Santa Eulalia Deba 00 Fab R
Santa Eulalia Deba 00 Fab R
Santa Eulalia Deba 00 Fab R
c:ist*
BX 4700 .B82
F32 1958
l
abregaGrau Ano»?
Digitized by the Internet Archive
in 2014
https://archive.org/details/santaeulaliadebaOOfabr
.SANTA EULALIA DE BARCELONA
PUBLICACIONES DEL I N S T . ESP. DE EST. ECLESIASTICOS
SECCIÓN: MONOGRAFÍAS N.° 4
/
ANGEL FABREGA GRAU
Doctor en Historia eclesiástica
SANTA EULALIA
DE BARCELONA
REVISION DE UN PROBLEMA HISTORICO
Imprimatur
dió sobre Europa al declinar la Edad antigua potentes focos de luz desde
sus emporios de la civilización v de la cultura paleocnstianas : Alejan-
dría, Cartago, Hipona. Las tendencias alegóricas v simbólicas peculiares
de las escuelas catequéticas que brillaron en estas iglesias, v, sobre todo,
el ejemplarismo de San Agustín, llevado hasta el último ápice en su
obra inmortal La Ciudad de Dios, ejercieron un poderosísimo influjo
Estas actas o leyendas, género literario tan noble como las parábolas
empleadas por el Divino Maestro, contribuyeron de una manera singu-
larísima a la formación de la piedad del pueblo fiel, de aquella que fué,
no se olvide, cristianísima Edad Media. No en balde decíamos que los
Es1
cierto que un decenio después de la publicación de la obra de Ponsich
cuatro autores queremos dar, en breve síntesis, nuestro juicio, tan obje-
tivo como será posible.
mosa disputa que costó la vida a uno de los controversistas y le valió al otro
las más severas penas canónicas. En su día —no aquí, que no es su lugar — pu-
blicaremos, Dios mediante, el resultado de estas nuevas investigaciones.
:
siguientes extremos
La pasión más antigua que conocemos de Santa Eulalia de Barcelo-
m
na es la BHL, 2.696 ( = B ), que por haber sido la fuente de la noticia
del martirologio de Beda, debe ser de principios del siglo VIII. Este
texto es un calco hecho palabra por palabra sobre la pasión de la santa
ementense, y se difundió extraordinariamente por Francia, Italia v Ale-
mania, según testimonio de los manuscritos.
La existencia, a mediados del siglo vil, de un obispo de Barcelona
llamado Quirico, autor del himno «Fulget hic honor sepulcri» es una
pura imaginación sin fundamento alguno; las listas episcopales de Bar-
celona presentan entre año 693 v el 858 una laguna en la que se puede
el
Por otra parte, creemos que en este artículo su autor ins:ste dema-
siado en el cotejo de los textos histórico-litúrgicos de ambas mártires, v,
pasión Bm ,
que. como dijimos, es totalmente ajena a la tradición local
barcelonesa, y el martirologio de Beda, que se inspiró en este texto para
componer su noticia. Pero ya el martirologio lyonés, que se inspiró para sus
noticias en fuentes hispánicas, y los demás martirologios históricos me-
dievales corngieron la fecha conmemorativa ajustándola a la del 12 de
febrero, tal como venía celebrándose en Barcelona desde tiempo inme-
morial.
Todo ello servirá para hacer entrever, a cuantos se interesen por este
problema hagiográfico, el poco fundamento de las razones y el desvío
de las conclusiones del artículo de nuestro amigo el P. Moretus. Los
yerros que hemos tan sólo apuntado son los que por su trascendencia
vienen a ser más decisivos en las conclusiones. Hay, además, otros erro-
res de menor cuantía que omitiremos proponer para excluir todo ánimo
de polémica.
dosis de acendrado amor a Santa Eulalia con que nuestro amigo ha ama-
sado toda su obra y se verá cuán difícil resulta enjuiciar equitativamente
liana durante los años de 1929-31. Creemos que merecen especial mención
los «Eulaliana»IV, San Quirico obispo y Santa Eulalia de Barcelona
{((Reseña Eclesiástica», 22 (1930), pp. 152-167); V, Himno de San Quiri-
co en honor de Santa Eulalia de Barcelona (Ibídem, pp. 210224);
VI, El Passio de Santa Eulalia del códice CIV de la S. I. C. de
Barcelona es anterior al himno "Fulget hic honor sepulcri" (Ibídem, 23
{1931), pp. 79-60); y IX, L'antic temple de Santa Eulalia del Camp
(Ibídem, pp. 165-176).
Nuestro objetivo.
a su favor una historia de su culto tan antigua como casi todos los
demás mártires de la iglesia primitiva de España. Son de tanta firmeza
las conclusiones que se siguen de la investigación de la historia de su
# # #
III
FUENTES Y BIBLIOGRAFIA
Ediciones de fuentes.
Acta Sanctorum, febrero, II, pág. 576; julio, VI, pág. 78. (Cf. PL, 75, col. 1.049.)
Benedictinosde Silos, PP. : Anttphonarium mozarabicum de la Catedral de
León, León, 1028.
SANTA EULALIA DE BARCELONA I
9
Lorenzana, A.: Liturgia mozarabica: Breviarium gothicurn. PL, 86, coi. 1.099-
I.IOZ.
Morin, G. : Liber comicus, sive Lectionarius Missae, quo Toletana ecclesia ante
annos mille et ducentos w.ebatur (Anécdota Maredsolana, I). Maredsous, 1893.
Pérez de Urbel, J.
; A. González y Ruiz-Zorrilla : Liber Commicus. Vol. I
París, 1931.
Ruynart, T. : Acta primorum martyrum sincera. París, 1689.
Tamayo de Salazar, J.
Martyrologium hispanicum. Vol. I. Lyon, 165 1.
:
Bibliografía principal.
drid, 1910.
Aymerich, M. Nomina : et Acta episcopomm barcinonensium. Barcelona, 1760.
A. M. DE B. Una Passio : inédita de Sta. Eulalia de Barcelona. [ = BHL, 2696],
en «Estudios Franciscanos», 18 (1817), págs. 37-40.
Boria, D. L: Nuestra paysana, patrona y tutelar Eulalia... Barcelona, 1779.
— —
• Véase Pedros y Riera, J.
.
celona, s. a.
Madrid, 1929.
Lambert, A.: Barcelone (Dioces e de), en «Dict. Hist. ec Géogr. ecclésiastique»,
vol. VI, col. 670.
1914-15.
— — Taulj. deis altars y capellés de la Seu de Barcelona. Barcelona, 1906.
Meyer, W. Ueber die rytmischen Preces der mozarabiscben Liturgie.
: Ber-
lín, 1913.
Moretl s, H. : Les snin) es Eulalies, en «Revue des Questions historiques», 89
(191 1), págs. 85-119. Cf- DACL, V, col. 705 y ss., y «Analecta Bollandia-
na», 30 (191 1), pág. 478.
Muñera, J.
Eulalianas I-IX. (Serie de artículos sobre Santa
: Eulalia de Barce-
lona aparecidos en «Reseña eclesiástica» y «Paraula cristiana», de
revistas
Barcelona, 1929-31.
Sania Eulaia de Barcelona, virgen y mártir. Barcelona, 1945. (Biblioteca
«Nuestros santos».)
— — ((Eulogio», «Eulalia» y «Zaid», artículos en Enciclopedia Espasa-Calpe.
Una heroína española que sucumbió en la décima persecución del Imperio
Romano, santa Eulalia de Barcelona. Barcelona, 1951
Pedros y Riera, J. : (Seudónimo de D. I. Boria) : Justa repulsa del argumento
negativo y equivocaciones en que cimentaba la defensa de su censura, que dió
a la luz el M. R. P. Fr. Agustín Sala, a fin de impugnar algunos hechos del
martirio de la insigne virgm y protomártir santa Eulalia barcelonesa. Madnd,
•787-
SANTA EULALIA DE BARCELONA 2 I
Peeters, P. Une invention des SS. Valere, Vin-.^ent et Eulalie dans e Pélopo-
:
!
que», 28 (1926).
Ponsich Y Cams, R. de: Vida, martyrtos
y grandezas de santa Eulalia, hija, pa-
irona y tutelar de Barcelona, con las pruebas que convencen ser distinta de
la de Mérida... Madrid, 1770.
TarrÉ, J. : Santa Eulkria de Barcelona: l'htmne del bisbe Quirse, en «Vida cris-
# # *
Por !as mismas razones que alegábamos en nuestra edición del Pasionario his-
pánico pág. 14), decidimos en esta obra hacer el mismo uso de los epíte-
(vol. I,
ya a sus libros, que estuvieron en uso en España desde un principio hasta los
últimos años de! siglo XL
Especificaciones temporales de esta palabra serán los calificativos «hispano-
romano» para el período «Evangelización de España-Conversión del pueblo vi-
sigodo en el III Concilio de Toledo (a. 589)» ; «Visigótico» desde el año 589
hasta la invasión de los árabes (a. 711); y «Mozárabe» desde la invasión hasta
la supresión de! rito hispánico hacia Jos últimos años del siglo XL
ESTUDIO
)
gar a su conocimiento más que por vía deductiva. A este grupo pertenecen
los santos cordobeses Acisclo, Zoilo, Fausto, Jenaro y Marcial de Córdoba,
la
escueto testimonio del vate cala^urntano
3
realidad de su ex.stencia histórica.
...
Prudencio, es ^aran-
Xo es aquí el lugar adecua-
do para demostrar la significación litúrgica del testimonio de Prudencio
en el himno IV de su Penstéfanon, donde vienen recordados; próxima-
mente lo desarrollaremos en un lugar más oportuno.
Es más, a nuestro entender no sólo hav que reducir a la categoría
del primer grupo los mártires cuvo culto aparece atestiguado en la obra
poética de Prudencio, a fines del siglo iv, sino también aquellos que
pertenecen a la primera sene del tercer grupo, a saber : aquellos cinco
mártires españoles, no citados por el vate de Calahorra, pero cuvos vesti-
gios de su culto, o a lo menos su memoria, son anteriores al IV Conci-
liode Toledo del año 633. La segunda sene de este tercer grupo, que
comprende aquellos mártires cuvos pnmeros vestigios cultuales o su
memona histórica aparece por primera vez después del año 633, están
en una situación de manifiesta inferioridad respecto a los demás, por
silencio de este poeta respecto de los otros. La mavor parte de los autores
glos v y vi.
De aquí que se imponga un estudio profundo y serio del valor del
testimonio negativo de Prudencio para ver si realmente el silencio del
poeta acerca de Santa Eulalia de Barcelona es un argumento suficiente-
mente poderoso para hacer dudar de su existencia histórica. Sin embargo,
para proceder con claridad es conveniente demostrar antes la existencia
del culto a nuestra santa en Barcelona, por lo menos a fines del siglo vi.
# # #
1
A. FÁBREGA Grau, Pbro., Pasionario hispánico, z. I, Estudio. Madrid-
Barcelona, C. S. I. C, Inst. P. E. Fiórez, 1953, 303 págs.
La de la existencia de la Pasión d¿ communi, fundamental en nuestro
teoría
estudio, ha sido revisada recientemente por el P. B. De Gaiffier. Nuestro buen
amigo, a quien sometimos el original del I vol. del Pasionaria hispánico, antes
de que lo presentáramos como tesis doctoral en !a Facultad de Historia eclesiás-
tica de la P. Universidad Gregoriana,
y que benignamente nada entonces nos
objetó, propuso después ciertos reparos en «Analecta Bollandiana», 72 (1954),
páginas 378-396, unos pocos muy atinados y que suscribimos; otros, en cambio,
nos parecen poco convincentes. Esperamos que ante la edición crítica del Pasionaria.
Hispánico, aparecida con posterioridad al artículo mencionado, serán más claras
las razones que, como seguimos creyendo, sostienen nuestra tesis acerca del al-
cance de la Pasión común. Nosotros nos apovamos únicamente sobre los textos
del Pasionario, y no sobre versiones que no figuran en él (cf. págs. 387, 391, etcé-
tera, del Además se nos citan expresamente frases que,
artículo mencionado). si
llegó poco después, Cucufate y Eulalia, y otros muchos que sería prolijo
enumerar; tomó luego el camino de la tranquila y pacífica Zaragoza,
donde dió muerte a los llamados Innumerables; de aquí entró en Alcalá
T
de Henares, donde inmoló a usto y Pastor; llegóse después hasta To-
tro buen amigo (pág. 393), puesto que no la demuestra. Véase cómo también
otros Je han atribuido inexactitudes, razones hipotéticas y no definitivas, en «His-
pania Sacra», 7 (1954), pág. 497.
2
El texto latino, suprimidas las frases que para nuestro objeto tienen un
valor secundario, dice así: «Primum namque Galham, ut lupus cruentus intra-
vit (Datianus) : ibique exsatiatus sanguine martyrum ac cadavera crapulatus, ruc-
tans,Spaniam ingressus est : Felicem, Cucufatem, Eulaliam et alios, quorum
nomina longum est scribere, gravissimis tormentis afficiens, Deo animas conse-
cravit innocuas. Ac post inde feücissimam Caesaraugustam, quasi leo frendens,
arripuit... Inde a!acri profectu complutensem ingreditur civitatem; protinus pro
cruore lac, truncatis corponbus, geminas margaritas...
fundens, Iustum et Pas-
torem a térra ad coelos per feralem impietatem pius Dominus suscepit. Deinde
adveniens toletanam urbem... reperit Leocadiam... Properans itaque E'lboram,
officium omne praemonet suum... Statimque, compertum adulescentem quern-
dam nomine Vincenáum..., quem cum Sabina et Christete, eius sororibus, in
abelensem urbem persequens, digna Christo muñera dedicavit. Profectus ab El-
bora, emeretensem ingreditur civitatem..., multosque, sanotorum crudeliter san-
guine fuso, transmissit ad Dominum inter quos Eulaliam, multis cruciatibus
;
y Toul, que, como es sabido, puede datarse como una obra compuesta
en el segundo terco del siglo ix. Traducido al castellano dice así: «II
Id. Febr. En España, en la ciudad de Barcelona, es la fiesta de Santa
Eulalia virgen y mártir, que sufrió el martirio en tiempos del emperador
Diocleciano, bajo el poder de Daciano prefecto de España, cuando bajo
el mismo tirano consta que recibieron las gloriosas palmas del martirio
San Cucufate en la misma Barcelona y San Félix en Gerona. Así está
celonesa, ya que hav que descartar que esto lo dijera movido por la
3
Pasionario hispánico, págs. 67-78.
