Territorio Paz y Desarrollo

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7

Territorio, Paz
y Desarrollo.
Discusiones conceptuales
y producción científica en
Colombia

Daniel Hurtado Cano


Claudia Isabel Aguirre Jaramillo
María Eugenia Arango Ospina John
Humberto Moreno Reina
Daniel Hurtado Cano

Docente adscrito al departamento la Universidad Autónoma de Manizales.


Territorio y Paz e investigador del Magister en Agricultura Ecológica
grupo de investigación Ética y política. con Énfasis en Agricultura Tropical
Psicólogo de la Universidad de Sostenible del Centro Agronómico
Manizales. Maestría en Ciencias Tropical de Investigación y Enseñanza
sociales, FLACSO (sede México). (CATIE). DEA en Desarrollo, Globalización
Correo electrónico: y Cooperación Internacional de la
[email protected]. Universidad del País Vasco (UPV).
Candidata a doctora en Altos Estudios
Claudia Isabel Aguirre Jaramillo del Desarrollo. Universidad del País
Vasco UPV. Correo electrónico:
Coordinadora Académica Paz y [email protected];
Competitividad. Docente adscrita [email protected]
al departamento Territorio y Paz e
investigadora del grupo de investigación John Humberto Moreno Reina
Desarrollo Regional de la Universidad
Autónoma de Manizales. Trabajadora Docente de tiempo completo adscrito
Social de la Universidad de Caldas. a la Facultad de Ingeniería Civil e
Especialista en Gerencia social de la investigador del grupo de investigación
Pontificia Universidad Javeriana de Cali. Geoamenazas e Ingeniería Civil de
Magister en Educación con énfasis en la Universidad Santo Tomás -sede
docencia universitaria de la Universidad Villavicencio. Ingeniero Catastral y
de Caldas. Correo electrónico: Geodesta de la Universidad Distrital
[email protected] Francisco José de Caldas. Especialista
en Sistemas de Información Geográfica
de la Universidad Distrital Francisco
María Eugenia Arango Ospina José de Caldas. Especialista en
Planificación y Administración del
Coordinadora Académica Maestría Desarrollo Regional de la Universidad
Desarrollo Regional y Planificación del de Los Andes. Magíster en Desarrollo
Territorio y Coordinadora Centro de Regional y Planificación del Territorio de
Estudios Ambientales; Docente adscrita la Universidad Autónoma de Manizales.
al departamento Territorio y Paz, y líder Correos electrónicos: john.moreno@
del grupo de investigación en Desarrollo cindes.org / [email protected] /
Regional Sostenible de la Universidad [email protected]
Autónoma de Manizales. Ingeniera
Agrónoma de la Universidad de Caldas.
Especialista en Desarrollo Gerencial de
´

{ INVESTIGACIÓN }
Catalogación en la fuente

Hurtado Cano, Daniel


Territorio, Paz y Desarrollo. Discusiones conceptuales y producción científica
en Colombia (período 2000-2015) / Daniel Hurtado Cano, Claudia Isabel Aguirre
Jaramillo, María Eugenia Arango Ospina y John Humberto Moreno Reina. --
Manizales : UAM, 2020

207 páginas.: ilustraciones, gráficas (Colección Desarrollo, Región y Paz.


Línea Investigación)
ISBN: electrónico: 978-958-5558-15-1

1.Planificación regional. 2. Desarrollo sostenible 3. Paz y territorio. 4. Territorio y


desarrollo. 5. Cambio social

I.Aguirre Jaramillo, Claudia Isabel. II Arango Ospina, María Eugenia. III. Moreno
Reina, John Humberto. IV. Obando Alzate, Laura V., editora

UAM 303.44 H877 CO-MaBABC

Fuente: Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J.

© Editorial Universidad Autónoma de Manizales


Antigua Estación del Ferrocarril
E-mail: [email protected]
Teléfono: (56+6) 8727272 Ext. 166
Manizales-Colombia

Miembro de la Asociación de Editoriales Universitarias de Colombia, ASEUC

Título: Territorio, Paz y Desarrollo. Discusiones conceptuales y producción científica en Colombia (periodo 2000-2015)
Autores: Daniel Hurtado Cano E-mail: [email protected]
Claudia Isabel Aguirre Jaramillo [email protected]
María Eugenia Arango Ospina [email protected]
John Humberto Moreno Reina [email protected]

Manizales, diciembre de 2020


ISBN electrónico: 978-958-5558-15-1

Editora y coordinación editorial: Laura V. Obando Alzate Diseño y Diagramación: estratosferadesign.com


Corrección de estilo: Luis David Obando López Fotografías: Juan Humberto Henao Betancur

Comité Editorial:
Iván Escobar Escobar, Vicerrector Académico UAM. Nancy Liliana Mahecha Bedoya Mg., Vicerrectora Administrativa
y Financiera. María del Carmen Vergara Quintero PhD., Coordinadora Unidad de Investigación. Laura V. Obando
Alzate, Editora y Coordinadora Editorial UAM. Dora Cardona Rivas PhD., representante de la Facultad de Salud.
Francy Nelly Jiménez García PhD., representante de la Facultad de Ingenierías. Mónica Naranjo Ruiz Mg., representante
de la Facultad de Estudios Sociales y Empresariales. Juliana Acosta López de Mesa PhD., Editora de la revista Ánfora y
representante del Departamento de Ciencias Humanas. Luisa Fernanda Buitrago Ramírez Mg., Directora de la revista
Araña que Teje. Wbeimar Cano Restrepo Mg., Coordinador de la Biblioteca. Diego Fernando Noreña Vélez, Asistente
Editorial.
Territorio, Paz
y Desarrollo
Discusiones conceptuales
y producción científica
en Colombia
(periodo 2000-2015)

Daniel Hurtado Cano


Claudia Isabel Aguirre Jaramillo
María Eugenia Arango Ospina
John Humberto Moreno Reina
(Investigadores)
Contenido

Agradecimientos 9
Resumen 11
Introducción 15

Estado del arte como metodología de investigación 20


Proceso metodológico 26
Primer momento: contextualización-clasificación 27
Segundo momento: lectura de las unidades de análisis 33
Tercer momento: análisis e interpretación 36
Cuarto momento: estado del arte 37

Discusiones conceptuales 38
El territorio 39
Del espacio de poder del Estado a la existencia de múltiples poderes
territoriales
42
El espacio como idea geométrica y el territorio como experiencia
humana 43
Espacio vivido e interacción de sistemas de acción y objetos
Introducción

geográficos 46
Territorio, territorialidad y territorialización 49

6
Territorio, psique y representaciones sociales-colectivas-culturales 53
Territorio, razón, pasión, vivencia 58
La paz 60
Orígenes del concepto 63
Conceptualizaciones sobre la paz 64
El desarrollo 83
Orígenes del concepto 86
Enfoques del desarrollo 88
Críticas al desarrollo 103

Producción científica colombiana 2000-2015 108


Dinámicas territoriales 110
El territorio y su producción 113
Territorio, planificación y ordenamiento 120
Ciudades: expresión de territorio 125
La paz y sus paces 127
La paz como no guerra 127
La paz como equilibrio dinámico de fuerzas 128
La paz negativa y paz positiva 129
La paz feminista 135
La paz holística o Gaia 136
La paz interna y externa 137
Educación para la paz 139
Miradas convencionales y alternativas del desarrollo 145
Enfoque moderno del desarrollo 146
Teoría del cambio social 148
Enfoque dependentista 150
Enfoques ambientalistas 153
Enfoque del desarrollo a escala humana y las necesidades básicas 156
Enfoque de la libertad y capacidades del ser humano 158
Críticas al desarrollo 159

Conclusiones 161
Desde la comprensión y los aportes teóricos de las categorías 163
Categoría de territorio 163
Categoría de paz 166
Categoría de desarrollo 168
Desde las articulaciones y complementariedades 170
Desde las limitaciones del estudio 172

Recomendaciones 174
Desde la responsabilidad de la comunidad científica
colombiana y sus aportes a la transformación de la sociedad 175
Desde la apropiación social y la gestión del conocimiento 176
Desde la relación de la producción científica colombiana y con
los centros de investigación referentes en América Latina y
El Caribe 177

Referencias y bibliografía 178

Anexos 198
Revistas colombianas, centros de investigación colombianos y
redes de interés, “Territorio, paz y desarrollo” 199
Grupos de investigación colombianos de interés, “Territorio,
paz y desarrollo” 202
Índice de tablas

Tabla 1. Términos de búsqueda 28


Tabla 2. Resultados aplicación de protocolo Nº1 30
Tabla 3. Protocolo: revisión fuentes de información 32
Tabla 4. Resultados aplicación de protocolo Nº2 33
Tabla 5. Resumen analítico especializado (RAE) 34
Tabla 6. Territorio: autores referentes y nacionalidades 41
Tabla 7. Paz: autores referentes y nacionalidades 62
Tabla 8. Desarrollo: autores referentes y nacionalidades 84
Tabla 9. Temas centrales alrededor de la categoría Desarrollo 110
Tabla 10. Educación para la Paz y sus capacidades 140

Lista de ilustraciones
Ilustración 1. Concepto del estado del arte 22
Ilustración 2. Principios para la construcción de estados del arte 25
Ilustración 3. Momentos del proceso metodológico 26
Ilustración 4. Protocolo: búsqueda de información 29
Ilustración 5. Categorías o perspectivas en la evolución del
concepto de Paz 65
Ilustración 6. Triángulo de violencia 69
Ilustración 7. Esquema producción científica por categoría 109
Introducción

9
A GRAD ECIMIENTOS
Introducción

10
Agradecemos al Comité de Gestión de la Investigación para la
Acción y Toma de Decisiones (IAD)1 de la Universidad Autónoma de
Manizales (UAM), quien además de ser el solicitante de la investigación,
retroalimentó en diferentes ocasiones el proceso desarrollado con
el ánimo de hacer aún más pertinente y oportuno el conocimiento
generado.
De igual forma, el equipo agradece a la profesora Gesa
Grundmann, del Centro para el Desarrollo Rural (SLE) de la
Universidad Humboldt de Berlín, por su oportuna compañía y revisión
progresiva del documento construido.
Reconocemos el gran apoyo brindado desde la Maestría en
Desarrollo Regional y Planificación del Territorio; los aportes de los
estudiantes del programa, así como la retroalimentación del Comité
de Currículo, fueron muy importantes para el logro del propósito
investigativo.
En sentido muy especial, a los profesores Dr. Diego Narváez
Medina, Dra. María Rocío Cifuentes Patiño y Dr. Mario Hernán
López Becerra, docentes de la Universidad de Caldas, y a la profesora
Ángela Victoria Vera Márquez, de la Universidad del Rosario, por
darnos luces sobre las discusiones conceptuales y metodológicas
más relevantes en materia de territorio, estado del arte y paz,
respectivamente.
Finalmente, agradecemos a Jorge Enrique Camacho Medina,
Carlos Fadul Vásquez, Rolando Caicedo Arroyo, Elizabeth Enríquez
Rodríguez y Carlos Mauricio Santana Sáenz, con quienes realizamos la
investigación en la cual se fundamentó la esta escritura del libro.

1 Se recomienda al lector interesado en conocer con mayor profundidad el


Introducción

enfoque IAD, consultar: a) Grundmann, Fiege & Salazar Gil (2018) y b) Hurtado Cano,
D. et al (2018).

11
Estado del arte como metodología de la investigación

R ES UMEN

12
El objetivo de la investigación se planteó en términos de
comprender los conceptos: desarrollo, paz y territorio a partir de sus
discusiones conceptuales y de la producción científica colombiana
generada entre los años 2000 y 2015. Se asume el estado del arte en tanto
metodología de la investigación; por tanto, se rescatan las discusiones
mundiales asociadas a los conceptos y se rastrea la producción científica
colombiana asociada al menos a dos de los términos (paz-desarrollo,
paz-territorio y territorio-desarrollo). Los resultados se expresan de la
siguiente manera:

• Asociados al territorio: del espacio de poder del Estado a la


existencia de múltiples poderes territoriales; el espacio como idea
geométrica y el territorio como experiencia humana; espacio
Estado del arte como metodología de la investigación

vivido e interacción de sistemas de acción y objetos geográficos;


territorio, territorialidad y territorialización; territorio, psique y
representaciones sociales-colectivas-culturales; y territorio, razón
pasión y vivencia.

• Asociados a la paz: no guerra, equilibrio dinámico de fuerzas y


factores, negativa-positiva, imperfecta, feminista, holística o
Gaia, interna-externa, y educación para la paz.

13
• Asociados al desarrollo: enfoque moderno, teoría de cambio social,
enfoque dependentista, enfoques ambientalistas, enfoque del
desarrollo a escala humana y de necesidades básicas, y enfoque
de libertad y de capacidades del ser humano.

Como resultado del ejercicio investigativo se puede concluir en


términos generales que el abordaje de los conceptos territorio, paz
y desarrollo, en forma articulada, así como su operacionalización
en los territorios, otorga sentido a los procesos de cambio social
requeridos en un escenario de posconflicto como el que se vive
actualmente en Colombia, y desde el cual se plantea el gran reto de
construir un país más justo y equitativo propio de un Estado Social
de Derecho, como se promulga en la Constitución Política de 1991.
Reconocer sus heterogeneidades regionales y la emergencia de nuevas
institucionalidades locales se convertirá, sin lugar a dudas, en un factor
de éxito para emprender con menor incertidumbre esa gran tarea
colectiva.
Resumen

14
Estado del arte como metodología de la investigación

15
I NT ROD U CCIÓN
La Conferencia Mundial sobre la Educación Superior convocada
por la Unesco (2009) y la Declaración de la Conferencia Regional de
Educación Superior (UNESCO, 2008) celebrada en Colombia, plantean
que la inversión en la educación superior brinda fuerza a la construcción
de sociedades de conocimiento integradoras. En las discusiones se resalta
que la universidad y la investigación contribuyen a erradicar la pobreza,
fomentan el desarrollo y han aportado a la consecución de los objetivos
de desarrollo acordados en el plano internacional, como los Objetivos
de Desarrollo del Milenio (ODM), hoy asumidos como Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) y de la Educación para Todos (EPT). En
este sentido, se espera que sea parte del compromiso la preocupación
de las universidades por promover procesos de movilización para
generar escenarios de trabajo que permitan contextualizar las prácticas
educativas en las necesidades y retos de sus regiones.
El contexto latinoamericano, caracterizado por situaciones de
inequidad social (PNUD, 2011), asigna una mayor relevancia al rol de la
universidad, entre otros, en problemas como la pobreza, el deterioro del
medio ambiente, la inequidad de género y la violencia en sus distintas
manifestaciones. Es entonces cuando se habla de Responsabilidad
Social Universitaria (RSU) como esa capacidad que tiene la universidad
de responder a las demandas y tensiones que emergen de la sociedad
Introducción

de la cual hace parte, en aras de alcanzar beneficios comunes (Vallaeys,


2008).

16
En la actualidad Colombia enfrenta uno de los retos más
importantes de su historia: la consecución de la paz, un propósito
colectivo que ha estado y estará embebido en multiples dificultades.
El Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018: todos por un nuevo país (DNP,
2015) plantea una visión holística de la paz, que involucra aspectos
estructurales del desarrollo y la garantía plena de la democracia. La
apuesta por la paz en Colombia surge de la convicción por parte
del Gobierno de promover reformas que consoliden el proceso y
contribuyan a modernizar el país en un escenario que permita avanzar
y fortalecer la construcción del Estado Social de Derecho, como se insta
en la Constitución Política del año 19912.
Frente a este panorama, las universidades en Colombia han
asumido un papel fundamental desde sus inicios. Entre muchas tareas
ya realizadas, se avizoran alternativas desde la puesta en marcha de
investigaciones que aporten a la toma de decisiones contextualizadas
según dinámicas regionales. Se han desarrollado esfuerzos múltiples al
respecto; sin embargo, tras un horizonte de desarrollo, las investigaciones
en ocasiones no retroalimentan los discursos institucionales para dar
respuesta oportuna y pertinente a las necesidades que se identifican
como apremiantes.
Asumir una postura crítica, que permita determinar los marcos
de referencia más pertinentes para desplegar acciones que consideren
los avances recientes en el campo teórico y empírico en las áreas de
territorio, paz y desarrollo, se convierte en prioritario para precisar
líneas de acción que permitan avanzar en la consolidación de una paz
estable y duradera como la gran apuesta colectiva del país.
En esta dirección, es necesario entonces preguntarse sobre
la forma como las universidades asumen la paz y su relación con el
desarrollo y el territorio como un momento reflexivo que permita

2 Es importante precisar que la investigación realizada tuvo lugar entre los años
Introducción

2015 y 2017, años en los cuales el Gobierno nacional era presidido por Juan Manuel
Santos Calderón.

17
reconocer los avances científicos que se han dado en el país entre los
años 2000 y 2015 y, a su vez, invite a cuestionarse sobre las posturas
asumidas hasta ahora e idear nuevos tránsitos asociados a las funciones
sustantivas universitarias de proyección, docencia e investigación. En
este sentido, la pregunta de investigación que fundamentó el ejercicio
fue: ¿Cómo comprender los conceptos territorio, paz y desarrollo y sus relaciones a
partir de las discusiones conceptuales a nivel mundial e investigaciones desarrolladas
en Colombia 2000-2015?

Colofón:

• Este libro es producto de la investigación3 realizada bajo los


principios del enfoque de investigación orientada a la acción y
toma de decisiones (Grundmann, G., Fiege, K., Salazar-Gil, V.,
2018) desarrollada por el Centro para el Desarrollo Rural de la
Universidad Humboldt de Berlín. La investigación, encomendada
por el Comité de Gestión IAD de la UAM, solicitó dar cuenta del
estado actual de la producción científica colombiana asociada
a los conceptos de territorio, paz y desarrollo. Además, por
supuesto, de dar cuenta de las discusiones conceptuales más
relevantes asociadas a cada concepto.

• Este libro toma como punto de partida el informe final de


investigación elaborado por los investigadores, con fecha de
corte enero de 2017. A su vez, recoge, actualiza y profundiza
los trabajos de grado de maestría en Desarrollo Regional y

3 Estado del arte sobre territorio, paz y desarrollo a partir de la producción científica en
Colombia (2000-2105), realizada en la Universidad Autónoma de Manizales (UAM).
El equipo de investigación estuvo conformado por: Claudia Isabel Aguirre Jaramillo,
Carlos Julio Fadul Vásquez, Carlos Mauricio Santana Sáenz, Elizabeth Enríquez
Introducción

Rodríguez, María Eugenia Arango Ospina, John Humberto Moreno Reina, Jorge
Enrique Camacho Medina, Rolando Caicedo Arroyo y Daniel Hurtado Cano.

18
Planificación del Territorio de la Universidad Autónoma de
Manizales desarrollados por los estudiantes:

- Jorge Enrique Camacho Medina y John Humberto Moreno


Reina: Estado del arte sobre desarrollo a partir de la
producción científica en Colombia (2000-2015). Dirección:
María Eugenia Arango Ospina.

- Elizabeth Enríquez Medina: Estado del arte sobre territorio


a partir de la producción científica en Colombia (2000-2015).
Dirección: Daniel Hurtado Cano.

- Rolando Caicedo Arroyo: Estado del arte sobre paz a partir de


la producción científica en Colombia (2000-2015). Dirección:
Daniel Hurtado Cano.
Introducción

19
ESTAD O D EL ARTE
CO MO METODOLO GÍ A
D E INV EST IG AC I Ó N
Estado del arte como metodología de la investigación

20
El estado del arte se identifica como una investigación
documental interpretativa, ya que lee y otorga sentido a documentos
que fueron escritos por autores en épocas distintas, en busca de una
unidad de sentido4. En otras palabras, parte de propuestas y resultados
sistemáticos alcanzados en procesos de conocimiento previos a
la investigación, que ahora intenta leerlos y comprenderlos. Una
investigación reconstructiva que, con nuevas preguntas, reelabora un
conocimiento que había producido unos resultados y saberes previos,
y en esta medida modifica los fenómenos objeto de reflexión (Gómez,
2011).
Para Bernal Torres (2006), lo investigación documental consiste
en realizar un análisis de la información escrita sobre un tema en
particular con el objetivo de establecer relaciones, diferencias, fases y
Estado del arte como metodología de la investigación

posturas, para determinar el estado actual del conocimiento respecto al


tema objeto de estudio.

4. Un estado del arte en tanto estudio documental no tiene ningún riesgo para
la población con la cual se realiza la investigación, al ser precisamente textos escritos
(en este caso artículos de investigación o libros de reflexiones teóricas) el fundamento de
la apuesta investigativa. Los autores realizan esta mención de forma explícita para dar
cumplimiento a los requerimientos exigidos por el comité de bioética de la Universidad
Autónoma de Manizales.

21
Londoño, Maldonado y Calderón (2014) lo definen como una
modalidad de la investigación documental que permite el estudio del
conocimiento escrito acumulado dentro de un área específica. La
finalidad es dar cuenta del sentido del material documental sometido
al análisis, con el fin de revisar de manera detallada y cuidadosa los
documentos que tratan sobre el tema. Una recopilación crítica de
diversos tipos de texto de un área o disciplina, que de manera escrita
formalizan el proceso cognitivo de una investigación a través de la
lectura de la bibliografía hallada durante la indagación del problema,
los temas y los contextos (ver ilustración 1).

Estado del arte

Es una Posibilita Permite

Investigación La comprensión crítica


sobre el conocimiento Adoptar o desarrollar
documental una perspectiva teórica
de un fenómeno

Tiene como
Con el fin de A partir de
objetivo
Estado del arte como metodología de la investigación

Recuperar y trascender el Generar nuevos La revisión, análisis


conocimiento acumulado conocimientos y crítico e interpretación de
sobre un objeto de estudio comprensiones documentos existentes
específico

Ilustración 1. Concepto de estado del arte.


Fuente: Londoño et al (2014).

22
Los estados de arte “son revisiones documentales que asumen el
texto escrito como fuente de indagación; no se acercan a la principal
fuente del conocimiento social, que es la realidad, la experiencia
como tal y la cotidianidad. Estos parten de un producto de lo dado
y acumulado por las ciencias sociales, y se basan en una propuesta
hermenéutica de los procesos de interpretación inicial de la realidad y
de su investigación” (Jiménez Becerra, 2006, p. 31).
De este modo, la construcción del conocimiento desde las fuentes
es una forma de velar por la tradición del pensamiento original y, desde
esa perspectiva, traerlo al presente con una lectura relacional que
favorezca la discusión al hacer nuevos aportes al desarrollo científico
con propuestas que puedan ser cuestionadas permanentemente, pero
que siempre se orientarán a alcanzar nuevos desarrollos.
Cuando se habla del estado del arte como método para el
abordaje de un problema o tema de investigación, se experimenta la
necesidad de recurrir a otros textos, que a su vez se consolidan como
expresiones de desarrollos investigativos, en los cuales puede encontrarse
el abordaje de diferentes percepciones de las ciencias sociales y escuelas
de pensamiento, tarea cuyo fin es el conocimiento y la apropiación de
la realidad social para su posterior disertación (Jiménez Becerra, 2006).
Es así como el estado del arte se consolida como un método de
investigación que consiste en inventariar y sistematizar la producción en
un área del conocimiento, ejercicio que no se puede quedar tan solo en
Estado del arte como metodología de la investigación

inventarios, matrices o listados; por el contrario, es necesario trascender


cada texto, cada idea, cada palabra. La razón de ser del ejercicio
investigativo es lograr una reflexión profunda del conocimiento sobre
las tendencias y los vacíos en un área o tema específico.
Así mismo, es preciso establecer como principal requisito el tema
o el problema de investigación. Esto implica el reconocimiento de los
límites de lo que ya ha sido dado a conocer, para encontrar las preguntas
inéditas, susceptibles de ser pensadas e investigadas desde el acumulado
en ese campo del conocimiento. Al respecto, Jiménez Becerra (2006)
expone que:

23
Cuando hablamos de estado del arte para el abordaje de un
problema o un tema […] estamos hablando de la necesidad
hermenéutica de remitirnos a textos que a su vez son expresiones
de desarrollos investigativos, dados desde diversas percepciones
de las ciencias y escuelas de pensamiento, […] tarea emprendida
y cuyo objetivo final es el conocimiento y la apropiación de la
realidad para disertarla y problematizarla. Ciertamente, con los
estados del arte se comprueba que solo se problematiza lo que se
conoce, y para conocer y problematizar un objeto de estudio es
necesaria una aprehensión inicial mediada por lo ya dado, en este
caso el acumulado investigativo condensado en diversos textos e
investigaciones que antecedieron mi inclinación temática. (p. 32)

Por tanto, la pretensión es construir los antecedentes a partir


de ellos mismos, realizar un sondeo descriptivo, sinóptico y analítico,
alcanzar un conocimiento crítico y una comprensión de sentido de
un tema específico, generar nuevas comprensiones surgidas de las
existentes e ir más allá de la descripción y la explicación acerca del nivel
de comprensión que se tiene de un tema.
Con un estado del arte se pretende construir un conocimiento
acerca del nivel de comprensión que se tiene de un fenómeno específico,
con el fin de presentar hipótesis interpretativas o sugeridas, sin prescindir
Estado del arte como metodología de la investigación

de una fundamentación teórica. Así, la hipótesis interpretativa se


produce como resultado de un trabajo colaborativo de investigadores
que muestra sentidos, logros, avances, limitaciones, dificultades y vacíos,
que ofrece un objeto de conocimiento específico. De ahí que el alcance
de un estado del arte sea la definición de los aportes que alimentan las
investigaciones existentes.
Ahora bien, el estado del arte como tarea metodológica no debe
quedarse en una mera ampliación documental, sino que debe, desde
sus principios orientadores (ver ilustración 2), extenderse hacia una
conversión investigativa en sí, es decir, una investigación de la investigación,

24
que por medio de su carácter convierte cada texto en un elemento de
estudio en relación con el problema definido. En otras palabras, el
estado del arte debe extenderse a la realización de nuevas reflexiones
sobre el tema objeto de estudio (Toro Jaramillo & Parra Ramírez, 2006).
Como bien se sustentó previamente, el estado del arte representa un
estudio de revisión documental. Según Cifuentes, “un estado de arte
pretende alcanzar conocimiento crítico acerca del nivel de comprensión
que se tiene del fenómeno de interés y la suficiencia o inadecuación de
este conocimiento, para finalmente intentar la recomposición sintética
del mismo” (Cifuentes Patiño, 1993, p. 6).

Desarrollo de los objetivos de investigación teniendo en


Finalidad cuenta estudios anteriores

Búsqueda de unidad interna en el proceso; fases,


Coherencia actividades y datos

Recolección de la información, transcripción


Fidelidad fidedigna de datos
Estado del arte como metodología de la investigación

De áreas, temas, núcleos temáticos, unidades de análisis y


Integración posible interdisciplinariedad

Visión teórica del conjunto para ofrecer conclusiones


Comprensión sintéticas sobre el estado general de la temática

Ilustración 2. Principios para la construcción de estados del arte.


Fuente: Londoño et al (2014).

25
Proceso metodológico5

Cada investigación requiere una ruta a recorrer que le permita


pasar de ese momento de inquietud a tener una certeza de lo que
supone el tema de interés investigativo. Para este caso concreto, el
estado del arte en tanto metodología de investigación se desagregó en
cuatro momentos relevantes, así:

Contextualización / Lectura unidades Análisis / Estado del arte


Clasificación de análisis Interpretación

Ilustración 3. Momentos del proceso metodológico.


Fuente: adaptación de Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., Baptista Lucio, M. (2014).
Estado del arte como metodología de la investigación

5 La investigación que se presenta tiene sus propios límites; a continuación


se mencionarán los dos principales. En primer lugar, el rastreo de las discusiones
conceptuales estuvo a cargo de los autores a partir de la exploración de las bases de
datos y de la lectura de la producción científica colombiana hallada. Si bien los autores
son de diferentes latitudes y podría pensarse que en estas se encuentran aquellos a
quienes se les atribuye el estatus de “clásicos”, gran parte de ellos fueron aprehendidos
a través de sus trabajos escritos y/o traducidos al idioma español (y algunos de ellos en
inglés). Ello, para significar que la discusión conceptual explorada tiene esta limitación
de idioma, dadas las características del equipo de investigadores conformado.

26
Primer momento: contextualización-clasificación

Este momento comprendió la búsqueda de la información, la


lectura inicial de la documentación y la validación de los documentos
analizados. El equipo de investigación determinó previamente
descriptores de búsqueda, estrategia de acceso a fuentes y la manera
de revisar inicialmente la documentación.

Términos claves de búsqueda

El periodo de búsqueda de la producción fue entre los años


2000 y 2015. Se establecieron los términos generales y específicos de
búsqueda: territorio, paz y desarrollo (ver tabla 1). Si bien la búsqueda
se realizó a partir de cada concepto de manera independiente,
la producción científica colombiana fue considerada en tanto
contemplara al menos una pareja de los conceptos relevantes de la
investigación (ver tabla 2), dado el interés investigativo orientado a la
búsqueda de la articulación entre los conceptos, no a su abordaje en
forma independiente.
Estado del arte como metodología de la investigación

En segundo lugar, la producción científica colombiana rastreada estaba sujeta


a si y solo sí daba cuenta al menos de dos de los conceptos clave de la investigación.
Por tanto, todo aquello referido exclusivamente a paz, a territorio y a desarrollo no fue
considerado. Ello supone obviar gran parte de la producción científica especializada
sobre cada concepto, para darle mayor trascendencia a la relación existente en la
literatura sobre los conceptos referidos.
Otro aspecto llamativo, aunque más en términos de supuesto investigativo, es
que no todo aquello que se investiga finalmente es publicado en revistas científicas. Puede
que sea una verdad de perogrullo, pero un límite del estudio fue precisamente acceder a
aquello que había sido publicado en bases de datos reconocidas por Colciencias.

27
Tabla 1. Generales ( Conceptual ) Específicos ( Científica )
Términos de Paz
Paz y desarrollo
búsqueda Desarrollo Paz y territorio
Desarrollo y territorio
Territorio

Estrategia de búsqueda de información

Se utilizaron dos estrategias. Primero se recibió una capacitación


sobre base de datos de acuerdo con los intereses de la consulta; en
segundo lugar se acordaron los criterios para la búsqueda de la
información. Este protocolo permitió rastrear la producción científica
en Colombia generada alrededor de los conceptos relevantes para la
investigación (ver ilustración 4).
Estado del arte como metodología de la investigación

28
Idioma Términos
Español e inglés Combinación de dos términos (Paz, desarrollo,
territorio)(Peace, development, territory)
- Paz y desarrollo
- Paz y territorio
Periódo de - Desarrollo y territorio
tiempo - Paz, desarrollo y territorio
2004-2014 Incluir la palabra Colombia

*Recursos de información Estrategias


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investigador
Estado del arte como metodología de la investigación

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1) Nombre del investigador buscador: Angela
2) Nombre de la Base datos: Science Direct
3) Número de reporte 1
4) Categoríaas que se incluyeron (especificar idioma: peace and
development)

Ilustración 4. Protocolo: búsqueda de información.

29
En términos generales, 175 artículos cumplieron los criterios
establecidos. Sin embargo, se constató que gran número de los artículos
referidos aparecían en diferentes bases de datos simultáneamente; una
revista con un artículo de interés para la investigación pudo estar inscrita
en diferentes índices de indexación.6

Base de datos Categorías combinación Número de artículos


Desarrollo – Paz E 9
Tabla 2.
Desarrollo – Paz I 0
Resultados Desarrollo – Territorio I y E 9
aplicación Dialnet Paz – Territorio E 0
Paz – Territorio I 0
protocolo Nº1 6
Paz-Desarrollo-Territorio E 0
Paz-Desarrollo-Territorio I 0
Desarrollo – Paz E 2
Desarrollo – Paz I 0
Redalyc Desarrollo – Territorio E 10
Paz – Territorio E 0
Paz-Desarrollo-Territorio E 0
Desarrollo – Paz E 6
Desarrollo – Paz I 0
Repositorio UAM Desarrollo – Territorio E 15
Paz – Territorio E 1
Paz-Desarrollo-Territorio E 1
Desarrollo – Paz E 44
Desarrollo – Territorio E 68
Scielo
Paz – Territorio E 2
Paz-Desarrollo-Territorio E 0
Estado del arte como metodología de la investigación

Desarrollo – Paz E 1
Desarrollo – Paz I 4
Desarrollo – Territorio I 3
Science Direct Paz – Territorio E 0
Paz – Territorio I 0
Paz-Desarrollo-Territorio E 0
Paz-Desarrollo-Territorio I 0
Total búsquedas 175

6 La letra E significa que la búsqueda fue realizada utilizando los términos en


español. La letra I implica que fue hecha con los términos en inglés.

30
Lectura inicial y validación

Una vez identificados los documentos, se verificó que el contenido


de los artículos fuera pertinente para la investigación. Para esta actividad
se diseñó el protocolo 2 (Revisión de fuentes de información), en el cual
se establecieron las normas para su revisión y los aspectos que deberían
tener los artículos para proceder a realizar una lectura a profundidad,
utilizando como herramienta los Resúmenes Analíticos Especializados
(RAE)7.
De esta manera, de los 175 artículos seleccionados inicialmente,
se pasó a 91, los cuales, una vez depurados, dada la aparición de un
mismo documento en múltiples bases de datos, se filtran y quedan
54 documentos pertinentes para continuar el proceso investigativo
diferenciado de la siguiente manera: territorio y paz: 18; territorio y
desarrollo: 11; paz y desarrollo: 25 (ver tabla 4).
Estado del arte como metodología de la investigación

7 Esta investigación utilizó como fuentes de información bases de datos de


producción académica. Cabe mencionar que la UAM cuenta con las licencias para
su utilización y descarga de artículos, como también enlaces para bases de datos de
libre acceso. Una razón adicional por la cual los artículos inicialmente considerados
no pudieron ser utilizados, fue que la licencia con la que cuenta la UAM no permitía
acceder a la totalidad del documento (solamente a su resumen), descartando con ello su
uso en la investigación.

31
Tabla 3. Protocolo 2. Revisión de fuentes de información
Protocolo: - Revisar el documento de acuerdo al tema de
Revisión de investigación
- Leer el resumen, título y palabras claves como criterio de
fuentes de inclusión o exclusión
Normas de revisión
información - Verificar el acceso al documento completo revisando su
pertinencia para la investigación
- Hacer comentario destacado del artículo (cualquier
aspecto útil)
- Estudios en Colombia
- En los años definidos (2000-2015)
Criterios de inclusión
- Significado de la categoría en el marco de la investigación
- Incluir artículos derivados de investigación
- Documentos que no tienen información de interés y que
Criterios de exclusión
no abordan el contexto colombiano
Si cumple los criterios de inclusión lo guardamos en una
carpeta con la siguiente nomenclatura

Año_Letra inicial de las Categorías_Apellido autor_


Guardar archivo
Nombre del investigador

Ejemplo:
2013_DP_Sánchez_Mauricio
1) Nombre del investigador que realiza la consulta
2) Nombre de la base de datos
3) Apellido del autor del artículo
4) Año
5) Nombre del documento (título del artículo)
Estado del arte como metodología de la investigación

Presentar reporte
6) Nombre de la revista
7) Ciudad de la revista
8) Número (Volumen)
9) Páginas XX-XX
10) Comentario del artículo

32
Base de datos Categorías combinación Número de artículos Tabla 4.
Dialnet Desarrollo - territorio 15 Resultados
Desarrollo - territorio 10 aplicación
Desarrollo – paz 2 protocolo Nº2
Redalyc
Desarrollo-territorio- paz 0
Territorio - paz 0
Desarrollo - paz 6
Desarrollo - territorio 8
Repositorio UAM
Desarrollo-territorio-paz 1
Territorio - paz 1
Desarrollo - paz 27
Scielo Desarrollo – territorio 17
Territorio - paz 0
Desarrollo - paz 1
Science direct
Desarrollo - territorio 3
Total ártículos 91

Segundo momento: lectura de las unidades de análisis

Este momento fue descriptivo y comprendió la lectura de


Estado del arte como metodología de la investigación

los documentos seleccionados. Los RAE facilitaron el proceso de


recopilación de la información para contextualizar las temáticas,
clasificar los textos según autores, metodologías, marcos de referencia,
conceptos y conclusiones. Este resumen permitió establecer
convergencias y divergencias.

