ALERTA TEMPRANA #005-2022: Localización Geográfica Del Riesgo

Nombre del proceso/Subproceso: Prevención y Protección Código: PP-P01-F10
Versión: 01
ALERTA TEMPRANA Vigente desde:
07/09/2018
ALERTA TEMPRANA N° 005-2022

Fecha: 24 de febrero de 2022
LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA DEL RIESGO
Zona Urbana Zona Rural

Municipio o
Departamento Cabecera, Consejo
Distrito Corregimi Resguardo
Localidad Barrios Veredas Comunit
ento Indígena
o Zona ario
San Raimundo,
La Veintidos,
El Hoyo, El Ramal,
San José Bajo,
Granada San José, Santafé
Cundinamarca
La Playita, Sabaneta
Carrizal, Guasimal
Santa Helena,
La Planada
San José, Panamá
Lomalta, Yayata
Quebrada Honda,
Azafranal, Subía,
Cundinamarca Silvania
Noruega. Jalisco,
Aguabonita, Santa
Rita, La Victoria, San
Luis
Los Robles, San
Rafael, La Aguadita,
Bermejal, Tierra
Negra, Piamonte y
Usatama.
El Jordán, La Palma,
Pekín, Sauces, Bethel,
Mosqueral y La Venta.
El Placer, Espinalito,
Sardinas, La Isla,
Cundinamarca Fusagasugá Mesitas, Palacios,
Bochica, Guayabal,
Batán, Guavio, Santa
Lucía y El Carmen.
San Antonio, Santa
María, La Puerta y El
Triunfo.
Bosachoque, El
Resguardo, Cucharal,
Novillero y Viena.
Arabia, Argelia,
Argentina, Atala,
Balcones, Brasil,
Buena Vista,
Calandaima,
Cundinamarca Viotá
California, Capotes,
Ceylan, Costa Rica,
Florencia Florida,
Glasgow, Java,
Jazmín, La esperanza,
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La Magdalena, la
Victoria Lagunas,
Liberia, Mogambo,
Olivos, Palestina,
palmar, Quitasol,
Ruidosa, San Antonio,
San Martín, San
Nicolas.
Albania, Bateas,
Calandaima, Capotes,
Caracolí, Cumaca, El
Cairo, San Luis
Chisque, El Mango,
Jericó, La Cajita, La
Cundinamarca Tibacuy Escuela, La Gloria, La
Portada, La Vega, La
Vuelta, Naranjal,
Piedrancha, San
Francisco, San José,
San Vicente y Siberia.
Quebrada Honda,
Colorados,
Providencia; El Bobal,
El Tendido, La Cajita,
Corrales, Juan Viejo,
Costa Rica,
Quebradas, El
Carmen, La
Esperanza, La
Argentina; Lázaro
Fonte, El Tendido,
Santa Teresita, Alta
Gracia, El Retiro,
Cundinamarca Pasca Zaldúa, La Mesa,
Bocademonte,
Sabaneta, Juan XXIII,
San Joaquin, El
Molino, Gúchipas, El
Zaque, San Pedro y
San Pablo.
El área urbana está
dividida en siete
barrios los cuales son:
Flandes, Centro, Bella
Vista, Oriental, Villa
Esperanza, El Progreso
y Chapinero.
El Salitre (Sectores: la
Victoria y la Dorada).
Hato Viejo (Sectores
El cuartel, Vergel,
Sabaneta y Cartago).
San Antonio (Sectores:
El Arenal, El cucharo,
Cundinamarca Arbeláez
El Alto de la Cruz, La
lajita)
San José. (Sector El
tabor).
San Luis (Sectores: La
Honda, la cuchilla,
Berlín).
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San Miguel (Sectores:

Miguel Bajo, El
recuerdo).
San Patricio (Sectores:
EL Triunfo y el
Banqueo).
San Roque (Sectores:
Los Ríos, El sámano y
la Mesa del Medio)
Santa Bárbara.
(Sectores La Arabia,
Zaragoza, La Hoya,
Casa Blanca, San
Rafael)
Santa Rosa (Sectores:
Alto de la Honda,
Versalles).
Caserío Tiscince: Una
pequeña agrupación
de casas ubicado
entre la vereda de San
Patricio y Hato Viejo
la cual no constituyen
una vereda.
Buenos Aires, Caracol,
El Caucho, El
Guarumo, Guacanonzo
Alto, Guacanonzo
Bajo,
Cundinamarca Pandi La Loma, Mercadillo,
Sabanalarga, San
Miguel, Santa Helena
Alta, Santa Helena
Baja
Portones, San
Antonio, San
Francisco, El Carmen,
La Despensa, San
Miguel, Quecos,
Alejandría, Agua
Negra, Aguamarilla,
San Pirineos, Los Andes,
Cundinamarca
Bernardo Laurel Bajo, Laurel
Alto, El Dorado, La
Graciela, El Pilar,
Tulcán, Honduras,
Diamante, Santa Rita,
Santa Marta y Las
Vegas
La Reforma, San
Cristóbal, Agua Dulce,
Sabaneta Baja y
Sabaneta Alta,
Aposentos Doa, El
diamante, La
Cundinamarca Venecia chorrera, Palmar
bajo, medio y alto,
Sagrado Corazón,
Quebrada Grande, Las
Mercedes, San
Antonio.
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Santa Lucía, hoyerias,

Santa Rita, Paquiló,
Santa Marta, Núñez,
Quebrada Negra,
Cundinamarca Cabrera Peñas Blancas, Pueblo
viejo, San Isidro, Alto
Ariari, Bajo Ariari, La
Playa, La cascada,
Canadá, Las Águilas
San Juan de Sumapaz,
La Unión, Chorreras,
Tunal Alto, Tunal
Bajo, San Antonio, Las
Localidad
Cundinamarca Bogotá D.C. Vegas, Capitolio, San
20
José, Concepción, El
Toldo, Santo
Domingo, Lagunitas,
Nueva Granada
Alto de Icononzo,
Balconcitos, Basconta,
Boqueron, Buenos
Aires, Cafrería,
Canada – Escocia,
Cuba, Chaparro, Dos
Quebradas, El Mesón,
El Páramo, El
Santuario, El Triunfo,
Guamitos, Hoya
Grande, La Esperanza,
Tolima Icononzo
La Fila, La Georgina,
La Laja, La Maravilla,
Montecristo, Mundo
Nuevo, Paramitos,
Parroquia Vieja,
Patecuinde, La
Florida, el recreo,
Piedecuesta,
Portachuelo, San José
de Guatimbol, Yopal.
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POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE RIESGO
Otra población
Indígenas Afrocolombianos x
civil
Femenino: 131.578
Sexo Masculino: 134.062
Cantidad aproximada
Total: 265.640
Grupos sociales vulnerables Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes -NNAJ, líderes y lideresas
sociales y comunales, personas socialmente estigmatizadas,
Población en Proceso de Reincorporación-PER, Personas en
condición de movilidad humana, funcionarios públicos.
Campesinos, excombatientes, gestores de paz, presidentes y

miembros Juntas de Acción Comunal, comerciantes, miembros
Condición social y/o actividad mesas municipales de víctimas, defensores DD.HH, activistas
ambientales, consumidores y expendedores de narcóticos,
migrantes internacionales, miembros de la FF.PP, funcionarios
de alcaldías y personerías.
IDENTIFICACIÓN DE POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE RIESGO:
La provincia de Sumapaz está compuesta por 10 municipios del departamento de

Cundinamarca, los cuales presentan una conurbación con la provincia del Tequendama
(Cundinamarca), la localidad 20 (Bogotá D.C.) y los departamentos de Huila y Tolima. A esta
provincia la compone una población de 247.684 habitantes, de los cuales 153.324 habitan en
cabeceras municipales y 94.360 en la ruralidad del territorio. Es necesario señalar que el
municipio de Fusagasugá aporta el 77,7% de la población total de la provincia, siendo este
municipio el único donde la población rural no es mayor la población urbana (ver cuadro 1),
convirtiendo a la provincia en un territorio mayoritariamente rural.
Por otra parte, el municipio de Viotá pertenece a la provincia del Tequendama

(Cundinamarca), tiene una población de 13.304, de los cuales el 34% es población rural;
asimismo, el municipio de Icononzo (Tolima) cuenta con una población de 10.500 habitantes,
de los cuales el 67% (7.035) residen en la cabecera municipal y el 33% (3.465) en la ruralidad
del municipio. Finalmente, la localidad 20 de Bogotá, la cual representa el 70% del área total
de la ciudad1, está compuesta por 7.457 habitantes, de los cuales el 100% corresponden a
población rural.
1 https://www.idiger.gov.co/documents/220605/329657/Identificaci%C3%B3n+y+Priorizaci%C3%B3n.pdf/c0c0d444-dcce-4c14-9f06-a40e0f9f7777
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Cuadro 1: Población del área advertida
Urbana Rural Total % Rural

Granada 2.263 7.365 9.628 76
Silvania 6.360 15.723 22.083 71
Fusagasugá 119.194 28.437 147.631 19
Viotá 8.840 4.464 13.304 34
Tibacuy 541 4.286 4827 89
Pasca 2.971 9.698 12.669 77
Arbelaez 5.517 6.962 12479 56
Pandi 1.085 4.659 5.744 81
San Bernardo 4.328 6.506 10834 60
Venecia 1.176 2.921 4097 71
Cabrera 1.049 3.339 4388 76
Icononzo 7.035 3.465 10500 33
Total 160.359 97.825 258.184 38
Fuente: Construcción Defensoría del Pueblo, cifras DANE.
La población del área en advertencia está compuesta en su mayoría por campesinos, víctimas
del conflicto armado, líderes y lideresas sociales, comunales, agrarios y ambientales, así
como población en proceso de reincorporación, niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
DESCRIPCIÓN DEL RIESGO

CONTEXTUALIZACIÓN Y CARACTERIZACIÓN DEL RIESGO
El proceso de desmovilización y reincorporación de las FARC, iniciado tras la culminación

de los Diálogos de Paz de la Habana (Cuba), ha generado un vacío de poder en los
territorios antes controlados por este grupo armado ilegal, revelando un reacomodamiento
de las dinámicas y estructuras criminales, quienes atraídas por el control de las economías
ilegales y el dominio de un corredor estratégicos que conecta al Distrito Capital con el
suroccidente del país, han retomado acciones que amenazan la tranquilidad, integridad,
vida y derechos fundamentales de la población.
La región del Sumapaz ha sido un bastión histórico de la acción colectiva y la lucha agraria
debido a un arraigo ideológico, político y cultural; razón por la cual representa un papel
preponderante en términos de reincorporación a la vida civil, económica y política de
excombatientes de las FARC. Dicha dinámica, ha impulsado el interés de grupos
posdesmovilización de las AUC de socavar el proceso de reincorporación, a través de la
imposición de patrones de comportamiento, y la generación de terror en la población civil.
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A su vez, la presencia de grupos sucesores del paramilitarismo como las AGC y los Paisas,
quienes tiene posicionamiento en el municipio colindante de Soacha2, representan un
factor de riesgo para los habitantes de la provincia del Sumapaz, pues esta se convierte
en un territorio estratégico que despierta intereses de control, tanto territorial como
económico.
De la misma manera, y mediante el monitoreo realizado por la Defensoría del Pueblo, ha

sido corroborada la presencia e incursiones de las disidencias de las FARC, tanto de la
“nueva marquetalia” como de las facciones de alias “Gentil Duarte”. Al respecto, y como
ha sido descrito por diferentes fuentes comunitarias, existe un particular interés de ambas
estructuras por recuperar corredores, predios, negocios legales y rentas criminales de un
territorio históricamente dominado y sobre todo necesario, para conectar una retaguardia
guerrillera con la capital del país.
Si bien se niega la presencia de grupos armados al margen de la ley, advocando los

recientes procesos de desmovilización tanto de las AUC como de las FARC, lo cierto es que
el prontuario de violencia anteriormente utilizado por estos grupos ha sido evidenciado
reiteradamente en el territorio, generando graves vulneraciones sobre los derechos
fundamentales a la vida, integridad, seguridad y libertad personal de la población civil.
En este sentido, se advierte la presencia de grupos sucesores del paramilitarismo como

“Águilas Negras Bloque Capital / Bloque Sumapaz, los Paisas y las AGC”; así como la
presencia de estructuras provenientes de las extintas FARC, utilizando el nombre del
“Frente 51” que históricamente ha controlado el territorio en mención y recientemente
la incursión del “Frente 10” al cual se le adjudican atentados en el municipio de Soacha y
quema de buses en la provincia del Sumapaz.
Finalmente, resultan inquietantes para esta Entidad, las esporádicas “incursiones” de

presuntos integrantes del Ejército de Liberación Nacional -ELN, quienes han manifestado
un interés en cuanto al posicionamiento de estructuras en Cundinamarca y el Sumapaz.
Resultan aún más preocupantes las banderas y marcas o grafitis alusivos a la presencia de
este grupo en diferentes municipios de la provincia.
Las diferentes estructuras que realizan presencia en el territorio han sido atraídas por la
particular topografía que reviste el terreno, pues permite una especial articulación entre
las regiones del Ariari y los Parques Naturales Nacionales de Los Picachos, Tinigua y La
Playa. En este sentido, la provincia se constituye en sí como un corredor natural
estratégico, que conecta la capital con el suroccidente del país, región que antes se
convirtió en una retaguardia fundamental para la desmovilizada guerrilla; razón por la
cual se ha percibido un incremento de los cultivos ilícitos y con ello, una fuente de
financiación que debe ser procesada, transportada y remitida a diferentes partes del país
e incluso el exterior, factor que resalta la importancia de este corredor.
Al respecto, cabe señalar que mediante la Séptima Conferencia de las FARC en mayo de
1982, se otorgó un carácter protagónico a los territorios asentados en la cordillera
2 Para más información consultar la Alerta Temprana 039-20
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oriental, con el fin de crear condiciones propicias para la toma del poder en el Distrito
Capital. En este sentido, se denominó este territorio como Centro Principal de Despliegue
Estratégico (CDE) y se planteó que para 1992 se cercaría a la Capital para obtener la
victoria militar. El planteamiento de este objetivo requirió grandes esfuerzos en materia
de reclutamiento, así como la obtención de recursos económicos y militares para la
conformación de nuevas estructuras y la generación de un verdadero arraigo en la
sociedad.
A partir de esta conferencia, una de las principales labores del pie de fuerza guerrillero
era la conformación de “núcleos de solidaridad” clandestinos, compuestos por
compañeros poco conocidos, que no ejercerían la militancia normal, sino exclusivamente
labores de apoyo y difusión ideológica. Como es referido por Verdad Abierta en “Las
Conferencias de la Expansión 1982-1993” en materia política, la consigna refería a la
creación de sindicatos agrarios para el perfeccionamiento de la terminología y la difusión
del discurso revolucionario. Es mediante estas directrices, y los históricos antecedentes
de lucha agraria en el Sumapaz, que la provincia cobra un valor protagónico para el
reclutamiento tanto militar, como ideológico.
Para finales de la década de los años 90, y tras el bombardeo de los campamentos del
Estado Mayor del Bloque Oriental (EMBO) de Casa Verde, ubicados en Uribe (Meta), las
FARC desdoblaron su operación desde el oriente del país mediante la conformación de
nuevos frentes. Tales estructuras tuvieron un eje de operación que abarcó municipios
como Venecia, Cabrera, Pasca, San Bernardo, Arbeláez y Fusagasugá, estableciendo un
importante corredor a través de la cordillera oriental con Bogotá como centro y los
municipios aledaños del Sumapaz como cerco al Distrito Capital.
De esta manera, y como es descrito por el Centro Nacional de Memoria Histórica en su

informe Tomas y Ataques Guerrilleros 1965- 2013; la región del Sumapaz, específicamente
su población, fue blanco de ataques, tomas armadas, hostigamientos y asesinatos, que
entre 1986 y 2001 representaron 154 acciones armadas, incluyendo dos asaltos a
poblaciones (Arbeláez y San Bernardo 2001); 17 emboscadas; 14 ataques con objetivos
económicos distintos al secuestro, 24 hostigamientos y cinco ataques a instalaciones
militares y de policía.
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Dispositivo de frentes y columnas móviles alrededor de Bogotá durante la segunda mitad de la década de los 90. Tomado
de: Los Grupos Paramilitares en Cundinamarca y Bogotá 1997-2005; Pérez, Bernardo, Torres, Iván
No obstante, los primeros años de la década del 2000 constituyeron un importante punto
de inflexión para las FARC, pues si bien fue el período en el que obtuvieron un importante
crecimiento de frentes, columnas, compañías móviles y un aumento de su capacidad
militar; paradójicamente también fue una coyuntura que marcó su declive, luego de la
ruptura de los diálogos del Caguán, el despliegue de operaciones del Estado para retomar
el control militar sobre la zona de distensión (Fundación Ideas para la Paz, 2015) y el
posicionamiento de estructuras paramilitares.
Como se puede evidenciar, la Región del Sumapaz ha sido permeada a través de los años
por el conflicto armado, impactando de diferentes maneras a la población que la compone
y marcando cicatrices colectivas que continúan afectando el tejido social; evidenciando
serias representaciones de violencia por prejuicios frente a diversas representaciones
políticas y sociales que se presentan. A su vez, el Informe de Riesgo 039-17 advirtió sobre
el posicionamiento de grupos armados sucesores del paramilitarismo, disidencias de las
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FARC-EP y el ELN, quienes atraídos por la ventaja logística y militar que les provee la
provincia, han acentuado sus operaciones en este corredor natural.
Conforme al escenario de riesgo descrito anteriormente, la Defensoría del Pueblo advierte

la probable ocurrencia de violaciones masivas a los derechos fundamentales de la
población que habita la región del Sumapaz, por el posicionamiento de grupos armados
organizados residuales -GAOR y grupos de delincuencia organizada -GDO, quienes
interesados en el control de las rentas criminales y los corredores históricos de movilidad,
han reciclado el repertorio de violencia de la década de los 90, reviviendo prácticas como
la emisión de panfletos, la imposición de horarios y pautas de conducta, la difusión de
amenazas, el cobro de extorsiones, el desplazamiento forzado e, incluso, acciones
criminales como asesinatos y/o masacres.
Por ello, se considera de especial atención la población que comprende a niñas, niños,
adolescentes, jóvenes -NNAJ-, líderes y lideresas sociales y comunales, personas
socialmente estigmatizadas, población en proceso de reincorporación-PER, personas en
condición de movilidad humana y funcionarios públicos, pues se constituyen como
poblaciones de especial interés y afectación por parte de las estructuras armadas que
estarían incursionando en el territorio.
2. GRUPOS ARMADOS ILEGALES FUENTE DEL RIESGO
Autodefensas Gaitanistas de Colombia,

ELN X OTROS GRUPOS ARMADOS ILEGALES: Disidencias FARC-EP, ELN.
VALORACIÓN DEL RIESGO
1. CONTEXTO SOCIAL Y DE LA POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE RIESGO
La región de Sumapaz se ubica sobre una de las zonas más altas y montañosas de la
Cordillera Oriental. Es una zona de grandes extensiones de bosques y páramos, uno de los
cuales, el de Sumapaz, es el más grande del mundo y uno de los parques naturales más
importantes de Colombia. Casi todos los territorios advertidos colindan con el páramo, y
gran parte de su actividad económica —sea agropecuaria, ecológica o turística— depende
de éste en mayor o menor medida3. La provincia de Sumapaz, localizada en el costado sur
de Cundinamarca, representa el 8% del área total del departamento, y es la sexta
provincia en extensión territorial con 1.808 km2 4.
Por su lado, la localidad de Sumapaz (Bogotá D.C.) tiene una extensión de 78.096,9
hectáreas, de las cuales la totalidad es de suelo rural. No posee suelo urbano ni de
3 https://villegaseditores.com/cundinamarca-corazon-de-colombia-provincia-de-sumapaz
4https://bibliotecadigital.ccb.org.co/bitstream/handle/11520/2890/6234_caracteriz_empresarial_sumapaz.pdf?sequence=1&isAllowed=y
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expansión. La colonización histórica de las dos (2) cuencas preponderantes en la región