4
H. Moretus, Les saintei Etdalie, «Revue Quest. hist.», 89 (191 1), pág. 112,
SANTA EULALIA DE BARCELONA 3*
gañar, pero en esto no pudo falsear unos hechos que sus contemporáneos-
habrían podido reprocharle. Según esto, aun aquellos autores que nie-
gan la historicidad de estos cuatro santos deben admitir, si no quieren
ser tildados de hipercrítica, que este texto atestigua un culto existente
por lo menos a fines del siglo vi en Avila para los santos Vicente, Sabina
5
Mansi, vol. 10, col. 622-623.
SANTA EULALIA DE BARCELONA 33
Por esta misma razón también, y dado que para redactar las piezas
litúrgicas propias de los mártires era necesario conocer los detalles histó-
ricos que rodearon el martirio de aquellos héroes de la fe cuya gloriosa
memoria quería resucitarse, hubo necesidad de crear las pasiones propias.
En estas circunstancias de fervoroso renacimiento litúrgico hispano era
natural que la atención de los fieles y doctores de la iglesia visigótica
recavera desde el primer momento sobre los mártires que fecundaron con
su sangre la península ibérica, de los cuales, excepto San Fructuoso y com-
pañeros, San Vicente, Santa Eulalia de Ménda
y las santas Justa y Ru-
fina, no se sabía más que las cuatro vaguedades que se leían en aquella
Pasión de comimuni que se empleó, tarde o temprano, en su culto, a
falta de pasiones propias. Por esto no es de extrañar que, excepto para
los Innumerables de Zaragoza cuya Pasión parece compuesta a principios
del siglo vil, todos los demás mártires recordados en la Passio de commu-
ni, (Leocadia, Justo y Pastor, Eulalia de Barcelona, Félix, Vicente, Sabina
# # #
3
34 ÁNGEL FÁBREGA GRAU
paraba de los demás era el silencio del poeta calagurritano Prudencio. De-
mostrada la existencia del culto a nuestra santa a fines del siglo vi,
hecho que por sí solo valoriza poderosamente la tradición cultual de
nuestra santa frente a la de muchos otro mártires hispanos, es aquí el
mártires cristianos. Por su naturaleza ibérica era natural que mostrara una
predilección especial por los mártires españoles : de los catorce himnos de
que consta su obra Peristéfanon, seis están dedicados a la memoria de
mártires hispano-romanos (dos a Emeterio-Celedonio, Eulalia de Mérida,
Innumerables de Zaragoza, Vicente, Fructuoso- Augurio-Eulogio) ; y de
los otros dieciséis mártires, que incidentalmente recordó, nueve son asi-
his locus» — conviene que, dejando para otros el estudio del problema res-
pecto a otros santos, estrechemos más el círculo de investigaciones en
torno a Santa Eulalia de Barcelona.
'
Agradecemos sinceramente a nuestro amigo don Baltasar Cali, licenciado
toda vez que así le convenía por la razón argumental del himno más
arriba explicada.
bajo forma b (—
la ),
pues únicamente podría entrar posponiendo a!
nombre de Eulalia una partícula monosilábica breve, v esto no es de
creer que tuviera interés en hacerlo el ooeta por las mismas razones que
quiso evitar el fenómeno de la sinícesis.
Movido, pues, por las dos razones expuestas, una de r.po argumental.
otra de tipo prosódico, Prudencio tuvo poderosas razones sujetivas para
callarse, aun conociéndolo, el nombre de Eulalia en el himno IV de su
Peristéfanon.
Con todo lo que hasta aquí antecede, queda pues demostrado que
el testimonio negativo de Prudencio en nada impide que el culto que
Barcelona tributaba a su Santa Eulalia -.1 declinar el siglo vi, según tes-
timonio de la Passio de cornmuni, pueda remontarse a los años inmediata-
mente paz de Constantino, y así este culto equiparado al
posteriores a la
II
o monasterio.
De muchos de estos manuscritos cenemos las fotografías sobre las
Oracional.
Leccionario.
celebración de la misa.
De este libro conocemos cuatro manuscritos y un fragmento; es a
saber: el manuscrito de la Biblioteca Capitular de Toledo 35,8 y dos
Todos estos manuscritos han sido objeto de estudio por parte del
padre J. Pérez de Urbel y A. González en la publicación de su obra
2
Líber Commicus . Ninguno de ellos incluve, entre las fiestas de már-
tires, a Santa Eulalia de Barcelona.
Tampoco
se halla el nombre de nuestra santa entre las 216 notas con
1
José Vives, Oracional visigótico. (Barcelona. 1946), LIV-433 págs. Cf.
«Anal, sacra Tarraconensia», 18 (1945), págs. 1-25.
1
J. Pérez de Urbel, A. González y Ruiz Zorrilla, Líber Comrnicus,^ I
HOMILIARIO.
33' 1
(s ^° x)' ^ e acl ue ll a misma biblioteca toledana, no contienen fórmula
alguna para la fiesta de la santa barcelonesa, lo que no es de extrañar
toda vez que estos códices sólo contienen homilías de tempore. Ignora-
mos, asimismo, el contenido exacto del Líber Homiliarum de la Biblio-
Antifonario.
2.199, X
4_I ^ del sl gl° IX " X ' >' e ^ del Archivo Universitario de Coim-
bra, siglo xi exeunte, o principios del siglo xn, no coinciden con los fo-
3
G. Morin-, Líber comietts (Maredsous, 1893).
* LSacr., col. 882-885.
5
DACL, 12, ((Mozárabe», col. 401.
* «Revue d'Histoire ecclésiastique», 'Louvain,
39 (1943), págs. 115 ss.
SANTA EULALIA DE BARCELONA
siglo xi
8
. pero Blume 9 v Millares Cario 10 sin duda con más conoci-
miento de causa, como del siglo x 11 También . estaba contenida la festivi-
dad de nuestra santa en el fragmento del Antifonario mozárabe de San
Juan de la Peña, de la segunda mitad del siglo x, hov conservado en la
Sacramentario.
7
Véase su texto en nuestros Apéndices.
' LSacT., col. 893-898.
9
Hymnodia gothica XXVII : Die mozarabiscben H\mnen des JtJpanischer,
Rituj, pág. 167.
Tratado de Pdeografi* española /Madrid. 1932). pág. 463.
11
Véase su texto en nuestros apéndices.
11
L. Brou, Fragments efun Amipbonaire mozárabe du monastere de San
Juan de la Peña, en «Hispania Sacras, v
5 (1952), págs. 35 53.
ÁNGEL FÁBREGA GRAU
Misal y Breviario.
solo.
11
Véase c! texto de esta misa en nuestros apéndices.
SANTA EULALIA DE BARCELONA 43
HlMNARIO.
chas de febrero. Tal sucede con el del Museo de San Vicente, de Toledo,
número 3 y el de la Biblioteca Nacional de París, lar. 2.824.
Pasionario y legendario.
14
Millares Carlo, op. cit., núms. 250-251.
44 ÁNGEL FÁBREGA GRAU
no escritas con un fin litúrgico, como los textos del Pasionano, sino más
bien ascético para formar espintualmente a sus lectores en la que se lla-
lj
maba la <(Lectio sacra» .
decir, que b.l.4 sólo contiene las festividades que entraron en la Liturgia
mozárabe desde mediados del siglo x hasta su redacción, y como sea que
Santa Eulalia ya estaba incluida en el Additional 25.600, el escribano
1S
Cf. A. FÁbrega Grau, Pasionaria hispánico, págs. 7-13.
" Edición crítica de este texto litúrgico, en. nuestros apéndices
SANTA EULALIA DE BARCELONA 45
III
Quien haya seguido paso a paso el capítulo anterior sobre los manus-
critos litúrgicos hispánicos habrá podido observar que los códices que con-
tienen fórmulas destinadas al culto de Santa Eulalia de Barcelona son muy
pocos: los dos Antifonarios, uno de León, de fines del siglo ix o principios
del x, otro de San Millán, el Aemilianensis 30 de la Real Academia de la
Additional 25.600 del Museo Británico, del siglo x, y los otros dos de
Silos, los Nouv. acq. lat. 2.180 v 2.179 ^ e ^ Biblioteca Nacional de París,
de los siglos x y xi respectivamente.
El Antifonario y el Himnano nos dan a conocer el texto del himno
aFulget hic honor sepulcn» \ el Sacramentarlo el texto de la missa
«Adesoi, y el Pasionano las actas del martirio, BHL. 2.693, para ser leídas
en el oficio y posiblemente en la misa de la festividad. Fuera de estos
tres textos no son conocidos otros formularios propios en la Liturgia hispana.
Todos ellos pueden verse publicados en edición crítica en nuestros apén-
dices.
1. El himno «Fulget».
1
Chevalier, Repertorinm . .., núm. 6.627.
1
Ibídem, núm. 26.707.
ÁNGEL FABREGA GRAU
grados estigmas de su pasión; allí Eulalia quiere ver reunidos sus devo-
tos y el poeta pide que allá se acuda. En la segunda estrofa canta las gran-
dezas de Barcelona que si siempre ha sido augusta, más lo es desde que sus
3
ciudadanos, por ella, pertenecen a tan noble abolengo .
3
Cf. JosÉ TarrÉ. Sant-a EuliirLa de Barcelona: Vbimnc del bisbe Quine, en
( Vida cristiana», 2 (1915-161. págs. 122 v sigs.
:
nieve caída del cielo. Así resistió codos les tormentos llena de un fuego
divino. Deshechos sus miembros, sale de su boca una paloma que, con
raudo vuelo subiendo maravillosamente hacia el cielo, proclama en el su-
premo empíreo la victoria de la virgen.
corporis consornum.
Después de esta oración colectiva, el autor del himno, que dice lla-
13. Inter haec admixtus ipse 14. Ut mei post claustra carnis
conquirat et Quiricus, sis memor ín aethens,
qui tiu locum sepulcri et minus quod hic peregi
regulis monasticis tu valenter suppleas,
ad honorem consecravit haec tibí perla ta vota
sempiterni numinis. vel camoena consecran s.
canon 12 del Concilio de Braga del año 563. reacción que tomó cuerpo de
verdadera cruzada en el IV Concilio de Toledo del año 633 en que bajo
la presidencia de San Isidro de Sevilla, sesenta y dos obispos de Españi
y de la Galia narbonesa establecieron que -de nuevo debían componerse
himnos con la misma libertad con que se componían misas y oraciones;
... que nadie se atreviera a reprobar los himnos, bajo pena de excomu-
nión». Fruto de esta sabia decisión conciliar fué el gran número de him-
nos que a partir de esta fecha o se compusieron en España o entraron en
ella importados de otras iglesias. Uno de estos himnos de nuevo cuño,
Ahora bien, toda vez que hav que colocar la redacción de este him-
no tan bien cortado entre el año 633. fecha dél IV Concilio de Toledo, \-
e¡ 690 en que munó San Julián de Toledo v con él el período áureo de
nuestra literatura litúrgica, v debiendo atribuirlo a un autor,buen lite-
rato, de nombre Quirico, no parece desacertado atribuirlo a uno que por
aquellas fechas fué abad de un monasterio construido junto al sepulcro
de Santa Eulalia de Barcelona, v más tarde obispo de la misma ciudad,
1
R DE PONSICH Y Camps, Vida, martyrios
y grandezas de santa Eulalia,
hija, patraña y tutelar de la ciudad de Barcelona (Madrid, 1770), pág. 48.
4
5° ÁNGEL FABREGA GRAU
con el «Quiriacus abbas» que firmó unos años antes en el Concilio VIII de-
Toledo del 653 ', según interpretación del cardenal-arzobispo García
s
de Loaysa , y sabiendo asimismo por otra parte que este Quirico, obispo
de Barcelona mantuvo correspondenca epistolar con San Ildefonso de
Toledo (657-667), y Tajón de Zaragoza (651-...) que le llaman «Quincus
episcopus barcnonensis», cuya amistosa relacón demuestra que era un
hombre de cultura no vulgar, no parece teoría peregrina el atribuir a este
varón la paternidad del himno de que se viene haciendo mención.
Era costumbre todavía en el siglo vi 1 que los obispos salieran elegi-
dos del mismo clero de la ciudad episcopal para la cual debían ser con-
sagrados; y con frecuencia eran escogidos de entre los monjes y abades,
especialmente cuando éstos tenían un prestigio : San Ildefonso de Toledo
había sido monje v abad del monasterio Agállense, de donde también sa-
está que si los argumentos sobre los cuales basan su tesis fueran conclu-
ventes le daríamos la razón, pues la verdad es siempre verdad aunque
la diga un moro. Pero es el caso que la argumentación de los autores
7
Mansi, vol. 10, co!. 1.222.
e
lbídem, vol. 11, col. 46.
'
PL, 136, col 1.026-27. -Anales de Cataluña (Barcelona, 1709), I, pág. 195,
col. 2.
SANTA EULALIA DE BARCELONA
pues en Toledo vivía todavía San Ildefonso, apareció otro obispo en Barce-
lona distinto de Quirico, pero esto no se ha demostrado todavía : no co-
pulcro de una mártir llamada Eulalia, donde el autor convoca a sus de-
1
votos. Así en las estrofas i ." v 8.
et salutem porrige,
esto sic patrona nobis
in relacu granae,
sicu: es vicina coelis
ad favorem g'.onae.
por ejemplo, para no citar más que un caso, mientras Eulalia de Mérida
SANTA EULALIA DG BARCELONA 53
al final de todos los suplicios muere envuelta en llamas que nutren sus
propios cabellos y es abandonada en la hoguera en medio del foro, Eulalia
de Barcelona, según Quirico, después de otros tantos suplicios entre los
que, es verdad, hay también el fuego, es suspendida en la cruz.