Resumen analítico especializado RAE

El RAE es un instrumento que facilita el registro de los aspectos


más relevantes, según la necesidad y el acuerdo investigativo, de

33
los textos escritos que se consideran fuentes fundamentales para
la comprensión del fenómeno a estudiar (ver tabla 5). Para su
diligenciamiento se contó con un momento inicial de armonización
y triangulación entre los investigadores; fue necesario acordar y
después verificar en un ejercicio inicial que los criterios asumidos
y el procedimiento para su diligenciamiento fueran compartidos
por el colectivo. El instrumento diseñado inicialmente en físico, fue
convertido a formato digital por medio de la plataforma de Google
Docs. De esta manera, se contó con la información diligenciada de
manera ágil y tabulada. El instrumento utilizado fue el siguiente:

Tabla 5. A. Datos de diligenciamiento


Resumen La idea es tener un consecutivo por cada investigador que
analítico Número realiza el RAE
especializado Nomenclatura: # 1
(RAE) Nombre de la persona que realiza el RAE
Elaborado por
(nombre completo )
Escribir la fecha de realización de la investigación (Alerta:
no es la fecha de publicación del artículo); si la investigación
Fecha de realización
se desarrolla en diferentes fases y/o años, escribir el año de
de la investigación
finalización.
Ejemplo: Año 2013
B. Datos de la publicación
Estado del arte como metodología de la investigación

Referencia APA de Hacer la referencia completa del artículo según normas APA
la publicación Trabajos citados.
B. Datos de la publicación
Escribir las palabras claves de la investigación nombradas
Palabras claves
textualmente en el artículo.

34
Identificar institución, breve referencia del autor y/o grupo
Institución de investigación.
responsable Ejemplo:
y/o grupo de Institución: CINEP
investigación Autor: Marco Fidel Suárez, investigador en temas de violencia y paz.
Grupo de Investigación: Desarrollo Regional
B. Tópicos de lectura
Propósito de la -El propósito principal de esta investigación es:
investigación -La pregunta que el autor se propone responder es:
Los conceptos o ideas más importantes en el documento
Fundamentación son:
teórica ¿Cuáles son los autores o perspectivas recurrentes en el
artículo?
Diseño Describir cómo se abordó el estudio.
Fuentes de información primaria: ¿A
quiénes o a qué se dirige el autor para
Fuentes de conseguir su información?
información Fuentes de información secundaria: por lo
Metodología general son documentos, prensa, informes,
tesis, etc.
Conjunto de acciones que se llevarán a
cabo para recoger la información. Se
Técnicas
refiere al “qué” hacer. Por ejemplo, la
entrevista, la observación, grupos focales.
Mencione en sus propias palabras como responsable del
Hallazgos diligenciamiento del RAE las principales conclusiones (si no
están explícitas, infiéralas).
Estado del arte como metodología de la investigación

Aporte al concepto Según el artículo de investigación, escribir lo más


de paz significativo (no es un resumen).
Aporte al concepto Según el artículo de investigación, escribir lo más
de desarrollo significativo (no es un resumen).
Aporte al concepto Según el artículo de investigación, escribir lo más
de territorio significativo (no es un resumen).

35
B. Tópicos de lectura
¿Planteamientos que podrían ser refutados?
¿Nuevas preguntas que surgen?
Apuntes ¿Qué se deja sin responder?
¿Qué llama la atención?
Otros comentarios que puedan considerarse claves.
Aquellas significativas. Al escribirlas se debe indicar la
página para garantizar una adecuada citación y ubicación
del fragmento.
Entre comillas y referenciado con página tipo APA
Citas textuales Se acuerda generar la bibliografía de manera inteligente.
Utilizando la ruta:
1. Referencias.
2. Insertar cita.
3. Botón derecho, editar cita para incluir la página.

Tercer momento: análisis e interpretación

Durante este momento se propuso ahondar la información


recolectada por medio de las búsquedas documentales, con el propósito
de expresar similitudes, discrepancias, semejanzas, contradicciones.
Este análisis preliminar se complementó a partir de la lectura crítica
de los hallazgos a la luz de las discusiones conceptuales más relevantes
rastreadas desde el plano teórico.
Estado del arte como metodología de la investigación

Una vez diligenciados los RAE, se construyó una matriz que


condensó la información más relevante de los documentos y fue analizada
por el grupo de investigadores en pleno. Dado que se contaba con las
discusiones conceptuales sobre territorio, paz y desarrollo, el análisis
permitió cruzar las reflexiones teóricas y las discusiones nacionales.
Como parte del ejercicio se identificaron los aspectos más relevantes,
los vacíos y se generaron las articulaciones entre estos conceptos como
insumo fundamental en la discusión.

36
Esta discusión permitió ordenar los datos según criterios
clasificatorios, facilitando el proceso de reflexión sobre el campo
de estudio. Permitió, además, la identificación y construcción de
familiaridades y relaciones, facilitando ampliar el horizonte de estudio
por unidades de análisis y proporcionando datos nuevos por núcleos
temáticos.

Cuarto momento: estado del arte

En este momento se expresó la comprensión global de los


hallazgos del proceso de indagación. Se realizó el proceso de síntesis
que permitió comprender los conceptos territorio, paz y desarrollo a
partir de sus discusiones conceptuales, así como reconocer la producción
científica colombiana derivada de estos intereses teóricos. El apartado
de conclusiones expresa la comprensión global de la investigación
realizada.
Cabe mencionar que por la naturaleza de la IAD, el apartado
de recomendaciones es fundamental para dar respuesta a la pregunta
de investigación. Si bien se ha contribuido a la comprensión de los
conceptos (territorio, paz y desarrollo) y a la producción científica
colombiana, fue importante avanzar en sugerencias y líneas de acción.
Estado del arte como metodología de la investigación

37
D I S C U SIONES
CO N CEPT UALES
Discusiones conceptuales

38
El ejercicio investigativo implicó reconocer los conceptos desde
sus variadas acepciones y generar enlaces conceptuales que permitieran
articular las diadas paz-desarrollo, paz-territorio y desarrollo-territorio,
a partir de la producción científica considerada. Estas se reportan en el
siguiente orden: territorio, paz y desarrollo.

El territorio

Entender el concepto de territorio implica entablar una


conversación directa con la geografía, sobre todo al esta, en función
de su propia etimología, suponer la escritura o descripción –graphos-
de la tierra –geos- como fin último de su propio saber. En el marco de
la investigación este saber abrió nuevas fronteras para que la noción
del espacio, utilizada normalmente en la geometría, pudiera ser
reconceptualizada. Esta mezcla de significados dio cabida para la
comprensión del espacio, no solo como referente físico asociado a la
existencia de la tierra, sino también como aquel asidero en el cual la
Discusiones conceptuales

existencia humana y sus múltiples interacciones tenían lugar. Dicho


de otro modo, dio paso para la comprensión del nuevo concepto de
territorio.
La referencia al espacio de la tierra es complementada con
abordajes desde otras disciplinas, en las cuales el espacio se enlaza a la

39
idea de territorio como espacio social y habitado por seres humanos:
“El espacio es el conjunto concreto objetivo de localizaciones materiales
de naturaleza muy variada que involucra actividades humanas como
el uso de la tierra, urbanas, topográficas, biogeográficas, de servicios,
de hábitats y de relaciones muy diversas” (Vargas Ulate, 2012, p. 321).
Es decir, aquellas personas o grupos de personas que se establecen en
función de una serie de relaciones, dados sus intereses y necesidades, con
unas prácticas que adquieren legitimidad en lo que podría denominarse
su ámbito territorial. Esta consideración daría lugar a vincular la
geografía con la evolución del concepto (espacio), ya no solamente
como abstracción física, sino como proceso que implica relaciones,
percepciones y experiencias que dan cuenta del individuo en su entorno
social, de manera que haya lugar a descifrar otras maneras de entender
el territorio y los procesos que allí se inscriben:

Nuestros territorios son a la vez reales, vividos, pensados


y posibles porque nuestras vidas transcurren, atraviesan y
percolan nuestros lugares desde nuestros sentidos, significaciones
e intereses, generando un sinnúmero de procesos que nuestro
conocimiento se encarga de entender y explicar. (Bozzano, 2012,
p. 21)

En este sentido, para comprender con mayor fuerza el camino


recorrido a través del concepto de territorio (ver tabla 6) es importante
exponer diferentes planteamientos que le han constituido a través
del tiempo, sobre todo al enfoque geográfico, que centra su análisis
en la relación existente entre el individuo-sociedad con el espacio
que transforma, vive y construye (Vargas Ulate, 2012). Inclusive, es
Discusiones conceptuales

relevante mencionar que particularmente en Colombia la reflexión


sobre el territorio ha sido interdisciplinar; si bien con mayor fuerza
desde la geografía al ser el espacio su objeto de estudio, también se
reconocen los aportes realizados desde la etología, al ser precisamente
la disciplina que estudia la relación entre el comportamiento animal

40
y su hábitat. Este reconocimiento permite entender que si bien la
etología facilita entender con mayor fuerza la relación del ser vivo con
su hábitat, la geografía, en tanto disciplina social, sí explica con mayor
fuerza la relación existente entre el sujeto -o ser humano- y el espacio -o
territorio- (Monnet, 1999_a).
El camino transitado en Colombia expresa el enfoque
multidisciplinar y multicultural del concepto del territorio asociado a la
geografía. A manera informativa es útil mencionar que según Thomas
Bohórquez (2005), a finales del siglo XX empezaron a surgir programas
de formación de geografía tan variados como los de la Escuela de
Posgrados en Geografía (EPG), formada a partir del convenio entre
el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y la Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), y luego a partir de
los departamentos de geografía de otras universidades de talla nacional
como la Universidad del Valle, de Córdoba, del Cauca y, por supuesto,
la propia Universidad Nacional de Colombia.
Todo ello para afirmar, como lo expresa Llanos-Hernández
(2010, p. 208): “El territorio, como concepto, no ha sido monopolio de
un saber o de un conocimiento, sino de varias ramas de la Geografía y
ha sido exportado hacia otras disciplinas” . En la siguiente tabla se hace
evidente el fenómeno expuesto en las líneas anteriores, reconociendo
además en ella las diferentes tendencias del concepto, vistas desde
diferentes autores y nacionalidades.

Categoría Autores Nacionalidad Tabla 6.


Vargas Ulate Costa Rica Territorio:
Del espacio de poder del Estado autores
Bozzano Argentina
a la existencia de múltiples referentes y
Monnet Francia
Discusiones conceptuales

poderes territoriales nacionalidades


Ratzel Alemania
García J. L. España
El espacio como idea geométrica
y el territorio como experiencia Thomas Bohórquez México
humana
Peña Frade Colombia

41
Categoría Autores Nacionalidad
Lefebvre Francia
Espacio vivido e interacción Baringo Ezquerra España
de sistemas de acción y objetos
geográficos Milton Santos Brasil
Rodríguez Valbuena Colombia
Nates Cruz Colombia
Montañez Gómez Colombia

Territorio, territorialidad y Oliveira Andrade Colombia


territorialización Giménez México
Monnet Francia
Vargas, U. G. Costa Rica
Simmel Alemania
Lacan Francia
Territorio, psique y
representaciones sociales- Weber Alemania
colectivas-culturales
Habermas Alemania
Goffmann Canadá
Vivencia Fals Borda Colombia

Del espacio de poder del Estado a la existencia de


múltiples poderes territoriales

Su concepción de Estado como un organismo vivo, compuesto


por una serie de elementos que se enlazan entre sí y dan funcionalidad a
sus propósitos, como un proceso de lucha constante que busca supervivir
a toda costa, supone la materialización de sus propósitos a través de un
Discusiones conceptuales

espacio físico, de un espacio vital, que se constituye como la condición


natural por medio de la cual el poder del Estado puede consolidarse
en un espacio determinado. En este sentido, Ratzel (2006) reconoce la
existencia del espacio físico en tanto expresión y sustento real del Estado
como organización político – social, este espacio entendido como

42
superficie terrestre (o suelo) donde se construye su institucionalidad y
sobre la cual efectivamente puede realizarse el ejercicio de poder. Por
tanto, como consecuencia lógica de esta concepción de Estado, se
generó la tendencia a ocupar cada vez mayores espacios (o territorios)
por parte de las comunidades sociales que lo habitan; es decir, bajo
este argumento y concepción se instauró una justificación teórica a la
política imperialista que reinaba en el mundo a finales del siglo XIX.
Incluso hasta el día de hoy existen consecuencias de estos
planteamientos, si bien no necesariamente en términos de política
expansionista del territorio, sí bajo el principio de racionalizar el uso del
espacio. Nótense, por ejemplo, las formas de ordenamiento territorial,
la planeación física del territorio, las formas de explotación económica.
Por su parte, Raffestin (2011) debate el significado de territorio
dado por Ratzel (2006), por considerar que este tiene una concepción
de territorio basado únicamente en el poder del Estado, siendo este
significado una evidencia clara del exceso de su poder. Raffestin (2011)
defiende la existencia de múltiples poderes territoriales expresados en
lo regional y local; por consiguiente, resalta los aspectos políticos del
territorio y destaca la diferencia entre espacio y territorio, señalando
que el primero es anterior al segundo y, más aún, que el territorio es
una producción a partir del espacio dada las relaciones sociales que se
inscriben en un campo de poder específico. Además, el autor considera
el territorio como una superficie de tierra habitada por grupos humanos,
un espacio apropiado y valorado simbólica e instrumentalmente.

El espacio como idea geométrica


y el territorio como experiencia humana
Discusiones conceptuales

Cuando la categoría territorio es abordada desde otros campos


disciplinares, su relación con el espacio se transforma y resignifica.
Es importante retomar la definición dada por Monnet (1999-a) y ya
referida en el referente teórico: “El espacio es la idea abstracta de la

43
geometría; el territorio, en cambio, es el resultado de la experiencia,
la suma de todos los lugares concretos con los cuales el individuo es
involucrado a través del tiempo” (p. 2). Para el autor, el territorio tiene
un vínculo estrecho ligado al espacio; el territorio como un producto,
como un espacio producido en ciertas condiciones, para ciertos fines,
por ciertos actores. Dicha espacialidad permite que el territorio sea
dinámico y abierto a diversos abordajes teóricos y metodológicos que
hacen posible nuevas comprensiones e interpretaciones, dar cuenta
de otras discusiones, de manera que haya lugar a descifrar numerosas
formas de entender el territorio y los procesos que allí se inscriben.
Ahora bien, el territorio no está determinado por sus
características físicas -aunque estas hacen parte de las relaciones que
se generan; lo que prima allí son los significados que se producen
por medio de la experiencia de vida, es decir, de la cotidianidad.
Por consiguiente, el territorio se apropia simbólicamente, a través
de diversos lenguajes, imágenes, códigos, y está en permanente
construcción y proyección:

El territorio existe gracias a los seres humanos que a través de


su cultura y agrupados en sociedad, lo definen, lo recrean, lo
dibujan, le dan vida. Su trascendencia radica en que el territorio
es el sustrato espacial necesario de toda relación humana, y su
problemática estriba en que el ser humano nunca accede a ese
sustrato directamente, sino a través de una elaboración significativa
que en ningún caso está determinada por las supuestas condiciones
físicas del territorio. (García J. L., 1976, p. 13)

La concepción del territorio desde el individuo ha cobrado


Discusiones conceptuales

especial importancia. Aparecen otros conceptos que se articulan, lo


significan y definen; por ejemplo, la tradición, que permite la adscripción
de un grupo específico a un territorio que, a diferencia del espacio
físico que ocupa, se crea significativamente a partir de sus símbolos y
relaciones culturales:

44
La reivindicación de lo propio y el reconocimiento y valoración
de las diferencias étnicas y culturales (alteridad para los
antropólogos), ha generado en no pocos casos, como el inestable
mapa político del mundo lo demuestra, una exaltación de
los conflictos territoriales como condición política previa al
reconocimiento interno y externo de la identidad cultural y la
pertenencia y apropiación de un lugar; lugar que expresa un
proyecto político, étnico, cultural y/o religioso, de profundas
raíces históricas. (Thomas Bohórquez, 2005, p. 17)

Por su parte, los procesos identificatorios e identitarios son


aquellos que se determinan a partir de prácticas sociales, es decir, cómo
se nombra, se organiza y se actúa en comunidad para configurarse como
grupo. La identidad en el territorio juega un papel muy significativo, ya
que está relacionada con el ser y el actuar; tradiciones y sistemas de
reproducción social significan el territorio en tanto factor importante
de identidad.

En este caso el territorio es una prolongación, al tiempo que un


generador, de prácticas sociales y lingüísticas, hay que ir a un
determinado lugar para comprender un dialecto o un sistema
de parentesco o una religiosidad porque esos productos de la
cultura no se pueden entender sin un territorio específico. (Peña
Frade, 2003, p. 69)

Existe, por tanto, una construcción social que implica el


conocimiento de los procesos desarrollados en el territorio, dada la
Discusiones conceptuales

actividad espacial que los actores allí presentes crean, recrean y apropian
de manera diferencial y desigual de acuerdo con el contexto donde se
generan tales procesos, y desde donde podrían ser posibles de identificar
percepciones, valoraciones y actitudes territoriales según las relaciones
de complementación, cooperación y conflicto en determinadas

45
circunstancias. Dadas esas valoraciones, el territorio no es fijo; dada su
realidad geo-social, este es cambiante y requiere permanentemente de
nuevas formas de organización social en tanto es un territorio móvil,
mutable y desequilibrado.

Espacio vivido e interacción de sistemas de acción


y objetos geográficos

Lefebvre (2013) conceptualiza el espacio desde tres perspectivas:


el concebido, el percibido y el vivido. El espacio concebido es aquel en
el que se representa el espacio, usualmente representado a través de
mapas, de planos técnicos. Es también el espacio dominante en las
sociedades y se encuentra articulado a las relaciones de producción
existente -un ejemplo de ello, “plano de diseño de un espacio urbano”
(Baringo Ezquerra, 2013, p. 125).
El espacio percibido es en sí la práctica del espacio, integra las
relaciones sociales de producción, de reproducción, de producción
material para dar respuesta a las exigencias de la vida cotidiana y el
conocimiento acumulado a partir del cual las sociedades transforman
sus ambientes construidos -un ejemplo de ello, “recorridos peatonales
que cotidianamente hace la gente de su casa al trabajo” (Baringo
Ezquerra, 2013, p. 125).
El espacio vivido, espacio de representación, es el espacio de las
prácticas sociales, cercano a la vida cotidiana, escenario en el cual el
ser humano se desarrolla como ser social en un determinado tiempo
y lugar de representación. Es el espacio que integra las relaciones de
producción y de reproducción, es un espacio que supera la referencia
Discusiones conceptuales

física, ya que las personas hacen usos simbólicos de los objetos que lo
componen -un ejemplo de ello, “lugar con fuerte carga emotiva donde
se celebran los éxitos deportivos” (Baringo Ezquerra, 2013, p. 125).
Esta definición del espacio complejiza la comprensión que sobre
él se había realizado. El espacio es ahora un lugar en el cual se realizan

46
prácticas, es un lugar que se aprehende a través de las representaciones
que en él se hacen, y es un lugar en el cual se representa precisamente
ese espacio a través de las representaciones que le constituyen. Por
tanto, esta concepción del espacio está unida a la existencia humana
no solo en términos de ser quienes lo sitúan, también al ser quienes lo
configuran y anticipan.
Por tanto, siendo de especial interés en este escrito el espacio
vivido, puede profundizársele como el espacio de las prácticas sociales,
cercano a la vida cotidiana, aquel donde el ser humano despliega sus
competencias como ser social a partir de la experiencia directa que
tiene con otros. Superando el espacio físico por el uso simbólico de los
objetos que le componen, modificando el espacio físico por el juego
que realiza la imaginación constante. El espacio es siempre político,
construido a través de una lucha incesante de poderes y valores que a
través de conflictos y/o consensos configura su existencia. Es el espacio,
por tanto, producto de la sociedad y es la sociedad responsable de
configurar sus múltiples espacios de realización.
Así las cosas, podría considerarse que el carácter social
del territorio está determinado por las relaciones socioculturales,
adquiriendo pues mayor relevancia al interior de otras disciplinas
las ciencias sociales como la sociología, la antropología, la ciencia
política, la economía, entre otras. Esto obedece a los cambios teóricos y
conceptuales que desde la interdisciplinaridad y la transdisciplinariedad
han venido ocurriendo en las ciencias sociales para darle explicación al
territorio, sin dejar de lado la importancia que reviste la geografía en
términos espaciales.
Santos (1996), desde una perspectiva interdisciplinar, complejiza
el concepto de territorio y da cabida a múltiples contextos, sean estos
Discusiones conceptuales

económicos, comerciales, sociales, antropológicos, culturales, políticos,


que permiten entender el concepto de territorio. El territorio es, por
tanto, un lugar de variada escala donde múltiples actores interactúan
entre sí a través de diferentes sistemas de acciones, condición que
permite definir el territorio como un escenario de encuentro de poderes.

47
El concepto de territorio es único, constituido según las
características del contexto en el cual tome lugar. Se constituye en
relación homogénea y dinámica según la población que lo habita y el
sustento cultural que le antecede, cubre y anticipa en sus relaciones
sociales. Planteado esto, la dimensión, geo-eco-antrópica del territorio
explica y hace referencia a las relaciones entre los seres humanos,
es decir, a un espacio socialmente construido cuyas fronteras no son
definidas por las características biofísicas sino por los procesos mediante
los cuales los actores sociales lo transforman e intervienen, definiéndolo
y delimitándolo. Esta dimensión implica abordar el territorio como
relación ser humano-naturaleza, espacio-tiempo, donde el ser humano
establece unas relaciones de subsistencia y de reproducción social.
En el contexto actual de la globalización, este logra imprimir
una relevancia central a la dimensión espacial de los procesos sociales
que estudia. Este autor complementa, analizando el espacio como
un conjunto de formas constituidas por fracciones de la sociedad; un
conjunto indisociable, solidario y contradictorio de sistemas de objetos
(geográficos, naturales y sociales) y de vida que los cubre y anima. En
sus propias palabras, una sociedad que se encuentra en movimiento.
Posteriormente, según comenta Rodríguez Valbuena (2010):

Santos identifica (al espacio geográfico) como un conjunto indisociable


en donde convergen objetos geográficos, objetos naturales y objetos
sociales y la vida que los colma y anima, es decir, es la sociedad
en movimiento. La sociedad no es independiente de los objetos
geográficos y cada forma encierra una fracción del contenido
(sociedad). El autor complementa la definición en 1997, analizando
el espacio como un conjunto de formas constituidas por fracciones
Discusiones conceptuales

de la sociedad: un conjunto indisociable, solidario, contradictorio de


sistemas de objetos, cada vez más artificiales, y de sistemas de acciones
igualmente imbuidos en artificialidad, que no es caos ni colección
porque su esencia está puesta en la interacción, la complejidad y el
cambio. El espacio es históricamente construido. (2010, p. 5)

48
Territorio, territorialidad y territorialización

Nates Cruz (2011), estudiosa del territorio, permite entrever el


significado del concepto que sustenta sus principales reflexiones. Por
una parte, no es posible hacer equivalente el territorio a la tierra, en
tanto un territorio solo existe en la medida en que exista un actor social
que lo crea y reconoce. El territorio, contrario al espacio físico, es una
significación cultural con variadas implicaciones a nivel social.
El territorio toma significado según la perspectiva desde la cual
se teorice. Así, la ecología entiende el territorio como esa área definida
constituida por organismos similares entre sí, con el fin último de
reproducirse. La antropología social, como aquella construcción cultural
donde toman lugar las prácticas sociales. La geografía social, por su parte,
entiende el territorio como:

Un escenario de poder, de gestión y de dominio del Estado de


individuos, de grupos y organizaciones y de empresas locales,
nacionales y multinacionales, pero también como una superficie
terrestre demarcada que conlleva una relación de posesión por
parte de individuos o grupos, y que contiene límites de soberanía,
propiedad, apropiación, vigilancia y jurisdicción. (Nates Cruz,
2011, p. 211)

Una definición complementaria sobre territorio es: “Concepto


relacional que insinúa un conjunto de vínculos de dominio, de poder,
de pertenencia o de apropiación entre una porción o la totalidad de
espacio geográfico y un determinado sujeto individual o colectivo”
(Montañez Gómez, 2001, p. 20).
Discusiones conceptuales

El territorio, argumenta Nates (2011), es multidimensional y


multiescalonado. Es multidimensional en tres órdenes diferentes: a) de
la materialidad de la realidad concreta de la tierra, b) de la psiquis
individual en tanto relación a priori y presocial del ser humano con
la tierra, y c) del orden de las representaciones sociales, colectivas y

49
culturales. Es multiescalonado en términos de referencia a la escala que
se utiliza para acotarle (por ejemplo: localidad, región, el área Estado-
nación, entre otros).
Los factores multidimensional y multiescala del territorio,
previamente referidos por Nates (2011), están mediados por dos procesos
relevantes: la territorialización y la territorialidad. En términos de Nates
(2011), la territorialización es la estrategia que se utiliza y el efecto que
causa delimitar un territorio. Sugiere también un control determinado
por un actor social en específico, configura un espacio de poder, demarca
el espacio social que se convierte en institucional, propicia relaciones
prácticas con el espacio. En sentido complementario, Montañez Gómez
& Delgado Mahecha (1998) la definen como:

Grado de control de una determinada porción de espacio


geográfico por una persona, un grupo social, un grupo étnico,
una compañía multinacional, así como el conjunto de prácticas
y sus expresiones materiales y simbólicas capaces de garantizar
la apropiación y permanencia de un territorio dado bajo
determinado agente individual o social, un Estado o un bloque
de estados. (p. 22)

En fin, la territorialización puede ser entendida como la acción


que busca configurar y apropiarse de un espacio, convirtiéndole en
territorio a partir de un actor social/geográfico.
Por su parte la territorialidad es “una condición inherente a los seres
que habitan un territorio, ya que ‘surge de la necesidad de identificarse
con el espacio que se habita y de la consciencia de la participación en
la construcción del territorio” (Oliveira Andrade, 1994, p. 214). Es la
Discusiones conceptuales

producción práctica o discursiva del territorio a través de la economía,


la religión, la lúdica; es expresión directa del sentido de pertinencia y
de identidad de una comunidad con su lugar de asentamiento; propicia
un sentido de pertenencia y de posesión territorial; es una relación de
tipo simbólico expresivo, manifestada a través de expresiones culturales,

50
soporte de identidades individuales y colectivas. Enfatiza sobre todo en
la relación centro-periferia.
Como consecuencia, el territorio se asume como espacio
socialmente construido solo si se soporta en los procesos de
territorialización y de territorialidad anteriormente descritos. El
territorio es, en tanto existan actores sociales que lo delimitan y producen
a través de sus prácticas y discursos. Ello conlleva la comprensión del
territorio como un espacio que requiere ser nombrado y que puede
ser transitorio en función de las prácticas que lo constituyen. Si no
fuera así, ¿qué sentido tendría hablar también de desterritorialización?
Se desterritorializa cuando los linderos territoriales, otrora existentes y
soportados en códigos culturales históricamente localizados, se pierden
(Nates Cruz, 2011).
Giménez (2000), al igual que Nates, considera que territorio
es una superficie de tierra habitada por grupos humanos; pero esta
teoría supera lo descriptivo, trasciende a definir el territorio como un
espacio apropiado y valorizado simbólica e instrumentalmente por
grupos humanos, entendiendo el espacio como una combinación de
dimensiones, incluyendo los imaginarios individuales y colectivos que
los grupos humanos le imprimen a este, que en últimas, determina el
territorio en su función social. La cultura tiene un valor muy importante
en la apropiación de territorio para Giménez (2000), quien considera
el territorio como una respuesta en primera instancia a las necesidades
sociales, económicas, políticas, culturales y ambientales de cada
sociedad.
El sentido de pertenencia e identidad, el de conciencia regional,
al igual que el ejercicio de la ciudadanía y de acción ciudadana, solo
adquieren existencia real a partir de su expresión de territorialidad. En
Discusiones conceptuales

un mismo espacio se sobreponen múltiples territorialidades y múltiples


lealtades. Territorialidad y territorialización suelen ser dos conceptos
claves para entender las dimensiones de los estudios geográficos y, en
razón de ello, la interpretación de las relaciones que se expresan y dan
cuenta de procesos simbólicos de aprehensión del territorio.

51
La territorialidad vincula prácticas y expresiones que dan cuenta
de escenarios de apropiación y permanencia en un territorio. “Es la
acción que consolida la pertenencia y el desarrollo de identidad de un
Estado o de una persona sobre un espacio, es el nivel de dominio y
de poder que es posible ejercer sobre el mismo” (Montáñez Gómez
& Delgado Mahecha, 1998, p. 123), de manera que haya lugar en el
siglo XXI a encontrar interés en el desarrollo de las investigaciones
geográficas relacionadas entre lo local y lo global (recuérdese: expresión
de la territorialidad) y con las nuevas territorialidades, como el
fenómeno de la globalización, que generan desafíos para comprender
los problemas del territorio.
La memoria es otro concepto relacionado. En el territorio se
materializa la memoria por medio de los relatos; esta une el pasado,
el presente y el futuro de la comunidad y también le da sentido a la
misma. Territorio es por naturaleza una construcción social. Por esta
razón la mayoría de disciplinas han integrado la dimensión espacial en
el componente social que estudian la sociología urbana, la antropología
cultural, la psicología ambiental, la filosofía, la arquitectura, la economía
geográfica, entre varios ejemplos posibles, que integran el espacio como
interacción entre lo físico, la naturaleza y lo social. Es en este contexto
donde se presenta de manera diferente la realidad de los territorios no
solo como sitios geográficos donde habita una comunidad, sino como
un lugar provisto de múltiples relaciones.
Los territorios son tatuados por las huellas de la historia, de la
cultura del trabajo humano. “El territorio constituye por sí mismo
un espacio de inscripción de la cultura y, por tanto, equivale a una de sus
formas de objetivación” (Giménez, 2000, p. 7); agrega García (1976,
pág. 25) que “el territorio es el sustrato de toda relación humana que se
Discusiones conceptuales

da a través de la cultura”; espacio de inscripción recordado a través de


la memoria y constituido cotidianamente por medio de la interacción
que supone la relación entre los actores sociales, las instituciones que
les representan y los medios físicos que le sustentan. El espacio como
objeto de conocimiento y estudio, desde diversas lecturas da lugar a

52
entenderse como escenario determinante de construcciones sociales que
ocurren a partir de la relación de los sujetos en un contexto (cotidiano
e histórico) determinado; “las relaciones sociales se dan en los lugares
en donde se establecen las actividades, los flujos, y los desplazamientos.
Este conjunto de lugares donde se producen flujos y relaciones sociales
evolucionan en el tiempo, es decir, tienen su propia historia y dinámica”
(Vargas Ulate, 2012, p.10). En este sentido, el concepto de interacción y
de acción comunicativa cobran cabida en las discusiones sobre el territorio.
De esta manera convergen de una forma incluyente varios
aspectos determinantes para comprender la apropiación y el uso dado
al territorio por parte de sus habitantes a partir de múltiples conceptos
como el espacio, la historicidad y el ser humano, los imaginarios
individuales y colectivos, los cuales interactúan de forma dinámica dando
paso a la construcción social. Por tanto, un territorio multidimensional
y multiescalonado sitúa la discusión por el territorio en un nuevo campo
de reflexión teórica, al permitir el reconocimiento de múltiples ordenes
constitutivos de ese territorio superado ya de la referencia básica
y necesaria al espacio físico. En este sentido, posterior a la discusión
sobre la territorialidad y desterritorialización como procesos que median
las relaciones de este territorio aún más abarcador conceptualmente,
es pertinente mostrar cómo desde otras disciplinas, específicamente
la sociología y la psicología, las representaciones sociales, colectivas,
culturales y de la psiquis individual pueden ser profundizadas.

Territorio, psique y representaciones


sociales-colectivas-culturales
Discusiones conceptuales

El territorio se complejiza, se convierte en algo más abarcador,


no solo por aquello que contiene, también por aquello que posibilita.
El territorio situado en interacción humana abre nuevos caminos de
conceptualización asociados a la acción social, término cercano a las

53
ciencias sociales, a través del cual lo que sucede en “este mundo” puede
ser comprendido de manera más analítica.
La acción social, descubierta ya en términos de correlato con
el mundo físico, con la profundidad del mundo subjetivo y de lo que
acontece en correspondencia con otros actores sociales, complejiza sus
posibilidades y sus recursividades. La teoría social le comprende, tanto
desde el comportamiento individual como del colectivo. Fundamenta
su existencia en la resolución y planteamiento del problema de la acción
y del orden, problema que en términos de discusiones conceptuales
sobre el territorio permite comprender lo que en él sucede y la manera
como se construye lo acontecido en el espacio social (entendido por
defecto como territorio gracias a la presencia de sujetos conscientes que
nombran el espacio físico provisto de relaciones con otros).
Las acciones son múltiples; pueden ser estratégicas, interesadas,
egoístas, instrumentales, en una palabra: racionales. O por el contrario,
irracionales, dramatúrgicas, interpretativas, expresivas, es decir, no-
racionales. Múltiples formas de comprender la acción social y el
territorio que le instituye a partir de las combinaciones analíticas que se
derivan de dar un mayor peso al individuo participante en el territorio
o al colectivo que le constituye, y de la racionalidad de la acción que se
expresa o del peso existente desde el orden social sobre lo que se realiza.
Es útil incluir aquí el esquema analítico sugerido por Bobes (2008) para
comprender la acción social existente en el territorio:

• Individuos racionales crean sociedades a través de actos


contingentes de libertad (Simmel representa uno de los teóricos
de esta vertiente).
• Individuos interpretativos crean sociedades a través de actos
Discusiones conceptuales

contingentes de libertad (Freud, Lacan y Mead, dos exponentes


de esta vertiente).
• Individuos multiorientados recrean sociedad como una fuerza
colectiva por medio de actos contingentes de libertad (léanse
Weber y Parsons).

54
• Individuos socializados reproducen el mundo social al mundo de
lo mismo (Durkheim es un teórico relevante de esta perspectiva).
• Individuos racionales aceptan la sociedad por sentirse forzados a
ello (ver a Habermas).

Estos enfoques habilitan una discusión aún mayor sobre el


territorio, no solo como arena social donde toma lugar la interacción,
sino como el escenario donde se problematiza la existencia del orden
y de la sociedad humana. Ahora, buscando profundizar sobre los
enfoques referidos, es útil enunciar los planteamientos básicos de autores
que permiten entender la acción social en clave de la comprensión del
territorio como construcción humana.
Simmel (1986) reconoce la existencia de dos mundos que
profundizan el contacto social: el objetivo y el subjetivo. El primero
busca nivelar cuanta diferencia exista en él, mientras que el segundo
busca desglosar cuanto sea posible la experiencia humana para expresar
la profundidad de lo acontecido. En este sentido, el individuo como
sujeto social-histórico crea el orden que le instituye a partir de las
decisiones que toma en la interacción social. Expresado de otro modo:
el orden es una afectación constante entre la realidad individual y la
social8. Esta afectación se da a través de la interacción, entendida como
“la forma en la que los individuos constituyen una unidad dentro de
la cual se realizan aquellos intereses sensuales o ideales, momentáneos
o duraderos, conscientes o inconscientes” (Simmel, 1986, p. 16); la
cual para ser aprehendida requiere de dos conceptos adicionales: el
contenido y la forma, el primero como aquella materia de socialización
existente en los sujetos –capaz de provocar la acción como de verse
afectada por sus influencias-, y el segundo, el modo como el contenido
Discusiones conceptuales

referido es expresado.

8 En los albores del siglo XX, la realidad de su época está empezando a construir
uno de los escenarios más profundos y significativos del espacio social: la existencia de la
gran ciudad o metrópoli.

