Celebraciones Marianas

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María de Nazaret

Edición telemática
José María Vigil

INDICE

Presentación

1. Haced lo que él os diga


2. Culto mariano renovado
3. Hija del Padre
4. Hacia el rostro real de María
5. María, verdaderamente humana
6. Mujer oprimida y liberada
7. María, en camino
8. Fe en la oscuridad
9. El Hijo de María como signo de contradicción
10. María, pobre
11. María y José fueron refugiados
12. María, del pueblo
13. Profetisa de los pobres
14. Tipo de la Iglesia
15. La madre de Jesús
16. Dichosa por haber puesto en práctica la palabra
17. Madre de corazón responsable
18. Flor del reino de Dios
19. Llena eres de gracia
20. Hija de Sión, Madre de la Esperanza.
21. María, victoria de Dios contra el mal.
22. Madre del Salvador
23. María, familiar y vecina
24. Mujer del sí
25. Feliz porque has creído
26. María, Mujer Nueva
27. Fiel hasta la muerte
28. Madre de la comunidad cristiana
29. Mujer del difícil todo...
30. Madre de todos los cristianos
31. María en la alegría eterna

PRESENTACION

Lo que aquí presentam os no es más que un conjunto de sencillos materiales para diversas celebraciones
marianas: ya sea la celebración del mes de María, alguna novena a María o cualquier otra celebración mariana.
Es un material para la comunidad cristiana. Ello significa que se ha pretendido expresamente un lenguaje
sencillo y sin complicaciones, así como una sucinta presentación para hacer este material lo más asequible posible
a todos. En efecto, no se trata de un libro concebido como ayuda técnica para el animador o el agente pastoral. Se
trata más bien de algo que quiere ser puesto en las manos de los miembros de la comunidad y, dentro de ella, de
sus animadores o responsables. Lo utilizarán con provecho los catequistas y los educadores para ayudarse en sus
celebraciones marianas con niños. También el sacerdote o el animador del culto de la comunidad para dirigir la
celebración comunitaria de una novena o del mes dedicado a María. Pero también lo utilizarán con provecho los
simples fieles de la comunidad cristiana para prolong ar en casa, en familia, con los hijos o con los vecinos, la
reflexión y la oración de la celebración comunitaria. También, y muy especialmente los enfermos privados de asistir a
la celebración comunitaria, podrán participar en espíritu en ella sobre los mi smos esquemas o guiones sobre los
que la comunidad realiza su celebración; será una forma bien práctica de no marginar a los enfermos Y de hacerlos
participar en la vida espiritual de la comunidad cristiana.
En esta perspectiva de sencillez y de utilización comunitaria, estos materiales han sido experimentados con
fruto Y con éxito en una amplia comunidad cristiana antes de decidirnos a publicarlos Y ofrecerlos así a la
comunidad cristiana global.
Según lo dicho, es claro que caben diversas posibilidades d e utilización.
Podrá ser utilizado dentro de la misa. Se puede hacer entonces alguna de las lecturas bíblicas señaladas.
Tanto el texto antológico como la reflexión, examen y conversión pueden servir de material para la homilía. Los
cantos adecuados y algunas moniciones pueden redondear la celebración.
También podrá hacerse fuera de la misa, en forma de una sencilla celebración de la Palabra. El orden lógico
podría ser: canto de entrada, saludo, lectura bíblica, canto de respuesta a la Palabra, texto antol ógico (si se quiere
utilizar), comentario, homilía o diálogo comunitario, oración de los fieles expresada en peticiones espontáneas,
padrenuestro y avemaría, rito de la paz, oración comunitaria final, invocación y canto de despedida. En esta forma,
fuera de la misa, podrá hacerse en casa, en familia, con los hijos, con los vecinos, en la reunión de grupo, en la
comunidad de base, etc.
También podrá hacerse en privado, individualmente, si uno está privado de asistir a la celebración
comunitaria por enfermedad o cualquier otra causa.
En ese caso, aunque el individuo utilice este material con toda libertad, poniéndolo todo al servicio de una
intensa oración personal, siempre le será motivo de solidaridad y unión con la comunidad el saber que está
haciendo su oración personal con los mismos temas y sobre los mismos materiales que utiliza su grupo, familia,
comunidad de base, parroquia...
En cuanto a los contenidos, es claro que cada comunidad, familia o grupo debe seleccionar, elegir, corregir o
incluso sustituir los temas que aquí se aportan, para acomodarlos a su propia espiritualidad y sus peculiares
necesidades. Es una tarea irrenunciable de cada comunidad o de sus animadores o agentes pastorales.
En cuanto a la ordenación que aquí hacemos de los temas sólo habrá que decir que es una, pero que hay
otras muchas posibles. Debe procederse en esto con mucha libertad. También aquí cada comunidad o agente
pastoral tiene su propia responsabilidad.
Deseamos que tenga el mismo éxito y produzca los mismos frutos que ya produjo en las comunidades
cristianas en las que fue experimentado.

1. HACED LO QUE EL OS DIGA

Palabra de Dios
Jn 2, 1-5: Haced lo que él os diga.
Lc 11, 27-28: Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios...
Mt 7, 21-27: No todo el que dice "Señor, Señor"...

Texto antológico
"Finalmente, por si fuese necesario, quisiéramos recalcar que la finalidad última del culto a la bienaventurada
Virgen María es glorificar a Dios y empeñar a los cristianos en una vida absolutamente conforme a su volunta d. Los
hijos de la Iglesia, en efecto, cuando, uniendo sus voces a la voz de la mujer anónima del evangelio, glorifican a la
Madre de Jesús, exclamando, vueltos hacia él: 'Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron' (Lc 11,27),
se verán inducidos a considerar la grave respuesta del divino Maestro: 'Dichosos más bien los que escuchan la
palabra de Dios y la cumplen' (Lc 11,28). Esta misma respuesta, si es una viva alabanza para la Virgen, como
interpretaron algunos Santos Padres y como lo ha confirmado el Concilio Vaticano II, suena también para nosotros
como una admonición a vivir según los mandamientos de Dios y es como un eco de otras llamadas del divino
Maestro: 'No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sin o el que hace la voluntad de mi
Padre, que está en los cielos' (Mt 7,2 1) y 'Vosotros sois amigos míos si hacéis cuanto os mando' (Jn 15,14)".
Pablo VI, Marialis cultus

Reflexión
En la exhortación apostólica sobre el culto a María, el papa Pablo VI nos e xhorta a seguir en la devoción
mariana, pero siempre sin olvidar su finalidad última: "Glorificar a Dios y empeñar a los cristianos en una vida
absolutamente conforme a su voluntad".
La devoción a María nunca podrá ser tomada como una pieza aparte, autóno ma, dislocada dentro de la
espiritualidad cristiana. Estará orientada, como todo lo demás, hacia la gloria de Dios, que se expresa en el
cumplimiento de su voluntad, manifestada en Jesús: el anuncio y la construcción del reino de Dios.
Cabe resaltar en cualquier caso el carácter de vehículo hacia Jesús que tiene la devoción mariana. Ya ella se
había anticipado a señalárnoslo en el evangelio: "Haced lo que é l os diga"..
Examen
-¿Vivimos nuestra devoción mariana como algo autónomo, independizado del conjunto de nuestra fe
cristiana?
-¿Qué aspectos no nos llevan a Jesucristo?
-¿Nos compromete a su seguimiento?
-¿Somos de los que dicen "Señor, Señor" sin hacer la voluntad del Padre, o "María, María" sin seguir a Jesús?

Conversión
*Revisar la propia vida y tomar después decisiones para poner en práctica aquel consejo de María: "Haced lo
que él os diga".
*Encarnar la devoción mariana de nuestra comunidad cristiana en la vida real, en las preocupaciones diarias
por el mejoramiento del mundo, en el discernimiento co munitario por encontrar la, voluntad de Dios.

Invocación
-Madre de Jesús, fiel discípula suya...
- ...ayúdanos a hacer lo que él nos dice.

Oración
Dios, Padre nuestro, que quieres que nuestra mejor alabanza hacia ti sea nuestro empeño personal y
comunitario por hacer realidad tu voluntad, expresada en Jesús, ¡el Reino!, haz que, movidos por el ejemplo de María,
"hagamos lo que él dijo e hizo".

Cantos sugeridos
"Santa María del Camino", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Salve Regina", canto gregoriano, en Cantoral litúrgico nacional, 302.

2. CULTO MARIANO RENOVADO

Palabra de Dios
Lc 11, 27-28: Dichosos más bien los que escuchan la palabra...

Texto antológico
"Después de haber ofrecido estas directrices, ordenadas a favorecer el desarrollo armóni co del culto a la
madre del Señor, creemos oportuno llamar la atención sobre algunas actitudes cultuales erróneas. El Concilio
Vaticano II ha denunciado ya de manera autorizada, sea la exageración de contenidos o de formas que llegan a
falsear la doctrina, sea la estrechez de mente que oscurece la figura y la misión de María; ha denunciado también
algunas devociones cultuales: la vana credulidad que sustituye el empeño serio con la fácil aplicación a prácticas
externas solamente; el estéril y pasajero movim iento del sentimiento, tan ajeno al estilo del evangelio, que exige
obras perseverantes y activas. Nos renovamos esta deploración: no están en armonía con la fe católica y, por
consiguiente, no deben subsistir en el culto católico. La defensa vigilante con tra estos errores y desviaciones hará
más vigoroso y genuino el culto a la Virgen: sólido en su fundamento, por lo cual el estudio de las fuentes reveladas y
la atención a los documentos del Magisterio prevalecerán sobre la desmedida búsqueda de novedades o de hechos
extraordinarios; objetivo en el encuadramiento histórico, por lo cual deberá ser eliminado todo aquello que es
manifiestamente legendario o falso; adaptado al contenido doctrinal, de ahí la necesidad de evitar presentaciones
unilaterales de la figura de María que, insistiendo excesivamente sobre un elemento, comprometen el conjunto de la
imagen evangélica; límpido en sus motivaciones, por lo cual se tendrá cuidadosamente lejos del santuario todo
mezquino interés".
Pablo VI, Marialis cultus

Reflexión
La crisis de la renovación del Concilio Vaticano II, provocada por el Espíritu Santo en la Iglesia, ha afectado a
todo. También al culto mariano. No es precisamente secundar al Espíritu pensar que las cosas deban seguir igual
que hace treinta años, o rechazar todo intento de renovación. El mismo Pablo VI en su exhortación apostólica sobre
el culto a María (Marialis cultus), enumera fallos y desviaciones que hay que corregir: actitudes cultuales erróneas,
exageración de contenidos y de formas, falseam iento de la doctrina, estrechez de mente, vana credulidad,
sentimentalismo, cosas manifiestamente legendarias o falsas...
No podemos cerrar los ojos. Es una llamada de la Iglesia. La fidelidad a la Iglesia incluye hoy día una actitud
de querer seguir creciendo en la expresión religiosa de nuestra devoción mariana.

Examen
-¿Somos de los inmovilistas que piensan que nada ha cambiado en la Iglesia?
-Hemos hecho un verdadero esfuerzo de renovación? ¿Dificultamos esa renovación con nuestras críticas,
rechazos o escándalos?
-¿Qué defectos o fallos de los señalados por Pablo VI tiene nuestra devoción mariana?

Conversión
*Apoyar en nuestra comunidad cristiana la renovación del culto mariano con un espíritu de fidelidad creadora.
*Revisar nuestra piedad mariana personal.

Invocación
-Madre de la Iglesia...
-...ayúdanos a ser seguidores fieles de Jesús.

Oración
Oh Dios, que nos has dado en María un ejemplo acabado de discípula fiel de Jesús, haz que no empañemos
su imagen evangélica ni nos apartemos nunca de la verdad del evangelio.

Cantos sugeridos
"Canto de María Virgen", de E. V. Mateu, en Madre del pueb lo.
"Santa María del Amén", de J. A. Espinosa, en El Señor es mi fuerza.

3. HIJA DEL PADRE

Palabra de Dios
Lc 10, 17-22: Nadie es bueno, sino sólo Dios.
Mt 7, 7-1 1: Cuánto más vuestro Padre, que está en el cielo.
Mt 5, 46-48: Sed buenos como vuestro Padre del cielo.
Lc 15, 11-32: El hijo pródigo.

Texto antológico
"Asimismo, hemos de ser mucho más cuidadosos en la utilización que hagamos, a este respecto, de l as
analogías humanas, si es que queremos seguir siendo plenamente conscientes de la función específicamente
mariana que la madre de Dios desempeña en el orden cristiano de la redención. Un ejemplo de esto es la idea de la
llamada 'Escuela Francesa' de que María está calmando sin cesar la justicia de Dios -y la justicia de Cristo-, y de que
en el último instante es capaz de sujetar el brazo de Cristo que se levanta para descargar el castigo. Esta imagen,
indudablemente, desempeñó un papel importante en el caso de los visionarios de La Salette. Y no podemos negar
que e una manera muy impresionante de ilustrar la intervención de María por medio del poder de súplica. Pero,
indudablemente, no promueve u verdadero aprecio de la genuina función salvíflca de Cristo. La misericordia de María
se deriva enteramente, tiene su función en la compasión del mismo Cristo, el Dios -hombre, el cual había mostrado
superabundancia de compasión hacia María, como primicias que ella era de la redención. María despliega en su
persona el aspecto maternal de esta divina misericordia de Dios Pero nunca estará permitido considerar la
intervención maternal de María como una especie de contrapeso de la justicia divina de Cristo, aunque la
intervención mariana sea realmente eficaz".
Edward. Schillebeeckx

Reflexión
Ha habido una visión mariológica que, inconscientemente, ha desarrollado una imagen de María como una
especie de correlato femenino de la divinidad. Ha querido poner en Dios las cualidades pretendidamente
masculinas, como el poder la creación, la ley, la fuerza legisladora, el poder judicial, el poder sancionador y
castigador implacable... Y, por otra parte, ha imaginado conconcentradas en María las cualidades de la bondad, el
perdón, la misericordia...
Fruto de todo ello es una imagen mítica de María deteniendo en el cielo el brazo de la cólera de Dios...
Esto es sencillamente falso, inaceptable en una visión cristiana realmente concorde con el evangelio. Es un
flaco servicio a la piedad mariana. Hay que superarlo.
Pero todavía nos quedan vestigios de esta mentalidad cuando atribuimos a ciertas prácticas de piedad una
eficacia automática de salvación eterna desconectada enteramente del evangelio, cuando no tenemos nuestra visión
cristiana enteramente centrada en el Padre de nuestro Señor Jesucristo, cuando no centramos toda nuestra práctica
en la lucha por la causa de Jesús tal como aparece en el evangelio.

Examen
-¿Hay en nuestra piedad mariana algo desenfocado?
-¿Qué cosas, ideas o prácticas, que en otro tiempo tuvimos, debemos d ar ya por superadas?
-¿Qué hacemos por recuperar a aquellas personas que abandonaron la fe escandalizadas ante prácticas
cristianas alejadas del evangelio?
Conversión
*Situar a María en nuestra espiritualidad dentro de un marco enteramente centrad en el e vangelio.
*Desterrar toda idea negativa sobre Dios que pudiera filtrarse en la devoción mariana.
*Dar testimonio de un cristianismo entera mente evangélico ante aquellos que tienen la idea de religión como
superstición, mitificaciones, prácticas ritualistas...

Invocación
-María, hija del Padre...
-...llévanos siempre por Jesús hacia el Padre.

Oración
Dios, Padre nuestro, fuente y origen de todo don y de toda bondad, haz que nunca dudemos de tu amor de
Padre, que supera toda capacidad humana de comprensió n.

Cantos sugeridos
"Madre de nuestra alegría", de C. Gabaráin, en María siempre.
"Estrella y camino", de C. Gabaráin, en María siempre.

4. HACIA EL ROSTRO REAL DE MARIA

Palabra de Dios
Lc 1, 26-38: Hágase en mí según tu palabra.
Mt 7, 24-29: El que practica estas palabras mías construye sobre roca.

Texto antológico
"En el desarrollo de la mariología, y particularmente de los dogmas marianos, ha influido históricamente
aquel viejo principio: potuit, decuit, ergo fecit, que aplicado al tema mariológico Podemos traducir: Dios pudo otorgar
a María un privilegio determinado; éste se adecuab a a su dignidad; luego se lo confirió de hecho. San Alfonso de
Ligorio partía de este principio y de la convicción de que toda prerrogativa que no desdiga de María puede serle
atribuida. Este convencimiento preside su libro sobre Las glorias de María, que representa, sin duda, una de las
joyas más valiosas de la literatura mariana de todos los tiempos. San Alfonso daba expresión así al cariño
incalculable por la Señora, que distinguió toda su vida que legó a su familia religiosa.
Hoy nos movemos dentro de otras coordenada culturales y antropológicas a la hora de formula nuestra
teología. Y si la tónica del amor reverencial sigue siendo constante de nuestro que hace teológic o sobre María,
también somos especial mente sensibles a las posibles sobrecargas ideológicas y a las mistificaciones excesivas
que el curso de los tiempos y de las culturas ha ido acumulan do sobre su figura. Nos resistimos a aceptar como
genuinamente cristiana cualquier imagen de Ma ría ataviada de un ropaje ornamental que terminó por alienar su
natural frescura.
El primer principio hermenéutica que orienta nuestra reflexión pretende descub rir el rostro rea de María, nos
guste más o nos guste menos, est de acuerdo con nuestra visión convencional d ello o en cierto desacuerdo. La
principal prerrogativa de María radica precisamente en la verdad de su realidad histórica. Aunque los datos de que
disponemos para recomponer su fisonomía histórica son muy exiguos, sabemos con todo que ella no pertenece al
mundo de los mitos, sino al mundo de la historia: fue un ser humano real que vivió en un tiempo y en una geografía
reales bajo unos condicionamientos socioculturales reales que no sólo precisan la veracidad de su existir concreto,
sino que, como tales condicionamientos, determinaron el desarrollo y la modalidad de su misma personalidad".
Miguel Rubio

Reflexión
Los evangelios no fueron escritos para que sepamos cosas, sino para que creamos. Son mensajes para la
fe. No están escritos como crónicas periodísticas ni como narraciones informativas. Son expresiones de la fe de las
primeras comunidades cristianas, a veces llenas de difíciles elaboraciones teológicas.
Cuando nosotros nos acercamos a los evangelios, corremo s el peligro de malinterpretarlos si los tomamos
como lo que no son. Por eso, una lectura sencilla y una interpretación directa pueden ser simplemente una ingenua
equivocación.
Hasta hace poco tiempo no hemos tenido medios técnicos y científicos suficientes como para saber distinguir
lo que son datos históricos de lo que son elaboraciones teológicas. En realidad, sigue siendo una cuestión abierta,
que nunca quedará enteramente definida. Pero hoy estamos en unas condiciones que resultarían envidiables para
nuestros antepasados en la fe. Hoy hemos recuperado científicamente muchos datos del ambiente social, cultural,
político y económico del tiempo de Jesús y María, y muchos datos de su rostro histórico real. Frente a estas
perspectivas, muchas de las vidas de Jesús y María que hace sólo unos decenios alimentaban nuestra fe han
quedado superadas definitivamente.
Para una piedad cristiana mínimamente ilustrada es hoy día necesario tener ideas claras sobre la
historicidad de los evangelios, sobre cómo y para qu é fueron escritos, sobre la posibilidad e imposibilidad de una
biografía de Jesús o de Ma Y a la vez es francamente importante tener clara una valoración de la historia concreta en
la que se realizaron los hechos de la historia de la salvación, para no cae r en la perspectiva desencarnada de
quienes pueden pensar que no son relevantes para la fe los datos concretos de las palabras, hechos, la historia real
de Jesús de Nazaret, como si pudiesen ser indiferentemente intercambiables con los de cualquier otro hi potético
hombre Dios. No confesamos como Dios a un hombre cualquiera, sino a un concreto hombre histórico que se llamó
Jesús de Nazaret. En él es donde nos hace inconfundible e inintercambiable su rostro, su rostro cristiano. Y otro
tanto pasa con María. María no es una mitológica figura celeste, de la que no importara su genuino rostro real
histórico.
Será importante tematizar este aspecto en la reflexión personal y comunitaria para adoptar una actitud que
valore debidamente los aspectos redescubiertos en el evangelio.

