliza por la ley esta expresión, se desprende que sentencia de término es aquella
sentencia definitiva o interlocutoria que pone fin a la última instancia del juicio. De este modo,
si un juicio se falla en única instancia, la sentencia que recae en esa única instancia, tendrá la
calidad de sentencia de término. Si el juicio se sigue tanto en primera como en segunda
instancia, será sentencia de término la que recae en la segunda instancia. Por otra parte, la
casación no constituye instancia, por ello, la sentencia que la resuelve no puede ser sentencia
de término, ya que esta última se refiere exclusivamente a la instancia.

Sentencias ejecutoriadas

En conformidad al artículo 174 del Código de Procedimiento Civil, se entenderá firme o


ejecutoriada una resolución:

 Desde que se haya notificado a las partes, si no procede recurso alguno en contra de
ella;
 En caso contrario, desde que se notifique el decreto que la mande cumplir, una vez que
terminen los recursos deducidos, o
 Desde que transcurran todos los plazos que la ley concede para la interposición de
dichos recursos, sin que se hayan hecho valer por las partes. En este caso, tratándose de
sentencias definitivas, certificará el hecho el secretario del tribunal a continuación del
fallo, el cual se considerará firme desde este momento, sin más trámites.

Sentencias que causan ejecutoria

Son aquellas que pueden cumplirse no obstante existir recursos pendientes en su contra. Así
acontece, por ejemplo, cuando se concede un recurso de apelación en el sólo efecto
devolutivo. Lo anterior, pues la apelación tiene efecto suspensivo y devolutivo. Cuando se
concede la apelación en el sólo efecto devolutivo, el juez de primera instancia sigue
conociendo del asunto como si nada hubiese sucedido, pero sujeto su fallo a confirmación por
el tribunal de segunda instancia. En cambio, cuando la apelación se concede en ambos efectos,
la causa en primera instancia suspende su tramitación, mientras no resuelva el tribunal superior
el recurso interpuesto.

La apelación comprende el efecto devolutivo y suspensivo. El efecto devolutivo es aquel en


virtud del cual se otorga competencia al tribunal superior jerárquico para conocer y fallar el
recurso de apelación deducido en contra de la resolución pronunciada por el tribunal inferior,
pudiendo resolver acerca de la reforma o enmienda del fallo impugnado. Mientras que, el
efecto suspensivo es aquel en virtud del cual se suspende la competencia del tribunal inferior
para seguir conociendo de la causa, no pudiendo cumplirse la resolución impugnada hasta que
no sea resuelto el recurso el apelación interpuesto.

Otras categorías de resoluciones judiciales

 Según la nacionalidad del tribunal del cual emanan. Atendiendo a la nacionalidad del
tribunal que las dicta, se distingue entre resoluciones dictadas por tribunales nacionales
y resoluciones dictadas por tribunales extranjeros.
 Según la naturaleza del tribunal que las dicta. Atendiendo a la naturaleza del tribunal
que las dicta, distinguimos respecto de las resoluciones emanadas de los tribunales
ordinarios; resoluciones emanadas de los tribunales especiales y resoluciones
emanadas de los tribunales arbitrales.
 Según si existe o no litigio entre partes. Atendiendo a si existe contienda entre parte o
no, se distingue entre resoluciones que recaen en asuntos contenciosos y resoluciones
que recaen en asuntos no contenciosos.
 Según la naturaleza del asunto en que se dictan. Atendiendo a la materia, se
distingue entre resoluciones dictadas en asuntos civiles y resoluciones dictadas en
asuntos penales.
 Según la instancia en que son pronunciadas. Atendiendo a la instancia en que ellas se
emiten, se distinguen resoluciones de única instancia; resoluciones de primera instancia
y resoluciones de segunda instancia.

Importancia de la clasificación del artículo 158 CPC

La clasificación del artículo 158 del Código de Procedimiento Civil es la más importante de
todas, pues, de acuerdo con ella, es posible distinguir entre una y otra resolución porque:

 Son distintos los requisitos de forma y fondo que se exigen en las diversas resoluciones;
 Son diferentes los recursos procesales que pueden intentarse en contra de cada una de
esas resoluciones;
 Es diferente el número de jueces o ministros que deben dictarlas tratándose de
tribunales colegiados;
 Son también diferentes los efectos jurídicos que se siguen, que producen cada una de
ellas. En este aspecto, básicamente sirve para determinar si produce o no cosa juzgada,
y
 Sirve también para saber cómo se tramitan ciertos recursos en la segunda instancia; y
especialmente, si respecto de ellas procede o no el recurso de apelación, y la forma de
verse este recurso en el tribunal de alzada.

Requisitos de las resoluciones judiciales

Las resoluciones judiciales tienen que cumplir con ciertos requisitos. Hay algunos que son
generales, aplicables a todo tipo de resoluciones y otros de índole especial, específicos de cada
resolución, considerando la naturaleza de ella.
Requisitos generales de las resoluciones judiciales

Conforme a los artículos 61 y 169 del Código de Procedimiento Civil; y en concordancia con las
reglas sobre tramitación electrónica de los procedimientos judiciales, los requisitos generales
de las resoluciones judiciales, son:

 Expresión en letras de la fecha y lugar en que se expida;


 Firma electrónica avanzada del juez o jueces que la dictan o que las emitan.
 La autorización del funcionario a quien corresponda dar fe o certificación de ellas.

Requisitos especiales de las resoluciones judiciales

Enseguida, los requisitos especiales de las resoluciones judiciales se precisan en atención de las
siguientes alternativas:

Primera resolución

De la primera resolución que dicta el tribunal en una causa, se debe indicar el número de rol de
la causa. Esto en conformidad al artículo 51 del Código de Procedimiento Civil.

Decreto, providencia o proveído

De los decretos, además de cumplir con los requisitos generales comunes a toda resolución,
deben indicar el trámite que se ordena, en virtud del cual se da curso progresivo a los autos.
Así, por ejemplo, puede decretar: traslado, como se pide, en relación, dese cuenta, etc.

Autos y sentencias interlocutorias

De los autos y sentencias interlocutorias, además de los requisitos generales deben contener:

 La decisión del asunto controvertido (artículo 171 del Código).


 Un pronunciamiento sobre las costas del incidente (artículo 144 del Código).
 En cuanto la naturaleza del negocio lo permita, la enunciación de las consideraciones de
hecho y de derecho que sirven de fundamento a la resolución.

Esta disposición resulta ser bastante curiosa, por decir lo menos, puesto que no se divisa por
qué razón "la naturaleza del negocio" podría no permitir señalar las respectivas
consideraciones de hecho y de derecho. Con todo, más allá de lo expresado, en materia penal,
el tribunal está obligado a fundamentar sus resoluciones, salvo aquellas que posean el carácter
de mero trámite. Así lo ordena el artículo 36 del Código Procesal Penal.

Sentencias definitivas

Según el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, las sentencias definitivas de primera o
de única instancia y las de segunda que modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de
otros tribunales, contendrán:

 La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio;


 La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y de
sus fundamentos;
 Igual enunciación de las excepciones o defensas alegadas por el demandado;
 Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia;
 La enunciación de las leyes, y en su defecto, de los principios de equidad, con arreglo a
los cuales se pronuncia el fallo, y
 La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender todas las
acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el juicio; pero podrá omitirse la
resolución de aquellas que sean incompatibles con las aceptadas.

Agrega el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil que, de igual forma, deberán dictarse
las sentencias definitivas de segunda instancia que confirmen sin modificación las de primera,
cuando éstas no reúnen todos o algunos de los requisitos indicados en la enunciación
precedente. Si la sentencia de primera instancia reúne estos requisitos, la de segunda que
modifique o revoque, no necesita consignar la exposición de las circunstancias mencionadas en
los números 1, 2, 3 y bastará referirse a ella.

Otras menciones que deben contener las sentencias definitivas

En conformidad a los artículos 144, 89 y 85 del Código de Procedimiento Civil,


respectivamente, las sentencias definitivas deben contener:

 Declaración acerca de las costas de la causa;


 Si se trata de una sentencia que se emite por un tribunal colegiado, de la opinión de
aquel o aquellos miembros que fuese disconforme con la mayoría, deberá dejarse
constancia, y
 Debe también mencionarse el nombre del ministro redactor.

Efectos de las resoluciones judiciales

Los efectos de las resoluciones judiciales, específicamente los que producen las sentencias
interlocutorias y las definitivas, son:

 El desasimiento del tribunal, y


 La cosa juzgada, que comprende tanto la acción como la excepción de cosa juzgada.

Por una parte, el desasimiento del tribunal es aquel efecto que producen las sentencias
definitivas e interlocutorias, en virtud del cual una vez que han sido notificadas a alguna de las
partes, no podrán ser modificadas o alteradas de ninguna manera por el tribunal que las
pronunció. Mientras que, la cosa juzgada es el efecto de las sentencias definitivas e
interlocutorias, firmes o ejecutoriadas, que las hace inmutables y coercibles (eventualmente).
El desasimiento del tribunal

El desasimiento del tribunal es el efecto que producen las sentencias definitivas e


interlocutorias, en virtud del cual una vez que han sido notificadas a alguna de las partes, no
pueden ser modificadas o alteradas en manera alguna por el tribunal que las pronunció. Así lo
dispone el artículo 182 del Código de Procedimiento Civil. No es necesario notificar a todas las
partes, sino que basta con que esté notificada alguna de ellas. Tampoco es necesario que la
sentencia esté ejecutoriada.

Las resoluciones judiciales son actos jurídicos procesales que emanan de los agentes de la


jurisdicción, y mediante el cual dan curso al procedimiento, resuelven los incidentes que se
promueven durante el curso de él o deciden la causa o asunto sometido a su conocimiento.

Actuaciones que puede seguir realizando el juez. Sobre el desasimiento del tribunal, si bien el
tribunal pierde competencia para conocer del litigio principal y sus accesorios, igualmente está
facultado para realizar las siguientes actuaciones:

 La concesión de recursos procesales que puedan interponerse.


 Para pronunciarse sobre medidas precautorias.
 Para pronunciarse sobre la ejecución de la sentencia.

Asimismo, si la sentencia no ha sido notificada a alguna de las partes, y aún cuando ella esté
signada mediante firma electrónica avanzada, ese juez puede modificarla o alterarla sin
restricción alguna.

Excepciones al desasimiento del tribunal

El desasimiento del tribunal tiene sus excepciones, estas son: el recurso de aclaración,
rectificación o enmienda; ciertos casos de sentencias interlocutorias (la que rechaza la
apelación o la casación y la que recibe la causa a prueba), y el incidente de nulidad procesal de
todo lo obrado por falta de emplazamiento.