55
Lacan (1981), psicoanalista post-freudiano, comprende la
vivencia de la experiencia psicológica a partir del juego recíproco de
tres registros fundamentales: lo simbólico, lo imaginario y lo real. Lo
real, aquello que se encuentra en la realidad, realidad en tanto el sujeto
se hace consciente de lo que es y lo que hay en él y aquello que no le
pertenece y está fuera de él (piénsese en la vivencia de la imagen de sí
mismo proyectada en un espejo). Desde temprana edad, el infante se
instala en el orden de lo real en la medida en que lo real empieza a
nombrarse, a partir de lo cual el sujeto se ubica en una posición definida
en lo simbólico –entiéndase en la palabra- y le permite al sujeto crear
su mundo individual en la tópica de lo imaginario. Lo imaginario,
identificado con lo real, se distancia de él en tanto lo real puede
experimentarse como interpretación subjetiva valorada afectivamente
(el sujeto construye su mundo propio). Lo simbólico, lugar desde el cual
el sujeto nombra la experiencia, convirtiéndola en humana a través del
acceso en el lenguaje. Lenguaje caprichoso, lenguaje histórico, lenguaje
rebosante de representaciones sociales construidas en lo real por la
sociedad.
Weber (2014) comprende la acción social como aquella en
la cual el sentido mentado está referido al comportamiento de
otros. Ese comportamiento puede ser presente, expresado en el
pasado o configurado en el futuro. Esos otros puede ser conocidos e
indeterminados. Siempre con expectativas, aunque no necesariamente
comportamientos recíprocos. Construye una tipología para enunciar la
acción social: a) racional con arreglos a finales, b) racional con arreglo a
valores; c) afectiva (emotivo actual) y d) tradicional (por costumbre). El
sentido de la acción requiere ser interpretado. Inclusive, nombra como
comunidad “la actitud social que se inspira en el sentimiento subjetivo de
Discusiones conceptuales

los partícipes de constituir un todo” (Weber, 2014, p. 33), mientras que


por sociedad, “la actitud se inspira en una compensación de intereses
por motivos racionales o unión de intereses por motivos iguales” (Weber,
2014, p. 33).

56
Habermas (2001), a partir de su teoría de la acción comunicativa,
entiende el mundo de la vida como aquel siempre presente en cualquier
forma de interacción, ya sea a manera de o suministrando el trasfondo para
que una situación social sea posible. Este mundo es complejizado con
tres mundos adicionales, mundos que permiten comprender la acción
que se torna real en ese lugar a través de la negociación constante por
quienes participan en ella. El mundo objetivo, aquel que abarca todas las
entidades sobre las cuales pueden realizarse enunciados verdaderos, es
decir, enunciados compartidos entre las opiniones que tienen los actores
sobre el mundo que está expuesto ante ellos. El mundo social, conjunto
de relaciones interpersonales legítimamente reguladas en virtud
de la norma que expresa los valores reconocidos por la colectividad
participante en el mundo objetivo. Y finalmente, el mundo subjetivo,
como el acceso privilegiado que tiene el hablante (entiéndase el sujeto
instalado en el lenguaje) participante en un acto comunicativo frente a
sus propias vivencias.
Goffmann (2006), a través del concepto de marco de referencia,
reconoce los “principios de organización que gobiernan acontecimientos
y nuestra participación en ellos” (p. 11), por medio de los cuales algo
cobra sentido, lo que de otra manera ese algo sería un aspecto sin sentido
de una escena que se desarrolla. Este tipo de marcos naturales o sociales
no son fijos e inmutables; por el contrario, se transforman, se construyen,
se modifican a través de cambios de clave9, provocados de diferentes

9 Existen diferentes claves básicas descritas por el Gofmann (2006): a) hacer


creer: “la actividad que los participantes tratan como invitación o como ensayo previo,
haciéndose a sabiendas que el acto no acarreará nada práctico” (Goffman, 2006, p.
51). Ejemplos: bromas, fantasías, ensueños, guiones dramatúrgicos. b) competiciones:
Discusiones conceptuales

“Algunos son de la clave de las actividades combativas primarias” (Goffman, 2006, p.


60); pueden llegar a ser un marco de referencia primario. c) ceremoniales: matrimonios,
funerales, se pone en clave de un acontecimiento. d) repeticiones y ensayos: “Se
pueden poner en práctica franjas de actividad corriente, fuera de su contexto habitual,
con fines utilitarios” (Goffman, 2006, p. 63). Tipos: i) prácticas –pruebas, ejercicios,

57
maneras: sea por partir de algo inicial a algo completamente diferente a
lo acostumbrado, por la consciencia que se asume de la situación, por las
indicaciones dadas al comienzo y al fin de la escena que transcurre o por
la influencia que genera saber lo que está sucediendo. Por consiguiente,
el concepto de clave, entendido como “conjunto de convenciones
mediante las que una actividad dada, dotada ya de sentido en términos
de cierto marco de referencia primaria, se transforma en algo pautado
sobre esta actividad, pero considerado por los participantes como algo
muy diferente” (Goffman, 2006, p. 46), se convierte en el elemento
central que permite comprender cómo una situación puede cambiar
de significado según la interpretación que de ella realizan los actores
participantes.

Territorio, razón, pasión, vivencia

Fals Borda (1998) concibió el espacio como un contenedor


de vivencias humanas, pero lo diferencio de lo físico y lo material
en que estas vivencias son ajustables y maleables, “a ese referente
político–administrativo de los contenedores ajustables le denomino
territorio”. Borda (1998) tiene una mirada sociológica de la realidad
del territorio; no simplemente como un sitio geográfico donde habita
cierta comunidad, sino como un lugar provisto de múltiples relaciones
entre el territorio y los seres humanos allí asentados, del cual analiza
aspectos determinantes para comprender su apropiación: el espacio,
la historicidad y el ser humano. Ahora bien, cada actor social tiene
una forma diferente de relacionarse con el territorio; por tal razón las
relaciones de conflicto y de complementación, es decir, la diferencia de
Discusiones conceptuales

ensayos, planificación-, ii) demostraciones, iii) documentación, iv) juego de roles, v)


experimentos. e) nuevas apreciaciones: “Se trata de la realización de una actividad
encubierta por razones o motivos que se consideran diferentes de los que gobiernan a
los actos normales” (Goffman, 2006, p. 79).

58
intereses, se convierten en detonantes al interior de la realidad geosocial
en constante proceso de cambio en las formas de organización social.
Concluyendo, para Montañez Gómez y Delgado Mahecha
(1998) el territorio es la existencia de un espacio geográfico y de un
sujeto que ejerce sobre él cierto dominio, una relación de poder, una
calidad de poseedor o una facultad de apropiación, haciendo claridad
que la relación de pertenencia o apropiación no se refiere solo a
vínculos de propiedad. A su vez, el territorio es el fundamento para la
construcción del proyecto país10 pues, según sus expresiones, Colombia
es en un espacio geográfico inacabado, lo deseable es que este proyecto
pudiera articular las diferentes escalas espaciales de región-territorio.
Sin embargo, la pobre visión territorial del Estado y la sociedad no
ha permitido llegar a un consenso para la construcción de la nación
tomando como base el territorio y asignando al mismo una forma
específica de identidad nacional que pase por fortalecer el eje cultural
como base de su direccionamiento. No obstante, los autores comparten
una serie de afirmaciones muy ilustrativas sobre el territorio que son
valoradas a nivel de este ejercicio investigativo. De los aportes de
Montáñez Gómez y Delgado Mahecha (1998) lo siguiente:

• El territorio es el escenario de las relaciones sociales y no


solamente el marco espacial que delimita el espacio soberano de
un Estado.
• El territorio es un espacio de poder, de gestión y de dominio.
• Es una construcción social y nuestro conocimiento del mismo
implica el conocimiento del proceso de producción.
• La actividad espacial de los actores es diferencial y por tanto su
capacidad de apropiar el territorio es desigual.
Discusiones conceptuales

• En el espacio concurren diferentes territorialidades.

10 Se recomienda al lector interesado en profundizar en la reflexión colombiana


sobre el territorio en el texto: Aguirre, Sonia (2001). Espacio y territorios: razón, pasión
e imaginarios. Bogotá: Unibiblios.

59
• El territorio no es fijo, es movible, mutable.
• El sentido de pertenencia e identidad, el de conciencia
regional, al igual que el ejercicio de la ciudadanía y de acción
ciudadana, solo adquieren existencia real a partir de su expresión
de territorialidad. En un mismo espacio se sobreponen múltiples
territorialidades y múltiples lealtades. (Montáñez Gómez y
Delgado Mahecha, 1998, pp. 122-123)

Se destaca que la comprensión del territorio desde los abordajes


teóricos planteados otorga insumos importantes para actualizar la
discusión y mostrar otras posibilidades para ser comprendidos y
gestionados en un escenario de construcción de paz con enfoque
territorial.

La paz 11

A lo largo de la historia de la humanidad se han desarrollado


guerras en la defensa de intereses e ideologías de tipo político, militar,
religioso, cultural, entre otras. En este sentido, la guerra y las acciones
bélicas son elementos que han acompañado la historia de la humanidad
por siglos, forjando momentos muy importantes en el recorrido de
su historia. La violencia ha sido una constante, la cual se expresa de
diferentes maneras, desde formas lúdicas (a través del desarrollo de
competencias deportivas, que en el fondo subliman pasiones humanas),

11 Para una versión sintética de la discusión conceptual y producción científica


sobre paz, se recomienda al lector consultar el artículo: Caicedo Arroyo, R; Hurtado
Discusiones conceptuales

Cano, D; Aguirre Jaramillo, C.I; Fadul Vásquez, C.J. (2016). Estado del arte sobre paz:
discusiones conceptuales y producción científica colombiana (2000-2015) asociada a la paz-
territorio y paz-desarrollo: una apuesta desde la investigación orientada a la acción y toma
de decisiones -IAD-. En Revista Hojas y Hablas. Corporación Unimonserrate, Bogotá.
(http://virtual.fum.edu.co/publicaciones/index.php/hojasyhablas/article/view/85).

60
hasta formas necrófilas con acciones psicópatas que han alcanzado
posiciones de poder político, militar o religioso. Es de esta manera como
el estado contrario a la crisis generada por la violencia, la guerra y lo
bélico, se constituye en algo deseado o anhelado.
No es necesario ir muy atrás en el repaso de los últimos dos o
tres siglos para encontrar hechos marcados por el predominio de la
violencia, la guerra y la ausencia de ese estado de “paz” que deseaban
los pueblos. Considérese la Primera Guerra Mundial y la supuesta paz
armada, la Segunda Guerra Mundial y la irrogación de la humanidad
a todo tipo de sufrimientos, la Guerra Fría con más de 40 años de
sobresaltos y angustias de la humanidad frente al desarrollo de armas
intercontinentales con poder para borrar ciudades enteras, caso los
misiles Pershing-2 y el SS-20 que constantemente amenazaron Europa.
Por medio del análisis y en medio de este tipo de escenarios se
resaltan los retos en materia de paz, los cuales varían de acuerdo a cada
situación, pero se hacen más complejos gracias a la multiplicidad de
factores que acompañan a cada contexto. Así, la posición paradigmática
para entender el término de paz revela la necesidad de analizar y evaluar
la pertinencia de las diferentes conceptualizaciones de este término
según las prácticas de cada época en las que se desarrollaron, así como
su naturaleza cambiante.
En atención a lo expuesto, en el documento se abarca el tema de la
paz, partiendo del reconocimiento de sus orígenes, para posteriormente
pasar por las diferentes conceptualizaciones desarrolladas por autores
desde los cuales se abordaron elementos comunes, complementarios
y/o contradictorios, y muy especialmente, dado el propósito de la
investigación, las relaciones existentes entre los términos de paz,
desarrollo y territorio.
Discusiones conceptuales

A continuación se presentan una tabla que da cuenta de los


autores destacados en el área de paz y sus nacionalidades, los cuales
soportan dicha fundamentación.

61
Tabla 7. Paz Autores Nacionalidad
Paz: autores Lederach, Estados Unidos
referentes y Orígenes del concepto
Moreno-Parra España
nacionalidades
Tortosa España
Conceptualizaciones sobre
Smoker y Groff Estados Unidos
la paz
Borja México
La paz como equilibrio
dinámico de fuerzas o
Wright Estados Unidos
factores en el sistema
internacional
La paz negativa y la paz Borja México
positiva Johan Galtung Noruega
Francisco Muñoz España
La paz imperfecta Dreher Estados Unidos
Shiva India
La paz interna y externa Leonardo Boff Brasil
Antanas Mockus Colombia
Francisco Cajiao Colombia
Educación para la paz
Amartya Sen India
CINEP Colombia
Discusiones conceptuales

62
Orígenes del concepto

En el mundo occidental, el concepto de paz se nutre de la


influencia grecorromana, razón por la cual conviene profundizar en
los niveles etimológico, social, cultural y político los otros conceptos
estrechamente relacionados con la paz: el griego eirene y el romano pax.
En primer lugar, para los griegos el término eirene (paz) era un
sinónimo de homonoia, que significa armonía. Estos dos términos se usaban
para hacer referencia a un estado o condición de absoluta tranquilidad y
serenidad, razón por la cual los griegos los relacionaban estrechamente
con la ausencia de situaciones hostiles o conflictivas de violencia. No
obstante, los griegos hacían referencia a este estado para aplicarlo a
grupos o interrelaciones griegas, es decir, dentro de una ciudad o entre
ciudades griegas, pero nunca para hacer referencia a relaciones con el
mundo exterior griego, como por ejemplo, colaboración o interrelación
no violenta entre griegos y bárbaros; de modo tal que el término eirene
describe una unidad interior de tipo social (Lederach, 2000).
En segundo lugar, para los romanos el término pax tenía una
concepción paralela al eirene, por cuanto se usaba para hacer referencia
a una relación de tipo legal y recíproca entre dos partidos; significaba el
respeto de los legal que definía las relaciones e interrelaciones humanas.
De este modo, la paz era algo conservador que ayudaba a mantener el
orden ya establecido a través de la ley. Valga citar que “la paz romana,
en esencia, fue la ausencia de conflicto o violencia (especialmente en
forma de rebelión) impuesta y asegurada dentro del Imperio Romano
por su todopoderoso aparato militar” (Lederach, 2000, p. 18).
Ahora bien, mientras el concepto griego eirene se basaba y
desarrollaba en el marco de una estructura social y política griega
Discusiones conceptuales

que hacía referencia a un equilibrio de poder interno en los centros


de actividad social y política, la pax romana se desarrollaba y aplicaba
bajo el marco del imperio romano, de un matiz imperialista, por cuanto
invocaba un estado que beneficiaba el núcleo de la estructura política y
al Imperio. Moreno-Parra (2014) refirió:

63
La irenología, ciencia que estudia la paz, ha estado presente
en la historia de los hombres desde los propios orígenes de la
humanidad. En algunas ocasiones como mito, muy difundido
entre los griegos, y en otras, como ideario y propósito de las
sociedades, a fin de alcanzar una convivencia a partir de la
construcción de unos mínimos establecidos política y socialmente.
(p. 208)

Conceptualizaciones sobre la paz

En los últimos 60 años, posterior a la Primera y la Segunda


guerras mundiales12, el concepto de paz desarrollado desde la época
antigua ha ido evolucionado y consolidándose en diferentes categorías
de pensamiento, las cuales superan la concepción limitada de la paz
como ausencia de guerra, para posteriormente incorporar elementos
que la definen desde una postura mucho más política. Como lo plantea
Tortosa (2013), la paz no existe fuera del pensamiento; el interés y la
formulación de políticas representan un imaginario colectivo construido
a través de la teoría y la praxis de aquellos que habitan en zonas de
conflicto y se empeñan en superar las contradicciones y disminuir
las tensiones y los problemas que implica el choque entre discursos y
prácticas.

12 Sin embargo, desde los antecedentes y las aproximaciones conceptuales,


como primer elemento a abordar es importante mencionar que los desarrollos sobre
el concepto de paz en el país tienen sus orígenes en 1819, cuando se convirtieron en
Discusiones conceptuales

materia de análisis de las ciencias sociales. La sociología se dedicó a estudiar las causas y
los orígenes históricos de la violencia y la antropología se ocupó de develar las dinámicas
comunitarias en torno a la misma y a la configuración del poder, entre otros aspectos.
Dichas elaboraciones fueron evolucionando y cobran sentido actualmente en un nuevo
campo de las ciencias sociales que en Colombia se ha denominado violentología.

64
Así, el concepto de paz desde una dimensión ética ha
evolucionado hacia la necesidad de resolver la guerra y el conflicto
a través de soluciones sostenibles. Para Richmond (2006), uno de
los problemas al momento de abordar cualquier discusión sobre el
concepto de paz es asociarlo con paradigmas universales e idealistas;
la democracia, uno de ellos, como estrategia para evitar el conflicto
y poner fin a la guerra que desestabiliza la hegemonía de los Estados
poderosos y su aparato institucional en el marco de un gobierno
global que genera consecuencias no deseadas para los que no estén
alienados. Es claro además que asumir el discurso de la paz como la
paz perpetua de Kant o el ideal platónico en contextos de múltiples
conflictividades, sin duda deja a un lado las lógicas de quienes los
habitan.
En escenarios más contemporaneos, aparece referenciado en la
literatura especializada sobre el concepto de la paz el estudio de Smoker
y Groff (1996), quienes consideran seis categorías o perspectivas en la
evolución del concepto de la paz (ver ilustración 5):

No
Ausencia Balance violencia Paz Paz Paz
de guerra de fuerza estructural feminista holística interna/externa

Ambiente

Global
Paz externa

Internacional

Entre estados
PAZ
En estados
Discusiones conceptuales

Comunidad

Familia e
individuo

Paz interna

Ilustración 5. Categorías o perspectivas en la evolución del concepto de paz.


Fuente: Smoker y Groff (1996). Traducción propia
65
La paz como no guerra

Sobre esta categorización, en la literatura no se encuentra un


autor o institución como autor principal de esta concepción. Tan solo
ha sido una idea generalizada que se ha dado entre la población general
y políticos, explicado tal vez en el origen y significado lingüístico de
esta palabra, razón por la cual las definiciones que se han desarrollado
sobre la paz “requieren ausencia de guerra como una condición previa”
(Smoker & Groff, 1996, p. 106).
Ahora bien, de acuerdo con Borja (2003) en esta conceptualización
toma relevancia el concepto de guerra, puesto que la paz se define a
través del reconocimiento de lo que significa guerra13 y viceversa. La
palabra guerra se define positivamente a través del reconocimiento de
sus propias características, mientras que el término de paz se define
negativamente por la ausencia de guerra. En este sentido, se dice que
el término guerra es fuerte, mientras que el termino paz es débil. Esto
se explica al considerar que en la filosofía política ha prevalecido la
continua preocupación por meditar sobre la guerra; considérese que la
filosofía de la historia de la Edad Moderna (iluminismo, historicismo,
positivismo y marxismo) nace del cuestionamiento sobre el significado
de la guerra. La categorización del término fuerte y el término débil
parte de aquello que generalmente predomina o tiende a predominar
(Borja, 2003).
Considerando la dependencia que bajo esta mirada el término
paz tiene respecto al término guerra, se expresa que “la definición
de paz depende de la definición de guerra” (Borja, 2003, p. 197). Al
respecto se encuentran diferentes connotaciones: i) el conflicto, ii) que
Discusiones conceptuales

13 Otro punto de inflexión que le otorga una mirada diferente a los estudios
sobre el tema de la paz es la caída del pacto mundial del café en 1989, lo que desató la
peor crisis que esta región haya vivido en su historia, ya que el grano dejó de ocupar
el primer renglón de la economía y a raíz de esto emergieron los principales conflictos
sociales, económicos y políticos que la caficultura había contenido hasta ese entonces.

66
se desarrolla entre grupos políticos independientes o que se consideran
como tales, y iii) la solución del dicho conflicto asignado a una violencia
organizada
Ahora bien, con lo anterior es necesario aclarar los conceptos
de conflicto, grupo político y violencia. En primer lugar, el conflicto es
una situación en la cual las necesidades de una parte (un individuo o
grupo) solo se satisfacen mediante el perjuicio de la otra parte. Esto
puede ejemplificarse en el caso de una competencia por la posesión de
un bien escaso. Sin embargo, el conflicto también puede desarrollarse
a nivel psicológico, en donde el objetivo no es un bien sino la misma
persona del otro. En segundo lugar, grupo político se define como “un
grupo organizado para el mantenimiento o la conquista del máximo
poder posible entre y sobre hombres convivientes” (Borja, 2003, p. 197),
teniendo en cuenta que el máximo poder se traduce en el monopolio
de la fuerza física para lograr la obediencia de las propias órdenes.
Finalmente, la violencia física se define como el uso de la fuerza física de
manera intencional y dirigida por un sujeto activo a un sujeto pasivo,
sin consentimiento de este último. Con esto, no se considera violencia
aquella que se ha categorizado como psicológica, en la cual se hace
uso de medios de manipulación de la voluntad del otro, o aquella en
la que se causan sufrimientos graves sin intención, o cuando se causa
sufrimiento a quien así lo permite.
Ya expuestos los tres términos que configuran el concepto de
guerra, la paz como ausencia de guerra es definida como “estado en
el que se encuentran dos grupos políticos entre los cuales no existe una
relación de conflicto caracterizado por el ejercicio de una violencia
durable y organizada” (Borja, 2003, p. 197). Así las cosas, del anterior
concepto se deriva que: primero, entre dos grupos políticos pueden
Discusiones conceptuales

existir conflictos sin necesidad de estar en guerra, pues el estado de paz


no excluye la posibilidad de la existencia del conflicto no violento; y
segundo, no necesariamente dos grupos políticos están en estado de
guerra si en sus relaciones se presentan casos de volencia esporádica,
como por ejemplo, casos en los que existen incidentes en las fronteras.

67
La paz como equilibrio dinámico de fuerzas
o factores en el sistema internacional

Wright (1964) asume la paz como un estadio de equilibrio


dinámico que se presenta entre los factores políticos (dentro de los
cuales se enmarcan los derechos de las personas), sociales (referente a las
organizaciones y relaciones que se desarrollan en la vida civil), culturales
(que tienen que ver con las actitudes, opiniones y valores básicos de los
grupos humanos) y tecnológicos (lo que aplica no solo a la tecnología
actual sino también a cuestiones militares en el equipamiento de armas).
La ruptura de dicho equilibrio conduce a la guerra.
De esta manera, el cambio significativo en cualquiera de los
factores mencionados requiere modificaciones correspondientes en los
demás con el fin de restaurar el estado de equilibrio. Para este autor,
las relaciones que se desarrollan en el sistema internacional son una
herramienta que juega un papel fundamental para el equilibrio de estos
factores, tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

La paz negativa y la paz positiva

En su sentido negativo, la guerra (paz) se define como el estado de


no guerra o no violencia; mientras que en el sentido positivo la paz de
define como la solución, fin, conclusión o solución de la guerra (Borja,
2003). El autor más connotado en este enfoque es el noruego Johan
Galtung, quien relaciona los concepto de paz y violencia desde tres
perspectivas: la violencia directa, la violencia estructural y la violencia
cultural, como se refiere en la ilustración.
Discusiones conceptuales

68
Visible Violencia
Directa

Invisible

Violencia Violencia
Cultural Estructural

Ilustración 6. Triángulo de violencia. Fuente: Galtung J. (1969)

El aporte de Galtung sobre la violencia se desarrolla en un primer


momento en el estudio titulado Violence, Peace an Peace Research (Galtung,
1969), y posteriormente se perfila en el trabajo titulado A Structural
Theory or Imperialism (Galtung, 1971). La noción ampliada sobre la
violencia desarrollada por el autor se evidencia cuando las realizaciones
somáticas y mentales del individuo están por debajo de sus realizaciones
potenciales. Con esto el autor concibe distintos tipos de violencia: física,
psicológica, positiva y negativa, violencia que produce daño y la que
no lo produce, violencia estructural o indirecta (en la que existe un
sujeto que actúa y otra en la cual este no existe), violencia manifiesta
y violencia latente. El autor realiza una importante distinción entre la
violencia personal o directa y la violencia estructural o indirecta, esta
Discusiones conceptuales

última derivada de la estructura del mismo sistema, con la base en la


desigualdad del poder y de oportunidades, correspondiendo en todo
caso con la injusticia social.
Con base en lo anterior, Galtung concibió el denominado triángulo
de la violencia (ver ilustración 6), por medio del cual hizo una representación

69
dinámica de cómo la violencia es generada en los conflictos sociales.
Para este teórico, la violencia es una especie de iceberg, en la que su
parte visible tan solo es una pequeña parte del conflicto.
En primer lugar, la violencia directa es aquella que ocurre
de manera física y verbal, razón por la cual es visible por medio de
distintos tipos de conductas y comportamientos, con golpes, agresiones
físicas, marcas y traumatismos corporales. Se resalta que este tipo de
violencia no solo se da en el ser humano, también en la naturaleza,
en acciones de destrucción y daños a la biodiversidad y los espacios
naturales. Dentro de este tipo de violencia también se contemplan
acciones como violación, asesinato, robo, violencia de género, verbal,
psicológica, entre otras. Finalmente, se habla de la violencia directa
en contra de la colectividad, la cual es evidente en daños materiales,
guerras, destrucción de infraestructura.
En segundo lugar, la violencia estructural14 se asume como aquella
originada en estructuras de tipo físico y organizativo que no permiten
la satisfacción de las necesidades de los individuos. Según Galtung,
este es el peor tipo de violencia, por cuanto comprende el origen del
conflicto y es difícil de distinguir. El concepto de violencia estructural
es aplicable en aquellas situaciones donde las necesidades humanas
básicas no pueden ser satisfechas en procesos, como por ejemplo, de
estratificación social. De esta manera, en la violencia estructural se

14 Entre los años sesenta y noventa se da un segundo período que inicia con la
creación del Instituto para la Paz de Oslo; de allí que no sea gratuito que Noruega sea
un garante de los diálogos de paz de La Habana, ya que ellos han tenido gran tradición
en investigación para la paz. En esta segunda etapa, este y otros institutos ligaron los
estudios para la paz a las violencias estructurales, en los cuales mostraron las relaciones
Discusiones conceptuales

entre la injusticia, la falta de bienestar, la pobreza, las relaciones centro-territorio, como


causantes de este tipo de violencia silenciosa pero atroz. En las investigaciones sobre
la paz en los últimos cincuenta años se reconoce la existencia de un gran peso de los
contextos teóricos y políticos generados por los sucesos que rodearon las confrontaciones
bélicas internacionales del siglo XX.

70
presenta un reparto no equitativo de los recursos; al contrario, persiste
una solución sistemática a favor de una de las partes y en perjuicio de
los demás. Es de aclarar que la violencia estructural tiene sus orígenes
en las políticas económicas de tipo capitalista, con un reparto injusto de
la riqueza y los recursos.
Por último, la violencia cultural tiene que ver con aspectos culturales
legítimos de los grupos como el arte, la religión, el derecho, la filosofía,
ente otros. Galtung la considera como simbólica, expresada además por
medio de la lengua, la ideología y los medios de comunicación, cuya
función es la legitimización de la violencia directa y estructural, al igual
que inhibe y reprime la respuesta de quienes son víctimas al ofrecer
todo tipo de justificaciones para que los seres humanos se destruyan
unos a otros, e incluso encuentren recompensa por ello. Se destacan al
respecto las guerras santas.
Ahora bien, de esta noción amplia sobre la violencia, Galtung
(1964) hace un concepto vasto de la paz, la cual la define desde dos
dimensiones: paz negativa y paz positiva. Respecto a la paz negativa,
el autor la define como la “ausencia de guerra y de violencia
sistemática, organizada y directa” (Galtung, 1964, p. 41). De modo
que la paz negativa se presenta en situaciones donde existe un statu quo
marcadamente autoritario, en donde persiste un potencial ideológico
que gesta un estallido de guerra. De este modo, la paz negativa se
presenta latente en la sociedad, es silenciosa y se da en casos cuando
se permite el abuso u opresión por parte de otros, cuando las personas
callan y son indiferentes ante el abuso que unos ejercen sobre terceros,
o cuando se acepta un régimen, dictadura o situaciones de injusticia.
Sobre la paz positiva, Galtung la concibió como “ausencia de
violencia tanto directa como estructural o indirecta” (Galtung, 1964,
Discusiones conceptuales

p. 41). La relaciona con la vigencia de valores como la justicia y la


libertad, así como la ausencia de conflictos, con relaciones intergrupales
cooperativas donde se viven los derechos humanos en forma efectiva.

71
En otras palabras, la paz positiva es el logro de la paz negativa en donde
además hay justicia social15.
En la paz positiva se presentan condiciones de regulación desde el
derecho internacional, siendo un estado logrado posterior a un acuerdo
en el cual dos Estados cesan sus hostilidades y logran la regulación de
sus relaciones a futuro. De modo que hacer la paz, más que terminar
con la violencia directa, significa la instauración de un estado regulado
jurídicamente con tendencia marcada a la estabilidad (Galtung, 1964).
Textualmente este autor expone:

Los aspectos positivos de la paz nos conducirán a considerar no


solo la ausencia de violencia directa o estructural, sino también la
presencia de un tipo de cooperación no-violenta, igualitaria, no
explotadora, no represiva, entre unidades, naciones o personas, que
no tienen que ser necesariamente similares. (Galtung, 1964, p. 178)

Con lo anterior, la paz positiva también contempla eliminar


los mecanismos ejercidos desde la violencia estructural, explorando
alternativas y condiciones para su neutralización y superación,
alcanzando de este modo la justicia social.
Para Galtung, alcanzar la paz implica condiciones como empatía,
no violencia y creatividad. La empatía se refiere a cuando las partes
comparten en los niveles cognitivo y emocional el sentir y entender las

15 La paz negativa pareciera entrelazar inevitablemente el ser humano a la


violencia (modelo judaico-cristiano y hobbesiano), un ser violento por naturaleza;
detener la violencia es una tarea ardua y prácticamente imposible. Sin embargo,
la propuesta de paz positiva sostiene que la justicia debe prevalecer por encima de
Discusiones conceptuales

todo, pero al ser un objetivo prácticamente inalcanzable, esto podría llevar a acciones
desesperadas, inmovilizaciones o a la defensa de revoluciones violentas. De otro lado,
la paz imperfecta crea seres humanos tensionados, conflictivos y muchas veces más
violentos, pero también cooperativos, solidarios, altruistas, sobre quienes se pueden
promover procesos de empoderamiento pacifista.

72
visiones del otro, sin que necesariamente ello implique estar de acuerdo.
La creatividad es una capacidad que permite estar por delante de las
estructuras mentales de las partes en conflicto, lo que permite abrir
nuevos caminos de relación social. De este modo, la paz requiere una
cultura y estructura de paz y no de violencia (Galtung, 1969).
En la obra titulada Peace by Peaceful Means (1996), Galtung
estableció una analogía entre el ser humano como paciente y la
sociedad como sistema. De este modo, paz/violencia en el sistema
social equivale a lo que salud/enfermedad representa para el hombre.
Para este, cuando una persona ve que sus condiciones de salud no
son óptimas, consulta al médico, quien sigue una metodología para el
restablecimiento de la salud del paciente. A esto lo concibió como el
triángulo diagnóstico – pronóstico – terapia.
Lo anterior también aplica al sistema social en relación con la paz.
Un primer momento es cuando se presentan síntomas de enfermedad,
lo cual requiere un análisis de antecedentes, contexto actual y variables
que pueden estar influyendo de manera negativa. Con esto se determina
qué tipo de enfermedad se presenta socialmente, pudiendo encontrar
distintos niveles de violencia estructural y/o cultural, así como violencia
directa. En un segundo momento aborda el análisis o predicción de
la evolución de la enfermedad social, estudiando la posibilidad de
que el sistema pueda regenerarse por sí mismo o, por el contrario, si
es necesaria la intervención de agentes externos para volver al estado
de paz. Por último, se habla de la terapia o esfuerzos provenientes del
sistema o de otros para el restablecimiento de la paz; dicha terapia puede
ser preventiva o curativa, siendo la primera lo mismo que la edificación
de una estructura y cultura de paz sólida y consolidada, mientras en
la segunda implica la completa reconstrucción de la paz cultural y
Discusiones conceptuales

estructural, evitando que la violencia vuelva a surgir y se convierta en


un círculo vicioso.
En su obra There are Alternatives: Four Roads to Peace and Security,
Galtung (1984) expone su constante preocupación por la solución de
conflictos y guerras, analizando que las grandes potencias usaban la

73
disuasión nuclear para frenar la confrontación bélica, al igual que
métodos como las alianzas y la carrera por el control y poder de
armamento bélico, métodos que, según él, solo conducen al fracaso,
razón por la cual los gobiernos y la sociedad en general deben esforzarse
para buscar alternativas políticas que conduzcan a la paz o al menos
eviten la guerra. En respuesta, Galtung concibió la elaboración de una
política basada en los siguientes elementos: i) la resolución de conflictos,
ii) el equilibrio de poder, iii) el desarme, y iv) políticas alternativas de
seguridad. Valga anotar que estos elementos guardan relación estrecha
uno con otros, pero no de una manera jerárquica.
Sobre la resolución de conflictos16, esta se logra a través de la
despolarización del sistema, que en otras palabras es la incorporación
de otras opciones entre dos ideologías distintas. Además, implica
una disposición de las partes para la aceptación del otro desde sus
particularidades y su derecho a la diferencia. El componente principal
de este elemento se basa en la voluntad política.
En cuanto a el equilibrio de poder, el mismo autor lo identifica como
un concepto confuso y abstracto, por cuanto es difícil de cuantificar,
pues no solo se trata de la capacidad destructiva de las armas y del
número de estas, sino también de las estrategias, la vulnerabilidad física,
la dependencia a lo externo, entre otros aspectos. Así, el equilibrio de
poder no se constituye como una garantía para la disuasión de las partes
involucradas en el inicio de una guerra, pero se puede hablar de una
seguridad común donde confluyen las siguientes condiciones entre las
partes: seguridad absoluta lo más elevada posible, seguridad relativa
igualitaria y la cooperación de las partes para el logro de una seguridad
Discusiones conceptuales

16 Es importante resaltar en este nuevo giro la emergencia del conflicto como


elemento central, el cual es concebido como generador de cambio, siempre y cuando
se atienda de manera integral desde sus tres elementos constitutivos; es decir, que
se incorporen en el análisis y la gestión del mismo los actos o comportamientos, las
actitudes y las contradicciones.

74
igualitaria lo más elevada posible. El equilibrio de poder es factible
cuando se ha eliminado la capacidad ofensiva de los actores.
Respecto al desarme, Galtung afirma que el resultado de cualquier
carrera armamentista es el lamento, razón por la cual la paz requiere
la debilitación de la capacidad destructiva de las partes a través de
un desarme equilibrado, mutuo y controlado. Finalmente, las políticas
alternativas de seguridad hacen referencia a aquellas políticas diseñadas
para mantener la paz y evitar la guerra e implantar formas de defensa
en las que no se dé lugar la inseguridad entre los bandos, evitando una
carrera armamentista entre las partes.

La paz imperfecta

Los elementos desarrollados anteriormente tienen que ver con la


emergencia en el 2004 del concepto de paz imperfecta:

En este sentido se pueden agrupar bajo la denominación todas


las experiencias y espacios en los que los conflictos se regulan
pacíficamente, es decir, en los que las personas y/o grupos
humanos optan por facilitar la satisfacción de las necesidades de
los otros. Es llamada imperfecta porque, a pesar de gestionarse
pacíficamente las controversias, se convive con los conflictos y
algunas formas de violencia. (Muñoz, 2015)

Es decir, expresiones, construcciones de paz en medio de conflicto


y/o violencia17. La idea de paz imperfecta en este caso tiene que ver
con su condición de inacabada. Para avanzar en la comprensión de la
Discusiones conceptuales

17 En el ámbito regional se pueden citar algunas experiencias significativas


que le dan vida al concepto de paz imperfecta desarrollado anteriormente, como
son Asprocafé, que surge en 1992, posterior a la ruptura del pacto mundial del café,
como una iniciativa de los pequeños productores del municipio de Riosucio, quienes
se organizaron para crear un sistema de mercadeo articulados al comercio justo en

75
realidad de la paz desde dicha condición es indispensable concebirla
en el marco de la complejidad, haciendo uso de los diferentes aportes y
mecanismos científicos, académicos e institucionales que posibiliten una
cooperación inter y transdisciplinar.
En la década de los 90 surge un pensamiento sobre la paz que
conceptualiza de manera integral, contemplando no solo los niveles
de individuo, familia, Estado y relaciones entre Estados, sino también
la relación del ser humano con el medioambiente. De este modo, la
paz con la naturaleza se constituye como elemento eje en esta teoría
holística de la paz, pues el ser humano es visto como una de las especies
que habitan el planeta, y el destino del planeta se considera el objetivo
más importante. En concreto, este tipo de paz no abarca la dimensión
espiritual sino que abarca las formas de violencia física en contra de las
personas y el medio ambiente (Dreher, 1990).
Los autores referentes son Smoker y Groff (1996), Dreher (1990)
y Macy (1991). Es de aclarar que el término Gaia hace referencia al
planeta Tierra visto como un organismo vivo. Este enfoque del respeto
por la tierra también se alimenta de las cosmovisiones de las culturas
indígenas y del pensamiento de Shiva (1988, 1997, 2002 y 2005), autora
de trece libros y más de trescientos ensayos desde una visión ecofeminista
sobre la paz y el desarrollo. Para Shiva, la concepción moderna de
desarrollo ha provocado la contaminación medioambiental, la amenaza
contra la supervivencia, la biodiversidad, el conocimiento común, los
derechos colectivos de las culturas, la depreciación de los valores, las
habilidades y los conocimientos ancestrales. Desde este punto de vista se
habla de una violencia expresada de las siguientes maneras:

• Violencia ecológica, que afecta la naturaleza amenazando la


Discusiones conceptuales

diversidad de las especies, generando su muerte y desaparición.

el mundo. Otra manifestación que se vincula a dicho concepto tiene que ver con la
conformación del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Centro.

