Territorio Paz y Desarrollo
Territorio Paz y Desarrollo
Territorio Paz y Desarrollo
Territorio, Paz
y Desarrollo.
Discusiones conceptuales
y producción científica en
Colombia
{ INVESTIGACIÓN }
Catalogación en la fuente
I.Aguirre Jaramillo, Claudia Isabel. II Arango Ospina, María Eugenia. III. Moreno
Reina, John Humberto. IV. Obando Alzate, Laura V., editora
Título: Territorio, Paz y Desarrollo. Discusiones conceptuales y producción científica en Colombia (periodo 2000-2015)
Autores: Daniel Hurtado Cano E-mail: [email protected]
Claudia Isabel Aguirre Jaramillo [email protected]
María Eugenia Arango Ospina [email protected]
John Humberto Moreno Reina [email protected]
Comité Editorial:
Iván Escobar Escobar, Vicerrector Académico UAM. Nancy Liliana Mahecha Bedoya Mg., Vicerrectora Administrativa
y Financiera. María del Carmen Vergara Quintero PhD., Coordinadora Unidad de Investigación. Laura V. Obando
Alzate, Editora y Coordinadora Editorial UAM. Dora Cardona Rivas PhD., representante de la Facultad de Salud.
Francy Nelly Jiménez García PhD., representante de la Facultad de Ingenierías. Mónica Naranjo Ruiz Mg., representante
de la Facultad de Estudios Sociales y Empresariales. Juliana Acosta López de Mesa PhD., Editora de la revista Ánfora y
representante del Departamento de Ciencias Humanas. Luisa Fernanda Buitrago Ramírez Mg., Directora de la revista
Araña que Teje. Wbeimar Cano Restrepo Mg., Coordinador de la Biblioteca. Diego Fernando Noreña Vélez, Asistente
Editorial.
Territorio, Paz
y Desarrollo
Discusiones conceptuales
y producción científica
en Colombia
(periodo 2000-2015)
Agradecimientos 9
Resumen 11
Introducción 15
Discusiones conceptuales 38
El territorio 39
Del espacio de poder del Estado a la existencia de múltiples poderes
territoriales
42
El espacio como idea geométrica y el territorio como experiencia
humana 43
Espacio vivido e interacción de sistemas de acción y objetos
Introducción
geográficos 46
Territorio, territorialidad y territorialización 49
6
Territorio, psique y representaciones sociales-colectivas-culturales 53
Territorio, razón, pasión, vivencia 58
La paz 60
Orígenes del concepto 63
Conceptualizaciones sobre la paz 64
El desarrollo 83
Orígenes del concepto 86
Enfoques del desarrollo 88
Críticas al desarrollo 103
Conclusiones 161
Desde la comprensión y los aportes teóricos de las categorías 163
Categoría de territorio 163
Categoría de paz 166
Categoría de desarrollo 168
Desde las articulaciones y complementariedades 170
Desde las limitaciones del estudio 172
Recomendaciones 174
Desde la responsabilidad de la comunidad científica
colombiana y sus aportes a la transformación de la sociedad 175
Desde la apropiación social y la gestión del conocimiento 176
Desde la relación de la producción científica colombiana y con
los centros de investigación referentes en América Latina y
El Caribe 177
Anexos 198
Revistas colombianas, centros de investigación colombianos y
redes de interés, “Territorio, paz y desarrollo” 199
Grupos de investigación colombianos de interés, “Territorio,
paz y desarrollo” 202
Índice de tablas
Lista de ilustraciones
Ilustración 1. Concepto del estado del arte 22
Ilustración 2. Principios para la construcción de estados del arte 25
Ilustración 3. Momentos del proceso metodológico 26
Ilustración 4. Protocolo: búsqueda de información 29
Ilustración 5. Categorías o perspectivas en la evolución del
concepto de Paz 65
Ilustración 6. Triángulo de violencia 69
Ilustración 7. Esquema producción científica por categoría 109
Introducción
9
A GRAD ECIMIENTOS
Introducción
10
Agradecemos al Comité de Gestión de la Investigación para la
Acción y Toma de Decisiones (IAD)1 de la Universidad Autónoma de
Manizales (UAM), quien además de ser el solicitante de la investigación,
retroalimentó en diferentes ocasiones el proceso desarrollado con
el ánimo de hacer aún más pertinente y oportuno el conocimiento
generado.
De igual forma, el equipo agradece a la profesora Gesa
Grundmann, del Centro para el Desarrollo Rural (SLE) de la
Universidad Humboldt de Berlín, por su oportuna compañía y revisión
progresiva del documento construido.
Reconocemos el gran apoyo brindado desde la Maestría en
Desarrollo Regional y Planificación del Territorio; los aportes de los
estudiantes del programa, así como la retroalimentación del Comité
de Currículo, fueron muy importantes para el logro del propósito
investigativo.
En sentido muy especial, a los profesores Dr. Diego Narváez
Medina, Dra. María Rocío Cifuentes Patiño y Dr. Mario Hernán
López Becerra, docentes de la Universidad de Caldas, y a la profesora
Ángela Victoria Vera Márquez, de la Universidad del Rosario, por
darnos luces sobre las discusiones conceptuales y metodológicas
más relevantes en materia de territorio, estado del arte y paz,
respectivamente.
Finalmente, agradecemos a Jorge Enrique Camacho Medina,
Carlos Fadul Vásquez, Rolando Caicedo Arroyo, Elizabeth Enríquez
Rodríguez y Carlos Mauricio Santana Sáenz, con quienes realizamos la
investigación en la cual se fundamentó la esta escritura del libro.
enfoque IAD, consultar: a) Grundmann, Fiege & Salazar Gil (2018) y b) Hurtado Cano,
D. et al (2018).
11
Estado del arte como metodología de la investigación
R ES UMEN
12
El objetivo de la investigación se planteó en términos de
comprender los conceptos: desarrollo, paz y territorio a partir de sus
discusiones conceptuales y de la producción científica colombiana
generada entre los años 2000 y 2015. Se asume el estado del arte en tanto
metodología de la investigación; por tanto, se rescatan las discusiones
mundiales asociadas a los conceptos y se rastrea la producción científica
colombiana asociada al menos a dos de los términos (paz-desarrollo,
paz-territorio y territorio-desarrollo). Los resultados se expresan de la
siguiente manera:
13
• Asociados al desarrollo: enfoque moderno, teoría de cambio social,
enfoque dependentista, enfoques ambientalistas, enfoque del
desarrollo a escala humana y de necesidades básicas, y enfoque
de libertad y de capacidades del ser humano.
14
Estado del arte como metodología de la investigación
15
I NT ROD U CCIÓN
La Conferencia Mundial sobre la Educación Superior convocada
por la Unesco (2009) y la Declaración de la Conferencia Regional de
Educación Superior (UNESCO, 2008) celebrada en Colombia, plantean
que la inversión en la educación superior brinda fuerza a la construcción
de sociedades de conocimiento integradoras. En las discusiones se resalta
que la universidad y la investigación contribuyen a erradicar la pobreza,
fomentan el desarrollo y han aportado a la consecución de los objetivos
de desarrollo acordados en el plano internacional, como los Objetivos
de Desarrollo del Milenio (ODM), hoy asumidos como Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) y de la Educación para Todos (EPT). En
este sentido, se espera que sea parte del compromiso la preocupación
de las universidades por promover procesos de movilización para
generar escenarios de trabajo que permitan contextualizar las prácticas
educativas en las necesidades y retos de sus regiones.
El contexto latinoamericano, caracterizado por situaciones de
inequidad social (PNUD, 2011), asigna una mayor relevancia al rol de la
universidad, entre otros, en problemas como la pobreza, el deterioro del
medio ambiente, la inequidad de género y la violencia en sus distintas
manifestaciones. Es entonces cuando se habla de Responsabilidad
Social Universitaria (RSU) como esa capacidad que tiene la universidad
de responder a las demandas y tensiones que emergen de la sociedad
Introducción
16
En la actualidad Colombia enfrenta uno de los retos más
importantes de su historia: la consecución de la paz, un propósito
colectivo que ha estado y estará embebido en multiples dificultades.
El Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018: todos por un nuevo país (DNP,
2015) plantea una visión holística de la paz, que involucra aspectos
estructurales del desarrollo y la garantía plena de la democracia. La
apuesta por la paz en Colombia surge de la convicción por parte
del Gobierno de promover reformas que consoliden el proceso y
contribuyan a modernizar el país en un escenario que permita avanzar
y fortalecer la construcción del Estado Social de Derecho, como se insta
en la Constitución Política del año 19912.
Frente a este panorama, las universidades en Colombia han
asumido un papel fundamental desde sus inicios. Entre muchas tareas
ya realizadas, se avizoran alternativas desde la puesta en marcha de
investigaciones que aporten a la toma de decisiones contextualizadas
según dinámicas regionales. Se han desarrollado esfuerzos múltiples al
respecto; sin embargo, tras un horizonte de desarrollo, las investigaciones
en ocasiones no retroalimentan los discursos institucionales para dar
respuesta oportuna y pertinente a las necesidades que se identifican
como apremiantes.
Asumir una postura crítica, que permita determinar los marcos
de referencia más pertinentes para desplegar acciones que consideren
los avances recientes en el campo teórico y empírico en las áreas de
territorio, paz y desarrollo, se convierte en prioritario para precisar
líneas de acción que permitan avanzar en la consolidación de una paz
estable y duradera como la gran apuesta colectiva del país.
En esta dirección, es necesario entonces preguntarse sobre
la forma como las universidades asumen la paz y su relación con el
desarrollo y el territorio como un momento reflexivo que permita
2 Es importante precisar que la investigación realizada tuvo lugar entre los años
Introducción
2015 y 2017, años en los cuales el Gobierno nacional era presidido por Juan Manuel
Santos Calderón.
17
reconocer los avances científicos que se han dado en el país entre los
años 2000 y 2015 y, a su vez, invite a cuestionarse sobre las posturas
asumidas hasta ahora e idear nuevos tránsitos asociados a las funciones
sustantivas universitarias de proyección, docencia e investigación. En
este sentido, la pregunta de investigación que fundamentó el ejercicio
fue: ¿Cómo comprender los conceptos territorio, paz y desarrollo y sus relaciones a
partir de las discusiones conceptuales a nivel mundial e investigaciones desarrolladas
en Colombia 2000-2015?
Colofón:
3 Estado del arte sobre territorio, paz y desarrollo a partir de la producción científica en
Colombia (2000-2105), realizada en la Universidad Autónoma de Manizales (UAM).
El equipo de investigación estuvo conformado por: Claudia Isabel Aguirre Jaramillo,
Carlos Julio Fadul Vásquez, Carlos Mauricio Santana Sáenz, Elizabeth Enríquez
Introducción
Rodríguez, María Eugenia Arango Ospina, John Humberto Moreno Reina, Jorge
Enrique Camacho Medina, Rolando Caicedo Arroyo y Daniel Hurtado Cano.
18
Planificación del Territorio de la Universidad Autónoma de
Manizales desarrollados por los estudiantes:
19
ESTAD O D EL ARTE
CO MO METODOLO GÍ A
D E INV EST IG AC I Ó N
Estado del arte como metodología de la investigación
20
El estado del arte se identifica como una investigación
documental interpretativa, ya que lee y otorga sentido a documentos
que fueron escritos por autores en épocas distintas, en busca de una
unidad de sentido4. En otras palabras, parte de propuestas y resultados
sistemáticos alcanzados en procesos de conocimiento previos a
la investigación, que ahora intenta leerlos y comprenderlos. Una
investigación reconstructiva que, con nuevas preguntas, reelabora un
conocimiento que había producido unos resultados y saberes previos,
y en esta medida modifica los fenómenos objeto de reflexión (Gómez,
2011).
Para Bernal Torres (2006), lo investigación documental consiste
en realizar un análisis de la información escrita sobre un tema en
particular con el objetivo de establecer relaciones, diferencias, fases y
Estado del arte como metodología de la investigación
4. Un estado del arte en tanto estudio documental no tiene ningún riesgo para
la población con la cual se realiza la investigación, al ser precisamente textos escritos
(en este caso artículos de investigación o libros de reflexiones teóricas) el fundamento de
la apuesta investigativa. Los autores realizan esta mención de forma explícita para dar
cumplimiento a los requerimientos exigidos por el comité de bioética de la Universidad
Autónoma de Manizales.
21
Londoño, Maldonado y Calderón (2014) lo definen como una
modalidad de la investigación documental que permite el estudio del
conocimiento escrito acumulado dentro de un área específica. La
finalidad es dar cuenta del sentido del material documental sometido
al análisis, con el fin de revisar de manera detallada y cuidadosa los
documentos que tratan sobre el tema. Una recopilación crítica de
diversos tipos de texto de un área o disciplina, que de manera escrita
formalizan el proceso cognitivo de una investigación a través de la
lectura de la bibliografía hallada durante la indagación del problema,
los temas y los contextos (ver ilustración 1).
Tiene como
Con el fin de A partir de
objetivo
Estado del arte como metodología de la investigación
22
Los estados de arte “son revisiones documentales que asumen el
texto escrito como fuente de indagación; no se acercan a la principal
fuente del conocimiento social, que es la realidad, la experiencia
como tal y la cotidianidad. Estos parten de un producto de lo dado
y acumulado por las ciencias sociales, y se basan en una propuesta
hermenéutica de los procesos de interpretación inicial de la realidad y
de su investigación” (Jiménez Becerra, 2006, p. 31).
De este modo, la construcción del conocimiento desde las fuentes
es una forma de velar por la tradición del pensamiento original y, desde
esa perspectiva, traerlo al presente con una lectura relacional que
favorezca la discusión al hacer nuevos aportes al desarrollo científico
con propuestas que puedan ser cuestionadas permanentemente, pero
que siempre se orientarán a alcanzar nuevos desarrollos.
Cuando se habla del estado del arte como método para el
abordaje de un problema o tema de investigación, se experimenta la
necesidad de recurrir a otros textos, que a su vez se consolidan como
expresiones de desarrollos investigativos, en los cuales puede encontrarse
el abordaje de diferentes percepciones de las ciencias sociales y escuelas
de pensamiento, tarea cuyo fin es el conocimiento y la apropiación de
la realidad social para su posterior disertación (Jiménez Becerra, 2006).
Es así como el estado del arte se consolida como un método de
investigación que consiste en inventariar y sistematizar la producción en
un área del conocimiento, ejercicio que no se puede quedar tan solo en
Estado del arte como metodología de la investigación
23
Cuando hablamos de estado del arte para el abordaje de un
problema o un tema […] estamos hablando de la necesidad
hermenéutica de remitirnos a textos que a su vez son expresiones
de desarrollos investigativos, dados desde diversas percepciones
de las ciencias y escuelas de pensamiento, […] tarea emprendida
y cuyo objetivo final es el conocimiento y la apropiación de la
realidad para disertarla y problematizarla. Ciertamente, con los
estados del arte se comprueba que solo se problematiza lo que se
conoce, y para conocer y problematizar un objeto de estudio es
necesaria una aprehensión inicial mediada por lo ya dado, en este
caso el acumulado investigativo condensado en diversos textos e
investigaciones que antecedieron mi inclinación temática. (p. 32)
24
que por medio de su carácter convierte cada texto en un elemento de
estudio en relación con el problema definido. En otras palabras, el
estado del arte debe extenderse a la realización de nuevas reflexiones
sobre el tema objeto de estudio (Toro Jaramillo & Parra Ramírez, 2006).
Como bien se sustentó previamente, el estado del arte representa un
estudio de revisión documental. Según Cifuentes, “un estado de arte
pretende alcanzar conocimiento crítico acerca del nivel de comprensión
que se tiene del fenómeno de interés y la suficiencia o inadecuación de
este conocimiento, para finalmente intentar la recomposición sintética
del mismo” (Cifuentes Patiño, 1993, p. 6).
25
Proceso metodológico5
26
Primer momento: contextualización-clasificación
27
Tabla 1. Generales ( Conceptual ) Específicos ( Científica )
Términos de Paz
Paz y desarrollo
búsqueda Desarrollo Paz y territorio
Desarrollo y territorio
Territorio
28
Idioma Términos
Español e inglés Combinación de dos términos (Paz, desarrollo,
territorio)(Peace, development, territory)
- Paz y desarrollo
- Paz y territorio
Periódo de - Desarrollo y territorio
tiempo - Paz, desarrollo y territorio
2004-2014 Incluir la palabra Colombia
Guardar búsqueda
El resultado de búsqueda se guardará en formato pdf con la siguiente
nomenclatura: letra inicial de las categorías en orden alfabético_
NombreBaseDeDatos_Fecha (AAAA_MM_DD)_Primer Nombre del
investigador
Estado del arte como metodología de la investigación
Ejemplo:
PT_ScienceDirect_2015_03_07_Angela
Presentar reporte
1) Nombre del investigador buscador: Angela
2) Nombre de la Base datos: Science Direct
3) Número de reporte 1
4) Categoríaas que se incluyeron (especificar idioma: peace and
development)
29
En términos generales, 175 artículos cumplieron los criterios
establecidos. Sin embargo, se constató que gran número de los artículos
referidos aparecían en diferentes bases de datos simultáneamente; una
revista con un artículo de interés para la investigación pudo estar inscrita
en diferentes índices de indexación.6
Desarrollo – Paz E 1
Desarrollo – Paz I 4
Desarrollo – Territorio I 3
Science Direct Paz – Territorio E 0
Paz – Territorio I 0
Paz-Desarrollo-Territorio E 0
Paz-Desarrollo-Territorio I 0
Total búsquedas 175
30
Lectura inicial y validación
31
Tabla 3. Protocolo 2. Revisión de fuentes de información
Protocolo: - Revisar el documento de acuerdo al tema de
Revisión de investigación
- Leer el resumen, título y palabras claves como criterio de
fuentes de inclusión o exclusión
Normas de revisión
información - Verificar el acceso al documento completo revisando su
pertinencia para la investigación
- Hacer comentario destacado del artículo (cualquier
aspecto útil)
- Estudios en Colombia
- En los años definidos (2000-2015)
Criterios de inclusión
- Significado de la categoría en el marco de la investigación
- Incluir artículos derivados de investigación
- Documentos que no tienen información de interés y que
Criterios de exclusión
no abordan el contexto colombiano
Si cumple los criterios de inclusión lo guardamos en una
carpeta con la siguiente nomenclatura
Ejemplo:
2013_DP_Sánchez_Mauricio
1) Nombre del investigador que realiza la consulta
2) Nombre de la base de datos
3) Apellido del autor del artículo
4) Año
5) Nombre del documento (título del artículo)
Estado del arte como metodología de la investigación
Presentar reporte
6) Nombre de la revista
7) Ciudad de la revista
8) Número (Volumen)
9) Páginas XX-XX
10) Comentario del artículo
32
Base de datos Categorías combinación Número de artículos Tabla 4.
Dialnet Desarrollo - territorio 15 Resultados
Desarrollo - territorio 10 aplicación
Desarrollo – paz 2 protocolo Nº2
Redalyc
Desarrollo-territorio- paz 0
Territorio - paz 0
Desarrollo - paz 6
Desarrollo - territorio 8
Repositorio UAM
Desarrollo-territorio-paz 1
Territorio - paz 1
Desarrollo - paz 27
Scielo Desarrollo – territorio 17
Territorio - paz 0
Desarrollo - paz 1
Science direct
Desarrollo - territorio 3
Total ártículos 91
33
los textos escritos que se consideran fuentes fundamentales para
la comprensión del fenómeno a estudiar (ver tabla 5). Para su
diligenciamiento se contó con un momento inicial de armonización
y triangulación entre los investigadores; fue necesario acordar y
después verificar en un ejercicio inicial que los criterios asumidos
y el procedimiento para su diligenciamiento fueran compartidos
por el colectivo. El instrumento diseñado inicialmente en físico, fue
convertido a formato digital por medio de la plataforma de Google
Docs. De esta manera, se contó con la información diligenciada de
manera ágil y tabulada. El instrumento utilizado fue el siguiente:
Referencia APA de Hacer la referencia completa del artículo según normas APA
la publicación Trabajos citados.
