Tema 4. Desarrollo Moral Del Adolescente
Tema 4. Desarrollo Moral Del Adolescente
Tema 4. Desarrollo Moral Del Adolescente
desarrollo de la
personalidad
adolescente
Tema 4. Desarrollo moral del
adolescente
Aprendizaje y desarrollo de la personalidad adolescente
Desarrollo moral del adolescente
Índice
Presentación .............................................................................. 3
Objetivos de aprendizaje ............................................................... 4
1. Los valores en la adolescencia ................................................... 5
2. Desarrollo personal en la adolescencia: el autoconcepto ................... 7
2.1. Desarrollo moral según Piaget ....................................................... 8
2.2. Moral autónoma y moral heterónoma .............................................. 9
3. La moral heterónoma ............................................................. 9
4. La moral autónoma .............................................................. 10
5. Desarrollo moral: contribuciones esenciales de Piaget .................... 12
6. Enfoque cognitivo-evolutivo del razonamiento moral ...................... 13
6.1. Niveles de razonamiento moral ....................................................14
7. Enfoque cognitivo-evolutivo: estadios de razonamiento moral NIVEL I .. 14
7.1. NIVEL I. Preconvencional ............................................................15
8. Enfoque cognitivo-evolutivo: estadios de razonamiento moral NIVEL II . 16
8.1. NIVEL II. Convencional. ..............................................................16
9. Enfoque cognitivo-evolutivo: estadios de razonamiento moral NIVEL III 18
9.1. NIVEL III. Postconvencional .........................................................18
10. Enfoque cognitivo-evolutivo: críticas a los postulados de Kohlberg ... 20
11. Desarrollo moral en centros educativos .................................... 22
Resumen................................................................................. 26
Presentación
Como se ha presentado en temas anteriores, en la adolescencia se dan una serie de
acontecimientos y cambios de índole física, cognitiva, psicológica y social, propios
de una etapa de transición entre la infancia y la adultez. En concreto, en este periodo
es fundamental el desarrollo del pensamiento cognitivo formal, la construcción de la
identidad personal y las relaciones sociales que establece el adolescente con sus
iguales, la familia, el entorno escolar y el resto del ámbito social.
Todos estos sucesos, personales y contextuales que rodean a los jóvenes, influyen en
el desarrollo moral de los mismos. Se subraya la importancia que tiene el periodo
evolutivo de la adolescencia, como momento en el que se empiezan a tener valores
morales que el sujeto va interiorizando. Todo esto guarda una estrecha relación con
el vínculo que establece la persona con la sociedad y cultura en la que vive. El joven
comienza a preocuparse por la ideología, por asuntos sociales y políticos.
En un primer momento, y tras destacar el estudio del análisis de los valores entre los
adolescentes, se desarrollará el enfoque “cognitivo-evolutivo” de Piaget y Kohlberg,
por ser los representantes más importantes de esta perspectiva. Se analizarán algunas
de las críticas a los postulados de Kohlberg sobre el desarrollo moral y finalizaremos
analizando el desarrollo moral en los centros educativos.
Objetivos de aprendizaje
Tras este tema el estudiante debería ser capaz de:
El estudio del análisis de los valores entre los adolescentes españoles ha sido más bien
escaso. No obstante, Elzo (1998, 2006) realiza un trabajo descriptivo donde recoge los
valores dominantes de los jóvenes en la llamada postmodernidad. Entre ellos destacan
los siguientes:
10. Disonancia entre los valores finalistas e instrumentalistas que con graduaciones
muy diversas los adolescentes invierten afectiva y racionalmente en los valores
finalistas, al par que presentan, grandes faltas en los valores instrumentalistas.
Junto a estos tres retos, define otros tres menos visibles, de los cuales se tiene menor
grado de conciencia:
También presenta una reformulación de los valores dominantes de los jóvenes de hoy
en la sociedad española, considerando los nuevos aspectos emergentes en esta segunda
década del siglo XXI. Presenta una lista integrada por cinco valores “positivos” y cinco
valores “negativos”.