Autos y decretos frente al desasimiento del tribunal

Finalmente, los autos y los decretos no producen el desasimiento del tribunal; por lo que, aún
cuando estén notificados a las partes, pueden enmendarse por el tribunal que los dictó a través
de un recurso de reposición. Así se pronuncia el artículo 181 del Código de Procedimiento Civil.
Sobre este punto, Mario Casarino Viterbo conceptúa al recurso de reposición como el medio
que franquea la ley a las partes litigantes para obtener la modificación o que se deje sin efecto
un auto o un decreto por el tribunal que lo dictó; sea que se hagan valer o no nuevos
antecedentes que así lo justifiquen.

La cosa juzgada

La cosa juzgada implica, en síntesis, que no se puede discutir de nuevo en el mismo proceso, ni


en ningún otro en el futuro, lo ya resuelto en una sentencia interlocutoria o en una sentencia
definitiva firme o ejecutoriada. En este sentido se pronuncia el artículo 177 del Código de
Procedimiento Civil. La cosa juzgada es el efecto que la ley atribuye a las sentencias firmes por
considerarlas como expresión de la verdad judicial.

El fin que las partes persiguen con el proceso, consiste en obtener del juez una declaración que
decida definitivamente un asunto litigioso, de modo que él no se pueda discutir de nuevo en el
mismo proceso, ni en ningún otro en el futuro y, para el caso en que esa decisión contenga una
condena, pueda ser ejecutada sin necesidad de una nueva revisión. Este efecto de la sentencia
es conocido con el nombre de cosa juzgada.
Consecuencias del efecto de cosa juzgada

Este efecto de la cosa juzgada se traduce en dos consecuencias o efectos prácticos. En primer
término, un efecto negativo por el que la parte condenada o cuya demanda ha sido rechazada,
no puede, en un nuevo juicio, discutir la cuestión ya decidida. En segundo lugar, un efecto
positivo, que implica que la parte cuyo derecho ha sido reconocido por una sentencia puede
actuar de acuerdo con ese derecho sin que le sea permitido a ningún tribunal rehusarse a tener
en cuenta esa decisión y, por ende, puede exigir su cumplimiento.

Características de la cosa juzgada

La cosa juzgada, principalmente, manifiesta dos características:

 La cosa juzgada es coercitiva: esto significa que la parte vencida en el proceso está
obligada a cumplir la prestación contenida en la sentencia, ya sea voluntariamente o
por medio compulsivo; y
 La cosa juzgada es inmutable: las partes tienen que respetar lo fallado en el proceso, sin
poder volver a discutir el mismo asunto en otro juicio.

Fundamento de la cosa juzgada

El fundamento de la cosa juzgada es el mantenimiento del orden social, el cual requiere que los
litigios tengan un fin y que no puedan renovarse indefinidamente para dilucidar la misma
cuestión que ya fue objeto de una decisión judicial. Existe un interés superior de la colectividad,
cual es, la mantención del orden y la tranquilidad social, lo que exige que, una vez agotados los
medios que la ley coloca a su alcance, los particulares se conformen con lo resuelto, aceptando
esa decisión del órgano jurisdiccional como la expresión de la justicia y manifestación de la
verdad. Estos objetivos se logran a través de la cosa juzgada.
Clasificación de la cosa juzgada

La doctrina procesal establece la existencia de dos clases de cosa juzgada: la formal y la


material.

 La cosa juzgada formal es aquella que permite el cumplimiento de lo resuelto en forma


provisional, y que impide renovar la discusión sobre el asunto litigioso resuelto en el
mismo juicio, pero que, al mismo tiempo, permite una revisión de la cuestión en un
juicio posterior, de allí el nombre de cosa juzgada formal.
 La cosa juzgada material o sustancial es la que autoriza cumplir lo resuelto sin ninguna
restricción o limitación e impide que lo fallado pueda discutirse en el mismo juicio o en
otro posterior. La regla general, es que las resoluciones judiciales produzcan cosa
juzgada material y, por excepción, en la medida que la ley lo permita, produzcan cosa
juzgada formal, como sucede con la reserva de derechos en el juicio ejecutivo.

La cosa juzgada en el juicio ejecutivo, frente a un nuevo juicio de este tipo, como frente a un
juicio ordinario, admite excepciones. Estas excepciones están constituidas por la renovación de
la acción ejecutiva y por la reserva de derechos.

Cosa juzgada y autoridad de cosa juzgada

De las definiciones de cosa juzgada, se hace un distingo entre la cosa juzgada y la autoridad de
cosa juzgada. La cosa juzgada es la simple presunción de la verdad de lo resuelto. La autoridad
de cosa juzgada es el efecto de la presunción que nace una vez que se han cumplido los
requisitos establecidos por la ley.

En consecuencia, existen dos aspectos de la institución:


 Uno, que implica la simple presunción de verdad que emana de la sentencia judicial, por
el sólo hecho de provenir de la autoridad judicial; y
 El otro, que da origen a la acción y a la excepción de cosa juzgada.

La cosa juzgada existe desde el momento en que hay fallo del tribunal, esté o no ejecutoriado.
En cambio, existe autoridad de cosa juzgada, desde el momento que lo resuelto adquiere
firmeza por estar ejecutoriado el fallo en cuestión. De allí que la cosa juzgada se manifiesta,
principalmente, por sus efectos: la acción y la excepción, que permiten la aplicación de la
autoridad del fallo.

Efectos de la cosa juzgada

Los efectos son las consecuencias jurídicas que surgen de la institución y en virtud de los cuales
se puede obtener el cumplimiento de lo fallado o bien impedir un nuevo litigio sobre la materia.
Esos efectos se traducen en:

 La acción de cosa juzgada, que permite el cumplimiento de la resolución judicial; y


 La excepción de cosa juzgada, que evita que entre las mismas partes, sobre una misma
cosa e invocando análogas razones, vuelva a discutirse algo que ya ha sido resuelto en
una sentencia anterior.

Acción de cosa juzgada

La acción de cosa juzgada es aquella que nace de una resolución judicial firme o que causa
ejecutoria, para el cumplimiento de lo resuelto o para la ejecución del fallo. En consecuencia,
es la forma de hacer cumplir un fallo, lo que se logra mediante las reglas que, para tal fin
proporcionan las disposiciones del Código de Procedimiento Civil y que estudiaremos en su
oportunidad.
Titular de la acción de cosa juzgada

El artículo 176 indica que el titular de esta acción es la persona a cuyo favor se ha declarado un
derecho, o sea, la parte que ha obtenido una resolución favorable. Pero, no sólo corresponde a
la parte, sino que, también, a sus herederos. La acción se dirige en contra del condenado por
esa resolución, o en contra de sus herederos o sucesores para reclamar la cosa ganada en el
juicio.

Requisitos de la acción de cosa juzgada

Los requisitos para que proceda la acción de cosa juzgada son: existencia de una resolución
judicial firme o que cause ejecutoria; que la parte que ha obtenido en el juicio, solicite
expresamente el cumplimiento de la resolución judicial, y que la prestación que imponga esa
resolución sea actualmente exigible. De inmediato, hablaremos de cada presupuesto.

Resolución judicial firme o que cause ejecutoria

Que exista una resolución judicial firme o que cause ejecutoria. Las sentencias definitivas e
interlocutorias firmes o que causen ejecutoria y que sean condenatorias, producen cosa
juzgada. El artículo 158 del Código, señala cuales son las sentencias definitivas y las
interlocutorias y el artículo 174, indica cuando una sentencia se encuentra firme o ejecutoriada.
Por su parte, una sentencia que causa ejecutoria es aquella que puede cumplirse, no obstante
existir un recurso interpuesto en su contra. Así lo dispone el artículo 171 del Código de
Procedimiento Civil.

Las resoluciones judiciales son actos jurídicos procesales que emanan de los agentes de la


jurisdicción; y mediante el cual dan curso al procedimiento, resuelven los incidentes que se
promueven durante el curso de él o deciden la causa o asunto sometido a su conocimiento.

Solicitud de cumplimiento de la resolución judicial


Que la parte que ha obtenido en el juicio, solicite expresamente el cumplimiento de la
resolución judicial. El que deba existir solicitud de parte es aplicación del principio de pasividad,
conforme al artículo 10 del Código Orgánico de Tribunales. El artículo 233, inciso 1º, parte 1º
del Código, señala, a su turno, "cuando se solicite la ejecución de una sentencia".

Exigibilidad de la prestación

Que la prestación que imponga esa resolución sea actualmente exigible. En consecuencia, la
prestación no debe estar afecta a ninguna modalidad como la condición, el plazo o el modo. Si
esa prestación está afecta a una modalidad, la parte contraria puede oponerse al cumplimiento
aduciendo que esa prestación no es actualmente exigible. A propósito de este punto, el
procedimiento para hacer efectivo el cumplimiento de una resolución, se encuentra
contemplado en el Libro I, Título XIX del Código de Procedimiento Civil.

Excepción de cosa juzgada

Se entiende por excepción de cosa juzgada el efecto de las resoluciones judiciales que la ley
reconoce a las sentencias definitivas e interlocutorias firmes, en virtud del cual, no puede
volverse a discutir entre las mismas personas legales, y sobre una misma materia e invocando
análogas razones, algo que ya ha sido resuelto en una sentencia anterior. La excepción de cosa
juzgada emana de las sentencias definitivas e interlocutorias firmes que tengan el carácter de
condenatorias o absolutorias.

La excepción de cosa juzgada tiene fundamentos similares a la acción de cosa juzgada, como
son la tranquilidad social; evitar la repetición indefinida de un nuevo juicio entre las mismas
partes y sobre la misma materia y evitar fallos contradictorios.
Titular de la excepción de cosa juzgada

La excepción de cosa juzgada, puede alegarse por:

 El litigante que ha obtenido en el juicio, y


 Por todos aquellos a quienes, según la ley, aproveche el fallo.

La excepción, en consecuencia, puede hacerse valer por el que gana como por aquel que pierde
el juicio y, en este último caso, para evitar que una nueva sentencia le sea más desfavorable
que la primera.

Características de la excepción de cosa juzgada

La excepción de cosa juzgada presenta las siguientes características: es renunciable; relativa;


irrevocable, y es imprescriptible.

Renunciabilidad: Es renunciable por cuanto ella debe alegarse en el juicio y esa alegación debe
ser oportuna en tiempo y forma. Si no se opone, se entiende que se renuncia a ella y el tribunal
no puede declararla de oficio.

Relatividad: Es relativa porque ella sólo aprovecha a las partes que han intervenido en el pleito
y a sus herederos. La presunción de verdad que encierra esta excepción, favorece sólo a
aquellas personas que fueron parte en el proceso en que se dictó el fallo pertinente. Así lo
dispone el artículo 3, inciso 2º del Código Civil.