B. Datos de la publicación
Escribir las palabras claves de la investigación nombradas
Palabras claves
textualmente en el artículo.
34
Identificar institución, breve referencia del autor y/o grupo
Institución de investigación.
responsable Ejemplo:
y/o grupo de Institución: CINEP
investigación Autor: Marco Fidel Suárez, investigador en temas de violencia y paz.
Grupo de Investigación: Desarrollo Regional
B. Tópicos de lectura
Propósito de la -El propósito principal de esta investigación es:
investigación -La pregunta que el autor se propone responder es:
Los conceptos o ideas más importantes en el documento
Fundamentación son:
teórica ¿Cuáles son los autores o perspectivas recurrentes en el
artículo?
Diseño Describir cómo se abordó el estudio.
Fuentes de información primaria: ¿A
quiénes o a qué se dirige el autor para
Fuentes de conseguir su información?
información Fuentes de información secundaria: por lo
Metodología general son documentos, prensa, informes,
tesis, etc.
Conjunto de acciones que se llevarán a
cabo para recoger la información. Se
Técnicas
refiere al “qué” hacer. Por ejemplo, la
entrevista, la observación, grupos focales.
Mencione en sus propias palabras como responsable del
Hallazgos diligenciamiento del RAE las principales conclusiones (si no
están explícitas, infiéralas).
Estado del arte como metodología de la investigación
35
B. Tópicos de lectura
¿Planteamientos que podrían ser refutados?
¿Nuevas preguntas que surgen?
Apuntes ¿Qué se deja sin responder?
¿Qué llama la atención?
Otros comentarios que puedan considerarse claves.
Aquellas significativas. Al escribirlas se debe indicar la
página para garantizar una adecuada citación y ubicación
del fragmento.
Entre comillas y referenciado con página tipo APA
Citas textuales Se acuerda generar la bibliografía de manera inteligente.
Utilizando la ruta:
1. Referencias.
2. Insertar cita.
3. Botón derecho, editar cita para incluir la página.
36
Esta discusión permitió ordenar los datos según criterios
clasificatorios, facilitando el proceso de reflexión sobre el campo
de estudio. Permitió, además, la identificación y construcción de
familiaridades y relaciones, facilitando ampliar el horizonte de estudio
por unidades de análisis y proporcionando datos nuevos por núcleos
temáticos.
37
D I S C U SIONES
CO N CEPT UALES
Discusiones conceptuales
38
El ejercicio investigativo implicó reconocer los conceptos desde
sus variadas acepciones y generar enlaces conceptuales que permitieran
articular las diadas paz-desarrollo, paz-territorio y desarrollo-territorio,
a partir de la producción científica considerada. Estas se reportan en el
siguiente orden: territorio, paz y desarrollo.
El territorio
39
idea de territorio como espacio social y habitado por seres humanos:
“El espacio es el conjunto concreto objetivo de localizaciones materiales
de naturaleza muy variada que involucra actividades humanas como
el uso de la tierra, urbanas, topográficas, biogeográficas, de servicios,
de hábitats y de relaciones muy diversas” (Vargas Ulate, 2012, p. 321).
Es decir, aquellas personas o grupos de personas que se establecen en
función de una serie de relaciones, dados sus intereses y necesidades, con
unas prácticas que adquieren legitimidad en lo que podría denominarse
su ámbito territorial. Esta consideración daría lugar a vincular la
geografía con la evolución del concepto (espacio), ya no solamente
como abstracción física, sino como proceso que implica relaciones,
percepciones y experiencias que dan cuenta del individuo en su entorno
social, de manera que haya lugar a descifrar otras maneras de entender
el territorio y los procesos que allí se inscriben:
40
y su hábitat. Este reconocimiento permite entender que si bien la
etología facilita entender con mayor fuerza la relación del ser vivo con
su hábitat, la geografía, en tanto disciplina social, sí explica con mayor
fuerza la relación existente entre el sujeto -o ser humano- y el espacio -o
territorio- (Monnet, 1999_a).
El camino transitado en Colombia expresa el enfoque
multidisciplinar y multicultural del concepto del territorio asociado a la
geografía. A manera informativa es útil mencionar que según Thomas
Bohórquez (2005), a finales del siglo XX empezaron a surgir programas
de formación de geografía tan variados como los de la Escuela de
Posgrados en Geografía (EPG), formada a partir del convenio entre
el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y la Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), y luego a partir de
los departamentos de geografía de otras universidades de talla nacional
como la Universidad del Valle, de Córdoba, del Cauca y, por supuesto,
la propia Universidad Nacional de Colombia.
Todo ello para afirmar, como lo expresa Llanos-Hernández
(2010, p. 208): “El territorio, como concepto, no ha sido monopolio de
un saber o de un conocimiento, sino de varias ramas de la Geografía y
ha sido exportado hacia otras disciplinas” . En la siguiente tabla se hace
evidente el fenómeno expuesto en las líneas anteriores, reconociendo
además en ella las diferentes tendencias del concepto, vistas desde
diferentes autores y nacionalidades.
41
Categoría Autores Nacionalidad
Lefebvre Francia
Espacio vivido e interacción Baringo Ezquerra España
de sistemas de acción y objetos
geográficos Milton Santos Brasil
Rodríguez Valbuena Colombia
Nates Cruz Colombia
Montañez Gómez Colombia
42
superficie terrestre (o suelo) donde se construye su institucionalidad y
sobre la cual efectivamente puede realizarse el ejercicio de poder. Por
tanto, como consecuencia lógica de esta concepción de Estado, se
generó la tendencia a ocupar cada vez mayores espacios (o territorios)
por parte de las comunidades sociales que lo habitan; es decir, bajo
este argumento y concepción se instauró una justificación teórica a la
política imperialista que reinaba en el mundo a finales del siglo XIX.
Incluso hasta el día de hoy existen consecuencias de estos
planteamientos, si bien no necesariamente en términos de política
expansionista del territorio, sí bajo el principio de racionalizar el uso del
espacio. Nótense, por ejemplo, las formas de ordenamiento territorial,
la planeación física del territorio, las formas de explotación económica.
Por su parte, Raffestin (2011) debate el significado de territorio
dado por Ratzel (2006), por considerar que este tiene una concepción
de territorio basado únicamente en el poder del Estado, siendo este
significado una evidencia clara del exceso de su poder. Raffestin (2011)
defiende la existencia de múltiples poderes territoriales expresados en
lo regional y local; por consiguiente, resalta los aspectos políticos del
territorio y destaca la diferencia entre espacio y territorio, señalando
que el primero es anterior al segundo y, más aún, que el territorio es
una producción a partir del espacio dada las relaciones sociales que se
inscriben en un campo de poder específico. Además, el autor considera
el territorio como una superficie de tierra habitada por grupos humanos,
un espacio apropiado y valorado simbólica e instrumentalmente.
43
geometría; el territorio, en cambio, es el resultado de la experiencia,
la suma de todos los lugares concretos con los cuales el individuo es
involucrado a través del tiempo” (p. 2). Para el autor, el territorio tiene
un vínculo estrecho ligado al espacio; el territorio como un producto,
como un espacio producido en ciertas condiciones, para ciertos fines,
por ciertos actores. Dicha espacialidad permite que el territorio sea
dinámico y abierto a diversos abordajes teóricos y metodológicos que
hacen posible nuevas comprensiones e interpretaciones, dar cuenta
de otras discusiones, de manera que haya lugar a descifrar numerosas
formas de entender el territorio y los procesos que allí se inscriben.
Ahora bien, el territorio no está determinado por sus
características físicas -aunque estas hacen parte de las relaciones que
se generan; lo que prima allí son los significados que se producen
por medio de la experiencia de vida, es decir, de la cotidianidad.
Por consiguiente, el territorio se apropia simbólicamente, a través
de diversos lenguajes, imágenes, códigos, y está en permanente
construcción y proyección:
44
La reivindicación de lo propio y el reconocimiento y valoración
de las diferencias étnicas y culturales (alteridad para los
antropólogos), ha generado en no pocos casos, como el inestable
mapa político del mundo lo demuestra, una exaltación de
los conflictos territoriales como condición política previa al
reconocimiento interno y externo de la identidad cultural y la
pertenencia y apropiación de un lugar; lugar que expresa un
proyecto político, étnico, cultural y/o religioso, de profundas
raíces históricas. (Thomas Bohórquez, 2005, p. 17)
actividad espacial que los actores allí presentes crean, recrean y apropian
de manera diferencial y desigual de acuerdo con el contexto donde se
generan tales procesos, y desde donde podrían ser posibles de identificar
percepciones, valoraciones y actitudes territoriales según las relaciones
de complementación, cooperación y conflicto en determinadas
45
circunstancias. Dadas esas valoraciones, el territorio no es fijo; dada su
realidad geo-social, este es cambiante y requiere permanentemente de
nuevas formas de organización social en tanto es un territorio móvil,
mutable y desequilibrado.
física, ya que las personas hacen usos simbólicos de los objetos que lo
componen -un ejemplo de ello, “lugar con fuerte carga emotiva donde
se celebran los éxitos deportivos” (Baringo Ezquerra, 2013, p. 125).
Esta definición del espacio complejiza la comprensión que sobre
él se había realizado. El espacio es ahora un lugar en el cual se realizan
46
prácticas, es un lugar que se aprehende a través de las representaciones
que en él se hacen, y es un lugar en el cual se representa precisamente
ese espacio a través de las representaciones que le constituyen. Por
tanto, esta concepción del espacio está unida a la existencia humana
no solo en términos de ser quienes lo sitúan, también al ser quienes lo
configuran y anticipan.
Por tanto, siendo de especial interés en este escrito el espacio
vivido, puede profundizársele como el espacio de las prácticas sociales,
cercano a la vida cotidiana, aquel donde el ser humano despliega sus
competencias como ser social a partir de la experiencia directa que
tiene con otros. Superando el espacio físico por el uso simbólico de los
objetos que le componen, modificando el espacio físico por el juego
que realiza la imaginación constante. El espacio es siempre político,
construido a través de una lucha incesante de poderes y valores que a
través de conflictos y/o consensos configura su existencia. Es el espacio,
por tanto, producto de la sociedad y es la sociedad responsable de
configurar sus múltiples espacios de realización.
Así las cosas, podría considerarse que el carácter social
del territorio está determinado por las relaciones socioculturales,
adquiriendo pues mayor relevancia al interior de otras disciplinas
las ciencias sociales como la sociología, la antropología, la ciencia
política, la economía, entre otras. Esto obedece a los cambios teóricos y
conceptuales que desde la interdisciplinaridad y la transdisciplinariedad
han venido ocurriendo en las ciencias sociales para darle explicación al
territorio, sin dejar de lado la importancia que reviste la geografía en
términos espaciales.
Santos (1996), desde una perspectiva interdisciplinar, complejiza
el concepto de territorio y da cabida a múltiples contextos, sean estos
Discusiones conceptuales
47
El concepto de territorio es único, constituido según las
características del contexto en el cual tome lugar. Se constituye en
relación homogénea y dinámica según la población que lo habita y el
sustento cultural que le antecede, cubre y anticipa en sus relaciones
sociales. Planteado esto, la dimensión, geo-eco-antrópica del territorio
explica y hace referencia a las relaciones entre los seres humanos,
es decir, a un espacio socialmente construido cuyas fronteras no son
definidas por las características biofísicas sino por los procesos mediante
los cuales los actores sociales lo transforman e intervienen, definiéndolo
y delimitándolo. Esta dimensión implica abordar el territorio como
relación ser humano-naturaleza, espacio-tiempo, donde el ser humano
establece unas relaciones de subsistencia y de reproducción social.
En el contexto actual de la globalización, este logra imprimir
una relevancia central a la dimensión espacial de los procesos sociales
que estudia. Este autor complementa, analizando el espacio como
un conjunto de formas constituidas por fracciones de la sociedad; un
conjunto indisociable, solidario y contradictorio de sistemas de objetos
(geográficos, naturales y sociales) y de vida que los cubre y anima. En
sus propias palabras, una sociedad que se encuentra en movimiento.
Posteriormente, según comenta Rodríguez Valbuena (2010):
48
Territorio, territorialidad y territorialización
49
culturales. Es multiescalonado en términos de referencia a la escala que
se utiliza para acotarle (por ejemplo: localidad, región, el área Estado-
nación, entre otros).
Los factores multidimensional y multiescala del territorio,
previamente referidos por Nates (2011), están mediados por dos procesos
relevantes: la territorialización y la territorialidad. En términos de Nates
(2011), la territorialización es la estrategia que se utiliza y el efecto que
causa delimitar un territorio. Sugiere también un control determinado
por un actor social en específico, configura un espacio de poder, demarca
el espacio social que se convierte en institucional, propicia relaciones
prácticas con el espacio. En sentido complementario, Montañez Gómez
& Delgado Mahecha (1998) la definen como:
50
soporte de identidades individuales y colectivas. Enfatiza sobre todo en
la relación centro-periferia.
Como consecuencia, el territorio se asume como espacio
socialmente construido solo si se soporta en los procesos de
territorialización y de territorialidad anteriormente descritos. El
territorio es, en tanto existan actores sociales que lo delimitan y producen
a través de sus prácticas y discursos. Ello conlleva la comprensión del
territorio como un espacio que requiere ser nombrado y que puede
ser transitorio en función de las prácticas que lo constituyen. Si no
fuera así, ¿qué sentido tendría hablar también de desterritorialización?
Se desterritorializa cuando los linderos territoriales, otrora existentes y
soportados en códigos culturales históricamente localizados, se pierden
(Nates Cruz, 2011).
Giménez (2000), al igual que Nates, considera que territorio
es una superficie de tierra habitada por grupos humanos; pero esta
teoría supera lo descriptivo, trasciende a definir el territorio como un
espacio apropiado y valorizado simbólica e instrumentalmente por
grupos humanos, entendiendo el espacio como una combinación de
dimensiones, incluyendo los imaginarios individuales y colectivos que
los grupos humanos le imprimen a este, que en últimas, determina el
territorio en su función social. La cultura tiene un valor muy importante
en la apropiación de territorio para Giménez (2000), quien considera
el territorio como una respuesta en primera instancia a las necesidades
sociales, económicas, políticas, culturales y ambientales de cada
sociedad.
El sentido de pertenencia e identidad, el de conciencia regional,
al igual que el ejercicio de la ciudadanía y de acción ciudadana, solo
adquieren existencia real a partir de su expresión de territorialidad. En
Discusiones conceptuales
51
La territorialidad vincula prácticas y expresiones que dan cuenta
de escenarios de apropiación y permanencia en un territorio. “Es la
acción que consolida la pertenencia y el desarrollo de identidad de un
Estado o de una persona sobre un espacio, es el nivel de dominio y
de poder que es posible ejercer sobre el mismo” (Montáñez Gómez
& Delgado Mahecha, 1998, p. 123), de manera que haya lugar en el
siglo XXI a encontrar interés en el desarrollo de las investigaciones
geográficas relacionadas entre lo local y lo global (recuérdese: expresión
de la territorialidad) y con las nuevas territorialidades, como el
fenómeno de la globalización, que generan desafíos para comprender
los problemas del territorio.
La memoria es otro concepto relacionado. En el territorio se
materializa la memoria por medio de los relatos; esta une el pasado,
el presente y el futuro de la comunidad y también le da sentido a la
misma. Territorio es por naturaleza una construcción social. Por esta
razón la mayoría de disciplinas han integrado la dimensión espacial en
el componente social que estudian la sociología urbana, la antropología
cultural, la psicología ambiental, la filosofía, la arquitectura, la economía
geográfica, entre varios ejemplos posibles, que integran el espacio como
interacción entre lo físico, la naturaleza y lo social. Es en este contexto
donde se presenta de manera diferente la realidad de los territorios no
solo como sitios geográficos donde habita una comunidad, sino como
un lugar provisto de múltiples relaciones.
Los territorios son tatuados por las huellas de la historia, de la
cultura del trabajo humano. “El territorio constituye por sí mismo
un espacio de inscripción de la cultura y, por tanto, equivale a una de sus
formas de objetivación” (Giménez, 2000, p. 7); agrega García (1976,
pág. 25) que “el territorio es el sustrato de toda relación humana que se
Discusiones conceptuales
52
entenderse como escenario determinante de construcciones sociales que
ocurren a partir de la relación de los sujetos en un contexto (cotidiano
e histórico) determinado; “las relaciones sociales se dan en los lugares
en donde se establecen las actividades, los flujos, y los desplazamientos.
Este conjunto de lugares donde se producen flujos y relaciones sociales
evolucionan en el tiempo, es decir, tienen su propia historia y dinámica”
(Vargas Ulate, 2012, p.10). En este sentido, el concepto de interacción y
de acción comunicativa cobran cabida en las discusiones sobre el territorio.
De esta manera convergen de una forma incluyente varios
aspectos determinantes para comprender la apropiación y el uso dado
al territorio por parte de sus habitantes a partir de múltiples conceptos
como el espacio, la historicidad y el ser humano, los imaginarios
individuales y colectivos, los cuales interactúan de forma dinámica dando
paso a la construcción social. Por tanto, un territorio multidimensional
y multiescalonado sitúa la discusión por el territorio en un nuevo campo
de reflexión teórica, al permitir el reconocimiento de múltiples ordenes
constitutivos de ese territorio superado ya de la referencia básica
y necesaria al espacio físico. En este sentido, posterior a la discusión
sobre la territorialidad y desterritorialización como procesos que median
las relaciones de este territorio aún más abarcador conceptualmente,
es pertinente mostrar cómo desde otras disciplinas, específicamente
la sociología y la psicología, las representaciones sociales, colectivas,
culturales y de la psiquis individual pueden ser profundizadas.
53
ciencias sociales, a través del cual lo que sucede en “este mundo” puede
ser comprendido de manera más analítica.
La acción social, descubierta ya en términos de correlato con
el mundo físico, con la profundidad del mundo subjetivo y de lo que
acontece en correspondencia con otros actores sociales, complejiza sus
posibilidades y sus recursividades. La teoría social le comprende, tanto
desde el comportamiento individual como del colectivo. Fundamenta
su existencia en la resolución y planteamiento del problema de la acción
y del orden, problema que en términos de discusiones conceptuales
sobre el territorio permite comprender lo que en él sucede y la manera
como se construye lo acontecido en el espacio social (entendido por
defecto como territorio gracias a la presencia de sujetos conscientes que
nombran el espacio físico provisto de relaciones con otros).
Las acciones son múltiples; pueden ser estratégicas, interesadas,
egoístas, instrumentales, en una palabra: racionales. O por el contrario,
irracionales, dramatúrgicas, interpretativas, expresivas, es decir, no-
racionales. Múltiples formas de comprender la acción social y el
territorio que le instituye a partir de las combinaciones analíticas que se
derivan de dar un mayor peso al individuo participante en el territorio
o al colectivo que le constituye, y de la racionalidad de la acción que se
expresa o del peso existente desde el orden social sobre lo que se realiza.