Examen
-¿Estudiamos la palabra de Dios o nos contentamos con lo que nos enseñaron cuando éramos niños?
¿Hemos asistido a algún curso bíblico para adultos?
-¿Tenemos en nuestra cabeza imágenes de Jesús y de María que mezclan lo histórico con lo piadoso,
legendario o puramente imaginativo? ¿Hacemos un esfuerzo de formación y estudio para tener una visión sólida de
los fundamentos históricos de nuestra fe?
-¿Pensamos acaso que Dios no valora nuestra historia real concreta, que lo que importa es simplemente que
lleguemos a la patria celeste, olvidando la tierra?
-¿Valoramos suficientemente que Jesús y María compartieron enteramente nuestra realidad humana, con
condicionamientos históricos concretos semejantes a los nuestros, es decir, psicológico s, culturales, físicos,
climáticos, políticos, cultuales, económicos, etc., o pensamos inconscientemente que aquí, en la tierra, vivieron una
vida medio mítica y celeste?

Conversión
*Tomar decisiones concretas para formar e ilustrar más nuestra fe.
*Valorar más y más la historia real, como cuerpo concreto donde Dios se encarnó.

Invocación
-María de Nazaret, mujer concreta de nuestra raza y de nuestra historia...
- ...haznos fieles discípulos de Jesús.

Oración
Dios nuestro que por María entraste en la historia y tomaste carne en unas circunstancias enteramente
determinadas y concretas. Te pedimos que eduques nuestros ojos para que seamos capaces de descubrir tu
presencia viva en las envolturas de la historia real.

Cantos sugeridos
"En el trabajo", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.
"Magnificat", de K. Argüello, en Bab ilonia criminal.

5. MARIA, VERDADERAMENTE HUMANA

Palabra de Dios
Mt 2, 13-15: Huida a Egipto.
Jn 2, 1-12: Fiesta de bodas en Caná de Galilea.

Texto antológico
"Haremos bien en considerar la familia de Nazaret como compuesta de personas que estaban
comprometidas en una batalla por su fe, de personas que se enfrentaban valientemente con todas las dificultades
de la vida gracias a una completa sumisión a las disposiciones supremas de Dios. La verdadera y completa pintura
de la vida de María no la hallamos en los apócrifos del Nuevo Testamento, sino en el sobrio relato de los evangelios.
La vida de María no sigue el esquema de los cuentos de hadas, como el de Blancanieves. No hay pajaritos silve stres
que le traigan aderezos preciosos en su piquito ni que la saquen del peligro en medio de una deliciosa música
celestial. Si María hubiese sido así, no habría constituido para nosotros un ejemplo de fortaleza en nuestro cotidiano
batallar con las duras realidades de una vida que es cualquier cosa menos un bello cuento de hadas. La vida de
María sería sencillamente un narcótico. Y una vez pasados sus efectos, tendríamos que enfrentarnos en la austera
realidad de la vida, llevando en nosotros un sentimie nto de inconsolable aridez: de una aridez mucho mayor que la
que teníamos antes. La vida de María, como la nuestra, fue verdaderamente humana. Y también ella estaba envuelta
en la misma clase de situaciones sociales opresoras, desesperanzadoras y con frecu encia insolubles, al parecer:
esas situaciones en que todo ser humano se encuentra situado de vez en cuando. Pero María, con su ejemplo, nos
mostró cómo la fe en el misterio del Dios vivo es más poderosa que la vida humana, más poderosa -también- que la
muerte, e incluso que la muerte de su propio Mesías".
Edward Schillebeeckx
Reflexión
La tradición piadosa volcó tantas alabanzas imaginadas sobre María que acabábamos por verla alejada,
distante, de otro planeta, inimitable, cuasi divina. Las imágenes de es cayola optaron por presentárnosla revestida de
su gloria celeste, ocultándonos el ropaje de su vida diaria, como madre laboriosa y sencilla del caserío de Nazaret...
Alguien llegó a decir que fue preservada por Dios de todo dolor desde el primer instante d e su ser natural...
Al pensar en María, nos fuimos dejando llevar, a lo largo de los siglos, por un sentimiento de fantasía y
romanticismo y por un vergonzante sentido de desprecio maniqueo hacia todo lo que es "muy humano": el cuerpo, la
vida cotidiana, las servidumbres humanas más sencillas... Pensábamos que enaltecíamos a María cuanto más la
alejábamos de su sencilla y verdadera y profunda humanidad. Como si el nacimiento de Jesús fuera más digno de
él y de su madre siendo "como un rayo de sol que atravi esa un cristal"...
Fue una filosofía, unos influjos, una mentalidad extrabíblica, hecha de platonismo, de maniqueísmo, de
idealismo.
Lo mismo nos había pasado. con Jesús. Hoy redescubrimos con fe admirada su profunda y completa
humanidad. En Jesús, Dios nos manifiesta su rostro profundamente humano. La vida y la persona de Jesús nos
muestran que tan profundamente humano sólo puede ser Dios mismo.
María puede ser modelo para nosotros porque es una mujer de nuestra raza, de nuestra tierra, miembro del
pueblo de Dios, la primera creyente, profundamente humana.

Examen
-¿Dejamos que nuestra fe nos modele y nos haga ser profundamente humanos al irnos purificando de todo
vestigio de intolerancia, rigorismo, legalismo, puritanismo, escrúpulo?...
-¿Da la Iglesia -y nosotros con ella- testimonio de ser profundamente humana?
-¿Tenemos alguna idea maniquea de precio de lo humano en pretendido beneficio de lo "espiritual" o
"sobrenatural como contrapuesto, alternativo, opuesto?
-¿Somos de los que se extrañan y no aceptan redescubrir a Jesús y a María, según evangelio, como
profundamente humano
-¿Tenemos acaso (inconscientemente) la idea de que Jesús es Dios a costa de ser menos hombre?
¿Somos de los que piensan que a veces se presenta a Jesús y a María como "demasiado hum anos"?

Conversión
*Valorar y desatar las energías humanizadoras que posee nuestra fe.
*Emprender alguna acción concreta para hacer más humana a la Iglesia.
*Comprender a los que abandonaron la religión porque la encontraron demasiado ¡idealista o poco hum ana.
*Humanizar las acciones y relaciones en nuestra comunidad cristiana, en nuestra familia
*Educar los ojos de la fe para saber ver la presencia de Dios, que palpita detrás de las vivencias de verdadera
humanidad.

Invocación
-Madre de Jesús, el Hombre Nuevo...
- ...haznos participar de su Humanidad Nueva.

Oración
Padre, tú que nos has dado en María, la madre de Jesús, un ejemplo de vida verdaderamente humana, no
sustraída a ninguna de las duras realidades de la vida real cotidiana, y en Jesús nos has mo strado tu rostro
humano, tipo y modelo de toda humanidad, haznos profundamente humanos, para ser mejor hijos tuyos, en Jesús,
tu Hijo, el Hombre Nuevo.

Cantos sugeridos
"Mujer fuerte", de F. Palazón, en Madre de los creyentes.
"Madre de los pobres", de C. Gabaráin, en María siempre.

6. MUJER OPRIMIDA Y LIBERADA

Palabra de Dios
Gál 5, 1: Para que seamos libres nos liberó el Mesías.
Jn 19, 25-27: Estaba su madre junto a la cruz.
Gál 3, 26-28: No hay diferencia entre hombre y mujer.
Mc 15, 37-41: Estaban allí unas mujeres, las que le habían seguido y servido en 4 Galilea, y otras muchas que
habían subido con él a Jerusalén.
Lc 8, 1-3: Le acompañaban los doce y muchas mujeres que le ayudaban con sus bienes.
Mc 15, 40-41: Magdalena, María y Salomé, cuando estaba en Galilea, lo seguían y lo atendían. Muchas
mujeres habían subido con él a Jerusalén.

Texto antológico
"En Oriente no participa la mujer en la vida púb lica. Cuando la mujer judía de Jerusalén salía de casa, llevaba
la cara cubierta con un tocado, que consistía en dos velos sobre la cabeza, una diadema sobre la frente con cintas
colgantes hasta la barbilla y una malla de cordones y nudos; de este modo no se podían reconocer los rasgos de su
cara. La mujer que salía sin el tocado que ocultaba su rostro ofendía hasta tal punto las buenas costumbres que su
marido tenía el derecho, incluso el deber, de despedirla, sin estar obligado a pagarle la suma estipulada para el
caso de divorcio en el contrato matrimonial. Había incluso mujeres tan estrictas que ta mpoco se descubrían en casa.
Las mujeres debían pasar en público inadvertidas. Las reglas de la buena educación prohibían encontrarse a
solas con una mujer, mirar a una mujer casada e incluso saludarla; era un deshonor para un alumno de los
escribas hablar con una mujer en la calle.
La situación de la mujer en casa corresponda a ,esta exclusión de la vida pública. Las hijas, en la casa
paterna, debían pasar después de los muchachos; su formación se limitaba al aprendizaje de los trabajos
domésticos. Respecto al padre, tenían ciertamente los mismos deberes que los hijos. Pero no tenían los mismos
derechos que sus hermanos; respecto a la herencia, por ejemplo, los hijos y sus descendientes precedían a las
hijas. La patria potestad era extraordinariamente grande respecto de las hijas menores antes de su matrimonio.
Los deberes de la esposa consistían, en primer lugar, en atender a las necesidades de la casa. Debía moler,
coser, lavar, cocinar, amamantar a los hijos, hacer la cama de su marido y, en compensación de su sustento,
elaborar la lana (hilar y tejer); otros añadían el deber de prepararle la copa a su marido, de lavarle la cara, las manos
y los pies. La situación de sirvienta en que se encontraba la mujer frente a su marido se expresa ya en estas
prescripciones; pero los derechos del esposo llegaban aún más allá. Podía reivindicar lo que su mujer encontraba,
así como el producto de su trabajo manual, y tenía el derecho de anular sus votos. La mujer estaba obligada a
obedecer a su marido como a su dueño, y esta obediencia era un deber religioso. Este deber de obediencia era tal
que el marido podía obligar a su mujer a hacer votos. Los hijos estaban obligados a colocar el respeto debido al
padre por encima del respeto debido a la madre. En caso de peligro de muerte había que salvar primero al marido.
Hay dos hechos significativos respecto al grado de dependencia de la mujer con relación a su marido: a) la
poligamia estaba permitida. La esposa, por consiguiente, debía tolerar la existencia de concubinas junto a ella; b ) el
derecho al divorcio estaba exclusivamente de parte del hombre. La opinión de la escuela de Hillel reducía a pleno
capricho el derecho unilateral al divorcio que tenía el marido.
La mujer viuda quedaba también en algunas ocasiones vinculada a s u marido: cuando éste moría sin hijos
(Dt 25,5-10; cf Mc 12,18-27). En este caso debía esperar -sin poder intervenir en nada ella misma- que el hermano o
los hermanos de su difunto marido contrajesen con ella matrimonio o manifestasen su negativa, sin la c ual no podía
ella volver a casarse.
Las escuelas eran exclusivamente para los muchachos, y no para las jóvenes. Según Josefo, las mujeres
sólo podían entrar en el templo al atrio de los gentiles y al de las mujeres. Había en las sinagogas un enrejado que
separaba el lugar destinado a las mujeres. La enseñanza estaba prohibida a las mujeres. En casa la mujer no era
contada en el número de las personas invitadas a pronunciar la bendición después de la comida. La mujer no tenía
derecho a prestar testimonio, puesto que, como se desprende de Gén 18,15, era mentirosa. Se aceptaba su
testimonio sólo en algunos casos excepcionales, los mismos en que se aceptaba también el de un esclavo pagano.
El nacimiento de un varón era motivo de alegría, mientras que el nacimie nto de una hija era frecuentemente
acompañado de indiferencia, incluso de tristeza.
Sólo partiendo de este trasfondo de la época podemos apreciar plenamente la postura de Jesús ante la
mujer. Lc 8,1-3 y Mc 15,41 hablan de mujeres que siguen a Jesús: es un acontecimiento sin parangón en la historia
de la época. Jesús cambia conscientemente la costumbre originaria al permitir a las mujeres que le siguiesen.
Jesús no se contenta con colocar a la mujer en un rango más elevado que aquel en que había sido colocad a por la
costumbre; la coloca ante Dios en igualdad con el hombre (Mt 21, 31 -32)".
Joaquim Jeremías

Reflexión
La crítica al "machismos sociocultural y los movimientos feministas son algo reciente, pero la realidad a la
que se refieren ha sido quizá permanente en la historia humana. La mujer ha sido secularmente sometida al varón,
marginada, despreciada y oprimida en muchas culturas. Los avances actuales de los estudios histórico -críticos
sobre el mundo bíblico nos hacen saber mejor que nunca cómo fue el a mbiente social del tiempo de Jesús y de
María: la sociedad judía, por cultura, por instituciones sociales e incluso por tradiciones religiosas, fue fuertemente
machista y marginadora de la mujer.
Es claro que Jesús sostuvo frente a la mujer un comportamien to radicalmente revolucionario frente a las
costumbres de la época. No se trata de querer convertirlo en un explícito fundador de movimientos feministas, pero sí
importa rescatar la impresionante protesta que Jesús, con sus hechos y con sus palabras, levan tó contra aquella
opresión de la mujer. Con ello estaba honrando también a su madre. María, como mujer, debió sentir el aire fresco
liberador que desataba la conducta "feminista" de Jesús. En él se sintió ya anticipadamente liberada.
Ser cristiano, seguir a Jesús implica seguirle también en esta causa de la defensa de la mujer, en la lucha
contra todas las injusticias de la historia. También ésa es una forma práctica de honrar a la madre de Jesús.
La Iglesia fue dejando entrar en su seno, con el tiempo, cos tumbres machistas, ideologías discriminatorias...
Tampoco supo ver desde el principio todo el potencial liberador de la práctica de Jesús. Es la tarea de los cristianos
en la historia. La Iglesia debería ser el lugar de máxima liberación y realización pers onal y social de la mujer. Los
cristianos deberíamos participar en todos los frentes en los que se juegue la promoción de la mujer..., empezando
por nuestra propia casa, nuestras propias costumbres cristianas, nuestras propias prácticas eclesiales y
eclesiásticas, poniendo el evangelio y el seguimiento de Jesús también en esto por encima de todo reglamento,
disciplina, disposición o canon...

Examen
- ¿Está comprometida nuestra comunidad cristiana con la causa de la liberación de la mujer?
- ¿Hay verdadera igualdad entre el hombre y la mujer en nuestra comunidad cristiana? ¿Pueden presentarse
las mujeres que participan en nuestra comunidad cristiana como mujeres liberadas?
-¿Hacemos que la imagen que el evangelio nos presenta de Jesús ante la mujer pueda ll egar a la mujer de
hoy y a los movimientos sociales que luchan por su liberación?
-¿Observamos algunos rasgos de machismo, de explotación o marginación de la mujer en nuestra vida
familiar, social, cultural, económica, política?... ¿Qué hacemos ante ello?
¿Hacemos todo lo que podemos para que la Iglesia toda, también dentro de sí misma, apoye la igualdad de
hombre y mujer?

Conversión
*Tomar a Jesús como modelo de actitud frente a los problemas sociales de la mujer.
*Comprometerse en favor de la promoción de la mujer tanto en la sociedad como en la Iglesia.
*Vivir en el seno de nuestra comunidad cristiana una superación real del machismo y de la infravaloración de
la mujer.
*Analizar críticamente las actitudes, usos, costumbres, leyes... que nos rodean, tratando de descifrar los
vestigios de ideologías machistas que aún persisten.

Invocación
-María, madre de Jesús, mujer oprimida y liberada...
- ...para que fuéramos libres nos liberó tu hijo.

Oración
Dios, Padre nuestro: en Jesús, el hijo de María, nos has dado el ejemplo de la lucha que hemos de mantener
contra las esclavitudes que oprimen al hombre, contra toda alienación de la dignidad humana. Ayúdanos a no
descuidar la lucha contra toda forma de opresión de la mujer, hasta que venga tu Reino.

Cantos sugeridos
"Pienso en ti", de E. V. Mateu, en Madre del pueb lo.
"Dolorosa", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Mujer fuerte", de F. Palazón, en Madre de los creyentes.

7. MARIA, EN CAMINO

Palabra de Dios
Lc 2, 51-52: Jesús crecía en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Mc 3, 20-21.31-35: Sus parientes decían que no estaba en sus cabales.