La excepción puede ser invocada por cualquiera de las partes, independientemente de la


posición que hubieran podido tener en el litigio anterior. El demandado la puede oponer contra
el actor, reclamando un derecho que le fue desconocido en el primer juicio, y el demandante, a
su vez, la puede oponer ante el demandado que intenta oponer una defensa que fue rechazada
en el primer juicio.
Con todo, hay ciertas sentencias que producen efectos absolutos y generales, y no sólo
relativos, pero, para que una sentencia produzca esos efectos generales y absolutos, se precisa
de una disposición expresa de la ley. Estas son las sentencias que producen efectos erga
omnes. En general, tales sentencias son las relativas al estado civil de las personas.

Irrevocabilidad: Es irrevocable, ello quiere decir que no puede ser alterado lo resuelto por una
sentencia definitiva o interlocutoria firme, ni por otro tribunal, ni por el Poder Ejecutivo o por el
Legislativo.

Imprescriptibilidad: Es imprescriptible pues puede alegarse la excepción de cosa juzgada en


cualquier tiempo, lo que no acontece con la acción de cosa juzgada, la que sí prescribe
conforme a las normas generales del artículo 2515 del Código Civil.

Situaciones especiales

 Sentencias que causan ejecutoria. Las sentencias que causan ejecutoria no dan origen
a la excepción de cosa juzgada, toda vez que el fallo está sometido a un recurso que
está pendiente.
 Resoluciones dictadas por tribunales extranjeros. En cuanto a la situación en que se
hallan las resoluciones dictadas por tribunales extranjeros, se discute si producen en
nuestro país la excepción de cosa juzgada. La mayoría de los procesalistas sostienen
que sí, porque el artículo 175 del Código de Procedimiento Civil no distingue.
 Actos judiciales no contenciosos. En relación con los actos judiciales no contenciosos,
la excepción de cosa juzgada no opera tratándose de actos judiciales no contenciosos
negativos o afirmativos, incumplidos. Pero sí opera respecto de las resoluciones
afirmativas cumplidas, aunque sólo respecto del interesado, no de terceros, pues estos
no han intervenido en la gestión.
Requisitos de la excepción de cosa juzgada

Se requiere que entre el juicio resuelto y aquel que se pretende iniciar, o que ya se promovió,
exista la triple identidad que indica el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil. Esta triple
identidad, debe ser copulativa, de manera tal que, faltando uno de estos requisitos, no puede
alegarse en el segundo juicio la excepción de cosa juzgada.

Identidad legal de personas

La identidad legal significa que, en ambos juicios, tanto el demandante como el demandado,
deben ser las mismas personas jurídicamente hablando. Deben figurar con la misma calidad
jurídica, aún cuando sean distintas físicamente. El fundamento de esta identidad se encuentra
en el carácter relativo que tienen las sentencias. Por consiguiente, pueden ser físicamente las
mismas personas que intervienen en el antiguo y nuevo juicio y no producirse la identidad legal
de personas. También hay identidad legal de personas entre los coacreedores solidarios y el
deudor, también entre el mandante y mandatario, entre el heredero y el causante difunto.

Identidad de la cosa pedida

La identidad de la cosa pedida es el objeto del juicio, y este es el beneficio jurídico inmediato
que se reclama. Esta identidad de la cosa pedida significa que, tanto el primer juicio ya resuelto
como el segundo que se va a promover o que se ha promovido, tengan el mismo objeto, no
material, sino que jurídico. Este objeto es el derecho cuya ejecución o reconocimiento se
persigue, por lo que la cosa material o natural puede ser una sola, pero el objeto que se
pretende, puede ser distinto. Por la inversa, la cosa material puede ser distinta y el objeto del
juicio ser el mismo. Por ejemplo, si en distintos juicios, invocando la calidad de heredero, (que
sería el beneficio jurídico) se reclaman distintas cosas materiales, hay identidad de cosa
pedida. Finalmente, el beneficio jurídico hay que buscarlo en la parte petitoria de la demanda.

Identidad de la causa de pedir


Es el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio. Así como la cosa pedida es la cosa
jurídica que se reclama, la causa de pedir es el fundamento legal de esa petición. La causa de
pedir responde a la interrogante ¿por qué se pide?

Diferencia entre causa de pedir y motivo

No es lo mismo causa que motivo, a pesar de que hay ocasiones en que suelen confundirse
estas dos expresiones. La causa es el fundamento de la acción, en tanto que los motivos, son
las circunstancias particulares que hacen valer las partes para justificar su entrada en juicio,
motivos que son múltiples. En los derechos reales, la causa de pedir es el título o causa de la
adquisición: los contratos o la ley, por ejemplo. En los derechos personales, la causa de pedir es
el hecho jurídico que engendra la obligación: el delito, el cuasidelito, o el contrato, por ejemplo.
Así, si se reclama una cosa por haberla comprado, el objeto es la calidad de dueño y la causa de
pedir el contrato de compraventa. Si se reclama una cosa por haberla heredado el objeto es la
calidad de heredero, la causa de pedir es el testamento o la ley.

Forma y oportunidad para hacerla valer

La excepción de cosa juzgada puede ser alegada:

 Como excepción dilatoria (artículo 304 CPC);


 Como excepción perentoria (artículos 309 y 310 CPC)
 Como fundamento de un recurso de apelación;
 Como una causal del recurso de casación en la forma (artículos 768 N° 6 CPC);
 Como fundamento del recurso de revisión (artículo 810 N° 4 CPC).

Las excepciones perentorias tienen por objeto enervar la acción deducida y se dirigen al fondo


del asunto debatido. Se trata de una especie de defensa que tiene el demandado contra el
actor para oponerse a sus pretensiones jurídicas.
Paralelo entre acción y excepción de cosa juzgada

En conformidad a lo antes expuestos, se puede establecer un paralelo entre acción y excepción


de cosa juzgada. Ello en atención a la naturaleza de la sentencia; su titularidad; la oportunidad
procesal; la posibilidad de prescribir, y la especie de resoluciones judiciales.

 Naturaleza de la sentencia. La acción nace sólo de sentencias declarativas


condenatorias; en tanto la excepción, nace tanto de la sentencia condenatoria como de
la absolutoria.
 Titularidad. En lo que atañe al titular de una y otra, la acción puede hacerla valer aquel
en cuyo favor se ha declarado un derecho en el juicio y para pedir el cumplimiento de
ese fallo; la excepción, en cambio, puede alegarse por quien ha obtenido y por todos
aquellos a quienes según la ley aprovecha el fallo.
 Oportunidad procesal. La acción se hace valer para obtener el cumplimiento de la
prestación contenida en un fallo; en cambio, la excepción, tiene diversas oportunidades
para hacerla valer.
 Prescripción. La acción prescribe según la regla general, vale decir, en tres años la
acción ejecutiva y en cinco la acción ordinaria. La excepción, en tanto, habida
consideración de su naturaleza, es imprescriptible.
 Tipo de resoluciones. Considerando el tipo de resoluciones de las que provienen unas u
otras, la acción emana de sentencias definitivas e interlocutorias firmes y de las
resoluciones que causan ejecutoria y que tengan el carácter de condenatorias. La
excepción, por su lado, sólo proviene de las sentencias definitivas e interlocutorias
firmes, sea que invisten el carácter de condenatorias o absolutorias.

Notificaciones Judiciales
Las notificaciones son actos jurídicos procesales por los cuales se pone en conocimiento de las
partes de una o más resoluciones judiciales.
 
Las notificaciones judiciales se encuentran reguladas en el Código de Procedimiento Civil, a propósito de las

disposiciones comunes a todo procedimiento, y consisten en actuaciones judiciales que se verifican dentro

del juicio. Son verdaderas comunicaciones que tienen por finalidad poner en conocimiento, real o presunto,

a las partes de la dictación de una determinada resolución judicial.

Acerca de las notificaciones

En todo proceso intervienen y actúan como sujetos procesales el juez y las partes y, tanto aquél como éstas,

realizan dentro del proceso actos íntimamente relacionados y vinculados entre sí. Por lo general, a cada acto

de parte, corresponde otro del tribunal y viceversa. De allí que sea necesario que entre el juez y las partes, y

entre estas últimas, exista una comunicación, la que puede ser de dos tipos: inmediata y mediata.

Si la comunicación es inmediata: la comunicación inmediata se produce por la presencia física de las partes

ante el tribunal. Esta presencia física de los sujetos y el juez, se presenta cuando el proceso se rige por el

principio de la inmediatez, que es propio de la oralidad.


Cuando el procedimiento es oral, como la comunicación entre los dos sujetos es inmediata, resulta que los

actos de uno de ellos, son conocidos por el otro, y viceversa, en el momento mismo en que tales actos se

verifican. Luego, en este tipo de comunicación, no es necesaria la realización de un acto posterior que tenga

por finalidad proporcionar ese conocimiento.

Si la comunicación es mediata: tratándose de la comunicación mediata, no tiene lugar la presencia física de

las partes entre ellas y frente al juez, situación que se produce tratándose del procedimiento escrito el que se

rige, por lo regular, por el principio de la mediatividad.

En el procedimiento escrito, como quiera que la comunicación entre los sujetos del proceso no es inmediata,

los actos de uno no son conocidos por el otro en el momento mismo en que se producen. En consecuencia,

es menester utilizar algún medio para que los actos que efectúa alguno de los sujetos sean conocidos por el

otro, y viceversa.

Para ver la forma en que toman conocimiento de esos actos, se distingue entre:

 Si la comunicación es de las partes al tribunal: ello se logra por medio del acto escrito que la parte

presenta al tribunal y que se incorpora al expediente.

 Si la comunicación es del tribunal a las partes: ello se hace mediante un acto procesal denominado

notificación.

La notificación personal es aquella que se hace a la persona misma del notificado, entregándose copia
íntegra de la resolución y de la solicitud en que haya recaído cuando sea escrita. Así lo expresa el artículo 40
del Código de Procedimiento Civil.

Concepto de notificación

La notificación es el acto jurídico procesal por el cual se pone en conocimiento de la parte una resolución

judicial. Luego, las notificaciones judiciales se encuentran expresamente reguladas en el Código de

Procedimiento Civil, a propósito de las disposiciones comunes a todo procedimiento, y consisten en

actuaciones judiciales que se verifican dentro del juicio. Son verdaderas comunicaciones que tienen por
finalidad poner en conocimiento, real o presunto, a las partes de la dictación de una determinada resolución

judicial.

Notificación, citación, emplazamiento y requerimiento

Hay ciertos vocablos en este tipo de actuación, que pueden prestarse a equívocos, por lo que es preciso dejar

en claro qué se entiende por citación, emplazamiento y requerimiento, y así, distinguirlas de la notificación.

 Citación. Es el acto por el cual el tribunal ordena a las partes o a un tercero que comparezcan ante él

en un día, hora y lugar señalado. La citación, por emanar del tribunal, es una resolución judicial que

se caracteriza porque impone al afectado la obligación de comparecer a la presencia del juez y

porque esa comparecencia debe llevarse a efecto en un momento determinado. Esto es lo esencial

de la citación.