Es útil incluir aquí el esquema analítico sugerido por Bobes (2008) para
comprender la acción social existente en el territorio:
54
• Individuos socializados reproducen el mundo social al mundo de
lo mismo (Durkheim es un teórico relevante de esta perspectiva).
• Individuos racionales aceptan la sociedad por sentirse forzados a
ello (ver a Habermas).
referido es expresado.
8 En los albores del siglo XX, la realidad de su época está empezando a construir
uno de los escenarios más profundos y significativos del espacio social: la existencia de la
gran ciudad o metrópoli.
55
Lacan (1981), psicoanalista post-freudiano, comprende la
vivencia de la experiencia psicológica a partir del juego recíproco de
tres registros fundamentales: lo simbólico, lo imaginario y lo real. Lo
real, aquello que se encuentra en la realidad, realidad en tanto el sujeto
se hace consciente de lo que es y lo que hay en él y aquello que no le
pertenece y está fuera de él (piénsese en la vivencia de la imagen de sí
mismo proyectada en un espejo). Desde temprana edad, el infante se
instala en el orden de lo real en la medida en que lo real empieza a
nombrarse, a partir de lo cual el sujeto se ubica en una posición definida
en lo simbólico –entiéndase en la palabra- y le permite al sujeto crear
su mundo individual en la tópica de lo imaginario. Lo imaginario,
identificado con lo real, se distancia de él en tanto lo real puede
experimentarse como interpretación subjetiva valorada afectivamente
(el sujeto construye su mundo propio). Lo simbólico, lugar desde el cual
el sujeto nombra la experiencia, convirtiéndola en humana a través del
acceso en el lenguaje. Lenguaje caprichoso, lenguaje histórico, lenguaje
rebosante de representaciones sociales construidas en lo real por la
sociedad.
Weber (2014) comprende la acción social como aquella en
la cual el sentido mentado está referido al comportamiento de
otros. Ese comportamiento puede ser presente, expresado en el
pasado o configurado en el futuro. Esos otros puede ser conocidos e
indeterminados. Siempre con expectativas, aunque no necesariamente
comportamientos recíprocos. Construye una tipología para enunciar la
acción social: a) racional con arreglos a finales, b) racional con arreglo a
valores; c) afectiva (emotivo actual) y d) tradicional (por costumbre). El
sentido de la acción requiere ser interpretado. Inclusive, nombra como
comunidad “la actitud social que se inspira en el sentimiento subjetivo de
Discusiones conceptuales
56
Habermas (2001), a partir de su teoría de la acción comunicativa,
entiende el mundo de la vida como aquel siempre presente en cualquier
forma de interacción, ya sea a manera de o suministrando el trasfondo para
que una situación social sea posible. Este mundo es complejizado con
tres mundos adicionales, mundos que permiten comprender la acción
que se torna real en ese lugar a través de la negociación constante por
quienes participan en ella. El mundo objetivo, aquel que abarca todas las
entidades sobre las cuales pueden realizarse enunciados verdaderos, es
decir, enunciados compartidos entre las opiniones que tienen los actores
sobre el mundo que está expuesto ante ellos. El mundo social, conjunto
de relaciones interpersonales legítimamente reguladas en virtud
de la norma que expresa los valores reconocidos por la colectividad
participante en el mundo objetivo. Y finalmente, el mundo subjetivo,
como el acceso privilegiado que tiene el hablante (entiéndase el sujeto
instalado en el lenguaje) participante en un acto comunicativo frente a
sus propias vivencias.
Goffmann (2006), a través del concepto de marco de referencia,
reconoce los “principios de organización que gobiernan acontecimientos
y nuestra participación en ellos” (p. 11), por medio de los cuales algo
cobra sentido, lo que de otra manera ese algo sería un aspecto sin sentido
de una escena que se desarrolla. Este tipo de marcos naturales o sociales
no son fijos e inmutables; por el contrario, se transforman, se construyen,
se modifican a través de cambios de clave9, provocados de diferentes
57
maneras: sea por partir de algo inicial a algo completamente diferente a
lo acostumbrado, por la consciencia que se asume de la situación, por las
indicaciones dadas al comienzo y al fin de la escena que transcurre o por
la influencia que genera saber lo que está sucediendo. Por consiguiente,
el concepto de clave, entendido como “conjunto de convenciones
mediante las que una actividad dada, dotada ya de sentido en términos
de cierto marco de referencia primaria, se transforma en algo pautado
sobre esta actividad, pero considerado por los participantes como algo
muy diferente” (Goffman, 2006, p. 46), se convierte en el elemento
central que permite comprender cómo una situación puede cambiar
de significado según la interpretación que de ella realizan los actores
participantes.
58
intereses, se convierten en detonantes al interior de la realidad geosocial
en constante proceso de cambio en las formas de organización social.
Concluyendo, para Montañez Gómez y Delgado Mahecha
(1998) el territorio es la existencia de un espacio geográfico y de un
sujeto que ejerce sobre él cierto dominio, una relación de poder, una
calidad de poseedor o una facultad de apropiación, haciendo claridad
que la relación de pertenencia o apropiación no se refiere solo a
vínculos de propiedad. A su vez, el territorio es el fundamento para la
construcción del proyecto país10 pues, según sus expresiones, Colombia
es en un espacio geográfico inacabado, lo deseable es que este proyecto
pudiera articular las diferentes escalas espaciales de región-territorio.
Sin embargo, la pobre visión territorial del Estado y la sociedad no
ha permitido llegar a un consenso para la construcción de la nación
tomando como base el territorio y asignando al mismo una forma
específica de identidad nacional que pase por fortalecer el eje cultural
como base de su direccionamiento. No obstante, los autores comparten
una serie de afirmaciones muy ilustrativas sobre el territorio que son
valoradas a nivel de este ejercicio investigativo. De los aportes de
Montáñez Gómez y Delgado Mahecha (1998) lo siguiente:
59
• El territorio no es fijo, es movible, mutable.
• El sentido de pertenencia e identidad, el de conciencia
regional, al igual que el ejercicio de la ciudadanía y de acción
ciudadana, solo adquieren existencia real a partir de su expresión
de territorialidad. En un mismo espacio se sobreponen múltiples
territorialidades y múltiples lealtades. (Montáñez Gómez y
Delgado Mahecha, 1998, pp. 122-123)
La paz 11
Cano, D; Aguirre Jaramillo, C.I; Fadul Vásquez, C.J. (2016). Estado del arte sobre paz:
discusiones conceptuales y producción científica colombiana (2000-2015) asociada a la paz-
territorio y paz-desarrollo: una apuesta desde la investigación orientada a la acción y toma
de decisiones -IAD-. En Revista Hojas y Hablas. Corporación Unimonserrate, Bogotá.
(http://virtual.fum.edu.co/publicaciones/index.php/hojasyhablas/article/view/85).
60
hasta formas necrófilas con acciones psicópatas que han alcanzado
posiciones de poder político, militar o religioso. Es de esta manera como
el estado contrario a la crisis generada por la violencia, la guerra y lo
bélico, se constituye en algo deseado o anhelado.
No es necesario ir muy atrás en el repaso de los últimos dos o
tres siglos para encontrar hechos marcados por el predominio de la
violencia, la guerra y la ausencia de ese estado de “paz” que deseaban
los pueblos. Considérese la Primera Guerra Mundial y la supuesta paz
armada, la Segunda Guerra Mundial y la irrogación de la humanidad
a todo tipo de sufrimientos, la Guerra Fría con más de 40 años de
sobresaltos y angustias de la humanidad frente al desarrollo de armas
intercontinentales con poder para borrar ciudades enteras, caso los
misiles Pershing-2 y el SS-20 que constantemente amenazaron Europa.
Por medio del análisis y en medio de este tipo de escenarios se
resaltan los retos en materia de paz, los cuales varían de acuerdo a cada
situación, pero se hacen más complejos gracias a la multiplicidad de
factores que acompañan a cada contexto. Así, la posición paradigmática
para entender el término de paz revela la necesidad de analizar y evaluar
la pertinencia de las diferentes conceptualizaciones de este término
según las prácticas de cada época en las que se desarrollaron, así como
su naturaleza cambiante.
En atención a lo expuesto, en el documento se abarca el tema de la
paz, partiendo del reconocimiento de sus orígenes, para posteriormente
pasar por las diferentes conceptualizaciones desarrolladas por autores
desde los cuales se abordaron elementos comunes, complementarios
y/o contradictorios, y muy especialmente, dado el propósito de la
investigación, las relaciones existentes entre los términos de paz,
desarrollo y territorio.
Discusiones conceptuales
61
Tabla 7. Paz Autores Nacionalidad
Paz: autores Lederach, Estados Unidos
referentes y Orígenes del concepto
Moreno-Parra España
nacionalidades
Tortosa España
Conceptualizaciones sobre
Smoker y Groff Estados Unidos
la paz
Borja México
La paz como equilibrio
dinámico de fuerzas o
Wright Estados Unidos
factores en el sistema
internacional
La paz negativa y la paz Borja México
positiva Johan Galtung Noruega
Francisco Muñoz España
La paz imperfecta Dreher Estados Unidos
Shiva India
La paz interna y externa Leonardo Boff Brasil
Antanas Mockus Colombia
Francisco Cajiao Colombia
Educación para la paz
Amartya Sen India
CINEP Colombia
Discusiones conceptuales
62
Orígenes del concepto
63
La irenología, ciencia que estudia la paz, ha estado presente
en la historia de los hombres desde los propios orígenes de la
humanidad. En algunas ocasiones como mito, muy difundido
entre los griegos, y en otras, como ideario y propósito de las
sociedades, a fin de alcanzar una convivencia a partir de la
construcción de unos mínimos establecidos política y socialmente.
(p. 208)
materia de análisis de las ciencias sociales. La sociología se dedicó a estudiar las causas y
los orígenes históricos de la violencia y la antropología se ocupó de develar las dinámicas
comunitarias en torno a la misma y a la configuración del poder, entre otros aspectos.
Dichas elaboraciones fueron evolucionando y cobran sentido actualmente en un nuevo
campo de las ciencias sociales que en Colombia se ha denominado violentología.
64
Así, el concepto de paz desde una dimensión ética ha
evolucionado hacia la necesidad de resolver la guerra y el conflicto
a través de soluciones sostenibles. Para Richmond (2006), uno de
los problemas al momento de abordar cualquier discusión sobre el
concepto de paz es asociarlo con paradigmas universales e idealistas;
la democracia, uno de ellos, como estrategia para evitar el conflicto
y poner fin a la guerra que desestabiliza la hegemonía de los Estados
poderosos y su aparato institucional en el marco de un gobierno
global que genera consecuencias no deseadas para los que no estén
alienados. Es claro además que asumir el discurso de la paz como la
paz perpetua de Kant o el ideal platónico en contextos de múltiples
conflictividades, sin duda deja a un lado las lógicas de quienes los
habitan.
En escenarios más contemporaneos, aparece referenciado en la
literatura especializada sobre el concepto de la paz el estudio de Smoker
y Groff (1996), quienes consideran seis categorías o perspectivas en la
evolución del concepto de la paz (ver ilustración 5):
No
Ausencia Balance violencia Paz Paz Paz
de guerra de fuerza estructural feminista holística interna/externa
Ambiente
Global
Paz externa
Internacional
Entre estados
PAZ
En estados
Discusiones conceptuales
Comunidad
Familia e
individuo
Paz interna
13 Otro punto de inflexión que le otorga una mirada diferente a los estudios
sobre el tema de la paz es la caída del pacto mundial del café en 1989, lo que desató la
peor crisis que esta región haya vivido en su historia, ya que el grano dejó de ocupar
el primer renglón de la economía y a raíz de esto emergieron los principales conflictos
sociales, económicos y políticos que la caficultura había contenido hasta ese entonces.
66
se desarrolla entre grupos políticos independientes o que se consideran
como tales, y iii) la solución del dicho conflicto asignado a una violencia
organizada
Ahora bien, con lo anterior es necesario aclarar los conceptos
de conflicto, grupo político y violencia. En primer lugar, el conflicto es
una situación en la cual las necesidades de una parte (un individuo o
grupo) solo se satisfacen mediante el perjuicio de la otra parte. Esto
puede ejemplificarse en el caso de una competencia por la posesión de
un bien escaso. Sin embargo, el conflicto también puede desarrollarse
a nivel psicológico, en donde el objetivo no es un bien sino la misma
persona del otro. En segundo lugar, grupo político se define como “un
grupo organizado para el mantenimiento o la conquista del máximo
poder posible entre y sobre hombres convivientes” (Borja, 2003, p. 197),
teniendo en cuenta que el máximo poder se traduce en el monopolio
de la fuerza física para lograr la obediencia de las propias órdenes.
Finalmente, la violencia física se define como el uso de la fuerza física de
manera intencional y dirigida por un sujeto activo a un sujeto pasivo,
sin consentimiento de este último. Con esto, no se considera violencia
aquella que se ha categorizado como psicológica, en la cual se hace
uso de medios de manipulación de la voluntad del otro, o aquella en
la que se causan sufrimientos graves sin intención, o cuando se causa
sufrimiento a quien así lo permite.
Ya expuestos los tres términos que configuran el concepto de
guerra, la paz como ausencia de guerra es definida como “estado en
el que se encuentran dos grupos políticos entre los cuales no existe una
relación de conflicto caracterizado por el ejercicio de una violencia
durable y organizada” (Borja, 2003, p. 197). Así las cosas, del anterior
concepto se deriva que: primero, entre dos grupos políticos pueden
Discusiones conceptuales
67
La paz como equilibrio dinámico de fuerzas
o factores en el sistema internacional
68
Visible Violencia
Directa
Invisible
Violencia Violencia
Cultural Estructural
69
dinámica de cómo la violencia es generada en los conflictos sociales.
Para este teórico, la violencia es una especie de iceberg, en la que su
parte visible tan solo es una pequeña parte del conflicto.
En primer lugar, la violencia directa es aquella que ocurre
de manera física y verbal, razón por la cual es visible por medio de
distintos tipos de conductas y comportamientos, con golpes, agresiones
físicas, marcas y traumatismos corporales. Se resalta que este tipo de
violencia no solo se da en el ser humano, también en la naturaleza,
en acciones de destrucción y daños a la biodiversidad y los espacios
naturales. Dentro de este tipo de violencia también se contemplan
acciones como violación, asesinato, robo, violencia de género, verbal,
psicológica, entre otras. Finalmente, se habla de la violencia directa
en contra de la colectividad, la cual es evidente en daños materiales,
guerras, destrucción de infraestructura.
En segundo lugar, la violencia estructural14 se asume como aquella
originada en estructuras de tipo físico y organizativo que no permiten
la satisfacción de las necesidades de los individuos. Según Galtung,
este es el peor tipo de violencia, por cuanto comprende el origen del
conflicto y es difícil de distinguir. El concepto de violencia estructural
es aplicable en aquellas situaciones donde las necesidades humanas
básicas no pueden ser satisfechas en procesos, como por ejemplo, de
estratificación social. De esta manera, en la violencia estructural se
14 Entre los años sesenta y noventa se da un segundo período que inicia con la
creación del Instituto para la Paz de Oslo; de allí que no sea gratuito que Noruega sea
un garante de los diálogos de paz de La Habana, ya que ellos han tenido gran tradición
en investigación para la paz. En esta segunda etapa, este y otros institutos ligaron los
estudios para la paz a las violencias estructurales, en los cuales mostraron las relaciones
Discusiones conceptuales
70
presenta un reparto no equitativo de los recursos; al contrario, persiste
una solución sistemática a favor de una de las partes y en perjuicio de
los demás. Es de aclarar que la violencia estructural tiene sus orígenes
en las políticas económicas de tipo capitalista, con un reparto injusto de
la riqueza y los recursos.
Por último, la violencia cultural tiene que ver con aspectos culturales
legítimos de los grupos como el arte, la religión, el derecho, la filosofía,
ente otros. Galtung la considera como simbólica, expresada además por
medio de la lengua, la ideología y los medios de comunicación, cuya
función es la legitimización de la violencia directa y estructural, al igual
que inhibe y reprime la respuesta de quienes son víctimas al ofrecer
todo tipo de justificaciones para que los seres humanos se destruyan
unos a otros, e incluso encuentren recompensa por ello. Se destacan al
respecto las guerras santas.
Ahora bien, de esta noción amplia sobre la violencia, Galtung
(1964) hace un concepto vasto de la paz, la cual la define desde dos
dimensiones: paz negativa y paz positiva. Respecto a la paz negativa,
el autor la define como la “ausencia de guerra y de violencia
sistemática, organizada y directa” (Galtung, 1964, p. 41). De modo
que la paz negativa se presenta en situaciones donde existe un statu quo
marcadamente autoritario, en donde persiste un potencial ideológico
que gesta un estallido de guerra. De este modo, la paz negativa se
presenta latente en la sociedad, es silenciosa y se da en casos cuando
se permite el abuso u opresión por parte de otros, cuando las personas
callan y son indiferentes ante el abuso que unos ejercen sobre terceros,
o cuando se acepta un régimen, dictadura o situaciones de injusticia.
Sobre la paz positiva, Galtung la concibió como “ausencia de
violencia tanto directa como estructural o indirecta” (Galtung, 1964,
Discusiones conceptuales
71
En otras palabras, la paz positiva es el logro de la paz negativa en donde
además hay justicia social15.
En la paz positiva se presentan condiciones de regulación desde el
derecho internacional, siendo un estado logrado posterior a un acuerdo
en el cual dos Estados cesan sus hostilidades y logran la regulación de
sus relaciones a futuro. De modo que hacer la paz, más que terminar
con la violencia directa, significa la instauración de un estado regulado
jurídicamente con tendencia marcada a la estabilidad (Galtung, 1964).
Textualmente este autor expone:
todo, pero al ser un objetivo prácticamente inalcanzable, esto podría llevar a acciones
desesperadas, inmovilizaciones o a la defensa de revoluciones violentas. De otro lado,
la paz imperfecta crea seres humanos tensionados, conflictivos y muchas veces más
violentos, pero también cooperativos, solidarios, altruistas, sobre quienes se pueden
promover procesos de empoderamiento pacifista.
72
visiones del otro, sin que necesariamente ello implique estar de acuerdo.
La creatividad es una capacidad que permite estar por delante de las
estructuras mentales de las partes en conflicto, lo que permite abrir
nuevos caminos de relación social. De este modo, la paz requiere una
cultura y estructura de paz y no de violencia (Galtung, 1969).
En la obra titulada Peace by Peaceful Means (1996), Galtung
estableció una analogía entre el ser humano como paciente y la
sociedad como sistema. De este modo, paz/violencia en el sistema
social equivale a lo que salud/enfermedad representa para el hombre.
Para este, cuando una persona ve que sus condiciones de salud no
son óptimas, consulta al médico, quien sigue una metodología para el
restablecimiento de la salud del paciente. A esto lo concibió como el
triángulo diagnóstico – pronóstico – terapia.
Lo anterior también aplica al sistema social en relación con la paz.
