Preguntero Intro
Preguntero Intro
Preguntero Intro
***
La cátedra considera apropiado que dicho estudio se realice desde una cuádruple
perspectiva.
(F C C P)
Dimensión filosófica
Dimensión científica
El derecho, sin embargo, no aparece de ordinario desde esa perspectiva. Más bien suele
emerger a partir del conocimiento de normas. Una norma puede ser escrita o no escrita.
En el primer caso, suele denominarse ley, en el segundo, costumbre.
Kant incluyó a este aspecto dentro de la pregunta quid iuris (¿cuál es el derecho positivo
de este lugar?). No se trata ya de indagar cuál es el sentido último de una respuesta
determinada, sino de averiguar cuál es la respuesta que a esta pregunta ha dado una
determinada comunidad.
Para seguir con el ejemplo, la Constitución Nacional, en su art. 14, señala que: “todos
tienen derecho de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa”. Dicho texto
responde, para decirlo con Kant, a la pregunta ¿cuál es el derecho positivo de un
determinado lugar? Se denomina a este nivel de conocimiento del derecho científico.
Dimensión casuística
La casuística significa descender al examen de un caso que puede ser tanto hipotético
cuanto pretérito. En rigor, siempre se trata de casos reales, pero cuando quiere significarse
que se está ante un caso hipotético‖ lo que se señala es que el caso ha sido alterado en
cuanto al nombre de las partes, algunas circunstancias fácticas y otras consideraciones
teóricas.
Si se sigue el ejemplo que se viene brindando, podría tratarse de una cuestión en la que el
Estado retacea la publicidad oficial a un periódico, lo cual puede terminar afectando su
viabilidad económica y, si se trata del único medio de prensa de una localidad, tal pérdida
puede gravitar negativamente sobre la información que reciben los habitantes de ese
lugar.
Dimensión prudencial
La mayor distinción entre los tres niveles hasta aquí estudiados y este cuarto, es que
mientras los primeros son esencialmente teóricos. El cuarto nivel es esencialmente
práctico, puesto que resuelve una situación que se presenta en el aquí y ahora; una
situación que no ha sido resuelta antes y cuyo resultado aún no se conoce. Ejemplos de
este nivel pueden ser cuando un funcionario del Estado prepara un acto administrativo
mediante el cual se apresta a comunicar a un ciudadano el resultado de un concurso;
cuando un abogado particular prepara un escrito en representación de su cliente o cuando
un juez examina un caso, toma notas y comienza la redacción de la sentencia.
Todo eso alude al nivel prudencial. Dicho de manera simple, la prudencia supone el oficio,
la experiencia sobre ciertas cuestiones.
***
***
El derecho parece coexistir con el ser humano de modo inevitable, por más que ello no sea
apreciado a simple vista. Observen, a mero título de ejemplo, el derrotero de cualquiera de
ustedes, en el camino de su domicilio a la universidad.
Por de pronto, es posible que sus casas pertenezcan o no a sus padres. Si ocurriese lo
primero, ellos son propietarios. En ese caso, dicho carácter puede ser debido a un contrato
de compraventa, mediante el que adquirieron el bien de un tercero. A su vez, tal contrato
pudo formalizarse a través de un préstamo de una entidad bancaria, el que fue afianzado
mediante una hipoteca que grava el inmueble por cierto número de años. Pero también,
puede suceder que la casa fuera recibida a título de donación por parte de uno de sus
abuelos.
Sin embargo, la relación entre ustedes y el derecho no concluye allí. Luego de caminar un
par de cuadras toman un autobús que los conduce a la universidad. Al subir, adquieren un
boleto, lo que significa concluir un contrato de transporte que supone ciertos derechos y
deberes, tanto como para ustedes como para la empresa de transporte.
Los autores romanos sintetizaron este dato a través de la expresión “donde está la
sociedad, está el derecho”. Una comunidad, en efecto, no puede prescindir del derecho,
entendiendo por derecho:
Una razonable organización de las personas y cosas (bienes) que pertenecen a todos y
cada uno de quienes la integran y que resulta necesaria para garantizar la coexistencia
que todo grupo requiere.
***
En la época clásica aparecen también los preceptos jurídicos expuestos por Ulpiano que
son:
1. Vivir honradamente. Sin una vida honesta, será seguramente difícil no dañar a otro y, en
definitiva, no privarlo de lo que es de él.
2. Dar a cada uno lo suyo. Eso suyo de cada uno es un algo, un bien, que hay que
respetar en cada quien y que, si se lo ha privado de ello, se le debe devolver, se debe
restaurar en su estadio anterior. Ese dar es un término de alcance vasto pues significa
tanto: “darle algo a alguien que se ha visto privado de ese algo” y “respetarle a ese
alguien lo que es de él”.
3. No perjudicar a otro. Esto es, respeten ciertos bienes míos (mi salud física; psíquica; mi
tiempo de descanso; mi entrega al trabajo, etc.), del mismo modo que yo resguardo los
bienes propios de los demás.
Así pues lo bueno es común a la moral y al derecho, mientras que lo justo es específico
del derecho. Según Ulpiano, Justicia es la voluntad constante y perpetua de dar a cada
cual lo suyo.
UDA 1
***
UDA 1
CAUSA ARENZÓN
***
d) a y b
e) b y c. (X) ( correcta)
b. admitir que los embriones pueden ser algo sujeto al dominio de las personas F
c. admitir que mediante la utilización del ADN se podrían identificar los códigos de vida
individuales de los embriones (Correcta)
***
d) a y b
***
a- que mediante la utilización del ADN se puede identificar el código individual de cada
embrión V
c- a y b (Correcta)
***
c. los embriones deben ser tratados como parte del acervo matrimonial F
d. b y c
a. mediante la utilización del ADN se podrían identificar los códigos de vida individuales de
los embriones. V
En dicho caso (“Davis v. Davis” -1989-) el Tribunal de Distrito del Estado de Tennessee
“compartió la idea de los expertos médicos, para quienes “mediante la utilización del ADN
se podrían identificar los ‘códigos de vida’ individuales de los embriones humanos y de tal
modo delinear completamente la constitución de ese individuo”. De ahí que, añadió, “cada
cédula tiene un ácido desoxirribonucleico que es como una ‘huella dactilar’ y que lo hace
fácil de distinguir de otros embriones humanos”. Por ello, concluyó que los embriones
tenían vida “desde el momento de la concepción” y que, en rigor, “no eran embriones sino
menores in vitro”, por manera que invocó la patria potestad y, al considerar que su “mejor
interés” era el nacer, otorgó una guarda provisoria de los “menores” a favor de una de las
partes. Esta postura adhiere, según lo estudiado, a la doctrina del ser substancial y digno.
El Tribunal de Apelaciones de Tennessee consideró que los embriones son una cosa
susceptible de apropiación y disposición, de modo que debían ser tratados como parte del
acervo matrimonial. Obviamente, se considera a la persona como una mera cosa.
c. como una afirmación en el propio Kant no supone las consecuencias que recién se le
atribuyen V
Al cifrar Kant la dignidad humana en el hecho de que el hombre “no obedece a ninguna
otra ley que aquélla que él se da a sí mismo”, es posible que “el principio de la autonomía
se explique por la consciencia individual y la libertad”, configurándose así “ una libertad
desvinculada de la naturaleza”. Para decirlo de manera más directa: se reprocha a la
tesis kantiana que la decisión personal de cada quien no encontraría en las exigencias que
dimanan de la naturaleza humana el punto de referencia a partir del cual y hacia el cual
desarrollarse, con lo que la subjetividad moral perdería la objetividad y, por ende, la
universalidad ambicionada por el propio Kant .
Las consecuencias de este planteamiento para el ámbito jurídico son conocidas, puesto
que parece claro que detrás de tal interpretación fluye la idea de anteponer “la autonomía
frente a cualquier otro bien fundamental”, de forma que suele postularse un irrestricto
derecho al desarrollo de la personalidad individual aún en detrimento de otros derechos.
UDA 1 - KANT
Para Kant
a. aquello que tiene precio puede ser sustituido por algo equivalente V
c. aquello que tiene la condición para que algo sea fin en sí, tiene un valor absoluto V
A su juicio, “en el reino de los fines todo tiene o un precio o una dignidad. Aquello que
tiene precio puede ser sustituido por algo equivalente; en cambio, lo que se halla
por encima de todo precio y, por tanto, no admite nada equivalente, eso tiene una
dignidad”, de donde “aquello que constituye la condición para que algo sea fin en sí
mismo, eso no tiene meramente valor relativo o precio , sino un valor interno, esto es,
dignidad”.
UDA 1 - KANT
Para Kant:
d) a y b
e) a y c
Kant distingue con nitidez entre “los seres cuya existencia no descansa en nuestra
voluntad, sino en la naturaleza”, los cuales, “si son seres irracionales” tienen un “valor
relativo, como medio y por ello se llaman cosas”, de “los seres racionales”, a los que se
llama “personas porque su naturaleza los distingue ya como fines en sí mismos, esto es,
como algo que no puede ser usado meramente como medio (y es un objeto de respeto)”.
El hombre, en efecto, añade, “no es una cosa; no es, pues, algo que pueda usarse como
simple medio”, sino que “debe ser considerado en todas las acciones como fin en sí”.
Ahora bien: para Kant, los fines de que se trata no son “meros fines subjetivos, cuya
existencia, como efecto de nuestra acción, tiene un valor para nosotros, sino que son fines
objetivos, esto es, cosas cuya existencia es en sí misma un fin, y un fin tal, que en su lugar
no puede ponerse ningún otro fin para el cual debieran ellas servir de medios, porque sin
esto no hubiera posibilidad de hallar en parte alguna nada con valor absoluto”, ya que “si
todo valor fuere condicionado no podría encontrarse para la razón ningún principio práctico
supremo”. Como es obvio, esto último resulta incompatible con un planteamiento fundado
en el reino de la moralidad y, por tanto, en el de la racionalidad, ya que justamente el
fundamento de ese “principio práctico supremo” es “la naturaleza racional”, la cual “existe
como fin en sí misma”, emanando de tal naturaleza “la idea de la voluntad de todo ser
racional como una voluntad universalmente legisladora”.
Para Kant, “una voluntad subordinada a leyes puede, sin duda, estar enlazada con esa ley
por algún interés; pero una voluntad que es ella misma legisladora suprema no puede, en
cuanto que lo es, depender de interés alguno, pues tal voluntad dependiente necesitaría
ella misma de otra ley que limitase el interés de su egoísmo a la condición de valer por ley
universal”
***
El voto del juez Maier en la causa “T.” (Sobre anencefalia), al señalar que “la
ausencia de los hemisferios cerebrales constituye la representación de lo
subhumano por excelencia”, testimonia:
b.- Un punto de vista que armoniza con el Código Civil cuando alude que son personas los
que ostenten “signos característico de humanidad”. F
c.- Un punto de vista que reconoce a la persona como ser humano substancial y digno
más allá de sus accidentes o estado. F
d.- A y B
En el juicio sobre Anencefalia, el voto del juez Maier, luego de reconocer que la
anencefalia “no significa ausencia completa de toda actividad cerebral, pues si así fuera ni
siquiera los movimientos internos que el feto necesita para vivir, existirían, esto es,
moriría”, sin embargo, parece hacer suyas las opiniones de diversas autoridades para
quienes “la anencefalia representa, entre todas las patologías fetales, un carácter clínico
extremo”, por cuanto “la ausencia de los hemisferios cerebrales constituye ‘la
representación de lo subhumano por excelencia’ por faltarles el mínimo de
desenvolvimiento biológico exigido para el ingreso a la categoría de ‘humanos’”, de modo
que “la vida que subsiste no es, hablando propiamente, una vida humana, la vida de un ser
humano destinado a llegar a ser (o ya ser) persona humana”
UDA 1 - CAUSA ANENCEFALIA
***
La tesis –sustentada en la causa “T” (sobre anencefalia) de que “la protección del
niño se acentúa conforme es mayor la indefensión de la persona”, revela:
d.- A y C
***
b) no cabe establecer distingos por la falta de madurez física o mental de los niños F
c) todos tienen derechos sin distinción de raza, sexo, color o cualquier otra condición V
(Correcta)
d) b y c
La réplica vino por parte del Procurador General de la Nación y por los votos en disidencia
de la Corte Suprema del que tomaré el del juez Nazareno.