Texto antológico
"Es 'posible que para muchos la perfección excepcional de esta mujer 'llena de gracia', santa desde el
principio, etc., reste mérito y ejem plaridad a su figura: ella tuvo unos particulares privilegios que nosotros no
tenemos. Presentar a María como 'hecha' desde el principio es una simplificación que no se dio en la vida de Cristo.
Como todos los creyentes, no tuvo más remedio que estar bien atenta a los 'signos de los tiempos' y a las sorpresas
del futuro. Tampoco ella conoció la densidad de su 'hora' hasta que no llegó. Su vida fue un caminar de fe en fe y de
gracia en gracia. María pasó por diversos grados de desarrollo, 'aún inconsciente d e la grandeza que incluso en
aquel estado era ya suya... María es para ella misma un misterio de profundidad inexpresada, que la hacía tender
constantemente hacia nuevas metas' (cf E. SCHILLEBEECKX, María, Madre de la Redención, Madrid 1971, 90-91).
Como muy bien dice Karl Rahner: 'Considerando las cosas desde el exterior, ella ha vivido una vida realmente
mediana, oculta, trabajosa, en lo ordinario de la existencia penosa de cualquier pobre mujer de un pobre rincón
cualquiera de un pequeño país, alejada de la grande historia, de la grande civilización y de la política. Ha conocido la
búsqueda y la angustia, nunca lo supo todo, lloró, debió preguntarse y ponérselo todo en cuestión, como los demás
hombres, etapa tras etapa, a lo largo de toda su existencia. Tuvo que preguntarle a su Hijo: 'Hijo mío, ¿por qué nos
has hecho esto? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados'. Se dice de ella por dos veces que no
comprendió lo que se le decía (Lc 2,33 y 50). Tuvo que acoger muchas cosas en el silencio de su c orazón para que
más tarde todo esto fructificara en una penetración e intuición claras (Lc 2,19 y 5 1).
Gilberto Canal

"Lo que tiene la máxima importancia es esa realidad espiritual, procedente de la completa sumisión de María,
en la fe, a todo el misterio concreto de Cristo, y procedente de su intuición que fue madurando gradualmente, la cual,
aunque no explícitamente, se hallaba ya presente en forma positiva desde el comienzo mismo, y eventualmente hizo
irrupción con asombrosa claridad. En todo caso, yo creo que sería fundamentalmente erróneo poner mayor énfasis
en la naturaleza explícita y en un conocimiento anticipado de que disfrutara la fe de María, que no en el mérito
religioso -mucho mayor- de una fe que se sacrifique a sí misma, de una fe que no calcula de antemano, sino que -
más bien- concede crédito para enormes cantidades, y que acepta acontecimientos futuros, todavía desconocidos,
que parecerían estar en contradicción con la idea del Mesías 'rey', tal como se contenía en el mensaje del ángel".
Edward Schillebeeckx

Reflexión
La tradición piadosa nos ha presentado a María como "hecha" y perfecta desde el principio. Se llegó a decir
que "plenamente consciente desde el primer instante de su ser natural"...
A Jesús mismo, que era Dios y Hombre, no le fue ahorrada esa ley humana del crecimiento, el dinamismo de
la evolución personal, la ardua labor del discernimiento constante, el análisis de los signos de los tiempos y del
lugar, la escucha atenta y esforzado de la voz de Dios a través de los aconte cimientos, la ineludible encarnación
humana en la historia. La vida de María, como la de Jesús, tuvo que ser una trabajosa búsqueda de la voluntad del
Padre, un crecimiento gradual en conciencia...
No somos seres "hechos" completos y perfectos desde el pri ncipio. Somos historia. Y Dios quiere que
aceptemos tanto sus posibilidades como sus limitaciones. El las aceptó cuando se hizo hombre e historia en Jesús.
Y no se las ahorró a María, su madre. Asumamos en fe el estilo y la pedagogía de Dios.
La comunidad cristiana también está en la historia y es historia. Y necesita un discernimiento continuo, una
conversión permanente (Vaticano II, UR 6), un crecimiento sin estancamiento' sin inmovilismos, sin retrocesos ni
involuciones.

Examen
-Seguimos creciendo, o ¿hace tiempo que estamos estancados?
-¿Vivimos en discernimiento constante, en alerta continua? ¿Seguimos convirtiéndonos o pensamos que ya
estamos convertidos del todo?
-¿Aceptamos en fe la paciencia de Dios y la pedagogía de Dios o quisiéramos que las cosa s fueran de otra
forma, a nuestro gusto?
-¿Vivimos en formación permanente?
-¿Observamos los signos de los tiempos y los signos de los lugares?

Conversión
*Tomar decisiones para seguir creciendo, madurando, aumentando nuestra fidelidad, prosiguiendo nuest ra
formación permanente.
*Tomar decisiones para luchar contra todo estancamiento, retroceso o involución en la comunidad cristiana,
en la Iglesia, en la sociedad civil e internacional.

Invocación
-Madre de Jesús, siempre en camino y en crecimiento...
- ...ven con nosotros al caminar.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en Jesús y en María nos muestras tu llamada a seguir tu voluntad, a estar siempre
en camino, ayúdanos a vivir en conversión permanente sin detenemos nunca en nuestro camino hacia ti.

Cantos sugeridos
"Santa María de la Esperanza", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Reina del mundo", de G. Ferrero, en Madre de todos.

8. FE EN LA OSCURIDAD

Palabra de Dios
Lc 2,48-50: Quedaron sorprendidos y no comprendieron.
Gén 22,1-13: Toma a tu hijo y ofrécelo en sacrificio.
Heb 11,1 - 12,3: Los testigos de la fe.
Mt 14,22-33: ¿Por qué has dudado, hombre de poca fe)
Heb '13,1-3: Fijos los ojos en Jesús, pionero y consumador de la fe.

Texto antológico
"Con frecuencia nos inclinamos a pensar que la vida íntima que María, José y Jesús vivieron en su hogar de
Nazaret fue una especie de existencia de 'cuento de hadas'. ¡Qué fácil y qué idílica debió ser la vida en un hogar lleno
de los sonidos de la voz del Niño Jesús, en un hogar que, cada vez que !a madre abrazaba con ternura a su propio
hijo, estaba teniendo en sus brazos a la divinidad! Pero podemos estar seguros de que las cosas no fueron así. La
realidad viva de la Sagrada Familia distaba mucho de ser un mundo de cuento de hadas. Tendemos a olvidar que
toda la vida terrena de María transcurría bajo el velo de la fe: de una fe que ni veía ni comprendía, pero que seguía
confiando en la Providencia divina. Tendemos a olvidar el peso abrumador de la vida de fe que vivió María: una vida
de fe que la convirtió en la 'Reina de los confesores'. Nos inclinamos a dotar a María -a María tal como vivió en la
historia de una especie de visión intuitiva (en miniatura) de Dios, aunque nada se nos dice de ésta en la Escritura ni
en la tradición, y aunque queda contradicha realmente por todos los relatos genuinos, y especialmente por los que
leemos en el evangelio de Lucas. Por lo demás, no captamos la verdadera grandeza de la vida de María: su vida de
fe.
María empleó toda su vida en la severa prueba de esta fe: no compr endiendo, sino creyendo con una fe que
se iba acrecentando por medio de la meditación y por vivir en contacto íntimo con aquel Hijo que iba creciendo".
Edward Schillebeecks

Reflexión
La tradición, la literatura clásica y la iconografía habitual nos prese ntan una imagen de María que lo sabía
todo, que lo veía todo claro. Como si viviera anticipadamente en la esfera de la divinidad, con un conocimiento
explícito previo que le ahorrara la oscuridad de la fe, las dudas, el desconcierto, el no entender.
La palabra de Dios, con la ayuda de la teología y las ciencias bíblicas, nos ha devuelto a Jesús como también
creyente. Jesús tenía fe. Y no sabía, no entendía... La vida de Jesús tuvo que ser de un laborioso discernimiento en
fe... María no fue caso aparte.
Creer no es saber, no es ver claro, sino fiarse, entregarse en oscuridad. Sin oscuridad no hay fe. Cuando se
ve todo claro, cuando se sabe, ya no hace falta que creamos, porque lo vemos. Creer es caminar en medio de la
oscuridad, sin otra luz que la de la propia entrega y confianza en Aquel a quien creemos. Todas las demás luces y
certezas restan posibilidades a la fe.

Examen
-¿Cómo soportamos las dudas, las perplejidades, los desconciertos en la fe?
-¿Tenemos todavía la idea de que la fe nos va a evitar toda oscuridad?
-¿Mantenemos la fidelidad a pesar de la oscuridad?

Conversión
No medir nuestra fe por las dudas o las oscuridades, sino por la fidelidad a toda prueba.
Poner de verdad nuestra vida en las manos de Dios.

Invocación
- Feliz tú, que has creído...
- ...ayúdanos a creer a pesar de las dificultades.

Oración
Dios, Padre nuestro: queremos entregamos a ti con una fe fuerte, inconmovible, serena y confiada, a pesar de
la tentación y de la más dura oscuridad. De una fe así nos dio ejemplo tu Hijo, aband onado en la cruz, y María, su
madre. Te damos gracias por su ejemplo y por tu gracia.

Cantos sugeridos
"Santa María del Amén", de J. A. Espinosa, en El Señor es mi fuerza.
"En el trabajo", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.

9. EL HIJO DE MARIA COMO SIGNO DE CONTRADICCION

Palabra de Dios
Lc 2, 33-35: Simeón a María: Jesús será una señal de contradicción.
Lc 4, 28-30: Le echaron de la ciudad y querían despeñarlo.
Lc 6, 20-26: Ay de vosotros cuando todos hablen bien de vosotros.
Lc 23, 4-5: Jesús solivianta al pueblo con su enseñanza.
Mt 10, 34-39: No he venido a traer la paz, sino la guerra.
Lc 12, 49-53: He venido a traer fuego a la tierra. Se dividirán dos contra tres y tres contra dos.

Texto antológico
"Es preciso señalar que la profecía de Simeón se dirige explícitamente a María, madre de Jesús. El
evangelista tiene cuidado en indicarlo. Ella, personalmente después de haber recibido las promesas de alegría -en
la anunciación y en el nacimiento, tiene que recibir las profecías de la contradicción, refe rente a su hijo, y de la
espada referente a ella: '... y en cuanto a ti misma, una espada traspasará tu alma'. Dos veces el texto insiste en la
persona de María. Parece como si el anciano Simeón ahora fijara especialmente su mirada sobre María para darle
bien a entender que el sufrimiento del que habla le concierne a ella y personalmente. A causa del sufrimiento del
Mesías, su hijo, María conocerá también el dolor. Dolor que es designado como un gran sufrimiento, pues la palabra
'romphaia' indica una espada de grandes dimensiones, terrible en extremo. El dolor este de la espada alcanzará lo
más profundo del ser de María, traspasará su alma de parte a parte. La imagen es muy dura y fuerte. No se trata aquí
de un superficial pesar sentimental, sino en verdad d el sufrimiento más punzante que penetra hasta las
profundidades del ser. ¿Qué sufrimiento es éste?
La espada es la palabra de Dios que juzga y revela las profundidades del ser. Y esto nos recuerda la profecía
de Simeón, quien también habla de este juicio y revelación de los pensamientos del corazón realizados por el
Mesías, signo de contradicción que ocasiona la caída o la resurrección de los hombres. Cristo, Palabra viva y eficaz,
será el revelador de los pensamientos profundos y efectuará así el juicio de los hombres que, a su vez, caerán o se
levantarán. La espada de la que habla el inciso referente a la Virgen María es esta Palabra viva y eficaz que revela las
intimidades y juzga los corazones. La espada que va a traspasar su alma es la Palabra, viva y e ficaz en su hijo, que
penetra hasta la división del alma y del espíritu, hasta las coyunturas y la médula, y discierne los pensamientos e
intenciones del corazón (Heb 4,12)".
Max Thurian

Reflexión
La vida no era fácil en Palestina en tiempos de Jesús. No era romántica ni idílica para nadie, y menos para los
pobres. Y a María se le complicó la vida aún más por la conflictividad que suscitó Jesús.
La vida, la palabra y la praxis de Jesús están marcadas en el evangelio por una fuerte conflictividad. El
anuncio del Reino, la denuncia consiguiente y la praxis liberadora que Jesús lleva adelante suscitan el
enfrentamiento a muerte de los poderes sociales y religiosos. Jesús asume la conflictividad y sigue adelante, fiel a
su misión.
María tuvo que sufrir por esta situación. Tuvo que ir evolucionando desde una posible actitud primera de
extrañeza o rechazo hasta la adhesión total a su Hijo, sin condiciones, a todo riesgo. Y sufrió la contradicción hasta el
final, en propia carne. Se cumplió la profecía de Simeón.

Examen
¿Sufrimos en nuestra propia carne la conflictividad que sufrió Jesús? Si nadie nos persigue, si para nadie
somos denuncia, ¿a qué se debe?
-¿Somos valientes para testimoniar la Verdad sin miedo a las consecuencias?
-¿Cómo reaccionamos ante las críticas que nos vienen por ser cristianos, por luchar por la causa de Jesús?
¿Somos fieles hasta el final, como María?
-¿Somos para nosotros mismos denuncia de todo lo que de antievangélico hay en nuestra vida?

Conversión
Mantener la esperanza y la constancia en las luchas que debamos sostener, a pesar de todos los obstáculos
y contradicciones.
Vencer el respeto humano, el qué dirán, el miedo a las críticas.
Expresar nuestra solidaridad con los cristianos que están siendo perseguidos en la actualidad por
comprometerse en la lucha por el Reino, los perseguidos por causa de la justicia.

Invocación
-María, madre dolorosa, discípula de Jesús...
- ...ayúdanos a aceptar la cruz de la conflictividad que nos venga de su seguimiento.

Oración
Dios nuestro: la madre de Jesús supo afrontar la conflictividad que suscitó su hijo, sin avergonzarse,
asumiéndola valientemente. Aceptó ser la madre del profeta perseguido, ajusticiado como un criminal. Danos su
coraje y su valor.

Cantos sugeridos
"Dolorosa", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Cristo, nuestro hermano", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.

5. MARIA, POBRE

Palabra de Dios
Lc 2, 1-7: No hubo para ellos sitio en la posada.
Flp 2, 5-8: Tened la actitud de Cristo Jesús, que tomó la condición de esclavo.

Texto antológico
"La cueva no tenía más higiene
que el viento de la noche.
Dios tuvo un vecindario
de pobres amhaares.
-Vallecas o Belén. Belén o Harlem.
Belén o las favelas...-
Tú tenías apenas las dos manos
para alternar con ellas el pesebre.
Las ricas caravanas llegaban siempre a punto.
Vosotros llegaríais con las puertas cerradas.
No hubo piso en Belén;
ni hubo piso en Egipto,
y no hay piso en Madrid para vosotros.
José estará de paro forzoso muchos días.
Después tendrá, por fin,
unas chapuzas de esperanza en madera.
(Quizá abrirá zanjas, sin subsidios).
Hebreos sospechosos en un barrio de Egipto acorralado,
viviréis al contado de la suerte como viven las aves.
El Nilo gastará, día tras día,
la piel y la hermosura de tus manos anónimas,
sangre del rey David venida a menos.
Y el Niño crecerá sin más escuelas
que la lección del sol y tu palabra.
Vecina del pecado y la vergüenza,
con el Verbo hecho carne
que habita entre nosotros,
tú has instalado a Dios en el suburbio humano..."
Pedro Casaldáliga

Reflexión
Se impone una reflexión sencilla: Jesús y María fueron pobres, y eso significa algo.
Caigamos explícitamente en la cuenta de que Jesús y María fueron pobres. Pertenecieron a la clase social de
los pobres. No fueron ricos. No estuvieron entre los grupos dominantes, adinerados, cultos, privilegiados, admirados
y prestigiados. Nazaret no era sino un miserable caserío. José no era terrateniente ni tenía un puesto envidiable en la
escala social. Y la vida que llevaba la familia de Jesús era una vid a de pobres.
Y en aquella sociedad, como en todas, la pobreza no era una simple fatalidad inevitable. Había también
entonces estructuras económicas que producen empobrecidos, la clase de los pobres.
Hay quienes prescinden de estos datos. En su espiritualid ad, sacan a Jesús y a María de su condición social
concreta. Tienen miedo a tocar estos temas. Tienen interés por minusvalorarlos. Quieren hacerlos insignificantes, no
significativos.
Pero fue Dios mismo quien los hizo significativos en su encarnación. Los hizo palabra de Dios. Dios nos
habla en todo ello. No dejemos de analizar, estudiar, escuchar esta Palabra.

Examen
-¿Escamoteamos el tema de la pobreza en
nuestra representación de Jesús, de María, en nuestra espiritualidad, en nuestra ética cristiana?
-¿Qué postura tenemos frente a la pobreza? ¿O no tenemos ninguna postura reconocida? ¿La confrontamos
con la del evangelio?
-¿Somos de los que hacemos insignificante la pobreza que Dios escogió para su encarnación?
-¿Qué nos dice la pobreza de Jesús y de María frente a nuestro nivel de vida?
-¿Qué postura, mentalidad o ideología se esconde detrás de nuestras visiones de la pobreza?

Conversión
*Valorar la pobreza.
*Abrir los ojos críticamente al tema de la pobreza, sus causas, sus estructuras.
*Escuchar lo que nos dice Dios en la pobreza de Jesús y de María.
*Escuchar el grito de Dios en las mayorías empobrecidas de nuestro planeta.

Invocación
-Madre de Jesús, pobre entre los pobres...
- ...haznos seguir a Jesús pobre.

Oración
Padre: tu hijo se ha hecho hom bre no de un modo abstracto, sino concretamente en la pobreza y en la clase
de los pobres, y María fue quien le ofreció esa posibilidad. Haz que al seguir a Jesús no escamoteemos esta palabra
mayor que él nos dirige desde el misterio de su encarnación.

Cantos sugeridos
"Madre de los pobres", de C. Gabaráin, en María siempre.
"El reino de los pobres", de G. Ferrero, en Madre de todos.

11. MARIA Y JOSE FUERON REFUGIADOS

Palabra de Dios
Mt 2, 13-18: Herodes buscará al niño para matarlo.

Texto antológico
"¿Cómo se manifestará en la vida de María la espada anunciada por Simeón? Después de la presentación en
el templo, donde la consagración del primogénito y el sacrificio de holocausto han tenido el sentido indicado por
Simeón: excelente acción de gracias y despojo personal para permitir que se cumpla la misión del Siervo -sufriente,
María y José no tardarán en sentir la impresión en su vida de los estigmas del sufrimiento. A la visita de los Magos,
que les revela de nuevo la universalidad de la misión mesiánica de Jesús, sigue la huida a Egipto para sustraerse a
la persecución de Herodes. Hasta la muerte del rey vivirán como refugiados en tierra extranjera. Y entonces tiene
lugar la matanza de los inocentes, que costearán con su martirio la vida del Mesías niño. María debe padecer el dolor
del destierro y, además, el dolor de todas las madres de Judea, que por ella sufren la cruel muerte de sus hijitos. Se
repite la noche de Pascua: Jesús, el primogénito, está a salvo, cuando los demás niños de su edad son
asesinados; sí, es el signo por excelencia de la liberación, pero el precio es tal que María ha sido duramente
impresionada por este drama, del que se libra convirtiéndose en una desterrada, una refugiada.
A su regreso irán a Nazaret para esconderse en esa Galil ea de los extranjeros, donde antaño María recibiera
las promesas del ángel. Podemos imaginarnos que esta vida escondida no siempre estará exenta de temor, pues
María y José saben que su hijo, el Mesías, ha de suscitar la oposición de los poderosos de este mundo a nada que
manifieste su reinado mesiánico y.
Max Thurian

Reflexión
La familia de Jesús no fue precisamente una familia bien colocada, de alta posición, sin contratiempos, de
alta cuna, con una vida sin sobresaltos. La cueva de Belén. El exilio en E gipto. Jesús mismo en su vida adulta tuvo
que esconderse, evitar sus apariciones en público en determinadas épocas, esconderse de los que sabía le
perseguían, acogerse al ocultamiento protector de los amigos...
Los egoísmos humanos, la persecución de la ve rdad, la imposición de los dominadores, la carestía de la
vida... han provocado a lo largo de la historia un interminable desfile de exilios, deportaciones, persecuciones
ideológicas, campos de refugiados, colonias de emigrantes, etc.
María, José, Jesús no fueron extraños a todo esto. Y hoy, en un mundo con tantos millones de refugiados,
exiliados, perseguidos, emigrantes forzosos..., no podemos dejar de pensar en ello. Porque en ellos también hoy
Jesús sigue huyendo, emigrando, refugiándose, exiliándose...