(Río Blanco y Río Sumapaz) determinó a su vez su organización social. Fue creada como
Alcaldía Menor Rural de Bogotá mediante el Acuerdo 9 de 1986, los límites político-
administrativos de la localidad son: por el Norte, limita con la localidad Usme del Distrito
Capital de Bogotá; por el Oriente, limita con los municipios Une y Gutiérrez del
departamento de Cundinamarca, y con los municipios de Cubarral y Guamal del
departamento del Meta; por el Sur, limita con el municipio Colombia del departamento
del Huila y con el municipio La Uribe del departamento del Meta; por el Occidente, limita
con los municipios Pasca, Arbeláez, San Bernardo y Cabrera, todos estos del departamento
de Cundinamarca.
Finalmente, el municipio de Icononzo se encuentra situado al oriente del departamento

del Tolima y forma parte de la subregión del Sumapaz, colindando por el norte con los
municipios de Fusagasugá y Pandi (Cundinamarca), por el sur y el occidente con Villarrica,
Cunday y Melgar (Tolima), y por el oriente con Venecia y Cabrera (Cundinamarca). El
territorio cuenta con una extensión de 232 km y una población aproximada de 10.500
habitantes.
El área anteriormente delimitada, la cual conforma para efectos de esta Alerta Temprana
la región del Sumapaz, es atravesada por la cordillera oriental y la convierte en un
corredor natural que articula el sur y el oriente del país, pasando por su capital Bogotá.
La vasta ruralidad que compone la cordillera, así como la conformación de zonas
protegidas y parques nacionales, han contribuido a la utilización del páramo como ruta de
movilidad por parte de agrupaciones ilegales, quienes le han otorgado un valor
geoestratégico por las ventajas logísticas y militares que ofrece esta ruta de difícil acceso
para las autoridades.
Adicionalmente, y como es referido en el IR 039-17, la región se ha constituido como un

ejemplo para la acción colectiva después de acumular un legado de movilizaciones y
luchas agrarias, emprendidas desde los años 20 a través del Partido Agrario Nacional y el
Partido Comunista; mediante los cuales la población reclamaba, y reclama actualmente,
el acceso digno y equitativo de la tierra y la defensa del medio ambiente. De la misma
manera, se hace necesario señalar que la zona, así como sus habitantes, hace más de 50
años presenciaron y receptaron los primeros grupos poblacionales en ser desplazados de
Icononzo y Villarrica (Tolima), como consecuencia de la lucha que libraba el Gobierno
contra las Autodefensas Campesinas de Juan de la Cruz Varela.
Mediante la expedición del Decreto 1110 de 1928, a través del cual se estableció al
territorio del Sumapaz5 como zona de colonización, se impulsó la privatización de extensas
hectáreas de tierra para el cultivo y la ganadería, acto que terminó favoreciendo a los
grandes terratenientes y latifundistas, hecho que generó un contundente rechazo por
parte de la población de la región y dio inicio a un proceso de organización campesina,
ocasionando, través de los años, un arraigo social y cultural sobre la apropiación del
territorio.
5 http://www.suin-juriscol.gov.co/viewdocument.asp?id=1225682
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Bajo el liderazgo de Erasmo Valencia fue creada la “Sociedad Agrícola de la Colonia de

Sumapaz”, hecho que motivó la aparición de liderazgos agrícolas, sociales y comunales,
los cuales culminaron en movimientos políticos campesinos. De esta manera, se destaca
el liderazgo de Juan de la Cruz Varela, quien luego de la muerte de Valencia ocupó un
alto cargo en el movimiento agrario del Sumapaz, y organizó grupos de autodefensa
campesina para la realización de una reivindicación agraria; hito que ha moldeado la
identidad comunitaria de la región hasta la actualidad.
La lucha de las autodefensas campesinas se originó en el colindante departamento del

Tolima, en las zonas de El Palmar, Villarrica e Icononzo; región que ha tenido una
influencia importante y directa sobre la región del Sumapaz.
La reivindicación agraria mediante las armas presentó un escalamiento de acciones bélicas

cuyo pico se acentuó en 1952, cuando las tropas guerrilleras atacaron el puesto militar La
Concepción y se cometió la masacre que culminó con la muerte de 200 personas entre
miembros de la Fuerza Pública y civiles6; y en 1955 con el bombardeo con 50 bombas de
napalm en Villarrica, el cual produjo grandes movilizaciones de campesinos y guerrilleros
hacia las partes altas del páramo, acto que se reconoce como la gestación de lo que una
década más tarde se convertiría en la guerrilla de las FARC.
2. ANTECEDENTES DEL CONFLICTO ARMADO
2.1. Posicionamiento de las FARC
Para la década de los 80 y tras la realización de la VII conferencia de las FARC, ésta
guerrilla otorga una máxima relevancia a los territorios de la cordillera oriental, con el
objetivo de realizar un cerco a la capital y de esta manera generar las condiciones
necesarias para la toma del poder. Una década después, y luego del bombardeo al Estado
Mayor del Bloque Oriental, ubicados en Casa Verde, Meta, las FARC desdoblaron su
operación desde el oriente del país y realizaron un fuerte posicionamiento en la provincia,
aprovechando las afiliaciones políticos, sociales e históricos con la población campesina.
La década de los 90 representó un punto de crecimiento tanto económico como militar y

político para la guerrilla de las FARC, en consecuencia, los habitantes de la región tuvieron
que sobrevivir a un incremento en el repertorio de violencia que incluyó el alza en las
extorsiones, secuestros, desplazamientos forzados y atentados en contra de la
infraestructura pública y de las Fuerzas Militares, entre otros.
De esta manera, se intensifican las operaciones de los Frentes 22, 25, 51, 52, 53, 55 y 42
en la región del Sumapaz, demostrando la importancia estratégica, económica, política y
militar que representa el territorio para las FARC, en donde operaron activamente 06 de
los 08 frentes posicionados en Cundinamarca. Ejemplo de lo anterior, el intento por el
frente 42 de tomarse la cabecera del municipio de Silvania en 1995, el ataque de este
frente a las estaciones de Policía de Viotá y Jerusalén en 1996; el apoyo a los frentes 52
y 55 en la incursión armada en el municipio de Cabrera en 1997; y la toma armada del
6 Tomas y Ataques Guerrilleros 1965-2013, informe del Centro Nacional de Memoria Histórica,
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municipio de Arbeláez, cuando 60 hombres atacaron con cilindros de gas y granadas las
instalaciones del Comando de Policía, la Casa de la Cultura y las instalaciones de Bancafé7.
De la misma manera, y mediante el establecimiento de la zona desmilitarizada del Caguán,

la cual abarcaba los departamentos del Meta y Caquetá, la región del Sumapaz se consolida
como un corredor para el transporte de suministros, armamento, personal y víctimas de
secuestros perpetrados en la capital que eran llevados hasta su zona de retaguardia en el
Caguán. En este sentido, los secuestros en el suroccidente de Cundinamarca se duplicaron
entre el año 1998 y 2000, pasando de 27 secuestros a 61 en este periodo de tiempo, siendo
Fusagasugá y Silvania los municipios mayoritariamente afectados8.
Por su parte, el frente 22 fue responsable de varias incursiones y 03 tomas del municipio
de Viotá (Cundinamarca), entre 1991 y 1998; de la misma manera, y bajo el mando de
Bernardo Mosquera Machado, conocido con el alias de “El Negro Antonio” comandante del
frente 42, se dio el reclutamiento de niños para engrosar las filas guerrilleras, en
concordancia con las directrices de la VII y VIII conferencia. Conforme a lo anterior,
existen más de 60 casos denunciados sobre desapariciones forzadas y reclutamiento, de
los cuales las evidencias apuntan a que son combatientes o excombatientes adultos o
fueron dados de baja en combate9.
La respuesta del Estado colombiano fue el incremento del pie de Fuerza Pública en la zona
y el desarrollo de operaciones especiales por parte del Ejército Nacional, las cuales
produjeron como resultado las bajas de importantes mandos de esta guerrilla, las capturas
y desmovilizaciones de guerrilleros, la neutralización de acciones terroristas y el desmonte
de sus planes ofensivos, por lo que se vieron obligadas a replegarse hacia otros territorios.
Es así como en enero de 2009, las FARC-EP activan planes para recuperar nuevamente el
suroriente de Cundinamarca, los cuales fueron descubiertos por la acción del Ejército
Nacional a través de capturas que permitieron tener acceso a información que develaría
parte de la estrategia de guerra hasta el 2012, en lo que se ha conocido como “Plan
Renacer de las masas”; prueba de ello ha sido la “Operación Dinastía” desarrollada en el
Sumapaz por el Ejército Nacional, y en donde fue muerto alias “El Negro Arturo” (Frente
51), hecho que permitió conocer las órdenes del Secretariado de las FARC en sus
intenciones de recuperar a cualquier precio los seis corredores de movilidad considerados
estratégicos, entre ellos, el de Sumapaz-Bogotá.
La estrategia emprendida a partir de la VIII y IX conferencia, conllevó a una expansión del

movimiento militar de una manera desmedida, sin que fuera directamente proporcional
con su crecimiento político, hecho que conllevó, junto a los ataques indiscriminados en
contra de la población, a una ruptura entre el campesinado y las masas sociales con esta
guerrilla, detonando junto con la ruptura de los diálogos del Caguán, el debilitamiento de
su hegemonía en el territorio; adicionalmente, facilitó la incursión de movimientos
sociales, políticos y militares asociados al paramilitarismo.
8 Los Grupos Paramilitares en Cundinamarca y Bogotá 1997-2005; Pérez, Bernardo, Torres, Iván
9 https://verdadabierta.com/los-ninos-perdidos-de-viota/
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Si bien las FARC-EP utilizaron la región como corredor de movilidad para logística y
abastecimiento entre el casco urbano de Bogotá y la cordillera oriental en los
departamentos de Meta y Huila, desde la firma del Acuerdo de Punto Final con esta
guerrilla, el 26 de septiembre de 2016 hasta el año 2020, ni las comunidades habían
denunciado presencia de Actores Armados no Estatales parte del Conflicto, ni de otras
estructuras armadas; tampoco las Autoridades registraban presencia de Grupos Armados
Ilegales - GAI.
2.2 Paramilitarismo en Sumapaz
Conforme a lo anterior, y como es reportado por la Defensoría del Pueblo en su IR 039-17,

a finales de la década de 1990 - 1999 y en los primeros años de 2000 - 2009, se presenta
un incremento en los secuestros extorsivos por parte del Frente Campesino del Sumapaz
de las AUC, el cual era respaldado por el Bloque Centauros y tenía la intención de obstruir
el corredor de movilidad de la guerrilla “a fin de convertir el conjunto de la provincia en
un escenario de guerra con la pretensión de contrarrestar el accionar de la insurgencia 10
acciones que no solo contemplaban una arremetida militar en contra de las estructuras
de las FARC, sino en contra de los habitantes, servidores públicos, comerciantes y
campesinos señalados de ser simpatizantes de grupos insurgentes.
En 2003, el SAT evidenció cómo paramilitares locales, presuntamente respaldados por el

Bloque Centauros de las AUC, desde municipios como Medina y Paratebueno, arremetieron
contra las distintas formas de organización comunitaria, a quienes consideraron “cajas de
resonancia” de las FARC en sus intereses de consolidación de poder local y el
establecimiento de nichos insurgentes en el Distrito Capital.
La implementación de la mencionada estrategia representó una afectación específica para

funcionarios públicos, quienes se convirtieron en objetivos estratégicos al tener la región
un histórico legado de luchas agrarias y caudillos liberales. Evidencia de lo anterior, en el
municipio de Cabrera para finales del año 2000, se profirieron amenazas en contra del
alcalde, personero y aproximadamente treinta dirigentes políticos y sociales, a quienes
instaban a salir del municipio tras señalarlos como “traidores de la patria y colaboradores
de las guerrillas” so pena de ser declarados “objetivo militar”. Similarmente, en
Fusagasugá las autodefensas realizaron amenazas en contra de alcaldes, concejales,
líderes sindicales y sociales, campesinos y otros pobladores11.
El asesinato de Ana Cornelia Varela, secretaria de gobierno del municipio de Cabrera por
parte de dos miembros del frente Sumapaz del Bloque Centauros en el 2003, representó
un acto simbólico, pues la víctima era la hija de Juan de la Cruz Varela, un símbolo de
lucha campesina y agraria. Luego del homicidio, paramilitares demarcan su actuación
inscribiendo en el busto del líder agrario frases como “Teman ya llegaron las AUC”, “Las
AUC le mataron su hija”, “AUC unidas de Colombia”, “guerrilla HP”, “Ustedes son
guerrillos y los tenemos en la mira” (Rivera, 2010).
10 (Defensoría del Pueblo – SAT, 2002)

11 (Observatorio Programa Presidencial DDHH, 2002)
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Para el año 2005, el SAT advirtió cómo el Bloque Sumapaz de las AUC en medio de sus
enfrentamientos con los Frentes 51, 55 y 42 de las FARC y las Autodefensas Campesinas
del Casanare (ACC), generó importantes saldos de víctimas civiles. Paulatinamente, las
AUC fueron copando territorios bajo el control de las FARC, estableciéndose en sus zonas
rurales (como las veredas Subia y Panamá) y urbanas, donde perpetraron homicidios y de
configuración múltiple, desapariciones forzadas, entre otras graves violaciones
(Defensoría del Pueblo - SAT, 2005).
El fuerte posicionamiento de las FARC en el Sumapaz representó un avivamiento de

afiliaciones ideológicas y políticas en la comunidad, pero también de resentimientos,
venganzas y miedos que permitieron la llegada y posicionamiento de grupos paramilitares,
especialmente en los municipios de Fusagasugá, Pasca y Arbeláez. Al respecto, vale la
pena señalar que los habitantes de la región quedaron atrapados en medio de una pugna
territorial, ideológica y militar, en la cual, dependiendo del grupo armado ilegal
predominante en el municipio o área, debían someterse a las diferentes pautas y normas
de conducta, las cuales debían ser cumplidas bajo amenaza de muerte.
De esta manera, la población de los municipios comprendidos en esta alerta no solo se vio
afectada por la incursión de distintos actores armados que pretendían imponer su
ideología política y militar, sino también de una fuerte respuesta estatal que significó la
instalación del Batallón de Alta Montaña en el municipio de Cabrera y el aumento de
operaciones militares en la zona, hecho que sin duda incrementó las victimizaciones en
contra de campesinos, quienes narran haber sufrido robos, quemas de propiedad,
abigeato, desplazamiento, desaparición forzada y torturas por parte del Ejército al no
realizar una clara diferenciación entre la población civil y la combatiente, en ocasiones,
producto de la estigmatización que les ha otorgado su histórica lucha agraria.
Si bien la década de los 90 estuvo representada por el incremento en la presencia,

posicionamiento y actuaciones de las FARC en el corredor que conecta el Sumapaz con el
Distrito Capital, lo que implicó un incremento exponencial en el reclutamiento de niñas,
niños, adolescentes y jóvenes, así como de actuaciones para la consecución de recursos
monetarios imprescindibles para el sostenimiento y crecimiento general de la guerrilla; la
década del 2.000 significó la retoma del poder por parte del estado mediante sus Fuerzas
Militares, pero dejando de un lado la provisión de institucionalidad, hecho que repercutió
negativamente en la vida, cultura y cotidianidad de los habitantes de la provincia, quienes
fueron testigos del recrudecimiento en los combates, ráfagas de fusil, minas anti personas
e intimidaciones por parte de los distintos actores armados presentes en la zona.
La implementación de campañas como “Plan Patriota” y operaciones como “Aniquilador

II” y “Libertad I”, irrumpieron los ejes de movilidad de las FARC y marcaron el declive del
plan para cercar a Bogotá y tomar el poder, lo que implicó un repliegue de los frentes
hacia el Huila, Meta y Tolima. A su vez, esto evidenció el impedimento por parte de esta
guerrilla de consolidar una influencia directa sobre los gobiernos locales y las
comunidades.
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Como se puede evidenciar, la población del Sumapaz ha sido y continúa siendo afectada
por las dinámicas de la guerra y las economías ilegales. A pesar de su fuerte arraigo
cultural y el mantenimiento de importantes tejidos sociales a lo largo de la historia, aún
se presenta la legitimación de la violencia directa, la violencia por prejuicios y la
resolución de justicia por mano propia, en razón a los profundos desequilibrios,
discriminaciones, exclusiones e inequidades a los cuales ha sido expuesta esta población
compuesta en su mayoría por sujetos de especial protección como campesinos, víctimas
del conflicto armado, líderes sociales, comunales, agrarios y ambientales, así como
población en proceso de reincorporación, entre otros.
La estigmatización que ha dado cabida a la violencia por prejuicios en contra de los

habitantes de la región, radica en diversos factores históricos como la asociación indebida
del campesinado con la guerrilla, los movimientos de izquierda y el desafío hacia el statu
quo.
Finalmente, cabe resaltar que la extensa presencia y dominancia de grupos armados en la

zona, sumados a una debilitada presencia institucional a lo largo de los años, generó un
escenario en donde las pautas de conducta y comportamiento eran dictaminados por el
grupo hegemónico en cada territorio (municipio o vereda), por ello, y como lo han descrito
los habitantes, se percibía una justicia de facto que garantizaba el control de la
criminalidad, la resolución de conflictos vecinales, y la garantía y preservación del medio
ambiente.
Sin embargo, el vacío de poder que dejó la desmovilización, ha generado la sensación de

desgobierno, la cual, sumada a la falta de resolución de justicia, ha generado que algunos
habitantes quieran recurrir a personas en proceso de reincorporación, quienes
anteriormente tuvieron mando o fueron comandantes, para que resuelvan la situación
como anteriormente lo hacían; perjudicando el proceso de reinserción de los
reincorporados y ambientando la llegada de grupos armados que puedan cumplir la labor.
2.3 La evolución del conflicto
A lo largo de la historia, Colombia se ha visto inmersa en un conflicto de carácter híbrido,

el cual utiliza métodos y medios simétricos de combate como el control territorial y el uso
de armamento convencional, así como medios asimétricos de guerra como el terrorismo,
el uso artefactos explosivos improvisados -AEI y la guerra de guerrillas, entre otros.
Las tácticas irregulares son aquellas prácticas en el combate que no están dentro de los
lineamientos comunes de la guerra y que buscan evitar una confrontación directa, con el
fin de solventar una desventaja estructural frente a un enemigo más poderoso en
capacidades bélicas, normalmente es usado por grupos subnacionales que se enfrentan a
un estado o un ejército más poderoso y este último se tiene que adaptar a esta forma de
lucha (Cabrerizo Calatrava, 2002).
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Conforme a lo anterior, y como ha sido descrito por Hoffman12, se puede evidenciar una
clara y constante mutación de los actores armados del conflicto colombiano, quienes se
han adaptado al ambiente, la tecnología, las capacidades propias y del enemigo,
resultando en una modificación de la forma de lucha. De esta manera, las guerrillas
entendieron la desventaja de conformar grandes contingentes y unidades, pues requerían
grandes apoyos logísticos y económicos, y facilitaba su ubicación en caso de ataques vía
aérea o terrestre; por ello , se enfocaron en la consolidación de columnas móviles que se
especializaron en la táctica de “ataque y retirada” o “golpe y fuga”, actuaciones que bajo
una lucha prolongada desgastarían al enemigo moral y tácticamente.
Por su parte, las Fuerzas Militares -FF.MM modificaron su accionar al transformar su