Un primer momento es cuando se presentan síntomas de enfermedad,
lo cual requiere un análisis de antecedentes, contexto actual y variables
que pueden estar influyendo de manera negativa. Con esto se determina
qué tipo de enfermedad se presenta socialmente, pudiendo encontrar
distintos niveles de violencia estructural y/o cultural, así como violencia
directa. En un segundo momento aborda el análisis o predicción de
la evolución de la enfermedad social, estudiando la posibilidad de
que el sistema pueda regenerarse por sí mismo o, por el contrario, si
es necesaria la intervención de agentes externos para volver al estado
de paz. Por último, se habla de la terapia o esfuerzos provenientes del
sistema o de otros para el restablecimiento de la paz; dicha terapia puede
ser preventiva o curativa, siendo la primera lo mismo que la edificación
de una estructura y cultura de paz sólida y consolidada, mientras en
la segunda implica la completa reconstrucción de la paz cultural y
Discusiones conceptuales
73
disuasión nuclear para frenar la confrontación bélica, al igual que
métodos como las alianzas y la carrera por el control y poder de
armamento bélico, métodos que, según él, solo conducen al fracaso,
razón por la cual los gobiernos y la sociedad en general deben esforzarse
para buscar alternativas políticas que conduzcan a la paz o al menos
eviten la guerra. En respuesta, Galtung concibió la elaboración de una
política basada en los siguientes elementos: i) la resolución de conflictos,
ii) el equilibrio de poder, iii) el desarme, y iv) políticas alternativas de
seguridad. Valga anotar que estos elementos guardan relación estrecha
uno con otros, pero no de una manera jerárquica.
Sobre la resolución de conflictos16, esta se logra a través de la
despolarización del sistema, que en otras palabras es la incorporación
de otras opciones entre dos ideologías distintas. Además, implica
una disposición de las partes para la aceptación del otro desde sus
particularidades y su derecho a la diferencia. El componente principal
de este elemento se basa en la voluntad política.
En cuanto a el equilibrio de poder, el mismo autor lo identifica como
un concepto confuso y abstracto, por cuanto es difícil de cuantificar,
pues no solo se trata de la capacidad destructiva de las armas y del
número de estas, sino también de las estrategias, la vulnerabilidad física,
la dependencia a lo externo, entre otros aspectos. Así, el equilibrio de
poder no se constituye como una garantía para la disuasión de las partes
involucradas en el inicio de una guerra, pero se puede hablar de una
seguridad común donde confluyen las siguientes condiciones entre las
partes: seguridad absoluta lo más elevada posible, seguridad relativa
igualitaria y la cooperación de las partes para el logro de una seguridad
Discusiones conceptuales
74
igualitaria lo más elevada posible. El equilibrio de poder es factible
cuando se ha eliminado la capacidad ofensiva de los actores.
Respecto al desarme, Galtung afirma que el resultado de cualquier
carrera armamentista es el lamento, razón por la cual la paz requiere
la debilitación de la capacidad destructiva de las partes a través de
un desarme equilibrado, mutuo y controlado. Finalmente, las políticas
alternativas de seguridad hacen referencia a aquellas políticas diseñadas
para mantener la paz y evitar la guerra e implantar formas de defensa
en las que no se dé lugar la inseguridad entre los bandos, evitando una
carrera armamentista entre las partes.
La paz imperfecta
75
realidad de la paz desde dicha condición es indispensable concebirla
en el marco de la complejidad, haciendo uso de los diferentes aportes y
mecanismos científicos, académicos e institucionales que posibiliten una
cooperación inter y transdisciplinar.
En la década de los 90 surge un pensamiento sobre la paz que
conceptualiza de manera integral, contemplando no solo los niveles
de individuo, familia, Estado y relaciones entre Estados, sino también
la relación del ser humano con el medioambiente. De este modo, la
paz con la naturaleza se constituye como elemento eje en esta teoría
holística de la paz, pues el ser humano es visto como una de las especies
que habitan el planeta, y el destino del planeta se considera el objetivo
más importante. En concreto, este tipo de paz no abarca la dimensión
espiritual sino que abarca las formas de violencia física en contra de las
personas y el medio ambiente (Dreher, 1990).
Los autores referentes son Smoker y Groff (1996), Dreher (1990)
y Macy (1991). Es de aclarar que el término Gaia hace referencia al
planeta Tierra visto como un organismo vivo. Este enfoque del respeto
por la tierra también se alimenta de las cosmovisiones de las culturas
indígenas y del pensamiento de Shiva (1988, 1997, 2002 y 2005), autora
de trece libros y más de trescientos ensayos desde una visión ecofeminista
sobre la paz y el desarrollo. Para Shiva, la concepción moderna de
desarrollo ha provocado la contaminación medioambiental, la amenaza
contra la supervivencia, la biodiversidad, el conocimiento común, los
derechos colectivos de las culturas, la depreciación de los valores, las
habilidades y los conocimientos ancestrales. Desde este punto de vista se
habla de una violencia expresada de las siguientes maneras:
el mundo. Otra manifestación que se vincula a dicho concepto tiene que ver con la
conformación del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Centro.
76
• Violencia en la sociedad, en la que se destaca el control por
fuerzas externas, el debilitamiento del gobierno local y el resurgir
de identidades internas que justifican la guerra y la violencia.
Otra forma de violencia en la sociedad es aquella en disputa por
los recursos naturales.
• Violencia hacia el género femenino, los pueblos tribales y
campesinos. En esta hay una opresión y despojo del sustento, las
capacidades y el conocimiento, obligados a secundar concepciones
de “expertos” que les son ajenas a su historia, entorno, cultura,
creencia, etc.
• Violencia contra el conocimiento, en la cual la ciencia es
considerada como fuente de conocimiento, rechazando de
manera sistemática aquel proveniente de la experiencia y la
trascendencia, calificando como “atrasado” y “carente de valor”
aquello que no provenga de los métodos científicos.
• Violencia genética, en la cual se evidencia la manipulación y
alteración de la naturaleza, lo que atenta contra esta misma y su
diversidad.
77
La paz interna y externa
78
en la necesidad de la comparecencia y el cuidado por el otro. Sobre
el respeto habla de la verdadera ética del mismo, resaltando el valor
intrínseco de los demás. Por último, aborda su conceptualización sobre
la tolerancia, y posteriormente se detiene en el análisis de cuestiones
respecto a esta, como sus límites (Boff, 2007b).
En el tercer volumen, titulado Comer y beber juntos y en paz, el autor
habla sobre los problemas de hambre a nivel mundial, a pesar de que
se dispone de los medios necesarios en términos políticos, técnicos y
tecnológicos para alimentar de manera adecuada a todos los habitantes
del planeta. Al respecto plantea que la causa central del problema es la
falta de sensibilidad con los semejantes (Boff, 2007c).
79
estaría orientado a contribuir a la paz, impulsando procesos de cambio
cultural y voluntario y la disposición y la habilidad colectiva para llegar
a acuerdos sostenibles.
En relación con la influencia para modificar los imaginarios
colectivos, se destaca el papel relevante de los medios de comunicación
en el proceso de construcción de conceptos, ideas y comportamiento
sociales. Francisco Cajiao (1999) reflexiona sobre algunos factores
culturales que contribuyen a consolidar un imaginario social acerca del
comportamiento ciudadano, y en especial de los espacios de transición
cultural, considerando entre ellos las influencias de las pedagogías
simples desde la familia, la escuela, el espacio amplio de la comunidad
y los medios de comunicación masiva. La hipótesis enunciada hace
referencia a la capacidad de los medios de fabricar un imaginario de
ciudadanía en el cual se mezclan diversos conocimientos como historia,
derecho penal, psicología del comportamiento, valores, emociones
y comportamientos eventualmente imitables. Es decir, construcción
de imaginarios en forma literal, en tanto que la mezcla de mensajes
constituye generación de imágenes más que la generación de ideas y
conceptos estrictamente racionales.
Por ello, reconocer la diferencia como elemento central en
las búsquedas significa la capacidad de ir tras la huella de actores,
considerada esta como una manera de ver el mundo que no puede
emerger porque los núcleos básicos de poder impiden la visualización
de las minorías o de grupos mayoritariamente acallados. Construir la
paz implica prepararse para hacer énfasis comparativo y no solo en
lo trascendental, reconocer la ineludible pluralidad de los principios,
permitir y facilitar el reexamen, la permisividad de las soluciones
parciales, estar abiertos a la diversidad de interpretaciones e insumos,
Discusiones conceptuales
80
Colofón
81
A diferencia de la concepción de la paz interna y externa,
Galtung (1969) sitúa la discusión en las dimensiones sociales, culturales
y económicas, en tanto reconoce la existencia de múltiples factores y
condiciones objetivamente observables, como pueden ser la distribución
del ingreso y el acceso a servicios básicos del bienestar humano. La
forma como el sujeto reconoce su experiencia es importante; no
obstante, su mismo reconocimiento puede estar influenciado por
condiciones culturales de violencia que no le permiten entender su
posición como un estado socialmente indeseable. El giro es relevante: la
perspectiva abre posibilidades de comprensión al reconocer que la paz
no es suficiente si solo si la violencia directa que se experimenta decae.
La violencia estructural y cultural amplia la dimensión básica de la paz:
la ausencia de guerra.
La paz imperfecta oxigena el escenario desalentador que
promueven otras concepciones sobre la paz, instala la posibilidad de
encontrar vivencias o hechos de paz en medio de situaciones de conflicto
y de violencia permanente. No es gratuito que su adjetivo de imperfecta
pueda ser asumida como una renuncia que se da del Edén que se
consideraba bíblicamente, como ese espacio de total perfección donde
la coexistencia humana y el ambiente era una realidad experimentada
permanentemente. Esta paz supone una reflexión frente al concepto
de la naturaleza humana, entendiendo esta como el destino humano
de estar dirigido inexorablemente a condiciones de violencia o, por el
contrario, a condiciones perpetuas de perfectibilidad a partir de la idea
suprema de la educabilidad humana (no en vano también se discutió
sobre la postura de la educación para la paz como otro propósito social).
Esta paz imperfecta no supone renunciar a la lucha por la
eliminación de esas violencias estructurales, directas y culturales.
Discusiones conceptuales
82
como ajuste comedido para que la sensación de paz interna se elevara en
detrimento de la exigencia de las mejoras materiales que se encuentran
fuera del sujeto que la experimenta. En este sentido, la paz imperfecta
requiere del realce de un sujeto que se sabe responsable ante la situación
que se instala como no deseable. El peligro estaría si en este sujeto,
además de reconocer aquella situación pacífica que se experimenta o
aquel escenario de vida que pacíficamente se instala como tal, existiera
una negativa a la acción transformadora de las condiciones materiales
de su propia sociedad.
Esta necesidad transformadora aparece enérgicamente en la paz
feminista; su misma condición política la instala en la necesidad del
movimiento. A su vez, el concepto de paz holística permite, además de
un reconocimiento de la necesidad de eliminación de las condiciones de
injusticia y del prejuicio existente en el mundo social, una reconciliación
con la faceta animal de la condición humana existente: no solo se trata
de transformar la realidad social, también se requiere generar un
equilibrio con el mundo que circunda y en el cual se instala el sujeto
en su propio territorio (recuérdese la discusión sobre la paz interna y
la externa). Esa generalidad, esa globalización, ese equilibrio de fuerza
mesurado, es pivote necesario para la coexistencia pacífica humana.
En conclusión, la paz, en tanto equilibrio de fuerzas, posibilita
el reconocimiento de actores y la necesidad de convivir entre ellos. La
paz realza la condición humana conflictiva y el anhelo por un mundo
equitativo y justo (desde la perspectiva de un actor en particular). La
paz, cuando se pluraliza en paces, facilita su experiencia a partir del
concepto de lo imperfecto. Yb finalmente, la paz puede comprenderse
como condición de posibilidad y como consecuencia de la acción.
Discusiones conceptuales
El desarrollo
83
y actuar de las sociedades. Condicionado por el contexto, ha transitado
desde un enfoque de progreso asociado con crecimiento económico a
enfoques más alternativos que buscan mejorar de manera integral las
condiciones de vida de la gente, en el marco de un amplio discurso
epistemológico en el que cobra especial relevancia la inclusión de las
dimensiones ambiental y social, que privilegia estrategias amigables con
el ambiente y compatible con los elementos culturales desde un enfoque
inter y multidisciplinario que reconoce la complejidad del fenómeno y
su carácter multidimensional.
Indudablemente, comprender la evolución del concepto y
su apropiación por los diferentes autores y actores en el seno de las
sociedades, entre ellos los académicos y los investigadores, amerita
adentrarse en los diferentes enfoque teóricos, objeto de la presente
investigación documental. Esta se convertirá en un insumo valioso al
momento de contrastar los resultados obtenidos a partir de la revisión de
la producción que al respecto han generado los diferentes investigadores
para Colombia en el periodo comprendido entre 2000 y 2015.
La tabla 8 da cuenta de los autores destacados en el área de
desarrollo y sus nacionalidades, que sirven de soporte para dicho estudio
documental .
Reino Unido
Lewis
(Gran Bretaña )
Mujica Chirinos y
Enfoques del desarrollo Venezuela
Rincón González
84
Desarrollo Autores Nacionalidad
Nurske Estados Unidos
Enfoque moderno del
Baran Rusia
desarrollo
Rostow Estados Unidos
Durkheim Francia
Parsons Estados Unidos
Teoría del cambio social
Hoselitz Austria
Germani Italia
Cardoso y Faletto Argentina
Enfoque dependentista del
Prebisch Argentina
desarrollo
Sunkel Chile
Sachs Francia
(Naciones Unidas,
Enfoques ambientalistas Estados Unidos
Asamblea General )
sobre el desarrollo
Meadows y Randers Estados Unidos
Mármora Costa Rica
Streeten Estados Unidos
Hunt Estados Unidos
Enfoque del desarrollo Nozick Estados Unidos
a escala humana y las
necesidades básicas Max Neef Chile
Touraine Francia
PNUD Estados Unidos
Discusiones conceptuales
85
Desarrollo Autores Nacionalidad
Peemans Francia
Críticas al desarrollo Hirschman Alemania
Gunder Frank Alemania
86
pago de las jornadas de trabajo como condición para devengar mayores
salarios y acumular capitales (Mill, Saheley & Ortiz, 1951).
Schumpeter (1957) en su teoría del desenvolvimiento económico
explica el crecimiento económico de los países como resultado de su
relación con los procesos de innovación como factor clave para la
competitividad y la adaptación a cambios exógenos que transforman un
proceso productivo poco eficiente en la generación de bienestar, y que
anula tanto los beneficios como los intereses del capital y la formación
de la riqueza, en un proceso dinámico de aumento discontinuo en la
función de la producción en la industria que mejora sustancialmente el
bienestar económico y social.
Introducir al mercado un nuevo bien de consumo masivo, el uso
de un método productivo empleado anteriormente en otro sector de
la economía, la apertura de nuevos mercados para productos que ya
existen en él, el descubrimiento de nuevas fuentes de abastecimiento de
materias primas y la reorganización de la industria con modificaciones
en su estructura a largo plazo, representan para Schumpeter (1957)
algunos de los mecanismos para mejorar la competitividad.
Paul Rosenstein-Rodan, uno de los fundadores de la llamada
Economía del Desarrollo, hace referencia a las áreas económicamente
atrasadas. Introduce la expresión de desarrollo equilibrado como
consecuencia de los desajustes o discontinuidades en la oferta y en la
demanda (Rosenstein Rodan, 1943).
A pesar de que el término en cuestión aparecía de manera
ocasional en documentos de la Organización de las Naciones Unidas,
este adquiere relevancia y es motivo de interés y estudio a partir de 1949
cuando el presidente norteamericano Harry Truman, en su discurso
de posesión, hace alusión a las vastas regiones del planeta catalogadas
Discusiones conceptuales
87
técnico sirvan para la mejora y el crecimiento de las áreas
subdesarrolladas. Creo que deberíamos poner a disposición
de los amantes de la paz los beneficios de nuestro almacén de
conocimientos técnicos, para ayudarles a darse cuenta de sus
aspiraciones para una mejor vida y en cooperación con otras
naciones deberíamos fomentar la inversión de capital en áreas
necesitadas del desarrollo. (Esteva, 1996, p. 153)
88
alternativas como las ambientalistas, el enfoque de las necesidades y
desarrollo a escala humana, el enfoque neoliberal y el enfoque de las
capacidades y el desarrollo humano.
Por otro lado, Mujica Chirinos y Rincón González (2010) hacen
referencia al estructuralismo, el neoliberalismo, el neoestructuralismo,
el desarrollo sustentable, el desarrollo a escala humana, el desarrollo
humano y el desarrollo como libertad como enfoques alternativos de
desarrollo. La información ampliada de estas perspectivas se reporta a
continuación.
89
dos vías: el capitalismo y la democracia o el comunismo y la dictadura,
siguiendo un modelo lineal que habría de superar cada una de las
siguientes etapas:
90
condiciones de un sector agrícola tradicional poco articulado con el
mercado.
91
con el rol de cada actor, y cuyos prerrequisitos funcionales son: la
compatibilidad estructural entre los sistemas sociales, el apoyo de otros
sistemas, la satisfacción de las necesidades de los actores, el fomento
de una participación suficiente en los actores, el ejercicio del control
sobre aquellas conductas que sean potencialmente desintegradoras, el
control de conflictos y la existencia de un lenguaje para sobrevivir; todos
estos interactuando en el marco de un conjunto de normas y valores
que hacen posible que el cumplimiento de los intereses individuales
contribuyan al logro de los intereses generales de la sociedad.
92
especificidad funcional, mientras que los países subdesarrollados se
caracterizan por presentar las opciones opuestas.
En el ámbito latinoamericano Germani (1971), desde el enfoque
de las dicotomías, ilustra que una sociedad desarrollada posee una
economía expansiva, fundada en la aplicación de la técnica moderna,
en oposición a una sociedad tradicional enmarcada en un sistema de
subsistencia. Ilustra el proceso de transición que sufre una sociedad
tradicional para convertirse en una sociedad moderna que se configura a
partir de rasgos distintivos como el uso de fuentes de energía y tecnología
eficaz, mecanismos apropiados, producción diversificada, dominio de la
producción industrial, mezcla apropiada entre industrias de capital y
bienes de consumo, alta productividad per cápita, comercio exterior
con mayor independencia y un Producto Bruto Nacional distribuido de
manera igualitaria.
93
dinámica que responde a la existencia de centros y periferias, y donde
la división del trabajo a nivel mundial genera un aumento en las
concentraciones de capital y mercados laborales en la periferia.
De la misma escuela cepalina, abordando el problema del
subdesarrollo desde el concepto centro - periferia aparecen Celso
Furtado, Aníbal Pinto, Jorge Ahumada, Juan Noyola, Albert Hischman
y Aldo Ferrer. Estos explican el fenómeno de la desigualdad en las
relaciones económicas internacionales, así como la heterogeneidad y
debilidad de los sistemas de producción y de estructuras de la periferia
(Mujica Chirinos & Rincón González, 2010).
De este modo, la dialéctica marxista fue la metodología usada por
los dependentistas para interpretar la realidad, subyaciendo dos premisas
provenientes de la vertiente del imperialismo y del estructuralismo y
colonialismo. En primer lugar, Baran (1957) retomó algunas tesis de
Rosa Luxemburgo y Lenin con un planteamiento neomarxista; el autor
sostiene que el subdesarrollo es producto natural del imperialismo.
La producción generada en la época de la colonia (metales
preciosos, materias primas, alimentos, entre otros) se destinó a su
comercio en las metrópolis, monopolizado por compañías estatales y
privadas, dinámica en la cual las coronas y los comerciantes europeos
se adueñaban del excedente económico generado en las colonias. El
fenómeno explica el control de los Estados de la periferia por parte de
las élites dominantes con el fin de mantener y garantizar su statu quo
(Baran, 1957).