# # #
2. La Pasión BHL, 2.696, con sus vanantes 2.696a, 2.695 v 2D95 a '
blioteca de Rouen, cód. U. 17, fols. 5V-7. Siglo xv. (Cfr. A. Poncelet,
Catalogus Codicum Hagiogr. latinorum Biblioth. romanamm praeter
quam Vaticanae (Bruselas, 1910), pág. 78, núm. 115, v pág. 123, nú-
mero 57, que no pudimos consultar.)
Según testimonio del P. Moretus, esta recensión se halla también
^n los manuscritos siguientes
Biblioteca Nacional de París: Mss. lat. 5.287 (s. xm), fols. 199V-
201; 5.593 (s. xn), fols. 119-122; 5.308 (s. xu), fols. 355-355V; 5-593
(s. xi), fols. 180-182; 9-737 (s. xi 1), fols. 107V-109; 10.861 (s. vi n),
fols. 121-123V. Cfr. B. Krusch, en «Neues Archiv», 18 (1892-93), pá-
gina 594; 11.748 (s. x), fols. 85-85V; 11-756 (s. xiv), fols. 14-15;
12.021 (s. xi 1), fols. 168-169.
Biblioteca Vaticana: Mss. Vaticanus lat. 1.190 (s. xn), fols. 246V-
247V; 1.194 (s. xi 1), fols. 48-50; Ottobonianus lat. 223 (s. xiv), fo-
lios 263V-264.
Biblioteca Vaticana: Mss. Vaticanus lat. 1.190 (s. xn), fols. 246V-
fol. 180; H4 (s. xvi), fol. 13.
Como el texto de Renallo, tampoco éste figuró nunca entre las fórmulas
de la liturgia mozárabe, por lo que su valor es muy relativo para la his-
año 735, cuando San Beda el Venerable la empleó como fuente de ins-
christianis fuerat orta tempestas... Illic Hispjniae, sub Daciano praeside: quae
enim trat virgo quaedam nomine Eu- cum esset tredecim annorum, post plu-
lalia,annomrn circiter tredecim... In- rima tormenta decollata est; et resi-
civitatem... Eulalia sese in faciem prae- pore eius exire visa est.
Pasión B m Pasion M
. . . erat virgo quaedam nomine Eula- Haec ergo virgo bearissima, sancti-
lia, annorum circiter tredecim, mente monialis puella, Deo timorata... anno-
et corpore casta, religione púdica, cas- rum circiter tredecim, mente et cor-
SANTA EULALIA DE BARCELONA 57
Quid ingrcderis urbem, inimice Dei Quur ingrederis urbem, inimice Dei
excelsi? Quid persequeris cbristianos et excelsi? Quid persequeris cbristianos et
niteris perderé virgines Dei? Dominus niteris perderé virgines Dei? Dominus
me docet in veritate sua, nec auferes a me docuit in veritate sua; nec auferes
me meam, quia non seduces
castitatem a me castitatem meam, quia non se-
pueritiam meam. Dacianus praeses di- duces adule\scentiam meam. Calpuinia-
xit: O infantula, antequam crescas flo- nus praeses dixit: O infantula, ante-
rem aetatis perderé quaeris?... qudm crescas florem aetatis tuae per-
deré quaeris?
Eulalia autem quae quotidie bene- Eulalia vero beata, quae quotidie be-
dicti Tbyrsi passionem legebat, amplis- nedicti Tbyrsi pasionem legebat, am-
simo magis roborabatur ardore. Cum plissimo magis robórala ardore, quum
poenam ante se illatam vidisset... poenam ante se oblatam vidisset...
sino también en las últimas líneas «Celebratur ergo natahs eius in Bar-
cellona civitate, sub die quarto idus decembns». En esta última frase se
entre los cuales hemos de movernos para buscar esta fecha no pueden ele-
girse más que estos la fecha de redacción de la Pasión de Santa Eulalia de
:
fuera de España.
La circunstancia de que este texto nos presente una v:da de Santa
Eulalia de Barcelona como una réplica exacta de la figura de su homónima
ementense trabajada por un autor que escribió fuera de nuestra península
sin conocer siquiera la tradición oral y escrita, que ya por el tiempo en
que se redactaba este texto, estaba perfectamente trazada en los libros de
la liturgia mozárabe localizada en Barcelona, desvirtúa toda la argumen-
tación de ciertos autores que apoyan la tesis de un desdoblamiento de
nuestra santa de la de Mérida fundada en la identidad de las Pasiones e
interdependencia de los textos litúrgicos de ambas mártires. Cuando el
m
autor de B escribía su obra, hacía ya un siglo que otro autor había escri-
to otra Pasión de nuestra santa independientemente de la vida y mar-
tino de la santa ementense : la Pasión B de la cual vamos a ocuparnos
inmediatamente.
# # #
mularios de la Liturgia mozárabe v fué usada como tal. Esto quiere decir
que es la única que podremos encontrar en relación inmediata y directa
con todos o la mayor parte de los textos litúrgicos destinados al culto
local de Barcelona primero, general en toda España después, de nuestra
santa, ya como fuentes de información de estos textos, ya como sujeto
receptor de las influencias de otros textos litúrgicos anteriores, si los hay.
La Pasión B es una obra completamente original, sin dependencia al-
tructura general de ambas Pasiones, sino que tampoco admitimos, sin re-
primera y una de las últimas frases de ambos textos que Moretus enfren-
tó. Es cierto que hay en estas frases unos reflejos mutuos, pero habiéndose
perdido la versión primitiva de las actas de la santa ementense, es decir la
les siglo vn o comienzos del viii) por su autor, que por otra parte cier-
contestó con una sonrisa al confesor Félix, que le habló mientras la en-
terraba; Bm ni se enteró del hecho milagroso, etc.
talmente de v de B
m
M
según se ha demostrado, así por el contrario B
,
Himno Pasión B
in stipernis sedibus.
ciegas han seguido las palabras del P. Moretus, que el autor del himno
acudiría a su inventiva para redactar su obra en versos trocaicos, de ma-
nera que no fué la Pasión la que inspiró al autor del himno, sino que
en éste se inspiró el autor de B para desarrollar el tema. Esto
la Pasión
cuesta nada decirlo, pero costaría mucho demostrarlo, pues no es éste
el proceder lógico ni el camino común que se sigue normalmente en ca-
se deduce que esta pieza en nada desdice de un autor del siglo vn. So-
brio en la manera de narrar, sin afectación alguna, el hagiógrafo no tuvo
afán alguno de impresionar a los oyentes ni por la profundidad doctrinal
o dureza imprecatoria de las frases de su joven protagonista, ni por la
sido la fuente de inspiración del himno, hay que añadir otra argumenta-
ción más poderosa y más sólida.
Si el himno «Fulget» fuera más antiguo que la Pasión B, y se qu-ere
sostener la tesis de que la Pasión se inspiro en el himno, habrá que ser
10
Cf. J. Muñera, artículos citados de «Reseña eclesiástica», 22 (1930), pá-
ginas 210-224, y 23 (1931), págs. 79 y sigs.
5
66 ÁNGEL FÁBREGA GRMJ
resto de frase alguna que pudiera ser un vestigio de metro poético son-
sacado del himno. Al mismo tiempo, con estos vestigios métricos del
himno deberían haber pasado a la Pasión todos los detalles más carac-
terísticos del poema, y en este caso en la Pasión, sin duda, se habría
hecho mención del monasterio construido junto al sepulcro de la santa,
tular de Toledo de fines del siglo ix, dado a conocer por Dom Mario
Ferotin en su magistral edición titulada Le Líber mozarabicus Sacra-
mentorum (París, 191 2). El manuscrito contiene en los folios 65r-67v una
misa señalada con el número XXXIII y titulada «Missa in diem sanctae
Eulaliae barcinonensis».
Es verdad que en ninguna parte el manuscrito dice que esta fiesta
se celebrara el 12 de febrero; pero la colocación de esta misa entre la de
Santa Dorotea, cuya fiesta se señala en los calendarios hispánicos al día
7 de febrero, y la de la cátedra de San Pedro en Roma, que aquellos ca-
lendaros asignan al día 22 del mismo mes, aparta toda duda de que
Santa Eulalia de Barcelona, al tiempo de la composición de este manus-
misa de un mártir, o en las Vitae, si se trata de las misas de los pocos con-
fesores que contiene. Así acontece con la misa de nuestra santa.
La misa de Santa Eulalia de Barcelona fué escrita teniendo cierta-
mente a la vista una Pasión de la santa. Esta Pasión, dado que el autor
de la misa ciertamente no conoció el texto B m según
,
luego demostrare-
mos, fué la Pasión B.
Si no fuera porque el P. Moretus se empeñó en sostener insensata-
mente que la misa depende de la Pasión de Eulalia de Mérida v de la de
m
la seudo Eulalia barcelonesa B , habríamos creído inútil gastar tiempo
entreteniéndonos en comparar textos e ideas para demostrar que la misa
no depende absolutamente en nada ni de ni de B
m
Pero toda vez M .
m
3) La Pasión B dice que Eulalia de Barcelona murió decapitada.
La misa, de acuerdo con la Pasión B, dice que murió entre las llamas de
las teas que los esbirros le aplicaban a sus pechos, después que el fuego
se volvió milagrosamente contra los verdugos
Dacianus praeses di- ...et qui [Deus] illi post Praeses iussit militi-
xit : Ducite, decollate flammas contulit coelum... bus fáculas ardentes
verbosam . . Inde est ergo, quod coeles- lateribus eius adplica-
Eulalia autem decol- u's f.amma temporahbus flam- ri... quamdiu flarnma-
lara est... mis victa non def ecit ; sed vic- rum facibus exnrexe-
trix potius potestatem huius tur...
m
4) $e gún B . Eulalia barcelonesa murió sin que ocurriera nada ex-
traordinario ; en cambio, la misa, de común acuerdo con B, refiere la
milagrosa nevada que cavó del cielo para cubrir la desnudez de su cuerpo
virginal colgado en la cruz después de su muerte
Sepelivit autem eam ... post obitum sic exultat... ...viri religiosi [in-
üonarus presbvter... cum hic beato co?rfeiso r L Fe- ter quos] sanctus Fe-
iici... (LSacr., col. 139) ¡tx, qui in confessione
unanimis eius fuerat...
sepelKrunt eam...
m
6) La Pasión B no menciona la sonrisa del cuerpo exánime de Eu-
lalia después de la muerte: en cambio la misa, con dependencia de B, se
refiere a ella textualmente
Misa Himno
tudio del latín en que está escrito, parece que no hay inconveniente en
atribuirlo a la misma época en que se compusieron las otras piezas del
oficio de la santa, después que el IV Concilio de Toledo del año 633, para
incrementar el culto a los mártires, dispuso v ordenó, contra anteriores
normas prohibitivas, que se compusieran himnos con la misma libertad
11
Origen de los himnos mozárabes, pág. 40,
SANTA EULALIA DE BARCELONA 73-
Es cierto que de esto no se sigue que esta misa, que sin duda debió
componerse a mediados del siglo vu a honor de Santa Eulalia en Barce-
a una redacción bastante antigua, nada impide que atribuyamos a esta una
fecha de redacció» contemporánea a la Pasión B y a aquel himno, es de-
santa tenía en nuestra ciudad para cantar sus glorias, sino que vino a
perfilar la figura histórica que nos trasmitía la tradición, creando las actar
propias de Santa Eulalia en las que con independencia plena de la vida
de su homónima emeritense, volcó todo cuanto pudo recoger de labios dé-
IV
MARTIROLOGIOS Y CALENDARIOS
rios hispanos, no gozan de esta misma autoridad que los del siglo iv. Asi-
mismo aquellos martirologios primitivos tendrían igual autoridad que los
calendarios de donde sacaron exclusivamente .sus noticias.
SANTA EULALIA DE BARCELONA 75
mayor antigüedad.
1. LOS MARTIROLOGIOS
A. El Martirologio Jerommiano
por dos recensiones : una primitiva llamada Itálica v otra llamada Gali-
cana algo posterior.
La recensión primitiva, o Itálica por haber sido escrita en la Italia sep-
tentrional, en la región de Milán o en la de Aquileya, es de un autor
anónmo de la segunda mitad del siglo V. Su autor, pues, no pudo ser
San Jerónimo, que murió en el año 420. De ella no queda ningún manus-
crito. El autor anónimo de esta recensión se inspiró para componer su
obra en un calendario local de la iglesia romana redactado antes del año
compuso alrededor del año 600. tomando por base la recensión primitiva,
a la que se limitó a añadir algunos nombres sacados de otros caléndanos
locales de Francia. Los códices de esta recensión son muchos : De Rossi-
Duchesne se limitaron a publicar diplomáticamente el Epternacense, el
Bernense y el \Vissemburo;ense. dando en las notas las lecciones de los
códice B de fines del siglo vm, añade al nombre de Eulalia la frase «quo-
tampoco fueron oriundos de Africa, como por ejemplo Vicente (de Za-
ragoza) y otros. Efectivamente, el P. Delehaye restituye la lección del
arquetipo de ambas familias galicanas del Martirologio Jeronimiano así
<(in Spanis Eulaliae».
Creeríamos una imprudencia empeñarse en sacar más punta a esta
frase para demostrar que aquí se trata evidentemente de Santa Eulalia de
Barcelona. De este solo testimonio del Jeronimiano y con esta frase, tal
1
Llámanse Martirologios «históricos» los martirologios medievales
que nombre de cada santo añaden un pequeño resumen de sus actas o
al
tóricos que dicen relación con el culto de Santa Eulalia de Barcelona. E.'tos
son: el Martirologio de Beda, el Martirologio anónimo de Lyon del ma-
nuscrito de la Biblioteca Nacional de París, lat. 3-879. el de Floro de Lyon r .
sino con qué género de lucha, o bajo qué juez vencieron al mundo.