estructura y las capacidades basadas en la “guerra de posiciones”, fortaleciendo su
operatividad mediante la creación de los batallones contraguerrilla, la Fuerza de
Despliegue Rápido-FUDRA, la aviación del Ejército y la Brigada Contra el Narcotráfico-
BRACNA, durante el periodo 1998-2002. De esta manera, el Estado colombiano comprendió
que un despliegue de capacidades “totales” sería improductivo teniendo en cuenta las
características del terreno y las tácticas del contrincante.
Esta modificación en el accionar de la FF. PP, se constituyó como el punto de inflexión

que permitiría la obtención de una ventaja militar que concluiría doblegando a la guerrilla
hasta el punto de su sometimiento a un acuerdo de paz. No obstante, las facciones
disidentes y reincidentes, así como otras estructuras partes del conflicto, han continuado
ese camino de mutación y adaptabilidad.
Durante ese mismo periodo, finales de la década de 1990 y principios del 2000 - 2009, se
empezó a detectar una incipiente relación comercial entre las FARC y actores de Medio
Oriente y Europa, que no solo trajo beneficios financieros, sino que conllevó a una
cooperación táctica y operativa. Respaldado por un informe del Comité de Relaciones
Internacionales del Congreso de los Estados Unidos, en 2002 el General Fernando Tapias,
Comandante General de Las FF.MM de Colombia, se refirió a la captura de tres irlandeses
quienes presuntamente pertenecería a la agrupación IRA y estarían en Colombia para
entrenar a la guerrilla en manejo de explosivos, así: “Los tres arrestados, James
Monaghan, era el jefe del departamento de ingeniería del IRA y otro, John Martin
McCauley, subdirector de ese departamento. El tercer hombre, Niall Connolly,
representaba al Sinn Fein en Cuba. Ellos entraron en zonas particulares, donde estaban
dando apoyo activamente a los procedimientos terroristas y actividades de las FARC y
hemos notado que el modus operandi de las FARC ha sufrido modificaciones como
resultado de algún entrenamiento terrorista13". Se hace necesario resaltar que, para abril
12 Hoffman, Hybrid threats: Reconceptualizing the evolving character of modern conflict, 2009
13 https://caracol.com.co/radio/2002/04/25/judicial/1019685600_080881.html
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de 2020, la Justicia Especial para la Paz concedió amnistía a los tres irlandeses condenados
por entrenar a las FARC en explosivos14.
Por su parte, el controvertido informe del Congreso de los Estados Unidos del 2002
menciona un posible entrenamiento de las FARC por parte de actores cubanos, iraníes, y
el grupo separatista ETA; además, resalta las similitudes encontradas entre las técnicas
de IRA y las nuevas capacidades operativas de las FARC, como el uso de morteros móviles
empotrados en camionetas y el uso de explosiones secundarias para lesionar a los que
responden a la primera explosión15.
De la misma manera, para septiembre de 2019 la revista internacional Infodefensa indica

que el Ejército Nacional localizó una caleta con drones (UAV/ART) de tipo SZ DJI
Technology Co Phantom 4 (quadcopteros), los cuales estaban equipados con explosivos
plásticos de 500 a 600 gramos. Este armamento pertenecería presuntamente al frente
Oliver Sinisterra16.
Para enero de 2020, el presidente de Colombia corrobora la presencia de agrupaciones de

Medio Oriente en la región, las cuales habrían afianzado sus relaciones políticas y
financieras, de las cuales se tiene noción hace más de dos décadas, al afirmar: “Hemos
visto la presencia de células de Hezbollah en países como Venezuela, con la anuencia y la
connivencia de la dictadura de Nicolás Maduro”, Dijo también que en América Latina se
ha evidenciado la presencia de otras organizaciones criminales internacionales17.
Por su parte, y como es mencionado por Insight Crime, para mayo de 2020 el Departamento
de Justicia de Estados Unidos imputa cargos al excongresista Adel El Zabayar, quien
fungiría como enlace entre el Gobierno de Nicolás Maduro y organizaciones como
Hezbollah y Hamas, y habría participado en negociaciones para el intercambio de armas
por cocaína con las FARC, incluyendo armamento sofisticado como lanzacohetes
antitanques18.
Posteriormente, en marzo de 2021 y luego de una trágica operación de las Fuerzas

Militares en la vereda Buenos Aires del municipio de Calamar, Guaviare, fueron incautados
aproximadamente 12 computadores pertenecientes a la estructura de alias Gentil Duarte,
mediante los cuales se corroboró el entrenamiento recibido para la realización de ataques
cibernéticos, al igual que para el manejo de drones con capacidad de ataque mediante
misiles; modus operandi similar al utilizado por organizaciones de Medio Oriente y de las
cuales se tiene registro de un importante avance y presencia en el vecino país de
Venezuela, el cual ha suscrito diversos acuerdos con países como Rusia e Irán para la
producción de drones, tanto para la vigilancia, como para la realización de acciones
armadas19.
14 https://www.jep.gov.co/Sala-de-Prensa/Paginas/JEP-otorga-amnist%C3%ADa-de-iure-por-falsedad-personal-y-concede-libertad-condicionada-a-tres-ciudadanos-
irlandeses.aspx
15 https://caracol.com.co/radio/2002/04/25/judicial/1019685600_080881.html
16 https://www.infodefensa.com/texto-diario/mostrar/3129882/colombia-confirma-drones-bomba-disidencias-farc
17 https://www.elcolombiano.com/colombia/hay-presencia-de-celulas-de-hezbollah-en-paises-como-venezuela-duque-NB12318720
18 https://insightcrime.org/news/brief/venezuela-hezbollah-hamas-indictment/
19 https://www.noticiasrcn.com/nacional/revelaciones-de-computadores-incautados-a-el-profe-disidente-farc-377140
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La incautación del computador de alias Gentil Duarte, máximo cabecilla de las disidencias
de las FARC, el 29 de julio de 2021 mediante la operación de las FF.MM. San Miguel V, ha
permitido corroborar varios planteamientos de la Defensoría del Pueblo, los cuales
estarían en concordancia con las adaptaciones y mutaciones que ha sufrido el conflicto
armado interno colombiano, conforme a lo descrito en este documento. De esta manera,
y mediante correo electrónico del 15 de noviembre de 2020, la revista Semana reveló que
un hombre de confianza de Duarte, Hermes Tovar, realizó un informe sobre las acciones
políticas realizadas en la ciudad de Bogotá, mediante el cual indica: “el camarada que
enviamos es un excelente diseñador, comunicador, arregla equipos de cómputo, celulares
y sabe de interceptación y hackeo de información… tiene una propuesta para drones que
se anexa a este escrito”.
Posteriormente, el reporte de alias “Joseto” enviado por Tovar a Duarte relata: “Tenemos
acceso a algunas bandolas con las que se pueden hacer trabajos dirigidos para temas de
dar de baja enemigos, obtención ilegal de recursos económicos y físicos. Aclaramos que
no nos hemos descompartimentado, sencillamente es una propuesta. Hay bandolas en
Kennedy (ladrones de motos), Ciudad Bolívar (sicariato) y Santa Fe (armas)”. De la misma
manera hacen referencia a la evolución de sus métodos de guerra afirmando: “La
innovación en nuestros métodos que aplicamos para hacer la guerra es algo determinante
con miras a hacerlos más eficaces. Es por eso que nos planteamos la integración del
trabajo de inteligencia con tecnología y explosivos”.
A su vez, como lo menciona el informe, hay un extenso fragmento en el cual hablan de

cargar drones con explosivos para cometer acciones terroristas, y también de sobrevuelos
con estos aparatos, que ya se estarían haciendo sobre algunas guarniciones militares del
país, como la base del Ejército en San Vicente del Caguán.
La revelación de este informe no solo hace evidente la modernización y evolución de las

tácticas de guerra de este grupo armado ilegal, sino que permitirían corroborar la hipótesis
de esta entidad, expuesta mediante diversas Alertas Tempranas en diferentes regiones
del país, explicando el actuar de la guerrilla, y otras estructuras criminales, a través de
la tercerización de actividades ilegales, la encomienda de territorios y rentas ilícitas, y la
utilización de bandas locales para la cooptación de corredores, la preparación del terreno
para su posicionamiento y la obtención de beneficios financieros sin tener que estar
relacionado con los delitos, crímenes o incluso, con violaciones al DIH.
El entrenamiento para la utilización de drones representa una nueva adaptación, mutación

y transformación del accionar de este grupo terrorista, el cual traería ventajas
estratégicas para la utilización de células urbanas y rurales. Esta mutación, se
correlaciona con la modificación de los eslabones de la cadena del narcotráfico, descritos
mediante las Alertas Tempranas 039-20 y 010-21 así: “Se registra un cambio operacional
en diferentes eslabones de la cadena del narcotráfico al presentarse un posicionamiento
de estructuras criminales en áreas periféricas a las ciudades principales, con el objetivo
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de producir, almacenar y transportar alucinógenos de una manera discreta, mimetizada

con el comercio legal y en áreas donde la capacidad policial e institucional es limitada”20.
Adicionalmente, el reportaje revela apartes de un documento titulado “Informe General

Comisión Internacional” mediante el cual el 03/12/20 se presentan los aspectos generales
y logros de la comisión internacional de esta estructura, así: “se ha logrado establecer
relaciones diplomáticas con Venezuela, Corea del Norte, Irán y Bolivia en torno a tres
temas (a) Político: en donde se acompaña campaña de reconocimiento y recuperar el
prestigio y buen nombre de la organización. (b) Militar: el carácter estratégico,
apertrechamiento y en el caso venezolano operaciones conjuntas de carácter estratégicos.
(c) Financieras21.
Finalmente, para septiembre de 2021 el Ministro de Defensa Diego Molano corroboró la

utilización de drones por parte de las disidencias para labores de inteligencia al afirmar:
“Inclusive información de inteligencia ha señalado que algunas de estas disidencias de las
FARC han querido adquirir drones para desarrollar vigilancia o actividades de seguimiento
del otro lado de la frontera”22.
Conforme a lo anterior, se puede realizar una trazabilidad de la evolución en la relación

cooperativa entre la guerrilla, antes las FARC y actualmente las disidencias, con actores
internacionales de diferente índole, las cuales no solo han nutrido las finanzas de esta
organización, sino que han contribuido a la evolución de su accionar, al adaptar métodos
y técnicas insurgentes que han sido perfeccionados en Medio Oriente y Europa, a las
capacidades de la estructura colombiana y el territorio nacional.
La división de la estructura de las FARC desde inicios de los diálogos de paz, representó
una atomización de las estructuras asociadas a las extinta guerrilla y consolidó la
fragmentación en el operar mediante células, o núcleos de solidaridad como se
denominaron en la VII Conferencia de las FARC, el cual otorga ventajas operativas,
económicas, políticas y tácticas, a una guerrilla que se encuentra en crecimiento, que no
cuenta con la capacidad financiera con la que anteriormente contaba y que debe priorizar
el posicionamiento del personal en las regiones en donde se combate activamente, bien
sea con el estado o con otras estructuras criminales, por el control territorial y militar, el
dominio de los cultivos ilícitos y el mantenimiento de las rutas del narcotráfico, tanto
nacionales como transnacionales.
Si bien en algunas regiones de Colombia aún se mantiene el concepto tradicional de

posicionamiento y enfrentamientos por el control territorial; desde hace décadas se ha
hecho necesario replantear esta noción, pues desde 1982 y mediante la VII conferencia,
se ha perfeccionado el actuar operativo de estas células, las cuales pueden posicionarse
en una determinada área, mimetizarse con la población y ser activadas meses o incluso
años después de su posicionamiento. Como lo menciona el Centro Nacional de Memoria
20 Alerta Temprana 010-21, página 19

21 https://www.semana.com/nacion/articulo/exclusivo-el-computador-de-gentil-duarte-en-los-correos-se-habla-del-polo-democratico-maduro-iran-
y-planes-terroristas/202156/
22 https://www.bluradio.com/nacion/mindefensa-denuncia-intencion-de-disidencias-de-adquirir-drones-para-seguimientos-en-la-frontera
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Histórica, “estas células debían a su vez formar individualmente nuevas células, en

veredas, barrios, centros educativos o empresas, o bien por profesiones u oficios, y para
misiones específicas”23.
3. ESCENARIO ACTUAL DE RIESGO
23 http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2013/farc/guerrilla-poblacion-civil.pdf
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Fuente: Elaboración Defensoría del Pueblo
El escenario actual parte de los procesos de desarme, desmovilización y reincorporación

que surtieron los grupos de las Autodefensas Unidas de Colombia entre los años 2002 a
2006 y la guerrilla de las FARC en el 2016; los cuales develaron un vacío de poder que ha
tratado de ser cooptado por actores, con la intención de dominar los corredores
estratégicos y las rentas criminales. De esta manera, se propició una pugna a nivel nacional
entre los diferentes grupos armados partes del conflicto, con la intención de generar un
reacomodamiento de estructuras, corredores de movilidad, y expansión territorial, hecho
que se ha traducido en el incremento en el prontuario de violencia en contra de población
civil, líderes y lideresas, defensores de Derechos Humanos, Fuerza Pública y Población en
Proceso de Reincorporación, entre otros.
La región del Sumapaz no ha sido ajena a la coyuntura nacional, en donde los intereses
geoestratégicos por parte de diversos grupos armados han sido evidenciados y
documentados a través de los años. En este sentido, el panorama de reacomodamiento y
reconfiguración se presenta con una especial afectación e intensidad en la provincia del
Sumapaz (Cundinamarca) y algunos de sus municipios circundantes como Viotá
(Cundinamarca), Icononzo (Tolima) y Sumapaz localidad 20 (Bogotá); los cuales
históricamente han sufrido el posicionamiento de una o varias agrupaciones ilegales.
Al respecto, y mediante el monitoreo realizado por el Sistema de Alertas Tempranas en el

territorio, se ha podido corroborar el incremento sostenido de los factores de
vulnerabilidad y amenaza a partir del 2019, los cuales han derivado en el aumento de
amenazas, extorsiones, desplazamientos inter e intra-urbanos, reclutamiento forzado, e
incluso de actos criminales como el asesinato y la desaparición forzada; diferentes
expresiones de violencia relacionadas con estructuras armadas parte del conflicto. De esta
manera, se percibe un reciclamiento de los objetivos militares de la VII y VIII conferencia
de las FARC, en el marco de una disputa entre disidencias y reincidencias por recuperar
los territorios, predios, corredores y sobre todo por reconstruir las redes de apoyo con las
que contaban anteriormente.
Conforme a lo anterior, el Sistema de Alertas Tempranas ha evidenciado una especial

afectación hacia sectores sociales y población vulnerable, específicamente en contra de
NNAJ, líderes y lideresas sociales y comunales, personas socialmente estigmatizadas,
campesinos y población en proceso de reincorporación, por parte de distintas expresiones
de agrupaciones ilegales dentro de las cuales se encuentran disidencias de las FARC de
“Gentil Duarte” y la “Nueva Marquetalia”, el ELN y diferentes expresiones del
paramilitarismo como las Águilas Negras.
3.1 Presencia de Grupos Armados Ilegales
La disputa emprendida a nivel nacional e internacional entre la “Nueva Marquetalia” y las

“Disidencias de Gentil Duarte”, declarada públicamente por ambas facciones24, se ha
24 https://www.eltiempo.com/justicia/conflicto-y-narcotrafico/disidencias-de-gentil-duarte-hablan-de-traicion-de-ivan-marquez-581761
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convertido en una carrera a muerte por la recuperación y apropiación de las banderas e

ideales de la extinta guerrilla, suponiendo un escenario de suma cero en donde la
población en proceso de reincorporación, los milicianos que nunca se acogieron al proceso
de paz, los testaferros y los simpatizantes, recobran una relevancia estratégica y al mismo
tiempo, se convierten en objetivos militares de alto valor.
De esta manera, y entendiendo el protagonismo que han tenido tanto la geografía como
la población del Sumapaz para la lucha insurgente, así como la importancia de la región
en términos de reincorporación de excombatientes, proselitismo político y pedagogía de
los acuerdos por parte de las extintas FARC, se hace entendible e incluso evidente que
ambas facciones de las disidencias intenten retomar su posición protagónica en la
provincia, incrementar sus filas y garantizar las redes de apoyo que les permitan controlar
el paso desde y hacia la ciudad de Bogotá.
3.1.1 El posicionamiento de las disidencias FARC
Los habitantes de la región vieron con gran preocupación e incertidumbre, el nacimiento

de la “Nueva Marquetalia” en agosto de 2019, pues dentro de sus comandantes se
encuentran Julio Enrique Rincón Rico alias “Nelson Robles”, excomandante del Frente 55;
José Manuel Sierra Sabogal alias “EL Zarco Aldeniver”, excomandante del Frente 53 y
Henrry Castellanos alias “Romaña”, excomandante Frente 53, segundo al mando de una
estructura mixta conformada por los Frentes 31, 51, 53, 54, 55, la columna móvil Che
Guevara, del Bloque Oriental y encargado de la comisión de finanzas en Cundinamarca.
Los ahora miembros del estado mayor de la “Nueva Marquetalia” ejercieron un papel
protagónico en Cundinamarca con una especial inherencia en el Sumapaz, mediante la
cual no solamente lograron el dominio de las rentas ilegales, sino que penetraron las
economías lícitas con dineros provenientes de un prontuario de violencia como el
secuestro, la extorsión y el narcotráfico, entre otros.
Desde el último trimestre de 2019 la Defensoría ha recibido información relacionada con

el avistamiento de personas desconocidas, vestidas con camuflados o con prendas negras
y en su mayoría armados, que recorren las partes altas del páramo transitando desde
departamentos como Tolima, Huila, y Meta, hacia zonas montañosas del Sumapaz,
especialmente aquellas que conectan con la ciudad de Bogotá, y las cuales anteriormente
habían sido dominadas bien sea por la guerrilla o por expresiones paramilitares.
De otro lado, las primeras disidencias de las FARC, principalmente vinculadas con el frente
Primero (Armando Ríos), bajo el mando de alias “Ivan Mordisco”, según fuentes
comunitarias han venido desplazándose desde los departamentos de Guaviare y Meta hacia
la zona centro de la cordillera Oriental, provincia de Sumapaz. Esta expansión puede
deberse a la consolidación de un eje estratégico que conecte sus diferentes frentes desde
su zona “madre”, con la Coordinadora de Occidente y el Comando Conjunto Nororiental.
Conforme a lo anterior, y de manera consecuente con las denuncias ciudadanas sobre el

tránsito de personal armado y el retorno de ofrecimientos de dinero a cambio de
asistencias a reuniones y el retorno a las armas, el 30 de marzo del 2020 la Defensoría del
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Pueblo recibió copia de un panfleto emitido por el Grupo Armado Ilegal: Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, Segunda Marquetalia –FARC-EP.
La emisión del documento es atribuida a la columna “Vladimir Estiven” y dirigida a los