En segundo lugar, la vertiente estructuralista de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) encabezada por
Prebisch (2013), incentiva el crecimiento económico de Latinoamérica
hacia adentro con base en la exportaciones de materias primas, que
Discusiones conceptuales
94
lugar del consumo prematuro, como condición para que las sociedades
crezcan internamente y se industrialicen.
En oposición a la concepción moderna del desarrollo frente a la
industria, la productividad y el aparato productivo, los dependentistas
centran su atención en su carácter social y político en el marco de las
relaciones entre clases sociales, considerando, entre otras, la injusta
distribución del trabajo en el ámbito internacional. Al respecto, Sunkel
(1970) considera el desarrollo como un tema sociológico que trata la
realidad humana, sus relaciones y estructura sociales y estilos de vida.
Para el autor, tanto el desarrollo como el subdesarrollo son estructuras
parciales e interdependientes que hacen parte de un único sistema, el
primero caracterizado principalmente por su crecimiento endógeno
y capacidad dominante, mientras el subdesarrollo tiene un carácter
inducido y es dependiente, y para superarlo es necesario transitar del
estado de dependencia a otro donde prime el incremento de los niveles
de autonomía en un sistema económico que responda a las demandas y
necesidades de la sociedad.
95
ambiente; la asociación de elementos como la prudencia ecológica, la
eficacia económica (que incorpora además criterios macrosociales), la
dimensión cultural, que busca la aceptación de las estrategias por parte
de las comunidades, y la dimensión territorial en términos de producir
nuevos equilibrios espaciales; todos estos bajo principios éticos y sociales
en un modelo de gestión racional del medio ambiente (Sachs, 1974).
Iniciativa, compromiso e imaginación popular son atributos
necesarios para incorporar en los procesos de planificación del
desarrollo los patrones de consumo, el régimen político y la gestión de
los costos sociales, las tecnologías empleadas, el patrón de uso de los
recursos naturales, el patrón de ocupación del espacio y los aspectos
demográficos en los contextos locales (Sachs, 1981). En oposición al
modelo consumista de la modernidad de la Fundación Sueca Dag
Hammarskjold en 1975, propone el enfoque denominado el otro
desarrollo, que plantea el propósito de satisfacer necesidades, en especial
la erradicación de la pobreza, ser de carácter endógeno y autónomo,
guardar armonía con el medio ambiente y basarse en transformaciones
estructurales coherentes en contexto (Fundación Dag Hammarskjold,
1975).
La aparición de estos enfoques alternativos de desarrollo se da
como resultado de la preocupación por el deterioro ambiental en los años
80, apareciendo el concepto en las agendas de los distintos organismos
internacionales el lograr un crecimiento económico que no vulnere
los ecosistemas; un desarrollo sostenible con carácter permanente y de
largo alcance se convierte en el gran reto (Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales - UICN,
1980). La exigencia y presión ejercida por los movimientos civiles a
nivel mundial, que reclamaban acciones concretas de los gobiernos
Discusiones conceptuales
96
Posteriormente, en 1987, la Comisión Mundial para el Medio
Ambiente y el Desarrollo publicó el informe Nuestro futuro común,
amplió el concepto de desarrollo sostenible, definiéndolo como “un
desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras, para satisfacer
sus propias necesidades” (Naciones Unidas, Asamblea General, 1987,
p. 59). La coexistencia de valores de consumo que respeten los niveles de
lo ecológicamente posible, con armonía entre la evolución demográfica
y el ambiente y potencial productivo de los ecosistemas, son premisas
asociadas a la pretensión del modelo. La creciente población mundial,
en todo caso, no debería sobrepasar la capacidad de soporte de los
ecosistemas, puesto que los cambios y la capacidad de la naturaleza no
van en línea con el ritmo del crecimiento poblacional.
En forma complementaria, Meadows (1992) y Gladwin y Krause
(1995), citados por Castellano Bohórquez (2005), plantean que el
desarrollo sustentable debe persistir por generaciones, es prospectivo,
flexible y lo suficientemente sabio para no agotar los sistemas de soporte
físico y social en el cual se articulan los componentes económico, social
y ambiental.
97
Para Meadows y Randers (2006), el crecimiento poblacional, el
fenómeno de industrialización, el agotamiento y la limitación de recursos
naturales, así como el sistema de producción de alimentos no sostenible,
desencadenan una extralimitación del uso de recursos limitados. Sus
críticas al concepto de desarrollo sostenible nacen de calificarlo como
parte de una fantasía política que no tiene piso de realidad. Al contrario,
refiere un modelo de supervivencia que se soporta en la capacidad
del hombre para recuperarse de las crisis de un modelo no sostenible
(Meadows & Randers, 2006). Así mismo, Mármora (1993) considera
que el concepto de desarrollo sostenible tiene una alta dosis de utopía,
es bastante complejo y su aplicación requiere de un esfuerzo científico y
tecnológico de gran envergadura, y cuestiona la capacidad de los países
subdesarrollados para disponer de personal y técnicas para enfrentar los
problemas de sostenibilidad ambiental.
En 1992 se llevó a cabo en Río de Janeiro la denominada Cumbre
de la Tierra, escenario que debatió las consecuencias del modelo de
industrialización y desarrollo occidental en la degradación del medio
ambiente y la extinción de los recursos naturales, razón por la cual no
resulta ser un modelo viable para el resto de las regiones y naciones. Un
total de 27 principios fueron incorporados en la Declaración de Río,
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Organización de las Naciones
Unidas, 1992), en los cuales se ratifica la importancia del medio
ambiente y la responsabilidad de aprovechar los recursos naturales
según las políticas ambientales y de desarrollo de cada nación:
98
De esta manera, los postulados del enfoque moderno de desarrollo
fueron ampliamente discutidos, y se dispuso que:
99
último, las necesidades cualitativas, que tienen que ver con la disposición
de un entorno saludable, humano, el derecho a la participación, las
libertades de los individuos, entre otras.
Posteriormente, Streeten (1982) puntualizó que la satisfacción de
las necesidades básicas de los individuos es moralmente más importante
que reducir la desigualdad, por cuanto esta última comprende un trabajo
complejo y algo abstracto, mientras que el enfoque de la satisfacción de
las necesidades humanas tiene el poder de movilizar apoyos a favor de
políticas encaminadas a esta dirección.
Para Hunt (1989), el enfoque debía replantear el modelo de
desarrollo, su medición y el tipo de crecimiento que procura frente a
la satisfacción de las necesidades básicas, y en vez de ser cuestionado,
debía identificar las políticas sociales y de reducción de la pobreza.
La gran crítica al enfoque se presenta ante la ausencia de
indicadores alternativos al PIB mediante los cuales se pudieran fijar
objetivos políticos y conocer la satisfacción real de las necesidades. Al
respecto, algunos autores formularon distintas propuestas, entre ellas el
seguimiento de indicadores centrales de esperanza de vida, mortalidad
infantil y alfabetización; el diseño de una serie de indicadores para cada
necesidad básica y el seguimiento de un único indicador de esperanza
de vida relacionado con el resto de factores. Para Nozick (1988),
considerando que las necesidades básicas no son de corte universal
sino que, por el contrario, estan definidas por los mismos individuos, el
enfoque debía incorporar los contextos históricos y culturales.
Bajo el paradigma del desarrollo a escala humana, que recoge los
aportes de Max Neef y sus colaboradores, el sociólogo Antonio Elizalde
y el filósofo Martín Hopenhayn, considerada como “una nueva opción
para el futuro”, sugiriere abandonar la propuesta de universalización del
Discusiones conceptuales
100
Max Neef (1986) criticó la admiración por ciertos sistemas de
producción y distribución, en los que se obvian los efectos adversos en
el bienestar de los individuos en su entorno físico, natural y social, y
los sistemas de medición selectivos como el PIB, sistemas de precios,
tasas de crecimiento y demás, discriminatorios en relación con los seres
humanos, por cuanto todo se reduce a una serie de estadísticas. Para el
autor, si bien el crecimiento económico es positivo, es insuficiente, solapa
y oculta el concepto de justicia social bajo un sistema de acumulación
de capitales, que provoca confusión entre lo que significa justicia social
y crecimiento en un mundo con una concentración desproporcional
de la riqueza en los niveles altos de la sociedad, que genera pobreza y
desigualdad.
Un análisis a los componentes económicos de la crisis bajo la
perspectiva de Max Neef (1986) muestra que el problema de desarrollo
en Latinoamérica tiene un efecto pendular, resultado de periodos de
expansión que generaron desequilibrios financieros y monetarios y
elevados costos sociales, lo que indujo a nuevos impulsos de expansión.
Entre los años 80 y 90 Touraine (1995) consideró la necesidad
de limitar el empleo del concepto de desarrollo a un tipo de sociedad
particular. Relacionó el desarrollo con la transformación y el cambio
permanente de actores sociales y políticas y su relación directa con
el crecimiento económico, con la modernización voluntaria de una
sociedad por un Estado nacional o extranjero, de tipo endógeno, de
responsabilidad de los actores sociales y políticos, y que se oponía a
la inercia o a la reproducción de lo tradicional como estrategia para
transformar la sociedad. En un contexto de globalización económica
con tendencia a la fragmentación cultural y a la individualización, el
desarrollo debía articular las dimensiones económica, social y cultural
Discusiones conceptuales
101
Bajo este paradigma, desde el enfoque del desarrollo humano
se llama la atención sobre indicadores como el PIB, que confunden el
aumento de ingresos con el desarrollo, dejando al margen los temas del
bienestar como fin último del desarrollo. El desarrollo humano significa
la ampliación de oportunidades de las personas a partir de la formación
en competencias para alcanzar una vida prolongada y saludable, acceso
a la educación y disfrute de una vida decente, libertad política, garantía
de los derechos humanos y el respeto a sí mismo (PNUD, 1990).
Así, el cambio económico y social solo es deseable en la medida en
que represente una mejora de la calidad de vida; es decir, la ampliación de
las oportunidades de los individuos para decidir la manera como desean
vivir sus vidas. De este modo, se habla de la libertad tanto colectiva
como individual para el desarrollo de potencialidades, conduciendo a
una vida productiva y creativa, según las necesidades e intereses de las
personas (PNUD, 1990).
102
vida desde la corresponsabilidad, en un escenario de eficiencia social
que exige eliminar la pobreza, la tiranía, las privaciones sociales, el
excesivo intervencionismo del Estado y los gobiernos represivos, entre
otros, fenómenos que les impide alcanzar mayores niveles de bienestar
individual y colectivo.
Críticas al desarrollo
103
pueblos y gentes del sur en los distintos procesos de modernización y de
acumulación de capitales.
Desde inicios de la década de los 60, la ampliación de la
brecha entre países desarrollados y subdesarrollados despierta nuevos
cuestionamientos al enfoque moderno del desarrollo, que no logra sus
propósitos modernizantes y que, al contrario, produce tercerización de
la fuerza de trabajo, desplazamiento acelerado del campo a la ciudad,
incremento de los niveles de pobreza y desigualdad, y surgimiento de
barrios marginales no planificados.
Del mismo modo, al enfoque moderno del desarrollo se le
impugna su carácter ahistórico, por cuanto omite sucesos importantes de
la época de la conquista y colonialismo, perpetradores de la dominación
y explotación, primeros elementos que explican el atraso y la pobreza de
los países del tercer mundo. En este sentido se responsabiliza a Europa de
la presencia de los países subdesarrollados, los cuales se caracterizan por:
104
Con atención especial a los aspectos micro de los problemas
macroeconómicos, Hirschman (1958) consideraba que la planificación
vertical de arriba abajo tenía pocas posibilidades de éxito al omitir el
conocimiento, las expectativas, creencias y experiencias de la población
local, situaciones estas responsables del poco apoyo de la población a
las políticas públicas y, por ende, del fracaso del modelo de desarrollo
definido por el autor como un fenómeno de “fracasomanía”, y que
requería de la participación democrática en el diseño de políticas,
programas, planes y proyectos.
En esta línea, la corriente marxista basada en el control y
racionalización de la evolución económica, bajo un contexto social y
político en el cual el establecimiento del socialismo era la meta final, el
desarrollo se ligaba a reformas estructurales con las que el Estado actuaba
como planificador, guía y promotor del proceso, y donde el problema del
subdesarrollo se resolvía superando la dependencia con mayores niveles
de autonomía y crecimiento de las sociedades y reorientando el sistema
económico hacia la satisfacción de sus necesidades. En este escenario el
desarrollo se asocia a igualdad de oportunidades en los niveles social,
político y económico tanto en el ámbito nacional como el internacional,
apoyado en instrumentos de poder político y estructuras de poder que
dirigen el cambio. Este enfoque es defendido en Latinoamericana por
pensadores como Enrique Cardoso y Enzo Falletto (1977).
Pablo González Casanova, sociólogo mexicano, junto a André
Gunder Frank, germano norteamericano, realizaron aportes relevantes
sobre la relación inseparable entre desarrollo y subdesarrollo, puesto que
sin este último sería imposible el desarrollo capitalista. Gunder Frank
(1970) considera el subdesarrollo como producto de la expansión del
capitalismo mundial y no acepta la idea de una sociedad dual, mientras
Discusiones conceptuales
105
un nuevo orden económico internacional, con el socialismo como vía
para salir del subdesarrollo.
Otras posiciones dependentistas menos radicales y más cercanas
a la corriente del estructuralismo cepalino defendieron un mayor
protagonismo del Estado en la economía como condición para la
redistribución de la riqueza por medio de inversiones educativas,
programas de asistencia para poblaciones menos favorecidas y reformas
agrarias. Sin embargo, la visión ampliamente voluntarista del enfoque
dependentista demostró que sus estrategias no fueron efectivas en la
superación de la pobreza. El enfoque pierde credibilidad y vigencia a
comienzo de los 80 como resultado de los cambios políticos y económicos
a nivel global.
Aparecen entonces las corrientes del pensamiento liberal
defensoras de la interdependencia, en oposición a la dependencia, según
las cuales la división de trabajo divide el mundo en países industriales,
y por el otro lado, en países productores de materias primas. Como
hito, los tigres asiáticos (Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Hong Kong)
dejan de ser considerados países dependientes y subdesarrollados.
A manera de conclusión, en esta revisión del recorrido teórico
realizado sobre el concepto de desarrollo se identifica que la generación
de riqueza y el crecimiento económico se han consolidado como los
principales indicadores de su medición y, en consecuencia, como los
elementos bases sobre los cuales se definían las políticas públicas.
Sin embargo, los enfoques más recientes del desarrollo han invitado
a contemplar una visión más humanista del desarrollo, basada en
aspectos como las libertades, capacidades, satisfacción de necesidades,
generación de oportunidades, protección anticipada de las futuras
generaciones y sostenibilidad medioambiental.
Discusiones conceptuales
106
desde una visión interdisciplinaria e intersectorial que conjugue las
dimensiones económica, política, social y ambiental.
Con lo anterior, es de destacar los diferentes aportes que resaltan
la importancia de la responsabilidad, tanto en el nivel individual como
el colectivo, donde la acción e interés de los individuos es fundamental
para la construcción y el logro del desarrollo. A pesar de que son
diferentes los actores que en cada uno de los enfoques se resaltan
en el concepto de desarrollo (Estado, organismos internacionales,
mercado, sociedad, entre otros), cada vez se tiende a enfatizar más en la
responsabilidad de cada uno de los actores individuales y colectivos en
el logro del mismo. Por otro lado, en la evolución del concepto también
se aprecia la marcada tendencia a que el horizonte temporal y espacial
delimitan, con la ayuda del acuerdo social, la concepción de lo que ha
de ser el desarrollo, un desarrollo que en todo caso debe considerar las
dimensiones espacial y temporal y la gente que lo hace posible.
Discusiones conceptuales
107
P ROD U CCIÓN
C I E NT ÍFICA
CO LOMB IA NA
2 00 0 -20 15
Producción científica colombiana 2000-2015
108
El presente capítulo da cuenta de los principales hallazgos
derivados del análisis de la producción científica colombiana, utilizando
las convenciones propias del campo de conocimiento en el cual se
inscribe la investigación. Se pretende entonces comprender las formas
como los conceptos han sido entendidos en sus múltiples acepciones,
desde las lógicas globales, regionales y locales que las motivan y las
metodologías que permitieron dicha comprensión.
La siguiente ilustración permite un acercamiento inicial a la
estructura del mismo, desde los tres conceptos centrales y los desarrollos
de cada uno de ellos.
I. Dinámicas Territoriales
109
Dinámicas territoriales
110
Temas Subtemas Autores
Ciudades y
Álvarez Múnera (2008).
democracia
Ciudades: Enfoque Gómez López (2005), Berdegué,
expresión de diferencial Carriazo, Jara, Félix, y Soloaga (2015).
territorio Torres Tovar (2005), Urdinola
Dinámicas
Hincapié, Vallejo Ángel y Rodríguez
urbanas
Rodríguez (2009).
111
planificación y ordenamiento del territorio. Por su parte, los enfoques y
diseños metodológicos encontrados en el desarrollo de las investigaciones
referidas fueron de tres tipos: cualitativos, cuantitativos y mixtos. La
mayoría de ellas cualitativas, en mayor proporción estudios de revisión
documental, desagregadas como sigue:
112
territorio, psique y representaciones sociales-colectivas-culturales; y territorio,
contenedor de vivencias y escenario de relaciones sociales con múltiples lealtades y
territorialidades, pueden ser reorganizados de múltiples maneras según
sea la perspectiva de organización de quien le realiza.
En este sentido, como estrategia de presentación y de análisis
de la producción científica, se retoman los grandes temas sugeridos al
comienzo del capítulo para dar un sentido de organización a la producción
rastreada. Sin embargo, es importante mencionar que los grandes temas
identificados son expresión viva de la territorialidad, territorialización y
la desterritorialización en cuanto procesos de encadenamiento entre las
múltiples dimensiones y escalas del territorio ejemplificado. Por tanto,
la producción científica colombiana, si bien rastreada bajo la mirada
territorio-desarrollo y territorio-paz, expresa las tensiones existentes en
el mundo de la vida cotidiana territorial, en el cual múltiples actores
con diversidad de interés y de despliegues diferentes de sus posiciones
de poder entran constantemente en contradicción y apelan a diversidad
de estrategias para darles trámite a sus respectivas pretensiones sociales.
El territorio y su producción
113
Es así como la influencia de modelos emergentes de desarrollo,
cimentados en las economías extractivas, ha generado con el paso del
tiempo cambios significativos en el territorio en sus distintas escalas;.
Es evidente que el proceso de restructuración global del capitalismo
desde los años setenta ha dado lugar a un creciente protagonismo del
dinamismo económico y su preeminencia sobre las dimensiones política,
social o cultural (Ciccolella, 2006).
No obstante, la visión del territorio en ese contexto, asumido
hegemónicamente como espacio de poder, ha generado diversos
conflictos a partir del reconocimiento de la minería a gran escala y del
desconocimiento del papel de la minería tradicional en el desarrollo
de las poblaciones. En ese sentido, la política minera reconoce que
la pequeña minería, “cuyas labores están entroncadas con la cultura
regional (…) no consideran a la minería como un negocio, sino
como una actividad de sustento” (Ramírez, 2012, p. 97); lo que da
lugar a posturas divergentes por los impactos de las transformaciones
socioterritoriales que se manifiestan en cada territorio. Esta tensión que
experimentan los actores en el territorio puede conducir a procesos de
nuevas territorializaciones o desterritorializaciones, según sea la lectura
del actor disidente del espacio usualmente habitado y de la sensación de
pérdida de referentes identitarios.
