Mitos y verdades de un genio

Por: Laura Grimaldos

“Si no tiene como finalidad la mejoría de las condiciones humanas, la ciencia es
una perversión” … “No pienso que el corazón humano pueda experimentar una
excitación semejante a la que siente un inventor cuando ve que una creación
surgida de su cerebro se transforma en algo real… Estas emociones hacen
olvidar la comida, el sueño, los amigos, el amor, todo”. N. Tesla.
Tesla Motors ha puesto de moda el nombre de un genio que tiene poco que ver
con la gran cantidad de rumores e historias que circulan sobre él. Nikola Tesla,
como todo gran personaje en la historia, es un tema difícil de abordar, por la lejanía
de su existencia y los constantes rumores que por más de un siglo han rodeado
su imagen. En relación a lo anterior, he considerado interesante aclarar, en la
medida de lo posible y considerando como válidas las afirmaciones que por
internet se encuentran, algunos de estos vagos rumores, para que tengamos una
mejor idea de lo que hizo y no hizo.
Primero partamos por una confusión muy frecuente, Tesla Motors no tiene, en
absoluto, nada que ver con Nikola Tesla, además que el nombre de la compañía
no fue escogido por Elon Musk sino por el co-fundador Martin Eberhard. Según
un artículo de Business Insider, Eberhard escogió el nombre porque -y me permito
citar textualmente- "quería darle crédito al hombre que patentó el tipo de motor
que planeaba usar, un motor de corriente alterna". Si bien es cierto que la
tecnología usada en Tesla Motors no habría sido posible de no ser por los aportes
de Tesla, no se puede intentar relacionar al inventor con la empresa porque, en
ese sentido, también deberíamos mencionar a todas las personas que trabajaron
por mejorar la corriente alterna hasta hacerla una realidad, como por ejemplo,
Michael Faraday descubridor de la inducción electromagnética, la base de la
corriente alterna; Galileo Ferraris, descubridor del campo magnético rotativo,
fundamento del motor de corriente alterna; Hippolyte Pixii, creador del primer
generador de corriente alterna; y varios otros cuyos trabajos hicieron posible tanto
el trabajo de Nikola Tesla, como el de la compañía de Elon Musk.
Se preguntarán por qué he realizado tanto hincapié en este tema, pero verán que
no es un aspecto aislado o de menor importancia, por la sencilla razón de que en
el mundo de la ingeniería conocemos a Tesla como el inventor de la corriente
alterna o más específicamente, el inventor del motor de corriente alterna, sin
embargo, ese privilegio es en realidad de Galileo Ferraris, Tesla no fue el primero
en teorizar dicha idea, sino el primero en patentarla. Las fuentes indican que
Ferraris publicó su investigación en un artículo para la Real Academia de Ciencias
en Turín, el 11 de marzo de 1888, y dos meses después, Nikola obtuvo la patente
estadounidense la cual había sido solicitada el 12 de octubre de 1887. Por su
puesto que patentar no es un mérito menor, dado que involucra “creer lo suficiente
en el invento como para protegerlo”, y Turan Gönen lo expone así en su libro
Electrical Machines: "Ferraris pronto abandonó el desarrollo de motores por ser
poco práctico y pasó a ser famoso en otras áreas. Tesla, siendo un
experimentalista, nunca se molestó con ese tipo de sutilezas y simplemente
procedió del concepto a la implementación y a físicamente demostrar que
funcionaba". Las interpretaciones con teorías de vanguardia no eran lo suyo, era
más bien un personaje práctico al que le gustaba experimentar para encontrar
respuestas.