 Emplazamiento. En cuanto a él, se distingue el emplazamiento en un sentido amplio y el

emplazamiento en un sentido restringido. En sentido amplio: el emplazamiento es el acto por el cual

el tribunal ordena a las partes o a los terceros, que comparezcan ante él en un lapso de tiempo

determinado, es decir, dentro de un plazo. Este emplazamiento también es un acto de intimación,

pues impone a las personas una determinada conducta. Se caracteriza porque ordena al emplazado

la conducta de que comparezca ante la presencia judicial, y porque dicha comparecencia la realice

en un lapso preciso. En sentido restringido: se aplica esta noción restringida a cierto emplazamiento.

 Requerimiento. El requerimiento es el acto por el cual el tribunal ordena a las partes o a los

terceros, hacer o no hacer alguna cosa determinada, que no consista en una comparecencia ante él.

Al igual que en los casos anteriores, se trata de un acto de intimación, puesto que impone una

determinada conducta. Es, asimismo, una resolución judicial caracterizada porque ordena al

requerido una conducta que consiste en hacer o no hacer algo. El acto que se le ordena ejecutar o la

omisión, puede ser realizada o dejada de hacer, tanto dentro de un plazo como de inmediato.

La notificación por cédula es aquella que se efectúa entregando en el domicilio del notificado, con las
formalidades legales, una cédula que contiene copia íntegra de la resolución y los datos necesarios para su
acertada inteligencia.
Paralelo entre conceptos anotados y la notificación

a) Diferencias entre notificación, citación, emplazamiento y requerimiento.

1. La notificación es un acto procesal de comunicación porque tiende a poner en conocimiento de alguien

una resolución o una diligencia determinada. En principio, en la notificación no interesa averiguar qué es lo

que se pone en conocimiento de alguien, esto es, cual es el contenido de la comunicación. En cambio,

cuando se quiere imponer o invitar a una persona a realizar una determinada conducta, más que un acto de

comunicación, se estará en presencia de un acto de intimación.

2. Como para efectuar esa intimación es preciso dar a conocer ante el destinatario la conducta que se le pide,

el acto de intimación va unido a un acto de comunicación en su sentido estricto. Mientras la notificación no

considera, para existir, lo que se comunica, para la citación, en el emplazamiento y el requerimiento es

indispensable considerar el contenido de la comunicación.

3. La notificación se rige por el principio de la recepción o el de la publicación y no por el de conocimiento,

como los otros actos. De allí, que aunque el afectado por una resolución judicial tenga de hecho

conocimiento de su dictación, ese conocimiento no tiene valor jurídico, y por tanto no hace producir efectos

a las resoluciones mientras ese conocimiento no cumpla con los requerimientos legales.

b) Semejanzas entre notificación, citación, emplazamiento y requerimiento.

Tienen, además, en común que todas estas actuaciones son avisos judiciales que deben ponerse en

conocimiento de las partes para que produzcan sus efectos legales, y en todas ellas va envuelta la idea de

notificación, puesto que se hace saber a una persona lo que ha resuelto el juez.

Se entiende por notificación especial del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, una forma especial
de notificación personal que tiene lugar cuando la persona a quien debe notificarse personalmente, no es
habida en su habitación o en el lugar donde habitualmente ejerce su industria, profesión, oficio o empleo. En
la especie, se trata de una notificación personal subsidiaria.
Reglamentación legal de las notificaciones

El Código de Procedimiento Civil no define lo que debe entenderse por notificación, pero del contexto de sus

disposiciones se desprende que su objetivo no es otro que el dar a conocer a los interesados, sean partes

directas, indirectas o terceros ajenos al juicio, una resolución judicial, o bien que pueda servir de punto de

partida para el inicio de un plazo.

Las notificaciones están reglamentadas en el Título V del Libro I del Código de Procedimiento Civil en forma

particularizada, pero también se les aplican las reglas comunes a todas las actuaciones judiciales.

El artículo 38 del Código, señala: "Las resoluciones judiciales sólo producen efecto en virtud de notificación

hecha con arreglo a la ley, salvo los casos expresamente exceptuados por ella". De esta norma se desprende

que, para que una resolución surta efectos legales, se requiere que sea notificada y que esa notificación sea

practicada en forma legal.

Cabe recordar aquí, lo que preceptúa el artículo 69 del Código de Procedimiento Civil, cuando señala que una

de las formas de decretar las actuaciones judiciales es "con conocimiento" lo que implica, precisamente, que

la regla general consiste en que las resoluciones judiciales producen sus efectos una vez que han sido

notificadas legalmente.

Sin embargo, esta norma tiene algunas excepciones, ya que existen casos expresamente exceptuados por la

ley en que, para que una resolución sea válida, no se requiere que haya sido notificada. Así, por ejemplo, se

cuenta como excepción las medidas precautorias (art. 302 inc. 2° CPC).

Reglas comunes de las notificaciones

Existen reglas comunes a todas las notificaciones, cualquiera sea el tipo de ellas, y por lo tanto, tienen

vigencia tanto respecto de aquellas notificaciones que se practican en materia contenciosa como no

contenciosa; en procedimientos ordinarios o especiales. Estas reglas comunes son:


 No se requiere el consentimiento del notificado (art. 39 CPC).

 No debe contener declaración alguna del notificado (art. 57 CPC), a menos que la resolución lo

ordene o que por su naturaleza requiera esa declaración, y

 Deben reunir todos los requisitos comunes a las actuaciones judiciales.

La notificación por avisos consiste en la publicación de anuncios en los diarios del lugar en que se realiza el
juicio, o en la cabecera de provincia o región si no los hay, conteniendo las mismas menciones que la
notificación personal, a menos que el tribunal autorice un extracto. Así lo ordena el artículo 54 del Código de
Procedimiento Civil. Esta notificación por avisos en los diarios es sustitutiva, en determinadas circunstancias,
de la notificación personal y de la notificación por cédula.

Clases de notificaciones judiciales

Tomando en consideración la forma y requisitos con que deben efectuarse y los casos en que proceden las

notificaciones se clasifican de la siguiente manera:

 Notificación personal;

 Notificación personal subsidiaria o del artículo 44 del CPC;

 Notificación por cédula;

 Notificación por estado diario;

 Notificación por avisos, y

 Notificación tácita o presunta.

Notificación Personal

La notificación personal es aquella que se hace a la persona misma del notificado,


entregándose copia íntegra de la resolución y de la solicitud en que haya recaído
cuando sea escrita. Así lo expresa el artículo 40 del CPC. Es la forma más efectiva
y segura de notificar resoluciones judiciales, ya que el funcionario que la efectúa
entra en contacto directo e inmediato con la persona del notificado y le
proporciona, en ese mismo acto, un conocimiento efectivo de la resolución
pertinente.

Forma de practicar la notificación personal

Esta notificación personal se practica mediante la entrega a la persona del


notificado, de una copia íntegra de la resolución y de la solicitud en que hubiere
recaído cuando fuese escrita. Para este efecto, junto con cada escrito, deberán
entregarse tantas copias en papel simple cuantas sean las partes a que deban
notificarse. En este sentido, el artículo 25 del Código Procesal Penal expresa que
la notificación deberá incluir una copia íntegra de la resolución de que se tratare,
con la identificación del proceso en el que recayera, a menos que la ley
expresamente ordene agregar otros antecedentes, o que el juez lo estimare
necesario para la debida información del notificado o para el adecuado ejercicio
de sus derechos.

Testimonio en la carpeta electrónica

De la notificación personal así realizada debe dejarse constancia en la carpeta


electrónica. Ese testimonio lo suscribe el notificado y el ministro de fe que la
efectúa. Si el notificado no quiere o no puede firmar, también de esa
circunstancia se deja constancia en la diligencia. Además de lo dicho, se señala el
lugar, fecha y hora en que se verificó, ello según el artículo 43 del Código de
Procedimiento Civil. Debe precisarse la manera o el medio con el que el ministro
de fe comprobó la identidad del notificado.

Registro o constancia electrónica

Asimismo, luego de la entrada en vigencia de la ley sobre tramitación electrónica


de los procedimientos judiciales, los receptores están obligados a dejar
testimonio de sus actuaciones en la carpeta electrónica dentro de 2 días hábiles
siguientes a la fecha en que se practicó la diligencia. En las notificaciones,
requerimientos o embargos, el testimonio o acta debe incluir un registro
georeferenciado, que dé cuenta del lugar, fecha y hora de su ocurrencia. Esto en
conformidad al artículo 9° de la Ley N° 20.886. En idénticos términos se
pronuncia el legislador acerca de la notificación personal subsidiaria o por el
artículo 44 del Código de Procedimiento Civil.

La notificación personal subsidiaria que tiene lugar cuando la persona a quien


debe notificarse personalmente, no es habida en su habitación o en el lugar
donde habitualmente ejerce su industria, profesión, oficio o empleo.

Finalidad e importancia de constancia

Aún cuando la ley no lo diga, fluye de la naturaleza de la notificación personal que


se debe dejar constancia del nombre y apellido del notificado. La finalidad de
esta constancia es que en la causa quede una prueba fehaciente de haberse
procedido en todo conforme a las disposiciones legales. Esta constancia que
estampa el ministro de fe que realiza la notificación, es uno de los requisitos
esenciales para la validez de la notificación y si se omite la constancia o si ella es
incompleta, acarrea o puede acarrear la nulidad de esa notificación.

Personas que pueden notificar personalmente

Siguiendo al Código Orgánico de tribunales y el Código de Procedimiento Civil,


las personas que pueden realizar la notificación personal, son:
1. El secretario del tribunal solamente en su oficina. Así lo disponen
los artículos 380 N° 2 del COT, y 41 del CPC. Son funciones de los
secretarios hacer saber las providencias y las resoluciones a los
interesados que acudieren a sus oficinas para tomar conocimiento de
ellas. En este preciso caso, en que el secretario practica la
notificación, se requiere del consentimiento del interesado, en orden
a concurrir a la oficina del secretario, para poder verificar esa
notificación personal. No hay otro modo de tomar conocimiento de
la resolución, pues el secretario sólo puede notificar válidamente en
su oficina, siendo nulas las que practique fuera de ese lugar.
2. El oficial primero de secretaria solamente en su oficina, también
puede efectuar la notificación personal. Esto en conformidad a lo
dispuesto por artículo 58 del Código de Procedimiento Civil.
3. El receptor judicial es quien está autorizado para llevar a efecto
estas notificaciones personales fuera de la oficina del secretario. Así
lo establece el artículo 390 del Código Orgánico de Tribunales.
4. El Notario Público u Oficial de Registro Civil, en las localidades en
que no haya receptor judicial.
5. El juez puede siempre designar como ministro de fe ad hoc a
cualquier empleado del tribunal, para el sólo efecto de notificar
personalmente.