Examen
-¿Qué nos dice la situación de nuestro mundo con los millones de personas exiliadas, deportadas,
emigradas?...
-¿Actuamos consecuentemente como personas sensibles y solidarias con todos estos dolores humanos?
-¿Somos de alguna manera, a nuestra pequeña escala, provocadores de exilio y de huida para los demás?

Conversión
*Apoyar iniciativas de solidaridad correspondientes.
*Tratar de extender una mentalidad de tolerancia, de lucha por la justicia, de defensa de los derechos
humanos...
*Hacer algo por acoger a los marginados, por dar cabida e integración a los que la sociedad rechaza.
*Luchar contra la intransigencia, la intolerancia y las persecuciones contra la Iglesia y en la Iglesia misma.

Invocación
-María, mujer y madre perseguida...
- ...haznos solidarios con todos los perseguidos.

Oración
Padre: Jesús, tu hijo, se hizo enteramente uno de nosotros. Compartió nuestras angustias y penalidades,
excepto el pecado. Ayúdanos a compartir también nosotros el dolor de nuestros hermanos, para vencerlo y
superarlo, para conseguir un mundo de solidaridad y fraternidad, haciendo así eficaz la salvación que Jesús nos
trajo.

Cantos sugeridos
"Madre del pueblo", de E. V. Mateu, en Madre del pueb lo.
"Dolorosa", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Ruega por nosotros", cantiga popular, en María de Nazaret.

12. MARIA, DEL PUEBLO

Palabra de Dios
Flp 2, 5-11: Se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.
Jn 2, 1-12: Hubo una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
Lc 1, 16-38: Envió Dios a Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret.
Mt 25, 31-46: Jesús se identifica con los más pobres.
Lc 4, 16-30: Dar la Buena Noticia a los pobres, misión de Jesús.
Lc 7, 18-23: Dar la Buena Noticia a los pobres, señal mesiánica.

Texto antológico
"¿Qué significaba para María ser del pueblo de Dios? Significaba ser del pueblo pobre y vivir sus problemas.
María era del pueblo pobre no como quien baja de un alto trono para dar una pequeña ayuda o limosna a los
pobres cuitados que están abajo.
Era del pueblo porque vivía la misma vida de todos. No era rica ni poderosa (cf Lc 1,52 -53), sino pobre;
casada con un muchacho pobre, José, emigrante o hijo de emigrantes. Tenía un hijo pobre, Jesús, que carecía
hasta de un hogar donde reclinar la cabeza (cf Lc 9,58). Para unos pobres como ellos no había lugar en las posadas
y sólo disponían de los abrigados de animales, las grutas y chozas (cf Lc 2,7).
Pero hay pobres que, a pesar de serlo, están del lado de los ricos y poderosos, despr eciando a sus
compañeros. María no era así. Su cántico en casa de Isabel muestra muy bien de qué lado quiso quedarse: del lado
de los humildes (Lc 1,52), de los que pasan hambre (Lc 1,53), de los que temen a Dios (Lc 1,50). Además, se
despegó claramente de los orgullosos (Lc 1,51), de los poderosos (Lc 1,52) y de los ricos (Lc 1,53). Para María, ser
del pueblo de Dios significaba vivir una vida pobre y asumir la causa de los pobres, que es la causa de la justicia y
de la liberación.
Estas cosas pueden chocar a los ricos y a los poderosos, que gustan de ir tras las andas de Nuestra Señora,
llevadas por el pueblo humilde. Pero ésta es la verdad. Si alguien no lo cree, dé una ojeada al cántico de María (Lc
1,46-55).
Por fin, María era del pueblo porque llevaba en sí misma la esperanza de todos, la misma fe y el mismo amor.
Todo el pasado desde Abrahán, corría por su sangre y la empujaba a actuar (cf Lc 1,54 -55)".
Carlos Mesters

"Y el Verb o se hizo clase.

En el vientre de María,
Dios se hizo hombre.
Y en el taller de José,
Dios se hizo también clase".
Pedro Casaldáliga
Reflexión
Que Jesús, María y José pertenecieron históricamente al estrato social de los pobres en Palestina es algo
sabido y comprobado. Dios se encarnó en el mundo de los pobres. La Palabra de D ios se hizo carne y se hizo
pobreza. Desde entonces, la carne y la pobreza son vehículos portadores del mensaje de Dios.
Dios no guardó en Jesús una actitud hacia los pobres simplemente preferencial, benéfica, asistencial o
paternalista... Dios se hizo pobre. Se encarnó en su mundo. No cualquier forma de relación con los pobres es
cristiana.
María participó de la vida del pueblo. Es decir: se despegó claramente de los intereses de los ricos y de los
orgullosos, supo entrever contemplativamente la acción de Dios en favor de los pobres en los hechos de la vida
diaria, asumió la causa de los pobres, que es la causa de la justicia y de la liberación; gritó entusiasmada
reclamando la liberación de los pobres.
Esta actitud de María, y más aún la de Jesús, escandal izaron a los ricos y poderosos, y a los bienpensantes y
religiosos del tiempo, que tenían a Dios secuestrado a su favor. De ahí provino la cruz que cargaron a Jesús. Todo
ello se sigue repitiendo hoy día siempre que el cristiano sigue los pasos de Jesús y de María en la opción por el
MARIA, MODELO pueblo, por los pobres, las mayorías pobres y oprimidas de nuestro planeta.

Examen
-¿Tenemos todavía sobre la pobreza y sobre el pueblo de Dios una idea solamente espiritual?
-¿Adoptamos todavía, consciente o inconscientemente, actitudes paternalistas?
-¿Cuál es nuestro lugar social, desde dónde leemos la realidad, desde qué intereses interpretamos el
evangelio?
-¿Podemos decir honradamente que nos sentimos compañeros de la esperanza de los pobres de la tierra
que luchan por la liberación?
-¿Tenemos miedo a la cruz, al qué dirán, al escándalo de los bienpensantes ante el compromiso decidido a
favor de los pobres?
-¿A favor de quién juega el peso social de mi vida, mi persona, trabajo, puesto, influjo social?...

Conversión
*Hacer nuestra la opción eclesial por los pobres.
*Definirnos ideológica y vivencialmente siempre del lado de los más pobres.

Invocación
-Santa María, mujer del pueblo de los pobres...
- ...danos un corazón de pobres para luchar con la

Oración
Dios, Padre nuestro, que en Jesús nos has mostrado el camino que hemos de seguir para llegar hasta ti:
camino de pobreza, de despojamiento y de encarnación en el pueblo. Haz que, como María, también nosotros
sigamos fiel y valerosamente ese camino de seguimiento de Jesús.
Cantos sugeridos
"Madre del pueblo", de E. V. Mateu, en Madre del pueb lo.
"Hija del pueblo", de A. Taulé, en Dios te salve, María.

13. PROFETISA DE LOS POBRES

Palabra de Dios
Lc 1, 46-53: Destronó a los poderosos y levantó esperanza de los pobres. a los humillados.
Lc 6, 20-26: Bienaventuranzas y malaventuranzas.
Mt 11, 25-26: Te doy gracias, Padre, porque has revelado esto a los sencillos.

"Miriam, mujer libre -por no alienada por ningún varón ni por ningún tipo de presiones de ning ún sistema, ni
erótico, ni pedagógico, ni político-, juega todo lo que tiene por la liberación: 'Derribó a los poderosos de sus tronos y
elevó a los humildes; llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías' (Lc 1,52 -53). En
su sentido etimológico estricto, poner abajo lo que está arriba' se decía en latín sub vertere: 'subvertir'. En estas
frases del Magnificat, Miriam se muestra maestra de subversión, de crítica profético, definiendo por adelantao la
función de su Hijo, de la Iglesia y la vocación cristiana hasta la parusía.
Esa Virgen liberadora ha sido, sin embargo, totalizada por sistemas políticos, pedagógicos y eróticos, que la
quieren identificar con el pecado, con la opresión, para transformarla en 'Madre de la resignac ión'. ¡Nada más lejano
a la postura de Miriam de Nazaret, la madre del crucificado por rebelar al pueblo'!".
Enrique Dussel

"El Magnificat es espejo del alma de María. En ese poema logra su culminación la espiritualidad de los
pobres de Yavé y el profetismo de la Antigua Alianza. Es el cántico que anuncia el nuevo evangelio de Cristo, es el
preludio del Sermón de la Montaña. Allí María se nos manifiesta vacía de sí misma y poniendo toda su confianza en
la misericordia del Padre. En el Magnificat se manifiesta como modelo para quienes no aceptan pasivamente las
circunstancias adversas de la vida personal y social ni son víctimas de la C alienación', como hoy se dice, sino que
proclaman con ella que Dios es 'vengador de los humildes' y, si es el caso, 'depon e del trono a los soberbios"'.
Juan Pablo II

Reflexión
Jesús fue considerado por el pueblo, ante todo, como un profeta. Tomó los orígenes de su mensaje de las
palabras de los profetas y fue el nuevo y definitivo profeta.
Como tal, anunció el reino de Dios y denunció todo lo que se opone a ese reinado de Dios. No fue neutral,
evasivo o descomprometido. Estuvo siempre claramente definido en favor de la justicia, de la igualdad, de los
pobres. Y por eso lo mataron.
El cristianismo cayó posteriormente en manos del pensamiento platónico e idealista, y se hizo de él una
lectura sólo espiritualista, perdiendo toda referencia a los datos concretos del Jesús histórico. El hambre y sed de
justicia se tradujo por hambre y sed de santidad. Los pobres del evangelio fuer on leídos solamente como humildes y
desprendidos de corazón, etc.
Cuando hoy la Iglesia quiere recuperar la densidad profético y comprometida del Jesús del evangelio,
algunos cristianos se aferran a una lectura espiritualista, más cómoda y evasiva, y acusa n asustados con fantasmas
ajenos al evangelio.
Pero antes de cualquier otra consideración, los discípulos de Jesús debemos volver al evangelio y descubrir y
recuperar su opción profético y su opción por los pobres. María lo hizo anticipadamente en su canto liberador.
Nosotros no podemos escamotear la lección.

Examen
¿Tenemos miedo a comprometernos por la justicia, la igualdad, la superación de las clases sociales?
¿Decimos para justificamos que eso no tiene nada que ver con el evangelio? ¿Llegamos a decir o pensar
inconscientemente que Dios queda indiferente ante la injusticia, la desigualdad o la explotación del hombre por el
hombre?
- ¿Cómo entendemos las palabras de María en su Magnificat, de una forma sólo "espiritual"? ¿Qué
significado concreto le dam os?
- ¿Somos partidarios de la "subversión" de que habla María en su canto, o pensamos que hoy no tiene ya
sentido?
- ¿En qué hechos se puede ver concretamente que participamos de la función profético de Cristo y que hoy
también nosotros estamos proféticamente definidos en favor de la justicia y del amor?

Conversión
*Tratar de estudiar (en grupo o individualmente) las ineludibles exigencias de justicia que brotan del
seguimiento de Jesús.
*Corregir nuestra actitud en aquellas situaciones o circunstancias en las que no estamos siendo verdaderos
testigos del profeta Jesús.
*Tomar decisiones concretas para analizar la influencia que ejerce nuestra situación económica en nuestra
forma de pensar respecto a la pobreza y los pobres.
* Tratar de eliminar de nuestra cabeza las descalificaciones fáciles que hacemos en la Iglesia a los que se
comprometen radicalmente por la justicia.

Invocación
-María, madre de Jesús, profetisa de los pobres...
- ...haz que se cumpla hoy, de nuevo, tu profecía.

Oración
Padre: tú no eres neutral ni puedes ver impasible la injusticia del mundo, las luchas fratricidas de tus hijos.
Por eso nos has manifestado en Jesús tu proyecto de justicia, amor, fraternidad, el reino de Dios, y quieres que
demos la vida por esa causa, como la dieron Jesús y María, su madre. Da a tu Iglesia el sentido profético de María,
su compromiso claro y decidido por los pobres en la esperanza del reino.

Cantos sugeridos
"Cántico de María", de A. Mejía, en La asamb lea que canta.
"Canto de María Virgen", de E. V. Mateu, en Madre del pueb lo.

14. TIPO DE LA IGLESIA

Palabra de Dios
He 1,12-14: María orando con la primera comunidad cristiana.

Texto antológico
"La Virgen Santísima, por el don de la maternidad divina y por sus gracias singulares, está íntimamente uni da
con la Iglesia. Como ya enseñó san Ambrosio, la madre de Dios es tipo de la Iglesia en el orden de la fe, del amor y
de la unión perfecta con Cristo" (LG 63).
"La Madre de Jesús, de la misma manera que, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es imagen y
principio de la Iglesia que habrá de tener su cumplimiento en la vida futura, así en la tierra precede con su luz al
peregrinante pueblo de Dios como signo de esperanza cierta y de consuelo hasta que llegue el día del Señor" (LG
68).

Reflexión
El Concilio Vaticano II optó, después de debatir el asunto, por colocar el texto sobre María como capítulo
octavo y último de la constitución dogmática sobre la Iglesia. La otra opción era colocarlo como documento aparte,
independiente.
Entraban en el debate conciliar dos mariologías diversas. Una que se podría denominar "cristotípica", que
elaboraba la reflexión mariana desde el modelo de Cristo redentor, y otra que partía del modelo de la Iglesia,
"eclesiotípica". El Concilio se inclinó por esta última, como más conforme al evangelio.
María, de cara a nosotros, está en la línea de la Iglesia. Es una creyente, la primera creyente, modelo de los
creyentes. Y es tipo, modelo, maqueta de lo que es y debe ser la Iglesia. Pablo VI, en su Marialis cultus, en los
números 16 y siguientes, desarrolla las facetas de esta ejemplaridad de María respecto a la Iglesia. Y la Lumen
Gentium desarrolla su carácter de "tipo" de la Iglesia.

Examen
-¿Qué actitudes, ejemplos de María, debemos imitar en la vida de nuestra comunid ad cristiana?
-¿Y en nuestra vida personal?
-¿Es relevante para mí la orientación eclesiológica que el Concilio quiere imprimir a la espiritualidad
mariana?

Conversión
*Tomar decisiones para configurar nuestra vida cristiana personal y comunitaria conform e al tipo de María.
*Revisar nuestro compromiso personal dentro de la comunidad cristiana.
*Sentirnos miembros constructores de la Iglesia.

Invocación
-María, madre de la Iglesia...
- ...haznos fieles discípulos de Jesús.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en la madre de Jesús nos has mostrado el ejemplo, el tipo de lo que ha de ser la
Iglesia como fiel discípula de Jesús. Da a las comunidades cristianas su fe y esperanza, para que se comprometan
con su mismo amor eficaz.

Cantos sugeridos
"Canto a María" ("Magnificat"), de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Santa María del Camino", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.

15. LA MADRE DE JESUS

Palabra de Dios
Gál 4, 1-7: Jesús, nacido de mujer.
Lc 2, 1-7: Dio a luz a su hijo.
Lc 2, 51-52: Jesús vivía con ellos y les estaba sujeto.

Texto antológico
"María fue la madre de Jesús. Esto significa que Jesús, en cuanto hombre, fue criado por María y por José.
Esto es, indudablemente, un gran misterio y muy difícil de entender para la mente humana. Sin embargo, hemos de
afirmar el dogma de que Cristo fue verdadero ser humano, y de que -como tal- tuvo que ser criado y educado (en el
más estricto sentido de la palabra) por su madre. Las cualidades humanas y el carácter de Jesús se formaron y
fueron influenciados por las virtudes de su madre. Y cuando la Escritura nos dice que Jesús pasó por tierra de Israel
haciendo el bien en derredor suyo, y nosotros nos damos cuenta de que esa bondad humana fue el amor de Dios
traducido a expresiones humanas, hemos de reconocer -además- que María tuvo también su participación maternal
en la interpretación cristiana de ese amor de Dios. Es una experiencia humana general el que los rasgos de la
madre se reconozcan en el hijo. Y así ocurrió también en el caso de María y de Jesús. Fue una tarea continua, que
llevaba consigo la formación humana del muchacho según iba creciendo de la niñez a la adolescencia y de la
adolescencia a la adultez. La manera concreta con que esto se fue efectuando es algo que queda oculto a nuestros
ojos.
Cristo y sólo Cristo -y Dios en su humanidad- fueron responsables de todo. Pero, en la Sagrada Familia,
María llegó a ser la parte maternal, con el resultado de que todo lo que ocurrió en la familia quedó afectado por la
cualidad maternal de María. Considerando las cosas a esta luz, podemos afirmar que María fue responsable
también de todo, como madre que era del Redentor y de la redención. La redención de Cristo nos fue ofrecida por
Cristo en su Iglesia saturada -como quien dice- de esta cualidad maternal. Así pues, todo el ser de María, toda su
actividad, redundaba en esto: como madre, ella estaba convirtiendo constantemente en expresiones maternales todo
lo que Cristo pensaba, deseaba, sentía y hacía con respecto a nuestra salvación. Este proceso de conversión
continúa aún, ¡qué duda cabe! María es la traducción y expresión eficaz -en términos maternales - de la misericordia,
gracia y amor redentor de Dios, que se nos manifestaron (en forma visible y tangible) en la persona de Cristo,
Redentor nuestro. Su poder maternal, María lo sacó del hecho de estar tan cercana a Cristo, que era su propio Hijo,
su Redentor y el nuestro, y que emanaba poder. Esto no difiere, ni mucho menos, de la actividad normal de Cristo.
Pero, en el caso de María, contenía un elemento único e irreemplazable, ya que implicaba su participación (de María)
como madre de él (de Jesús)".
Edward Schillebeeckx
Reflexión
El misterio de la encarnación no fue una simple apariencia externa. Dios se hizo verdaderamente hombre,
asumió plenamente la humanidad. Entró en la historia humana a través de María, su madre, y vivió plenamente esa
historia, como proceso, como evolución, maduración, historia verdaderamente humana; en definitiva, desvalida como
las demás y sujeta como todas a los cuidados y atenciones de los otros.
María, la madre de Jesús, tuvo ahí un papel singular. Ella fue verdaderamente madre de Jesús, con todo el
papel que corresponde a una madre en la educación y configuración de la personalidad madura del hijo. La
maternidad de María no fue simplem ente biológica. María fue, de alguna manera, el instrumento que Dios tomó para
ayudarse a configurar, a deletrear la propia Palabra que quería pronunciar en Jesús.