Fué escrito en aquel célebre cenobio inglés en una época incierta,
siglo viii, es decir, las que señalábamos con las siglas B v B m Beda ,
essec tredecim annorttm, post plurima enim erat virgo quaedam nomine Eu-
tormenta decollata est; et resaliente ab lalia, annorttm circiter tredecim... ín-
ej capí te, columba de corpore eitts exire troeunre todem Daciano Barcellonam
visa est. (MHMA., pág. 71.) civitatem... Eulalia sese jn facien prae-
sidis obtuht... (siguen numerosos tor-
mentos). Eulalia autem decolhta est et
quo est, resilivrt ab ea ca-
die percussa
put Exüt autem de corpore eitis
eius.
Este martirologio anónimo fué escrito en Lvon antes del año 806.
Su autor tomó como base un manuscrito de la segunda familia del Mar-
tirologio de Beda, que reprodujo en su totalidad, aumentándolo con
129 nuevas aportaciones v completándolo con otras 15 noticias o men-
ciones va insertas en el martirologio de su predecesor.
La labor más importante que llevó a cabo fué. sin duda, la de am-
pliar las noticias históricas contenidas en Beda. Para ello revisó otra vez
el Martirologio Jeronimiano, que le avudó a hacer ciertas correcciones,
Cf. PL, no, col. 1.185. Acta SS., Mar. II. XXXVIII. y PL, 94, col. 1.128.
SANTA EULALIA DE BARCELONA
3
Londres, Mustc Brit., Add. 25.600, y París, Bibl. Nac, Nouv. acq.
lat. 2.180.
* Cf. H. Qlentin, op. cit., págs. 139 y sigs.
6
82 ÁNGEL FABREGA GRAU
c) El Martirologio de Floro.
¡
París, Bibl. Nac, lar. 5.263.
' Bolonia, Bib!. Univ., 925.
:
7
8
nach, del siglo xil ,
y T, Toul, de los primeros años del siglo xiv .
7
París, Bibl. Nac, 10.158.
1
París, Bibl. Nac., 10.018.
»4 ÁNGEL FÁBREGA GRAU
Como se ve, esta noticia, tal como está redactada, no puede ser ante-
e) Martirologio de Adón.
Este martirologio fué escrito hacia el año 860 por un monje bene-
dictino llamado Adón. que más tarde fué creado obispo de Vienne, en
las Galias. Tomó por base de su obra, según apuntamos ya, la obra de
Ploro de Lvon, que corngió y aumentó con las correcciones y añadiduras
del o Parvum», audaz falsificación del mismo Adón, más otras mencio-
nes y noticias introducidas o desarrolladas por él mismo.
La noticia de Santa Eulalia de Barcelona es exactamente igual a la
de Floro, por lo que carece de importancia para el estudio del desarrollo
de los textos de los Martirologios históricos que se refieren a nuestra
santa.
:
f) Martirologio de Usuardo.
«L (núcleo primera mitad del siglo x; núcleo siglo xi) = León, Bibl. Catedral,
S
3
(año 1052) = Silos, ms. 3, fols. 1-3 = Ferotin B). (
9
Cf. M. Alamo, Les calenátieis mozárabes, d'aprés Dom Ferotin. Additions
•et corrections, en «Revue d'Histoire ecclésiastique», 29 (1943), págs. 100-131.
10
Véase nuestra edición pa'eográfica de los Calendarios, en «Hispania Sa-
«ra», 2 (1949), 1 19-146, 339-380, 145-161.
y 3 (1950),
SANTA EULALIA DE BARCELONA 87
siglo vi. Es cierto que hay algunos nombres raros inscritos en una fecha
más reciente, corno por ejemplo San Ildefonso, San Pelagio; pero éstas
son adiciones excepcionales que apenas cambian la fisonomía de la re-
dacción primitiva. Hay que observar que fuera de una veintena de san-
tos, la mayor parte de ellos españoles, todos los demás (y ellos se cuentan
12
por centenares) pertenecen a los cuatro primeros siglos de la Iglesia» .
tos manuscritos, excepto el de Córdoba, son todos del siglo xi, reprodu-
cen un texto mucho más antiguo que remonta más allá de la invasión
13
de los árabes, en el año 711» .
nuar, según se puede ver en el texto antes transcrito, es que entre los
centenares de santos que figuran en los calendarios sólo unos pocos, unos
veinte, murieron en época posterior al siglo iv. Así formulada es una
razón ele cierta apariencia, pero de ningún valor. Para que lo tuviera se
11
Étude sur neiif edendrien mozatabes, en Liber Orclinum (París, 1904),
págs. XXX- XXXV v cois. 449-497.
12
Loe. cíe, págs. XXX-XXXI.
13
Líber Sacramentorum, pág. XLIII.
88 ÁNGEL FÁBREGA GRAU
debería poder formular así: los sancos de los cuatro primeros siglos figu-
ran, con raras excepciones, en todos los calendarios, mientras que éstos
están casi siempre discordes respecto a los santos de los siglos postenores.
14
Por desgracia, la realidad es muv distinta . Es un razonamiento justo
v ponderado.
Xo lo Vieron de esta misma manera otros autores, sobre todo el llo-
rado P. García Villada que intentó llevar la hipótesis hasta las últimas
1o
consecuencias . En el afán de demostrar la historicidad de los llamados
Varones Apostólicos, García Villada echó mano de la tesis de Dom Fe-
rotin sobre la antigüedad de los Calendarios hispánicos para demostrar,
con la autoridad de éste, que aquellos Varones tuvieron culto en España
a lo menos en el siglo v, porque hasta este tiempo se remonta la existen-
cia del supuesto tronco común de aquellos caléndanos, hov en manuscn-
tos de los siglos x y xi. Hasta aquí García Villada no había hecho otra
cosa que aplicar la tesis de Ferotin al problema de los Varones Apostóli-
cos, sin darse cuenta de que la existencia histórica de estos personajes, su-
puestos enviados de los Apóstoles para evangelizar la península ibérica,
no puede intentarse demostrar por la histona de su culto, precisamente
porque, a lo que parece, no muñeron mártires, v es sabido que los con-
el que contiene menos santos, hay una gama que responde a un lento
través de los siglos. El mismo
y progresivo desarrollo de los caléndanos a
hecho de que en ellos aparezcan nombres de santos del siglo ix y aún
14
J. Vives. Santoral visigodo en calendario* e inscripciones, << Analecta sa-
cra Tarraconensia .
14 (1941)- P^g- 3&
15
Z. García Villada. Historia eclesiástica, de España, [, i." parte, pá-
ginas 148-151.
SANTA EULALIA DE BARCELONA 89.
que García Villada aduce como añadiduras de última hora, este calenda-
cordobesa estaba unida a la liturgia romana así antes, como durante la do-
minación árabe; nada, pues, tiene de extraño que únicamente él contenga
en España las festividades de la Conversión de San Pablo, San Gregorio
Magno, Santa María Magdalena, la Natividad de Nuestra Señora, San
1G
Pedro ad vincula, etc. . Pero aún hav más.
La teoría del P. García Villada descansa, aunque no lo afirme clara-
mente, sobre la idea de que ya desde el siglo V por lo menos, había un
solo y único Calendario general para todas las iglesias de la península, y
esto es a todas luces insostenible. Cada iglesia contaba con su calendario
propio que más o menos coincidía con el de las iglesias circunvecinas y se
fama del martirio propagada por algún himno o texto de sus Actas, etc.
De esta manera comprobamos cómo a mediados del siglo vn, a partir del
De aquí se sigue :
1) Que cada calendario hispánico, vale sólo para
comprobar las festividades que tenían culto en la iglesia o monasterio
para el cual fué redactado. 2) Que la comprobación de que un calendario
tenga un número mayor o menor de festividades no es argumento alguno
16
Cf. P. David, Éludes historiques sur le Galice et le Portugal, du VI e
au XII" siecle. (Lisboa-París, 1947), págs. 192-193.
:
dinana que indujo libremente a todas las iglesias a contarle entre los san-
rios hispánicos al día 12 de febrero (II Idus Februanas) con las siguientes
4
padura; figurando en el calendario S escrito unos pocos años antes pro-
bablemente en el mismo monasterio de Silos, de donde provienen ambos,
¡
censión de los calendarlos cuya antigüedad remontaría más allá del si-
glo Vi. Para examinar la antigüedad del culto que la iglesia visigodo-mozá-
rabe tributó a nuestra santa hay que abandonar decididamente este ca-
mino para seguir otros derroteros más firmes v seguros.
* # *
Y no se crea que esto sea poca cosa; esta aserción equivale a situar la
V
LOS TEMPLOS DEDICADOS A SANTA EULALIA
DE BARCELONA
lia antes del siglo xn, la Catedral es la que estámás copiosamente docu-
mentada, tanto para el estudio de su historia como para investigar su ver-
dadero Título.
Primitivamente estaba dedicada a la Santa Cruz, pero unos años
después de haber acogido bajo sus bóvedas las reliquias de Santa Eulalia,
trasladadas a ella desde la iglesia de Santa María donde fueron encontra-
das, en el año 877, al antiguo Título de la Santa Cruz, un:ó el de Santa
Eulalia.
Desconocemos a punto fijo la fecha en que la Catedral de Barcelona,
convertida en relicario de la santa, empezó a llamarse la ((Catedral de
la Santa Cruz y de Santa Eulalia». Parece que Mn. Mas creía que la
Catedral tomó este nombre inmediatamente después del año 877, pero esto
no se ha podido demostrar; en cambio el Sr. F. Carreras Candi opina
qiie no lo tomó hasta el siglo x. La documentación de fines del siglo ix y
primeros años del x, cuando nombra a la Catedral de Barcelona usa ex-
presiones ambiguas, de las que parece hay que deducir que el nombre de
Santa Eulalia no se unió definitivamente al de la Santa Cruz sino hasta
principios del segundo tercio del s:glo x. Efectivamente unas veces dicen
los documentos «domus sanctae Eulaliae, qui requiescit intus in domum
sanctae Crucis - la capilla de Santa Eulalia que descansa dentro de la
2
iglesia Santa Cruz» (año 879)
de la otras claramente «...ob amorem ;
(a?) Santa Eulalia mártir, que allí descansa dentro de las murallas de la
ciudad de Barcelona» (año 919) '.
a 9 de septiembre del año 878 una «celia sanctae Eulaliae et sancti Ge-
nesii cum ómnibus appendiciis suis, molinis, etc. una capilla de Santa —
7
Eulalia y de San Ginés con todas sus propiedades, molinos, etc.» .
3
Ibidem, I, fol. 2, doc. 2.
4
Ibidem, III, fol. 102, doc. 268.
s
Ibidem, I, fol. 101, doc. 246. Cfr. J.
Más, Rúbrica deis Libri AntiquÜa-
tum, núms. 3, 8, 11, 17, 20, 26, etc.
4
Ibidem, I, fol. 157, doc. 413.
1
Ibidem, I, fol. 2, doc. 2.
*
J.
Mas, Rúbrica deis L. A., núms. 6, 8, 17, 20, 21, 26, 30, 44, 46, 50,
51, 55, 88, 146, etc. —Testamento de Moció (año 986): Archivo Diocesano de
Barcelona.
* S. Puig Y PuiG, Efiscofologh de la Sede Battinomme, págs. 388-391.
SANTA EULALIA DE BARCELONA 95
como se hizo más tarde en la tercera y actual Catedral, cuya primera piedra
se colocó en tiempo de Jaime II de Aragón, el i de mayo de 1299
Sería irrisorio poner en tela de juicio el culto que Barcelona tributó
a su Santa Eulalia en la Catedral, después que sus restos fueron traslada-
dos a ella en el año 877. Pero el problema no es tan claro cuando se trata
del titular de las otras tres iglesias barcelonesas dedicadas a una Santa Eu-
lalia. Estudiemos objetivamente la cuestión.
10
J.
Mas, Taula deis Jtars i capelles de la Seu de Barcelona (Barcelona. 1906),
pág. 12.
11
J.
Mas. Notes histbriques del Bhbat de Barcelona: XIII, Antigtietat de
algune¿ esglésies del Bisbat de Barcelona (Barcelona, 192 1), pág. 106.
12
Archivo Diocesano de Barcelona. En 1936 se extravió este importantí-
simo documento, del cual queda, sin embargo, copia fotográfica.
13
Folio 12; cf. Mas, Rúbrica..., núm. 165.
14
Archivo de la Corona de Aragón, Ramón Bcrcmguer I, doc. 94. Cf. MA-
NERA, «Reseña eclesiástica», 23 (1931), pág. 163. Mn. Mas concreta esta sirua-
ÁNGEL FÁBREGA GRAU
clavaguera, qui est ad ipsa via, quae pergit mxta sanctae Eulaliae prae-
lj
dictae» , Menciónase a sí nv.smo su nombre en una escritura hebrea del
16
año 1081 v en un sinfín de documentos del siglo xi v siguientes que
actualmente se custodian en el Archivo Diocesano de Barcelona, pero
proceden del antiguo Archivo de Santa Eulalia del Campo, que luego
17
en el siglo xv se unió al de Santa Ana .