habitantes de Mesetas, Lejanías, El Castillos y Sumapaz Zona 20 Distrito Capital. Durante
la misiva, se hace referencia al retorno del Grupo al territorio y una comunicación directa
a aquellas bandas ilegales que usaban el nombre de las FARC para delinquir. “hemos venido
con sueños de patria nueva a respaldarlos en su rechazo al chantaje abusivo de oportunistas
y bandidos que se hacen pasar por guerrilleros”.
De la misma manera, hace referencia a la Fuerza Pública diciendo “al Ejército y a la Policía
les decimos que no queremos que sigamos matándonos entre hermanos de clase para que una
oligarquía descarada continúe manipulando nuestros destinos y enriqueciéndose a costa de la
pobreza pública y los dividendos de la guerra… recuerden que el pueblo uniformado también
es explotado”. Finalmente, hace referencia al “combate contra la corrupción, la impunidad,
y los ladrones del Estado que nos están chupando la sangre y hasta el alma”.
Se hace necesario señalar que el comunicado es firmado por alias “Aldinever Morantes”,
también conocido como “El Zarco Aldinever” y actual comandante de la Columna Vladimir
Estiven de la “Nueva Marquetalia”. La emisión de este comunicado rectifica las denuncias
elevadas por la comunidad, y revelan el posicionamiento de esta disidencia en las antiguas
zonas que anteriormente dominaron sus miembros, como la provincia del Sumapaz y la
localidad 20 de la ciudad de Bogotá.
El recorrido que realizó esta columna de las disidencias, para su llegada y posicionamiento
en la localidad 20, coincide en tiempo y lugar con el proceso de monitoreo del Sistema de
Alertas Tempranas, las denuncias comunitarias de diferentes habitantes de la provincia,
así como de autoridades locales, quienes también han manifestado la creciente
preocupación por una posible presencia activa de estas estructuras en el territorio.
Por su parte, y desde finales del 2019, se viene presentando un incremento en la presencia
del frente 10 de las disidencias de las FARC, el cual formaría parte de la estructura de
Gentil Duarte y habría cometido la quema de buses en el corredor que conecta Cabrera
con Soacha, realizando extorsiones de entre 200 y 500 millones de pesos a las empresas
transportadoras del Sumapaz, para evitar la pérdida de su propiedad y garantizar el
bienestar de sus empleados. De esta manera, y como fue corroborado por el Comando
General de las Fuerzas Militares, se logró comprobar la inherencia del frente 10 “Martin
Villa” posicionado militarmente en Arauca, con las actividades terroristas y de extorsión
en el municipio de Fusagasugá, así como confirmar la actuación de esta estructura
mediante células en la provincia del Sumapaz:
“Tropas del Gaula Militar Cundinamarca con apoyo del Batallón de Infantería Sumapaz, el Cuerpo
Técnico de Investigación de la Fiscalía y el Fiscal Primero Especializado de Arauca, lograron
establecer la ubicación y el modus operandi de tres sujetos pertenecientes al Grupo Armado
Organizado residual E1-10 Martin Villa de las extintas Farc, con injerencia en el departamento de
Arauca, cuyas labores de extorsión y secuestro, tenían como objetivo financiar dicha estructura.
Los delincuentes fueron capturados en el municipio de Soacha tras establecer que eran ellos
quienes exigían la suma de mil millones de pesos a una reconocida empresa de transporte del
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municipio de Fusagasugá en Cundinamarca, la cual se negó a sus exigencias económicas, por lo que
la estructura incrementó sus amenazas y realizó la quema de algunos vehículos25”
Conforme a lo anterior, se puede evidenciar el posicionamiento en terreno de células

pertenecientes al GAOR de alias Gentil Duarte, quienes no solamente extorsionarían a
empresas transportadoras, pues según fuentes comunitarias, también se estarían
realizando extorsiones con el mismo modus operandi a comerciantes y comunidad en
general, mediante las cuales realizan descripciones de prendas de vestir, ubicaciones
específicas o rasgos característicos, aludiendo a la presencia de personal en terreno con
la capacidad de ejecutar las amenazas. Estos hechos han impartido intranquilidad en la
población y han acentuado las acciones discriminatorias hacia la población en proceso de
reincorporación, quienes, según el imaginario de la población, tendrían alguna relación
con estas actuaciones, incrementando los factores de riesgo para los reincorporados.
Adicionalmente, fuentes comunitarias han advertido la incursión, presuntamente

esporádica, de la estructura al mando de alias “Calarcá”, un importante guerrillero que
también participó en las negociaciones de La Habana (Cuba), y actualmente milita con
alias Gentil Duarte.
La disputa por el control de los corredores estratégicos utilizados por los diferentes frentes
de las extintas FARC, no necesariamente supone un escenario de confrontación armada
entre las estructuras o sus miembros, sino la implementación de acciones criminales como
los asesinatos, la desaparición forzada, y el desplazamiento interurbano, las cuales
buscan, y han logrado, generar zozobra, miedo y desconfianza entre los habitantes del
territorio y la institucionalidad.
De esta manera, y como fue corroborado por la Defensoría del Pueblo mediante una labor
de monitoreo, el pasado 07/10/21 fue desplazado un habitante del municipio de Cabrera,
quien es víctima del conflicto armado, presuntamente por frente 51 de las FARC. El hecho,
que ocurrió a las 2:00 y a plena luz del día, se presentó cuando un sujeto que portaba un
arma tipo Mini-Uzi debajo de su ruana increpa al ciudadano por su transitar en el
territorio, y le advierte que, si lo vuelve a ver por el área en un plazo máximo de 2 días,
cuando la estructura retornaría al municipio, debía atenerse a las consecuencias. Según
fue narrado por el ciudadano, el hombre, quien se presentó como el comandante Fabián,
estaría acompañado de 03 sujetos más; en concordancia con el posicionamiento mediante
células descrito por la Defensoría del Pueblo.
Similarmente, en octubre de 2021 un habitante del municipio de Fusagasugá recibió un

panfleto emitido presuntamente por el GAOR FARC-EP Nueva Marquetalia, cuando se
encontraba realizando una jornada de trabajo en el municipio de Pandi y desconocidos le
dejan un sobre en su vehículo, el cual contiene un pasquín y una copia de la revista
“Resistencia, Bloque Comandante Jorge Briceño, noviembre de 2014”. A través del
comunicado advierten que la Nueva Marquetalia “está de nuevo y presente en el territorio
de Sumapaz” y ordena a la víctima dejar sus labores comerciales y abandonar el territorio,
haciendo referencia a las “cuentas pendientes” que tiene la persona con la organización.
25 https://www.cgfm.mil.co/es/blog/gaula-cundinamarca-captura-tres-integrantes-del-gao-residual-martin-villa
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Para reafirmar la presencia del GAOR y la advertencia emitida, el comunicado hace

referencia a los nombres de familiares, lugares de estudio, placas de vehículos y dirección
de residencia de la persona amenazada. Conforme a lo anterior, se evidencia la
consumación de patrones utilizados anteriormente por la organización, los cuales
buscarían ejercer terror en la población mediante la realización de acciones criminales
como las amenazas, el desplazamiento forzado, los atentados e incluso, los asesinatos.
Finalmente, y como ha sido advertido por diversas fuentes comunitarias en la región, las
facciones disidentes estarían realizando convocatorias, especialmente a los habitantes de
las veredas localizadas en el páramo y aquellas que colindan con la cordillera, ubicadas
en su mayoría a más de 1 o 2 horas del casco urbano; mediante las citaciones, estos grupos
buscarían informar sobre la continuación de la lucha armada, la reactivación de antiguos
militantes y el reclutamiento de nuevos miembros. A su vez, y mediante simpatizantes y
camaradas ubicados en las cabeceras municipales, se estarían “fichando” a quienes
interactúan y colaboran con las autoridades, imponiendo una ley del silencio en los
territorios.
De esta manera, se hace necesario destacar que, como lo menciona la Fundación Ideas
para la Paz, esta organización cuenta con experimentados comandantes que tienen
conocimiento estratégico, discurso político, diversidad regional, relaciones con actores
locales, nichos de reclutamiento y experiencia en obtener y extraer recursos26.
3.2 Grupos sucesores del paramilitarismo
Como ha sido descrito anteriormente, tanto la provincia del Sumapaz como los demás
territorios advertidos en este documento se vieron permeados directamente por la guerra,
en donde los diferentes municipios se convirtieron en fortines sociales, políticos,
económicos y militares de las estructuras que ejercían dominio territorial.
Consecuentemente, y mediante dineros obtenidos de las economías ilícitas, las diferentes

estructuras permearon la vida cotidiana y los negocios legales como el alquiler de
lavadoras, hoteles, restaurantes y plazas de mercado, logrando incrustarse en los
diferentes municipios, permaneciendo de manera “inerte” en las anteriores áreas de
domino, atados a los nexos y negocios que generaron antes de la desmovilización.
De esta manera, en municipios como Fusagasugá, Pandi, Pasca y Venecia, persiste un

sentimiento de miedo y zozobra, especialmente por poblaciones vulnerables como
víctimas del conflicto armado y población en proceso de reincorporación, quienes
conservan unos imaginarios que restringen el tránsito, las actividades sociales, culturales
y la libre expresión, por un miedo generalizado a que sus palabras caigan en los oídos
equivocados, y se repitan los círculos de estigmatización, violencia por prejuicios y actos
intimidatorios.
26 https://www.ideaspaz.org/publications/posts/2019
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Conforme a lo anterior, la Defensoría del Pueblo ha tenido conocimiento de la emisión

diversos panfletos atribuidos presuntamente a las “Águilas Negras” y firmados por el
“comandante Ciro”, mediante los cuales imponen normas de conducta, restringen la
movilidad y declaran objetivo militar a líderes sociales, comunales y sus familias.
De igual manera, diversas fuentes comunitarias han manifestado recibir llamadas de

personas que presuntamente harían parte de las AGC, mediante las cuales les exigen altas
sumas de dinero que oscilan entre los 40 y los 80 millones de pesos, realizando citaciones
en veredas alejadas de los cascos urbanos, donde no hay cobertura de red telefónica y en
las cuales anteriormente ejercían dominio los grupos al margen de la ley. Estos hechos se
intensificaron en el segundo semestre de 2020, cuando se realizaron “reuniones” en las
veredas Pilas, Las Vegas, El Dorado y El Silencio del municipio de San Bernardo
(Cundinamarca), y se reportó el paso de personas desconocidas, vestidas de negro y
armadas.
Finalmente, la Defensoría ha recibido información sobre la práctica de los grupos ilegales

mediante las cuales envían listas a los comerciantes de estas veredas, para que remitan
víveres, alimentos, y productos de primera necesidad a las estructuras que transitan o
controlan estos corredores.
La proyección de la realización de megaproyectos en la provincia ha generado diversos

intereses y especulaciones sobre la tierra, los cuales estarían en contravía de las luchas
históricas y la reivindicación de los derechos de los campesinos. El proyecto Hidroeléctrico
El Paso, se encuentra en los departamentos de Cundinamarca y Tolima, en áreas de los
municipios de Cabrera, Venecia y Pandi sobre la margen derecha del río Sumapaz, en el
departamento de Cundinamarca y en área del municipio de Icononzo, en el departamento
del Tolima, sobre la margen izquierda del río.
La posible realización de este proyecto trajo consigo consecuencias negativas para los
habitantes de la región, quienes, aferrados a sus costumbres y tradiciones en defensa del
medio ambiente, la biodiversidad, el páramo y el agua, acudieron a mecanismos de
protección para sus tierras, y el resguardo de la economía campesina, la cual alimenta, a
su vez, a cientos de familias de la capital y la región.
La promoción de consultas populares en contra de megaproyectos que afectarían el

ecosistema del Sumapaz, trajo consigo una notable estigmatización en contra de líderes
y lideresas ambientales, quienes eran señalados de guerrilleros o simpatizantes, y contra
quienes incrementaron amenazas, seguimientos, y acciones hostiles con el fin de impedir
los esfuerzos de oposición.
Similarmente, y como un fenómeno evidenciado a nivel general durante el paro nacional

de 2021, se pudo observar el resurgimiento de un discurso paramilitar, similar a aquel que
circuló por las instituciones políticas y un importante sector de la sociedad civil, el cual
promulgaba esas cooperativas de seguridad rural a mediados de la década de los 90.
Algunos de los pronunciamientos de mandatarios locales, políticos, celebridades y
empresarios, en contra de la protesta social, sus organizadores y participantes, propició
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un discurso estigmatizante en contra líderes, jóvenes y defensores de DD. HH, que

“legitimó” actuaciones paraestatales en diferentes ciudades y municipios del país.
Conforme a lo anterior, se pudo evidenciar el reciclamiento de prácticas, así como el

reavivamiento de ciclos de violencia en la provincia. Resultado de ello, y a pesar de que
no existe ningún municipio “restringido” por cuestiones de seguridad, la población en
reincorporación coincide con un imaginario de peligro para los municipios de Pandi,
Venecia, San Bernardo, Arbeláez y Fusagasugá, en donde prefieren no ir solos y en lo
posible no pernoctar. Similarmente, tanto población como personas en reincorporación
han mencionado escuchar sobre el creciente tránsito de personas desconocidas, quienes
bajo el pretexto de vender algún tipo de producto o bien, recorren las veredas haciendo
indagaciones sobre excombatientes que habitan la zona.
3.2 Población en Proceso de Reincorporación -PER
Tanto el Acuerdo de Paz como la Sentencia de la Corte Constitucional C-555-17, otorgan

a los excombatientes de las FARC, así como a los integrantes del nuevo partido político
Comunes, una presunción de riesgo extraordinario. Por ello, el monitoreo,
acompañamiento y accionar de la Defensoría se ampara en un análisis diferenciado sobre
los factores de riesgo, amenazas y vulneraciones, cuyo objetivo es la protección y la
salvaguarda de la vida, la libertad, la seguridad, y la integridad de esta población.
Al respecto, la Defensoría del Pueblo ha identificado tres componentes que agrupan

diferentes factores de riesgo y vulnerabilidad, los cuales afectan de manera específica a
este grupo poblacional, y representan graves vulneraciones a los derechos fundamentales
de la población en proceso de reincorporación, así: (i) Disposición territorial de
reincorporación, (ii) Incumplimiento de los Acuerdos de Paz (iii) Seguridad personal y
colectiva.
3.2.1 Seguridad Personal y Colectiva
El común denominador frente a la percepción de seguridad por parte de la población en

reincorporación es el sentimiento de temor y zozobra, pues no se cuenta con las garantías
de seguridad personales y colectivas que garanticen una adecuada reintegración. De esta
manera, un número importante de firmantes ha decidido habitar municipios de Tolima y
Cundinamarca, bien sea mediante la construcción de Nuevas Áreas de Reincorporación -
NAR, o de manera individual, muchas veces como mecanismo de invisibilidad y protección
ante la estigmatización social y los factores de amenaza presentes en el territorio, pues,
la seguridad ofrecida por los AETCR no ha sido considerada como suficiente o adecuada.
Conforme a lo anterior, y como fue advertido a las autoridades competentes por la

Defensoría Regional del Tolima mediante oficio 20210060323038301, esta institución tuvo
conocimiento de distintas marcaciones alusivas a las AUC que aparecieron dentro del
AETCR, incluso, una de ellas dentro de la casa de un miembro del espacio en el mes de
agosto de 2021. Si bien fueron activadas las debidas rutas de protección, ha permanecido
en los habitantes del espacio un sentimiento de miedo e intranquilidad.
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Adicionalmente, y durante el mes de septiembre de 2021, circuló un panfleto emitido

presuntamente por las Águilas Negras – Bloque Capital D.C., mediante el cual se hace
advertencia de la realización de asesinatos a través la denominada “limpieza social” en
contra de líderes y lideresas sociales, defensores de Derechos Humanos y guerrilleros,
imponiendo un lenguaje estigmatizante que asocia a la protesta social y los movimientos
de izquierda con las estructuras disidentes. Mediante el comunicado, declaran objetivo
militar a varios líderes y lideresas, dentro de los cuales se encuentran gestores de paz que
ejercen labores tanto en Cundinamarca, como en Tolima, dificultando el ejercicio de sus
funciones en terreno e imponiendo intranquilidad en la comunidad.
Estos hechos, que coinciden con el incremento de las expresiones de tinte paramilitar
luego del de las protestas sociales, y reflejan las dificultades en materia de seguridad que
afrontan los reincorporados, no solamente restringen las labores de liderazgo social que
ejercen los gestores de paz, sino que ponen en peligro la continuidad del proceso, al no
proveerse las garantías de seguridad necesarias y adecuadas para los firmantes del
acuerdo.
Por su parte, los reincorporados que han optado por un proceso aislado o disperso, los
cuales deberían gozar de los mismos factores de seguridad y protección, presentan un alto
grado de vulnerabilidad al desligarse de los procesos de cohesión política y adaptación
social comunitaria. Adicionalmente, al utilizar el anonimato como una herramienta de
protección, especialmente en contra de conductas estigmatizantes y posibles
retaliaciones por su participación en el conflicto, se presenta una barrera adicional para
el acercamiento con las instituciones, disminuyendo los factores de protección, así como
los beneficios y garantías obtenidos mediante la firma de la paz.
Existen factores de riesgo y vulnerabilidad en la región del Sumapaz que afectan de

manera particular a esta población, independiente de la modalidad de reincorporación
practicada. De esta manera, se han identificado comportamientos por parte de la sociedad
civil, especialmente de aquella que habita la ruralidad del área en advertencia, la cual se
habría acostumbrado y adaptado a las normas de conducta y patrones de comportamiento
impuestos por las diferentes estructuras armadas que ocuparon el territorio. De esta
manera, y como lo mencionan los habitantes de la provincia, anteriormente se respetaba
el páramo, la fauna y el ecosistema, no había tanto consumo y expendio de drogas, ni
mucho menos se presentaban robos.
Sin embargo, y posterior a la desmovilización, se reactivaron los fenómenos de tala ilegal,

abigeato, venta y consumo de estupefacientes, así como una ausencia de justicia y la falta
de mecanismos para la resolución de conflictos vecinales, que han repercutido en la
añoranza de las viejas costumbres, y con ello, el llamado a los antiguos “comandantes” o
sus ayudantes, para tomar acciones inmediatas en la resolución de conflictos. Estas
invitaciones, las cuales han sido reportadas tanto por la comunidad como por las personas
en proceso de reincorporación, no solo se presentan como un estímulo a la deserción del
proceso al retomar actividades ilegales, sino que se constituirían como una bisagra para
la llegada de nuevas estructuras, quienes, convocadas por la población, empiezan a
recobrar el poderío e influencia mediante la impartición de orden y justicia por mano
propia.
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Finalmente, y a través del estudio de la ecuación de riesgo adoptada por la Defensoría, se

han identificado los siguientes factores de amenaza y vulnerabilidad, que afectan de
manera específica a la población en proceso de reincorporación.
Factores de amenaza Factores de vulnerabilidad