76
• Violencia en la sociedad, en la que se destaca el control por
fuerzas externas, el debilitamiento del gobierno local y el resurgir
de identidades internas que justifican la guerra y la violencia.
Otra forma de violencia en la sociedad es aquella en disputa por
los recursos naturales.
• Violencia hacia el género femenino, los pueblos tribales y
campesinos. En esta hay una opresión y despojo del sustento, las
capacidades y el conocimiento, obligados a secundar concepciones
de “expertos” que les son ajenas a su historia, entorno, cultura,
creencia, etc.
• Violencia contra el conocimiento, en la cual la ciencia es
considerada como fuente de conocimiento, rechazando de
manera sistemática aquel proveniente de la experiencia y la
trascendencia, calificando como “atrasado” y “carente de valor”
aquello que no provenga de los métodos científicos.
• Violencia genética, en la cual se evidencia la manipulación y
alteración de la naturaleza, lo que atenta contra esta misma y su
diversidad.

Shiva desarrolló una concepción de paz justa, duradera


y sostenible que abarca la cosmovisión de los pueblos indígenas
ancestrales, en la cual la vida es sagrada, el planeta Tierra es la madre
y los habitantes se encuentran en una red de interconexión. Hace
referencia a una nueva economía en la que prevalecen la vida y la
naturaleza, y los límites del consumo humano se enmarcan bajo los
límites de la naturaleza misma, garantizando así la alimentación segura
y accesible. Además, la paz con la naturaleza tiene como correlato la
paz entre los pueblos, eliminando aquellos factores de desestabilizan
Discusiones conceptuales

la armonía e inducen a la desunión.

77
La paz interna y externa

En su acepción más general, el término de paz hace referencia a


ausencia, cese o solución de un conflicto. Con esto, la paz interna tiene
que ver con la ausencia de conflicto interno que puede existir en el
individuo (por ejemplo, respecto a sus deberes, placeres, razón, pasión,
intereses propios y ajenos). La paz interna se enlaza más estrechamente
con la parte moral (Borja, 2003), y la paz externa abarca campos o
relaciones entre individuos o grupos distintos, razón por la cual se
relaciona con el derecho y la labor de los juristas.
La relación entre paz interna y paz externa se ha revelado en
el plano axiológico especialmente desde las filosofías espiritualistas que
conciben la paz interior como la paz verdadera, la cual condicionan
respecto a la paz exterior, ya que es necesaria y suficiente para la
existencia de la paz entre individuos o grupos. La contraposición
entre la paz interna y la paz externa conlleva a otra concepción más
contemporánea, y es “la paz buscada” que tiene que ver con el poner
fin a una situación de violencia o conflicto presente (Borja, 2003). El
precursor de la paz buscada, Leonardo Boff, publicó la serie de tres
libros titulados Virtudes para un mundo posible (2007a, 2007b y 2007c),
en los cuales conceptualiza sobre las virtudes básicas y necesarias para
un mundo armonioso.
En el primer volumen trata sobre la hospitalidad como derecho y deber
de todos, recogiendo ideas centrales sobre la eclesiología y las banderas
que desde la iglesia se han enarbolado en los últimos años. Igualmente
afronta temas polémicos para la Iglesia como la violación de los derechos
humanos en su interior, el sentido del significado del poder sagrado,
el desafío del sincretismo y las coordinaciones laicas de celebraciones
Discusiones conceptuales

populares (Boff, 2007a).


En el segundo volumen hace referencia a las virtudes de
convivencia, respeto y tolerancia, valores necesarios para una vida pacífica
y garantía de un futuro común. Respecto a la convivencia responde
al cuestionamiento sobre con quién y cómo convivir, haciendo énfasis

78
en la necesidad de la comparecencia y el cuidado por el otro. Sobre
el respeto habla de la verdadera ética del mismo, resaltando el valor
intrínseco de los demás. Por último, aborda su conceptualización sobre
la tolerancia, y posteriormente se detiene en el análisis de cuestiones
respecto a esta, como sus límites (Boff, 2007b).
En el tercer volumen, titulado Comer y beber juntos y en paz, el autor
habla sobre los problemas de hambre a nivel mundial, a pesar de que
se dispone de los medios necesarios en términos políticos, técnicos y
tecnológicos para alimentar de manera adecuada a todos los habitantes
del planeta. Al respecto plantea que la causa central del problema es la
falta de sensibilidad con los semejantes (Boff, 2007c).

Educación para la paz

La paz como concepto está determinada por situaciones


conflictivas cuya no resolución ha desembocado en confrontaciones
bélicas. Considerando que la paz no es un estado natural de la
humanidad, pero sí es un proceso integral de la construcción de
sociedad, se vuelve apremiante aprender hechos constructores de paz;
es decir, la paz es una estado que se debe aprender.
Educar para la paz es un proyecto global y multidisciplinario que
concierne a todas las áreas del currículo educativo, y se encuentra
cimentado en los conceptos de paz y conflicto. Se mueve desde lo
didáctico y a través de la construcción de relaciones de paz entre los
integrantes de la clase, ampliándose a la comunidad que conforma
el centro educativo y, posteriormente, a la sociedad que la rodea. El
desafío es fundar el proceso educativo a partir de unas relaciones de
Discusiones conceptuales

paz, lo cual se define como un objetivo educativo en sí mismo, y a la vez


como un requerimiento metodológico y organizativo que beneficia los
procesos de enseñanza – aprendizaje.
Una sociedad educada para la paz posibilitaría un cambio
cultural voluntario. Según Mockus (1999), el aporte de los ciudadanos

79
estaría orientado a contribuir a la paz, impulsando procesos de cambio
cultural y voluntario y la disposición y la habilidad colectiva para llegar
a acuerdos sostenibles.
En relación con la influencia para modificar los imaginarios
colectivos, se destaca el papel relevante de los medios de comunicación
en el proceso de construcción de conceptos, ideas y comportamiento
sociales. Francisco Cajiao (1999) reflexiona sobre algunos factores
culturales que contribuyen a consolidar un imaginario social acerca del
comportamiento ciudadano, y en especial de los espacios de transición
cultural, considerando entre ellos las influencias de las pedagogías
simples desde la familia, la escuela, el espacio amplio de la comunidad
y los medios de comunicación masiva. La hipótesis enunciada hace
referencia a la capacidad de los medios de fabricar un imaginario de
ciudadanía en el cual se mezclan diversos conocimientos como historia,
derecho penal, psicología del comportamiento, valores, emociones
y comportamientos eventualmente imitables. Es decir, construcción
de imaginarios en forma literal, en tanto que la mezcla de mensajes
constituye generación de imágenes más que la generación de ideas y
conceptos estrictamente racionales.
Por ello, reconocer la diferencia como elemento central en
las búsquedas significa la capacidad de ir tras la huella de actores,
considerada esta como una manera de ver el mundo que no puede
emerger porque los núcleos básicos de poder impiden la visualización
de las minorías o de grupos mayoritariamente acallados. Construir la
paz implica prepararse para hacer énfasis comparativo y no solo en
lo trascendental, reconocer la ineludible pluralidad de los principios,
permitir y facilitar el reexamen, la permisividad de las soluciones
parciales, estar abiertos a la diversidad de interpretaciones e insumos,
Discusiones conceptuales

mantener el énfasis en la articulación y el razonamiento precisos del


papel del razonamiento público de la elección social; consideradas
estas como determinantes para la elección social como marco para el
razonamiento, en términos de Sen (2000).

80
Colofón

Para finalizar, se aborda otro elemento que otorgó especial


significado al proceso investigativo y se convierte en el segundo tópico de
este escrito, que corresponde a las relaciones e interacciones que se tejen
desde los postulados teóricos entre la paz y los conceptos de desarrollo
y territorio; al respecto, los teóricos de la paz no conciben el desarrollo
de espaldas al concepto de la misma. Desde esta perspectiva, concebir
la paz desde la paz requiere de posturas conceptuales que permitan el
ejercicio pleno de los derechos como seres humanos, y la expansión
de las capacidades y de las oportunidades. Mientras la gente construye
paz, construye capacidades y define instituciones en el territorio que
posibilitan y garantizan la construcción social del mismo.
En este sentido, “la construcción de la paz está esencialmente
ligada al desarrollo integral de las regiones cruzadas por el conflicto
político y social y a la construcción de un espacio público de resolución
pacífica de conflictos” (CINEP, 2013, p. 417). Esta apuesta implica
invertir los procesos de planificación a partir de experiencias humanas,
sociales y ciudadanas; es decir, proponer un giro al medio institucional
y pensar el territorio como una construcción que tiene como punto de
partida al ser humano y sus interacciones.
Ahora bien, como consecuencia de las múltiples formas de
entender el concepto paz y de las relaciones dadas hasta ahora, es
oportuno enunciar algunos elementos que faciliten la emergencia
de nuevas relaciones entre la paz, el desarrollo y el territorio. La paz
interna y externa reivindican al sujeto que experimenta la situación que
nombra como pacífica. En cierto modo, el sujeto valora aquello que
considera que es y le diferencia de aquello que no cabe dentro del límite
Discusiones conceptuales

de la definición expresada. En este sentido, la paz está sujeta al concepto


que el individuo tiene dentro de sí, facilitándole una significación de lo
que experimenta bajo sus propios referentes de la experiencia. En todo
caso, la vivencia de la paz se instala en la vivencia, y la paz está definida
por el concepto que habita al sujeto que le nombra.

81
A diferencia de la concepción de la paz interna y externa,
Galtung (1969) sitúa la discusión en las dimensiones sociales, culturales
y económicas, en tanto reconoce la existencia de múltiples factores y
condiciones objetivamente observables, como pueden ser la distribución
del ingreso y el acceso a servicios básicos del bienestar humano. La
forma como el sujeto reconoce su experiencia es importante; no
obstante, su mismo reconocimiento puede estar influenciado por
condiciones culturales de violencia que no le permiten entender su
posición como un estado socialmente indeseable. El giro es relevante: la
perspectiva abre posibilidades de comprensión al reconocer que la paz
no es suficiente si solo si la violencia directa que se experimenta decae.
La violencia estructural y cultural amplia la dimensión básica de la paz:
la ausencia de guerra.
La paz imperfecta oxigena el escenario desalentador que
promueven otras concepciones sobre la paz, instala la posibilidad de
encontrar vivencias o hechos de paz en medio de situaciones de conflicto
y de violencia permanente. No es gratuito que su adjetivo de imperfecta
pueda ser asumida como una renuncia que se da del Edén que se
consideraba bíblicamente, como ese espacio de total perfección donde
la coexistencia humana y el ambiente era una realidad experimentada
permanentemente. Esta paz supone una reflexión frente al concepto
de la naturaleza humana, entendiendo esta como el destino humano
de estar dirigido inexorablemente a condiciones de violencia o, por el
contrario, a condiciones perpetuas de perfectibilidad a partir de la idea
suprema de la educabilidad humana (no en vano también se discutió
sobre la postura de la educación para la paz como otro propósito social).
Esta paz imperfecta no supone renunciar a la lucha por la
eliminación de esas violencias estructurales, directas y culturales.
Discusiones conceptuales

Si así lo fuera, ello significaría que el concepto de paz imperfecta se


constituye en sí mismo como un principio de reproducción del statu quo
que experimenta una sociedad al desviar la crítica de las condiciones
que fundamentan precisamente la emergencia de esas condiciones
estructurales. De esta manera, el concepto de paz imperfecta serviría

82
como ajuste comedido para que la sensación de paz interna se elevara en
detrimento de la exigencia de las mejoras materiales que se encuentran
fuera del sujeto que la experimenta. En este sentido, la paz imperfecta
requiere del realce de un sujeto que se sabe responsable ante la situación
que se instala como no deseable. El peligro estaría si en este sujeto,
además de reconocer aquella situación pacífica que se experimenta o
aquel escenario de vida que pacíficamente se instala como tal, existiera
una negativa a la acción transformadora de las condiciones materiales
de su propia sociedad.
Esta necesidad transformadora aparece enérgicamente en la paz
feminista; su misma condición política la instala en la necesidad del
movimiento. A su vez, el concepto de paz holística permite, además de
un reconocimiento de la necesidad de eliminación de las condiciones de
injusticia y del prejuicio existente en el mundo social, una reconciliación
con la faceta animal de la condición humana existente: no solo se trata
de transformar la realidad social, también se requiere generar un
equilibrio con el mundo que circunda y en el cual se instala el sujeto
en su propio territorio (recuérdese la discusión sobre la paz interna y
la externa). Esa generalidad, esa globalización, ese equilibrio de fuerza
mesurado, es pivote necesario para la coexistencia pacífica humana.
En conclusión, la paz, en tanto equilibrio de fuerzas, posibilita
el reconocimiento de actores y la necesidad de convivir entre ellos. La
paz realza la condición humana conflictiva y el anhelo por un mundo
equitativo y justo (desde la perspectiva de un actor en particular). La
paz, cuando se pluraliza en paces, facilita su experiencia a partir del
concepto de lo imperfecto. Yb finalmente, la paz puede comprenderse
como condición de posibilidad y como consecuencia de la acción.
Discusiones conceptuales

El desarrollo

A través de la historia, el concepto de desarrollo ha evolucionado


de manera significativa en torno al marco de valores y modos de pensar

83
y actuar de las sociedades. Condicionado por el contexto, ha transitado
desde un enfoque de progreso asociado con crecimiento económico a
enfoques más alternativos que buscan mejorar de manera integral las
condiciones de vida de la gente, en el marco de un amplio discurso
epistemológico en el que cobra especial relevancia la inclusión de las
dimensiones ambiental y social, que privilegia estrategias amigables con
el ambiente y compatible con los elementos culturales desde un enfoque
inter y multidisciplinario que reconoce la complejidad del fenómeno y
su carácter multidimensional.
Indudablemente, comprender la evolución del concepto y
su apropiación por los diferentes autores y actores en el seno de las
sociedades, entre ellos los académicos y los investigadores, amerita
adentrarse en los diferentes enfoque teóricos, objeto de la presente
investigación documental. Esta se convertirá en un insumo valioso al
momento de contrastar los resultados obtenidos a partir de la revisión de
la producción que al respecto han generado los diferentes investigadores
para Colombia en el periodo comprendido entre 2000 y 2015.
La tabla 8 da cuenta de los autores destacados en el área de
desarrollo y sus nacionalidades, que sirven de soporte para dicho estudio
documental .

Tabla 8. Desarrollo Autores Nacionalidad


Desarrollo:
Mill, Saheley y Ortiz, México
autores
referentes y
Schumpeter Estados Unidos
nacionalidades Rosenstein Rodan Estados Unidos
Orígenes del concepto
Esteva Perú
Discusiones conceptuales

Reino Unido
Lewis
(Gran Bretaña )
Mujica Chirinos y
Enfoques del desarrollo Venezuela
Rincón González

84
Desarrollo Autores Nacionalidad
Nurske Estados Unidos
Enfoque moderno del
Baran Rusia
desarrollo
Rostow Estados Unidos
Durkheim Francia
Parsons Estados Unidos
Teoría del cambio social
Hoselitz Austria
Germani Italia
Cardoso y Faletto Argentina
Enfoque dependentista del
Prebisch Argentina
desarrollo
Sunkel Chile
Sachs Francia
(Naciones Unidas,
Enfoques ambientalistas Estados Unidos
Asamblea General )
sobre el desarrollo
Meadows y Randers Estados Unidos
Mármora Costa Rica
Streeten Estados Unidos
Hunt Estados Unidos
Enfoque del desarrollo Nozick Estados Unidos
a escala humana y las
necesidades básicas Max Neef Chile
Touraine Francia
PNUD Estados Unidos
Discusiones conceptuales

85
Desarrollo Autores Nacionalidad
Peemans Francia
Críticas al desarrollo Hirschman Alemania
Gunder Frank Alemania

Orígenes del concepto

De acuerdo con Valcárcel (2006), el concepto de desarrollo


proviene de la noción de progreso de la Grecia clásica, consolidada
posteriormente en Europa en la época de la Ilustración, donde la razón
era el elemento primordial para el descubrimiento de las leyes que
organizan y regulan el orden social, sujeto de transformación para el
beneficio común.
Así, para el siglo XX se destacan los aportes de dos grandes
clásicos de los siglos XVIII y XIX, Adam Smith (1958) con su obra La
riqueza de las naciones y Carl Marx (1959) con El capital. Ambos definen el
progreso como sinónimo de desarrollo, pero también lo asocian con la
decadencia de las naciones. Como los ideólogos de mayor influencia en
la construcción y consolidación de los dos grandes sistemas económicos
contemporáneos, analizan los problemas del desarrollo a partir de
categorizar los países en desarrollados y subdesarrollados, y definen
sendos caminos para igualar las condiciones de los primeros como
paradigma a emular.
De otro lado, Stuart Mill, en su texto Principios de economía política
con algunas de sus aplicaciones a la filosofía social, considera el poder
y el desarrollo como el objetivo al cual debía orientarse todos los
Discusiones conceptuales

esfuerzos de los seres humanos, y en consonancia con Smith, definió


la acumulación de capital como condición para lograrlo. Se destaca su
aporte en relación con la necesidad de crear los fondos salariales y de
incorporar principios de equidad entre patrones y obreros respecto al

86
pago de las jornadas de trabajo como condición para devengar mayores
salarios y acumular capitales (Mill, Saheley & Ortiz, 1951).
Schumpeter (1957) en su teoría del desenvolvimiento económico
explica el crecimiento económico de los países como resultado de su
relación con los procesos de innovación como factor clave para la
competitividad y la adaptación a cambios exógenos que transforman un
proceso productivo poco eficiente en la generación de bienestar, y que
anula tanto los beneficios como los intereses del capital y la formación
de la riqueza, en un proceso dinámico de aumento discontinuo en la
función de la producción en la industria que mejora sustancialmente el
bienestar económico y social.
Introducir al mercado un nuevo bien de consumo masivo, el uso
de un método productivo empleado anteriormente en otro sector de
la economía, la apertura de nuevos mercados para productos que ya
existen en él, el descubrimiento de nuevas fuentes de abastecimiento de
materias primas y la reorganización de la industria con modificaciones
en su estructura a largo plazo, representan para Schumpeter (1957)
algunos de los mecanismos para mejorar la competitividad.
Paul Rosenstein-Rodan, uno de los fundadores de la llamada
Economía del Desarrollo, hace referencia a las áreas económicamente
atrasadas. Introduce la expresión de desarrollo equilibrado como
consecuencia de los desajustes o discontinuidades en la oferta y en la
demanda (Rosenstein Rodan, 1943).
A pesar de que el término en cuestión aparecía de manera
ocasional en documentos de la Organización de las Naciones Unidas,
este adquiere relevancia y es motivo de interés y estudio a partir de 1949
cuando el presidente norteamericano Harry Truman, en su discurso
de posesión, hace alusión a las vastas regiones del planeta catalogadas
Discusiones conceptuales

como desarrolladas bajo un modelo capitalista que debería eliminar el


modelo comunista. Textualmente planteaba:

Debemos embarcarnos en un nuevo programa para hacer


que los beneficios de nuestros avances científicos y el progreso

87
técnico sirvan para la mejora y el crecimiento de las áreas
subdesarrolladas. Creo que deberíamos poner a disposición
de los amantes de la paz los beneficios de nuestro almacén de
conocimientos técnicos, para ayudarles a darse cuenta de sus
aspiraciones para una mejor vida y en cooperación con otras
naciones deberíamos fomentar la inversión de capital en áreas
necesitadas del desarrollo. (Esteva, 1996, p. 153)

A partir del citado discurso, distintos organismos internacionales


adoptan el término de desarrollo para referirse a brechas y diferencias
sociales y económicas entre los países del norte y del sur. Bajo este
paradigma, finalizada la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos
de Norteamérica y la Unión Soviética se disputarían la hegemonía
mundial bajo dos paradigmas opuestos, pero coincidentes en su
intención de construir un mundo más feliz.
Lewis (1974), autor de La teoría del crecimiento económico a mediados
de los cuarenta, si bien hacía alusión a la brecha entre naciones ricas y
pobres, no utilizó el término de desarrollo o subdesarrollo. Abordó las
brechas urbano rurales como consecuencia, entre otros, del nivel de
productividad urbana que facilita el ahorro y la inversión, contribuyendo
al aumento de la demanda de bienes y servicios de consumo, frente a un
sector rural donde la productividad marginal del trabajo es casi nula.
Introduce al debate la teoría del capital y el crecimiento, considerando
factores como el capital físico y cultural. Para el autor, el capital no
representa un determinante del desarrollo económico; este requiere
de una estructura que permita su uso adecuado, condición que se
presenta en un contexto apropiado de capacitación y formación de los
trabajadores.
Discusiones conceptuales

Enfoques del desarrollo

Para Valcárcel (2006) existen dos enfoques claramente definidos:


la modernización y la dependencia, además de otras aproximaciones

88
alternativas como las ambientalistas, el enfoque de las necesidades y
desarrollo a escala humana, el enfoque neoliberal y el enfoque de las
capacidades y el desarrollo humano.
Por otro lado, Mujica Chirinos y Rincón González (2010) hacen
referencia al estructuralismo, el neoliberalismo, el neoestructuralismo,
el desarrollo sustentable, el desarrollo a escala humana, el desarrollo
humano y el desarrollo como libertad como enfoques alternativos de
desarrollo. La información ampliada de estas perspectivas se reporta a
continuación.

Enfoque moderno del desarrollo

Definido para el periodo 1945 – 1965, emerge a partir del


surgimiento del conflicto entre socialismo y capitalismo (o Guerra Fría)
en las aulas universitarias con los aportes de la economía, la política, la
sociología y la psicología. Es legitimado y difundido en el tercer mundo
con su apropiación por parte de organismos como la ONU, el Banco
Mundial y la Alianza para el Progreso.
Para Nurkse (1960), Lewis (1974) y Baran (1957), el desarrollo está
ligado a la acumulación de capitales como resultado de la ampliación
del sector moderno e industrial de la sociedad. Esta idea ya había sido
acuñada por Rosenstein Rodan (1943), quien sostenía que el desarrollo
era posible por medio de la inversión de capitales físicos, motor del Big
Push y generador de crecimiento económico expresado en el incremento
del producto bruto industrial.
Lewis (1974) consideró los excedentes de la agricultura como
determinantes para el desarrollo de las industrias urbanas emergentes
Discusiones conceptuales

y la modernización de algunos sectores de la sociedad. Para Rostow


(1960), en esta misma línea, la modernidad se relaciona con el desarrollo
industrial, la redistribución del ingreso y la generación de una nueva
élite dominante en las regiones atrasadas de América Latina, África,
Asia y Oceanía, que debían igualar a los países del norte a través de

89
dos vías: el capitalismo y la democracia o el comunismo y la dictadura,
siguiendo un modelo lineal que habría de superar cada una de las
siguientes etapas:

• La sociedad tradicional con limitadas funciones de producción


gracias a la adopción de ciencia y tecnología y a una actitud pre-
newtoniana en relación con el mundo físico, donde el límite era la
producción per cápita. La agricultura era la actividad principal e
imperaba un sistema de valores asociado a un fatalismo de largo
plazo, donde las posibilidades de progreso se heredaban entre
generaciones.
• Una fase denominada como “condiciones previas al impulso
inicial”, en la cual el progreso era consecuencia de la formación
de hombres de negocios que asumían riesgos y donde el ahorro
generaba utilidades y modernización. La agricultura, además
de despensa de la sociedad, demandaba insumos generados en
la industria, y como resultado de este intercambio se generaban
fondos para apalancar tanto al gobierno como al sector moderno.
• La fase de “despegue”, en la cual se superaban las resistencias al
crecimiento con la inclusión de la tecnología como estímulo para
la expansión industrial, y de la cual emergió una nueva clase de
empresarios privados.
• La marcha hacia la madurez, como una etapa donde la economía
presionaba por la extensión de la tecnología moderna.
• La fase final se caracteriza por el “alto consumo” como punto de
llegada, con la alta producción y el consumo de bienes y servicios
para el bienestar y seguridad social de la población.
Discusiones conceptuales

La expansión de la producción a partir del avance científico y la


incorporación de la tecnología entre cada una de las fases renovaría las
estructuras sociales y formas de vida. La modernización de la agricultura
y una rápida industrialización y urbanización transformarían las

90
condiciones de un sector agrícola tradicional poco articulado con el
mercado.

Teoría del cambio social

Para Durkheim (1987), sociólogo francés vinculado con la escuela


funcionalista, el desarrollo requiere la modificación de las estructuras
tradicionales sin resquebrajar el equilibrio social. Para sus seguidores,
más importante que avanzar hacia una sociedad moderna, interesa
el proceso, y en este, el rol dinamizador de los sujetos en escenarios
claramente definidos e integrados en un sistema de diferenciación
social, en el que la personalidad de los sujetos responde y se adapta
a su respectivo papel. Reconoce la relación directa entre desarrollo
y educación, valorando en esta última sus contribuciones en la
potenciación de las capacidades y habilidades que precisa la sociedad
para su desarrollo.
Parsons (1966) destaca el rol de los gobiernos en el desarrollo,
aunque considera que en las sociedades más tradicionales o de
desarrollo original se puede prescindir del control político para su logro,
situación contraria en sociedades complejas, en las cuales la autoridad
política facilita el proceso. En consonancia con Rostow (1960), refiere
la emergencia de una nueva élite y organizaciones burocráticas
especializadas y el desarrollo institucional como responsables de generar
una clase económica educada y preparada, dividida en clases sociales
ligadas a carreras ocupacionales al estilo moderno, disociada de grupos
de élite tradicional. Para Parsons (1977), los imperativos funcionales
de todo sistema social comprometido con los objetivos del desarrollo
Discusiones conceptuales

son la capacidad de adaptación, la definición de metas, la regulación


de la interacción de todas sus partes y la constante motivación de los
individuos y las pautas culturales.
Como complemento, el autor concibió el sistema social como
una unidad básica en la que existen diferentes estatus de acuerdo

91
con el rol de cada actor, y cuyos prerrequisitos funcionales son: la
compatibilidad estructural entre los sistemas sociales, el apoyo de otros
sistemas, la satisfacción de las necesidades de los actores, el fomento
de una participación suficiente en los actores, el ejercicio del control
sobre aquellas conductas que sean potencialmente desintegradoras, el
control de conflictos y la existencia de un lenguaje para sobrevivir; todos
estos interactuando en el marco de un conjunto de normas y valores
que hacen posible que el cumplimiento de los intereses individuales
contribuyan al logro de los intereses generales de la sociedad.

En su análisis del fenómeno del subdesarrollo, Hoselitz (1970)


identifica de un lado, el enlace entre los valores occidentales y el
desarrollo, donde este emerge como consecuencia de la escasez de
capitales, la carencia de mano de obra preparada y calificada y la
ausencia de una economía externa propios del marxismo que expone
sus teorías desde la perspectiva política, y asigna responsabilidades a los
grupos, clases y movimientos sociales y su teoría parsoniana que intenta
desarrollar un complejo análisis del fenómeno a partir de la teoría de la
desviación social limitada a áreas de producción y distribución de bienes
y servicios que prescinde conscientemente del enfoque meramente
político, buscando la factibilidad de estudiar el tema de subdesarrollo a
partir del factor económico exclusivamente.

La metodología de la desviación social permitió explicar el


subdesarrollo de varias naciones y sus complejas estructuras sociales
a partir de la conducta individual de las personas. Las variables
patrón pares utilizadas fueron universalismo-particularismo, logro-
Discusiones conceptuales

adscripción, especificidad-difusibilidad, afectividad-neutralidad


afectiva, y orientación egocéntrica-orientación hacia la comunidad. Al
aplicar dichas variables, Hoselitz encontró para los países desarrollados
variables - patrón de universalismo, orientación hacia logros y

92
especificidad funcional, mientras que los países subdesarrollados se
caracterizan por presentar las opciones opuestas.
En el ámbito latinoamericano Germani (1971), desde el enfoque
de las dicotomías, ilustra que una sociedad desarrollada posee una
economía expansiva, fundada en la aplicación de la técnica moderna,
en oposición a una sociedad tradicional enmarcada en un sistema de
subsistencia. Ilustra el proceso de transición que sufre una sociedad
tradicional para convertirse en una sociedad moderna que se configura a
partir de rasgos distintivos como el uso de fuentes de energía y tecnología
eficaz, mecanismos apropiados, producción diversificada, dominio de la
producción industrial, mezcla apropiada entre industrias de capital y
bienes de consumo, alta productividad per cápita, comercio exterior
con mayor independencia y un Producto Bruto Nacional distribuido de
manera igualitaria.

Enfoque dependendista del desarrollo (1965-1980)

Surge en América Latina en la escuela cepalina a mediados de


los años sesenta como una apuesta por el cambio social y en oposición
a la teoría de la modernización. Su aparición coincide con el auge de
las guerrillas bajo la influencia de la revolución cubana apoyada en el
comunismo.
Cardoso y Faletto (1977), en su obra Dependencia y desarrollo en
América Latina, criticaron el enfoque y clasificación de la pretensión
universalista del desarrollo, por cuanto las economías desarrolladas y
subdesarrolladas presentan etapas y sistemas productivos diferentes,
con funciones y posiciones particulares dentro de la estructura global de
Discusiones conceptuales

producción y distribución. Para estos, el desarrollo está condicionado


por relaciones políticas de crecimiento interno y vinculación externa,
en las cuales las relaciones de poder definen los niveles de desarrollo
por localidades o sectores en los diferentes ámbitos territoriales,
condicionados por los intereses de quienes ostentan el poder, en una

93
dinámica que responde a la existencia de centros y periferias, y donde
la división del trabajo a nivel mundial genera un aumento en las
concentraciones de capital y mercados laborales en la periferia.
De la misma escuela cepalina, abordando el problema del
subdesarrollo desde el concepto centro - periferia aparecen Celso
Furtado, Aníbal Pinto, Jorge Ahumada, Juan Noyola, Albert Hischman
y Aldo Ferrer. Estos explican el fenómeno de la desigualdad en las
relaciones económicas internacionales, así como la heterogeneidad y
debilidad de los sistemas de producción y de estructuras de la periferia
(Mujica Chirinos & Rincón González, 2010).
De este modo, la dialéctica marxista fue la metodología usada por
los dependentistas para interpretar la realidad, subyaciendo dos premisas
provenientes de la vertiente del imperialismo y del estructuralismo y
colonialismo. En primer lugar, Baran (1957) retomó algunas tesis de
Rosa Luxemburgo y Lenin con un planteamiento neomarxista; el autor
sostiene que el subdesarrollo es producto natural del imperialismo.
La producción generada en la época de la colonia (metales
preciosos, materias primas, alimentos, entre otros) se destinó a su
comercio en las metrópolis, monopolizado por compañías estatales y
privadas, dinámica en la cual las coronas y los comerciantes europeos
se adueñaban del excedente económico generado en las colonias. El
fenómeno explica el control de los Estados de la periferia por parte de
las élites dominantes con el fin de mantener y garantizar su statu quo
(Baran, 1957).
En segundo lugar, la vertiente estructuralista de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) encabezada por
Prebisch (2013), incentiva el crecimiento económico de Latinoamérica
hacia adentro con base en la exportaciones de materias primas, que
Discusiones conceptuales

permitirían mejorar la productividad como requisito para aumentar


los márgenes de ahorro y reemplazar en forma creciente el capital
extranjero, situaciones que llevan a disminuir la jornada de trabajo,
aumentar los ingresos reales de las masas y su nivel de vida, aumentar
el gasto público sin perjuicio de una ingente acumulación de capital en

94
lugar del consumo prematuro, como condición para que las sociedades
crezcan internamente y se industrialicen.
En oposición a la concepción moderna del desarrollo frente a la
industria, la productividad y el aparato productivo, los dependentistas
centran su atención en su carácter social y político en el marco de las
relaciones entre clases sociales, considerando, entre otras, la injusta
distribución del trabajo en el ámbito internacional. Al respecto, Sunkel
(1970) considera el desarrollo como un tema sociológico que trata la
realidad humana, sus relaciones y estructura sociales y estilos de vida.
Para el autor, tanto el desarrollo como el subdesarrollo son estructuras
parciales e interdependientes que hacen parte de un único sistema, el
primero caracterizado principalmente por su crecimiento endógeno
y capacidad dominante, mientras el subdesarrollo tiene un carácter
inducido y es dependiente, y para superarlo es necesario transitar del
estado de dependencia a otro donde prime el incremento de los niveles
de autonomía en un sistema económico que responda a las demandas y
necesidades de la sociedad.

Enfoques ambientalistas sobre el desarrollo (1970 – 1990)

Con las consecuencias de la industrialización y el consumismo,


entre 1970 y 1990 surgen diferentes aportes ambientalistas respecto
al concepto de desarrollo. Graves problemas de deforestación,
contaminación de fuentes de aguas, extinción de especies, polución,
desertificación, entre otros fenómenos, emergen como resultado de
modelos y estilos de desarrollo que equivocadamente consideraron que
los recursos naturales serían inagotables.
Discusiones conceptuales

Aparece el término de ecodesarrollo como antecesor de los


conceptos de desarrollo sostenido y desarrollo sustentable, acuñados
en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano
celebrada en Estocolmo en 1972, o Primera Cumbre la Tierra, donde
se reconoció el vínculo entre desarrollo económico, social y medio

95
ambiente; la asociación de elementos como la prudencia ecológica, la
eficacia económica (que incorpora además criterios macrosociales), la
dimensión cultural, que busca la aceptación de las estrategias por parte
de las comunidades, y la dimensión territorial en términos de producir
nuevos equilibrios espaciales; todos estos bajo principios éticos y sociales
en un modelo de gestión racional del medio ambiente (Sachs, 1974).
Iniciativa, compromiso e imaginación popular son atributos
necesarios para incorporar en los procesos de planificación del
desarrollo los patrones de consumo, el régimen político y la gestión de
los costos sociales, las tecnologías empleadas, el patrón de uso de los
recursos naturales, el patrón de ocupación del espacio y los aspectos
demográficos en los contextos locales (Sachs, 1981). En oposición al
modelo consumista de la modernidad de la Fundación Sueca Dag
Hammarskjold en 1975, propone el enfoque denominado el otro
desarrollo, que plantea el propósito de satisfacer necesidades, en especial
la erradicación de la pobreza, ser de carácter endógeno y autónomo,
guardar armonía con el medio ambiente y basarse en transformaciones
estructurales coherentes en contexto (Fundación Dag Hammarskjold,
1975).
La aparición de estos enfoques alternativos de desarrollo se da
como resultado de la preocupación por el deterioro ambiental en los años
80, apareciendo el concepto en las agendas de los distintos organismos
internacionales el lograr un crecimiento económico que no vulnere
los ecosistemas; un desarrollo sostenible con carácter permanente y de
largo alcance se convierte en el gran reto (Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales - UICN,
1980). La exigencia y presión ejercida por los movimientos civiles a
nivel mundial, que reclamaban acciones concretas de los gobiernos
Discusiones conceptuales

para responder adecuadamente a la gran crisis ambiental global, se


convirtió en un hito que obligó a incluir en el debate internacional las
tensiones entre las perspectivas del desarrollo industrializado del norte
y el subdesarrollo del sur (De Lisio, 1999; Reed, 1996).