En el año 1
155, a 22 de mayo, el obispo de Barcelona Guillermo To-
rroja (1144-1171), con la aprobación del Cardenal Legado Jacinto, esta-
blecía en la iglesia de Santa Eulalia del Campo una comunidad de canó-
nigos regulares de San Agustín, dotándola entre otros bienes con vanas
1S
piezas de tierra . El papa Alejandro III, con el Privilegio que les ex-
tendió a 21 de julio de 1 163, confirmaba la erección de esta canónica y
19
la dotación con que la había enriquecido el obispo barcelonés . El rey
Alfonso II de Aragón, conde de Barcelona, en junio de 1173 hacía dona-
20
ción a esta iglesia de varias propiedades . En el año 1196 fué erigida en
iglesia parroquial por el obispo Ramón de Castellvell, y en el 1293, debido
a la insalubridad del lugar en que estaba emplazada, los canónigos deja-
ron de tenerla por sede, para agregarse a los Frailes de la Penitencia, Ila-
ción señalando «vers !o Portal Nou, hont es ara l'Arch del Tnomf (Rúbrica...,
circuitu praedictae ecclesiae et ipsam feixam terrae, quae est iuxta ipsum ferra-
genale, sicut discurrit usque hortum Petri cum ferraginali, quod est
Guitardi
ínter ambas plateas, et hortum simul cum domibus, quem Dominicus solebat te-
nere... cum terminis et affrontationibus, decimis atque primiriis...» (Archivo de
Santa Ana, loe. cit.)
19
Kehr, Papsturkunden in Spanien, I, págs. 391-392. Transcribe el
P.
texto del Privilegio cuyo regesto no se halla en Jaffé.
20
Archivo de Santa Ana. Cf. J. RiLS, La Confraria de Santa Eulalia del
Camp, «Estudis franáscans», 38 (1926), apéndice II, pág. 182.
SANTA EULAiLIA DE BARCELONA 97
fieren sin ninguna duda al templo de Santa Eulalia del Campo, se infiere
de los mismos que, por lo menos durante las últimas décadas del si-
glo xi principios del siguiente, esta capilla estaba dedicada a la santa
y
márt:r emeritense.
21
A. Lambert, Barcelone (Diocese de) en «Dict. d'Hist. et Géogr. ecclés», VI,
pág. 697. Cf. J. VillanuEva, Viaje..., vol. XVIII, pág. 141.
22
Archivo Diocesano de Barc (Santa Ana), carpeta ((Santa Eulalia del Camp,
S E., 1».
23
J. Rius, loco citato, págs. 174-186. Cf. P. Keíhr, op. cit., pág. 93.
24
Cf. M. Aymerich, Nomina et acta episcoforum ba.rciu.QrKnsinm (Barce-
lona, 1760), pág. 95.
7
08 ÁNGEL FABREGA GRAU
guirse la próspera vida de esta popular cofradía, que contaba con gran
número de devotos.
beatae Eulaliae. . .», fiesta que coincide siempre con la fecha conmemo-
rativa de la santa ementense, el 10 de diciembre, y nunca con la de la
25
En esta escritura se habla de «la Canónica de la iglesia solaría del campo»,
donde «solana» es corrupción probable de Eulalia =01ana: cf. nota 16, pág. 96.
26
Archivo de Santa Ana: Cartoral de Santa Eulalia, fols. i y 2. Confrón-
tese J. Rius, loco citato, apéndice I.
27
Archivo de Santa Ana — cf. supra — ,
carpeta «Santa Eulalia del Camp r
S. E., 1».
2>
Archivo de Santa Ana, loco citato.
S ANTA EL L ALIA DE BARCELON A 99'
29
J. Muñera, L'antic temple de Santa Eulalia del Camp, «Reseña ecle-
siástica», 23 (1931), pág. 175. Este Breviario desapareció del Archivo de Sant-i
Ana en 1936, esperamos que no será definitivamente.
30
MGH, Leg., Sect. II, 2, pág. 460. Cf. E. Flórez, ES, 29, pág. 456,
apéndice XII.
JOO ÁNGEL FABRLGA GRAU
colindante con el territorio del templo de Santa Eulalia del Campo, si-
33
tuada «ín parroechia Sancti Martini de Provincialis» ;
además, no se
olvide que hacia aquella parte de Barcelona está la región llamada todavía
hov «el Camp de l'Arpa». Edificado, pues, el templo de Santa Eulalia
en Campo Provincial,
el era muv natural que tomaran el nombre de
.Campo de Santa Eulalia del Campo» las tierras de labranza contiguas
— el «ager» de los documentos — ,
propiedad primero de la catedral, de
la que fueron robadas por «el godo Ricosindo» durante la ocupación sarra-
Eulalia y San Ginés, que Luis el Tartamudo, a instancia del obispo Fro-
doino. otorgó a la catedral de Barcelona en el año 878, más tarde tras-
pasada al monasterio de San Cucufate del Vallés, en el año 1002. por
35
el pana Silvestre II , donación que confirmó Juan XVIII en el año
36
1007 . El Rvdo. José Mas la distingue del templo de Santa Eulalia
31
E. Florez, ES, 29. págs. 182-185. M. Caballero, Vida de Santa Eula-
lia (Barcelona, 191 1), pág. 83.
" S. Sanpere y Miquel, Una, excursiá peí fia de Barcelona, en el segle X.
23 Camp,
Archivo de Santa Ana. carpeta «Santa Eulalia del S. E., 1».
M MGH, Joco cirato.
33
JL, núm. 3.927. Cf. ES, 29. apéndice XIII.
M núm.
JL. 3 956.
SANTA EULALIA DE BARCELONA : o i
casi toda a la primera mitad del siglo xi. El más antiguo es un testa-
mento sacramental del año 1017, en el que expresamente se menciona «el
de Santa Eulalia del lugar de Vilapiscina, lo cual hace sospechar que las
tierras inmediatas al templo fueron comúnmente conocidas v designadas
con el nombre de la titular de aquella iglesia, algo así como ocurrió
con el «ager Sanctae Eulahae» contiguo a Santa Eulalia del Campo, a
que nos hemos referido hace poco. En el año 1034 vuelve a hablarse dos
40
veces del templo de Santa Eulalia de Vilapiscina pero con la particu-
,
Hemos visto por lo menos una docena más de documentos que nos
hablan también de esta iglesia, pertenecientes todos al siglo xn; en ellos
41 do-
José Mas. Rúbrica deis Librt Antiqnitatum, fase. I. pág. 218, nota al
. mmento 470.
*'
Libri Anriquitatum. IV. fol. 18, doc. 57.
43
Ibidrm, IV, fo!. 15. doc. 49.
44
Archivo Diocesano (Santa Ana), carpetas «Varis-Pobles : siglos xi-xn,
"V-2» v «Santa Eula'ia de! Camp. S. E.. 1 (Serie "Sant Boi". núm. 10)».
SANTA EL LUJA DE BARCELONA
*s
invocando el texto del acta de su consagración . Hoy día esta capilla
48
Memoriale Sanctorum, ed. Lorenzana (Madrid, 1785), pág. 446.
4
E. Sabatier, Histoire de la ville et des evéques de Beziers (Beziers, 1854),
*
pág. 66.
50
E. Le Blant, Inscriptions chretiennes de la Gaiile anterieurs au VIH Hi-
ele (Paris, 454-456 (núm. 610), lám. 81 (núm. 492).
1865), II, págs.
51
F. Fita, Sama Eulalia de Barcelona: Una de ¿us basílicas en el siglo V,
en «Boletín de ]a Real Academia de la Historia»,
43 (1903), pág. 250-255.
" Vies. des Peres, des martyrs et de autres principales saints (Versalks, 1818).
SANTA EULALIA DE BARCELONA
* * *
Ahora bien, hay que descartar que Santa Eulalia del Campo hubiera
estado dedxada, en algún tiemoo. a la santa local, como algunos induda-
blemente han pretendido. Creemos que es preciso insistir en esto : Santa
Eulalia del Campo no sería el templo que contenía en su interior, antes de
la invasión árabe, el sepulcro de la santa barcelonesa. De lo contrario, en el
año 877 no se habría ido a buscar los restos de nuestra mártir a una iglesia
llamada de Santa María, según veremos que se hizo, sino a este de Santa
Eulalia del Campo. La basílica cimitenal que contendría el mencionado
sepulcro, recordado por Quiricoen su himno, y el monasterio que éste,
siendo abad, construyó junto a él a mediados del siglo vn. no ha sido
todavía identificado; pero ciertamente no es la iglesia de Santa Eulalia
del Campo; ésta estuvo siempre dedicada a la santa de Mérida: de lo
contrario, en el siglo ix, en medio del fervor por la santa local, des-
pertado a raíz del hallazgo de sus reliquias en la basílica de Santa María,
io6 Ángel fábrega grau
siglos x-xi con otros dos. Santa Eulalia de Provencana v Santa Eulalia
de Vilapiscina. como haciendo augusto cortejo con todos aquellos
mártires, al templo madre de la diócesis, la catedral, que desde el
VI
quia más o menos insigne de su Sanca Eulalia, sino el sepulcro que con-
tendría codo el cuerpo de la márcir. De no ser esca su idea no habría
usado las palabras con que empieza el himno
Con la invasión sarracena del año 712 y siguientes este culto a las
reliquias de la santa recibió un golpe mortal, pues según se deduce de
las fuentes coetáneas, vino a perderse el recuerdo, va sea del lugar donde
antes de la invasión recibía culto el cuerpo de la santa, ya sea del es-
en caracteres que Hübner data sin ninguna duda como del siglo ix \ He
aquí su texto
Traducción :
vigilia de los idus de febrero (12 de febrero), y fué hallada por el obispo
1
Aem. Hübner, lnscriptiones Hisfamae Christianae: Supp'.ementum (Ber-
lín, núm. 519. Hübner copió mal la fecha de la Invención: no se dió cuenta
1900),
que a un lado de la fractura, que divide en dos la lápida, apunta uno de los
extremos superiores de la X que, cuando la lápida estaba entera, señaJaba el
ralmente una buena parte del informe en la «España Sagrada», vol. XIX, pá-
ginas 314 y sigs.
Estamos de acuerdo, por las razones que alegamos, en que la lápida sea del
siglo ix, pero discrepamos en la datación que Caresmar asigna a la urna cine-
raria. De
ninguna manera puede sostenerse su tesis, ya rebatida por J. Botet y
Sisó [«Memorias de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona», 5 (1896),
págs. 145-149] esta urna será, quizás, el sepulcro que se labró después de la
;
SANTA EULALIA DE BARCELONA
otro testimonio.
El relato del hallazgo y traslación de las reliquias de la santa (BHL,
2.697) x
encuentra en tres manuscritos del Archivo Capitular de Barcelo-
na: el manuscrito 105 «Sanctorale» (((Flores sanctorum») de principios
-del siglo xiv (folios -jzT-yyi), el manuscrito 104 (cSanctorale primum seu
vetustius» que en realidad es de la segunda mitad del siglo xiv o prin-
cipios del xv (fols. iCjyb-iOyCjc) v el manuscrito 108 «Sanctorale» (pars ter-
tia) que, a lo que parece, será también de finales del siglo xiv o princi-
pios del siguiente (fols. y^r-jyr). Los dos últimos difieren muy poco entre
sí, v éstos concuerdan también con el primero, fuera de algunas varian-
2
tes v omisiones de escaso valor . Publicamos este texto en edición crítica
en nuestros Apéndices.
Este relato, que aunque inserto en unos manuscritos del siglo xiv,
quiere pasar por una obra redactada a fines del siglo ix, no ofrece, por
desgracia, suficientes garantías de veracidad histórica total. Una y otra
vez leído el documento con toda atención, creemos estar en posesión de
suficientes motivos para apoyar la opinión que nos hemos formado de
este documento, es a saber, que este relato, despojado del hermoso colorido
con que lo vistió un segundo autor, puede darse por verídico en su fondo.
En otras palabras, creemos que la actual versión del relato histórico del
hallazgo y I Traslación del cuerpo de Santa Eulalia es una compostura lite-
traslación del año 877 y que se abandonó en 1339, cuando se construyó para
Santa Eulalia el magnífico sarcófago con altorrelieves. que. levantado majestuo-
samente sobre ocho columnas, preside hoy la cripta v es suntuoso reliquiario
de la santa.
2
El texto del manuscrito 108 fué publicado con algunos retoques en «Scri-
nium» (Barcelona), fase. II (1951), págs. 42-45. Véase I. Villanxeva, Viaje lite-
rario..., val. 18. págs, 290-293, y S. Plic, Episcop. Sede barcin.,
pág 357, ss.
I 10 ÁNGEL FABREGA GR AL
Según esta nuestra opinión, creemos que por este documento consta
históricamente que, a finales del siglo ix, Frodoino, obispo de Barcelona,
se dispuso a buscar el cuerpo de Santa Eulalia toda vez que Sigebodo,
arzobispo de Narbona, de cuya archidiócesis formaba parte entonces nues-
tra ciudad, le pedía reliquias de la santa para dedicarle allí una basílica.
Todo Jo demás narrado por el segundo autor anónimo con una gran
profusión de detalles se nos presenta a nuestro entender, falto de suficien-
tes garantías de autenticidad, especialmente lo que se contiene en los nú-
meros 7-10 de nuestra edición del apéndxe.
El autor de este relato señala para estos acontecimientos la fecha del
23 de octubre (X kalendas nov.) del año 878. Sin embargo el año de esta
fecha ha de ser desestimado. Efectivamente, la fecha segura del hallazgo
no pudo ser el 23 de octubre del año 878 según señala este relato, pues
3
tenemos un Privilegio de Luis el Tartamudo fechado a 9 de septiembre
de este mismo año que es incompatible con la cronología de estos aconte-
cinv.entos propuesta por el relato. Luis elTartamudo el día 9 de septiembre
del año 878 concedía varias posesiones al obispo Frodoino para que pudiera
restaurar la Canónica de la Catedral de Barcelona, haciendo en el docu-
mento mención expresa de «Santa Eulalia cuyo cuerpo descansa dentro
de la iglesia (de la Santa Cruz = Catedral)» 4
. En consecuencia hay que
abandonar el año de esta fecha señalada en este documento para conme-
morar la «Inventio» de Santa Eulalia de Barcelona.
