Serie Nuevos Caminos 01
Serie Nuevos Caminos 01
Serie Nuevos Caminos 01
NUEVOS CAMINOS / 1
CADA DÍA UN NUEVO COMIENZO
2 Corintios 4.1-4
Introducción
Generalmente los imitadores de personas famosas son chistosos. ¿Conocen ustedes algún
imitador? ¿en la radio, en la televisión? Es posible que todos nosotros hemos visto a alguna
persona imitando a un futbolista, un cantante, un político o algún individuo famoso.
Imitar requiere mucha habilidad, todo un arte, toda una preparación. Usualmente el imitador
se prepara, práctica la voz, los movimientos, los gestos, la vestimenta, los tics nerviosos, y todo
lo que hace o dice la persona a ser imitada. En ciertas ocasiones hay imitadores tan buenos,
que uno no logra identificar al verdadero contra el imitador—especialmente en cuando es en
audio. En ocasiones, la imitación es un fiel reflejo casi fidedigno del original.
En el mundo de las tecnologías esto cada vez se ve más. Desde aplicaciones de modificación
de cómo nos vemos (sin pelo, con ojos más grandes, con mejor sonrisa, etc.), modificadores
de audio y video, hasta tecnologías que hacen montajes tan realísticos que confunden al
visor poco experimentado. La inteligencia artificial ha entrado a jugar un papel relevante. Hoy
interactuamos con bots cuando solicitamos servicios por medio de plataformas web (como
bancos y otros). Bots que imitan o reflejan los comportamientos humanos, en este caso en el
mundo de los servicios.
Cuando vemos la vida cristiana nos damos cuenta que hay cierta similitud. El cristiano está
llamado a imitar o reflejar la realidad de alguien más; estamos llamados a emular las acciones
y comportamientos de Jesús. Ya lo decía el apóstol Pablo en su carta a los corintios.
2 Corintios 4.1-4
Por esto, ya que por la misericordia de Dios tenemos este ministerio, no nos
desanimamos. 2 Más bien, hemos renunciado a todo lo vergonzoso que se hace a
escondidas; no actuamos con engaño ni torcemos la palabra de Dios. Al contrario,
mediante la clara exposición de la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana
en la presencia de Dios. 3 Pero, si nuestro evangelio está encubierto, lo está para los que
se pierden. 4 El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no
vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
V1 /Por esto, ya que por la misericordia de Dios tenemos este ministerio, no nos
desanimamos.
¿A qué ministerio se refiere Pablo? Para eso hay que leer el contexto inmediato de lo que
venía hablando en el capítulo anterior, el cual cierra en el 3.18 diciendo: “reflejamos como en un
espejo la gloria del Señor…” Es decir, reflejar la gloria de Dios es el ministerio del lector final en
la iglesia de Corinto—hoy nosotros.
Que privilegio tenían los cristianos iniciales: reflejar la gloria de Dios; lo mismo aplica para
nosotros hoy. Es decir, toda persona debería poder ver a Dios cuando ve a uno de Sus
seguidores. ¿Te imaginas que las personas puedan decir de cada uno de nosotros acá presentes
“Veo a Dios cuando te ve a vos”? Eso sería lograr uno de los objetivos más importantes para
los cuales estamos acá en la tierra, ¿no creen?
• ¿Es mi familia mejor por yo estar ahí, o más bien el ambiente se pone tenso cuando
yo llego?
Tenemos este ministerio (privilegio) y eso debería de darnos un ánimo tal que nuestra vida
pueda estar llena de gozo—aun a pesar de las circunstancias adversas. El ser un reflejo de
Dios en la tierra nos infunde ánimo. ¿Estás reflejando a Dios en tus contextos cercanos?
Cada día es una nueva oportunidad para hacerlo. Cada día es un nuevo comienzo. Decidamos
empezar hoy.