De manera similar, Arias Hurtado (2013) expresa que el territorio
está permeado por la visión de desarrollo que se instale en ella; de hecho,
evidencia que un territorio en sí cobija múltiples intereses de actores
Producción científica colombiana 2000-2015
114
territorio, los intereses de las grandes trasnacionales, mientras que a
la comunidad se le señala como resistente a los procesos de cambio
debido a la profundidad de las relaciones sociales y culturales que han
construido con el lugar de asentamiento. Como bien lo afirma Arias
Hurtado (2013) en otros apartados de su artículo:
nacional, ni sobre los efectos e impactos que se dan en los ámbitos social,
ambiental y económico a corto, mediano y largo plazo. Para el caso
del departamento de Antioquia, se observó que en aquellos territorios
donde se reportaron grandes reservas mineras existe una gran atracción
por parte de multinacionales para llevar a cabo inversiones de capital,
en donde también se reportaron altas cifras de desplazamiento forzado
por las disputas existentes en el territorio.
Se aborda también el tema de defensa del territorio, haciendo
referencia a la lucha que deben enfrentar campesinos del país para evitar
115
que sus tierras sean otorgadas a empresas mineras para la extracción de
recursos. El territorio, parafraseando a Insuasty Rodríguez et al (2013),
se define como el conjunto de disposiciones espaciales y culturales en
las que confluyen sistemas de relaciones entre comunidades indígenas,
negras, raizales y campesinas. La minería ha provocado el despojo
legal de estas comunidades fuera de sus tierras, generando procesos de
eliminación violenta, y se han criminalizado sus acciones de resistencia
en la defensa de sus espacios territoriales, evidencia clara del concepto
de desterritorialización:
116
medio de las cuales se concibe y se tiene injerencia sobre el territorio
y sobre lo público. Ese reduccionismo sirve para pensar a los sujetos
sociales, las relaciones sociales, la cultura, el Estado y el medio natural
como elementos de una función económica de maximización, operada
constantemente a través del turismo.
Hernández Pulgarín (2010) se refiere nuevamente al tema,
tomando como referencia metáforas de éxito y deseo de progreso en el
Magdalena Medio (Colombia). Asevera que para la fecha de realización
de su trabajo, el territorio sigue siendo experimentado y asumido por los
diferentes secretarios de despacho de los municipios, considerados estos
en su investigación como actores clave en los procesos del desarrollo
económico. En este sentido, el turismo como estrategia de captación de
recursos de visitantes temporales se instala como uno de los pretextos
a través de los cuales media esta relación entre producción y territorio
(aunque supone ya un lazo con el apartado posterior: administración de
territorios). En otros términos, las concepciones y representaciones que
se expresan a través de los procesos de territorialidad y territorialización
de un territorio tienen un gran asidero en la economía.
Cercana a la reflexión realizada sobre el turismo, la biodiversidad
en tanto sistema socioambiental empieza a considerarse pieza clave en
la relación entre territorio y producción, sobre todo en la discusión
asociada a la escala local del territorio. Al respecto, Pérez Garcés et al
(2011) refieren “la importancia de incorporar estas áreas en el proceso
de ordenamiento territorial local radica en el reconocimiento del nivel
Producción científica colombiana 2000-2015
117
por principios de justicia, equidad, participación, inclusión, flexibilidad,
integralidad, ética y transparencia.
Finalmente, la relación entre producción y territorio es leída por
Zuluaga Restrepo y Damián Restrepo (2011) en términos de desarrollo
de una región. Sin embargo, expresan abiertamente que este desarrollo,
soportado en un crecimiento económico-social, solo será posible
desde un enfoque del desarrollo territorial18 incluyente que convoque
a la diversidad de actores sociales y capitalice sus potencialidades y
aprendizajes. No obstante, la revisión realizada en su trabajo sobre la
ciudad de Manizales, específicamente sobre la vereda Colombia (sector
del Km 41), demuestra la carencia de compromiso en la puesta en
marcha de las diferentes alternativas de desarrollo para la población
residente del lugar19.
Si bien no se toma como referencia directa, se asume la
regionalización como elemento fundamental para alcanzar mejores y
mayores niveles de competitividad en otra serie de trabajos consultados.
El área metropolitana como fenómeno territorial humano, económico,
social, físico-territorial y político-institucional es otra de sus expresiones
(Álvarez Múnera, 2008), considerada como una de las herramientas
18 Los autores retoman una definición dada por Ratzel (2011) sobre territorio:
“Parcela de la superficie terrestre apropiada por un grupo humano, que tendría
una necesidad imperativa de un territorio con recursos naturales suficientes para
su doblamiento, los cuales serían utilizados a partir de las capacidades tecnológicas
Producción científica colombiana 2000-2015
118
colombianas que promueven un desarrollo armónico e integrado con
el territorio. De igual forma, Álvarez y Rendón (2010) reconocen la
utilidad del concepto de región20 en su abstracción, ya que de esta forma
le es útil a todas las ciencias para debatir asuntos físicos y humanos
de las sociedad en términos territoriales, permitiendo entrever otras
aspectos asociados, como considerar la escala local como el espacio
concreto donde la acción, a través de las políticas públicas estatales, se
torna realidad. No obstante, argumenta nuevamente Álvarez Múnera
(2008):
119
escala que se considere relevante. La siguiente cita expresa, a partir
del concepto de región, la integración existente entre los conceptos de
territorio, desarrollo y paz (aunque este último es entendido en términos
de identidad):
120
Existe un llamado en la relación entre territorio, competitividad
y desarrollo. El discurso de la competitividad en sí, al que le apuestan
quienes ven en el territorio múltiples potencialidades o capacidades, es
limitado en escalas locales/regionales si tal competitividad no permite
el bienestar de la población y la mejora en su calidad de vida. De lo
contrario, los territorios se instalarían como escenarios transitorios de
producción, de comercialización de bienes y servicios que dinamizarían
de manera esporádica el desarrollo territorial ante la limitada capacidad
dada en su constitución. Álvarez García & Rendón Acevedo plantean
que “los territorios no son un factor de competitividad en sí mismos, más
bien, cuentan con potencialidades que pueden o no ser aprovechadas,
según las decisiones políticas que se adopten” (2010, p. 39).
Se requiere una visión común del territorio para que dichas
decisiones sean eficaces como factor de desarrollo. Por tal razón, la
competitividad debería aprovechar el capital físico, humano, social,
cultural, tecnológico, institucional y ambiental acumulado en las
localidades de un territorio. La localidad es entendida entonces como
pequeñas porciones de territorio que permiten la satisfacción de las
necesidades y una mejor inserción productiva en el mercado global,
la cual podría provocar mejores condiciones de desarrollo para una
población de acuerdo con la relación positiva que se dé entre territorio-
sociedad-instituciones.
El territorio, argumentan Álvarez García y Rendón (2010), se
refiere no solo al espacio sino a los elementos que lo integran. Es decir,
Producción científica colombiana 2000-2015
121
políticas que conduzcan a niveles de crecimiento y desarrollo más altos
para toda la sociedad.
Este llamado a mejores procesos de competitividad y de calidad
de vida en la población residente en un territorio tiene eco en Urdinola
Hincapié et al (2009), al afirmar:
122
La integración del territorio representa otra de las estrategias
para su administración. Un ejemplo de ello se plantea en el trabajo
realizado en el municipio de Palestina, Caldas. Castro y López (2011)
afirman que antes de la implementación de los proyectos de Aerocafé
(Aeropuerto del Café) y del Tren de Occidente, el municipio no contaba
con un abanico fuerte de posibilidades de desarrollo económico que
significara una mejora en la calidad de vida de su población. Estos dos
proyectos permitirían al municipio articularse con mayor facilidad con
municipios cercanos como Chinchiná, generando mejoras en sus niveles
de competitividad y del estado de bienestar en sus pobladores.
En relación con la integración del territorio, Montoya et al
(2014) evidencian aspectos fundamentales reconocidos por autores
referentes en tema de desarrollo y construcción de paz: reconocer e
incluir la participación de las comunidades. Al respecto, se refieren a
que generalmente en los procesos de administración de los territorios
las comunidades han sido marginales frente a los procesos de gestión
territorial, desconociendo que precisamente son ellas las portadoras
de saberes indispensables para el desarrollo. Este planteamiento
posiciona la segunda dimensión del territorio descrita por Nates (2011)
como elemento fundamental en la planeación y administración de un
territorio en términos del reconocimiento de sus costumbres y de su
psique individual y colectiva.
Como tema recurrente en la producción científica nacional
aparece la planificación como eje articulador para la integración de
Producción científica colombiana 2000-2015
123
tiene incorporada la gestión del riesgo, puesto que las políticas públicas
dirigidas a la prevención y atención de desastres no hacen parte de un
modelo integral que responda a las tensiones existentes en el territorio
(Gómez Rendón et al, 2011).
También el territorio, expresado en la escala barrial, se constituye
como espacio de desarrollo social debido al fortalecimiento de los
sectores educativo y de salud que se realiza entre sus habitantes (De
Arco Ballesteros & Vergara Durán, 2012). Precisamente estos autores
argumentan que el ordenamiento territorial debería dejar de un ser
un simple complemento de políticas de desarrollo económico, para
empezar de una vez a estar cimentado en una:
124
incluyente y con un enfoque diferencial, que sin duda se convertirán en
elementos clave para el logro de tal propósito. El éxito lo condicionan
a la realización de acciones políticas orientadas a reducir las brechas
socioeconómicas entre las zonas urbanas y rurales como factor
determinante para el desarrollo humano, el acceso a la tierra y el
fortalecimiento de la institucionalidad pública, entre otras. La siguiente
cita expresa, como imperativo para el ordenamiento territorial, la
expresión del entrelazamiento de los conceptos de territorio, desarrollo
y paz:
El ordenamiento territorial exige, de un lado, la participación
de las comunidades locales o regionales en la adopción y la
autodeterminación de la forma de ordenamiento que quieren
para sí: no es, pues, una decisión impuesta desde arriba, sino
que es el resultado de un proceso donde hay una concertación,
una comunicación, una participación de doble vía, en la cual
las comunidades se hacen destinatarias, y receptoras voluntarias
de ciertas funciones o de ciertas competencias; y del otro, el
reconocimiento de diferencias sociales, económicas y culturales,
que obligan a la adopción de un modelo plural y diferenciado
de distribución competencial. (Arbeláez Naranjo, 2005, p. 130)
125
La ciudad cada vez más interpela a las demás disciplinas por
ser un fenómeno complejo. Se constituye en tema de interés, por
ejemplo, para la economía, para interpretar y proponer asuntos
relacionados con la producción y la productividad urbana y de
las empresas; para la sociología y la antropología, en el análisis de
las relaciones de las personas con los demás seres sociales y sus
rasgos actuales y pasados; para la ingeniería y la arquitectura frente
a los atributos físicos y la estructura urbana y de servicios; para
la administración pública y la planificación, en el reconocimiento y
administración de los recursos; para el derecho en cuanto a la
legislación y regulación en los diferentes campos de actuación
y más recientemente desde la ecología se avanza sobre el manejo
de los recursos naturales y la administración de los residuos
provenientes de la aglomeración, la industria, el transporte y de
las actividades de la vida en las ciudades en general. (Gómez
López, 2005, pp. 188-189)
126
disminuir con mayor celeridad sus indicadores de pobreza (Berdegué
et al, 2015, p. 2).22
127
guerra abarca elementos como actores, acciones violentas, acuerdos de
intereses y los efectos negativos a nivel social, estructural, económico,
justicia y afectación del desarrollo humano.
En relación con los aportes de los artículos al concepto de paz,
el trabajo de Rettberg (2003) presenta elementos asociados a este
enfoque teórico por cuanto se considera que la paz consiste en el
cese de hostilidades, es decir, la no presencia de actos de violencia o
de guerra. Finalmente, dentro de las citas textuales resaltadas en los
artículos de investigación estudiados, en este enfoque toma relevancia
el trabajo de López Becerra (2011), que expone la íntima relación entre
los conceptos de paz y guerra, considerándose que “un obstáculo serio
en las investigaciones en la materia tienen que ver con el hecho de que
al estudiar la paz aparece siempre la guerra, de la actuación violenta
como forma de definir y enfrentar los conflictos” (p. 85).
128
como del cumplimiento de la normas democráticamente aceptadas; la
violencia es un proceso de reajuste o transición del atraso al desarrollo
(Elhawary, 2008).
Las citas textuales que se resaltan respecto a este enfoque parten
de los trabajos de García (2008), Elhawary (2008), Barón Porras (2008)
y Gómez Hernández (2009). En el trabajo de García (2008), si bien no
se mencionan de manera directa los aspectos políticos, económicos y
sociales en relación con la paz, se habla de la participación ciudadana
en la planeación. “El enfoque de paz en los planes de desarrollo propone
que desde el componente programático y con coherencia presupuestal
se formulen acciones para la resolución y prevención de los conflictos
identificados participativamente” (p. 223). Otra cita que abarca las
ideas de este enfoque conceptual sobre la paz es rescatada del trabajo
de Elhawary (2008), donde se plantea que “sin una paz sostenida, no
habrá desarrollo social y económico. A su vez, sin un desarrollo social
y económico y democracia, la paz será difícil de consolidar” (p. 89). En
el trabajo de Barón Porras (2008) se hace referencia a una agenda de
estrategias de orden cultural, institucional, social y político con distintos
contextos para abordar el conflicto.
ideas de Galtung, como son García (2008), Ibarra Melo (2011), Rettberg
(2003), Moreno Parra (2014), Álvaro Rodríguez (2007), Barón (2008) y
Roldán Vargas, Nayrobis Giraldo, Correa Ospina y Sánchez Palacio
(2014). En concreto, aunque no siempre se habla de manera directa de la
violencia estructural, se hace alusión a la importancia de las estructuras
estatales y territoriales, así como de su papel en los procesos de paz, la
formulación de planes de desarrollo y agendas de paz.
Por su lado, se remiten a Galtung para hablar sobre la solución
no bélica de los conflictos. Abordan la acción colectiva y su influencia
129
para abordar la violencia estructural y cultural, considerando necesaria
la organización estratégica de los actores comunitarios. Rettberg (2003)
reconoce específicamente la violencia estructural ejercida desde las
instituciones y que se expresa a través de situaciones como la pobreza,
inequidad y exclusión social. Se habla sobre la fundamentación del
desarrollo territorial desde la formulación de planes de desarrollo, con
base en la participación ciudadana y la identificación de necesidades
de la población, de modo que la violencia estructural se soluciona a
partir de la participación de la sociedad civil. En los trabajos de Moreno
Parra (2014) y Álvaro Rodríguez (2007) se define la paz positiva como
la ausencia de manifestaciones violentas, resultado de procesos de
construcción de paz en el marco de una perspectiva del régimen político
multipartidista, incluyente y democrático, que además contempla la
descentralización.
Otro trabajo cuya fundamentación teórica se presenta acorde a
los aportes de Galtung es el de Barón (2008), que distingue la violencia
directa a través del desplazamiento, actos violentos y enfrentamientos
armados. Finalmente, a pesar de que el trabajo de Roldán Vargas et al
(2014) se enfoca más hacia la parte educativa, se resalta la importancia
de las entidades promotoras de la paz para trabajar sobre la violencia
estructural y cultural propia de un país como Colombia.
En el nivel de resultados, en términos generales los estudios
resaltan la importancia de la base estructural de los conflictos y el reto
alrededor de la participación colectiva y civil con las entidades estatales
Producción científica colombiana 2000-2015
130
con consecuencias como la apropiación de rentas del presupuesto
público, espacios en el poder legislativo, nombramientos burocráticos y
su influencia en las elecciones y decisiones del aparato judicial.
En los resultados del ejercicio investigativo de Barón (2008) se
plantea la superación del conflicto a través de la buena gestión y la
participación de actores y la sociedad civil afectada; es decir, en los
procesos de solución del conflicto las entidades no se pueden desentender
de la participación de la sociedad y, en especial, de los grupos afectados.
Por su parte, sobre la solución de la violencia estructural, en el trabajo
de Roldán Vargas et al (2014) se afirma que la participación de
organizaciones no gubernamentales en iniciativas de paz es más activa
y duradera que la de entidades estatales.
Sumado a los anteriores aportes, Gómez Hernández (2009)
resalta la violencia estructural que se vive en Colombia a través de las
políticas estatales que dan especial prioridad a los intereses de empresas
trasnacionales energéticas, mineras y agroindustriales, mostrando
que el despojo de tierras no es consecuencia exclusiva de la acción
violenta por parte de grupos armados al margen de la ley. Finalmente,
en los resultados del trabajo de Vallejo (2006) se concluye que la
descentralización representa uno de los caminos para la construcción
de la paz, por cuanto hace frente a los problemas estructurales del país.
Sobre los aportes encontrados en los artículos de investigación
respecto al concepto de paz, se resaltan los artículos de Pérez Garcés et
al (2011), Rettberg (2003), Fernández y Ramírez Gaona (2008), Moreno
Producción científica colombiana 2000-2015
131
estructural existentes en el país, considerando que la paz implica justicia
y bienestar para todos (Pérez Garcés et al, 2011; Rettberg, 2003), en
escenarios donde los intereses colectivos primen sobre los intereses de
las élites empresariales y trasnacionales (Insuasty Rodríguez et al, 2013).
Se reconoce además la violencia estructural como base de la violencia
directa (Montoya Arango et al, 2014), encontrando la participación
de los grupos paramilitares y su dominación sobre la población civil
mediante mecanismos violentos y el clientelismo para el control de la
institucionalidad en los niveles municipal, departamental y nacional
(Álvaro Rodríguez, 2007). Se identifican como formas de violencia
directa y estructural el desplazamiento forzado y la migración del campo
a la ciudad Hernández Pulgarín (2011), la afectación de las condiciones
de vida de la población civil (Gómez Tatis, 2013) y la imposición de
figuras paradigmáticas (Martínez Herrera, 2012)
Con respecto a Galtung como uno de los autores referentes en los
temas de construcción de paz, López Becerra (2011) se refiere a la paz
positiva como el enfoque más viable para la prevención y superación de
los conflictos; Gómez Hernández (2009) retoma la violencia estructural
y la forma como puede ser tratada en Colombia frente a los procesos
de restitución de tierras, y los inconvenientes de los mismos en materia
legal asociados a la presión de grupos armados ilegales e intereses
económicos de empresas multinacionales de los sectores minero,
energético y agroindustrial.
Han tomado citas textuales del autor García (2008), Moreno y
Producción científica colombiana 2000-2015
132
una manera adecuada a partir de acciones que son identificadas
por los diferentes actores de la planeación y expresados como
una agenda de paz en el plan de desarrollo. (García, 2008, pp.
216-217)
133
apropiados en tanto propician construcción de paz a manera de
paz imperfecta. (p. 216)
De otro lado, se conoce que los bienes entregados por los jefes
paramilitares supuestamente desmovilizados no alcanzan en
lo más mínimo para crear un fondo de reparación, restitución
de tierras, y por el contrario el marco normativo facilita la
‘legalización’ del despojo perpetrado durante años de acción
criminal. (Gómez Hernández, 2009, p. 95)
134
intergubernamentales y de los ciudadanos con el estado, ha persistido
la mentalidad y la actitud centralista. (Vallejo, 2006, p. 13)
La paz feminista
135
equidad, participación, inclusión, transparencia, entre otros, enlazados
también con los aportes de Shiva (1988).