El hallazgo pudo haber tenido lugar por lo menos desde el año 875
en que tenemos el primer vestigio conocido del episcopado de Frodoino
como pastor de Barcelona : su firma al pie de las decisiones del Concilio
3
MGH, Leg. Sect. II. vol. II, pág. 532. Lib. Ant., vol. I, fol. I, doc. 2.
* Libri Antiquitatum, I, fol. 1,doc. 2.
SANTA EULALIA DE BARCELONA
5
Cabilonense que se reunió en el año 875 ó 876 ;
pero proponemos como
más probable la fecha del año 877; los historiadores P. B. Gams y el
P. J.
Caresmar abogan también por esta fecha. Según esto el hallazgo de
los últimos años del siglo x, la del Mar y la del Pino, sólo la primera me-
de que esta basílica ocupa hoy un lugar antaño sumergido en las aguas del
mar vecino. No negamos que esta razón pueda tener algún valor para de-
mostrar que el cadáver de nuestra santa no pudo ser enterrado allí a prin-
cipios del siglo IV. Pero es que no es esto lo que afirma la tradición; sino
que la tradición refiere que el sepulcro de la santa, donde pudo haber sido
enterrada a principios del siglo vi 11 para protegerla de la devastación de
los moros, fué encontrado en la basílica de Santa María, anterior a la ac-
tual Santa María del Mar, y esto es plenamente conforme con el resultado
de los estud:os arqueológicos hechos sobre el terreno que circunda la actual
basílica.
5
Mansi, 17, cois. 290-301. Sigebodo rigió la archidiócesis de Narbona des-
representa en el Oriente.
pueblo pudiera cantar aquellos versos en alguna iglesia, tal vez dedicada
en su honor, a la manera de nuestros populares ((gozos».
Estudiada esta pieza por los más eminentes filólogos, ha dado mucho
6
que discutir especialmente sobre sus fuentes y sobre su métrica .
El autor hace resaltar que ((llegaron a estas playas (de Creta) dos sar-
6
DACL, «Canulene», II, cois. 1973-75. Véase texto y traducción española
por J.
Muñera, La Cantilena de santa Eulalia, en (tLa Paraula cristiana», 10
(1929), págs. 235.238.
7
Esta leyenda se encuentra en el manuscnto árabe 276 de la Biblioteca
Nacional -de París, fols. 245-246. Cf. P. Peeters, Une irwention des SS1 Valere,
Vjcent et Enlalie dans le Pelofonese, «Anal. Boíl.», 30 (1911), págs. 296-306.
"4 ÁNGEL FABREGA GRAU
po San Valerio, del diácono San Vicente y de Santa Eulalia, mártir cele-
bérrima, y en el del otro los huesos de las servidoras de esta Santa Eula-
lia de que se ha hecho mención».
Completamente aniquilada la vida en aquella isla por los moros, habría
venido a perderse, según la leyenda, la memoria del lugar sagrado donde
habían sido venerados aquellos sagrados cuerpos; hasta que Nicetas, a
fines del siglo IX, los descubrió y solemnemente trasladó a su catedral de
Monembasia para enterrarlos bajo el altar de Santa Irene, a la derecha del
mayor de aquella catedral.
altar
el P. Peeters, el cual op'.na que esta leyenda y este culto a Santa Eulalia
de Barcelona en el Oriente puede representar la veneración que a nuestra
insigne mártir tributaron algunos cristianos de Barcelona establecidos en el
Peloponeso, después de haber sido hechos cautivos por los árabes y obli-
gados a seguir a los conquistadores, que sabemos salieron de España para
invadir y sojuzgar la isla de Creta (823-825). He aquí cómo unos fervorosos
ción v fuentes probativas anteriores, nada impide creer que su culto pue-
da remontarse al siglo IV. El testimonio negativo de Prudencio, dado que
el poeta tenía poderosas razones sujetivas, una de orden argumental, otra
de orden prosódico, para callarse el nombre de nuestra Eulalia en el himno
en que parece que debía haberlo recordado, no es razón suficiente para ha-
cer dudar de la existencia histórica de la santa y del culto que recibiría va
durante el siglo IV.
lidad por obra v gracia de uno de los más grandes obispos de la Barcelo-
na medieval. Quirico (656-666?). Siendo éste probablemente todavía abad
del monasterio que levantó cabe el sepulcro de nuestra mártir, inició un
gran movimiento de fervoroso amor por Santa Eulalia de Barcelona, que
culminó con el resurgir de aquellas grandes festividades aniversarias, para
cuya solemnidad compuso él mismo una Pasión, un Himno y una Misa.
Este es el período de oro de la historia del culto a Santa Eulalia de Bar-
celona que durará hasta recibir el rudo golpe de la invasión sarracena.
En este mismo t empo. a mediados del siglo vi 1 las fórmulas del cul-
to a nuestra santa repercutieron sobre las del culto a la santa de Ménda
la Pasión propia de Santa Eulalia de Barcelona (mediados del siglo vn)
inspiró ciertos pasajes de la nueva versión de las Actas de la santa emeri-
tense que vino a redactarse a fines del siglo vn.
Durante los sglos vi 1 1 a- ix, es decir, durante la ocupación árabe
v el dominio de los francos, el culto a nuestra santa, tan floreciente a
mediados del si^lo vn. vino casi a desaparecer. Si en Barcelona durante
este tiempo se celebraba la conmemoración aniversaria, como parece des-
prenderse del hecho de citarse el nombre de Eulalia de Barcelona en los
pios del siglo ix) hasta el de Usuardo (a. 875), esta conmemoración sería
celebrada con más o menos solemnidad por la comunidad barcelonesa para
festejar su gloriosa memoria, pero ciertamente fuera del lugar natural de
su culto, la basílica cimiterial, desaparecida bajo la dominación agarena.
v sin tener junto a sí las reliquias de la santa que, o desaparecieron,
o fueron cautelosamente puestas a salvo escondiéndolas a la morisma.
Sea lo que fuera de estas reliquias, el caso es que el 23 de octubre del
. !
lica de Santa Mana, antecesora de la actual Santa Mana del Mar, por
el obispo barcelonés Frodoino. a instancias, según parece, de Sigebodo. ar-
zobispo de Narbona. Trasladadas solemnemente las reliquias de la santa
de allí a la Catedral barcelonesa, fueron depositadas en una capilla secun-
para tributarles también ellas su homenaje oficial, como consta por todos
los caléndanos hispánicos. Entonces el Sacramentarlo, el Pasionano v
algunos manuscritos del Antifonario de la Liturgia mozárabe recocieron
entre sus fórmulas las que les correspondía de la tradición litúro^.ca nia-
nuscrita de Barcelona. He aquí cómo el culto a Santa Eulalia barcelonesa,
local hasta ahora, circunscnto a la sola Ciudad Condal, vino a transfor-
marse poco a poco en culto general aceptado por todas las iglesias de la
península ibérica.
Está fuera de duda que de los cuatro templos que Barcelona tuvo le-
janas tierras de. España, donde hasta entonces había sido tan rara aquella
fe, mandaron al más cruel y feroz de sus jueces, llamado Daciano, para
;
gloria sea nombre porque veo muy cerca lo que tanto anhela-
dada a tu
La y estoy segura de que con tu ayuda podré ver cumplida mi voluntad.»
Sus familiares estaban vivamente preocupados por la causa de aquel
deseo tan vehemente, que Eulalia les ocultaba; ella, que precisamente no
les escondía ningún secreto, sino que siempre les explicaba con la pru-
dencia y circunspección debidas cuanto Dios nuestro Señor le revelaba.
Pero Santa Eulalia seguía sin contar a nadie lo que iba meditando en su
corazón, ni a sus padres, que tan tiernamente la amaban, ni a alguna de
sus amigas o de sus servidoras, que la querían más que a su propia vida;
hasta que un día, a la hora del mayor silencio, mientras los suyos toda-
vía dormían, al rayar el alba, emprendió sigilosamente el camino de Bar-
celona. Llevada de las ansias que la enardecían y la hacían infatigable,
hizo todo el trayecto a pie, a pesar de que la distancia que le separaba
de la ciudad fuese tal como para no poder andarla una muchacha tan de-
licada como ella.
Llegado que hubo a las puertas de la ciudad, y así que entró, oyó la
voz del pregonero que leía el edicto, y se fué, intrépida, al foro. Allí
vió a Daciano sentado en su tribunal,
y penetrando valerosamente por
entre lamultitud, mezclada con los guardianes, se dirigió hacia él, y con
voz sonora le dijo: «Juez inicuo, ¿de esta manera tan soberbia te atre-
ves a sentarte para juzgar a los cristianos? ¿Es que no temes al Dios
altísimoy verdadero que está por encima de todos tus emperadores y de
ti mismo, el cual ha ordenado que todos los hombres, que El con su
noder creó a su imagen y semejanza, le adoren v sirvan a El solamente?
I 20 ÁNGEL FÁBREGA GRAU
Ya sé que tú, por obra del demonio, tienes en tus manos el poder de
la vida y de la muerte; pero esto poco importa.»
Daciano, pasmado de aquella intrepidez, mirándola fijamente, le res-
pondió, desconcertado: «Y ¿quién eres tú, que de una manera tan te-
bunal, sino que además, engreída con una arrogancia inaudita, osas echar
en cara del juez estas cosas contrarias a las disposiciones imperiales?»
Mas ella, con mavor firmeza de ánimo y levantando la voz, dijo;
«Yo soy Eulalia, sierva de mi Señor Jesucristo que es el Rey de los
reyes y el Señor de los que dominan : por esto, porque tengo puesta en
El toda mi confianza, no dudé siquiera un momento en ir voluntaria-
mente y sin demora a reprochar tu necia conducta, al posponer al verda-
dero Dios, a quien todo pertenece, cielos v tierra, mar e infiernos, v
cuanto hay en ellos, al diablo, v lo que es peor, que quieras obligar a
hacer lo mismo a aquellos hombres que adoran al Dios verdadero y es-
tormentos que me infligen por causa tuva y así quede confuso v aver-
gonzado el demonio con sus ministros.»
sucedido.
Después de tres días que Santa Eulalia pendía de la cruz, unos hom-
bres temerosos de Dios la descolgaron con gran sigilo, sin que se dieran
Actas S Vicente
Tradición oral-escrita, s.iv (S.iv)
r rassio de
(Zaragoza ,s.w)
commum-
Martirol. üeroniroiano
CRec. Galic ;frínt. S.vu)
rasión propia
(á.6Ü)
mno
f ^
"Fulfjet" /I
Missa'Ádest
(s.6íi)^
—Y*- (A 633?)
C Versión de las Actas
de Santa Eulalia de Mérida
(fin 5. vil)
rasión '&
(princ. s.vi/i)
Martirol. Beda(a.73Sj
Martirol. Lyon
Martirol. Floro
(á¿io-86o)
\
M.VetusRom.
Eulogio de Córdoba \
Martirol. Addn
Martirol. Usuardc
¿Traslación de Reliquias
(a m)
Culto general, España mo2¿rabe
,
Libros
T 4
litúrcjicc Calendarios
moiaVdbes: mozárabes:
A
Antifonario (' Fulgec^ -¡ E.E',L,S ,
2
Pdsionano("B s»;c* ?\? ,
4
y Martirologio
* Romano.
TEXTOS
NORMAS GENERALES DE TRANSCRIPCION
[Lecrio] K 1
[Lecrio] IIIK
r
[Lectio] VIH».
[Lectio] ÜV 5
6
[Lectio] VI».
s
9
Or[atio].
[Lecrio] III». [Lecrio] VII». Or[atio].
1
1. Passio sanctae Eulaliae \ quae passa esc in civitate Barcinona
c
ib Datiano praeside : die pridie idus februarias. Deo granas .
b
I . » sanctae] ac beatissimae add-. P l
; Eulaliae] virginis add. P 1
¡
• Deo
gratias om. F* y P.
SANTA EULALIA DE BARCELONA 129
1
2. In diebus ülis. Eulalia sancta baranonensium cives ec íncola,
nobrlts genere, a cencro aetaris suae Dominum Iesum Chnstum tempore
ex toco corde amabat. Morabacur autem cum parenübus suis in prae-
diolo propno. quod erac situm paulo longius a civkace : quae * propcer
humilicatem ec cantam sapienciam. quae ultra aecacem eius erac [i68b
2
in illa, parenres eius plusquam indulgencissime amabanc eam. Ec quum
c d
in uno proposico * persistáis, rucil agerec aliud , nisi quocidianis die-
bus in sequescrata cellula cum sociabus. quas secum adunaverac. in lau-
dem hvmnorum Domino deserviret. / [117b
3. Haec taciendo. quum pervenissec D ad pubescentes ar.-
-- * quae" quam P 1
¡
1
proposito] propostu L, P ;
e
aüud ageret P ;
1
co-
3. persecuao P l
: "Ex] De P; c
fraglavit P ;
d
sancta om. P :
e
est et
ñusno gaudio repleta om P; ;
tuo sancro P; *sic] si L, P; "rnihi P.
' [Lecrio]. m.» Ms. L (Add. 25600).
* árcuminspectionis P; h
suae om. P: c
quo] qua P ¡
^quiidl L,
* cum] quum L, P; 1
dicebac] dicere voluit P ; aut de] aut P ;
11
rom-
oes! P; 'silenci P :
¡
evitare P; k
omni] et *nf*pon. P; 1
inrat¡gabi[Iils P.
9
ÁNGEL FABRECA CRAC
a b e
5. Quae quum ingrederetur portam civicatis, audivit praeconiaxn
voccm sonantem, et perrexit ad forum. Videns aucem Datianum pro tri-
d
bunali sedentem, mrumpens incer populi turmas cum officio permixtas ,
e
direxit se ad tribunal, et voce magna ad eum dixit ; Iudex iniquitatis,
sic altum sedes, ut Deum altissimum non timeas, qui est su- [i68d
in i
f
per omnes principes tuos, et super te, ut nomines quos ipse Do- ,
m
in eum nicil venta sum, ad redarguendum te volumtane ac festinanter
venisse, quare tam insipienter agas, ut postponas verum Deum, cuius
0
sunc omnia, coelum et térra , mare et omnia inferiora terrae, et° quae
sunt in eis |
et diabolum colas; et adhuc nomines, qui Deo suo |
[169a
vero deserviunt ut mereantur vitam aeternam consequi, tu eos" per di-
versa genera tormentorum cog:s Q sacrificare dns, qui non sunt, sed dia-
r
bolus est cum angelis suis : cum quibus vos omnes, qui eos colitis,
3 b
tergo fortiter caedi. Quae quum caederetur praeses ad eam dix:t ,
:
O misera puella, ubi est Deus tuus? Quare te non liberat de poena ista?