96
Posteriormente, en 1987, la Comisión Mundial para el Medio
Ambiente y el Desarrollo publicó el informe Nuestro futuro común,
amplió el concepto de desarrollo sostenible, definiéndolo como “un
desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras, para satisfacer
sus propias necesidades” (Naciones Unidas, Asamblea General, 1987,
p. 59). La coexistencia de valores de consumo que respeten los niveles de
lo ecológicamente posible, con armonía entre la evolución demográfica
y el ambiente y potencial productivo de los ecosistemas, son premisas
asociadas a la pretensión del modelo. La creciente población mundial,
en todo caso, no debería sobrepasar la capacidad de soporte de los
ecosistemas, puesto que los cambios y la capacidad de la naturaleza no
van en línea con el ritmo del crecimiento poblacional.
En forma complementaria, Meadows (1992) y Gladwin y Krause
(1995), citados por Castellano Bohórquez (2005), plantean que el
desarrollo sustentable debe persistir por generaciones, es prospectivo,
flexible y lo suficientemente sabio para no agotar los sistemas de soporte
físico y social en el cual se articulan los componentes económico, social
y ambiental.

El económico expresa la exigencia de que las sociedades se


encaminen por sendas de crecimiento económico sostenible que
genere un real aumento del ingreso y mejore la distribución;
la dimensión social presupone la equidad -asegurar el acceso
de todas las personas a niveles mínimos de salud, educación,
seguridad, vivienda, entre otros - y la interdependencia de la
comunidades humanas como requisito para una calidad de vida
aceptable; el componente ambiental se basa en el mantenimiento
Discusiones conceptuales

de la integridad y la productividad a largo plazo de los sistemas


que mantienen la infraestructura ambiental y la vida del planeta.
(Mujica Chirinos & Rincón González, 2010, p. 308)

97
Para Meadows y Randers (2006), el crecimiento poblacional, el
fenómeno de industrialización, el agotamiento y la limitación de recursos
naturales, así como el sistema de producción de alimentos no sostenible,
desencadenan una extralimitación del uso de recursos limitados. Sus
críticas al concepto de desarrollo sostenible nacen de calificarlo como
parte de una fantasía política que no tiene piso de realidad. Al contrario,
refiere un modelo de supervivencia que se soporta en la capacidad
del hombre para recuperarse de las crisis de un modelo no sostenible
(Meadows & Randers, 2006). Así mismo, Mármora (1993) considera
que el concepto de desarrollo sostenible tiene una alta dosis de utopía,
es bastante complejo y su aplicación requiere de un esfuerzo científico y
tecnológico de gran envergadura, y cuestiona la capacidad de los países
subdesarrollados para disponer de personal y técnicas para enfrentar los
problemas de sostenibilidad ambiental.
En 1992 se llevó a cabo en Río de Janeiro la denominada Cumbre
de la Tierra, escenario que debatió las consecuencias del modelo de
industrialización y desarrollo occidental en la degradación del medio
ambiente y la extinción de los recursos naturales, razón por la cual no
resulta ser un modelo viable para el resto de las regiones y naciones. Un
total de 27 principios fueron incorporados en la Declaración de Río,
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Organización de las Naciones
Unidas, 1992), en los cuales se ratifica la importancia del medio
ambiente y la responsabilidad de aprovechar los recursos naturales
según las políticas ambientales y de desarrollo de cada nación:

Principio 3: El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal


que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y
ambientales de las generaciones presentes y futuras. (p. 2)
Discusiones conceptuales

Principio 4: A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la


protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante
del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma
aislada. (p. 2)

98
De esta manera, los postulados del enfoque moderno de desarrollo
fueron ampliamente discutidos, y se dispuso que:

Principio 7. Los estados deberán cooperar con espíritu de


solidaridad mundial para conservar, proteger y restablecer la
salud y la integridad del ecosistema de la Tierra. En vista de
que han contribuido en distinta medida a la degradación del
medio ambiente mundial, los Estados tienen responsabilidades
comunes pero diferenciadas. Los países desarrollados reconocen
la responsabilidad que les cabe en la búsqueda internacional del
desarrollo sustentable, en vista de las presiones que sus sociedades
ejercen en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y los
recursos financieros que disponen. (Organización de las Naciones
Unidas, 1992, p. 2)

Enfoque del desarrollo a escala humana


y las necesidades básicas (1975-1990)

Surge a mediados de la década de los setenta, centrado en las


necesidades básicas. Para Streeten (1963), los esfuerzos por el desarrollo
debían orientarse a brindar a los seres humanos la oportunidad
de tener una vida plena, satisfaciendo sus necesidades básicas, en
especial la educación y la salud, dada su contribución al aumento de la
productividad laboral.
Su gran aporte fue la incorporación de sus teorías en la
Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en
1976, proponiéndose para el año 2000 la satisfacción de las necesidades
Discusiones conceptuales

básicas del ser humano, clasificadas en necesidades mínimas necesarias


para el consumo a nivel familiar e individual: alimentación y vivienda;
en segundo lugar, el acceso a servicios esenciales como salud, educación,
transporte y agua potable; en tercer lugar, las necesidades relacionadas
con acceder a un puesto de trabajo debidamente remunerado; y por

99
último, las necesidades cualitativas, que tienen que ver con la disposición
de un entorno saludable, humano, el derecho a la participación, las
libertades de los individuos, entre otras.
Posteriormente, Streeten (1982) puntualizó que la satisfacción de
las necesidades básicas de los individuos es moralmente más importante
que reducir la desigualdad, por cuanto esta última comprende un trabajo
complejo y algo abstracto, mientras que el enfoque de la satisfacción de
las necesidades humanas tiene el poder de movilizar apoyos a favor de
políticas encaminadas a esta dirección.
Para Hunt (1989), el enfoque debía replantear el modelo de
desarrollo, su medición y el tipo de crecimiento que procura frente a
la satisfacción de las necesidades básicas, y en vez de ser cuestionado,
debía identificar las políticas sociales y de reducción de la pobreza.
La gran crítica al enfoque se presenta ante la ausencia de
indicadores alternativos al PIB mediante los cuales se pudieran fijar
objetivos políticos y conocer la satisfacción real de las necesidades. Al
respecto, algunos autores formularon distintas propuestas, entre ellas el
seguimiento de indicadores centrales de esperanza de vida, mortalidad
infantil y alfabetización; el diseño de una serie de indicadores para cada
necesidad básica y el seguimiento de un único indicador de esperanza
de vida relacionado con el resto de factores. Para Nozick (1988),
considerando que las necesidades básicas no son de corte universal
sino que, por el contrario, estan definidas por los mismos individuos, el
enfoque debía incorporar los contextos históricos y culturales.
Bajo el paradigma del desarrollo a escala humana, que recoge los
aportes de Max Neef y sus colaboradores, el sociólogo Antonio Elizalde
y el filósofo Martín Hopenhayn, considerada como “una nueva opción
para el futuro”, sugiriere abandonar la propuesta de universalización del
Discusiones conceptuales

mundo bajo el modelo de modernización y dar paso a los valores de uso


y la diversidad (Max Neef & Hopenhayn, 1986). Para Max Neef (1986),
la economía abandonó la dimensión humana y la cambió por teorías
triviales y técnicas incomprensibles inoperantes al momento de resolver
los problemas de la humanidad.

100
Max Neef (1986) criticó la admiración por ciertos sistemas de
producción y distribución, en los que se obvian los efectos adversos en
el bienestar de los individuos en su entorno físico, natural y social, y
los sistemas de medición selectivos como el PIB, sistemas de precios,
tasas de crecimiento y demás, discriminatorios en relación con los seres
humanos, por cuanto todo se reduce a una serie de estadísticas. Para el
autor, si bien el crecimiento económico es positivo, es insuficiente, solapa
y oculta el concepto de justicia social bajo un sistema de acumulación
de capitales, que provoca confusión entre lo que significa justicia social
y crecimiento en un mundo con una concentración desproporcional
de la riqueza en los niveles altos de la sociedad, que genera pobreza y
desigualdad.
Un análisis a los componentes económicos de la crisis bajo la
perspectiva de Max Neef (1986) muestra que el problema de desarrollo
en Latinoamérica tiene un efecto pendular, resultado de periodos de
expansión que generaron desequilibrios financieros y monetarios y
elevados costos sociales, lo que indujo a nuevos impulsos de expansión.
Entre los años 80 y 90 Touraine (1995) consideró la necesidad
de limitar el empleo del concepto de desarrollo a un tipo de sociedad
particular. Relacionó el desarrollo con la transformación y el cambio
permanente de actores sociales y políticas y su relación directa con
el crecimiento económico, con la modernización voluntaria de una
sociedad por un Estado nacional o extranjero, de tipo endógeno, de
responsabilidad de los actores sociales y políticos, y que se oponía a
la inercia o a la reproducción de lo tradicional como estrategia para
transformar la sociedad. En un contexto de globalización económica
con tendencia a la fragmentación cultural y a la individualización, el
desarrollo debía articular las dimensiones económica, social y cultural
Discusiones conceptuales

del ser humano, en un escenario que trasciende el progreso asociado


al aumento de la producción, para aumentar en las sociedades la
capacidad de usar distintos métodos racionales de producción con
demandas de orden cultural y sociológico desde el nivel personal y hasta
el institucional.

101
Bajo este paradigma, desde el enfoque del desarrollo humano
se llama la atención sobre indicadores como el PIB, que confunden el
aumento de ingresos con el desarrollo, dejando al margen los temas del
bienestar como fin último del desarrollo. El desarrollo humano significa
la ampliación de oportunidades de las personas a partir de la formación
en competencias para alcanzar una vida prolongada y saludable, acceso
a la educación y disfrute de una vida decente, libertad política, garantía
de los derechos humanos y el respeto a sí mismo (PNUD, 1990).
Así, el cambio económico y social solo es deseable en la medida en
que represente una mejora de la calidad de vida; es decir, la ampliación de
las oportunidades de los individuos para decidir la manera como desean
vivir sus vidas. De este modo, se habla de la libertad tanto colectiva
como individual para el desarrollo de potencialidades, conduciendo a
una vida productiva y creativa, según las necesidades e intereses de las
personas (PNUD, 1990).

El enfoque de la libertad y las capacidades del ser humano

La libertad es el medio y fin último del desarrollo, en oposición


al enfoque reduccionista, que considera indicadores como el PIB, el
aumento de capitales, la industrialización o el avance tecnológico como
condiciones únicas del desarrollo. Desde este enfoque, la riqueza por
sí sola no representa el camino; esta cobra sentido en la medida que
se convierte en el medio para aumentar la libertad de elección sobre
la vida que se quiere llevar, de ampliar las libertades fundamentales a
las que se puede acceder según las circunstancias sociales y personales
(Sen, 2000).
Discusiones conceptuales

La expansión de capacidades de las personas, su potenciación,


parte del diseño de políticas públicas que consideren a los individuos
como sujetos de derechos y deberes, con las cuales la libertad individual
permita mejorar sus capacidades para actuar y ayudarse a sí mismos,
para mejorar su nivel de influencia en las decisiones que afectan su

102
vida desde la corresponsabilidad, en un escenario de eficiencia social
que exige eliminar la pobreza, la tiranía, las privaciones sociales, el
excesivo intervencionismo del Estado y los gobiernos represivos, entre
otros, fenómenos que les impide alcanzar mayores niveles de bienestar
individual y colectivo.

Críticas al desarrollo

A partir de un ejercicio de analogía inversa, Peemans (2002)


estableció un puente interdisciplinar entre la teoría crítica de la sociedad
y el ejercicio de desmitificación de los discursos que hasta ese entonces
fueron dominantes respecto al desarrollo, contrastando la realidad con
las teorías a través de tres herramientas: la historia de media y larga
duración, el estudio de las prácticas de desarrollo en confrontación con
las teorías que lo justificaban, y un ejercicio de reconstrucción tanto
multidimensional como interdisciplinar de la praxis del desarrollo,
como respuesta a la tendencia reduccionista economicista dominante
de las escuelas de la modernización.
La tesis desarrollada por este autor sobre el orden de los pueblos
y las gentes en relación con el desarrollo, sus teorías y el estudio de su
realidad, aportó un punto de vista prospectivo. Para Peemans (2002), no
todas las prácticas económicas se direccionan al orden de los pueblos,
muchas representaban solo producto de adaptaciones funcionales al
proceso de modernización. Las economías populares tienen de manera
implícita prácticas de innovación que les permite asumir el presente y
proyectarse al futuro; es erróneo encerrarlas en un culturalismo estático
Discusiones conceptuales

que no dé cuenta de sus transformaciones. Y las economías populares


son un acervo dinámico de los pueblos con una tradición en movimiento.
Peemans (2002) deja impresa la existencia de la dualidad valorativa
entre pueblos y gentes, exponiendo las trasformaciones positivas del
norte y las trasformaciones negativas a las que han sido sometidos los

103
pueblos y gentes del sur en los distintos procesos de modernización y de
acumulación de capitales.
Desde inicios de la década de los 60, la ampliación de la
brecha entre países desarrollados y subdesarrollados despierta nuevos
cuestionamientos al enfoque moderno del desarrollo, que no logra sus
propósitos modernizantes y que, al contrario, produce tercerización de
la fuerza de trabajo, desplazamiento acelerado del campo a la ciudad,
incremento de los niveles de pobreza y desigualdad, y surgimiento de
barrios marginales no planificados.
Del mismo modo, al enfoque moderno del desarrollo se le
impugna su carácter ahistórico, por cuanto omite sucesos importantes de
la época de la conquista y colonialismo, perpetradores de la dominación
y explotación, primeros elementos que explican el atraso y la pobreza de
los países del tercer mundo. En este sentido se responsabiliza a Europa de
la presencia de los países subdesarrollados, los cuales se caracterizan por:

No fabrican los medios de producción que requiere su


desarrollo. Deben adquirirlos en las naciones industrializadas
en la medida que lo permiten sus disponibilidades de moneda
extranjera. Asimismo, como otros rubros de su importación son
extraordinariamente rígidos y de difícil reducción (alimentos,
combustibles, algunas materias primas), cuando escasean sus
recursos de divisas habitualmente se ven obligados a restringir
otros ítems, entre ellos el de los bienes de capital. (Pinto Santa
Cruz, 1959, p. 113)

En su texto Estrategia para el desarrollo, Hirschman (1958) compiló


su experiencia en Colombia en relación con el apoyo a proyectos
Discusiones conceptuales

industriales y empresariales que fomentaban el incremento de la


demanda de bienes y servicios a través de la disponibilidad creciente
de otros. Bajo este paradigma se esperaba crear nuevas necesidades a
través de la inversión en las industrias y sectores económicos específicos,
promoviendo eslabonamientos apoyados por inversiones.

104
Con atención especial a los aspectos micro de los problemas
macroeconómicos, Hirschman (1958) consideraba que la planificación
vertical de arriba abajo tenía pocas posibilidades de éxito al omitir el
conocimiento, las expectativas, creencias y experiencias de la población
local, situaciones estas responsables del poco apoyo de la población a
las políticas públicas y, por ende, del fracaso del modelo de desarrollo
definido por el autor como un fenómeno de “fracasomanía”, y que
requería de la participación democrática en el diseño de políticas,
programas, planes y proyectos.
En esta línea, la corriente marxista basada en el control y
racionalización de la evolución económica, bajo un contexto social y
político en el cual el establecimiento del socialismo era la meta final, el
desarrollo se ligaba a reformas estructurales con las que el Estado actuaba
como planificador, guía y promotor del proceso, y donde el problema del
subdesarrollo se resolvía superando la dependencia con mayores niveles
de autonomía y crecimiento de las sociedades y reorientando el sistema
económico hacia la satisfacción de sus necesidades. En este escenario el
desarrollo se asocia a igualdad de oportunidades en los niveles social,
político y económico tanto en el ámbito nacional como el internacional,
apoyado en instrumentos de poder político y estructuras de poder que
dirigen el cambio. Este enfoque es defendido en Latinoamericana por
pensadores como Enrique Cardoso y Enzo Falletto (1977).
Pablo González Casanova, sociólogo mexicano, junto a André
Gunder Frank, germano norteamericano, realizaron aportes relevantes
sobre la relación inseparable entre desarrollo y subdesarrollo, puesto que
sin este último sería imposible el desarrollo capitalista. Gunder Frank
(1970) considera el subdesarrollo como producto de la expansión del
capitalismo mundial y no acepta la idea de una sociedad dual, mientras
Discusiones conceptuales

Dos Santos (1968) considera que los países dependientes no estaban


en capacidad de modernizarse e industrializarse. Cardoso (1974) daba
viabilidad a un desarrollo capitalista dependiente aun sin considerar la
heterogeneidad de las estructuras dependientes. Todos en el marco de

105
un nuevo orden económico internacional, con el socialismo como vía
para salir del subdesarrollo.
Otras posiciones dependentistas menos radicales y más cercanas
a la corriente del estructuralismo cepalino defendieron un mayor
protagonismo del Estado en la economía como condición para la
redistribución de la riqueza por medio de inversiones educativas,
programas de asistencia para poblaciones menos favorecidas y reformas
agrarias. Sin embargo, la visión ampliamente voluntarista del enfoque
dependentista demostró que sus estrategias no fueron efectivas en la
superación de la pobreza. El enfoque pierde credibilidad y vigencia a
comienzo de los 80 como resultado de los cambios políticos y económicos
a nivel global.
Aparecen entonces las corrientes del pensamiento liberal
defensoras de la interdependencia, en oposición a la dependencia, según
las cuales la división de trabajo divide el mundo en países industriales,
y por el otro lado, en países productores de materias primas. Como
hito, los tigres asiáticos (Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Hong Kong)
dejan de ser considerados países dependientes y subdesarrollados.
A manera de conclusión, en esta revisión del recorrido teórico
realizado sobre el concepto de desarrollo se identifica que la generación
de riqueza y el crecimiento económico se han consolidado como los
principales indicadores de su medición y, en consecuencia, como los
elementos bases sobre los cuales se definían las políticas públicas.
Sin embargo, los enfoques más recientes del desarrollo han invitado
a contemplar una visión más humanista del desarrollo, basada en
aspectos como las libertades, capacidades, satisfacción de necesidades,
generación de oportunidades, protección anticipada de las futuras
generaciones y sostenibilidad medioambiental.
Discusiones conceptuales

Los aspectos referidos han permitido enriquecer de manera


importante el marco teórico en relación con el concepto de desarrollo
y su operacionalización desde una visión holística, que reconoce la
multidimensionalidad del fenómeno y la necesidad de su abordaje

106
desde una visión interdisciplinaria e intersectorial que conjugue las
dimensiones económica, política, social y ambiental.
Con lo anterior, es de destacar los diferentes aportes que resaltan
la importancia de la responsabilidad, tanto en el nivel individual como
el colectivo, donde la acción e interés de los individuos es fundamental
para la construcción y el logro del desarrollo. A pesar de que son
diferentes los actores que en cada uno de los enfoques se resaltan
en el concepto de desarrollo (Estado, organismos internacionales,
mercado, sociedad, entre otros), cada vez se tiende a enfatizar más en la
responsabilidad de cada uno de los actores individuales y colectivos en
el logro del mismo. Por otro lado, en la evolución del concepto también
se aprecia la marcada tendencia a que el horizonte temporal y espacial
delimitan, con la ayuda del acuerdo social, la concepción de lo que ha
de ser el desarrollo, un desarrollo que en todo caso debe considerar las
dimensiones espacial y temporal y la gente que lo hace posible.
Discusiones conceptuales

107
P ROD U CCIÓN
C I E NT ÍFICA
CO LOMB IA NA
2 00 0 -20 15
Producción científica colombiana 2000-2015

108
El presente capítulo da cuenta de los principales hallazgos
derivados del análisis de la producción científica colombiana, utilizando
las convenciones propias del campo de conocimiento en el cual se
inscribe la investigación. Se pretende entonces comprender las formas
como los conceptos han sido entendidos en sus múltiples acepciones,
desde las lógicas globales, regionales y locales que las motivan y las
metodologías que permitieron dicha comprensión.
La siguiente ilustración permite un acercamiento inicial a la
estructura del mismo, desde los tres conceptos centrales y los desarrollos
de cada uno de ellos.

I. Dinámicas Territoriales

1. El territorio y su producción II. La paz y sus paces


2. Territorio, planificación y
Producción científica colombiana 2000-2015

ordenamiento III. Miradas convencionales


1. La paz como no guerra y alternativas del desarrollo
3. Ciudades: expresión de 2. La paz como equilibrio
territorio dinámico 1. Enfoques modernos de
3. La paz negativa y Paz desarrollo
positiva 2. Teoría del cambio social
4. La paz feminista 3. Enfoque dependentista
5. La paz holística o Gaia 4. Enfoques ambientalistas
6. Paz interna y externa 5. Enfoque de desarrollo a escala
7. Educación para la paz humana y las necesidades básicas
6. Enfoque de la libertad y de las
capacidades del ser humano
7. Críticas al desarrollo

Ilustración 7. Esquema producción científica por categoría.

109
Dinámicas territoriales

En esta dimensión los estudios identificados se agruparon en


tres temas: 1. Territorios y su producción. 2. Territorio, planificación y
ordenamiento. 3. Ciudades: expresión del territorio. (ver ilustración 7);
cada uno de ellos con sus correspondientes subtemas, los cuales fueron
soportados por los autores representativos.

Tabla 9. Temas Subtemas Autores


Temas centrales
Álvarez y Rendón (2010), Hernández
alrededor de Territorio Pulgarín (2010), Insuasty Rodríguez,
la categoría de como factor de Grisales y Gutiérrez León (2013),
territorio desarrollo Zuluaga Restrepo y Damián Restrepo
(2011).
El territorio y
su producción Conflictos
ambientales Álvarez Múnera (2008), Insuasty
asociados Rodríguez, Grisales, y Gutiérrez León
a la gran (2013), Pérez Garcés, Zárate Yepes y
minería y a la Turbay Ceballos (2011).
biodiversidad
Castro y López (2011), De Arco
Ballesteros y Vergara Durán (2012),
Herramientas
Gómez Rendón, Mejía Martínez y
de planificación
Rodríguez Ramírez (2011), Espinosa
Producción científica colombiana 2000-2015

Rico (2008), Salmona (2012).


Territorio,
Montoya, García y Ospina Mesa
planificación y Actores del
(2014), Muñoz Wilches (2012), Pérez
ordenamiento desarrollo
(2010), Ángel (2010).
Torres Hernández, Valencia Ramírez,
Integración Ocampo Correa, Rojas Sepúlveda y
territorial Rodríguez Rodríguez (2009), Zuluaga
Restrepo & Damián Restrepo (2011).

110
Temas Subtemas Autores
Ciudades y
Álvarez Múnera (2008).
democracia
Ciudades: Enfoque Gómez López (2005), Berdegué,
expresión de diferencial Carriazo, Jara, Félix, y Soloaga (2015).
territorio Torres Tovar (2005), Urdinola
Dinámicas
Hincapié, Vallejo Ángel y Rodríguez
urbanas
Rodríguez (2009).

Los propósitos de las investigaciones versaron sobre: a) demostrar


que los actores sociales son útiles en el proceso de implementación de
los proyectos de desarrollo en territorio rurales; b) reconocer opciones
territoriales para que las poblaciones que los habitan los transformen
en centros de desarrollo regional; c) analizar los conflictos territoriales
derivados de la presencia de múltiples actores con intereses diversos
(por ejemplo: visión de desarrollo territorial por parte de agentes locales
y por agentes trasnacionales y gubernamentales asociados a procesos de
extracción minera); d) indagar acerca de relaciones barriales en función
de su ordenamiento territorial y de las apuestas de regeneración urbana
desde las administraciones locales municipales; e) analizar los planes de
desarrollo aprobados y ejecutados en diferentes administraciones en los
ámbitos municipal y departamental; f) comprender las dinámicas de la
planificación territorial desde diferentes prioridades (la gestión integral
Producción científica colombiana 2000-2015

del riesgo, ordenamiento); g) reconocer la presencia de discursos


académicos sobre el territorio en procesos de desarrollo regional; y h)
identificar procesos de movilización territorial asociados a multiplicidad
de fenómenos (por ejemplo: la globalización) conducentes a procesos de
desterritorialización y de reterritorialización.
La fundamentación teórica identificada alrededor de las
investigaciones analizadas introduce elementos y/o concepciones del
territorio tales como: desarrollo territorial, competitividad territorial,
territorio y patrimonio, desarrollo endógeno, seguridad territorial,

111
planificación y ordenamiento del territorio. Por su parte, los enfoques y
diseños metodológicos encontrados en el desarrollo de las investigaciones
referidas fueron de tres tipos: cualitativos, cuantitativos y mixtos. La
mayoría de ellas cualitativas, en mayor proporción estudios de revisión
documental, desagregadas como sigue:

• Cualitativas: Ángel (2010), Villa Arango (2012), Ramírez (2012),


Zuluaga Restrepo y Damián Restrepo (2011).
• Estudio de caso: Ramírez et al (2010).
• Estudios documentales: Aranda, Combariza y Parrado (2008),
Espinosa Rico (2008), Gómez Rendón et al (2011), Berdegué et
al (2015), Muñoz Wilches (2012), Torres Hernández et al (2009),
Pérez Garcés et al (2011), Urdinola Hincapié et al (2009).
• Etnografía: Arias Hurtado (2013), Hernandez Pulgarín (2010 y
2011).
• Investigación-acción-participativa: Serna (2012).
• Superposición de mapas Castro Gil y López Giraldo (2011).

Solo dos investigaciones estuvieron vinculadas a diseños


cuantitativos y de abordaje mixto del problema de investigación:

• Cuantitativas-descriptivas: De Arco Ballesteros y Vergara Durán


(2012).
• De abordaje mixto: Insuasty Rodríguez et al (2013).
Producción científica colombiana 2000-2015

Ahora bien, la discusión conceptual generada sobre territorio


permitió relacionar diversidad de posiciones teóricas asociadas al
concepto en una serie de títulos que indican, más que reflejar fielmente
su contenido completo, aspectos y temas relacionados a la comprensión
del territorio como una construcción social. Por tal razón, del espacio de
poder del Estado a la existencia de múltiples poderes territoriales; el espacio como idea
geométrica y el territorio como experiencia humana; espacio vivido e interacción de
sistemas de acción y objetos geográficos; territorio, territorialidad y territorialización;

112
territorio, psique y representaciones sociales-colectivas-culturales; y territorio,
contenedor de vivencias y escenario de relaciones sociales con múltiples lealtades y
territorialidades, pueden ser reorganizados de múltiples maneras según
sea la perspectiva de organización de quien le realiza.
En este sentido, como estrategia de presentación y de análisis
de la producción científica, se retoman los grandes temas sugeridos al
comienzo del capítulo para dar un sentido de organización a la producción
rastreada. Sin embargo, es importante mencionar que los grandes temas
identificados son expresión viva de la territorialidad, territorialización y
la desterritorialización en cuanto procesos de encadenamiento entre las
múltiples dimensiones y escalas del territorio ejemplificado. Por tanto,
la producción científica colombiana, si bien rastreada bajo la mirada
territorio-desarrollo y territorio-paz, expresa las tensiones existentes en
el mundo de la vida cotidiana territorial, en el cual múltiples actores
con diversidad de interés y de despliegues diferentes de sus posiciones
de poder entran constantemente en contradicción y apelan a diversidad
de estrategias para darles trámite a sus respectivas pretensiones sociales.

El territorio y su producción

Un tema visible es la producción científica alrededor del


establecimiento de multinacionales de cara a la exploración y
explotación de los recursos naturales. Al respecto, se destaca para una
Producción científica colombiana 2000-2015

de las investigaciones consultadas lo siguiente:

América Latina despierta hoy un gran interés para la minería


trasnacional del oro. El alza en el precio de este metal, la
creciente demanda de minerales en países como China e India,
el agotamiento de fuentes auríferas en otras regiones del planeta y
el uso de marcos regulatorios amables para incentivar la inversión
extranjera, han hecho de este continente un destino importante
para las exploraciones de metales preciosos. (Ramírez, 2012, p. 91)

113
Es así como la influencia de modelos emergentes de desarrollo,
cimentados en las economías extractivas, ha generado con el paso del
tiempo cambios significativos en el territorio en sus distintas escalas;.
Es evidente que el proceso de restructuración global del capitalismo
desde los años setenta ha dado lugar a un creciente protagonismo del
dinamismo económico y su preeminencia sobre las dimensiones política,
social o cultural (Ciccolella, 2006).
No obstante, la visión del territorio en ese contexto, asumido
hegemónicamente como espacio de poder, ha generado diversos
conflictos a partir del reconocimiento de la minería a gran escala y del
desconocimiento del papel de la minería tradicional en el desarrollo
de las poblaciones. En ese sentido, la política minera reconoce que
la pequeña minería, “cuyas labores están entroncadas con la cultura
regional (…) no consideran a la minería como un negocio, sino
como una actividad de sustento” (Ramírez, 2012, p. 97); lo que da
lugar a posturas divergentes por los impactos de las transformaciones
socioterritoriales que se manifiestan en cada territorio. Esta tensión que
experimentan los actores en el territorio puede conducir a procesos de
nuevas territorializaciones o desterritorializaciones, según sea la lectura
del actor disidente del espacio usualmente habitado y de la sensación de
pérdida de referentes identitarios.
De manera similar, Arias Hurtado (2013) expresa que el territorio
está permeado por la visión de desarrollo que se instale en ella; de hecho,
evidencia que un territorio en sí cobija múltiples intereses de actores
Producción científica colombiana 2000-2015

que soportan sus argumentos en visiones diferentes de desarrollo. Se


fundamenta en su investigación realizada en el municipio de Marmato
(Caldas), donde realza el concepto de desarrollo local como condición
fundamental en el desarrollo de los territorios.
El neo-extractivismo, argumenta Arias Hurtado (2013), expresa
a través de sus discursos señalamientos negativos frente a la población
local, al considerarse reactivo frente a los procesos de desarrollo que este
supone. Por ejemplo, por un lado se afirma que los entes gubernamentales
apoyan, con las políticas públicas y los discursos ideológicos sobre el

114
territorio, los intereses de las grandes trasnacionales, mientras que a
la comunidad se le señala como resistente a los procesos de cambio
debido a la profundidad de las relaciones sociales y culturales que han
construido con el lugar de asentamiento. Como bien lo afirma Arias
Hurtado (2013) en otros apartados de su artículo:

América Latina, la región del mundo con la inequidad social más


grande, ha enfrentado durante las últimas décadas los rigores
de la globalización y el modelo de desarrollo neo-extractivista
como nuevo orden planetario y estrategia de crecimiento que
aspira unificar el campo económico y cultural, creando las
condiciones de comunicación geopolítica de los territorios a
través de megaproyectos trasnacionales, en un orden descendente
y disciplinado que pone en contacto lo local y lo trasnacional
desafiando las soberanías estatales. (Arias Hurtado, 2013, p. 589)

De manera similar, aunque en otro contexto, Insuasty Rodríguez


et al (2013), a partir de su trabajo referido a los conflictos asociados
a la gran minería en Antioquia, reconoce en Colombia una debilidad
institucional que atenta contra los recursos naturales ambientales,
permitiendo políticas públicas que facilitan el otorgamiento de títulos
mineros en áreas ambientales consideradas estratégicas. Con esto, se
habla de una política no incluyente que no tiene control sobre el manejo
racional que debería haber de los recursos mineros del territorio
Producción científica colombiana 2000-2015

nacional, ni sobre los efectos e impactos que se dan en los ámbitos social,
ambiental y económico a corto, mediano y largo plazo. Para el caso
del departamento de Antioquia, se observó que en aquellos territorios
donde se reportaron grandes reservas mineras existe una gran atracción
por parte de multinacionales para llevar a cabo inversiones de capital,
en donde también se reportaron altas cifras de desplazamiento forzado
por las disputas existentes en el territorio.
Se aborda también el tema de defensa del territorio, haciendo
referencia a la lucha que deben enfrentar campesinos del país para evitar

115
que sus tierras sean otorgadas a empresas mineras para la extracción de
recursos. El territorio, parafraseando a Insuasty Rodríguez et al (2013),
se define como el conjunto de disposiciones espaciales y culturales en
las que confluyen sistemas de relaciones entre comunidades indígenas,
negras, raizales y campesinas. La minería ha provocado el despojo
legal de estas comunidades fuera de sus tierras, generando procesos de
eliminación violenta, y se han criminalizado sus acciones de resistencia
en la defensa de sus espacios territoriales, evidencia clara del concepto
de desterritorialización:

La explotación de los recursos naturales y proyectos a gran escala


involucran tanto intereses nacionales como multinacionales,
factores que entran a chocar con las lógicas culturales de los
territorios de interés habilitados por diversas comunidades
indígenas, negras, campesinas, raizales, quienes entran en una
dinámica de resistencia por su cultura y sus territorios, por lo
que varias de estas comunidades han sufrido el desplazamiento
forzado o el despojo legal de sus tierras o el desarraigo cultural,
o procesos de eliminación violenta así como la criminalización
de sus formas de resistencia, entre otras consecuencias. (Insuasty
Rodríguez et al, 2013, p. 375)

Con menor fuerza, aunque hace referencia a la relación territorio


– desarrollo, aparece el turismo como otra vocación económica de interés
Producción científica colombiana 2000-2015

investigativo significativo. El turismo como potencial dinamizador de las


relaciones económicas y sociales, en escenarios de competitividad a todo
nivel, en tanto actividad rentable y de mayor crecimiento en los últimos
años. Según Hernández Pulgarín (2011), la expresión de la relación
discurso/poder en este análisis se objetiva principalmente en la manera
como es pensado el territorio a través de categorías que reproducen
valores como la competitividad, la competencia, la estrategia y otra serie
de expresiones de talante eminentemente empresarial que constituyen,
en cierta medida, hojas de ruta para las políticas y las acciones por

116
medio de las cuales se concibe y se tiene injerencia sobre el territorio
y sobre lo público. Ese reduccionismo sirve para pensar a los sujetos
sociales, las relaciones sociales, la cultura, el Estado y el medio natural
como elementos de una función económica de maximización, operada
constantemente a través del turismo.
Hernández Pulgarín (2010) se refiere nuevamente al tema,
tomando como referencia metáforas de éxito y deseo de progreso en el
Magdalena Medio (Colombia). Asevera que para la fecha de realización
de su trabajo, el territorio sigue siendo experimentado y asumido por los
diferentes secretarios de despacho de los municipios, considerados estos
en su investigación como actores clave en los procesos del desarrollo
económico. En este sentido, el turismo como estrategia de captación de
recursos de visitantes temporales se instala como uno de los pretextos
a través de los cuales media esta relación entre producción y territorio
(aunque supone ya un lazo con el apartado posterior: administración de
territorios). En otros términos, las concepciones y representaciones que
se expresan a través de los procesos de territorialidad y territorialización
de un territorio tienen un gran asidero en la economía.
Cercana a la reflexión realizada sobre el turismo, la biodiversidad
en tanto sistema socioambiental empieza a considerarse pieza clave en
la relación entre territorio y producción, sobre todo en la discusión
asociada a la escala local del territorio. Al respecto, Pérez Garcés et al
(2011) refieren “la importancia de incorporar estas áreas en el proceso
de ordenamiento territorial local radica en el reconocimiento del nivel
Producción científica colombiana 2000-2015

municipal como la escala en la que se expresa directamente la relación


entre las comunidades y los ecosistemas” (p. 96).
En este sentido, continuando con la línea de argumentación
de los autores, se estaría en mejores condiciones para comprender
la relación entre la sociedad y la naturaleza a partir de alternativas
de intervención que simultáneamente lograran los objetivos de
conservación y de respeto de los derechos de las poblaciones rurales.
Un enfoque de esta naturaleza podría profundizar en el análisis de los
conflictos socioambientales y promover políticas públicas orientadas

117
por principios de justicia, equidad, participación, inclusión, flexibilidad,
integralidad, ética y transparencia.
Finalmente, la relación entre producción y territorio es leída por
Zuluaga Restrepo y Damián Restrepo (2011) en términos de desarrollo
de una región. Sin embargo, expresan abiertamente que este desarrollo,
soportado en un crecimiento económico-social, solo será posible
desde un enfoque del desarrollo territorial18 incluyente que convoque
a la diversidad de actores sociales y capitalice sus potencialidades y
aprendizajes. No obstante, la revisión realizada en su trabajo sobre la
ciudad de Manizales, específicamente sobre la vereda Colombia (sector
del Km 41), demuestra la carencia de compromiso en la puesta en
marcha de las diferentes alternativas de desarrollo para la población
residente del lugar19.
Si bien no se toma como referencia directa, se asume la
regionalización como elemento fundamental para alcanzar mejores y
mayores niveles de competitividad en otra serie de trabajos consultados.
El área metropolitana como fenómeno territorial humano, económico,
social, físico-territorial y político-institucional es otra de sus expresiones
(Álvarez Múnera, 2008), considerada como una de las herramientas

18 Los autores retoman una definición dada por Ratzel (2011) sobre territorio:
“Parcela de la superficie terrestre apropiada por un grupo humano, que tendría
una necesidad imperativa de un territorio con recursos naturales suficientes para
su doblamiento, los cuales serían utilizados a partir de las capacidades tecnológicas
Producción científica colombiana 2000-2015

existentes” (p. 63).