Casos en que procede la notificación personal

Considerando el legislador las dificultades que ordinariamente se presentan para


practicar esta clase de notificación, sólo la exige en casos determinados
expresamente contemplados en la ley:

1. Primera notificación: La primera notificación a las partes o personas a


quienes hayan de afectar los resultados del juicio. Según el artículo 40 del
Código de Procedimiento Civil, la primera notificación a las partes o a
personas a quienes hayan de afectar los resultados del juicio, debe hacerse
personalmente. Esta regla rige no sólo en los juicios o gestiones sometidas
al procedimiento ordinario, sino en todos aquellos que no tienen señalado
por la ley una norma especial en materia de notificaciones. La excepción
está contenida en el artículo 40 inciso 2° del Código, cuando indica que al
actor se hace, esta primera notificación, por el estado diario.
2. En toda gestión judicial: La expresión que utiliza el artículo 40 del Código
de Procedimiento Civil, "en toda gestión judicial", es amplia y abarca tanto
los asuntos contenciosos como no contenciosos, con la salvedad de que,
tratándose de los no contenciosos, no hay demandado, sino que sólo existe
la parte interesada a la que se notifica por el estado diario. Lo que se
ordena realizar personalmente es la primera notificación, de suerte que no
siempre la demanda se notifica personalmente. Se notificará
personalmente cuando, además, sea la primera notificación, y no es así
cuando el juicio se inicia por una medida prejudicial.

Presupuesto de validez

Se requiere también la notificación personal cuando se hace para la validez de


ciertos actos, conforme lo dispone el artículo 47 del Código de Procedimiento
Civil. Así sucede, por ejemplo, tratándose de la cesión de crédito, según el
artículo 1902 del Código Civil, cuando habla de la cesión de un crédito
nominativo, para su validez requiere notificación personal.

Otros casos de procedencia

Asimismo, es posible efectuar notificación personal cuando los tribunales lo


ordenen expresamente, siguiendo lo dispuesto por el artículo 47 del CPC.
También cuando la ley expresamente lo dispone y, finalmente, puede usarse en
todo caso, siguiendo lo dispuesto en el artículo 47 inciso final. Fuera de estas
situaciones del artículo 47 del Código de Procedimiento Civil, hay otros casos en
que la ley expresamente así lo dispone. Ejemplos: artículos 52 y 56 del CPC. A
este respecto, en materia penal, la notificación personal es excepcional, siendo la
notificación por cédula la forma más usual de notificar las resoluciones judiciales
a los intervinientes en el proceso criminal.

La notificación por cédula es aquella que se efectúa entregando en el domicilio


del notificado, con las formalidades legales, una cédula que contiene copia
íntegra de la resolución y los datos necesarios para su acertada inteligencia.

Lugares en que puede notificarse personalmente

Esta forma de notificar debe realizarse en ciertos lugares que son hábiles según la
ley. La notificación personal, entonces, sólo puede realizarse válidamente en
alguno de los lugares siguientes:

1. En los lugares y recintos de libre acceso al público. En este caso, la


notificación personal se puede realizar en cualquier día y hora, con la
sola limitación de causar la menor molestia al notificado. Si se trata
de un juicio ejecutivo el requerimiento de pago no puede hacerse en
público, y si la demanda se notificó en un lugar de libre acceso al
público, se procederá de acuerdo al artículo 443 N° 1 del Código de
Procedimiento Civil.
2. Alojamiento transitorio: En la morada o lugar en que pernocta el
notificado, esto denota más bien el local que le sirve de alojamiento
por transitorio que él sea, es decir, aquel lugar donde permanece el
notificado aunque sea por breve tiempo. No se aplica el concepto de
domicilio que reglamenta el Código Civil. La notificación puede
hacerse en cualquier día entre las 06:00 y las 22 horas.
3. Espacio de trabajo: En el lugar en que el notificado ordinariamente
ejerce su industria profesión o empleo: la palabra "lugar" que se
utiliza en esta disposición no ha sido usada en sentido restringido
como la casa o habitación en que habitualmente trabaja el
notificado, sino que, quiere significar con toda amplitud el recinto
abierto o cerrado, grande o pequeño en que el notificado realiza su
actividad. La notificación puede hacerse en cualquier día entre las
06:00 y las 22 horas.
4. Espacio privado cualquiera: En cualquier recinto privado en que el
notificado se encuentre y al cual se le permita el acceso al ministro
de fe. La notificación personal puede hacerse en cualquier día entre
las 06:00 y las 22 horas.
5. Oficina del secretario: Sólo puede practicarla el secretario del
respectivo tribunal o, en su defecto, el oficial primero. Cuando la ley
emplea la expresión "oficio" se refiere a aquella parte o pieza de la
casa destinada al funcionamiento del tribunal en que el secretario
cumple con las obligaciones de su cargo y desempeña común u
ordinariamente sus funciones, al decir de la jurisprudencia.
6. Despacho del tribunal: Se comprende en esta denominación todas
las oficinas, aposentadurías y dependencias de que consta el edificio
destinado al funcionamiento del tribunal. En estos lugares puede
notificar, exclusivamente, el receptor ya que el secretario
únicamente lo puede efectuar en su oficina. Con todo, en la misma
ley hay una excepción, pues se prohíbe notificar a los jueces mientras
están desempeñando sus funciones en el tribunal. Así lo dispone el
artículo 41 del CPC.
7. Oficina o despacho de receptor: Finalmente, es posible efectuar la
notificación personal en la oficina o despacho del ministro de fe que
practica la notificación.
Habilitación de lugar para notificación personal

Existen casos en que el tribunal puede habilitar otros sitios para la notificación
personal. La ley concede al juez la facultad de permitir que la diligencia sea
practicada en un lugar inhábil. Para que pueda disponerse la habilitación del lugar
se requiere de las siguientes condiciones:

1. Que el notificado carezca de habitación conocida en el lugar en que debe


efectuarse la notificación; y
2. El ministro de fe debe certificar que ha hecho las indagaciones posibles
para averiguar la habitación del notificado sin lograr éxito.
3. Esta constancia del ministro de fe debe ser detallada y dejarse
establecida en la certificación correspondiente, de manera que el juez,
con la sola lectura, quede en condiciones de disponer la habilitación de
lugar. En este sentido se pronuncia el artículo 42 del CPC. El juez, con el
mérito de esa certificación, dicta una resolución habilitando lugar.

Acerca de los plazos o términos

Por último, debe tenerse presente que si la notificación se hace en día inhábil, los
plazos comenzarán a correr desde las cero horas del día siguiente hábil. Por otra
parte, en materia de notificación personal, si la notificación se efectúa fuera de la
comuna donde funciona el tribunal, los plazos se aumentan en la forma
establecida en los artículos 258 y 259. Esto conforme lo ordenado por el artículo
41 del CPC.

Notificación Personal Subsidiaria (44 CPC)

Se entiende por notificación especial del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, una forma
especial de notificación personal que tiene lugar cuando la persona a quien debe notificarse
personalmente, no es habida en su habitación o en el lugar donde habitualmente ejerce su
industria, profesión, oficio o empleo, se acreditará por el notiifcador en el acto que ella
se encuentra en el lugar del juicio y cuál es su morada o lugar donde ejerce su
industria, profesión o empleo, bastando para comprobar estas circunstancias la
debida certificación del ministro de fe.

Establecidos ambos hechos, en la segunda búsqueda, el ministro de fe


procederá a su notificación en el mismo día y sin necesidad de nueva orden del
tribunal, entregándole las copias a que se refiere el artículo 40 del CPC a
cualquiera persona adulta que se encuentre en la morada o en el lugar donde la
persona que se va a notificar ejerce su industria, profesión o empleo. Si nadie hay
allí, o si por cualquiera otra causa no es posible entregar dichas copias a las
personas que se encuentren en esos lugares, se fijará en la puerta un aviso que dé
noticia de la demanda, con especificación exacta de las partes, materia de la
causa, juez que conoce en ella y de las resoluciones que se notifican.

En caso que la morada o el lugar donde pernocta o el lugar donde


habitualmente ejerce su industria, profesión o empleo, se encuentre en un
edificio o recinto al que no se permite libre acceso, el aviso y las copias se
entregarán al portero o encargado del edificio o recinto, dejándose testimonio
expreso de esta circunstancia.

Notificación por el Estado

La notificación por estado diario es aquella que se practica mediante la inclusión,


con las formalidades legales, en un estado que se forma en cada juzgado,
diariamente, del número de resoluciones que se dictan en el proceso dicho día.
Luego de la entrada en vigencia de la Ley sobre tramitación electrónica de los
procedimientos judiciales, dicho estado se forma electrónicamente y está
disponible diariamente en la página web del Poder Judicial.
Estado diario electrónico

El estado diario electrónico debe mantenerse en la página web del Poder Judicial
durante al menos tres días en una forma que impida hacer alteraciones en ellos.
De las notificaciones realizadas en conformidad a este artículo se dejará
constancia en la carpeta electrónica el mismo día en que se publique el estado. La
notificación efectuada conforme al artículo 50 será nula en caso que no sea
posible la visualización de la resolución referida en el estado diario por problemas
técnicos del sistema de tramitación electrónica del Poder Judicial, lo que podrá
declararse de oficio o a petición de parte.

Resoluciones que se notifican por estado diario

La notificación por el estado diario es la regla general, pues lo común es que las
notificaciones se efectúen de esta forma. Incluso, si la ley nada dice sobre la
forma de notificar, se hará de esta manera. Así lo dispone el artículo 50, inciso 1°.

Con todo, la ley establece casos en que específicamente se debe notificar por
estado diario. Así, por ejemplo, la resolución judicial que recibe la causa a prueba
en los incidentes, conforme lo establece el artículo 323. Además, las
notificaciones que la ley ordena realizar por cédula se hacen por el estado diario
mientras no se fije domicilio. (Art. 53 del CPC)

Notificación por Cédula


La notificación por cédula es aquella que se efectúa entregando en el domicilio del notificado,
con las formalidades legales, una cédula que contiene copia íntegra de la resolución y los datos
necesarios para su acertada inteligencia.

Características de la notificación por cédula

La notificación por cédula presenta las siguientes características fundamentales:

 La notificación por cédula es una forma primaria de notificación; al igual que la


notificación electrónica, personal y por estado diario electrónico.
 La notificación por cédula se entrega a cualquiera persona adulta que se encuentre en el
domicilio del notificado. Por ende, no es indispensable que el notificado reciba la
cédula.
 A diferencia de la notificación personal o subsidiaria, no se hace entrega de copia
íntegra de la solicitud y de la providencia respectiva. En la notificación por cédula esto
se reemplaza por los datos para la inteligencia de la resolución.
 La notificación por cédula se emplea en los casos que establece la ley; pero también
aplica cuando el tribunal, de manera expresa, así lo dispone.
 La notificación por cédula puede ser reemplazada mediante la notificación electrónica.
Para que ello proceda, es necesario que las partes o intervinientes en el juicio lo
soliciten; registren sus correos electrónicos, y el tribunal así lo autorice.

