Ensayo Estudios de Recepcion

ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL LITORAL
PSICOLOGÍA PARA MEDIOS

Ensayo argumentativo
Autores: Ana Morquecho, John Núñez y Kelly Tello Paralelo: 2
Fecha: Domingo 19 de agosto, 2018
Estudios de recepción, una necesidad en el Ecuador
En estos últimos años las investigaciones sobre los Estudios de Recepción en América
Latina han incrementado para comprender sobre los procesos socioculturales, políticos y
económico de los cuales los sujetos sociales contemporáneos interactúan con los medios y las
tecnologías de información. En este ámbito, se realiza una crítica sobre la realidad de los
productos audiovisuales en Ecuador. En la actualidad, se presentan en los canales de televisión
nacional, una serie de programas sin fines educativos, ofreciendo a los espectadores diversión a
costa de problemáticas y estereotipos reforzados.
En la producción nacional de televisión de Ecuador se marca un antes y un después.
Repetitiva, con escaso contenido educativo o sin programación atractiva, son algunas de
las observaciones que se atribuyen a los proyectos actuales. Mientras, en décadas
pasadas, había más producción nacional o los canales invertían en series de muy alto
contenido para la audiencia, sirven como referencia a varios expertos consultados. Por su
parte, los televidentes rescatan algunas de las ofertas que ofrecen las cadenas (El
Universo, 2018).
Es así como se critica la existencia de receptores influenciados por los medios que
consumen, ya que estos reflejan personalidades fabricadas en su diario vivir. Por lo tanto, los
estudios de recepción son fundamentales en el objetivo de mejorar la producción audiovisual
del Ecuador a través del correcto conocimiento de lo que realmente el usuario necesita
consumir por parte del entorno mediático para desarrollar una cultura y educación de
calidad.
Lamentablemente, la finalidad de los productores de televisión es asegurar sus bolsillos
mediante la obtención de un mayor rating en sus programas sin importar el daño que ocasionan a
la sociedad. El grupo clave para ellos son los ciudadanos de bajos recursos económicos, y de
aquellos que no tienen el acceso a una buena educación cultural. Ellos son quienes consumen
mayoritariamente la televisión nacional a causa de no poseer televisión pagada o internet, que
son medios que imparten un mejor contenido audiovisual en el ámbito informativo, educativo,
cultural y del entretenimiento. En esta misma línea, tal y como afirma Giovanni Sartori (1997),
“la televisión ha ido convirtiendo al homo sapiens, animal racional, en un homo videns, animal
eminentemente simbólico, donde el telespectador se encuentra inmerso en una cultura
predominantemente visual.” En una entrevista para el diario El Telégrafo se explicó como estos
nuevos medios refuerzan la crítica de las producciones audiovisuales en el cine, un ejemplo de lo
que debe aplicarse en la televisión:
En internet hay miles de potenciales cineastas que buscan ser reseñados, comentados o
criticados. Los blogueros y los tuiteros son la nueva masa crítica del séptimo arte. Nunca
antes hubo tantos potenciales críticos de cine como los hay ahora en el ciber espacio
(Báez, 2013).
Entonces, para este grupo vulnerable la programación nacional imparte contenidos con
temáticas exageradas y vulgares de la realidad ecuatoriana. Como es el caso de “La Trinity” una
comedia de Ecuavisa con entretenimiento público, sin embargo, existen escenas que aparecen
desnudos teniendo en consideración que tanto adultos como niños lo observan. Este contenido
produce empatía en sus televidentes, debido a que se asemejan como una mala imitación del
guayaquileño. A su vez, la mayoría de los canales de comunicación no consideran el tiempo en
que colocan la programación, perjudicando psicológicamente a los menores en casa. Los
planteamientos clásicos de la investigación de los estudios sobre la recepción televisiva
predominaron en el análisis del contenido y en los efectos de la comunicación de masas. “No
sólo los medios cambian, los sujetos receptores también. Ambos se transforman y su apreciación
dinámica se mantiene en continuo movimiento, lo que siempre constituye un desafío para la
investigación en comunicación” (Orozco, 2002: 23).
Adicionalmente, los medios de comunicación en la sociedad han incrementado, es más se
considera una necesidad formar parte de ello y se puede encontrar cualquier cantidad de
información. Cómo menciona el filósofo de Comunicación Teórica y estudioso de la Teoría de
los Medios “Todos los medios nos afectan completamente. Son tan omnipresentes en nuestra
vida personal, política, económica, estética, psicológica, moral, ética y social que no dejan ni una
parte de sin tocar… Sin afectar… Sin alterar.’’ (McLuhan, 2012). Por lo que la mayor parte de la
población ecuatoriana, en especial a los de clase social baja, deben poseer al menos una
televisión en sus hogares y de esta manera, tienen el poder de decisión sobre el contenido. Sea
éste de cualquier tipo, con tan solo ver un poco de la programación, ya está afectando la forma de
vida del espectador. “ciertos tipos de comunicación acerca de cierto tipo de asuntos, pre-
sentados a cierto tipo de personas, en ciertas condiciones, originan cierto tipo de efectos”
(Berelson, 1948: 172).
Retomando el tipo de programación que se da en los canales nacionales del Ecuador, se