19 De manera similar, Pérez (2010) reconoce en Manizales diversidad de estilos


de vida familiar y de intervenciones institucionales que conducen a diferentes maneras
de administrar el territorio. Realiza un llamado para que sea factible concertar agendas
que contribuyan al logro de los Objetivos del Milenio (ODM). Esta concertación de
agendas, expresadas en términos de desarrollo rural, es analiza por Ángel (2010) a través
de los stakeholders como estrategia para la administración de proyectos de desarrollo
en territorios rurales.

118
colombianas que promueven un desarrollo armónico e integrado con
el territorio. De igual forma, Álvarez y Rendón (2010) reconocen la
utilidad del concepto de región20 en su abstracción, ya que de esta forma
le es útil a todas las ciencias para debatir asuntos físicos y humanos
de las sociedad en términos territoriales, permitiendo entrever otras
aspectos asociados, como considerar la escala local como el espacio
concreto donde la acción, a través de las políticas públicas estatales, se
torna realidad. No obstante, argumenta nuevamente Álvarez Múnera
(2008):

En este aspecto, se debe resaltar que para el Estado urge cumplir


con la tarea de regionalización, pues se hace indispensable
ordenar los procesos de planeación de ciudades en expansión
como estrategia articuladora con los procesos de la globalización
que exigen regiones especializadas y fácilmente conectadas con
redes y flujos de comercio internacional. (p. 119)

Por tanto, es importante mencionar que las múltiples escalas


del territorio son relevantes en tanto se asuma con seriedad lo que
implica su existencia. Lo nacional supone una serie de dinámicas,
actores, relaciones, presupuestos, necesidades (entre otros) diferentes a
lo que supone el ámbito local, aún más el departamental. El carácter
de multiescala exige una actitud reflexiva oportuna para cada ámbito;
no es ajustar en sus proporciones el análisis según la amplitud de la
Producción científica colombiana 2000-2015

20 Álvarez y Rendón (2010) reconocen cuatro tipos de regiones: a) natural:


como un complejo físico geográfico (geología, geomorfología, climatología y zonas de
vida, entre otros); b) histórica: se produce cuando se ha construido una sensibilidad por
parte de grupos humanos que habitan el territorio, con los elementos de tipo natural
allí existentes; c) económica: entendida a partir de la dotación de factores productivos,
es decir, de los elementos básicos para la acumulación: tierra, capital y trabajo; y d)
competitiva: entendida como la capacidad de la economía de generar crecimiento
productivo y aumentar, por tanto, los niveles de ingreso de la población de la región.

119
escala que se considere relevante. La siguiente cita expresa, a partir
del concepto de región, la integración existente entre los conceptos de
territorio, desarrollo y paz (aunque este último es entendido en términos
de identidad):

El progreso de la región se entiende como la transformación


sistemática del territorio regional en un sujeto colectivo, el
progreso de la comunidad como el progreso del fortalecimiento
de la sociedad civil y el logro de una percepción de pertenencia
regional y por su parte, el progreso de cada individuo corresponde
a la remoción de toda clase de barreras que le impiden alcanzar su
plena realización como persona. (Gómez Rendón et al, 2011, p. 74)

Territorio, planificación y ordenamiento

El territorio es entendido como la unidad especial de manejo


ambiental, desde la cual se define el uso del suelo y las políticas y
proyectos que requieren ser articulados para asegurar su desarrollo. Este
propósito es alcanzable a través del diseño de planes estratégicos (como
estrategias que promueven la competitividad y el progreso), entendidos
como una serie de herramientas que permiten comprender al municipio
como totalidad, en el cual confluyen diversidad de aspectos territoriales
como son el espacio público, la infraestructura, el equipamiento urbano,
Producción científica colombiana 2000-2015

las locaciones y condiciones de seguridad, entre otros.


A manera de ejemplo, tomando como referente la ciudad de
Barcelona (España), Salmona (2012) afirma que los planes estratégicos
que se desarrollan en esta ciudad a partir de la cohesión entre hábitat y
planificación permiten generar estrategias de apoyo que contrarresten
las problemáticas asociadas a los diferentes sectores del municipio, para
transformar ese espacio urbano de manera que sea de influencia en
todo el mundo.

120
Existe un llamado en la relación entre territorio, competitividad
y desarrollo. El discurso de la competitividad en sí, al que le apuestan
quienes ven en el territorio múltiples potencialidades o capacidades, es
limitado en escalas locales/regionales si tal competitividad no permite
el bienestar de la población y la mejora en su calidad de vida. De lo
contrario, los territorios se instalarían como escenarios transitorios de
producción, de comercialización de bienes y servicios que dinamizarían
de manera esporádica el desarrollo territorial ante la limitada capacidad
dada en su constitución. Álvarez García & Rendón Acevedo plantean
que “los territorios no son un factor de competitividad en sí mismos, más
bien, cuentan con potencialidades que pueden o no ser aprovechadas,
según las decisiones políticas que se adopten” (2010, p. 39).
Se requiere una visión común del territorio para que dichas
decisiones sean eficaces como factor de desarrollo. Por tal razón, la
competitividad debería aprovechar el capital físico, humano, social,
cultural, tecnológico, institucional y ambiental acumulado en las
localidades de un territorio. La localidad es entendida entonces como
pequeñas porciones de territorio que permiten la satisfacción de las
necesidades y una mejor inserción productiva en el mercado global,
la cual podría provocar mejores condiciones de desarrollo para una
población de acuerdo con la relación positiva que se dé entre territorio-
sociedad-instituciones.
El territorio, argumentan Álvarez García y Rendón (2010), se
refiere no solo al espacio sino a los elementos que lo integran. Es decir,
Producción científica colombiana 2000-2015

en el territorio intervienen factores de corte social, político, institucional,


ambiental, que lo hacen una unidad compleja, donde estos elementos
interactúan para determinar dinámicas propias y diferenciadoras que
los caracterizarán en el contexto de los mercados globales. Entender el
territorio solamente como espacio físico de localización de la producción
no solo niega las potencialidades y los aprendizajes de los demás sistemas
que lo conforman, sino que limita la capacidad que pueda tener este
territorio para participar activamente de los mercados y desarrollar

121
políticas que conduzcan a niveles de crecimiento y desarrollo más altos
para toda la sociedad.
Este llamado a mejores procesos de competitividad y de calidad
de vida en la población residente en un territorio tiene eco en Urdinola
Hincapié et al (2009), al afirmar:

La tarea está en dar un nuevo sentido a la asociatividad y una


más ágil dinámica a los procesos de organización social, llenando
de contenidos y de propósitos pertinentes, de legitimidad, de
responsabilidades y de compromisos reales a las organizaciones
de la sociedad civil, con un nuevo esquema de distribución de
responsabilidades sociales que coloque a la sociedad civil como
el principal agente del proceso de cambio social, asociada
a un Estado con un papel proactivo, no solo interviniendo
compensatoriamente. (p. 103)

Los autores, a partir de su investigación en el corredor


urbano-regional Tuluá - Cartago (Valle del Cauca), concluyen que la
administración de dicho territorio sería posible con una instancia de
planificación y de gestión del ordenamiento territorial que se consolide
como un espacio fortalecido con la participación que contribuya a
la coordinación y apropiación colectiva de la visión de territorio,
promoviendo además la participación de la sociedad civil en los
procesos de planificación y gestión del desarrollo regional, a la vez que
Producción científica colombiana 2000-2015

se mejoran los procesos del culturización respecto a la planificación


prospectiva (Urdinola Hincapié et al, 2009).
En este sentido, como estrategia de administración del territorio,
es relevante propiciar actitudes proactivas en la sociedad civil y en los
representantes del Estado, incentivando mayores y mejores niveles de
asociatividad entre los actores del territorio, entendido este como una
red donde confluyen actores políticos y sociales bajo un sistema de
relaciones institucionales, económicas, sociales, culturales, legales y
políticas.

122
La integración del territorio representa otra de las estrategias
para su administración. Un ejemplo de ello se plantea en el trabajo
realizado en el municipio de Palestina, Caldas. Castro y López (2011)
afirman que antes de la implementación de los proyectos de Aerocafé
(Aeropuerto del Café) y del Tren de Occidente, el municipio no contaba
con un abanico fuerte de posibilidades de desarrollo económico que
significara una mejora en la calidad de vida de su población. Estos dos
proyectos permitirían al municipio articularse con mayor facilidad con
municipios cercanos como Chinchiná, generando mejoras en sus niveles
de competitividad y del estado de bienestar en sus pobladores.
En relación con la integración del territorio, Montoya et al
(2014) evidencian aspectos fundamentales reconocidos por autores
referentes en tema de desarrollo y construcción de paz: reconocer e
incluir la participación de las comunidades. Al respecto, se refieren a
que generalmente en los procesos de administración de los territorios
las comunidades han sido marginales frente a los procesos de gestión
territorial, desconociendo que precisamente son ellas las portadoras
de saberes indispensables para el desarrollo. Este planteamiento
posiciona la segunda dimensión del territorio descrita por Nates (2011)
como elemento fundamental en la planeación y administración de un
territorio en términos del reconocimiento de sus costumbres y de su
psique individual y colectiva.
Como tema recurrente en la producción científica nacional
aparece la planificación como eje articulador para la integración de
Producción científica colombiana 2000-2015

los territorios y sus procesos de desarrollo y paz. Evidencia de ello se


encuentra en Giménez (2000), Salmona (2012), Ramírez, Congote, &
Tafur (2010), Torres Hernández et al (2009), y De Arco Ballesteros y
Vergara Durán (2012) y Álvarez Múnera (2008).
Múltiples resultados han generado sus investigaciones. Indagar
por ejemplo acerca de los avances, sus debilidades y sus mayores
contribuciones al desarrollo de los territorios ordenados según la Ley
de Ordenamiento Territorial (Ramírez et al, 2010). Otros autores
plantean que la planificación de los municipios del Eje Cafetero no

123
tiene incorporada la gestión del riesgo, puesto que las políticas públicas
dirigidas a la prevención y atención de desastres no hacen parte de un
modelo integral que responda a las tensiones existentes en el territorio
(Gómez Rendón et al, 2011).
También el territorio, expresado en la escala barrial, se constituye
como espacio de desarrollo social debido al fortalecimiento de los
sectores educativo y de salud que se realiza entre sus habitantes (De
Arco Ballesteros & Vergara Durán, 2012). Precisamente estos autores
argumentan que el ordenamiento territorial debería dejar de un ser
un simple complemento de políticas de desarrollo económico, para
empezar de una vez a estar cimentado en una:

Perspectiva de planificación y de valores que conceda un lugar


protagónico a una visión integral, centrada en lo humano, de
carácter prospectivo, coordinado, democrático y flexible, en el
que las políticas económicas se unen a los principios de ambiente
sostenible, equilibrio regional, bienestar social y armonía,
principalmente con los programas de gobierno y los planes de
desarrollo. (De Arco Ballesteros & Vergara Durán, 2012, p. 173)

El desarrollo territorial es posible gracias a procesos de reflexión


local que permiten reconocer sus condiciones internas como insumo
fundamental para el desarrollo real del territorio (Torres Hernández et
al, 2009). Sin embargo, este desarrollo está sujeto a contradicciones que
Producción científica colombiana 2000-2015

se expresan en la vida de las comunidades residentes en el territorio.


Por un lado, se evidencia la existencia de valores generadores de capital
social, como la resiliencia y el emprenderismo y, por el otro, una fuerte
desarticulación institucional que se “representada en la individualidad
que caracteriza a nuestra sociedad y la incapacidad (no generalizada)
de trabajo colectivo frente a procesos de impacto en el desarrollo social,
económico y territorial” (Torres Hernández et al, 2009, p. 74).
No obstante, consideran un reto para los planificadores del
territorio contribuir al cierre de brechas realizando una planificación

124
incluyente y con un enfoque diferencial, que sin duda se convertirán en
elementos clave para el logro de tal propósito. El éxito lo condicionan
a la realización de acciones políticas orientadas a reducir las brechas
socioeconómicas entre las zonas urbanas y rurales como factor
determinante para el desarrollo humano, el acceso a la tierra y el
fortalecimiento de la institucionalidad pública, entre otras. La siguiente
cita expresa, como imperativo para el ordenamiento territorial, la
expresión del entrelazamiento de los conceptos de territorio, desarrollo
y paz:
El ordenamiento territorial exige, de un lado, la participación
de las comunidades locales o regionales en la adopción y la
autodeterminación de la forma de ordenamiento que quieren
para sí: no es, pues, una decisión impuesta desde arriba, sino
que es el resultado de un proceso donde hay una concertación,
una comunicación, una participación de doble vía, en la cual
las comunidades se hacen destinatarias, y receptoras voluntarias
de ciertas funciones o de ciertas competencias; y del otro, el
reconocimiento de diferencias sociales, económicas y culturales,
que obligan a la adopción de un modelo plural y diferenciado
de distribución competencial. (Arbeláez Naranjo, 2005, p. 130)

Ciudades: expresión de territorio


Producción científica colombiana 2000-2015

La ciudad, como expresión urbana del territorio y sus relaciones


con la paz y el desarrollo, representa un tema de investigación relevante
en la producción científica nacional, sobre todo al ser considerada como
fuente de investigación en Latinoamérica21 y escenario de interpretación
interdisciplinar:

21 Dos autores claves latinoamericanos son Néstor García Canclini –argentino,


concepto de las ciudades híbridas- y Jesús Martín-Barbero –español, aunque residió en
Colombia desde 1963.

125
La ciudad cada vez más interpela a las demás disciplinas por
ser un fenómeno complejo. Se constituye en tema de interés, por
ejemplo, para la economía, para interpretar y proponer asuntos
relacionados con la producción y la productividad urbana y de
las empresas; para la sociología y la antropología, en el análisis de
las relaciones de las personas con los demás seres sociales y sus
rasgos actuales y pasados; para la ingeniería y la arquitectura frente
a los atributos físicos y la estructura urbana y de servicios; para
la administración pública y la planificación, en el reconocimiento y
administración de los recursos; para el derecho en cuanto a la
legislación y regulación en los diferentes campos de actuación
y más recientemente desde la ecología se avanza sobre el manejo
de los recursos naturales y la administración de los residuos
provenientes de la aglomeración, la industria, el transporte y de
las actividades de la vida en las ciudades en general. (Gómez
López, 2005, pp. 188-189)

El desarrollo citadino, sobre todo aquel que se provoca en las


grandes urbes, “refleja una imagen global urbana que tiende a la
uniformidad y a la homogenización” (Torres Tovar, 2005, p. 71).
Estas características están soportados en el acelerado crecimiento y
concentración de la población en las urbes; los autores afirman que el
Producción científica colombiana 2000-2015

75% de la población está viviendo en grandes áreas urbanas (Torres


Tovar, 2005).
Lo anterior ha traído consigo múltiples análisis respecto a
las situaciones que se desprenden del fenómeno: a) la distribución
desigual del suelo, que genera mayor segregación espacial e incrementa
las demandas de los grupos sociales más vulnerables respecto a las
condiciones de inequidad y exclusión; b) estudios indican que aquellos
países que cuentan con patrones de urbanización en todo el territorio
nacional con centros urbanos de tamaño intermedio, tienden a

126
disminuir con mayor celeridad sus indicadores de pobreza (Berdegué
et al, 2015, p. 2).22

La paz y sus paces

A partir del anterior recorrido descriptivo enunciando los


aspectos más significativos de la producción científica nacional a la luz
de los intereses y planteamientos de la categoría de paz propuesta en
el marco de esta investigación documental, y siendo coherentes con la
metodología diseñada para tal fin, es importante avanzar en el análisis y
explicación de los mismos; es decir, reconocer los aspectos particulares
desde un proceso reflexivo que derive en conclusiones aproximativas
desde la lectura de los referentes conceptuales y la producción científica
relacionada.

La paz como no guerra

En total, cinco de los artículos de investigación analizados hacen


referencia a la conceptualización de la paz entendida como la ausencia
de guerra o violencia. En el marco teórico, los trabajos de Rettberg
(2003), Villa Arango (2012) y Barón Porras (2008) abordan este
concepto por cuanto especifican que la construcción de la paz se enfoca
Producción científica colombiana 2000-2015

en parar la guerra Rettberg (2003). En el trabajo de Villa Arango (2012)


se muestra la importancia de la conceptualización de violencia y paz,
considerando el factor dominante de estos términos y la dependencia
que la definición de paz tiene respecto a éstos. La conceptualización
que se expone en el trabajo de Barón Porras (2008) sobre violencia y

22 Se recomienda al lector interesado en conocer las revistas colombianas,


grupos de investigación colombianos, centros de investigación colombianos y redes de
interés de la época asociados al concepto de territorio, ver anexos referidos.

127
guerra abarca elementos como actores, acciones violentas, acuerdos de
intereses y los efectos negativos a nivel social, estructural, económico,
justicia y afectación del desarrollo humano.
En relación con los aportes de los artículos al concepto de paz,
el trabajo de Rettberg (2003) presenta elementos asociados a este
enfoque teórico por cuanto se considera que la paz consiste en el
cese de hostilidades, es decir, la no presencia de actos de violencia o
de guerra. Finalmente, dentro de las citas textuales resaltadas en los
artículos de investigación estudiados, en este enfoque toma relevancia
el trabajo de López Becerra (2011), que expone la íntima relación entre
los conceptos de paz y guerra, considerándose que “un obstáculo serio
en las investigaciones en la materia tienen que ver con el hecho de que
al estudiar la paz aparece siempre la guerra, de la actuación violenta
como forma de definir y enfrentar los conflictos” (p. 85).

La paz como equilibrio dinámico de fuerzas

En total, trece de los artículos analizados presentaron elementos


comunes con la teoría de Wright (1964), quien considera la paz como un
equilibrio dinámico de fuerzas entre factores políticos, sociales, culturales
y tecnológicos; en el cual, cambios en cualquiera de los factores requiere
el reajuste de los demás para la restauración de equilibrio.
Sobre los aportes encontrados al concepto de paz, se resaltan los
Producción científica colombiana 2000-2015

trabajos de Rettberg (2003), Salmona (2012), Elhawary (2008), Pérez


Garcés et al (2011), Ospina Carballo, Muñoz Fernández, Ayala Vargas
(2009), Herrera Arango y Uruburu Giléde (2009), Barón Porras (2008)
y Gómez Hernández (2009). En conjunto, las ideas de tales aportes, en
línea con la teoría de Wright, estiman que la paz debe constituirse por
bases sociales y económicas que proyectan el desarrollo (Rettberg, 2003).
Los procesos de paz desde los territorios comprenden la articulación de
estamentos sociales, políticos, privados, comunitarios y eclesiásticos. Los
aportes a la paz parten de la equidad social, política y económica, así

128
como del cumplimiento de la normas democráticamente aceptadas; la
violencia es un proceso de reajuste o transición del atraso al desarrollo
(Elhawary, 2008).
Las citas textuales que se resaltan respecto a este enfoque parten
de los trabajos de García (2008), Elhawary (2008), Barón Porras (2008)
y Gómez Hernández (2009). En el trabajo de García (2008), si bien no
se mencionan de manera directa los aspectos políticos, económicos y
sociales en relación con la paz, se habla de la participación ciudadana
en la planeación. “El enfoque de paz en los planes de desarrollo propone
que desde el componente programático y con coherencia presupuestal
se formulen acciones para la resolución y prevención de los conflictos
identificados participativamente” (p. 223). Otra cita que abarca las
ideas de este enfoque conceptual sobre la paz es rescatada del trabajo
de Elhawary (2008), donde se plantea que “sin una paz sostenida, no
habrá desarrollo social y económico. A su vez, sin un desarrollo social
y económico y democracia, la paz será difícil de consolidar” (p. 89). En
el trabajo de Barón Porras (2008) se hace referencia a una agenda de
estrategias de orden cultural, institucional, social y político con distintos
contextos para abordar el conflicto.

La paz negativa y paz positiva

En el nivel teórico, cinco investigaciones hacen referencia a las


Producción científica colombiana 2000-2015

ideas de Galtung, como son García (2008), Ibarra Melo (2011), Rettberg
(2003), Moreno Parra (2014), Álvaro Rodríguez (2007), Barón (2008) y
Roldán Vargas, Nayrobis Giraldo, Correa Ospina y Sánchez Palacio
(2014). En concreto, aunque no siempre se habla de manera directa de la
violencia estructural, se hace alusión a la importancia de las estructuras
estatales y territoriales, así como de su papel en los procesos de paz, la
formulación de planes de desarrollo y agendas de paz.
Por su lado, se remiten a Galtung para hablar sobre la solución
no bélica de los conflictos. Abordan la acción colectiva y su influencia

129
para abordar la violencia estructural y cultural, considerando necesaria
la organización estratégica de los actores comunitarios. Rettberg (2003)
reconoce específicamente la violencia estructural ejercida desde las
instituciones y que se expresa a través de situaciones como la pobreza,
inequidad y exclusión social. Se habla sobre la fundamentación del
desarrollo territorial desde la formulación de planes de desarrollo, con
base en la participación ciudadana y la identificación de necesidades
de la población, de modo que la violencia estructural se soluciona a
partir de la participación de la sociedad civil. En los trabajos de Moreno
Parra (2014) y Álvaro Rodríguez (2007) se define la paz positiva como
la ausencia de manifestaciones violentas, resultado de procesos de
construcción de paz en el marco de una perspectiva del régimen político
multipartidista, incluyente y democrático, que además contempla la
descentralización.
Otro trabajo cuya fundamentación teórica se presenta acorde a
los aportes de Galtung es el de Barón (2008), que distingue la violencia
directa a través del desplazamiento, actos violentos y enfrentamientos
armados. Finalmente, a pesar de que el trabajo de Roldán Vargas et al
(2014) se enfoca más hacia la parte educativa, se resalta la importancia
de las entidades promotoras de la paz para trabajar sobre la violencia
estructural y cultural propia de un país como Colombia.
En el nivel de resultados, en términos generales los estudios
resaltan la importancia de la base estructural de los conflictos y el reto
alrededor de la participación colectiva y civil con las entidades estatales
Producción científica colombiana 2000-2015

y organismos especializados, aunado a modelos de comunicación que


permitan mejorar los procesos estructurales. El trabajo de Moreno Parra
(2014) expone que la violencia política (o estructural) ha restringido
las bondades de la democracia al convertirla en un mecanismo de
perpetuación de vicios que conducen a la dominación y exclusión. El
trabajo de Rodríguez (2007) trata sobre la violencia directa ejercida por
los grupos paramilitares en Colombia y su penetración en instituciones
nacionales como el Senado y la Cámara de Representantes, que
desencadenó en la violencia estructural y cultural entre 2002 y 2006,

130
con consecuencias como la apropiación de rentas del presupuesto
público, espacios en el poder legislativo, nombramientos burocráticos y
su influencia en las elecciones y decisiones del aparato judicial.
En los resultados del ejercicio investigativo de Barón (2008) se
plantea la superación del conflicto a través de la buena gestión y la
participación de actores y la sociedad civil afectada; es decir, en los
procesos de solución del conflicto las entidades no se pueden desentender
de la participación de la sociedad y, en especial, de los grupos afectados.
Por su parte, sobre la solución de la violencia estructural, en el trabajo
de Roldán Vargas et al (2014) se afirma que la participación de
organizaciones no gubernamentales en iniciativas de paz es más activa
y duradera que la de entidades estatales.
Sumado a los anteriores aportes, Gómez Hernández (2009)
resalta la violencia estructural que se vive en Colombia a través de las
políticas estatales que dan especial prioridad a los intereses de empresas
trasnacionales energéticas, mineras y agroindustriales, mostrando
que el despojo de tierras no es consecuencia exclusiva de la acción
violenta por parte de grupos armados al margen de la ley. Finalmente,
en los resultados del trabajo de Vallejo (2006) se concluye que la
descentralización representa uno de los caminos para la construcción
de la paz, por cuanto hace frente a los problemas estructurales del país.
Sobre los aportes encontrados en los artículos de investigación
respecto al concepto de paz, se resaltan los artículos de Pérez Garcés et
al (2011), Rettberg (2003), Fernández y Ramírez Gaona (2008), Moreno
Producción científica colombiana 2000-2015

Parra (2014), Álvaro Rodríguez (2007), Roncancio Jiménez (2014),


Insuasty Rodríguez et al (2013), Hernández Pulgarín (2011), Martínez
Herrera (2012), Gómez Hernández (2009), Gómez Tatis (2013) y
Montoya Arango et al (2014).
Dichos aportes se enfocan en la necesidad de estructurar y
fortalecer espacios de participación e inclusión ciudadana de manera
abierta (Fernández & Ramírez Gaona, 2008) para la construcción de
la paz, de modo que se logre su influencia en el diseño de políticas,
planes de desarrollo y agendas de paz que aborden los problemas de paz

131
estructural existentes en el país, considerando que la paz implica justicia
y bienestar para todos (Pérez Garcés et al, 2011; Rettberg, 2003), en
escenarios donde los intereses colectivos primen sobre los intereses de
las élites empresariales y trasnacionales (Insuasty Rodríguez et al, 2013).
Se reconoce además la violencia estructural como base de la violencia
directa (Montoya Arango et al, 2014), encontrando la participación
de los grupos paramilitares y su dominación sobre la población civil
mediante mecanismos violentos y el clientelismo para el control de la
institucionalidad en los niveles municipal, departamental y nacional
(Álvaro Rodríguez, 2007). Se identifican como formas de violencia
directa y estructural el desplazamiento forzado y la migración del campo
a la ciudad Hernández Pulgarín (2011), la afectación de las condiciones
de vida de la población civil (Gómez Tatis, 2013) y la imposición de
figuras paradigmáticas (Martínez Herrera, 2012)
Con respecto a Galtung como uno de los autores referentes en los
temas de construcción de paz, López Becerra (2011) se refiere a la paz
positiva como el enfoque más viable para la prevención y superación de
los conflictos; Gómez Hernández (2009) retoma la violencia estructural
y la forma como puede ser tratada en Colombia frente a los procesos
de restitución de tierras, y los inconvenientes de los mismos en materia
legal asociados a la presión de grupos armados ilegales e intereses
económicos de empresas multinacionales de los sectores minero,
energético y agroindustrial.
Han tomado citas textuales del autor García (2008), Moreno y
Producción científica colombiana 2000-2015

Parra (2014), Arias Hurtado (2013), Roldán Vargas et al (2014), Gómez


Hernández (2009) y Vallejo (2006). Aparece como elemento común la
necesidad de generar espacios de participación ciudadana para trabajar
sobre los problemas de violencia estructural. Así por ejemplo, se resalta:

El enfoque de paz en la formulación de los planes de desarrollo


parte básicamente de la identificación y análisis participativo de
aquellos conflictos que generan violencias en los municipios y que
pueden ser resueltos, tramitados, mitigados y/o prevenidos de

132
una manera adecuada a partir de acciones que son identificadas
por los diferentes actores de la planeación y expresados como
una agenda de paz en el plan de desarrollo. (García, 2008, pp.
216-217)

Por otra parte, en el trabajo de Moreno Parra (2014) la violencia


estructural se relaciona con la violencia política del Estado, definida
como aquella violencia “ejercida por el sistema político paritario
dominante, instaurado e instalado en el Estado colombiano en forma
de régimen político institucional bipartidista y excluyente” (p. 205).
En un sentido más crítico, en el trabajo de Arias Rodríguez
(2008) se plantea la falta de compromiso de la población civil en la
participación para la resolución de conflictos, dando prioridad a la
solución de necesidades inmediatas de supervivencia. De manera
concreta se expone:

A pesar de las disposiciones de la ley, se evidencia que en


Colombia los procesos de inclusión y de promoción de la
participación todavía distan mucho de la realidad, se presenta
entonces una paradoja entre lo formal y lo real, mientras que los
promotores de las reformas institucionales impulsan cambios que
buscan nuevas formas de acción gubernamental, judicial y legal,
los ciudadanos avanzan en otra dirección buscando resolver su
supervivencia más inmediata. (Arias Rodríguez, 2008, p. 232)
Producción científica colombiana 2000-2015

Respecto al aporte de Galtung sobre el logro de la paz a partir de


la no violencia, Moreno Parra (2014) expone:

En Colombia no se puede seguir resolviendo el conflicto


político liquidando al adversario. Política y violencia no es la
caracterización de la época actual. Los espacios de superación
del conflicto armado mediante la negociación con los más

133
apropiados en tanto propician construcción de paz a manera de
paz imperfecta. (p. 216)

Respecto a la violencia estructural que se presenta en el territorio


nacional a partir de la política de restitución de tierras y las acciones de
grupos paramilitares, se cita:

La propiedad legal de la tierra, contrario al postulado sobre el


cual se erige la política actual, no parece reducir el incentivo de
los grupos armados ilegales a expulsar la población civil para la
posterior apropiación de la tierra. (Gómez Hernández, 2009, p. 94)

De otro lado, se conoce que los bienes entregados por los jefes
paramilitares supuestamente desmovilizados no alcanzan en
lo más mínimo para crear un fondo de reparación, restitución
de tierras, y por el contrario el marco normativo facilita la
‘legalización’ del despojo perpetrado durante años de acción
criminal. (Gómez Hernández, 2009, p. 95)

Finalmente, el trabajo de Vallejo (2006) menciona las debilidades


de los procesos de descentralización respecto a la violencia estructural
presente en el territorio colombiano.

Si las fracturas estructurales de la sociedad colombiana (las


Producción científica colombiana 2000-2015

causas objetivas de la situación de ‘no paz’) no han desaparecido


con la descentralización, tampoco, como es de esperar, por
influencia de ella, ha disminuido la intensidad del conflicto
armado. (Vallejo, 2006, p. 16).

La descentralización se ha quedado en la ‘fachada’ (en la forma)


de normas y discursos, que no han cambiado los paradigmas
mentales de los ciudadanos. En la práctica de las relaciones

134
intergubernamentales y de los ciudadanos con el estado, ha persistido
la mentalidad y la actitud centralista. (Vallejo, 2006, p. 13)

La paz feminista

Este enfoque de la paz fue el de menor recurrencia en los artículos


analizados. Se destaca el artículo de Serna (2012), que menciona que
la presencia del conflicto en Colombia no es exclusividad de las áreas
rurales, está presente en áreas urbanas del país, caso concreto la ciudad
de Medellín: en grandes sectores históricamente ha existido disputa del
poder territorial protagonizada por grupos en barrios y comunas, en
donde se reconocen grupos paramilitares y bandas criminales (Bacrim).
Acerca de la influencia del género sobre los procesos de paz, se
resalta la cita del artículo de Ibarra Melo (2011), donde se expone:

Las campañas por la paz tienen una deuda con el feminismo,


porque este acerca a las mujeres a la política radical y abre el
debate sobre la dominación, tanto en la vida privada como en la
pública. La experiencia del activismo vinculado a la liberación
femenina popularizó los modos informales de organización
y la teoría y la práctica feminista rechazaron la confrontación
violenta y fortalecieron una cultura de protesta no violenta
apropiada a la actividad por la paz. (Ibarra Melo, 2011, p. 253)
Producción científica colombiana 2000-2015

En este sentido, el activismo que han protagonizado en Colombia


las mujeres víctimas del conflicto armado interno ha sabido aprovechar
la estructura de las oportunidades políticas del escenario nacional, por
medio de propuestas de estrategias y acciones que conllevan alianzas
con distintos tipos de organizaciones. Finalmente, Pérez Garcés et al
(2011) hacen referencia a los conflictos socioambientales y su análisis
para la promoción de políticas orientadas por principios de justicia,

135
equidad, participación, inclusión, transparencia, entre otros, enlazados
también con los aportes de Shiva (1988).

La paz holística o Gaia

En el nivel teórico, en este enfoque se identifican los aportes


realizados por los trabajos de Pérez Garcés et al (2011), Smoker y Groff
(1996), Dreher (1990) y Macy (1991), que refieren los conflictos de ser
humano con la naturaleza, reconocidos como conflictos ambientales y
socioambientales. Se destaca en estos cómo el crecimiento de algunas
economías genera conflictos socioambientales. Frente a la conservación
de la biodiversidad, el conflicto ambiental se produce tras la tensión
de la estabilidad histórica lograda entre una comunidad y su hábitat,
consecuencia de la acción de agentes extraños que alteran o pretenden
alterar las relaciones preexistentes entre la comunidad y su ambiente,
o bien, cuando la comunidad decide modificar su vinculación con el
ambiente afectando los intereses de otros.
En relación con los hallazgos, los trabajos de Insuasty Rodríguez
et al (2013), Ibarra Melo (2011) y Pérez Garcés et al (2011) comparten
ideas de este enfoque. En primer lugar, Insuasty Rodríguez et al (2013)
tratan el tema de la debilidad institucional en Colombia respecto a los
recursos naturales, en línea con los aportes de Smoker y Groff (1996),
Dreher (1990) y Macy (1991), haciendo énfasis sobre las legislaciones
Producción científica colombiana 2000-2015

y políticas que permiten el otorgamiento de títulos mineros en áreas


ambientales estratégicas, sin considerar los efectos e impactos en los
niveles social, ambiental y económico en el corto, mediano y largo
plazo. En segundo lugar, Ibarra Melo (2011) aborda el tema de la mujer
como víctima, en línea con los aportes de Shiva (1988), resaltando
su capacidad de organización y de dar respuesta a sus necesidades y
las de sus hogares, así como la lucha por sus derechos tanto políticos
como sociales.

136
Sobre los aportes encontrados al concepto de paz, el artículo de
Arias Rodríguez (2008), si bien no hace referencia concreta al tema
ambiental, considera la importancia de la participación ciudadana en
la formulación, seguimiento y evaluación de los planes de desarrollo en
el nivel municipal.

La paz interna y externa

Según la teoría de Boff (2007), la paz se relaciona con la


convivencia, el respeto, la tolerancia y la sensibilidad para con los
semejantes. En esta línea, en el artículo de Sánchez Cardona (2010)
la fundamentación teórica abarca los temas de educación para la paz,
cultura de paz, valores y virtudes para la paz.
Desde los hallazgos de los trabajos de Ospina-Alvarado,
Carmona-Parra y Alvarado-Salgado (2014), Toro Bedoya (2015),
Barón Porras (2008), Roldán Vargas et al (2014) y Sánchez Cardona
(2010) se considera la educación para la paz como transformadora de
las realidades violentas en entornos de convivencia y vida digna (Toro
Bedoya, 2015); se destaca la importancia de la formación en valores y la
estructuración de normas a partir de una política comunitaria enfocada
en la participación política y comunitaria que abran espacios y procesos
de comunicación para actuar y mejorar la realidad del conflicto (Herrera
Arango & Uruburu Gilède, 2009). Por su parte, Barón (2008) resalta la
Producción científica colombiana 2000-2015

gestión organizada de actores de la sociedad civil para lograr la paz.