Requisitos de la notificación por cédula

Conforme a lo ordenado por el Código de Procedimiento Civil, se distinguen los siguientes


requisitos de la notificación por cédula:

 Lugar hábil. Este lugar es el domicilio que el notificado ha registrado previamente,


conforme a las reglas del artículo 49 y 53 del Código de Procedimiento Civil.
 Día y hora hábil. En cuanto a este requisito, se aplica la regla general del artículo 59 del
Código de Procedimiento Civil; asimismo, no rigen las modificaciones que respecto a
esta materia se contemplan para la notificación personal.
 Por funcionario competente. Considerando que la notificación por cédula se realiza en
el domicilio del notificado, el funcionario encargado de realizarla es el Receptor Judicial.
 Debe efectuarse en la forma que establece la ley. La notificación por cédula, para
cumplir sus efectos, debe efectuarse válidamente, es decir, siguiendo lo ordenado por
el Código de Procedimiento Civil.
 Dejándose constancia en la carpeta electrónica. El funcionario encargado de la
notificación, debe dejar en la carpeta electrónica un registro georeferenciado, que dé
cuenta del lugar, fecha y horario de ocurrencia. Indicarse en nombre, edad, profesión y
domicilio de la persona que recibe copias o intermediario, cuando proceda. Además de
señalar si el acta fue firmada o, en su defecto, la negativa o imposibilidad de hacerlo.

Resoluciones que se notifican por cédula

Conforme a los artículos 48, 52 y 56 del Código de Procedimiento Civil, las siguientes
resoluciones se notifican por cédula:

 Sentencias definitivas de única y primera instancia. Recordemos que las sentencias


definitivas de segunda instancia se notifican por el estado diario electrónico.
 La resolución que recibe la causa a prueba. Por excepción, la resolución que recibe la
causa a prueba en los incidentes se notifica por el estado diario electrónico. Así lo
dispone el artículo 323 del Código de Procedimiento Civil.
 La resolución que ordena la comparecencia personal de las partes al tribunal.
 En todos aquellos casos en que el tribunal lo ordene expresamente.
 Si el proceso permanece sin tramitación por más de seis meses, la primera resolución
posterior debe notificarse por cédula.
 Toda notificación que se haga a terceros que no tengan interés para que puedan
participar como testigos o peritos, puede hacerse personalmente o por cédula.
Forma de efectuar la notificación por cédula

En vista de lo antes expuesto, la forma de efectuar la notificación por cédula se compone de los
siguientes elementos:

Entrega de la cédula

El primer paso para efectuar la notificación es la entrega de la cédula, es decir una copia de la
resolución y los datos indispensables para su acertada inteligencia. Con todo, si el notificado o
intermediario se niega a recibir la cédula de manos del Receptor Judicial, ello no frustra la
actuación, pues igualmente se entiende efectuada válidamente.

Quien entrega la cédula

Como ya se expreso, el funcionario competente para realizar esta especie de notificación es el


Receptor Judicial. Con todo, de forma excepcional, Carabineros de Chile también realiza este
trámite; por ejemplo, cuando el Juez de Garantía cita a los intervinientes a la audiencia que
comunica la decisión de no perseverar en el procedimiento.

Quien recibe la cédula

Se debe entregar la cédula a cualquier persona adulta. Si en el domicilio del notificado no hay
ninguna persona adulta o no hay persona alguna, se arroja por debajo de la puerta una cédula
que contiene las indicaciones del artículo 44 inciso 2° del Código de Procedimiento Civil.

Lugar de la notificación por cédula

La ley habla del domicilio del notificado en atención a que obliga a todas las partes, en su
primera actuación, a fijar domicilio dentro del radio urbano de la ciudad en que funciona el
tribunal y ese será el domicilio para todos los efectos legales mientras las partes no
comuniquen otro. Esto en conformidad al artículo 49 del Código de Procedimiento Civil. Si una
parte no fija el domicilio o si el demandado no contesta la demanda y continúa en silencio, a
modo de sanción, la ley señala que las notificaciones que deben hacerse por cédula se harán
por el estado diario. Ello en conformidad a los artículos 53 inciso primero; 48, inciso primero; 52
y 56 del Código de Procedimiento Civil.

Acta de notificación

El funcionario competente, una vez finalizada la actuación debe registrar el hecho de la


realización de la notificación por cédula en la carpeta electrónica. Para ello debe dar cuenta del
lugar, fecha y horario de su ocurrencia. Indicarse en nombre, edad, profesión y domicilio de la
persona que recibe copias o intermediario, cuando proceda. Además de señalar si el acta fue
firmada o, en su defecto, la negativa o imposibilidad de hacerlo. Dicho esto, en la práctica no
siempre se cumple lo señalado y solo se deja registro de la actuación, indicando que la persona
que recibe la cédula no se identificó ni quiso firmar. A causa de lo anterior, en algunos casos, al
consultar la Oficina Judicial Virtual (OJV), la notificación por cédula aparece escuetamente
expresada como “realizada”, junto a la designación de "día del mes del año 20XX".

Notificación por cédula en juicio ejecutivo

El artículo 443, numeral primero del CPC establece un caso especial de notificación por cédula.
El precepto señala que cuando el deudor haya sido notificado personal o subsidiariamente de
una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, el requerimiento de pago en el juicio ejecutivo será
efectuado por cédula. En este caso la designación del domicilio debe ser realizada por el
deudor; quien deberá hacerse dentro de los dos días subsiguientes a la notificación, o en su
primera gestión si alguna hace antes de vencido este plazo.

Notificación por avisos

La notificación por avisos consiste en la publicación de anuncios en los diarios del lugar en que
se realiza el juicio, o en la cabecera de provincia o región si no los hay, conteniendo las mismas
menciones que la notificación personal, a menos que el tribunal autorice un extracto. Así lo
ordena el artículo 54 del Código de Procedimiento Civil. Esta notificación por avisos en los
diarios es sustitutiva, en determinadas circunstancias, de la notificación personal y de la
notificación por cédula.

Casos de notificación por avisos

Siguiendo al Código de Procedimiento Civil, la notificación por avisos en los diarios procede en
los siguientes casos:

1. Cuando haya de notificarse personalmente o por cédula a personas cuya individualidad


o residencia sea difícil determinar; y
2. Cuando se intenta notificar a personas que, por su número, dificulten
considerablemente la práctica de la diligencia.

En estos casos, la notificación puede hacerse por medio de avisos publicados en los diarios o
periódicos del lugar donde se sigue la causa, o de la cabecera de la provincia o de la capital de
la región si allí no los hay. Los avisos deben contener los mismos datos que se exigen para la
notificación personal, pero si la publicación en esta forma es muy dispendiosa, atendida la
cuantía del negocio, el tribunal puede disponer que se haga en extracto redactado por el
secretario.

Forma de practicar esta notificación

Como se dijo, se practica insertando en el diario los mismos antecedentes de la notificación


personal (arts. 54 y 40 CPC). La ley permite al juez autorizar, a petición de parte, cuando por la
extensión de los antecedentes resulta muy dispendioso el aviso, la publicación de un extracto
redactado por el secretario.
La notificación por avisos en los diarios precisa de una autorización del juez a través de una
resolución, la que debe contener:

1. La autorización de la sustitución de la notificación y determinación de la publicación de


la totalidad de los antecedentes o sólo un extracto;
2. El diario en que la publicación se va a hacer;
3. El número de publicaciones que se deben efectuar, las que no pueden ser inferiores a
tres. Si la notificación es la primera de una gestión, además de la notificación normal, se
publicará, a lo menos una vez en el Diario Oficial, en el día 1° ó 15 o en el siguiente hábil,
si es feriado (art. 54 inc. final). La notificación por avisos se entiende realizada cuando
se hace la última publicación; y
4. El juez debe autorizarla con conocimiento de causa (art. 54 inc. 2°). Practicada la
notificación por haberse publicado los avisos, se deja constancia de éstos en la carpeta
electrónica, sus fechas y diarios, pues es un requisito de toda resolución judicial.

Para autorizar esta forma de notificación, y para determinar los diarios o periódicos en que
haya de hacerse la publicación y el número de veces que deba repetirse, el cual no podrá bajar
de tres, procederá el tribunal con conocimiento de causa.

En la práctica, se archivan los diarios, se digitaliza una copia del aviso, se agrega a la carpeta
electrónica y se anotan las fechas de publicación. Según el profesor Mario Mosquera, la
notificación por avisos se entiende perfeccionada con la última publicación que se efectúe, sea
en el Diario Oficial o en otros diarios o periódicos, y a partir de esa fecha comienzan a correr los
plazos.

La notificación personal subsidiaria que tiene lugar cuando la persona a quien debe notificarse
personalmente, no es habida en su habitación o en el lugar donde habitualmente ejerce su
industria, profesión, oficio o empleo.
Cuando la notificación hecha por este medio sea la primera de una gestión judicial, será
necesario, además, para su validez, qué se inserte el aviso en los números del "Diario Oficial"
correspondientes los días primero o quince de cualquier mes, o al día siguiente, si no se ha
publicado en las fechas indicadas (Artículo 54 del CPC)

Notificación Tácita

Aunque no se haya verificado notificación alguna o se haya efectuado en otra forma que la
legal, se tendrá por notificada una resolución desde que la parte a quien afecte haga en el juicio
cualquiera gestión que suponga conocimiento de dicha resolución, sin haber antes reclamado
la falta o nulidad de la notificación.
    Asimismo, la parte que solicitó la nulidad de una notificación, por el solo ministerio de la ley,
se tendrá por notificada de la resolución cuya notificación fue declarada nula, desde que se le
notifique la sentencia que declara tal nulidad. En caso que la nulidad de la notificación haya
sido declarada por un tribunal superior, esta notificación se tendrá por efectuada al
notificársele el "cúmplase" de dicha resolución.

Presunción de derecho en la notificación tácita

La ley establece una presunción de derecho respecto del conocimiento que el afectado tiene de
la resolución correspondiente, y para que así ocurra, es menester que realice algún acto o
gestión dentro del juicio y ese acto suponga el conocimiento de la resolución. Esta presunción
de derecho no encuentra por base el principio de publicidad, sino que, el principio de
conocimiento.

Este conocimiento no necesariamente debe ser manifestado en el proceso de forma expresa,


sino que es bastante con que el afectado realice algún acto que “lo suponga”, es decir, el
conocimiento puede manifestarse en una forma tácita, y de ahí el nombre que se da a esta
especie de notificación.
Características de la notificación tácita
Dos son las características de la notificación tácita:

a) La notificación tácita se gobierna por el principio de conocimiento: Al revés de la otras


notificaciones que se gobiernan por el principio de recepción o publicidad, el cual supone un
conocimiento de derecho y no de hecho de una resolución; la notificación tácita, en cambio, se
favorece el “conocimiento” que tiene el sujeto pasivo de la resolución de que se trata, y;

b) En la notificación tácita el conocimiento se presume por realizar el sujeto pasivo un acto


procesal que lo supone. 