Examen
-¿Sentimos a María como alguien verdaderamente cercana a Jesús?
-¿Valoramos el puesto de María en la vida de Jesús?
-¿Valoramos el puesto de la mujer en la historia de la salvación?
-(Las madres de familia), ¿somos conscientes de la influencia capital de la educación en la vida futura de los
niños?

Conversión
*Tomar decisiones para sentir a María verdaderamente cercana a nosotros.
*Apoyar a los padres en la tarea de la educación de los hijos.
*Crear un ambiente sano para la educación de los niños y jóvenes.

Invocación
-Madre de Jesús...
- ...ruega por nosotros.

Cantos sugeridos
"Cristo, nuestro hermano", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.
"Madre del Salvador", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.

Oración
Dios, Padre nuestro, que quisiste que tu Hijo, por el misterio de la encarnación, tomara carne en el seno de
María y se hiciera enteramente humano, obedeciendo sumisamente las leyes del desarrollo natural de nuestra
condición humana. Haz que nosotros, por el ejemplo de María y de Jesús, seamos también enteramente humanos,
hijos tuyos y buenos hermanos.

16. DICHOSA POR HABER PUESTO EN PRACTICA LA PALABRA

Palabra de Dios
Lc 11, 27-28: Dichosos más bien los que ponen en práctica la palabra de Dios.
Mt 7, 21-27: No todo el que dice "Señor, Señor"...
Mt 21, 28-32: ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del Padre?
Mc 3, 31-35; Lc 8, 19-21; Mt 12, 46-50: Verdadero parentesco con Jesús.

Texto antológico
"El que hiciere la voluntad de mi Padre, que me ha enviado, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
¿Por ventura no hizo la voluntad del Padre la Virgen María, la cual creyó por la fe, concibi ó por la fe y fue elegida para
que de ella naciera entre los hombres nuestra salvación, y fue creada por Cristo antes que Cristo naciera de ella? Sí,
cumplió perfectamente Santa María la voluntad del Padre, por lo cual más importante es para María el haber sido
discípula de Cristo que el haber sido madre de Cristo. Más mérito y mayor dicha es el haber sido discípula de Cristo
que el haber sido madre de Cristo. María era dichosa, porque antes de llevarle en su seno llevaba ya en su espíritu al
Maestro. Mira si no es verdad lo que digo. Pasando el Señor seguido de las turbas y haciendo milagros, una mujer
exclama: Bienaventurado el vientre que te llevó. Y el Señor, para que la dicha no se pusiera en la carne, ¿qué
respondió?: Bienaventurados más bien los que o yen la palabra de Dios y la ponen en práctica. María es
bienaventurada porque escuchó la palabra de Dios y la puso en práctica, porque guardó con más cuidado la verdad
en su espíritu que la carne en su seno. Verdad es Cristo, carne es Cristo: verdad en la mente de María, carne en el
vientre de María. Y vale más lo que se lleva en la mente que lo que se lleva en el vientre".
San Agustín

Reflexión
Lo que más se cotiza en nuestro mundo de pecado es lo externo, lo visible, las apariencias, los títulos,
honores, admiraciones, el qué dirán. Y nosotros tendemos a dejarnos llevar por ello y a proyectarlo a todos los
demás planos.
Pasaba también en tiempo de Jesús. Y él lo corrigió, incluso cuando se refirió a su madre. Con ello dejó bien
claro que lo más importante en María no es algo solamente admirable (ser madre de Dios, ser virgen, ser
inmaculada ... ), sino algo imitable: haber escuchado la palabra de Dios y haberla puesto en práctica. Lo más
importante en María es, pues, algo igualmente accesible a todos.

Examen
-¿Nos fijamos más en lo admirable que en lo imitable de la madre de Jesús?
-¿Somos de los que alabamos mucho a María, pero no la imitamos?
-¿Cada cuánto tiempo escuchamos o leemos la Biblia?
-¿Nuestra religiosidad popular, en general, peca de incoheren cia con nuestra vida?
-¿Podemos decir que nuestra vida es una puesta en práctica de la palabra de Dios?
-En la vida diaria, ¿nos dejamos llevar por las apariencias, honores, títulos... más que por lo que las personas
son en su corazón frente a Dios?

Conversión
Tomar decisiones para escuchar más asiduamente la palabra de Dios y para lograr llevarla en la práctica
más verazmente.
*Purificar nuestra devoción mariana en la línea de lo que Jesús nos dice.
*Afinar nuestra mirada de fe para no dejamos llevar de las apariencias, títulos, honores... valorados en este
mundo.

Invocación
-María, mujer creyente y cumplidora de la palabra de Dios...
- ...enséñanos a escucharla y cumplirla como tú.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en la madre de tu Hijo nos has dado un ejemplo de cristiana bienaventurada, de
creyente fiel, que ha escuchado la palabra de Dios y la ha puesto en práctica. Educa nuestros ojos y fortalece nuestra
voluntad para que sepamos poner nuestro corazón en la verdadera bienaventuranza, tal como nos di jo Jesús, tu Hijo.

Cantos sugeridos
"Santa María del Amén", de J. A. Espinosa, en El Señor es mi fuerza.
"Magnificat", de F. Palazón, en Madre de los creyentes.

17. MADRE DE CORAZON RESPONSABLE

Palabra de Dios
Lc 2, 51-52: María daba vueltas a todas estas cosas meditándolas en su corazón.
Lc 22, 39-46: Orad para no caer en la tentación.

Texto antológico
"La lectura de las Sagradas Escrituras, hecha bajo el influjo del Espíritu Santo y teniendo presentes las
adquisiciones de las ciencias humanas y las va riadas situaciones del mundo contemporáneo, llevará a descubrir
cómo María puede ser tomada como espejo de las esperanzas de los hombres de nuestro tiempo. De este modo,
por poner algún ejemplo, la mujer contemporánea, deseosa de participar con poder de de cisión en las elecciones
de la comunidad, contemplará con íntima alegría a María, que, puesta a diálogo con Dios, da su consentimiento
activo y responsable no a la solución de un problema contingente, sino a la 'obra de los siglos', como se ha llamado
justamente a la Encarnación del Verbo; se dará cuenta de que la opción del estado virginal por parte de María, que en
el designio de Dios la disponía al misterio de la Encarnación, no fue un acto de cerrarse a algunos de los valores del
estado matrimonial, sino que constituyó una opción valiente, llevada a cabo para consagrarse totalmente al amor de
Dios; comprobará con gozosa sorpresa que María de Nazaret, aun habiéndose abandonado a la voluntad del Señor,
fue algo del todo distinta de una mujer pasivamente re misiva o de religiosidad alienante, antes bien fue mujer que no
dudó en proclamar que Dios es vindicador de los humildes y de los oprimidos y derriba de sus, tronos a los
poderosos del mundo (cf Lc 1,51-53); reconocerá en María, que 'sobresale entre los hu mildes y los pobres del
Señor', una mujer fuerte que conoció la pobreza y el sufrimiento, la huida y el exilio (cf Mt 2,13 -23): situaciones todas
éstas que no pueden escapar a la atención de quien quiere secundar con espíritu evangélico las energías
liberadoras del hombre y de la sociedad, y no se le presentará María como una madre celosamente replegada sobre
su propio Hijo divino, sino como mujer que con su acción favoreció la fe de la comunidad apostólica en Cristo (cf Jn
2,1-12) y cuya función maternal s e dilató, asumiendo sobre el Calvario dimensiones universales. Son ejemplos. Sin
embargo, aparece claro en ellos cómo la figura de la Virgen no defrauda esperanza alguna profunda de los hombres
de nuestro tiempo y les ofrece el modelo perfecto del discípul o del Señor: artífice de la ciudad terrena y temporal,
pero peregrino diligente hacía la celeste y eterna; promotor de la justicia que libera al oprimido y de la caridad que
socorre al necesitado, pero, sobre todo, testigo activo del amor que edifica a Cri sto en los corazones".
Pablo VI, Marialis cultus
Reflexión
María vivió con Jesús en Nazaret, haciendo compañía a Dios, como ama de casa responsable, madre viuda
en una sociedad machista. Era un papel difícil. Pero "respondió" bien a la tarea que se le hab ía encomendado. La
cercanía de Jesús no le sirvió para excusarse y evadirse, sino para sumergirse más y más en las responsabilidades
diarias.
Y en su corazón, nos dice el evangelio, contemplaba todas las cosas miradas desde la preocupación del
crecimiento de Jesús, a la luz de la aproximación del Reino, barajando todas las cosas contemplativamente en su
corazón.
Su contemplación no fue idealista, evadida, salida de la historia. Meditaba "todas estas cosas", es decir, la
vida diaria, los acontecimientos, las acciones de Dios ocultas en la trama oscura de la vida cotidiana, que son -para
quien sabe verdaderas gestas de Dios en la historia a favor de su pueblo.
La oración, la contemplación de María era una oración personal, desde la profundidad personal, desde. el
corazón. Y era una oración también "por el Reino", suspirando y deseando su advenimiento, discerniendo
trabajosamente los signos de su llegada en la sencillez de cada día.

Examen
-¿"Respondemos" a Dios? ¿Somos responsables ante él?
-¿Oramos, contemplamos, "damos vueltas a estas cosas en nuestro corazón"?
-¿Oramos, como María, a partir de la historia real, o nos sirve la oración para evadirnos de la historia?
-¿Anhelamos, suspiramos por el reino de Dios?
-¿Es nuestra oración una oración por el Reino?

Conversión
*Dedicar más tiempo a nuestra oración personal, si no es suficiente el que le dedicamos.
*Revisar nuestra oración. Hacerla más encarnada y más contemplativo, más a partir de la historia y más en la
perspectiva del Reino.
*Convertir en oración nuestras acciones y preocupaciones humanas, sociales, políticas, materiales... por el
Reino y verificar nuestra oración en compromisos concretos.

Invocación
-Madre de Jesús, madre de corazón responsable...
- ...haz nuestro corazón semejante al tuyo.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en María nos has dado un ejemplo de corazón contemplativo y responsable, hondo
en profundidad personal, ancho en compromiso con la historia. Haz nuestro corazón semejante al suyo: grande y
fuerte para amar, agradecido al contemplar, encarnado para luchar.

Cantos sugeridos
"Pienso en ti", de E. V. Mateu, en Madre del pueb lo.
"Ruega por nosotros", de G. Ferrero, en María de Nazaret.

18. FLOR DEL REINO DE DIOS

Palabra de Dios
Is 11, 1-9: La utopía del Reino. El lobo vivirá con el cordero.
Lc 10, 3-9: Decidles: "Ha llegado a vosotros el reino de Dios".

Texto antológico
"Cristo no comenzó predicándose a sí mismo, sino al reino de Dios. ¿Qué es lo que significa el reino de Dios,
que, indiscutiblemente, constituye el centro de su mens aje? Para los oyentes de Jesús significaba algo muy distinto
de lo que significa para los oídos del creyente moderno, para quien el reino de Dios es la otra vida, el cielo, lo que
hay después de la muerte. El reino de Dios -que aparece ciento veintidós veces en los evangelios, y de ellas, noventa
en los labios de Jesús - significaba para los oyentes de Jesús la verificación de una esperanza, al fin del mundo, de
superación de todas las alienaciones humanas, de destrucción de todo mal físico o moral, del peca do, del odio, de
la división, del dolor y de la muerte. El reino de Dios sería la manifestación de la soberanía y el señorío de Dios
sobre este mundo siniestro, dominado por las fuerzas satánicas en lucha contra las fuerzas del bien; el término con
el que poder expresar que Dios es el sentido último de este mundo, que él no tardará en intervenir para sanar toda la
creación en sus fundamentos, instaurando el nuevo cielo y la nueva tierra. Esta utopía, que constituye el anhelo de
todos los pueblos, es objeto de la predicación de Jesús, el cual promete que ya no será utopía, sino una realidad
que habrá de ser introducida por Dios. Por eso, al predicar por primera vez en la sinagoga de Galilea y leer el pasaje
de Isaías 61, 1ss ('El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar a los pobres la
Buena Nueva, a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y
proclamar un año de gracia del Señor'), dice: 'Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy' (Lc 4,18-19.21)".
Leonardo Boff

Reflexión
Hace años, en nuestra formación cristiana, se nos habló poco del reino de Dios. Más lo llamaban reino de los
cielos, y ello hacía que lo confundiéramos con el cielo, sin más.
La cristología bíblica nos redescubre el reino de Dios como tema mayor de Jesús. El dato históricamente
más cierto que tenemos de Jesús es que su predicación y su vida toda giró en torno a este anuncio: el reino de Dios
está viniendo.
Jesús fue verdaderamente un hombre con un ideal, con una causa: el reino de Dios. Esta fue la causa con la
que soñó, de la que predicó obsesivamente, por la que se arriesgó, le persiguieron, lo capturaron, lo condenaron y lo
ejecutaron.
El reino de Dios es la transfiguración, la transforma ción de este mundo introducido plenamente en el orden
de la voluntad de Dios. No es otro mundo, sino este mismo, pero totalmente transformado, habitado por Dios como
Señor y Padre, y trasladado definitivamente más allá del tiempo...
Redescubierto el Reino como el centro de la vida, la palabra y los hechos de Jesús, todo hay que
redimensionarlo desde esa perspectiva del reino. Ser cristiano consistirá en vivir y luchar por la causa de Jesús.
La gloria de María también brilla con nueva luz dentro de esta pers pectiva: ella es como una realización
anticipada, una concentración del Reino en apretada síntesis, una fiesta para los ojos de la fe, una flor del reino de
Dios. Flor fecunda que nos traerá en su seno al anunciador y realizador definitivo del reino.

Examen
-¿Hemos hecho nuestro, personalmente el redescubrimiento cristológico de la perspectiva del reino de Dios?
¿Lo hemos estudia suficientemente? ¿Hemos meditado en debidamente? ¿Preferimos quedamos anclados en la
espiritualidad en la que fuimos educados?
-¿Vivimos y luchamos por el reino de Dios?
-¿Es el centro de nuestras ilusiones y esfuerzos el advenimiento del reino? ¿Suspiramos en nuestro corazón
por ello?
-¿Está enmarcada nuestra lucha personal y de nuestra comunidad cristiana en la luc por el reino ?

Conversión
*Tomar medidas oportunas para que los p que nos círculos en los que nos movemos cada uno, en lo que de
nosotros depende, se vaya configurando con el proyecto de Dios, reino.
*Leer el evangelio y meditar las palabras hechos de Jesús sobre el reino de Dios.
*Tratar de colaborar con espíritu amplio ecuménico con todos los grupos, movimientos e iniciativas que
luchan por un mundo mejor, más justo y más en paz, más cerca reino.

Invocación
-María, madre de Jesús, fiel discípula del Señor...
- ...ayúdanos a vivir y luchar por su reino.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en María, la madre de Jesús, has hecho florecer anticipadamente una muestra de lo
que es tu voluntad sobre el mundo y sobre la historia, ¡el reino! Haz que, animados e iluminados por l a belleza de
esa flor, fructifiquemos también nosotros en frutos del reino.

Cantos sugeridos
"Reina del mundo", de G. Ferrero, en Madre de todos.
"El reino de los pobres", de G. Ferrero, en Madre de todos.

19. LLENA ERES DE GRACIA

Palabra de Dios
Lc 1, 26-38: Alégrate, llena de gracia.
Mt 5, 43-48: Sed perfectos, como vuestro Padre.

Texto antológico
"Es posible sintetizar así la vida religiosa de María. La revelación es más que una simple comunicación de
verdad o de conocimiento. Es, al mismo tiempo, un acontecimiento salvador que ha de ser considerado
constantemente con amor y que debe ser experimentado activamente en la fe y por medio de la fe, de suerte que
podamos penetrar en el misterio de esta revelación, que se va desdoblando gradualmente, aunque siempre
permanece velada. María nos proporciona aquí un sublime ejemplo. Ella es el prototipo, el primerísimo ejemplo de
una vida cristiana de fe, verdaderamente sacramental. María estuvo hondamente envuelta y plenamente implicada en
los acontecimientos visibles de la vida humana de Cristo en el mundo. Precisamente por esto María se levantó para
aceptar -con fe- el divino misterio que se había hecho visible, y ciertamente público, en el signo sacramental externo
de la humanidad de Cristo, y se dejó empapar del vigor que sobre ella derramaba la gracia de esa humanidad de
Cristo. Su vigorosa fe y su confianza la capacitaron para traspasar el 'velo' humano de Cristo y penetrar en el mundo
divino. El misterio de la vida religiosa y de la fe de María tenemos que buscarlo en su fe, esperanza y amor. La
Escritura nos presenta muy pocos hechos concernientes a la vida de María. Y sólo de vez en cuando nos ofrece
algunos destellos de luz que ilumina la imagen concreta de su fe en su crecimiento gradual hacia la victori a última: la
imagen de su vida sacramental. Ahora bien, lo que conocemos de hecho es más que suficiente para que podamos
dar a María el título de 'Reina de los confesores"'.
Edward Schillebeeckx

Reflexión
Algunas afirmaciones -imperativos que nos hace el capítulo quinto de la Lumen Gentium del Concilio Vaticano
II nos pueden servir de reflexión. El capítulo trata de la "universal llamada a la santidad en la Iglesia".
"En la Iglesia, todos están llamados a la santidad. Esta santidad se manifiesta y debe mani festarse sin cesar
en los frutos de gracia que el Espíritu produce en los 'creyentes" (LG 39).
"Jesús predicó a todos y cada uno de sus discípulos, cualquiera que fuese su condición, la santidad de vida
de la que él es iniciador y consumador. Los seguidore s de Cristo han sido hechos por el bautismo verdaderos hijos
de Dios y partícipes de la divina naturaleza, y por lo mismo realmente santos. Todos los fieles, de cualquier estado y
condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfecci ón del amor. Esta santidad suscita un nivel
de vida más humano incluso en la sociedad" (LG 40).
"Quedan invitados y aun obligados todos los cristianos a buscar insistentemente la santidad y la perfección
dentro del propio estado" (LG 42).
María, la "llena de gracia", es modelo de santidad para el pueblo de Dios.