136
Sobre los aportes encontrados al concepto de paz, el artículo de
Arias Rodríguez (2008), si bien no hace referencia concreta al tema
ambiental, considera la importancia de la participación ciudadana en
la formulación, seguimiento y evaluación de los planes de desarrollo en
el nivel municipal.
137
de espacios de participación ciudadana). Por su parte, Toro Bedoya
(2015) considera que el concepto de paz tiene que ver son su relación
frente a la vida digna, igualdad, el respeto de los derechos y deberes
humanos. Finalmente, el trabajo de Roldán Vargas et al (2014) plantea
que la paz es concebida y promocionada por los niños y jóvenes desde
su sensibilización e interiorización de criterios y principios pacifistas,
sustentados en el reconocimiento del otro y valores como el amor, el
perdón y la reconciliación.
Relevantes fueron considerados los aportes de los trabajos de
Roldán Vargas et al (2014) y Sánchez Cardona (2010), para quienes las
iniciativas de paz desarrolladas con población infantil y juvenil afectada
por el conflicto deben tener en cuenta fundamentaciones éticas y
filosóficas que permitan su sensibilización y preparación como agentes
receptores y generadores de paz. Consideran además la conveniencia
de que en cualquier programa pedagógico y socializador que constituya
una iniciativa de paz se tengan en cuenta los aciertos e insuficiencias de
experiencias institucionales anteriores, con el fin de mejorar la apuesta
que en ese sentido se pretenda desarrollar. Asimismo, se relaciona la
formación de una cultura de paz con una cultura de la verdad como
objetivo de todos los estamentos de la sociedad y como valor a desarrollar
en las instituciones educativas del país.
Finalmente, se resaltan citas textuales que guardan relación con
la formación en valores para la paz. Es de considerar la problemática
presentada por Ospina Alvarado et al (2014) en cuanto a que se
Producción científica colombiana 2000-2015
138
Según las teorías del aprendizaje, entre más temprano en el
desarrollo humano se inicie dicha formación, se conseguirán
mejores procesos de paz en la sociedad; por consiguiente, el
papel de los padres, la escuela y las demás instituciones sociales,
es muy importante en este proceso de formación (p. 150).
139
Tabla 10. Productos de generación de nuevo
Capacidad Descripción
conocimiento
Educación para
la paz y sus En la cual los • Ibarra Melo, M. E. (julio-diciembre
seres humanos son de 2011). Mujeres, verdad, justicia y
capacidades
capaces de quererse reparación en Colombia. Universitas
Humanística(72), 247-273.
a sí mismos, de
querer a las personas
Afectiva • Roldán Vargas, O.; Nayrobis Giraldo,
cercanas, pero
Y,; Correa Ospina, N.; Sánchez Palacio, F.
también a aquellas (2014). Apuestas por la paz: iniciativas con
lejanas y con quienes niños, niñas y jóvenes de Medellín. Revista
no se relacionan Anales, 14, (1), 31-49).
directamente.
140
Productos de generación de nuevo
Capacidad Descripción
conocimiento
• Arias Rodríguez, G. M. (2008). Planes de
desarrollo con enfoque de paz e inclusión de
los objetivos de desarrollo del milenio (ODM):
implicaciones de los actores gubernamentales,
sociales y el acompañamiento de la
cooperación internacional. Revista Ánfora,
15(25), 232-243.
141
la importancia de la acción colectiva en los procesos de construcción
de paz y se exalta el trabajo adelantado por las organizaciones de la
población civil y su participación ciudadana como garantes de la paz.
En términos de formación y valores, Gómez Hernández (2009)
considera la necesidad de la articulación entre el hogar y la escuela
en sus propósitos formadores de paz. Esta condición tiene, según el
autor, un alto impacto en la convivencia pacífica entre los niños y sus
familias, la escuela y sociedad en general. De esta manera, se afirma
que la educación para la paz debe fundamentarse en la confrontación
de escenarios problemáticos, inculcando valores de funcionamiento
democrático, democracia, pensamiento crítico y habilidades para
la resolución de conflictos como alternativas pacíficas en casos de
violencia en todos los entornos cotidianos. La educación para la
paz es considerada como una cuestión de corresponsabilidad para
todo profesional de la educación, desde la escuela básica hasta las
instituciones de educación superior.
Continuando con la línea de la gestión pública y su relación
con los procesos de construcción de paz, se hace indispensable para la
comunidad científica nacional pensarse los procesos de planificación
para el desarrollo en clave de paz, con el fin de dar cuenta, entre
otros asuntos, de la necesidad y pertinencia de construir planes de
desarrollo locales con enfoque de paz con el concurso del Estado y la
sociedad civil.
Desafortunadamente los resultados de las reflexiones para el
Producción científica colombiana 2000-2015
caso colombiano dan cuenta de las deudas que tienen los procesos
de planificación en la construcción de la paz. Frente a esta situación
y los argumentos que la soportan, la comunidad científica nacional,
en consonancia con los referentes conceptuales, propone incorporar
de manera real y sistemática el enfoque de la paz como metodología
dirigida a apoyar los requerimientos de las regiones y de los territorios
en los planes de desarrollo, con las agendas de paz como un insumo
para los mismos. De igual manera, sugiere reconocer la importancia
de la participación ciudadana como un agente activo y garante de paz
142
en el proceso de seguimiento y evaluación de los planes de desarrollo
municipal, pues al respecto considera que:
143
En este sentido, se percibe entonces una coincidencia plena entre
los hallazgos derivados de las reflexiones y el cuerpo teórico cuando
sustentan que los programas pedagógicos y socializadores de iniciativas
de educación para la paz se fundamentan en los principios de la
alteridad, el reconocimiento de la existencia del otro, la socialización
del sufrimiento compartido y la reconciliación en perspectiva del otro
concreto, mediante la cual se definen las relaciones como privadas, no
institucionales, relativas al amor, el cuidado, la amistad y la intimidad.
De la misma forma, consideran que entre más articuladas estén
las relaciones entre el hogar y la escuela en sus propósitos formadores de
paz, mayor será el impacto en la promoción de la convivencia pacífica
entre los niños y sus familias, los niños y la escuela y la sociedad en
general. En la lógica institucional conciben que:
144
abren espacios para la participación orientada a la transformación de
realidades violentas en entornos de convivencia y vida digna23.
145
Enfoque moderno del desarrollo
146
Vergara Durán (2012), quienes hacen mención al impulso económico
generado por las actividades extractivas minero-energéticas y la
atracción de la inversión extranjera directa que la industria y la minería
generan, lo que concuerda con los aportes teóricos de Rosenstein
(1943), quien afirma que el desarrollo se logra por medio de la atracción
e inversión de capitales. Nótese que aunque los recursos ambientales
son considerados por el autor, este no da importancia al cuidado o la
preservación del medio ambiente, lo que descarta el apoyo de cualquier
aporte teórico sobre el desarrollo de tipo ambientalista.
Relacionado también con el enfoque moderno del desarrollo,
Hernández Pulgarín (2010), identificó para la ciudad de Pereira un
proceso de desarrollo sustentado en la actividad comercial, logrando su
posicionamiento regional como centro de producción y comercio. Este
proceso es sujeto de ser evaluado bajo la teoría de Rostow (1960).
Entre las citas textuales que evidencian este enfoque, se plasma
la contenida en el texto titulado Formulación de una propuesta de política
de ordenamiento territorial para la articulación subregional de los municipios de la
corona central del Quindío (Torres Hernández et al, 2009), donde se expresa:
147
frente a procesos de impacto en el desarrollo social, económico y
territorial. (pp. 172-173)
148
las partes, como imperativo funcional del sistema en camino hacia el
desarrollo, al igual que la importancia de la existencia de compatibilidad
estructural entre los sistemas, el fomento y participación de los actores
el marco de los valores y normas que permiten que los intereses de los
individuos se encaminen hacia los intereses generales de la sociedad. Se
resalta el trabajo de Urdinola Hincapié et al (2009) frente al rol de los
tomadores de decisiones alrededor de un sistema de transferencias que
posibilita la convergencia de los procesos de crecimiento y desarrollo
local hacia propósitos de orden regional, nacional o de integración.
Otro de los autores de referencia en este enfoque, Durkheim
(1987), considera que el desarrollo puede ser alcanzado, sin que ello
implique el resquebrajamiento de las estructuras sociales. Además,
presenta la relación entre desarrollo y educación, siendo la educación
una herramienta para la potencialización de las capacidades y
habilidades que precisa la sociedad para su desarrollo. En lo que
respecta al primer aporte de Durkheim (2009), García (2013) abarca su
fundamentación teórica expresando que los derechos y las apropiaciones
de las comunidades locales deben guiar el desarrollo, buscando de esta
forma la afirmación de las culturas y sus ambientes.
La educación como determinante es incorporada en los textos
de Álvarez y Rendón (2010) y de Urdinola Hincapié et al (2009), para
quienes los aprendizajes individuales y colectivos favorecen el proceso
de desarrollo. Así mismo, Ríos (2008) en su artículo Descripción de los
avances recientes en desarrollo humano enlaza el problema del desarrollo
Producción científica colombiana 2000-2015
149
de fundamentación teórica, resultados, aporte al concepto de desarrollo,
apuntes y comentarios.
El artículo que mayor relación tuvo con las ideas de Pye (1963)
fue el de Toro Bedoya (2015) con el trabajo titulado Aproximación a un
modelo de comunicación para el desarrollo y la paz en contextos vulnerables. En
dicho trabajo la comunicación fue considerada una herramienta de
educación, transmisión de conocimientos e información, generación de
lazos y establecimiento de relaciones de confianza. Abordó además la
comunicación y su relación directa con el desarrollo humano al servir
como instrumento de transformación social, lo cual se ejemplifica
en ámbitos como juntas de acción comunal, consejos territoriales de
planeación, asociaciones de víctimas, entre otros.
En términos generales, en los resultados investigativos que se
enmarcan bajo las ideas de Pye se expresa que la comunicación puede
conducir al desarrollo de distintas maneras: (i) diferentes organizaciones
pueden promover espacios de discusión en los niveles nacional y
regional; (ii) la comunicación como herramienta para facilitar espacios
de interacción comunitaria e institucional para la participación (Toro
Bedoya, 2015); y (iii) la comunicación para el desarrollo desde los medio
alternativos (Herrera Arango & Uruburu Gilède, 2009).
Entre las teorías desarrolladas bajo el enfoque del cambio social
los autores más influyentes fueron Parsons (1966) y Pye (1963), para
quienes la educación y la comunicación son herramientas de desarrollo;
a partir de estas se promueve la participación de las comunidades y se
Producción científica colombiana 2000-2015
Enfoque dependentista
150
quienes el desarrollo está condicionado por las relaciones políticas de
crecimiento interno y vinculación externa, en donde el poder define el
nivel de desarrollo. Importantes además los aportes de Sunkel (1970),
cuyas ideas principales fueron: i) la realidad humana en desarrollo, ii) el
desarrollo y subdesarrollo como estructuras interdependientes del mismo
sistema, y iii) el crecimiento endógeno y la capacidad dominante del
desarrollo frente al carácter inducido y dependiente del subdesarrollo.
En primer lugar, los aportes de Cardoso y Faletto (1977) se
registran solo en uno de los trabajos analizados; sin embargo, en cuatro
de los textos se consideran sus ideas en el acápite de los resultados y se
destacan como aportes al concepto de desarrollo.
En los trabajos de Pérez (2010) y Arias Hurtado (2013), se evidencia
que el proceso de desarrollo de la ciudad de Manizales y de municipios
como Marmato en el departamento de Caldas se ve estropeado por
políticas públicas neoconservadoras de participación asistida que
impiden la participación y el liderazgo civil, encontrando conflicto en
las visiones de desarrollo planteadas por los agentes trasnacionales y
gubernamentales frente a las de los agentes comunitarios.
Sobre los aportes al concepto de desarrollo evidenciados, se
destacan los hallazgos en cuatro de los textos analizados que retoman
las posturas de Cardoso y Faletto (1977). Por un lado, Pérez (2010) y
Berdegué et al (2015) refieren las relaciones políticas de crecimiento
interno y vinculación externa, considerando la relación existente entre
economía, política y cultura, en la cual el Estado cumple un papel
Producción científica colombiana 2000-2015
151
en Colombia, así como el Código de Minas, definen al Estado como
un facilitador y fiscalizador de la iniciativa privada en las actividades
extractivas” (p. 931).
En segundo lugar, los aportes teóricos de Sunkel (1970) se
evidencian en la fundamentación teórica, los resultados y aportes
al concepto de desarrollo en cinco de los trabajos analizados. Tanto
Torres et al (2009) como Ospina Carballo et al (2009) consideran la
importancia del desarrollo endógeno como proceso de crecimiento
y cambio estructural, reconociendo las potencialidades locales en
interacción con las dinámicas culturales, sociales y ambientales.
Asimismo, la idea de Sunkel (1970) respecto a la realidad
humana en desarrollo se abarca en los resultados de las investigaciones
de Ríos (2008) y Ospina Carballo et al (2009). Para estos, el desarrollo
es objeto y fin de los individuos, y lo definen como un proceso en el
que se construye una identidad individual y colectiva, resaltando la
importancia de reivindicar al ser humano de forma completa e integral.
Estas ideas se aprecian en los aportes de Ibarra Melo (2011) en Mujeres,
verdad, justicia y reparación en Colombia, en el cual, desde la perspectiva de
género, se hace énfasis en el reconocimiento de la mujer como actor
social participativo en procesos políticos y culturales relacionados con
el desarrollo.
Asociado al enfoque dependentista, se resaltan aportes que
consideran las ideas de Prebisch (2013) sobre el crecimiento de
Latinoamérica hacia adentro a través de la autoinversión y no por la
Producción científica colombiana 2000-2015
152
del imperialismo, y Celso Furtado, Aníbal Pinto, Jorge Ahumada,
Juan Noyola, Albert Hischman y Aldo Ferrer, quienes explicaron el
subdesarrollo como consecuencia de las condiciones de desigualdad
en las relaciones económicas y la debilidad de los sistemas de
producción y de estructuras de la periferia. Los trabajos que abordan
los planteamientos referidos fueron realizados en el contexto del
Eje Cafetero, identificando casos de inequidad territorial y la forma
como las multinacionales explotan los recursos mineros del territorio
nacional en favor de los intereses monetarios corporativos (Gómez
Hernández, 2009).
Enfoques Ambientalistas
153
Por otra parte, Sachs (1974) hace referencia a la relación entre
el desarrollo, las políticas participativas, iniciativa, compromiso e
imaginación popular, aspectos también referenciados por autores como
Muñoz Wilches (2012) y Urdinola Hincapié et al (2009), destacando la
importancia de la participación social activa en la planeación local y
regional. La siguiente cita rescatada del texto Las dinámicas urbanas en el
corredor Tuluá-Cartago da cuenta de lo planteado:
154
maldesarrollo nace de una lectura economicista del concepto en cuestión,
cuyo paradigma parte de una relación directamente proporcional con el
PIB, desconociendo los aspectos cultural y ambiental y las desigualdades
sociales. De esta manera, se hace referencia a otros investigadores que
abordan un desarrollo alternativo, integral, sinérgico y humano, que se
aparta de los modelos económicos tradicionales.
En segundo lugar está el aporte de la Fundación Dag
Hammarskjlod sobre los principios del Otro Desarrollo en términos de
la satisfacción de las necesidades, el carácter endógeno y autónomo, la
armonía con el medio ambiente y su requerimiento de trasformaciones
estructurales. Los trabajos analizados no consideran estos principios
de manera conjunta, pero se destacan de manera aislada en la
fundamentación teórica respecto al principio de desarrollo endógeno,
a partir del cual se promueve la competitividad territorial, se motiva la
participación activa de las comunidades locales.
En tercer lugar, pero no menos importante, se resalta su
contribución respecto a que no existe un patrón único de desarrollo, este
difiere de una sociedad a otra. En este aspecto se destacan los aportes
al concepto inmersos en Serna (2012) y Barón (2008), en cuyos textos
aparece la necesidad de visibilizar un desarrollo territorial articulado
con las necesidades estructurales y sociales de cada población. En
otras palabra, el desarrollo se concibe de acuerdo con las situaciones
particulares de los individuos y grupos poblacionales, cuya gestión y
acompañamiento estatal debe posibilitar la edificación de condiciones
Producción científica colombiana 2000-2015
155
(2009), donde se expone la necesidad de un esfuerzo político para que
el desarrollo se proyecte y trascienda al futuro, y las consideraciones del
texto de Castro Gil y López Giraldo (2011) sobre la necesidad de hallar
enfoques y prácticas de desarrollo que admitan la responsabilidad
respecto a las generaciones futuras. Finalmente, los aportes de Meadows
(2006) se alinean con comentarios y citas textuales de los artículos de
Ospina Carballo et al (2009) y Pérez (2010), donde se expresa que
el desarrollo desde abajo es un desarrollo de supervivencia, y que el
desarrollo económico local es un proceso de trasformación orientado a
la superación de dificultades y retos internos.
156
del orden vulnerado por las consecuencias del conflicto armado interno
por medio de la participación conjunta y responsable del Estado, la
sociedad civil y organismos especiales (Barón Porras, 2008); el trabajo
de los individuos y las comunidades en la construcción colectiva de
la paz (Roldán Vargas et al, 2014); la participación ciudadana en el
diseño de políticas que reduzcan los niveles de exclusión (Gómez
Tatis, 2013), la falta de voluntad política (Álvarez Múnera, 2008), el
desarrollo territorial limitado por la falta de voluntad civil a partir de
la individualidad y la resistencia al cambio (Torres Hernández et al,
2009), y la manera como las personas pueden hacer uso del aprendizaje
individual y colectivo para orientar la ruta hacia el desarrollo (Urdinola
Hincapié et al, 2009).
Lo referido en el párrafo anterior permite inferir la aceptación
por parte de los autores vinculados con el ejercicio investigativo de la
necesidad de promover y facilitar la participación activa de la sociedad
civil desde diferentes frentes y temas de tipo social y político.
Por otro lado, los aportes de Streeten (1982) sobre el desarrollo
y las necesidades básicas son referidos de manera aislada y no de
manera integral como el autor lo enuncia. En el trabajo de Ríos (2008)
se aborda la necesidad del trabajo debidamente remunerado mirado
desde la perspectiva de género, haciendo referencia a la desigualdad
de oportunidades. En los trabajos de Ospina Carballo et al (2009) y
De Arco Ballesteros y Vergara Durán (2012) se presentan resultados
sobre problemas de desarrollo territorial en diferentes corregimientos
Producción científica colombiana 2000-2015
157
demandan la satisfacción de necesidades mínimas de primer nivel, de
acceso a servicios y de trabajo.
Solo en tres de los artículos analizados se consideraron los
aportes del PNUD sobre el desarrollo humano y la ampliación de las
oportunidades de los individuos en la libertad política, la garantía de sus
derechos, la relación que debe guardar el cambio económico social con
la calidad de vida y la ampliación de oportunidades de los individuos,
considerando que el objetivo básico del proceso de desarrollo debe ser
el disfrute en una vida prolongada, saludable y creativa. Estos fueron
Ríos (2008), Ospina Carballo et al ( 2009) y De Arco Ballesteros y
Vergara Durán (2012). Por su parte, Hernández Pulgarín (2010) realiza
un aporte teórico que se alinea con los aportes de Max Neef, al discutir
sobre la idea del desarrollo humano como un proceso y una sucesión de
estados que tienen que ver con la capacidad material de producción de
bienes y servicios.