La fama y los inventos de Tesla fueron creciendo en espectacularidad. A
diferencia de lo que la mayoría cree, Nikola no inventó la famosa Bobina de Tesla,
su trabajo consistió en mejorar la bobina de inducción que había usado Hertz en
sus experimentos, aumentando su voltaje y frecuencia de operación. Llamó a su
esquema, un trasformador oscilante, y es lo que hoy en día se conoce como
bobina de tesla. El propio inventor utilizó diferentes variantes de esta bobina como
base para multitud de experimentos posteriores, con los que estudió fenómenos
como la fosforescencia o los Rayos X, los cuales usó para investigar su propio
cerebro, con exposiciones de 20-40 minutos mostrando con claridad el cráneo, las
órbitas, mandíbula y la unión craneocervical. Fue el primero en sugerir que los
Rayos X podrían tener un rol terapéutico. Inventó también la diatermia, de gran
utilidad en cirugía, y exploró nuevas posibilidades para el alumbrado eléctrico y la
transmisión de energía sin cables, por lo que sus aportes fueron importantes y
benéficos para diferentes ciencias. Aunque las bobinas de Tesla llegaron a usarse
comercialmente en las primeras generaciones de radiotelégrafos, hoy su uso se
limita al entretenimiento. Son dispositivos muy comunes en los museos de ciencia,
pues generan espectaculares chispas y descargas eléctricas, e incluso se han
adaptado para funcionar como instrumentos musicales.
"De todos los mitos sobre Tesla, yo destacaría el del Rayo de la Muerte, porque
ni siquiera el nombre es suyo", así lo afirma el escritor y periodista Miguel Ángel
Delgado, un gran divulgador de la vida y obra del inventor serbio en español. "El
nombre se lo puso la prensa del momento. Él ni siquiera propuso crear un rayo,
sino un impulso de alta energía que, en forma concéntrica, sería lanzado desde
una torre para destruir todo a su alrededor".
Tesla negó parte de los grandes avances teóricos de su tiempo, como la Teoría
de la Relatividad o la divisibilidad del átomo. "Murió creyendo en el éter y negaba
que la radiactividad fuera una radiación de la naturaleza; más bien pensaba que
era una especie de radiación cósmica. En su defensa hay que decir que los
cambios en los paradigmas de la Física de su tiempo desubicaron a muchos de
sus colegas, no solo a él". Quizá a Edison también, aunque probablemente ni se
lo planteara porque no era un tema que pudiera tener una aplicación comercial
inmediata.
Thomas Alva Edison no despidió a Tesla de su empresa. Fue él quien decidió
marcharse, cansado de que Edison ignorase su sistema de corriente alterna y
desestimara sus aportes en la empresa. Además de que se comenta que Edison
le ofreció una suma grande de dinero que nunca le pagó, pero es algo que no está
demostrado. Sin embargo, Tesla nunca odió a Edison, de cierta forma lo
respetaba y nunca menospreció su trabajo. Su experiencia al trabajar en las
compañías de Edison en Estados Unidos y Francia, fueron de vital importancia en
su desarrollo como inventor.
El verdadero rival de Tesla fue Marconi quien, supuestamente, le robó el crédito
del invento estrella, la radio. Delgado no lo cree así, aunque la explicación no es
tan sencilla y aún hay controversia hasta la actualidad. Él menciona que "Tesla
nunca pretendió crear un aparato para comunicarse". Cuando Hertz anuncia el
descubrimiento de que las ondas electromagnéticas son capaces de transmitir
energía eléctrica, el hallazgo estimula a muchos investigadores como Aleksandr
S. Popov en Rusia quien consigue transmitir señales de radio en San Petersburgo.
En España, el almirante Cervera también hace investigaciones. "Es cierto que
Tesla, en los últimos años del siglo XIX, va mencionando en una serie de
conferencias de lo que luego será la radio, pero Marconi ya llevaba años
trabajando en su propio método". ¿Habría llegado Tesla a desarrollar su propia
radio de haber tenido interés? Seguramente, pero él estaba más interesado en
proyectos de mayor escala como su sistema mundial de energía.
Otro aspecto que se mueve sobre la delgada línea existente entre verdad o mito,
que resulta de uno de sus más grandes sueños, dar energía eléctrica gratis al
mundo. «De todos mis inventos, estoy seguro de que el transmisor amplificador
será el más importante y valioso para las generaciones futuras», afirmó Nikola
Tesla en su autobiografía. Si hay una construcción icónica que destaque sobre las
demás, es su torre de Wardenclyffe, la cual era una estructura que usaría para
transmitir señales a través del aire y la tierra. Él diseñó esta versión avanzada de
su bobina de Tesla para realizar experimentos en busca de su gran sueño:
prescindir de cables para las telecomunicaciones y la transmisión de electricidad.