• Actividades de liderazgo • Desconocimiento de la oferta institucional
• Ideología política regular y la derivada del acuerdo
• Por colaboración con la justicia • Acceso a la tierra
• Constreñimiento por • Sostenibilidad económica
conocimientos adquiridos como • Seguridad jurídica
combatientes • Acceso a programas educativos y de formación
• Presencia de actores armados • Estigmatización
en el territorio • Incumplimientos en los beneficios sociales y
• Por retaliaciones o “ajustes de familiares
cuentas” • Seguridad alimentaria y habitabilidad y vivienda
3.3 Reactivación de corredores
El posicionamiento de las diferentes estructuras en la provincia se ha traducido en la

reactivación de corredores históricos, los cuales fueron utilizados por las extintas FARC
para el transporte de armamento, municiones, personal, víveres e incluso secuestrados
desde la ciudad de Bogotá, hasta el Caguán.
De esta manera, el 19/04/21 y mientras la Defensoría se encontraba en territorio, fue

incautado material de guerra por la Policía del municipio de Cabrera. Conforme fue
corroborado por el comandante de estación, en una persecución iniciada tras actuaciones
sospechosas en un puesto de control, se incautaron 76 cartuchos de munición 7,62,
utilizada para armamento de largo alcance. Si bien no se surtieron capturas al respecto,
este hecho evidencia la clara reactivación de los corredores de movilidad.
Para finales de 2019, la Fiscalía desmanteló una banda dedicada al narcotráfico que
pretendía apoderarse del mercado que fue disperso por la intervención del antiguo Bronx.
Durante la investigación se determinó que los capturados estarían relacionados con 14
asesinatos cuyas víctimas fueron encontradas en Viotá, Tocaima, y Agua de Dios 27,
Municipios del Departamento de Cundinamarca. Al respecto, se puede evidenciar un fuerte
interés de grupos ilegales y/o bandas criminales por el histórico corredor que atraviesa el
Municipio de Viotá, conecta con la Provincia del Sumapaz y a su vez con la Capital del
Colombia.
27 https://www.fiscalia.gov.co/colombia/seccionales/asegurados-presuntos-integrantes-de-red-criminal-responsable-de-homicidios-torturas-de-y-
venta-de-drogas-del-centro-de-bogota/
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Conforme al monitoreo realizado por el Sistema de Alertas Tempranas, se ha podido

establecer un posible corredor que estaría siendo utilizado por las disidencias, quienes
estarían transitando los municipios de Cabrera e Icononzo en grupos de 3 o 4 personas, y
estarían movilizándose no solamente por la provincia del Sumapaz, sino que estarían
captando gente para “organizarse”, como lo han denomino algunos pobladores de la zona,
en el corredor entre la Orinoqía , Gutiérrez (Cundinamarca), las Veredas El Ramal y
Llanitos del municipio de Une (Cundinamarca).
Cabe señalar que desde el municipio de Une se desprenderían dos corredores que conectan
con la ciudad de Bogotá: por un lado, la vereda Llanitos conectaría con Nazaret y San Juan
(Bogotá Localidad 20) y por el otro, El Ramal conectaría con Betania (Bogotá).
La descripción del corredor por parte de habitantes del sector coincide con otros relatos
escuchados por el SAT y corroborados por esta Entidad, en donde se advierte sobre la
reactivación de estos corredores históricos de las FARC. La comunidad también ha
manifestado el incremento en el paso de personas, motos y camionetas en altas horas de
la noche por las partes altas de las veredas, así como la llegada de personas desconocidas,
quienes dicen ser vendedores de queso, fruta, jugos o yogurt, por cortos periodos de
tiempo.
A su vez, y a pesar de la presencia de la FF. PP, cuando se hacen operativos o presencia

institucional en los diferentes territorios “los disidentes se suben al páramo y los
milicianos permanecen en el pueblo, fichando a los que interactúan y colaboran con las
autoridades e imponiendo una ley de silencio en los municipios”. Estos hechos
representarían un escenario de riesgo extremo, para los habitantes de la provincia, líderes
y lideresas sociales y ambientales, campesinos, NNAJ y población en proceso de
reincorporación.
El desmantelamiento de un laboratorio de cocaína en el municipio de Icononzo, en la

vereda de Guatinbol, la cual se encuentra a tan solo 45 minutos caminando del ETCR, es
un hecho que representa tanto vulnerabilidades como amenazas para la PER y la sociedad
civil, así como el aprovechamiento de los corredores para el transporte de
estupefacientes. Según las autoridades, el laboratorio pertenecía a una organización
transnacional que opera en Cundinamarca y Tolima, la cual contaba con un potencial de
producción de 150 kilos de cocaína al día y cuyo destino sería principalmente Europa.
Durante el operativo, fueron incautados 3 kilogramos de cocaína, 2 toneladas y media de
insumos químicos como: potasio, soda cáustica, hidróxido de calcio y cal. Además, la
Policía encontró, en el sitio, 5.500 galones de alcoholes, ácido clorhídrico, sulfúrico y
gasolina28.
Al respecto, cabe mencionar que una operación de tal magnitud no podría ser ejecutada
por bandas criminales, a menos de que tuvieran el respaldo o apoyo de estructuras de
carácter nacional e internacional para garantizar el control de los suministros, corredores
de movilidad, rutas internacionales de narcotráfico y contactos en los países receptores
28 https://www.eltiempo.com/justicia/conflicto-y-narcotrafico/narcotrafico-policia-desmantelo-laboratorio-de-cocaina-en-tolima-606265
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para la compra y distribución de la cocaína; tal y como ha sido advertido mediante este
documento, que al igual que otras Alertas Tempranas ha descrito la utilización de
estructuras y tercerización de actividades criminales por parte de grupos armados parte
del conflicto como las disidencias, quienes han aprovechado algún tipo de arraigo en el
territorio y mimetizando su posicionamiento en territorios cada vez más cercanos a la
capital del país.
Incautación de Narcóticos
2019 2020 2021
. Basuco Base coca Marihuana Cocaína Basuco20 Base coca20 Marihuana20 Cocaína20 Basuco21 Base coca21 Marihuana21 Cocaína21
Granada 27 10 806 0 23 11 700 5 0 0 329590 0
Silvania 1540 0 3345 0 2005 2 1255 154 758 66 18963 82852
Fusagasugá 8766 8642 448452 3323 2380 588 1681362 97 4033 650 3306945 543
Viotá 100 0 555 0 0 0 50 0 0 15 553 1
Tibacuy 0 0 117 0 0 0 0 50 2
Pasca 21 0 141 0 33 0 202 0 0 0 396 0
Arbelaez 30 0 540 976 54 1593 65 47 11 2692 37
Pandi 430 0 500 0 0 0 0 0 76 0 500 0
San
0 12 0 8 0 0 0 0 0 13 200 0
Bernardo
Venecia 270 0 237 7 0 0 0 0 0 160 0
Cabrera 0 0 198 0 0 0 0 0 0 25 0
Icononzo 25 11 632 0 0 0 0 0 0 0 43 0
Fuente: Construcción Defensoría del Pueblo datos Policía Nacional/ SIEDCO
El panorama de la reactivación de los corredores es complementado con incremento en la

percepción sobre la venta y el consumo de estupefacientes, los cuales son cada vez más
notorios en las veredas y empiezan a afectar la tranquilidad de los habitantes. De esta
manera, y como lo evidencia la tabla, municipios como Silvania, Fusagasugá, Viotá,
Arbeláez, y San Bernardo, presentan incrementos en la incautación de una o más
substancias entre los periodos 2019 y 2021. Finalmente, cabe resaltar que, en los datos
del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo-
SIEDCO de la Policía Nacional, no se reportan los hallazgos e incautaciones realizadas
durante el operativo de desmantelamiento del laboratorio de Guatinbol, Icononzo.
Se hace necesario señalar que los municipios advertidos por esta Alerta se constituyen
como un corredor, por ello, descartar algún municipio o delimitar el transito y
posicionamiento de una manera micro focalizada en centros urbanos, veredas o
corregimientos, generaría un efecto globo, mediante el cual, al incrementar la presencia
y actividad institucional en sectores determinados, se desplazaría el tránsito y
posicionamiento hacia sectores que no cuenten con la misma capacidad institucional.
En atención a lo anterior, y sin descartar que la totalidad del área de los municipios y
localidades se encuentran advertidas, se realizó un ejercicio de mapa de calor para
realizar una aproximación según la información recabada por esta entidad, de las áreas
que podrían ser más propensas, así como geoestratégicas para el tránsito y ubicación de
grupos armados:
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4. CONDUCTAS VULNERATORIAS DE LOS DERECHOS HUMANOS E INFRACCIONES AL DIH
4.1 Factores de vulnerabilidad
La región del Sumapaz está compuesta 12 municipios y una localidad, de cuyos 4.064 km2
de extensión están comprendidos en su mayoría por una vasta ruralidad. De la misma
manera, y como lo indica el cuadro # 2, con excepción de del municipio de Fusagasugá, la
capital de la provincia del Sumapaz en Cundinamarca, los municipios de la región
corresponden a municipios de sexta categoría, lo que implica la asignación de un
presupuesto reducido y una capacidad institucional insuficiente para garantizar los
derechos fundamentales y satisfacer las necesidades básicas de una población que en su
mayoría se encuentra dispersa en área rural.
Categoría por municipio y área

Categoría Área km2
Granada 6 61
Silvania 6 163
Fusagasugá 2 239
Viotá 6 208
Tibacuy 6 84
Pasca 6 264
Arbelaez 6 152
Pandi 6 67
San Bernardo 6 249
Venecia 6 121
Cabrera 6 449
Icononzo 6 232
Localidad 20 N/A 1775
TOTAL 4064
Fuente: Construcción Defensoría del Pueblo, datos Contaduría General de la nación.
Conforme lo anterior, tanto funcionarios como habitantes han evidenciado la necesidad

de robustecer la presencia institucional en la región, pues las capacidades en el terreno
de la Fuerza Pública y las autoridades locales son muchas veces sobrepasadas por factores
estructurales como las largas distancias y el estado de las vías entre las cabeceras
municipales y las veredas bajo jurisdicción; la intermitencia en la prestación de salud; la
deficiencias en el acceso y resolución de justicia; el incumplimientos de los acuerdos de
paz y una baja capacidad operativa de la Policía en los municipios, han deteriorado la
confianza de la ciudadanía hacia la institucionalidad, rompiendo los nexos fundamentales
para la construcción de tejido social y han facilitado el paso, presencia y posicionamiento
de diferentes estructuras criminales.
Si bien existe una importante capacidad del Ejército Nacional, mediante la supervisión de
la XIII Brigada y las capacidades del Batallón de Infantería No. 39 Sumapaz y el Batallón
de Alta Montaña No.1; la gran extensión del territorio, así como la precariedad de las vías
inter-veredales, las cuales en muchas ocasiones se conforman por caminos reales,
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imposibilitan una actuación efectiva y expedita. Esta realidad se exacerba al tener en

cuenta que las estructuras armadas estarían utilizando corredores históricos que
atravesarían las partes más altas de los páramos y montañas, muchas veces con la ayuda
de mulas y caballos al considerar la dificultad del terreno, por lo que su presencia sería
intangible para las autoridades y la mayoría de la población.
Por su parte, la Personería Local de Sumapaz (Localidad 20 de Bogotá D.C.) no tiene sede
en territorio, tampoco existe Estación de Policía, ni presencia física de otras entidades
públicas del orden civil. Aunque mediante el Acuerdo 9 de 1986 del Consejo Distrital y, a
partir de 1991, en desarrollo del artículo 318 de la Constitución Política de Colombia, las
alcaldías menores pasan a ser alcaldías locales y forman parte del sector de las
localidades, creando la Alcaldía Local de Sumapaz con sede en el corregimiento de San
Juan, la operación de la administración local todavía se hace en la localidad de Usme; Las
zonas más alejadas de la localidad de Sumapaz pueden estar a ocho (8) o más horas del
casco poblado más cercano. Por el desarrollo económico eminentemente agrícola, la
comunidad ha exigido que entidades nacionales como el Instituto Colombiano
Agropecuario – ICA, tengan algún tipo de sede en la localidad.
Esta situación hace que el peso de presencia institucional recaiga sobre los tres (3)
corregidores, incluyendo algunas funciones de la Policía, actividades que han convertido
a los corregidores en blanco de amenazas, exposición negativa y estigmatización por parte
de la comunidad y de los grupos armados ilegales que los consideran informantes o
enemigos del modelo que ellos intentan implantar en la región.
Otro tema de debate entre la comunidad, gran parte de ella organizada, y las diferentes
administraciones distritales, ha sido el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), el cual se
encuentra en proceso de actualización, discusión que ha distanciado a las partes y
perjudicado el diálogo entre estas.
La comunidad considera que esta norma iría en contra de la identidad campesina. Es por
lo anterior, que un sector organizado de la comunidad ha venido insistiendo que las
medidas adoptadas, incluyendo las que atañen a la seguridad, deben tener en cuenta a la
comunidad y a su constructo cultural. Así lo reiteraron en comunicado conjunto difundido
tras los hechos ocurridos durante el mes de marzo en la localidad:
“Insistimos en que el tema de la seguridad debe ir más allá de las medidas coercitivas que
plantea la administración a través de fuerza pública, las cuales, de ser así, ya estuviera
resuelto con la operación militar que se mantiene por más de 30 años consecutivos en el
territorio. Hacemos nuevamente la propuesta de fortalecimiento del sistema de justicia
en equidad, auto vigilancia y control, desarrollado históricamente por el campesinado, en
el cual, alternativamente se orienta por la articulación de acciones preventivas con las
corregidurías existentes y la creación incluso, de una cuarta, necesaria en el Plan de
Sumapaz; en donde la comunidad organizada formule y desarrolle el plan estratégico de
seguridad y convivencia priorizando en la prevención de la discordia personal y las accione
delictivas. Para los casos de atención puntual a hechos y/o delitos, el sistema de justicia
debe respaldar oportunamente la acción comunitaria y de la inspección de policía para
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dar traslado a los procesos que, por su naturaleza, no estén o no sean de competencia,
dando la respuesta oportuna y resolutiva.”
4.1.1 Espacios Territoriales de capacitación y reincorporación – Icononzo (Tolima)
El posicionamiento del antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación -

AETCR, ubicado en la vereda La Fila del municipio de Icononzo, Tolima, ha impactado de
manera directa tanto al municipio donde está localizado, como a los municipios vecinos
del departamento de Cundinamarca; entendiendo que varios de los integrantes de este
espacio son oriundos de la región del Sumapaz, tienen familiares en estos territorios, o
fueron partícipes del posicionamiento de la guerrilla en la zona; mediante lo cual
generaron nexos con la región y sus pobladores e incluso ganaron reconocimiento político,
ideológico y se constituyeron como referentes de autoridad.
El espacio de reincorporación, que tiene una extensión de 22 hectáreas y es habitado por

más de 290 excombatientes y sus núcleos familiares, se ha constituido como el epicentro
político del partido FARC para la región, y, en consecuencia, varios de sus integrantes
fueron candidatos a diferentes puestos de elección popular. La carrera política generó
escenarios para que, como partido, las FARC pudieran realizar proselitismo político y
pedagogía sobre los acuerdos de paz; actuaciones que permitieron conocer la aceptación
del partido en las comunidades, pero también, generar listas tanto de simpatizantes como
de contrincantes en los diferentes municipios y veredas.
Estos hechos han generado miedo y zozobra en los habitantes de la región, los cuales en
su mayoría han sido víctimas de la violencia y aún cuentan con heridas físicas, psicológicas
y emocionales derivadas de la guerra. El temor de los habitantes incrementa a medida
que se debilita la implementación de los acuerdos de paz, especialmente porque han
podido observar de primera mano el retorno a las filas guerrilleras de quienes proclamaban
consignas políticas y realizaban censos y listas en la región.
4.1.2 Disposición territorial de reincorporación en la región.
De acuerdo con lo anterior, se ha identificado una variación en el riesgo conforme a la

disposición territorial de la población en reincorporación, en donde el riesgo incrementa
de manera indirectamente proporcional con respecto a la presencia de infraestructura y
oferta estatal. De esta manera, la población en proceso de reincorporación cuenta con
mayores factores de protección cuando habita los antiguos Espacios Territoriales de
Capacitación y Reincorporación -AETCR, los cuales cuentan con una infraestructura de
seguridad relativamente mayor y gozan de una constante presencia y oferta institucional.
Por su parte, las Nuevas Áreas de Reincorporación- NAR, territorios de reincorporación

colectiva que no estuvieron previstos dentro de la concertación inicial, no cuentan con
una infraestructura de vivienda como los ARTCR, ni con los factores institucionales de
protección como los esquemas de seguridad colectivos; sin embargo, sí cuentan con los
mismos factores de amenaza, con el agravante de presentar un mayor riesgo frente a los
factores de vulnerabilidad acentuados en el territorio. En la provincia del Sumapaz, los
municipios de Venecia, Pasca, Cabrera, Arbeláez, Pandi y Viotá cuentan con nuevas áreas
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de reincorporación, demostrando la importancia histórica del territorio para las extintas

FARC y los firmantes del acuerdo.
Finalmente, la PER que ha optado por la reincorporación individual es aquella que cuenta
con los mayores factores de riesgo y vulnerabilidad, pues el anonimato puede convertirse
en una herramienta de doble filo a la hora de enfrentar una posible vulneración, amenaza
o hechos victimizantes. Los procesos de reincorporación dispersa carecen de
infraestructura y factores de protección, razón por la cual se constituye como la forma de
reinserción que cuenta con los mayores riesgos para una población que se ha
comprometido con retornar a la vida civil y a la construcción de las comunidades.
4.1.3 Incumplimiento de los acuerdos de paz
Si bien los AETCR se presentan como el escenario de menor riesgo en la disposición

territorial de reincorporación, estos espacios cuentan con amenazas y vulnerabilidades
particulares, que pueden llegar a minimizar, e incluso desbordar, las capacidades
institucionales. Al respecto, se hace necesario señalar la temporalidad para la cual estos
espacios fueron construidos, pues fueron diseñados para albergar grandes cantidades de
excombatientes para un periodo de 6 meses, sin embargo, y tras 5 años de la firma del
Acuerdo de Paz, muchos de estos espacios continúan con una insuficiente infraestructura
de saneamiento y alcantarillado, agua potable, atención educativa y de servicios médicos,
entre otros.
Como ha sido mencionado por algunos habitantes del AETCR de la Fila (Icononzo), quienes
realizan labores pedagógicas y comunitarias en diferentes municipios del Sumapaz y
Cundinamarca, “van para 5 años viviendo en casas de “cartón” que afectan la salud de los
niños. Por fuera se ve bonito, pero adentro no hay condiciones, muchos niños se han
cortado con la hojalata que recubre las viviendas.”
Para la conformación del ETCR Antonio Nariño, según sus habitantes, se movilizaron 320
excombatientes del Bloque Oriental y aproximadamente 380 milicianos para un total
aproximado de 700 personas. En la actualidad permanecen alrededor de 290
excombatientes y sus núcleos familiares, dentro de los cuales se incluyen 130 menores de
edad, población que no fue tenida en cuenta para el desarrollo de una infraestructura que
cumpliría su propósito en un semestre.
Conforme a lo anterior, no solo no se tuvieron en cuenta los requerimientos logísticos y

técnicos para una población como los NNAJ, tales como guarderías, colegios, espacios
lúdicos, atención médica especializada y parques recreativos, entre otros, sino que
tampoco se tuvieron en consideración las necesidades específicas de mujeres gestantes y
madres primerizas que no cuentan con lazos sociales y redes familiares de apoyo; ni
tampoco se encuentran preparadas para afrontar este tipo de situaciones para las cuales
no fueron preparadas durante la guerra.
Para finales de septiembre de 2021, cuando se realizó una visita en el terreno, el AETCR
contaba con 05 madres gestantes, de las cuales 02 presentaban embarazo de alto riesgo,
sin embargo, no se contaba con servicio de ambulancia el área. Un ejemplo de las
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limitantes presentadas por las madres que habitan el Espacio fue la interrupción
involuntaria del embarazo de una madre a los seis meses de gestación, quien a la fecha
del monitoreo aún se encontraba esperando la autorización para la realización de la
ecografía de control de los tres meses de embarazo.
La falta de espacios de protección para los menores, como guarderías y colegios,

representa una dificultad especial para los padres y madres que habitan el AETCR. En
adición a la barrera laboral existente para la PER, los padres de familia muchas veces
deben ausentarse de sus labores, o incluso se les imposibilita la obtención de trabajo,
debido a que deben acompañar y atender a sus hijos, los cuales no pueden ser llevados a
las jornadas laborales.
Si bien existe una institución educativa en la vereda de La Fila (Icononzo), esta se

encuentra a más de 5 km del espacio de reincorporación, dificultando la participación de
los habitantes del ETCR, no solo por su distancia, sino por los factores de inseguridad que
se han identificado en la región, generando una preocupación especial ante las madres
del Espacio, quienes temen algún tipo de retaliación en su contra a través de sus hijos.
La sostenibilidad económica y familiar se presenta como otro de los aspectos que preocupa
a la población que habita el espacio de reincorporación, pues a pesar de existir planes de
abastecimiento suministrados por la ARN mediante operador logístico, se han elevado
reiteradas denuncias sobre la disminución de las raciones, la eliminación de carnes rojas
y de los refrigerios para los niños. La falta de oportunidades laborales, acentuadas por
una baja escolaridad y prejuicios sociales, complementan la percepción de inseguridad
económica y familiar; un catalizador para el abandono de los procesos de reinserción y la
posible reincidencia en la vida criminal.
El incumplimiento de los acuerdos de paz a nivel nacional ha sido percibido como la

ausencia de voluntad política por parte de las administraciones locales, pues no se
perciben avances en materias fundamentales para la reincorporación efectiva. De esta
manera, los precarios avances en temas de vital importancia como la adjudicación de
predios, la obtención de una vivienda digna, educación, apoyo y seguimiento para la
obtención de proyectos productivos, pedagogía frente al proceso de paz, así como de
garantías y deberes adquiridos por las poblaciones objeto del acuerdo de paz, entre otros,
se constituyen como vulnerabilidades que minan el proceso de resocialización y
reincorporación.
Según ha sido identificado por la Defensoría del Pueblo, las inconformidades en el

incumplimiento de los acuerdos de paz han sido vistas como oportunidades por aquellas
estructuras ilegales, que, mediante ofrecimientos económicos y apoyados por el discurso
de traición a la causa guerrillera, han nutrido sus filas con los desertores de la paz.
4.2 Factores de amenaza
Mediante las labores de monitoreo y seguimiento realizadas por el Sistema de Alertas

