Algo Va Mal Tony Judt
Algo Va Mal Tony Judt
Algo Va Mal Tony Judt
El autor Tony Judt, divide su libro titulado “Algo va mal” en seis secciones, cada
una con diferentes puntos que mencionar para llegar a la conclusión que nos quiere
transmitir. En la primera sección redacta el como es que vivimos ahora; en la actualidad
vivimos en medio de una riqueza individual, reflejado al momento del consumo excesivo
de bienes materiales muy costosos. Siempre ha habido ricos y pobres, pero de una u otra
forma, abundan más ricos. El filósofo Karl Marx analizó que, en la sociedad capitalista,
existen dos tipos de clases sociales: a) burguesía, la cual posee los medios de producción y
controla el trabajo y; b) proletariado, compuesto por obreros, dueños de su fuerza de
trabajo, que venden a cambio de su salario. Esto lo podemos demostrar en el libro cuando el
autor menciona que existen países igualitarios, pero muchos otros países siguen reflejando
las distinciones de clase, por ejemplo, en 1973 se incrementó la desigualdad en los sueldos
en Reino Unido, pero cabe recalcar que no importa lo rico que puede llegar a ser un país,
sino su desigualdad. De acuerdo con este autor, la mayoría de los estadounidenses se quejan
de las escasas oportunidades que tienen y aún así se reúsan a convertirse en un país donde
exista el socialismo, tal como el filósofo Friedrich Hayek, quien rechaza rotundamente esta
doctrina social y política que pretende la distribución equitativa de la riqueza. Una
respuesta a la situación de este país es que les resulta difícil tener un orden y mantener las
metas comunes.
Tony Judt determina que todos somos unos personajes económicos, que solo
perseguimos nuestros propios intereses, haciendo a un lado las metas colectivas y esto lo
menciona igualmente Jeremías Bentham, quien encabeza la corriente denominada
“utilitarismo”, para exigirle a las personas que dejen de lado sus propios deseos y
aspiraciones, así como hacer lo que beneficiará a la sociedad en su conjunto.
solían tener por consiguiente depresiones económicas que llevaban con ellas fuertes crisis,
por lo tanto, hubo cambios en algunos países y ese cambio fue la “planificación”. Hayek
señala que el modelo de planificación tiende al establecimiento de estados autocráticos,
anulando las libertades individuales y en aquel tiempo Keynes aceptó dicho modelo en
tiempos de guerra.
“¿Adiós a todo esto?” se titula el cuarto apartado, el cual informa que el comunismo
se derrumbo 1989 y que, a partir de eso, todo el mundo iba a conformar un capitalismo
liberal, en donde todos avanzarían al futuro con la posibilidad de tener paz, democracia y
mercados libres. Es importante mencionar que nadie ha podido afirmar que el comunismo
trajo como consecuencia paz y democracia.
Ahora bien, Tony Judt determina que, si todos somos demócratas, debemos saber lo
que queremos, puesto que, viendo la terrible experiencia del pasado se ha aprendido que los
Estados no pueden solucionarlo todo. Sin embargo, conociendo que el capitalismo no es un
sistema político, sino una manera de vida económica, se requiere considerar que: las
economías capitalistas tienen una mejor función en condiciones de libertad. El autor nos
dice que, lo que se aprendió de 1989 fue “nada es inevitable”. Este año significo un
Valeria Mayne Flores Matrícula 1812
5. Qué hacer?
“Creo que, con una gestión acertada, el capitalismo puede ser más eficaz para alcanzar
metas económicas que cualquier otro sistema conocido. Pero en sí mismo tiene graves
inconvenientes en muchos sentidos…” Tony Judt habla sobre una existente desconformidad
en la sociedad, en donde hace referencia que las diferencias de clase también proviene de
esa misma desconformidad, puesto que, en las sociedades donde existe esta diferencia, los
que están abajo suelen tener una fuerte motivación para oponerse a cualquier cosa sobre su
organización social. El problema aquí no es sobre si la sociedad esta de acuerdo con el acto
legislativo, sino la manera en la que tratamos de conseguir nuestros intereses comunes. Es
importante tener que aprender a saber criticar a las personas que nos gobiernan, pero para
hacerlo de buena manera, debemos librarnos del círculo de conformidad en el que todos
estamos atrapados. La disconformidad debe estar dentro de la ley para intentar alcanzar sus
objetivos por medio de asuntos políticos. Esta disconformidad y la disidencia esta en manos
de los jóvenes.
Se necesitan leyes nuevas y hallar una forma para que las autoridades que hayamos elegido
sean capaces de escucharnos. Si una política parece errónea, debemos encontrar las
palabras para decirlo y oponernos. Según el autor los proyectos colectivos pueden tener
finalidades donde prevalezca el conflicto, la sociedad realmente abierta querrá tener
completa libertad e igualdad.