Examen
-¿Tenemos todavía una idea de la santidad como reservada a clérigos, monjes... o ñoña, anticuada?
-¿Contribuimos con nuestra palabra y con nuestra vida a renovar la santidad en el pueblo de Dios?
-¿Creemos de verdad que es posible vivir en santidad, plenamente de acuerdo con el evangelio, en nuestro
estado y condición particular?

Conversión
*Tomar decisiones para secundar esta llamada y obligación universal a la santidad dentro de las
ocupaciones y preocupaciones de nuestra vida personal diaria.
*Estudiar las exigencias concretas que tiene, en nuestra situación comunitaria real, la llamada universal a la
santidad.

Invocación
-Alégrate, llena de gracia...
- ...ruega por nosotros, pecadores.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en María, la llena de gracia, nos das un impulso siempre nuevo para caminar hacia
ti, el solo Santo. Haznos participar de tu santidad.

Cantos sugeridos
"María es esa mujer", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.
"Estrella y camino", de C. Gabaráin, en María Siempre.

20. HIJA DE SION, MADRE DE LA ESPERANZA

Palabra de Dios
Zac 9, 9-10: Alégrate, hija de Sión.
Sof 3, 14-18: Alégrate, hija de Sión; no temas.
Lc 1, 26-38: Alégrate, María; no temas.
1 Pe 3, 13-17: Dispuestos a dar razón de vuestra esperanza.
Rom 8, 18-27: Las criaturas gimen en dolores de parto.
1 Pe 1, 3-9: Hemos sido engendrados para una esperanza viva.

Texto antológico
"Así fue saludada María: 'Alégrate, colmada de gracia; el Señor está contigo'. Fue saludad a como siendo la
hija de Sión, símbolo de Israel, a quien fue anunciado el rescate, la venida del Mesías: el Señor está contigo. No se
trata, pues, de un saludo vulgar y corriente, sino más bien de una invitación al gozo mesiánico dirigido a la hija de
Sión: 'Alégrate vehementemente' (en hebreo, ranni'; en griego, chaire sphodra).
Esto aparece manifiesto al comparar el relato de la anunciación con la profecía de Sofonías (3, 14 -17),
teniendo cuidado en señalar los evidentes puntos de contacto entre los dos textos.
El texto original hebreo del relato de san Lucas nos hubiera mostrado, sin duda, la evidencia de los contactos
literarios entre el anuncio mesiánico de Sofonías a la hija de Sión y la anunciación del ángel a María. Además, el
texto griego mismo los deja ver. Por ahora nos basta con hacer notar, una vez más, la indudable relación entre la hija
de Sión, que personifica al pueblo de Dios, y María. La Virgen, madre del Mesías, es la manifestación personal del
pueblo de Israel, hija de Sión, que esperaba, en los dolores de la historia, el alegre parto de su esperanza y de su
liberación, prometida por el Señor. María, hija de Sión, es la 'encarnación' de Israel.
San Lucas ha visto en la Virgen María a la hija de Sión del Antiguo Testamento, a la hija de Si ón escatológico,
la 'encarnación' del 'resto' fiel de Israel, quien, en su pobreza y santidad, esperaba la alegría de la venida de Dios en
su Mesías.
María, hija de Sión, va a ser la madre del Mesías, y en el momento de su concepción virginal, Yavé vendrá a
morar en su seno, como en el arca de la alianza. Hija de Sión, Madre del Mesías, Morada de Dios, tales son los
títulos que pueden darse a María, contemplándola en la perspectiva del Antiguo Testamento que san Lucas ha
querido subrayar".
Max Thurian

Reflexión
El texto de Le 1,28-37 es más que un improvisado saludo de un arcángel ocurrente. Es la fe de la primitiva
comunidad cristiana expresada por medio del evangelista, fe que ve en María el cumplimiento de las promesas
mesiánicas y liberadoras del Antiguo Testamento.
María, prestando su fe y su esperanza como pista de aterrizaje de Dios en Jesús, personifica la fe y la
esperanza de Israel. Es, para la fe del Nuevo Testamento, la nueva y definitiva hija de Sión, el resumen y la
cristalización de todas las esperanzas mesiánicas en el Dios liberador.
María, nueva hija de Sión, es el símbolo de una esperanza activa, que ofrece a sí misma, que se compromete
por el advenimiento del reino, que no falla aun a pesar de las dificultades y oscuridades, que sintoniza y resume la
esperanza colectiva de todo un pueblo, de todos los hombres y pueblos que esperan en el Dios liberador. Una
esperanza cristocéntrica: ¡Ven, Señor Jesús!, que apunta al reino: "Venga a nosotros tu reino".

Examen
¿ Cómo andamos de esperanza? Hacernos un chequeo sobre la esperanza. Frente a la marcha del mundo,
la evolución de la Iglesia, el caminar de la sociedad, el itinerario de nuestra familia...
-¿En qué cosas, hechos, personas, movimientos históricos se fundamentan mis esperanzas? ¿Tengo alg una
esperanza desprovista de todo fundamento, arraigada sólo en Dios? ¿Quién puede estar dependiendo de mí -aun
sin saberlo yo- para mantener viva su esperanza? ¿Me siento responsable, solidario en la esperanza?
-¿Sabemos mantener la esperanza en formas como la perplejidad, el desconcierto, la crítica, la involución, los
fracasos, las deserciones?

Conversión
*Tomar decisiones para hacer un chequeo a nuestra esperanza.
*Provocar una forma realista para compartir comunitariamente las esperanzas concretas que nos animan en
la comunidad cristiana.
*Sostener a quien cerca de mí está desesperanzado.
*Sentirnos solidarios de todos los hombres y pueblos que esperan la liberación.

Invocación
-María, hija de Sión, aurora del reino, esperanza del pueblo de Dios...
- ...anima nuestra esperanza en la liberación total.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en María hiciste aparecer las primeras luces de la liberación anunciada, esperada
ardientemente por la hija de Sión. Renueva hoy en el pueblo de Dios una apasionada esper anza. Haz que vivamos
pendientes de la autora de la liberación que estás haciendo llegar con tu reino.

Cantos sugeridos
"Santa María de la Esperanza", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Cántico de María", de A. Mejía, en La asamb lea que canta.

21. MARIA, VICTORIA DE DIOS CONTRA EL MAL

Palabra de Dios
Gén 3, 14-16: El linaje de la mujer aplastará la cabeza a la serpiente.
Ap 12, 1-17: No pudiendo vencer el dragón a la mujer, se marchó a hacer la guerra a sus hijos, a los que
hacen la voluntad de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.
1 Pe 4, 12-16: Alegría y coraje en la lucha contra el mal.
Mt 16, 24-28: El que quiera seguirme, que cargue con su cruz y me siga.

Texto antológico
"El Apocalipsis narra que la mujer dio a luz a un niño que fue arrebatad o al cielo (cf Ap 12,5-
6). Es ésta la descripción más breve de la vida de Jesús: nació de María en la gruta de Belén, vivió treinta años
en Nazaret, anduvo predicando al pueblo durante tres años, estuvo a punto de ser devorado por el dragón, que le
condenó a muerte y lo mató en la cruz..., pero Dios intervino y le resucité. Le arrebató a la muerte de la boca del
dragón malvado y le llevó al cielo, haciéndole sentar a su derecha (cf Ap 12,5). Allá arriba, Jesús recibió todo el poder
y se convirtió en el Señor de la historia (cf Ap 12,10-12).
Humanamente hablando, la mujer iba a perder. Pero intervino Dios, poniéndose del lado de la vida. ¡Triunfó la
mujer, triunfó la vida! El dragón de la maldad y de la muerte quedó derrotado. ¡No tuvo opción! ¡La debilidad venció a
la fuerza!
Esta victoria de Dios nos garantiza la victoria final del bien en la lucha contra el mal, que sigue combatiéndose
aún hoy día. Dios tomó partido y definió su posición. ¡El dragón de la maldad caerá derrotado!
Cuando nació Jesús sólo se presentaron unos pobres pastores. Unicamente los pobres consiguen descubrir
la riqueza escondida en la pobreza. Sólo los pobres y los humildes descubren la grandeza del poder de Dios,
presente en la debilidad de las cosas humanas. Jesús mismo decía al Padr e: 'Padre, Señor del cielo y de la tierra, yo
te alabo porque has mantenido estas cosas ocultas a los sabios y prudentes y las has revelado a la gente sencilla.
Sí, Padre, gracias porque así te pareció bien' (Mt 11,25-26).
Por eso mismo los pobres pueden considerarse felices, porque es grande la misión que deben desempeñar.
Han de descubrir y anunciar a los demás la Buena Noticia de la liberación que viene de Dios.
Ahí está la razón de que el pueblo humilde lleve las andas de Nuestra Señora por las calles y se proteja bajo
el nombre de María. Es en ésta en quien los pobres se reconocen, como en un espejo que Dios pone ante ellos. En
tal espejo de la vida de María, el pueblo descubre su rostro humano y la misión que debe cumplir. La historia de este
pueblo pobre es igual a la historia de María, que sigue hasta hoy. Hasta hoy continúa entre nosotros la lucha de la
mujer contra el dragón de la maldad, llenando el corazón de todos de una nueva esperanza. ¡La mujer va a vencer,
porque Dios está con ella!"
Carlos Mesters

Reflexión
La realidad no está quieta, sino en movimiento. La realidad humana no es principalmente naturaleza sino
ante todo historia. Todo es dinámico. El hombre es historia. Dios es el que era, el que es y el que será. El es el que
infunde dinamis mo a la realidad. Y este carácter dinámico de la realidad es conflictivo: la historia es una lucha entre
el bien y el mal.
La historia de la salvación es la historia de Dios salvando a su pueblo, defendiéndolo del mal,
comprometiéndose en las duras batallas a favor de la vida, de la justicia, el amor, el futuro, la liberación, la
instauración de su reinado.
La lucha de Dios contra el mal a favor de su pueblo no pertenece a una etapa histórica pasada mitológico. Es
actual. La instauración del Reino se juega en las luchas actuales. En ellas Dios ha revelado sus secretos a los
pobres y sencillos, que se hacen portadores de su utopía. El Dios que nos revela Jesús no es un Dios abstracto,
simétrico, neutral, aséptico, sino un Dios que toma partido, que escucha lo s clamores de su pueblo, que baja a
liberarlo, que se identifica con los pobres...
En esta lucha histórica, María se presenta como una batalla victoriosa de Dios frente a las fuerzas del mal.
Una victoria que sigue inspirando al pueblo de Dios en sus lucha s en favor del reino.

Examen
-¿Sabemos ver, con los ojos de la fe, más allá de la superficie de los hechos y de las noticias las batallas de
Dios en la historia?
-¿Estamos con Dios en vela frente a las asechanzas del mal y del pecado?
-¿Vivimos cómodamente desapercibidos y desentendidos de las batallas de Dios por la justicia, el amor..., el
reino?
-¿Asumimos la conflictividad cristiana como militancia a favor del reino de Dios?
-¿Tenemos todavía una idea de Dios como simétrico, imparcial, abstracto, neutr al, idealista, aristotélico,
platónico, metafísico?

Conversión
*Asumir la vida como militancia por el reino.
*Abandonar toda actitud de pasividad, neutralidad, indiferencia.
*Pronunciarse vitalmente a favor de Dios, de la vida, de la justicia, de los pobr es, del reino.
* Convertirnos al Dios vivo, abandonando todos los dioses falsos.

Invocación
-Santa María, victoria de Dios frente al mal...
- ...ayúdanos en el combate por el reino de Dios.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en María has conseguido una victoria perfecta contra las fuerzas del mal. Danos
fuerza para luchar diariamente por la causa del hombre, tu causa, ¡el reino! Haz valer también hoy tu brazo poderoso
junto a todos los que dan su vida por el triunfo de la paz, el amor y la justicia.

Cantos sugeridos
"Estrella y camino", de C. Gabaráin, en María siempre.
"Mujer fuerte", de F. Palazón, en Madre de los creyentes.

22. MADRE DEL SALVADOR

Palabra de Dios
Le 2, 1-14: Una gran alegría para todo el pueblo: "Os ha nacido un salvador".
Le 1, 26-38: Le pondrás por nombre Jesús, Salvador.
Is 7, 10-15: Le pondrán por nombre Emmanuel, Dios -con-nosotros.

Texto antológico
"Esta unión de la madre y del Hijo va mucho más allá de lo que parece a simple vista. Una madre ordinaria
engendra a su hijo sin asociarse por eso a su obra futura. Ella echa las bases remotas, pero no se compromete con
sus trabajos, que se llevarán a cabo mañana aparte de ella. No ocurre lo mismo con María: su maternidad la
compromete en la obra redentora, así como la encarnación lleva ya en germen a la redención. María no es la madre
de alguien que un día será redentor y salvador del mundo, como la madre de un sacerdote es la madre de un hijo
que un día será llamado al sacerdocio. El Hijo que nace de ella viene al mundo como redentor y s alvador. No es
accidental para Jesús el ser sacerdote y la víctima de la Nueva Alianza. Nace ya sacerdote y nace ya cordero de Dios.
Los Padres griegos han insistido fuertemente sobre esta salvación del mundo incluida en el nacimiento de Cristo.
No debe jamás olvidarse que la madre del Salvador está asociada, desde el principio, a la obra de la salvación".
Cardenal Suenens

Reflexión
Jesús significa "salvador". Y Jesús lo es. El nos trajo el sentido, la paz, la utopía, la palabra definitiva y total de
Dios, el sacramento original, la salvación presente. Jesús es el Emmanuel, el Dios con nosotros, Dios mismo en
medio de nosotros, dándonos la salvación que desde siempre ofreció a los hombres. El vino para dar la vida. Para
que tengamos vida, y la tengamos en abundancia. El vino a salvar al mundo, no a condenar.
Y todo eso en una humanidad concreta histórica, en Jesús de Nazaret. Dios hecho hombre. Y María es la
madre de este hombre, Jesús, el Salvador.
Por eso María siempre tendrá un puesto importante en la fe de los seguidores de Jesús. Además, su función
materna no acabó entonces: "La Virgen fue en su vida ejemplo de aquel amor maternal con que es necesario que
estén animados todos aquellos que en la misión apostólica cooperan a la salvación de los hombres" (L G 65).

Examen
-¿Somos signos y vehículos de la salvación que Dios nos ha hecho realidad en Jesús?
-¿Sentimos a María cercana, como madre de Jesús que es?
-¿Estamos animados de su espíritu de amor maternal, sintiéndonos corresponsables de la extensión de l a
salvación a todos los seres humanos?

Conversión
Procurar convertir nuestra vida en cauce de saIvación para todos los que nos rodean. Sentir como nuestra la
preocupación por la salvación de los hombres en todo lo ancho del mundo.

Invocación
-María, madre del Salvador...
- ...ayúdanos a colaborar en la gestación del mundo.

Oración
Dios, Padre nuestro, que, por María, nos diste al Salvador, haznos participar de su amor materno para
sentirnos corresponsables con todos los hombres que esperan y hacen más pr óxima la salvación.

Cantos sugeridos
"Madre del Salvador", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Cristo, nuestro hermano", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.

23. MARIA, FAMILIAR Y VECINA


Palabra de Dios
Lc 1, 39-45: Fue a visitar a su prima Isabel.
Jn 2, 1-12: Bodas en Caná de Galilea.

Texto antológico
"El apostolado en el medio social, es decir, el afán por llenar de espíritu cristiano el pensamiento y las
costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en que uno vive, es hasta tal punto debe r y carga de los
seglares que nunca podrá realizarse convenientemente por los demás. En este campo, los seglares pueden ejercer
el apostolado del compañero con el compañero. Es aquí donde se complementa el testimonio de la vida con el
testimonio de la palabra. En el campo del trabajo, de la profesión, del estudio, de la vecindad, del descanso o de la
convivencia, son los seglares los más aptos para ayudar a sus hermanos" (AA 13).
"Siembren también la fe de Cristo entre sus compañeros de trabajo, obligación que tanto más urge cuanto
que muchos hombres no pueden oír hablar del evangelio ni conocer a Cristo más que por sus vecinos seglares" (AG
21).

Reflexión
Las grandes cosas se realizan casi siempre en la pequeñez, en lo sencillo. Es la ley de la encarnación .
Nazaret: Dios mismo escondido en la pequeñez de una familia, en la oscuridad de un caserío olvidado y
miserable, en la cotidianeidad de unos quehaceres domésticos, en las relaciones familiares con un vecindario
inadvertido...
María: velando anónimamente el crecimiento de Jesús, haciendo posible calladamente el advenimiento del
reino, haciendo presente el misterio, llevando ocultamente a Dios a su prima, haciendo el bien a sus amigos de
Caná. Dios hecho familia y vecindad en la familia de María.

Examen
-¿Valoramos la vida sencilla? ¿Sabemos ver en ella, con fe, la hondura de nuestras responsabilidades
divinas?
-¿Somos portadores de Dios hacia los amigos, conocidos, familiares... sin espectáculos, calladamente, con
paciencia y constancia?
- ¿A qué amigos, familiares, vecinos... puedo llevarles a Jesús? ¿Cómo? ¿Qué pasos voy a dar?
- Revisar nuestra vida, sencilla, doméstica, intima. ¿Qué presencia de Dios dejo que la habite?

Conversión
Tomar decisiones para tratar de convertir la vida familiar, de relacione s de vecindario, de amistad..., en un
primer ámbito de compromiso por realizar el reino de Dios, de "impregnación de las estructuras temporales con el
espíritu de las bienaventuranzas". * Trata de vivir con más amor tus relaciones humanas, con más humanida d. * Abre
los ojos, da un repaso: ¿qué necesidades ajenas, próximas a mí, no he descubierto en familiares, parientes,
amigos, vecinos, compañeros, conocidos?

Invocación
-María, madre de Jesús, madre de todos los seres humanos...
- ...ayúdanos a llevar a Jesús a toda la familia humana.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en María de Nazaret nos has dado un ejemplo de vida familiar, sencilla, oculta,
solidaria. Haz que nuestra vida cotidiana, sencilla y humildemente, introduzca también la presencia de Jesús en
medio del pueblo.

Cantos sugeridos
"En el trabajo", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.
"Hija del pueblo", de A. Taulé, en Dios te salve, María.

24. MUJER DEL SI

Palabra de Dios
Lc 1, 26-38: Hágase en mí según tu palabra.
2 Cor 1, 18-22: En él no hubo más que sí.