158
La eliminación de algunos tipo de falta de libertad que dejan
a los individuos pocas opciones y escasas oportunidades para
ejercer su agencia razonada, es decir, para cultivar su hacer
pensando; además, es fundamental el impulso a las capacidades
para proteger la libertad de conciencia, de formar un concepto
del bien, de buscar el sentido propio de la vida, de establecer
vínculos afectivos y de vivir e interactuar con otros, para ser
tratados como seres dignos, con facultades de elección y decisión,
para vivir con libertad el propio desarrollo y la vida que se quiere
vivir. (Toro Bedoya, 2015, p. 129)
Críticas al desarrollo
159
social y económico, debiendo asumir responsabilidades y compromisos
reales, de modo que sea la sociedad civil el principal agente de los
procesos de cambio, y con el Estado actuando de manera proactiva y
no compensatoria.
Solo dos autores apoyaron las ideas de Pablo González Cassanova
sobre el subdesarrollo como producto de la expansión de capitalismo
mundial, y de la CEPAL sobre la intervención del Estado para la
redistribución de la riqueza, la inversión educativa y programas de
asistencia a poblaciones menos favorecidas24.
Producción científica colombiana 2000-2015
160
CO N CLUSIONES
Conclusiones
161
En el análisis de la producción científica en Colombia en el
periodo 2000 – 2015 asociada con las categorías de territorio, paz y
desarrollo y su articulación en al menos dos de ellas como objeto de
investigación, se pudo constatar que la mayoría de los documentos que
cumplieron con el criterio de inclusión referido corresponden a artículos
de reflexión asociados a la práctica de los propios autores.
Esta situación, sin duda, refleja el ejercicio de una práctica que
privilegia el trabajo en contexto, y que si bien reconoce los aportes de
los teóricos más influyentes para cada uno de los casos, se concentra
en comprender los fenómenos asociados con el territorio, la paz y el
desarrollo y no necesariamente en forma articulada, como se evidenció
al pasar de 91 artículos a 54 cumpliendo el criterio de inclusión en la
investigación del estado del arte, diferenciados por categorías asociadas
así: territorio y paz: 18; territorio y desarrollo: 11; paz y desarrollo: 25.
Antes de concluir a partir de cada una de las categorías en forma
independiente, es importante hacer referencia a la emergencia de un
interés significativo por parte de la comunidad académica e investigativa
del país por la articulación en mayor medida de las categorías de paz
y desarrollo, reportadas en 43 de los 54 trabajos. Se evidencia además
que el concepto de territorio asociado a las otras dos categorías presenta
la menor recurrencia, ante lo cual es necesario considerar que, ante la
Conclusiones
162
asociados con las prácticas cotidianas que realizan sus pobladores
o en el marco de sus relaciones de funcionalidad. En todos los casos
se evidencia la relación del territorio con un grupo de actores que lo
apropian en sus diferentes escalas, trasfiriendo a estos una lógicas y
dinámicas propias que hacen de cada uno un escenario único.
A continuación, como ya se ha enunciado, se concluirá tanto
desde la comprensión de las categorías de manera independiente,
como desde la forma como se articulan en el marco de la producción
científica colombiana revisada para el periodo 2000 – 2015. Finalmente
se reportarán algunas conclusiones frente a las limitaciones del estudio.
Categoría de territorio
163
de su realidad que permiten referirse al mismo en clave de geografía,
sociología, antropología y psicología.
Como acción social asume diversidad de implicaciones. Teórica,
al permitir instalar la discusión de la acción y del orden otrora silenciada
en el significado de territorio; práctica, porque permite partir de
referentes teóricos en la comprensión de lo cotidiano como su telón de
fondo; normativa, porque ancla los sucesos del territorio a un contexto
de vida particular, indicando con ello que aquello que lo delimita es un
juego continuo entre la voluntad expresa del sujeto que lo habita y los
valores y principios que sujetan o definen el marco de referencia.
El territorio, al constituirse a partir de actores que lo reconocen
y se relacionan entre sí, instala un problema en el concepto usualmente
silenciado: la presencia del tiempo. Si bien cada una de las vertientes
exploradas explica que el territorio es en función de las características
que le son inmanentes (espacio y tiempo determinado), la presencia
del tiempo relativo y de si transcurre a través de la cotidianidad no
es frecuentemente referido. Aquí sería útil postular el concepto de
territorio temporal -cercano al término de lugar, aunque diferenciándose
por la escala de referencia y del traslape (superposición) que supone
su existencia en múltiples dimensiones recreadas en el espacio físico
predefinido-, adjetivación que facilita la comprensión del territorio
como representación mental-social coexistente con múltiples territorios
dispuestos en un mismo plano de consciencia.
El territorio como construcción social implica la existencia de
sujetos que otorgan al espacio una connotación de significado adicional.
Supone ahondar en otros elementos usualmente no tematizados en las
definiciones auscultadas: la acción social, teoría relevante en tanto ofrece
la posibilidad de comprender en profundidad qué significa eso de
construcción social. El territorio, más allá de sus características físicas,
está determinado por los significados dados a la experiencia de vida de
quienes lo habitan, su cotidianidad.
Conclusiones
164
Conclusiones
165
Categoría de paz
166
Conclusiones
167
Categoría de desarrollo
168
En el marco de la acción colectiva aparece como condición el
requerimiento de un papel más protagónico de la sociedad civil en los
temas de la planificación y el control social para el restablecimiento
de las relaciones de confianza, alteradas en un escenario de múltiples
conflictividades y altos niveles de individualismo y resistencia al cambio.
El territorio se valora más allá de su condición física. Se vinculan
a este sus componentes históricos, culturales, económicos y sociales, y la
intervención simultánea a partir de procesos más o menos planificados
y sistemáticos de todos sus actores alineados a partir de un sistema de
relaciones institucionales, económicas, sociales, culturales, legales y
políticas, que debe interactuar con una visión armónica e integral.
Conclusiones
169
Desde las articulaciones y complementariedades
170
en tanto existe un actor social que lo nombra, y el lenguaje, contenedor
de la experiencia humana, necesita cada vez mayor creatividad para
narrar sus acontecimientos. Así, el territorio, desde sus múltiples
dimensiones, soporta el escenario a través del cual las paces toman lugar.
Con respecto a la violencia como la cara opuesta a la paz, ambas
condiciones situadas en un territorio se relacionan con la dimensión
física del territorio, ambas son expresiones reales de la experiencia
sensorial de la existencia. De igual manera, la violencia estructural
se cruza con la dimensión social del territorio, ambas producto de la
interacción entre sujetos que buscan horizontes múltiples de desarrollo.
Finalmente, la violencia cultural supone indagar en la dimensión simbólica
del territorio. Por definición, más abarcador que el término de violencia
al centrar su interés en prácticas asumidas dañinas, por el contrario,
la dimensión simbólica profundiza lo que el territorio contiene, un
territorio de múltiples manifestaciones que cobran vida a partir de
las también múltiples interacciones que cobran vida en el seno de las
sociedades que lo habitan y apropian.
Son claras las intenciones de los autores en términos de visibilizar
las relaciones entre la paz holística o Gaia y las concepciones ambientalista
del desarrollo, una concepción que desde el discurso busca reconciliar
tanto la relación ser humano – sociedad – naturaleza, como reconocer
la corresponsabilidad que en el marco de este enfoque del desarrollo
tienen todos los actores del territorio. La paz con la naturaleza se
constituye, bajo este paradigma, como eje articulador de un proceso de
desarrollo que reconoce al ser humano solo como una de las especies
que habitan el planeta. Eliminar todas las formas de violencia física en
contra de las personas y el medio ambiente representa un camino para
lograr la paz y avanzar en el camino del desarrollo.
La relación del concepto de paz con el concepto de violencia estructural
y el enfoque de las necesidades básicas aparece de manera explícita. Se hace
alusión a la violencia derivada de la estructura del sistema económico y
Conclusiones
171
de orientarse a brindar a los seres humanos la oportunidad de tener una
vida plena, satisfaciendo sus necesidades básicas, en especial la educación
y la salud dada su contribución al aumento de la productividad laboral.
172
con las apuestas que estas comunidades científicas han generado en
términos de Territorio – Desarrollo – Paz.
Esta no-consideración referida fue consecuencia de los criterios
de inclusión y de exclusión en los protocolos en la búsqueda de la
información. Sin embargo, una restricción externa a los límites del
estudio puede resumirse de la siguiente manera: de aquello que está
siendo investigado, no todo está siendo publicado en productos de
generación de nuevo conocimiento.
R E COMENDA C I O NES
Recomendaciones
174
Desde la responsabilidad
de la comunidad científica colombiana
y sus aportes a la transformación de la sociedad
175
académica, sin condicionar su reconocimiento por Colciencias. Para
muchos grupos e investigadores ser reconocidos no representa la
prioridad, en especial cuando pertenecen a las ciencias sociales. De gran
significancia seria incluir los aportes que diferentes colectivos, actuando
en el marco de la sociedad civil o como grupos independientes, realizan
en los diferentes territorios colombianos. Un análisis comparativo entre
las diferentes comunidades académicas comprometidas con los temas
que nos convocan permitiría identificar convergencias y divergencias en
términos epistemologícos, praxeológicos, metodológicos y axiológicos.
176
logarlos en un escenario de construcción de paz con enfoque territorial
como el previsto para Colombia.
177
R E F ERENCIAS
Y B I B LIOG RAF Í A
Referencias y bibliografía
178
Alexander, J. (2000). Sociología cultural. México: Antrophos.
Aranda, Y., Combariza G., J., & Parrado, Á. B. (2008). El turismo rural
como estrategia de desarrollo territorial rural: una revisión para
el caso colombiano. Agronomía Colombiana, 27 (1), 129-136.
179
Arbeláez Naranjo, G. A. (2005). El ordenamiento territorial: instrumento
para la gobernabilidad. Opinión Jurídica, 4 (7), 125-137.
Barón Porras, L. F. (2008). Estudios de caso sobre buenas prácticas para superar el
conflicto en el Valle del Cauca. Informe del Centro de Investigación
de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad
Icesi y PNUD. PNUD.
Berdegué, J. A., Carriazo, F., Jara, B., Félix, M., & Soloaga, I. (2015).
Cities, Territories and Inclusive Growth: Unraveling Urban–
Rural Linkages in Chile, Colombia and Mexico. World
Referencias y bibliografía
180
Bobes, C. (21 de octubre de 2008). Teoría Social I. Escritos de clase.
México: Maestría en Ciencias Sociales, Flacso.
Boff, L. (2007a). Virtudes para otro mundo posible: comer y beber juntos, y vivir
en paz. Sal Terrae.
Boff, L. (2007c). Virtudes para otro mundo posible: la hospitalidad como derecho y
deber de todos. Sal Terrae.
Caicedo Arroyo, R., Hurtado Cano, D., Aguirre Jaramillo, C. I., & Fadul
Vásquez, C. J. (2016). Estado del arte sobre paz: discusiones
conceptuales y producción científica colombiana (2000-2015)
asociada a la paz-territorio y paz-desarrollo: una apuesta desde
la investigación orientada a la acción y toma de decisiones –
IAD. Hojas y Hablas (13), 85-96.
Referencias y bibliografía
181
Cardoso, E. H., & Faletto, E. (1977). Dependencia y desarrollo en América
Latina. Buenos Aires: Siglo XXI.
Castro Gil, N., & López Giraldo, C. (2011). Propuesta de integración territorial
de la zona suburbana de Santágueda y el corregimiento de Arauca a la
cabecera del municipio de Palestina, Caldas: dimensiones ambiental y físico
espacial. Trabajo de grado, Maestría en Desarrollo Regional y
Planificación del Territorio. Manizales: Universidad Autónoma
de Manizales.
182
DNP. (2015). Plan nacional de desarrollo 2014-2018: todos por un nuevo país.
Departamento Nacional de Planeación. Bogotá: DNP.
Dreher, D. (1990). The Tao of Peace: A Guide to Inner and Outer Peace.
Virginia: The University of Virginia.
183
Galtung, J. (1969). Violence, Peace and Peace Research. Journal of Peace
Research, 6, 167-191.
Galtung, J. (1984). There are Alternatives: Four Roads to Peace and Security.
Nottingham: Spokesman.
184
Gómez Hernández, B. (2009). Desplazamiento y tierras en el marco
de la política de justicia y paz en Colombia. Diálogo de Saberes
(Julio-diciembre), 93-124.
185
Habermas, J. (2001). Teoría de la acción comunicativa, Tomo II. Madrid:
Taurus.
186
toma de Decisiones (IAD). Manizales: Universidad Autónoma de
Manizales
187
Londoño, O., Maldonado, L. y Calderón, L. (2014). Guía para construir
estado del arte. International Corporation of Networdsof Knowledge,
1 - 39.
Mármora, L. (1993). Los dilemas del desarrollo sostenible. San José, Costa
Rica: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Meadows, D., & Randers, J. (2006). Los límites del crecimiento: 30 años
después. S.l.: Galaxia Gutenberg.
Referencias y bibliografía
Mill, J. S., Saheley, W. J., & Ortiz, T. (1951). Principios de economía política
con algunas de sus aplicaciones a la filosofía social. Ciudad de México:
Fondo de Cultura Económica.
188
Mockus, A. (1999). Cambio cultural voluntario hacia la paz. En H.
Ospina, S. Alvarado, & L. Moreno, Educación para la paz: una
pedagogía para consolidar la democracia social y participativa. Bogotá:
Magisterio.
Montoya Arango, V., García Sánchez, A., & Ospina Mesa, C. (2014).
Andar dibujando y dibujar andando: cartografía social y
producción colectiva de conocimientos. Nómadas, 40, 191-205.
189
Muñoz Wilches, E. (2012). Diagnósticos participativos territoriales para
el desarrollo humano integral sustentable. Tendencias y retos, 17
(1), 69-80.
de Janeiro, Brasil.
Ospina Carballo, A., Muñoz Fernández, M., Ayala Vargas, J. C., &
Rodríguez Rodríguez, J. (2009). Plan de manejo especial de
Rozo, La Torre, La Acequia y su área de influencia. Palmira,
190
Valle: una propuesta de desarrollo sostenible. Ánfora, 16 (26),
193-207.
Pérez Garcés, H., Zárate Yepes, C., & Turbay Ceballos, S. (2011).
Conflictos ambientales: la biodiversidad como estrategia
ordenadora del territorio. Opinión Jurídica (10).
191
PNUD. (2011). Informe de Desarrollo Humano: Colombia rural (razones para la
esperanza). Bogotá: PNUD.
192
Rettberg, A. (2003). Diseñar el futuro: una revisión de los dilemas de la
construcción de paz para el posconflicto. Estudios Sociales, 15-28.
Roldán Vargas, O., Nayrobis Giraldo, Y., Correa Ospina, N., & Sánchez
Palacio, F. (2014). Apuestas por la paz: iniciativas con niños,
niñas y jóvenes de Medellín. Anales, 14 (1), 31-49.
193
Sánchez Cardona, M. (2010). La educación para la paz en Colombia:
una responsabilidad del Estado Social de Derecho. Via Iuris (9),
141-160.
Shiva, V. (1988). Staying Alive: Women, Ecology and Development. New Delhi:
Zed Books.
194
Smith, A. (1958). Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las
naciones. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica.
195
Torres Tovar, C. A. (2005). Ciudad latinoamericana y conflictos
presentes. Bitácora, 9 (1), 64-81.
196
Vallejo, M. (2006). Descentralización, democracia local y proceso de
paz en Colombia. Ánfora, 13 (21), 4-22.
197
A N EXOS
Anexos
198
Revistas colombianas, centros de
investigación colombianos y redes de interés,
“territorio, paz y desarrollo”
199
Centros de investigación Redes de interés
colombianos interés (según “redes de conocimiento
Categoría (según correspondencia sector, avalados especializado” mencionadas por los
por COLCIENCIAS -en orden grupos de investigación elegidos en su
alfabético-) GrupLac -en orden alfabético-)
Centro de Estudios Interdisciplinarios
sobre el Desarrollo -CIDER-, Alianza de Redes Iberoamericanas de
Universidad de Los Andes, Bogotá, Universidades por la Sustentabilidad
Sector: ciencias sociales. http://cider. y el Ambiente -ARIUSA-. http://
uniandes.edu.co/paginas/home.aspx ariusa.net/
Centro de Estudios Sociales - CES-, Red de desrarollo social de América
Desarrollo Universidad Nacional de Colombia, Latina y el Caribe: http://dds.cepal.
Sector: ciencias sociales. http://www. org/redesoc/portal/
unal.edu.co/ces/ Red iberoamericana de estudios del
Corporación Región para el desarrollo -RIED-: http://www.
desarrollo y la democracia, Medellín. riedesarrollo.org/
Sector: ciencias sociales. http://www.
region.org.co/
Observatorio Colombiano para el
Centro de estudios sobre conflicto
Desarrollo Integral, la Convivencia
-CEDAT-, violencia y convivencia
Ciudadana y el Fortalecimiento
social, Universidad de Caldas,
Institucional de Regiones
Manizales. Sector: ciencias sociales.
Afectadas por el Conflicto Armado
Centro de investigación y educación
-ODECOFI-
Paz popular -CINEP-, Bogotá, sector:
Paz, conflicto y derechos humanos
ciencias sociales y educación. http://
(del eje cafetero). Contacto: maria.
www.cinep.org.co/
[email protected]
Instituto para la pedagogía, la paz y el
Red iberoamericana de investigación
conflicto urbano -IPAZUD-, Bogotá.
para la paz imperfecta (Universidad
http://ipazud.udistrital.edu.co/
de Granda)
Anexos
200
Centros de investigación Redes de interés
colombianos interés (según “redes de conocimiento
Categoría (según correspondencia sector, avalados especializado” mencionadas por los
por COLCIENCIAS -en orden grupos de investigación elegidos en su
alfabético-) GrupLac -en orden alfabético-)
1) Asociación Colombiana de Estudios
Regionales y Urbanos -ASCER-:
http://ascer.co/
2) Asociación Colombiana de
Investigadores Urbanos Regionales
-ACIUR-: http://aciur.net/
3) Red de estudios de espacio y
territorio -RET-
Centro de Estudios regionales, Contacto: Gustavo Montañez Gómez
cafeteros y empresariales -CRECE- , ([email protected])
Territorio Manizales, Sector: ciencias sociales y 4) Red internacional de estudios sobre
agropecuarios, territorio y cultura -enlace, grupo de
investigación Territorialidades-
5) Red internacional de estudios
socioespaciales (sugerida por grupo de
estudios del territorio): https://redrese.
wordpress.com/
6) Red Latinoamericana de Estudios de
Conflictos Ambientales: http://www.
ungs.edu.ar/colca2014/?page_id=597
Anexos
201
Grupos de investigación colombianos de interés,
“Territorio, paz y desarrollo”
202
Grupos de investigación colombianos de interés TERRITORIO
(Según líneas de investigación identificados, avalados por COLCIENCIAS en
orden alfabético)
203
Grupos de investigación colombianos de interés PAZ
(Según líneas de investigación identificados, avalados por COLCIENCIAS en
orden alfabético)
204
Grupos de investigación colombianos de interés DESARROLLO
(Según líneas de investigación identificados, avalados por COLCIENCIAS en
orden alfabético)
205
Grupos de investigación colombianos de interés DESARROLLO
(Según líneas de investigación identificados, avalados por COLCIENCIAS en
orden alfabético)
206
Este libro se publicó en diciembre de 2020
Manizales, Colombia