Extintor
Extintor
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Índice
1Historia
2Clasificación por agente extintor
3Clasificación por tamaño
4Agentes extintores
o 4.1Agentes extintores especiales
5Clasificación de extintores
6Revisiones mensuales
7Véase también
8Referencias
9Enlaces externos
Historia[editar]
El extintor fue un invento de William George Manby, un capitán al que se le
ocurrió crear un instrumento que apagase el fuego con una mayor efectividad al
observar la incapacidad de un grupo de bomberos de Edimburgo para alcanzar
los pisos superiores de un edificio en llamas.
El primer extintor era un aparato con cuatro cilindros, tres con agua y otro con
aire comprimido, que servía para que el líquido saliese a presión. Fue
patentado en el Reino Unido en 1839. Este dispositivo fue modificado en 1905
cuando se sustituyó el agua por bicarbonato sódico. 3
Los primeros extintores portátiles auténticos aparecieron a finales de la primera
década del siglo XIX; contenían botellas de cristal con ácido que, al romperse,
descargaba él ácido con una solución de sosa, generando una mezcla con
suficiente presión de gas para expulsar la solución. Los extintores de agua,
activados por cartuchos (tipo de inversión), se introdujeron a finales de los años
20, en 1918 se desarrolló una solución anticongelante de metales alcalinos
denominadas “corriente cargadas” para empleo de extintores activados por
cartuchos. En 1959 aparecieron los extintores de agua acumuladores de
presión, que en 10 años reemplazaron gradualmente a los modelos de
cartucho. En 1969 se interrumpió en Estados Unidos la fabricación de todos los
extintores de inversión, que ya no se certifican o aprueban por los laboratorios
de ensayos. El primer extintor de espuma apareció en 1917 y su aspecto y
funcionamiento se parecen muchos a los extintores de ácido y sosa. Su empleo
se extendió progresivamente a lo largo de los años, hasta que en los 50 los
extintores de polvo alcanzaron una amplia aceptación. 4
Agentes extintores[editar]
Artículo principal: Agente extintor de incendios
Agua pulverizada: los extintores de agua pulverizada sirven para proteger
áreas que tienen riesgo de fuego clase A (combustibles sólidos) de forma
eficiente y segura.
Agua desmineralizada: los extintores de agua desmineralizada (3 veces
destilada - oxigenada en algunos casos) para fuegos de clase C (equipos
energizados). También se usan para incendios químicos o riesgos
bacteriológicos. Sus aplicaciones típicas son: servicios aéreos, edificios de
departamentos, bancos, museos, oficinas, hospitales, centro de cómputos,
industrias electrónicas, centros de telecomunicaciones, escuelas,
supermercados, etc.
No contamina el ambiente: no afecta la capa de ozono (O.D.P.=0) y no
produce calentamiento global (G.W.P.=0).
Agente limpio: no es tóxico, no produce problemas respiratorios y no
deja residuos posteriores a la extinción.
Eficiente desempeño: manga diseñada para brindar al operador una
mayor visibilidad y una fácil maniobrabilidad. La boquilla genera un spray
muy fino que aumenta el poder refrigerante, no produce shock térmico ni
conducción eléctrica.
Clasificación de extintores[editar]
En esta clasificación conforman los siguientes
extintores
Extintor soda-ácido:
El extintor de soda-ácido ha sido el tipo de matafuego
más común, en el cual la substancia extintora, es
expelida bajo presión. Las substancias químicas que
intervienen en su carga, son el bicarbonato de sodio y
el ácido sulfúrico. El bicarbonato de sodio se disuelve
en el agua contenida y esta solución constituye en la
verdadera substancia extintora. El ácido sulfúrico
concentrado es contenido en un frasco que pende en
el centro de la parte superior del aparato, cerrado por
un tapón holgado de vidrio o de cerámica, en forma
que pueda caer fácilmente de su asiento en el cuello
del frasco.
Al poner en acción el aparato, invirtiendo su normal
posición, el ácido y el bicarbonato se mezclan
químicamente produciendo suficiente gas carbónico
para desarrollar considerable presión y expeler el
agua dando al chorro un alcance de 10 a 12 metros.
La reacción que se produce se puede expresar en la
siguiente ecuación:
Con el matafuego en posición normal, el nivel del
agua y el bicarbonato no debe sobrepasar la marca
existente expresada como "nivel del agua". Estos
extintores deben ser recargados anualmente. En la
recarga todas las partes deben ser lavadas con agua
e impulsar agua a través de la manguera de
descarga, si la tuviera, para lavarla perfectamente. Es
conveniente, al realizar la descarga anual dar la
oportunidad al personal de realizar esta operación en
el marco de un pequeño simulacro de incendio. La
recarga anual es recomendable ya que las
substancias químicas se deterioran con el tiempo. La
solución de bicarbonato se descompone lentamente
dejando escapar gas carbónico, especialmente
cuando el extintor está expuesto a altas temperaturas.
El ácido sulfúrico absorbe la humedad ambiente,
comienza a diluirse y ocasionalmente puede rebasar
de su frasco o en su manipuleo puede derramar parte
del contenido. Al efectuar la recarga el bicarbonato de
sodio debe ser diluido en agua tibia (no caliente) fuera
del extintor, en un balde o recipiente, asegurándose
que el bicarbonato quede bien diluido. Luego debe
colocarse el canasto portador del frasco o botella y
finalmente ésta con su tapón. Ciérrese el aparato,
colocando la tapa y estará listo para funcionar.
Característica de fabricación
El recipiente del extintor debe ser realizado en chapa
de hierro N.º 16 o sea de 1,59 mm, de espesor
soldado a la autógena en sus costados longitudinales
y uniones de la cúpula y del fondo. Debe ser probado
a presión hidráulica, operación fundamental ya que en
su funcionamiento se originan presiones interiores. De
no contar con esta prueba podría darse el caso, ya
experimentado, de reventar en su parte más débil,
soldadura o picaduras de la chapa, con las
lamentables consecuencias previsibles para el
operador o asistente. Por ello debe comprobarse que
cada extintor posea la garantía del fabricante, de
haber realizado la prueba hidráulica.
La prueba hidráulica de este tipo de extintores debe
repetirse cada cinco años. Para ellos es menester
contar con una bomba de potencia suficiente para
desarrollar una presión interior de 24 atm. durante 5
minutos. Los extintores con ruedas o de mayor
capacidad deben ser llevados a una presión interior
de 27,5 kilogramos por centímetro cuadrado.
Los extintores de soda-ácido responden a las normas
IRAM, sigla del Instituto Racionalizador Argentino de
Materiales, que son observadas por casi todas las
reparticiones nacionales, provinciales y muchos
usuarios industriales particulares. Estos matafuegos
además de ajustarse a estas disposiciones que fijan
sus dimensiones, materiales de fabricación, etc.,
están revestidos interiormente con plomo o estaño
depositado por baño electrolítico, lo cual asegura la
conservación de la chapa. El canasto que sostiene la
botella de ácido es también de material anticorrosible.
La tapa es de bronce con guarnición para evitar
pérdidas de presión.