Frente a los aportes al concepto de paz desde el presente enfoque,
para Ospina Alvarado et al (2014) la paz representa una posibilidad
para la promoción de potencialidades individuales y relacionales a
nivel afectivo (con capacidad para quererse a sí mismo y a los demás),
creativo (transformación del conflicto, evitando que este termine en
violencia o agresión), ético (sobre la capacidad para tomar decisiones
justas), comunicativo (las conversaciones y la participación permite la
construcción desde la diversidad) y el potencial político (la apertura

137
de espacios de participación ciudadana). Por su parte, Toro Bedoya
(2015) considera que el concepto de paz tiene que ver son su relación
frente a la vida digna, igualdad, el respeto de los derechos y deberes
humanos. Finalmente, el trabajo de Roldán Vargas et al (2014) plantea
que la paz es concebida y promocionada por los niños y jóvenes desde
su sensibilización e interiorización de criterios y principios pacifistas,
sustentados en el reconocimiento del otro y valores como el amor, el
perdón y la reconciliación.
Relevantes fueron considerados los aportes de los trabajos de
Roldán Vargas et al (2014) y Sánchez Cardona (2010), para quienes las
iniciativas de paz desarrolladas con población infantil y juvenil afectada
por el conflicto deben tener en cuenta fundamentaciones éticas y
filosóficas que permitan su sensibilización y preparación como agentes
receptores y generadores de paz. Consideran además la conveniencia
de que en cualquier programa pedagógico y socializador que constituya
una iniciativa de paz se tengan en cuenta los aciertos e insuficiencias de
experiencias institucionales anteriores, con el fin de mejorar la apuesta
que en ese sentido se pretenda desarrollar. Asimismo, se relaciona la
formación de una cultura de paz con una cultura de la verdad como
objetivo de todos los estamentos de la sociedad y como valor a desarrollar
en las instituciones educativas del país.
Finalmente, se resaltan citas textuales que guardan relación con
la formación en valores para la paz. Es de considerar la problemática
presentada por Ospina Alvarado et al (2014) en cuanto a que se
Producción científica colombiana 2000-2015

diagnostique la gestación y el desarrollo de actitudes guerreristas y


bélicas en niños y jóvenes bajo influencia de la guerra. Por su parte, del
artículo de García (2008) se resalta la importancia dada a los valores,
por cuanto expone que “una cultura de paz implica una triangulación
entre elementos teóricos - análisis de conflictos-, hechos -acciones de
paz- y valores -democracia, participación, respeto” (p. 223). No menos
importante es la cita de Sánchez Cardona (2010):

138
Según las teorías del aprendizaje, entre más temprano en el
desarrollo humano se inicie dicha formación, se conseguirán
mejores procesos de paz en la sociedad; por consiguiente, el
papel de los padres, la escuela y las demás instituciones sociales,
es muy importante en este proceso de formación (p. 150).

Educación para la paz

Desde esta postura se evidencian grandes posibilidades para la


construcción de la paz. Conservando la cercanía con algunos de los
desarrollos conceptuales, se perciben otras versiones en las apuestas
derivadas de las comunidades científicas nacionales que soportan y
posibilitan dichos procesos.
Una versión que surge de la revisión desde esta orilla se relaciona
con la responsabilidad y capacidad que se otorga a los sujetos como
constructores de paz en el marco de la interacción entre los mismos,
mediada por los contextos sociales e históricos desde los cuales emerge.
Así, la paz se concibe como la posibilidad de promover los potenciales
individuales y relacionales desde la educación.
A continuación se describen precisamente las capacidades que se
fortalecen en esta apuesta:
Producción científica colombiana 2000-2015

139
Tabla 10. Productos de generación de nuevo
Capacidad Descripción
conocimiento
Educación para
la paz y sus En la cual los • Ibarra Melo, M. E. (julio-diciembre
seres humanos son de 2011). Mujeres, verdad, justicia y
capacidades
capaces de quererse reparación en Colombia. Universitas
Humanística(72), 247-273.
a sí mismos, de
querer a las personas
Afectiva • Roldán Vargas, O.; Nayrobis Giraldo,
cercanas, pero
Y,; Correa Ospina, N.; Sánchez Palacio, F.
también a aquellas (2014). Apuestas por la paz: iniciativas con
lejanas y con quienes niños, niñas y jóvenes de Medellín. Revista
no se relacionan Anales, 14, (1), 31-49).
directamente.

• López Becerra, M. H. (2011). Teorías


para la paz y perspectivas ambientales del
desarrollo como diálogos de imperfectos.
Revista Luna Azul, (33), 85-96.
Desde la cual es
posible tomar • Rettberg, A. (2003). Diseñar el futuro:
una revisión de los dilemas de la
decisiones justas,
construcción de paz para el posconflicto.
Creativa desde el interés
Revista Estudios Sociales Uniandes, 15-28.
común y no solo
desde su bien • Sánchez Cardona, M. (2010) La
personal. educación para la paz en Colombia:
una responsabilidad del Estado Social
de Derecho. Revista Via Iuris, (9), julio-
diciembre, 141-160.
Producción científica colombiana 2000-2015

• Ospina-Alvarado, M. C., Carmona-


Desde la cual las Parra, J. A., y Alvarado-Salgado, S. V.
conversaciones (2014). Niños en contexto de conflicto
armado: narrativas generativas de paz.
generativas aportan
Comuni- Infancias imágenes, 13 (1), 52-60.
a la construcción
cativa
desde la diversidad • Toro Bedoya, G. (2015). Aproximación
y no a la destrucción a un modelo de comunicación para el
de la diferencia. desarrollo y la paz en contextos vulnerables.
Estudios Políticos (46), 125-146.

140
Productos de generación de nuevo
Capacidad Descripción
conocimiento
• Arias Rodríguez, G. M. (2008). Planes de
desarrollo con enfoque de paz e inclusión de
los objetivos de desarrollo del milenio (ODM):
implicaciones de los actores gubernamentales,
sociales y el acompañamiento de la
cooperación internacional. Revista Ánfora,
15(25), 232-243.

• Barón Porras, L. F. (2008). Estudios de


Con la que es caso sobre buenas prácticas para superar
posible construir el conflicto en el Valle del Cauca. Informe
y transformar con del Centro de Investigación de la Facultad
otros, construyendo de Derecho y Ciencias Sociales de la
Política
conjuntamente Universidad Icesi y PNUD. 217-226.
escenarios de
participación y • García, C.J. (2008). El enfoque de paz
ciudadanía- en los planes de desarrollo y algunas
consideraciones sobre la planeación y la
gestión pública en el Eje Cafetero. Revista
Ánfora, 15(25), 215-229.

• Villa Arango, V.A. (2013). Incidencia de


la dinámica socioeconómica y el conflicto
sociopolítico en el oriente de Caldas a
finales del siglo XX e inicios del siglo XXI.
Producción científica colombiana 2000-2015

Teniendo en cuenta estas orientaciones, y reconociendo las


inmensas posibilidades que tienen los sujetos en la construcción de paz,
los desarrollos conceptuales y las comunidades científicas nacionales
reconocen la importancia de pensarse estos procesos con la gente, desde
la gente y para la gente. Es decir, diseñar estrategias de construcción de
Paz desde abajo, donde las comunidades sean escuchadas y reconocidas
como sujetos históricos que habitan una región o un territorio en el
marco de sus realidades y necesidades. En este orden de ideas, se resalta

141
la importancia de la acción colectiva en los procesos de construcción
de paz y se exalta el trabajo adelantado por las organizaciones de la
población civil y su participación ciudadana como garantes de la paz.
En términos de formación y valores, Gómez Hernández (2009)
considera la necesidad de la articulación entre el hogar y la escuela
en sus propósitos formadores de paz. Esta condición tiene, según el
autor, un alto impacto en la convivencia pacífica entre los niños y sus
familias, la escuela y sociedad en general. De esta manera, se afirma
que la educación para la paz debe fundamentarse en la confrontación
de escenarios problemáticos, inculcando valores de funcionamiento
democrático, democracia, pensamiento crítico y habilidades para
la resolución de conflictos como alternativas pacíficas en casos de
violencia en todos los entornos cotidianos. La educación para la
paz es considerada como una cuestión de corresponsabilidad para
todo profesional de la educación, desde la escuela básica hasta las
instituciones de educación superior.
Continuando con la línea de la gestión pública y su relación
con los procesos de construcción de paz, se hace indispensable para la
comunidad científica nacional pensarse los procesos de planificación
para el desarrollo en clave de paz, con el fin de dar cuenta, entre
otros asuntos, de la necesidad y pertinencia de construir planes de
desarrollo locales con enfoque de paz con el concurso del Estado y la
sociedad civil.
Desafortunadamente los resultados de las reflexiones para el
Producción científica colombiana 2000-2015

caso colombiano dan cuenta de las deudas que tienen los procesos
de planificación en la construcción de la paz. Frente a esta situación
y los argumentos que la soportan, la comunidad científica nacional,
en consonancia con los referentes conceptuales, propone incorporar
de manera real y sistemática el enfoque de la paz como metodología
dirigida a apoyar los requerimientos de las regiones y de los territorios
en los planes de desarrollo, con las agendas de paz como un insumo
para los mismos. De igual manera, sugiere reconocer la importancia
de la participación ciudadana como un agente activo y garante de paz

142
en el proceso de seguimiento y evaluación de los planes de desarrollo
municipal, pues al respecto considera que:

Participar del proceso de planeación del futuro, implica que


cada uno de los actores reconozca el papel protagónico que debe
desempeñar en dicha construcción, planear el futuro implica
no solo reflexionar el bienestar para sí, sino también para el
colectivo que se representa y para la comunidad para la cual se
trabaja. Actores gubernamentales, de la sociedad civil, y de la
cooperación se implican en un proceso que permita profundizar
la democracia, promover la participación y los mecanismos de
empoderamiento para la resolución adecuada de sus conflictos
y para la solución de las necesidades materiales y simbólicas.
Cobra sentido entonces el planteamiento que se hace desde la
psicología comunitaria que los ciudadanos y ciudadanas no
pueden ser solo objeto de la intervención o de la beneficencia,
sino actores fundamentales en la construcción de sociedad.
(Arias Rodríguez, 2008, p. 245)

De igual manera, la comunidad científica nacional y los resultados


de sus investigaciones, que coinciden con el cuerpo teórico, otorgan
importancia significativa a los procesos de construcción de paz a los
temas asociados con la educación y la comunicación para la paz. En
este sentido, la reflexión sobre la educación para la paz se centra en
Producción científica colombiana 2000-2015

despejar interrogantes como:

• ¿El Estado colombiano cumple con el mandato constitucional de


educar para la paz?
• ¿Cuáles políticas, leyes o programas ha implementado el Estado
en su responsabilidad constitucional de educar para la paz?
• ¿Cuáles lineamientos pedagógicos, temáticos, conceptuales y
prácticos debe implementar el Estado hacia la concreción de una
educación para la paz?

143
En este sentido, se percibe entonces una coincidencia plena entre
los hallazgos derivados de las reflexiones y el cuerpo teórico cuando
sustentan que los programas pedagógicos y socializadores de iniciativas
de educación para la paz se fundamentan en los principios de la
alteridad, el reconocimiento de la existencia del otro, la socialización
del sufrimiento compartido y la reconciliación en perspectiva del otro
concreto, mediante la cual se definen las relaciones como privadas, no
institucionales, relativas al amor, el cuidado, la amistad y la intimidad.
De la misma forma, consideran que entre más articuladas estén
las relaciones entre el hogar y la escuela en sus propósitos formadores de
paz, mayor será el impacto en la promoción de la convivencia pacífica
entre los niños y sus familias, los niños y la escuela y la sociedad en
general. En la lógica institucional conciben que:

El valor de la paz es claramente una de las directrices del sistema


educativo colombiano. Sin embargo, permanece aún en un nivel
de abstracción y en delineamientos axiológicos. Asimismo no ha
merecido un análisis investigativo profundo sobre su capacidad
para concretarse y transformar la violencia estructural que
prevalece en diferentes niveles en el país. (Sánchez Cardona,
2010, p. 142)

Una educación para la paz debe fundamentarse entonces en la


confrontación de los escenarios problemáticos a partir de la inculcación
Producción científica colombiana 2000-2015

de los valores del funcionamiento democrático, la participación, el


pensamiento crítico, las habilidades para la resolución de conflictos,
los cuales se constituyen en alternativas pacíficas para afrontar las
manifestaciones de violencia en los hogares, la escuela y la sociedad
en general.
De la misma manera, las reflexiones sobre la comunicación
como estrategia para la construcción de paz derivan en concebirla
como herramienta que facilita dinámicas para la configuración de
escenarios que permitan la interacción comunitaria e institucional, que

144
abren espacios para la participación orientada a la transformación de
realidades violentas en entornos de convivencia y vida digna23.

Miradas convencionales y alternativas del desarrollo

A continuación se presenta un análisis alrededor de los enfoques


del desarrollo más influyentes y los autores considerados en recientes
estudios en Colombia. Este se realiza a partir del cruce de la información
registrada en los RAE en términos de fundamentación teórica,
resultados, aportes al concepto de desarrollo, apuntes, comentarios y
citas textuales.
Para la organización de la información se recurrió a la
elaboración de una matriz, en la cual se clasificaron los enfoques y
aportes teóricos sobre el desarrollo y se reconocieron los estudios que
en su contenido consideraban los mismos. Valga aclarar que los RAE
se identificaron por números consecutivos, proceso que facilitó la
elaboración de la matriz.
Como se reporta en la tabla, todos los enfoques sobre el desarrollo
fueron abordados, siendo el enfoque ambientalista el de mayor
recurrencia, con un total de 18 artículos; en segundo lugar apareció el
enfoque del desarrollo a escala humana y las necesidades básicas, con
16 artículos, y el enfoque dependentista, con 13 artículos. El enfoque
menos considerado en los estudios analizados fue el de libertad y
Producción científica colombiana 2000-2015

capacidades, con solo 5 artículos haciendo referencia al mismo.

23 Se recomienda al lector interesado en conocer las revistas colombianas, grupos


de investigación colombianos, centros de investigación colombianos y redes de interés de la época
asociados al concepto de paz, ver anexos referidos.

145
Enfoque moderno del desarrollo

Del total de los artículos analizados, ocho realizaron


planteamientos asociados al enfoque moderno del desarrollo. Dos de
los autores se apoyaron en las ideas de Rostow y Peeman. En primer
lugar, Álvarez y Rendón (2010) mencionan la capacidad de las regiones
competitivas para el logro del crecimiento productivo y el aumento en
el nivel de ingresos de la población, idea que concuerda con los aportes
de Rostow (1960) en la exposición de la quinta etapa del desarrollo.
En el campo de los resultados, García (2013) expone la importancia
de entender la manera como el colectivo se constituye en un espacio
organizativo de resistencia a procesos de desarrollo y modernización
de la región, idea que puede ser analizada desde la teoría de Rostow
(1960) sobre los procesos o etapas de las sociedades hacia el desarrollo,
considerando la fase de despegue (superación de resistencias con la
tecnología, expansión industrial, e inversión de nuevos empresarios) y la
fase de marcha hacia la madurez (en donde la economía pugna por la
extensión de la tecnología moderna).
Para este caso, García (2013) identificó que las organizaciones
sociales tales como consejos comunitarios y otras de tipo étnico
territoriales se constituyen en espacios de discusión y de generación
de alianzas para trabajo colaborativo en favor del desarrollo. Los
postulados de Rostow también se encuentran contenidos en el trabajo
de Hernández Pulgarín (2010), al considerar el desarrollo como un
Producción científica colombiana 2000-2015

proceso y sucesión de estados que tienen que ver con la capacidad


material de producción de bienes y servicios. Finalmente, Castro Gil y
López Giraldo (2011) hacen alusión a la quinta etapa del proceso para
el desarrollo expuesta por Rostow (1960), que considera los factores
de productividad y crecimiento económico como la capacidad de las
personas para el alto consumo de bienes y servicios tales como salud,
educación, nutrición y la mejora de la calidad de vida de las personas.
Tres autores coincidieron con los fundamentos del enfoque
moderno. Al respecto se resalta el trabajo de De Arco Ballesteros y

146
Vergara Durán (2012), quienes hacen mención al impulso económico
generado por las actividades extractivas minero-energéticas y la
atracción de la inversión extranjera directa que la industria y la minería
generan, lo que concuerda con los aportes teóricos de Rosenstein
(1943), quien afirma que el desarrollo se logra por medio de la atracción
e inversión de capitales. Nótese que aunque los recursos ambientales
son considerados por el autor, este no da importancia al cuidado o la
preservación del medio ambiente, lo que descarta el apoyo de cualquier
aporte teórico sobre el desarrollo de tipo ambientalista.
Relacionado también con el enfoque moderno del desarrollo,
Hernández Pulgarín (2010), identificó para la ciudad de Pereira un
proceso de desarrollo sustentado en la actividad comercial, logrando su
posicionamiento regional como centro de producción y comercio. Este
proceso es sujeto de ser evaluado bajo la teoría de Rostow (1960).
Entre las citas textuales que evidencian este enfoque, se plasma
la contenida en el texto titulado Formulación de una propuesta de política
de ordenamiento territorial para la articulación subregional de los municipios de la
corona central del Quindío (Torres Hernández et al, 2009), donde se expresa:

Se encuentra un territorio con grandes contradicciones para el


desarrollo, que se expresan en términos de una gran cantidad
de ventajas comparativas, frente a una baja construcción de
ventajas competitivas (decisiones sobre el desarrollo) que no han
permitido gestionar adecuadamente procesos de desarrollo,
Producción científica colombiana 2000-2015

y por el contrario expresan en un deterioro de las condiciones


y posibilidades de desarrollo para Armenia y el Quindío.
Igualmente la contradicción se evidencia en la existencia de unos
valores representativos de nuestra cultura (generadores de capital
social) y que han sido puestos a prueba como el emprenderismo
y la resiliencia, frente a una notoria desarticulación institucional
representada en la individualidad que caracteriza a nuestra
sociedad y la incapacidad (no generalizada) de trabajo colectivo

147
frente a procesos de impacto en el desarrollo social, económico y
territorial. (pp. 172-173)

La cita anterior comparte la idea de la teoría desarrollada por


Peemans (2002) sobre la participación simultánea del sector moderno
y el sector tradicional en el camino hacia el progreso, puesto que
muestra claramente cómo los valores culturales, el emprendimiento,
la individualidad y la incapacidad de trabajo colectivo actúan como
fuerzas contrarias en el proceso de desarrollo del departamento del
Quindío.

Teoría del cambio social

Sus aportes teóricos fueron considerados en ocho artículos de


investigación, especialmente en la parte de fundamentación teórica
y de resultados, siendo los aportes de Talcott Parsons los de mayor
influencia en la producción científica analizada, y en segundo lugar
Emile Durkheim.
En el plano teórico, Álvarez & Rendón (2010) refieren la forma
como la política sirve de herramienta para facilitar el camino hacia el
desarrollo. En concreto, expresan que las políticas públicas posibilitan la
unión de las lógicas sectoriales con las lógicas territoriales, de modo que
se evita la verticalidad de lo sectorial como condicionante del desarrollo
Producción científica colombiana 2000-2015

de los territorios. Así mismo, Urdinola Hincapié et al (2009) consideran


la postura de Parsons sobre la interacción de los agentes del sistema
como imperativo del sistema funcional comprometido con el desarrollo,
considerando la red de relaciones construida entre lo institucional social,
cultural, legal y político en respuesta al reconocimiento de la necesidad
de interdependencia entre ciudad y región.
Los aportes de Parsons (1966) son relevantes en los trabajos de
Ríos (2008), Álvarez & Rendón (2010) y Urdinola Hincapié et al (2009),
al poner de relieve la importancia de la interacción entre agentes, entre

148
las partes, como imperativo funcional del sistema en camino hacia el
desarrollo, al igual que la importancia de la existencia de compatibilidad
estructural entre los sistemas, el fomento y participación de los actores
el marco de los valores y normas que permiten que los intereses de los
individuos se encaminen hacia los intereses generales de la sociedad. Se
resalta el trabajo de Urdinola Hincapié et al (2009) frente al rol de los
tomadores de decisiones alrededor de un sistema de transferencias que
posibilita la convergencia de los procesos de crecimiento y desarrollo
local hacia propósitos de orden regional, nacional o de integración.
Otro de los autores de referencia en este enfoque, Durkheim
(1987), considera que el desarrollo puede ser alcanzado, sin que ello
implique el resquebrajamiento de las estructuras sociales. Además,
presenta la relación entre desarrollo y educación, siendo la educación
una herramienta para la potencialización de las capacidades y
habilidades que precisa la sociedad para su desarrollo. En lo que
respecta al primer aporte de Durkheim (2009), García (2013) abarca su
fundamentación teórica expresando que los derechos y las apropiaciones
de las comunidades locales deben guiar el desarrollo, buscando de esta
forma la afirmación de las culturas y sus ambientes.
La educación como determinante es incorporada en los textos
de Álvarez y Rendón (2010) y de Urdinola Hincapié et al (2009), para
quienes los aprendizajes individuales y colectivos favorecen el proceso
de desarrollo. Así mismo, Ríos (2008) en su artículo Descripción de los
avances recientes en desarrollo humano enlaza el problema del desarrollo
Producción científica colombiana 2000-2015

del departamento de Risaralda con la situación educativa del mismo;


el autor recomienda al respecto una mayor equidad en la oferta de
oportunidades educativas.
En la fundamentación teórica, otro de los aportes considerados
fue el de Germani (1971) en relación con la característica de la economía
expansiva en las sociedades desarrolladas. Sin embargo, esta idea no fue
relevante en los resultados o conclusiones del mismo u otros artículos.
Por el contrario, el aporte de Pye (1963) sobre la relación del flujo de las
comunicaciones y el desarrollo fue considerado por tres autores a nivel

149
de fundamentación teórica, resultados, aporte al concepto de desarrollo,
apuntes y comentarios.
El artículo que mayor relación tuvo con las ideas de Pye (1963)
fue el de Toro Bedoya (2015) con el trabajo titulado Aproximación a un
modelo de comunicación para el desarrollo y la paz en contextos vulnerables. En
dicho trabajo la comunicación fue considerada una herramienta de
educación, transmisión de conocimientos e información, generación de
lazos y establecimiento de relaciones de confianza. Abordó además la
comunicación y su relación directa con el desarrollo humano al servir
como instrumento de transformación social, lo cual se ejemplifica
en ámbitos como juntas de acción comunal, consejos territoriales de
planeación, asociaciones de víctimas, entre otros.
En términos generales, en los resultados investigativos que se
enmarcan bajo las ideas de Pye se expresa que la comunicación puede
conducir al desarrollo de distintas maneras: (i) diferentes organizaciones
pueden promover espacios de discusión en los niveles nacional y
regional; (ii) la comunicación como herramienta para facilitar espacios
de interacción comunitaria e institucional para la participación (Toro
Bedoya, 2015); y (iii) la comunicación para el desarrollo desde los medio
alternativos (Herrera Arango & Uruburu Gilède, 2009).
Entre las teorías desarrolladas bajo el enfoque del cambio social
los autores más influyentes fueron Parsons (1966) y Pye (1963), para
quienes la educación y la comunicación son herramientas de desarrollo;
a partir de estas se promueve la participación de las comunidades y se
Producción científica colombiana 2000-2015

pone el conocimiento al servicio de los intereses de la comunidad. Estas


deben ser desplegadas en entornos que eviten vulnerar la identidad
cultural de los grupos y las comunidades sujeto de la interacción.

Enfoque dependentista

Desde este enfoque teórico, las ideas más influyentes en los


trabajos investigativos fueron las de Cardoso y Faletto (1977), para

150
quienes el desarrollo está condicionado por las relaciones políticas de
crecimiento interno y vinculación externa, en donde el poder define el
nivel de desarrollo. Importantes además los aportes de Sunkel (1970),
cuyas ideas principales fueron: i) la realidad humana en desarrollo, ii) el
desarrollo y subdesarrollo como estructuras interdependientes del mismo
sistema, y iii) el crecimiento endógeno y la capacidad dominante del
desarrollo frente al carácter inducido y dependiente del subdesarrollo.
En primer lugar, los aportes de Cardoso y Faletto (1977) se
registran solo en uno de los trabajos analizados; sin embargo, en cuatro
de los textos se consideran sus ideas en el acápite de los resultados y se
destacan como aportes al concepto de desarrollo.
En los trabajos de Pérez (2010) y Arias Hurtado (2013), se evidencia
que el proceso de desarrollo de la ciudad de Manizales y de municipios
como Marmato en el departamento de Caldas se ve estropeado por
políticas públicas neoconservadoras de participación asistida que
impiden la participación y el liderazgo civil, encontrando conflicto en
las visiones de desarrollo planteadas por los agentes trasnacionales y
gubernamentales frente a las de los agentes comunitarios.
Sobre los aportes al concepto de desarrollo evidenciados, se
destacan los hallazgos en cuatro de los textos analizados que retoman
las posturas de Cardoso y Faletto (1977). Por un lado, Pérez (2010) y
Berdegué et al (2015) refieren las relaciones políticas de crecimiento
interno y vinculación externa, considerando la relación existente entre
economía, política y cultura, en la cual el Estado cumple un papel
Producción científica colombiana 2000-2015

esencial en el desarrollo endógeno. Se menciona la manera como la


información puede ser manejada en beneficio de los entes territoriales
para el diseño de proyectos de desarrollo con participación social.
De otro lado, tanto Arias Hurtado (2013) como Gómez Hernández
(2009) hacen aportes respecto a la manera como los poderes direccionan
el desarrollo a favor de las agencias trasnacionales y dinastías políticas,
dejando de lado las necesidades e intereses de las comunidades. Valga
citar a De Arco Ballesteros y Vergara Durán (2012), quienes exponen que
“los planes de desarrollo minero presentados por los últimos gobiernos

151
en Colombia, así como el Código de Minas, definen al Estado como
un facilitador y fiscalizador de la iniciativa privada en las actividades
extractivas” (p. 931).
En segundo lugar, los aportes teóricos de Sunkel (1970) se
evidencian en la fundamentación teórica, los resultados y aportes
al concepto de desarrollo en cinco de los trabajos analizados. Tanto
Torres et al (2009) como Ospina Carballo et al (2009) consideran la
importancia del desarrollo endógeno como proceso de crecimiento
y cambio estructural, reconociendo las potencialidades locales en
interacción con las dinámicas culturales, sociales y ambientales.
Asimismo, la idea de Sunkel (1970) respecto a la realidad
humana en desarrollo se abarca en los resultados de las investigaciones
de Ríos (2008) y Ospina Carballo et al (2009). Para estos, el desarrollo
es objeto y fin de los individuos, y lo definen como un proceso en el
que se construye una identidad individual y colectiva, resaltando la
importancia de reivindicar al ser humano de forma completa e integral.
Estas ideas se aprecian en los aportes de Ibarra Melo (2011) en Mujeres,
verdad, justicia y reparación en Colombia, en el cual, desde la perspectiva de
género, se hace énfasis en el reconocimiento de la mujer como actor
social participativo en procesos políticos y culturales relacionados con
el desarrollo.
Asociado al enfoque dependentista, se resaltan aportes que
consideran las ideas de Prebisch (2013) sobre el crecimiento de
Latinoamérica hacia adentro a través de la autoinversión y no por la
Producción científica colombiana 2000-2015

inversión extranjera. Abordan estas ideas las investigaciones de Ospina


Carballo et al (2009) y Hernández Pulgarín (2010). Estos asumen el
desarrollo local desde una visión territorial interna que aprovecha los
recursos locales, dando lugar a un tipo de desarrollo orientado por la
actuación de los diferentes agentes socioeconómicos locales, y en el
cual las capacidades de emprendimiento empresarial son fomentadas
permanentemente.
Otros autores menos influyentes en los artículos analizados
fueron Paul Baran, quien considera el subdesarrollo como producto

152
del imperialismo, y Celso Furtado, Aníbal Pinto, Jorge Ahumada,
Juan Noyola, Albert Hischman y Aldo Ferrer, quienes explicaron el
subdesarrollo como consecuencia de las condiciones de desigualdad
en las relaciones económicas y la debilidad de los sistemas de
producción y de estructuras de la periferia. Los trabajos que abordan
los planteamientos referidos fueron realizados en el contexto del
Eje Cafetero, identificando casos de inequidad territorial y la forma
como las multinacionales explotan los recursos mineros del territorio
nacional en favor de los intereses monetarios corporativos (Gómez
Hernández, 2009).

Enfoques Ambientalistas

Bajo el enfoque ambientalista los aportes teóricos de Sachs (1974)


y de la Fundación Dag Hammarskjlod (1975) fueron los más influyentes
en la producción científica en Colombia para el periodo definido. En
primer lugar, valga recordar que Sachs (1974) concibe el ecodesarrollo
bajo la armonización de cinco criterios: i) pertinencia social y equidad
de las soluciones, ii) prudencia ecológica, iii) eficiencia económica, iv)
dimensión cultural, y v) dimensión territorial. Es de aclarar que ninguna
de las investigaciones analizadas tiene en cuenta estos cinco criterios de
manera simultánea.
Por un lado, los trabajos de García (2013) y Arias Hurtado (2013)
Producción científica colombiana 2000-2015

mencionan los problemas de tipo ambiental generados por actividades


mineras y agrícolas, cuyas economías aumentan el nivel de dependencia
para el ingreso de producto. Sobre el criterio de pertinencia social y
equidad de las soluciones se encuentra el aporte de Muñoz Wilches
(2012), que articula el concepto del desarrollo y su relación con la
paz positiva, considerando que la solución de conflictos es posible
mediante la aplicación de principios como bienestar, igualdad, libertad,
participación, solidaridad y dignificación de la existencia de los
individuos y las colectividades.

153
Por otra parte, Sachs (1974) hace referencia a la relación entre
el desarrollo, las políticas participativas, iniciativa, compromiso e
imaginación popular, aspectos también referenciados por autores como
Muñoz Wilches (2012) y Urdinola Hincapié et al (2009), destacando la
importancia de la participación social activa en la planeación local y
regional. La siguiente cita rescatada del texto Las dinámicas urbanas en el
corredor Tuluá-Cartago da cuenta de lo planteado:

Buena parte de la tarea está en dar un nuevo sentido a la


asociatividad y una más ágil dinámica a los procesos de
organización social, llenando de contenidos y de propósitos
pertinentes, de legitimidad, de responsabilidades y de
compromisos reales a las organizaciones de la sociedad civil, con
un nuevo esquema de distribución de responsabilidades sociales
que coloque a la sociedad civil como el principal agente del
proceso de cambio social. (Urdinola Hincapié et al, 2009, p. 103)

Nótese que en la cita anterior, complementarios a la participación


de la ciudadanía se consideran los compromisos reales y la distribución
de responsabilidades, asignando a los actores civiles roles determinantes
en los procesos del desarrollo, más allá de su participación marginal
en actividades de diseño y de una posición de juzgamiento y reclamo
permanente.
Otros aportes teóricos de enfoque ambientalista se reconocen a la
Producción científica colombiana 2000-2015

Fundación Dag Hammarskjlod. En primer lugar, sus aportes al concepto


del ‘otro desarrollo’, resultado de la no conformidad con la sociedad
de consumo, denominado como sobredesarrollo y maldesarrollo. Solo
Martínez Herrera (2012) aborda en su fundamentación teórica un
análisis de los trabajos de José María Tortosa, Pierre Bourdieu y Arturo
Escobar en relación con el neoliberalismo, el desarrollo no planificado
y la vulneración de los derechos humanos. Por otro lado, se rescatan
los trabajos de Martínez Herrera (2012), Herrera Arango y Uruburu
Gilède (2009), en los cuales se discute la manera como el concepto de

154
maldesarrollo nace de una lectura economicista del concepto en cuestión,
cuyo paradigma parte de una relación directamente proporcional con el
PIB, desconociendo los aspectos cultural y ambiental y las desigualdades
sociales. De esta manera, se hace referencia a otros investigadores que
abordan un desarrollo alternativo, integral, sinérgico y humano, que se
aparta de los modelos económicos tradicionales.
En segundo lugar está el aporte de la Fundación Dag
Hammarskjlod sobre los principios del Otro Desarrollo en términos de
la satisfacción de las necesidades, el carácter endógeno y autónomo, la
armonía con el medio ambiente y su requerimiento de trasformaciones
estructurales. Los trabajos analizados no consideran estos principios
de manera conjunta, pero se destacan de manera aislada en la
fundamentación teórica respecto al principio de desarrollo endógeno,
a partir del cual se promueve la competitividad territorial, se motiva la
participación activa de las comunidades locales.
En tercer lugar, pero no menos importante, se resalta su
contribución respecto a que no existe un patrón único de desarrollo, este
difiere de una sociedad a otra. En este aspecto se destacan los aportes
al concepto inmersos en Serna (2012) y Barón (2008), en cuyos textos
aparece la necesidad de visibilizar un desarrollo territorial articulado
con las necesidades estructurales y sociales de cada población. En
otras palabra, el desarrollo se concibe de acuerdo con las situaciones
particulares de los individuos y grupos poblacionales, cuya gestión y
acompañamiento estatal debe posibilitar la edificación de condiciones
Producción científica colombiana 2000-2015

de bienestar según sus proyectos de vida. Este aporte se aborda desde


problemas ambientales (Insuasty Rodríguez et al, 2013), turísticos (Serna,
2012), trabajos con comunidades afectadas por el conflicto armado
interno (Barón, 2008), procesos de urbanización y de explotación de
recursos ambientales (García, 2013).
Importantes en el marco de la indagación fueron además
los aportes de la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (1980) y la Comisión Mundial para el Medio Ambiente
y el Desarrollo, resaltando la cita extraída del texto de Ospina et al

155
(2009), donde se expone la necesidad de un esfuerzo político para que
el desarrollo se proyecte y trascienda al futuro, y las consideraciones del
texto de Castro Gil y López Giraldo (2011) sobre la necesidad de hallar
enfoques y prácticas de desarrollo que admitan la responsabilidad
respecto a las generaciones futuras. Finalmente, los aportes de Meadows
(2006) se alinean con comentarios y citas textuales de los artículos de
Ospina Carballo et al (2009) y Pérez (2010), donde se expresa que
el desarrollo desde abajo es un desarrollo de supervivencia, y que el
desarrollo económico local es un proceso de trasformación orientado a
la superación de dificultades y retos internos.

Enfoque del desarrollo a escala humana


y las necesidades básicas

Se destaca a Touraine como uno de los autores de referencia.


Para este, el desarrollo implica la transformación de actores sociales,
de la política y su relación con el crecimiento económico. Considera de
gran relevancia la influencia de los actores que hacen parte de la arena
social en los temas del desarrollo, más allá del influjo que la política y el
crecimiento económico pueden generar sobre este (1995).
Sobre la manera como la trasformación de los actores sociales
influye en el desarrollo, se resalta la importancia de un papel más
protagónico por cuenta la sociedad civil en temas como los procesos
Producción científica colombiana 2000-2015

de planificación (Álvarez Múnera, 2008), el desarrollo rural y la


manera como los actores pueden incidir a través de acciones y toma
de decisiones (Ángel, 2010), el desarrollo comunitario en procura de
servicios de salud y educación (De Arco Ballesteros & Vergara Durán,
2012); la administración territorial, en la cual los actores sociales
participan en la identificación de causas, consecuencias y soluciones a
situaciones de conflicto (García, 2008); la problemática de los planes
de desarrollo elaborados por actores políticos en beneficios de las élites
corporativas (Fernández & Ramírez Gaona, 2008): el restablecimiento

156
del orden vulnerado por las consecuencias del conflicto armado interno
por medio de la participación conjunta y responsable del Estado, la
sociedad civil y organismos especiales (Barón Porras, 2008); el trabajo
de los individuos y las comunidades en la construcción colectiva de
la paz (Roldán Vargas et al, 2014); la participación ciudadana en el
diseño de políticas que reduzcan los niveles de exclusión (Gómez
Tatis, 2013), la falta de voluntad política (Álvarez Múnera, 2008), el
desarrollo territorial limitado por la falta de voluntad civil a partir de
la individualidad y la resistencia al cambio (Torres Hernández et al,
2009), y la manera como las personas pueden hacer uso del aprendizaje
individual y colectivo para orientar la ruta hacia el desarrollo (Urdinola
Hincapié et al, 2009).
Lo referido en el párrafo anterior permite inferir la aceptación
por parte de los autores vinculados con el ejercicio investigativo de la
necesidad de promover y facilitar la participación activa de la sociedad
civil desde diferentes frentes y temas de tipo social y político.
Por otro lado, los aportes de Streeten (1982) sobre el desarrollo
y las necesidades básicas son referidos de manera aislada y no de
manera integral como el autor lo enuncia. En el trabajo de Ríos (2008)
se aborda la necesidad del trabajo debidamente remunerado mirado
desde la perspectiva de género, haciendo referencia a la desigualdad
de oportunidades. En los trabajos de Ospina Carballo et al (2009) y
De Arco Ballesteros y Vergara Durán (2012) se presentan resultados
sobre problemas de desarrollo territorial en diferentes corregimientos
Producción científica colombiana 2000-2015

del Valle del Cauca y un barrio de la ciudad de Barranquilla a partir


de las limitaciones y mala calidad en servicios como salud, educación,
servicios públicos domiciliarios, infraestructura urbana, agua,
comunicación, atención a la comunidad y medio ambiente. Solo el
trabajo de De Arco Ballesteros y Vergara Durán (2012) hace alusión
a temas relacionados con tiempo libre, oportunidades, espacios de
recreación, valores culturales, entre otros. Se evidenció además que los
ejercicios investigativos incluidos fueron realizados con poblaciones que

157
demandan la satisfacción de necesidades mínimas de primer nivel, de
acceso a servicios y de trabajo.
Solo en tres de los artículos analizados se consideraron los
aportes del PNUD sobre el desarrollo humano y la ampliación de las
oportunidades de los individuos en la libertad política, la garantía de sus
derechos, la relación que debe guardar el cambio económico social con
la calidad de vida y la ampliación de oportunidades de los individuos,
considerando que el objetivo básico del proceso de desarrollo debe ser
el disfrute en una vida prolongada, saludable y creativa. Estos fueron
Ríos (2008), Ospina Carballo et al ( 2009) y De Arco Ballesteros y
Vergara Durán (2012). Por su parte, Hernández Pulgarín (2010) realiza
un aporte teórico que se alinea con los aportes de Max Neef, al discutir
sobre la idea del desarrollo humano como un proceso y una sucesión de
estados que tienen que ver con la capacidad material de producción de
bienes y servicios.