Requisitos de procedencia de la notificación tácita


Los requisitos de procedencia de la notificación tácita son los siguientes:

a) Que la resolución no se haya notificado de forma alguna: Si la resolución no es notificada


a la persona que debe afectar, ella no producirá efecto alguno, en virtud de la regla señalada en
el artículo 38 del Código de Procedimiento Civil. 

b) Que la resolución se haya notificado en otra forma que la legal: Si la notificación es


notificada en una forma que no sea la que la ley señala  para ese caso, la notificación en sí será
válida, pero inaplicable al caso de que se trata.

Efectos de la notificación tácita


Los más importantes efectos que produce la notificación tácita son los siguientes:

a) Se presume legalmente notificada la resolución: es decir la ley supone que la notificación


omitida o nula se ha producido en forma desde que se cumplen los requisitos de la notificación
tácita. 

Cabe precisar, sin embargo, que la notificación tácita se produce con efecto retroactivo, de
manera que se convalidan todos los actos realizados entre la fecha de la resolución y la
notificación tácita, a menos que la actividad se relacione directamente con una reclamación
respecto de la falta o nulidad de la notificación. 
b) La notificación tácita produce los mismos efectos que si la resolución se hubiere
notificado en forma legal: esto quiere decir, que desde la fecha de la notificación empiezan a
correr los plazos o términos legales, de manera que resulta altamente importante precisar el
momento en que se produce la notificación tácita. 

Incidentes Procesales
Los incidentes son toda cuestión accesoria de un juicio que requiera pronunciamiento especial
con audiencia de las partes.

Los incidentes procesales, de manera general, se reglamentan en los artículos 82 a 91 del


Código de Procedimiento Civil. El texto legal explica que son toda cuestión accesoria de un
juicio que requiera un pronunciamiento especial con audiencia de las partes. Luego, el
procedimiento incidental es una herramienta procesal que permite dar solución a todo
acontecimiento que sobreviene durante el curso del juicio principal.

Acerca de los incidentes


Como explica el tratadista don José María Manresa y Navarro, la palabra incidente, deriva del
latín "incido, incidens" (acontecer, interrumpir, suspender); y significa, en su más lata acepción,
lo que sobreviene accesoriamente en algún asunto o negocio, fuera de lo principal. Entonces,
“incidente” toda cuestión, distinta de la principal, que se suscite durante la sustanciación de un
juicio, y haga necesaria una resolución previa o especial. Así es que puede aplicarse dicha
denominación a todas las excepciones, a todas las contestaciones accesorias, a todos los
acontecimientos; en fin, que se originan en una instancia e interrumpen o alteran su curso
ordinario: incidunt in rem de qua agitur.

Concepto de incidentes procesales

El artículo 82 del Código de Procedimiento Civil establece la definición legal. El precepto


dispone que los incidentes son toda cuestión accesoria de un juicio que requiera
pronunciamiento especial con audiencia de las partes. Luego, el Código de Procedimiento Civil
dispone que se tramitará como incidente y se sujetará a las reglas del título "de los incidentes",
si no tiene señalada por la ley una tramitación especial.

El procedimiento incidental reviste importancia porque, en todo juicio, se proponen diversas


cuestiones que deben ser resueltas antes de la cuestión principal; y estos asuntos se
denominan incidentes o artículos. En este contexto, la citada norma legal da a entender que
todos los incidentes deben tramitarse con audiencia de la contraparte. Sin embargo, ello no es
así, pues existen algunos que pueden ser rechazados sin audiencia de la contraparte, es decir,
de plano.

Elementos de los incidentes

Los elementos que determinan la existencia jurídica de un incidente, son dos:

 Una cuestión accesoria respecto de la cuestión principal, y


 Que requiera de un pronunciamiento especial del tribunal.

Clasificación de los incidentes

La doctrina clasifica a los incidentes procesales desde múltiples perspectivas, con todo, las
siguientes categorías son las más relevantes. Se distingue en cuanto a su relación con la
cuestión principal; la oportunidad de la ocurrencia de las causas en que se basan; el
procedimiento que se les aplica; los efectos que produce su interposición; su finalidad, y según
la forma como se resuelven por el tribunal.

Según su relación con la cuestión principal

 Conexos: son aquellos que tienen relación con el asunto principal del juicio.
 Inconexos: son aquellos que no tienen relación con la cuestión principal del pleito.

Esta clasificación es importante, en atención al inciso primero del artículo 84 del Código de
Procedimiento Civil. El precepto dispone que todo incidente que no tenga conexión alguna con
el asunto que es materia del juicio podrá ser rechazado de plano.

Según la oportunidad de la ocurrencia de las causas en que se fundamentan

 Incidentes que nacen de hechos anteriores al juicio o coexistentes con su principio o


iniciación; como, por ejemplo, las excepciones perentorias.
 Incidentes que nacen de hechos que acontecen durante el curso del juicio; como la
nulidad de la notificación de la resolución que recibe la causa a prueba.
 Y, por último, hay incidentes que nacen o se fundan en hechos producidos después de
dictada la sentencia definitiva; como ocurre con las costas del juicio.
Las excepciones perentorias tienen por objeto enervar la acción deducida y se dirigen al fondo
del asunto debatido. Estas excepciones, normalmente, están constituidas por los modos de
extinguir las obligaciones.

Según el procedimiento que se les aplica

 Ordinarios: son aquellos que se tramitan conforme a las reglas generales de los
incidentes.
 Especiales: son aquellos que tienen una tramitación específica señalada por la ley o
determinadas particularidades, aun cuando la tramitación sea la de un incidente
general.

Así, las cuestiones de competencia, tienen una tramitación especial distinta a la de un


incidente general; y el abandono del procedimiento, tiene la tramitación común, pero para su
procedencia, se requieren ciertos requisitos.

El abandono del procedimiento es aquel incidente especial que consiste en la extinción de las
actuaciones realizadas dentro de un procedimiento; cuando todas las partes que figuran en él
no han instado por su prosecución dentro del plazo que señala la ley y que impide seguir con su
substanciación.

Según los efectos que produce su interposición

 Los de previo y especial pronunciamiento son aquellos que, mientras no son resueltos,
paralizan la causa principal y se tramitan en el cuaderno principal. Ejemplo: las
excepciones dilatorias.
 Por el contrario, los incidentes que no son de previo y especial pronunciamiento, no
suspenden la causa principal y se tramitan en cuaderno separado. Ejemplo: las medidas
precautorias.
Las excepciones dilatorias son aquellas que se refieren a la corrección del procedimiento, sin
afectar el fondo de la acción deducida; y mediante el ejercicio de ellas se difiere la entrada al
juicio para evitar vicios de procedimiento.

Según su finalidad

 Los dilatorios, son aquellos que tienen por objeto corregir vicios de procedimiento.
 Los no dilatorios, a la inversa, no tienen ese carácter.

Según la forma como se resuelven por el tribunal

 De plano, son aquellos incidentes que el tribunal puede fallar sin audiencia de las partes.
 Los demás, son aquellos que deben acogerse a la tramitación ordinaria o a la especial
que la ley establece.

Oportunidad para promover un incidente

En cuanto a la oportunidad para promover los incidentes, se distinguen las siguientes normas:

 Hecho anterior al juicio o coexistente con su principio. Si el incidente nace o se funda


en un hecho anterior al juicio o coexistente con su principio; este debe promoverse
antes de hacer cualquiera gestión principal en el pleito. Así lo ordena el artículo 84
inciso segundo del Código de Procedimiento Civil. Por hecho anterior al juicio se
entiende antes de la notificación de la demanda. El inciso tercero del mismo artículo
consagra la sanción para el caso que no se interponga en la oportunidad anotada. Tal
precepto expresa que es rechazado de oficio por el tribunal, salvo que se trate de un
vicio que anule el proceso, en cuyo caso se estará a lo que establece el artículo 83; o que
se trate de una circunstancia esencial para la ritualidad o la marcha del juicio, evento en
el cual el tribunal ordenará que se practiquen las diligencias necesarias para que el
proceso siga su curso legal.
 Hecho que acontece durante el juicio. Si el incidente nace o se funda en un hecho que
acontece durante el juicio; este debe promoverse tan pronto como el hecho llegue al
conocimiento de la parte respectiva. Así lo ordena el artículo 85 del Código de
Procedimiento Civil.
 Hecho ha llegado al conocimiento de la parte. Si en el proceso consta que el hecho ha
llegado al conocimiento de la parte, y si ésta ha practicado una gestión posterior a
dicho conocimiento, el incidente promovido después será rechazado de plano; salvo
que se trate de un vicio que anule el proceso, en cuyo caso se estará a lo que establece
el artículo 83; o que se trate de una circunstancia esencial para la ritualidad o la marcha
del juicio, evento en el cual el tribunal ordenará que se practiquen las diligencias
necesarias para que el proceso siga su curso legal.

Multiplicidad de incidentes

Todos los incidentes cuyas causas existen simultáneamente deberán promoverse a la vez. El
artículo 86 señala que todos los incidentes cuyas causas existan simultáneamente deberán
promoverse a la vez. En caso contrario, se observará, respecto de los que se promuevan
después, lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 84 del Código de Procedimiento Civil. Lo
anterior implica que será rechazado de plano por el tribunal, salvo las siguientes excepciones
que pasamos a reseñar.

Excepciones. Como se desprende de las normas citadas, existen casos en que un incidente, no
obstante que no se haya interpuesto en las oportunidades anotadas, él no será rechazado de
plano, según lo indica el inciso tercero del artículo 84:

 Cuando se trata de vicios que anulan el proceso como, por ejemplo, la incompetencia
absoluta del tribunal o la falta de emplazamiento, los que pueden ser interpuestos en
cualquier momento.
 Cuando se trata de una circunstancia esencial para la marcha o ritualidad del juicio,
evento en que el tribunal no los rechaza de plano, sino que los acoge y, de ser
procedente, ordena que se practiquen las diligencias necesarias para que el proceso
siga su curso legal.

Estas circunstancias, no acarrean la nulidad de todo el proceso, sino sólo de aquellas


actuaciones que están viciadas.

