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Sexta

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HORA NONA llevando la semilla;

al volver, vuelven cantando,


INVOCACIÓN INICIAL trayendo sus gavillas.

V. Dios mío, ven en mi auxilio Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Como era en el principio, ahora y siempre, por
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. los siglos de los siglos. Amén.
Como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Ant. El Señor ha estado grande con nosotros, y
estamos alegres.
Himno: OH JESÚS, QUE EN TU CRUZ HAS
DEMOSTRADO Ant 2. El Señor nos construya la casa y nos
guarde la ciudad.
Oh Jesús, que en tu cruz has demostrado
tu gran amor, tu gran misericordia, Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES
y tu fuerza nos das para seguirte INÚTIL SIN DIOS.
por el mismo camino hacia la gloria.
Si el Señor no construye la casa,
Que fielmente cumplamos en tu Iglesia en vano se cansan los albañiles;
nuestra parte en tu obra salvadora, si el Señor no guarda la ciudad,
y, al llegar a la tarde de la vida, en vano vigilan los centinelas.
en gozo eterno el Padre nos acoja.
Es inútil que madruguéis,
Gracias, Padre, a ti porque nos llamas, que veléis hasta muy tarde,
a Jesús, que en su sangre nos redime, los que coméis el pan de vuestros sudores:
y al Espíritu Santo, luz y guía ¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
de este pueblo que al cielo se dirige. Amén.
La herencia que da el Señor son los hijos;
SALMODIA una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
Ant 1. El Señor ha estado grande con nosotros, los hijos de la juventud.
y estamos alegres.
Dichoso el hombre que llena
Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA con ellas su aljaba:
NUESTRA. no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
la boca se nos llenaba de risas, Como era en el principio, ahora y siempre, por
la lengua de cantares. los siglos de los siglos. Amén.

Hasta los gentiles decían: Ant. El Señor nos construya la casa y nos
«El Señor ha estado grande con ellos.» guarde la ciudad.
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. Ant 3. Dichoso el que teme al Señor.

Que el Señor cambie nuestra suerte Salmo 127 - PAZ DOMÉSTICA EN EL


como los torrentes del Negueb. HOGAR DEL JUSTO
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. ¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Al ir, iban llorando,
Comerás del fruto de tu trabajo, que subsistiera; las creaturas del mundo son
serás dichoso, te irá bien; saludables, no hay en ellas veneno de muerte ni
tu mujer, como una vid fecunda, imperio del abismo sobre la tierra, porque la
en medio de tu casa; justicia es inmortal.

tus hijos, como renuevos de olivo, V. Arrancó el Señor mi alma de la muerte.


alrededor de tu mesa: R. Caminaré en presencia del Señor en el país
ésta es la bendición del hombre de la vida.
que teme al Señor.
ORACIÓN
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén OREMOS,
todos los días de tu vida; Señor Jesucristo, tú que, crucificado a la hora de
que veas a los hijos de tus hijos. nona, diste al ladrón arrepentido el reino eterno;
¡Paz a Israel! míranos a nosotros, que como él confesamos
nuestras culpas, y concédenos poder entrar,
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. también como él, después de la muerte, en tu
Como era en el principio, ahora y siempre, por paraíso. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos de los siglos. Amén. los siglos.
Amén.
Ant. Dichoso el que teme al Señor.
CONCLUSIÓN
LECTURA BREVE   Sb 1, 13-15
V. Bendigamos al Señor.
Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la R. Demos gracias a Dios.
destrucción de los vivientes; todo lo creó para

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