Tempranas, la Defensoría del Pueblo ha tenido conocimiento de un prontuario de violencia
utilizado por las diferentes estructuras criminales que hacen presencia en la zona
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generando diversas afectaciones a los derechos humanos. Este prontuario de violencia ha

presentado un notable incremento a través de los años, exhibiendo un reciclamiento de
la violencia impuesta en la década de los años 90 y 2000, así como un reavivamiento de
hechos victimizantes como amenazas, extorsión, asesinatos, imposición conductas,
reclutamiento forzado, y desplazamiento, entre otros.
La desconfianza por parte de los habitantes en la región, percibida frente a la

institucionalidad y sus procesos burocráticos, ha sido evidenciada mediante el subregistro
de conductas vulneratorias y el distanciamiento frente a los mecanismos de denuncia.
Este fenómeno se profundiza debido a la incertidumbre que genera la ausencia de
respuesta institucional frente a hechos que han marcado y conmocionado la población, y
que incluso han tenido una notoriedad a nivel nacional, como el asesinato de 04 personas
en la localidad 20 de Bogotá y la región del Duda en 2021, o el asesinato de dos personas
con la utilización de artefactos explosivos improvisados -AEI en 2019 en el municipio de
Viotá.
La realización de asesinatos se ha constituido como una ejecución de actos criminales que

buscan infundir miedo, temor y zozobra, tanto en la población como en las diferentes
bandas o estructuras presentes en el territorio, pues revelan el poderío y la capacidad de
actuación de la estructura hegemónica o dominante. Usualmente, este tipo de conductas
son precedidas por la aparición de panfletos y marcaciones de grupos armados a lo largo
del corredor que representa la provincia.
De esta manera, la reactivación del corredor de Sumapaz ha representado una afectación

directa a los derechos fundamentales de población, la cual ha sido acentuada por diversas
coyunturas como la pandemia del COVID-19, el paro nacional y las venideras elecciones,
las cuales evidencian un ambiente preelectoral tenso y polarizado.
4.2.1. Amenazas y otros métodos para generar terror en la población civil
A lo largo de la provincia del Sumapaz y los municipios advertidos por este documento, se
ha presentado un incremento en los hechos victimizantes que afectan los derechos
fundamentas de la población. Las amenazas evidenciadas en el territorio, las cuales
buscan infundir un temor generalizado, imponer pautas de conducta, y menoscabar la
cohesión social de los habitantes, se presentan de diferentes maneras, dentro de las cuales
se destacan las amenazas directas del agresor, las amenazas mediante llamada telefónica
y mensajes de texto, los grafitis o marcaciones, así como los panfletos emitidos por
diferentes GDO y GAOR.
El posicionamiento de las diferentes estructuras y bandas delincuenciales demuestra una

consolidación a través de una constante emisión de panfletos y amenazas personales o
mediante listados, los cuales han incrementado la zozobra e incertidumbre,
especialmente en los territorios rurales, en donde el acceso de la fuerza pública y
administraciones locales es limitado. De esta manera, se ha denunciado la emisión de
panfletos y grafitis presuntamente por grupos parte del conflicto como FARC nueva
Marquetalia, disidencias de Gentil Duarte (Frente Oriental), Águilas Negras y el ELN, así
como de estructuras no identificadas como “Viotá la Roja”.
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4.2.2. Emisión de panfletos, amenazas y marcaciones
Adicional a la misiva emitida por la Nueva Marquetalia en marzo de 2020, la cual fue
expuesta previamente; el 25 de marzo del 2020 la Defensoría del Pueblo recibió copia de
un panfleto emitido presuntamente por el grupo armado ELN, mediante el cual se imponen
medidas de comportamiento y se imparte un toque de queda para el Municipio de Viotá,
aludiendo a la contribución del grupo ilegal con a la seguridad, integridad y salud de los
campesinos y líderes en épocas del COVID19.
Durante la misiva, se imponen restricciones a los comerciantes, así como una advertencia
para aquellos a quienes este grupo les permite operar, de no elevar sus costos o atenerse
a las consecuencias. Finalmente, declara objetivo militar a los ladrones, violadores,
viciosos, y amenaza de manera directa a “los jíbaros”, incluyendo un listado de habitantes
de la zona que presuntamente estarían propiciando el expendio de drogas. De la misma
manera, se recibieron denuncias en el mes de noviembre de 2019 sobre la aparición de
banderas alusivas al ELN en la Vereda Palestina, y en 2020, se denunció la aparición de
nuevos grafitis del ELN en la escuela de la vereda Las Américas, ambas del municipio de
Viotá.
Durante el mes de marzo de 2020, también se registró la circulación de un panfleto

emitido presuntamente por las FARC en la vereda Portones del Municipio de Arbeláez, el
cual fue acompañado de diversos grafitis con las siglas “FARC-EP”. Para noviembre del
mismo año, se reporta la emisión de un panfleto presuntamente por las Águilas Negras
Bloque Capital, en contra de un habitante del municipio de Arbeláez.
Posteriormente, el miércoles 26 de agosto de 2020, en la vereda Liberia del municipio de

Viotá, circuló un panfleto emitido por un grupo autodenominado “Viotá la Roja”, el cual
manifiesta: “hemos analizado la problemática de lo que está pasando en la zona urbana y
rural de nuestro municipio … no podemos permitir que nos sigan invadiendo con la
drogadicción que se ha incrementado en los colegios, diferentes veredas y el casco urbano
con los hijos de nuestros campesinos”. De la misma manera, declara un toque de queda a
partir de las 8:00 pm y manifiesta: “hemos tomado la decisión de ejecutar a todos los
expendedores, consumidores, ladrones y violadores que ya los tenemos identificados en
cada una de las veredas… hacemos un llamado a los padres de toda esta juventud para
que le pongan orden a sus hijos, y no lamenten su muerte”. Finalmente, los emisores del
pasquín se atribuyen el asesinato de dos habitantes del sector, ocurrido el 19/12/19 en la
vereda Brasil, y el cual presentó altos signos de violencia, premeditación y entrenamiento
militar, pues para perpetrar el asesinato se utilizó un cilindro bomba.
Al respecto, cabe señalar que la misma noche en la que se emitió el panfleto, fueron
atacados con arma de fuego dos personas que se encontraban en el listado de objetivos
militares que declaró el comunicado; uno de ellos recibió varios impactos de bala en su
cuerpo, y el otro recibió varios impactos de bala en su vivienda, hecho que generó el
desplazamiento de la segunda víctima.
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Adicionalmente, en septiembre de 2021 la Defensoría del Pueblo recibió copia de un

panfleto que circulo en Icononzo y Sumapaz, presuntamente emitido por las Águilas Negras
– Bloque Capital D.C., mediante el cual se advierte: “no hay deuda que no se pague y
plazo que no se venza, es el momento de limpiar este país, muerte a todos los
colaboradores de la guerrilla llamados líderes sociales y sindicales y a toda la mesa
defensores de Derechos Humanos … son guerrilleros camuflados de civiles que patrocinan
marchas y protestas campesinas de estudiantes… para volverlos futuros guerrilleros”
Posteriormente, el comunicado hace referencia a la difícil situación por la que atraviesan

los líderes y lideresas a nivel nacional, y genera una lista de muerte en donde se
encuentran personas en proceso de reincorporación que ejercen labores de liderazgo en
Tolima y Cundinamarca al mencionar: “ya se han dado cuenta que los estamos eliminando
a nivel nacional y ahora empezaremos a nivel Tolima…declaratoria de objetivos militares
inmediatos a los llamados líderes sociales, comunidades campesinas, JAC, los petristas
defensores de DDHH”. Finalmente, la misiva anota: “ya están identificados todos y cada
uno de sus hijueputa familiares, están advertidos fuera de aquí AREPERAS, MARICAS,
NEGROS, INDÍGENAS, SAPOS DE LAS JUNTAS que solo buscan robar”.
De la misma manera, y luego del asesinato de un habitante del municipio de Viotá el 14

de noviembre de 2021, inicia la circulación de un panfleto por redes sociales, emitido
presuntamente por el grupo “Viotá la Roja”. El comunicado envía un saludo a la comunidad
viotuna al expresar: “desde las montañas de Colombia nuestro saludo bolivariano”;
posteriormente hacen referencia a “la problemática que tenemos en la región en cuanto
a robos” y el incremento de la inseguridad, en consecuencia, se atribuyen las ejecuciones
de alias “ojara” y “los cuatreros” quienes serían los presuntos responsables de hurtos y
abigeato.
Durante el pasquín se informa que “el problema de la drogadicción se volvió a incrementar

y volvieron a estar vendiendo vicio en la mayoría de las veredas de nuestro municipio”
seguidamente, advierte que “vamos a hacer limpieza social de ladrones, expendedores y
consumidores. Ya se les había dado la oportunidad de que se ajuiciaran y unos volvieron y
están juiciosos, pero unos siguieron expendiendo y consumiendo… los tenemos
identificados.
Como se puede evidenciar, este último panfleto hace referencia directa al emitido en
agosto de 2020, a través del cual el presunto autor “viotá la Roja” realiza un listado de
población declarada como objetivo militar, y se atribuye la ejecución de atentados y
asesinatos de personas socialmente estigmatizadas. Finalmente, se hace necesario señalar
que la persona asesinada en noviembre de 2021 había sido amenazada mediante el
panfleto de 2020.
El panorama que afrontan los habitantes de la región, así como la percepción generalizada
de un incremento de la inseguridad, y el regreso de la incertidumbre y la zozobra, es
respaldado por el incremento en las amenazas reportadas durante los años 2019, 2020 y
2021(Ver tabla 1). De esta manera, se puede evidenciar un incremento del 59% en las
amenazas reportadas hasta septiembre de 2021 con respecto a las reportadas durante año
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2019; a su vez, se presenta un incremento del 112% al comparar las amenazas de lo corrido
del año 2021, con el año inmediatamente anterior.
Amenazas Provincia de Sumapaz 2019- septiembre 2021
Column1 2019 2020 2021 VAR 2019-2021 VAR 2020-2021

Granada 8 3 1 -88% -67%
Silvania 27 23 35 30% 52%
Fusagasugá 164 100 292 78% 192%
Viotá 6 27 10 67% -63%
Tibacuy 5 4 9 80% 125%
Pasca 13 4 31 138% 675%
Arbelaez 4 10 8 100% -20%
Pandi 3 1 7 133% 600%
San Bernardo 8 2 7 -13% 250%
Venecia 2 3 6 200% 100%
Cabrera 8 5 4 -50% -20%
Icononzo 16 16 9 -44% -44%
TOTAL ANUAL 264 198 419 59% 112%
Fuente: Construcción Defensoría del Pueblo datos Policía Nacional/ SIEDCO
Como se puede evidenciar en la tabla, los municipios de Fusagasugá, Viotá, Tibacuy,

Pasca, Arbeláez, Pandi, y Venecia, reportan un incremento porcentual superior al 50% en
las amenazas reportadas durante el 2021 con respecto a las denunciadas para el 2019.
Este incremento concuerda con el escenario de riesgo descrito por la defensoría, y el

posicionamiento de diversas estructuras en el terreno, las cuales han incrementado las
vulneraciones a los derechos fundamentales de la población. Este tipo de conductas
intimidantes, no solamente han logrado el cometido de infundir terror e imponer una ley
del silencio, sino que han restringido la participación ciudadana y han menoscabado el
tejido social.
La realización de este tipo de actuaciones victimizantes en contra de líderes sociales

pretenden truncar las labores comunitarias y de liderazgo que ejercen en los territorios,
convirtiéndolas en actos intimidatorios que buscan imponer pautas de conducta y
comportamiento en los habitantes de la región. Bajo este entendido, si los líderes y
lideresas sociales, quienes están en contacto y tienen una cercanía especial con la
institucionalidad, no pueden ser protegidos por el Estado, el resto de la sociedad estaría
en una condición de vulnerabilidad mayor.
Adicionalmente, el incremento de estas conductas ha reavivado patrones de

comportamiento, en donde se refuerzan las medidas de autoprotección por parte de los
habitantes del sector, generando un cierre de círculos sociales, imponiendo una sensación
desconfianza y reavivando las épocas en donde no todos los temas se pueden discutir en
público, pues, como lo mencionan los pobladores, “no se sabe quién puede estar
escuchando”.
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4.2.3 Asesinatos
La emisión de panfletos y amenazas por parte de estructuras criminales en la región, han

sido acompañadas de actuaciones violentas que buscan reafirmar tanto su posicionamiento
como la cooptación de la autoridad, mediante la imposición de pautas de conducta, toques
de queda y sanciones para quienes las trasgredan.
La fabricación de homicidios que contienen altos grados de violencia, como la utilización

de artefactos explosivos improvisados-AEI y la tortura, demuestran que las lógicas de las
organizaciones ilegales priorizan el uso de actuaciones para generar terror, como un
método efectivo para enviar mensajes de poderío a la comunidad, sus propias estructuras
y estructuras enemigas.
Conforme a lo anterior, la Defensoría del Pueblo tuvo conocimiento del asesinato de 02

personas el pasado 19 de diciembre de 2019, en la conurbación entre las veredas San
Martín y Brasil del Municipio de Viotá. El homicidio se perpetró en horas de la noche
cuando desconocidos utilizan un cilindro modificado para impactar el vehículo y la
vivienda de las víctimas. Posteriormente, y luego de realizar actos de tortura, las víctimas
fueron ultimadas con tiros de gracia.
Se torna realmente preocupante para esta Defensoría la premeditación de las acciones y

el entrenamiento militar utilizado para perpetrarlas, especialmente en una región que
históricamente fue epicentro de la confrontación armada y en donde sus habitantes
estuvieron afectados en el conflicto de una u otra manera; una mezcla de factores que
podrían ser utilizados por los actores armados que han demostrado su posicionamiento en
el terreno.
Se hace necesario señalar que estos hechos fueron precedidos por fuertes episodios de
conflictividad vecinal, registrados mediante diversas denuncias radicadas en el municipio,
tanto de las víctimas en contra de diferentes habitantes del sector, como de habitantes
en contra de las víctimas. Además de demostrar una notoria intolerancia, así como la
inclinación para resolver los conflictos por mano propia, este hecho ha profundizado la
desconfianza hacia las autoridades, pues al no garantizar la resolución de conflictos, el
acceso a la justicia y la seguridad de los habitantes, se legitima de manera indirecta el
actuar de estas estructuras, quienes en ocasiones son convocadas por las mismas
comunidades.
Por otro lado, y como consecuencia de una generalizada percepción de ineficiencia por
parte de las instituciones locales (Policía, Fiscalía, Alcaldía), se ha vuelto recurrente al
igual que en otros municipios, acudir a las amenazas y la violencia como forma de generar
justicia de facto; actos que han generado temor y zozobra en algunos habitantes, quienes
narran que nue
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La posible disputa territorial entre las facciones disidentes de la extinta FARC-EP, bajo el
mando de alias “Gentil Duarte”, y el grupo armado que con posterioridad a los Acuerdos
de Punto Final del conflicto, retomó las armas bajo la auto denominación de Segunda
Marquetalia, nos permiten prever el aumento de la violencia en este territorio,
evidenciado con la ocurrencia de tres homicidios en el trascurso de 24 horas y los
desplazamientos forzados individuales de al menos dos jóvenes hacia municipios aledaños
para marzo de 2021.
Conforme a lo anterior, se registraron dos homicidios, uno en la vereda Chorreras y otro

en la vereda Lagunitas, el día 2 de marzo de 2021; según fuentes comunitarias, los
responsables de los hechos se movilizaban en una motocicleta de alto cilindraje, llegaron
hasta las viviendas de estas personas, las sacaron de allí y posteriormente las asesinaron.
Asimismo, el 3 de marzo de 2021, en el Alto de Duda (La Uribe - Meta), se registró un
tercer homicidio, el hombre asesinado, según la comunidad era habitante de la localidad
20, Sumapaz. Se presume, por la información recibida por el Sistema de Alertas Tempranas
de la Defensoría del Pueblo, que la orden de asesinar a las tres personas la habría dado,
alias “Ivan Mordisco”, segundo al mando de las disidencias FARC, Bloque Oriental.
Estos hechos al parecer se relacionan con la llegada al territorio de integrantes de la