Una de las motivaciones de Tesla alrededor de este proyecto era impulsada por
la rivalidad con Guglielmo Marconi debido a sus avances en la telegrafía
inalámbrica, si bien ese fue el argumento utilizado para conseguir inversores, lo
que Tesla buscaba en realidad era trasmitir energía sin cables que, en palabras
del mismo Tesla, se describía como “sacar energía de la tierra y devolverla a una
velocidad enorme creando así ondas o perturbaciones las que, propagadas a
través de la tierra como si fuese un cable, puedan ser detectadas a grandes
distancias por circuitos receptores sintonizados cuidadosamente". Este método de
transmisión era muy prometedor para algunos inversionistas de la época, pero
con certeza, no sería posible sin un valor comercial, debido a que era evidente la
necesidad de cobrar por los equipos de recepción y por la generación de la
energía. Adicional a ello, Tesla no se sometió al torture tests, que consiste en
pruebas intensas para determinar la estabilidad de un sistema; por el contrario, se
contentó con las pocas pruebas satisfactorias que pudo llevar a cabo antes de la
construcción del proyecto y a eso se le sumaba el éxito de Marconi enviando
mensajes a través del Atlántico de manera inalámbrica. Si bien los
descubrimientos de Tesla en energía inalámbrica resultaban llamativos e
interesantes, esto requería de una millonaria inversión que nadie podía asumir
debido al inestable escenario económico de la época. De todo esto surge una
pregunta importante, ¿habría sido viable el proyecto de Tesla si hubiera tenido el
financiamiento suficiente? La respuesta es NO. Si bien los fundamentos de la
energía inalámbrica de Tesla se observan en algunos productos de hoy, como los
cargadores inalámbricos, por ejemplo, el consenso es claro en mencionar que
sería tremendamente ineficiente e inviable para las distancias que se imaginaba
Tesla, más allá de los problemas técnicos que se deberían sortear. Una buena
razón de esto es que, al parecer, Tesla ignoraba completamente cómo
funcionaban en realidad las leyes del electromagnetismo, creyendo que podía
producir ondas electromagnéticas longitudinales para crear las ondas
estacionarias, y así transmitir energía y mensajes a través de la tierra, el problema
con esto es que las ondas electromagnéticas son siempre transversales. Si
aplicáramos corrientes eléctricas tal y como lo planteaba Tesla, estas se
propagarían en todas las direcciones con pérdidas muy considerables.
Si bien la transmisión inalámbrica de energía no puede ser gratuita, fue una idea
muy inspiradora que está lejos de ser insignificante. En la actualidad podemos
cargar nuestros teléfonos o dispositivos de pequeña escala sin necesidad de
algún cable gracias a la inducción electromagnética, pero esto funciona solo a
distancias muy pequeñas, y aun así sigue siendo mucho menos eficiente. Aunque
transmitir datos sin cables a través de ondas electromagnéticas ya forma parte de
nuestras vidas, hacerlo con energía eléctrica sigue siendo un reto por resolver. El
gran sueño de Tesla quedó en un sueño, pero su forma de entender cómo
funcionarían nuestras comunicaciones fue muy acertada, realizó una lista enorme
de contribuciones y desarrollos técnicos, algunos no directamente relacionados
con la electricidad, y con cientos de patentes a sus espaldas (alrededor de 300),
llegó a ser considerado el ingeniero más brillante de su tiempo en los estados
unidos. Y es que hay algo que todos los grandes inventores y genios tienen en
común, la capacidad de ver más allá, de no conformarse con lo que hay, de
imaginar la tecnología del futuro, y sin duda, Tesla lo hizo. W. Bernard Carlson,
autor de la biografía más celebrada de Tesla, explica esto de la siguiente forma:
"Es considerado, o el más grande genio solo superado por da Vinci, o un chiflado".
Para un biógrafo, él es "el Everest de los inventores". Nikola Tesla ha pasado en
los últimos años de ser un genio olvidado a tener, por fin, el reconocimiento
que se merece.

¿Quién fue Nikola Tesla? – CuriosaMente

https://youtu.be/hAhBg9M97ho