Facultades del juez para corregir vicios del procedimiento

No obstante que lo normal es que los que instan porque se subsanen los vicios por medio de los
incidentes son las partes, el juez está facultado para corregir de oficio los errores que observe
en la tramitación del proceso y para tomar todas las medidas que tiendan a evitar la nulidad de
los actos de procedimiento; pero, no puede subsanar las actuaciones viciadas en razón de
haberse realizado éstas fuera del plazo fatal indicado por la ley. En este sentido se pronuncia el
inciso final del artículo 84 del Código de Procedimiento Civil. La anterior, es una facultad y no
una obligación del tribunal, respecto de la cual la jurisprudencia ha sostenido, de manera
uniforme, que los jueces pueden hacer uso de ella sólo cuando se trate de actos que miren al
orden público o al interés general; pero no pueden hacer uso de la misma respecto de aquellos
actos que miran al interés privado de las partes, los que sólo pueden ser anulados a petición de
la parte afectada.

Tramitación de los incidentes

Esta tramitación se emplea siempre que los incidentes no tengan señalada por la ley una
tramitación especial. Una vez interpuesto el incidente, el tribunal puede adoptar dos actitudes:

Resolver de plano

Resolverlos de plano: el tribunal puede resolver de plano el incidente en los siguientes casos:
 Cuando se trata de un incidente que no tiene conexión alguna con el asunto que es
materia del juicio principal, es decir, en el caso de los incidentes inconexos;
 Cuando el incidente nace de un hecho anterior al juicio o coexistente con su inicio y la
parte hace cualquier gestión principal antes de promoverlos;
 Si el incidente nace de un hecho acontecido durante el pleito y éste ha llegado a
conocimiento de la parte y dicha parte ha practicado alguna gestión después de
conocer ese hecho, y no ha formulado el incidente;
 Cuando las partes promueven incidentes con posterioridad a otros cuyas causas existan
simultáneamente; y
 Cuando se trata de incidentes cuyo fallo se puede fundar en hechos que consten en el
proceso o sean de pública notoriedad, lo que el tribunal debe consignar en su
resolución. El tribunal puede acogerlos o rechazarlos, pero siempre de plano. Así lo
establece el artículo 89 del Código de Procedimiento Civil.

Acoger a tramitación

Acogerlos a tramitación: en este caso, debe darle tramitación al incidente cuando no se está en
presencia de las situaciones anteriores. Luego, la ley establece un procedimiento ordinario o
común y, como en todo procedimiento, se distinguen tres etapas: discusión; prueba, y
sentencia.

Etapa de discusion de los incidentes

Primeramente, en la etapa de discusión existen dos trámites:

El desistimiento de la demanda es aquel incidente especial por el cual la parte demandante de


un proceso, después que la demanda ha sido legalmente notificada a la parte contraria, solicita
al tribunal que la tenga por desistida de la pretensión deducida.
La interposición del incidente o demanda incidental. La interposición del incidente o
demanda incidental es el acto por el cual uno de los litigantes solicita al tribunal la resolución
previa de una cuestión accesoria. El incidente puede ser promovido por cualquiera de las
partes, tanto las partes directas como las partes indirectas. La presentación es proveída por el
tribunal confiriendo traslado a la parte contraria, resolución que es un decreto.

Contestación de la contraparte. La contraparte tiene 3 días para contestar el incidente, plazo


que es legal e individual. El artículo 89 del Código de Procedimiento Civil, señala que si se
promueve un incidente, se concederán tres días para responder y vencido este plazo, haya o no
contestado la parte contraria, resolverá el tribunal la cuestión, si, a su juicio, no hay necesidad
de prueba. No obstante, el tribunal podrá resolver de plano aquellas peticiones cuyo fallo se
pueda fundar en hechos que consten del proceso, o sean de pública notoriedad, lo que el
tribunal consignará en su resolución. Vencido este plazo, el juez debe recibir el incidente a
prueba, o bien, fallarlo.

Etapa de prueba de los incidentes

Seguidamente, si el juez decide recibir el incidente a prueba, debe seguir las siguientes
directrices:

Con o sin la contestación del demandado incidental, y una vez transcurridos esos 3 días, el
tribunal debe hacer el mismo examen que efectúa en el juicio ordinario, es decir; determinar si
existen o no hechos controvertidos, sustanciales y pertinentes. Recepción de incidente a
prueba. Luego, si el tribunal llega a la conclusión de que esos hechos existen, debe recibir el
incidente a prueba. El juez, dicta una resolución que debe contener las siguientes menciones:

 Declarar que recibe el incidente a prueba; y


 Determinar los hechos controvertidos sobre los que debe recaer la prueba.
La resolución que recibe el incidente a prueba, se notifica por el estado diario y no por cédula,
como es la regla general de notificación de este tipo de resoluciones. En este sentido se
pronuncian los artículos 48 y 323 del Código de Procedimiento Civil.

Naturaleza jurídica de la resolución que recibe a prueba el incidente

Sobre la naturaleza jurídica de esta resolución, existen diversas opiniones. Algunos, sostienen
que hay que atenerse a cuál es la naturaleza de la resolución que va a fallar el incidente.

El privilegio de pobreza es aquel incidente especial por el cual una persona de escasos recursos
solicita al tribunal que lo declare pobre y que, como consecuencia de ello, quede exento del
pago de honorarios, derechos, consignaciones, etc.

Sentencia interlocutoria o auto

Si el incidente será resuelto por una sentencia interlocutoria, la resolución que recibe la causa a
prueba es también una sentencia interlocutoria. Esto porque resuelve sobre un trámite que va
a servir de base a una sentencia interlocutoria. En cambio, si el incidente es resuelto por un
auto, la resolución que lo recibe a prueba es un auto. Para efectuar tal determinación, debe
verse si la resolución que falla el incidente establece o no derechos permanentes en favor de las
partes y así concluir si la resolución que recibe el incidente a prueba es una sentencia
interlocutoria o un auto.

Decreto

Para otros, la naturaleza jurídica de dicha resolución es un decreto porque no falla un incidente,
sino que, sólo lo recibe a prueba.
Término probatorio

El término probatorio en los incidentes, puede ser de tres clases: ordinario, extraordinario y
especial.

 Término probatorio ordinario. Es aquel que dura 8 días y comienza a correr desde que
se notifica por el estado diario la resolución que recibe el incidente a prueba. Durante él
se puede rendir prueba en cualquier lugar y la parte que desee rendir prueba de testigos
debe acompañar, dentro de los dos primeros días, una lista de testigos. En este sentido
se pronuncia el artículo 90, incisos primero y segundo del Código del Código de
Procedimiento Civil.
 Término probatorio extraordinario. Es aquel que procede cuando las partes lo
solicitan y el tribunal lo decreta. En este término, sólo se puede rendir prueba en el
lugar para el cual se ha concedido. Este término dura el número de días que determine
el juez, pero con un máximo de 22 días. El inciso tercero del artículo 90 del Código de
Procedimiento Civil, no debe inducirnos a error, pues, si bien él dispone que cuando
hayan de practicarse diligencias probatorias fuera del lugar en que se sigue el juicio, el
tribunal puede, por motivos fundados, ampliar una sola vez el término por el número de
días que estime necesarios, "no excediendo en ningún caso del plazo total de treinta
días", este plazo se cuenta "desde que se recibió el incidente a prueba".
 Término especial de prueba. Es aquel que procede conforme a las reglas del juicio
ordinario. En efecto, al no contemplar la ley un término especial de prueba para los
incidentes, se aplica aquel del juicio ordinario, en atención al carácter supletorio de él.

Recursos que proceden

De conformidad con el artículo 90, inciso final del Código de Procedimiento Civil, las
resoluciones que pronuncie el tribunal, tanto con motivo de la recepción del incidente a prueba
como de la ampliación del término probatorio, son inapelables.
La acumulación de autos es aquel incidente especial que tiene lugar siempre que se tramiten
separadamente dos o más procesos que deban constituir un solo juicio y terminar por una sola
sentencia, para mantener la continencia, o unidad de la causa.

Etapa de sentencia de los incidentes

Finalmente, vencido el término de prueba, la hayan o no rendido las partes, y aun cuando éstas
no lo pidan, el tribunal fallará inmediatamente el incidente o, a más tardar, dentro de tercero
día. Así lo ordena el artículo 91 del Código de Procedimiento Civil. Por ende, no hay período de
observaciones a la prueba ni citación para oír sentencia.

Naturaleza jurídica de esta resolución

En primer lugar, debe tenerse presente que el artículo 158 del Código de Procedimiento Civil,
señala que es sentencia interlocutoria la que falla un incidente del juicio, estableciendo
derechos permanentes a favor de las partes, o resuelve sobre algún trámite que debe servir de
base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria; y que se llama auto la
resolución que recae en un incidente no comprendido en el inciso anterior. Por tanto, para
determinar si la resolución que falla un incidente es sentencia interlocutoria o un auto, deberá
verse si ella establece o no derechos permanentes en favor de las partes o si resuelve sobre
algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o
interlocutoria.

La tasación de costas judiciales es aquel incidente especial, promovido por la parte de un


proceso o de una incidencia, que no se encuentre conforme con el monto en que esas costas
han sido reguladas, solicitando se rectifique o complemente la tasación.

Reiteración de los incidentes


El legislador, a fin de evitar la promoción de incidentes destinados a dilatar el juicio,
proporciona diversas normas sobre el particular. En tal sentido, el artículo 88 del Código de
Procedimiento Civil regula las siguientes circunstancias.

 La parte que haya promovido y perdido dos o más incidentes en un mismo juicio, no
puede promover ningún otro sin que, previamente, deposite en la cuenta corriente del
tribunal la cantidad que éste fije;
 El tribunal, de oficio y en la resolución que deseche el segundo incidente, determinará el
monto del depósito, el que fluctúa entre una y diez unidades tributarias mensuales y se
aplicará como multa a beneficio fiscal, si es rechazado el respectivo incidente. El
incidente que se formule sin haberse efectuado previamente el depósito fijado, se
tendrá por no interpuesto y se extinguirá el derecho a promoverlo nuevamente;
 El tribunal determinará el monto del depósito considerando la actuación procesal de la
parte y si observare mala fe en la interposición de los nuevos incidentes, podrá
aumentar su cuantía hasta por el duplo;
 La parte que goce de privilegio de pobreza en el juicio, no estará obligada a efectuar
depósito previo alguno, pero, si esa parte interpone nuevos incidentes y éstos le son
rechazados, el juez, en la misma resolución que rechace el nuevo incidente, puede
imponer personalmente al abogado o al mandatario judicial que lo haya promovido, por
vía de pena, una multa a beneficio fiscal de una a diez unidades tributarias mensuales, si
estima que en su interposición ha existido mala fe o el claro propósito de dilatar el
proceso;
 Todo incidente que requiera de depósito previo, deberá tramitarse en cuaderno
separado, sin afectar el curso de la cuestión principal ni de ninguna otra, sin perjuicio de
lo que se pueda resolver en el fallo del respectivo incidente, y
 Las resoluciones que se dicten en virtud de las disposiciones anteriores, en cuanto al
monto de depósitos y multas se refiere, son inapelables.

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