“Segunda Marquetalia” bajo el mando de antiguos comandantes de las FARC-EP que se
reincorporaron y posteriormente retomaron las armas como, alias “El Zarco Aldinever” y
alias “El Paisa”, lo que puede derivar en una disputa por el control del corredor histórico
utilizado por las FARC-EP para conectar la ciudad de Bogotá D.C. y regiones ubicadas hacia
el sur de Colombia.
Similarmente, para noviembre de 2021 el grupo autodenominado “Viotá la Roja” se

adjudicó una serie de asesinatos cometidos en la región. Este hecho ocurrió mediante la
emisión de un panfleto que hace referencia al incremento en la inseguridad, así como el
aumento en el consumo y expendio de narcóticos. Cabe señalar que, mediante la emisión
de otro panfleto en agosto de 2020, el mismo grupo se adjudicó asesinatos ocurridos en
2019 mediante la utilización de un cilindro bomba; y emitió un listado de personas
señaladas como objetivo militar, dentro de las cuales se encontraban algunos de los
asesinados en el año 2021.
Conforme al panorama anterior, la Defensoría del Pueblo advierte la posibilidad del

incremento en el uso de la violencia selectiva a través de amenazas de muerte, homicidios
o de configuración múltiple (masacres), desapariciones forzadas, extorsiones que exponen
a las víctimas a atentados contra la vida y la integridad personal mediante el uso de
métodos y medios para generar terror en la población civil, tales como los panfletos,
llamadas intimidantes, videos, correos electrónicos o atentados con artefactos explosivos
en carreteras y centros poblados; igualmente, es posible que se presenten casos de
desplazamientos forzados y el reclutamiento forzado, uso y utilización de niñas, niños,
adolescentes y jóvenes.
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4.2.4 Violencia por prejuicios
Las dicotomías políticas e ideológicas han cultivado la violencia por prejuicios a través de
los años, impactando directamente a líderes(as) sociales, asociaciones campesinas,
población en proceso de reincorporación, y víctimas del conflicto armado. El
posicionamiento de diferentes estructuras ha generado una estigmatización colectiva en
contra de la población de la región del Sumapaz, la cual ha sido evidenciada incluso en
las administraciones locales, la Fuerza Pública y la misma población civil.
Conforme a lo anterior, se ha implementado un lenguaje peyorativo y denigrante en contra

de “el otro”; considerado como aquel que tenga una procedencia, pasado, creencias o
ideología diferente a la que predomina en cada uno de los municipios o territorios. Esta
práctica, emprendida por los diferentes grupos armados en donde ejercían su control como
táctica de protección territorial, incurría en actos de amenazas, desplazamientos,
asesinatos y actos que de una u otra manera se convirtieron en legados de conductas para
la región.
Las dinámicas del territorio han generado un escenario de aceptación de conductas que
indirectamente promueven actos de violencia, legitimados por un imaginario social que
promueve el uso de la fuerza para la resolución de conflictos; al respecto, se ha visto una
serie de estigmatizaciones históricas en contra del campesinado, el cual se ha percibido
como un auxiliador de los grupos armados, y ha sido víctima de los mismos e incluso del
estado, por ayudar, simpatizar o colaborar con un determinado actor que imponía su
hegemonía en el territorio.
Resulta aún más inquietante, la percepción de estigmatización por parte de las

instituciones y autoridades locales, quienes atribuyen diferentes actos violentos, crímenes
e inseguridad, a la población PER, sin tener ningún tipo de evidencia. Resultado de lo
anterior, se observa una precaria reacción institucional y un alto grado de impunidad,
factores que acentúan los riesgos de esta población y permiten la llegada de estructuras,
quienes invitadas por la población que no percibe resultados en materia de seguridad y
resolución de conflictos, legitiman su actuar al proveer autoridad, pautas de conducta y
sanciones a quienes no las cumplan.
Esta justicia de facto se ha evidenciado en diferentes municipios y representa un doble

riesgo para esta población, pues por un lado han confirmado ofrecimientos de pobladores
del Sumapaz para que sean ellos quienes se encarguen de resolver alguna situación, y por
el otro, por la llegada de miembros y facciones posdesmovilización de las AUC, quienes
llegan al territorio con las mismas intenciones.
La estigmatización también se expresa al mantener y reforzar barreras para el acceso a

los derechos fundamentales, políticos, económicos, sociales y culturales tanto por las
autoridades como por la comunidad. Los señalamientos infundados en contra de la
población PER, minan el proceso de reincorporación y debilitan la regeneración del tejido
social, reviviendo antiguos prejuicios y avivando posiciones radicales basadas en el miedo,
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la desconfianza y un reciente pasado marcado en la violencia, la impunidad, y la ausencia

de institucionalidad.
La estigmatización política puede ser evidenciada como un subproducto de la

confrontación armada, restringiendo la participación de sectores específicos, quienes
muchas veces deben adoptar medidas de autoprotección que incluyen abandonar los
espacios público, debido a una creciente falta de garantías.
En consecuencia, existe un incremento en la sensación de inseguridad, incertidumbre y

zozobra, por la población en proceso de reincorporación, especialmente de aquellos
miembros del partido comunes que han realizado labores de liderazgo y desean participar
en las venideras elecciones, pues es innegable el incremento de las expresiones
estigmatizantes en contra de movimientos asociados con la “izquierda política”, las cuales
han agudizado el fenómeno de la violencia por prejuicios.
Algunos habitantes que vivieron en el sector durante el conflicto armado han mencionado
que “los verdaderos milicianos y guerrilleros” no se desmovilizaron, y algunos de ellos
están incluso como representantes de la mesa de víctimas, por ello se ha perdido la
confianza en este escenario y en diferentes instancias locales.
De esta manera, y teniendo en cuenta que el área en advertencia cuenta con 07 Nuevas
Áreas de Reincorporación -NAR, en los municipios de Venecia, Pasca, Cabrera, Arbeláez,
Silvania, Pandi, y Viotá; se espera una alta participación de la población en
reincorporación en los procesos electorales, la cual, puede ser susceptible de amenazas,
intimidaciones y acciones violentas, por diversas razones dentro de las cuales se destacan:
(i) la intención de impedir la adecuada participación en los procesos electorales por parte
de expresiones paramilitares, (ii) la posible cooptación de las disidencias y reincidencias
de las FARC para el aprovechamiento de los roles de liderazgo político,(iii) la infiltración
de las diferentes elecciones por parte de estructuras armadas, (iv) el incremento de la
violencia por prejuicios.
Teniendo en cuenta el incremento de la estigmatización y la percepción de inseguridad,

y a pesar de no existir ningún municipio “restringido” por cuestiones de seguridad y
percepción de aceptación, la población PER coincide con un imaginario de peligro para los
municipios de Pandi, San Bernardo, Arbeláez y Fusagasugá, en donde prefieren no ir solos
y en lo posible no pernoctar. Este imaginario se complementa de rumores de los
“camaradas y milicianos”, quienes dicen haber presenciado el tránsito de personas
desconocidas, muchas veces con acento paisa, quienes preguntan por excombatientes, sus
familias y sus proyectos productivos, generando zozobra en esta población.
4.2.5. Reclutamiento forzado
El posicionamiento histórico de diferentes estructuras en la región, así como la ideología

política y cultural de los habitantes del territorio, permitieron la creación de un arraigo
territorial por parte de varios miembros de las extintas FARC, el cual ha sido demostrado
tanto por las disidencias y las reincidencias, así como por los excombatientes que se
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acogieron al acuerdo; al retornar a territorios donde conservan nexos familiares, sociales,

económicos y culturales.
De esta manera, se ha evidenciado el retorno de otrora comandantes, quienes, según

fuentes comunitarias, no solo estarían interesados en el control de los corredores
históricos, sino de la recuperación de predios, fincas, casas y negocios que financiaron
durante los años de ocupación territorial en la zona y reposan en manos de conocidos,
familiares, amigos o testaferros.
La “recuperación” de estos bienes implica la reactivación de las redes de apoyo, así como
la emisión de comunicados, panfletos y el envío de mensajes mediante terceros, los cuales
anteceden la presencia en territorio de los comandantes y manifiestan una especie de
poderío, posicionamiento y dominancia de la zona. Este tipo de conductas son
acompañadas por un discurso político-militar, centrado en la “traición a la casusa
guerrillera” y el reavivamiento de los valores originarios de las FARC; actuaciones que
revelan una preparación del terreno en donde los núcleos de solidaridad, los milicianos y
simpatizantes se tornan estratégicos para el retorno y posicionamiento de las diferentes
estructuras.
Conforme a lo anterior, diversas fuentes comunitarias han mencionado que comandantes

como Romaña, Nelson Robles y el Zarco Aldeniver, de la Nueva Marquetalia, e Iván
Mordisco y Calarcá de las Disidencias de Gentil Duarte, han transitado de manera
esporádica el territorio, visitando antiguos camaradas y predios que podrían tener un valor
estratégico para las diferentes organizaciones. De esta manera, y por el momento, se
estaría presentado una especia de “pacto de no agresión”, mientras se desarrolla una
competencia por la recuperación de recursos económicos, logísticos y humanos con los
que alguna vez contó las FARC en el territorio. De esta manera, tanto la nueva
Marquetalia, como las disidencias de Gentil Duarte, han invitado a pobladores de la región,
especialmente a antiguos milicianos, excombatientes y personas en proceso de
reincorporación, a unirse a las filas de la nueva revolución para aportar con sus
conocimientos de la zona y capitalizar el entrenamiento militar adquirido durante la
confrontación armada.
Este tipo de denuncias pueden relacionarse con las conductas descritas anteriormente,
mediante las cuales se advierte la intención de los GAOR en recuperar los predios, fincas,
y negocios que anteriormente hacían parte de arcas personales o de la organización y
sirven para afianzar el posicionamiento y tránsito por la región.
De esta manera, y como lo corrobora la Tabla 2, durante el año 2018 y 2019 se realizaron
241 operativos de extinción de dominio por parte de la Fiscalía General de la Nación en
contra del grupo denominado como “FARC” en los municipios de Fusagasugá, Silvania,
Tibacuy y Viotá. Este tipo de hechos no solo corroboran la importancia histórica y
estratégica de la región para el otrora grupo armado, sino también la relevancia para los
GAOR que intentan engrosar sus filas, recuperar los antiguos territorios y corredores de
movilidad, así como posibles caletas y guacas que quedaron reservadas en la región.
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De la misma manera, y conforme a las denuncias sobre el incremento en las “expresiones

de tinte paramilitar”, la violencia por prejuicios y el reciclamiento de prontuarios de
violencia; entre los años 2019 y 2020 se presentan 1.057 operaciones de extinción de
dominio en contra de grupos como el Clan del Golfo o la Oficina de Envigado en los
municipios de Silvania y Fusagasugá; territorios que han sido percibidos como factores de
riesgo para poblaciones vulnerables como víctimas o personas en proceso de
reincorporación.
Operativos de extinción de dominio del 2016 al 2021 por parte de la Fiscalía General
de la Nación.
AÑO EJE TEMÁTICO CANTIDAD DE BIENES MUNICIPIO

2016 Delitos Económicos 1 Fusagasugá
Fusagasugá-San Bernardo-
2017 Nacotráfico 50 Arbeláez
Nacotráfico 1 Arbeláez
2018 Fusagasugá-Silvania-
FARC 218 Tibacuy
FARC 23 Viotá
Clan del Golfo 94 Silvania, Fisagasugá
2019
Nacotráfico 133 Fusagasugá
Delincuencia común Organizada 3 Fusagasugá
Delincuencia común Organizada 11 Venecia
2020 Delincuencia común Organizada 1761 Fusagasugá
Oficina de Envigado 963 Fusagasugá
2021 Delincuencia común Organizada 11 Viotá
Fuente: Fiscalía General de la Nación, Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio
Si bien parece existir por el momento una tregua en las zonas históricas de las extintas
FARC, no se descarta la ocurrencia de confrontaciones armadas, o el escalamiento de
crímenes, entre y por parte de estas dos organizaciones; un escenario de alerta para el
Estado Colombiano sobre el enorme riesgo que se cierne sobre las comunidades del
Sumapaz.
El asesinato de alias El Paisa y alias Romaña en diciembre de 2021, supone un

debilitamiento de la estructura Nueva Marquetalia que podría tener repercusiones directas
en los territorios en donde ejercen presencia. La baja de estos dos cabecillas,
considerados como jefes militares, podría denotar acciones desesperadas para el
afianzamiento de posiciones, corredores y predios por parte de este GAOR, así como un
aprovechamiento del escenario por parte de la estructura de alias Gentil Duarte, la cual
podría iniciar una confrontación armada con el objetivo de lograr un monopolio sobre los
corredores de movilidad y reclamar de una manera hegemónica los estandartes de las
extintas FARC. Este panorama se exacerba en la región Sumapaz, al tener en cuenta que
alias Romaña ejerció una gran influencia en la región, en donde presuntamente tendría
negocios, tierras y fincas mediante testaferros y familiares, un posible botín para la lucha
de suma cero explicada previamente.
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De esta manera y a través del monitoreo realizado por el Sistema de Alertas Tempranas,
se pudo evidenciar un incremento en las denuncias sobre llamados de las disidencias a
participar en diferentes reuniones. Según han comentado fuentes comunitarias, milicianos
que permanecieron en el territorio o simpatizantes históricos de la guerrilla, han realizado
invitaciones a reuniones, las cuales incluyen viáticos de 2.000.000 a 5.000.000. De esta
manera, preocupa a esta Defensoría el incremento en el reclutamiento de los habitantes
del Sumapaz, así como el debilitamiento de los acuerdos de paz, pues se han reportado
deserciones dentro de los firmantes del acuerdo, especialmente aquellos que pertenecían
al antiguo ETCR de Icononzo.
Similarmente, un miembro de una organización cristiana que trabaja con alrededor de 40

niños del sector, denuncia que ha sido abordado por desconocidos, quienes presuntamente
pertenecerían a las disidencias de las FARC, para pedirle que realizara una “reunión con
los pelados para disertar con ellos”. Este tipo de conductas vulneratiorias, las cuales
presentan un sub-registro ante entidades públicas debido al miedo infundido por las
estructuras a los habitantes, demuestran el interés y las intenciones de reclutamiento por
parte de estos grupos en la zona. Esta clase de actividades demuestran los riesgos
inherentes para la población de NNAJ, quienes, especialmente luego de la pandemia
COVID19, han rebuscado medios y métodos para ayudar económicamente a sus familias y
hogares, quedando a merced de las ofertas económicos de las estructuras y bandas
criminales.
El incremento en el consumo y distribución de narcóticos, no solo se presenta en las

cabeceras municipales, sino que se ha extendido a la ruralidad de la provincia,
incrementando la vulnerabilidad de los NNAJ de la región, al ser blanco de las estructuras
criminales bien sea como posible consumidor, o futuro integrante de la estructura.
El impacto de diferentes coyunturas como la crisis sanitaria y la protesta nacional,

profundizaron un detrimento económico para muchos habitantes de la región,
especialmente a campesinos y población en proceso de reincorporación, quienes, al ver
el difícil panorama económico, el incremento de los insumos agrícolas, el difícil transporte
de los alimentos, y la disminución en la oferta laboral, pueden sucumbir a las “ofertas
laborales y ayudas económicas” que ofrecen las disidencias y reincidencias con la
intención de engrosar sus filas.
4.3. Factores de Protección
La región del Sumapaz cuenta con una importante presencia institucional, especialmente
en las cabeceras municipales y provinciales, en donde se encuentran alcaldías con las
capacidades suficientes para atender las necesidades básicas de la población; sin
embargo, existen instituciones de primordial relevancia que no cuentan con una presencia
suficiente y necesaria en la totalidad del territorio, especialmente en la inmensa ruralidad
que compone la región. Conforme a lo anterior, entidades como la Fiscalía, la ARN, la
Policía y el Ejército cuentan con capacidades limitadas para abarcar una jurisdicción de
la magnitud de la región.
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De esta manera, municipios como Venecia o Cabrera, cuyas ruralidades hacen que en
algunas ocasiones el traslado de las veredas hacia las cabeceras municipales pueda tardar
2 o incluso 3 horas, presentan dificultades a la hora de acceder a servicios fundamentales
como la denuncia ante Fiscalía o la prestación de un servicio de salud especializado, pues
adicional al recorrido hasta sus cabeceras municipales, el cual es costoso y escaso, deben
trasladarse hasta la capital de la provincia, Fusagasugá, la cual se encuentra a 2 horas o
más de mencionados municipios y es el único municipio que cuenta con las mayores
capacidades de oferta institucional.
La totalidad de los municipios cuenta con estaciones de policía, y la provincia del Sumapaz
cuenta el Batallón de Infantería No. 39 Sumapaz y el Batallón de Alta Montaña No.1. A su
vez, se resalta la labor de las personerías locales, quienes, como representantes del
Ministerio Público en el territorio, han contribuido efectivamente en la protección de los
derechos fundamentales de los habitantes, así como apoyado las labores Defensoriales
para la emisión de este documento de advertencia.
Adicionalmente, existe una importante presencia de organizaciones internacionales,

especialmente de la Misión de Observación de Naciones Unidas, quienes de manera directa
en el territorio han acompañado a las diferentes poblaciones vulnerables en la
construcción de procesos comunitarios, el fortalecimiento del tejido social, y el
seguimiento a la implementación de los acuerdos de paz, hecho que se traduce en un
importante monitoreo a las acciones y operaciones de mantenimiento de la paz.
La presencia de instituciones de relevancia internacional ha permitido, de alguna manera,

ha permitido la recuperación de la confianza por parte de los habitantes hacia las
entidades y los conductos regulares, regenerando en algún porcentaje la legitimidad que
se ha ido desvaneciendo por parte de las entidades nacionales.
La Zona de Reserva Campesina -ZRC la cual está conformada en términos político-

administrativos por 16 veredas29 y se ubica sobre la cuenca alta del río Sumapaz; se ha
constituido como un referente de reivindicación hacia las luchas agrarias, la defensa de
la tierra, el medio ambiente y el reconocimiento del campesinado colombiano. De esta
manera, y mediante Resolución No. 046 del 7 de noviembre de 2000, se concede la gestión
territorial autónoma y libre a estos 16 territorios, a los cuales durante los años se le
anexaros 02 más; afianzando el tejido social del campesinado.
Conforme a lo anterior, y luego de la conformación de varios movimientos agrarios y la

movilización de la población, para mayo de 2021 el Tribunal Superior de Bogotá falló en
segunda instancia a favor de la culminación de los procesos de constitución de 03 ZRC, los
cuales llevaban más de una década estancados. Según el fallo, la Agencia Nacional de
Tierras-ANT tendría 06 meses para culminar la constitución de estos espacios en Güejar-
Cafre, Losada Guayabero y Sumapaz.
29 La ZRC está conpuesta por las veredas Pueblo Viejo, Quebrada negra, San Isidro, Santa Lucía, Santa Marta, Santa Rita, Alto Ariari, Bajo Ariari, Canadá,
Hoyerías, La Playa, Las Águilas, Núñez, Paquiló, Peñas Blancas y La Cascada, ubicadas en el municipio de Cabrera, Cundinamarca.
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Si bien el fallo para la conformación de la ZRC en el páramo de Sumapaz y Cruz Verde

compre los departamentos de Cundinamarca, Huila y Meta, se presentaría un
fortalecimiento de los conocimientos agrarios, economía y medio ambiente de 128.210,58
hectáreas de la región del Sumapaz, regenerando el sentido de pertenencia, arraigo y
cultura del campesinado.
Tabla 3. Municipios con Jurisdicción en el Complejo de Páramos Cruz Verde –

Sumapaz
Municipio Área Ha.