Quare tanta dementia arrepta es, ut rem tam ínlicitam ageres? Sed dicito
te ignoranter incurrisse, quod nescires quae esset potestas iudicis, et aco-
4
pies veniam ;
"
quia et ego doleo super te. quod nobilissima persona
tam fortiter et gravissime flagellans, quum sis nobilis nata. Eulalia sancta
c
respondit: Te inride; non suades mici mentiré, ut dicam me nescire,
'dixit] respondit P;
m ac] hac P n
terram L, 0
et om. L,
p eos] 1
;
P ; P ;
6. cederetur] duceretur P
b
dixit ad eam
0
mihi P
1 1
ipse om. :
1
; P ; ;
P
b
'eras] crasrino P 1
; 'meo om. P 1
; *iubeac L. P: affigi P.
SANTA EULALIA DE BARCELONA
homo hodie est et eras* moritur? Nam potestas Domini mei Iesu Christi
7
finem non habet, sicut et ipse aeternus esc. Ideo falsum dicere non pos-
sum, quia cmeo Dominum meum, qui mendaces ec sacrilegos ín gehen-
nam ignis cum ómnibus ínique agent;bus combun iubet. Nam [156c || j|
ego modo, dum cedor propter Dominum meum, plusquam satis nobi-
Iitata sum; tuas quidem plagas non sentio, protegente me ipso Domino
meo' Iesu Christo, qui te secundum actum tuum, in die iudicii sui aeter-
s
nis iubet poenis affl:gi\
v
7. At a praeses maiori ira repletus, mssit eculeum defern, et sus-
susceptor est animae meae. Redde mala inimicis meis\ et in veritate tua
0
disperde íllos. Volumtana sacnficabo tibí, et confitebor nomin: tuo,
d
Domine, quoniam bonum est quoniam ex omni tnbulatione [i6qd ;
[
6
enpuisti me, et super inimicos meos respexit oculus' tuus. Et haec
8 h 7
dicens coepit flama in ministros convertí.
,
'Quod videns sancta Eula-
lia, respiciens in coelum, clarión voce oravit', dicens 'Domine Iesu :
7.
s
At] Ad haec P 1
;
b
tuo sancto mihi P 1
;
c
confundantur P 1
;
a
ministris
suis P l
;
'liberet] L man. post. con. in [ad]iuberet ;
'vero om. P 1
;
s
dicit ei]
h
dixit P 1
; clamo] coló L, ¿ed delev. et con. in clamo ;
'
quacumque poenam
mici] quoquumque penam mihi P 1
8. 'quandiu flammarum P b
meis] Domine, add. P c
Volumtarie P
1
;
1
;
1
;
u
quoniam bonum est om. P e
super om. P despexit oíclulus P 6 haec l
;
1
;
'
1
;
h
dicens om. P' flamma P 'orabat P ^xaudi] me add.. et delev. L; k flam-
;
1
;
1
;
mis P 1
; 'volavit P.
'
Oiriste. exaudí
1
deprecationem meam, ec perfice misencordiam tuam
m me. et mbe me iam suscipere ínter electos tuos in réquiem vitae aeter-
xiae, / faciens mecum signum in bono; ut credentes / [118c;
|| [
J
57 a
in te videant et conlaudent potentiam tuam. Et conpleta oratione sua,
Xtxa extinctae sunt faculae íllae ardentes, quae infusae oleo nimis glome-
rabant flamis\ Et ministn. qu: admoventes eas erant ipsi exurebantur.
•et tremefacti ceciderunt in facies suas: et sancta Eulalia emisit spiritum.
1
Columba ab ore eius exiens, ad coelum evolavit . Quod videntes populi
mirati sunt : ínter quos chnstiani laetabantur, civem in coelestibus me-
ruisse habere patronam.
B'
9. Datianus autem. videns post tanto* certamine poenarum nicil
se proficisse,
|
gemens cum ira, descendens a tnbunali, mssit |
[170a
b 0
corpus in cruce esse. positis custodibus, et cominans , d.xit : Pendeat in
d
cruce, quousque devoretur avibus cum
coeli ossibus . Et ecce, súbito nix
in circuitu civitatis, |j
muid advenerunt videre mirabilia 8 Dei. [157b |¡
h
et sociae eius cum magno /gaudio cucu- / [1 i8d
1
Sed et parentes eius
5. 3
tantum P b
comniinans c
Penda t ccdd.; J ossibus] suis add. P1
1
: P : ;
Himno vcFulget»
páginas 167-168.
:
La numeraciór. de las estrofas es nuestra.
l.i hic om. MT; ia Eolaaae MC; 1.3 quae] quem MT: <qoae sacro
sig>navit idem MC;
'34 ÁNGEL FÁBREGA GRAU
caeditur, exungulatur
atque flammis untur,
terminum habere laudis
|
mente f actionibus ;
|
[fol. XXXIXb
non caro iugum rebellis
||
[fol. 199V
||
7.1 Quam] Quae MC; 7,3 lege MC; 7,5 sieque risu corporato MT, st<cque
risu> corporatu MC.
8.2 attolleri<s>> MC; 8,3 <quae sinu>» MC; 8,3 retentas] retemtans MT,
retentans MC; 8,5 s<cilicet>- MC.
9.3 susc<ipe> MC; 9,5 Ch<ristum> MC.
MC; 10,4 Christum MT; 10,5
iniqui sacro MT; 10,5 omne MC;
10,6 fulgeat MT, MC.
11,1 urguet MC; 11,6 sit MC.
:
ad favorem gloriae.
conquirat et Quiricus,
qui tui locum sepulcri
regulis monasticis
ad honorem consecravit
sempiterni numinis.
SACRAMENTAR!
MISA «Adest»
[Missa]
1
lacta ad passionem] ad passionem laeta MI.
3
nobis] nostris MI.
4
illi MI, üla Cod.
*3» ÁNGEL FÁBREGA CRAC
Alia
a
tillaeplebis precum obsequia, quae ob honorem virginis tuae Eulalic
ü
tibí deferimus dedicanda Tu enim eam ultra aetatem facis esse vic-
.
tncem, quam nullis praecedentibus meritis iam olim feceras tui no-
minis confessorem.
7
Sic ergo, Domine, eadem virgo sacratissima ante conspectum glo-
riae tuae nostrorum cnminum et intercessor panter et assertnx : ut et
diluenda proponat, et proposita precibus diluat. Qualiter sic confessio-
s
nem delictorum nostrorum accipiens, ante te culpas singulorum ad
emolumentum veniae adserat, ut intercessorem se pro his quae adse-
ruent interponat. Sit in salvationem terrae : sit ín defensionem patnae.
Gubernet civem, eliminetl hostem, subruat pestem, arceat fa- i [66a
mem, morbos dissicet; adversum omne repellat optataque perficiat. Sic-
que per eam fautorem te semper nostris precibus prebe : ut et hic in-
tercessione eius peccata nostra habeant finem, et in futuro suis meritis
9
mereamur invenire quietem. Amen.
Post Nomina
10
Te. te, altissime Redemptor noster et Domine, in tuis openbus
conlaudamus qui dum virginem Eulaliam ad Nominis tui dilectionem
accendis, proditorem eam sui nominis facis: ut eo robustior ad passio-
nem consurgeret, quo nomem suum furenti íudici non taceret.
Ad Pacem
Chnste Dei Films, qui exanimae beatae virgirus corpus niveo can-
dore vestisti, dignare nos vestiré íustmae stohs et openbus sanctitacis
uc per haec quae tibí offenmus muñera, sic niveo alcernae ddectionis vesaa-
12
mur amictu. ut aeternae pacis lumine cum ea quae ce professa est po-
tiamur.
Inlatio
1
mis quoque urebantur et latera ; sed longe aliter flamma illa erat,
quae flammis his temporalibus cederé nesciebat. Illa enim refrigerando
14 10
fervescit, haec excruciando plus déficit: :11a incorpóreo vigore sem-
16
piterna perdurat, haec corpórea accensione occasum sui frequenter os-
tentat. — Illa aeternitatem parat ¡n mente, haec plerumque defectum sui
sentit in corpore : illa semel concessa nescit fngescere, haec si studiosius
accendatur adustionis suae aliquando materiam caret. Illa caloris sui ter-
minum nescit, haec semper vigons propni statim (statum) amittit: illa
quos incenderit penre non sinit, ista vel se ipsam cum nocentibus [pen-
17
mit, vel innocentibus] sese sumittit. Illa semper pollicetur
|
[66d
sine tempore refrigern glor:am, haec aliquando in tempore supplicn ínro-
gat poenam : illa istam semper superat et extinguid, ista illi saepe famu-
latum sui subncit ac desen.it.
Inde est ergo, quod coelestia flamma temporahbus flamm:s victa non
defecit; sed victrix potius potestatem huius matenahs ign:s sibimet subii-
11
te om. MI.
11
Erat... latera] Eratque in pectus virgiais famma : sed flammis quoque
urebantur et latera MI, elatera in Cod
l
* ec m Cod.
ls
inoorporeo] in corpore A/7.
" suil suum.
17
perimit, \-e! innocentibus leg. in MI. sed cmi: Cod.
»4° ÁNGEL FÁBREGA GRAU
Post Sanctus
quod ínter flammas non aestuat. cuius munens quod post obitum sic
21
exultat: quum aeternam vultu iam quodamodo laetitiam proferens .
22
in hac adhuc substantia carnali ostenderet quanta illic animi pace
23
gauderet. cum hic beato confesson Felici sic de aeterna per corpus
felicítate subndet.
24
Per Christum .
Post Pridie
11
adpositae] adposte Coá , appositae MI.
* ni] nisi MI
- et] te MI.
21
¡enitiam praeferentes Mi
- hac] ac Coá.
" hic omis. MI.
M Dominum ac Redemptorem aeternum add. MI.
SANTA EULALIA DE BARCELONA
Ád Orationem Dominicam
Benedictio
Historia(fols. 190V200V).
1. ANTIFONARIO DE LEON
A d Vesperum
Sonó: Alleluia, ingredere tu. Antiphona: Benedictus Deus quia. An-
tiphona: Induta es ...
Ad Matutinum
audite me : quae cst Lsta quae ascend:c a deserto, quasi virgulcum tumi
ex aromanbus mirrae: suavis esc et decora, ternbüis uc castrocum acies
salem, ternbihs.
A d M i s s A M
|
... <IN> DIEM SANCTAE EOLALIAE [ [fol. 198V
A d Vesperum
<...>: Me expectant iusti quoadusque retribuas mici. Sonó: Alle-
luia, Ingredere tu m vestí.
H Y II N D S
j
Hunc vocat adesse cunctos
|
[fol. io^r
1
convenit occurrere .
Versus: Speciem.
cuius constantiam, nec saevitia terruit <ne>c poena ademuit, nec ún-
gula minuit, nec flamma conpescuit : huius ergo deprecatio pro nobis ita
aput te praevaleat, nec mala nobis praesentia nec futura praevaleat. Pater
noster.
¡
Benedictio: Deus virtutum, qui sanctam Eolaliam dum ¡
[2oor
[ad] passionem vocat ad glonam provehit; det nobis nec vitiorum pas-
sionibus adtingi et a passionum vitáis liberare : Amen. —Et qui sua mem-
bra non vitiis, sed pro Deo passionibus subdidit, obtineat vos numquam
1
Prosigue el himno : véase el texto crítico completo en el apartado «Him-
narío)) de estos apéndices.
2
El himno prosigue en el manuscrito hasta la estrofa 14 r acaba con las
A d Matuti \ i m
Glona mea. Antífona: Cui adsimilabo te. virgo filia Svon, magna
et dilecta ín proximis tuis. Versas: Fiat pax ín.
Oratio: Domine Iesu Christe. qui sanctam Eolaliam pro nomine tuo
ita ínpavidam reddidisti, ut persequutionem saevientium impiorum non
fugeret, sed magis adpeteret ; nec declinaret, sed potius exitaret : praesta
eius patrocinio: ut fides nostra. ita per te firma reddatur. nec aliquando
4
ab adversano superetur : Amen .
Oratio: Domine Iesu Christe, qui ita spintu tuo sanctam Eolaliam
marrvrem inflammasti. ut et <lasc:viae superar> et :
1
Texto adaptado sobre una <E-enedictio> propia de !a fierra de Santa Eula-
lia de Mérida Véase J. Vives. Oracion¿ visigótico, núm. 154.
:
*
Idem «obre la oración núm. 169.
5
Texto adaptado sobre una oración propia del Oficio de Santa Asiieda
Véase PL, 86, co!. 1.094.
* Texto adaptado sobre 'a oración propia de la fiest.i de Santa Eulalia de
Mérid.i: Vives. íTÚrn. iy8.
r»
ÁSCFL FABREGA GR AL
<...> Libera me-. De-.: Gaudens. Bns.: Liberabit me. Sonó: Audi
filia. • ..
Itfai ad Matltintm
|
[fol. 201 r
II
m
Pasión B
(BHL, 2.696)
0
1. Incipit passio sanctae Eulaliae virginis et martyns, quod est IIII
idus decembns.