Así, el primero refiere, entre otros, el Preámbulo de la Convención sobre los Derechos del
Niño, en cuanto dispone que “el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita
protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como
después del nacimiento” y la Declaración Americana de los Derechos del Hombre, según
la cual “toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición”. Para el Procurador, no es “ociosa” la “reproducción” de esos y otros textos ya
que “en los votos de mayoría se niega la pertinencia de estas citas, ya sea porque no
existe ‘persona’ cuyos derechos se deban tutelar –por la ausencia de rasgos humanos en
el nasciturus- o, simplemente porque al carecer el niño de viabilidad extrauterina, no se
puede considerar que exista vida”. A su juicio, estas consideraciones confrontan la idea
defendida por la Corte Suprema en Fallos según la cual “la consideración primordial del
niño orienta y condiciona toda decisión de los tribunales de todas las instancias”. De ahí
que, a su ver, “esa protección se acentúa conforme es mayor la indefensión de la persona,
ya fuere por su minoridad o por no haber nacido aún”, de modo que “en nada afecta a la
plena vigencia de sus derechos la alegada ‘inviabilidad’ del nasciturus, ya que su sola
condición de niño, sin importar cuál fuere la extensión de su vida extrauterina, lo hace
merecedor de esas protecciones.
El dictamen concluye con consideraciones que enlazan, nítidamente, con un concepto
substancial (no accidental ni operativo) y, por tanto, metafísico (no físico) de persona. Así,
luego de reconocer que “la deficiencia de que adolece el nasciturus se encuentra entre
aquellas que son extremas y que por cierto impiden su viabilidad”, matiza que “establecer
categorías de humanidad podría conducir hacia el más peligroso sendero discriminatorio,
porque sin duda, la más temible de las discriminaciones es aquella que se permite afirmar
o negar al hombre su propia condición de hombre. “Es por ello que me pronuncio por la
defensa de la vida de quien presenta signos de humanidad, aunque fueren mínimos,
porque no puedo dejar de contemplar que ante nosotros se encuentra un ser, que además
de cumplir con funciones vitales básicas, podría en alguna medida sentir, aunque fuere,
dolor; sensación que lo ubica a nuestro lado, junto a nosotros, como congénere”
Por su parte, el voto del juez Nazareno se estructura sobre el parámetro científico de la
biología, según el cual el ADN humano o genoma humano identifica a una persona como
perteneciente al género humano y, por ende, constituye un signo ‘característico’ e
irreductible de humanidad en los términos de la ley. Más aún: la humanidad del feto parece
incuestionable si se pondera que “la ecografía practicada a la madre revela la existencia
de un proceso vital en desarrollo. “La patología es ulterior a la concepción, esto es,
posterior al momento en que ha comenzado a existir la persona, de lo que se deduce que
el organismo viviente en cuestión es una persona por nacer que padece un ‘accidente’ –la
anencefalia- que no altera su condición”, de donde “la inexistencia o malformación del
cerebro humano a las personas desarrollo fetal no transforma a las personas en productos
‘sub humanos’ como sugiere el a quo”. Por el contrario, el derecho a la vida de la persona
por nacer anencefálica viene imperativamente impuesto por la doctrina que emerge de un
conjunto de normas, por el que se encomienda el dictado de “un régimen de seguridad
social especial e integral en protección del niño en situación de desamparo, desde el
embarazo hasta la finalización del período de enseñanza elemental, y de la madre durante
el embarazo y el tiempo de lactancia”. “Cualquier magistrado que restringiera
irrazonablemente el derecho a la vida negándoselo, por ejemplo, a personas que padecen
patologías físicas incurriría en una discriminación arbitraria”
***
e. a y b
f. b y c
***
a) el hombre se hace sujeto de derecho en razón de su estado o condición, del papel que
desempeña en la vida social. (Correcta)
b) la personalidad jurídica es una creación del derecho positivo, sólo son personas
aquellos hombres a quienes el derecho positivo reconoce como tales. F
***
Para la realidad greco-romana no todos los seres humanos son personas, pues lo decisivo
no es discernir y valorar de modo semejante ciertas características comunes a todos los
seres humanos sino, más bien interesa puntualizar el papel; la función; la capacidad o, en
fin, el estado de cada quien en el gran teatro de la vida. Se está ante una concepción
“estamental” de la sociedad, noción que, por cierto, no es exclusiva del mundo greco-
romano, sino que se extiende a cualquier realidad estructurada, por ejemplo, en torno de
castas; de seres libres y esclavos, o de nobles, libres y siervos. “En términos genéricos
llamamos estamental a toda concepción de la sociedad, según la cual los hombres son
considerados desiguales en valor y dignidad, de modo que la sociedad se constituye por
estratos de personas o estados”. A su juicio, “es rasgo típico de la sociedad estamental
que la participación en la vida social -y, en consecuencia los derechos y deberes de los
que cada hombre es titular- depende de la condición o estado en el que el hombre está
inserto y es desigual en función de dichos estados o condiciones”.
***
f) a y b
g) b y c
h) a y c
Para la ciencia jurídica dicho concepto fue alternativamente caracterizado como “el sujeto
capaz de derechos y obligaciones” (en donde la nota de “capacidad” tiene una inequívoca
resonancia romana según se había anticipado); como el “sujeto titular de derechos y
deberes” (en el que la voz “sujeto” remite a la también romana expresión sui iuris, aunque
ya completamente remozada) o, en fin, como la muy sugestiva idea de “ser ante el
derecho”.
Dicha noción jurídica de persona no puede ser diversa de la filosófica. Por el contrario,
aquélla se halla comprendida por ésta, por lo que “persona en sentido jurídico es un
concepto que está contenido radicalmente en el de persona en sentido ontológico”. Se
está ante un ser capaz de contraer derechos y obligaciones, esto es, de ejercer por sí (o
por sus representantes) su libertad y de asumir las consecuencias de ello; o, más fuerte
aún, de que se trata de un sui iuris, es decir, de un sujeto portador de una substancia
racional que lo torna autónomo e incomunicable respecto de los demás seres; o, todavía
más pertinentemente, que es un ser ante el derecho, lo cual revela que ya es, y que tal
posesión de su ser y de las operaciones que le son anejas es recogido por el
ordenamiento jurídico en el haz de disposiciones que permiten su mejor desarrollo en la
vida social.
c. ambas anteriores
Como escribe Hervada, la persona tanto “es dueña de sus actos ontológicamente, esto es,
por la razón es capaz de dominar el curso de sus actos”, como “de su propio ser, en el
sentido de que se autopertenece a sí misma y es radicalmente incapaz de pertenecer a
otro ser”. Se trata, en suma, de un “dominio ontológico”, y de un “dominio moral”, todo lo
cual necesariamente repercute en un “dominio jurídico” (en el ya mencionado sentido de
sui iuris) en la medida en que “el ser y los actos de la persona, por pertenecerle, son
derecho suyo frente a los demás”.
Con todo, conviene ir por partes: ser persona en el significado filosófico que se ha venido
exponiendo, connota al ser “que domina su propio ser”, de donde ese dominio de sí, “en su
radicalidad ontológica”, es “el distintivo del ser personal y el fundamento de su dignidad”.
La expresión “ser que domina su propio ser” utilizada por Hervada en la UDA I
conlleva tres elementos, ¿cuáles son?
· en primer lugar, engendra “el dominio sobre cuanto le constituye (su vida, su integridad
física, su pensamiento, su relación con Dios, etc.)”;
· en segundo término, y dado que el ser del hombre es, además de naturaleza, historia, su
dominio “se extiende a la apertura y tensión a obtener sus fines propios”; y,
· por último, “la capacidad de dominio se extiende a aquel círculo de cosas que encuentra
en el Universo y que, por no ser personas, son seres que no poseen el dominio sobre su
propio ser y, en consecuencia, son radicalmente dominables”. En relación a este último
aspecto, la cuestión se aclara todavía mejor si se pondera que en el mundo irracional las
cosas “se organizan como un juego de fuerzas físicas, biológicas e instintivas”. El hombre
“no es pieza de un conjunto, sino protagonista de la historia por medio de decisiones libres;
cada hombre es señor de sí, de modo que la sociedad humana es la armónica conjunción
de libertades. En el universo humano la razón sustituye a la fuerza, porque es un universo
libre. Donde hay libertad no hay fuerza sino, en su caso, obligación, que es algo propio del
ser racional”.
***
Para éste la persona es lo más perfecto y lo más digno en toda la naturaleza, lo cual es
debido a su subsistencia en la naturaleza racional.
***
LA PERSONALIDAD JURÍDICA COMO CREACIÓN DEL DERECHO POSITIVO:
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a) Adscriben a las ideas de la teoría moderna del derecho natural que receptan la
necesidad de fijar en forma de leyes los derechos y deberes básicos de las personas
racionalmente cognocibles y por lo tanto universales F (Primeras constituciones)
e) A y b
f) A y c
g) B y c
a) Así, para algunos “persona proviene del griego prosopon, que designaba el rostro o faz
del hombre y, por extensión, la máscara”.
b) Modernamente se dice que “persona tiene origen etrusco, bien en el adjetivo arcaico
relativo a la palabra phersu (que designa a un personaje enmascarado o la máscara que
lleva puesta), bien en el nombre de la diosa Perséfone, en cuyas fiestas se usaban
máscaras”, o “puede tener relación con Perseo, el mitológico esposo infernal de
Perséfone”.
c) Por último, debe considerarse la antigua interpretación para la que persona deriva “del
verbo personare, que significa resonar con fuerza y por ello se aplicó a las máscaras que,
en las representaciones teatrales, utilizaban los actores, los cuales, por su concavidad
aumentaban la intensidad de la voz del actor”.
Como quiera que sea, sí es claro que “las tres teorías coinciden en señalar como primer
significado de la palabra latina persona el de máscara, esto es, indica algo exterior al
hombre, con el que éste se cubre la cabeza y con ello se presenta ante los demás con una
figura o cara exterior, que no es la natural propia”.
En ningún caso, llegará “a designar al individuo mismo”. Por ello, si bien resulta de
indudable importancia que “persona tuvo, desde sus orígenes, un sentido social y
relacional.
***
Con la llegada, hacia fines del siglo XIV, de la filosofía del “Humanismo” el concepto de
persona profundiza su desarrollo, esta vez siguiendo la influencia de la tradición judeo-
cristiana, acuñando una idea: la de dignidad humana. En efecto; las notas hasta aquí
predicadas de la persona tienen sentido, en última instancia, porque ésta es “imagen y
semejanza de Dios”. Así, una persona es digna sólo en la medida en que se es imagen de
Dios, por manera que si se niega esto último, carece de sentido predicar del hombre
dignidad alguna y, por consiguiente, las restantes consecuencias que de ello se derivan:
individualidad; independencia; incomunicabilidad y, en definitiva, el haz de derechos y
deberes que le son propios.
Si bien se mira, no se trata de una idea sustancialmente nueva. Más allá de la especial
relación trabada entre dioses y hombres por parte de la antigüedad greco-romana, fluye
con nitidez de lo dicho el sutil vínculo que une a ambos seres, al extremo de concebirse
éstos últimos -con la salvedad de la mortalidad-, en dioses mismos.
El hombre tiene una posición preeminente sobre la faz de la tierra en razón de ser “imagen
y semejanza de Dios”, de modo que “busca el estado divino”, es decir, procura imitar a su
Creador a fin de parecérsele en sus virtudes y sabiduría.