Texto antológico
"María es la 'Virgen oyente' que acoge con fe la palabra de Dios; fe que para ella fue premisa y camino hacia la
maternidad divina, porque, como intuyó san Agustín, 'la bienaventurada Virgen María concibió creyendo al (Jesús)
que dio a luz creyendo'; en efecto, cuando recibió del ángel la respuesta a su duda (cf Lc 1,34 -37) 'ella, llena de fe y
concibiendo a Cristo en su mente antes que en su seno', dijo: 'he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu
palabra' (Lc 1,38); fe que fue para ella causa de bienaventuranza y seguridad en el cumplimiento de la palabra del
Señor (Lc 1,45); fe con la que ella, protagonista y testigo singular de la Encarnación, volvía sobre los acontecimientos
de la infancia de Cristo, confrontándolos entre sí en lo hondo de su corazón (cf Lc 2,19.5 l). Esto mismo hace la
Iglesia, la cual, sobre todo en la Sagrada Escritura, escucha con fe, acoge, proclama, venera la palabra de Dios, la
distribuye a los fieles como pan de vida y escudriña a s u luz los signos de los tiempos, interpreta y vive los
acontecimientos de la historia.
Ante todo, la Virgen María ha sido propuesta siempre por la Iglesia a la imitación de los fieles no
precisamente por el tipo de vida que ella llevó y tanto menos por el ambiente sociocultural en que se desarrolló, hoy
día superado casi en todas partes, sino porque en sus condiciones concretas de vida ella se adhirió total y
responsablemente a la voluntad de Dios (cf Lc 1,38); porque acogió la palabra y la puso en práctica ; porque su
acción estuvo animada por la caridad y por el espíritu de servicio; porque, es decir, fue la primera y la más perfecta
discípula de Cristo: lo cual tiene valor universal y permanente".
Pablo VI, Marialis cultus

Reflexión
Ya lo insinuó claramente Jesús: María es más bienaventurada por haber escuchado la palabra de Dios y
haberla puesto en práctica que por haber sido madre física de Jesús.
Decir "sí". escuchar, acoger y cumplir la palabra de Dios es lo que da la talla de un verdadero creyente. El sí de
María en la anunciación no es más que la síntesis del sí que pronunció dilatadamente a lo largo de toda su vida.
Nuestra verdadera devoción debe pasar por una auténtica imitación de lo que María tiene de más
bienaventurada. Imitarla es prolongar su sí en nuestra vida: "Hágase en mí según tu palabra".

Examen
-¿Es nuestra vida un sí para Dios? ¿Qué zonas tenemos reservadas al no en nuestras profundidades?
-¿Estoy atento para escuchar las propuestas que Dios me hace a través de sus desconocidos mensaje ros?
-¿Qué sí me es más difícil de pronunciar?
-¿Es nuestra comunidad cristiana un lugar que nos ayuda a escuchar mejor la palabra de Dios y a cumplirla
más eficazmente?

Conversión
*Tomar decisiones para desterrar toda sombra de no en nuestra vida.
*Apoyar que en la comunidad cristiana escuchemos atentamente la palabra de Dios.
*Ser también para los hermanos de mi comunidad cristiana mensajero de Dios, ayudándoles, desde mi fe, a
descubrir las exigencias de Dios sobre sus vidas.

Invocación
-Madre de Jesús , madre del sí...
- ...que se cumpla en nosotros la palabra del Señor.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en Jesús nos has pronunciado tu "sí" definitivo. En él has sido todo un sí. Ayúdanos
a responder también nosotros como María: "Que se haga en nosotros según tu palabra".

Cantos sugeridos
"Alégrate, hija de Sión", de M. González, en La gloria de Jerusalén.
"Santa María del Amén", de J. A. Espinosa, en El Señor es mi fuerza.

25. FELIZ PORQUE HAS CREIDO

Palabra de Dios
Lc 1, 39-45: Feliz porque has creído.
Heb 11; 12,1-5: Fijos los ojos en Jesús, que inicia y consuma nuestra fe.

Texto antológico
"María aparece como la primera que, en el nuevo orden de Cristo, cumple el auténtico movimiento de la fe.
Zacarías había sido escéptico, y había pedido una señal , después de su visión en el templo: 'Y ¿qué me asegurará
de ello?, porque soy un anciano y mi esposa tiene muchos años' (Lc 1,18). A pesar de la visión y de la palabra
evangélica, Zacarías duda, en tanto que María acepta con toda confianza, proponiendo só lo la pregunta del 'cómo',
mas sin pedir una señal. La similitud entre estas dos anunciaciones revela mucho y bien la pureza de la fe de María.
Zacarías enmudecerá, por su incredulidad: '¡Bien! Vas a quedarte mudo y en el silencio, hasta el día en que esto se
cumpla, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su tiempo' (Lc 1,20). Isabel, la esposa de Zacarías,
que ha sido el testigo directo de la mudez de su incrédulo esposo, reconoce con más admiración, a causa de esto,
la resoluta fe de María: "Bienaventurada la que ha creído'... (Lc 1,45). Zacarías pertenece aún al Antiguo Testamento,
de corazón reacio a la fe, objeto de un milagro divino que se cumple pese a su poca fe. María es, en verdad, la
primera cristiana, la verdadera creyente que, predestinada por la gracia divina, entra en su plan por la total ofrenda de
su ser, por la obediencia alegre y la apacible confianza en la palabra de Dios. Dios no obra a pesar de María y su
pobreza, sino en ella y con ella, dándole por una gracia la posibi lidad de unirse y de asentir con una fe pura a la
verdad de la Buena Nueva.
En esto María es la bienaventurada creyente (que ha creído), la primera cristiana, la madre de los creyentes,
en el sentido por el cual es llamado 'padre de los creyentes' Abraham. Este inauguró la Antigua Alianza por un acto
de fe que no puede menos de compararse con el de María en el albor de la Alianza Nueva".
Max Thurian

Reflexión
María es ante todo una creyente, una discípula de Jesús su hijo, la primera creyente. Por eso Marí a es modelo
para nosotros. No es una "diosa", es una mujer. Es de nuestra raza. Es miembro de la Iglesia. Es una creyente,
como nosotros, que nos sirve de modelo.
Que ella sea también madre de Dios no niega todo esto, sino que lo complementa, fundamenta y enriquece.
El motivo de su bienaventuranza, de su felicidad, es, como dice Isabel, su fe. Y por eso es alabada. María
entra en esa amplia muchedumbre de testigos de la fe de la que habla la carta a los hebreos. Abraham es el padre
de los creyentes del Antiguo Testamento. María encabeza la lista de los creyentes del Nuevo Testamento. Y Jesús
sigue siendo el que lo hace posible todo: el iniciador y consumador de nuestra fe.

Examen
-¿Cómo contemplamos a María: alejándola de nosotros o considerándola verdadera mente nuestra?
-¿Contemplamos de vez en cuando, en la oración, la amplia muchedumbre de testigos que nos preceden en
la historia de nuestra fe?
-¿Vemos a María realmente como un ejemplo de fe comprometida?
-¿Tenemos "los ojos puestos en Jesús", iniciador y consumador de nuestra fe?

Conversión
*Aprovechar la ocasión y hacer una revisión de nuestra vida de fe.
*Revisar nuestras ideas sobre María y ponerla en su sitio, como madre de los creyentes.
*Revisar comunitariamente cómo va la vida de fe de nuestra com unidad cristiana.

Invocación
-Madre de los creyentes...
- ...feliz porque has creído.

Oración
Dios, Padre nuestro, que nos has dado en María un ejemplo de mujer creyente, discípula de Jesús, tu Hijo,
Señor nuestro. Concédenos caminar en fe, como ella en el seguimiento de Jesús.

Cantos sugeridos
"Madre del Salvador", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Magnificat", de F. Palazón, en Madre de los creyentes.

26. MARIA, MUJER NUEVA

Palabra de Dios
Lc 1, 39-45: Bendita tú eres entre todas las m ujeres.
Gén 3, 14-16: El linaje de la mujer aplastará la cabeza de la serpiente.
Ef 4, 17-24: Despojaos del ser humano viejo y revestíos del ser humano nuevo.
2 Cor 5, 17ss: El que está en Cristo es nueva creación.

Texto antológico
"En el culto a la Virgen merecen también atenta consideración las adquisiciones seguras y comprobadas de
las ciencias humanas; esto ayudará, efectivamente, a eliminar una de las causas de la inquietud que se advierte en
el campo del culto a la madre del Señor, es decir, la diversidad entre algunas cosas de su contenido y las actuales
concepciones antropológicas y la realidad psicosociológica, profundamente cambiada, en que viven y actúan los
hombres de nuestro tiempo. Se observa, en efecto, que es difícil encuadrar la imagen de l a Virgen, tal como es
presentada por cierta literatura devocional, en las condiciones de vida de la sociedad contemporánea y, en particular,
de las condiciones de la mujer, bien sea en el ambiente doméstico, donde las leyes y la evolución de las
costumbres tienden justamente a reconocerle la igualdad y la corresponsabilidad con el hombre en la dirección de la
vida familiar; bien sea en el campo político, donde ella ha conquistado en muchos países un poder de intervención
en la sociedad igual al hombre; bien sea en el campo social, donde desarrolla su actividad en los más distintos
sectores operativos, dejando cada día más el estrecho ambiente del hogar; lo mismo que en el campo cultural,
donde se le ofrecen nuevas posibilidades de investigación científica y de éxito intelectual.
La Iglesia católica, basándose en su experiencia secular, reconoce en la devoción a la Virgen una poderosa
ayuda para el hombre hacia la conquista de su plenitud. Ella, la Mujer nueva, está junto a Cristo, el Hombre nuevo, en
cuyo misterio solamente encuentra verdadera luz el misterio del hombre, como prenda y garantía de que en una
simple creatura -es decir, en ella- se ha realizado ya el proyecto de Dios en Cristo para la salvación de todo hombre.
Al hombre contemporáneo, frecuentemente atormentado entre la angustia y la esperanza, postrado por la sensación
de su limitación y asaltado por aspiraciones sin confín, turbado en el ánimo y dividido en el corazón, la mente
suspendida por el enigma de la muerte, oprimido por la soledad mientras tiende hacia la comunión, presa de
sentimientos de náuseas y hastío, la Virgen, contemplada en su vicisitud evangélica y en la realidad ya conseguida
en la Ciudad de Dios, ofrece una visión serena y una palabra tranquilizadora: la victoria de la espera nza sobre la
angustia, de la comunión sobre la soledad, de la paz sobre la turbación, de la alegría y de la belleza sobre el tedio y
la náusea, de las perspectivas eternas sobre las temporales, de la vida sobre la muerte".
Pablo VI, Marialis cultus

Reflexión
Dios ha sembrado su Palabra en todos los hombres y en todos los pueblos, y por eso éstos han acariciado
en sus sueños colectivos los anhelos utópicos del corazón humano. La utopía de un Hombre Nuevo y un Mundo
Nuevo figura, con nombres y lenguajes diferentes, en el catálogo de utopías de todos los pueblos. San Pablo
compartiría esa designación con otros muchos hombres, pueblos y movimientos de la historia.
Los cristianos creemos que Dios nos ha revelado en Jesús no sólo a sí mismo, sino también a nosotr os
mismos. En Jesús no sólo nos ha dicho quién es él, sino quiénes somos verdaderamente nosotros, quiénes
podemos llegar a ser, qué participación y qué potencialidades divinas tenemos en nosotros mismos. Jesús no es
sólo la revelación de Dios, sino la revelación del Hombre Nuevo y del Mundo Nuevo.
Y no se trata de una revelación para satisfacer la posible curiosidad de la inteligencia humana, Dios nos
revela el futuro, la clave de la historia, el imperativo del ser, la meta del único camino válido. El Hombr e Nuevo es la
llegada convergente de todos los caminos de la historia. Es la palabra de Dios en los diferentes lenguajes de las
utopías de todos los pueblos.
La lucha por el Hombre Nuevo y por el Mundo Nuevo definen el compromiso, el quehacer cristiano en la
historia. Una lucha que hay que realizar tanto en los corazones individuales, en la intimidad, en el interior..., como en
las estructuras sociales, la sociedad global.
En María, la madre de Jesús, como primera creyente y más cercana seguidora de Jesús, vemos los cristianos
la realización más lograda del Hombre Nuevo, que es Jesús. María es una cristiana, una Mujer Nueva.

Examen
-¿Valoramos la presencia de la palabra de Dios que se da en los diferentes pueblos y sus utopías? ¿O
creemos que los cristianos tenemos la exclusiva y el monopolio de la salvación?
-¿Cuánto hay en nosotros de hombres viejos todavía?
-¿Estamos haciendo algo por el Mundo Nuevo, por la transformación social, o todo lo fiamos al cambio interior
de los corazones?
-¿Tratamos de convertir nuestro corazón, o todo lo fiamos al cambio social de las estructuras?
-¿Qué presencia tienen en nuestra vida personal y comunitaria las dimensiones utópicas? ¿Acaso todo se
reduce a lo que se pesa, se mide, se cuenta y se ingresa en el banco?

Conversión
Meditar Ef 4,17-24 y tratar de asimilar las actitudes del Hombre Nuevo.
Renovar nuestra voluntad radical de entregarnos al proyecto del evangelio: el Hombre Nuevo.
Desechar la levadura vieja de las actitudes paganas que aún se dan en nuestra vida.

Invocación
-María, Mujer Nueva, madre de Jesús...
-...Haznos cada día más semejantes a tu hijo, el Ser Humano Nuevo.

Oración
Dios, Padre nuestro, que en Jesús, el hijo de María, nos has revelado tu proyecto original y escatológico sobre
el mundo y sobre el hom bre: un Hombre Nuevo para un Mundo Nuevo, confirmando e iluminando así los buenos
deseos utópicos de todos los pueblos. Haz que, uniendo nuestro esfuerzo al de todos los hombres de buena
voluntad, consigamos construir con tu favor un Hombre Nuevo en un Mun do Nuevo.

Cantos sugeridos
"Los cielos y la tierra", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.
"María es esa mujer", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.

27. FIEL HASTA LA MUERTE

Palabra de Dios
Jn 19, 25-27: Estaba su madre al pie de la cruz.
Mt 16, 24-28: El que quiera seguirme, cargue con su cruz.
Jn 15, 9-13: No hay mayor amor que dar la vida.

Texto antológico
"Aunque no siempre entendiese todo lo que Jesús enseñaba y hacía, ella le apoyó siempre. Por eso tuvo
problemas con los parientes. ¿Quién no los tiene ? Los parientes andaban preocupados por Jesús, creyendo que
estaba yendo demasiado lejos, que había perdido el juicio (cf Mc 3,1 l). Querían llevárselo por la fuerza a casa (cf Mc
3,2 1) y habían logrado que María estuviese allí para mandarle ese recado (c f Mc 3,31-32). Pero Jesús no picó, y dio a
entender a sus parientes que no tenían autoridad ninguna sobre él. Sólo Dios la tenía, y lo importante era hacer su
voluntad (cf Mc 3,33-35). En otra ocasión los parientes querían que Jesús fuera un poco más osado y se presentase
en seguida en Jerusalén para ganarse mayor fama (cf Jn 7,2 -4).
Al fin y al cabo, los parientes no creían en Jesús (cf Jn 7,5). Eran oportunistas. Querían sólo aprovecharse de
su famoso primo. Lo que Jesús había dicho: 'Los enemigos de uno serán los de casa' (Mt 10,36), estaba
aconteciendo con él mismo, dentro de su propia familia. ¡Mucho debió sufrir María por ello!
Pero cuando al final Jesús fue apresado como subversivo (cf Lc 23,2) y condenado como hereje (cf Mt 26,65 -
66), los parientes desaparecieron todos y ninguno daba la cara, a no ser algunas mujeres. Pero María aguantó. No
huyó, no tuvo miedo. Incluso los apóstoles, excepto Juan, se eclipsaron (cf Mt 26,56). Ella no. Se quedó con Jesús y
le apoyaba. Estuvo con él hasta en el Calvario y allí permaneció, asistiéndole en su agonía (cf Jn 19,25). Eso formaba
parte de su misión, asumida ante el ángel: 'Soy la esclava del Señor; que se haga en mí lo que has dicho' (Lc 1,38).
Las autoridades condenaron a Jesús como anti -Dios y anti-pueblo. A María no le importó; fue la única de la familia
que no retrocedió. Ella no abandona a las personas en la hora del aprieto. ¡Va con ellas hasta el final!
Lo mismo hizo con los apóstoles. Aunque había sido abandonada por ellos, no les dejó. Se quedó con ell os,
perseverando en la oración por nueve días para que la fuerza de Dios les ayudase a superar el miedo que les
acoquinaba y les hacía huir (cf He 1,14)".
Carlos Mesters

Reflexión
La fidelidad es una de las formas de que se reviste la fe. Y la fe es creer , es confiar, entregar, poner la propia
vida en manos de aquel en quien creemos, a quien nos confiamos. Creer es darle intervención en nuestra vida,
apoyar nuestra vida en su palabra, en su testimonio, en su amor.
En la evolución de la fe, en el crecimiento espiritual, también se suele dar una primera etapa de ilusión, de
colorido y atractivo. Después vienen las dificultades, las contradicciones, las implicaciones dolorosas.
Si en un primer momento la fe es entrega y confianza, en un momento posterior ha de convertirse en fidelidad,
que es constancia, perseverancia, a pesar de todas las dificultades, a pesar del cansancio, a pesar de toda aparente
evidencia contraria.
Y el toque final de consumación de toda vivencia humana es la muerte: ser fiel hasta la mue rte es el broche
de oro de toda fidelidad. Aceptar la muerte por fidelidad a Dios. Si no es ésta una situación que nos sea dada a
todos, sí que todos debemos estar dispuestos a afrontarla:
"Si bien el martirio, suprema prueba de amor, es don concedido a po cos, sin embargo, todos deben estar
dispuestos a confesar a Cristo delante de los hombres y a seguirle, por el camino de la cruz, en medio de las
persecuciones que nunca faltan a la Iglesia" (LG 42).

Examen
-¿Cómo va nuestra perseverancia, nuestra constancia?
-¿Se mantiene o se tambalea nuestra fidelidad en los momentos difíciles?
-¿Seguimos teniendo una idea sensiblero o romántica respecto a la fidelidad a Jesús?
-¿Estaríamos dispuestos a dar, con la ayuda de Dios, la suprema prueba del amor?

Conversión
*Tomar decisiones para acrecentar nuestra propia fidelidad a Jesús.
*Apoyar la fidelidad de todos los que en la propia comunidad cristiana se sienten defraudados, desanimados,
cansados.

Invocación
-Madre de Jesús, fiel hasta su muerte, al pie de la cruz...
- ...danos fidelidad para seguir a Jesús.