Por otro lado, define como valores “negativos”: el presentismo y la dificultad para
adoptar compromisos duraderos. Pero este presentismo, como consecuencia la
incertidumbre, puede transformarse en un valor positivo, en tanto que favorece la
acomodación al tiempo presente en mayor grado que sus padres; el individualismo en
detrimento de la solidaridad; la excesiva dependencia de la familia de origen; la
sacralización del fin de semana y la predominancia de la conciencia de sus derechos
más que de sus responsabilidades.
Elzo (2011) define esta serie de valores a modo muy general, en el entendido de que
no hay juventud, sino jóvenes, por lo tanto, pueden reconocerse distintos tipos de
adolescentes, con estilos de vida muy diferentes.
De acuerdo con Piaget, para estudiar el desarrollo moral lo más adecuado es utilizar
como base los datos provenientes del estadio del desarrollo lógico, pues los dos
discurren como ejes paralelos de un mismo proceso general de adaptación y tanto el
pensamiento lógico como la conciencia moral tienen los siguientes elementos
comunes:
Elementos comunes
Para Piaget las acciones morales se presentan bajo dos aspectos irreductibles, pero
inseparables: por un lado, la obligación y el deber y por otro el sentimiento del bien
o del ideal que pretende, afirmando que el imperativo categórico sería la emanación
directa de la “imposición social”, por lo tanto, el objeto de la moral la fuente de
respeto es la sociedad misma por cuanto es diferente de los individuos y superior a
ellos (Piaget, 1932).
Según Piaget, la moral es social y supone la existencia de reglas que están por encima
del individuo y que sólo pueden elaborarse en contacto con los demás, existiendo
tantos tipos de moral como de relaciones sociales.
En su libro de referencia para el estudio del desarrollo moral del niño “Le Jugement
moral chez l’enfant”, Piaget concibe la moralidad como el respeto del individuo por
las reglas sociales y por la justicia, fundamentadas en la reciprocidad e igualdad entre
los individuos y estudia los juicios de los niños ante “dilemas” sobre situaciones,
mentiras y robos.
Piaget, en base a los conceptos anteriores distingue dos etapas en el desarrollo moral
o dos formas de moral:
3. La moral heterónoma
La moral “heterónoma”, se da entre los cuatro y los ocho años. Se funda en una ética
de la autoridad. Piaget denominó “realismo moral” a la tendencia del niño a
considerar los deberes y los valores que se relacionan con ellos como subsistentes en
sí mismos, independientemente de la conciencia y como obligatoriamente impuestos.
Este realismo conlleva tres aspectos:
1. Por un lado, el deber. La autoridad viene impuesta del exterior. Todo acto
encaminado a obedecer bien una regla o a un adulto es bueno; por el contrario,
todo acto que no obedezca a la regla o al adulto será un acto malo. Por tanto,
el bien se define rigurosamente a través de la obediencia. No es su conciencia
la que elabora las reglas, sino que éstas ya se le han dado elaboradas.
4. La moral autónoma
La moral autónoma comienza a darse a partir de los ocho años o, por lo menos, cuando
el niño comienza a ir al colegio. Es ahí donde el alumno se encuentra en situaciones
donde él es el que tiene que tomar decisiones, lo cual le hace sentirse semejante a
sus mayores. Igualmente se va dando cuenta que hay otras personas a las que él
respecta, que piensan de otra manera, que tienen otros puntos de vista sobre las
normas que él consideraba sagradas e inmutables. Todo esto le lleva a pensar al niño
Piaget piensa que esta moralidad autónoma es de tipo Igualitario y democrático, pues
el niño procede según reglas morales propias.
Igualitario y democrático
Posición absolutista
Con ello, dejará de juzgar los actos por sus consecuencias para pasar a
juzgarlos por la intencionalidad que encierran. De esta manera el castigo
ya no será una necesidad absoluta, ni revestirá signos de expiación, sino
que representa una censura que pone en evidencia al culpable al mostrar
que se ha roto el lazo de la solidaridad o la reciprocidad.
