Novena Al Apóstol Santiago El Mayor
Novena Al Apóstol Santiago El Mayor
Novena Al Apóstol Santiago El Mayor
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11-14 minutos
Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera
especial los días previos a la festividad (16 al 24 de julio)
Dios y Señor infinitamente Misericordioso, sin cuyo auxilio nada podemos, y nada valen
nuestras obras, dignaos, Señor, concederme que os sea agradable este culto que deseo
rendir a vuestro amado discípulo. No miréis, Señor piadosísimo, la gravedad de mis
culpas, que humildemente os confieso. Perdonádmelas Señor, por la Pasión y Muerte de
de vuestro Santísimo Hijo y dulcísimo Redentor mío, por las lágrimas de su Purísima
Madre, y por el martirio de vuestro Apóstol, pues de todo corazón me pesa haberos
ofendido, por ser quien sois infinitamente amable, poderoso y justo. Quisiera antes morir,
que haber agraviado a vuestra inmensa Majestad; propongo firmísimamente enmendarme
con vuestra gracia, que espero de vuestra misericordia, y hacer por ella todo lo posible para
vivir y morir como hijo de la Santa Madre Iglesia y devoto del Apóstol Santiago, y
mereceros alabaros con él eternamente en la Gloria, Amén.
O fidelísimo discípulo del Divino Maestro Jesucristo, que mereciste os escogiese por una
de las primeras columnas de la Iglesia, y por fundador y patrono de las de España, que por
vuestra predicación y merecimientos recibió la fe católica, y espera mantenerla hasta el fin
del mundo, ¡Oh padre y protector de todos los fieles!, aclamado seáis en todas las
naciones, os pido me alcancéis las gracias que tanto necesito. Confirmadme en la fe y en el
santo temor de Dios que tanto necesito. Interceded por mi ante el Todo Poderoso para que
me otorgue el favor que os pido en esta novena y así tener un motivo más para daros
gracias en la Gloria. Amén.
Dios suplicámoste nos concedas, que por medio de la protección de tu amado Apóstol,
lleguemos a gozar de la paz eterna. Amén.
DÍA PRIMERO
ORACIÓN: Gloriosísimo Apóstol que a la primera voz con que el Divino Maestro os llamó
para discípulo suyo, os resolviste prontísimamente a seguirlo, abandonando con ánimo
generoso las conveniencias esperanzas del mundo por entregaros enteramente a la
voluntad y servicio del Señor; infinitas gracias doy a su Majestad por ese singular beneficio
que os hizo, y a vos os ensalzo por la puntualísima obediencia y fidelidad con que le habéis
correspondido. Bien veis cuan metido me hallo en las redes de mis pasiones, preso de mi
amor propio y atado a mis temporales intereses, que me impiden seguir a Dios y atender a
sus amorosos llamamientos. Alcanzadme del Señor una alentada resolución como la
vuestra, para romper estos lazos, y desembarazarme de todos los apegos que me estorben
para servir a Dios; dadme una rendida atención a las divinas inspiraciones para aplicarlas y
obedecerlas como vos lo hicisteis. Promoved y fortaleced la fe, la fidelidad y aún la felicidad
temporal de la Iglesia. Para que imitándoos en seguir a Cristo acá en la tierra, os
acompañemos también en gozar de su vista en la Gloria. Amén.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración
final.
DÍA SEGUNDO
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración
final.
DÍA TERCERO
ORACIÓN: Dichosísimo Apóstol, que por la fiel correspondencia a los favores del Todo
Poderoso Jesús, os hicisteis de sus altas confianzas, y de que se acompañase de vos para
las obras de su Omnipotencia, llevándoos consigo para testigo de la portentosa
Resurrección de la hija de Jayro, yo os suplico rendidamente por esta particular distinción,
que su Majestad hizo en vos, presentéis al Señor mi pobre alma, quizá muerta por la culpa,
o al menos lastimosamente débil y lánguida por su tibieza, para que su infinita piedad la
resucite a la vida de la gracia, la fortalezca e infunda un nuevo y vigoroso espíritu, con la
que en adelante le sirva con mayor fervor y más vivo deseo de su mayor honra. Haced lo
mismo con todos los infelices que están en pecado mortal, para que lleguen vivas a la
presencia del Señor en la gloria. Amén.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración
final.
DÍA CUARTO
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración
final.
DÍA QUINTO
ORACIÓN: Benignísimo Apóstol y amado del salvador del mundo, que no quiso apartaros
de su lado en las agonías que padeció en el Huerto, y le debisteis la dulce piedad de
disimularos que estuvieseis durmiendo mientras su Majestad, desangrándose en sudor
copioso, estaba orando; yo os suplico humildemente, que así como vos, recobrado de
aquel sueño supisteis pagar al Señor aquel descanso con las fatigas, desvelos y sudores
de vuestro apostólico ministerio, hasta dar la vida por Él, que la había dado por vos, así yo,
considerando la gran pérdida de tiempo que diariamente hago al estar dormido para el
cuidado de mi alma y demasiadamente despierto para las cosas del mundo, abra desde
ahora los ojos, para ver con ellos cuan lejos voy del camino que el Maestro nos ha
enseñado y conciba un propósito eficacísimo de desvelarme más por mi salvación y no
perdonarme fatiga, ni sudor alguno, que me conduzca hacia el bien espiritual de mi alma y
así merecer con vos el eterno descanso.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración
final.
DÍA SEXTO
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración
final.
DÍA SÉPTIMO
ORACIÓN: Afortunadísimo apóstol, tan favorecido por la Reina del Cielo, María Santísima,
que merecisteis, estando aún ella en esta vida, viniera desde Jerusalén a visitaros,
fortaleceros y significaros, que era gusto de Dios, y suyo, le erigieseis en Zaragoza un
templo, que fue el primero, que en el orbe cristiano se vio consagrado a la verdadera y
única Deidad y a la que le dio el humano ser, yo os suplico, por el mérito y el consuelo que
tuvisteis al ejecutar tan dulce y tan hermoso precepto, consagréis también mi corazón en
templo de María Santísima, y le hagáis firmísima columna, sobre la cual esté siempre
dignamente colocada y servida de mis potencias y sentidos, como amabilísima Madre y
poderosísima Señora. Haced (tiernísimo devoto de esta gran Reina) que todos os
imitemos en amarla y en servirla, para que así como se dignó visitaros en vida, así en ella,
y en la hora de nuestra muerte nos visite y asista hasta ponernos seguros en la Gloria.
Amén.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración
final.
DÍA OCTAVO
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la oración
final.
DÍA NOVENO