Algo interesante es la cmparación que hace Pablo con el espejo. El espejo no hace nada para
reflejar lo que está al frente. Esa es su naturaleza. Simplemente “le sale” porque para eso
fue pensado y diseñado. No hace otra cosa que no sea reflejar la realidad al frente. Cuan
interesante es esto. El cristiano está pensado para reflejar a Jesús. Debería de salirle con
mucha naturalidad porque eso es lo que hay en su corazón—eso es lo que somos. Ese es
nuestro llamado: simplemente reflejar a Jesús.
Reflejar a Dios está ligado también con exponer, enseñar o compartir Su palabra de una
manera adecuada. Es parte de nuestro llamado hacerlo de la mejor forma, donde sea que nos
encontremos.
Leer la palabra, estudiarla y luego enseñar algo contrario a lo que ella enseña, es vergonzoso.
Hay que tener tanto cuidado cuando una persona dice “es que la biblia dice”. Ante tal afirmación
tendríamos que preguntar inmediatamente: “¿dónde dice eso la biblia?” No podemos darnos
el lujo de escuchar que una persona nos diga que la biblia dice algo que realmente no dice.
Existe tanta gente en este momento hablando doctrinas erradas, haciendo que la biblia diga
lo que ellos quieren que diga; con procesos de interpretación con poca o nada hermenéutica.
Como dice Pablo, hay que renunciar a cualquier engaño o a torcer la escritura para que diga lo
que yo quiero. Cada semana que se interpreta y estudia la palabra es un buen momento para
dejar que sea ella la que diga lo que ella quiere decir, sin que nosotros mismos hagamos que
diga lo que queremos, únicamente por conveniencia. Cada uno acá presente es responsable
de enseñar y también de aprender lo que la biblia dice realmente.
V3 - 4 / Pero, si nuestro evangelio está encubierto, lo está para los que se pierden. El
dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz
del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
¿Se siente usted maravillado cada vez que escucha la palabra? ¿la entiende cada vez que se
expone? Preocupémonos cuando escuchamos una palabra bíblica y eso no nos maravilla, no
nos hace reflexionar o no mueve nada en nosotros. La escritura es poderosa, se le compara
con una espada de doble filo, que corta hasta lo más profundo (Hebreos 4.12-13). Si una
palabra que viene de Dios directamente y que tiene el poder para transformar y cambiar vidas,
no produce nada en nosotros, ser vuelve imperativo una evaluación personal. Pablo describe
que es el mismo dios de este mundo (satanás) quien ha cegado la mente de una persona así
para que no vea la luz de Cristo.
¿Ve usted con claridad la escritura? ¿entiende cuando lee o escucha? Jesús mismo habló de
quienes escuchan, pero no entienden. Mateo 13.19
Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata
lo que se sembró en su corazón. Esta es la semilla sembrada junto al camino…
Es imperativo que cada vez que nos veamos expuestos a la escritura, la entendamos y la
apliquemos a nuestra vida. Entenderla es el inicio de poder aplicarla y hacer crecer en nosotros
a la persona de Jesús.
Conclusión
La invitación de Pablo a los corintios era muy directa y simple: reflejen a Jesús. Al mismo desafío
estamos llamados hoy nosotros. Debería salirnos naturalmente, y si no nos sale, entonces
hay que hacer un análisis profundo de lo que Su palabra está produciendo en nosotros. La
palabra produce y tiene un impacto en quien la lee y estudia, no en quien no se acerca a ella.
Es una espada que cuando se usa tiene una consecuencia; pero una espada en una mesa, en
un closet o una bodega no hace nada, no cumple su propósito. Necesita usted estar usando
la espada, necesita estar practicando con ella.
Desafío Personal
¿Qué vas a hacer con esto que hemos hablado? ¿qué acciones personales vas a tomar?
¿saldrás de acá como si nada ha pasado o como si no hemos hablado de algo que te incluya a
ti, o vas a tomar acciones personales? ¿qué crees que puedas hacer hoy mismo?
Necesitamos salir de acá hoy con una acción clara y concreta para llevar a cabo, de lo contrario
lo perdemos en el camino. ¿Quiere tomar conmigo el desafío de hacer algo hoy mismo
respecto a esto que acabamos de estudiar?