Oración
Padre nuestro, que en la madre de Jesús nos has dado un ejemplo acabado de fidelidad a toda prueba.
Danos la fuerza que ella tuvo para estar al pie de la cruz y ser fiel hasta la muerte, afrontando todos los riesgos y las
consecuencias de ser madre y seguidora de Jesús.

Cantos sugeridos
"Dolorosa". de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"En el trabajo", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.

28. MADRE DE LA COMUNIDAD CRISTIANA

Palabra de Dios
He 1, 12-14: Perseveraban en la oración en un mismo espíritu con la madre de Jesús.
Jn 19, 25-27: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Jn 17,20-23: Que sean uno como tú y yo somos uno.

Texto antológico
"Bajo la figura de María madre del discípulo, esta maternidad de la Iglesia es la fuente de la unidad de los
discípulos, de los hermanos, de los fieles de Cristo. En su oración sacerdotal (Jn 17), Jesús rezó por la unidad de
los suyos: 'Les he dado la gloria que tú me diste para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en
mí, a fin de que sean consumados en la unidad y conozca el mundo que tú me has enviado y que los he amado
como a mí me amaste' (Jn 17,22-23). La unidad del Padre y del Hijo es la fuente y el modelo de la unidad de los
hermanos, y es posible gracias a la habitación de Cristo en su Cuerpo, la Iglesia, por el Espíritu Santo. La Iglesia,
como madre de los fieles, suscita y conserva la unidad de los hermanos de Cristo. Como una madre, la Iglesia se
preocupa constantemente por la unidad de sus hijos, los hi jos del Padre y hermanos de Cristo.
María, figura de la Iglesia-madre, acoge al discípulo fiel como hijo suyo, y éste le recibe en su casa;
simbolizan la unidad de la Iglesia. Esta escena contrasta con la que inmediatamente le precede. Los soldados se
reparten las vestiduras del Crucificado, sortean su túnica inconsútil. Cristo, para los que carecen de fe, es objeto de
división y de separación; realizan la profecía sobre la separación de los hombres: 'Se repartieron mis vestiduras y
acerca de mi túnica echaron suerte' (Sal 22,19). Al contrario, el grupo de mujeres fieles al pie de la cruz, y sobre todo
las palabras del Crucificado a su madre y al discípulo, significan la unidad de los creyentes en la única Iglesia.
Desgraciadamente, los cristianos se asemejan demasiado a los soldados que se reparten los despojos de Cristo,
en vez de parecerse a María y al discípulo unidos por el Crucificado en la misma comunidad espiritual y material.
Nosotros, unidos a la Iglesia-madre, somos los verdaderos discípulos bienam ados y fieles, los auténticos
hermanos de Jesús, como el discípulo bienamado que es el hijo de María. Como él, que acoge a María en su casa, y
porque somos verdaderos hijos del Padre, verdaderos hermanos de Cristo, debemos también acoger en nuestra
vida a la Iglesia, nuestra madre".
Max Thurian

Reflexión
El Nuevo Testamento lo dice claramente a través de sus páginas: el cristianismo no surgió como consuelo
para intimidades individuales, sino mensaje de transformación histórica y trascendente llevada adela nte por los
discípulos de Jesús en comunidad cristiana. El mensaje del Reino hizo surgir en seguida una red de comunidades
por todo el mundo mediterráneo. Comunidades. No tiene sentido, es inconcebible en el Nuevo Testamento un
cristiano solitario y aislado, fuera de una comunidad cristiana.
María, viuda y con su hijo muerto ajusticiado, podría haber aducido motivos para quedarse en casa, en su
soledad, apartada de toda iniciativa comunitaria. Pero la vemos reunida con los discípulos, entre ellos, atrayendo al
Espíritu de su Hijo con la potencia de su corazón, en la oración de la comunidad cristiana...
María no aparece en el evangelio en primera fila de cara a la galería, en puestos brillantes. Su puesto es
humilde, silencioso, callado, pero activo...
María nos enseñó, con su compromiso comunitario, la importancia de la comunidad eclesial y su permanente
acción en la Iglesia.

Examen
¿Creemos que tenemos motivos para participar en la comunidad cristiana? ¿Somos todavía de los que viven
su cristianismo aisladamente, individualmente, s compartir la fe, sin formar comunidad cristiana?
¿Somos de los que ponemos nuestra participación en la comunidad cristiana en función de que nos
aprecien, nos estimen, nos correspondan, nos guste..., o somos miembros de la comunid ad incondicionales? ¿Nos
esforzamos por dar participación todos en la comunidad? ¿Sabemos valorar a los miembros de la comunidad que
trabajan por ella en silencio, en la oración, desde la enfermedad?...

Conversión
Renovar nuestro propósito de vida comunitaria.
Orar por la comunidad, apoyar su vida y d cisiones, no ser freno ni rémora para misma.
Tratar de educarnos para un cristianismo vivido en comunidad, más allá de individualismos.

Invocación
Madre de Jesús, madre de la Iglesia. Ayúdanos a vivir en com unidad cristiana.

Oración
Dios, Padre nuestro: tú has suscitado en la historia del pueblo de Dios como comunidad creyente y
comprometida en la esperanza del reino. Envía sobre nosotros tu espíritu, como lo enviaste sobre la primera
comunidad cristiana reunida en oración con la madre de Jesús.

Cantos sugeridos
"Santa María del Camino", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Salve Regina", canto gregoriano, en Cantoral litúrgico nacional, 302.

29. MUJER DEL DIFICIL TODO

Palabra de Dios
Lc 10, 38-42: Marta y María. La mejor "parte".
Lc 2, 50-52: María daba vueltas a todo esto meditándolo en su corazón.

Texto antológico

"El difícil todo

Tan sólo mejor


que la mejor parte
que escogió María,
el difícil todo.

Acoger al Verbo,
dándose al servicio.
Vigilar su Ausencia,
gritando su Nombre.
Descubrir su Rostro
en todos los rostros.

Hacer del silencio


la mayor escucha.
Traducir en actos
las Sagradas Letras.

Combatir amando.
Morir por la vida,
luchando en la paz.

Derribar los tronos


con las viejas armas
quebradas de ira,
forradas de flores.

Plantar la bandera,
la justicia libre,
en los gritos pobres.

Cantar sobre el mundo


el Advenimiento
que el mundo reclama,
quizá sin saberlo.

El difícil todo
que supo escoger
la otra María".
Pedro Casaldáliga

Reflexión
El misterio de Dios es inefable, incomprensible, inabarcable. Nadie puede comprender sus insondables
riquezas. A cada uno le es dado participar limitadamente en ese misterio, Por eso cada uno acentúa unos aspectos
sobre otros, según su capacidad, según la sintonía de su propia propia gracia, de su carisma personal y
comunitario. También ocurre que a lo largo de la historia cada verdad o cada faceta del misterio tiene su propio
kairós, su momento más oportuno o el momento en que es más necesari o que sea acentuada. Por eso, a lo largo
de la historia (diacrónicamente) y a lo ancho de la comunidad cristiana, en un determinado momento de la historia
(sincrónicamente) cabe el pluralismo, las diversas espiritualidades, los distintos acentos, las corri entes eclesiales.
Esto, que siempre ha ocurrido a lo largo de la historia, es hoy más visible que en otras épocas. Las distintas
corrientes no se conllevan sin dificultad. No se encuentran siempre como complementarias, sino a veces como
contrapuestas o incompatibles. Verticalismo-horizontalismo, ortopraxis -ortodoxia, cielo-tierra, oración-acción,
escatología-historia, institución-profetismo, idealismo-materialismo, etc., son, en el fondo, otros tantos polos de
dimensiones del cristianismo que se deben articular sin demasiadas tensiones, disyuntivas, oposiciones,
alternativas rígidas. La virtud, al margen de lo que pensara la tradición, no está necesariamente "en el medio", sino
donde diga el evangelio, donde la puso Jesús, porque nos referimos a la virtud cr istiana, no a la de Sócrates o
Aristóteles.
El problema consiste en obedecer realmente a las exigencias del evangelio; en dialogar, para iluminarnos no
con nuestras propias filosofías, sino con la luz que viene del seguimiento de Jesús.
El evangelio, a pes ar de los escasos textos en que se refiere a ello, nos da pie para ver en María una
experiencia espiritual de síntesis, de complementariedad, de integración, conjugándolo todo con la máxima
radicalidad en el seguimiento de Jesús por la causa del reino.

Examen
-¿Qué polos o dimensiones de la vida cristiana tengo yo más abandonados?
-¿Tengo tendencias monocolores, parciales, unilaterales en lo que se refiere a la vida cristiana?
-¿Trato de aprovechar lo bueno que los hermanos que están en otra espiritualidad diversa de la mía pueden
aportarme?
-¿Qué medios ponemos en mi comunidad cristiana para tratar de dialogar y enriquecernos mutuamente?
¿Me escudo en la prudencia, el equilibrio, la madurez, la ponderación... para quedarme en posturas eclécticas
y moderadas que renuncian al radicalismo en el seguimiento de Jesús?

Conversión
Hacer un esfuerzo para encontrar la síntesis cristiana. Apoyar en mi vida aquellas facetas para las que soy
sensible, aquello que tiendo a descuidar.
Tratar de alcanzar una visión integradora, buscando también lo positivo, sin querer buscar siempre las
oposiciones, tratando de ayudar pedagógicamente al interlocutor.

Invocación
-María, madre del Cristo total...
- ...haz nuestro corazón semejante al suyo.

Oración
Dios, Padre nuestro: en María nos has dado un modelo de síntesis total, de complementación perfecta, de
lucha y contemplación, de decir y hacer, de escuchar y responder, de hablar y callar, de profecía y compromiso, de
orar y actuar, de denuncia y anuncio. Ayúdanos a acercarnos m ás a ese modelo, para situamos más y más en el
camino de Jesús, tu Hijo.

Cantos sugeridos
"Canto a María" ("Magnificat"), de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Madre del Salvador", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.

30. MADRE DE TODOS LOS CRISTIANOS

Palabra de Dios
Jn 19, 25-27: Ahí tienes a tu hijo.
He 1, 14; 2, 44-47: María oraba con la comunidad cristiana. Esta tenía un solo corazón y una sola alma.
Jn 17, 20-23: Que sean uno, como tú y yo somos uno.

Texto antológico
"Por su carácter eclesial, en el culto a la Virgen se reflejan las preocupaciones de la Iglesia misma, entre las
cuales sobresale en nuestros días el anhelo por el restablecimiento de la unidad de los cristianos. La piedad hacia
la madre del Señor se hace así sensible a las inquietudes y a las finalidades del movimiento ecuménico, es decir,
adquiere ella misma una impronta ecuménico. Y esto por varios motivos.
En primer lugar, porque los fieles católicos se unen a los hermanos de las Iglesias ortodoxas, entre las
cuales la devoción a la Virgen reviste formas de alto lirismo y de profunda doctrina al venerar con particular amor a la
gloriosa Theotocos y al aclamarla 'Esperanza de los cristianos'; se unen a los anglicanos, cuyos teólogos clásicos
pusieron ya de relieve la sólida base escriturística del culto a la madre de nuestro Señor, y cuyos teólogos
contemporáneos subrayan mayormente la importancia del puesto que ocupa María en la vida cristiana; se unen
también a los hermanos de las Iglesias de la Reforma, dentro de las cuales florece vigorosamente el amor por las
Sagradas Escrituras, glorificando a Dios con las mismas palabras de la Virgen (cf Lc 1,46 -55).
En segundo lugar, porque la piedad hacia la madre de Cristo y de los cristianos es para los católicos ocasión
natural y frecuente para pedirle que interceda ante su hijo por la unión de todos los bautizados en un solo pueblo de
Dios. Más aún, porque es voluntad de la Iglesia católica que en dicho culto, sin que por ello sea atenuado su carácter
singular, se evite con cuidado toda clase de exageraciones que puedan inducir a error a los demás hermanos
cristianos acerca de la verdadera doctrina de la Iglesia católica y se haga desaparecer toda manifestación cultual
contraria a la recta práctica católica".
Pablo VI, Marialis cultus

Reflexión
Es el mismo Pablo VI quien nos recuerda que en el culto mariano se han de reflejar las preocupaciones de la
Iglesia, entre las que sobresale la del ecumenismo. Muchas comunidades cristianas no tienen tal preocupación, ni
en el culto mariano ni fuera de él...
Aunque pueda tener un sentido correcto aquello de que de María nunquam satis (nunca se podrá decir
suficiente), también es cierto que en el culto mariano se han producido exageraciones, supersticiones, vana
credulidad, falta de coherencia y compromis o... y otras cosas que perturban las relaciones entre las confesiones
cristianas, según dice Pablo VI en la Marialis cultus.
Una comunidad cristiana consecuente y responsable ha de tener en cuenta esos aspectos. Ha de examinar
hasta qué punto su espiritualidad mariana debe verse afectada por esa preocupación ecuménico.
Hace falta volver al evangelio y a la palabra de Dios, ser rigurosos en la fundamentación de toda
espiritualidad, actuales en su aplicación, coherentes y comprometidos en evitar toda alienaci ón o evasión...
Y hace falta, sobre todo, tener una visión amplia, ecuménico. Saber y creer que no tenemos la exclusiva de la
Verdad completa, ni el monopolio de la salvación. Aceptar en la fe que el Espíritu de Jesús está vivo y actúa
eficazmente en muchos hombres, grupos y pueblos. Y vivir en una práctica coherente con estas convicciones
ecuménicas. Colaborar fraternalmente con todos los que luchan realmente por el Reino, sea cual fuere su bandera.

Examen
-¿Qué correctivos impondría la preocupación ecuménico a nuestra devoción mariana, tanto como comunidad
cristiana cuanto como personas individuales?
-¿Podemos estar siendo piedras de escándalo para los hermanos separados?
-¿Qué preocupación ecuménico vivimos en nuestra comunidad cristiana?
-¿Tenemos actitudes de sincera cooperación fraterna?

Conversión
*Orar por la unión de los cristianos. Reflejar en nuestra vida la preocupación ecuménico.
*Apoyar las iniciativas ecuménicas que se tomen cerca de nosotros. Tomar decisiones para aproximar las
comunidades cristianas.
*Encontrar una actitud correcta, respetuosa y adecuada ante el proselitismo de las "sectas".

Invocación
-María, madre de todos los seres humanos...
- ...ayúdanos a crear la unidad del mundo para que llegue el reino.

Oración
Dios, Padre nuestro, que sufres al ver dividido al pueblo de Dios en diversas confesiones cristianas. Haz que
llegue pronto el día en que nos unamos todos los seguidores de Jesús en una sola gran comunidad, para que
seamos fermento de unidad entre todos los hombres de buena voluntad.

Cantos sugeridos
"Santa María del Amén", de J. A. Espinosa, en El Señor es mi fuerza.
"Alégrate, hija de Sión", de M. González, en La gloria de Jerusalén.

31. MARIA EN LA ALEGRIA ETERNA

Palabra de Dios
Sof 3, 14-18: Lanza gritos de gozo. No temerás ya ningún mal.
Lc 1, 39-45: Dichosa tú, que has creído.
Ap 21, 1-5: Cielos nuevos y tierra nueva.

Texto antológico
"Así como Cristo realiza su resurrección en medio de nosotros por su presencia poderosa y eficaz en la vida
del mundo, otro tanto podemos decir de la gloria de María y su 'asunción a los cielos'. Ello quiere decir que está más
presente en el mundo que ninguna otra mujer. En Cleopatra se piensa a lo sumo; a María se le invoca. Es la mujer
que está más presente y cercana de nosotros. No debemos imaginar lejos de nosotros a Cristo resucitado y a María
asunta en el cielo, al nuevo Adán y a la nueva Eva de la humanidad, como si el cielo fuera un inmenso salón por el
que flotan almas innúmeras y sólo dos puestos están ocupados físicamente. No; nada de esto podemos ni
debemos imaginar con categorías de tiempo y de espacio. Aquí, sobre la tierra, podemos sentir la presencia de
Cristo y de María si llevamos una vida conforme al espíritu de Cristo y nos dirigimos a ellos en nuestra oración".
Nuevo Catecismo para Adultos

Reflexión
La asunción de María no es una carrera espacial, no es una traslación física, porque el cielo no es un lugar,
sino un estado. Ir al cielo no es emprender un viaje sideral.
Hemos de reconocer que muchos cristianos, en su re presentación imaginativa del futuro escatológico,
todavía están demasiado pendientes de representaciones plásticas muy deficientes, provenientes de nuestra
primera educación cristiana, en nuestra infancia. Son representaciones que dejan mucho que desear, a las que
muchos cristianos se adhieren vergonzantemente. No se atreverían a expresarías porque les parece un mundo de
representaciones infantiles. En ese sentido, son un obstáculo para la fe, incluso piedra de escándalo para personas
cultas y críticas.
Los muertos no se nos van, sino que se nos vienen adentro del todo. Se instalan definitivamente en Dios. El
cielo es Dios. Y esa resurrección ya no tiene reloj ni calendario. Los muertos no están esperando. Y en María todo
ello ha tenido que darse de un modo eminente. Es lo que significa su asunción. En cualquier caso, hay que
esforzarse por comprenderlo.

Examen
-¿Qué pensamos del cielo? ¿Cómo lo "imaginamos"?
-¿Sabemos dar razón de nuestra esperanza en la vida eterna? ¿Podemos hacerlo con expresiones y
formulaciones aceptables?
-¿Cuánto hemos leído o estudiado -en grupo o individualmente- sobre el cielo después de nuestra primera
formación religiosa en la infancia?
-¿Tenemos verdadera esperanza en la vida eterna?

Conversión
*Tomar medidas para reformular los temas de los novísimos (muerte, juicio, infierno, cielo y purgatorio) y
poderlos creer y expresar sin dificultades especiales.
*Sentir verdaderamente la vida eterna, el reino de Dios, como objeto de nuestra esperanza, inmanente y
trascendente a la vez.
*Desear ardientemente: ¡Ven, Señor, Jesús!
*Confortar la esperanza de los desalentados.
*Compartir nuestra esperanza especialmente con los que se acercan a la muerte.

Invocación
María, madre nuestra, tú que te has adelantado definitivamente en Dios.
Haz participar a todo el mundo en tu alegría eterna.

Oración
Dios, Padre nuestro: en María has podido llevar a consumación plena tu plan de salvación. Haz que también
nosotros un día podamos compartir su alegría contigo en el reino definitivo.

Cantos sugeridos
"Santa María del Camino", de J. A. Espinosa, en Madre nuestra.
"Salve Regina", canto gregoriano, en Cantoral litúrgico nacional, 302.
"Antes que el mundo hiciera", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.
"Los cielos y la tierra", de C. Gabaráin, en Eres tú, María.
"Estrella y camino", de C. Gabaráin, en María siempre.

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