En estas edades hay que tener presente que, así como el pensamiento adolescente se
caracteriza por el racionalismo y la intransigencia, su sistema ético participa de estas
mismas características. El adolescente sobreestima la facultad apenas adquirida del
pensamiento abstracto que le permite establecer reglas morales comunes que, como
esquemas, violentan los casos particulares. El adolescente, incapaz de comprender la
riqueza de la diversidad, pretende dirigir su conducta, y la de los demás, por principios
fijos e intransigentes.
Por otra parte, pese al carácter de pretendida autonomía que busca el adolescente en
su pensamiento moral, busca el apoyo en una autoridad que le sirva de modelo y
garante moral. Sigue rechazando toda autoridad que se le impone desde fuera, sea la
Las autoridades que hasta ahora había encontrado no han resistido a su crítica. De ahí
que se aparte de esas autoridades e intente erigir por sí mismo una ordenación de
valores que brote de su interior; de ahí que fije su atención en alguien que
personifique en su forma de vida sus valores morales; es decir, lo que a él le parece
puro, bueno, noble.
El valor moral de las acciones no se medirá ya sólo por la conformidad con la ley, sino
por la responsabilidad del sujeto en dichas acciones; es decir, por su intención de
respetar la ley en su espíritu más que en la letra.
Los rasgos de la moral heterónoma expuestos se van debilitando poco a poco, a medida
que el niño va superando otras características del egocentrismo representacional y
también va sustituyendo el concepto de justicia retributiva (basado en la sanción) por
el concepto de justicia distributiva (basado en el igualdad), situación que suele ocurrir
en torno a los 6 o 7 años, cuando progresivamente iniciará la construcción de una moral
autónoma que alcanzará su mayor desarrollo, según Piaget, alrededor de los 11 o 12
años aproximadamente.
Kohlberg propone una secuencia de tres niveles en su descripción del desarrollo moral:
preconvencional, convencional y postconvencional o de los principios. Dichos niveles
implican una relación diferente entre el yo y las reglas y expectativas morales de la
sociedad.
Kohlberg, a través de su teoría cognoscitiva del desarrollo moral, defiende que las
etapas del desarrollo moral se encuentran determinadas por las capacidades
intelectuales de los individuos. Organizó sus seis etapas en tres niveles:
preconvencional, convencional y postconvencional. Además, entiende que cada nueva
etapa se construye sobre el razonamiento de la etapa precedente (Berk, 2004).
Las reglas y normas sociales son exteriores al individuo e impuestas por el entorno.
Se caracteriza por:
Se caracteriza por la interiorización por parte del individuo de las normas sociales
exteriores, pero no hay una vinculación directa por parte del razonamiento del
individuo entre esas normas y los criterios que pueden derivarse de principios
universales de los derechos del hombre.
Se caracteriza por:
Según este autor, el nivel convencional es el que suelen alcanzar los niños a
partir de los diez años y en el que se mantienen, con las lógicas evoluciones, la
mayor parte de jóvenes y adultos. Las dos etapas de este nivel son orientación
hacia la aprobación y afecto de los demás (etapa 3) y orientación al
mantenimiento del orden social (etapa 4).
• Las reglas son observadas por el bien común y no porque son impuestas por
el sistema.
• Las normas son parte de un contrato que une a los miembros de una
sociedad.
Así, una persona en el estadio de las operaciones concretas (según la teoría de Piaget)
está limitada a los estadios morales preconvencionales (estadios 1 y 2 de Kohlberg);
mientras una persona que está accediendo al pensamiento formal (comienzo del
estadio de las operaciones formales, según la teoría piagetiana) está limitada al
estadio 3 (moral convencional de Kohlberg), siendo un requisito importante el
completo dominio del pensamiento formal, típico del último período evolutivo, para
poder acceder a los otros estadios de razonamiento moral (4, 5 y 6), pues éstos
implican la capacidad para considerar diferentes posibilidades, la abstracción de
elementos básicos, el aislamiento de variables, etc., y no todas las personas que
alcanzan estos estadios de desarrollo lógico logran el límite superior de razonamiento
moral que ellos posibilitan.