tiene en gran medida programas de farándula, concursos, reality show, comedias, etc. En la cual
se encuentran presente los procesos de hipermediación, generando rupturas y desplazamientos en
la forma de producir y consumir las nuevas programaciones, pasan por un proceso de
transformación en la cual el número de canales aumentan y por lo tanto la audiencia se va
segmentando. De esta manera, en la actualidad la televisión junto con los avances tecnológicos
comparte su espacio con la computadora y las redes digitales. Por esto, los contenidos televisivos
son importantes, ya que moldean las ideas, los valores y las expresiones culturales de los
televidentes. Al segmentar a la sociedad ecuatoriana, existe un grupo que no tiene más opción
que visualizar los canales nacionales, y al no tener voto o que consideren su libertad de expresión
en la sociedad terminan aceptando la programación. Por ejemplo, miembros de una familia
después de visualizar varios episodios de combate, les va agradando el contenido e incluso pasar
al siguiente nivel, que es ir hasta el estudio de grabación que permite público y apoyar a su
equipo favorito. Además, muchos televidentes de este tipo de programas empiezan a copiar el
estilo de alguno de estos personajes, imitando su manera de ser, vestimenta, jergas e incluso van
formando la idea de querer formar parte de ese tipo de concursos. Los productores, al ver la
aceptación de la programación, deciden generar contenido similar para seguir siendo aceptados
por parte del mercado objetivo. Aquellas personas que tienen televisión pagada, solo se limitan a
criticar el tipo de programación de manera personal, debido a que tienen la posibilidad de
cambiar de canal por algo de su agrado.
Actualmente, el poder de decisión del contenido se da por la popularidad o tendencias

que produce el mismo. Por ejemplo, se ha estrenado la telenovela de “Sharon la hechicera”,
quien con su muerte se convirtió en un icono popular en las redes sociales por todo el país. Su
estreno provocó varias críticas con respecto a la falta de producción. Esto da a entender que los
televidentes a pesar de que inconscientemente no consideran el contenido que consumen, por lo
menos están pendientes de la tecnología que utilizan para grabar y producir la novela.
Esto supone, por un lado, que “todo el mundo puede recibir” las ideas preconcebidas y,
por otro, que cualquier intento por romper con esas ideas preconcebidas se considera
subversivo. La televisión “privilegia cierto número de fast thinkers que proponen fast
food cultural, alimento cultural predigerido”, una concepción vinculada a la Teoría
Crítica de la Escuela de Frankfurt. (Boudieu, 1996)
En conclusión, los estudios de recepción se dan por la relación entre la cultura de
los televidentes y la comunicación. Además, el incremento de canales ha segmentado y
diferenciado a las audiencias, formando grupos con un interés en común, el contenido de la
programación. De esta manera al tener cuantificado el mercado objetivo de las personas que
consumen canales nacionales, junto a los Estudios de Recepción, los nuevos comunicadores
visuales pueden crear programaciones éticas, llamativas y educativas que mejoren la calidad de
la televisión y por ende culturalizar a la ciudadanía. Las personas se dejan influenciar por los
medios, creando tipos de conducta que influyen sobre la manera de actuar o de pensar. En el
libro clásico de Almond y Verba “Civic Culture” (1989), Alexis de Toqueville destaca que “lo
que el capital social aporta es la posibilidad de convertir los problemas individuales en

colectivos, teniendo como base a los grupos organizados desde el seno de lo civil, quienes unen
sus intereses para mejorar algún aspecto que repercute a toda la comunidad.”
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https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo;jsessionid=267F9666520D7D3029A8B51A86911452.d
ialnet01?codigo=4274883

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Estudios de recepción, una necesidad en el Ecuador

En la producción nacional de televisión de Ecuador se marca un antes y un después.

las observaciones que se atribuyen a los proyectos actuales. Mientras, en décadas

Retomando el tipo de programación que se da en los canales nacionales del Ecuador, se

Actualmente, el poder de decisión del contenido se da por la popularidad o tendencias

food cultural, alimento cultural predigerido”, una concepción vinculada a la Teoría

Crítica de la Escuela de Frankfurt. (Boudieu, 1996)

En conclusión, los estudios de recepción se dan por la relación entre la cultura de

los televidentes y la comunicación. Además, el incremento de canales ha segmentado y

diferenciado a las audiencias, formando grupos con un interés en común, el contenido de la

que el capital social aporta es la posibilidad de convertir los problemas individuales en

Báez, M. (20 de junio de 2013). Crítica y producción audiovisual se sostienen y

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