UDA 1 - SOCIETAS – SEQUOR
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c) compañero de armas F
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d) b y c
***
e) a y b
f) a y c
g) b y c (Correcta)
Ni el positivismo jurídico entendido en el sentido más clásico y estricto aquí definido ni,
mucho menos, la antigua concepción estamental de la sociedad, resguardan
adecuadamente la condición personal del hombre que, por ejemplo (tomo uno entre tantos
textos de los documentos internacionales de protección de los derechos humanos),
estatuye que “ todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de
su personalidad jurídica ”. El citado artículo 6º de la “Declaración Universal de Derechos
Humanos” es la réplica a las concepciones teóricas anteriormente referidas en tanto “el
principio de igualdad significa que el hombre ya no es considerado en razón de su papel
social”, esto es, de su “condición o estado” en un caso, o de su reconocimiento legal, en
otro, sino “en razón de sí mismo”. La persona, en efecto, es y en tanto que tal; en tanto
que portadora de bienes propios que la tornan intocable; incomunicable y, de este
modo, digna, se presenta ante el derecho como un otro que merece un respecto
incondicionado
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a) Todos los hombres son personas y existen derechos preexistentes a la organización del
Estado y reconocimiento jurídico F
b) La personalidad jurídica es una creación del derecho positivo de modo que solo son
personas aquellos hombres a quienes el derecho reconoce como tales. (Correcta)
Para el Positivismo Jurídico “la personalidad jurídica es una creación del derecho positivo”,
de modo que “sólo son personas aquellos hombres a quienes el derecho positivo reconoce
como tales”, por lo que el hombre “no sería de por sí sujeto de relaciones jurídicas” ni,
menos, “titular de derechos naturales”.
***
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a) positivo F
b) natural F
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a) La Época Antigua. F
b) El Cristianismo (Correcta)
c) El Renacimiento F
d) La Modernidad F
f) a y b
g) c y d
Con el Cristianismo, la personalidad humana encuentra una doble fundamentación:
teológica y filosófica o metafísica. En la primera, “comprendido el mundo como creación,
su principio es el Creador, del cual, responsablemente, es decir a título de decisión
personal, procede”. De ahí que “ese proceso personal no es reducible al cosmológico
natural”, ya que “la criatura, frente al natum –de natura- dado en términos de necesidad, es
un factum, que requiere el principio de la libertad”, todo lo cual explica la tensión existente
entre creacionismo y naturalismo por parte de los primeros teólogos de la Iglesia y su
animadversión al pensamiento griego. A su vez, en la segunda, se concebirá a la persona
“como aquella forma de ser que se explica por sí misma”, es decir, que “tiene
consistencia independiente y es principio y fin de su ser y de su obrar”, de modo que
“encuentra en sí su razón de existencia”.
UDA 2
A este respecto, la teoría del “derecho natural” se ha inclinado de modo unánime en favor
de la tesis “cognotivista” aunque esta respuesta asumió diversas variantes.
a) Para algunos, la fuente última del conocimiento debe remitirse a Dios (es el
“iusnaturalismo teológico” de Llompart);
b) para otros, al “ser” de las cosas entendido –al contrario del “positivismo científico”, como
se verá de seguido- de una manera metafísica y no física (es, seguramente, el
iusnaturalismo que Llompart identificó como “metafísico”);
d) para otros, en fin, la raíz última del conocimiento se halla en una razón (escrita ahora
con minúsculas), en tanto se halla transida de historicidad: su tarea, pues, radica en
ponderar; adecuar, en fin, valorar de modo que, brevemente, la dignidad humana quede a
cubierto de las circunstancias de tiempo y de lugar en la que actúa
***
Según Llompart, iusnaturalismo e iuspositivismo:
b) son posturas contradictorias, por lo que no dan lugar a un tercer camino (Correcta)
UDA 2 - POSITIVISMO
d) b y c (CORRECTA)
Radbruch expresa: “el positivismo jurídico es la corriente de la ciencia jurídica que cree
poder resolver todos los problemas jurídicos que se planteen a base del Derecho Positivo,
por medios puramente intelectuales y sin recurrir a criterios de valor”. Y añade que esta
concepción “no se gobierna solamente por principios lógicos, sino, sobre todo, por
principios jurídicos”.
En efecto:
a) En primer término, “pesa sobre el juez la prohibición de crear Derecho” ya que “con
arreglo a la teoría de la división de los poderes, la misión de crear Derecho está reservada
a la representación popular”.
b) Además, pesa sobre aquél “la prohibición de negarse a fallar” pues “la ciencia
jurídica es una ciencia práctica; no puede, ante el imperativo de las necesidades de la
práctica, alegar que la ciencia no ha resuelto todavía el problema planteado.
c) Por último, “la prohibición de crear Derecho y la de negarse a fallar sólo pueden
conciliarse entre sí si arranca de un tercer supuesto: que la ley carece de lagunas, no
encierra contradicciones, es completa y clara”. En otras palabras, concluye, “es el
postulado o ficción consistente en afirmar que la ley o, por lo menos, el orden jurídico
forma una unidad cerrada y completa”.
UDA 2 - SÓFOCLES
A juicio de Sófocles
c) el decreto dictado por Creonte es el único recurso del que dispone el ordenamiento
jurídico F
b) esta justicia ostenta un contenido que las leyes humanas deben en todo caso
profundizar pero en ningún caso contradecir. En efecto, “Zeus” o “los dioses” han
proporcionado a los hombres leyes “no escritas”; “inquebrantables” y “atemporales”, las
cuales son superiores a las humanas pues ningún “mortal” tiene “tanto poder” como para
“transgredirlas”;
c) así las cosas, si esto último aconteciera, ello redundaría en “castigo por ellas”, con
prescindencia de que tal obrar ocurra por “miedo” ante quien posee poder o por afán de
pensar como los demás;
d) ante lo expuesto, Antígona concluye el edicto de Creonte no lo ha “mandado
publicar” Zeus, lo cual es tanto como afirmar que no responde a aquél, imponiéndose su
inaplicación.
***
a) No sólo existen las leyes positivas (que Aristóteles llama particulares), que junto a éstas,
está la ley común V (Correcta)
c) No sólo existen las leyes positivas (que Aristóteles llama particulares) comunes, sino
también las leyes especiales F
UDA 2 – ARISTÓTELES
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a.- Sófocles. F
c.- Cicerón. F
a) se repite, al igual que en Sófocles, la asunción básica de que no sólo existen las leyes
positivas, sino que, junto a éstas (que Aristóteles llama “particulares”), está la ley
“común” (que Sófocles había denominado “no escrita”);
b) por el contrario, se innova con una más depurada presentación metodológica de aquél
distingo, ya que la ley “particular” es dividida en “escrita” (que es la positiva en sentido
estricto) y en “no escrita” (que constituyen las costumbres), distingo éste que es aún más
evidente con el concurso de otros textos y está en la base de la clásica teoría de las
fuentes del derecho;
d) se reitera la idea de que esa ley “común” es capaz de proporcionar criterios de justicia
objetiva desde los cuales someter a juicio a la ley positiva;
Entre los textos clásicos principales del derecho natural se hallan los de Sófocles y
de Aristóteles. ¿Cuál es la idea básica que distingue a estos textos y, desde el punto
de vista de su redacción, cuáles las diferencias que se pueden percibir?
Entre ambos autores no se advierten rupturas sino continuidad y desarrollo de unas ideas
que ya formaban parte del fondo cultural griego, al extremo que el Estagirita recurre a
Sófocles en más de una oportunidad.
Según Cicerón, la ley natural se trata de la “razón fundamental, ínsita en la naturaleza, que
ordena lo que hay que hacer y prohíbe lo contrario”. Se trata de una “razón extraída de la
naturaleza de las cosas, que impelía a obrar rectamente y apartaba del crimen”, la cual es
“la esencia de la naturaleza humana, el criterio racional del hombre prudente, la regla de lo
justo y de lo injusto”. En este horizonte, es “expresión de aquella naturaleza original que
rige universalmente” y que, por lógica, se transforma en “modelo de las leyes humanas”.
Expresa que se trata de una ley “sempiterna”; que “nace y nació en el mismo espíritu de
Dios”, ya que “nació para todos los siglos, antes de que se escribiera ninguna ley o de que
se organizara ninguna ciudad”.
Para Cicerón, esa ley que es “el criterio justo que impera o prohíbe” constituye “un único
derecho que mantiene unida la comunidad de todos los hombres”, de modo que quien la
ignore, “esté escrita o no, es injusto”. “No hay más justicia que lo que es por naturaleza”, lo
cual conduce a desalentar a los hombres que incurran en injusticia “por fuerza del castigo”,
instándolo, por el contrario, a que ello ocurra por “fuerza de la naturaleza”.
Qué implica la expresión utilizada por Robles al explicar que el positivismo “supone
la ruptura de la meta-física para quedarse con la física”?
Señale los puntos centrales a los que remite la tensión iusnaturalista – iuspositivista
La afirmación “la persona es un ser que se domina a sí mismo” (defendida por la filosofía
jurídica “naturalista”) implica reconocer que los seres humanos poseen derechos y deberes
innatos o connaturales con su personalidad; es decir, que tales derechos acompañan
siempre a la persona; resultan universales y cognoscibles, más allá de que un
ordenamiento jurídico desconozca tales derechos; no los reconozca adecuadamente o
que, por razones económicas o por circunstancias políticas determinadas, algunos
derechos no puedan (total o parcialmente) ejercerse.
Como concluye Llompart, “para que el camino sea realmente nuevo y nos lleve más allá
del iuspositivismo y del iusnaturalismo, no puede ser sencillamente una mezcla más o
menos acertada de estos dos ismos”. O bien se sobrepasa los límites de la disputa y, de
este modo, se desanda en verdad un “tercer camino”; o bien se abandona el proyecto y se
procura recrear los senderos a fin de echar alguna nueva luz sobre los viejos tópicos en
discusión. Es esto lo que propondrá Llompart con sustento en una doble argumentación:
lógica y filosófica, concluyendo luego que, desde un punto de vista lógico, no es posible un
tercer camino, ya que las posturas no son contrarias sino contradictorias.
Llompart opta por una de las tantas variantes del iusnaturalismo, a saber, el
“iusnaturalismo en sentido jurídico”, al que describe del siguiente modo: “Yo también ‘creo’
en un Derecho Natural inmutable y universal, innegable y evidente, pero ‘creo’ también
que las exigencias jurídico-sociales pueden ser muy distintas en diversas épocas y en
diversos países y no son, como tales, necesariamente inmutables ni completamente
universales”. De ahí que, añade, “lo importante en nuestros días no es repetir lo evidente,
sino elaborar un Derecho Natural en sentido jurídico que sin caer en el relativismo, no
deje de lado a la historicidad y la integre de modo convincente en su teoría”, a fin de que
se puedan “satisfacer las exigencias del derecho viviente y no solamente las de la idea del
derecho”.
***
a.- Es posible elaborar un derecho natural inmutable y universal, que sin caer en lo
relativo, no deje de lado a la historicidad. V
e.- A y B (Correcta)
f.- A y C
g.- B y C
a) Por una parte, la pretensión de que sólo es derecho el derecho “puesto” (o positivo) y
que éste puede mudar a merced de la libre voluntad de sus creadores. Esta pretensión
choca con acreditadas propuestas teóricas y, en el fondo, con el incuestionado dato de la
realidad de que normas contrarias a principios superiores no obligan en consciencia
y pueden y hasta deben ser desobedecidas .
b) Y, por otra, la pretensión de que cualquier principio general es válido per se para
resolver todas las cuestiones de la vida . Como también fue dicho, tales criterios
universales y, por tanto, inmutables son sólo criterios orientativos; puntos de partida del
razonamiento, lo cual, si bien no es poco, recién adquieren plena virtualidad cuando
“entran en acción”.
***
d) La visión del hombre es similar a la que propone Sófocles por medio de Antígona F
e) a, b y c
f) a y c (Correcta)
g) a, c y d
El tema no es menor y, como expresa Hervada, “quizá podría decirse que el problema es
implanteable en estos términos porque persona es un concepto técnico-jurídico y, en
consecuencia, una creación científica de los juristas”. No obstante, añade, “con ello se
olvidaría que todo concepto, si no es un juego intelectual, ha de tener una correspondencia
con la realidad”. De ahí que, “aun suponiendo que todo sistema jurídico fuese una creación
positiva, no es cultural ni la capacidad del hombre de ser sujeto de derecho, ni la
tendencia a relacionarse jurídicamente” , ya que “para que esto fuese cultural y no
natural haría falta que el estado natural del hombre fuese ajurídico, que nada jurídico
hubiese naturalmente en el hombre”.
Adolf Hitler expresó que es necesario que el derecho sea valorado nuevamente no según
“el criterio del pensamiento liberal, sino de acuerdo con las pautas de la naturaleza”: “el
derecho natural de cuño nacionalsocialista no quiere inferir la idea del derecho, de la razón
común a todos los hombres o de la esencia común humana sino de la sangre, de la raza
noble del pueblo alemán. Se trata de un derecho natural biológico, que obedece las leyes
de la raza…”.
UDA 3
***
a) se perfila en el «Medioevo» F
***
a- cuando se afirma que existen derechos inherentes que poseen los hombres recién
cuando entran en el pacto social F
b- cuando se afirma que existen derechos inherentes que poseen los hombres y de los
cuales no se privan por el ingreso al pacto social V
e- a y c
f- b y c (Correcta)
***
a) Son aquellos que representan los bienes fundamentales de la naturaleza humana y los
que corresponden a sus tendencias básicas (Correcta)
Los derechos naturales originarios primarios son aquellos “que proceden de la naturaleza
humana considerada en sí misma y, por tanto, son propios de todos los hombres en
cualquier estadio de la historia humana”. Y ejemplifica: “tanto el derecho a la vida como su
derivado el derecho a medicarse para conservarla, son derechos originarios”.
***
El lenguaje de las declaraciones de derecho, sean éstas del siglo XVIII, momento en
que ésta técnica se inicia; o de la presente centuria, en que dicha modalidad alcanza
su máximo esplendor, muestra que los derechos fundamentales de las personas
son:
d) a y b (Correcta)
e) b y c
Así, la Declaración de Derechos del Buen Pueblo de Virginia, de 1776 expresa que
«todos los hombres son por naturaleza iguales, libres e independientes, y tienen ciertos
derechos inherentes de los cuales, cuando entran en estado de sociedad, no pueden
privar o desposeer a su posteridad por ningún pacto ». De igual modo, en
la “Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano” de 1789 , se lee que «los
representantes del pueblo francés han resuelto exponer, en una declaración solemne, los
derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre ».
***
f) a y c (Correcta)
g) a y d
h) b y d
Según Hervada decir que la persona es un “ser que domina su propio ser” quiere
decir que la persona es acreedor de ciertos derechos que le corresponden en virtud
de su esencia de persona, estos derechos:
c) Son naturales V
e) las expresiones derechos; bienes y títulos todos ellos naturales, son sinónimos V
f) c y e (Correcta)
g) a y c
UDA 3 - FINALIDAD
Cuando se dice que “la finalidad cambia la especie de los actos”, se quiere referir
que:
a) Una conducta siempre estará justificada explicando la finalidad del sujeto actuante F
c) Una conducta puede estar justificada dependiendo los derechos que están en juego V
(Correcta)
UDA 3 - FINALIDAD
¿Qué quiere decir que la finalidad es un factor que mide las relaciones jurídicas “en
sí mismas” y que mide “las cosas entre sí”? Ejemplifique el tema con los ejemplos
dados en el libro al respecto.
UDA 3 - FINALIDAD
Este factor (la finalidad) será objeto de análisis desde una doble perspectiva.
En primer término, enseña Hervada, “mide las cosas en sí mismas, porque la estructura de
éstas se mide por el fin, del que depende la perfección de la cosa”.
Esta noción, de alto contenido filosófico, brilla por doquier en el plano del derecho como lo
muestra, entre otros, y nuevamente en el ámbito tributario, el caso de las tasas retributivas
de servicio. La tasa es un gravamen cuya principal característica es que su cobro coactivo
se realiza en concepto de contraprestación por un servicio divisible que la autoridad
pública presta o está en condiciones de prestar. “Es un requisito fundamental de las tasas
que a su cobro debe corresponder siempre la concreta, efectiva e individualizada
prestación de un servicio relativo a algo no menos individualizado (bien o acto) del
contribuyente”, de modo que si bien no es necesario que exista una “equivalencia estricta y
matemática” entre el monto de la tasa y el costo del servicio prestado, sí resulta necesario
observar, cuanto menos, una “razonable proporción” entre ambos baremos. En definitiva,
la “estructura” de la tasa “se mide por su fin”: cumplido éste, se ha “perfeccionado la cosa”
en tanto que desnaturalizada tal finalidad, sencillamente ya no se está ante una tasa.
En segundo lugar, “la finalidad es medida de las cosas entre ellas”. A su juicio, eso puede
suceder en varios supuestos, de entre los que aquí interesa destacar dos.
El primero acaece “por la relación ontológica entre las cosas, como es el caso de aquellas
que son complementarias en orden a obtener un fin”. Se trata del variado conjunto de
relaciones sociales en las que los fines que las gobiernan requieren del actuar
complementario de las partes comprometidas y que van desde las más sencillas
relaciones conyugales o paterno-filiales a las más amplias de tipo laboral (relación entre
empleador y empleado) o político (relación entre representado y representante). Como es
obvio, ninguna de estas relaciones tiene sentido si faltara algunos de sus términos ya que,
en ese caso, no podría hablarse de vínculo alguno.
A su vez, el segundo supuesto acaece cuando “la finalidad cambia la especie de los
actos”. “Cortar un miembro por razones terapéuticas (v. gr. el brazo
gangrenoso) constituye un derecho, que no existe si la finalidad es distinta (por
ejemplo, librarse del servicio militar)”. Por mi parte, y entre tantos casos de no menor
interés, destaco los siguientes: el del aborto y el de los trasplantes de órganos entre
personas vivas.
UDA 3 – TIEMPO
***
a) la existencia del factor “tiempo” como “medida” de los derechos en juego (Correcta)
El dictum es, pues, claro ya que el débito alimentario tiene un punto de inicio que
condiciona por completo la voluntad humana: el nacimiento mismo de la persona. Se trata,
pues, de un dato que “ajusta” o “mide” la existencia y, en su caso, el ejercicio de un
derecho y que no solamente es consagrado por el ordenamiento jurídico, sino que fluye de
la “naturaleza de las cosas”, a saber, el “tiempo” constituido, en el caso, por el
alumbramiento del hijo de la relación . De ahí que el derecho positivo no está creando el
derecho alimentario, sino que asume ese dato, el cual tiene su origen, de manera objetiva,
en lo que la vida misma indica, es decir, en lo que aquí se llama la “naturaleza de las
cosas”.
UDA 3 – TIEMPO
***
“Los derechos y deberes pueden tener como factor de ajustamiento natural el tiempo”, el
cual es “inherente a los bienes que, en cada caso, constituyen los derechos naturales”.
Como es claro, tanto la legislación como la jurisprudencia se han hecho eco de este factor.
En cuanto concierne a lo primero, “pueden surgir como derechos o deberes temporales (v.
gr., los deberes de los padres suelen decaer o aminorarse con la mayoría de edad del
hijo)” o “puede estar sometido al tiempo el comienzo del disfrute del derecho (v. gr., el
derecho a casarse), etc.”, criterios éstos que han sido ampliamente positivados por las
legislaciones comparadas.
Así, y para seguir con los ejemplos, los deberes derivados de la patria potestad principian
“desde la concepción” de los hijos y subsisten “mientras sean menores de edad y no se
hayan emancipado”. A su vez, el derecho a casarse opera, como regla general, a partir de
los dieciocho años en el caso del hombre y de los dieciséis en el supuesto de la mujer,
salvo que acaeciere una dispensa judicial en las condiciones previstas en dicho cuerpo.
De lo dicho surge nuevamente con claridad que si bien las “medidas” recién precisadas
son de indudable índole positiva en tanto resultan la determinación discrecional del
legislador, tal concreción en modo alguno luce arbitraria sino, más bien, la consecuencia
de un dato previo que la condiciona: el hecho (la capacidad o condición física y metafísica)
de poder asumir y ejercer en los ejemplos suministrados (mayoría de edad y casamiento)
las posibilidades; facultades y responsabilidades inherentes a tales estatutos.
A su vez, en cuanto concierne a lo segundo, las referencias son constantes. Entre otras,
mencionaré la disidencia de los jueces Boggiano y Cavagna Martínez en la causa Pazos c/
Trejos vista anteriormente.
Para Hervada, “cantidad y cualidad son criterios de ajustamiento de las cosas”. Así, la
primera “ajusta cosas por igualdad numérica”, en tanto que la segunda “iguala las cosas”.
Lo ilustraremos con un caso en el que se debatió el ajuste de las cuotas alimentarias
debidas entre cónyuges divorciados.
UDA 3 - MEDIDA
***
a) El título V
b) El derecho V
c) La medida (Correcta)
La noción de “medida” sin más (ni natural, ni positiva) “no es otra cosa que el ajustamiento
entre lo debido y lo dado; es, en suma, la delimitación del derecho y de la deuda”.
***
b) se sostuvo que el derecho a la vida era lo que está fundamentalmente en juego, primer
derecho natural de la persona, preexistente a toda legislación positiva V
e) a, b y c (Correcta)
f) a y d
El Tribunal hizo lugar a la petición a través de dos votos concurrentes en los que se
reconoce la preexistencia del derecho a la vida y del derecho a la integridad física. Así, el
considerando señala que «es, pues, el derecho a la vida lo que está aquí
fundamentalmente en juego, primer derecho natural de la persona , preexistente a
toda legislación positiva que, obviamente, resulta reconocido y garantizado por la
Constitución Nacional y las leyes. No es menos exacto, ciertamente, que la integridad
corporal es también un derecho de la misma naturaleza, aunque relativamente
secundario con respecto al primero. Se trata de armonizar la integridad corporal de la
dadora con la vida y la salud del receptor.
***
La llamada ‘fórmula Radbruch’ establece lo siguiente:
La mera promulgación de las leyes a través del procedimiento formal establecido por un
sistema en un país determinado se tornó claramente insuficiente a fin de dotar de
reconocimiento jurídico y, en última instancia, moral, a tales normas. El supuesto de la
“injusticia extrema” conduce a negar rango jurídico a un sistema legal “donde ni siquiera se
pretende la justicia, donde la igualdad, que constituye el núcleo de la justicia, es negada
conscientemente”.
UDA 4
***
La doctrina distingue entre fuentes “directas”, que son las que “encierran en sí la
norma jurídica” (y que se ciñen a la ley y a las costumbres), y las “indirectas”, que
“ayudan a la producción y a la comprensión de la regla jurídica , pero sin darle
existencia en sí mismas” de modo que “más que fuentes del Derecho, son fuentes de
conocimiento del mismo”. Como es obvio, dentro del grupo de las fuentes “directas” cabe
una neta distinción: “las fuentes principales y primarias, de aplicación preferente (la ley) y
las fuentes secundarias o subsidiarias, de naturaleza subordinada y carácter supletorio (la
costumbre y los principios generales del derecho)”.
UDA 4 - LA CODIFICACIÓN
***
e- b y c (Correcta)
UDA 4 - LA CODIFICACIÓN
***
b) La racionalización del derecho se caracteriza por la apertura a las fuentes materiales del
derecho. F (A las costumbres no)
f) a y b
g) a y c
h) b y c
UDA 4 - LA CODIFICACIÓN
Describa las notas más características de la teoría de las “fuentes del derecho”
según la “Codificación”.
Ahora bien: la racionalización del derecho es obra de la Escuela Histórica alemana, la que
se estructura sobre dos ejes: “la historificación del concepto de derecho positivo y el
método dogmático”.
En cuanto a lo primero, “los conceptos acuñados por la cultura romana recibida serán
absolutizados y proyectados a un nuevo ámbito histórico.
A su vez, en relación a lo segundo: el Estado moderno está preparado, hacia las últimas
décadas del siglo XVIII para producir una profunda revolución que en el campo de lo
jurídico se concretará en la formulación de una teoría sistemática de las fuentes del
derecho”. Como es obvio, la formulación de esta teoría no es ajena a la configuración de
los siguientes factores: “proyecto de autonomización del saber jurídico respecto del ámbito
más general de la filosofía práctica, actitud de neutralidad frente al problema
valorativo adscripción dogmática al texto legal e identificación absoluta entre las
nociones de ley y derecho ”.
Sentado el precedente marco teórico, la teoría de las fuentes del derecho no puede
sino presentarse de manera asaz sencilla ya que, al reducirse la totalidad del
derecho a la ley y quedar ésta circunscrita exclusivamente a lo que dicen los
códigos, nada existe fuera de estos .
En este contexto, pues, no hay espacio para las costumbres de las que la Revolución
exigía un total apartamiento.
En síntesis: bajo estos presupuestos, el derecho es la ley, por lo que la teoría de las
fuentes del derecho de la “Codificación” logra la unidad; podía –ni, tampoco, aspiraba-
a proporcionar. En efecto; para esta última concepción, la plural coexistencia de fuentes,
asistemáticamente dispuestas en la vida socio-política de la época (derecho
consuetudinario, ius propium positivo, principios generales del derecho) no era objeto de
cuestión y, más aún, hasta era visto como una riqueza que cabía atesorar.
***
b- en el plano material ostenta primacía sobre los demás derechos incluidas las normas de
la iglesia para su gobierno F
c- en el plano material ostenta primacía sobre los demás salvo si perturba la religión
católica (Correcta)
***
d) a y b
e) b y c (Correcta)
f) ninguna de las tres enunciadas en primer lugar
***
Los textos romanos no son, en el plano formal, superiores a los demás , ya que se
integran dentro de lo que podría llamarse el “orden romano-cristiano como orden jurídico
universal” y que, en última instancia, está en la base de lo que se conoce desde entonces
como “ius comune” (“derecho común”).
Lo primero es bien explicado: “la expansión del derecho romano, más que a la potestas,
fue debido a su auctoritas asentada en la nobleza de los jurisconsultos romanos. Era,
ante todo, una auctoritas que reflejaba la racionalidad, la ductilidad, la equidad, la sutileza
y, en fin, la intrínseca bondad del derecho romano como creación del espíritu humano”.
Lo expuesto muestra con claridad, pues, la vigencia del derecho romano como “última
ratio” del ordenamiento jurídico. “Los textos del derecho romano se consideran nutridos de
buena razón y de equidad en cuanto no contradigan los preceptos de la religión y los
primeros principios del derecho natural. De ahí que a falta de disposiciones de ius
proprium, legal o consuetudinario, escrito o no, se estimen como fuente de derecho
supletorio con preferencia a las deducciones propias del razonamiento jurídico.”.
***
b) Realiza una división de las fuentes del derecho en dos grandes grupos: las formales y
los elementos objetivos revelados por la libre investigación científica. V
c) Sin desconocer el valor central de la ley, da relevancia a otras fuentes que se orientan a
evitar el estancamiento del derecho y dar soluciones a las cuestiones jurídicas que se
presentan diariamente. V
f) a y b
g) a y c
h) b y c (Correcta)
“El profesor Gény rompe ante todo con la tradición de la ley como única y exclusiva fuente
de derecho”, de modo que “cuando la ley no legisla expresamente la cuestión, en vez de
buscar la solución del problema dentro de ella, el juez y el jurisconsulto tienen el derecho
de buscarla en otras fuentes, de indagar otros elementos de la vida social, para extraer de
ellos la regla de derecho aplicable a esa cuestión”.
De tal modo, Gény divide las fuentes del derecho en dos grandes grupos: las
“formales” y los “elementos objetivos revelados por la libre investigación
científica” .
c) en un escalón menor, aunque dentro del círculo de este grupo en virtud de su “alto valor
moral”, se halla la tradición, integrada por la jurisprudencia y doctrina antiguas y la
autoridad (constituida por la jurisprudencia y doctrina moderna).
El segundo grupo se origina en razón de que ocurre, con frecuencia, que una cuestión
jurídica no puede resolverse con ayuda de las fuentes “formales” del derecho. De modo
que el juez “debe formar su decisión de derecho, según las mismas vistas que serían del
legislador, si éste se propusiera reglar la cuestión”.
“En nuestra ciencia se usa la voz en un sentido figurado para designar el origen de donde
proviene eso que llamamos derecho”.
Como la “palabra ‘fuente’ es multívoca”, con ella “se puede aludir al origen del derecho, es
decir, a las causas que lo han creado o configurado tal cual es”.
De igual modo, “para otros fuente significaría la autoridad de la que emana el Derecho”, tal
el caso, por ejemplo, del legislador o, en fin, “se ha atribuido a la misma palabra el
significado de fundamento de validez de las normas jurídicas. Por lo tanto, las fuentes
serían las normas jurídicas superiores en la que se subsumen otras de jerarquía normativa
inferior para ganar validez formal”.
UDA 5
EL SISTEMA JURÍDICO
***
b) la aspiración teórica que gobierna esta propuesta se entronca con los ideales de
seguridad jurídica, previsibilidad y división de poderes. V (Correcta)
f) a y b
g) a y c
h) b y c
La aspiración teórica que gobierna esta propuesta es clara y entronca con los ideales, de
un lado, de índole “técnica” de seguridad y previsibilidad jurídicas y, de otro, de
naturaleza “política” de “división de poderes” .
La clave es una filosofía “iusnaturalista” o, incluso, “post-positivista” (es decir, ni
“iusnaturalista” ni “positivista”), un sistema jurídico tiene una base de sustentación más
amplia ya que no se ciñe, exclusivamente, a la legislación.
***
***
a) En primer lugar, la “apertura” del sistema jurídico se proyecta “ad extra”, es decir, a su
exterior, a saber, sobre la misma realidad de la vida de la que se nutre en medida nada
pequeña y, que, por lógica, tiene directa vinculación con lo que justamente se llama
“pensamiento problemático”.
b) En segundo término, dicha “apertura” gravita “ad intra” del sistema a través de una
doble consideración: por un lado, los resquicios o intersticios que aquél proporciona en el
nivel legislativo y, por otro, la clase o categoría de normas de que aquél se compone, los
“materiales” con “que puede ser construido un tal sistema”.
En cuanto concierne al primer aspecto, parece claro que los dos conceptos que lo
caracterizan (sistema “abierto” y pensamiento “problemático”) constituyen una unidad
indisoluble. “El sistema científico-jurídico tiene que permanecer ‘abierto’” y, por tanto,
“nunca está acabado” en la medida en que “nunca puede disponer de una respuesta para
todas las preguntas”. Dicho de otro modo: la “problematicidad” que entraña el no tener la
llave de todas las respuestas requiere su misma “apertura”.
UDA 5 - ART. 33 CN
***
a) Cerrado F
b) Incompleto V
c) Abierto V
d) Completo F
e) A y d
f) B y c (Correcta)
***
Se trata de la “reacción” nacida “ad intra” del sistema, entre cuyos ejemplos me permito
recordar los siguientes dos: el famoso art. 1º del Código Civil Suizo y el caso del art. 33 de
la Constitución Nacional.
***
En la causa “Müller” fallada por la Corte Suprema y en la que se dejó sin efecto la
resolución por la que se ordenaba que una persona menor de edad le fuera extraída
sangre a fin de que se le realice un examen de histocompatibilidad genética con personas
que podrían ser abuelos biológicos del menor en cuestión.
El juez Petracchi sostuvo, al hilo del análisis “de los derechos básicos, de raíz
constitucional, de los que es titular el menor y que son puestos en juego por la cuestión
planteada” y entre los que se destaca el de conocer su identidad de origen, trae a colación
el art. 33 de la Ley Fundamental. En su opinión, los redactores de esa norma “quisieron
que no quedara duda en cuanto a que los derechos constitucionales no eran una
enunciación cerrada”, esto es, inmodificable y, por ende, no ampliable.
Esta afirmación es relevante, pues no sólo establece adecuadamente el alcance que debe
asignarse al art. 33, sino porque, aún más importante, deja abierta la posibilidad de que
todos los partícipes del fenómeno jurídico se ocupen de desentrañar, luego de un examen
de la “naturaleza humana” en el contexto de los “variados actos” en los que ésta
interactúa, aquellos bienes o derechos fundamentales de la persona que, pese a no
encontrarse expresamente receptados en el texto constitucional, no deben reputarse
ajenos a aquélla.
***
a. la no positivación del derecho natural no dice nada contra la idea de derecho natural V
e. a y b
f. a y c
***
Según Hervada un derecho natural es eficaz cuando:
De ahí que como dice Hervada hay que distinguir entre “validez” y “eficacia” del derecho
pues “una norma válida puede ser ineficaz”, esto es, “objeto de general incumplimiento”.
Eficacia es sinónimo de cumplimiento, de acatamiento.
***
a) su positivización V (Correcta)
d) ambas anteriores
***
a) su inexistencia F
b) su validez jurídica F
***
Hervada distingue entre “validez” y “vigencia” de los derechos, la que resulta decisiva a fin
de ilustrar este punto. Como escribe éste último, “en tanto que existe la persona
humana, el derecho natural es un derecho válido , esto es, su contravención constituye
de suyo una injusticia”. De ahí que, añade, “la positivación no da al derecho natural su
índole jurídica” , toda vez que tal faceta la “tiene por sí mismo”, en tanto tratarse de un
“título” que inhiere en toda persona en virtud de su dignidad o eminencia y, por tanto, tal
juridicidad es filosófica, lógica y temporalmente anterior a su “positivación” o
“vigencia histórica” en un sistema jurídico . Sobre tales bases, la no positivación del
derecho natural, en rigor, no dice nada contra éste en la medida en que su
juridicidad no se predica de su integración en un sistema jurídico (tal sería una
postura positivista), sino de las exigencias objetivas que inhieren en la persona y en la
relación de éstas con las cosas exteriores. El derecho “natural” seguirá, pues, siendo
derecho más allá de que su desconocimiento (o, incluso, su prohibición) por parte de un
sistema jurídico. De ahí que, en fin, un derecho “natural” podrá no estar “vigente” en
un ordenamiento jurídico más ello no implica que no sea “válido” y que, por lo
mismo, pueda tornarse “vigente” en cualquier momento a través, como se ha anticipado
ya, de las fuentes del derecho de que aquél disponga.
b) ante dicha situación cabe colegir que el derecho natural no existe en el sistema en
cuestión, de modo que si no es derecho vigente no es derecho válido F
f) a y b
g) a y c
h) b y c
El tantas veces referido caso “Saguir Dib” ilustra con solvencia en el plano estrictamente
práctico cuanto aquí se ha señalado desde una perspectiva teórica. Como se recordará, el
Alto Tribunal considera a los derechos imbricados en la causa (vida e integridad física)
como «preexistentes» o «naturales» a la persona humana. Ahora bien: esta terminología -
usual en el círculo de la teoría y de la legislación sobre los derechos humanos- no es
inocente, toda vez que, a mi juicio, el Tribunal busca resaltar mediante ellas que los
derechos fundamentales de las personas son «preexistentes» al ordenamiento
jurídico porque, precisamente, son «naturales» a ellas. Dicho en otros términos: la
preexistencia se funda en la inseparabilidad de los bienes más fundamentales del ser
humano justamente porque en ello reside su dignidad. De ahí que, como se lee en la
causa en cuestión, la legislación «obviamente» los reconocerá y garantizará, pero en
ningún caso los otorgará o concederá ex-nihilo como consecuencia de un acto de
liberalidad .
***
d. a y c
e. b y c (Correcta)
d. b y c (Correcta)
e. a y c
***
a) Que existe un nivel autoritario (de autoridad), que es el que comprende al sistema
jurídico en la historia de las sociedades V
b) Ese nivel autoritario es propio del derecho positivo como del natural V
d) A y b X (Correcta)
En el supuesto del “derecho natural”, la cuestión no es tan simple por lo que requiere
un análisis más detenido a fin de no escamotear la singular riqueza y trascendencia del
tópico.
***
“Los modos de positivación son varios” y se “enlazan con el sistema de fuentes del
derecho: la ley, la costumbre, la conciencia jurídica de la comunidad, la jurisprudencia, los
actos administrativos, la doctrina jurídica, etc.”.
Sin embargo, normas como la recién transcripta son la minoría pues lo que de ordinario
sucede es que dichos preceptos requieren de numerosas especificaciones en cuanto al
modo de ejercicio de suerte que, en rigor, el cabal “conocimiento” de sus términos exige un
conjunto de detalles que deben acompañar su “positivación” ya sea en el mismo momento
en que aquella se produce o con posterioridad.
Hervada escribe que los sistemas jurídicos constituyen una realidad “técnicamente
estructurada que condiciona y modaliza a través de sus mecanismos técnicos, la vigencia
y la aplicación del derecho” de modo que, en rigor, un “sistema jurídico ya formado es
un sistema formalizado” . De ahí que por “formalización” se aluda a la “tecnificación de
los distintos factores y elementos que integran el derecho”, es decir, a dotarlos de una
forma y eficacia precisa que torna posible su pacífica y satisfactoria aplicación de suerte de
“garantizar con seguridad y certeza la función y el valor” de cada uno de aquellos.
***
“Una oración puede expresar más de una proposición” y ello acaece desde una doble
perspectiva: “puede ocurrir así porque alguna de las palabras que integran la oración tiene
más de un significado”, en cuyo caso se está ante un supuesto de “equivocidad
semántica”, o “porque la oración tiene una equivocidad sintáctica”, en cuyo caso la
ambigüedad es de éste último tipo.
b) Equivocidad sintáctica. Un ejemplo lo constituía el antiguo art. del Cód. Penal, por el que
se reprimió a quien causare un incendio, explosión o inundación “cuando hubiera peligro
para un archivo público, biblioteca, museo, arsenal, astillero, fábrica de pólvora o de
pirotecnia militar…”. Al respecto, se planteó la duda acerca de si “el adjetivo ‘militar’
calificaba sólo a las fábricas de pirotecnia o también a las de pólvora.
***
c- se debe renunciar a toda contracción sistemática a favor de la idea del “case law” F
e- a y b (correcta)
f- b y c
De modo análogo, Larenz menciona que si bien para Engisch “’el ideal del método
axiomático-deductivo no puede ser realizado en la Jurisprudencia’”, ello no entraña
renunciar a toda idea de sistema sino, más bien, a la de sistema “cerrado” , ya que
en la medida en que aquél “’va tanteando de caso en caso y de regulación particular en
regulación particular”, crece “según principios inmanentes que, en conjunto, producen un
sistema’”.
a. hay que ponderar entre la mejor respuesta que proporcionan las reglas en juego F
b. es indiferente cuál regla escoger pues todas son válidas en tanto parte del sistema
jurídico F
c. hay que decidir la precedencia de una u otra y ello conllevará la anulación de la regla
preterida V (Correcta)
En lo relativo al tema de la “colisión”, como dice Cianciardo, “en los casos de conflictos
entre reglas hay que decidir la precedencia de una u otra y esa decisión conllevará la
anulación de la regla preterida”, ya sea “introduciendo en una de las reglas una cláusula
de excepción que elimina el conflicto o declarando inválida, por lo menos, una de las
reglas”.
Por el contrario, “cuando un principio colisiona con otro el juez no puede, en cierto sentido,
dejar de aplicar ninguno de los dos. Decidirá, luego de una ponderación, la precedencia de
uno sobre otro, pero sin anular al que no se ha preferido”
UDA 5 - REGLAS
***
***
Los principios jurídicos:
c. ordenan que algo (por ejemplo la salud) sea cumplido en la mayor medida de lo posible
V
d. a y c (Correcta)
UDA 5 - PRINCIPIO
***
d) A y b (Correcta)
e) A y c
En cuanto concierne a los “límites” de estas normas, como escribe Juan Cianciardo, “su
fuerza deóntica” difiere ya que un principio (por ejemplo, “toda persona tiene derecho a
que se respete su salud”) “ prescribe el cumplimiento de un algo” (en el ejemplo, la
salud), lo que “ puede ser llevado a cabo en un más o menos, es decir, que admite
distintos niveles de cumplimiento (o de incumplimiento). Lo que la norma ordena es que
sea observado en la mayor medida posible, en otras palabras, que sea optimizado al
máximo”.
Por el contrario, una regla “ ordena un algo que no admite distintos niveles de
cumplimiento . Puede ser observado o no; no hay puntos intermedios”.
***
b) Lo transforma en abierto V
e) b y d (Correcta)
f) a y c
Muchas son las consecuencias que emanan de la admisión de los “principios” en el plano
del derecho. Por de pronto, es relevante el giro que ha suscitado en la teoría de la
interpretación. La llegada de los principios impacta sobre la idea de sistema desde una
doble y benéfica perspectiva y que podría caracterizarse como “ad extra” del sistema
mismo y “ad intra” de éste.
***
d) a y b
e) a y c
f) b y c (Correcta)
Releída dicha distinción de manera actual, se tiene que la lex romana puede ser traducida
como “ley” o “regla”, en tanto que la regula constituye un “principio”.
Sobre estas bases, afirma Alexy que la distinción entre “leyes” o “reglas” y
“principios” es fundamental “para la solución de problemas centrales de la dogmática de
los derechos fundamentales. Sin ella, no puede existir una teoría adecuada de los
límites , ni una teoría satisfactoria de la colisión y tampoco una teoría suficiente acerca del
papel que juegan los derechos fundamentales en el sistema jurídico”.
***
Aludir al sistema jurídico abierto se ejemplifica con los supuestos del derecho a la
identidad familiar, a la vida y al medio ambiente. ¿Qué quiere decirse con estos
ejemplos?
Sintetizando lo expuesto, el carácter “abierto” del sistema jurídico fluye, cuanto menos, de
un cuádruple orden de razones:
ii) en segundo término, porque reconocer, las “omisiones” en que hubiera incurrido el
legislador revela que no se está ante un legislador “ultrarracional” que ha previsto todos
los casos de la vida. El derecho a la vida no fue legislado por el constituyente de 1853-60,
al contrario de lo sucedido por los precedentes proyectos constitucionales. La omisión no
deba sino ser interpretada como un involuntario “olvido” del constituyente que,
seguramente por obvio, entendió que la alusión a la vida resultaba sobreabundante. El
legislador no es ultrarracional y no puede preverlo todo, por lo que el sistema jurídico es
irremediablemente “abierto”;
iii) en tercer lugar porque el obrar humano ( los “casos que puedan ocurrir”) pueden
generar la necesidad de tematizar y proteger ciertos derechos que, de no haber sucedido
cierta conducta, resultaría innecesario hacerlo. Un ejemplo aclara este concepto: de no
haberse comportado el ser humano de manera irresponsable frente a la naturaleza, no
hubiera sido necesario “positivar” el “derecho natural o humano a un ambiente sano”.
Lo dicho no quiere significar que el hombre carecía con anterioridad a tal comportamiento
de ese derecho. Pero ante hechos ciertos creados voluntariamente por las personas,
resultó inevitable discernir y, más tarde, “positivizar”la protección del ambiente.
iv) La premonición del constituyente se cumplió de manera acabada, toda vez que la
jurisprudencia de los tribunales hizo un extendido uso de la norma en cuestión no sólo a la
hora de reconocer el carácter “natural” de los derechos “no enumerados” o implícitos, sino
al momento de observar que tal regla suponía el reconocimiento inequívoco de que el
sistema jurídico ostenta una inequívoca raíz “abierta”.
***
La condición histórica del ser humano afecta, en primer lugar, el “modo” o “modalidad” de
ejercicio de los derechos. Esto sucede por influjo del factor “tiempo”, procedente, como se
sabe, de la “naturaleza de las cosas”, por cuanto aquél “modaliza” la manera de ejercicio
de todos y cada uno de los derechos. Aquí conviene insistir en que “la historicidad afecta
sólo modalmente a la titularidad”, pues aquélla ni la quita ni la da a ésta última ya que “la
titularidad inhiere en la naturaleza” la que siempre permanece en tanto alude a la condición
de persona propia de todo hombre. De ahí que la “modalización” tiene que ver con la
manera temporal –y, por tanto, histórica- en que los derechos son (o no) ejercidos.
Hervada ejemplifica este punto con los casos del derecho al matrimonio y al trabajo. En
cuanto al primero dice que “tiene un modo de ser en la niñez y un modo distinto de
manifestarse después de la pubertad. Para el niño, el derecho a casarse se vierte en
ciertos aspectos del derecho a la integridad corporal, a la educación, etc., pero no en el
derecho a contraer matrimonio”. Y a su turno, “llegada la edad núbil, el derecho a casarse
comporta el derecho a elegir cónyuge, el derecho a contraer matrimonio y el conjunto de
derechos que son inherentes a la formación de la familia”. A su vez, en relación al
segundo, es claro que “en la primera edad es derecho al aprendizaje, después es derecho
a un trabajo, en la vejez es derecho a la jubilación pagada”.
***
d) a y c
e) a y b
***
e) a y d
f) b y c (Correcta)
Como parece claro, “la historia no afecta al fundamento del derecho”, ya que si éste es,
como se había dicho, la condición de persona propia del hombre, “dicha condición es igual
y la misma en cada hombre, sin estar afectada por la historicidad”.
***
b) la titularidad de un derecho F
c) la validez de un derecho F
En efecto, como enseña Hervada, “la condición histórica puede anular o suspender la
eficacia del título” pero no, como se sabe, “la titularidad misma”. Ello ocurre tanto por parte
del propio “sujeto”, esto es, de la persona en tanto que tal; cuanto desde la perspectiva del
“objeto”, esto es, en relación con los bienes exteriores que son necesarios para el cabal
cumplimiento de la dignidad humana.
a) todo derecho positivo deriva de un derecho natural del que es desglose, complemento o
extensión (CORRECTA)
***
Como es obvio, el cumplimiento de las disposiciones del sistema jurídico por parte de los
miembros de la sociedad, sea de manera espontánea; sea por medio de la coacción,
entraña el cumplimiento del derecho en tanto que tal, es decir, de todo el único derecho
que constituye aquel sistema y que se halla integrado por elementos que proceden ya de
la “naturaleza humana” y de la “naturaleza de las cosas”; ya del “convenio”
humano . Con todo, es importante remarcarlo respecto de la dimensión “natural” del
derecho no sólo porque de común suele pasar desapercibida (quizá por la influencia del
“Positivismo jurídico” que la niega o, tal vez, porque el derecho –como también reconocen
los autores iusnaturalistas- es en último término “positivo” en tanto que institucional), sino
por su genuina importancia.
Defina los dos tipos de laguna jurídica a que se refiere Nino y ejemplifique.
Existen supuestos en que “el sistema jurídico carece, respecto de cierto caso, de toda
solución normativa”. Se está, pues, ante una laguna y ésta puede ser de dos tipos:
Nino define a las primeras cuando el sistema jurídico “no correlaciona el caso con alguna
calificación normativa de determinada conducta (o sea con una solución)”.
Entre los tantos ejemplos que ilustran este tema, Nino alude al art. del Cód. Civ., según el
texto de la ley 17.711 que estipula que los menores de 21 años pero mayores de 18
podrán obtener la mayoría de edad si los habilitan expresamente sus padres o, en su
defecto, el juez a pedido del tutor o del menor. Sin embargo, añade este autor, “el Código
no establece ninguna prescripción acerca de si corresponde o no la emancipación en el
caso de un menor que no tenga ni padres ni tutor designado”.
El segundo supuesto de “laguna” planteada por Nino sucede cuando “un caso está
correlacionado por un sistema normativo con una determinada solución y hay una
propiedad que es irrelevante para ese caso de acuerdo con el sistema normativo, pero
debería ser relevante en virtud de ciertas pautas axiológicas”.
El autor refiere el caso de la ley que prohibía la adopción en el caso de que el adoptante
tuviere ya hijos consanguíneos. Al respecto, “se entendió que el legislador no había
previsto el caso de quien tuviera hijos consanguíneos mayores de edad y consintieran
ellos la adopción, situación en la cual se suponía completamente irrazonable aplicar la
prohibición de la ley, que es en beneficio de los hijos de sangre”.
UDA 6
LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA
UDA 6 - TENSIÓN ENTRE CETÉTICA Y DOGMÁTICA
***
e) ninguna es correcta
f) a y b
g) a y c
h) b y c
***
a) cuando el énfasis reside en las preguntas, hasta los puntos de vista rectores que son
adoptados como respuestas son siempre cuestionados V
b) desde el punto de vista finalista las sugerencias son vulnerables, ya que sólo son
intencionadas tentativamente, su formulación tiene que facilitar la discusión. V
c) cuando el énfasis recae en las respuestas (formalismo), los puntos de vista adoptados
como respuestas quedan sometidos a discusión, son siempre cuestionados ya que son
pensados como temporales y relativos. F
e) ninguna es correcta
f) a y b (Correcta)
g) a y c
h) b y c
a) “ Cuando el énfasis reside en las preguntas, hasta los puntos de vista rectores
que son adoptados como respuestas son siempre cuestionados. Son sugerencias
vulnerables, ya que sólo son intencionadas tentativamente. Permanecen siendo
preliminares e inciertas. Su formulación tiene que facilitar la discusión, el desafío y
hasta la refutación. No son pensadas como definitivas y su tarea real es caracterizar el
horizonte de cuestiones en el campo elegido”. “ Es un asunto de investigación: se
construye un campo de investigación en el que las opiniones (proposiciones) son
puestas en duda y examinadas una y otra vez . Este tipo de empresa intelectual puede
ser llamada ‘cetética’.
Ce Fi Pre In Du
Do Fo Re Op In
***
Este argumento constituye un recurso que remite a una tradición de ideas que se reputan
verdaderas o, cuanto menos, persuasivas. “Con la cita de un hombre se hace referencia a
un complejo de experiencias y de conocimientos humanos reconocidos, que no contiene
sólo una vaga creencia, sino que garantiza un saber en el sentido más exigente”. De ahí
que “la referencia al saber de los mejores y más famosos se encuentra también llena de
sentido”.
***
Explique el sentido de la epikeia aristotélica como pauta de interpretación
Esta directriz se debe a Aristóteles para quien "la ley es siempre un enunciado general",
por lo que "sólo toma en consideración los casos que suceden con más frecuencia, sin
ignorar, empero, los posibles errores que ello pueda entrañar". Estos errores son debidos a
la "la naturaleza de las cosas, ya que, por su misma esencia, la materia de las cosas de
orden práctico reviste un carácter de irregularidad". Si se planteara un caso que no alcanza
a ser captado por la generalidad de la norma, "se está legitimado para corregir dicha
omisión a través de la interpretación de aquello que el legislador mismo hubiera dicho de
haber estado presente en este momento, y de lo que hubiera puesto en la ley de haber
conocido el caso en cuestión". La epikeia traspasa la ley y se transforma en aún "más
justa" que ésta, pues la completa en aquellas situaciones excepcionales en que el
"carácter absoluto de la norma" es incapaz de contemplar.
***
Es patente la diferencia conceptual que existe entre esta tradición y la de la epikeia ya que
mientras la aequitas romana es equivalente al derecho inteligido en el caso concreto por
parte de la jurisprudencia, la epikeia griega constituye un criterio jurisprudencial corrector
de la leyes en orden a discernir el derecho: en el primer caso (aequitas) se está frente al
derecho mismo, el que brota de las circunstancias de la causa a partir de una “puesta en
correspondencia” con los principios (regulae) creados por los jurisperitos; en el otro
(epikeia) se está frente a un standard metodológico merced al cual se obtiene el derecho.
De ahí que, mientras este último responde a una matriz “intranormativa”; el segundo remite
a una “extranormativa”.
***
La equidad radica en “una relación de justicia cuyo deber atempera y cuyo derecho
acomoda, en consideración a lo postulado por las circunstancias del caso, a causa del bien
común o de las leyes generales que regulan las relaciones humanas”. En esta perspectiva,
expresa que “la atemperación de lo debido puede tener diversas causas. Unas veces
procede de la benignidad o de la misericordia, como ocurre cuando las penas que en
justicia son debidas se alivian o se perdonan; otras veces su causa es la solidaridad
humana; otras procede de la moderación necesaria para que el rigor de la justicia no dañe
otros valores no menos importantes”.
***
d) b y c
Savigny “retiene de todos los factores señalados por Montesquieu solamente uno, el
espíritu del pueblo. Según él, todo Derecho nace como emanación de este espíritu, a la
manera del Derecho consuetudinario”. Para el autor, “esta actitud trajo consigo,
necesariamente, la hostilidad contra toda consideración finalista y valorativa y, por tanto, la
recaída en el formalismo”, más precisamente, en un “formalismo romántico” en el que se
hizo patente “la ciega y obstinada repudiación del Derecho natural”.
Savigny tomo de aquél la teoría de la división de los poderes en el aspecto en que “el
juez debía atenerse estrictamente a aplicar las normas jurídicas estatuidas…”, lo cual
entrañó considerar a “la actividad jurídica como una actividad puramente cognoscitiva, de
la que quedaba excluido todo lo que fuese valoración y voluntad”.
En el campo de la dogmática, el formalismo histórico de los románticos condujo, de una
parte, al purismo, es decir, al victorioso intento de restituir el Derecho romano, en la
medida de lo posible, a su fase antigua, y el Derecho germánico a su fase medieval; y, de
otra parte, a un tipo de interpretación aparentemente lógica, basada en ‘conceptos’ e
indiferente a todas las necesidades de la vida presente, método interpretativo ”.
En el “haber” de esta corriente no deben silenciarse ni “la rigurosa crítica de las fuentes” ni,
tampoco, la “fina y sutil formación de los conceptos”. Sin embargo, en el “debe”
corresponde computar el “completo divorcio entre teoría y práctica” ya que “este método
puramente formalista, que venía a romper toda cohesión entre el Derecho y la cultura y
que, al mismo tiempo, llevado de su tendencia arcaizante, se detenía ante todas las
innovaciones del desarrollo posterior”.
***
f. a y c (Correcta)
g. a y b
“Lo que ahora sirve de centro a la literatura jurídica y lo que constituye, al mismo tiempo, el
punto brillante de ésta son, en efecto, las consultas, los dictámenes”. A su juicio, “esta
actividad de dictaminadores obliga a los juristas a mantenerse continuamente en
contacto con las nuevas relaciones y necesidades y, sobre todo, a adaptar el
Derecho romano, para poner a contribución su sabiduría a estas concepciones,
relaciones y necesidades de los nuevos tiempos ”.
***
b) aplica el método “histórico”, el que implica que debe modificarse el tratamiento histórico
dado a un texto en función de las modificaciones sociales F
La Corte Suprema tiene páginas singularmente ricas sobre este canon . Así, a
propósito del sistema federal de gobierno, ha dicho que “si bien es muy cierto que todo lo
que encierra el riesgo de cercenar las autonomías provinciales debe manejarse con suma
cautela a fin de no evadirse del contexto de la Constitución, que trasuntan el sentido
histórico de nuestra organización política, no es menos cierto, ni mucho menos delicado,
cuidar de evitar que pueda quedar cercenado el libre ejercicio de la autoridad nacional,
pues ello también contradirá dicho sentido histórico”. En términos semejantes, ha
expresado que “ la función más importante de esta Corte consiste en interpretar la
Constitución de modo que el ejercicio de la autoridad nacional y provincial se
desenvuelva armoniosamente, evitando interferencias o roces susceptibles de acrecentar
los poderes del gobierno central en detrimento de las facultades provinciales y viceversa.
***
d) b y c (Correcta)
a. sirve para despejar dudas entre varias interpretaciones escogiendo la que mejor sirve al
principio en juego V (Correcta)
f. a y b
***
***
Resulta de interés examinar otra faceta de la interpretación “por principios”: se trata de los
supuestos, cada vez más frecuentes, en que los principios “se enfrentan” a otros o cuando
las partes de un conflicto invocan ante un juez principios contradictorios en defensa de sus
respectivas posturas.
En efecto; existen casos en que ambas partes invocan “principios” que, al cabo del
examen de las circunstancias de las causa, deben ser atendidos por igual. El tantas veces
mencionado precedente “Saguir Dibb” ilustra este supuesto si se recuerda que concurrían
dos principios a debate: de un lado, el derecho a la vida y, de otro, el derecho a la
integridad física. Como es obvio, ambos principios deben ser considerados, “en la máxima
medida posible” y tal es el procedimiento que lleva a cabo la Corte. Así, en un caso
ciertamente “difícil” como el mencionado, la sentencia cree haber protegido exitosamente
tanto a uno como a otro derecho.
Sin embargo, existen casos en que si bien ambas partes invocan “principios”, a la postre
de un análisis de los presupuestos de hecho que los originan se advierte que alguno de los
principios en cuestión no podrá ser resguardado.
***
a. alude a que crea una solución justa para no aplicar una respuesta prima facie injusta V
d) ambas anteriores
***
***
a) que hay un acento en las circunstancias fácticas del caso en detrimento de la atención
de las normas F
b) que hay un acento tanto en las circunstancias del caso cuanto en las normas V
d) a y c
e) b y c
***
d. b y c
e. a y c
***
Autores positivistas contemporáneos como Hart o Wroblewski, consideran en
materia de interpretación que:
c) el lenguaje tiene una textura abierta para abarcar un mayor número de casos V
d) a y c
e) b y c
***
d) a y b (Correcta)
e) a y c
***
Con todo, tal concesión de una de las banderas fundamentales del “Positivismo” no fue
irrestricta, sino que se ciñó a las siguientes características:
***
c- supone considerar un conjunto de elementos entre los que se destaca el fin general del
derecho V
e- b y c (correcta)
***
d) B y c (Correcta)
e) A y c
Los siglos XVII y XVIII son testigos del advenimiento de una escuela que, como cuenta el
autor, “en lugar de un libro”, esto es, de “la ratio scripta de ley romana”, pone en el centro
de la escena, como fundamento último de lo jurídico, “la eterna legislación de la razón
humana, o lo que se tiene por tal”.
Es enorme la influencia de esta corriente en “aquella rama del Derecho en que menos
abundaba la materia positiva, que era la del Derecho internacional o de gentes, rama
que todavía hoy aparece más estrechamente unida a la filosofía del Derecho que cualquier
otra”.
***
Bajo esta directriz se suele apelar a “ciertos criterios de objetividad que es posible discernir
en el contexto de las concretas relaciones de índole jurídica en las que se hallan inmersas
las personas en la vida social” y que procuran discernir esos “datos permanentes y
constantes del fenómeno jurídico” que hacen a las “condiciones más básicas del vivir
humano”.
La búsqueda, pues, de la solución justa del caso concreto hace de este canon un típico
ejemplo de los argumentos de “producción” normativa, esto es, se trata de una directriz por
cuyo conducto se “crea” una solución ad casum ante la inconveniencia o injusticia de la
existente. Sin embargo, es por demás frecuente que la gran mayoría de tales soluciones
resulten finalmente incorporadas al ordenamiento jurídico, en cuyo caso estos argumentos,
se transforman en un canon de naturaleza “interpretativa”, ya que la “positivación” del
criterio previamente discernido por la doctrina o por la jurisprudencia, deviene el punto de
partida desde el cual el exegeta debe interpretar.