2. In Barcellona civitate provinciae Hispaniae sub Daciano praeside
saeva chnsf.anis fuerat orta tempestas. Iam enim benedictus Vincentius
pnmus ad martynum accesserat una cum episcopis glorióse. Illic enim
etiam erat virgo quaedam, nomine Eulalia, annorum circiter tredecim,
mente et corpore casta, religione púdica, castitate firmissima. Docebatur
autem a Donato quodam presbytero, ut confiteretur Christum amplius
quam negaret. Sed introeunte eodem Daciano Barcellonam civitatem,
Donatus presbvter procul a civitate secesserat, Eulalia autem sese in fa-
ciem praesidis obtulit, dicens: Quid ingrederis urbem, inimice Dei ex-
celsi? Quid persequeris christianos et niteris perderé virgines Dei? Do-
minus me docet in ventate sua, nec auferes a me castitatem meam, quia
non seduces pueritiam meam. Dacianus praeses dixit O infantula, :
respondit: Misereatur rruhi Deus; nam quae est misericordia tua, ma-
ledxte? Dacianus praeses dixit: Fustes de arbonbus madefacite cum
stirpibus suis, et spoliantes eam praecinctam caedite. Eulalia respondit
Haec sunt minae tuae, antiquissime serpens? Nihil me noces, sed magis
confortas. Dacianus praeses dix:t : Oleum candens afferte et eius mamillas
perfundite. Eulalia respondit : Amplificavit mihi frigus ignis tuus et
oleum candens non calefecit me, calefecit autem me cantas Christ: quem
quaero videre. Dacianus dixit: Afferte calcem vivam et illuc eam mer-
gite, et aquam superfundite. Eulalia respondit: Cruciet te ignis aeter-
nus, quemadmodum crucian puellam Dei disposuisti. Auxiliabitur au-
tem mihi Dominus. et de manibus tuis liberabit me, quoniam non pro
me, sed propter ipsum has patior ooenas. Dacianus praeses dixit : Plum-
bo ollam implete et vehementer calefactam ante ipsam afferte, et super
tes tiB: ;
ego sacrificabo Deo meo, hostiam vivam me offerens lili, sicut
et ille pro me oblatus est. Dacianus dixit: Si ergo Deus est in quem
:
mad te cogitatio tua, ego haec non libenter audio; sed accede et sacn^
fica diis, ne forte ampliora tibí parentur tormenta. Eulalia subridens
ait: Tu mea magis adiuvas vota, quando m:hi ampliora infers tormenta.
Fac quae cogitasti, ut in ómnibus in Chnsto facías me esse victr.cem.
Dacianus dixit: Ego te victam dimittam, te autem victricem nunquam
dimittam. sed gravissime te pcenis afficiam. Virgo Eulalia respondit
Vincere me non potes, quia vincit in me qui pugnat pro me. Dacianus-
dixit: Candelas incendite et ad genua eius ponite. Eulalia respondit:
Ustulatum est corpus mcum, et fortis inventa sum. Sal íube mitti, ut
plenius in Chnsto possim esse condita. Dacianus dixit : Utique, o car-
nifices, excogítate novam poenarum altitudinem et gravius nequissimam,
quae malum potius quam bonum cordis didicit, vulnérate, simulque si-
napem cum aceto afferte et in nanbus eius fundite. Eulalia respondit:
Sinapem nen sentio, et acetum non intelhgo. Puto vinum et conditum
dedisti mihi; in sinape autem et aceto non nocuisti me, sed confortasti
mea vulnera. Dacianus dixit : Cam;num succendite et ílluc eam mittite,
doñee, deficiat.
(BHL, 2.697)
2
amore suspensa ín cruce beata Eulalia virgo et martyr Christi animam
3 4
posuerat aspirante eius gracia , beatae memoriae beatus Sigebodus, Narbo-
nensis archiep scopus, Barchinonam vemens, rogavit Dei virum Frodoinum,
3
eiusdem civitatis episcopum, ut de reliquiis sanctae eiusdem Eulaliae
virginis et martyris Christi ei daret, quas secum deportaret 6 , ut in no-
7
mine eius apud se basilicam construeret et Domino Deo dedicaret, et
íbidem in altare digne et laudabiliter reconderet.
1
1« Translatio corporis sanctae Eulaüae virginis et martyris Christi - barchi-
nonensis, quold translatum est a Frodoino eiusdem civitatis episcopo, décimo K'ds.
novembris, B 2
; In nomine Domini nostri Iesu Christi, incipif translatio corporis
sanctae Eulaüae etc. ut in B2 B ,
3
.
2.
1
septuagésimo B B
1
,
3
.
2
beata Eulalia virgo et martyr Christi orn. B 2
, B
3
-
4
s
gra. B\ S 3 . beatae memoriae] memoria B\ Br,
3
sanctae eiusdem transp. B B 2
,
3
.
4
deportasset B 1
.
7
constitueret B 2
, B 3
i
5a ÁNGEL FABREGA GRAU
3. j
1
Cum vero quadam die ambo ín eadem sede missarum sol-/ [74V
2
lempnia peragerent, ad memoriam venit ubi Corpus beatae Eulaliae eius-
8
dem virginis humanum iaceret. Studiose autem perquirentes, invenerunt
4 5
himpnum in honorem eius editum, et in eo scriptum eo quod in
ipsa basílica Sanctae Manae Virginis reconditum iaceret. Ad quam domum
pergentes ipsi beatissimi episcopi una cum turba clencorum atque laicorum,
oratione completa, coeperunt ipsi clerici et laici cunctum pavimentum
eiusdem basilicae fodere, et solerti mente cum magno labore perquirere
8
si'íorsitan ' possent ídem sacrum sepulcrum invenire. Sed tribus diebus in
hoc labore desudantes, omiv.no non potuerunt eani repetiré. Cum autem
9
milla fiducia esset illud reperiendi, vir venerabilis Sigebodus archiepis-
10
copus remeavit ad propria.
1 2
4. Sed Beatus Frodoinus ,
post discess'.onem eius, fiduciam de
•divina misericordia assumens, rogavit triduanum ieiunium devota et in-
tenta mente peragere ab omni plebe, ut, Deo miserante, per suam íneffa-
suis, alii eadem domo Deo consecrata, turba magna clencorum at-
in
1
5. Interea ídem Dei eulter Frodoinus ipso die tertio post celebrata
divina mysteria, descendens in defossum locum, in dextro altaris loco
2
vidit foramen parvum quo submittens et ínpingens baculum suum,
in
3
<|uem in manu tenebat, sensit locum illum quasi suffossum, precepit-
4
•que clericis suis ut ibidem foderent, et terram foras educerent. Quod
5
cum factum fuisset, Domini misericordia largiente, repererunt sepul-
crum eius
6
preciosum, diligenti mole constructum. Quod discooperientes
2 s 3
3.
1
Lectio II B 2
, B*.
2
beatae] eiusdem beata^ virginis B , B . sanctae
ciiLsdem om. ZT, B3 .
* ympnum B l
( semper haec grdphia); himnum B 2
, B3
3
(semper haec graphia). e'.usdem B*. si om. B B si add. B 5 6 2
,
3
. . 'diebus
suprascr. B\ 'Cum autem id esset milla fiducia B
2
B 3 '"episcopus B2 , . , B3 .
4. Lectio III B W.
2
1 2
Frondo!nus B 2 3
atque] sive B 2
,
B 3 4
ieiunium . , . tri-
5. 'Lectio IIII E B 1
,
3
.
2
inpigens B 2
;
impingen s B 3
.
3
in om. B2 B 3 , .
4
ibi
S2 B ,
3
.
5
reppcrerunt B2 .
s
eius] illud B 2
. B3 .
7
'audaverunt et benedixerunt trasp.
SANTA EULALIA DE BARCELONA '53
1
6. Et statim ídem venerabilis episcopus Frodoinus iussit stolam
2
candidam deferri ; et eduxerunt corpus íllud sacrum de ipso vásculo
3
marmóreo cum psalmis et himpnis, et posuerunt illud 1 ín ipsa stola I [^r
4
candida, ac super feretrum pos:tum portaverunt illud pnmi clericorum,
5
psallentes omnes, et cum magna exultatione illud deportaverunt cum ce-
6
léis ín manibus, vin et feminae, usque ad portam eiusdem civitatis Bar-
7 8
chinonae. Quod cum ibi fuisset depositum, et per médium horae spa-
cium canerent et collaudarent omnes Dominum, iterum appre/hen-/ [75V
derunt séniores clericorum idem feretrum ut levarent illud, et ecce tanto
9
pondere aggravatum est, ut nullatenus possent illud de lo|jco move-|| [190V
re. omnes admirati sunt, et nimis conturbati, dixerunt: Non
Stupefacti,
vultDeus ut introducatur corpus 10 sacrum in hac civitate. Haesitantes veri
omnes de hac re, praecepif ídem venerabihs Frodoinus episcopus, ut om-
nes genuflecterent, et misericordiam Dei obnixe postularent. Cum
11 12
autem hoc diucius factum esset ,
largiente divina misericordia, im-
13 14
petraverunt quod postulaverant, et assumens idem venerabais epis-
copus cum aliis senionbus, elevaverunt illud a térra, et portantes per-
duxerunt illud usque ad sedem eiusdem civitatis, quae dedicata est in
15
honore Sanctae Crucis, et ponentes illud super idem altare, prostra-
verunt se omnes in térra viri atque mulieres, et collaudaverunt et benedix-
1G
erunt Dominum , qui est benedictus in saecula.
1 2
7. Per totam vero íllam hebdomadam non solum habitatores
3
eiusdem civitatis, verum etiam illi, qui per eandem regionem in circuitu
B3 B ,
3
. "ipsorum] illorum B B
2
,
3
.
9
a Dco] ab eo B 2
, B 3
.
10
devota mente pos-
tulaverant B2 B3 , .
2 3
6.
1
vatum B 1
\ adgravatum B 2
.
10
corpus] hoc antepon. B2 B ,
3
.
11
autem om. B B 2
,
3
.
15 Sanc-
12
esset] fuisset B2 14 idem venerabilis
B 2
, B*.
13
adsumens . trasp. B2 B3
,
tae suprascr. B
16
Dominum] Deum B2 B3 2
. , . 3
2
Lectio VI B B 3 habitatorcs] habitantes B B3 eamdem B 2 4 regio-
1 2 2 3
7. , . , . .
ÁNGEL FÁBREGA GRAU
o J
Die autem VIII praecepit ídem venerabihs episcopus fossam apeare ín
eodem vásculo, penitus inde non valuerunt sublevare, eo quod sicut pnus
aggravatum fuisset nimis. Prostrati vero omnes in térra, rogantes et postu-
lantes divinum auxihum quasi per unius fere horae spacium, hoc penitus
non potuel'runt ipsa vice impetrare. Quídam vero cler.cus veniens ||
[19SV
2 3
ac tremens, cecidit" ad pedes venerabihs eiusdem episcopi, et confes-
4
sus est cum lacrimis, dicens : quod unum de digir.s eiusdem sacri cor-
J
poris clam abscidisset, et ad domum suam pro benedictione portasset ,
c
et eum in capsellam habuisse . Quod ille statim iussit eum ad se ibidem
ante altare adduci, et praecepit ibidem ignem succendi coram omni mul-
s
titudine quae circumstabant '
clencorum seu laicorum, et assumptis
9
prunis in vase testeo , misit os illud in eis, aspicientibus cunctis et cir-
10
cumstantibus n:mis diutius, et penitus non est combustum, sed tan-
quam aurum purgatum in medio fornacis stabat inter prunas illas. Quod
videntes omnes, magnificaverunt et collaudaverunt atque glonficaverunt
Deum, qui potens est in ómnibus openbus suis, facens mirabiha et pro-
3
illud elevare, et quando probatum est os illud * in ipso igne ut osten- :
5
deret :psa incomprensibilis coelestis potencia meritum eiusdem sacrae
6
virginis hdehbus suis, quam digna sit coram eo in coelesti regno cuius ,
* quod] co
quod B 2 5 deportasset B2 B3 6 habuisset B2 B 3 7 circum astabant B2 cir-
. . . . . ;
et circum astantibus B
2 11
circunstanribus B 3 levaverunt os ipsum de ipso igne
; .
B2
, B*.
12
vase] vásculo B B 2
,
3
.
9.
1
primum B 2
.
2
agravatum B 1
;
adgravatum B2 .
3
valuerunt illud] potue-
runt B 2
; potuerunt ití B 3
.
* illud] illius B2
.
5
incomprehensibili s B2 B ,
3
.
* in
SANTA EULALIA DE BARCELONA *55
et exultacione.
1
11. Celebratur vero hace ^ranslatio omni anno in civitate illa
2 3
décimo Kalendas novembns, et dedicado eiusdem altaris tertio earum-
4
dem Kalendarum .
1
12. Adiuvante divina clemencia, cuius verbo consistunt universa
2
esse cond:ta, quaecumque vigent olimpo, tellure, atque equore : qui
regit omnia, et sanctis suis praestat mirabilia, et regnat ante omnia et
per numquam finien/da saecula saeculorum. Amen. / f 77 r
10.
1
erexerunt] et antepont. B B3 2
, .
civitate B Xo B
3
11. 1
amate illa] eadem B ,
s
.
2 2
.
3
III o B2 .
4
et dedicano
eiusdem... kalendarum om. B 3
.
2
12.
1
consistunt] constant B ; constat B 3
.
2
quaecumque] quaeque B2 B ,
3
.
DVM AC LYMPHAE
• VOLVCRES • •
CONCENTIBVS
DVLCISSIMIS •
AD ANIMI
• BEATITATEM RECVBANTl
• INVITANT • .
BEATAE VIRGINI
• MARIAE A MERCEDE D1CATO • • • -
TV MARIA .
INSTAR
MITISSIMI PASTORIS •
HAS • OVES
TVAS TVI HVIVS
• OVILIS . • •
-SATIANDAS • IN PERPETVAS
• ET FULGENTES AETERNITATES • . .
E] Cavaller de Vidrá,
24 septiembre 1953
INDICE
Pags.
Indices 156
Laus Deo
Gloria Sanctis;
nos cum prole pia