Enfoque de la libertad y capacidades del ser humano

Este enfoque, sustentado en los aportes de Sen (2000), concibe


la libertad como medio y fin del desarrollo. Al respecto, seis de las
investigaciones incluidas en el ejercicio reconocen en sus marcos
teóricos que el desarrollo se enlaza con factores como calidad de vida,
educación, libertades y bienestar. En cuanto a aportes al concepto, 25
Producción científica colombiana 2000-2015

de los investigadores consideran que el desarrollo está influenciado por


las decisiones individuales y políticas sobre las dimensiones ambientales,
sociales y políticas, procurando la ampliación de las libertades de
los individuos para el bienestar en términos de vivir, saber y tener, y
mejorando las condiciones de acceso e igualdad colectiva.
La siguiente cita textual incluye elementos importantes que
integran varias de las visiones que son consideradas por parte de los
autores colombianos en relación con lo que debería ser el desarrollo y
que se apalanca en los aportes teóricos de los autores de referencia:

158
La eliminación de algunos tipo de falta de libertad que dejan
a los individuos pocas opciones y escasas oportunidades para
ejercer su agencia razonada, es decir, para cultivar su hacer
pensando; además, es fundamental el impulso a las capacidades
para proteger la libertad de conciencia, de formar un concepto
del bien, de buscar el sentido propio de la vida, de establecer
vínculos afectivos y de vivir e interactuar con otros, para ser
tratados como seres dignos, con facultades de elección y decisión,
para vivir con libertad el propio desarrollo y la vida que se quiere
vivir. (Toro Bedoya, 2015, p. 129)

Críticas al desarrollo

El enfoque critico fue evidente en nueve de los documentos


analizados. Los teóricos más citados fueron Cardoso y Faletto (1977),
quienes hablan de los instrumentos de poder político y estructuras de
poder para el desarrollo social, político y económico. Al respecto, Álvarez
Múnera (2008), Aranda et al (2008) y Elhawary (2008) cuestionan la
ausencia de herramientas legales para la creación de acuerdos políticos
para el diseño de normas de obligatorio cumplimiento por parte de los
municipios.
A partir de los contextos identificados en el presente ejercicio
investigativo, los aportes críticos de Peemans (2002) respecto al error
Producción científica colombiana 2000-2015

de encerrar las economías populares en un culturalismo estático que


obvie sus trasformaciones, fueron rescatadas en los trabajos de Torres
et al (2009) y Álvarez Múnera (2008), en los cuales expresan que el
desarrollo de las comunidades depende de las particularidades de los
territorios que habitan, y que este se encuentra condicionado además
por elementos endógenos y exógenos de manera voluntaria.
Sobre la participación democrática en los contextos de la paz y
los territorios, Elhawary (2008) y Urdinola Hincapié et al (2009) resaltan
la necesidad de la participación de los individuos para el desarrollo

159
social y económico, debiendo asumir responsabilidades y compromisos
reales, de modo que sea la sociedad civil el principal agente de los
procesos de cambio, y con el Estado actuando de manera proactiva y
no compensatoria.
Solo dos autores apoyaron las ideas de Pablo González Cassanova
sobre el subdesarrollo como producto de la expansión de capitalismo
mundial, y de la CEPAL sobre la intervención del Estado para la
redistribución de la riqueza, la inversión educativa y programas de
asistencia a poblaciones menos favorecidas24.
Producción científica colombiana 2000-2015

24 Se recomienda al lector interesado en conocer las revistas colombianas,


grupos de investigación colombianos, centros de investigación colombianos y redes de
interés de la época asociados al concepto de desarrollo, ver anexos referidos.

160
CO N CLUSIONES
Conclusiones

161
En el análisis de la producción científica en Colombia en el
periodo 2000 – 2015 asociada con las categorías de territorio, paz y
desarrollo y su articulación en al menos dos de ellas como objeto de
investigación, se pudo constatar que la mayoría de los documentos que
cumplieron con el criterio de inclusión referido corresponden a artículos
de reflexión asociados a la práctica de los propios autores.
Esta situación, sin duda, refleja el ejercicio de una práctica que
privilegia el trabajo en contexto, y que si bien reconoce los aportes de
los teóricos más influyentes para cada uno de los casos, se concentra
en comprender los fenómenos asociados con el territorio, la paz y el
desarrollo y no necesariamente en forma articulada, como se evidenció
al pasar de 91 artículos a 54 cumpliendo el criterio de inclusión en la
investigación del estado del arte, diferenciados por categorías asociadas
así: territorio y paz: 18; territorio y desarrollo: 11; paz y desarrollo: 25.
Antes de concluir a partir de cada una de las categorías en forma
independiente, es importante hacer referencia a la emergencia de un
interés significativo por parte de la comunidad académica e investigativa
del país por la articulación en mayor medida de las categorías de paz
y desarrollo, reportadas en 43 de los 54 trabajos. Se evidencia además
que el concepto de territorio asociado a las otras dos categorías presenta
la menor recurrencia, ante lo cual es necesario considerar que, ante la
Conclusiones

multiplicidad de conceptos asociados al territorio, este emerge como


categoría tanto en forma explícita o implícita, al presentarse vinculado
con diferentes espacios físicos naturales o construidos, en términos

162
asociados con las prácticas cotidianas que realizan sus pobladores
o en el marco de sus relaciones de funcionalidad. En todos los casos
se evidencia la relación del territorio con un grupo de actores que lo
apropian en sus diferentes escalas, trasfiriendo a estos una lógicas y
dinámicas propias que hacen de cada uno un escenario único.
A continuación, como ya se ha enunciado, se concluirá tanto
desde la comprensión de las categorías de manera independiente,
como desde la forma como se articulan en el marco de la producción
científica colombiana revisada para el periodo 2000 – 2015. Finalmente
se reportarán algunas conclusiones frente a las limitaciones del estudio.

Desde la comprensión y los aportes teóricos


de las categorías

Categoría de territorio

En la categoría emerge una multiplicidad de términos: escenario,


trasfondo, sustrato, sustento, vida cotidiana, mundo de la vida,
contenedor, recipiente. El territorio existe en tanto exista un actor social
que le reconozca y le dé vida. Representa un símbolo asociado a un
correlato físico. Concepto que tematiza algo existente, algo que está
“inscrito en la cultura”, una realidad que es aprehendida a través del
lenguaje, por medio de las narrativas y códigos25 que lo instituyen.
Su característica multidimensional es relevante en tanto visibiliza
aspectos silenciados del territorio o que no son tematizados con
suficiente fuerza, como sí se hace con el elemento referido al espacio y al
de la construcción del sentido. Esta característica, en términos de Nates,
complejiza el concepto, dando paso a comprensiones interdisciplinarias
Conclusiones

25 Entendidas como las formas en que se califica la experiencia (narrativas) y la


manera como se ordena la experiencia (códigos). Ver Alexander (2000).

163
de su realidad que permiten referirse al mismo en clave de geografía,
sociología, antropología y psicología.
Como acción social asume diversidad de implicaciones. Teórica,
al permitir instalar la discusión de la acción y del orden otrora silenciada
en el significado de territorio; práctica, porque permite partir de
referentes teóricos en la comprensión de lo cotidiano como su telón de
fondo; normativa, porque ancla los sucesos del territorio a un contexto
de vida particular, indicando con ello que aquello que lo delimita es un
juego continuo entre la voluntad expresa del sujeto que lo habita y los
valores y principios que sujetan o definen el marco de referencia.
El territorio, al constituirse a partir de actores que lo reconocen
y se relacionan entre sí, instala un problema en el concepto usualmente
silenciado: la presencia del tiempo. Si bien cada una de las vertientes
exploradas explica que el territorio es en función de las características
que le son inmanentes (espacio y tiempo determinado), la presencia
del tiempo relativo y de si transcurre a través de la cotidianidad no
es frecuentemente referido. Aquí sería útil postular el concepto de
territorio temporal -cercano al término de lugar, aunque diferenciándose
por la escala de referencia y del traslape (superposición) que supone
su existencia en múltiples dimensiones recreadas en el espacio físico
predefinido-, adjetivación que facilita la comprensión del territorio
como representación mental-social coexistente con múltiples territorios
dispuestos en un mismo plano de consciencia.
El territorio como construcción social implica la existencia de
sujetos que otorgan al espacio una connotación de significado adicional.
Supone ahondar en otros elementos usualmente no tematizados en las
definiciones auscultadas: la acción social, teoría relevante en tanto ofrece
la posibilidad de comprender en profundidad qué significa eso de
construcción social. El territorio, más allá de sus características físicas,
está determinado por los significados dados a la experiencia de vida de
quienes lo habitan, su cotidianidad.
Conclusiones

164
Conclusiones

165
Categoría de paz

La paz aparece como discusión relevante. Pregunta sobre el


concepto de la naturaleza humana y por el objetivo supremo de su
horizonte, de su norte como humanización. Emerge a la lectura de
los textos un cambio de paradigma, en el cual la pretensión hoy no es
sobreponerse a otro en función del perjuicio que se le genere (no es la
experiencia latente de la guerra que se avecina, se vaticina, pese a que
no se materializa). Emergen nuevas preguntas usualmente silenciadas
por los teóricos, un retorno a las apuestas de los clásicos: ¿Se es bueno
por naturaleza y la sociedad le corrompe? o ¿la institucionalidad busca
hacer sociable aquello que de lo contrario sería solo una supervivencia?
Concepto multifacético que transita desde la paz como ausencia de guerra o
paz negativa, hasta al logro de un estado de equilibrio de fuerzas de poderes entre
multiplicidad de actores que conviven entre ellos y generan apuestas
colectivas en aras de disminuir las condiciones de violencia estructural y
reconocen la existencia del otro como sustento vital para la convivencia.
Desde esta perspectiva se reconocen como parte de lo cotidiano tanto
el dilema de la condición humana conflictiva como el anhelo por un
mundo equitativo y justo.
En línea con lo anterior, en la paz negativa y la paz como no guerra se
evidencian cercanías. En común, el reconocimiento de la otredad, de la existencia
de un otro que potencialmente podría hacer daño, como lo describe
Schmitt (1984). Las reflexiones suscitadas a través de la “paz estable
y duradera” no fueron halladas en la producción científica nacional.
Fueron identificadas preguntas frecuentes acerca de los medios para
inhibir la violencia directa: la educación, la ley, la moral, los principios.
Conclusiones

166
Conclusiones

167
Categoría de desarrollo

Emergen igualmente acepciones múltiples asociadas al concepto


de desarrollo. Transitan desde su concepción como progreso, propia
de economistas como Smith y Marx, a una concepción de desarrollo
asociada al bienestar que involucra el marco de valores y modos de
pensar y actuar de las sociedades en contextos particulares de gran
complejidad.
Asociado a la categoría de territorio, aunque no siempre de manera
explícita como ya se ha referido, el desarrollo se concibe con un proceso
localizado y temporalizado que define un conjunto de transformaciones
alcanzadas en periodos de tiempo definidos como respuesta a las
acciones más o menos intencionadas de actores individuales o colectivos
que para lograrlo deben disponer de ciertas capacidades y habilidades.
En esta línea aparecen la educación y la comunicación en contexto
como herramientas prioritarias para la potenciarlas.
Frente a los diferentes paradigmas teóricos, si bien el enfoque
ambientalista fue el de mayor recurrencia en la producción científica
del país, es claro en términos del propósito de la investigación una
importancia asignada a los factores asociados con la productividad
y competitividad de las regiones, marginando los principios de la
sostenibilidad propios del enfoque. Las actividades extractivas minero-
energéticas, de gran atractivo para la inversión extranjera directa,
representa una evidencia de lo expuesto.
En la concepción del desarrollo como cambio social se reconoce
la importancia de la política pública en términos de fomentar la
creación de alianzas estratégicas que disminuyan la verticalidad de lo
sectorial como condicionante del desarrollo. Como imperativo aparece
el fortalecimiento de las redes de actores vinculadas con procesos
institucionales, sociales, culturales, legales y políticos, reconociendo
las relaciones funcionales y la interdependencia entre ciudad y región
Conclusiones

como vía para lograrlo.

168
En el marco de la acción colectiva aparece como condición el
requerimiento de un papel más protagónico de la sociedad civil en los
temas de la planificación y el control social para el restablecimiento
de las relaciones de confianza, alteradas en un escenario de múltiples
conflictividades y altos niveles de individualismo y resistencia al cambio.
El territorio se valora más allá de su condición física. Se vinculan
a este sus componentes históricos, culturales, económicos y sociales, y la
intervención simultánea a partir de procesos más o menos planificados
y sistemáticos de todos sus actores alineados a partir de un sistema de
relaciones institucionales, económicas, sociales, culturales, legales y
políticas, que debe interactuar con una visión armónica e integral.
Conclusiones

169
Desde las articulaciones y complementariedades

Desde la complementariedad, surgen posturas con linderos difusos


que abordan los conceptos de territorio, paz y desarrollo sea como un
todo indivisible o desde la lógica de causa-efecto. Estas posturas en todo
caso se traducen en acción desde los enfoques conceptuales asociados con
la categoría de Desarrollo con sus adjetivaciones de económico, local,
territorial, rural; en la categoría de Paz, asociados con sus valoraciones
de negativa, positiva, imperfecta; y para el caso de Territorio, desde los
fenómenos de la territorialización y la territorialidad.
Las concepciones sobre paz se sistematizan según el criterio de
escala abordada en el territorio. La paz local, en tanto semejanza con
la realidad interna del sujeto que la expresa y la amplitud micro de sus
acciones, cobija las concepciones de la paz imperfecta, la paz interna/
externa y la paz positiva como la eliminación de todas las privaciones
y la igualación de las oportunidades. Así mismo, la paz negativa, el
equilibrio de fuerzas, la no-guerra se asocian con la realidad externa del
sujeto y la amplitud macro de sus acciones. El concepto de mediatez es
relevante; la paz inmediata es comunitaria, cotidiana y presente.
La paz Gaia, por su carácter holístico y abarcador, aparece como
marco de referencia global a partir del cual el territorio se sitúa: sitúa
la naturaleza, lo espiritual y lo material en una sola perspectiva. La
paz, entendida como equilibrio de fuerzas, introduce un concepto de
territorio situado en escenarios exteriores a los sujetos de desarrollo que
participan en ella. La fuerza, en tanto expresión del actor social que
participa en el territorio, implica la coexistencia de múltiples intereses,
motivaciones y actitudes, en línea con los aportes de Wright (1964).
Este tipo de reflexiones están en coherencia con asumir una
concepción del ser humano tendiente hacia el bien y hacia el mal. A partir
de esta ambivalencia, es posible entender con mayor claridad los sucesos
del territorio: ni el territorio es ese lugar de calma absoluta en el cual
Conclusiones

toma lugar la existencia humana, ni tampoco es ese lugar a punto de


desbordarse, donde las pasiones humanas se confunden. El territorio es

170
en tanto existe un actor social que lo nombra, y el lenguaje, contenedor
de la experiencia humana, necesita cada vez mayor creatividad para
narrar sus acontecimientos. Así, el territorio, desde sus múltiples
dimensiones, soporta el escenario a través del cual las paces toman lugar.
Con respecto a la violencia como la cara opuesta a la paz, ambas
condiciones situadas en un territorio se relacionan con la dimensión
física del territorio, ambas son expresiones reales de la experiencia
sensorial de la existencia. De igual manera, la violencia estructural
se cruza con la dimensión social del territorio, ambas producto de la
interacción entre sujetos que buscan horizontes múltiples de desarrollo.
Finalmente, la violencia cultural supone indagar en la dimensión simbólica
del territorio. Por definición, más abarcador que el término de violencia
al centrar su interés en prácticas asumidas dañinas, por el contrario,
la dimensión simbólica profundiza lo que el territorio contiene, un
territorio de múltiples manifestaciones que cobran vida a partir de
las también múltiples interacciones que cobran vida en el seno de las
sociedades que lo habitan y apropian.
Son claras las intenciones de los autores en términos de visibilizar
las relaciones entre la paz holística o Gaia y las concepciones ambientalista
del desarrollo, una concepción que desde el discurso busca reconciliar
tanto la relación ser humano – sociedad – naturaleza, como reconocer
la corresponsabilidad que en el marco de este enfoque del desarrollo
tienen todos los actores del territorio. La paz con la naturaleza se
constituye, bajo este paradigma, como eje articulador de un proceso de
desarrollo que reconoce al ser humano solo como una de las especies
que habitan el planeta. Eliminar todas las formas de violencia física en
contra de las personas y el medio ambiente representa un camino para
lograr la paz y avanzar en el camino del desarrollo.
La relación del concepto de paz con el concepto de violencia estructural
y el enfoque de las necesidades básicas aparece de manera explícita. Se hace
alusión a la violencia derivada de la estructura del sistema económico y
Conclusiones

social con su base en la desigualdad del poder y de oportunidades. De


otro lado, es clara la apuesta por que los esfuerzos por el desarrollo han

171
de orientarse a brindar a los seres humanos la oportunidad de tener una
vida plena, satisfaciendo sus necesidades básicas, en especial la educación
y la salud dada su contribución al aumento de la productividad laboral.

Desde las limitaciones del estudio

La principal limitación del estudio obedece a elementos asociados


directamente a la forma como se definen los criterios de inclusión de
la producción científica en Colombia para el periodo de referencia.
En primer lugar, la condición vinculante de que la producción fuera
reconocida por Colciencias y que estuviera reportada en las bases
de datos especializadas excluyó, sin duda, muchos de los aportes que
diferentes colectivos del país producen de manera continua frente a
los temas de paz y desarrollo principalmente, dadas las condiciones
particulares de Colombia, como ya se ha mencionado.
Una segunda condición que limitó los resultados del ejercicio de
indagación y comprensión estuvo asociada a la necesidad de que los
trabajos incluyeran al menos dos de las categorías de estudio. Como
resultado del condicionamiento, de los 91 trabajos identificados se pasó
a 54; al no estar reportadas al menos dos de las categorías en los textos,
estos fueron excluidos sin considerar, en un segundo momento del
ejercicio, la realización de una lectura crítica de los textos para poder
identificar en forma implícita la visión de los autores en relación con
sus apuestas tanto teóricas como metodológicas en términos de paz,
desarrollo y territorio.
La no consideración de los grandes centros de pensamiento
latinoamericano como CEPAL, el Instituto Latinoamericano de
Planificación Económica y Social (ILPES), el Consejo Latinoamericanos
de Ciencias Sociales (Clacso), el Instituto de Pensamiento y Cultura en
América Latina (Ipecal) y el Centro de Estudios Avanzados de Niñez
Conclusiones

y Juventud (CINDE), entre otros, presuponen una deuda en relación

172
con las apuestas que estas comunidades científicas han generado en
términos de Territorio – Desarrollo – Paz.
Esta no-consideración referida fue consecuencia de los criterios
de inclusión y de exclusión en los protocolos en la búsqueda de la
información. Sin embargo, una restricción externa a los límites del
estudio puede resumirse de la siguiente manera: de aquello que está
siendo investigado, no todo está siendo publicado en productos de
generación de nuevo conocimiento.
R E COMENDA C I O NES
Recomendaciones

174
Desde la responsabilidad
de la comunidad científica colombiana
y sus aportes a la transformación de la sociedad

En el marco del presente ejercicio investigativo es claro que


existe una capacidad instalada en la comunidad científica del país para
acercarse a los diferente contextos y realizar lecturas pertinentes desde el
punto de vista metodológico. Los aportes desde el deber ser en el marco
axiológico reflejan además el compromiso con la sociedad colombiana,
envuelta en múltiples complejidades y asimetrías. Sin embargo, es
evidente la necesidad de fortalecer la producción teórica en el contexto
colombiano y ponerla a consideración de otras comunidades, en especial
de la comunidad latinoamericana, con la cual se comparten muchos de
los problemas del desarrollo y la paz en sus diferentes acepciones. En
ese gran reto de avanzar en los acuerdos de La Habana para lograr
la paz en Colombia, una paz que debe partir de las particularidades
de cada uno de los territorios donde existe y ha existido conflicto, se
vuelve imperativo fortalecer el trabajo entre pares para aprovechar los
conocimientos y las capacidades instaladas tanto a nivel de los grupos
como de los centros de investigación.
Recomendaciones

Se recomienda en este sentido considerar en el corto plazo,


realizar un segundo ejercicio que permita la incorporación de
las investigaciones y demás trabajos realizados por la comunidad

175
académica, sin condicionar su reconocimiento por Colciencias. Para
muchos grupos e investigadores ser reconocidos no representa la
prioridad, en especial cuando pertenecen a las ciencias sociales. De gran
significancia seria incluir los aportes que diferentes colectivos, actuando
en el marco de la sociedad civil o como grupos independientes, realizan
en los diferentes territorios colombianos. Un análisis comparativo entre
las diferentes comunidades académicas comprometidas con los temas
que nos convocan permitiría identificar convergencias y divergencias en
términos epistemologícos, praxeológicos, metodológicos y axiológicos.

Desde la apropiación social


y la gestión del conocimiento

En aras de la consolidación de la paz y el desarrollo sostenible,


considerar las potencialidades y restricciones propias de los múltiples
territorios, considerados estos desde su dimensión temporal,
complejidades y conflictividades. Reconocer que ni el desarrollo ni la
paz se logran a partir de una receta, y que es necesario repensar el
problema de la acción social en el marco territorial como estrategia de
análisis para dotar de contenido las dinámicas que se tejen en él.
Considerar las dimensiones axiológicas, epistemológicas,
metodológicas e ideológicas y su articulación en los procesos de
planificación del desarrollo para mejorar la eficiencia de las prácticas
cotidianas de quienes tiene bajo su responsabilidad acompañar los
procesos de cambio social en las diferentes escalas territoriales.
El territorio como construcción colectiva y medio para propiciar
y promover la integración, el desarrollo y la competitividad del mismo,
requiere por parte de quienes lo gestionan la comprensión del tipo
de relacionamiento de sus actores y de la mediación de los intereses
Recomendaciones

y motivaciones que inducen su participación, en aras de alcanzar


acuerdos compartidos y delinear en forma conjunta las estrategias para

176
logarlos en un escenario de construcción de paz con enfoque territorial
como el previsto para Colombia.

Desde la relación de la producción científica


colombiana y con los centros de investigación
referentes en América Latina y El Caribe

Promover en la comunidad científica colombiana en sus diferentes


niveles (semilleros, grupos de investigación, centros de investigación) el
análisis permanente de los resultados de investigación obtenidos por
los centros de investigación latinoamericanos y la apropiación de los
mismos. Fomentar además el trabajo entre pares con miras a que nuestras
actuaciones puedan ser cada vez más pertinentes y logren facilitar los
procesos de cambio requeridos en la sociedad latinoamericana.
Recomendaciones

177
R E F ERENCIAS
Y B I B LIOG RAF Í A
Referencias y bibliografía

178
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A N EXOS
Anexos

198
Revistas colombianas, centros de
investigación colombianos y redes de interés,
“territorio, paz y desarrollo”

Revistas colombianas de interés


Categoría (según afinidad temática, indexadas en PUBLINDEX -en orden
alfabético-)

1) Cuadernos de desarrollo rural (B, Número ISSN: 0122-1450),


Pontificia Universidad Javeriana, [email protected], http://
revistas.javeriana.edu.co/index.php/desarrolloRural/issue/
Desarrollo archive
2) Revista de Estudios Sociales (B, Número ISSN: 0123-885X),
Universidad de Los Andes, [email protected], https://
revestudsoc.uniandes.edu.co/index.php/es

1) Ciudad paz-ando (C, Número ISSN: 2011-5253), Universidad


Distrital Francisco José de Caldas, revciudadpazando.ud@correo.
Paz
udistrital.edu.co, http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/
cpaz/index
1) Cuadernos de geografía (A2, Número ISSN:0121-215X),
Universidad Nacional de Colombia, [email protected] ,
http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/rcg

2) Perspectiva geográfica (B, Número ISSN:0123-3769),


Territorio Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, perspectiva.
[email protected], http://revistas.uptc.edu.co/index.php/
perspectiva

3) Territorios (B, Número ISSN:0123-3769), Colegio Mayor de


Nuestra Señora del Rosario, [email protected]
Anexos

199
Centros de investigación Redes de interés
colombianos interés (según “redes de conocimiento
Categoría (según correspondencia sector, avalados especializado” mencionadas por los
por COLCIENCIAS -en orden grupos de investigación elegidos en su
alfabético-) GrupLac -en orden alfabético-)
Centro de Estudios Interdisciplinarios
sobre el Desarrollo -CIDER-, Alianza de Redes Iberoamericanas de
Universidad de Los Andes, Bogotá, Universidades por la Sustentabilidad
Sector: ciencias sociales. http://cider. y el Ambiente -ARIUSA-. http://
uniandes.edu.co/paginas/home.aspx ariusa.net/
Centro de Estudios Sociales - CES-, Red de desrarollo social de América
Desarrollo Universidad Nacional de Colombia, Latina y el Caribe: http://dds.cepal.
Sector: ciencias sociales. http://www. org/redesoc/portal/
unal.edu.co/ces/ Red iberoamericana de estudios del
Corporación Región para el desarrollo -RIED-: http://www.
desarrollo y la democracia, Medellín. riedesarrollo.org/
Sector: ciencias sociales. http://www.
region.org.co/
Observatorio Colombiano para el
Centro de estudios sobre conflicto
Desarrollo Integral, la Convivencia
-CEDAT-, violencia y convivencia
Ciudadana y el Fortalecimiento
social, Universidad de Caldas,
Institucional de Regiones
Manizales. Sector: ciencias sociales.
Afectadas por el Conflicto Armado
Centro de investigación y educación
-ODECOFI-
Paz popular -CINEP-, Bogotá, sector:
Paz, conflicto y derechos humanos
ciencias sociales y educación. http://
(del eje cafetero). Contacto: maria.
www.cinep.org.co/
[email protected]
Instituto para la pedagogía, la paz y el
Red iberoamericana de investigación
conflicto urbano -IPAZUD-, Bogotá.
para la paz imperfecta (Universidad
http://ipazud.udistrital.edu.co/
de Granda)
Anexos

200
Centros de investigación Redes de interés
colombianos interés (según “redes de conocimiento
Categoría (según correspondencia sector, avalados especializado” mencionadas por los
por COLCIENCIAS -en orden grupos de investigación elegidos en su
alfabético-) GrupLac -en orden alfabético-)
1) Asociación Colombiana de Estudios
Regionales y Urbanos -ASCER-:
http://ascer.co/
2) Asociación Colombiana de
Investigadores Urbanos Regionales
-ACIUR-: http://aciur.net/
3) Red de estudios de espacio y
territorio -RET-
Centro de Estudios regionales, Contacto: Gustavo Montañez Gómez
cafeteros y empresariales -CRECE- , ([email protected])
Territorio Manizales, Sector: ciencias sociales y 4) Red internacional de estudios sobre
agropecuarios, territorio y cultura -enlace, grupo de
investigación Territorialidades-
5) Red internacional de estudios
socioespaciales (sugerida por grupo de
estudios del territorio): https://redrese.
wordpress.com/
6) Red Latinoamericana de Estudios de
Conflictos Ambientales: http://www.
ungs.edu.ar/colca2014/?page_id=597
Anexos

201
Grupos de investigación colombianos de interés,
“Territorio, paz y desarrollo”

Grupos de investigación colombianos de interés TERRITORIO


(Según líneas de investigación identificados, avalados por COLCIENCIAS en
orden alfabético)

1) Colectivo de investigaciones, territorio y construcción del espacio (CITCE)


(C, código: COL0001333), Universidad del Valle, líneas de interés: a) hábitat
pacífico; b) memoria y territorio

2) Cultura, violencia y territorio (D, código: COL0003024), Universidad de


Antioquia, línea de interés: a) territorio, derechos y prácticas ciudadanas.
vínculo con paz.

3) Ecología y territorio (A1, código: COL0004012), Pontifica Universidad


Javeriana, línea de interés: a) planificación y gestión ambiental del territorio.

4) Estado, derecho y territorio (A, código: COL0014251), Universidad Libre


de Colombia, línea de interés: a) procesos de integración regional y territorio.

5) Estudios del territorio (A, código: COL0008334), Universidad de


Antioquia, líneas de interés: a) estudios del desarrollo regional, b) procesos
de configuración territorial, c) representaciones sociales y construcción del
territorio.

6) Gobierno, territorio y cultura (C, código: COL0034209), ESAP-Meta-,


Línea de interés: a) gobierno, territorio y cultura

7) Grupo interdisciplinario de estudios sobre el territorio (Código:


COL0145324), Universidad del Tolima, líneas de interés: a) conflicto y
construcción de paz; b) transformación del territorio.
Anexos

202
Grupos de investigación colombianos de interés TERRITORIO
(Según líneas de investigación identificados, avalados por COLCIENCIAS en
orden alfabético)

8) Investigaciones geográficas para el desarrollo territorial (Código:


COL0033838), Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales -UDCA-,
línea de interés: a) geografía y territorio.

9) Territorialidades (A, código: COL0016372), Universidad de Caldas, líneas


de interés: a) culturas y dinámicas rurales, b) metropolización y configuraciones
urbanas y c) políticas, gobernabilidad y cambios socio-culturales.

10) Territorio (A, código: COL0016559), Universidad Pontificia Bolivariana


(sede Medellín), líneas de interés: a) alternativas al desarrollo, estudios territoriales
rurales, urbanización y desarrollo local y regional.

11) Territorio, medio ambiente y desarrollo (C, código: COL0040823),


Universidad del Atlántico, líneas de interés: a) dinámicas territoriales, b) estudios
sociales del medio ambiente, ciencia y tecnología. vínculo con desarrollo.

12) Desarrollo Regional Sostenible (B, código: COL0048249). Universidad


Autónoma de Manizales, líneas de interés: a) Gestión territorial, b) Capital
Social.
Anexos

203
Grupos de investigación colombianos de interés PAZ
(Según líneas de investigación identificados, avalados por COLCIENCIAS en
orden alfabético)

1) Ciudadanía, paz y desarrollo (A, código: COL0036123), Corporación Universitaria


Minuto de Dios, línea de interés: a) Ciudadanía, paz y desarrollo

2) Comunicación, paz y conflicto (B, código: COL0042971), Universidad Santo


Tomás, líneas de interés: a) comunicación y paz, b) comunicación, derechos y
memoria.

3) Conflictos armados, construcción de paz y estudios globales de seguridad (A1,


código: COL0002751), Universidad de los Andes, línea de interés: a) Construcción
de paz.

4) Conflicto y paz (C, código: COL0140711), Universidad de Medellín, línea de


interés: a) paz y subjetividades.)

5) Educación ciudadana, ética y política para la construcción de paz (A, código:


COL0047833), CINDE, línea de interés: a) Educación ciudadana y ruralidad.

6) Educación, sociedad y paz (C, código: COL0025059), Universidad de Medellín,


línea de interés: a) Educación para la paz y diversidad.

7) Estado, conflictos y paz (B, código: COL0015713), Pontificia Universidad


Javeriana, líneas de interés: a) Género, conflicto y política, b) mecanismos alternativos
en resolución de conflictos, c) sociedad civil, construcción de paz y reconciliación.

8) Violencia, paz y formación del Estado en Colombia (C, código: COL0016971),


Centro de investigación y educación popular (CINEP), línea de interés: a) Violencia
política, región y paz.

9) Desarrollo Regional Sostenible (B, código: COL0048249). Universidad Autónoma


Anexos

de Manizales, líneas de interés: a) Gestión territorial, b) Capital Social.

204
Grupos de investigación colombianos de interés DESARROLLO
(Según líneas de investigación identificados, avalados por COLCIENCIAS en
orden alfabético)

1) Desarrollo, democracia y educación (B, código: COL0069017), Universidad de


Córdoba (UNICOR), líneas de interés: a) Educación y desarrollo local regional,
b) Gestión y estudios urbanos regionales.

2) Desarrollo regional (IDER) (C, código: COL0077028), Universidad de Nariño,


línea de interés: a) desarrollo regional.

3) Desarrollo regional MD (C, código: COL0058443), Corporación Universitaria


Minuto de Dios, Líneas de interés: a) Educación, transformación social e
innovación, b) participación y desarrollo comunitario.

4) Desarrollo regional y ordenamiento territorial (B, código: COL0010539),


Universidad Industrial de Santander (UIS), líneas de interés: a) desarrollo
sostenible y ordenamiento territorial, b) desarrollo regional y política pública, c)
desarrollo humano y social.

5) Desarrollo, sociedad y medio ambiente (B, código: COL0023009), Universidad


del Valle, Línea de interés: a) calidad de vida y medio ambiente.

6) Economía, gestión, territorio y desarrollo sostenible (A1, código: COL0048124),


Universidad de San Buenaventura, línea de interés: a) empresa, territorio y
desarrollo sostenible.

7) Economía y desarrollo (B, código: COL0004077), Universidad Autónoma de


Occidente (UAO), línea de interés: a) competitividad, b) economía regional.

8) Economía y desarrollo humano (B, código: COL0025809), Universidad de La


Salle -Unisalle-, Línea de interés: a) institucionalidad y desarrollo social.
Anexos

205
Grupos de investigación colombianos de interés DESARROLLO
(Según líneas de investigación identificados, avalados por COLCIENCIAS en
orden alfabético)

9) Economía y desarrollo sostenible (B, código: COL0136441), Universidad


Católica de Colombia -UCC-, Línea de interés: a) Economía y desarrollo
sostenible

10) Estudios ambientales para el desarrollo sostenible (C, código:


COL0008218), Universidad Autónoma de Occidente -UAO-, líneas de
interés: a) Gestión ambiental territorial, b) Gestión ambiental empresarial.

11) Hábitat y desarrollo sostenible (A1, código: COL0039911), Universidad


del Valle, líneas de interés: a) Hábitat sostenible, b) Urbanismo táctico.

12) Historia empresarial y desarrollo regional (A, código: COL0035215),


Universidad del Magdalena, línea de interés: a) Desarrollo territorial
sostenible.

13) Institucionalidad y desarrollo rural (B, código: COL0012489), Pontificia


Universidad Javeriana, líneas de interés: a) Adaptación social en periferias
de transición rural-urbana, b) Cooperación y comunidades, c) Metodologías
participativas para el desarrollo, d) Nueva institucionalidad, e) Nueva
ruralidad.

14) Desarrollo Regional Sostenible (B, código: COL0048249). Universidad


Autónoma de Manizales, líneas de interés: a) Gestión territorial, b) Capital
Social
Anexos

206
Este libro se publicó en diciembre de 2020

Manizales, Colombia

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