Es decir, una persona puede estar en un estadio lógico más elevado que el
moral, pero no a la inversa. En palabras de Kohlberg: “mientras que el
desarrollo lógico es necesario para el desarrollo moral y le marca límites a
éste, la mayor parte de los sujetos pertenecen a un estadio de desarrollo
lógico superior al que se encuentran en los estadios del desarrollo moral”
(Kohlberg, 1987). La relación anterior se refleja en los datos aportados por
Kohlberg y Higgins (1984) según los cuales en torno al 50% de adolescentes
y adultos alcanzan un pensamiento lógico formal, mientras que, en esa
misma población estudiada, sólo un 14% llega al nivel postconvencional en
el juicio moral.
Por tanto, tenemos que adoptar una postura que intente superar las limitaciones de
estas teorías y recoger dilemas reales contextuales al analizar el razonamiento moral,
a través de un marco contextual que considere los ámbitos más cercanos y más lejanos
que rodean al sujeto. Algunos autores se basan en la teoría ecológica de
Bronfenbrenner (2002), a la posibilidad de clasificar los dilemas morales, agrupados
por temáticas, en los cuatro niveles ecológicos que propone dicho autor: microsistema,
mesosistema, exosistema y macrosistema.
En el contexto escolar, los alumnos y alumnas saben distinguir entre acciones y reglas
arbitrarias (convención social) y aquellas que son prescriptivas (morales). De esta
forma, el contenido de sus respuestas a las violaciones de las reglas convencionales
sociales y morales reflejan estas distinciones (Nucci y Turiel…).
Howard Gardner
Por eso, aunque el centro educativo parece ser una variable importante en el
incremento del desarrollo moral, solamente un pequeño número de estudiantes
realmente avanza hacia estadios de razonamiento postconvencional.
Linde
Linde (2010) recoge las condiciones que deben caracterizar la atmósfera del centro
escolar para una mayor influencia sobre el juicio y la conducta morales:
Rest
Por su parte Rest (1988), en un estudio de cómo facilitar a los estudiantes el desarrollo
moral en el centro educativo, concluyó que el mejoramiento no puede ser atribuido a
las clases de “educación moral”. Este es fundamentalmente el resultado de:
Cortés
Hay otros estudios que igualmente han encontrado que el mayor éxito de los programas
de educación moral es centros estaba en aquellos que promueven experiencias de
trabajo voluntario o comunitario. El servicio comunitario no solamente mejora la
sensibilidad hacia temas morales, sino que ayuda a los alumnos a superar estereotipos
negativos que con frecuencia actúan como barreras en la interacción con otras
personas. Este tipo de servicios cambia el egocentrismo de la gente mediante la
demanda de que ellos activamente cuiden el bienestar de otras personas. Cortés
(2002), en este sentido, habla de desarrollar el compromiso ético, con la implicación
real en entidades sociales y organizaciones de la comunidad.
Otros estudios
Con esta estrategia educativa se pretende desarrollar en los alumnos las competencias
de conocerse a sí mismo, sus limitaciones, necesidades y capacidades, para que una
vez conscientes de estas, las pongan al servicio de los demás. También se persigue
reconocer al otro como persona diferenciada, con necesidades que cubrir y aptitudes
que desplegar.
Concluimos que los años escolares ejercen una influencia significativa sobre el
desarrollo del razonamiento moral. Los datos reflejados demuestran el papel tan
importante que desempeña la educación en el desarrollo moral y personal de los
adolescentes, sirviendo de estímulo a todos los agentes educativos para continuar con
la labor de ayudar a desarrollar actitudes y conductas morales en nuestros jóvenes.
Resumen
De la revisión de los planteamientos relacionados con el desarrollo moral, podemos
destacar: