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    El Árbol de Manzanas

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    Pedro Pariona Quintana
    El resumen cuenta la historia de un niño que solía jugar bajo un árbol de manzanas cuando era pequeño. A medida que creció, dejó de jugar con el árbol. En su vejez, el árbol ya no podía darle manzanas, sombra o madera, pero le ofreció un lugar para descansar. El hombre aceptó y el árbol volvió a ser feliz. La historia enseña que debemos valorar a nuestros padres mientras los tenemos.

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    El Árbol de Manzanas

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    Pedro Pariona Quintana
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    El resumen cuenta la historia de un niño que solía jugar bajo un árbol de manzanas cuando era pequeño. A medida que creció, dejó de jugar con el árbol. En su vejez, el árbol ya no podía darle manzanas, sombra o madera, pero le ofreció un lugar para descansar. El hombre aceptó y el árbol volvió a ser feliz. La historia enseña que debemos valorar a nuestros padres mientras los tenemos.

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    El resumen cuenta la historia de un niño que solía jugar bajo un árbol de manzanas cuando era pequeño. A medida que creció, dejó de jugar con el árbol. En su vejez, el árbol ya no podía darle manzanas, sombra o madera, pero le ofreció un lugar para descansar. El hombre aceptó y el árbol volvió a ser feliz. La historia enseña que debemos valorar a nuestros padres mientras los tenemos.

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    Pedro Pariona Quintana
    El resumen cuenta la historia de un niño que solía jugar bajo un árbol de manzanas cuando era pequeño. A medida que creció, dejó de jugar con el árbol. En su vejez, el árbol ya no podía darle manzanas, sombra o madera, pero le ofreció un lugar para descansar. El hombre aceptó y el árbol volvió a ser feliz. La historia enseña que debemos valorar a nuestros padres mientras los tenemos.

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    El árbol de manzanas -No. Estoy triste pues me estoy volviendo viejo.

    Quiero un bote para navegar y descansar.


    Hace muchos años existió un árbol de ¿Podrías darme uno?
    manzanas donde un pequeño niño solía jugar. Él
    le tenía un gran amor, pues podía treparlo, le El árbol contestó:
    daba sombra y alimento. Pero con el paso del -No tengo un bote, pero puedes usar mi tronco
    tiempo, el pequeño creció y nunca volvió a jugar para que construyas uno y así puedas navegar y
    alrededor del enorme árbol. Un día, el muchacho ser feliz.
    regresó y escuchó que el árbol le dijo:
    El hombre cortó el tronco y construyó su bote
    – Estoy muy triste, juega conmigo. donde navegó por un largo tiempo. Después de
    Pero el muchacho le respondió: muchos años, finalmente regresó con el árbol,
    pero este, preocupado, le dijo:
    – Ya no soy el mismo niño que solía jugar en el
    árbol. Ahora quiero juguetes y necesito dinero -Lo siento, ya no tengo nada que darte. No
    para comprarlos. puedo darte sombra, manzanas ni madera.
    – Lo siento -dijo el árbol-. No tengo dinero, pero El hombre respondió:
    puedes tomar mis manzanas y venderlas. De -Yo no tengo dientes para morder ni fuerza para
    esta manera tendrás dinero para tus juguetes. escalar. También estoy viejo.
    El muchacho se sintió muy feliz y procedió a -Realmente no puedo darte nada -dijo el árbol
    cortar las manzanas, las vendió y obtuvo el con tristeza en sus palabras-. Lo único que me
    dinero. Entonces, el árbol fue feliz de nuevo. queda son mis raíces.
    Pero el muchacho no volvió después de la venta
    de las frutas, por lo que el árbol volvió a estar -Yo no necesito mucho en este momento, solo
    triste. Tiempo después, el muchacho -ahora un lugar para descansar -contestó el hombre-.
    todo un hombre- regresó y el árbol se alegró de Las viejas raíces de un árbol son el mejor lugar
    verlo. Le dijo: para recostarse después de tantos años.

    -¿Vienes a jugar conmigo? El hombre se sentó junto a las raíces del árbol, y
    el árbol volvió a ser feliz.
    -No tengo tiempo para jugar -le contestó -Debo
    trabajar para mi familia, pues necesito una casa Moraleja: Esta podría ser la historia de todos
    para mi esposa e hijos. ¿Podrías ayudarme? nosotros. El árbol son nuestros padres. Cuando
    somos jóvenes, amamos a papá y mamá, y
    El árbol respondió: jugamos con ellos. Cuando crecemos, solemos
    -No tengo una casa para ti, pero puedes cortar olvidarlos y solo regresamos a ellos cuando
    mis ramas y construir una con mi madera. necesitamos algo o estamos en problemas.
    Pero no importa lo que nos agobie, ellos
    El hombre cortó todas las ramas del árbol y, a siempre están allí para darnos todo lo que
    pesar del sacrificio, esto hizo feliz al árbol. Sin puedan y hacernos felices. Quizás hayas
    embargo, después de haber construido su casa, pensado que el muchacho de la historia fue
    el hombre no volvió y el árbol volvió a sentirse cruel contra el árbol, pero así somos muchos de
    triste y solitario. nosotros. Valoremos a nuestros padres
    Un cálido día de verano el hombre regresó y el mientras los tenemos a nuestro lado, y si ya no
    árbol preguntó con alegría: están en este mundo, haz que la calidez de su
    amor viva siempre en tu corazón.
    -¿Jugarás conmigo?

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