ARBELÁEZ 1.602,88
BOGOTÁ, D.C. 90.874,18
CABRERA 13.973,87
PASCA 11.384,90
SAN BERNARDO 9.677,13
VENECIA 697,62
TOTAL 128.210,58
Fuente: Ministerio de Ambiente30
Sin lugar a duda, el mayor factor de protección que se encuentra en la región lo constituye
el arraigo social, cultural, político y económico de los habitantes del territorio, quienes a
través de los años han tejido nexos y lasos comunitarios basados en luchas por el acceso
a la tierra, la conservación de la agricultura, el medio ambiente y el páramo. Sin embargo,
este tejido social se ha visto deteriorado por factores como el incremento en la
desconfianza hacia las instituciones, el aumento de la inseguridad, el posicionamiento de
grupos armados y el reciclamiento de un prontuario de violencia.
NIVEL DEL RIESGO:
ALTO MEDIO BAJO

X
AUTORIDADES E INSTITUCIONES CONCERNIDAS
AUTORIDADES CIVILES:
Presidencia de la República, Ministerio del Interior, Ministerio de Defensa Nacional,
Gobernación de Cundinamarca y Tolima, Alcaldía de Bogotá, Agencia para la
Reincorporación y la Normalización-ARN, Consejo Nacional de Reincorporación-CNR,
Oficina del Alto Comisionado para la Paz, alcaidías y personerías de: Granada, Silvania,
Fusagasugá, Viotá, Tibacuy, Pasca, Arbeláez, Pandi, San Bernardo, Venecia, Cabrera,
Icononzo (Tolima), Localidad 20 (Bogotá), Fiscalía General de la Nación, Consejo Nacional
30
https://www.minambiente.gov.co/wp-content/uploads/2021/10/Informe_de_cumplimiento_No._1.pdf
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de Paz, Reconciliación y Convivencia, Unidad Nacional de Protección-UNP, Agencia

Nacional de Tierras-ANT, Banco Agrario y FINAGRO, SENA
FUERZA PÚBLICA:
Comando General de las Fuerzas Militares; Ejército Nacional; Policía Nacional; Fuerza
Aérea Colombiana.
RECOMENDACIONES
Las medidas adoptadas para mitigar el riesgo advertido mediante la presente Alerta
Temprana, no deben limitarse a la respuesta de las recomendaciones de la Defensoría del
Pueblo. Estas recomendaciones se enmarcan en las atribuciones dadas a la entidad
mediante la Ley 24 de 1992 y se basan en las normas vigentes de Colombia, incluyendo la
normativa internacional, asimismo tienen en cuenta, la construcción histórica y
participativa de estrategias para la prevención de violaciones a los derechos humanos.
Recomendaciones generales
1. Al Ministerio del Interior en su calidad de Secretaría Técnica de la Comisión

Intersectorial para la Respuesta Rápida a las Alertas Tempranas (CIPRAT): Coordinar
e impulsar las medidas preventivas y de reacción rápida ante los factores de riesgo
advertidos por la Defensoría del Pueblo, de modo que las entidades y autoridades
competentes adopten de manera urgente las medidas necesarias y pertinentes para
prevenir el escenario de riesgo advertido. Entre otras, se requiere que sea convocada
oportunamente la Comisión Intersectorial para la Respuesta Rápida a las Alertas
Tempranas (CIPRAT) y demás instancias territoriales de prevención, con el fin de
coordinar la adopción de medidas pertinentes para garantizar la prevención de riesgos
de violaciones de los derechos a la vida, la integridad y seguridad personal, descritos
en la presente Alerta Temprana, en consonancia con lo establecido en el Decreto
2124/2017.
2. A las entidades relacionadas dentro de la presente Alerta Temprana, Construir y

adoptar dentro de los próximos diez (10) días calendario, un Plan de Acción específico
que dé cuenta de acciones coordinadas, focalizadas y excepcionales para atender la
situación de riesgo en los territorios advertidos mediante la presente alerta. El Plan
de Acción debe detallar acciones concretas, plazos y recursos para la implementación
de estrategias y de la gestión institucional requerida para la prevención de violaciones
a los derechos a la vida, integridad, libertad y seguridad, las libertades civiles y
políticas e infracciones al DIH, así como para la identificación oportuna, atención y
disuasión de los riesgos individuales y colectivos presentes en los territorios
advertidos, en consonancia con lo establecido en los Decretos 1066/2016, 4100/2011,
2252/2017, 2078/2017, 1581/2017, 898/2017, 660/2018, 2137/2018 y el CONPES 3955
de 2018.
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2252/2017, 2078/2017, 1581/2017, 898/2017, 660/2018, 2137/2018 y el CONPES 3955
de 2018.

2252/2017, 2078/2017, 1581/2017, 898/2017, 660/2018, 2137/2018 y el CONPES 3955
de 2018.
Recomendaciones población en proceso de reincorporación
5. A la Alta Consejería para la Estabilización y la Consolidación convocar a la Agencia

de Reincorporación y Normalización, a la Gobernación de Cundinamarca, y a la
Gobernación de Tolima, para priorizar los procesos de titulación de tierra para
personas en proceso de reincorporación, se recomienda que estos terrenos posean
vocación para el desarrollo de proyectos productivos de acuerdo con las consultas que
se realicen con la población beneficiaria. En todos los casos, es importante fortalecer
las condiciones de seguridad del territorio para su traslado en las debidas condiciones.
6. A la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), priorizar el acceso a proyectos productivos

para personas en proceso de reincorporación, así como a los proyectos integrales de
desarrollo agropecuario y rural (PIDAR) y su asistencia técnica.
7. Al Consejo Nacional de Reincorporación (CNR), agilizar y priorizar la aprobación de

los proyectos productivos colectivos de las personas en proceso de reincorporación
establecida en el área geográfica objeto de la presente Alerta Temprana.
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8. A la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), agilizar y priorizar la

aprobación de los proyectos productivos de las personas en proceso de reincorporación
establecida en el área geográfica objeto de la presente Alerta Temprana, y su
posterior desembolso económico. De la misma manera, se recomienda agilizar el
desembolso de los proyectos colectivos.
9. Al Consejo Nacional de Reincorporación (CNR), establecer una estrategia de

comunicación y socialización territorial de la Ruta metodológica para la validación de
los proyectos productivos colectivos que permita a la población en proceso de
reincorporación apropiarse de buenas prácticas, lecciones aprendidas y nuevas
metodologías para la postulación exitosa de iniciativas en esta materia, con énfasis
especial en los territorios advertidos en la presente alerta.
10. Al Banco Agrario y FINAGRO, con la asesoría técnica de la Agencia para la

Reincorporación y Normalización, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y la
Alta Consejería Presidencial para la Estabilización y la Consolidación, socializar en
los territorios advertidos la ruta de acceso a crédito en la línea de población
reincorporada en los Nuevas Áreas de Reincorporación (NAR) y/o Colectivos Urbanos,
verificando las barreras de acceso a la línea de crédito abierta para personas en
proceso de reincorporación, y explicando manera efectiva el portafolio de productos
y servicios de crédito agropecuario, así como prestando esquemas de asesoría
comercial requeridos para profundizar en la financiación de los proyectos productivos
agropecuarios de orden individual o colectivo.
11. A la Subdirección Especializada de Protección y Seguridad de la Unidad Nacional

de Protección -UNP-, priorizar los estudios técnicos para el análisis de riesgo de la
población en proceso de reincorporación establecida en el área geográfica objeto de
la presente Alerta Temprana, para que, a partir de los citados análisis y el escenario
de riesgo advertido, se establezca de manera rápida, oportuna y concertada, las
medidas de protección individual y/o colectivas que correspondan para esta población
de especial protección constitucional.
12. A la Unidad Nacional de Protección -UNP- priorizar la implementación de medidas de

protección que se hayan aprobado a favor de la población en proceso de
reincorporación, establecida en el área geográfica objeto de la presente Alerta
Temprana. Adicionalmente, se recomienda acatar lo dispuesto por la JEP en las
medidas cautelares para excombatientes, en donde insta a implementar
inmediatamente las medidas de protección pendientes.
13. A la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), realizar un seguimiento

particular a las mujeres en proceso de reincorporación que se encuentran en estado
de embarazo o lactancia, garantizando la disponibilidad de servicios de emergencia
cercanas a su residencia. Además, garantizar y verificar que las IPS cercanas a su
residencia tengan cobertura por parte de la EPS a las que se encuentran afiliadas.
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14. A la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN) en articulación con

instituciones educativas y/o de formación, promover las acciones para garantizar el
acceso y permanencia a programas de educación básica, primaria y secundaria,
educación media, técnica y tecnológica a las personas en proceso de reincorporación
y sus familias, a través de la oferta pública en los territorios de advertencia. Así mismo,
promover el acceso a modelos de educación flexible acordes a los intereses y
necesidades de las personas en proceso de reincorporación y sus familias, garantizando
la participación de personas que habitan territorios de difícil acceso, o que, por sus
condiciones sociales, físicas y económicas, no puedan trasladarse a los centros
educativos y/o de formación.
15. A la Procuraduría General de la Nación, socializar e impulsar el proceso de difusión

y apropiación de la Directiva 001 de 2020, en los municipios del área geográfica de la
presente Alerta Temprana.
16. A la Agencia de Reincorporación y Normalización a través de la Mesa Técnica para

la Prevención Temprana y Superación de la Estigmatización, vincular al Consejo
Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, priorizar y adelantar la
implementación inmediata de la “Estrategia de prevención y superación de la
estigmatización” en los municipios advertidos en este documento, contemplando las
acciones adecuadas y eficaces para fortalecer los procesos de reincorporación,
reconciliación y convivencia en las comunidades receptoras, así como un adecuado
tratamiento discursivo por parte de autoridades civiles y militares.
• La estrategia deberá ser socializada en los Consejos Departamentales y Municipales de
Paz correspondientes y en los Consejos Territoriales de Reincorporación de los
municipios en advertencia, para su apropiación y ajuste territorial.
Recomendaciones sobre la población Niñas, Niños, Adolescentes y Jóvenes
17. A la Gobernación de Cundinamarca, a la Gobernación de Tolima y a la Alcaldía

Mayor de Bogotá, definir una estrategia orientada a promover e vincular a los/as NNAJ
del área geográfica objeto de la presente Alerta Temprana, a la educación superior
y/o al mercado laboral formal.
• Se recomienda que estas entidades, en articulación con Bancoldex y Finagro, definan
para la citada estrategia, entre otros, un componente de fortalecimiento a
emprendimientos, mejoramiento de la empleabilidad, la promoción, impulso,
protección y formalización de empleo, para lo cual se sugiere generar alianzas con el
sector privado.
18. A la Consejería Presidencial de Derechos Humanos y Asuntos Internacionales, en

calidad de Secretaría Técnica de la CIPRUNNA, a la Gobernación de Cundinamarca,
a la Gobernación de Tolima y a la Alcaldía Mayor de Bogotá, coordinar y orientar el
diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de una estrategia de prevención de
reclutamiento, utilización y violencia sexual (RUUVS) contra NNAJ, atendiendo los
principios y enfoque de protección integral, priorizando los territorios advertidos en
la presente Alerta. Así mismo, propiciar los mecanismos de articulación nación
territorio, que permita la ejecución de dicha estrategia.
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19. A la Consejería Presidencial de Derechos Humanos y Asuntos Internacionales, en

calidad de Secretaría Técnica de la CIPRUNNA, a la Gobernación de Cundinamarca,
a la Gobernación de Tolima a la Alcaldía Mayor de Bogotá, adelantar una estrategia
de fortalecimiento de capacidades sociales para la prevención, dirigida a líderes,
lideresas, personas y organizaciones defensoras de derechos humanos u organizaciones
sociales que adelantan iniciativas de trabajo comunitario direccionadas a la
prevención del RUUVS contra NNA y el fortalecimiento de entornos protectores.
Reactivación corredores: seguridad y defensa.
20. Al Ministerio de Defensa Nacional y a sus entidades adscritas competentes, redefinir

y ajustar estrategias de protección y seguridad enfocadas a las Nuevas Áreas de
Reincorporación (NAR) ubicadas en los territorios advertidos, contemplando la
necesidad de fortalecer los mecanismos de articulación existentes a través de Carpa
Azul y las Instancias Tripartitas de Seguridad (ITPS).
21. Al Ministerio de Defensa Nacional y a sus entidades adscritas competentes,

fortalecer los mecanismos y acciones orientadas al fortalecimiento de la
comunicación, la confianza y la protección de derechos de las poblaciones referidas
en la alerta, como son las personas en proceso de reincorporación, víctimas del
conflicto armado, líderes y lideresas comunales y sociales, NNAJ.
• Lo anterior, en coordinación la Alcaldía Mayor de Bogotá, las Gobernaciones de
Cundinamarca y Tolima, yen el fortalecimiento de las medidas de seguridad para
prevenir de forma eficaz las violaciones a los derechos a la vida, integridad, y libertad
de la población civil, y aplicar los planes de protección individual y colectiva para los
líderes y lideresas de organizaciones y movimientos sociales y comunales, autoridades
étnicas y defensores y defensoras de derechos humanos (Artículo 2.4.1.6.5 del Decreto
2252 de 2017).
22. Al Ministerio de Defensa Nacional y a sus entidades adscritas competentes,
fortalecer y reportar las medidas adoptadas para superar los factores de amenaza al
ejercicio de derechos, entre otras, las que fueron reseñadas en la presente Alerta
Temprana. Especialmente, se recomienda fortalecer las medidas orientadas a
identificar y contrarrestar los patrones de criminalidad y su relación entre los
diferentes hechos que limitan, impiden, obstruyen o vulneran el ejercicio de los
derechos de las personas objeto de la Alerta.
Mecanismos de control: Acceso y funcionamiento de la justicia.
23. A la Fiscalía General de la Nación, fortalecer las unidades de investigación

especializada que tienen injerencia en el área advertida, y reportar en un informe
ejecutivo de las medidas excepcionales adoptadas para superar los factores de
amenaza al ejercicio de derechos, entre otras, las que fueron reseñadas en la presente
Alerta Temprana. Especialmente, las medidas orientadas a identificar y contrarrestar
los patrones de criminalidad y su relación entre los diferentes hechos que limitan,
impiden, obstruyen o vulneran el ejercicio de los derechos de las personas objeto de
la Alerta.
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24. Al Ministerio de Justicia liderar la articulación con la Fiscalía General de la Nación,

la Gobernación de Cundinamarca, la Gobernación del Tolima, la Alcaldía de Bogotá,
las Alcaldías Locales y la Policía Nacional, para diseñar una estrategia que garantice
el acceso a la justicia de los habitantes de las zonas rurales del área en advertencia,
que permita una articulación con el Ministerio Público garantizando el goce efectivo
de los derechos fundamentales.
25. A la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía General de la Nación, diseñar

una estrategia de fortalecimiento para la recepción de denuncias por parte de
personas en proceso de reincorporación ubicados en el área de advertencia, con el fin
de documentar, investigar y judicializar los delitos en su contra.
26. A la Fiscalía General de la Nación diseñar una estrategia para facilitar el acceso a la
denuncia y demás mecanismos de acceso a la justicia en los territorios rurales
advertidos en la presente Alerta. Socializar con las autoridades departamentales,
municipales y locales competentes para el adecuado desarrollo e implementación de
la estrategia.
Desconfianza mutua Estado/comunidad.
27. A la Gobernación de Cundinamarca; a la Gobernación de Tolima; la Alcaldía Mayor

de Bogotá, en concurrencia con las alcaldías locales, liderar la elaboración de un
diagnóstico para cada uno de los territorios que permita medir el nivel de confianza
institucional de la población civil, el cual será la línea base para la elaboración de las
estrategias referidas en las siguientes recomendaciones:
28. A las alcaldías del área geográfica de la presente Alerta Temprana, convocar con
carácter prioritario a las respectivas instancias territoriales de Derechos Humanos y/o
mecanismos de interlocución que cuentan con la participación de las organizaciones
sociales y plataformas de las poblaciones y grupos sociales en riesgo para que, a partir
de la socialización de esta alerta temprana, se definan propuestas orientadas a: (i) la
prevención temprana y/o estructural de los factores de riesgo del escenario advertido;
(ii) prevenir violaciones a los derechos a la vida, a la integridad, libertad y seguridad
personal; (iii) respetar y garantizar libertades civiles y políticas; (iv) prevenir
infracciones al Derecho Internacional Humanitario; y, (v) posibilitar el desarrollo y/o
fortalecimiento de capacidades institucionales y capacidades sociales para la
prevención
• Se recomienda priorizar, dentro de esta estrategia de acceso a la oferta institucional,
el componente de acceso a la justicia, a través de: las casas de justicia, jornadas
móviles de acceso a la justicia, líneas abiertas (mail, teléfono, celular, mensajería
móvil), u otras que resulten pertinentes al contexto y que no expongan a riesgos
adicionales a la población que accede a estos servicios.
29. A la Gobernaciones de Cundinamarca y Tolima y a la Alcaldía Mayor de Bogotá,

coordinar y adelantar una estrategia de acceso a la oferta institucional en el área
geográfica de la presente Alerta Temprana, para asegurar la atención y asistencia por
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las entidades concernidas en esta advertencia. Se recomienda evaluar y, si procede,

ajustar la oferta institucional orientada a: (i) la prevención temprana y/o estructural
de los factores de riesgo del escenario advertido; (ii) prevenir violaciones a los
derechos a la vida, a la integridad, libertad y seguridad personal; (iii) respetar y
garantizar libertades civiles y políticas; (iv) prevenir infracciones al Derecho
Internacional Humanitario; y, (v) posibilitar el desarrollo y/o fortalecimiento de
capacidades institucionales y capacidades sociales para la prevención.
• Se recomienda priorizar, dentro de esta estrategia de acceso a la oferta institucional,
el componente de acceso a la justicia, a través de: las casas de justicia, jornadas
móviles de acceso a la justicia, líneas abiertas (mail, teléfono, celular, mensajería
móvil), u otras que resulten pertinentes al contexto y que no expongan a riesgos
adicionales a la población que accede a estos servicios.
30. Al Ministerio del Interior liderar en concurrencia con las entidades territoriales, la
creación de un espacio interinstitucional para diseñar una estrategia para el
fortalecimiento de capacidades sociales, comunitarias y de las organizaciones para la
participación e incidencia en las decisiones públicas, la rendición de cuentas, el
control ciudadano.
31. A las Personerías municipales y a la Personería de Bogotá, socializar con los pares
del ministerio público y la población civil cuando sea oportuno los resultados de sus
labores de monitoreo y verificación permanente sobre la situación humanitaria, con
énfasis en las organizaciones sociales, comunitarias, organizaciones de víctimas y otros
grupos vulnerables, con el objetivo de garantizar los derechos a la vida, la integridad,
la seguridad y libertad de todos los grupos poblacionales involucrados en la presente
Alerta Temprana.
Todas estas acciones deberían estar orientadas a la superación de los factores de riesgo
descritos en el escenario de riesgo definido en el presente documento.
Cordialmente,
ORIGINAL FIRMADO
CARLOS CARMARGO ASSÍS

Defensor del Pueblo
Revisó y Aprobó: Ricardo Arias Macías 21/02/22

Defensor Delegado para la Prevención de Riesgos de DDHH y DIH
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ALERTA TEMPRANA #005-2022: Localización Geográfica Del Riesgo

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Nombre del proceso/Subproceso: Prevención y Protección Código: PP-P01-F10

ALERTA TEMPRANA N° 005-2022

LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA DEL RIESGO

Zona Urbana Zona Rural

San Miguel (Sectores:

Santa Lucía, hoyerias,

POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE RIESGO

Campesinos, excombatientes, gestores de paz, presidentes y

IDENTIFICACIÓN DE POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE RIESGO:

La provincia de Sumapaz está compuesta por 10 municipios del departamento de

Por otra parte, el municipio de Viotá pertenece a la provincia del Tequendama

Cuadro 1: Población del área advertida

Urbana Rural Total % Rural

DESCRIPCIÓN DEL RIESGO

El proceso de desmovilización y reincorporación de las FARC, iniciado tras la culminación

De la misma manera, y mediante el monitoreo realizado por la Defensoría del Pueblo, ha

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2 Para más información consultar la Alerta Temprana 039-20

De esta manera, y como es descrito por el Centro Nacional de Memoria Histórica en su

Conforme al escenario de riesgo descrito anteriormente, la Defensoría del Pueblo advierte

2. GRUPOS ARMADOS ILEGALES FUENTE DEL RIESGO

Autodefensas Gaitanistas de Colombia,

VALORACIÓN DEL RIESGO

1. CONTEXTO SOCIAL Y DE LA POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE RIESGO

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10 (Defensoría del Pueblo – SAT, 2002)

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