El argumento por el “derecho natural” puede ser examinado desde una doble perspectiva:
a partir de la “naturaleza de las cosas” y desde la mirada de la “naturaleza humana”.
***
En primer término, y como ya fuera anticipado, esta posición parte del supuesto de que las
normas son claras, es decir, coherentes o no redundantes; independientes, esto es, no
contradictorias, y precisas o carentes de vaguedad o de ambigüedad. A su vez, se asume
que el sistema jurídico es completo, por lo que da cuenta de la totalidad de los supuestos
de la vida susceptibles de ser examinados desde la óptica del derecho
En segundo lugar, esta postura reposa sobre la voluntad de que no se desea otra
interpretación fuera de la oficial.
En tercer término, esta doctrina parte del dogma de la pre constitución de la norma jurídica
por parte del legislador. Previene que “los jueces no pueden dejar de juzgar bajo el
pretexto de silencio, oscuridad o insuficiencia de las leyes”. A juicio del legislador las
deficiencias recién mencionadas son el producto de un “pretexto” de los magistrados.
***
e) a y c. (correcta)
***
CARA
El primer aspecto que interesa resaltar por parte de esta teoría es la atención a la realidad
de las cosas viene dada por su propio peso. En verdad, resulta difícil prescindir de ella, a
partir del célebre paso romano atribuido a Paulo, según el cual “Es regla la que describe
brevemente cómo es una cosa. No que el derecho derive de la regla, sino que ésta se
abstrae del derecho existente”.
No se trata de considerar los “hechos” como meros datos brutos, desprovistos de todo
valor, esto es, de todo contenido. El paso romano es sumamente explícito en cuanto a que
la norma jurídica (regula) se extrae del derecho (ius) y no al revés, es decir, existe una
realidad previa que me indica algo a partir de lo cual puedo ir configurando el ius de cada
quien.
Ciertamente, la realidad no es todo ni, menos, lo único con lo que se cuenta en ese
proceso, por cuanto el ser humano ha ido, por generaciones y en el contexto de la cultura
en la que se encuentra, dotándose de un sistema que facilita dicha búsqueda.
El derecho emerge como una correspondencia entre el "deber ser" de las normas y el "ser"
de la situación vital, de modo que "sólo donde la norma y la situación concreta de la vida,
"deber ser" y "ser", uno y otro sean puestos en correspondencia, se origina el derecho real.
La aludida diferencia categorial entre norma y caso puede superarse a través del recurso
de la analogía, ya que si de lo que se trata es de “poner en correspondencia” realidades
diversas, parece claro que dicha relación no puede producirse por intermedio de un
procedimiento silogístico o lógico-deductivo. El procedimiento de “poner en
correspondencia” (de “igualar” entidades diversas), opera, entonces, por conducto de la
analogía. Por ello, cada “subsunción” entre norma y caso presenta la estructura de una
analogía, es decir, de una igualdad de proporciones o de relaciones.
Por el contrario, en relación con los “principios”, éstos asumen la modalidad de “razones
para el obrar” por parte de la sociedad, de donde “no puede existir una ciencia sobre su
articulación, sino una prudencia en su ponderación”.
UDA 7
LA JUSTICIA Y EL DERECHO
***
a) Una virtud F
b) Una norma F
***
Dar “tiene un sentido genérico”, por cuanto “abarca tantos tipos de acciones como son
precisos para que cada cosa esté efectivamente bajo la esfera de poder real de su titular
según lo contenido en el título”, proceda este de un contrato, de la ley, de las costumbres o
de la naturaleza (humana o de las cosas). Puede significar “entregar”; “respetar”;
“devolver” o “desalojar”.
Conviene advertir que ese “dar” es un acto y no, como pensaron algunos, una norma, es
decir, un “debe darse”. La justicia es una norma y, recién después, en todo caso, y si
correspondiere predicarlo de ciertas personas, es una virtud”.
La fórmula no dice -ni equivale a ello- que debe darse, sino dar; esto es, no designa un
imperativo sino un acto. Y con razón, porque se refiere a una virtud e indica cual es el acto
de la virtud, no la ley o norma de la que depende la virtud”. Consecuentemente, la justicia,
siendo una disposición de la voluntad es disposición a actos, en concreto al acto de dar.
***
“Se dice ‘a cada uno’, porque la justicia mira a todas y a cada una de las personas
humanas -o personas morales- que tienen un título sobre algo, sea este de derecho
positivo, sea de derecho natural. La justicia da lo suyo a cada titular de un derecho. No es
virtud de abstracciones o de grandes grupos, sino virtud de las relaciones sociales
singulares y concretas”.
Lo afirmado trae, cuanto menos, dos conclusiones de la mayor importancia. Por un lado,
conviene reparar en que el arte del derecho “se vierte, en última instancia, en el caso
singular y consiste en el arte de discernir lo justo entre personas concretas”. Discernir el
derecho y darlo sólo resulta posible una vez que se ha determinado quien es el titular de
los derechos y cuáles son las características fundamentales de tal titularidad, y en qué
consisten los distintos factores o elementos creados en orden a su mejor servicio.
Y, por otro, “decir que se da su derecho a cada uno significa también que la virtud de la
justicia no conoce la discriminación o acepción de personas”, por cuanto “da a cada titular
su derecho, sea quien sea”, esto es “ni se lo niega ni se lo da en virtud de su condición,
estado o circunstancias”.
***
e) b y c (Correcta)
f) a y c
***
Explique en la fórmula dar a cada uno su derecho, ésta última expresión (su
derecho)
El ius que se da es, simplemente, el derecho que todos y cada uno tienen según el titulo
(natural o positivo) que corresponda. “Aquí los términos vuelven a ser amplios. Pueden
significar bienes o males (v. gr., una pena por causa de un delito), puede tratarse de
cosas corporales o incorporales (v, gr., la buena fama o un cargo), puede ser una persona
(v. gr., el hijo), una actividad humana (trabajo, gestión, etc.), puede ser un animal, o puede
ser una cosa en sentido estricto. Los términos engloban todo aquello sobre lo que el
hombre puede decir mío, tuyo, suyo , siempre que pueda ser objeto o contenido de
relaciones interhumanas y por tanto de ellas se puede predicar el derecho”.
***
d. a y c
e. b y c
***
***
c. a y b
(A E N)
a) Analíticas. “Son teorías sobre estructuras lógicas y contenidos lingüísticos del concepto
de justicia y su utilización en los juicios de justicia”. Sin embargo, “relativamente pocas
teorías de la justicia son exclusivamente analíticas”, ya que, “por lo regular” son
“elementos de teorías empíricas o normativas”.
b) Empíricas. “Son teorías sobre cuales ideas de justicia realmente han sido o serán
representadas en una sociedad, como se explican histórica, sociológica, psicológica o
económicamente, y que papel han jugado o juegan efectivamente”.
***
En este horizonte, la formula clásica de la justicia, esto es, el “dar a cada uno su derecho”
fue considerada, desde Sócrates, como una virtud que perfecciona al ser humano.
***
Según Dreier, para las teorías materiales de la justicia del derecho natural
e. a y b (Correcta)
Así, en cuanto a las teorías “materiales del tipo del derecho natural” expresa Dreier que
“ su concepto central de medida es la naturaleza, y ciertamente en las teorías
‘clásicas’ del derecho natural, no la naturaleza en el sentido en que se tomó desde el
comienzo de la edad moderna como objeto de la ciencia natural y valorativamente
neutral, sino la naturaleza como orden racional, inteligente y valioso ”.
***
Según Dreier, para las teorías materiales del derecho racional de la justicia
d. a y c
e. b y c
A su vez, en lo relativo a las teorías “materiales del tipo del derecho racional”, expresa el
autor que el “concepto de regulación central es la razón humana” entendida como
“autónoma, es decir, como auto-legisladora , sea como 'razón instrumental’, es decir,
con capacidad de fines racionales o cálculo de medios”, tal el caso del ya citado Thomas
Hobbes; “sea como ‘razón práctica’, es decir, como capacidad de principios éticos, que la
razón concibe como inmanentes”, tal el supuesto del también mencionado Immanuel Kant.
***
***
En la justicia distributiva, medida según el criterio de distribución de funciones:
Múltiples son los ejemplos que ilustran este criterio. “Dentro de la familia no es idéntica la
condición de padre que la de hijo”, de la que se derivan, derechos y deberes correlativos
diversos. De igual modo, “la distinción de funciones introduce un distinto grado de
responsabilidad, que conlleva que la igualdad de la justicia sea la proporcional.
***
“La proporción de la justicia, por lo que atañe a la capacidad, reside en imponer las
cargas y distribuir” bienes y funciones “proporcionalmente a la capacidad” , de
suerte que “la introducción de criterios diferentes supone una discriminación”.
En cuanto concierne a las “cargas”, “no es ya un desorden, sino que es además injusto,
que los impuestos recaigan sobre los más pobres, o que los impuestos directos no
respeten la proporcionalidad en los ingresos y en las cargas”.
En relación con los “bienes”, expresa el autor que algunos “deben repartirse según la
distinta capacidad”. Así, ejemplifica, “la educación y la enseñanza deben ser puestas al
alcance de todos, mas según la propia capacidad.
Por último, en relación con las “funciones”, ya Aristóteles había expresado que el baremo
indicado en orden a su proporcionada distribución lo constituyen los “méritos”. La
Constitución nacional, una vez más, se hace eco de este criterio cuando, en el citado art.
16, luego de señalar que “todos sus habitantes son iguales ante la ley”, y especifica que la
igual “admisión en los empleos” lo es “sin otra condición que la idoneidad”.
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c.- Tiene rango constitucional luego de la reforma de 1994 que prevé el dictado de un
régimen de seguridad social especial e integral. (Correcta)
La necesidad es también criterio de distribución de bienes, por cuanto “es justo que reciba
mas, quien más necesita”. Empero, este baremo únicamente es justo “en relación con la
finalidad de la colectividad” y si “se combina con los restantes criterios”.
Los ejemplos que ensena la realidad jurídica son múltiples. Principiando por la
Constitución nacional, el art. 75, inc. 23 -texto según la reforma de 1994- dispone: “Legislar
y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y
de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y
por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular. Respecto
de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad”, en tanto que en
el segundo ordena “dictar un régimen de seguridad social especial e integral en protección
del niño en situación de desamparo, desde el embarazo hasta la finalización del periodo de
enseñanza elemental, y de la madre durante el embarazo y el tiempo de lactancia”.
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a) Hay que dar exactamente la misma cosa que salió de la esfera de poder de atribución
del sujeto de atribución. F
c) La cosa que hay que dar es igual en cantidad y cualidad o valor a la que salió de la
esfera del sujeto de atribución. F
Resulta prioritario determinar “la medida de lo justo”. “Si el derecho es el trato a recibir en
aquella proporción en la que los bienes y cargas le están destinados según la condición de
miembro, lo debido vendrá determinado por esa proporción”.
Hervada explica que “toda sociedad o colectividad se especifica por sus fines”, de modo
que “lo que corresponde dar a cada miembro vendrá determinado por la posición de
cada uno respecto de la finalidad colectiva” que puede variar según la manera como
aquella se organice, de modo que “esta posición se determinará por la distinta forma e
intensidad de participación en el fin colectivo”.
¿Por qué puede afirmarse que la autoridad política no se reduce sólo a coacción?
El grupo humano (y los individuos que lo componen) debe entonces someterse: o bien por
la fuerza externa de la violencia , o bien por la energía interna de sus propias convicciones.
Por ello, el poder tiene también las dos caras. Pero el poder es simultáneamente una sola
moneda, que tiene cara y sello: fuerza y autoridad , capacidad física de mando y
capacidad ético-jurídica de mando.
e) a y b
f) b y c
g) c y d
d) a y b
e) b y c
d) a y c (Correcta)
e) a y b