Métodos para La Evaluación de Aprendizajes
Métodos para La Evaluación de Aprendizajes
Métodos para La Evaluación de Aprendizajes
Catedrática:
Licdo. René Carballo.
Espacio Pedagógico:
Evaluación de los Aprendizajes en la Enseñanza del Español
Alumno:
Cristhian Agustín Laínez Maldonado.
Trabajo:
Síntesis
5. Portafolios: son, en general, carpetas divididas por aspectos, temas o capítulos, donde
se recopilan los productos de aprendizaje durante un periodo determinado. Es posible
realizar una evaluación de los progresos comparando los productos entre un periodo y
otro, un bimestre y otro, el inicio y el fin del ciclo; sin embargo, es importante que
evaluemos utilizando (entre otros) los criterios acordados para el diseño del
portafolios. Es decir, nos sirve para llevar un orden de las actividades que uno va
realizando y guardando los resultados con capacidad que se pueda recuperar y
comparar los trabajos. Los portafolios son un método importante, puesto que sirven al
mismo tiempo como una herramienta tanto para la enseñanza como para la
evaluación.
Cuestionarios y escalas
Primero se atiende a la relación que poseen estos dos instrumentos, es posible diseñar un
cuestionario que en su interior contenga una escala estimativa como forma de valoración; sin
embargo, también es común llamar escalas a los cuestionarios que presentan una escala como
única forma de valorar. Un cuestionario es una lista o repertorio de preguntas, formuladas por
escrito, a las cuales el alumno debería responder. Las preguntas son cerradas (elegir entre
varias alternativas) o abiertas (dar una respuesta directa sin alternativas de elección).
Podemos decir, entonces, que las escalas son una extensión de las listas de control conocidas
(el documento para el control de la asistencia, por ejemplo), o que son listas de control
cualificadas, donde se tiene un listado de indicadores y un continuo que describe el grado en
que se aprecia dicho indicador. Algunos de los ejemplos que uno puede encontrar en una
escala son los siguientes: Muy de acuerdo (5), de acuerdo (4), ni de acuerdo ni en desacuerdo
(3), en desacuerdo (2) y muy en desacuerdo (1). Excelente (7), muy bien (6), bien (5), regular
(4), deficiente (3), mal (2), muy mal (1).
Todo esto dependerá de los intereses y de lo que el autor quiere saber a través de ellos,
teniendo las opciones que anteriormente se plasmaron, quedando a disposición de los
profesionales.
Exámenes
Constituyen un instrumento valiosísimo de evaluación de los aprendizajes; sin embargo, se ha
abusado de ellos hasta llegar a convertirlos casi en recurso exclusivo para este objetivo. Los
exámenes, o pruebas de rendimiento, están diseñados para estimar o medir el grado o nivel en
que un sujeto sabe, sabe hacer y lo demuestra en un contexto; es decir, en qué grado domina
una competencia específica y en un momento determinado del ciclo escolar. Es posible
plantear que los exámenes en los que estamos interesados en este texto son los internos,
porque son los diseñados y aplicados por los profesores, y en los cuales basan sus análisis
estadísticos. Es decir, se busca alcanzar un objetivo a través de resultados cuantitativos que
tengan un resultado medible.
Las pruebas objetivas
Este tipo de pruebas, además de la facilidad que nos brindan para calificar, también presentan
bondades indiscutibles para abarcar cualquier nivel de asimilación. Su secreto radica en el
correcto diseño de los reactivos. En una prueba objetiva, es posible incluir ítems tanto de
respuesta abierta (como, por ejemplo, los de completar), como de respuesta cerrada (por
ejemplo, los de múltiples alternativas con respuesta única, comúnmente llamados de opción
múltiple).
De respuesta breve y complementación
De respuesta alternativa (sí/no, verdadero/falso)
De ordenamiento o jerarquización
De asociación, emparejamiento o correspondencia
De localización–identificación
Exámenes abiertos
Este tipo de exámenes también se conoce como de ensayo. Cuando hablamos de exámenes
abiertos, nos referimos a aquellos en los que es necesario plasmar el procedimiento, expresar
completamente las ideas, justificar con argumentos, comentar, valorar, resolver problemas; es
decir, donde sea posible que el profesor aprecie de manera detallada el recorrido en la
construcción de los conocimientos, y no únicamente el resultado de dicha construcción, como
es el caso de las pruebas objetivas. Una debilidad indiscutible de este tipo de exámenes es
que, si no se presentan con claridad los criterios para realizar la evaluación, entonces, se
podría caer en el exceso de subjetividad y con ello inferir que cualquier respuesta sea posible,
ya que cada ser humano construye los conocimientos a “su modo y manera”.
Pruebas de desempeño
No se trata de desechar las pruebas escritas, sino de combinarlas con aquellas que permitan
apreciar la ejecución de las competencias en un ambiente lo más real posible. Para llevar a
cabo este tipo de evaluación, un instrumento útil son las escalas diseñadas ad hoc.
Las ventajas de las medidas de desempeño se muestran al proporcionar evidencia directa de
que los estudiantes pueden ejecutar ciertas habilidades o destrezas para la resolución de
problemas específicos; sin embargo, una desventaja es que la observación de estos
desempeños puede llevarse mucho tiempo, tanto para los estudiantes como para los
profesores. Es posible utilizar las pruebas de desempeño o presentaciones orales como parte
de las evaluaciones cotidianas dentro del salón de clases.
Análisis de proyectos
Como uno de los últimos productos de aprendizaje que se puede tener y no se puede utilizar
todas las anteriores y sirva de retroalimentación de todo lo enseñado por el docente, por
ejemplo, si en nivel superior se desea evaluar con una intención sumativa la entrega de un
proyecto, es necesario que antes de comenzar la realización del mismo los estudiantes tengan
absolutamente claro el uso de los criterios. Y así como otros recursos didácticos que se
pueden utilizar para evaluar a los alumnos, todos tienen sus pros y contras, los cuales cada
docente debe tener la capacidad de adaptarlos de la mejor manera al tema que está
impartiendo y sacar el mayor provecho del uso por parte de los alumnos, esperando que luego
de esto queden claros.